Tumgik
y-moonlight-a · 5 years
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S
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀» 20 de abril del 2019
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀» SM Entertainment
❦ [ Seoul]
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Con ambas manos en el cuello de su corbata, batallando con aquel incompetente nudo, Aaron intentaba ajustar lo apretado de aquel pedazo de tela en su saco. Su rostro estaba hinchado por la siesta de hace unos minutos y Yang se encontraba arreglándose en el baño. ¿Cómo iría vestida? ¿Qué vestido usaría? La curiosidad habitaba como un pequeño bicho en su mente.
Aquella noche la pareja asistiría a un evento formal de SM - especialmente para empleados, no idols - donde al parecer, un buen resultado esperaba a Aaron. La habitación estaba inundada en una fragancia similar a jazmín; Era la vela del baño.
— ¿Jazmín de nuevo? — Cuestionó Aaron.
— Si bebé.
Contestó Yang quien salió del baño ya arreglada y vio al mayor batallando con aquel nudo.
— Déjame te ayudo. — La pelirroja se acercó y tomo entre sus manos ambos extremos y hizo un nudo uniforme. — Ya esta bebé. — Pronunció mientras daba una leve caricia a la mejilla del mayor.
Pero hacía falta una cosa.
Aaron sacó el pañuelo que Yang había tejido de su peinador y lo levantó. Sus ojos brillaban. — ¿Me puedes ayudar a ponermelo por favor? — Preguntó el castaño con una ligera sonrisa en sus labios. Yang asintió.
— ¿En verdad te gustó mi pañuelo?
—Sabes que si. — Aaron afirmó mientras la menor acomodaba el pedazo de tela en la bolsa de su saco gris, que combinaba con el lila de aquella tela.
— Estamos listos.
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El chofer a quien habían mandado para recoger a la pareja se encargo de llevarlos personalmente a la entrada de la recepción. Alguien aguardaba la puerta y por fortuna, parecía estar alejado del ojo público.
Aaron acariciaba la mano de su pareja, y cuando el carro se detuvo, emocionado, cuestionó. — ¿Vamos bebé?
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y-moonlight-a · 5 years
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⠀" ILLUMIA "
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Yang   Uan sonrisa deslumbrante se podía diferenciar entre las pocas personas que allí se encontraban. La pelinegra lo pudo evitar soltar aquella sonrisa tan particular que solo el mayor provoca. [SMS to Amor] Estoy bien, bien. Espero que Hamilton se porte bien en tu ausencia. Ya quiero verte, pero aún no llegó al aeropuerto, estoy en camino π.π - Aquello último era mentira, Yang Mi ya estaba en el asiento y número del avión asignado por lo que una pequeña mentirita no estaba mal. Había llegado a la terminal un tiempo antes para evitar a los reporteros y las especulaciones que podía surgir si se topaba con las cámaras. Lo cual la llevo a abordar como la primera pasajera del avión. Yang Mi esperaría paciente la llegada del mayor, por otra parte estaba muy emocionada en compartir otra fecha importante con él.
Aaron Hilfiger
Iba deslizando su maleta por la conexión entre el edificio del aeropuerto y el avión correspondiente que en cuestión de minutos saldría a Busan. La distancia era larga por lo que apresuró su paso, la azafata a cargo de inspeccionar le dirigió hacia la izquierda y de tal manera fur hasta subir al avión. En el pequeño momento que tuvo de espera, en lo que subían los demás abordo, Aaron revisó su celular. Suspiro y se encogió de hombros. Ya quería estar con ella. Al abordar sus pupilas se asomaron al boleto. Sin esperar mucho, pues le dijo que apenas venía, camino cabizbajo hasta dejar su maleta en el compartimento de arriba y solo se dejó caer en el asiento, no se había fijado si el asiento de al lado estaba ocupado o no.
Yang-Mi Nanase
Yang Mi se encontraba entretenida con su celular, no le pareció extraño que el mayor no le hay contestado si bien sabía que estaba por abordar. Su vestuario era un poco más simple de lo normal, vestía de negro, últimamente le gustaba llevar aquella campera color marrón y una bufanda. No podía pretender sobresalir con su vestimenta, eso llamaría la atención y era lo que por lo menos quería evitar esta noche. Al parece los pensamientos del mayor estaban en otro mundo, pues este apenas se sentó ni siquiera la había mirado. Dejó su celular a un costado y antes de decir algo, tapo los ojos contrarios con sus manos. — Miren a quién tenemos aquí. — comento bromista. — Adivina quién soy. — volvió a decir un poco más cerca de la oreja contraria.
Aaron Hilfiger
Unas manos delgadas y un tanto frías cubrieron su mirada, detalle que le hizo dar un pequeño brinco pues estaba tan distraído en su mundo que no se esperaba aquella reacción. Inmediatamente reconoció la voz suave y dulce de su novia. — Eres la señora Medusa. — Susurró con las comisuras de sus labios elevadas, esbozando la suavidad de sus ideas; algo que solo ella provocaba en él. Subió su diestra a la mejilla ajena, ladeo su rostro, forzando al movimiento ajeno a alejarse de su rostro y unió ambos labiales en un ligero y demandante beso.
Yang-Mi Nanase
Una sutil carcajada salió de sus labios al escuchar aquel apodo tan original y único que el le había otorgado. No tuvo tiempo para responderde, sus labios fueron atacados en aquel precioso y exquisito beso, el cual fue correspondido a los segundos. Sus manos se colocaron sobre las mejillas a medida que lo atraía hacia sí. Podría seguir, por supuesto que podía seguir, pero no era el lugar. Se separó tristemente de aquel beso, no sin antes dejar un pequeño beso en la nariz contraria. — Hay gente amor. — un puchero se formó en sus labios y solo lo podía observar aquellas pupilas hasta perderse en ellas. — Te extrañe, bebé.— susurro para ambos.
Aaron Hilfiger
Un pequeño puchero se dibujo en los labios del mayor, pero la fémina tenía razón, había gente y no era precisamente el lugar para tales demostraciones de afecto. Siempre había un lugar para todo. En el hotel pudieran darse los besos que ellos quisieran. ¿Verdad? Aaron solamente sonrío al sentir la calidez de los labios ajenos en el puente de su nariz. ─ Lo sé. ─ Susurró, recargando su cabeza de costado en el asiento, perdiendose en las pupilas adversas. Una de sus manos se escapo a acariciar sútilmente los nudillos de la idol. ─ No más que yo. ─ Estaba pérdido en la mirada ajena cuando una voz le interrumpió fuerte y grave le interurmpió, el resto de pasajeros terminaba de acomodarse y la azafata dio anuncio de las instrucciones para el vuelo. Realmente Buscan no estaba muy lejos; era lo bueno. Como se dijo, Aaron cambio su móvil a "modo avión" y subió su mochila a sus piernas, donde tenía pequeños snacks escondidos: Tteokbokki, nongshim... ─ Tengo snacks, ¿quieres? ─ Preguntó una vez que la azafata se había ido.
Yang-Mi Nanase
Al escuchar que el vuelo ya estaba en marcha, prosiguió a colocarse en cinturón, apagó su celular y lo guardo en un pequeño bolso que traía. Todo se le fue de la mente al ver lo que el mayor tenía dentro de su mochila. — ¡Por Dios! Te amo. — plantó un beso en los labiales contrarios por pura emoción. La joven había estado evitando los snacks el último mes, tampoco los encontraba en sus comidas y ver los que el mayor tenía a su disponibilidad, sería capaz de llamarlo de besos solo por recibir una bolsita de aquellos apetitosos snacks. — Si supieras hace cuanto no como golosinas.— cuan niña emocionada tomó una bolsita en sus manos y empezó a degustarlas. — Riquísimo.— le regaló una de tantas sonrisas que durante el día se las iba a otorgar
Aaron Hilfiger
De repente los labiales del mayor fueron ocupados nuevamente en un beso sorpresa, cosa que le dejo perplejo unos instantes. Sacudió ligeramente su cabeza para dejar el shock y prosiguió a reir al ver la emocion de la menor. ─ Son solo... ─ Comentó Aaron, pero fue interrumpido por el comentario adverso y pudo entender cual era su emoción al comer snacks. Olvidaba frecuentemente que ella tenía que seguir una dieta muy estricta en cuanto a lo que comía y a lo que no. ─ Disfrútalo. ─ Susurró regalándole una sonrisa, también. La pareja se quedó conversando por el resto del vuelo y también se fueron arrullando con el vuelo, ya que todos permanecían callados. Terminó por quedarse dormido en el hombro adverso hasta que un fuerte brincoteo por parte del avión se sintió y en ese instante la voz de la azafata anunció la llegada a Busan.
Yang-Mi Nanase
La vista que otorgaba el cielo era inmensa, pero toda la atención de la pelinegra se la llevaba su pareja, quién dormía plácidamente en su hombro. Su mano se encontraba entrelazada con la adversa a su vez dejaba sutiles caricias sobre la palma del mayor. La cuidad de Busan podía verse, estaban próximo a arribar y antes de que despertará al mayor, este se despertó con una turbulencia del avión. Segundos después anunciaron la llegada a Busan. — Despertaste dormilón, bajaremos en unos minutos. — lo abrazo cálidamente mientras respiraba el aroma del perfume que el solía usar.
Aaron Hilfiger 
Aunque fue corto, él castaño profundizo tanto su sueño que cuando despertó, sus parpados estaban hinchados y hasta se podía decir que la tela de aquella campera se marcó en el rostro del joven. Seguramente Yang se burlaría una vez que se diera cuenta. ─ Mh...─ Gruño Aaron, aún con los ojos cerrados y como un niño, solo volvió a acomodarse en el hombro de la menor, ignorando todo posible bullicio de los pasajeros bajando. Los brazos ajenos rodearon su cuerpo y solo sirvió para que quisiera moverse menos de ese exquisito momento. ─No me quiero ir. ─ Susurró para ambos, pero ya se tenía que ir preparando para bajar. Solamente subio su zurda a la mejilla impropia y deposito un último y pequeño beso en el rostro de la menor. El avión aterrizó y cuando al fin se pudo, Hilfiger se levantó de su asiento, abrió el compartimento y bajo la maleta de la menor, dejando esta en la superficie del suelo. Bajó la suya y pasó su mochila a su hombro. ─ ¿Lista? ─ Cuestionó con una sonrisa en su rostro, mientras estiro su mano para entrelazar la de él con la suya.
Yang-Mi Nanase
Sonrió al ver el rostro contrario, más no dijo comentario alguno sobre aquella marca que podía notarse. — Hay que irnos para ir a ver las luces, corazón.— comento tranquila, acto seguido tomó la mano contraria y se levantó para poder bajar del avión. — Deja que llevo mis cosas. — tomó su cartera, la maleta y sin soltarlo se dirigió a la salida para poder salir del avión. Pero como era de esperarse, la pelinegra no podía salir por la puerta principal del aeropuerto. — Solo siganme, por favor.— Yang Mi le regaló una sonrisa de confianza al mayor, asegurándole que todo estaba en orden. Antes de abordar su mánager se había encargado de asignarle una azafata designada que los llevaría por la puerta trasera para que no haya ningún tipo de futuros problemas
Aaron Hilfiger
El castaño asintió y aguardo a que la menor tomara sus cosas para entrelazar su mano con la adversa. Siguió a la menor y había olvidado ese pequeño detalle; a veces se olvidaba de que su pareja tenía que tomar ciertas rutas diferentes para no ser vista. Aún no se acostumbraba a pequeños detalles. Un poco confundido, asintió con una duda plantada en sus ojos. ─ ¿A dónde? ─ Pero su vista se desvío a la azafata que les guío a la entrada trasera del áeropuerto. Era la primera vez que pasaba por una lugar, o "experiencia" así, sin contar a Jeju. ─ Los reporteros. ─ Soltó aquel comentario. Sin embargo, se detuvo unos momentos. ¿Acaso ya llevaban el equipaje las personas que los recogerían en el áeropuerto por parte de la agencia? ─ ¿Y nuestro equipaje?─ El mayor entró en pánico en unos cortos instantes. A la salida se asomaba un vehículo discreto de la agencia, imagino que se irían ahí camino al hotel.
Yang-Mi Nanase
— ¿Umh? — la joven detuvo su paso ante tan cuestionamiento. — No te preocupes, está todo en orden. Nos trasladarán para que sea lo más discreto posible ¿Sí amor? Perdón por no avisarte antes, pero ya sabes que no podemos ser tomados por ninguna cámara o algún sasaeng. — terminó de comentar con seguridad para que él se sintiera de la misma forma, por su lado entendía que todo esto era nuevo para él y hasta podía ser un poco hostigado, pero eran medidas que se debían tomar por la seguridad de ambos. — Las maletas están en el auto, nos transportarán hasta el hotel y si queremos también podemos hacerlo quedar para que ya nos traslade hasta cualquier lugar ¿Vamos? — Yang Mi camino hasta el automóvil, subió a la parte trasera y espero que el mayor hiciera lo mismo, la azafata esperaría hasta que ellos subieran y luego se iría para así informar que nada hubiese ocurrido.
Aaron Hilfiger 
Aaron permaneció en calma y solo sostuvo la mano de su pareja. Esos pequeños “nervios” eran una parte de su persona y un aspecto en el que todavía estaba trabajando. Había muchas cosas tras esos trabajados nervios de su infancia. — Bien amor.— Solamente susurro y sostuvo con mas fuerza el agarre. Aaron asintió a la propuesta ajena. Todo esto era nuevo para él, pero con el tiempo se acostumbraría. — Vamos. — Replicó con una cálida sonrisa en sus comisuras. El chofer del auto subió las pertenencias de ambos a la cajuela y seguido de la menor, él mayor subió a la puerta trasera de la camioneta y cerró esta. Colocó su cinturón y suspiro. — En verdad todo esto es nuevo. — Solamente soltó con una pequeña risa. La azafata se retiró y él mayor indicó el hotel al cual irían, en si, la dirección de su estadía. — Park Hyatt Hotel. — Indico al chofer que inició el camino, saliendo del aeropuerto. Aaron volvió a tomar la mano de su pareja y beso la palma de esta
Yang-Mi Nanase
Un suspiro de alivio salió de sus labios al escuchar el automóvil arrancar, lo que menos quería era que los capten a ambos y le preocupaba colocar al mayor en una situación que sería estresante para él. Yang Mi recargo su cabeza en el hombro contrario. — Lo sé, sé que es nuevo para ti, pero es necesario para que podamos estar tranquilos.— volvió a soltar un suspiro pesado, le encantaría salir como personas normales, pero eso era imposible por el momento. — ¿ya haz venido a este lugar alguna vez amor? — cuestiones, quería sacar charla del tema y olvidarse un poco de las preocupaciones.
Aaron Hilfiger
i— Me acostumbrare con el tiempo. — Aseguró a la menor mientras seguía acariciando los nudillos adversos. El comprendía que eran medidas necesarias para mantener la paz entre ellos y evitar posibles escándalos. — Solo he pasado por Busan, nunca me he detenido la ciudad en verdad. — Comentó intentando desviar la conversación a algo mas relajado. — Siguiente parada debe ser Francia.
Yang-Mi Nanase
— Hazme saber si algo te incomoda ¿Si? — La joven estaría dispuesta a solucionar cualquier incomodidad que le surgiera al mayor, era su prioridad. Escucho atenta el comentario lo que decía el mayor. — ¡Francia, Francia! Debe ser ese nuestro próximo destino.— comento no puedo evitar estar entusiasmada, deseaba volver a aquella cuidad, ahora la emoción era doble por ir con junto a él. Sonrió y solo se apego más a él, desea recorrer muchos lugares, hacer recuerdos y sobre todo estar con él. El chofer anuncio que pronto llegarían al destino, Yang Mi preparo su bolso y volvió a recargar su cabeza en el hombro contrario hasta que llegaron al hotel.
Aaron Hilfiger
i— Todo esta bien, Yang. — Reconfortó a la menor mientras acariciaba su mano. En verdad, lo mejor era que ambos se mantuvieran en secreto. Esbozó una gran sonrisa cuando la menor exclamó emocionada sobre Francia. — ¿Comeremos quesos apestosos y pan baguette? — Cuestionó juguetón, pues aquella era un estereotipo para el país de Francia. Tenían todo el tiempo del mundo y la aventura para ellos solamente comenzaba. Tenían toda una vida. Una vez llegaron al hotel, fueron llevaros a la parte trasera donde al parecer también seguridad especial les recibía para poder entrar con tranquilidad al hotel. — ¿También son de la agencia? — El botones ya tenía la tarjeta de la habitación en mano. El castaño bajo del auto y suspiro, acomodando su abrigo. — Llegamos.
Yang-Mi Nanase
Yang Mi solo pudo sonreír a tales comentarios sobre Francia. — Podemos hacer muchas cosas allí.— terminó de decir. Después de que el automóvil se detuviese, la joven divisó a la seguridad del hotel. — Son del hotel, pero solo se aseguran de ingresemos sin ningún problema.— comento. La pelinegra prosiguió a bajar del vehículo y volvió a entrelazar sus manos con el mayor mientras caminaban la puerta por dónde iban a ingresar. — Llegamos más rápido de lo que pensé. — Saludo amablemente a los de seguridad los cuales dieron paso al ingreso de la pareja al edificio, hasta guiarlos hacia su habitación
Aaron Hilfiger 
— Un beso todo romántico frente a la Torre Eiffel. — Sugirió con una sonrisa ladina, insinuando un rato para ellos dos solos. El castaño alejó aquel pensamiento de su mente y bajó del automóvil. — Gracias. — Dijo por último al al chofer y entrelazo su mano al compás de la de su pareja. Su piel estaba fría. El clima estaba frío. Alguien a la entrada abrió la puerta para ambos y el mayor nuevamente agradeció con un ademán en la mano. Con tarjeta de acceso en mano, le hicieron saber el número de su habitación; número 68. Esta tenía vista al amplio mar de Busan y ofrecía una hermosa vista. Aaron sabía que su pareja disfrutaba mucho del cielo en si. El botones llevo con el equipaje de ambos. — Espero te gusté mi elección. — Si, solo era un cuarto de hotel, pero cuando venía a Yang, él era muy cuidadoso con lo que elegía. Pasó la tarjeta de acceso para poder entrar y el botones se adelantó a dejar el equipaje y se retiro, dejando a la pareja sola. Halo de la meno de la menor para llevarla hacia adentro de la habitación. El color del atardecer ya estaba cambiando, a como se podía apreciar en el gran ventanal.
Yang-Mi Nanase
— No tienes mal gusto en tus elecciones.— dijo mientras ingresaba y observaba completamente la habitación. La vista que el ventanal otorgaba en ese momento era preciosa, se llevaba el premio mayor en el cuarto, se acercó a este y observó cada detalle de la cuidad. — Podremos disfrutar de la vista ¿No crees? Y sacar muchas fotos para tener nuestros recuerdos. Es una lástima que no nos quedemos más tiempo.— si voz se fue apagando en el último comentario, sacudió su cabeza para no pensar en el trabajo, estaba allí para festejar el año entrante y lo más importante, estaba ahí con él\
.Aaron Hilfiger
— Me alegro que te gustará. — Aunque tal vez no era de gran relevancia, él joven siempre tenía detalle cuando se venía a su novia. Sin pensar, siguió a la menor y cálidamente rodeo la cintura ajena, apegando su anatomia a la adversa y acercando a ambos para disfrutar ese sútil momento. — Todas las fotos que quieras. — Aseguró con certeza. Este era un viaje que no olvidarían. Notó la preocupación en la voz de la menor, ¿o mas bien era agobio? No lo sabía, pero, por lo menos por hoy, quería que se olvidará de todo y hacerla sentir tranquila. — No importa, no sera el único viaje que realicemos y, ¿tenemos tomo el tiempo del mundo no? — La diestra que reposaba en la cintura ajena paso a acariciar la mejilla ajena. Acercó el menton de la menor a su rostro, ladeo su menton y otorgo un beso en aquellos cerezos. Sería una bonita noche y el atardecer apenas iba cayendo, por lo que el estomágo del mayor gruño; no había comido nada en todo el dia. — ¿Te gustaría ir a cenar antes de ir al festival, o pedimos algo aquí?
Yang-Mi Nanase
Lo que más adoraba de todo esto era que después de mucho, volvía a recibir aquellos besos que deseaban nunca terminen, sin duda esta noche le robaría más que un beso al mayor y tomaría todas las fotos que su celular le permitiese, ah pero sin exagerar, solo deseaba guardar este preciado momento. Yang Mi sonrió al escuchar el gruñido proveniente del estómago del contrario. — Te mueres de hambre al igual que yo.— cometo. No iba mentir, los snacks solo habían servido como un aperitivo para ella y por otro lado él no era el único que tenía hambre. — Podemos ir para el festival y por el camino ir comiendo algo, no sé a qué ahora empieza todo pero estoy segura que nos dará tiempo de comer, aparte la comida de los puestitos suelen ser deliciosas. — dijo emocionada. Yang Mi solo tomo su campera, billetera y celular, no necesitaba nada más. Espero que el tomara lo que deseaba llevar y luego entrelazó su mano con la del contrario, camino rumbo a la salida para así emprender camino a aquella aventura. — Vamos amor, no perdamos el tiempo.—
Aaron Hilfiger
Separó sus labios unos cuantos milímetros y mantuvo la cercanía entre ambos rostros, mientras se dedicaba a depositar caricias en la mejilla ajena. Escuchó con atención cada palabra y compartía el mismo pensamiento que ella - comer algo en el Festival - para poder adelantarse y disfrutar de la velada. ─ Entonces veremos que cosas ricas hay de comer allá. ─ Terminó por decir imitando las acciones adversas y pasó a buscar su billtera y móvil, abrigo y un cubrebocas para cualquier cosa que se pudiera presentar Desde aquella foto que le tomaron fuera de la agencia podía ser que estuviera siendo parte del ojo público . Entrelazó su mano con la adversa y esbozó una cálida sonrisa, pero sus pupilas se agrandaron al recordar un ligero detalle - los hanboks. ─ Espera. ─ Comentó separandose de aquel agarre y camino a su maleta. ─ Yo... Mande a hacer esto para nosotros, por el festival, supuse que te gustaría, son Hanboks. ─ Saco ambas vestimentas con cuidado; la de la menor era de una rosa viejo con patrones florales tela de seda y la del mayor similar, pero en azul. Ayudo a la menor a ponerse aquel traje, tradicional para el festival de Illumia y puso el suyo. Tomó la mano de la menor, la tarjeta de la habitación y finalmente salieron de la habitación. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ . . . La pareja bajo al lobby del hospita ; la brisa estaba un poco helada, aparte que ya se encontraban expuestos al exterior. El mayor tomó medidas y subrio su cubrebocas, que llegaba hasta la nariz. ─ Solo por precaución. ─ Aseguró a la menor mientras sus pupilas buscaban perdidas el transporte. ─ ¿ Lista ?
Yang-Mi Nanase 
Detuvo su paso dándole una mirada incrédula, mientras veía al mayor caminar hacia su maleta. ¿De verdad se había tomado la molestia de hacer aquellos trajes? se acercó emocionada y con una enorme sonrisa en sus labios. — No puedo creer que hayas hecho esto ¡Me encanta! De verdad, me fascinan.— terminó por decir y tomó la prenda con sus manos, la suavidad de la tela podía sentirse, admiro el traje del contrario y se puso aún más feliz sabiendo que ambos vestirían igual. Rápidamente ambos se colocaron dichos trajes y sin más salieron de la habitación rumbo al lobby. — Incluso el cubrebocas combina con tu traje. Estoy segura que no sucederá nada está noche.— Yang Mi divisó el transporte, la camioneta que la agencia les había otorgado los llevaría hasta el festival para más seguridad. — Listisima.— halo al motor hasta la camioneta en la cual ambos subieron y emprendió en marcha. Por suerte no tomaría tanto llegar hasta allí y tendrían el tiempo para caminar, comer y disfrutar el paseo
Aaron Hilfiger
Yang-MiDespués de cierto tiempo, la parte trasera de la camioneta resonaba con pequeñas risas, cariños y apodos amorosos. ¿Típico de un par de enamorados, cierto? Tanto que el chofer se podía ver un tanto asqueado- a alguien le hacia falta amor. Los edificios adornados de Navidad y las luces arruinaban la imponente tristeza de la noche con su alegre destello. — De niño me fascinaba ver todas las casas decoradas, al menos cuando aún eran buenos tiempos. — Comentó con un poco de melancolía, solía ser bonito, hasta que las fechas se volvieron amargas, al perder a su padre. Se perdió unos minutos en sus sentimientos hasta que la camioneta dobló vuelta y ahí estaba; las luces adornadas en el parque mas grande de Busan, donde se llevaba acabó el festival de Illumia y donde la pareja pasaría el año nuevo felizmente. Desde el automóvil se podía apreciar los diferentes puestos de decoraciones, comida y tal parece había un show musical tradicional. Y tal como el castaño pensó, la mayoría de las personas se encontraban usando Hanboks. Contento porque la expectativa haya sido igual que la realidad, volteó a mirar a su pareja y espero a su reacción mientras el auto terminaba de estacionarse.LikeShow likes7 Jan at 7:40 amReplyYang-Mi Nanase replied to AaronPudo notar aquella sutil melancólica, presionó un poco más el agarre de sus manos, para hacerle saber que ella estaba con él. — Son buenos tiempos ahora ¿No crees? Vendrán más en este año entrante.— comentó mirándolo a los ojos, se acercó a los labios contrarios depositando un beso en estos, junto así fuentes y sonrió sonrió por aquel cosquilleo. — En una navidad podemos adornar nuestra futura casa.— Yang Mi dejo volar su imaginación un poco, la imagen de aquel parque iluminado era muy hermosa. Se acercó a la ventana del automóvil, observó un poco más la decoración del parque y las personas que a medida llegaban. El automóvil se estacionó y fijo su mirada en el mayor. — ¿Bajamos? —LikeShow likes7 Jan at 5:18 pmReplyAaron Hilfiger replied to Yang-MiLa voz femenina devolvió al mayor a su realidad, donde encadenó sus ojos a la mirada ajena y sonrió un poco. — Mientras estes a mi lado, lo serán. — Susurró mientras fue interrumpido por ese pequeño beso. Suspiro e igualmente apego su frente. Ella le transmitía esa sutil tranquilidad. — Bajémos. — Comentó y antes de bajar volvió a acomodar aquel cubrebocas casi a la altura de su nariz. Camino a la puerta de la menor y la abrió por ella. Una vez que bajó agradeció al chofer y entrelazo su mano con aquella de la menor. Las luces del parque cegaron al mayor en la belleza que trazaba el camino hasta el túnel que mas noche visitarían. Volteó a ver a la menor fijamente y le guió hacia los primeros puestos de comida. — ¿Por qué empezamos? — Cuestionó con grandísima hambre.1LikeShow likes8 Jan at 6:05 pmReplyYang-Mi NanaseUna vez bajada del vehículo, Yang Mi observó un poco mejor la extensión de aquel parque que brillaba cuan estrella en la noche. Ya se encontraba una cierta cantidad de multitud de personas en el lugar. — Podemos empezar con un poco de pollo ¿Te parece? — cuestionó mientras trataba de ver más allá del lugar en puntitas de pies, exactamente Yang Mi no era muy alta ni baja pero en ese momento no alcanza a ver los puestos que se encontraban un poco más lejos.LikeShow likes9 Jan at 4:56 pmReplyAaron Hilfiger replied to Yang-Mi— Eres pequeña. — Comentó burlonamente mientras rodeaba la cintura de la menor y le apegaba a su abdomen. Aunque no era mucha la diferencia de estatura entre ellos, Aaron seguía siendo mas alto, obviamente. — ¿Pollo al curry? Vamos a buscar entonces. — En si su fascinación iba mas al sushi y no al curry, pero Yang estaba enamorada del pollo; era como su segundo novio seguramente. Entrelazó la mano adversa y miró alrededor del lugar, buscando un olor familiar que indicará lo que buscarán. — Cuidado. — Susurró mientras caminaba cabizbajo (obvias razones, no quería ser reconocido) y caminaba por la orilla de los puestos, dejando que Yang pasará enfrente de él. El tumulto era grande y no quería perderla. Le recordaba a la primera vez que ambos pasearon en Lotte. La música tradicional ambientaba el lugar y todos lucían hanboks, desde ancianos, hasta parejas y niños. Un grito llamo la atención del mayor y se detuvo unos instantes, haciéndose a la orilla. “ ¡Curry Fried Tongdak! “ gritó un vendedor desde de su puesto. El tongdak era un tipo de pollo al curry. Parecía haber caído justo para el antojo de ambos. — ¿Vamos? — Apuntó al puesto
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y-moonlight-a · 5 years
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Meeting Again
Yang‘
Después de la premiación del día anterior, a las miembros se otorgó el día siguiente para descanso. El grupo en sí venía en subida de ganancias para la compañía, por lo que era muy efectivo tanto para ellas como para la empresa.
