lutvakstheo:

Creo que podría ir a la cárcel por muchos cargos, pero ese nunca me lo imaginé—pronunció la irónica respuesta, pronto la sorpresa que la inesperada anatomía femenina había despertado en su radar de disolvió en un gesto burlón. El libro que sostenían sus falanges pasó a ser un elemento de segundo plano, abandonadas las prosas para colocar su atención en la dueña de hebras doradas— Ah, lástima, creo que es algo más madura y amable que tú, ya sabes, podría entablar con ella una charla más decente, eso seguro—vocablos entretenidos y acompañados de una curvatura que delataba la sorna— ¿No crees acaso en el destino, eh? —inquirió, en un tono que fingía misterio y carecía de seriedad, mas la mirada y las facciones irlandesas parecían verdaderamente intrigadas y creyentes del juego del azar. 

‘ Esa clase de confesiones no se las deberías hacer a un oficial de policía, en especial cuando no existe confianza.’ soltó a la ligera, relajando sus facciones luego de que hasta se permitió reír por obra de sus propias palabras, alejando el sorbete de sus labios para no distraerse con la fría bebida que reposaba entre sus delicadas manos, ahora dejando que sus avellanados recorrieran por completo la zona, regresando segundos después al mayor. ‘ Vaya, ¿estás llamándome inmadura? Qué giro.’ enarcó ambas cejas con cierta incredibilidad que no paso con la cautela esperaba, marcándose en el acento de la italiana, regresando sus ocelos a lo que se extendía frente a ella. ‘ Si logras entablar una conversación con Alessia, podrías compartirme el truco, porque lo único que hace es reírse.’ pequeña risueña que la blonda adoraba, sonrió inevitablemente mientras negaba una vez con la cabeza. ‘ No, no creo en eso, pero sí en las casualidades. ¿Qué hay de ti? ’curioseó devuelta, escuchando a lo lejos las carcajadas que largaba su subconsciente ante su vago intento de mantener una actitud afable.

‘ Entonces, secuestrador de bebés, ¿sueles frecuentar las mismas zonas que yo porque estás acechando a Alessia? ’ Irrumpió sin previo aviso, a sabiendas de que esa era la peor forma de iniciar una conversación, pero vaya que no perdía nada intentándolo. La italiana se hizo un lugar al lado del masculino, achinando ligeramente los ojos. ‘ Ella no vino conmigo hoy.’ Se encogió de hombros, lo más seguro la infante se encontraría tomando una excelente siesta en casa, bajo el cuidado de su hermano menor. ( @lutvakstheo )

puedo ser tu daddy? y el de la bebe

“Joder, he visto a más de un crío revoloteando por acá, me he encontrado con el imbécil de mi ex y no sé a dónde se fue a meter mi hermano, pero te lo aseguro, el idiota se ha ido a buscar problemas para dejarme canas verdes a mí.” Negó varias veces, observando de reojo al bartender mientras le arrebataba la botella, dándole un buen sorbo, ahora arrastrando sus avellanados sobre el más alto. “¿Y qué hay de ti, jefe del año? Dame algo con que entretenerme.” ( @devbull )

Posó su diestra sobre el hombro de su amiga, sonriendo de forma casi inmediata. “¡Zia! Joder, al menos no estoy tan sola por acá.” Rió, saludando con un beso en la mejilla como era habitual mientras se posaba al lado de la blonda. “Sabía que te encontraría por acá, ¿vienes acompañada?” curioseó juguetona, vaya que la rubia dependiendo la persona con la que se topase, podría ser MUY diferente. ( @ziabeccaro )

rvdiger:

Con un vaso repleto de ron-cola alzado hasta la altura de su caja torácica, el heredero inclinó su cabeza hacia abajo, moviendo el cuarteto de extremidades al ritmo de la ensordecedora música que evocaba el inmenso deseo de bailar. Su acompañante había abandonado su lado en lo que asistía al baño, por lo que disponía de algunos minutos de libertad para hacer cuantas tonterías cruzaran su mente, esa que con cada segundo que pasaba se veía más afectada por el alcohol ingerido. Fue el repentino choque con otra anatomía lo que lo sacó de su desordenado mundo, haciendo que abriera sus ojos para así dedicar una severa mirada a su contrario, la cual se suavizó ni bien reconoció el semblante de la italiana. ❛ También luces encantadora, bebé. ❜ regresó, elevando la comisura izquierda en una petulante sonrisa a la vez que sus orbes descendían con descaro al escote de la blonda.

