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4-lapiceranegra-blog · 5 years

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Charla de café 1.3.

- ¿Seguimos?

- Dale. Contame de 5555. ¿No siguieron hablando?

- No. Es de las pocas cosas que me arrepiento. Soy un boludo, ¿sabés? Nunca supe manejar este tipo de situaciones. De hecho no he tenido relación con nadie después de salir o tener algo. Soy el típico pelotudo que se maneja como pendejo en estos casos.

- Me extraña de vos, Lapicera. Entonces, ¿terminaron y nunca más nada?

- Hablamos un poco, casi por formalismo. Ahí me di cuenta de algo. De lo que es un verdadero desencuentro en esto de las relaciones.

- ¿Qué cosa?

- La relación siempre fue bien. Pero cuando empezamos a pelearnos, a lo último, era cuando ese “nivel de enamoramiento” en alguno de los dos caía. Por ejemplo, antes de separarnos yo noté que ella no estaba tan atenta hacía mí como siempre lo fue. Yo no soy de discutir. Le hacía saber que me sentía un poco separado de ella, y ella lo entendió y trato de reponer la cosa. Después fui yo el que no estuvo tan enganchado en la relación. Y yo soy muy frío cuando no siento las cosas de verdad. Pero no era de mal tipo. No me nacía ser lo cálido que siempre fui. Eso a ella la destrozaba.

- ¿Ahí cortaron?

- No. Fuimos de viaje. A uno que ya teníamos planeado hace un tiempito y no podíamos posponerlo. Intentamos acercarnos, pero al primer mínimo percance que tuvimos yo me puse más distante. Muy. Qué estúpido… Cuando volvimos nos sentamos a hablar y ahí ella me propuso tomarnos un tiempo. Yo no quería porque sabía que no era para tanto. O al menos lo creía. Ahí me di cuenta que estaba enamorado. Que seguía con esas ganas. Pero como te dije, me manejé mal, como lo suelo hacer en estas situaciones, y perdí la chance de continuar con lo lindo que habíamos conseguido –confieso mientras agacho la cabeza-.

- Al final de 5555 sí estuviste enamorado. Bastante por lo que veo

- Creo que me acaba de explotar la cabeza…

- ¿Por? –me pregunta mientras ríe-

- Es que vine convencido de que con 7777 o 0000 me pasaron cosas más fuertes, pero no es así. Es lo que te dije antes. Seguro es la incertidumbre del “qué pudo haber pasado”. Somos muy egoístas, 1111, en esto del amor. Estuve dándole más valor a lo que no tengo ni tuve, que a lo que sí y que de verdad significó algo tangible para mí.

- Es verdad eso. Bueno, igual cada uno lo asimila como le sale.

- Qué loco.

- ¿Entonces 0000?

- Ella es un enigma para mí. Está viviendo lejos y no hay posibilidad de que la vea ni me saque esta duda.

- A mí me parece que de ella también estás, o estuviste, enamorado.

- Sí. Obvio. De las tres. Son distintos tipos de enamoramiento. Creo. No sé… Como dijiste vos: “¿qué es estar enamorado?”.

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4-lapiceranegra-blog · 5 years

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Charla de café 1.2.

- ¿Cuántas veces estuviste enamorado?

- Creo que tres. Sí, tres.

- ¿Creés?

- A veces pienso que no estaba enamorado de mi ex, pero es injusto pensarlo porque sí lo estaba.

- ¿Qué te hace pensar que no lo estabas?

- Que quizá no era la persona con quien más expectativas o ganas tenía de estar. No me malinterpretes. La amé, me gustó desde el momento en que la ví y todo. Diría que fui afortunado.

- Pero...

- Ja. Pero… me había enamorado dos veces antes. La primera vez fue muy fuerte. Como casi siempre suele serlo. Teníamos una relación excelente. Nos queríamos muchísimo. Hablábamos siempre por MSN y después por Facebook. Pero ella tenía novio.

- ¿Y ella sabía que estabas enamorado?

- Creo que sí. O que me gustaba mucho sí lo sabía. Pero no sé porque nunca fuimos más que amigos. Pienso que pudimos haberlo sido.

- ¿Es muy tarde ya?