Yang Mi tenía un poco más de libertad y privacidad, siempre y cuando todo lo tuviera bajo control.
Las miembros habían decidido irse en la madrugada, pues estás ya tenían planes y no desperdiciarian el día quedándose en el dormitorio. Caso contrario a Yang Mi que paso el día en el dormitorio, realizando algunas cosas ya que luego no tendría tiempo, se puso al tanto también de una serie de la cual recibió referencia, rara vez veía una y la terminaba, en este caso debía hacerlo.
El departamento era muy espacioso, se volvía más grande sin la presencia del staff y sus compañeras. Y un poco aterrador a su vez, era una locura pero era imposible que sucediese algo.
Su celular sonó, una llamada entrante de su mánager hizo que atendiera de inmediato.
¿Algo malo había ocurrido? Si bien ella sabía que este se la pasaría en agencia acomodando papeles, si la llamaba en su día libre era por algo urgente que no podía esperar.
— Jisoo-ssi. Van a dejarte algo que te mandé, deberías verlo, tiene el apellido de ese chico. Es urgente. — solo eso se escuchó y colgó. Acto seguido escucho el timbre sonar, reconoció a la mujer por la pequeña pantalla y accedió a abrir.
— Buenas tardes, el mánager le envía esto.— Yang Mi tomó el sobre marrón en sus manos y se despidió de la mujer.
¿Qué era eso? Podía detallar que era algo secreto, pero en ese momento nada se le venía a la mente, hasta que abrió dicho sobre, el cual contenía una carta y la palabra "Hilfiger" resonó en su cabeza.
Era entendible, el deber de su mánager era saber todo sobre la vida de las miembros y así evitar que los medios revelen cosas privadas de ellas. Entendió la preocupación de su mánager, si otra persona lo tenía en su mano vaya saber lo que haría y los medios pagarían por los secretos de un idol.
"J. Hilfiger." su cuerpo se tenso y sintió el nerviosismo, fue directamente a su habitación no quería que nadie la viera, tomó asiento en su cama con la carta en sus manos, conocía el apellido, como olvidarlo ¿Pero la inicial?
El miedo se apoderó de ella, no sabía si abrir o no aquel sobre.
Yang-Mi
8:00 pm
El decidir leerla fue por curiosidad, Yang Mi era curiosa desde que había nacido, tenía una pequeña idea que sería algo referido a él pero no que sería él con su segundo nombre, el cual nunca lo escucho mencionar cuando estaban juntos. Aquello que temía estaba sucediendo, su mejillas estaban mojadas por algunas lágrimas que se habían escapado mientras leí la carta. "Aarón, Aarón, Aarón." El nombre del masculino invadía su mente y su corazón cada vez se oprimía más ¿Por qué tenía que doler tanto? ¿Por qué? Se recostó sin energía y solo sollozo en silencio por un tiempo indefinido, se encontraba en un momento solitario que ni abrazarse a si misma la reconfortaba. ¿Felicidad? ¿Paz? Yang Mi no encontró descanso desde aquella separación, pero podía colocarse una máscara y fingir que está bien para los demás. Doblo la hoja y se incorporó rápidamente, removiendo y secando sus mejillas de las lágrimas. La noche ya había caído y el frío se empezaba a notar, así que tomó un buzo un poco grande para su medida así la capucha podía tapar su rostro, guardo la carta en el bolsillo de su pantalón y como salió del departamento para buscar aire fresco.
Aaron
11:12 pm
La noche había caído. Silencio. Soledad. Oscuridad. Todas aquellas eran frases que describían los sentimientos del castaño tras el tiempo transcurrido. ¿Habrá aquella carta llegado a su destino? Jamás lo sabría. Solo podía desear en su interior que su destinataria hubiera optado por leer lo que el creía, quería la otra persona: El posible cierre de un ciclo. Pero Aaron no quería cerrar aquello todavía. Tenía un hambre por luchar. Eran las once de la noche y el aturdir de sus pensamientos no era lo mejor. Decidió salir a tomar un poco de aire fresco justo fuera de su departamento en Gangnam. Respiro y miró al cielo, preguntándose a si mismo, ¿enserio este era el final? En el fondo, quería creer que los milagros y las casualidades, pasan por algo.
3 December 2018
Yang-Mi
7:38 pm
Las frías noches de otoño no eran impedimento para Yang Mi, solo se arrepintió de no haber escogido un abrigo más caliente. Nuevamente estaba caminando sin rumbo alguno, fijando su mirada en cada detalle de las baldosas, como su tuvieran algo que mostrar más allá de su color gris opaco. Sentía como la Luana le hacía compañía en cada paso que daba, las palabras de aquella carta no podían dejar su mente ¿En qué momento ocurrió todo aquello? Un suspiro salió de su alma y observando el cielo estrellado de aquella noche buscando tal vez una respuesta pero no era la luna ni las estrellas quienes se la darían. Camino unos cuantos metros más, hasta chocarse con una mini-plaza, aquella que estaba llena de pequeños niños en diversas horas del día, pero ahora se encontraba completamente vacía y un poco oscura ante sus ojos, se adentro y tomó asiento en un banco, saco la carta para leerla nuevamente, algo que no consiguió por culpa de sus ojos cristalinos. Nada podía cambiar si la leía nuevamente, allí estaba más que claro lo que el mayor quería transmitir y no lo culpaba. Suspiro y volvió su vista al cielo, hasta que cerró sus ojos para encontrar un poco de tranquilidad a sus pensamientos.
Aaron
8:37 pm
El castaño se recargo en aquel balcón. El frío helado se podía sentir por cada centímetro de sus extremidades. Helante y cruel, tal como el vacío que había dentro y aún no terminaba por sanar; que solo se escondía al poner todo en la música. Se adentró nuevamente a su habitación y cerró la puerta detrás si. El semblante del mayor era cansado. Caminó a la orilla del colchón y dejo caer su peso a este. El canino no tardo en acompañarlo y brinco a la cama para acurrucarse con este. Aaron desbloqueó la pantalla de su celular y nuevamente veía aquellos mensajes y contacto sin borrar. Mas de una vez había estado tentado a escribir un “Hola” o “Regresa” pero la incertidumbre y los deseos adversos que no eran conocidos hacían que permaneciera en duda. Apago el móvil y solo pegó su cabeza al almohadón. En verdad era una daga al pecho.
Yang-Mi
9:30 pm
Pasaron varios minutos, la temperatura comenzaba a descender de a poco y sentía el frío de sus piernas, lo heladas que se encontraban sus manos y seguro su nariz estaba roja. Ya no podía pensar más, de igual forma no podía hacer nada en ese momento por más que quisiera. No lo iba a negar, Yang Mi varias veces quiso contactarse con el mayor pero por una extraña razón no podía enviar mensajes y el número no daba tono, así que dejo de insistir. Tampoco estaba convencida que viviese en el mismo departamento, no tenía como contactarlo y solo tenía una carta. Se incorporó y volvió a caminar rumbo al dormitorio antes de que el frío la consumiera y pescara un resfriado. Si el destino los hubiera querido otra vez de vuelta, se habría dado una forma de encuentro pero no sé otorgó ninguna al pasar los días. El mundo era muy grande pero en algunos casos podía convertirse en un pañuelo. Tal vez debería esperar así mismo como lo leyó en la carta. Esperar que en un futuro se vuelvan a encontrar y hablar sobre la vida de ambos. Mientras tanto Yang Mi tendría que luchar con ese amor que había dejado nacer y que no podría tener.
Aaron
10:10 pm
Los minutos pasaron y Aaron seguía pegado a la pantalla de aquel móvil. Las luces de toda la habitación estaban apagadas y lo único que hacía a esas altas horas de la noche era leer las pequeñas cartas y viejas fotos que aún conservaba de ambos. El canino, Hamilton, se había acurrucado a su lado. A Aaron nunca le gusto dormir con mascotas en cama, pero desde que sus horas de sueño comenzaron a empeorar una amiga le recomendó el dormir con su mascota, y funcionó. Por lo menos ahora su sueño pasaba de las cuatro horas. Paso su mano por las hebras de su cabello. Y de nuevo, volvió a abrir aquella conversación de viejos mensajes. Se preguntaba, ¿enserio ella no habría querido hablar de nuevo con él? Aaron siempre fue incierto y le costaba ser directo. Las cosas que contenían aquella carta era lo que el pensaba que la adversa quería. Y sin mas, tecleo sobre aquel chat. [SMS] Te extraño. - Para el contacto guardado como “Kurage.” Sonrió a la pantalla con suavidad y un poco de brillo en sus ojos. Nuevamente, iba a borrar aquel mensaje para quedar como un pensamiento en el limbo. Sin embargo, el canino se movió haciendo que el brazo del joven se moviera y al estar medio dormido, el celular cayó sobre su rostro, haciendo que el mensaje se mandará y Aaron golpeará su rostro. — ¡Hamilton! — Exclamó el mayor, quitando el celular de su rostro y dejándolo a un lado, olvidando aquel mensaje. Olvido el mensaje por el impactó y sobo su nariz. — Dios... Te mandaré a dormir a tú cama eh.— El mayor abrazo al canino y llamándole un día, opto por ir a descansar y ojalá, los sueños pudieran ser amenos aquella noche. (edited)
4 December 2018
Yang-Mi
5:59 pm
Una vez en el dormitorio ya podía escuchar las voces de sus compañeras al ingresar, estás habían llegado en algún momento de la noche y lo primero que hicieron fue atacar la cocina. Yang Mi no presto atención a ninguno de los llamados que están le hicieron e incluso ignoró el de su hermana y paso directamente a su habitación. No tenía ganas de liderar sobre el día que ellas habían pasado, no está noche. Solía sentirse más "segura" por así decirlo en su habitación, ella y solo su intimidad estaban allí, el último mes le prohibió el paso a las integrantes e incluso no podían ingresar sin permiso. Sus amadas medusas se encontraban allí, cerca de su cama, sus finos cuerpos eran iluminados por una tenue luz que le proporcionaba la pecera y cada vez que Yang Mi se acercaba parecían reconocerla. Era una locura pero logró un vínculo con ellas, desde que las trajo al dormitorio estás se podían irritar con facilidad, se dio cuenta de ello cuando personas desconocidas las observaron los primeros días, por lo que no era opción el dejarlas en el comedor, tampoco las quería lejos de ella, estás representaban un vínculo único y especial en su vida. Yang Mi se desvistió para poder "descansar" su cuerpo en aquella inmensa y fría cama, estaba más seguro que no podría conseguir dormir esa noche y no le parecía extraño. Apagó la luz y tomó su celular para verificar los mensajes ya que no lo había llevado cuando salió. Uno que otro mensaje de las chicas, en los grupos del CEO y de su mánager informando algunas actividades para el día siguiente. Su mente estaba cansada y apenas leyó el remitente de aquel mensaje su cuerpo volvió a paralizarse. No, no había eliminado el contacto y tampoco había cambiado el nombre de como lo tenía agregado. Mordió su labio inferior para contener el llanto que se aproximaba, no sabía si fue por error o por obras del destino, pero ese mensaje, primero la carta y ahora esto. Lo extrañaba, de verdad lo hacía, cada día algo lo recordaba a él, incluso confundía a algunas personas con él, Aarón jamás abandonó su mente y corazón. No quería olvidarlo y no podía olvidarlo. Yang Mi observó nuevamente a sus medusas, las cuales no paraban de ir de una lado para el otro, no tenía nada que perder, si por error o no, el mensaje ya estaba allí. [SMS to Amor ] Como no tienes idea. "Te extraño, como no tienes idea" aquel mensaje iba con todos los sentimientos de anhelo que podían existir, apagó la pantalla de su celular y lo colocó en su pecho, deseando más que nada el sueño, porque era posible el no recibir respuesta y pero ahora se mantendría despierta con una mínima esperanza en su corazón. (edited)
Aaron
6:36 pm
Morfeo ayudo a Aaron aquella noche. En verdad lo hizo. El castaño pudo dormir como hace días no lo había hecho. Estaba enredado en las cobijas y como costumbre se estiro, dejando escapar un leve quejido y bostezo. Pero eran las cuatro de la mañana. No era extraño levantarse a esta hora, pues desde la separación, era como un patrón levantarse a esa hora. No prestó atención a su celular e hizo el intento de volver a dormir, acostándose boca abajo. Resulto imposible. Después de una hora, tomó su celular y en la oscuridad abrió la pantalla de bloqueo, sin prestar atención a las notificaciones. Eso fue hasta que sus ojos se abrieron par en par, haciendo que cualquier tipo de sueño se fuera como hacer que se sentará de golpe en la cama. [SMS from Kurage] Como no tienes idea. - ¿Pero que rayos? Se tensó inmediatamente y el ritmo de su corazón comenzó a palpitar con un nervio inimaginable. ¿Acaso se mando el mensaje con aquel golpe? Joder, miro a techo y deslizo la pantalla. No sabía que responder y en ese momento estaba estático. ¿Acaso esto no era un sueño? Todo peso se vino abajo y toda incertidumbre de alguna manera desapareció, ¿habría recibido la carta? No sabía que responder. Al menos no en ese momento, así que solo escribío lo que sus torpes dedos le permitieron ese momento. [SMS to Kurage] Y te quiero a mí lado. - Presionó el botón de “Send.” Y volvió a dejarse caer al colchón. Adiós al sueño por esa madrugada.
Yang-Mi
8:52 pm
El sonido de las aguas del reloj era el único sonido que podía escucharse, la habitación permanecía a oscuras y las únicas fuentes de luz era la pecera y la luna. Yang Mi estaba sentada en el umbral de su ventana, observando el cielo estrellado desde hacía... Bastante tiempo, la cama se le hacía incómoda y era una noche más en dónde no podía dormir. Entre sus manos tenía aquel cuyo papel fue escrito por mayor, este estaba un poco arrugado de las tantas veces que lo doblo y viceversa para leerlo. Yang Mi solo estaba observando el cielo nocturno sin emoción alguna, aquel cielo que alguna vez fue apreciado por dos personas ahora era contemplado por ella. A su vez había colocado algunas canciones para poder calmarse y adentrarse en algún mundo, el reproductor le brindaba una nueva canción que cuando sonaron los primeros acordes sonaron, hizo reconocer el nombre del tema. «Moonlight» empezó a reproducirse aquella sencilla canción era perfecta en esa ocasión, pero el sonido de un mensaje nuevo la interrumpió. Yang Mi tomó el celular y se sorprendió un poco por la hora, pronto iba a amanecer, lo cual no era tema de importancia. Aquel mensaje que había enviado recibió respuesta e hizo que se paralizará otra vez, su corazón corría a mil al leerlo. "Y te quiero a mí lado" ¿Qué estaba pasando? Una lágrima se escapó, le había contestado, mientras ella pensaba que el primer mensaje era un error, este descartaba esa posibilidad. Respiró profundamente y tecleo en su celular, no sabía a donde llevaría todo esto pero si está era una posibilidad para al menos hablar con él, la aprovecharía, aunque fuera la última vez. [SMS to Amor] Para abrazarte y así poder dormir.
Aaron
9:19 pm
Aaron respiró profundo al recibir una respuesta casi inmediata. ¿Porqué se sentía como si hablará con ella por primera vez? Podía sentir como unos pequeño nervios aparecían; hacían que hasta el escribir sobre la pantalla fuera torpe. El recibir respuesta de la menor de alguna manera... Alivió una incertidumbre tremenda. Sin mas, se apresuró a responder. [SMS to Kurage] Pensaba que ya no querías hablarme. ¿Quiero abrazarte tanto, sabes?
Yang-Mi
9:39 pm
El tintineo de la pequeña luz hizo que tomara su celular rápido, tenía los nervios a flor de piel cuando observó el mensaje. Realmente no quería que nadie le enviará mensajes en ese momento, nadie que no fuera él. [SMS to Amor] También pensé que no querías hablarme. Quiero hacer lo mismo, quiero abrazarte, quiero verte... Por cierto, recibí tu carta en la tarde. - Respondió de inmediato, sabiendo todo lo que aquello significaba, los nervios aún no se iban y dudaba el que se fueran.
Aaron
9:46 pm
Respiro pesadamente al ver que la adversa confirmó el haber recibido su carta. No sabía como sentirse al respecto con aquello, pues nada de aquella carta era mentira realmente. La única mentira era la que el puso en su mente al pensar que la menor no quería volver a hablarle. [SMS to Kurage] Haría lo mismo de siempre, pero hace frío y ya sabes... La carta, eh... Por un momento tenía pánico. No quería que llegara a las manos equivocadas y... Eso.
Yang-Mi
10:12 pm
Se removió de donde se encontraba, dirigiéndose a la cama pues empezaba a tener frío. [SMS to Amor ] ¿De verdad harías lo mismo de siempre? Sería una locura. Espero que te estés abrigando por el frío. Llegó a quién tenía que llegar, la leí unas par de veces para empezar a asimilar algunas cosas. - Se recostó en su cama y envío el mensaje, la carta la había dejado con cierta amargura. Yang Mi no quería equivocarse, el dolor se volvió a instalar en su pecho y no pudo hacer nada. Tal vez todo esto era un bonito sueño y su mente le jugaba una mala pasada.
Aaron
10:18 pm
[SMS to Kurage] Descuida, solo he tenido pequeños resfriados. Espero te estes cuidando también. No sé que decir al respecto, la verdad. Solo eran... Cosas que tenía que sacar, me refiero a la carta. No quería hacerte mas daño, Yang. - Comentó con un poco de dolor lo último. -
Yang-Mi
10:31 pm
[SMS to Amor ] Estoy bien, no hay de qué preocuparse. - Qué mentira tan grande, pero el último tiempo se había acostumbrado a ella, todo tenía que estar bien y en orden o aparentar eso enfrente de todos. Envío el mensaje, tenía que lograr sacarse aquella ilusión instalada, la carta decía lo que el mayor quería, así que ella debía respetar aquello.
Aaron
10:42 pm
Se encontraba acostado de lado sobre la cama, cubierto en las cobijas. Un pequeño choque, o un pequeño escalofrío, recorrió su cuerpo al leer aquello. Parece que ya estaba bien sin él. Aaron solamente suspiro y apagó el celular unos momentos, dejando caer este sobre la cama y el mensaje como visto. Parece que ella ya estaba bien sin él. Parece que estaba mas tranquila y no quería llegar a interferir con ello. Que ella, sin él, estaba mejor. Era hora de sacarse aquel pedazo de esperanza que aún quedaba ahí... [SMS to Kurage] Entiendo. - Respondió con un pequeño nudo en su garganta. ¿Porqué costaba decir las cosas como eran? Se sentía como una barrera. Aventó el celular y se quedo mirando el techo, estrujando esa pequeña esperanza que quedaba. (edited)
Yang-Mi
11:22 pm
Así era como aquella pequeña conversación llegaba a su fin, Yang Mi solo se acurrucó tratando de contenerse como lo venía haciendo cada noche en el último mes. No quería mentirle, no a él, pero ¿Para qué decirle como realmente se sentía? En aquella carta expresaba lo que él quería sacar, también quería cerrar un ciclo y eso seguro era para empezar olvidar lo que alguna vez tuvieron ¿Para qué volverlo a preocupar si él ya estaba tranquilo? Seguro hasta estaba listo para amar a alguien más y pronto se olvidaría a alguien como ella. Nuevamente Yang Mi se llenó de pensamientos negativos, no podía hacer nada más que lamentarse y llorar, tal como una vez él se lo había dicho, pero de qué vale ya. Solo si al menos supiese lo mucho que anhelaba estar con él, daría lo que fuera por verlo al menos una vez. [SMS to Amor] Te deseo toda la felicidad del mundo Aarón. No olvides tan rápido a una persona perezosa como yo ^^ Tengo mis mejores recuerdos contigo mí amor. Y no, no estoy bien pero... Solo cuídate mucho. - No importaba si recibía o no respuesta, solo quería que él supiera que no lo había olvidado, pero así mismo estaba consiente de que ellos capaz no volverían a estar juntos. (edited)
Aaron
11:52 pm
La luz del móvil se volvió a iluminar una última vez, y con una pequeña lágrima asomándose en el párpado del mayor acercó este a su rostro para mirar la notificación sin desbloquear este. Leyó las primeras palabras y terminó por desbloquearlo. A la mierda el orgullo, si lo iba a perder. Lo iba a perder bien, aún así fuera la última vez que hablaran. Con un nudo en su garganta, presionó el micrófono en la esquina de la pantalla y comenzó a grabar un mensaje de voz. [Voice SMS to Kurage; 2:36] “ Eres una tonta al pensar que te he olvidado, Yang. Jamás lo voy a hacer porque te sigo amando. Sigo pensando en ti todos los malditos días. Se que ya no tengo lugar en tú vida, pero amor, quiero que sepas que... Me encantaría poder volver a estar contigo. Comenzar ese nuevo ciclo contigo, porque si, aún te amo y no me imagino con nadie mas. “ Pausó unos momentos y respiro hondo para continuar, mientras su voz se quebraba un poco. “¿Porqué no entiendes que quiero estar contigo? ¿Acaso eso es muy egoísta? Corazón... N-no hay momento en que no he pensado en ti. No olvides que he sido quien mas te ha amado y daría lo que fuera por verte de nuevo. Te amo, nunca lo olvides. Se muy feliz Yang Mi, por favor.” - Finalizó aquel audio y finalmente dejo el celular al lado para intentar conciliar el sueño. (edited)
5 December 2018
Yang-Mi
11:32 am
Sintió como su corazón se oprimía a medida que iba escuchando aquel audio, aquel sollozo se convirtió en llanto, un llanto que ahogó en su almohada. Cuánto había extraño si voz, su preciosa voz, Yang Mi jamás dejo de amarlo y él se sentía igual ¿Pero porque todo estaba sucediendo de esa manera? Desearía estar con él en ese preciso momento y rodearlo con sus brazos, volver a sentir la calidez que el cuerpo contrario le brindaba. Unos minutos después se atrevió a contestar aquel audio pero si mandaba uno igual terminaría llorando en él. Temblorosa tecleo aquel mensaje. [SMS to Amor ] Tienes lugar en mí vida, lo tienes. Mis sentimientos por ti no han cambiado y no lo harán, Aarón... Mí amor, también te amo. Yo... Yo... Si tan solo pudiera verte una vez más, no lo sé. No sé si aceptarías. Ahora mismo quiero tenerte a mí lado, quiero sentir esa calidez que solo tú me supiste brindar. - Respiró profundamente y envío otra vez el mensaje, una idea de llamarlo se le cruzó por la cabeza pero no quería incomodar ya en las altas horas de la noche.
Aaron
1:50 pm
La pantalla del móvil se volvió a iluminar. El nudo en la garganta del castaño aún no había desaparecido. Con los ojos un poco rojos y el clima helado, giró levemente su rostro para asomarse con muy poco anímo en la pantalla. Tecleó sin pensarlo dos veces. [SMS to Kurage] ¿Donde estas? ¿Estas sola? Seguro tienes algo que hacer para mañana. Perdón. - Una idea muy loca había cruzado por su mente. El clima estaba helante y un poco peligroso, pero poco podía pensar ese momento en las consecuencias. Quería ir a verle. ¿Seguiría despierta? (edited)
Yang-Mi
8:40 pm
Tomó nuevamente el celular en sus manos, deseando escuchar la voz contraria. Estaba pensativa en lo iba a hacer, solo marcaba una vez y el celular empezaría a llamar pero Yang Mi creía que no era buena idea. [SMS to Amor] Estoy sola en mí dormitorio. ¿No puedes dormir? [ Voice SMS ] "Yo... No puedo dormir, no logro conciliar el sueño, sabes... Umh no sé si un día de estos pueda verte...." Mordió su labio inferior para que no dejar salir el llanto y que este ni siquiera sea grabado. "Te extraño..." - Envío el mensaje y solo espero, mientras observaba el techo de su habitación, unas pequeñas lágrimas todavía seguían saliendo de sus ojos, estaba convencida de que el día de mañana estaría hecha un desastre. (edited)
Aaron
8:53 pm
El mayor era un desastre en ese instante. No sabía si estar triste o feliz. Un caos se había desatado, pero el que ella le contestará aquella noche, le transmitió paz. [SMS to Kurage] Ya veo. Y no, no puedo dormir... - El mayor seguiría escribiendo, sin embargo, apareció en la esquina que un mensaje de voz estaba siendo . Así que aguardo. Un nudo en su garganta se formó inmediatamente al escuchar la voz de su pequeña. Aaron no era de aquellas personas que lloraban, mas, el escuchar esa pequeña voz con un tono ahogado hizo que finalmente una lágrima de sus ojos vidriosos se escapara. Respiró hondo y presionó el botón de grabar [Voice SMS to Kurage] “Mi amor... “ El silencio inundo unos segundos y tomó el valor para decir aquello. “Mándame tú ubicación.”
Yang-Mi
9:11 pm
Volviendo a tomar su celular y escucho el último mensaje de voz. Volverlo a escuchar decirle "Mí amor" fue tan inexplicable, había pasado bastante tiempo desde que lo escucho llamarla de esa manera. [SMS to Amor] Estoy en el Han River Bamseom, Gangnam. - Escribió y lo envío inmediatamente, Yang Mi envío la dirección pero era un poco complicado el acceder a dicho lugar. Pero no tenía problemas el decirle dónde se encontraba. Miro la pantalla de su celular esperando respuesta para saber porque deseaba la dirección. ¿Sería posible...? Yang Mi suspiro, pero una pequeña ilusión latía con fuerza. ¿Qué tal si...? Dejo quietos sus pensamientos y espero que el mayor contestara.
Aaron
9:29 pm
[SMS to Kurage] Voy para allá. - Tecleó sin mas y apago la pantalla de su celular, dejando este sobre la cama. Aaron empujó las cobijas que cubrían su anatomía. Se acercó a los cajones de su peinador y tomo una sudadera y un pantalón de mezclilla, unos tenís y una buzo lo suficientemente grueso para cubrirlo del frio. Aaron vivía mas o menos a quince minutos, pues también residía en Gangnam. No sería difícil encontrarla; podía sentir su ubicación. Mas por el frío, no se arriesgaría a que pasará lo de hace un año atrás en Navidad. Dejo al canino descansando y salió de su complejo de apartamento cerrando este con llave. Subió el gorro de su chamarra para que cubriera su rostro junto con un cubrebocas y bajó hasta salir del edificio. El camino sería a pie pues no quería que nadie sospechara. Colocó sus audífonos y se dejó guiar por la voz del GPS dando las vueltas y turnos correspondientes. El frío era demasiado helado esa noche; o al menos para alguien tan sensible como él, si. . . . “You’re destination is at your right.” Indicó el GPS y Aaron inmediatamente paró, haciéndose a una esquina escondida. Los paparazzi nunca descansaban, menos a las afueras del edificio YG. Aaron sacó su celular y volvió a teclear. [SMS to Kurage] ¿En que dormitorio estas? Dame una señal, una luz o algo así. - Su corazón latía con fuerza. ¿Qué loco enamorado iba a las cinco de la mañana a la mitad del frío? ¿Aaron? Definitivamente.
