Hinduismo. Es una de las religiones más extendidas e importantes del mundo, no solo por su número de fieles (estimados en más de 800 millones de individuos), sino también por la profunda influencia que ha ejercido en muchas otras religiones durante su larga e ininterrumpida historia, que comenzó más o menos en el 1500 a. n. e.
Historia
El hinduismo, una de las religiones originarias de la India ―siendo las otras el budismo, el yainismo y el sijismo― cuyos habitantes siguen profesándolas en la actualidad. Sus fieles las practican aún cuando hayan emigrado desde dicho país hacia el resto del mundo. No posee fundador, no es una religión homogénea ni una filosofía, sino un conjunto de creencias metafísicas, religiosas, cultos, ritos, principios morales y costumbres que conforman una tradición común, en la que no existen ni dogmas definidos, ni una organización central.
En lo que se llama «hinduismo» confluyen concepciones de la divinidad, del ser humano y del mundo diferentes y hasta contradictorias entre sí, conviviendo pacíficamente en una tradición religiosa común, llamada en sánscrito: sanātana dharma (religión eterna). Lo importante no son tanto los contenidos doctrinales, sino el comportamiento correcto, el rito correcto, la religiosidad bien vivida.
Esta religión ha recibido influencia de otras religiones pues tiene una extraordinaria capacidad para absorber e integrar elementos foráneos contribuyendo de forma notable al sincretismo de la religión y a la asimilación de una gran variedad de creencias y prácticas religiosas. Se le ha otorgado el carácter de sistema doctrinal y social el cual se extiende a todos los aspectos de la vida humana.
Etimología de la palabra
En una inscripción en idioma avéstico, de la época del gobierno del rey Darío I (en el 500 a. n. e.), se menciona la forma hindūś [jindúsh], que es la versión persa de la palabra sánscrita sindhu (‘río’, refiriéndose por antonomasia al gran río Indo). Los persas utilizaban ese nombre para referirse a aquellos que vivían en las tierras más allá (más al este) del río Indo. De allí proviene la palabra «hindú», de donde deriva el nombre de la religión hinduista. Cuando los musulmanes originarios de Persia y Asia Central conquistaron la India en el siglo XI, este nombre jindú se comenzó a utilizar también en la India.
Los hinduistas se definen a sí mismos como dharmis (‘religiosos’), vedis (‘aquellos que se rigen por los textos Veda’) o varnásrami (‘aquellos que se clasifican en [cuatro] castas [varna] y se rigen por las [cuatro] etapas de la vida [ásrama]’).
En el sentido estricto de la palabra, en español, «hindú» no significa lo mismo que «indio», a pesar de que muchas veces se confunde el primero con el segundo.
El término siempre se ha referido a la persona que profesa el hinduismo indistintamente de su nacionalidad, mientras que al nativo del país India (o Indostán) se le denomina indio o indostaní. No obstante, de acuerdo con lo establecido por la RAE (Real Academia Española), el término «hindú» se refiere tanto a la persona natural de la India como a la persona que profese el hinduismo.
El término «hinduista» se creó también para referirse a un contexto exclusivamente religioso. En algunos países de Hispanoamérica, debido a que la palabra «indio» se utiliza de manera peyorativa y equivocadamente para referirse a los nativos del continente americano, a veces se utiliza «hindú» como gentilicio de la persona nacida en la India. La RAE admite esto como válido, siempre y cuando no haya posibilidad de confusión (que podría representar una ofensa para los indostaníes musulmanes o de otras religiones).
Según las definiciones del Diccionario de la lengua española (de la RAE), «hindú» tiene dos significados:
adj. y com. De la India o relativo a este país asiático.
Seguidor del hinduismo: los hindúes son mayoría religiosa en la India.
El plural del adjetivo «hindú» es hindúes o hindús.
Principios fundamentales
Las normas del hinduismo se definen en relación con lo que las personas hacen: en el seno del hinduismo se encuentra una mayor uniformidad en las acciones que en las creencias.
