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Máquinas automáticas. Automatismos.
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https://archiveofourown.org/works/53132761/chapters/134438158
Serenata del agua
Intro:
Nunca olvidará el momento en el que lo conoció por primera vez, una imagen que trascenderá a través de los años en sus memorias. Aún le costaba entender lo que sus ojos veían, una criatura impresionante como ninguna otra, de esas que solo aparecían en las historias fantásticas de marineros. Un Zora de nombre Sidon, quien también resultaba ser el príncipe de la región. Sus ojos resplandecían como los rayos del sol y su piel de escarlata aterciopelada vestía pequeños destellos que le daban un toque elegante a su figura antropomórfica. Los músculos cincelados en aquel cuerpo apenas cubierto por adornos reales, reflejaban a un ser hábil e intrépido en el arte de la natación; un talento que daría cimiento a las palabras que pronunciaría más adelante, ''¡En el agua soy imparable!''. No quedaría duda de ello. Aún así, la parte más llamativa de aquel ser era sin lugar a dudas su sonrisa, brillante y sincera, formada por dos filas de colmillos afilados capaces de infligir un daño tan irremediable en aras de proteger lo más preciado. Por fortuna, solo dedicaban palabras de aliento, halagos y amabilidad desmedida.
Link sintió algo en el estómago.
Esta es la primera parte de dos, que abarcará la historia del juego ''The Legend of Zelda: The Breath of the Wild''.
˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜˜
Mi primer fanfic después de como mil años. Solo espero no abandonarlo x)
*Si te animas a leer, revisa primero las advertencias ⚠️ por si acaso. No acepto reclamos.
**El fanart es demasiado tierno para las cosas que los pongo hacer...
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SEGÚN NICOLASO DA RECCO
Pequeñas Historias de Canarias
Números Guanches y números en tamazigh.
Expedición de Nicolaso da Recco en 1341.
Sin embargo parece que estas islas no son muy ricas, pues los marineros apenas han cubierto los gastos de su viaje. Los cuatro hombres que han traído son jóvenes, sin barba; hermosa figura, van desnudos, y solo llevan una especie de delantal (femoralia), que hacen con una cuerda, rodeándose los riñones y de la cual pende gran número de hilos de palma o juncos del tamaño de un palmo y medio, o a la más de dos, sirviéndose para cubrirse las partes vergonzosas, tanto por delante como por detrás, de modo que, ni el viento, ni ningún otro accidente puede descubrirlas: no se hallan circuncidados, y tienen los cabellos largos y rubios con los cuales se tapan, llegándoles casi hasta el ombligo, y andan descalzos.
Se dice que la isla de donde los han sustraído se llama Canaria, y que está más poblada que las otras. Se les ha hablado en diferentes lenguas y ninguna han comprendido; no exceden de nuestra estatura; tienen los miembros robustos, son fuertes, bastante valerosos, y al parecer de una gran inteligencia.
Se les ha hablado por señas, y han respondido del mismo modo como los mudos; se respetan entre sí, y entre ellos existe uno, al que manifiestan honrar con particularidad. El delantal de este jefe, es de hojas de palmera, mientras que los demás lo llevan de junco pintado de amarillo o encarnado.
Su canto es muy dulce; bailan casi al estilo francés; son alegres y risueños, bastante civilizados y menos salvajes que muchos españoles.
Cuando se les condujo a bordo, comieron pan e higos y dieron a conocer gustarles el pan, aunque nunca lo habían probado; rehusaron absolutamente el vino, y no quisieron beber sino agua. Comieron también el trigo y la cebada a manos llenas, como igualmente el queso y la carne que en su país es abundante y de buena calidad; sin embargo carecen de bueyes, de camellos, de burros, pero en cambio poseen abundancia de cabras, carneros y cochinos salvajes. Se les enseñaron monedas de oro y plata e ignoraban absolutamente su uso; tampoco conocían los aromas, se les enseñó también anillos de oro, vasos cincelados, espadas, sables; mas demostraron no haber visto jamás estos objetos, y nunca se habían servido de ellos.
Dieron prueba de una fidelidad notable, pues si uno de ellos recibía alguna cosa buena de comer, antes de probarla, la dividía en trozos y la repartía entre los demás.
