sooperlativa
Caléndula
Do I contradict myself? Very well then I contradict myself. I am large. I contain multitudes. - WW
1174 posts
Don't wanna be here? Send us removal request.
Last Seen Blogs
thiagojucaparmerao-blog
Sem título
bastard-basket
ᴛʜᴇ ᴅᴀᴍɴᴇᴅ
eggrolls-and-fandoms
who will pray for you?
Text
Del desnudo a los nudes: La evolución de la mirada del espectador
I
La primera vez que hice una transmisión en vivo, pasé cinco horas frente a la pantalla. Al final del show, mientras desconectaba mi Logitech C920 de la computadora, me cuestioné a mí misma sobre lo que estaba haciendo.
Reflexioné sobre lo que significaría estar frente a una pantalla durante cinco horas al día, seis días a la semana, en especial cuando la pantalla es esencialmente un espejo que me obliga a verme a mí misma.
Actualmente, todas (¿o casi todas?) las plataformas de transmisión en vivo tienen el mismo diseño: un chat para que los usuarios/espectadores se comuniquen entre sí y la abrumadora imagen del streamer, generalmente ubicada en un lado de la pantalla. Cuando eres el streamer, vigilas la calidad e imagen de tu transmisión en todo momento de la misma manera que lo hacen los espectadores.
Introducir el término vigilancia es clave porque, de hecho, eso es lo que hacemos como streamers cuando miramos nuestra propia imagen en la pantalla: cuidamos cada gesto, cada pose, cada toma y enfoque; nos aseguramos de que todo esté en orden y cumpla con los estándares de calidad que queremos mantener en nuestra página.
Después de mi primer show, me preguntaron si realmente era la primera vez que lo hacía, insinuando que no me sentía incómoda siendo observada. Hoy en día, podría responder fácilmente que no fue la primera vez, sino que había pasado toda mi vida aprendiendo a supervisar y controlar la perfección de mi propia imagen. Y no estaría mintiendo.
II
En 1972, el crítico de arte británico John Berger reconoció que una vigilancia casi obsesiva de la propia imagen era inherente al lugar de la mujer en la sociedad:
Una mujer debe vigilarse constantemente. Casi siempre está acompañada por su propia imagen de sí misma. Mientras camina por una habitación o mientras llora por la muerte de su padre, apenas puede evitar imaginarse caminando o llorando. Desde la más temprana infancia, se le ha enseñado y persuadido para vigilarse continuamente.
Según Berger, en una mujer existen dos fuerzas en conflicto: el vigilante y la vigilada. En el mundo de la transmisión en vivo, estas dos facetas se vuelven aún más evidentes y se imponen como la actitud necesaria que la streamer debe adoptar para lograr su objetivo (que es obtener dinero), esta vez de manera más consciente que nunca.
Enciendo la cámara. Todos los días, debo mirarme a mí misma. Cinco horas al día, seis días a la semana, desde mi posición de vigilante y vigilada, me aseguro de que mi belleza no baje la guardia; debo aparecer perfecta, es decir, de acuerdo con lo que espera mi audiencia.
Reflejada en el espejo que se ha convertido mi pantalla ahora que hago streaming, llego a la siguiente revelación: en ninguna otra profesión o posición social es tan evidente la bifurcación que ocurre dentro de una mujer como en el trabajo sexual online, una exposición constante de dos personalidades que nunca descansa.
III
En las pinturas de desnudos del arte europeo, las mujeres son un tema recurrente. Según Berger, en estas pinturas podemos encontrar algunas de las categorizaciones por las cuales las mujeres son juzgadas en la sociedad occidental, así como la conciencia femenina de ser observada y las convenciones por las cuales las mujeres finalmente se convierten en un espectáculo para ser visto.
En las pinturas de desnudos, las mujeres no se representan como realmente son. Se las retrata tal como el espectador las percibe. La mirada de las mujeres retratadas en su desnudez en el arte europeo revela su conciencia de ser observadas, pero, más importante, revela que la desnudez retratada no es la misma que aquella de la intimidad, que es disfrutada en privado, donde nadie observa.