Yang-Mi
9:58 pm
Yang Mi se incorporó de inmediato al leer "Voy para allá" ¿De verdad el mayor vendría? Tantas cosas se le pasaron por la cabeza, sabía que era una noche helada, más en la madrugada y sabía más que nadie que el mayor era sensible al frío. Por lo que no quería que nada le ocurriese. En momento en el que estaba escribiendo el mensaje, una notificación le saltó en medio de la pantalla «Su celular se apagará en 30 segundos» ¿Era broma verdad? Yang Mi no se dio cuenta de la batería de su celular, por lo que se levantó rápido en busca del cargador. Estuvo aproximadamente 10 minutos buscándolo hasta hallarlo, lo conecto y espero que esté cargarse un 2 % para volver a prenderlo. Estaba nerviosa y su cuerpo temblaba, no sabía en donde, ni cuando podría tardar en venir el mayor hasta el departamento. Busco rápido la conversación y pronto cayó otro mensaje. Ya se encontraba allí. Yang Mi miro por la ventana pero no vió a nadie, su habitación se encontraba en la 8vo piso del lado derecho de la entrada, lo suficientemente alto y escondido para evitar que le tomarán fotos, más sabía que los reporteros estarían en la entrada del edificio, no solo ellas vivían allí, varías celebridades de la industria se hospedaban en el edificio. ¿Cómo podía darle una señal? Recordó entonces que la pequeña ventana de la cocina podía verse desde la entrada, su celular no tenía la batería suficiente para desenchufarlo asi que envió un mensaje antes de ir para la otra habitación. [SMS to Amor] Realmente no sé en dónde estás, pero estoy en el 8vo piso, iré para la cocina y prendere esa luz, estará prendida cinco segundos luego la apagaré. - Envío el mensaje y salió de su habitación para estrar a la cocina, la cual permacia a oscuras, se acercó hasta la ventana y vió varias personas, los reporteros no dormían al parecer. Se vio hasta la pared y presionó la tecla, contó hasta cinco, luego la apagó mientras esperaba que el mayor la haya visto.
Aaron
10:19 pm
Aaron estaba temblando un poco por el helado clima. No podía moverse mucho, pues justo en la esquina donde se encontraba, había un grupo de prensa que parecía esperar a un movimiento. ¿Enserio nunca dejarían descansar a los idols? Sacudió su cabeza mientras en sus manos seguía sostiene el celular; la pantalla de este estaba fría y sus manos temblaban. El sonido de una notificación se escuchó e inmediatamente miró hacía abajo. - [SMS from Kurage] Realmente no sé en dónde estás, pero estoy en el 8vo piso, iré para la cocina y prendere esa luz, estará prendida cinco segundos luego la apagaré. - Aaron leyó con atención mientras su mirada se levanto y se enfocó en el octavo piso. Podía sentir como su respiración se volvía un poco mas pesada. —Crono, no me falles ahora mismo por favor.— Susurró para si mismo, mientras guardaba el teléfono en su abrigo y prestaba atención a las luces. ... Cinco minutos y nada, cuando el pequeño flash de una luz se vio en lo mas retirado del lado del edificio. — Bingo. Volvió a acomodar su gorro y al pisar para adentrarse a ese callejón y realizar su famoso espacio-tiempo, escuchó el click de una cámara, lo que hizo que se estremeciera en ese instante. — Joven, ¿qué hace usted aquí? — Aaron se tenso y no se movio. Aquella voz masculina era la de un paparazzi, ¿pero de dónde mierda había salido? Empezó a maldecirse en ese instante. No dio cara y solamente contestó. — Estoy buscando un lugar para dormir. — Un vagabundo fue la primera idea que cruzó su mente. — Pero, su sudadera de Adidas no es de pobre, muchacho. ¿Acaso tiene otro compromiso aquí? — Cuestionó el reportero y Aaron estaba a punto de voltear y tirar un golpe a aquel, pues su corazón latía con fuerza. No había otra opción. Extendió su mano y manejando las partículas del aire, alteró la moción y el orden del área, haciendo que todo se detuviera y de tal manera cruzo lo que fue un portal en el espacio-tiempo para adentrarse en el edificio. Metió pie a este y todo siguió su curso. El reportero quedó atónito, ¿a dónde había ido ese joven? . . . Aaron cayó al suelo, escupitando y recargado en sus palmas. Tardó unos minutos en reaccionar y levantar su mirada. ¿Había llegado a su destino? No podía sentir la presencia de Yang Mi... Debía ser por el bloqueo de unos momentos.
Yang-Mi
10:42 pm
La oscuridad de la habitación la ponía más nerviosa de lo que se encontraba, no sabía sí ir por su celular y ver si tenía algún mensaje o esperar. Tal vez el mayor necesitaría ayuda para ¿Subir? Era un poco confuso y los segundos pasaban como horas, fue a su habitación pero efectivamente no tenía mensajes. Lo que hizo que se preocupara. [SMS to Amor] ¿Dónde estás? - Fue lo único que envió, estaba a punto de llamarle pero un pequeño ruido la distrajo ¿Será que algunas de las chicas había despertado? Aún era temprano, salió con cautela y se dio cuenta que el ruido venía de la cocina, la luz de esta estaba apagada y Yang Mi empezó a tener miedo, tal vez un roedor estaba allí. Con sumo cuidado se asomó y no, efectivamente el cuerpo de un roedor no podía ser, volvió a prender la luz, sus ojos se abrieron de par en par y por unos segundos no dijo nada. Por instinto se acercó, colocándose a la altura de este, no sabía si tocarlo, no sabía qué hacer. — Aarón... ¿Te encuentras bien? — trato de decir con calma, pero estaba mucho más nerviosa de lo que imaginaba, su respiración estaba acelerada y observo detenidamente el rostro del contrario. No podía creerlo, estaba allí, enfrente de ella, quiso acariciar la mejilla pero su mano quedó suspendida en el aire al cruzar después de mucho tiempo una mira con él. (edited)
Aaron
10:54 pm
Todo su cuerpo se tensó al momento que la luz de la cocina se prendió y por un momento pensó que había echado a perder todo, eso fue hasta que... — Yang. — Fue lo único que pudo salir de sus labios al toparse con los ojos cafés tan bellos de la menor. El ritmo de su corazón se aceleró y todo se congelo para él. No sabía como reaccionar. — Si, si, estoy bien... — Balbuceó sin quitar la mirada del rostro adverso. Por instinto, acercó su zurda para llevar la palma adversa a la mejilla propia, apoyando su rostro ahí, en ese lugar tan cálido. — Se siente tan bien. — Susurró mientras cerró sus ojos y se acercó a encerrar a la menor en sus brazos, nivelando la altura de su anatomía, y de él, un pequeño sollozo. En verdad la había extrañado. (edited)
Yang-Mi
11:05 pm
No pudo evitar sollozar una vez que sintió estar rodeada por los brazos del mayor, podía sentir como esa calidez volvía a su corazón. Rodeó con fuerza el cuerpo contrario, temiendo que fuera todo un sueño y no fuese real. El aroma y el calor cubrieron cada parte de sus sentidos, extrañaba esa sensación que solo él podía causar en ella. — T-te extrañe... — fue lo único que por el momento pudo entablar, estaba sollozando y las palabras no le salían del todo. Yang Mi hundió su rostro en el hombro contrario, tratando de calmar un poco su llanto, pero no podía hacerlo, se sentía indefensa y parecía una niña la cual volvía a reencontrarse con un ser querido, en este caso amado. (edited)
Aaron
11:11 pm
— Vaya, eres la misma llorona de siempre. — Susurró, dejando escapar una pequeña risa de sus labiales mientras comenzó a acariciar la cabellera ajena con mucha suavidad y delicadeza. Una pequeña lágrima se escapo por la mejilla del mayor. Sus brazos bajaron a rodear la cintura adversa mientras la acurrucaba en sus brazos y pecho. — Como no tienes idea. — Completó aquella frase tal como ella lo había hecho en el mensaje. Se apartó unos milimetros para besar la frente de la menor, y así permanecer un ratito. ¿Serían atrapados en la cocina?
Yang-Mi
11:27 pm
Se alivió un poco al escucharlo, no había podido cambiar ese aspecto aún de ella o tan solo era que con él podía llorar. Yang Mi empezó a secar con la punta de su camiseta su rostro mojado por las lágrimas, sabía que sus ojos estaban hinchados así que evito frotarlos con aquella tela. — No puedo creer que estés aquí.— cerró sus ojos para poder sentirlo de otra manera, recordó también que estaban en la cocina y que posiblemente alguien podía despertar y verlos. — Hay que ir a mí habitación ¿Si te quedaras no? — cuestionó mientras alzaba la mirada, su mente y corazón querían que se quedará pero no sabía si él lo haría, igual podía usar el pretexto de que hacía frío y así por lo menos retenerlo un poco.
Aaron
11:35 pm
— Vine para quedarme, cariño. — Susurró, encontrándose con la mirada impropia. Subió su diestra a aquella mejilla y con mucho cuidado paso la yema de su pulgar para limpiar aquella lagrima que iba rodando. — Vamos. — Susurró, dejando otro beso en la frente de la peli negra. Pequeño y suave, corto y efímero. Se separó unos instantes y se levantó del suelo, entrelazando su mano con la impropia. Esperaría a ser guiado.
Yang-Mi
11:57 pm
Yang se perdió un tiempo en aquella caricia proporcionada por el mayor, no obstante una sutil sonrisa se dibujó en sus labios. — Vamos.— Ambos se incorporaron, Yang se encargó de apagar la luz. El dormitorio estaba completamente a oscuras, trato de no hacer ningún ruido y así ir hasta su habitación, una vez en esta Yang prendió la luz, era la primera vez que el visitaba ese lugar, pero no tenía nada que ocultar. La habitación era espaciosa, la cama estaba en el centro de esta, al lado de esta la pecera, el escrito se encontraba en un rincón, algunas cosas que eran obsequiada estaban acomodadas sin interrumpir el paso. — Aquí es, puedes... Puedes tomar asiento en la cama, espero estés cómodo.— nuevamente las palabras se fueron de su mente y estaba nerviosa como si fuera la primera vez que lo veía.
6 December 2018
Aaron
12:10 am
Aaron se dejó guiar y con cuidado iba observando donde pisaba para no ir a tropezar o hacer algún ruido desprevenido. Dejó que ella entrará primero y él mayor le siguió detrás, emparejó la puerta detrás suyo y se tomo el tiempo para apreciar aquel dormitorio. — Gracias... — Susurró en voz baja, removiendo su sudadera y dejando esta en un pequeño perchero a su izquierda. El silencio inundó la habitación de nuevo como los nervios ganaron el terreno. Lo primero que llamó su atención fueron las medusas. — Todavía las tienes.— Sonrío mientras se acercaba a esta pecera y apuntaba a cada una con su correspondiente nombre. — Do, Re, Mi, Fa, Sol, La y Si.— Terminó de nombrar a cada una. Regresó su mirada a la impropia. Aaron usaba su cabello castaño y había dejado crecer este; ya necesitaba un corte. — Yang... — Susurró, acercándose a la impropia y mirando hacia abajo. — Te amo. — Musitó mientras su voz se quebró, y así, volvió a acercarse para entrelazar sus manos con las de la menor. Al hacerlo, sintió una bellísima calidez que solo ella sabía transmitir. No sabía que mas decir en ese momento.
Yang-Mi
12:40 am
Permaneció en la cerca de la puerta, la trabó porque no era conveniente que alguien ingresara de improvisto. Yang se encontraba más calmada de lo había estado hace varios minutos atrás. También se sorprendió el como sus medusas actuaron cuando el se acercó para nombrarlas. — No podía estar apartadas de ellas.— comento, si bien sus medusas se irritaban en presencia de otra persona ajena, en este caso ninguna se alborotonó, la presencia del mayor era conocida para estás. Su cuerpo se tenso un poco al verlo otra vez a los ojos, su pelo estaba más largo de lo normal, pero no le quedaba mal. Su nombre había sido mencionado por el contrario, seguido por aquella frase que que le hacía erizar la piel. Tuvo que hacer punta pie para poder juntar su frente con la de él, necesita ver su rostro. — También te amo, corazón.— Suspiro, lo dijo, lo sentía y era verdad. Puede que sea una locura pero no pudo evitar dejarle un sutil beso en la camisura de los labios. Las palabras sobraban en ese momento, Yang Mi solo lo rodeó con sus brazos y lo apego a ella.
Aaron
6:29 am
Apegó su frente de inmediato a la cálida esencia que el cuerpo impropio emanaba. Una pequeña vibración de nervios, felicidad, melancolía y todo en ese preciso momento le acompañó al escuchar aquella frase y ser correspondido. Cerró sus ojos unos instantes, disfrutando de aquella cercanía, mas está despertó esa calma al sentir un beso por sobre su barbilla casi a sus labios. Aquellos orbes cambiaron su mirar a uno tan serio y profundo, en los cuales se dedico a mirar a la contraria solo por unos segundos. Las piernas del mayor estaban débiles. Apegó su anatomía a la adversa, rodeando la pequeña cintura de la menor mientras deslizó una de sus manos a la barbilla ajena, fijando sus ojos en aquellos tan bellos. Las palabras no eran necesarias. El castaño levantó la barbilla ajena y poco a poco fue ladeando su cabeza hasta que unió ambos labiales, sonriendo en la mitad de aquel beso. El mundo y el resto ya no importaba en ese preciso momento. Aaron no pudo evitar presionar la anatomía ajena ante la suya. — Nunca te vayas. — Susurró, despegandose de ese pequeño beso, para volver a unir ambos belfos y esta vez, en un beso mas profundo. (edited)
Yang-Mi
6:08 pm
Cada parte de su cuerpo se paralizó, aquel beso fue inesperado pero necesario. Un sin fin de emociones nuevas volvieron a despertar como la primera vez. Se sentía mágico, único y ese sentimiento le pertenecía a él. Se le cruzó tantas veces estar nuevamente así de cerca con el contrario, pero no creía que podía ser posible. Yang correspondió al beso, posó sus manos en la mejillas contrarias para obtener aún más tacto de la piel, ayudando así a profundizar aquella magnífica unión. — No lo haré.— respondió rápidamente antes de que el mayor volviera a unir sus labios, lo apego aún más a su cuerpo, pasando a rodear el cuello contrario. No tenía ni idea de lo que sucedería después, estaba consiente de que ambos debían hablar pero Yang Mi no quería romper la atmósfera que se estaba formado, tal vez en un día de estos se sentirán ambos, pero por el momento solo quería disfrutar de la cercanía del contrario.
Aaron
6:32 pm
Una red de nervios recorrió todo lo que uno puede catalogar como “normal o conocido,” cuando se trata de emociones y el sentir. Todo fue como la primera vez; el primer beso. Aún había mucho que de que hablar, pero en ese momento el castaño se dejó llevar por el ambiente que había crecido y la irreversible necesidad de tenerla en sus brazos. Tras succionar un poco del cerezo inferior de la femina, Aaron se separó unos milímetros, dejando que una sonrisa gobernará su rostro mientras que dejo un pequeño beso en el puente de la nariz de la menor. — ¿No te he robado mucho sueño ya? — Cuestionó, llevando una de sus manos a entrelazarla con la de ella. Reposaba su frente cerca de la de ella. Acariciaba con suavidad los nudillos de la menor. Era indescriptible el volver a sentir todo de un momento a otro; porque el “sentir todo” se reducía a la persona que estaba frente a él. (edited)
Yang-Mi
7:56 pm
Los labios de la femenina se extendieron abriendo paso así a una sonrisa, una sonrisa que no había salido desd hacia demasiado tiempo. ¿Sería posible que estuviera volando en ese momento? ¿Cómo era posible que el pudiese hacerla liberar de toda preocupación? Por su parte no podía quitar su vista del rostro del mayor, también estaba segura que sonreía como tonta. Yang Mi negó ante el cuestionamiento, podía seguir robándole todo el sueño, no importaba, valía la pena estar despierta que dormida y no poder observarlo. — No y aunque fuese lo contrario no me molestaría.— comento — Congelaría este momento por siempre, aún no puedo creer que estés aquí.— rápidamente robo un sutil beso de aquellos labios como solía hacerlo tiempo atrás. Un cosquilleo recorrio su cuerpo al hacerlo, esto volvía a ser nuevo para ella porque cada uno de sus sentidos estaba a flor de piel. Tomó ambas manos para llevarlo cerca de la cama, así ambos tomarían asiento y no estarían todo el tiempo de pie, ya que era un poco cansador.
Aaron
8:40 pm
Ella le tenía como un bobo, y ya hacía un año, casi, que se habían conocido, ¿tan preciosa era la magia que ella creaba en él? Dios, estaba mal, ¿como es que se habían dejado ir por la falta de habla, si era evidente que ellos aún se amaban? — Ya decía yo, estoy viejito para estar mucho tiempo parado. — Bromeó en voz baja, mientras tomaba asiento al lado de la impropia. El silencio volvió a gobernar por unos segundos en los que el joven rodeó la anatomia ajena en sus brazos. Se encontraba como un niño abrazando con un gran amor a aquella mujer. Reposó su barbilla en el hombro ajeno y susurró en su oído. — Hay que quedarnos así, todo el tiempo posible. Encerrarnos aquí, tú y yo...Y— Su voz comenzó a flaquear a medida que le abrazó con mas fuerza. Aaron no lograba artícular lo que quería decir en ese momento. Solo sabía que todo dolor ahogado estaba saliendo en ese preciso momento.
Yang-Mi
9:15 pm
Yang Mi se apego rodeándolo de la cintura, tratando de transmitirle su cariño y esos sentimientos que fueron causa de creación por él. Asintió varias veces al comentario, dándole más que la razón. — ¿Y? — cuestionó, se apartó de abrazo y acurrucó las mejillas del mayor en sus manos para reconfortarlo un poco, lo observó detenidamente y acercó nuevamente sus frentes, haciendo chocar la punta de la nariz con la de él. No obstante Yang Mi por instinto hizo aquel característico movimiento con su nariz, aquel que solía hacerle anteriormente en cualquier horario del día. — No puedo dejar de amarte, los días... Fueron complicados y solo... — soltó un suspiro, sus ojos comenzaron a cristalizarse, pero no iba a llorar otra vez, no, ya había llorado lo suficiente. En su reemplazo una sonrisa se plantó en sus labios. — Se que debemos hablar, pero me siento tan tranquila al tenerte aquí, al estar rodeada de tu calidez... Amor... Eso mismo siento ahora, es lo que siempre sentí estando junto a ti.— (edited)
Aaron
9:36 pm
— Y incluso en cien años, quiero que seas mi próximo paso. — Terminó por decir en un susurro, mirando hacia abajo. Le estaba costando ahora a él mantener la mirada. No se atrevía a mirarle tras el contenido del sobre. Elevó su mirada al sentir atento ajeno en sus mejillas, mirando fijamente a aquellos ojos brillosos, e igual que ella, froto la punta de su nariz, haciendo que una sonrisa se dibujará por sobre sus labios. Aaron respiró hondo y le miró derecho a los ojos. — Los días han sido una mierda. Las palabras en estos momentos sobran cuando creo que se lo que ambos queremos. Te lo dije una vez, eres mi paz y... — Su voz se apagó. — Habláremos de todo pronto, ¿si...?— Su tono de voz al recordar todos aquellos detalles era desganado. Creaban un dolor incomodo en su pecho. Por el momento solo quería estar con ella y disfrutar de la tranquilidad que le brindaba. Aaron solo sacudió ligeramente su cabeza y desvió la conversación para que el nudo en su garganta no terminará en un recuento del contenido de aquel sobre. No sabía si la menor se daría cuenta que intentaba evadir aquello, pues le conocía perfectamente. — Vi tus fotos con ese vestido rojo, te veías preciosa. — Le halagó mientras dibujaba una sonrisa en su rostro y dejaba otro beso en las comisura de la menor.
Yang-Mi
10:24 pm
Una incertidumbre se instaló en su mente mientras terminaba de escucharlo, Yang Mi no era tonta pero solo sostuvo la mirada, suspiro una vez más y volvió a dirigirle una mirada penetrante. No era el momento para hablar de aquello, tal vez al decir lo que dijo terminó por incomodar de cierta forma al mayor. Pero esas palabras salieron naturalmente de su boca. Yang mordió levemente su lengua por decir lo que anteriormente había dicho, mientras fijaba su vista hacia abajo por unos segundos. Solo asintió con una sonrisa, haciéndose saber que todo iría bien ¿Verdad? Recordó entonces la ceremonia por el comentario, a la cual no deseaba ir. — Gracias pero creo que no era un vestido, era un top de terciopelo. — comento siguiendo el hilo de aquella conversación, atino a acariciar el cabello contrario, el cual estaba un poco más largo de lo normal. — ¿Aún tienes a Hamilton?.— cuestionó llevando así la conversación lejos del tema principal. (edited)
Aaron
10:46 pm
Pudo notar el ligero cambio de mirada en las pupilas adversas; Aaron no quería tocar el tema en ese momento por el miedo a lo que pudiera ser el resultado. Las palabras podían ser las enemigas mas grande del ser humano. No sabía como comenzar a articular sus palabras. — Sabes que no soy bueno con la moda. Tú novio nunca lo fue. — Aaron comentó con una pequeña sonrisa en sus labios, apegando su frente a la contraria. Hasta que se dio cuenta de lo que acababa de decir y por unos momentos quiso maldecirse. Se apresuró a cambiar el tema referido al canino. — Si, esta muy grande ya y cada vez tiene mas energía. Creo que soy un buen papá para él, y tú, ¿tienes a MilluMichu todavía?— Cuestionó, preguntando por aquella gatita. Respiro hondo, tomando ambas manos; aquella que se encontraba acariciando su cabellera y la otra, y las besó. Era ahora o nunca. — La única mentira en esa carta es el querer cerrar ese ciclo. — Tomó valentía y la miró fijamente. — Quiero cerrarlo, pero para poder comenzar una aventura nueva contigo, pero conmigo ya estable de mente y corazón, Yangie. — Cada palabra estaba saliendo de su corazón y su voz comenzaba a romperse de nuevo. Miro abajo y susurro. — No me he dado por vencido en nuestra historia.— Musito con un llanto avecinándose. — Solo que no se como comenzar a arreglarlo, amor mío. — Le miró nuevamente y apegó su frente a ella. No habría mejor momento que ese.
Yang-Mi
11:29 pm
No le molestaba en absoluto que la llamara de tal manera, podía pasarle también a ella. Solo le regaló una cálida sonrisa, para hacerle saber que nada malo había pasado. — Investigue un poco sobre la raza de Hamilton y si, crecen bastante lo bueno es que el se porta bien. En cuanto a Millu, está aquí, pero duerme en la habitación de mí hermana. — La felina se había acostumbrado rápido al cambio de hogar, pero ahora pasaba más tiempo con su hermana, cosa que no le molestaba. Yang Mi había olvidado por un momento la carta que recibió el día anterior y cuando esté la mencionó recordó cada palabra escrita en ella. Comprendía cada palabra que el mayor decía, porque tampoco sabía cómo poder volver a arreglar su historia. Ahora entendía a lo que se refería con el "cerrar el ciclo" la palabras que decía el mayor era con sinceridad, lo sentía. Suspiro una vez estando cerca de él, podía sentir el miedo, sí, tenía miedo de cometer algún error y que todo lo que estaba volviendo a dar terminaría en nada. A su vez no podían dejar que ese miedo se instalará en ellos. — Por el momento, yo... — apretó el agarre de sus manos y trato de que ninguna lágrima escapara. — No tengo respuesta a como podemos solucionarlo, quiero empezar lo nuestro otra vez, sé que lo que nos paso nos afecto mucho a ambos pero... Podemos avanzar, comencemos como la primera vez, de a poco, salgamos, compartamos nuevos momentos juntos, hagamos recuerdos nuevos y estoy segura que el tiempo nos ayudará. — suspiro y se mantuvo en silencio unos segundos. — Tenía una mínima esperanza de arreglar nuestra relación, la veía muy lejana días atrás pero ahora, puedo decir que está en nuestras manos, solo no nos alejemos.— como pudo trato de no llorar y hablar claramente, quería reconfortarlo, tanto a él como a ella, no todo estaba perdido, aún había una posibilidad para volver a remediar y mejorar, siempre y cuando ambos estén juntos. (edited)
Aaron
11:48 pm
El joven puso atención a cada palabra que la menor articulaba y comprendía también su estancia y posición. “Nos afecto mucho a ambos...” Aquella frase resonó en su mente, pues era cierto. En su momento ambos salieron muy afectados. No articulo palabra alguno y esperó a que la adversa terminará todo lo que tenía que decir. — Comencemos desde cero, pero para mejorar aquello que hicimos mal. El tiempo, o sea yo, seguro nos hará ver bien el futuro. — Comentó primeramente. El rostro de Aaron se había iluminado y una sonrisa se postro en sus labios al ver que ella aún estaba dispuesta a intentar de nuevo. — Un equipo contra el problema. — Finalizó, mirando hacia abajo. Aquel ritmo cardíaco volvió a aumentar y sin poder contener sus ganas, la abrazó poniendo un poco de parate en su peso y siempre con cuidado de no lastimar a la menor. Ahora el se encontraba boca arriba y había halado a la menor para que esta reposará en su pecho. — No tienes idea de lo feliz que me ha hecho escuchar eso, mi medusa. — Dijo con toda la sinceridad posible. Tenían que dejar los miedos atrás. Sin prisa y aprendiendo del pasado seguro tendrían mucho mas por delante. La continuación a la historia que comenzó hace casi un año.
7 December 2018
Yang-Mi
12:27 am
Yang Mi estaba a punto de contestar pero su cuerpo fue rodeado y tirado para quedar sobre este. Lo que le pareció divertido, si él no la tiraba ella lo iba a hacer. — Temía que no fueran las palabras adecuadas, ya sabes que no soy muy buena con ellas.— se acomodó mejor, abrazando el pecho contrario mientras aquella característica sonrisa se dibuja en sus labios. — Un equipo contra el problema.— volvió a decir, su mirada empezó a buscar la del él en ese momento hasta encontrarla. — Señor tiempo espero que esté de mí lado.— quiso bromear con aquello un poco, para que así ambos estén un poco más relajados. La calidez contraria podía hacerla dormir, dio una leve caricia a la mejilla derecha y susurro — Te amo, bebé.— se atrevió a decir aquel apodo íntimo entre ambos. Lo amaba, amaba a la persona que estaba enfrente de ella, no importaba nadie más que solo ellos dos.
Aaron
6:20 am
La mirada del castaño había cambiado. Por primera vez en todo este tiempo, una sonrisa llena de ilusión y ternura se postro en su rostro mientras dirigía su mirada al rostro ajeno. — Mientras me lo permita, voy a estar a su lado peleando contra cualquier reto, señorita Pollo. — El sabía que le encantaba el pollo. Se atrevió a llevar ambas de sus manos a la cintura ajena y así apegarle a su pecho. La tranquilidad a su alma regresaba y con ella la paz para poder descansar.— La bebé eres tú. — Susurró, mientras depositó un pequeño beso en la frente ajena. El sol comenzaba a asomarse. — ¿Tienes actividades temprano? — Cuestionó, un tanto preocupado por ese hecho. Quería quedarse un rato mas y dormir ahí con ella, para siempre. (edited)
Yang-Mi
10:15 am
Una pequeña carcajada se escuchó en la habitación por el comentario del contrario, lo que hizo que desviará un segundo la mirada, estaba acostumbrada a aquellos apodos. — Supongo que no puedo negar eso, me acostumbré a que me digas bebé.— comento un poco tímida. Estaba tranquila en sus brazos y solo quería estar así por el resto del día. Así como él había notado la salida del sol, Yang también lo hizo, dio un ligero suspiro pesado, la noche había pasado demasiado rápido a comparación de otras y si, tenía un agenda y actividades que debería realizar pero no sé quería mover de allí. — Tan temprano no las tengo, pero si tengo actividades el día de hoy. No quiero levantarme, quiero quedarme más tiempo así contigo. No fue suficiente. — un leve puchero se formó en sus labios ¿Porque él tiempo pasaba rápido en momentos así? Yang solo se apegó al pecho contrario, no quería dejarlo ir y tampoco se quería ir.