- Ya no estoy enamorado de ella. La quiero. Tengo lindos recuerdos y creo que tenemos una amistad muy fuerte pese a que no hablamos hace muchísimo. Nos saludamos solamente para los cumpleaños, pero siento que todavía nos tenemos cariño.

- ¿Y la segunda vez que te enamoraste?

- Esa es la más loca. Porque sí, en ese momento me gustaba muchísimo. Pero cuando las cosas no se dieron no me golpeó tan fuerte. Es más, al poco tiempo empecé a salir con 5555.

- Entonces, por lo que me decís, no estabas enamorado de esta otra chica antes de 5555.

- Eso creía yo. Estuvimos cuatro años con mi ex y pese a momentos medios de mierda que tuvimos, casi toda la relación fue muy linda.

- ¿Estuviste enamorado de ella entonces?

- Sí. Se lo dije. Creo que también se lo hice saber. Por eso te decía que sería injusto decir que no lo estuve.

- ¿Y por qué crees que ella no fue con quien más ganas, o lo que sea, tenías de estar?

- Ahí otra vez me equivoqué. Si quise estar con ella. ¿Sabés lo que pasa y me estoy dando cuenta? Que la incertidumbre de lo que pudo haber sido con 7777 y 0000 es lo que hace que el sentimiento de enamorarse haya sido más fuerte. O crea eso.

- ¿7777 es la primera que me contaste y 0000 es la chica de la fiesta en Capital?

- Sí… Jaja. ¿Vos estabas cuando después de su fiesta, todo borracho, me puse a contarle a un vagabundo que estaba enamorado de ella (0000)?

- JAJAJAJA. Sí, por favor. Con qué pasión se lo dijiste.

- Qué vergüenza. Bueno. Es que recién después de terminar con 5555 me di cuenta que todo eso que viví con ella me hubiese gustado vivirlo con 0000.

- Uh. Durísimo.

- ¡No! No quiero decir que la quisiese reemplazar o lo que sea. Nunca. Con 5555 aprendí lo que es amar de forma correspondida. Nunca podría arrepentirme o lamentarme de eso. Pero...

El mesero interrumpe con su bandeja y empieza poner nuestra orden en la mesa. La pausa me viene bien para concentrarme. Todavía no sé cómo explicar lo que me pasó con 0000.

- Gracias –le dice 1111 al mozo-

- Gracias, eh.

- Bueno, déjame entrarle al tostado y al café, y ahora seguimos con el proceso.

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4-lapiceranegra-blog · 5 years

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Charla de café 1.1.

- ¡Lapicera! Estoy acá.

- Ey, ¿cómo estás?, ¿ya pediste? –pregunto mientras me siento-

- No, te estaba esperando… ¿vos qué querés?

- Pidamos unos tostados. Yo con agua sin gas y vos pedite el café que quieras. Te invito yo.

- ¿Sigue sin gustarte el café?

- De hecho me gusta, pero solo lo tomo para combatir la resaca o cuando necesito escribir.

- El café de 6666 para la resaca nos salvó la vida varias veces, jaja. Bueno. ¡Mozo! Te hacemos el pedido.

Me encontré con 1111, amigo desde hace ya unos buenos años. Generalmente coincidimos para jugar al básquet y cuando vamos a tomar algo junto a nuestros otros amigos. Ciertamente no son los escenarios más propicios para charlar de lo que vamos a charlar hoy. Por eso un poco incómodo estoy. Pero 1111 es un tipo que siempre te puede dar una mano para estas cosas.

- Decime en qué te puedo ayudar.

- Necesito que me hagas una especie de entrevista para tener algunas ideas.

- ¿Qué yo te haga una entrevista? Menos mal que sos vos el periodista acá. –me responde sorprendido-

- Sí, una charla sobre el amor. Sobre estar enamorado. Es para el libro que te conté. Si querés te hago yo la primera pregunta y a partir de ahí seguís vos.

- Dale. Pero decime qué enfoque le querés dar. No me digas que uno filosófico porque me pido 4 cafés más.

- No, no. Experiencias y cosas así –contesto mientras preparo el grabador y el cuaderno- . Cuando terminemos vemos que vuelta le doy yo para el libro.

- Bueno, empezá.

- ¿Cuántas veces estuviste enamorado? Enamorado, enamorado.

