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#abuelo pampa
rosesandalfazemas · 2 years
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¡Estoy muy feliz! Mis fics tienen promedio entre 200 y 300 lecturas, y el tope se lo lleva el AU!Punk de UkArg con más de 800!! 8D - Estoy asombradísima, gracias por leer y compartir, de corazón. Esas cosas me hacen el día~ My Wattpad con mas fics por aquí~
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ask-ancestros · 7 months
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They are always with us ❤
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mondosalamone · 11 months
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📚 Queremos ver el matadero de Salamone, una construcción de los años treinta que queda en la zona, pero todo está cerrado porque Roland Joffé, el director de La misión, está rodando acá escenas para su película There Be Dragons; específicamente, un pasaje que transcurre durante la Guerra Civil Española. No se puede pasar.Nuestro anfitrión, sin embargo, tiene un arma secreta: su abuelo materno, Pablo Novak, el famoso único y último habitante de Villa Epecuén. El hombre, de más de ochenta años, vive en un rancho bien equipado, con sus perros, en el pueblo abandonado. Lo visitan sus amigos. No se quiere ir y, además, se hizo famoso: al menos dos veces por año recibe a periodistas y los pasea por las ruinas, que conoce de memoria, y recuerda con precisión qué hubo en cada lugar, dónde estaban las piletas, dónde aquel hotel, dónde el restaurante, dónde la panadería…Don Pablo es un rey y hace lo que quiere, así que nos lleva hasta el rodaje (el equipo ya lo conoce y lo adora) y vemos explosiones y la llegada de catering con cierta aprehensión: ¿y si dañan este monumento a la pampa vacuna de Salamone, con sus grandes mayúsculas que dicen «MATADERO» y esa torre en forma de mango de cuchillo? ¿Parece en verdad un edificio de los años treinta? A mí me recuerda más a un decorado de Flash Gordon.El matadero es, desde ya, absolutamente fabuloso. Ahí, rodeado de los árboles cortados con esas raíces al aire que parecen estar caminando —son como bichos—, la sensación que provoca no es de otro planeta, es de otro tiempo; tal vez un futuro posnuclear, pero, a la vez, un futuro antiguo. ✒️Mariana Enríquez, Alguien camina sobre tu tumba.
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infacundia · 1 year
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ningún 24 de marzo que pasa es igual al anterior
Así como quien no quiere la cosa, estamos a muy poquitos años de que se cumpla medio siglo del último y más terrible golpe de estado en Argentina. Esto nos abre una perspectiva histórica amplísima. Imaginemos, quienes nacimos en los noventa, a nuestros padres en los ochenta: si tuviesen que pensar qué había pasado hacía 47 años, se hubiesen dado cuenta de que ni siquiera había aparecido el peronismo. Imaginemos a nuestros abuelos en los 60s y seguramente su rememoración los hubiese llevado a los albores de la democracia representativa.
A lo largo de 47 años, de casi media centuria, pasan infinidad de cosas. El trabajo que ha hecho la "sociedad" argentina con ese trauma histórico que fue la dictadura viene permitiendo, sin embargo, que toda esa serie de eventos no lo reemplacen ni lo descarten al olvido. Sin embargo, la larga lucha y resistencia del movimiento por la memoria, verdad y justicia, con esos tres ejes que logró transformar en importantísimos valores ético-civiles, por momentos ha solapado que la interpretación de aquel pecado original, que tuvo bastante de refundante para la patria argenta, es también histórica y no sólo merece sino que también exige nuevos puntos de vista, nuevas exégesis al calor de los renovados presentes históricos. No habitamos los mismos territorios que nuestrxs ancestrxs militantes, aunque estas pampas gauchas nos engañen siempre con su paisaje de permanencia fantasmal.
veinte años no es nada, ¿pero cuarenta?
Para buena parte de mi generación, trastocada por la ansiedad y la depresión que implican la falta de perspectivas hacia futuro, es muy difícil tenerle la fe a la democracia que la generación nacida diez años antes le tuvo y acaso todavía le tiene, no sin cierta negación nostálgica. Porque a pesar de los progresos en términos identitarios, de los avances que varios de los movimientos sociales "posfordistas" han motorizado a favor de las libertades individuales, hoy en el cuerpo sentimos con cada vez mayor intensidad la precariedad de nuestras condiciones de vida. Nos conmueven en un extremo y otro de las subjetividades sociales la expansión de horas laborales, la imposibilidad asumida de conseguir una vivienda propia, el desgaste de las instituciones estatales que ya nada garantizan y el desplome de tejidos (re)productivos básicos como la educación, la salud y los alimentos, por no hablar también de nuestros ambientes cotidianos devastados por el nuevo clima.
En medio de todo esto, la democracia regente se cierra: ya no ofrece siquiera dos alternativas distintas de políticas-económicas al interior de la gestión capitalista del Estado. Los llamados "males menores", en uno u otro lado del sur global, ya ni se esfuerzan por cambiar la llamada correlación de fuerzas entre las clases. Acaso porque no pueden, dado el ciclo de acumulación de capital en el que se insertan; acaso porque no quieran, porque prefieren siempre la "estabilidad" de la barbarie capitalista. Pero antes que irme por las ramas, con este retrato de situación lo que busco es dar pie a un análisis materialista de la última dictadura que no glorifique la democracia liberal que le siguió.
cómo no sentirme así, si ese perro sigue ahí
Algo en lo que suelen coincidir las lecturas progresistas alrededor del golpe, con cierto derrotismo conveniente a sus gestiones frías, es en presentar a la última dictadura como la instalación definitiva del neoliberalismo en Argentina. Es decir, que acabada la misma, en nuestro país se encontraba ya sumergida en otra época histórica, sin contradicciones ni resistencias, sin dificultades de la clase capitalista dominante para adecuarse a las nuevas formas históricas de acumulación de capital. Pero ni el último gobierno peronista de los setentas ni la Junta Militar pudieron derribar las capacidades defensivas de la clase trabajadora; sí resultaron victoriosas a la hora de neutralizar, en ese período (1973-1982), su capacidad ofensiva.