En cambio, la desnudez se convierte en algo más, algo que se exhibe: cada uno de sus gestos y rasgos se ha calculado meticulosamente para convertir al desnudo en un espectáculo, el símbolo de valor.
En palabras de Berger, la desnudez es una forma de vestimenta, y en los desnudos artísticos, esta vestimenta está a disposición del protagonista nunca pintado de estas pinturas: el espectador masculino. Incluso si la modelo está acompañada, es el espectador masculino al otro lado del marco quien tiene su atención. Su mirada e interés se centra únicamente en él; ahora ella le pertenece, o mejor: la imagen de su cuerpo desnudo le pertenece.
Comparando las miradas de una modelo en una pintura y en una foto de una revista pornográfica, el autor destaca:
¿No es la expresión notablemente similar en ambos casos? Es la expresión de una mujer que responde con encanto calculado al hombre que imagina mirándola, aunque no lo conozca.
IV
En la pornografía amateur, al igual que en las pinturas de desnudos europeas, las mujeres son un tema recurrente. Esta coincidencia puede ser la más clara, pero no es la única.
Los nudes comercializados por sex workers hoy en día sirven como un ejemplo interesante de performance, una versión evolucionada de la actitud performativa de las modelos en las pinturas. A pesar de la producción innegable detrás de los nudes, la intención es evidente en la mayoría de los casos: deben ser lo más naturales posible.
La desnudez en los nudes contemporáneos también es una actuación calculada para complacer al observador, pero ahora el espectador tiene ciertas sospechas que no existían en el arte europeo. El voyeur promedio de nudes en la web no quiere ver los lujosos escenarios y la lencería de la pornografía convencional, ni busca la divinidad y la sacralidad de los desnudos artísticos; en cambio, quiere ver a su modelo favorita en pijama, o tal vez antes de ducharse, con el pelo recogido y ropa de gimnasio.
Ahora, más que nunca, el disfraz de la desnudez cumple su propósito: lo lleva una mujer completamente desnuda, que aparentemente abre una puerta a su intimidad más profunda, pero usando maquillaje (aunque no lo parezca) y en una habitación donde incluso cada peluche ha sido pensado para complacer al hombre del otro lado de la pantalla.
Si las pinturas de desnudos europeas revelan las categorizaciones por las cuales las mujeres somos juzgadas, ¿qué revelan los nudes contemporáneos sobre la mirada que se posa sobre nosotras? ¿Qué se puede inferir de este interés en la verdadera intimidad de quienes los compran?
V
En el arte europeo, las pinturas de desnudos tenían un propósito específico: eran objetos de poder. Quienes las poseían no solo podían costear a los artistas que las creaban, sino que a menudo mantenían una relación íntima y de poder con la modelo. A veces, ella era una amante, otras veces una esposa, pero en cualquier caso, no era inusual encontrar casos en los que la modelo estuviera de alguna manera conectada con el propietario de la pintura:
El premio es ser propiedad de un juez, es decir, estar disponible para él. Carlos II encargó una pintura secreta a Lely. Es una imagen muy representativa de la tradición. Nominalmente, podría ser Venus y Cupido. En realidad, es un retrato de una de las amantes del rey, Nell Gwynne. La muestra pasivamente mirando al espectador que la observa desnuda.
Sin embargo, esta desnudez no es una expresión de sus propios sentimientos; es un signo de su sumisión a los sentimientos o demandas del propietario (tanto de la mujer como de la pintura). Cuando el rey la mostraba a otros, la pintura demostraba esta sumisión, y sus invitados lo envidiaban.
En los nudes contemporáneos que se venden en línea hay una nostalgia por esa relación. Los hombres que los poseen ya no están relacionados con las mujeres representadas; nunca las han tocado. En respuesta a esta ausencia, el nude debe evocar ese sentido de intimidad entre el que compra la imagen y la que aparece en ella.