Aaron
11:33 am
— Me lo imaginé.— Susurró, levemente girando su rostro sobre el colchón. Su mirada se perdió en el gran ventanal, los rayos del sol estaban entrando y el frío se disipo un poco. La chica era una idol. Las premiaciones el sabía que empezaban como también que el grupo se encontraba en gira. — Entonces...— Acarició la mejilla ajena. —Hay que quedarnos así mientras podamos. — El tampoco quería irse, pero la mañana había llegado y si no era él, pudieran ser o el staff o las miembros, en cualquier momento. Aaron volvió a buscar la mirada ajena, recargándose un poco en sus brazos, sin moverse tanto para no molestar a la pequeña. — ¿Estarás libre esta noche? Puedo regresar.— Aaron sugirió mientras un pequeño bostezo escapo de sus labios. —Aunque... Tengo que decirte algo. Creo que alguien me vio, amor. — Tenía que contarle del paparazzi. — Cuando prendiste la luz me perdí a propósito en el callejón aquí al lado del edificio. Sin embargo, un hombre tomo una foto mía.— Comentó lentamente y continuó. — No de mi rostro, solo de espaldas y tenía mi gorro de la sudadera puesta. Congelé su movimiento y me encargué de desaparecer, utilizando lo que ya conoces. Por eso aparecí así en el suelo de la cocina. Me teletransporte.— Se confesó. — Creo que es mejor que supieras. (edited)
Yang-Mi
11:12 pm
Optó por permanecer en sus brazos el tiempo que deseara, olvidando su agenda y las actividades que debía realizar. Sabía que no podían ser interrumpidos porque la puerta estaba trabada para que nadie ingresara antes de llamar a la puerta. — Está noche sí, pero creo que alguien tiene sueño.— comento bromista. Yang Mi atendió a cada palabra por un momento temió que tuvieran una foto de él. Pero no fue de ese modo, más cada persona que vivía en el edificio estaba cansado de los fotógrafos, parecían vampiros porque se la pasaban día y noche frente al departamento. — Casi me da algo, no me gustaría que tuvieran una foto tuya, pueden salir miles de especulaciones solo por una foto, encima ellos no descansan hasta dar con la información exacta de cada persona que pisa este sitio, el cual está lleno de ídols. Ahora, no quiero que te teletransporte, no de esa manera. — comento un poco preocupada por la salud contraria, sabía que le costaba realizar ese tipo de poder pero había que sumarle el frío que estaba haciendo en la noche. Volvió a posar sus manos en las mejillas contrarias y como si fuera copia, también bostezo.
Aaron
11:53 pm
— Este alguien te extrañaba demasiado...— Susurró mientras su voz se iba apagando. Pasó su mano por la cabellera ajena, acomodando un mechón rebelde que se había cruzado en el camino. Escuchó con atención cada palabra de la contraria.— No va a pasar nada, mi vida...— Susurró, intentando reconfortar a la idol la cual parecía mostrarse preocupada. — Pero si no lo hago, ¿como podré venir? Tampoco te puedes y no quiero, que te arriesgues. — Aaron levantó su cabeza para mirar los ojitos que le tenían loco. — Creo que alguien también ya tiene sueño.— Volvió a bostezar, cerrando sus ojos y así abrazando la anatomía adversa. — En verdad te amo...— Acomodó su postura en la almohada y se acurrucó un poco. — Me las arreglaré, pero vendré esta noche. (edited)
9 December 2018
Yang-Mi
8:20 am
El mayor tenía un poco de razón y por el momento parecía no haber otra alternativa. — Umh... Luego pensaremos en eso. Podemos encontrarnos en algún lugar, o no sé.— se acurrucó otra vez y se dejó mimar un poco, el sueño la estaba invadiendo pero sabía que no podría dormir mucho, aproximadamente dentro de tres horas debía despertar. — También te amo.— susurro, la calidez del contrario logro algo que en las noches anteriores no había hecho, cerrar sus ojos y dormir después de mucho.
Aaron
9:59 am
Como costumbre y una moción repetida, el joven continúo acariciando la cabellera de la menor. Una pequeña sonrisa se dibujo en sus labios. Por unos corto momento observó a la chica que parecía dormir con una increíble paz. El castaño prosiguió a cerrar sus ojos y también dejarse llevar por el sueño que había hecho falta la noche anterior. Habían pasado demasiadas cosas en una serie de dos días cas, pero la calma de aquella noche era indescriptible. No sabía cuando tendría que despertar, pero, cuando lo hiciera, sería al lado de ella.
10 December 2018
Yang-Mi
12:51 pm
Aquella mañana había llegado y ambos se habian despedido, no sin antes prometer hablar vía mensajes. Yang Mi por su lado no quería que el mayor se fuera, no quería separarse de él, pero ella tenía una agenda que cumplir ese día y pronto vendrían en su búsqueda. Las miembros por su parte habían notado una cambio apenas la pelinegra salió de su habitación, hubo varias preguntas provenientes de ellas a las cuales no respondió, por el momento era prudente que nadie se enterará de lo sucedido. Mientras marcaba en su celular, una sonrisa se dibujó en sus labios, esperando el que el mayor haya llegado bien a su departamento sin inconveniente alguno. [SMS to Amor] Espero que hayas llegado bien ^^ Te avisaré cuando vuelva de Indonesia, seguro será mañana en la mañana. No estaremos mucho tiempo allí. Te extraño y te amo, estaremos hablando para arreglar lo de la cena - El grupo debía presentarse en dicho país para la filmación de un CF y un evento que duraría unas horas. Yang solo quería que el tiempo pasará lo más próximo posible, quería volver a Seúl y reencontrarse con su único amor. (edited)
Aaron
3:50 pm
La mañana llego y ambos jóvenes se despidieron, había sido una noche frenética que sin dudar, dejo un rastro de sentimientos encontrados en el mayor. Le gustaría haberse quedado mas, pero la idol tenía actividades que hacer y pronto la buscarían. Aaron bajó por la parte trasera del edificio con cuidado de no ser visto. Siguió la ruta que había indicado la menor. Aunque era mas tedioso, prometió que ya no iba a arriesgar su salud, por lo tanto, subió aquella capucha y suspiró, salió por el callejón con la mirada baja y evitó a la posible prensa que se pudiera cruzar en el camino. Aquella fobia y nervios todavía estaban presentes. En el mes pasado, Aaron recién comenzaba a estar mejor en cuanto a su estado pasado gracias a mucho trabajo en su persona y apoyo moral. No quería ser captado por la prensa. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Llegó a su departamento y lo primero que hizo fue dejar comida y agua para el canino. Entraba a trabajar en alrededor de dos horas y en la tarde asistiría a sus clases de universidad. Una vez que tomó un baño y cambio su ropa a limpia, desbloqueó la pantalla de su celular. Una sonrisa se postró en sus labios y respondió: [SMS to Kurage] Yangie. Llegué bien corazón. Mucho cuidado en Indonesia y espero todo salga bien. ¿Abrígate del frío si? Yo ahorita iré a trabajar ya, estaré al pendiente de tus mensajes. Cuando llegues sana y salva avísame, ¿si? Te amo. Suerte en el evento. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El tiempo pasaría lento pero el trabajo le ocuparía lo suficiente como para que la espera fuera mas amena. Quería volver a tenerle en sus brazos. Sin mas, el joven dejó el celular sobre la mesa y fue a seguir estudiando en la teoría que tenía que aprender. (edited)
11 December 2018
Yang-Mi
5:44 pm
. Yang Mi no pudo responder el mensaje del mayor, ya era momento de salir e ir a tomar aquel vuelo y no era prudente constestar en pleno aeropuerto por las miles de cámaras que estarían en el lugar. Y no estaba equivocada, apenas y bajo de la camioneta las luces de las cámaras empezaron a a correr en segundos, había muchos más reporteros y fans que algunas otras veces, Yang saludo y sonrió gustosamente, hacía tiempo que no sonreía de verdad y todo se debía a una persona en particular. Al pasar los controles y una vez instalada en el avión, se apresuró en contestar el mensaje. - [SMS to Amor ] Te avisaré apenas lllegue, ya estoy en el avión y solo estamos esperando que el vuelo despegue. Tú también abrígate, suerte entiendo trabajo - Terminando de escribir envío el mensaje y colocó el celular en modo avión, si bien eran unas horas de vuelo eran suficientes para que al menos pudiera dormir un poco escuchando música, así mismo quería que el tiempo pasará rápido, de alguna u otra manera poder adelantarlo, pero no se podía.
Aaron
11:36 pm
Pasaron alrededor de dos horas y el joven no había revisado su celular. Había pérdido la noción del tiempo en practicar la melodia que sumergía su alma en el piano. Aprender a tocar "Moonlight" en era dificíl, mas quería perfeccionar esta melodia comos sorpresa para la idol y también para poder crear un repercursión para la clase de Teoria Musical. Se levantó de aquel banco, paso a su habitación para cambiar sus ropas a un pantalón de vestir y una camiseta de botones, como siempre, Aaron buscaba vestirse formalmente y causar una buena impresión ante aquellos que trabajan con él. Tomó el estuche de su guitarra en mano para pasar después a la universidad y bajó por el elevador hasta llegar a su sección de estacionamiento. Subió a su auto y emprendió su camino a la agencia SM. La participación de Aaron todavía no era la mayor, sin embargo, de esa manera comenzaba poco a poco, ¿cierto? . . . . Hilfiger después de horas de trabajo en componer melodias para el productor principal tuvo oportunidad para revisar su celular. Alrededor de tres horas habían pasado desde el último mensaje de su novia. ¿Ya habría llegado a Indonesia? [ SMS to Kurage] Perdona la tardanza. ¿Cómo se encuentra todo? Me imagino que deben estar preparandote en este momento. Mandáme fotos cuanto estes listas si tienes oportunidad, ¿si? Quiero ver a mi princesa y pronto volver a abrazarla. Ya voy a la unversidad. - El tecleó mientras una gran sonrisa se formó en sus labios. Presionó el boton de "enviar" y este se mando. El castaño tenía que trabajar con su compañera llamada Yura en la canción nueva que estaba aprendiendo a tocar: " I Want to Hold your Hand." Prontó sería su final de periodo y si todo salía bien, iba a poder graduarse en Marzo. (edited)
12 December 2018
Yang-Mi
sent a gift
1:03 pm
Brownie
Yang-Mi
5:37 pm
En el momento que el grupo había pisado Indonesia fueron llevadas rápidamente a un estudio de fotografía, no tuvieron tiempo de hacer nada más que solo dejarse hacer por las estilista y maquilladoras. Habían perdido tiempo en el aeroparque por los cientos de fans que invadieron el lugar, lo que llevo a no dejarlas salir de allí rápidamente. Yang Mi se había asustado un poco, tanto por ella, por sus compañeras, los miembros del staff y toda la multitud que allí se encontraba para recibirlas. El lugar se volvió estrechamente pequeño, entendía un poco la emoción de los fans pero para ella no era la forma, la seguridad del aeropuerto tras el incidente empezó a correr como si fuesen objetos solo para ellas pasarán y sintio uno que otro empujón. Sin duda fue un mal momento. Su mánager en la camioneta les había dicho que estas cosas podían pasar, que aveces no había control que ellos esperaban en los aeropuertos. Yang Mi miraba su reflejo en aquel inmenso espejo, por suerte la sesión transcurrió con tranquilidad y pudo terminarse antes de tiempo. Al menos tendrían una hora libre en el hotel antes de recurrir al evento. [SMS to Amor] Un poco agotado, será porque no he dormido bien ㅋㅋㅋㅋ Te extraño, me tomé la foto en este instante. Tengo una frente enorme!!! π.π Espero puedas concentrarte y prestar atención en clase, suerte en tus tareas, siempre te animaré corazón Casi lo olvido, estoy rumbo al hotel, nos darán una hora para acomodarnos, me daré un delicioso baño para quitar el cansancio del vuelo. -
Aaron
9:08 pm
" La teoría de la música es un titulo que pretende enmarcar muchas áreas del estudio musical, en distintas academias y universidades rotulan con diferentes..." La voz de aquel maestro era lenta, monótona y aburrida. De las veces que tenía que asistir a clases, esta era la mas tediosa y mas larga. El maestro estaba atorado en el siglo pasado en su curso de instrucción y el castaño no podía evitar mas que quedarse dormido sobre la palma de su mano. Su móvil estaba por encima de aquella superficie, escondido detrás de su carpeta. El celular vibró y esto hizo que él mayor despertará de su sueño al ver el nombre "Kurage" nuevamente en la pantalla. Sacudió su cabeza ligeramente y desbloqueó la pantalla de este, una sonrisa se asemejó en su semblante al ver como primera impresión la imagen de su pequeña. Pero recordó el entorno en el cual se encontraba y rápidamente subió la pantalla para que solo se viera el texto. ─ Tonto, ¿qué tienes ahí que te hizo sonreir ah? ─ Preguntó una de sus compañeras, la cual quiso asomarse e inmediatamente Aaron replicó, como costumbre, a la gente que no conocía. ─ Nada que te importe, ¿quieres?. La fémina de aquel comentario torció sus ojos y regresó a lo que estaba, mientras, Aaron contestó. [SMS to Kurage] Fue una noche de demasiadas emociones... Para ambos. Bah, te ves preciosa pequeña. Nada de frentes grandes. La pondré cuando acabé, esta lectura me esta matando. T T Disfruta el baño y no me extrañes en él, digo, disfruta la espuma. Ah. ( ͡° ͜ʖ ͡°) - Aaron no acostumbraba a colocar caritas en sus textos, pero todo cambiaba cuando se trataba de ella. Inclusive su manera de escribir. . . . . La clasé terminó y el joven agradecía a Dios, a los Buddhas y cualquier figura religiosa que aquella lectura tan aburrida había acabado. Realizó el examen con éxito y sin mas se retiro a su departamento. En verdad deseaba que el evento de la menor estuviera transcurriendo bien y que todo se realizará con éxito, mientras, él probablemente se dirigiría a comprar unas cosas de comida para el refrigerador antes de regresar a su apartemento.
14 December 2018
Yang-Mi
9:27 pm
Una carcajada se escapó al leer el mensaje del mayor mientras recordaba algunas cosas, Yang Mi solo le siguió el juego, pero no estaba nada mal que estuviera en donde se encontraba. [SMS to Amor] Te voy a extrañar ¿Quién enjabonara mi espalda? ASDFGHJKLÑ Disfrutaré de mí baño, no te olvides de comer y espero no te estés durmiendo en clases ㅋㅋㅋㅋ Indonesia era un país exótico y bello, podemos venir en algún momento más adelante ^^' - Indonesia era demasiado hermoso desde lo que observó en el camino por las ventanas de la camioneta, el viaje hasta el hotel duro unos 15' minutos aproximadamente. La habitación siempre eran compartidas y esta vez estuvo con su hermana. A la cual no le prestó mucha atención. Una hora parecía estar pasando muy rápido, ya habían pasado unos 20' minutos, así que no perdió más tiempo y se entró a bañar.
15 December 2018
Aaron
4:34 am
— ¿Chapssal o Japgok? — Se cuestionó a si mismo en el mercado de Shinsegae, eligiendo cual tipo de arroz entre los dos. Como siempre, Aaron era quisquilloso con los alimentos que utilizaba para cocinar. Alrededor de horas habían pasado desde el último mensaje que había respondido, por lo tanto, dejo ambas bolsas de arroz a un lado en el carrito de mercado y sacó su movil. Como se esperaba, tenia un mensaje esperando por ser respondido. [SMS to Kurage] Perdón por tardar en contestar T T ¿Disfrutaste tu baño? ¿Ya están en el evento? Ya te extraño. Como todo buen papá me encuentro escogiendo que tipo de arroz comer. Las mejores comidas son con los mejores ingredientes. Terminó las compras y pasaré a mi departamento. Avísame cuando terminé. Quiero escuchar tu voz. - Terminó de teclear y envió aquello. Guardo el móvil y se ocupo de volver a decidir entre ambos tipos de arroz. Esa noche prepararía un rico Kimchi.
Yang-Mi
4:05 pm
El horario del evento había pasado, el grupo tuvo una excelente presentación ante las personas que habían asistido. Pudo volver a compartir un momento con los fans, los cuales se hicieron oír a todo pulmón cuando cantaban sus canciones. El grupo había vuelto al hotel, las miembros optaron por salir a comer con el staff, por su parte Yang Mi optó por quedarse en el hotel, necesitaba descansar y por su lado estaba escribiendo algunas cosas. El sonido de celular hizo que dejara la lapicera por sobre aquella hoja, era un mensaje del mayor. [SMS to Amor] Lo disfruté, ahora mismo termine de darme otro y estoy escribiendo algunas cosas. El evento pasó demasiado rápido, fue corto a comparación de algunos. ¿Podré volver a disfrutar de tus comidas? Ah, ya me dió hambre, pediré algo en el hotel, por cierto podemos comer pollo con curry cuando regrese. También te extraño - Termino de escribir y lo envío, a la par tomó el teléfono de él hotel y pidió algo para comer en ese momento, por suerte la cuenta corría por la agencia.
Aaron
5:56 pm
Giró la llave de la hornilla y esta inició la llama de la estufa, donde reunió todo aquello que iba adentro de la olla hirviendo con agua. El castaño se había cambiado de ropas a un buzo y unos pants, subió la música a todo volumen y “All I Wanna Do” sonaba de fondo. Volvió a revisar su celular y había mensajes nuevos, los cuales no se tardo en responder. Las prioridades eran prioridades. Una vez que contestó el mensaje la cocción había terminado y pasó todo a un bowl lo suficientemente grande y tomó palillos en sus manos. Fue a su mesa y se sentó, donde empezó a navegar por las redes. [SMS to Kurage] Bebé, ¿cómo te fue en el evento? Me alegra que vas a alimentarte, yo estoy a punto de comer Kimchi. Dímelo y prepararé Pollo al Curry para ti. Te amo. Creo que ahorita ya iré a dormir.
Yang-Mi
6:26 pm
La joven se encontraba cenando en ese preciso momento, la comida estaba deliciosa o tal vez ella tenía hambre. Solo había almorzado y desde allí solo algunas barritas de cereal. Aprovecho la ocasión para cenar tranquila, sin la mirada de nadie y a su vez leyendo algunas cosas que había escrito. El arroz con la ensalada dulce eran una perfecta combinación, esperaba que algún día pudiese hacerla para el mayor. [SMS to Amor] Me fue muy bien, de hecho estoy muy feliz por cómo fluyó todo. Estoy comiendo ahora así que te envío una foto de lo que pedí antes de que fuera atacado por mí JAJAJA Qué rico!! kimchi, más aún cocinado por ti π.π El mejor pollo con curry es el tuyo Ahora te dejaré dormir, también iré yo, mañana el vuelo sale temprano. Dulces sueños, mí vida
16 December 2018
Aaron
7:23 am
Aaron en ese momento se encontraba comiendo y no había nada más particular que hacer. Los deberes estaban listos y el ensayo con fecha de entrega era hasta dentro de unos días. Se perdía en las noticias que mostraban las redes sociales. Aaron ya tenía un poco de sueño pues el día había sido cansado. Llevo un bocado de aquel platillo su boca y lo mastico después. El teléfono vibro nuevamente cosa que hizo al mayor tomar aquí el móvil en sus manos y deslizar la pantalla de bloqueo. El platillo, debía aceptar, se veía rico. [SMS to Kurage] Ah, me alegra que te estás alimentando, sabes que me preocupo mucho por lo que comes. Cuando vengas te haré un rico Kimchi, ¿mh? ¿Qué te parece? - Aaron envió primeramente aquel mensaje y presionó el botón de voz, de nuevo. [Voice SMS to Kurage] “Duerme bien mi vida.” - Hecha y dicha la acción, Hilfiger terminó de comer y se levantó para lavar los cubiertos utilizados. Colocó comida y agua para el canino, nuevamente, y se dirigió al baño para tomar otro baño, lavar los dientes y dormir. El sueño le llevo de manera fácil. Aquella incertidumbre de hace unos días ya no se encontraba ahí. Ahora se sentía con tranquilidad y todo se reducia a causa de una persona. Cerró sus ojos y se dejó llevar por el sueño de Morfeo.
Yang-Mi
8:02 pm
Yang Mi al terminar de comer aseo sus dientes y paso a la dicha rutina para su rostro, debía limpiarlo e hidratarlo ya que en épocas de frío su piel estaba expuesta a estar reseca. No sin antes contestar al mayor. [SMS to Amor] Esperaré por tu comida, descansa también mí vida. Te amo. - Una vez terminado con su rutina de hidratación, la joven se acomodó en la cama, tomó aquel peluche de felpa en forma de medusa y espero que el sueño llegará, el cuan no tardó mucho. Después de tantas noches sin poder dormir, está era una de las primeras, agradables y tranquilas, gracias a solo una persona que estaba por ocupar sus sueños
17 December 2018
Aaron
4:55 pm
[4 de diciembre; Apgujeong-dong, Gangnam; apartamento; 9:38 a.m.] Los rayos del Sol se asomaron vívidamente por el ventanal en la habitación del castaño, el cual de encontraba en un profundo sueño, hasta que sonó la alarma de su móvil y con trabajo buscó este para apagar el “Snooze.” Era pésimo el ser interrumpido de un sueño tan bueno. Aaron maldijo en ese preciso momento el hecho de tener que levantarse. Estiró sus extremidades haciendo un leve quejido y tomo aquel celular en manos. La voz del mayor al recién despertar era dormilona y ronca. [Voice SMS to Kurage] Buenos días amor mío, ¿ya estas en el vuelo? Yo acabo de despertar... Dormí tan bien. ¿Y tú? - Mandó aquel mensaje de voz y se volvió a tirar en la cama, enredándose en las cobijas. El frío no era para nada bienvenido.
18 December 2018
Yang-Mi
11:40 pm
Solo faltaban tres horas de vuelo para llegar a Corea, la joven pelinegra dormía en dicho vuelo por haber madrugado en la mañana. Su cuerpo la noche anterior se encontraba un poco pesado y tuvo que avisar al mánager de su malestar. Yang Mi había levantado un poco de fiebre en la noche, no tanto para preocupar pero eso hacía que quisiera llegar lo más antes posible al dormitorio. Lo menos que quería era terminar enfermando en otro país. La persona del staff continuamente la controlaban en el viaje, pero al parecer solo había sido fiebre por el cansancio. El vuelo llegó al aeropuerto a las 13:45 pm. El grupo había salido por la puerta trasera para llegar lo más antes posible a casa, tanto el staff como ellas. Apenas tomó asiento en la camioneta Yang tomó su celular y respondió. [SMS to Amor] Estaba en vuelo, pero ya estoy aquí estoy rumbo al departamento. Dormí bien, un poco inquieta en la noche pero seguro fue por el clima en Indonesia. ¿Ya comiste? Espero que sí. Quiero verte, pero antes tomaré algunas vitaminas. Te amo. Ten un bonito día corazón -
19 December 2018
Aaron
2:13 pm
Era inevitable volver a tener sueño cuando todo el cielo cantaba “ya levántate” y él castaños solo osaba por apresurarse con cualquier deber domestico, como el practicar sus instrumentos (porque si lo requería) o en el peor de los casos, lavar ropa en el piso bajo, cosa que odiaba. Ya eran alrededor de las 5:00 p.m. ; o eso mostraba el reloj. El móvil vibro por sobre la superficie de aquel mueble y dejó el instrumento de lado. Por cada día que practicaba, la entonación y acordes de “I Want to Hold Your Hand” iba mejorando. Al leer que la menor ya se encontraba sana y salva en Seúl, Aaron soltó un suspiro de alivio y sonrió. Porque si, se preocupaba en todo momento por la femina, mas al ser consciente de las distancias tan largas que tenía que viajar. [SMS to Kurage] Que bueno escuchar que ya estas bien, si, ya he comido, ¿cómo estuvo tú sueño, dormiste bien? Ansío verte de nuevo y comer contigo. ¿Sueno muy cursi? Ah, no sé como no sonar tan cursi. Toma tus vitaminas. Ten un lindo día también. Por cierto, ¿que día nos veríamos? - Preguntó. Habían mencionado ambos verse de nuevo, y Aaron no podía esperar. Ojalá no sonara muy encimosa aquella pregunta.
20 December 2018
Yang-Mi
7:22 pm
[SMS to Amor] Acabo de despertar de una larga siesta desde que llegué del aeropuerto. Estoy más relajada ^^ No, no suenas cursi pronto comeremos juntos ¿Es mucho pedir tu dirección? Es para una tarea. - Por ser invierno empezaba a oscurecer temprano, pero eso no frenaría aquel plan que tenía la pelinegra para esa noche.
