Y de rodillas, rogué, implore, suplique, que la próxima vez que me gustase alguien, que tuviera atracción por alguien, me arranquen el corazón. Por qué ya no quiero sentir dolor.

Solo las noches me dueles, a veces o siempre, no se...

Bitolloa.

arráncame la piel, esculca en mis entrañas, revisa cada rincón de mis órganos, examina mi cerebro, para saber que hay en el y por favor mira bien, mira dónde duele, y si encuentras donde duele extirpalo a él de mi ser.

-Si la poesía no nace de tus sentimientos, ¿realmente sientes algo?

-¿Alguna vez te has preguntado si realmente estás enamorada? ¿O simplemente disfrazas el miedo a la soledad como amor?

"El mejor de mis días es el que aún no viví".

Grande Eduardo.

Créditos al correspondiente autor

-Anaïs Nin

Tal vez solo sea mi necesidad por ser amado.

1625- "Me siento tan inútil acá abajo, sin nadie a quien amar. A pesar que he buscado por todos lados, no puedo hallar a nadie que me ame, que sienta mi cariño".

(Janis Joplin)

Cuando una relación se rompe, muere un dialecto. Enamorarse reaviva la alegría infantil de inventar palabras, un Génesis verbal. Forjamos frases que evocan un recuerdo compartido, sobreentendidos, expresiones corrientes con sentidos ocultos. Ideamos apodos, inflexiones nuevas —nuestras—, claves imposibles de entender fuera del círculo mágico. Nos excita ser comprendidos solo por los más íntimos. Y cuando al amar vamos explorando un cuerpo aún desconocido, creamos, dando nombre a sus rincones, una cartografía física cuyos topónimos nadie más pronunciará.

Irene Vallejo, «Columna» en EL PAÍS.

-Créditos a quien corresponda.

~samyo🐝

Qué ganitas de arrancarme el corazón.

La atracción física desaparece muy rápidamente. La pasión sólo se mantiene cuando la atracción que sentimos se basa en algo más que la apariencia física de una persona. La compañía del alma es aquella que nos atrae en los cuatro niveles de nuestro ser: el físico, el emocional, el mental y el espiritual. Para disfrutar de una vida de amor, y no sólo unas semanas, meses o años.

— John Gray