Cuando se le atribuye la responsabilidad absoluta a la última dictadura de la implementación definitiva del plan neoliberal, lo que hace la democracia es lavarse las manos: hacer de cuenta que ella no tuvo responsabilidad. Se desliga así del problema actuando como la heredera de una fractura en la sociedad argentina, que no sólo debe lidiar con la recomposición de la sociedad civil, sino también con los problemas económicos que se vivieron en los ochenta. Pero es justamente en la democracia cuando la clase trabajadora fue más despojada de su capacidad defensiva. Si la violencia política en el genocidio de Estado había derribado su capacidad ofensiva, la violencia económica de la hiperinflación del 89 devastó su capacidad defensiva, dando por fin vía libre a las reestructuraciones de los noventa.
una derrota recorre el mundo
Ya pensando por fuera del excepcionalismo argentino, la nueva forma histórica de acumulación de capital que se impuso en el mundo a partir de mediados de la década de los setenta con el agotamiento de las fuerzas productivas y la mayor crisis de acumulación del siglo pasado, que por su parte propiciaron la revolución derrotada de los setentas, requería de transformaciones en las formas estatales. El Estado "de bienestar" tuvo que readecuarse, dando lugar a una nueva forma competitiva que pudiera despojarse de todas aquellas instituciones que, en el período de posguerra (1945-1970s), habían funcionado como "estabilizadoras" a modo de "compromiso social" entre el capital y el trabajo; compromiso asumido en Argentina por el peronismo. A partir de la mencionada crisis, esas instituciones empezaron a presentarse al mercado como factores exógenos, generadores de crisis, en tanto interferían con sus nuevos ciclos de acumulación. Y con la larga marcha del movimiento obrero ya llegando a su triste final, el Estado entonces deja de ser el agente de intervención y mediación directa entre el conjunto de la sociedad civil con el mercado internacional.
Pues bien, esto no quiere decir que el Estado deja de tener importancia en la reproducción del sistema. Ahora, lo que hace es intervenir en la medida en que garantiza que ciertos sectores que realmente puedan acaparar determinadas porciones de valor prevalezcan. Para esto impide que otro sectores, como por ejemplo el trabajo o aun las pequeñas burguesías, interfieran con ese proceso.
la reconfiguración del Estado
La existencia de Estados de competencia -entendidos como los nucleadores de los capitales nacionales compitiendo en el mercado internacional- depende esencialmente de las estructuras económicas internas y de que las sociedades no estallen completamente en pedazos durante el proceso de readecuación. No por nada la última dictadura militar-empresarial de nuestro país se autodenominó Proceso de Reorganización Nacional. La matriz económica capaz de lograr una mejor participación en la economía mundial y garantizar la acumulación de capital es la que se sostuvo gracias a la producción agropecuaria, como también otras "industrias" de orientación extractivista. En parte, por las características geográficas de nuestro país y en parte, también, por el logro de las nuevas técnicas de producción en el sector agroindustrial llevadas a cabo en la década de 1960. No es un dato menor: en Argentina se produce tecnología agroindustrial de punta, pocos Estados compiten con sus licencias.
Como fuera, la Juntar Militar jugó un papel determinante en este proceso de readecuación histórica del capital argentino. Pero, por su composición política intrínsecamente inestable, ella sola no era capaz de concretarla. Sí se encargó del trabajo sucio. El Estado Nación Moderno, en su discurrir histórico, tiene la morbosa particularidad de aleccionarse a sí mismo como forma de legitimación. Es capaz de mostrarle a la sociedad civil la miseria de sus vísceras y la mierda de sus entrañas. El plan de Massera, con todos sus campos de exterminio, era ponerle fin a cualquier tipo de ofensiva proveniente del trabajo: desarmarlo y disciplinarlo para que en tanto clase reconociera sus límites. Así, mientras la clase trabajadora se desplegara dentro de estos nuevos límites establecidos por la dictadura, podía echar sus cimientos la democracia liberal adecuada para regularizar las nuevas formas en que el conjunto de la sociedad se relacionaría con el mercado internacional.
¿democracia o posdictadura?
Este diagnóstico nos obliga no sólo a revisar las permanencias de la dictadura en el sistema económico-político argentino como eslabones constitutivo del Estado criollo. También nos invita a hacer un balance en general un poco menos entusiasta de lo que hoy llamamos "condiciones democráticas".
El Juicio a las Juntas, junto todas las demandas del progresismo en relación a los crímenes de lesa humanidad que terminaron teniendo como gran mediador luego al Poder Judicial del Estado, cumplía ese propósito: mostrar el comportamiento genocida y "desmedido" que había llevado a cabo el Estado en la dictadura. A pesar de nuestras afinidades con nuestras madres y abuelas de la plaza, ni juicio ni castigo a los militares le devolvieron a la clase trabajadora su posición ofensiva contra el capital. Más allá de la justicia poética de que Videla haya muerto en una cárcel y que más de mil milicos estén condenados, con estos procesos ahora el Estado pudo reconfigurar su legitimidad frente a la sociedad civil y recomponer su relación con ella en base a la demanda de que Nunca Más se volvieran a implementar los mismos procedimientos genocidas. Como contraprestación de esta condición mínima (que sin embargo, hay que decirlo, en otros país latinoamericanos ni se concibe), la democracia neoliberal logró consolidarse como la única vía posible de organización política y económica.