De ahí la necesidad de naturalidad, la aparente ausencia de maquillaje, el escenario de una habitación desordenada, etc. En esta nostalgia, el espectador ya no espera que la imagen represente la realidad (la mujer que poseen) como sus fantasías de divinidad (lo inalcanzable), como era el caso de los espectadores del arte europeo.
En cambio, el espectador contemporáneo desea ver lo inalcanzable para ellos, esa modelo que no poseen, como si fuera parte de su vida cotidiana, parte de lo real.
VI
El interés del “surfista solitario” de la web, como lo llamó alguna vez Brooke Knight en su artículo Watch me! Webcams and the public exposure of private life, se aleja cada vez más del interés principal del consumidor de pornografía en los años 80.
En muchos casos, el fetiche particular que une a todos los clientes de una chica de OnlyFans es el deseo de verla en sus momentos más personales, de acceder a un ámbito de su vida que solo está disponible a través de una relación real y genuina de intimidad.
En los nudes de hoy en día, el hombre al otro lado de la pantalla, que ha pagado por el contenido que ahora disfruta, no tiene nada que “demostrar” a sus invitados. Por lo tanto, su placer debe residir en algo más íntimo: el nude debe evocar la ilusión de que la mujer en las imágenes se ha fotografiado en honor a quien observa, excitada por él, no pintada por encargo según su solicitud.
Es evidente, por lo tanto, que los nudes de las chicas de OnlyFans y las streamers de todo el mundo exhiben las mismas características descritas por Berger en las pinturas de desnudos europeas: también implican una conciencia de ser vistas, la dualidad del vigilante/vigilada dentro de una mujer y un performance delicadísimo de lo íntimo, incluso más desarrollado que en las pinturas de desnudos.
Pero también es claro que estas características han evolucionado para satisfacer una nueva necesidad del espectador: la necesidad de intimidad, la fantasía de conectar con la mujer deseada, que ahora es verdaderamente inalcanzable.
Los nudes contemporáneos son dispositivos de intimidad configurados para evocar la sensación de que alguien confía y te desea lo suficiente como para enviártelos. Representan el deseo de ser observada, y necesitan comunicar reciprocidad entre el comprador (que desea a la modelo) y la modelo.
Tal vez no estés prestando atención. Quizás no quieras. Pero hay una clara necesidad de conexión, una sed de intimidad.
Y es desde este espejo que nosotras respondemos.
8 notes
·
View notes
Text
04012023: Room 8 (2013) / James W. Griffiths
Esta noche no teníamos demasiado tiempo para ver una película, por lo que hemos optado por ver un corto.
En Twitter alguien me ha comentado que Room 8 es el resultado de un concurso en el que se le pidió a varios directores que produjeran un corto con un guion escrito por Geoffrey S. Fletcher.
El resultado a manos de James W. Griffiths es una historia que recuerda a Borges en sus dimensiones intrincadas y en su brevedad. Es sencilla, pero efectiva al mantener la atención del espectador.
De este corto me agrada su brevedad, creo que allí es donde está también su potencia. Un film corto necesita conservar la atención del espectador después de que corran los créditos, debe ser rápido y eficaz en su misión de dar un mensaje, porque tiene menos tiempo y atención que otros formatos.
¿Cuántas teorías podríamos trazar sobre esta historia que se muerde la cola como un uróboro?
Les dejo el enlace por si quieren verlo :)
youtube
7 notes
·
View notes
Text
Room 8 (2013), directed by James W Griffiths
2 notes
·
View notes
Text
03012023: Boogie Nights (1997) / Paul Thomas Anderson
Aunque me he tomado unos días para hablar de ella, creo que merece la pena conversar sobre Boogie Nights, de Paul Thomas Anderson.