Aaron
8:42 pm
El mayor recibió aquel mensaje después de unos minutos y contestó. [SMS to Kurage] La tarea la puedes realizar conmigo. 7u7 Ah, JAJA. Te lo mando abajo. - Aaron se preguntaba para que su dirección, ¿vendría después? #707, 46, Apgujeong-ro 2-gil, Gangnam-gu (Gangnamsanga APT), Gangnam-Gu, Seoul
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y-moonlight-a · 5 years
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»»————- 𝓐 𝓵𝓮𝓽𝓽𝓮𝓻 𝓽𝓸 𝓫𝓮 𝓭𝓮𝓵𝓲𝓿𝓮𝓻𝓮𝓭 ————-««
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»»————- 𝓐 𝓵𝓮𝓽𝓽𝓮𝓻 𝓽𝓸 𝓫𝓮 𝓭𝓮𝓵𝓲𝓿𝓮𝓻𝓮𝓭 ————-«« 30 de noviembre del 2018, Gangnam-gu La fría noche había caído en Gangnam-gu, Aaron regreso de un arduo día de trabajo laboral como estudiantil. Su rutina consistía más que nada en mantener su mente ocupada, todo con el propósito de escapar los fantasmas y demonios de la noche. La última semana de noviembre intento conciliar el sueño, sin embargo, los pensamientos y la incertidumbre no se lo permitían. Sentía que debía sacar todo aquello que tenia de una manera u otra. Pero, ¿cómo hacerlo si solo el nombre de aquella persona le hacía temblar? Cara a cara no era buena una idea. Aun se sentía frágil y sabía que podía terminar en una mar de lágrimas, lo cual quería evitar. Por lo tanto, recurrió a sus mejores amigos: Pluma y papel. Si podía escribir canciones, ¿qué tan difícil podía ser una carta? El problema no era la carta. El problema era como decirle todo a la persona a la cual estaba destinada. . . . Esa noche, sentado sobre su escritorio, el joven no dejaba de rascar su cabello entremedio de la confusión y el nerviosismo. Las canciones más tristes como “Butterfly” y “Crystal Snow” decidieron aparecer en su lista de reproducción en tal preciso momento. Pasaban los minutos y el joven no podía terminar un papel sin que este terminara arrugado en la basura. Los minutos se hicieron horas y así dio la madrugada, hasta que al final pudo escribir algo que parecía decir todo lo que el sentía y tenia que decir. Paso esta hoja a limpio y busco un sobre con destinatario a “97-5 Hapjeong-dong, Mapo-gu, Seoul, South Korea” dirección precisa de la agencia YG. Era difícil saber si la adversa lo llegaría a leer, pues sabía que a la idol le llegaban montones de correspondencia por parte de los Blinks y uno que otro admirador… Iba a ser complicado. Aaron mordió su labio en nerviosismo, ¿qué tal si no lo llegaba a ver? Y ese no era el único problema. Tenía que ser discreto. ¿Qué dirían si alguien del staff miraba su nombre o abría el contenido de aquella carta y metía a la idol en problemas? Había mucho que pensar, así que lo hizo de la manera más tradicional y discreta posible. Ese mismo día en la mañana, 2 de diciembre, Aaron se dirigió al correo más cercano y sin querer queriendo, convenció a uno de los carteros que hiciera llegar la carta a la idol como urgencia primeriza con un poco de dinero a cambio; no revelo quien era él. Además, se aseguraría de borrar la memoria de aquella persona que entregaría el montón de correos. Su lado divino a veces si podía servir. En vez de poner su nombre real, abrevio su nombre como “J. Hilfiger.” Jacob era su segundo nombre, pero nadie sabia. Aun así, el apellido debería ser familiar para la pelinegra una vez que lo viera, si es que no terminaba quemando la carta antes de abrirla, o rompiéndola. Antes de entregar el sobre a aquel buzón, el castaño respiro hondo y miro al cielo. No sabía que pasaría desde aquí, pero sabía que ese día no fue un adiós. Al menos, para él no lo era todavía. Sin embargo, las cosas iban a pasar como tuvieran que pasar. Bajo su mirada al suelo y empujo el sobre a aquel buzón de urgencias. Todavía la amaba, pero a veces el refugio en el silencio era más cómodo que la posible y dolorosa verdad. Sin más, se retiró de aquel lugar, con una pequeña esperanza de que la idol llegara a leer su sobre. Carta: “𝓐 𝓵𝓮𝓽𝓽𝓮𝓻 𝓽𝓸 𝓫𝓮 𝓭𝓮𝓵𝓲𝓿𝓮𝓻𝓮𝓭 “𝟐 𝓭𝓮 𝓭𝓲𝓬𝓲𝓮𝓶𝓫𝓻𝓮 𝓭𝓮𝓵 2018
𝓠𝓾𝓮𝓻𝓲𝓭𝓪 𝓨𝓪𝓷𝓰:𝑌𝑎𝑛𝑔𝑖𝑒… 𝑀𝑒 𝑣𝑜𝑦 𝑎 𝑎𝑡𝑟𝑒𝑣𝑒𝑟 𝑎 𝑙𝑙𝑎𝑚𝑎𝑟𝑡𝑒 𝑎𝑠𝑖́. 𝐻𝑎𝑦 𝑡𝑎𝑛𝑡𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑒𝑛𝑔𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑑𝑒𝑐𝑖𝑟𝑡𝑒… 𝑌 𝑛𝑜 𝑚𝑒 𝘩𝑒 𝑠𝑒𝑛𝑡𝑖𝑑𝑜 𝑙𝑖𝑠𝑡𝑜, 𝑠𝑜𝑙𝑜 𝑢𝑛 𝘩𝑎𝑠𝑡𝑎 𝑒𝑙 𝑑𝑖́𝑎 𝑑𝑒 𝘩𝑜𝑦. ¿𝑆𝑎𝑏𝑒𝑠? 𝑌𝑎 𝑒𝑠 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑙𝑎 𝑞𝑢𝑖𝑛𝑡𝑎 𝑣𝑒𝑧 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑠𝑐𝑟𝑖𝑏𝑜 𝑒𝑠𝑡𝑜. 𝐴𝘩𝑜𝑟𝑎 𝑚𝑖𝑠𝑚𝑜 𝑚𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑜𝑦 𝑑𝑒𝑗𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑙𝑙𝑒𝑣𝑎𝑟 𝑝𝑜𝑟 𝑚𝑖𝑠 𝑠𝑒𝑛𝑡𝑖𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜𝑠 𝑦… 𝑄𝑢𝑖𝑒𝑟𝑜 𝑐𝑜𝑚𝑒𝑛𝑧𝑎𝑟 𝑐𝑜𝑛 𝑞𝑢𝑒… 𝑆𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝘩𝑎𝑦 𝑚𝑢𝑐𝘩𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜 𝑚𝑒 𝑎𝑡𝑟𝑒𝑣𝑖́ 𝑎 𝑑𝑒𝑐𝑖𝑟 𝘩𝑎𝑠𝑡𝑎 𝑒𝑠𝑡𝑒 𝑑𝑖́𝑎. 𝐴𝑞𝑢𝑒𝑙𝑙𝑎 𝑛𝑜𝑐𝘩𝑒, 𝑎𝑛𝑡𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜𝑠 𝑎𝑙𝑒𝑗𝑎́𝑟𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑢𝑛𝑜 𝑑𝑒𝑙 𝑜𝑡𝑟𝑜… 𝐻𝑎𝑦 𝑚𝑢𝑐𝘩𝑎𝑠 𝑐𝑜𝑠𝑎𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜 𝑛𝑜𝑠 𝑑𝑖𝑗𝑖𝑚𝑜𝑠, 𝑝𝑜𝑟 𝑒𝑙 𝑑𝑜𝑙𝑜𝑟, 𝑝𝑜𝑟 𝑒𝑙 𝑚𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜; 𝑝𝑜𝑟 𝑡𝑜𝑑𝑜 𝑒𝑛 𝑔𝑒𝑛𝑒𝑟𝑎𝑙. 𝐴𝑠𝑖́ 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑖𝑛 𝑚𝑎́𝑠… 𝑄𝑢𝑖𝑒𝑟𝑜 𝑝𝑒𝑑𝑖𝑟𝑡𝑒 𝑝𝑒𝑟𝑑𝑜́𝑛 𝑒𝑠𝑡𝑎 𝑛𝑜𝑐𝘩𝑒. 𝑀𝑖 𝑎𝑚𝑜𝑟 𝑝𝑜𝑟 𝑡𝑖 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝑒𝑠 𝑦 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝑓𝑢𝑒 𝑠𝑖𝑛𝑐𝑒𝑟𝑜; 𝑝𝑜𝑟𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑖, 𝑠𝑖𝑔𝑜 𝑒𝑛𝑎𝑚𝑜𝑟𝑎𝑑𝑜 𝑑𝑒 𝑡𝑖. 𝑃𝑒𝑟𝑜 𝑚𝑎́𝑠 𝑎𝑙𝑙𝑎́ 𝑑𝑒 𝑒𝑠𝑜… 𝑀𝑒 𝑠𝑒𝑛𝑡𝑖́𝑎 𝑠𝑜𝑙𝑜 𝑦 𝑠𝑎𝑏𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑐𝑜́𝑚𝑜 𝑐𝑜𝑚𝑒𝑛𝑧𝑜́ 𝑒𝑠𝑡𝑜, 𝑝𝑜𝑟 𝑎𝑚𝑏𝑜𝑠 𝑙𝑎𝑑𝑜𝑠 𝑦 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝘩𝑖𝑐𝑖𝑚𝑜𝑠 𝑚𝑎𝑙. 𝑆𝑖𝑛 𝑒𝑚𝑏𝑎𝑟𝑔𝑜, 𝑦𝑜 𝑛𝑜 𝑠𝑒́ 𝑐𝑜́𝑚𝑜 𝑒𝑠𝑎 𝑠𝑜𝑙𝑒𝑑𝑎𝑑 𝑚𝑒 𝑎𝑟𝑟𝑎𝑠𝑡𝑟𝑜 𝑐𝑜𝑛 𝑒𝑙𝑙𝑎 𝑎 𝑒𝑠𝑒 𝑔𝑟𝑎𝑑𝑜. 𝑌𝑎𝑛𝑔, 𝑦𝑜 𝑛𝑜 𝑠𝑒́ 𝑒𝑛 𝑞𝑢𝑒́ 𝑚𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑡𝑜𝑑𝑜 𝑒𝑠𝑡𝑜 𝑠𝑒 𝑒𝑚𝑝𝑒𝑧𝑜́ 𝑎 𝑑𝑒𝑠𝑎𝑟𝑟𝑜𝑙𝑙𝑎𝑟 𝑒𝑛 𝑚𝑖́, 𝑒𝑠𝑡𝑜𝑠 𝑝𝑒𝑛𝑠𝑎𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜𝑠... 𝑁𝑜 𝑙𝑜 𝑠𝑒́, 𝑦 𝑠𝑒́ 𝑞𝑢𝑒 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑛𝑡𝑎𝑠𝑡𝑒 𝑎𝑦𝑢𝑑𝑎𝑟𝑚𝑒. 𝐶𝑟𝑒́𝑒𝑚𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑜 𝑠𝑒́.  𝑃𝑒𝑟𝑜 𝑎𝑙 𝑓𝑖𝑛𝑎𝑙 𝑚𝑒 𝑑𝑖 𝑐𝑢𝑒𝑛𝑡𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑟𝑎 𝑎𝑙𝑔𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑒𝑛𝑖́𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝘩𝑎𝑐𝑒𝑟 𝑦𝑜 𝑠𝑜𝑙𝑜; 𝑛𝑎𝑑𝑖𝑒 𝑚𝑎́𝑠 𝑝𝑜𝑑𝑖́𝑎 𝑎𝑦𝑢𝑑𝑎𝑟𝑚𝑒 𝑚𝑎́𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑦𝑜 𝑎 𝑚𝑖́ 𝑚𝑖𝑠𝑚𝑜. 𝑌 𝑑𝑒́𝑗𝑎𝑚𝑒 𝑑𝑒𝑐𝑖𝑟𝑡𝑒 𝑎𝑙𝑔𝑜… 𝑀𝑒 𝑑𝑖𝑠𝑡𝑒 𝑒𝑙 𝑎𝑚𝑜𝑟 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑎𝑑𝑖𝑒 𝑗𝑎𝑚𝑎́𝑠 𝑝𝑢𝑑𝑖𝑒𝑟𝑎 𝘩𝑎𝑏𝑒𝑟𝑚𝑒 𝑑𝑎𝑑𝑜. 𝑃𝑒𝑟𝑜 𝑒𝑛𝑡𝑖𝑒𝑛𝑑𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑛 𝑒𝑠𝑒 𝑚𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑛𝑜 𝑝𝑜𝑑𝑖́𝑎 𝑎𝑐𝑒𝑝𝑡𝑎𝑟 𝑐𝑜𝑟𝑟𝑒𝑐𝑡𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑝𝑢𝑒𝑠 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑏𝑎 𝑠𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑗𝑎𝑙𝑎𝑑𝑜 𝑝𝑜𝑟 𝑒𝑠𝑎 𝑑𝑒𝑝𝑟𝑒𝑠𝑖𝑜́𝑛 𝑑𝑒 𝑚𝑖𝑒𝑟𝑑𝑎. 𝑃𝑜𝑟 𝑒𝑠𝑜 𝑚𝑒 𝑎𝑙𝑒𝑗𝑒́. 𝑃𝑜𝑟𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑎𝑏𝑖́𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑖 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑖𝑛𝑢𝑎𝑏𝑎 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑐𝑒𝑟𝑐𝑎 𝑑𝑒 𝑡𝑖, 𝑠𝑜𝑙𝑜 𝑡𝑒 𝘩𝑎𝑟𝑖́𝑎 𝑚𝑎́𝑠 𝑑𝑎ñ𝑜, 𝑦 𝑠𝑒́ 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑒 𝑙𝑜 𝑐𝑎𝑢𝑠𝑒 𝑎𝑢𝑛𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑠𝑎 𝑗𝑎𝑚𝑎́𝑠 𝑓𝑢𝑒 𝑚𝑖 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑛𝑐𝑖𝑜́𝑛. 𝐽𝑎𝑚𝑎́𝑠 𝑙𝑜 𝑓𝑢𝑒.  𝑀𝑒 𝑎𝑙𝑒𝑗𝑒́ 𝑑𝑒 𝑙𝑜 𝑛𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑜 𝑝𝑒𝑛𝑠𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑒𝑛 𝑡𝑖 𝑦 𝑒𝑛 𝑐𝑜́𝑚𝑜 𝑡𝑒 𝑠𝑒𝑛𝑡𝑖́𝑎𝑠; 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑦𝑜, 𝑎𝑢𝑛𝑞𝑢𝑒 𝑑𝑖𝑗𝑒𝑟𝑎𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜, 𝑡𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑏𝑎 𝑎𝑓𝑒𝑐𝑡𝑎𝑛𝑑𝑜. 𝑁𝑜 𝑞𝑢𝑒𝑟𝑖́𝑎 𝑎𝑟𝑟𝑎𝑠𝑡𝑟𝑎𝑟𝑡𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑚𝑖𝑔𝑜 𝑎 𝑒𝑠𝑡𝑒 𝘩𝑜𝑦𝑜. 𝑀𝑒 𝑎𝑙𝑒𝑗𝑒́ 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑛𝑜 𝑐𝑜𝑚𝑒𝑡𝑒𝑟 𝑒𝑙 𝑒𝑟𝑟𝑜𝑟 𝑑𝑒 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑖𝑟 𝑑𝑎ñ𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑎 𝑙𝑎 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑎́𝑠 𝑎𝑚𝑎𝑏𝑎 𝑦 𝑎𝑝𝑟𝑒𝑐𝑖𝑜, 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑠 𝑎 𝑡𝑖. 𝑁𝑜 𝘩𝑒 𝑑𝑒𝑗𝑎𝑑𝑜 𝑑𝑒 𝑝𝑟𝑒𝑜𝑐𝑢𝑝𝑎𝑟𝑚𝑒 𝑝𝑜𝑟 𝑡𝑖 𝑒𝑛 𝑛𝑖 𝑢𝑛 𝑚𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜, 𝑌𝑎𝑛𝑔. 𝑆𝑖𝑛 𝑒𝑚𝑏𝑎𝑟𝑔𝑜, 𝑞𝑢𝑒𝑑𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑒𝑛 𝑞𝑢𝑒 𝑎𝑚𝑏𝑜𝑠 𝑐𝑎𝑚𝑏𝑖𝑎𝑟𝑖́𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑚𝑒𝑗𝑜𝑟𝑎𝑟 𝑛𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑎𝑠 𝑓𝑎𝑙𝑙𝑎𝑠. 𝐷𝑒 𝑎𝑚𝑏𝑜𝑠. 𝑃𝑜𝑟𝑞𝑢𝑒 𝑒́𝑟𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑢𝑛 𝑒𝑞𝑢𝑖𝑝𝑜 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑎 𝑒𝑙 𝑝𝑟𝑜𝑏𝑙𝑒𝑚𝑎, 𝑛𝑜 𝑢𝑛𝑜 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑎 𝑒𝑙 𝑜𝑡𝑟𝑜. 𝑌 𝑎𝘩𝑜𝑟𝑎, 𝑠𝑒́ 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜 𝘩𝑎𝑦 𝑚𝑢𝑐𝘩𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑎 𝘩𝑎𝑐𝑒𝑟 𝑚𝑎́𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑑𝑒𝑠𝑒𝑎𝑟𝑡𝑒 𝑓𝑒𝑙𝑖𝑐𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑦 𝑞𝑢𝑒 𝑝𝑢𝑑𝑖𝑒𝑟𝑎𝑠 𝘩𝑎𝑏𝑒𝑟 𝑒𝑛𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑎𝑑𝑜 𝑙𝑎 𝑝𝑎𝑧 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑟𝑖𝑜𝑟 𝑦 𝑓𝑒𝑙𝑖𝑐𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑖𝑔𝑜. 𝑃𝑢𝑒𝑑𝑜 𝑑𝑒𝑐𝑖𝑟, 𝑔𝑟𝑎𝑐𝑖𝑎𝑠 𝑎 𝑙𝑎 𝑣𝑖𝑑𝑎, 𝑛𝑜 𝑠𝑒́, 𝑦𝑜 𝑓𝑖𝑛𝑎𝑙𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑚𝑒 𝑒𝑛𝑐𝑢𝑒𝑛𝑡𝑟𝑜 𝑒𝑛 𝑝𝑎𝑧 𝑐𝑜𝑛𝑚𝑖𝑔𝑜 𝑚𝑖𝑠𝑚𝑜...𝑌, 𝑦 𝑒𝑠 𝑢𝑛 𝑔𝑟𝑎𝑛 𝑙𝑜𝑔𝑟𝑜. 𝐴𝑞𝑢𝑒𝑙𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑒 𝑐𝑎𝑢𝑠𝑎𝑏𝑎 𝑡𝑎𝑛𝑡𝑎 𝑖𝑛𝑐𝑒𝑟𝑡𝑖𝑑𝑢𝑚𝑏𝑟𝑒 𝑙𝑜 𝑒𝑛𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑒́ 𝑡𝑟𝑎𝑏𝑎𝑗𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑒𝑛 𝑙𝑎 𝑚𝑢́𝑠𝑖𝑐𝑎 𝑦 𝑒𝑛 𝑒𝑙𝑙𝑎 𝑝𝑜𝑛𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑡𝑜𝑑𝑜𝑠 𝑚𝑖𝑠 𝑠𝑒𝑛𝑡𝑖𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜𝑠, 𝑎𝑠𝑖́ 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑎𝑚𝑏𝑖𝑒́𝑛… 𝐿𝑜𝑔𝑟𝑒́ 𝑚𝑖 𝑠𝑢𝑒ñ𝑜 𝑑𝑒 𝑝𝑟𝑜𝑑𝑢𝑐𝑖𝑟 𝑚𝑢́𝑠𝑖𝑐𝑎, 𝑌𝑎𝑛𝑔, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑡𝑎𝑚𝑏𝑖𝑒́𝑛 𝑚𝑒 𝑠𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑒𝑛 𝑝𝑙𝑒𝑛𝑖𝑡𝑢𝑑 𝑐𝑜𝑛𝑚𝑖𝑔𝑜 𝑚𝑖𝑠𝑚𝑜 𝑦 𝑒𝑠 𝑒𝑙 𝑠𝑒𝑛𝑡𝑖𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑚𝑎́𝑠 𝑗𝑜𝑑𝑖𝑑𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑝𝑟𝑒𝑐𝑖𝑜𝑠𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑒 𝑒𝑥𝑖𝑠𝑡𝑖𝑟. 𝑀𝑖 𝑏𝑎𝑡𝑎𝑙𝑙𝑎 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑟𝑛𝑎 𝑙𝑎 𝑝𝑢𝑑𝑒 𝑔𝑎𝑛𝑎𝑟; 𝑠𝑎𝑙𝑖́ 𝑑𝑒 𝑎𝑞𝑢𝑒𝑙𝑙𝑎 𝑓𝑒𝑎 𝑏𝑎𝑡𝑎𝑙𝑙𝑎, 𝑎𝑙 𝑚𝑒𝑛𝑜𝑠 𝑒𝑛 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑣𝑖𝑒𝑛𝑒 𝑎 𝑚𝑖́ 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑟𝑖𝑜𝑟. 𝐿𝑎 𝑚𝑢́𝑠𝑖𝑐𝑎 𝑚𝑒 𝑎𝑦𝑢𝑑𝑎 𝑎 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑟 𝑡𝑟𝑎𝑛𝑞𝑢𝑖𝑙𝑜. 𝐸𝑠𝑡𝑎 𝑐𝑎𝑟𝑡𝑎 𝑦 𝑒𝑛 𝑒𝑠𝑡𝑎 𝑛𝑜𝑐𝘩𝑒 𝑒𝑛 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑐𝑖𝑎𝑙, 𝑛𝑜 𝑒𝑠 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑏𝑢𝑠𝑐𝑎𝑟 𝑟𝑒𝑔𝑟𝑒𝑠𝑎𝑟 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑖𝑔𝑜, 𝑝𝑜𝑟𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑒́ 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑜 𝑛𝑜 𝑡𝑖𝑒𝑛𝑒 𝑣𝑢𝑒𝑙𝑡𝑎 𝑎𝑡𝑟𝑎́𝑠, 𝑠𝑖𝑛𝑜 𝑝𝑎𝑟𝑎… 𝐶𝑒𝑟𝑟𝑎𝑟 𝑢𝑛 𝑐𝑖𝑐𝑙𝑜 𝑝𝑜𝑟 𝑚𝑎́𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑒 𝑑𝑢𝑒𝑙𝑎. 𝑁𝑜 𝑠𝑒́ 𝑠𝑖 𝑠𝑒 𝑝𝑜𝑑𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑟𝑒𝑐𝑢𝑝𝑒𝑟𝑎𝑟 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑎𝑙𝑔𝑢́𝑛 𝑑𝑖́𝑎 𝑡𝑢𝑣𝑖𝑚𝑜𝑠, 𝑝𝑢𝑒𝑠 𝑛𝑜 𝑠𝑜𝑚𝑜𝑠 𝑝𝑟𝑜𝑏𝑎𝑏𝑙𝑒𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑙𝑎𝑠 𝑚𝑖𝑠𝑚𝑎𝑠 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎𝑠. 𝑌𝑎𝑛𝑔 𝑀𝑖 𝑁𝑎𝑛𝑎𝑠𝑒, 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑒𝑝𝑎𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑗𝑎𝑚𝑎́𝑠 𝑡𝑒 𝑡𝑢𝑣𝑒 𝑜𝑑𝑖𝑜, 𝑛𝑖 𝑟𝑒𝑛𝑐𝑜𝑟. 𝐿𝑜 𝑚𝑎́𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑑𝑒𝑠𝑒𝑒́ 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑡𝑖, 𝑑𝑒𝑠𝑒𝑜 𝑦 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑖𝑟𝑒́ 𝑑𝑒𝑠𝑒𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑠𝑒𝑟𝑎́ 𝑡𝑢́ 𝑝𝑎𝑧 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑟𝑖𝑜𝑟 𝑦 𝑓𝑒𝑙𝑖𝑐𝑖𝑑𝑎𝑑. 𝑆𝑒𝑎 𝑐𝑜𝑛 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑛 𝑠𝑒𝑎 𝑝𝑎𝑠𝑒𝑠 𝑒𝑠𝑡𝑎 𝑁𝑎𝑣𝑖𝑑𝑎𝑑, 𝑠𝑖 𝑒𝑛 𝐽𝑎𝑝𝑜́𝑛 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑑𝑖𝑗𝑖𝑠𝑡𝑒 𝑜 𝑐𝑜𝑛 𝑡𝑢𝑠 𝘩𝑒𝑟𝑚𝑎𝑛𝑎𝑠, 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑒𝑠𝑡𝑎 𝑣𝑖́𝑠𝑝𝑒𝑟𝑎 𝑑𝑒 𝑁𝑎𝑣𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑠𝑒𝑎 𝑏𝑟𝑖𝑙𝑙𝑎𝑛𝑡𝑒 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑡𝑖 𝑦 𝑒𝑠𝑡𝑒 𝑙𝑙𝑒𝑛𝑎 𝑑𝑒 𝑡𝑜𝑑𝑎𝑠 𝑙𝑎𝑠 𝑐𝑜𝑚𝑖𝑑𝑎𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑒 𝑔𝑢𝑠𝑡𝑎𝑛, 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑒𝑙 𝑝𝑎𝑠𝑡𝑒𝑙 𝑑𝑒 𝑓𝑟𝑒𝑠𝑎, 𝑒𝑚𝑝𝑎𝑛𝑎𝑑𝑎𝑠 𝑑𝑒 𝑠𝑎𝑙𝑚𝑜́𝑛 𝑦 𝑚𝑢𝑐𝘩𝑜, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑚𝑢𝑐𝘩𝑜 𝑝𝑜𝑙𝑙𝑜 𝑎𝑙 𝑐𝑢𝑟𝑟𝑦. 𝑇𝑎𝑚𝑏𝑖𝑒́𝑛 𝑠𝑢𝑠𝘩𝑖, 𝑝𝑜𝑟𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑙 𝑠𝑢𝑠𝘩𝑖 𝑒𝑠… 𝐴𝘩. 𝑇𝑎𝑚𝑏𝑖𝑒́𝑛, 𝑙𝑒 𝑐𝑜𝑚𝑝𝑟𝑒́ 𝑟𝑜𝑝𝑖𝑡𝑎 𝑎 𝐻𝑎𝑚𝑖𝑙𝑡𝑜𝑛 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑙𝑎 𝑁𝑎𝑣𝑖𝑑𝑎𝑑. 𝐴 𝑒́𝑙 𝑠𝑖 𝑑𝑒𝑏𝑒𝑟𝑖́𝑎𝑠 𝑑𝑒 𝑣𝑒𝑟𝑙𝑜, 𝑡𝑒 𝑒𝑥𝑡𝑟𝑎ñ𝑎 𝘩𝑎𝘩𝑎. 𝑌… 𝐶𝑟𝑒𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑠𝑜 𝑒𝑠 𝑡𝑜𝑑𝑜 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑒𝑛𝑔𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑑𝑒𝑐𝑖𝑟. 𝑁𝑜 𝑒𝑠𝑡𝑜𝑦 𝑎𝘩𝑖́ 𝑦 𝑠𝑒́ 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑎𝑙 𝑣𝑒𝑧 𝑛𝑜 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑒𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑜 𝑒𝑠𝑡𝑒, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑠𝑜���𝑜 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑜𝑏𝑟𝑒𝑡𝑜𝑑𝑜 𝑠𝑒𝑝𝑎𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑒 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑜 𝑚𝑢𝑐𝘩𝑜 𝑦 𝑡𝑒 𝑡𝑒𝑛𝑔𝑜 𝑢𝑛 𝑎𝑝𝑟𝑒𝑐𝑖𝑜 𝑚𝑢𝑦 𝑔𝑟𝑎𝑛𝑑𝑒, 𝑌𝑎𝑛𝑔 𝑀𝑖. 𝐸𝑙 𝑐𝑎𝑟𝑖ñ𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑒 𝑡𝑒𝑛𝑔𝑜 𝑗𝑎𝑚𝑎́𝑠 𝑠𝑒 𝑣𝑎 𝑎 𝑑𝑖𝑠𝑖𝑝𝑎𝑟 𝑝𝑢𝑒𝑠 𝑒𝑛 𝑠𝑢 𝑚𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑓𝑢𝑖𝑠𝑡𝑒 𝑙𝑜 𝑚𝑎́𝑠 𝑔𝑟𝑎𝑛𝑑𝑖𝑜𝑠𝑜 𝑦 𝑎𝑢́𝑛 𝑠𝑖𝑔𝑜 𝑝𝑒𝑛𝑠𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑓𝑢𝑖𝑠𝑡𝑒 𝑙𝑜 𝑚𝑎́𝑠 𝑙𝑖𝑛𝑑𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑒 𝑝𝑎𝑠𝑜́, 𝑝𝑜𝑟 𝑠𝑜𝑏𝑟𝑒 𝑡𝑜𝑑𝑎𝑠 𝑙𝑎𝑠 𝑐𝑜𝑠𝑎𝑠…𝐹𝑢𝑖𝑠𝑡𝑒 𝑒𝑙 𝑎𝑚𝑜𝑟 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝑣𝑖𝑑𝑎 𝑦 𝑙𝑜 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑖𝑟𝑎́𝑠 𝑠𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜. 𝐸𝑙 𝑎𝑚𝑜𝑟 𝑛𝑜 𝑠𝑒 𝑣𝑎 𝑎𝑠𝑖́ 𝑑𝑒 𝑓𝑎́𝑐𝑖𝑙.  𝑁𝑜 𝑒𝑟𝑒𝑠 𝑓𝑎́𝑐𝑖𝑙 𝑑𝑒 𝑑𝑒𝑗𝑎𝑟 𝑖𝑟. 𝑃𝑜𝑟𝑞𝑢𝑒 𝑎𝑢́𝑛 𝑛𝑜 𝑡𝑒 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑜 𝑑𝑒𝑗𝑎𝑟 𝑖𝑟. 𝑃𝑒𝑟𝑜 𝑦𝑜 𝑛𝑜 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑜 𝑠𝑒𝑟 𝑒𝑔𝑜𝑖́𝑠𝑡𝑎. 𝐴𝑠𝑖́ 𝑞𝑢𝑒 𝑐𝑜𝑛 𝑒𝑠𝑜… 𝐶𝑎𝑟𝑖ñ𝑜, 𝑡𝑒 𝑑𝑒𝑠𝑒𝑜 𝑙𝑜 𝑚𝑒𝑗𝑜𝑟 𝑒𝑛 𝑒𝑠𝑡𝑎 𝑣𝑖𝑑𝑎.  𝑇𝑎𝑚𝑏𝑖𝑒́𝑛 𝑒𝑠𝑐𝑢𝑐𝘩𝑒́ 𝑞𝑢𝑒 𝑐𝑜𝑚𝑒𝑛𝑧𝑎𝑠𝑡𝑒 𝑢𝑛𝑎 𝑔𝑖𝑟𝑎. 𝑇𝑒 𝑑𝑒𝑠𝑒𝑜 𝑙𝑜 𝑚𝑒𝑗𝑜𝑟 𝑎 𝑡𝑖 𝑦 𝑎𝑙 𝑔𝑟𝑢𝑝𝑜. 𝑌𝑎 𝑛𝑜 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑜 𝘩𝑎𝑐𝑒𝑟 𝑒𝑠𝑡𝑜 𝑚𝑎́𝑠 𝑙𝑎𝑟𝑔𝑜, 𝑎𝑠𝑖́ 𝑞𝑢𝑒 𝑐𝑜𝑛 𝑒𝑠𝑡𝑎 𝑐𝑎𝑟𝑡𝑎, 𝑓𝑖𝑛𝑎𝑙𝑖𝑧𝑜́ 𝑚𝑖𝑠 𝑝𝑎𝑙𝑎𝑏𝑟𝑎s. E𝑠𝑝𝑒𝑟𝑜́ 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑓𝑢𝑡𝑢𝑟𝑜 𝑛𝑜𝑠 𝑟𝑒𝑢𝑛𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑝𝑙𝑎𝑡𝑖𝑐𝑎𝑟 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑑𝑜𝑠 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑒 𝑡𝑖𝑒𝑛𝑒𝑛 𝑎𝑝𝑟𝑒𝑐𝑖𝑜 (𝑎𝑙 𝑚𝑒𝑛𝑜𝑠 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝑝𝑎𝑟𝑡𝑒) 𝑦 𝑠𝑒 𝑐𝑢𝑒𝑛𝑡𝑒𝑛 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝘩𝑎 𝑝𝑎𝑠𝑎𝑑𝑜 𝑒𝑛 𝑠𝑢𝑠 𝑣𝑖𝑑𝑎𝑠. 𝑆𝑖 𝑎𝑙𝑔𝑢́𝑛 𝑑𝑖́𝑎 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑒𝑠 𝑏𝑢𝑠𝑐𝑎𝑟𝑚𝑒... 𝐴𝑞𝑢𝑖́ 𝑣𝑜𝑦 𝑎 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑟. 𝑃𝑜𝑟𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑠𝑜 𝑛𝑜 𝑣𝑎 𝑎 𝑐𝑎𝑚𝑏𝑖𝑎𝑟. 𝑃𝑟𝑜𝑚𝑒𝑡𝑖́ 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑟𝑖́𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑡𝑖 𝑦 𝑎𝑠𝑖́ 𝑠𝑒𝑟𝑎́.𝑇𝑒𝑛 𝑢𝑛𝑎 𝑙𝑖𝑛𝑑𝑎 𝑁𝑎𝑣𝑖𝑑𝑎𝑑.— 𝐶𝑜𝑛 𝑡𝑜𝑑𝑜 𝑒�� 𝑐𝑎𝑟𝑖ñ𝑜 𝑦 𝑎𝑚𝑜𝑟 𝑝𝑜𝑠𝑖𝑏𝑙𝑒, 𝐴𝑎𝑟𝑜𝑛 (Tambien Dalpengi) 
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y-moonlight-a · 5 years
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𝓜𝓸𝓸𝓷𝓵𝓲𝓰𝓱𝓽
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Aaron
—Eres la persona que ilumina mi camino, princesa.— dijo, abrazando la cintura de la menor con mucha delicadeza. Su mano se deslizo hacia la palma contraria y la guío para salir fuera del baño. —¿Pudieras cerrar los ojos unos momentos? Preparé algo para ti. Espero te guste.— pidió a ella, deteniéndose unos momentos.