El matrimonio es conocido entre ellos, y las mujeres casadas llevan delantal como los hombres, pero las doncellas van desnudas del todo, sin avergonzarse de su desnudez. Cuentan como nosotros, colocando las unidades delante de las decenas, del modo siguiente:
1- nait 9- alda morana (morava)
2- smetti 10- marava
3- ammeloti 11- nait-marava
4- acodetti 12- smatta-marava
5- simusetti 13- amierat-marava
6- sesetti 14- acodat-marava
7- satti 15- simusat-marava
8- tamatti 16- sesatti- marava, etc.
Etnografía y Anales de la conquista de las Islas Canarias, Sabino Berthelot
Números en tamazigh.
• 1 – ⵢⴰⵏ (yan)
• 2 – ⵙⵉⵏ (sin)
• 3 – ⴽⵕⴰⴹ (kṛaḍ)
• 4 – ⴽⴽⵓⵣ (kkuz)
• 5 – ⵙⵎⵎⵓⵙ (smmus)
• 6 – ⵚⴹⵉⵚ (ṣḍiṣ)
• 7 – ⵙⴰ (sa)
• 8 – ⵜⴰⵎ (tam)
• 9 – ⵜⵥⴰ (tẓa)
• 10 – ⵎⵔⴰⵡ (mraw)
• 11 – ⵢⴰⵏ ⴷ ⵎⵔⴰⵡ (yan d mraw)
• 12 – ⵙⵉⵏ ⴷ ⵎⵔⴰⵡ (sin d mraw)
• 13 – ⴽⵕⴰⴹ ⴷ ⵎⵔⴰⵡ (kṛaḍ d mraw)
• 14 – ⴽⴽⵓⵣ ⴷ ⵎⵔⴰⵡ (kkuz d mraw)
• 15 – ⵙⵎⵎⵓⵙ ⴷ ⵎⵔⴰⵡ (smmus d mraw)
• 16 – ⵚⴹⵉⵚ ⴷ ⵎⵔⴰⵡ (ṣḍiṣ d mraw
https://www.facebook.com/AyoseGlz/posts/pfbid0tKhKzGNhpz5ynx6CtR3kfMzVFkAtnnzi3BENdhVbcbSxu7YNbtupc3Ay1b1jAcYGl?__cft__[0]=AZVlrn6nhDQz8kwem03Tc0bzSLiiTzYvtnFWkBZ4lUf8lAeo8hClZ3sR0Dn2Kn6kxha5b6k8m5EMDpB0qdzH8mQEJ9IgG0bhxJCpsFseIYbJKHH8IGEyK1gBkegha5LrsJ-A6maHivMvrhBpzs03-ZTV_2N4Or_VHUgthj2fhFV9axRM0xFthdsdgP0bo2shSynW5XPBM575gBVDgW1ODhdx&__tn__=%2CO%2CP-y-R
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Juntos nos mudamos
a una casa muy modesta,
con un pequeño balcón
cincelado por el viento,
sin persianas ni cortinas
para ver el firmamento.
Con blancos y bordados visillos
que bailaban con el viento
con su encaje de bolillos,
cuando se estremecía el ocaso
y el sol desnudaba la mañana.
despertábamos entre risas
con aquel hogareño aroma
de jazmín, geranios y azucenas,
jengibre, manzana y canela
Respirábamos el incienso del café,
la lluvia humedecía con ahínco
los cristales y el tejado,
crujían las vigas
se filtraba la lluvia,
el verano nos mojaba los pies,
apasionados nos besábamos,
en aquél caluroso verano,
en el que recogíamos aguamarinas
por la arena de la playa.
Todo acaba y todo empieza
con una palabra y un llanto,
nos enredamos en batallas
de confites y silencios,
caímos aletargados
en un largo invierno.
Y nos fuimos
con las manos llenas de sal
pero tan vacías de deseo,
hoy devuelvo las piedras al mar
mientras tirita el aire,
todo fue tan terrenal,
y sin embargo, mi amor,
casi tocamos descalzos el cielo.
Isabel Fernández
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Oí pasos que se acercaban a la puerta y corrí a ocultarme en el rellano del ático. Desde allí pude atisbar al visitante.