Ambientada en la escena porno de los años 70-80, Boogie Nights documenta el ascenso y la caída de Dick Diggler (Mark Wahlberg) como actor de cine erótico. La película fue filmada en 1997 y esto supone otro contexto, pero su representación de la industria pornográfica me conflictuó mucho, porque encontré algunos estereotipos que hoy en día me parecen peligrosos.
Historias fundacionales como la de Amber Waves (Julianne Moore), Rollergirl (Heather Graham) y Dirk Diggler (Mark Wahlberg), que incluyen pasados familiares dolorosos y traumáticos, perpetúan el estigma, el tabú y el desconocimiento hacia los trabajadores de la industria porno.
Boogie Nights me hizo pensar en que una infancia traumática la pudo haber tenido cualquier persona, sin embargo es a lxs trabajadorxs sexuales a quienes siempre se les adjudican este tipo de historias fundacionales, porque parece imposible que alguien ‘sano’ escoja esa carrera.
Creo que las putas, los actores y actrices porno, pueden tener una vida normal y venir de contextos 'sanos' también, y en 2023 es importante que dejen de representarles como un producto con fecha de caducidad.
En 2023, no nos sirve de nada la representación si es desde la ignorancia, el prejuicio y las mismas narrativas que revictimizan. Ver a los personajes sufrir las consecuencias de haber entrado en la industria porno en algún momento de su vida (Dirk Diggler comienza su carrera con inocencia y acaba en las drogas, Amber Waves ha perdido la custodia de su hijo, Rollergirl no había terminado el colegio, Buck Swope no conseguía el préstamo...) se siente casi aleccionador, como si ese fuese el 'castigo' por entrar en el porno.
Siendo esta una película de 1997, entiendo que la representación de la industria pornográfica sea predecible, pero no dejó de incomodarme durante toda la película - es probable que por razones personales.
Creo que rescato la intención que tuvo el director por demostrar que a la industria pornográfica llegan muchos 'outkasts', y encuentran en ella una comunidad a la que pertenecer o una nueva familia, pero esto debería ser evaluado con pinzas: considero que no hay nada que romantizar de esta industria en los 70s.
0 notes
Text
02012023: The King of Comedy (1982) / Martin Scorsese
Con The King of Comedy he reflexionado sobre la locura y el pacto ficcional. Martin Scorsese hace un excelente trabajo diluyendo los límites entre 'lo real' dentro de la historia y la fantasía de Rupert Pupkin, el protagonista.
Como director, se tiene una responsabilidad con el público de contar la historia de forma que se pueda seguir la trama. Para esto, debe existir una serie de elementos que permitan establecer qué es 'real' dentro de esa historia. Lo que Scorsese hace en esta película es despojarse de la responsabilidad de determinar esta diferencia y, en cambio, dejar al espectador más o menos solo en la tarea de entender.
Hay escenas en las que apenas se 'insinúa' el límite entre lo real y lo imaginado, y al principio es difícil entender qué está pasando y qué no. Con esto, Scorsese crea otros niveles de realidad y ficción incluso en el plano totalmente ficcional de la película. En esta confusión nos iguala y hace sentir como Rupert Pupkin, un hombre delirante, narcisista e incapaz de salir de su propia fantasía.
youtube
El director, quien se encarga de construir una historia 'digerible', trastoca su deber dentro del pacto ficcional. Hace dudar al espectador y le exige un grado extra de atención para poder entender, a la vez que le eleva (¿o baja?) al mismo nivel del loco, incapaz de comprender qué hace parte de su fantasía y qué hace parte de la realidad.
En este mismo orden de ideas, como Lu mencionó, durante toda la película se construye una tensión en torno a los chistes de Rupert. No sabemos a ciencia cierta si su humor da risa o no.
El rey de la comedia guarda para el final su show y así, cierra con broche de oro el juego entre realidad y ficción del film: en medio del chiste, el comediante demuestra elementos reales de su vida (padres alcohólicos, bullying en el colegio, el secuestro de Jerry Lanford...) de tal manera que parecen absurdos. Su humor da risa precisamente porque esa desconexión de Rupert con sus experiencias traumáticas nos hace dudar, también, de si es real lo que dice que sucedió o no.