En este proceso de relegitimación, la democracia neoliberal logró constituirse ya no como el resultado de un macabro período histórico que dejó hasta el día de hoy rastros de descomposición social, sino como un valor ético por fuera de los procesos históricos mismos. Nos cabió a todes la idea de que no vivimos ya en una posdictadura, sino en una honrosa democracia.
el hito épico de lxs afines
A fines de los noventa, ya neutralizadas las posiciones tanto ofensiva como defensiva del movimiento obrero, surgen desde el seno mismo de la clase trabajadora otros movimientos que heredan varias de sus formas de organización y logran, con una celeridad legendaria, amenazar nuevamente al régimen impuesto veinte años atrás. Las organizaciones piqueteras, compuestas por los sectores desocupados, estuvieron desde 1995 politizando la crisis del capitalismo argentino (si bien era una crisis continental) a tal punto que lograron ganarse a la clase media y voltear, como en una embestida, a un presidente. Al Estado neoliberal, en 2001, se le reventó el bipartidismo que proponía la posdictadura y esta vez ya no podía responder con unas fuerzas armadas que la década previa se había encargado de desarmar.
A mucho menor escala pero de una manera igual de bestial y acaso más sincrónica, la feroz represión de De la Rúa empieza a quebrar la potencia del movimiento. Este proceso "antidemocrático" se extiende durante todo el duhaldismo y otra vez la particularidad morbosa del Estado aparece reluciente. Superado el bipartidismo, nace el coalicionismo, la nueva ilusión de la democracia burguesa para institucionalizar la revuelta neutralizada. Decenas, cientos de organizaciones de la clase trabajadora vuelven a caer en el cuento de la buena pipa de "cambiar el sistema desde adentro". Una sólida inercia de la clase desde 1945.
llamando a un gato con silbidos
Durante el kirchnerismo, el mea culpa del Estado respecto de la dictadura se profundiza otra vez, claro, para relegitimarse. Incluso hay un par de avances en el plano de lo material, con políticas redistributivas y concesiones tanto sindicales como al subempleo. Sin embargo, la matriz extractivista siguió intacta. De hecho, para financiar esa acumulación política en las periferias urbanas, se profundizó. Con "el consenso de los commodities" se expandió aceleradamente la frontera de mercantilización agropecuaria, minera, petrolera, etc.
Esta especie de pacto de clases, siempre asimétrico a favor del capital, incuba por supuesto su propia destrucción. El Estado garantiza la producción de valor porque, entre otras cosas, depende de ella. Ahora, cuando llegan a pico sus contradicciones internas, cuando se renuevan los ciclos de acumulación y vuelven las crisis, la primera en descomponerse al interior del Estado es la clase trabajadora, que vuelve a morder los frutos amargos de su institucionalización. Sobre todo cuando la competitividad de un Estado depende de una economía primarizada incapaz de autoabastecerse en sus necesidades básicas, por no decir mínimas. Entonces las burocracias, por más progres y más buenas intenciones "de clase" que tengan, no lo pueden evitar. El Estado neoliberal de la posdictadura, porque constitutivamente no puede hacer otra cosa, tuerce la balanza para salvar al capital antes que a "la sociedad civil". A esa pantomima no solo la toleramos y la asumimos como "democracia", sino que encima la defendemos a capa y espada como condición de posibilidad. Pero en realidad nunca dejamos de estar regides por una forma de organización política fraguada en la dictadura, que en el transcurso de las décadas se nos ha mostrado como lo que es: una condición de imposibilidad.
Con la "democracia" del Estado de postdictadura no sólo que no se come, porque a los precios los rige la competencia entre capitales. No se educa, porque la educación se privatiza a base de desfinanciación y se vuelve descarada propaganda burguesa en las instituciones de formación privadas. No se cura, porque también se privatiza y se vuelve una mercancía accesible a cada vez menos gente. Pero por sobre todo, con la "democracia" tampoco se puede desplegar una forma de organización alternativa porque todo es absorbido por las garras del Estado garante de la valorización. En efecto, bajo este régimen la clase trabajadora no deja de desplegarse dentro de los límites establecidos por la dictadura y la posdictadura del capital contra el trabajo. Aun habiendo ganado la clase trabajadora para sí, luego del 2001, el compromiso del Estado de no ajustar ni reprimir como segundo consenso mínimo.
todo un palo
Lo que estuvimos viviendo en la última década puede leerse como la oradación de esos consensos mínimos, tanto en Argentina como de los que había en el resto del continente. La ola expansiva de crisis de valorización que estalló en 2008 viene exigiendo el fin de la forma estatal que dominó las últimas cuatro décadas a nivel global en Occidente y a nivel particular en Argentina. En este contexto, el bicoalicionismo se desmigaja y aparecen nuevas expresiones políticas en ambos extremos de los bordes 'democráticos'. No solo aparecen discursos que proponen reducir el Estado a una mera comisaría al servicio del individualismo mercantil capitalista; discursos nacidos en el seno de la irracionalidad del capital en fase crítica. Empiezan a habilitarse subjetividades políticas revolucionarias también: militancias que proponemos una forma de organización política de la sociedad que termine con el flagelo de la propiedad privada, la producción de mercancías y la explotación de plusvalor. Una sociedad, al fin, que establezca, quizá no con métodos pacíficos, un metabolismo racional entre la humanidad y la naturaleza, definido no por la lógica del mercado sino por asambleas de productorxs libres asociadxs libremente.
Motorizar con audacia y creatividad política el desarrollo de esas fuerzas subjetivas de la clase trabajadora que propician las condiciones objetivas es, entonces, la tarea urgente de cualquier organización con una conciencia de clase que se asuma revolucionaria. Pero ya con otra conciencia histórica: la 'democracia' del capital se descompone y no nos corresponde salvarla sino trazar una nueva forma de organización política-económica que la supere.