Los hinduistas se dividen en cuatro castas, o estratos sociales bien definidos:
los brahmanes, sacerdotes
los ksatria (chatrías), guerreros y gobernantes
los vaisias, terratenientes, ganaderos y comerciantes
los sudras, peones que trabajaban por la comida y el techo, generalmente de piel más oscura, descendientes de las tribus locales conquistadas por los arios en la segunda mitad del II milenio a. n. e.
los parias, esclavos intocables, generalmente de piel negra, descastados.
Los hinduistas de las tres primeras clases recitan mentalmente el secreto himno gáiatri al amanecer, al mediodía y al atardecer.
Adoran mediante sencillos rituales ―basados en los complicados rituales de los templos― a Siva, Visnú y la diosa Devi, pero también adoran a otras deidades menores, como Ganesh, Kali, Suria.
Hay prácticas como el reverenciar a los brahmánes y a las vacas.
La prohibición de comer carne (en especial la de vaca).
Contraer matrimonio solo con un miembro de la misma casta (jati) con la esperanza de tener un heredero varón.
Cada individuo percibe un modelo para vivir que ha de seguir y que confiere orden y sentido a su vida. En el hinduismo no existe una jerarquía doctrinal ni eclesiástica, pero la complicada estratificación social, inseparable de la religión, da a cada persona la sensación de ocupar una posición dentro de este enorme grupo humano.
Doctrinas
El origen espiritual del hinduismo se encuentra en el Rig-veda (el texto más antiguo de la India, compuesto oralmente hacia el 1500 a. n. e.) por los llamados rishis (religiosos y poetas anónimos y más o menos míticos). A partir del Veda original, en los siguientes siglos de crearon otros tres Vedas ―el Sama-veda, el Iáyur-veda y el Atharva-veda― cuyos textos reversionan los himnos originales. Fueron compuestos de manera oral ―los indios no inventaron la escritura (que ya se utilizaba en otras civilizaciones más antiguas, como Antiguo Egipto y Sumeria) sino hasta el 500 a. n. e.― en sánscrito védico, el idioma sagrado de la India. Los himnos de los Vedas no contienen doctrina filosófica alguna, desconocen la reencarnación, la meditación y la liberación espiritual, ni hablan de un alma trascendente. El centro de la vida religiosa de las personas en la cultura védica se basaba en los sacrificios de animales (como vacas y cabras) a los dioses Indra, Varuna y Mitra.
En el himno «Purusha-sukta» del Rig-veda se presenta una versión muy pretérita (anterior al II milenio a. n. e.) de cómo fue creado el mundo, que posiblemente refiere a una época de sacrificios humanos. El mundo fue creado mediante la matanza cruenta de un dios primigenio, el Purusha, que en mitos posteriores fue olvidado. Los sacerdotes, después de matarlo, cortan sus partes de manera ritual y con ellas crean cada parte del mundo.
Los sacerdotes brahmanes no tenían ninguna doctrina filosófica: solo sabían de complicados rituales para matar a los animales. Los reyes y guerreros, en cambio, se pasaban de generación en generación ideas acerca de la existencia de un alma trascendente, y como respuesta a la pregunta sobre el bien y el mal, crearon la doctrina de la reencarnación.
En algún momento del siglo VII a. n. e. comenzó a difundirse entre los sabios ermitaños la idea de ahimsa ―que cuatro siglos más tarde daría pie a la creación del budismo por parte de Buda―, y se adosaron a los Vedas nuevos textos, los Upanishad, que no tenían forma de himnos y que presentaban preguntas y respuestas de estos grandes sabios con respecto a temas filosóficos. Gradualmente el ritualismo de los Vedas se dejó de lado, y la lengua en que se pronunciaban ―el sánscrito védico, que es parecido a los idiomas indoiranios como el avéstico― se fue transformando en el sánscrito clásico y en el prácrito.
Los Upanishad contienen el mensaje espiritual del hinduismo. Han guiado e inspirado a los hinduistas en los últimos 25 siglos, de acuerdo al consejo dado en sus versos:
Tomando como un arco el gran arma del Upanishad, debes de colocar sobre él una flecha afilada por la meditación, estirarlo con un pensamiento dirigido a la esencia de Aquello y penetrar, amigo mío, aquel imperecedero como el blanco.