Por otro lado, me llama la atención el contraste entre Masha y Rupert, los dos 'locos' de la película. Siempre he pensado que en el cine y la TV se representa a la locura con pinzas, lavada para que pueda ser digerible para el público en general. Un loco como Masha, absurdo, torpe y manipulable, es lo que esperamos ver cuando se nos habla de alguien que no está en contacto con la realidad, por ejemplo.
En este film, Scorsese acierta mostrándonos a otro tipo de loco más realista y menos representado: un loco incómodo de ver, irritante a veces, incomprendido, optimista sin razón... En el personaje de Rupert no se nos muestra a la locura teatralmente. En él encontramos otros matices, es la locura es presentada con tanta coherencia que resulta, como en la vida real, hasta incómoda de ver.
Creo que lo que el papel de Joaquin Phoenix en el Joker (2019) toma y lleva a niveles magistrales de esta película es precisamente eso: la representación cruda y real del loco, del excéntrico que cree su propia versión de la historia y está desconectado de la realidad sin saberlo.
Ambos actores hacen un trabajo increíble que me hizo pasar de la impaciencia al enternecimiento y reír sintiendo lástima al mismo tiempo.
0 notes
Text
The King of Comedy (1982), directed by Martin Scorsese.
1 note
·
View note
Photo
Title Screens: The King of Comedy
Starring Robert De Niro, Jerry Lewis, & Sandra Bernhard
Directed by Martin Scorsese
31 notes
·
View notes
Text
01012023: Fallen Angels (1995) / Wong Kar-Wai
Lu y yo empezamos este año como Sen Senra, proyectando Fallen Angels de Wong Kar-Wai.
De esta película me ha encantado He Zhiwu, el personaje de Takeshi Kaneshiro, un sordomudo que en su humor me recordó a Chaplin. Su historia, absurda y tierna, quiebra la tensión de la trama paralela entre Wong Chi-Ming y su socia. Así Wong Kar-Wai logra justamente acentuar toda la ternura de He y su padre, y la explicitud y crudeza de las historias del asesino y la mujer que trabaja para él.
En algún momento He Zhiwu ve hacia la cámara y esto me hizo sonreír: siempre es el que parece más 'loco' el que está más consciente de todo lo que está pasando, hasta de que está siendo observado por nosotros.
Me llamó la atención lo platónico en las tramas, que ambas historias se conecten por la obsesión por una persona que no está. En una, el amor desenfrenado de la socia de Wong Chi-Ming por él - aunque prácticamente le conozca, y en otra, el amor de Charlie, la mujer que He consuela, por Johnny, un personaje a quien no vemos jamás.
El desarrollo de las historias paralelas entre estos personajes y sus amores transcurre dentro de sus cabezas. Estos buscan y se enfrentan a una persona que no ven, y la 'lejanía' entre los personajes está también en el soundtrack: beats aletargados, pesados, que suenan como si los escuchásemos desde otra habitación o como si proviniesen de las profundidades del agua, hacen evidente el hecho de que hay algo que les separa a ellos, y nos separa a nosotros de lo que vemos. Es tanta la distancia, que prácticamente escuchamos a los personajes hablar para sí mismos más que entre ellos.
Resalto y me parece bellísimo que He Zhiwu solo se sienta realmente un 'adulto' desde que le hace falta su padre, es como si se cerrara su arco como personaje al tener lo que los otros ya tienen: la añoranza por alguien que no está.
Elementos que también amé profundamente: por supuesto, las tomas (¿fish-eye?) que confirmaron en mí esa sensación de estar espiando la escena escondida desde una lata en la despensa; Las autopistas, los túneles, las motos, las voces en off (cómo me encanta ver a los personajes contar su propia historia); el vestuario y la estética en general de la película.
1 note
·
View note