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nobodia · 2 years
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olx crush
sabés lo que a mí me enoja
natalia clarisa
que el placard era de pino
entonces eso te dice algo
de lo que somos de la escala
de una pelea como la nuestra.
yo me contuve de decirte me pareció
de asquerosa pero ahora pienso
que si nombraba la madera
pedorra que nos ocupa
te ubicaba.
unas ganas de decirte mirá natalia
clarisa
a mí no me acusás de estafadora
que yo no voy a andar falsificando
por un placard de pino
blanco laqueado ni muy chico ni muy grande
obvio que usado
pero impecable.
porque estafar es soñar y tu placard
es más bien lo que puedo
comprar que es hoy por hoy bastante poco
capaz
cada vez menos.
natalia en ese caso me estafaba
clarisa una cosa
que no puedo pronunciar
porque es tan hondo
el fango de las nuestras que lo caro está vetado
hasta de la imaginación.
ay si me hubieras visto era tan sad
escribiéndote en whatsapp
un ropero luis xiv un chifonier
restaurado de algarrobo no pará
natalia de roble clarisa de nogal
lo borré
cansada de chocar con una lengua
que no hablo y
vos tampoco, querida
vos tampoco.
tu primera llamada fue inquietante
yo quería pagarte por homebanking
pero el banco no nos quiere ayer fui
decía para operar
sin venir a sucursal
tené en cuenta estas seis cosas.
si hay seis pasos no vienen a ayudarte
clarisa, y me faltaba un token
virtual para poder coronar
todo aquello que pensé
que nos unía.
ahí fue que me acerqué al cajero.
estoy en la cola
te dije y tu voz me transmitió
todo eso que empezaba a hacer olor
y que una niega al principio
del fin de todo amor.
si no recibo
el pago
nada entrego
dijiste y yo te dije estoy tercera qué quisiera
más yo que darte todo ahora segunda te juro
que ya llego mi amor
a buscarlo en miniflete a romero
natalia
a romero
clarisa. a todo esto
tema aparte el fletero
la edad devastadora
por poco compañero
de bochas de mi abuelo
¿cuánto tiempo
nos queda
por darles?
más cerca del arpa
que de la guitarra
el fletero testigo
de nuestra pasión.
te mandé el comprobante.
no se me acredita el dinero
musitaste
en un audio despiadado.
si no se refleja en mi cuenta
yo no entrego
sabés lo que a mi me duele
natalia clarisa
no las dos horas que lo tuviste al pobre hombre
de minifletes pampa de clavo
sosteniendo el misterio
del refresh de online banking
con un grado y medio en julio
tampoco tu manera de pedirle a tu marido
que le muestre el ropero
impecable
que no iban a entregarle.
ahí ya
con un hilo de voz
natalia por favor entendé
que la plata ya en mi cuenta no está
la demora no es nuestra
el problema es el sistema
lo que a mí
me destruye pareciera
que es pero no es
haber tenido que pagar cinco mil
seiscientos pesos por dos horas
de flete en el que me trajeron
no un ropero de caoba
no un ropero de algarrobo ¡un ropero
de aire
natalia clarisa! lo que a mí de verdad
me lastima es que hayas preferido
creer
en la falsificación de un ticket comprobante con papel especial en un local y en la posterior la contratación de un flete fraudulento que en tu mente es mi abuelo para ir en camioneta a romero a robar únicamente un placard de pino blanco laqueado ni muy chico ni muy grande obvio que usado pero impecable que creer
en mí
y que después de devolverme
la plata que más tarde te llegó y después
de mandar al pobre hombre a cobrarme
el trabajo más raro de su vida y después
de cagarme como arriba de un poste de abatir
mis creencias de dejarme
seca y enojada demasiado cansada
como para contestar
sin mediar disculpa me dijiste
calmate
querida
esta es una casa
de familia.
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diario-vespertino · 2 months
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Acusan a una comunidad mapuche de ocupar su propio territorio: el Estado ya se lo había reconocido
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Empezó en Bariloche el juicio que acusa a integrantes del pueblo mapuche de ocupar Lof Buenuleo, su propio territorio desde principios de siglo pasado. Y reconocido en el Relevamiento Territorial de Comunidades Indígenas. Integrantes de una comunidad mapuche de Bariloche son enjuiciados a partir de hoy en esa ciudad de la provincia de Río Negro, acusados del delito de usurpación. Seis de ellxs pertenecen a la Lof Buenuleo, a los pies del Cerro Ventana. Son Ramiro Buenuleo, Rosa Buenuleo, Lucas Dinamarca, Sandra Ferman, Nahuel Maliqueo y Nicolás Quijada, llegan al banquillo de los acusados junto a Claudio Raile y al lonko de la comunidad Pilláñ Mahuiza de Corcovado (Chubut), Mauro Millán, ante un tribunal integrado por los jueces Ignacio Mario Gandolfi, Víctor Gangarrossa y Romina Martini.  En diálogo con Presentes, Millán dijo que pedirá su absolución. “Mi situación como autoridad ancestral hace que estemos siendo cazados por la Justicia. Es un proceso para amedrentar con fallos condenatorios y ejemplificadores a todos los que nos oponemos a este sistema de muerte que nos quieren imponer”, reflexionó. Lof Buenuleo figura en el Relevamiento Territorial de Comunidades Indígenas, que le reconoce 480 hectáreas donde sus familiares directos han habitado desde 1880. De hecho, desde principios del siglo pasado este lote pastoril figura en los mapas como Pampa de Huenuleo. Sin embargo, desde 2019, 90 de esas hectáreas están en conflicto porque se las adjudica Emilio Friedrich. Pero Friedrich no tiene un título de propiedad sino un boleto de compraventa que la defensa de lxs acusadxs considera apócrifo. A través de su abogado, Alejandro Pschunder, denunciaron que el 10 de septiembre de ese año Ramiro Buenuleo y otras personas ingresaron al predio en una camioneta y lo tomaron. Aunque vive en el Lof Pilláñ Mahuiza a 500 kilómetros de distancia, a Millán lo acusan porque en noviembre de 2019 acudió a la comunidad Buenuleo para celebrar –levantar, dicen les mapuche– una ceremonia. “Esa comunidad está muy cerca de la meca de los negocios inmobiliarios que es Bariloche. Allí se llevó adelante una reivindicación del territorio para retenerlo porque estaba amenazado. Me invitaron para levantar una ceremonia. Son sitios frágiles que por algo no han sido habitados con la lógica de las grandes viviendas y mansiones”, relató el lonko. “Cuando levanté ceremonia vinieron patotas enviadas por el supuesto dueño, nos amenazaron de muerte con armas de fuego y blancas. Vino la policía y la fiscalía y me quedé como líder político, filosófico y espiritual. También había niños y mujeres. La fiscalía armó un listado y terminamos todos imputados. Salimos sobreseídos de este conflicto pero el Superior Tribunal de Justicia volvió todo para atrás”, completó.