Los Upanishads consideran que los dioses védicos son secundarios a un dios trascendente e incomprensible, el Brahman. Desde entonces, la base de todo el hinduismo es la idea de que la plétora de cosas y eventos que rodean al ser humano no son sino diferentes manifestaciones de esa realidad última. El Brahman es el concepto cohesionador que le da su carácter de unidad al hinduismo, a pesar de la adoración de variados dioses. Es la realidad final, la esencia interior (el alma) de todas las cosas. Es infinito y está más allá de cualquier concepto; no puede ser comprendido por el intelecto ni puede ser adecuadamente descrito con palabras:
Brahman, sin comienzo, supremo: más allá de lo que es y más allá de lo que no es. Incomprensible es aquella alma suprema, ilimitada, no nacida, que no puede racionalizarse, impensable.
El Bhagavad-guita (que son apenas unos capítulos del extenso libro épico-mitológico Majabhárata (del siglo III a. n. e.) describe tres caminos para lograr la realización religiosa:
el sendero de la actividad o karma (aquí se mencionan actos de sacrificio y rituales),
el sendero del conocimiento o gñana (la meditación upanisádica de la divinidad) y
el sendero de la devoción hacia Dios o bhakti, un ideal religioso que vino a combinar y a hacer de los otros dos senderos, una vía más trascendente.
Los Upanishad lograron conciliar el monismo vedántico con el politeísmo védico al crear el concepto de que todos los dioses individuales (de los que se dice son parte del sa-guna Brahman, ‘Dios con atributos’) están sometidos al espíritu universal (el nir-guna Brahman, ‘Dios sin atributos’), del cual emanan todos. Por lo tanto, la mayoría de los hinduistas rinde tributo (a través del bhakti) a dioses a quienes adoran en los rituales (a través del karma) y a los que entienden (por medio del gñana) como aspectos de la última realidad, el reflejo material del que todo lo que existe es una ilusión maya creada por Dios con mucho.
Dioses
El dios Brahmá, de cuatro cabezas, es el creador mítico del mundo.
La triple manifestación del Dios supremo, conocido como la trinidad hinduista (Trimurti), son Brahma, Visnú y Siva, creador, conservador y destructor respectivamente. Aunque estos son los dioses principales, el panteón hinduista cuenta con la increíble cifra de 330 millones de dioses. Cada dios posee múltiples avatares. Un avatar es una reencarnación del dios sobre la tierra.
A pesar de que los hinduistas reconocen la existencia e importancia de muchos dioses y semidioses, la mayoría de los fieles son, en primer lugar, devotos de un solo dios o diosa; entre estos, los más populares son Siva, Visnú y la Diosa (Devi).
El dios Visnú, de cuatro brazos.
Visnú: es el dios hinduista de la preservación y la bondad, es adorado como un dios que está en todas partes (dios supremo para sus adoradores), el dios de cuyo ombligo brotó una flor de loto, dando a luz al creador (Brahma). Visnú creó el Universo, separando el cielo de la tierra. También se le adora bajo la forma de muchos avatares, dioses que descienden al mundo (o encarnaciones, en un sentido aproximado). Muchos de ellos son animales que suelen aparecer en la iconografía hindú: el pez, la tortuga y el cerdo.
Shiva
Siva: encarna los aspectos aparentemente contradictorios del dios de los ascetas y del dios fálico, cuyo símbolo (el lingam o falo) constituye el punto central y sacrosanto de todos los templos dedicados a él y de todos los hogares de sus adoradores; se dice que su priapismo fue el resultado de su castración, con el consecuente culto de su símbolo fálico sin cuerpo. Además de esto, se dice que Siva se habría hecho presente en la Tierra bajo distintas formas humanas, animales y vegetales.
Nara-Simja, un avatar de Visnú como ‘hombre-león’, que destripó al demonio Jirania-Kashipú y lo devoró.
Buda, religioso ateo que luchó contra el hinduismo, y a quien los hinduistas convirtieron en un avatar secreto de Visnú que se encarnó con el fin de enseñarles una doctrina falsa a las personas piadosas nacidas en familias demoníacas).