Yang-Mi
8 Sep 2018
— ¿Umh? ¿Mis ojos? — cuestionó extraña después de salir de su burbuja de romanticismo. — Está bien, veremos qué preparaste — cerró sus ojos en espera que el mayor le dijera que podia avanzar.
Aaron
8 Sep 2018
Halo su mano con cuidado. Desde el tiempo en el hospital pensó de que manera pudiera hacer esta noche entre ellos especial. ¿El exterior? ¿El interior? ¿Luz de luna? Y realmente no sabía si le gustaría a ella. Había planeado cada detalle con sumo cuidado, y solo espero que el ambiente para Yang fuera de su agrado. Camino lentamente fuera del baño, jalando a la menor despacito y se detuvo. El sabía que esta canción le gustaba mucho a ella, por lo tanto, opto por escogerla como aquella que les acompañaria un rato aquella noche. La comida ya estaba servida y las velas ofrecían un aroma dulce que ayudaban a trabajar el climax. La comida era langosta, que Aaron, por cierto, agradeció que le gustará a la impropia. —Puedes abrir tus ojos. Espero te guste, vida.— terminó de decir, nervioso; ansioso.
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Yang-Mi
8 Sep 2018
Estaba un poco curiosa al segundo que cerró sus ojos, pero por más que quisiera ver qué era lo que el mayor había hecho, prefirió estar así hasta que esté le dijese el momento de abrir sus ojos. La melodía tan cercana de aquella canción la tomo de sorpresa. Se dejó guiar y cuando se detuvieron, fue el momento de abrir sus ojos. — ¡Oh por dios, es bellísimo! — comentó alegre, el ambiente era más que perfecto, las velas lo hacían mejor. — Me encanta, me encanta — Lo rodeo sorpresivamente con sus brazos por la emoción. — ¿Cómo es que logras siempre sorprenderme? ¿Umh? Te amo y te quedó divino amor. —
Aaron
8 Sep 2018
El peso en sus hombros desapareció al momento que vio la alegre reacción de la pequeña ante su sorpresa. Soltó un fuerte suspiro que fue interrumpido al momento que la menor le rodeo con sus brazos y el inmediatamente correspondió rodeado la cintura ajena. Observo las delicadas facciones del rostro adverso denotando felicidad en sus pupilas.— Te sorprendó porque tú lo haces cada día, con tú amor y cuidado. —apegó su frente a la contraria unos instantes y susurró — ¿Comemos ya señorita? Tengo un hambre que me pudiera comer una casa entera?
Yang-Mi
8 Sep 2018
Eso era todo, estaba mirándolo como una tonta enamorada a los ojos. Estaba segura que sus ojos brillaron por las palabras dichas del mayor. Pero el comentario comentario proveniente del mayor le saco nuevamente una sonrisa, también moría de hambre y nadie se quería comer al otro ¿Verdad? Se preguntó y río un poco más. — Estoy lista para comer, aún que creo que una langosta no será suficiente. — se dirigió a tomar uno de los asientos de la mesa para así empezar a disfrutar de aquel platillo.
Aaron
8 Sep 2018
—¿Pretendes comer otra langosta o que?— dijo, pues era posible pedir otro platillo. Se adelantó a sacar la silla de ella para que se pudiera sentar y le ayudo a acomodarse nuevamente para pasar a sentarse a la suya. Tomó asiento y con cuchillo y tenedor comenzó a comer un poco de la langosta, virtiendo cada pedazo correspondiente en el aceite de mantequilla. —La noche esta hermosa— comentó, pues la playa podía verse desde donde estaban ellos, y como la luna se iba escondiendo.
Yang-Mi
9 Sep 2018
— Oye, no. Lo decía porque ambos tenemos apetito, el querer otra langosta me hace ver como una glotona — tomo un poco de agua antes de empezar a comer. — Pero está alcanzará para ambos — sirvió un poco de langosta tan como el mayor lo había hecho. — Lo está, vinimos en buen tiempo ¿No crees? Hay poca gente y el clima nos favorece — sin más que decir empezó a saborear aquellos sabores de su platillo. — Está esquisto, no sé si es porque tengo hambre o de verdad está esquisto — comentó emocionada.
Aaron
9 Sep 2018
—Si quieres mas no hay problema, se puede pedir.— aseguró con franqueza. — Si, en abril las temporadas de Jeju son muy bajas, y es perfecto para poder pasar tiempo juntos.— Le miro unos instantes mientras se llevaba un bocado a la boca y lo pasó por su garganta. —Pero mas me alegra poder haber venido aquí contigo, Yang.— dijo sinceramente. Y no era mentira; quería darse una escapada con ella de la rutina. Viajar. Disfrutar de su compañía y de su amor lejos de un ambiente cotidiano. Un ambiente de dos... La botella de vino reposaba encima de aquel mantel blanco; era uva suiza con un poco de frambuesa. Aaron dejo los cubiertos unos momentos sobre su plato para tomar la botella de vino y sacar el corcho. —¿Quieres un poco, amor? — preguntó con cautela, pues sabía que la adversa no tomaba mucho.
Yang-Mi
9 Sep 2018
¿Cómo es que podía ser tan dulce de un segundo a otro? Agradecía tener tiempo libre para poder pasarlo con él, disfrutarlo al máximo y hacer miles de cosas. — También a mí.— comentó mientras acomodaba un mechón de pelo tras su oreja. — Por supuesto, debemos brindar ¿No crees? Pero solo un poco, no queremos que después no pueda caminar.— bromeo pero en parte no quería que se arruinará el momento solo por ingerir más alcohol de la cuenta, ella misma sabía que no podía tolerarlo del todo aún.
Aaron
9 Sep 2018
—Entonces brindemos.— comentó, terminando de comer lo que restaba de su langosta y la ensalada que esta acompañaba con una ligera mezcla de vinagreta y queso rayado. Se levantó de su silla para acercarse a la adversa, y así tomó su copa de vidrio para servir con el líquido rojizo la mitad de esta; él bien sabía que ella no gustaba del alcohol en exceso; por lo tanto había escogido un sabor suave. Repitió lo mismo con su copa, pero antes de regresar a su asiento, robo un beso de los labios adversos. —Te ves preciosa esta noche.— susurró.
Yang-Mi
9 Sep 2018
Tomo entre sus manos una servilleta, para así limpiar sus labios antes de que el mayor se levantara. Había comido lo suficiente y una gran parte de la gustosa comida, sin duda ka elección fue la correcta. — Brindemos por este momento.— espero porque él le sirviera un poco de aquel vino pero no esperaba que esté le robara un beso y volviera rápidamente a su asiento. — Por cada beso que me robes, tendré que robarte tres.— comentó mientras una sonrisa pícara se escapó de sus labios. Tomo la copa en sus manos, alzandola un poco para así poder brindar. — Brindo por nuestro amor, por este momento único y por tenerte a mí lado, te amo.— Lo amaba sinceramente, era él único dueño de su corazón, él único que lo había ganado.
Aaron
9 Sep 2018
—Mejor que sean cinco, ¿no te parece?— alzó una de sus cejas al mismo tiempo que una de sus comisuras, sonriendo pícaramente. Alzó al mismo tiempo su copa; al momento que ella lo hizo el también. —Yo... Yo brindo por él hecho que apareciste en mi vida. Por el hecho que llegaste como una fuerte luz; mi luz. Y por ser la mujer que amo. — comentó, cambiando el semblante de su rostro a uno serio, encadenado su mirada a los orbes adversos. Su zurda se movió para encontrárse con los nudillos contrarios y comenzó a acariciar sus delgados dedos sutilmente. —Me recuerda a aquella noche de... Nuestro primer beso. — pausó, mirando unos instantes al océano— ¿No crees?
Yang-Mi
— Pueden ser los besos que tu desees, amor.— Un suspiro escapó después de escucharlo, tan sincero, no podía quitar su mirada de él en ese momento. — Lo que me dices es muy bonito, sabes que solo quiero hacerte feliz — declaró, no había más nada que la felicidad de él y la felicidad de ambos. — Creo que esa noche fue única en mí vida, jamás pensé que nuestro primer beso podía llegar, no me atrevía a soñar con ello. Pero sucedió en una noche parecida a esta.— aquella magia seguía presente pero esta vez era más de lo normal podía sentirlo, ya no estaba invadida por el nerviosismo ni nada, se sentía muy cómoda y relajada. Bajo la copa y entrelazó sus manos con las contrarias — Creo que es perfecta.—
Aaron
9 Sep 2018
Desde el momento en que ambos jovenes se dieron su primer beso, hasta donde se encontraban ahora, que con una simple mirada se podían comunicar sus sentimientos, la pareja había crecido bastante. Las cosas habían cambiado; pero para un bien mejor; un bien para ambos. —Porque eres tú.— musitó entre sus labiales, analizando cada facción de la menor; como si fuera la primera vez que le viera. Una melodía familiar sonaba de fondo, “Moonlight.” Las velas estaban haciendo su trabajo y así, el mayor tomó otro sorbo de su copa de vino.—Quiero que sepas que, enserio. No veo nadie mas que a ti mi lado, Yang.
Yang-Mi
Aquella melodía conocida particularmente empezó a sonar y así el momento cada vez era aún más especial. — ¡Yah! Me vas a hacer sonrojar.— dijo unos segundos después, sí que ya no lo estaba, el mayor tenía la facilidad de hacer revolotear sus emociones. — Tam- tampoco veo a nadie más, solo a ti. — seguramente su cara estaba roja como un tomate, tenía que esconderse o el vino estaba haciendo efecto en su rostro.
Aaron
Las mejillas de la adversa tomaron un tono carmesí, extendiendo aquellos labios de cupido que le caracterizaban y le volvían loco a su dueño. Una pequeña risa escapo de la voz propia, mirando unos instantes hacía abajo, intentando reflexionar de la magia que envolvía a ambos en este momento. Elevó sus orbes nuevamente para fijar su vista en la femina pelinegra. —Tan preciosa— susurró. Aaron comenzó a tararear ante la canción, golpeando las yemas de sus dedos levemente por encima de aquella superficie de madera. A paso lento, se levanto de su asiento y dirigió a paso calmado frente a la menor, a la cual le preguntó —¿Bailaría esta pieza conmigo, dulce princesa?— preguntó con todo el amor posible en su voz.
Yang-Mi
Trato de calmar sus emociones internamente, no era momento de perder el control. ¿Pero como no hacerlo ante todo ese momento? Un leve suspiro se escapó de sus labios, el cual no dejo que viese al mayor aproximarse. — Por supuesto que sí.— respondió instantáneamente, posó su mano en la del mayor y se incorporó del asiento. Siendo guiada por este en aquel baile.
Aaron
Extendió su mano, acariciando la palma de su amor, y así le guío hasta el centro de la habitación, bajando con cuidado los pequeños escalones. Guiando a la femina frente a la ventana que daba vista al oceano ya anocheciente. La Luna se reflejaba ya en el océano, y las velas creaban el ambiente cálido que hacía aún mas perfecto el momento. Rodeó la cintura adversa, posando sus manos en la cadera adversa, comenzando a moverse lentamente al ritmo de la melodía que zumbaba en sus oídos. ─Recuerdo que la primera vez no duramos ni tanto─ susurró ─Además, me robaste el primer beso.
Yang-Mi
Caminaron hasta donde se encontraba la ventana, con esa vista tan perfecta y mágica que parecía un cuadro.
Las cálidas manos rodearon su cintura y así como solía estar acostumbrada, se sentía protegida y sobre todo cuidada. Quería sentir los sentimientos del contrario, su latir, su palpitar. Lo que lo se hizo esperar. Tenia sus sentimientos a flor de piel y se movió junto al contrario, sin perder el compás. Pose su mirada en el y una sonrisa se escapó de sus labios. — Creo que duramos lo suficiente, lo suficiente para el beso.— respondió sutil. — No podía resistirme a no hacerlo.— confesó y esa era la verdad.
Aaron
21 Sep 2018
─No te resistas nunca en besarme, ¿quieres? ─ le propusó a la menor sútilmente, apegándose mas al cuerpo adverso, a medida que el mayor guíaba los lentos pasos de ambos jóvenes enamorados, disfrutando de su momento. ─ No me cansaré de decir. Se que has llegado para quedarte y amarnos con sinceridad. Como lo hemos hecho desde el principio. ─ pausó ─ Y me hace tan feliz, saber que nuestro segundo baile, es juntos y aquí.
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Yang-Mi
23 Sep 2018
— Ya no creo poder resistirme.— susurro con un tono lo suficiente alto para el contrario la escuchara. Su cuerpo en ese instante solo se dejaba guiar por él, la melodía seguía en su mente. Tras aquellas palabras solo pudo sonreír, estaba tan fascinada y embobada que quiso volver a vivir aquel momento. Sus manos fueron hacia el rostro, situándose en las mejillas contrarias. Acercándose poco a poco al los labios del mayor, podía sentir la respiración de él sobre sus labios y sin rodeos los sello con los suyos. Quiso revivir el primer beso de ambos, aquel que había iniciado todo, todo lo que ahora eran.
Aaron
Los orbes marrones del mayor se situaron en los labios adversos, sellando su mirada en las delicadas facciones de la fémina. Observo con detalle las delicadas facciones de su rostro, sintiendo demasiado cerca la respiración opuesta. ¿Era normal, sentir como si este fuera el primer beso de ambos, a pesar de haber hecho de los labios opuestos suyos, ya tantas veces? No lo sabía, así que solo se dejo llevar igualmente, explorando la cavidad bucal ajena. Cerrando los centímetros que quedaban entre ambas anatomías, el joven acercó la cintura adversa a su pelvis. Una colección de sabores explotó en un beso tan parecido como al de aquel hospital. —Igual... Se siente igual...— susurró, para continuar aquel apasionado beso.
Yang-Mi
Aquel beso dulce se volvió aún más apasionado, pero no se iba apartar, las necesidades de tenerlo, de estar así con él era más fuertes. Si, el beso le recordó a aquella noche tan mágica y única. Todo eso pasó cómo un flash en su mente. Pasó a rodear el cuello y así acercarse aún más a él, nuevamente estaba perdida en aquel mundo, con la sola existencia de ambos, tantas cosas que hacer y que cumplir, tantas que quería compartir con él. — Se siente igual y mucho mejor.— susurro muy sutil.
Aaron
La trascendencia del momento... Podía sentirle en el palpitar de su corazón. Comenzó a acariciar sutilmente la espalda adversa, haciendo de sus manos un revoltijo en la piel ajena; sus manos a veces arriba, o sus manos a veces abajo, intentando encontrar una mágica manera de acercar a ambos aún mas. Humedeció sus labios ligeramente, separándose por unos instantes, milímetros de la boca adversa, para volver a unir sus labiales con los adversos en un ósculo que cada vez demandaba un poco mas. Bajo en un rastro de besos por la mejilla ajena y así pasarse a dejar un pequeño mordisco en el lóbulo adverso.
Yang-Mi
Una sutil sonrisa se escapó de sus labios tras aquel travieso mordisco, aquellos que hacían su piel erizar de una manera única su cuerpo. — Podemos... Podemos ir a la habitación si gustas. — comentó sin salir de su ensoñación. Sus mejillas se tiñeron un con aquél particular color carmesí, estaba segura que sus ojos brillaban y solo quería seguir besandolo, tenía demasiadas intenciones de estar abrazada y con él, como solían hacerlo. Observó ligeramente por unos segundos al mayor, como esperando su afirmación o algo de parte de él.
Aaron
—¿Es una orden o una sugerencia? — preguntó juguetón, tal como ella le cuestionaba a él con aquella frase varias veces. Llevó sus manos a la cadera adversa y asintió. —Vamos— río pícaramente un poco. El calor aumentaba un poco, y de tal manera como solía hacerlo, con cuidado alzó la cadera ajena en sus brazos y le llevo a paso lento a la habitación.
Yang-Mi
— Es una orden y también una sugerencia.— respondió siguiendo aquel juego que empezaba a formarse. Esta lista para caminar hacia la habitación pero no tenía planeado que le la sujetara de su cadera y la llevará hacia esta, la tomo de sorpresa por unos segundos. — Ten cuidado, nos podemos caer. Ahora me siento como bebé.— río sin quitarle la mirada al mayor. — Derecho a la izquierda.— bromeo al guiarlo. No sabía si era ella o el ambiente pero ya le faltaba un poquito el aire.
Aaron
—Sabes que no te voy a dejar caer, cosita— fingió no saber a donde quedaba la habitación, donde también se podia apreciar el océano y el anochecer , jugando en crear una noche inolvidable para los antes. —¿O derecho a tú corazón?— se hizo el coqueto por unos instantes, entrando despacio a la habitación, sentando a la menor en la orilla de la cama con sumo cuidado para no irle a lastimar. Y así su expresión volvió a cambiar, a un tono serio, el cual se desvaneció al instante que volvió a atacar la cavidad bucal ajena. Recargo sus manos en el colchón, una a cada lado de la anatomía opuesta, inclinándose ligeramente hacia en frente.
Yang-Mi
— Derecho, derecho hacia mí.— siguió aquel juego muy entretenido antes de llegará a la habitación. Poco después su cuerpo toco la suavidad de la cama, una vez dejada allí no tuvo tiempo de decir nada, tampoco tenía ganas de decirlo. Así como él atacó sus labios, ella hizo lo mismo, tomo del cuello de la camiseta para atraerlo un poco más hacia su cuerpo. La inclinación del mayor hizo que ambos cayeran en la cama sin separarse. Se atrevió a explorar la cavidad del contrario con un afán demasiado particular. La noche ya estaba en su punto y no importaba a donde terminaría todo esto. Solo sabía que él pensaba como ella y ambos ya estaban más que enterados hacia donde irían.
Aaron
Fue atraído por su cuello a explorar con gran emoción los labios carmesí de la femina, la cual con apenas unos tantos besos, formaban en el un calor amenazante. Era el hechizo con cual estaba encantado. Sin pedir permiso, introdujo su lengua en la cavidad ajena, obstruyendo la privacidad de aquel paraíso resguardado por unos labios de cupido, comenzando una danza llevada en sensaciones majestuosas por su cuerpo. Sin abandona aquel beso, la palma diestra del joven se escabulló de la superficie de aquel colchón, y comenzó a acariciar sutilmente el muslo de la menor, Introduciendo su mano bajo las telas de aquel vestido blanco.
Yang-Mi
Sus manos bajaron por los anchos hombros, acariciando cada centímetro mientras se iba acercando a los botones de la camisa los cuales serian desabotonado en el transcurso. Su respiración se volvió un poco pesada y acelerada, por lo que se separó unos segundos, pero volviendo a unir sus labios al instante. Su pierna se flexionó ante la caricia proporcionada por el contrario, haciendo subir un poco más la tela de su vestido. Sus dedos no aguantaron y desabotonaron el primer botón de la camisa.
Aaron
23 Sep 2018
Flexionándola, la rodilla del mayor subió a la orilla de la cama, apegándose mas a la anatomía adversa que juraba un campo de lujuria por conocer y explorar. Las caricias depositadas en sus hombros le hicieron estremecer un poco. El cabello anteriormente peinado ahora estaba despeinado, adueñándose de los labiales de cupido tan exquisitos. Los labios propios ya se encontraban un poco hinchados de la serie de osculos que perseguían esa noche. Por lo que aprovecho para tomar aire y decir en un tono de atrevimiento y un tanto de lujuria. — Rómpela — demandó, refiriéndose a la camiseta la cual sería muy ostentosa remover botón por botón. Tal dicho lo contrario, su mano había viajado mas allá del muslo ajeno, regresando a posar la yema de su pulgar, descansando en el labio inferior de la adversa.
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y-moonlight-a · 5 years
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𝙬𝙚𝙩
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Aaron
─No lo haré, amor─ contestó mientras sus labios estiraban una grata sonrisa en su rostro. Internamente agradeció que hubiera aceptado, porque sino hubiera resultado en un gran problema. El mayor se acercó al cajón donde había depositado esos papeles importantes para revisar la agenda de la decoración y que esta estuviera en la fecha correcta . . . Y así era. Para no hacer a su pareja sospechar se apresuró a tomar su pantalón de vestir y una camiseta (si, otra) no muy formal pero si adecuada para la cena de ambos y prosiguió a adentrarse al baño. Aquellos podían entrar libremente a tener todo listo; y sería en el tiempo necesario, ojála. - El vapor del baño causanta del agua hirviendo que corria en la tina se hizo notar en los empañados espejos. ─Ya estoy aquí, bebé─ confirmó al ver a la menor de espaldas hacia él.
Yang
Habían pasado varios minutos y el agua estaba realmente exquisita, removió su ropa, dejándola a un costado del piso, podría meterse antes que él mayor o, una idea se le vino a la cabeza. Envolvió su cuerpo en uno de los toallones y se acomodó por detrás de la puerta, escondiéndose para hacer aquello que se le vino a la mente. Espero varios minutos, que para ella fueron una eternidad y justo cuando pensó en no realizarlo en mayor entró al baño, lo tomo de sorpresa y rápidamente envolvió los ojos ajenos con una pedazo de tela colorada que había encontrado. — Ya veo que estás aquí.— susurro en el oído, le costaba un poco matenerse a la altura contraria por lo que estaba de puntillas de pie, realizó un nudo y luego río al verlo. — Ya está el baño corazón.— dijo muy cariñosa.
Aaron
O eso le pareció. . . Haberla visto frente a él. Pero que equivocado estaba el muchacho. Sin esperar un movimento de tal clase, la menor había envuelto su mirada en lo que parecía ser una tela peculiar. . . El punto es que. . . Ahora no podía ver lo que sucedía a su alrededor. Al parecer la menor se encontraba en toalla, pues la textura de aquella suave textura le pareció lo mas similar a lo previamente mencionado. ─¿Ah. . .?─ musitó en voz baja, creando una duda es su cabeza respecto a lo que estaba a punto de pasar. Una presión ejerció en su craneo al darse cuenta que la menor había realizado un nudo en su lugar. Este peculiar momento le recordo a aquella vez donde amarro un pedazo de tela negra, donde ambos tuvieron un momento un poco candente, y él mayor se dejo consentir. Esos recuerdos eran gratos, mas para el ambiente que se había formado. ─¿Qué tramas, enana?─ preguntó juguetón, buscanso la mano ajena para guiarse a la tina.─¿Sabes qué tengo que quitar mi ropa todavía, cierto?─ sonrío ladinamente.
Yang
Solo pudo echarse a reír al ver el rostro del mayor, pero su risa no duro mucho cuando él la llamo "Enana" se hizo la molesta de a mentiras y sería comentó — No soy enana, que tú hayas comido verduras en tu infancia no es mí culpa.— bromeo. Tomo la mano del mayor para entrelazarla y asegurarle de que ella permanecería allí. — Lo sé, pero te quitaras la ropa tu solito, yo estoy para guiarte hacia la tina.— ella solo se dejaba guiar por sus instintos, realmente esto no tenía plan de antemano pero pensó en que si ambos se divertían no estaría nada mal.
Aaron
—Tal vez no tomaste suficiente leche tú, mhm— contestó juguetón, llevándole la contraria con el propósito de molestarla un poquito. Se sintió un poco mas aliviado al sentir la mano ajena; simplemente le hacía sentir mas seguro. Dibujó un puchero en su rostro cuando se negó a desabrochar su shorts—Ahh, que mala suerte— se quejó como niño pequeño. —¿Entonces me dejarás quitar mi ropa— preguntó, para soltar la mano de la menor.—No quiero manitas traviesas, mhm.
Yang
Se hubiera ofrecido para ayudar al mayor pero lo mejor sería era que él se quitará la ropa. Una sorisa se dibujó en sus labios quería llenar aquél rostro del mayor de besos, pero mantendría la postura. — Te dejaré desvestirte, sin que haya manitos traviesas por el momento.— comentó segura. Por el momento soltó la mano del contrario para que se desvista cómodo, a su gusto.