Qué pasó en Lof Buenuleo
El 25 de agosto de 2014, la familia Buenuleo ha relatado que estaba terminando de velar al fallecido Antonio Buenuleo, abuelo y lonko de la comunidad, cuando un intermediario de Friedrich ocupó 90 hectáreas de bosque nativo con fuente de agua propia, y las adquirió a un precio vil. Claudio Thieck se las había cedido por 120 mil pesos.  El 10 de septiembre de 2019 algunas de las familias que integran esa comunidad recuperaron las 90 hectáreas. Desde entonces fueron objeto de acoso judicial y policial. Acusadas de usurpación, resistieron órdenes de desalojo. La justicia rionegrina dispuso su desalojo en tiempo récord, menos de 24 horas después de concretado el asentamiento de los mapuche en su tierra. A partir de entonces comenzaron a cruzarse expedientes judiciales, a pesar de que la Carta Orgánica Municipal de Bariloche reconoce la posesión ancestral mapuche de las tierras y promueve el respeto sobre la espiritualidad de ese pueblo originario.
A favor del Lof Buenuleo
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Comunidad mapuche Lof Buenuleo en su territorio, 2020. Foto de archivo/ Prensa, Ministerio de Seguridad de la Nación En 2021 el juez federal de Bariloche, Gustavo Zapata, verificó que el territorio de los Buenuleo fue reconocido por el Estado mediante la resolución 90/2020 del INAI (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas). Así, en abril de ese año el magistrado ordenó al Estado Nacional, por intermedio del INAI, que realizara “la mensura del territorio de ocupación tradicional de la Comunidad Mapuche Lofche Buenuleo”, y que «concluido ello, ejecute los actos tendientes a la instrumentación de la propiedad comunitaria en favor de la comunidad”.  Millán recordó que “esto generó mucha oposición en el empresariado y el poder político de Río Negro. Le costó el cargo a Magdalena Odarda, ex titular del INAI. Por eso el propio Poder Judicial nos vuelve a acusar, no pueden permitir que una comunidad gane un litigio de estas características porque deshabilita sus ambiciones. El que nos denuncia es apenas un testaferro de gente que maneja millones de dólares con la especulación inmobiliaria”.  Con el fallo del juez Zapata la comunidad se había sentido reivindicada, tras haber padecido hostigamientos y agresiones. En abril de 2020 habían sufrido un ataque con armas blancas por parte de una patota encabezada por quien dice ser el propietario del predio. Ramiro Buenuleo fue rajado en la cabeza y el cuello, y terminó hospitalizado. 
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Foto de archivo/ Prensa Ministerio de Seguridad de la Nación Finalmente, en marzo de 2022 los jueces Marcos Burgos, Bernardo Campana y Gregor Joos consideraron penalmente responsables a Víctor Sánchez, Antonio Puñalef, Facundo Vera, Víctor Vera y Olga Flores por amenazas agravadas, lesiones graves y violación de domicilio de los Buenuleo. Casualidad o no, el abogado defensor fue el mismo que ahora querella a los agredidos en este juicio que comenzó hoy. La comunidad había sido denunciada ante la justicia provincial por presunta usurpación pero el Tribunal de Impugnación de Río Negro declaró incompetente esa causa y dispuso remitirla a la justicia federal de Bariloche, donde resultaron sobreseídos. Sin embargo, ahora vuelven al banquillo porque el Tribunal Superior de Justicia de Bariloche consideró que “no se pueden consentir las vías de hecho”.  En diálogo con Presentes, el abogado Matías Schraer explicó que esto significa que “podés tener razón pero si había una persona y la sacaste eso es considerado justicia por mano propia”.  El letrado cree que ante un eventual fallo condenatorio se abre un escenario complejo, porque la parte querellante podría pedir el desalojo de los Buenuleo. En tal caso, según Schraer, “sería interesante que la Justicia considere que está vigente la ley 26.160 –que declara la emergencia territorial de las comunidades indígenas originarias del país y suspende la ejecución de sentencias, actos procesales o administrativos cuyo objeto sea el desalojo o desocupación de las tierras que ocupen– y la discusión sobre esa porción de territorio termine pasando al fuero civil, porque estando vigente esa ley un desalojo de un territorio reconocido por el Estado nacional sería algo gravísimo”. El debate está previsto se extienda hasta el 13 de marzo y desde la Lof Pillañ Mahuiza reclamaron por la absolución del lonko Mauro Millán y los restantes imputados, que son asistidos por el defensor oficial Marcos Ciciarello.
Nacientes de vida
El apellido Buenuleo, en mapudungun, es una variante de Wenu Leufü, que en castellano podría traducirse “arriba” y “río”. “El abuelo nos decía que era la estela que dejaban las estrellas, también puede ser la Vía Láctea”, explicaba Deolinda Buenuleo, werken (vocera) de la comunidad en octubre de 2019.  “Hay un resguardo de los sitios que nos permite subsistir como especie humana, son las nacientes de los ríos, y es un denominador común de los conflictos con el pueblo mapuche, del otro lado tenemos a empresas inmobiliarias, aparato judicial, poder político y empresarios mafiosos. Este caso Buenuleo no es la excepción”, sostuvo Millán, hermano de la referente Moira Millán, que hoy estuvo acompañando el inicio del juicio.  “Los mensajes cargados de racismo se empiezan a materializar, se habilita a civiles a ejercer esa violencia en forma concreta, como sucedió en la detención de Matías Santana, donde el trabajo de inteligencia lo hicieron adeptos a Patricia Bullrich. O cuando un gobernador sale a juzgar mediáticamente a una comunidad, la Lof Paillako, como hizo Ignacio Torres cuando la acusó falsamente por los incendios en Los Alerces”, agregó. :::Adriana Meyer para Agencia Presentes::: Read the full article
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Mí abuela por parte de madre.