Un hombre de negro, de rasgos cincelados con indiferencia y labios finos como una cicatriz abierta. Tenía los ojos negros y sin expresión, ojos de pez. Antes de perderse escaleras abajo, se detuvo y alzó la mirada hacia la penumbra. Me apoyé contra la pared, conteniendo la respiración. El visitante permaneció allí durante unos instantes, como si pudiera olerme, relamiéndose con una sonrisa canina.
Esperé a que sus pasos se apagasen completamente antes de abandonar mi escondite y entrar en el piso.
(𝐋𝐚 𝐬𝐨𝐦𝐛𝐫𝐚 𝐝𝐞𝐥 𝐯𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨 - 𝐂𝐚𝐫𝐥𝐨𝐬 𝐑𝐮𝐢𝐳 𝐙𝐚𝐟𝐨́𝐧)
─ 𝕀𝕞𝕒𝕘𝕖𝕟 𝕕𝕖 ℙ𝕙𝕚𝕝𝕠𝕞𝕖𝕟𝕒 𝔽𝕒𝕞𝕦𝕝𝕠𝕜 ─
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el cincelado expande las comisuras cuando la escucha, se toma la oportunidad de visualizar el entorno y, luego, llevar la palma al pecho. ' no lo menciones, los chicos guapos somos los primeros en morir ' suspira con un aire cómico, y esconde las palmas en el interior de los bolsillos de la chaqueta. inclina la cabeza a un lado en lo que la observa. ' ¿tú qué, eloise? ¿cuál sería tu rol? '
en el zaguán, eloise dice "¿no crees que se siente como si estuvieras en una película de terror mientras exploras el castillo?" @eloiscs
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A NIGHT IN THE SILVER FACTORY
Escasos días transcurren desde la llegada de la súbita invitación a THE FACTORY, y el nombre del firmante continúa resonando en tu mente. Tratas de recordar dónde lo escuchaste antes, pero nada concreto aparece. Por un momento, piensas que se equivocaron de destinatario, o que, lisa y llanamente, se trata de una jugarreta. Poco a poco, la curiosidad aimana hasta desaparecer y da igual, porque no era una cuestión que carcomiera tu cabeza. Ni siquiera ocupas una fracción de tiempo para investigar al supuesto anfitrión. Recibes incontables invitaciones a reuniones, clubes y sociedades a diario. La exclusividad es moneda corriente en tu vida.
Aun así, con el descuido que caracteriza a quien siempre cuenta con un lugar en la mesa, la nueva correspondencia abre paso a que la intriga se apodere de ti una vez más. En esta ocasión, no se trata de una centelleante notificación en tu teléfono. No. Lo que recibes es una invitación a la vieja usanza: un sobre negro que reluce por la calidad de su material y cuyo frente se encuentra decorado con tu nombre cincelado en la más pulcra caligrafía. El dorso está sellado con cera nacarada en un enceguecedor dorado que simula oro. Al abrirlo, te sorprende el contraste, pues del interior surge otro metal precioso. Durante unos segundos, aprecias la similitud que el papel tiene con el platino hasta reparar en el mensaje:
Primer encuentro: SILVER FACTORY
Viernes, 24 de febrero, 21:00 hs
West Chelsea, NYC
Contar al menos con una prenda, accesorio o detalle en plata
Te esperamos.
Sin entender muy bien la razón, decides abandonar tu lado de la ciudad y hacer acto de presencia. Claro que vas habiendo tomado los recaudos pertinentes, siempre acompañade por quien cuida tus espaldas. Una gran construcción te recibe. Se trata de un antiguo almacén de depósito con ladrillos expuestos, característica clásica de los edificios en Chelsea.
El ingreso es sencillo, mucho más sencillo que en otros eventos a los que has asistido. ¡Ni en la MET Gala hacen las cosas de modo tan eficiente! Un cosquilleo de satisfacción se asienta en tu estómago. Debes admitir que no está nada mal y, siendo sincere, el interior del lugar enciende tu curiosidad. ¿Cuál es el asunto tras las paredes cubiertas de papel aluminio? Algún que otro cuadro famoso resalta entre tanto gris. Sofás rojos decorando las esquinas.