- Uf… ¿qué es estar enamorado? –me contestó mientras reía-

- Dale, no nos vayamos al lado filosófico. Ya tengo bastante con eso en clase con mis alumnos.

- Bueno… A ver. Creo que dos. –piensa con detenimiento-. Sí. Dos.

- ¿Cómo te fue las dos veces?

- La primera vez fue hace mucho. Pero bien. De hecho seguimos hablando y saliendo bastante tiempo después de terminar. Ella es mi primer todo en esto de enamorarse. Vos sabés que yo mis relaciones no las corto pese a que cambien de “carátula”.

Sí, 1111 es abogado y es muy probable que mientras hable utilice mucha terminología.

- ¿Y la segunda?

- La segunda ahora, con 3333.

- ¿Estás enamorado?

- Sí. Vos sabés que desde que la conocí me gustó mucho. Estuve con 4444 un tiempo, pero bueno. No era “amor”. O no el tipo de amor que tengo con 3333.

- Lo sé. –le respondo mientras sonrío-

- Ahora estoy bien, tenemos gustos más similares, y en las cosas que no coincidimos tanto aun así complementamos bien el uno para el otro. Estamos muy bien.

- Me doy cuenta. Se los ve muy bien.

- ¿Querés que te indague yo ahora?

- Dale, empecemos.

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4-lapiceranegra-blog · 5 years

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Hola. Perdón. Gracias.

Hola, xxxx. Perdón si es muy tarde o muy temprano para que recibas esto. Recién me despierto y no miré ni creo que vaya a mirar el reloj mientras te escriba. Es posible que te parezca raro, no sé. Así que con vergüenza te pido disculpas de antemano. De hecho tengo dudas, y las tendré hasta último momento, sobre si enviarte esto o no. No nos hablamos, y la última vez que nos vimos no era, quizá, el mejor momento. No es que haya sido un mal momento, pero bueno… En fin. Lo cierto es que me guardé algunas cosas bastante tiempo y no es la primera vez que esto me pasa, así que omitiendo mi lado racional voy a tomar lo que me acaba de pasar como una “señal” de lo que fuese para lo que sea. Recién me despierto de soñar con vos. Perdón (otra vez) si ante tanto texto generaste mayores expectativas. Y no, ja, no fue nada sexual. Lo cual no hizo al sueño menos placentero para mí. Francamente fue uno de mis mejores sueños y, con temor a que no te importe, te lo quería contar. Lo único que me fastidia es que lo “vivido” no fue ni podrá ser real. No solo porque estamos lejos. Yo de vos y vos de mí. Sino porque todo lo que pasó fue soñado (perdón por la descripción tonta y tautológica) y, sinceramente, las cosas no me suelen salir tan bien. En fin, empiezo.

Nos encontramos, no sé si de forma casual o premeditada en algún lugar. Si era de noche o de día también lo ignoro. Lo cierto es que comenzamos con la típica charla casual de dos personas que se reencuentran. “¿Cómo estás?, ¿qué es de tu vida?, hace mucho que no nos vemos…”. De esta presentación no tengo mucho más que decir, ya que no es lo sustancial de la historia. Posterior a eso, no sé cómo, terminamos en mi casa. En la sala de estar y frente a mi vieja computadora con la que hablaba con vos por Facebook. Casi con total confidencia, empezamos a revisar conversaciones viejas y rememoramos momentos divertidos y tontos que pasamos. Nos reímos de nuestra juventud e inexperiencia. Con el pasar de los minutos volví a tener 17. Carajo, tengo 26 y no me siento joven. Volví a ponerme nervioso como antes. Aunque si te tuviese ahora también me temblarían las manos. No quiero estirar demasiado esto porque me avergüenza, pero terminamos sentados en el piso, con mis amigos y familia. Pasándola bien. Algo imposible, pero claro, por algo los sueños son sueños.

Solo te escribo para agradecerte aunque te sorprenda. Porque pensarás que es una estupidez y que, “en realidad”, no hiciste nada. Pero no es así. Encontré la armonía que necesito ahora, despierto. La que me falta. Así que gracias. Perdón, otra vez, y adiós.

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*guardado en borradores* Qué estúpido, ¿cómo le voy a enviar eso?

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