La pueden ver , en film el último gran héroe de arnold schwarzenegger , como la maestra de colegio , de Daniel madigan . (Una doble obviamente)
Celia Esther Mendoza de Villar
Nacida: 04/02/1932
En la pampa
Murió a los 63 años
Estándo viuda en trágico accidente , le piso la cabeza un colectivo (19) en Guevara y Dorrego , las pruebas están en su panteón de encotel del cementerio de la Chacarita , el cráneo está aplastado/ destruido hasta hoy año 2024 , mientras circulaba en ciclomotor
Solo tenía tercer grado de primaria . Y vivía en un matrimonio basado en la violencia por la ignorancia sexual y cultural
Con su marido julio Andrés Villar , cártero del barrio de la Chacarita (correo argentino)
Madre Vicenta colines de la provincia de Mendoza.
Y su Papa Juan Mendoza
Oriundos de la provincia de Mendoza .
Indios nativos aborígenes argentinos .
Hijas:
Marta margarita Villar
Norma blanca Villar
Ana Maria Villar
Y mí abuelo julio Andrés Villar , murió en el hospital Güemes de gascón y Córdoba , por un efisema de pulmon , por fumar 3 atados de particulares 30 , tabaco negro durante 40 años.
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marcosernestomarsal · 10 months
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Declaración de integridad.
(a la vanguardia que me sigue por lo mejor de los mundos posibles, y los venideros)
No comprendo porque no puedo comprar el auto de mis sueños. Me temo que no es un auto muy lujoso, es un FIAT 600. Sí, me dirán que F600 es un lujo porque uno no puede conseguirle con sensillez, o que tal o cual figura pública utilizo uno antes de convertirse en una oruga o una flor.
Mi fetiche tiene un fundamento: mi abuelo tuvo uno. Mi abuelo tuvo un Fito con el que se bajaba en Cramer y Pampa, daba una clase de sociología neoliberal en el Torcuato DiTella y se volvía a cenar a su casa.
Pero bue, debe ser algo con el Fito.
Él sabe perfectamente, que yo quiero comprarlo sea para ver un partido de Platense o para tomar una Coca-Cola con un sándwich de bondiola en una esquina Munro. También sabe que cada Fito tiene un cuento, que cada cosa que le rodea habla por sí sola, y si no, todos esos recuerdos se van al tanque de gas ese de mierda.
Un viejo,
- ¿Usted lo vende?
-No, me gusta tenerlo.
-Oh, ¿y las motocicletas?
- Esas las colecciono. Las compro usadas y luego las reparo.
-Ya veo.
El viejo tenía la pinta de uno que se enoja con la vela que le queda le sobra, dado que la puede usar para iluminar el radiador. Una vez me acerqué porque quería yo ser mejor que el en la cosa de ser una persona que le gustan las cosas, ahí comprendí que eso no es lo que hay que hacer para hacer mejor las cosas.
Otro día, en una clase. Porque quise hacer un curso de reparación de electricidad cosa de que cuando tenga el Fito lo sepa llegar a un lugar donde te lo arreglan.
-Profe.
-Muchacho.
-Este coso para que sire
-Es un refrigerador, funciona con gas.
Porque claro, seguramente, en un momento de la clase tengo ilusiones de ser el amo del Fito. Si dale, vos me entendes, ser el verdadero dueño. El chabón loco que le pone gas o nafta solo para ver cuál es mejor para el Fito, ¿me seguís?
Bue, la otra es la del chabón loco que quiere ser taxi pero las regulaciones no aplican al Fito, porque clá, el Fito no aplica a ellas. De modo que conseguir una novia cosa de decirles a mis padres,
- Ella es Juana.
- ¿El coche?
¡Para qué! Otra que los momentos donde las cosas son más cosas por cosificar a todos menos a los que nos gusta sentir el brío de la cosa.
Pues sí, me estoy comprando un Fito, y que.
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contenidostv · 1 year
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alejandroariel · 1 year
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#lapampa | DENUNCIARON A LA JUEZA QUE LE DIO LA TENENCIA A LA MADRE DE LUCIO La jueza Ana Pérez Ballester, titular del Juzgado de Familia y del Menor N° 1 de La Pampa, fue denunciada por incumplimiento de los deberes de funcionario público en el marco del asesinato de Lucio Dupuy, ya que la magistrada había sido quien otorgó la tenencia a la madre, ahora en el banquillo de los acusados ​​junto a su novia por el atroz crimen del niño. Magdalena Espósito, progenitora del niño, y su pareja Abigaíl Páez, recibirán el próximo jueves 2 de febrero el veredicto en la causa que investigó el asesinato de Lucio. No obstante, el abuelo del niño, Ramón Dupuy, también apuntó contra la jueza Ballester que permitió que Lucio se quedara con sus agresoras a pesar de los innumerables reclamos del padre de la víctima, y ​​de haber sido ingresado al menos cinco veces a emergencias con diversas heridas producto del maltrato. https://www.instagram.com/p/CoGhfDpDpo_/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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sheylove2803 · 2 years
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☘"CEDRO ABUELO"☘ . . . . . . . . . . ♦️SANTUARIO NACIONAL PAMPA HERMOSA💯🦋🌴🦋 (en Santuario Nacional Pampa Hermosa) https://www.instagram.com/p/CiaPAYmrm6sAzwS8OU4BcDmLptqLgx3o0df78Y0/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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aruxn · 3 years
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Tiempos de felicidad
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ask-ancestros · 3 months
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Desde TikTok nos llega este hermoso obsequio de animación 💓 gracias LadyAsgard!