Te das cuenta que no eres le únique ahí dentro. Rostros con una vaga familiaridad se reúnen a tu alrededor. De repente, una figura asomándose por el balcón de un entrepiso, capta tu completa atención.
" ¡Bienvenides a THE FACTORY! "
INFORMACIÓN OOC
Lo hemos hecho saber, pero agradecemos enormemente el recibimiento que le han dado al grupal. Su apoyo y participación nos pone muy contentas.
Este es el primer evento oficial de The Factory como club y está pensado para que tanto los personajes como ustedes empiecen a familiarizarse y sentirse cómodes. Les recordamos que, a excepción de los vínculos familiares, no hay lazos entre los personajes. Quizás los rostros les resultan conocidos, pero nada más.
En este enlace encontrarán un tablero de pinterest con la ambientación e inspiración para esta actividad. Para mayor referencia, el almacén cuenta con dos pisos. El de la recepción es el que está empapelado de color plata, tiene acceso a un pequeño patio interno, y en el primer piso está la decoración de estilo art pop. Este piso cuenta con un balcón/terraza al aire libre. Hay asientos, mesas y barras para quienes gusten de algún cóctel.
Como dice en la invitación, el código de vestimenta es contar con algo en color plata. ¡Lo que sea! Les invitamos a que hagan edits de vestimenta, si gustan, y que los taggen bajo FACTORY: EDITS.
Estaremos roleando con STARTERS ABIERTOS que podrán rebloggear en nuestro blog de starters para mayor difusión y, obvio, quitar cuando lo estimen conveniente para ustedes.
La duración de esta actividad es de UNA SEMANA. El próximo jueves pasaremos a una nueva.
¡Esperemos que se diviertan mucho! Cualquier cosita, estamos a un mensaje de distancia. Un beso ¡y a rolear!
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Miguelángel Buonarroti: El Escultor
Cuando en 1516 recibió su primer encargo arquitectónico, Michelangelo Buonarroti había cincelado estatuas como el David y pintado los frescos de la Capilla Sixtina; era ya, pues, un artista célebre. El papa León X, hijo de Lorenzo el Magnífico, confiaba ciegamente en su talento y le encomendó un proyecto para la fachada de la iglesia florentina de San Lorenzo, templo familiar de los Médicis.
La maqueta y los dibujos conservados revelan que Miguel Ángel siguió un diseño anterior de Giuliano da Sangallo, pero enriqueciéndolo con un extenso programa escultórico de dieciocho estatuas con las que pretendía situar esta obra al nivel de las exuberantes portadas del gótico. Una vez más, intentaba representar un universo donde el cuerpo humano y el marco arquitectónico apareciesen indisolublemente unidos, tal y como había previsto antes para la tumba de Julio II y logrado con los frescos de la bóveda de la Capilla Sixtina.
Algunas de sus obras arquitectónicas son:
Sacristía Nueva:
Biblioteca Laurenziana:
Plaza del Campidoglio:
Palacio Farnese:
Basílica de San Pedro:
A continuación se presenta un link en el cual se observan las ubicaciones de dichas estructuras:
@lonuevodenuevo
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El marmoleado del suelo y las paredes de piedra hacían sentir menos acogedora la estancia, la iglesia no era un lugar cálido para pasar mucho tiempo, especialmente si estaba completamente vacía y carente de vida más allá de los mártires pintados y cincelados en mármol. El cantico de algún coro se podía escuchar detrás de escena sin ninguna persona tangible a la vista, la imagen del salvador pintada en la pared al centro, sangrante y acongojado por los pecados de los cuales Suyeong se alimentaba día con día como si fuesen el manjar más suculento servido en su mesa. Los vitrales de colores hacían que al menos el lugar luciera más encantador, como la promesa de que, entre toda la oscuridad, había una luz platinada producto de la luna esperando iluminar al invitado a quien esperaba. Vírgenes y santos carentes de rostro se pintaban en cada uno de los vitrales, al igual que a cada costado del altar se alzaban dos estatuas que representaban el bien y el mal, un