Aaron
¿La menor habra quitado también su calzón y brassiere o de los había dejado como era costumbre cuando ellos se bañaban? Aquella toalla no le permitió sentir la piel ajena. Y aunque no lo creía seguramente, para el esas eran preguntas de suma importancia. Avanzó seguro como solía hacer cuando ambos tomaban un baño. Con manos ya acostumbradas, bajo a la levilla del cinturón para desabrochar este y sin quitarlo, bajo el zipper de aquel shorts, quedo solamente a boxers que bien permitían dejar ver a su hombría, realmente, aún nunca vista. Por comodidad de la menor, prefirió dejar el boxer puesto hasta que la contraria fuera la que se animará a bajar aquella prenda. Con torpeza bajo el short y salió de el, para finalmente volver a buscar la mano de la menor.—Ya—indicó.
Yang
Espero que el mayor terminara de desvestirse para volver a tomar la mano contraria, haciendole saber que no se había ido de allí. — Ya estamos listos para el baño. — retrocedió unos pasos hacia atrás pues ella se encontraba de frente a él. Cuando estuvo lo suficientemente cerca de la bañera se quitó el toallón, el cual cayó directo al piso. Metió sus pies dentro de la bañera, el agua estaba en una temperatura adecuada para ambos. No soltó por nada la mano del mayor y solo le indico en que momento debía levantar sus pies para que entrara también, sin que se cayera. — Levanta tus pies ahora y luego nos sentaremos en la bañera.— comentó segura, estaba un poco nerviosa pues no llevaba la prensa de arriba y sabía que él se daría cuenta apenas se sentarán.
Aaron
Entrelazo sus falanges con los delgados dedos de la menor los cuales se sentían un poco fríos; un poco necesitados de calor por la mano del mayor
El mayor asintió ante su comentario; su mano libre entrecerraba sus nudillos para que tocar la planta de su mano; era una pequeña muestra de nerviosismo, ¿pero porqué si ya se habían bañado juntos antes? Avanzó hacia adelante mientras su mano era tomada para acercarse a la tina. Podía sentir el cálido vapor emitido por el agua a temperatura lo suficiente tibia para poder ser cómoda. Al escuchar las ondas de agua que iban en el juego con el movimiento de las piernas impropias tomó la iniciativa de acercarse y elevar sus pies para adentrarlos al momento que Yang indicó. —Listo— no se apegó todavía mucho al cuerpo se la menor, pero se encargaría de abrazarlo como era costumbre una vez que estuvieran sentados. Fue buscando la superficie de la tina para sentarse en esta.
Yang
Tomo posición enfrente de él, flexionando un poco sus piernas dándole la espalda, un escalofrío recorrió su cuerpo por la temperatura del agua pues estaba empezando a tener frío, por lo que busco el calor corporal del mayor. El agua cubría la mitad de su pecho y las espumas iban formándose más a medida de las leves ondas. Recordó que el mayor traía vendado los ojos, lo observó de reojo y sonrió. — Puedes quitarte la venda si quieres.— comentó mientras tomaba parte de la espuma en sus manos.
Aaron
Flexionó sus rodillas mientras sus manos lentamente se adentraban en la tibia agua; al principio un poco fría, pero aceptable. El agua llegó hasta la altura de su cintura, ya hincado. Tenía curiosidad de ver la belleza atras de aquel pedazo de tela. Quería ver la belleza de ella. Solamente ella. La venda comenzaba a volverse un poco estorbosa y tal como sugirió la menor, llevo sus manos hacía aquel nudo y con un poco de torpeza lo desabrochó, dejándole en la orilla seca de la tina. Ante él se revelo la espalda desnuda de la menor. . . Algo que le hizo . . . ¿Cómo explicarlo? Hizo a su corazón latir mas rápido sin dudar. Así supo que nada le cubría . . . Pero la verdad. Le fascinaba. Le fascinaba el cuerpo de su pequeña y la verdad no había nada que podía negarlo. No dijo nada; solamente sonrío cálidamente y se acercó, así apegando su pecho a la espalda contraria deslizando bajo el agua sus palmas para abrazar a la menor y rodear el abdomen contrario. La espuma ya abundaba un poco de su espalda y brazos; pero aún abundaba mas el calor que poco a poco él sentía que se iba formando.─Hola─ solamente dijo juguetón en voz baja, recargando su rostro en el hombro de la menor. Las velas aromatizantes hacían un gran trabajo formando el ambiente entre ambos jovenes. O al menos para él.
Yang
Una dulce sonrisa podía reflejarse en el agua como un espejo. Le encantaba estar rodeada en sus brazos, sentirlo cerca de ella, de esa manera tan especial. — Hola amor.— susurro dulcemente mientras recargaba su cabeza hacia atrás en el hombro contrario. El ambiente la hacia estar un poco más mimosa de lo normal, o eso podía sentir, colocó sus manos sobre las manos contrarias para atraerlo lo más próximo posible. — Te mojaría pero este ambiente no está para ser arruinado corazón.— masajeó levemente la mano contraria, girando a su vez si rostro para poder dejar un sutil beso en una pequeña parte del oído contrario.
Aaron
El ambiente era dulce y tránquilo. De una extraña manera el poder abrazarle en ese momento, en ese minuto, en cada y hora y día era una plena suerte que le hacia sentir merecedor de tal personita frente a sus ojos. Sus falanges comenzaron a acariciar sútilmente los nudillos de la menor. Él mayor observó con delicadeza los pequeños detalles del rostro de la menor: sus ojos, su narizita, sus labios . . . Aquellos luceros escondidos en sus ojos. ─No importa . . .─ sus comisuras se estiraron levemente soltando un baja risilla entre sus labios, los cuales junto con su rostro se inclinaron para depositar un pequeño beso en el cuello de la menor─ Todo ambiente es bueno contigo─ dijo antes de que la menor se acercará a besar su oído. Paso de llevar una de sus palmas, trazando una larga caricia desde el brazo de la menor, subiendo hasta su hombro, terminando por acariciar su mejilla. Alcanzó una de las botellas de enguaje para cuerpo y virtió un poco en sus manos, creando espuma para comenzar levemente a masajear la espalda de la menor.─ Hoy te daré masajes yo.
Yang
— ¿De verdad? Qué privilegio asfkklg.— corrió todo su cabello para un lado de su cuerpo, así el que tendría toda la espalda descubierta para recibir aquellos relajantes masajes. Le regaló una mirada traviesa, mientras sus hombros se movían de un lado a otro. Estaba ansiosa por recibir el tacto ajeno. — Luego te daré masajitos a ti ¿Quieres? — tomo un poco de espuma en la punta de sus dedos y la coloco en la punta de la nariz de él. Su lado juguetón aveces no podía ser controlado del todo, menos aún cuando había espuma a su alrededor.
Aaron
─Tal vez─ río mientras seguía frotando ambas de sus manos para crear espuma. El rápido movimiento de la menor le tomó por sorpresa, a lo que él mayor hizo su rostro a un lado, arrugando su nariz y cerrando sus ojos─¡Oye!─soltó juguetón mientras deslizaba su mano para remover aquella espuma de su nariz. ─Ah, no te empapo porque dije que me apadiaría de ti el día de hoy─ ambas de sus manos se recargaron en los hombros de la menor. Él también se apego un poco más para disfrutar el cálido ambiente entre ambos. Ambos pulgares comenzaron a masajear con delicadeza mientras "amasaba" ligeramente su piel, eliminando la tensión en sus muscúlos, tal para que se relajará. ─¿Que tal así?─ preguntó para asegurarse que su compañera lo disfrutará también.
Yang
Al escuchar decir al mayor que no la emparía, su lado tenía ganas de salir, pero no, se comportaría para que esto no terminará en una guerra de agua como en la playa, pero fue muy divertido. — ¿Osea que puedo empaparte a ti? Ah, es broma, broma. — comentó divertida. Se relajo a los segundos para empezar a disfrutar los primeros masajes proporcionados por le mayor, lo hacía tan bien. — Esquistos, simplemente esquistos.— cerró sus ojos instintivamente por los roces.
Aaron
─Tal vez lo haga yo. Quien sabe.─ comentó a medida que sus manos bajaban por la espalda impropia, plenamente desnuda de cualquier cobertura. Deslizo sus palmas a la cintura de la menor y comenzó a masajear. ─Disfruta por está noche. . .─susurró en voz baja dulcemente. Sus movimientos en realidad no tenían figura ni presición; pero conocía que tanta fuerza era considerado un "buen masaje" para la menor. Al ver que comenzaba a relajarse alcanzó una de las esponjas ya proporcionadas, en la cual echo un poco de enguaje para cuerpo de . . . ¿Frambuesa? Era un poco torpe para las fragancias de mujeres, pero sabía que no le gustaba lo muy dulce, por lo que opto que era una buena opción. Así, comenzo a pasar aquella esponja por la espalda de la menor, sin prisa y con sumo cuidado. ─ ¿ Sabes de qué manera nos veo en un tiempo?─ preguntó rompiendo un poco el silencio, esperando que no molestará a la menor.
Yang
Su mente se centró en aquellos movimientos, el mayor dijo que debía disfrutar y lo estaba haciendo, algunas pequeñas preocupaciones se fueron cuando llegaron al lugar, libre de todo. Una deliciosa fragancia llegó a invadir sus fosas nasales, podía distinguirla y pertenia a la frambuesa, una de frutas favoritas. — Me imagino muchas cosas, pero quiero que me cuentes cómo es que nos imaginas.— susurro, pues ella se imaginaba de mil formas, sus sueños junto a él se cumplían poco a poco.
Aaron
─Nos imagino juntos . . . No sé con exactitud de que manera, pero estoy seguro que quiero que sea a tú lado─ comentó en voz baja mientras apegaba su pecho a la nuca de la menor, así ella tendría un lugar en el que recargarse. Comenzó a pasar aquella esponja por los costados de su menor, llegando a sus brazos, pasando por su clavícula, y así sucesivamente en una serie de movimientos sin final ni trazo en particular; pero si que aquellas caricias emitidas por la fricción del material hacían a uno sentirse cómodo y bien. ─Me imagino con una vida contigo.─ soltó mientras se acercó a dejar un beso en el costado de la frente de la menor; tierno y sin lujuria.
Yang
— Nuestra vida ya empezó y también estoy segura que continuará de esa manera, creciendo, permaneciendo juntos y entonces cuando nos demos cuenta tendremos nuestra familia.— Aquellas palabras salieron de su boca con tanta ilusión, era uno de sus sueños pero no quería abrumar al mayor por eso, así que solo río nerviosa. — Por supuesto todo a su tiempo amor.— volvió a decir muestras se mojaba sus brazos. — Mojaré mí pelo así que no te asustes.— bromeo, tenía una cierta mania para lograr aquello, sin previo aviso presiono su nariz con sus dedos para asegurarse que no entrara agua y se hundió rápidamente hacia abajo, se zambulló en el agua solo dos segundos y salió. — Ahora estoy mejor.— se limpió sus ojos y miró al mayor. — Hola, ah.—
Aaron
Con la mirada de un niño inocente, observó con delicadeza los detalles de su rostro al hablar; sobre todo aquellos labios de cúpido que le volvían loco con su particular sabor. Volvió a acomodar su barbilla en el hombro de la menor para deslizar sus palmas y comenzar a acariciar los nudillos de esas manos mas pequeñas a las suyas. Sus pupilas se agrandaron un poco al escuchar tal comentario de una familia, en verdad no se negaba, pero no era algo que deseaba en este momento. Aún eran jóvenes y precisamente, iban comenzando su relación. Era mejor disfrutar de su tiempo como pareja. ─Todo a su tiempo─ susurró en sus pensamientos. Retiro su barbilla unos segundos antes que la castaña se sumergiera en el agua nuevamente para mojar su melena . Unas pequeñas gotas de agua llegaron al rostro de Aaron y a lo que levantó sus manos como bloqueando el; agua con su semblante de ojos entrecerrados. ─Creo que dijiste que no me salpicarías─ recordó a la menor. Y similar a ella, repitió el mismo movimiento; ahora gotas recorrían de su frente a su cuello y contestó─Hola, ¿qué se le ofrece?─ preguntó jugueton, acercándose a la menor, abrazando su cadera y ligeramente apegando su pecho a la menor.
Yang
— Oye, no te salpique.— comentó bromista, pues sabía que algunas gotas habían ido a parar al mayor. Así como ella lo hizo, el repitió la acción, recibió unas par de gotas proveniente de aquel movimiento. — Creo que dijiste que no me salpicarías.— repitió con una mientras soltaba una risa. Sus ojos se iluminaron cuando volvió a cruzar mirada su mirada con él. — Darte un beso.— respondió a la pregunta, sin previo aviso giro y tomo las mejillas contrarias para depositar en aquellos labios un beso. — ¿Ahora puedo bañarte? —
Aaron
Le robo el movimiento; lo que estaba por hacer ella lo hizo. Tal movimiento acercó el pecho del mayor al de la menor, sintiendo en mucho tiempo la piel adversa ante la suya; un roce algo deleitante. Lo disfrutaba. ─No lo sé─ dijo burlón, claramente retando burlonamente a la menor. ─ Me dejaré bañar cuando . . .─ inclinó su rostro, apegando sus labios a la curva de su cuello, donde beso con avídez la piel blanquecina de la adversa. Despegó unos milimetros sus labios para subir sus labios al oído ajeno y susurró ─Ya me puedes bañar. ¿Hacía tal provocamiento a propósito? Tal vez. Pero le gustaba.
Yang
Aquello no lo esperaba, sentir los labios en aquel lugar de su cuerpo la hacia caer ante él. — Verás. . .— no termino de decir su frase ya que él mayor susurro en su oído, punto debil. Dejo todo pensamiento por un lado y con la afirmación del mayor, prosiguió a tomar un poco de shampoo, colocándolo en la cabellera contraria con unos leves masajes. — ¿Así esta bien? — cuestionó mientras veía como las primeras espumas aparecían en el pelo del contrario.
Aaron
Tiro su cabeza muy poco hacía atras. La presión de los masajes de la adversa se sentía muy bien. Cerró sus ojos ─ Mmm, se siente bien─ habló en voz varoníl a un volúmen un poco mas bajo. Las venas en su cuello solían saltar un poco cuando el tiraba su cabeza hacía atrás; no que fuera un detalle importante. ─Sigue, sigue así─ sugirió a la menor mientras recargaba sus brazos sobre la tibía superficie de aquella tina. Con calma mojó sus hombros y solo disfrutaba de los masajes contrarios.
Yang
Por un impulso tentador mordió levemente y sin hacer daño aquella parte del cuello que se exponía del mayor. — Puedo seguir mordiendo.— comentó bromista sin dejar de hacer la acción ejercida en el pelo contrario. Sus manos bajaron ahora expandir parte de aquella espuma en los hombros y brazos, haría falta más espuma para cubrir todo el cuerpo pensó.
Aaron
—Mh— un pequeño sonido de placer grave se escuchó de sus labiales. La espuma cubría los hombro del mayor y aquella sensación era excitante. Mas cuando la adversa no usaba nada y eso le daba la oportunidad de apreciar su bellísima figura. —Tal vez la comida llegará pronto y nosotros aquí— interrumpió el momento, pues tenia algo mas planeado consiguente a la velada.
Yang
Había olvidado completamente la comida, podía quedarse un poco más en la tina pero a consecuencia la comida enfriaria y ambos venían con apetito desde la playa. — Es verdad, te lo iba a recordar — se separó del mayor para ejabonarse ella misma sus brazos y parte de su cuello, aún tenían un poco de tiempo ¿Verdad? — ¿Salimos juntos o nos quedamos hasta el convertirnos en pasa? —
Aaron
—Salimos juntos— comentó antes de darse un chapuzón completo en el agua y deshacerse de toda la espuma que había restado en su cuerpo— Y comer juntos— indicó seguidamente. —Luego podemos seguir comiéndonos nosotros, digo.— dijo mientras le lanzaba una pícara sonrisa a la adversa, levantándose con cuidado de la tina.
Yang
— Ese plan me parece bien — una risa se escapó de sus labios mientras afirmaba cada uno de los comentarios del mayor. Termino por quitarse la espuma de su cuerpo y no sabía si levantarse o esperar que el mayor saliera, hizo lo primero que se le cruzó en la cabeza. Estiró sus brazos en signo de querer ser levantada por él. — Salimos juntos — dijo con un leve puchero en sus labios
Aaron
Sostuvo las manos de la adversa, acariciando con delicadeza la palma de estas.—Juntos vamos a salir entonces. — Halo de las manos contrarias para que su compañera se levantará con cuidado, y poco a poco fue retirándose de la bañera hasta encontrarse completamente fuera. Dejo un pequeño beso en el cuello contrario, mientras rodeaba la parte del cuerpo superior ajeno con una toalla.—Mis ojos ven lo mas bello en estos momentos
Yang
No dudó en tomar las manos adversas para que ambos pudieran salir de la aquella dichosa bañera de una vez por todas. Su cuerpo fue cubierto por una toalla, cual sostuvo para que no cayera. Algunas gotas caían de su pelo aún mojado, solo le pudo regalar una sonrisa por lo dicho. Tomo una toalla y empezó a secar parte del cuerpo contrario. — Creo necesitaríamos más de una toalla para ti —
Aaron
Se dejo secar por unos momentos, enseguida posando sus palmas por encima de aquella toalla y pasándola rápidamente por su cabello para luego amarrarla alrededor de su cintura. —Pero usted tiene el cabello mas largo señorita.— comentó alcanzando otra toalla, pasándola con mucha suavidad y delicadeza en el cabello negro de la menor. —¿Trajiste tú ropa— preguntó curioso.
Yang
— Es verdad, pero mí cuerpo es pequeño a comparación del tuyo — puesto que solo utilizaba una toalla, la cual sería suficiente para secar su cuerpo, en cambio al mayor, el pedazo de tela no alcanzaría para secarlo completo. Tomo otra toalla y se la paso al mayor — Para que estés bien sequito y si, traje mí ropa para no mojar la habitación — respondió.
Aaron
—Aish, pensé que te gustaría vermé así, ¿ o no? — preguntó pícaron, tomando la otra toalla y terminando de secar la parte superior se su cuerpo. El mayor había trabajado un poco mas su cuerpo en los últimos meses; su abdomen se encontraba un poco mas marcado. —Perfecto. Me encanta verte bonita.— comentó volteándose para tomar en manos una camiseta blanca casual, pero que hacía pasar por una formal y abotonó esta poco a poco.
Yang
— ¿Quién dijo que no disfruto de la vista? — comentó pícara, pues más de una mirada se había ido al cuerpo contrario, pero no quería delatarse, no porque la miradas no eran del todo santas. Y lo tenía que hacer, él debía voltearse para hacer lucir su espalda, poco podía mantener en control su mente en estos casos, así que solo prosiguió a vestirse. Termino de secarse rápido y se colocó ambas prendas íntimas de encaje, el blanco era uno de sus colores preferidos para estas prendas, más si llevaría puesto un ligero vestido del mismo color.
Aaron
—No lo sé, mi sexto sentido me lo dice, bonita— termino de abotonar el ultimo botón de su camisa. Optó por no ver lo que vestía la menor, así se sorprendería con la vestimenta que llevará; aunque una que otra mirada se había escapado a su cuerpo en la tina. Aaron subió aquel pantalón, cerró la cremallera y como siempre, fajo su camiseta con un cinturón. Sus zapatos eran de gamusa blanca, como los decidió emparejar con un saco blanco. Nada fuera de otro mundo; pero aún así quería versé bien para ella. —Dime cuando pueda voltear.
Yang
— Si volteas, pecaras, ah — si algo la caracterizaba a ella, eran esas pequeñas bromitas que hacía, no con todos se abona a hacerlas, solo.con personas con las cuales tenía confianza. No tomo mucho para que terminara de vestirse, aquel vestido de tirantes blanco era muy cómodo y se ajustaba en la parte superior de su cuerpo, dejando caer hasta llegar no tan abajo de sus rodillas. Seco todo su pelo y solo lo peino, para que este se terminará de secar con la temperatura del ambiente. Se veía algo sencilla, por lo que llevaba puesto, pero todo estaba en lo que diría el mayor. — Ya puedes voltear. — comentó segura.
Aaron
El mayor giró la parte superior de su cuerpo lentamente, hasta que finamente quedo frente a ella. Se veía hermosa. Tal como un ángel vestido de blanco y no pudo evitar sonreír como un bobo. Estiro sus nudillos alzando sus brazos para entrelazarlos con los de la adversa, apegándose a ella para besar su frente. —Te ves preciosa, medusita.— susurró unos instantes, disfrutando unos cortos segundos del calor ajeno y su piel. — Eres un ángel. Mi angel.
Yang
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Un tono carmesí se apoderó de sus mejillas cuando el mayor fijo su mirada en ella, aún estaba descalza porque había olvidado sus zapatos en la habitación. Observó también que el no se quedaba atrás, el traje le quedaba a la perfección en su cuerpo. — Tú también te ves bien, corazón.— comentó con un poco de timidez. Se colocó de puntillas y robo un beso de los labios del mayor — No soy un ángel, soy apenas una persona, una persona que te ama.—
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y-moonlight-a · 5 years
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𝓑𝓮𝓪𝓬𝓱 𝓓𝓮𝓵𝓲𝓰𝓱𝓽
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Aaron
Los rayos del sol iluminaron la gran habitación laminada ahora envuelta por los rayos de sol que a la larga se mezclaban con el final de cada orilla del suelo para mezclarse con las sombras. El grato sonido de olas dio la cálida bienvenida a la pareja a la bella y genial Isla de Jeju, que seguramente, sería un lugar muy especial en los corazones de ambos jovenes.
Aaron dio un fuerte suspiro estirando su cuerpo envuelto en las sabanas que también sumaban a la impropia en aquel profundo sueño. Frunció el ceño con ojos cerrados y finalmente diviso el hermoso entorno que se encontraba.
Sintió una leve respiración que como consecuencia hacía que el colchón levemente subiera y bajará; la pequeña aún se encontraba durmiendo y el solamente sonrió. Aquellos ojos estaban cansados y esa carita redonda dormía tal como un angelito.
Para no despertar a la contraria, con cuidado se deslizo del colchón y opto por ir a tomar un rápido baño.
Yang-Mi
28 Apr 2018
La joven se encontraba sumida en un profundo sueño, su cuerpo y mente hacia algunas horas atrás se habían agotado lo que dió de resultado que durmiera unas horas después de llegar al destino. El sueño estaba situado en un gran edificio blanco con varías escaleras y ascensores lo cual te llevan a los pisos más altos de aquel edificio, más el contar de puertas del mismo color eran bastante. Por puro instinto, en el sueño, la joven subía en las escaleras en busca de alguna ventana temia que al ingresar a un cuarto se encontrará con algo que no sea de su agrado. Subía y subía son rumbo alguno, decidió entrar a los cuartos probando suerte para ver si estaba tras una puerta la salida, una y otra vez las puertas eran cerradas, tan solo en ella había un cuarto vacío y blanco, blanco y más blanco. Al ingresar nuevamente a una de ellas algo cambio, su cuerpo se paralizó, la respiración ya no era normal, sus ojos no quitaban la vista de aquello que también la miraba, determinado cada parte de su cuerpo. Podía verse reflejada en aquellos cuatro ojos de la criatura, una gran araña de tamaño irreal, pelo negro se sostenía en la esquina más alta de aquella habitación, se podía observar tan bien por el contraste que hacía junto con el blanco de las paredes. De pronto la puerta se encontraba lejos, y si se movía, se sentía tan pequeña por la inmensidad del insecto que temía por su vida. Correr ¿Era una opción correr? La única, en un rápido intento el arácnido se acercó en forma de ataque y ella solo determinó salir del cuarto. No quiera ser tocada, solo quería huir de allí, huir del lugar. Su respiración era apresurada, el blanco de las sábanas ke hizo entender que todo había sido un sueño, otra vez aquel sueño, hacia bastante no lo tenía. El caer del agua y la ausencia del mayor en la cama, estaba más que claro, él se encontraba en la ducha. Se incorporó arreglando su cabello, la vista que se podía observar a través de la ventana era más que hermosa, sonrió mientras se perdía en ella.
Aaron
28 Apr 2018
El agua caía recorriendo cada centimetro de su piel almendrada, trazaba su camino como chorros de pintura deslizandose por un lienzo y al fin se desvanecía como si nunca hubiera existido. Subió el armazón de sus brazos para que las palmas comenzaran a masajear el craneo envuelto en espuma y enguaje; una manera particular de refrescar el cabello y fomentar la limpieza. Terminó de enjabonar y enjuagar cada parte de su cuerpo. Cerro la llave y paso esa toalla por su cintura para amarrarla en un rápido nudo. Seguro la contraria todavía estaría dormida y podia tomar sus prendas sin problema. Que gran error. Empujo la puerta y le encontro mirando hacia el ventanal que dejaba entrar la luz del radiante sol. ─íYang!─ exclamó en pánico.
Yang-Mi
28 Apr 2018
Pasaron unos minutos en donde solo observo el paisaje que le brindaba Jeju, el mar en sus diferentes tonalidades brillaba a cada centímetro. Se encontraba un poco somnolienta y perdida en la ventana, recordando y tratando de olvidar aquel sueño pesado y de mal gusto. Tan rápido como escucho su nombre giró su rostro, topandose con el cuepo semi desnudo del mayor la cuál la levantó del poco sueño que llevaba, no era la primera vez que lo veía así, pero esas gotas recorriendo desde el cuello, bajando por su pecho hasta perderse entre la tela de la toalla o llendo más abajo (Yang debes sacarte esos pensamientos) Pero no iba a negar que su novio era todo un hombre, realmente la edad entre ellos nunca importo y más la edad del mayor, era más que apuesto. — ¿Dime amor? — respondió con una sonrisa.
Aaron
28 Apr 2018
No era la primera vez que ella le veía desnudo y solo con una toalla alrededor de su cintura, pero extrañamente...Ese día el ambiente era un poco... ¿Diferente? Si es que se podía describir así. ─P-pense que todavía dormías─ tartamudeo inquieto, llevando sus manos al nudo de aquella toalla aferrando aquella presión con cuidado de que esta no se fuera a desplomar y quedar completamente desnudo frente a la impropia. Camino directo al armario donde había colgado su ropa y acomodado su ropa interior y entre otras cosas.
Yang-Mi
28 Apr 2018
— Pues no lo estoy, solo miraba el exterior.— comentó, el mayor está un poco ¿Extraño? Verlo ir a buscar su ropa hacia que pueda apreciar aún más aquella espalda que el poseía, la cual aún no marcaba más que solo en un sueño. — ¿Quieres cambiarte aquí? Yo iré a tomar una ducha.— se incorporó de la cama caminando hacia el baño, ingreso y se apoyo en la puerta, como impidiendo que alguien entrará, cosa innecesaria, debía calmar sus hormonas, desde que habían empezado a alborotonarse no habían parada, una ducha la ayudaría, ya varias veces la habia ayudo a calmarse.
Aaron
28 Apr 2018
Con certeza escaneaba las diferentes camisas las cuales había elegido con cuidado para el viaje; al ser un viaje corto no se había esmerado a gran medida de llevar un pesado volumen de ropa. Fue interrumpido de su tarea cuando la voz femenina le propuso aquella idea. —Uhm... Creo que en ese caso... ¿Esta bien?— contestó como si fuera una pregunta hecha para el mismo. No estaba seguro, pero al ver que la contraria se retiro sin mas, asumiendo que esta ya se había adentrado al baño, desamarro aquel nudo que sostenía su cintura para colocar aquel boxer de un negro azul. Opto por utilizar unos shorts color caqui los cual subió por sus piernas y cerro la cremallera mientras abotonaba ese botón extra. Estiró sus brazos en varios movimientos para colocarse aquella camisa azul grisácea y comenzó a abotonar cada botón dirigiéndose al espejo del peinador. Esperando a que la menor terminara su baño, el ansioso volvió a rectificar el grato evento que tenía planeado para el anochecer.