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defrentealcampo · 4 years
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Jornada a campo en el Establecimiento Los Abuelos - II Jornada Ganadera del Novillo y el Reproductor Pampeano
Se realizó una jornada a campo en el Establecimiento Los Abuelos - Ingeniero Luiggi – La Pampa el Lunes 19  Agosto del 2019
II Jornada Ganadera del Novillo y el Reproductor Pampeano
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Se realizó una jornada a campo en el Establecimiento Los Abuelos - Ingeniero Luiggi – La Pampa el Lunes 19  Agosto del 2019
II Jornada Ganadera del Novillo y el Reproductor Pampeano
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tetuanalimenta · 2 years
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Tetuán alimenta: bares y restaurantes que cuentan
Todo comenzó una tarde con Gahdiel, María, Marián, Ivanca, Yanet y yo, Chus. Mapear los bares y restaurantes en Tetuán que cuentan la historia de este barrio madrileño en el que he vivido mis últimos nueve años.
Y empezamos por visitar al bar centenario La Pampa, muy conocido por todos en el barrio por salir en pelis y spots publicitarios y ser el lugar de encuentro de la afición. Seguimos con el gallego Ondiñas do Mendo, recién ampliado y con sus casi 40 años de vida y por último La Castañal, una joya escondida con la historia de tres generaciones de hosteleros.
Estos tres establecimientos con los que comenzamos este mapeo al azar nos cuentan la historia del barrio de Tetuán que es una historia de migraciones tanto de quienes vinieron hace 50 años de los pueblos a la capital como de quienes ahora vienen desde otros lugares del mundo.
José María y María Piedad Moreta, originarios de Barco de Ávila, fundaron La Pampa hace 31 años. "¡Qué fama tenía la tortilla!” recuerda José María hoy en día como cliente. Hace tres años que lo han alquilado también a dos hermanos, Roque y Vito, originarios del Perú, pero con la idea de continuar con el espíritu de La Pampa como bar español con sus desayunos de café en vaso y churros y porras; sus tapas y raciones y las cañas y las tapitas de cortesía. Roque tiene experiencia en la hostelería como camarero desde que llegó a España hace más de 20 años y ahora prueba como empresario en el barrio. 
Ondiñas do Mendo es el gallego del barrio y su nombre es pura poesía: las olas del río Mendo. Y es que la aldea de donde proceden sus propietarios está bañada por uno de los afluentes de este río. Manuel nos habla de Leirado y de cómo tras dejar Barcelona recaló en Tetuán hace 35 años para abrir este restaurante junto a Paco, que sirve las mejores patatas bravas del barrio. ¡Y qué pimientos de padrón! Esos sí, solo pagos en efectivo.
En la calle Berruguete se encuentra La Castañal, una marisquería reconocida por su delicado género y su buen precio. Lo abrió el abuelo de los actuales propietarios en 1961 recién llegado de Sanabria en Zamora y acostumbrado a ser como tantos transportistas del género a Madrid.
En 1991, lo cogió el padre de Alfonso y José Pedro, quienes trabajaron desde niños en las bambalinas de la cocina y de mayores como aparcacoches de los clientes. Ahora están en sala hablando de la estrella del día: el centollo. Está en temporada y lo sirven ante nuestros ojos golosos en otras mesas a 58 euros el kilo. En nuestra mesa zamburiñas en su punto, que además llegan calientes a nuestro plato, y unos berberechos al vapor. Y además, de tapa de cortesía bígaros y salpicón de pulpo.
Alfonso y José Pedro son hijos del barrio, pero todos los que hemos conocido en este primer mapeo, unos y otros son personas ya del barrio de toda la vida y sus restaurantes y bares emblemas de Tetuán. 
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horaciogennari · 3 years
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LA ESTACION DE LAS NOVIAS OLVIDADAS
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Los Valores Perdidos que debemos Rescatar
Cerremos los ojos y tratemos de rememorar pasado. Ahora, busquemos en él a esas pequeñas cosas, hasta insignificantes que nos ordenaban el día. No estoy hablando de posiciones políticas (todas respetables), ni de suertes económicas (siempre hubo potentados y carenciados) y menos aún si en el gobierno teníamos botas o congreso. Quiero que recuerde junto a mí, esos valores que, en delicado y sutil equilibrio, eran parte de la vida del más común de los mortales que transitaba por esta tierra. Es probable que le esté tendiendo una trampa, ya que para viajar a ese pasado, Ud. debiera tener hoy arriba de los cuarenta o cincuenta años y si tiene menos, bien le vendrá saber que existió un momento de nuestra historia en que los tramoyistas eran mucho menos en cantidad y en grado de esquilme que los actuales, que el apretón de manos podía cerrar acuerdos sin firmas certificadas en escribanos de ilustres despachos, que la energía del pueblo estaba toda detrás del trabajo como único medio de progreso y que el estudio era el espacio de la búsqueda del crecimiento asegurado. Le ruego que rememore junto a mí, los atardeceres con sillas sacadas a la fresca de las veredas, por el mero hecho de intercambiar simples chismeríos con los vecinos de la cuadra, mientras los chicos jugábamos con total tranquilidad. Acuérdese de sus miedos en los momentos en que debía llevar su boletín de calificaciones a los viejos, sabiendo que alguna que otra nota estaba por debajo de lo esperado. Quizás en su barrio, tenía al poli de siempre que conocía cada casa y cada cara y que actuaba casi como tutor de todos nosotros. No teníamos tarjetas de crédito ni programa de puntos y beneficios, pero bien a resguardo estaba la libreta del almacén, donde detallada y casi a manera de un Excel de alta gama, nuestro amigo el comerciante fiador nos iba escribiendo las deudas que tendrían el unívoco vencimiento de los primeros días posteriores al cobro del sueldo. No quiero extenderme en lugares comunes. Entienda bien, que lo que busco con estas nostalgias es la provocación pura, para que esos nimios gestos puedan volver de alguna manera. Esa sumatoria de pequeñeces nos daba como resultante el funcionamiento progresista de un país. No me venga con que no se puede. Sé bien que todo pasado no fue mejor. No todo lo que viene del chiquicientos era miel y armonía. Donde había esfuerzos había sufrimientos, donde había carencias, había cierta desesperanza y su hermana directa, la triste resignación. Pero le puedo asegurar, que donde había un sueño, había un camino para intentar llegar a él.