Devi o Durga.
Rama, el rey-dios héroe del Ramaiana).
Krisna, el rey-pastor héroe, creado en el Majabhárata (300 a. n. e.) y desarrollado en el Bhágavata-purana (1100 n. e.). Según los visnuistas, Krisna es un avatar de Visnú, pero según los visnuistas de Bengala (o krisnaístas), Krisna es el dios original a partir del cual se produjeron Visnú y todos los avatares.
Devi (la ‘diosa’): en algunos mitos, Devi es la primera que propone el movimiento, la acción, liderando el grupo de dioses masculinos para que realicen las labores de creación y de destrucción. También se muestra como Durga, a la que nadie se puede acercar, quien en la gran batalla mata a Majisha, el demonio búfalo. En muchos cultos tántricos, a esta Diosa se la identifica con Kali.
También hay representaciones más pacíficas de la Diosa, generalmente bajo la forma de las esposas de los dioses más importantes: Muchas de las diosas locales de la India ―como Manasha (la diosa de las serpientes en Bengala) y Minakshi (en Madurai)― están casadas con dioses, mientras que a otras como Shitala, diosa de la viruela, se las rinde culto por sí mismas. Estas últimas diosas son temidas por sus indomables poderes y mal carácter, y por sus arranques de cólera.
Laksmi, la sumisa y dócil esposa de Visnú
Parvati, esposa de Siva e hija del monte Himalaya
Ganga, la gran diosa del río Ganges, a quien también se adora de manera independiente; se dice que es una de las esposas de Siva
Saraswati, la diosa de la música y de la literatura y esposa e hija del dios Brahmá, de cuatro cabezas; se la asocia con el río Saraswati.
Radha, la principal de las amantes del dios adolescente Krisna.
Hay algunos dioses menores que están incluidos en el panteón central porque se les identifica con los dioses más importantes o con sus hijos o amigos.
Hanuman (el dios mono): aparece en el Ramayana como el ingenioso asistente de Rama en el sitio de Lanka. Skanda (el general del ejército de los dioses) es hijo de Siva
Ganesh, el hombre elefante
Ganesha o Ganapati, es el dios con cabeza de elefante, dios de los escribas y mercaderes, quien ayuda a eliminar los obstáculos; es invocado fervorosamente al comienzo de cualquier negocio importante.
Cultos y ritos
Desde el más importante hasta el menos trascendente de los dioses hindúes es objeto de veneración tanto en ceremonias públicas como en el ámbito de la intimidad familiar. Dadas las bases sociales del hinduismo, los actos más importantes son aquellos en los que se incluyen ritos de paso (samskaras o sacramentos).
El nacimiento y cuando el niño come por primera vez comida sólida (arroz).
El primer corte de pelo (para un niño varón).
La purificación después de la primera menstruación (para una niña).
El matrimonio
La bendición para las embarazadas, para que tengan un hijo varón y para asegurar así un parto sin dificultades y que el niño sobreviva los seis primeros días después del nacimiento, que son los más peligrosos (para lo cual se encomiendan a Shashti, la diosa del Seis). Tradicionalmente a los niños de menos de dos años, en la medicina ayurvédica se les llama Kumara (‘muere fácil’, siendo ku: ‘fácil; y mara: ‘muere’).
Las últimas ceremonias son las de la muerte (cremación y, si es posible, que las cenizas sean esparcidas por el Ganges, el río sagrado).
La ofrenda anual a los antepasados muertos. De estos últimos, el más notable es el del pinda, una bola de arroz y de semillas de sésamo que entrega el hijo mayor del difunto, para que el fantasma de su padre pueda salir del limbo y renacer.
Como parte del ritual diario (por lo general realizado por la esposa, quien se supone tiene más poder para interceder ante los dioses).
Los hindúes ofrecen (puja) frutas y flores ante un pequeño altar instalado en la vivienda.
Ofrendas a serpientes locales, árboles o a espíritus oscuros (benevolentes y malévolos) que moran en su propio jardín, en cruces de caminos o en otros sitios del pueblo considerados mágicos.