De no ser porque tenía que estar echándole un ojo a su hermano menor, la italiana no hubiese ido a aquella fiesta, claro, buscaba justificarse con ese constante deseo de mantener seguro tanto como al menor de su familia y a su pequeña. Tenía que salir de su hogar y acostumbrarse al nuevo ambiente que ahora sería su hogar si las cosas salían bien, nada ni nadie podría arrebatarle eso, porque era la primera vez que encontraba algo prometedor para Alessia y ella, no lo echaría a perder.  Estaba sola, había intercambiado una que otra palabra con una de sus tantas compañeras de trabajo y ya, su objetivo reposaba firmemente en buscar a uno de los dueños del club para distraerse, dispuesta a ignorar por completo la presencia de su ex novio y padre de su hija. Sus mejillas ardieron de la rabia que bombeaba con fuerza en sus venas por lo descarado que podía ser el menor, aquel que estorbaba en su camino, completamente tentada con la idea de vaciar su bebida en él, pero era una mujer grande, no estaba para esa clase de inmadureces y tampoco le daría el gusto. ‘ Idiota.’ Viró los ojos, guiando su diestra al mentón ajeno para regresar su mirada a la propia, arrepintiéndose segundos más tardes ya que sus dígitos repelieron la piel que rozó. ‘ Fuera de mi camino.’

nomi-ruiz:

Nomi asintió ante la pregunta de la rubia, no le gustaba acarrear a otros en sus problemas pero esto no había sido intencional. —Lo siento, de saber que estabas afuera no habría salido— comentó, aunque rápidamente quiso explicarse, aquella frase no había sonado muy bien. —Lo digo, porque algunos idiotas me quieren fuera de la fiesta y ahora por mi culpa tu tampoco puedes entrar— frunció un poco los labios, esperaba que al escuchar otra voz los molestos guardias las dejaran entrar. 

Negó varias veces, poco le importaban las explicaciones de la morena, porque bien ella hubiera salido o no, posiblemente le hubiesen jugado esa mala pasada. “No tienes nada de qué preocuparte.” Asintió, volviendo a tocar con la misma fuerza la puerta. “Les juro por el mismo Satán que los haré pasar a todos y a cada uno de ustedes el resto de sus míseras noches en una jodida celda si no abren la puerta.” Segundos más tardes, esta misma se abrió, a lo que la blonda suspiró, volviéndose hacia la mujer. “Son idiotas y no es justo. Pero ahí está, es momento de ir adentro, ¿nos conocemos? Soy Amy.”

sclome:

      La morena suspiró, su labio inferior no se tardó en formar un puchero ante las palabras de la contraria, “Lo sé, mi suerte es la peor, pero por eso me visto de amarillo para recibir el año nuevo. Se supone que es bueno” rió, pues decir sus supersticiones en voz alto realmente las hacían sonar bastante ridículas. “Vale, vale, no me quejaré. ¿Te das cuenta de lo mamá que suenas?” rió por lo bajo.

      Tiró con suavidad de las hebras oscuras, felicitándose a sí misma una vez deshizo varias de estas, aunque no del todo, quedaban pequeñas atrapadas en el cierre de la gargantilla que complementaba la vestimenta de la menuda fémina. “Mi abuela cree en todas esas cosas, cada año nuevo, cuando era más joven claro, nos vestía de amarillo y parecíamos patitos, era ridículo.” Relató, sin evitar sonreír con ciertos aires de nostalgia, finalizando la tarea. “Es porque soy una mamá, no puedo evitarlo.” Rió. “Ahora, quiero des una vuelta para verte bien, porque debes lucir increíble.”

Había salido para llamar a la niñera de Alessia, lo hacía cada tres horas para asegurarse que la pequeña estuviese a salvo, porque se podría decir que esta era la primera noche que pasaba sin la menor desde hacía ya un año. Una vez se despidió, decidió adentrarse al establecimiento hasta que se topó con la morena, frunciendo ligeramente el ceño. “¿No te dejan pasar?” Cuestionó, siendo ahora ella la que tocó la puerta. “Déjense de juegos.” Reclamó demandante, endureciendo por completo su voz.

—Muy gracioso, eh— se quejó la morena mientras golpeaba la puerta trasera de la discoteca. —Vamos, abran la puerta, solo salí a fumar un cigarrillo… ya pagué mi entrada, no pueden dejarme afuera—          

Sus avellanados danzaron hasta el causante de los problemas de la azabache, tomándose su tiempo para deslizar sus manos sobre la zona. “Pero es que sólo a ti te pasan estas cosas.” Se burló, cómo no, teniendo cuidado para deshacer el enredo que se había armado entre las hebras oscuras y la gargantilla. “No quiero quejas por si te duele ¿entendido? porque intento hacer lo mejor.”

           El cierre de la gargantilla que traía puesta parecía haber atrapado un par de hebras de su cabello, así que ante la incomodidad (y a razón de tener una de sus manos ocupadas) llamó la atención de la primera persona que vio. — Hey, disculpa. ¿Me puedes ayudar con esto?— pidió, levantando su melena para dejar al descubierto el causante de su molestia. 

Uno para cuidar ese culito tan bonito y el otro para la bebé. Perdón.

‘No, no bailo.’ Ya era la séptima vez en la noche que lo repetía, sin siquiera despedirse partiendo de la zona en donde otro pobre diablo probó suerte con la blonda, fallando estrepitosamente, justo como hacia la mayoría. Pensó que era seguida por el susodicho, así que sus avellanados se mantuvieron posados en todos lados menos al frente, lo cual causó la colisión que casi la deja sin su copa. ‘ Merda, lo lamen---’ y no fue hasta que se topó con el masculino que apretó los labios. ‘ No, olvídalo, lástima que no te cayó encima.’ ( @rvdiger )

( ! &. Amy Di’Cardie  for NYE 2016 AT LIMBO. )

Perdón por haberte fallado.

Haberlo pensado mejor antes de hacerlo.