Me animo.
Me siento animada.
Veo las tormentas acercarse
y ya no me asustan.
Estoy preparada.
He cultivado una huerta emocional.
Tengo resto,
un rastrillo y una pala.
Está todo listo.
Y aunque una sudestada, otra vez,
desmantele todo esto,
ya sé cómo se hace.
He ganado aprendizaje,
lo haré de nuevo.
Y ese tesoro
-perdonen, temporales míos-
no está enterrado en el patio de atrás.
Me comí la llave y el secreto.
Vengan de a uno.
.
Agustina Amabile, Casa mandarina. Rangún. Buenos Aires. 2019.
18 notes
·
View notes