Muchos poblados y ciudades de diferentes tamaños tienen templos donde los sacerdotes celebran ceremonias durante todo el día: rezan al amanecer y emiten ciertos tipos de sonidos para despertar al dios que es santo entre los santos (la garbagriha o casa matriz); lavan, visten y abanican al dios, lo alimentan y distribuyen los restos de la comida (prasada) entre sus fieles.
El templo también constituye un centro cultural donde se cantan canciones, se leen los textos sagrados en voz alta (tanto en sánscrito como en lengua común) y se celebran rituales al anochecer.
Por lo general, una vez al año y durante ciertos días especiales, la imagen del dios recorre todo el complejo de culto sobre unas magníficas carrozas de madera tallada (ratha).
Fieles hinduistas en el río Ganges.
Muchos lugares sagrados o santuarios, como el de Rishikesh en el Himalaya o el de Benarés en el río Ganges, son objeto del peregrinaje de fieles procedentes de todas las zonas de la India.
En Bengala, la visita que hace la diosa Durga a su familia y luego su retorno al lado de Siva, su marido, se celebra cada año en Durgapuja. Se reproducen imágenes de la diosa en papel maché, figuras a las que se les rinde culto por diez días, y que más tarde, en una dramática ceremonia que se celebra a medianoche, son arrojadas al río Ganges. Todo esto va acompañado del retumbar de tambores y la luz de las velas.
Algunos festivales se celebran en toda la India: Diwali, el festival de las luces a comienzos del invierno, y Joli, el carnaval de la primavera, en el que los diferentes miembros de todas las castas se mezclan, sueltan sus cabellos y se mojan unos a otros con cascadas de polvo rojo y agua, lo que probablemente simboliza la sangre que quizás utilizaban siglos atrás.
Fuentes
http://www.hinduismo.eu/
culturadelasreligiones.blogspot.com
blog.lasociedadgeografica.com
libreriasintesis.com
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Exoneraciones
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Una Sola Enseñanza en Distintas Religiones
Cada religión en el mundo nos brinda su visión de la vida, según las enseñanzas de sus creadores o en función del pensamiento de quienes la inspiraron. Las religiones alrededor del mundo tienen en el fondo un mensaje similar entre ellas, buscan el amor la convivencia pacífica entre seres humanos y la paz para todos.Pero el hombre en ocasiones cegado por el fanatismo, liberó guerras en su nombre desconociendo los fundamentos de amor y paz sobre los que se erigía su religión, es así como muchas religiones llevaron a guerras y discriminación entre hombres, cuando lo que profesaban era totalmente lo opuesto.En esta oportunidad rescataremos el mensaje principal de algunas religiones para entender que el objetivo de cada una de ellas es traer la paz y la armonía al mundo.La principal enseñanza de todas las religiones
Cristianismo: “Todo cuanto queráis que os hagan los hombres, así también haced vosotros con ellos, porque esta es la ley y los profetas” (Mateo 7:12).Esta frase brinda un profundo mensaje, que podría interpretarse en el sentido de que, actuemos con los demás de la misma forma que desearíamos que nos tratasen. Si pudiéramos llevar esto a la práctica quizás nuestro planeta podría gozar de paz. El cristianismo religión Abrahámica, con millones de fieles seguidores en el mundo refuerza esta idea en uno de los diez mandamientos; “No hablarás contra tu prójimo falso testimonio” (Éxodo 20:16 - Reina-Valera 1960). Hace referencia a la importancia de respetar a nuestro prójimo en diferentes pasajes de la biblia, su libro sagrado.Sijismo: "No soy un extraño para nadie; y nadie es un extraño para mí. De hecho, soy amigo de todos". (Guru Granth Sahib, p. 1299).Seguimos con la idea de que todos formamos parte de algo más grande, que nuestras acciones no están separadas del resto. En un sentido más profundo podríamos decir que todos tenemos una conexión con el todo, nuestros átomos son compartidos por el planeta entero. El sijismo es una religión del estado indio fundada por Gurú Nanak, que se desarrolló en el contexto del conflicto entre las doctrinas del hinduismo y del islam durante los siglos XVI y XVII en la región de Punyab del Imperio mogol. Su principal texto sagrado es el Sri Gurú Granth Sahib Ji.Islam: "Ninguno de vosotros cree de verdad hasta que no desea para los demás lo que desea