Stanislav Plutenko nació en la Rusia de 1961, quizás en su niñez jugó glorificando a Gagarin o a la perra Laika. Sin duda que sus libertades fueron mucho menores que las que teníamos en nuestras Pampas. Conocí a Plutenko gracias a una Star de las Redes Sociales (@MamaMacana), quién con su sutileza, buen gusto e ironía siempre postea disparos al corazón que se alojan en las mentes de los pibes sensibles de las barriadas. Plutenko estudió en la Universidad de Nacional de Economía de Moscú, a pesar de eso, los pinceles pudieron más que las fórmulas econométricas y a los lienzos se dedicó. Mi Tributo es a él y a su genial cuadro “La Estación de las Novias Olvidadas”. Pintura que provoca aperturas de baleros y en mi caso, me desembarcó en una metáfora sobre todo lo que hemos dejado atrás, pero que sin embargo debiéramos ir al rescate. Quizás demasiadas sinapsis para un hombre fruto de escuelas públicas y donde se comía lo que había en la mesa. Cada novia olvidada en esa Estación de Tren es un valor que hemos dejado sepultado. Las veo dibujadas con distinción, altivas, serias, no están tristes y sus miradas están dirigidas al Tren que partió o al Tren que vendrá. Un romántico utópico prefiere quedarse con esta última idea. Lo bueno siempre debiera estar por venir.
En el año en que nacía Plutenko y en que la URSS soñaba con ganarle la carrera espacial a la USA, en la calle Pichincha del Barrio de San Cristóbal se respiraba a conventillo y a calles de adoquines resbaladizos. De fondo, la campanita de un tranvía que se acercaba. Tiempos de bolsillos escasos y de ideales grandes. A veces, tratamos de guardar en algún pequeño cajón de nuestra mente, todo lo que supo a sinsabores o desventuras, pero allí están a manera de recordatorio para agradecer lo mucho que hoy tenemos. Vivíamos con mi familia todos muy apretados en la casa mis abuelos Tonín (el tano) y Lola (la catalana) y los domingos eran días de fiesta ya que puntual y marcialmente venían de visita, para la pasta semanal, mis primos desde Ituzaingó, trenes y colectivos varios mediante. Yo con mis siete u ocho años y cerca del mediodía, me apropincuaba bien cerca del viejo pero magistral teléfono de baquelita negro. No se me dejaba levantarlo para atender, pero se me permitía avisar que ya estaba sonando, aunque su timbre tuviera el talante de un feroz graznido y se escuchara a la distancia. La cuestión era simple. Al llegar a Plaza Once vía el Tren Sarmiento, mis tíos corrían al teléfono público y con su sola y vibrante frase “Estamos en Once”, comenzaba la verdadera fiesta de la semana. El festín no era otra cosa que poner la cacerola con agua sobre la hornalla a querosén, donde luego se pondrían la pasta amasada el día anterior. En la otra hornalla, con cacerola de barro, recalentar el tuco con albóndigas, auténtico llamador de olores y señuelo para robos a escondidas con pedacitos de pan escapando del grito de los abuelos y el consentimiento tácito de los viejos. Esta acuarela familiar tiene una protagonista, Doña Lola, mi abuela paterna, quizás una de las modelos del cuadro de Plutenko. Ella tenía ya el agua, el tuco preparado y ya estaban los fideos listos, sin saber a ciencia cierta cuántos manducaríamos en la mesa de los platos apretados. Si el teléfono sonaba, ella dejaba lo que estaba haciendo y se preparaba para la arremetida final. Si el teléfono no sonaba, para mí era sinónimo de guardarme la alegría y para Lola era el momento en que disimuladamente retiraba cinco platos de la mesa. Eso era todo. Y así esperar hasta el otro domingo. No había otra forma de comunicarse, no teníamos mensajes de texto ni grupo de WhatsApp y sin embargo el amor estaba tendido cada domingo en esa mesa de la Calle Pichincha.
Unos años después, ya idos de ese departamento y de alguna manera esforzada con casa alquilada en los fondos de Lanús, se me dio pasar un domingo a saludar a mi abuela. Creo que fui solo y mi adolescencia ya chocaba con mi temprana adultez. Era domingo cerca del mediodía y le quería dar la sorpresa. El estupor fue mío, ya que descubrí la mesa tendida para 12 personas, cuando en realidad seríamos solamente dos, ella y yo, fallecido ya mi abuelo Antonio y ausente el resto de la familia. Ella seguía manteniendo la esperanza de la asistencia perfecta de sus hijos y nietos. Y lo más increíble de la historia, es que a los pocos meses estando por allí pasé un jueves o viernes…. ¡Y la mesa ya estaba puesta para doce personas!, cuando las familias ya se habían disgregado, mudado o cada uno ya andaba por otros caminos. Decididamente mi abuela era un personaje de Plutenko. Estaba sola en la estación y esperaba. Su mirada se depositaba en los años idos de las familias unidas y tumultuosas.
La nostalgia puede ser algo triste en si misma. Pero si dichos recuerdos se nos han quedado grabados a manera de educación y ejemplos, nuestro camino puede ser virtuoso. Los valores que han partido y que muchos esperamos que vuelvan, van más allá de los patrañeros de turno, de los arribistas que siempre caen parados o de los que creen que sin esfuerzo se pueden conseguir hazañas. El éxito es consecuencia directa del empeño. Ahora le pregunto: ¿Se quedará allí caído y mustio esperando el tren que quizás vuelva o saldrá a buscar por él? Siempre preferí al que corre hacia el riesgo y no al que se queda en el tranquilo.
13 de Julio de 2021
Tributo a Stanislav Plutenko (1961- )
#cambio #sociedad #revolución #valores #tributo
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