arcángel flamante y empuñando su espada contra un hijo hermoso echado de su hogar con las alas teñidas de negro. Con una memoria perfecta como la suya, recuerda cada uno de los sueños en los cuales ha inducido a sus presas, sumiéndolos profundamente en una inconciencia que parecía tangible y real, que podían experimentar el frío de su aliento y oler el potente aroma a azufre escurriendo por cada uno de los poros de aquel recipiente de carne en el cual se ha resguardado para caminar entre los humanos. Suyeong aguarda al frente del altar, donde encendía y apagaba algunas velas con la punta de sus dedos, aguardando como lo ha hecho durante años, con paciencia y calma. Los pasos de su invitado especial le hacen echar un vistazo por sobre el hombro, cincelando una sonrisa en su faz conforme le ve recorrer el pasillo principal hasta su encuentro. Saem tiene que recordar esta escena como una constante desde hace algunos años, tal vez fragmentada gracias a los pedazos que el mismo Suyeong arrancaba una vez terminaba con él y le permitía despertar de los sueños o pesadillas, dependiendo de cuales eran sus reacciones durante el encuentro. Es la misma escena que cuando se conocieron, Saem en aquel entonces siendo muchos centímetros más pequeño y completamente mudo, consiguiéndose comunicar verbalmente con él gracias a que el demonio le brindó una voz, una a la cual se aferró desde ese entonces al igual que una pequeña mano se aferró a las garras del inhumano. Cualquier deseo podría ser cumplido, pero todo tenía un precio y aquel, venía siendo hora de ser saldado. - —¿Estas perdido, hijo? — -el demonio se gira para estar frente a frente, aun algunos peldaños más arriba del humano y ladea su cabeza. Sabe que no podrá responderle, como lo hizo todas las demás veces. Aquel era su mayor temor, la cosa que le hacía desesperarse rápidamente, el ser incapaz de hablar una vez más y que todo lo que ha vivido, haya sido una ilusión. El cantico se vuelve un poco más potente, como una mofa celestial de que los ángeles podían alabar a su Dios y Saem no podía ni siquiera articular su nombre. - —Ven aquí — -extiende su mano en dirección del más alto, deseando el sentir su carne.
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Anxo se remangó la sudadera, estirando su brazo para coger la última tostada que quedaba en el plato. Antes de alcanzarla, la mano de Xandre sujetó su muñeca, atrayéndola hacia él. Sus dedos comenzaron a seguir el camino trazado por la serpiente que Anxo se había pintado esa misma mañana. En secundaria solía dibujarse un animal diferente en el brazo cada día, y casi siempre al menos un compañero le preguntaba si era "un tatuaje de verdad".
"¿Lo has pintado tu?"
"Si, bueno, no es ninguna locura."
"¿Me harías uno a mí también?"
Anxo dejó escapar una suave risa, pero por la mirada de Xadre, pronto se dio cuenta de que lo decía en serio.
"¿Qué quieres que te dibuje?"
"Un dragón."
"Wow... okey. ¿Don--?"
Antes de que Anxo pudiese terminar la pregunta, Xandre se quitó la camiseta, girando el taburete para darle la espalda. Su cuerpo era una obra digna de admirar. Cada músculo parecía haber sido cincelado al detalle, de no ser por las pecas y cicatrices en su piel, cualquiera diría que se trataba de una escultura de mármol pintada. Un reflejo irreal de la belleza de la anatomía humana. Y sin embargo ahí estaba, delante de él, un lienzo perfecto.
Anxo sacó el rotulador negro del bolsillo de su sudadera y dejó la tapa sobre la mesa. Apoyó su mano izquierda con cuidado en su cintura. A Xandre se le erizó la piel por el tacto, tenía los dedos fríos. No dijo nada. Pronto empezó a notar los trazos de la punta acolchada deslizándose, subiendo poco a poco por su columna.
"¿...Has tatuado a alguien alguna vez?"
Xandre no era el mejor iniciando conversaciones, pero al menos con Anxo se atrevía a intentarlo. No tenía claro por qué.
"Nunca. Eso sí, una amiga me pidió que le diseñase uno hace un par de años."
"¿Y te gustaría?"
"La verdad es que me encantaría."
