“Además de aquel replicante mítico de «Blade Runner», Rutger Hauer completó una galería de personajes memorables, desde sus inicios en Holanda con Paul Verhoeven, (y pasando por el caballero trágico de «Lady Halcón», víctima de una maldición que le impedía consumar su amor con Michelle Pfeiffer), hasta llegar al Andreas de «La leyenda del santo bebedor» (tal vez la mejor película religiosa jamás filmada, con permiso de Dreyer), un mendigo que, entre los estragos de las brumas etílicas, es visitado una y otra vez por el milagro. (...) Cuando le tocaba hacer de psicópata (pensemos, por ejemplo, en «Los señores del acero» o en «Carretera al infierno»), llenaba cada secuencia de una malignidad turbadora, carnal y ultraterrena a un tiempo. Pero también podía interpretar –como Ermanno Olmi entendió a la perfección— santos de incógnito, porque su rostro era capaz de expresar la «acción interior» del misterio. Rutger Hauer tenía siempre una presencia hipnótica, subrayada además por una voz aterciopelada, que se comía con patatas a todas las estrellitas que le ponían por delante.” Juan Manuel de Prada, ABC - 25/07/2019 

Anita Strindberg en “¿Quién la ha visto morir?” (Chi l'ha vista morire? Aldo Lado, 1972)

SALEM - Wish

UNSANE - Only Pain

The Crawling Eye (1958)

Randy Weaver: In Memoriam

El pasado 11 de mayo falleció, a la edad de 74 años, Randy Weaver (1). Recordemos, de la mano de Wally Conger (2), el terrible calvario por el que tuvo que pasar este hombre:

“Randy Weaver tenía razones para desconfiar de su gobierno. En 1991, un agente de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego de los Estados Unidos (BATF) atrapó a Weaver al contratarlo para cortar los cañones de dos escopetas ilegalmente. Una vez que Weaver fue arrestado, la BATF trató de obligarlo a informar sobre el grupo de la Nación Aria, al que estaba afiliado, pero se negó. Weaver también se negó a comparecer ante el tribunal por el cargo menor por posesión de armas de fuego. Durante los siguientes 18 meses, el Servicio de Alguaciles de los Estados Unidos espió la aislada cabaña de montaña de los Weavers, donde Randy vivía con su esposa Vicki, su hijo Sammy (14), sus hijas Sara (16), Rachel (10) y Elisheba (10 meses), y un joven amigo llamado Kevin Harris.

 Luego llegó el 21 de agosto de 1992. Esa mañana, seis tiradores entrenados por el gobierno, camuflados y con pasamontañas, con armas automáticas equipadas con silenciadores, se acercaron sigilosamente a la cabaña de Weaver sin previo aviso ni orden judicial y sin identificarse. Primero dispararon y mataron al labrador amarillo de la familia, Striker, que había estado ladrando a los intrusos. Cuando el joven Sammy fue testigo de esto, disparó un .223 mini-14 en la dirección desde la que habían venido los disparos, luego corrió de regreso hacia la casa. Los agentes dispararon a Sammy en el brazo, derribándolo. El joven volvió a ponerse de pie y comenzó a correr de nuevo. Momentos después, un segundo disparo atrapó a Sammy en la espalda, matándolo.

 En 24 horas, un alguacil federal adjunto estaba muerto y unos 400 agentes federales estaban llegando a la escena, junto con un helicóptero, "humvees" y vehículos blindados de transporte y vehículos de transporte de personal. El perro muerto de los Weavers fue dejado en la carretera y atropellado repetidamente por vehículos del gobierno. En la tarde del 22 de agosto, Vicki Weaver, de pie en la puerta de la cocina de la cabaña y armada con nada más letal que el bebé Elisheba, recibió un disparo en la cabeza de un francotirador del gobierno. El disparo impactó en la sien de Vicki, viajó a través de su boca, lengua y mandíbula, y luego le cortó la arteria carótida. Arrodillada en el suelo y todavía agarrando a su bebé, Vicki murió desangrada.

 Nueve días después, Weaver, un Harris gravemente herido, y los niños supervivientes se entregaron a los agentes federales. Once meses después de eso, un jurado en Boise, Idaho, absolvió a Weaver y Harris de los cargos de asesinato y conspiración derivados del asalto del gobierno." Bien, cómo se quedan después de conocer los detalles.

Como decía Max Stirner (”pensador muerto por una mosca y del que, de Marx a Nietzsche, chupó todo el mundo sin citarlo (Ortega le levantó su “circunstancia”” (3)), “el Estado llama ley a su propia violencia y crimen a la del individuo” (4). Y, efectivamente, he aquí otro caso en el que la posible peligrosidad o las ideas incorrectas de un individuo son usadas para aplastar sin piedad a una familia, niños, mujeres y perros incluidos. Es inevitable no recordar el más célebre episodio de la matanza de Waco, donde también, terriblemente desfigurada la realidad por los medios de comunicación, tenemos la enésima constatación (5) de que si el Estado te acribilla, el malo, sin duda, eres tú. Como dijo el añorado cómico Bill Hicks al respecto de David Koresh y el conocido rancho: 'Los davidianos no fueron los primeros en disparar. Fueron asesinados a sangre fría por los cobardes, los mentirosos, la basura, la ATF.

 Ellos quemaron vivos a esas putas personas porque el mensaje que quieren transmitirles a ustedes es "el poder estatal siempre ganará". Te haremos quedar como un abusador de niños y como un fabricante de metanfetamina, diremos cualquier mentira que queramos a través de nuestra máquina de propaganda, los medios mayoritarios, y os quemaremos a ti, a tus hijos y a tu puta casa.

 Así que tú sólo se apática, América, mantente dócil, y jamás olvides que eres libre de hacer lo que te digamos." (6) Para conocer más datos acerca de Waco pueden ver el documental Waco: The Rules of Engagement o leer la exhaustiva investigación que Anthony Gregory fue publicando en varios artículos al respecto (7).

No olvidemos nunca a Randy Weaver y a su familia. Notas: (1) Randy Weaver, Separatist Whose Family Was Massacred by FBI at Ruby Ridge, Dies at 74 (2) Remembering Randy Weaver, por Wally Conger: (3) Castocracia, por ignacio Ruiz Quintano (4) El único y su propiedad, por Max Stirner (1844) (5) Jewell, otro héroe de Clint Eastwood, por hughes (6) Bill Hicks y Waco, por Edward Hyde (7) An Anniversary That We Must Never Forget, por Anthony Gregory David Koresh’s Revenge: Waco and 20 Years of State Terror, por Anthony Gregory

BATTLE RUINS "Glorious dead lay under waves" (Le bal des vauriens II - P...

(vía https://open.spotify.com/playlist/2KAhG2hLDnPV85bsbFXPoN?si=d5o8_K8uSuulXWPIWHt5VA) He aquí la lista de los 50 mejores discos de este simpático año. Dejo los enlaces de los que no están incluidos en Spotify: Boris - No https://www.youtube.com/watch?v=DFXhts6UIjI Krallice - Mass Cathexis https://www.youtube.com/watch?v=62mhWKim_Qg Eternal Champion - Ravening Iron https://www.youtube.com/watch?v=8fQ1tLe1uQ8

Lee Marvin y Toshirô Mifune en “Infierno en el Pacífico” (John Boorman, 1968).

THE HOUSE BY THE CEMETERY, 1981

Rudolf Sieber-Lonati cover art for Silber Grusel-Krimi, #918.

Discos imprescindibles (161) Indian - From All Purity (2014)

Grim Disorder

National Lampoon’s Christmas Vacation (1989)