para sí mismo". (El profeta Mahoma, Hadith)¿No les parece esta idea idéntica a las ya mencionadas?, nos dice que, cuando realmente pensamos en nuestro prójimo solo en ese momento alcanzamos a creer verdaderamente a tener lo que lamamos Fe. El islam es una religión abrahámica monoteísta basada en el Corán, el cual establece como premisa fundamental para sus creyentes que «No hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta».Zoroastrismo: "No hagas a los demás lo que sea perjudicial para ti". (Shayast-na Shayast 13.29)El zoroastrismo una religión primigenia nos brinda este mensaje, al parecer hay algo en común en muchas de las religiones, y algunos pensadores nos dejan este pensamiento en sus obras, como “Así hablaba Zaratustra” de Nietzsche, quien conocía muy bien el zoroastrismo. El zoroastrismo, por el nombre de su fundador e iniciador, es la denominación de la religión que, derivada de una religión anterior denominada mazdeísmo.Hinduismo: "Esta es la suma del deber: no hagas a los demás lo que causaría dolor si te lo hicieran a ti". (Mahabharata 5: 1517)Otra de las religiones más antiguas del mundo repitiendo el mismo mensaje, pero acaso tambien se podría aplicar la máxima, “todo lo que das, es a ti mismo a quien se lo das”. El hinduismo es una religión ampliamente practicada en el Sur de Asia. Los hinduistas creen que la suya es la religión más antigua del mundo, y se refieren a ella como «sanatana dharma».Budismo: "No trates a los demás de una manera que a ti mismo le resultaría dolorosa". (Udana-Varga 5.18).El Buda, Siddhartha Gaitana nos dejó muchas enseñanzas y quizás su pensamiento proviene de religiones aún más antiguas, aunque no se considera una religión oficialmente el budismo es una filosofía de vida que puede considerase una
religión y es practicada por millones de personas alrededor del mundo. El budismo es una una doctrina filosófica y espiritual perteneciente a la familia dhármica. Comprende una variedad de tradiciones, creencias religiosas y prácticas espirituales principalmente atribuidas a Buda Gautama.Judaísmo: "Lo que es odioso para ti, no se lo hagas a tu prójimo. Esta es la Torá completa; todo el resto es comentario". (Hillel, Talmud, Shabat 31a)Como vemos este mismo pensamiento se repite, existe una verdad fundamental escondida detrás de este pensamiento, y muchas religiones asimilaron esta enseñanza como parte fundamental de su filosofía. El término judaísmo se refiere a la religión, tradición y cultura del pueblo judío. Históricamente, es la más antigua de las tres religiones monoteístas.Jainismo: "Uno debería tratar a todas las criaturas del mundo como le gustaría ser tratado". (Mahavira, Sutrakritanga)En este caso el Jainismo va un poco más allá y nos dice que deberíamos tratar a todas las criaturas del mundo, como quisiéramos ser tratados, quizás estas ideas nos parezcan una utopía algo que solo podría existir en un placido sueño, pero debemos recordar que nuestro mundo y todas las especies vivimos en un delicado equilibrio y lo que hagas a otras especies nos afectara de alguna forma. El jainismo es una doctrina originada en la India, que surge en el siglo VI a. C. por Majavira. Pregona una vía salvadora filosófica no centrada en el culto de ningún dios. Su práctica es la de realizar esfuerzos para encaminar al alma-conciencia hacia un estado divino y de liberación.Taoísmo: "Considere la ganancia de su vecino como su propia ganancia y la pérdida de su vecino como su propia pérdida". (T'ai Shang Kan Ying P'ien, 213-218)Podemos tomar a nuestro vecino como nuestro prójimo, y que su buena fortuna debemos mirarla con aprecio, esta idea quizás la podamos extrapolar a nuestros países y aún más al planeta entero. El taoísmo o daoísmo es una tradición filosófica y espiritual de origen chino la cual enfatiza vivir en armonía con el tao. La palabra china 道 tao, se suele traducir por 'vía' o 'camino', aunque tiene innumerables matices en la filosofía y las religiones populares chinas.En resumen, existe una idea, un pensamiento que se repite en distintas religiones, y que nos intenta decir algo, que no estamos separados, que no somos seres aislados navegando a la deriva, sino que por el contrario vivimos formando parte de algo muy grande, y a lo que distintas religiones pusieron distintos nombres y adaptaron estas ideas a sus regiones, a la época y sus costumbres.