Quería girarse de nuevo para mirarle, pero prefirió no moverse para no molestar. Su voz al menos sonaba más alegre de lo habitual mientras dibujaba.
"Necesito apartarte el pelo un segundo..." Anxo dividió entre sus dos manos los mechones negros que caían por la espalda de Xandre y los apoyó en sus hombros. "... así."
Antes de seguir dibujando, se dejó caer suavemente sobre su cuerpo hasta que sus labios acariciaron la piel de su cuello que había quedado al descubierto. Xandre se quedó completamente paralizado, pero no por el miedo, simplemente fue incapaz de reaccionar más allá de soltar un ligero suspiro al notar el calor de su aliento.
"Ya queda poco" Susurró Anxo cerca de su oído derecho.
La ausencia de su cercanía le dio frío, pero Xandre no tuvo el valor de pedirle que le abrazase un poco más. Durante toda su vida le habían dicho que era muy valiente, pero Anxo le estaba demostrando que era todo lo contrario. Le daba rabia, pero no la suficiente para reunir el valor necesario para ser honesto.
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❛ ¿𝑻𝒊𝒆𝒏𝒆𝒔 𝒑𝒍𝒂𝒏𝒆𝒔 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒍𝒂𝒔 𝒗𝒂𝒄𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 𝒅𝒆 𝒊𝒏𝒗𝒊𝒆𝒓𝒏𝒐? ❜ - @yovtz
“Puede ser...” divagación verbal brota mientras observa los árboles cincelados de partículas albas. Las temperaturas álgidas se sentían consanguíneas y nostálgicas, aún así lo esfuma con una pequeño empino de comisuras. “todavía no lo he planeado del todo con esa persona” se devela la razón con naturalidad y tranquilidad, conversación que lentamente va despegando mientras el resplandor de la cafetería parecía llamarlos. “¿tú? ¿también desaparecerás de estos lares?”
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* @dvvina ha enviado: ‘ sigue con lo que estas haciendo, me gusta mirar. ’
pese a rosáceos concediendo cincelado leve curvatura, comentario no resulta suficiente para perturbar concentración de partitura descansando sobre base y consiente de que salón donde dedica ensayos no es ubicación secreta dentro de campus, no sorprendido por el hecho el ser descubierto. ‘ ¿más que participar?… uh. ’ prolonga silencio de voz más no de notas. ‘ eso me dice bastante sobre ti. ’ pretende concluir, sin embargo, se desliza sobre asiento, tácitamente ofreciendo espacio a fémina. ‘ déjame adivinar— ¿te aburriste de estudiar? ’
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El silencio cincelado de Perrotti
07 agosto 2022
El silencio no excluye lo indecible, este es silenciado.
Vivid y vivamos en paz mientras nos dejen, pues cuando el silencio no acalla las penas, florece lo indecible.
@etarragó
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¡Colores de anticuada miniatura,
tesoro peregrino,
Tiempos en pintura desechada,
cincelado puñal,
Maravillosos espejos de otras décadas,
sortija que adorno,
Nos llevas a lugares en las alturas,
desvanecida seda tramada,
Por el tiempo y el polvo ennegrecida,
Vieja camioneta en la avenida!
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VEINTE DÍAS CON JULIAN Y CONEJITO
Por Israel Ahumada
Este es uno de los textos poco frecuentado de Nathaniel Hawthorne (1804-1864). Publicado, por vez primera, en 1932, dentro de un extenso volumen de 800 páginas titulado American Notebooks. Actualmente la editorial española Anagrama lo ha puesto al alcance en un tomo independiente, con una magistral introducción de Paul Auster, lo que me provoca a escribir mis impresiones en dos partes.