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024 – IDEAS - FILOSOFÍA POLÍTICA – HISTORIA – INDIA -
La filosofía política india evolucionó en tiempos antiguos y efectuó una distinción clara entre “nación y Estado” y “religión y Estado”.
Las constituciones de los estados hindúes evolucionaron con el tiempo y se basaron en tratados políticos y jurídicos y en instituciones sociales predominantes.
Las instituciones del Estado se dividieron en gran parte en aquellas dirigidas a la gobernabilidad, la administración, la defensa, la ley y el orden. ´´Mantranga´´, el principal cuerpo gobernante de estos estados, consistía en el Rey, Primer Ministro, Comandante en Jefe del Ejército, y el Sacerdote-Jefe Real.
El Primer Ministro encabezaba el comité de ministros junto con el jefe del ejecutivo (Maha Amatya).
El Artha-shastra proporciona un relato de la ciencia de la política para un gobernante sabio, incluyendo asuntos como las políticas para las relaciones exteriores y las guerras, el sistema de un “Estado espía”, y la vigilancia y la estabilidad económica del Estado.
Chanakia, filósofo indio del siglo IV aC. cita a varias autoridades, como Brihaspati, Ushana, Prachetasa Manu, Parashará, y Ambi, y se describió como descendiente de un linaje de filósofos políticos, con su padre Chanaka siendo su predecesor inmediato.
Otro influyente tratado indio sobre la filosofía política es el Sukra Neeti.
Un ejemplo de código en la antigua India es el Manusmṛti.
La India, es un país soberano ubicado en el sur del Continente Asiático. Con sus más de 1409 millones de habitantes, es el primer país del mundo por población. Su superficie es de 3 287 263 km², lo cual lo ubica en el séptimo lugar entre los países más extensos del planeta. Limita con el océano Índico al sur, con el mar arábigo al oeste y con el golfo de Bengala al este, a lo largo de una línea costera de más de 7517 kilómetros.
Hogar de la cultura del valle del Indo y una región histórica por sus rutas comerciales y grandes imperios, el subcontinente indio fue identificado por su riqueza cultural y comercial en la mayor parte de su larga historia.
Cuatro de las religiones más importantes del mundo, el hinduismo, el budismo, el jainismo y el sijismo se originaron allí, mientras que otras religiones como el zoroastrismo, el judaísmo, el cristianismo y el islam llegaron durante el I milenio, dando forma a diversas culturas de la región.
Gradualmente anexada por la Compañía Británica de las Indias Orientales desde principios del siglo XVIII y colonizada por el Reino Unido desde mediados del siglo XIX, la India se convirtió en una nación independiente en 1947, tras una lucha por la independencia que estuvo marcada por un movimiento de no violencia.
La cultura de la India está marcada por un alto grado de sincretismo149 y pluralismo. Los indios han logrado conservar sus tradiciones previamente establecidas, mientras que absorben nuevas costumbres, tradiciones e ideas de los invasores y los inmigrantes, al mismo tiempo que extienden su influencia cultural a otras partes de Asia, principalmente Indochina y el Extremo Oriente.
La sociedad tradicional de la India está definida por una jerarquía social relativamente estricta. El sistema de castas de la India describe la estratificación y las restricciones sociales en el subcontinente indio, además de que definen a las clases sociales por miles de grupos endogámicos hereditarios, que a menudo se denominan como jatis o castas.
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