Auster logra en su introducción algo que muy pocos escritores han hecho al hablar sobre otro libro: alejarse del dogmatismo. Y lo reconoce cuando dice:
…así han llegado hasta nosotros también varias otras visiones de él: como la del Hawthorne aficionado a las alegorías; el Hawthorne maestro de la fabulación romántica; el cronista de la Nueva Inglaterra colonial del siglo XVII, y, muy notablemente, el Hawthorne reimaginado por Borges como precursor de Kafka. Sin duda es posible leer la narrativa de Hawthorne desde cualquiera de estos puntos de vista, pero todavía existe otro Hawthorne que ha sido en cierta medida olvidado, desatendido por la magnitud de sus otros logros: el Hawthorne privado, el garabateador de anécdotas y pensamientos impulsivos, el creador de ideas, el meteorólogo y pintor de paisajes, el viajero, el escritor de cartas, el historiador de la vida cotidiana…
Esta personalidad es la que Auster redescubre. Al hombre detrás de su creación, al ser humano que se levanta por la mañana, con el aliento acartonado, con los sueños aún rondando entre sus cabellos enmarañados; al Hawthorne oculto en la sombra de su desmedido talento. Da la impresión de haberse sumergido en el interior de Hawthorne, habla a través de él, lo convierte en uno de sus personajes y sólo nos recuerda que se trata de un pequeño ensayo introductorio, al reforzar la información con fragmentos del texto, cartas y fotografías. Aún así, esta introducción está estructurada como algunas de sus intensas novelas: La noche del oráculo, por citar un ejemplo, en la que recurre al pie de página como artificio literario; El libro de las ilusiones, donde emprende una biografía motivado por una sonrisa y partiendo de ese hecho o Mr. Vértigo.
Veinte días con Julian y Conejito fue escrito en 1851, durante las tres semanas que Sophie, esposa de Hawthorne, deja el hogar al lado de sus dos hijas, Una y Rose, para visitar a su madre. El único propósito de este texto fue el describir, a guisa de diario, los días que pasaron en soledad Hawthorne y su hijo Julian. Acompañados de un conejo, la mascota del niño. Pero este hábito de eternizar los momentos cotidianos de sus hijos ya lo había emprendido Hawthorne un par de años antes. Apuntaba tanto momentos concretos (juegos, riñas, berrinches, conversaciones, etc.) como datos generales sobre la personalidad de sus hijos. Alguno de estos pasajes ha llevado a la conclusión de que Pearl, personaje de La letra escarlata, se basó en su hija Una.
¿Pero si este texto es únicamente descriptivo, porqué resulta interesante? Es cierto, las páginas de este pequeño diario narran una sucesión de días grises, monótonos y aunque suelen suceder dos o tres acciones que rompen la rutina del despertar, caminar por los campos, comer y dormir, estos carecen de valor dramático. Sin embargo, las descripciones son de una dimensión poética, en alguna ocasión Hawthorne dijo:
…La mejor forma de obtener una impresión y un sentimiento vívidos de un paisaje consiste en sentarse ante él y leer: o dejarse absorber de otra forma por él; porque, entonces, cuando tus ojos se ven atraídos por el paisaje es como si atraparas a la naturaleza de improviso y sin darle tiempo a cambiar su aspecto… Es como si pudieras captar y comprender lo que los árboles se susurran el uno al otro, como si captaras un atisbo de un rostro sin velo, que se protege de cualquier mirada maliciosa…
Este es el método en que el libro fue narrado, son los días cincelados por las montañas, decorados por las plantas, precedidos por las nubes, consolados por el sol y tristes por su ausencia los que invaden de pasión sus vidas.
Sin embargo, podemos intuir un motor dramático, la vida de Conejito. Al inicio del diario, Hawthorne habla de él con perturbadora crueldad:
…allí estaba Conejito, aunque no es demasiado interesante como compañero y me da más trabajo del que vale…Yo me siento fuertemente tentado por el Maligno a asesinarlo a escondidas…
Con los días, acepta no sólo su presencia, sino que muestra preocupación por el animal y deja asomar sentimientos de afecto. Al final de las tres semanas, cuando es ya necesaria la presencia de Sophie y las hermanas de Julian, y éstas están por llegar, Conejito fallece…es como si se cerrase un ciclo y fuera el tímido roedor quien lo determine.
Indiscutiblemente, este texto debe ser rescatado de la fría soledad de los libreros, desempolvado y engullido con pasión. Difícilmente un texto meramente descriptivo alcanza la intensidad de Veinte días con Julian y Conejito, pocas veces un pequeño texto es considerado grande y éste lo es, en voz de Auster, sólo porque la literatura, en sí y por sí misma, da placer.
Pamplona, España. 2008
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