Yang-Mi
21 Jun 2018
El agua viajaba por cada centímetro de su cuerpo, tanto la espuma que había causado su loción de baño corporal favorita. Disfrutaba los momentos en la ducha, podía relajarse de tal manera inexplicable, efectuó algunos masajes por sus hombros, brazos, estómago y piernas. Termino de enjabonar su pelo, cerró la canilla, envolvió su cuerpo con un toallón y salió de la ducha. Paso a secar cada parte de su cuerpo, coloco una toalla en su pelo para poder cambiarse más cómoda, pero se dio cuenta que no había traído su ropa. Camino varios pasos y salió envuelta en la toalla, apenas vio al mayor le sonrió. — Me olvidé mí ropa.— comentó burlándose de ella misma. Se acercó a la cómoda y tomo lo necesario, volvió a sonreír y pronunció "Ya salgo" Prosiguió a cambiarse apenas entró al baño, tomo su ropa interior y luego unos pantalones cortos de jeans, una remera blanca acompaña a este conjunto. Se miró al espejo y le gustó lo que observaba, se peino y salió del allí. — ¡Ya estoy lista! —
Aaron
21 Jun 2018
Terminó por guardar el papeleo donde rectificaba cada pequeño detalle adentro de uno de los cajones del peinador. Terminó de acomodar su apariencia para ese particular día peinando su cabello y colocando fijador; no era de olvidar que el muchacho era muy cuidadoso con su apariencia no importa donde este. Una pequeña voz le distrajo de su reflejo para enfocar sus orbes en la menuda figura femenina que salía a buscar su ropa. Soltó una pequeña carcajada para el mismo bajando la mirada y sacudiendo ligeramente su rostro. —Ah, Yangie...— susurró divertidamente. Sus mejillas se tornaron levemente ruborizadas al recordar la protesta de su cuerpo ante la prenda de la menor, a lo que carraspeó su garganta bajando su mirada nuevamente, siguiendo a los menudos hombros desnudos de la menor desaparecer tras la puerta del baño. No era la primera vez que le veía en toalla o en ropa interior; sin embargo, no podía negar que aquella atracción tantas veces detenida para que llegara a un acto mas soberbio, empezaba a ser nula ante sus hormonas y la atracción fuerte que tenía a su pareja. Tomo sus pertenencias como billetera, llaves del auto, etcétera distraído para asegurar que no fuera a olvidar nada por el pequeño tour que darían por Jeju. La voz de su novia hizo que volteará a ver la figura femenina a lo que se estiraron sus comisuras y pronunció—Bellísima— se acercó a la contraria, rodeando sus brazos en la minúscula cintura impropia.
Yang-Mi
21 Jun 2018
Sus manos reposaron en los hombros contrarios, se contagio de aquella sonrisa que el mayor le regaló, no podía estar más que entusiasmada. — Tú también estás bello. — comentó sincera. El mayor le llevaba cierta estatura a diferencia de ella, por lo que se hincó y dejó un pequeño beso en los labios contrarios. Realmente él se encontraba muy guapo como siempre, tan prolijo y ordenado, algo que lo describía. — ¿Tenemos todo para salir a recorrer Jeju? — intrigó muestras acomodaba un mechón rebelde del pelo del mayor. Sin separarse de él.
Aaron
21 Jun 2018
No dejaba de observar fijamente los iris de color café resguardados en la mirada de la menor. Aquella mirada que le volvía loco a pesar del tiempo, y joder, no podía estar mas enamorado. Observo como de repente la altura de la menor llego a la altura de sus labios y dejo un pequeño beso a lo que apego la cintura ajena. —Tenemos todo, después de todo, tú eres mi guía hoy.— afirmo terminando en una pequeña forma de juego mientras la menor acomodaba ese mechón de su pelo. Tal y parecido, hizo lo mismo acomodando un cabello bebé de la patilla de la menor, escondiéndolo tras la oreja de ella— ¿Cuál es la primera parada, mi querida guía?
Yang-Mi
21 Jun 2018
— ¿Mí corazón cuenta como parada? Ah, no sé hay tanto por recorrer, la playa, el laberinto, uno que otro restaurante, el mercado en el cual hay muchas cosas ricas que probar.— enumeraba los lugares que ella había visitado anteriormente en su viaje a dicha isla. — ¿Estás seguro que quieres que sea tu guía? Sabes que soy un poco olvidadiza. — en este último río porque sabía que era cierto, si bien ya había visitado el lugar, guiar era otra forma diferente ¿Qué tal si se perdían y quedaban varados como en las películas? Eso sería muy chistoso, podía escuchar la risa interna. — Está bien, podemos ir a la playa y luego a comer algo por ahí. — sugirió primeramente. Antes de separarse del mayor realizó el movimiento anterior pero está vez detuvo un poco más el beso, disfrutando de su cercanía. Se separó y tomo su mochila, su mano sostuvo la del mayor como ya le era costumbre y salieron rumbo al exterior.
Aaron
21 Jun 2018
—Me parece muy buena idea. . . — El mayor no terminó su frase la cual seria un intento coqueto con la frase de la menor pues comenzó a mencionar todos los posibles lugares a los cuales podían ir.Aunque la playa sonaba como una buena opción. Apegando la cintura ajena a su cuerpo asintió y dijo— Mhm, quiero que esta sexy guía me enseñé los mejores lugares de Jeju— sonrió y dijo en un tono pícaro— Además, siempre esta el GPS y el internet por si nos perdemos— comentó explicando. Aunque no estaría nada mal perderse en el monte, ah. —Suena genial— seguidamente la menor beso sus labios, a los cuales cerró momentáneamente sus orbes para disfrutar aquella cálida cercanía . Sin mas, cerro sus falanges ante aquellos de la contraria y le acompañó hacia afuera para emprender su camino a la playa.
Yang-Mi
22 Jun 2018
— Está sexi guía te llevará a la playa. — comentó siguiendo el juego en aquel comentario. Si bien la casa en donde se hospedaban reflejaba el inmenso mar, tomaría unos minutos caminar hacia allí. Camino junto con él libremente, mientras su mente traía aquellos recuerdos de invierno cuando cuando ambos se declararon, solo ellos dos, con un paisaje digno de apreciar y nuevamente se volvía a repetir. — Me alegro demasiado saber que no habrá personas en este sector de la playa. — sería más privado, podía hacer lo que quisiera y sin preocuparse, sonrió por aquello mientras bajaban por un camino no tan largo, hecho de madera que los llevaría hasta ella El mar estaba más que calmado y el aire refrescaba cada parte de su cuerpo y lo más importante, él estaba allí.
Aaron
22 Jun 2018
Era esplendida la diferencia que podía haber entre los climas de invierno en Seúl o el característico clima tropical de Jeju; playa sobre invierno, ¿calor sobre frío? La respuesta del joven siempre sería si. La casa que había escogido el joven para hospedarse mas no era una área privada en su totalidad, debido a que no era temporada alta de vacaciones, realmente y lo mas seguro que la playa estaría sola. El muelle a la orilla de la playa daba al sector de la playa constituido por fina arena y agua azul tan cristalina como un vaso de agua ─Podremos hacer lo que queramos sin preocuparnos─ indicó a medida que la distancia se volvía corta desde el muelle hasta la mismisima playa. Después de unos minutos, finalmente sus zapatos tocaron aquella arena, a los cuales pensó en remover para disfrutar del suave tacto en sus pies.
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Yang
Podían hacer eso y más, significaba que podía hacer una que otra travesura si quisiera. Una sutil risa se escapó de sus labios al pensar en mil cosas que se podían hacer en una playa. Observó cómo el mayor removía su calzado así que aprovecho y salió corriendo hacia el mar, dejándolo atrás. El viento desordeno su pelo pero eso no importaba. Se quedó parada cerca de la orilla sin tocar el agua, pues está aún la abrumaba un poco. Giro en dirección hacia el mayor, quién venía caminando, alzó sus manos para saludarlo desde allí, el clima era muy favorecedor para tener un gran día. — ¡Amor! — grito en forma juguetona con una risa burlona en sus labios.
Aaron
La arena se sentía tan bien en sus extremidades descalzas. —Yang- — no terminó de musitar el nombre de ella cuando de un momento a otro se fue corriendo al mar. Su miedo al mar no parecía estar presente en estos momentos. O eso pensó hasta que se detuvo en la orilla. Emprendió su camino para alcanzar a la menor trotando en pasos cortos; pero antes, removio su camisa y la tendió en la arena, dejando sus pertenencias importantes. Ahora si, completamente desnudo de su parte superior, se le unió a la menor tomando su mano y acercando su palma al mentón contrario dejando un beso en esos labios—¿Qué tramas, mhm?— pregunto, pues conocía bien esa sonrisa.
Yang
Rápidamente el mayor se acercó a ella dándole un beso que la saca de su ensoñación cuando lo vió venir. — No tramo nada ¿Tú tramas algo? — comentó inocente, mientras sus manos recorrían los hombros contrarios. — Podemos tramar algo juntos si quieres.— lo miro a los ojos e inmediatamente fijo su mirada en como sus dedos recorrían el pecho contrario, bajando sobre este. Aún tenía sus zapatillas y su mochila con sus pertenencias puestas, por ende estaba asegurada de no poder tocar el agua. Por el momento estaba segura.
Aaron
La brisa era ligera y esta empujaba sus cabellos a la corriente que avanzaba el aire; de igual manera ella se veía bien, como siempre. Así fuera recién despierta o bien arreglada, era perfección en persona. Salio de sus pensamientos, enfocándose en los orbes contrarios cuando aquella voz femenina le llamo. La mirada propia cambió a esconder un propósito ladino a lo que contestó — No lo sé— contestó sin mas. “¿Juntos?” aquella particular palabra resonó en sus pensamientos. Si tan solo supiera todo lo que quería hacer con ella. Sus iris café oscuro siguieron el trazo imaginario de aquellos dedos sobre su pecho.—¿Cómo que?— preguntó curioso alzando la barbilla contraria, acercando el cuerpo impropio hacia su pecho. Había tanto que hacer. —Vamos al agua— dijo entusiasmado, espero por la respuesta de la menor.
Yang
— No sé amor, podemos ir a cazar medusas, ah. — movió su cuerpo en forma infantil de un lado a otro, sin dejar de mirarlo.
La sugerencia del mayor le pareció muy interesante pero no se animaba del todo meterse completamente en el agua, una temerosa mirada observó por un segundo aquellas olas y como venían hacia la orilla del playa.
— Umh, deja que me quite mis zapatillas y te acompaño ¿Si? — fue hasta donde el mayor había dejado sus pertenencias, asi como él hizo, se quitó sus zapatillas y dejó su mochila junto con ello.
Camino sobre la arena, sentía un leve cosquilleo a cada paso que daba hasta llegar al mayor.
— Ya estoy, ahora si ¡Vamos al agua! — jalo al mayor de la mano muy entusiasmada hasta un poco más cerca de la orilla, pero antes de que el agua tocara su plata de los pies, retrocedió. Miro al mayor y río por el nerviosismo.
Aaron
El semblante de temor dibujado en el rostro de la menor le dio a entender levemente su nerviosismo por pisar el mar. Era entendible; todos tenemos una fobia en particular. ─Vale─ contestó el mayor siguiendo a la pequeña figura caminar por la arena con su mirada; era delgadita, pero joder. con unas piernas muy bellas.La menor volvió a su lado . Su mano fue tomada, pero se detuve unos instantes junto con ella al ver su fragil miedo ante las olas. El mayor solo sonrío, alzando sus comisuras en un reflejo que aseguraba seguridad. ─Vamos, no te voy a soltar , ¿si?─ aseguró a la mejor entrelazando sus falangues contra los de ella caminando a pasos cortos al agua, esperando que se animará a acercarse.
Yang
Tomo fuerte las manos del mayor, pues tenía miedo de caer y tropezar mientras se adentraba al mar. — Está bien, sé que no me soltarlas.— Si, tenía miedo, pero solo era porque el mar era grande y aveces peligroso, tal vez fueron muchas películas o el simple hecho a lo desconocido. Le había ocurrido lo mismo cuando visitó la playa anteriormente con sus compañeras, pero de tanta diversión se había olvidado del miedo y solo tomo coraje para realizar las actividades de aquel día, pero si recuerda el mareo que sufrió al terminar. El agua se encontraba fría, he hizo que se aferrara al brazo del mayor mientras avanzaban. Podía observar lo cristalina que era el agua al observar sus pies. — Se siente un poco helada el agua y parece que que el mar jamás termina—
Aaron
Continuó avanzando poco a poco junto con ella, hasta donde el agua comenzo a pasar de sus pies y paro. ─ El mar nunca termina, para uno tan pequeño en este mundo, no─ comentó. Rodeo la cintura contraria y preguntó─¿Quieres seguir avanzando o aquí esta bien?
Yang
— Umh, por el momento aquí está bien.— le regaló una sonrisa y robo un beso de los labios contrarios. — ¡Mira esto! — por la claridad del agua podían verse caracoles de diversos colores, unos más brillosos que otros, se agachó para poder tomar algunos en sus manos y observar si aquel color era real. — Tan pequeño, podemos llevarnos uno de recuerdo.—
Aaron
Un pequeño beso fue robado por los labios impropios. Tan corto pero tan dulce. El agua fría era notoria en sus pies descalzos mientras las diminutas olas se esfumaban en la orilla de la arena nuevamente. No quito los orbes de encima mientras seguia a la menuda figura de la menor. Atentamente volteó con ella al llamarlo y sonrió con asombro mientras sus cejas se levantaron en sorpresa ante tal combinación de colores. —Es precioso–comentó entredientes y pausadamente, acercando sus falanges a uno de caracoles para apreciar los distintos colores que constituían aquellos. —Llevemos dos– indicó. Pero sin mas que esperar; el mayor salpico a la menor de pequeñas gotas de agua. Era hora de empezar la diversión.
Yang
— Claro, podemos llev- — no termino de decir su frase que sintió leves gotas por su rostro, el mayor le habla salpicado agua. 
Su expresión cambio de un segundo a otro, fingió estar molesta para ver si el mayor bajaba la guardia. — ¿Por qué me salpicas? — cuestionó sería, pero toda su seriedad se fue a la borda en segundos, le costaba mucho mantenerla. Empezó a reírse de sí misma, así que para vengarse de él, tomo fuerza y lo empujó, haciendo que el mayor se tambalee y caiga al agua, lo que la hizo explotar de risa aún más.
Aaron
El mayor comenzó a reirse con su característica risa de parabrisas pero se asusto al ver de la menor. El sabía bien que una mujer enojada no era nada lindo y estaba a punto de querer regresar y no haberla salpicado. —Y-Yang— su voz tembló ante semejante cuestión intentando explicarse como si hubiera cometido un crimen. Sus músculos estaban tensos pero luego se relajo al ver que la menor soltó una carcajada. Cuando de repente. . . ¡La muy desquiciada lo tiro al agua! El mar al llegar mas allá de sus talones no encontró una fuente de balance y cayo de golpe al mar. Hebras, cuello, ropa y todo lo que se podía mencionar ahora se encontraba empapado. —¿Ah si?— preguntó alzando sus cejas desafiante mostrando una sonrisa ladina. Aprovecho las grandes carcajadas de la menor para tomarle de la cintura y traerla al agua con el.
Yang
Yang no paraba de reír de como el mayor había caído al agua, ni como ahora estaba empapado de pies a cabeza, ella solo quiera mojarlo un poquito y si, sintió un poco de pena pero antes de preguntarle al mayor si necesitaba ayuda para levantarse, este la tomó de la cintura, jalandola para atraerla hacia el agua. — ¡Aarón Hilfiger! — exclamó, pues ahora ella se encontraba empapada a acusa de él, podía sentir como su ropa está mojada. — TE ESTABA POR AYUDAR ASDFHJKL AHORA MOJATE MÁS.— como pudo se separó de él y empezó a salpicarle agua y a su vez debía de huir de allí, pues sabía que él no se quedaría quieto, el juego había empezado.
Aaron
Comenzó a reír tan fuerte cuando ella cayo al agua, ¡e igualmente le iba a ayudar a levantarse! Pero ella empezó a salpicarle interminables cantidades de agua salada,todavía para acabarla, mientras sus ojos ardían por lo salado. Pero el tenía a ventaja el tamaño y velocidad. Como pudo recargo sus brazos en la arena, sintiendo como sus manos se hundían en las minúsculas algas y pececillos diminutos. Se hinco y volvió a levantarse. —¡Te las vas a ver!— gritó el mayor divertido. Estos eran los momentos que la pareja mas atesoraría; los mas preciosos, aquellos pequeños detalles. Alcanzó la mano de la menor, acercandosé para tomar su cintura sin dejarle escapatoria mientras ambos se revolcaban en el agua.
Yang
Esto no podía estar de lo mejor, hace varios minutos atrás le estaba costando meterse al agua, ahora estaba empapada en ella. — Yah, Yah, Yah! — no podía parar de reír, por como estaba sucediendo aquello. Coloco ambas manos por el pecho del mayor haciendo un poco de presión para alejarse de él. Estaba quedando más mojada que mayor y eso no lo podía permitir, pataleo unas par de veces pero solo consiguió mojarse aún más. — ¡Esto es trampa! Es trampa, tú tienes más fuerza.— comentó mientras lo miraba tiernamente formando un puchero en sus labios. — ¿Me dejas mojarte? Un poquito chiquito.— susurro infantil.
Aaron
No soltó a la menor en ni un momento. Realmente ni siquiera usaba una fuerza medida para detenerla; pero la complexión de ella era chiquita y delgada. —Acepta que gané— dijo desafiante mientras la menor peleaba contra el para liberarse de su agarre. Ah, y aquí venía el puchero con esa carita tan tierna que. . . No Aaron. No dejes que esa carita inocente te juegue una mala broma. —No.— respondió imitando la voz chiqueada de la menor, para pasar a depositar un pequeño beso en los labios contrarios. No se iba a dejar empapar mas; de todos modos ya lo estaba de pies a cabeza y su ropa no era la excepción.
Yang
— No haz ganado, aún puedo dar batalla, pero eso sería verte perder, a si que soy buena ganadora y te dejo ganar. — Comentó segura de si misma, pues aún podía dar batalla pero no quería, estaba muy cómoda en la posición que se encontraba. Tras la negatividad del mayor puso en duda su encanto, tal vez estaba perdiendo poder sobre ello, debía encontrar otra forma aún más efectiva para convencer de una sola vez a su pareja. El pequeño beso dejo ganas de otro, solo se acercó al rostro del mayor y depósito un beso profundo, pero muy dulce, el cual la hizo reír cuan enamorada.
Aaron
─Ahora una buena ganadora es la que deja ganar, ¿ah? Vaya sorpresa─ dijo sin borrar aquella amplia sonrisa de su rosotro. El sabía que su chiquilla era alguien quien competía y regularmente gustaba de ganar; pero tal vez hizo una excepción por el hecho de ser el. Los labios impropios se acercaron a sus labiales; así inclino ligeramente su rosotro para realzar la comodidad en aquel beso otorgado que ahora dejo sus labios humedecidos. Rio al mismo tiempo que ella, buscando la frente contraria para recargar la propia en la ajena. Sus manos se deslizaron por la cintura contraria, y ya creando un ambiente un poco mas amable soltó ─ Me encantas─ sin mas, pero no como otras veces, un poco mas romántico, caballeroso, inusual a otras veces. . . Quien sabe. Pero definitivamente estaba muy enamorado.
Yang
El latir de su corazón se volvió más acelerado al escucharlo decir aquello, si, siempre se lo decía pero esta vez fue un poco más romántico. ¿Cómo había logrado conquistarlo? ¿Cómo lo había hecho? No sé arrepentiría jamás de amarlo, de arriba su persona, su personalidad, sus risas, todos aquellos momentos en los cuales podía conocer aún más de él, de ese hermoso ser que era. Sus manos pasaron a acariciar los hombros y parte de la espalda que poseía, la punta de sus dedos dibujaron varios garabatos por este, sin seguir ningún patrón mientras se perdía en lo profundo de sus pupilas. — Te amo. — susurro antes de unir nuevamente sus labios con los contrarios.
Aaron
Se perdió en los orbes que escondían miles de emociones y sentimientos. El ambiente alrededor de ella era tan diferente, cálido, grato . . . Podía ser el mismo y sin necesidad de esconder nada. Parecía que el clima jugaba acorde a los sentimientos de ambos jovenes porque el tono del cielo se volvió algo mas rojizo, amoroso, mientras la marea comenzó a calmar su fuerte movimiento a pasar a ser mas relajado. Sus falangues ya previamente situados en la cintura ajena comenzaron a acariciar sin prisa alguna todo aquel lienzo perteneciente a la mujer que robaba todos sus suspiros. Su aliento fue robado antes de decir algo mas por esos labios traviesos que encontraron su cavidad bucal. Inclinó ligeramente su rostro hacia la derecha para acomodar la apertura de ambas bocas . Pausó unos momentitos y susurró─¿Acaso no te parece mágico, ya sabes, todo esto?
Yang
— Desde que apareciste en mí vida todo ha sido mágico. — declaró segura, aquellas palabras habían salido desde lo más profundo de su corazón, las cuales otorgaban tanta verdad en ellas. Estaba más que segura que deseaba compartir todo con él, quería que la amara y sobre todo quería que se adueñara de su propia alma, poco le importaban las consecuencias, pero este amor no lo volvería a sentir con otra persona, él fue quién lo hizo vivir y con él se irá. Aquella luz que emanaba el cielo lo hacía ver aún más perfecto ante tus ojos, aquel hombre era de ella y ella de él.
Aaron
—Mhm . . .— musitó el mayor, disfrutando del calor de aquel abrazo. Las hebras de su cabello se movían al compás de aquella ligera brisa que ya había secado la parte superior de su cuerpo. —Desde que llegaste a mí vida te voy a confesar que me has ayudado en muchas cosas: en ser una mejor persona por mi y para ti, en mejorar en realidad todo mi entorno, y tú me complementas de una manera que no tienes idea— se sinceró. Realmente no era algo que la menor ya desconocía. Pero de vez en cuando tenía la necesidad de volver a repetirlo. Realmente no quería arruinar el momento, pero no estaba seguro si la menor quería seguir en la playa o pasar a comer.
Yang
— Me hace muy feliz escuchar eso.— la llenaba de felicidad, ya que solo quería que él se sintiera a gusto y sobre todo que sea feliz, no importaba más nada que la felicidad de él. Junto sus narices para realizar aquel movimiento que ya era costumbre para ambos. — Nariz, nariz, nariz. — comentó alegre, mientras le roba un piquito. Sin que él se diera cuenta le salpicó un poco de agua, río por eso y solo volvió a robarle un beso. — ¿Vamos a comer o no tienes hambre? — cuestionó mientras acomodaba las hebras del cabello contrario.
Aaron
El mayor acercó su frente a la menor para mover lentamente y lado a lado rozando la nariz impropia. Ella le tenía muy enamorado, seriamente muy enamorado. Salió de su ensoñación cuando Yang nuevamente salpicó algunas gotas de agua en su rostro, a lo que dibujó una cara que fingía enfado divertido, como mirándole con esa expresión: “Jaja, que chistosa.” Pero esta cambio al momento que le robo un beso. —¿Qué te parece una langosta, mhm?— quería aprovechar el reino marino y fresco de Jeju.
Yang
— ¿Langosta? Suena demasiado tentador, cuando vine a Jeju recuerdo haber comido un poco de ella. De hecho la comida aquí es muy deliciosa.— le informo al mayor, su estómago rugió un poco al escuchar lo que podían comer. Pero había un cierto problema, realmente no era un problema. — Amor, si te levantas me podré levantar, no es que no me guste como estamos ahora, pero si queremos comer pues... A menos que te quieras ofrecer a ti como plato fierte~ — su voz cambio en el último comentario, no se negaría si el mayor deseaba tomar el puesto de la langosta, río por lo pensado pues era muy chistoso.
Aaron
—Tendrás que llevarme a un buen restaurante. — añadió primeramente mientras su espalda reposaba en la suave arena, acariciando la mejilla contraria con suavidad.— Hay pocos restaurantes que en verdad preparan una langosta de manera deliciosa— añadio como costumbre a su gusto especial por la comida. Un puchero se dibujó en su rostro cuando la menor le recordó que se tenía que levantar.— Ah... Voy a remplazar a la langosta para la noche, ¿qué te parece?— comentó picaro mientras su peso se iba removiendo del suelo. Recargo sus palmas en la arena para flexionar sus articulaciones y levantarse de la posición anterior. Extendió su mano a la menor para ayudarle a levantarse.
Yang
— Entonces tendremos que ir a cambiarnos primero, así nos sacamos toda la arena de nuestro cuerpo, luego podemos ir a un restaurante ¿Te parece? — comentó mientras desordenaba el pelo contrario y se incorporaba para ser ayudada por este para levantarse de la arena. — Me parece que tendremos una grata cena y una buena noche.— se sacudió un poco su ropa para quitarse un poco los granos de arena. Tomo la mano del mayor y lo jalo un poquito para que este empezara a caminar. — Vamos por nuestras cosas y luego a la cabaña.—
Aaron
─Si. . . estoy llenísimo de tierra─ comentó el mayor examinando su cuerpo que estaba cubierto de tierra en la mayoría de.─Me urge un baño─ aseguró Aaron─ Claro, pero tú me tendrás que guiar, ah. El mayor no dijo nada. Sin embargo, alzo sus comisuras regalandole una suave expresión en su rostro la cual indicó que estaba de acuerdo con su comentario. Fue jalado de la mano por la contraria para comenzar a apresurar el paso, y tal como dijo se dirigio a tomar su camisa del piso y meter en sus pies aquellas sandalias de nuevo, guardando sus pertenencias previamente removidas. Tendría que llevarlo en mano, pues su camiseta también estaba llena de tierra. Solo espero a que la menor tomará sus cosas para emprender su camino a la cabaña.
Yang
Caminaron hasta donde se encontraban las pertenencias de ambos, el mayor tomo su camiseta y ella tomó su mochila, no se pondría sus zapatillas porque sus pies tenían arena aún y no quería ensuciarlas, así que solo las tomo, la cabaña no se encontraba muy lejos así que no sería problema ir descalza hacia allí. — ¿No sabes si en nuestra cabaña hay algún chef? Tengocuriosidad. — comento rápido mientras ambos avanzaban por aquel camino de madera.
Aaron
─Podemos pedir algo de comer, como el día de ayer─ explicó refiriéndose a las carnes que habian pedido para cenar. Prosiguió y explicó a la menor─Todo este lugar esta conectado por un circuito, y aquí al igual que hay restaurantes cercas también pueden traer nuestra cena a domicilio─ explicó avanzando por aquel muelle donde el atarddecer comenzaba a envolver el bello reflejo del sol en el mar. ─Como gustes─ le dio la opción a la menor, pues de todos modos , pensaba ya en algo que tener preparado mientras ambos se encontraban cenando.
Yang
Escucho atentamente al mayor como le daba varias opciones, pues ella quería preparar algo especial para la ocasión, quería recordar este primer viaje con él. — ¿Qué tal si nos bañamos y luego podemos ver cómo comer? — preguntó, una vez que ambos estén listos podrían decir mejor en donde cenar, pero ella internamente quería estar solamente con él, sin que nadie los moleste. Jalo un poco más al mayor para que ambos tratarán rumbo a la cabaña, la luz del sol y la suave brisa acompañaban muy bien el momento, cabe destacar que también desordenaba su pelo.
Aaron
─Sabes que me encantaría─ replicó el joven a la propuesta de la menor girando su rostro para así verla directamente a los ojos. Aquellas ventanas del alma, que a pesar de todo, le enamoraban como aquel momento en el que se dio cuenta que aquello que era un interés, ahora era algo mas intímo, bello e interesante. La verdad, es que el joven ya tenía algo cuidadosamente planeado desde antes que llegarán a Jeju. Cuido con sumo detalle todo para la comodidad de su pareja; pero claro, esto sería hasta después. Lo mejor para un momento así era el espacio intímo de pareja. Sin mas, siguió el paso aumentando ligeramente de rapídez mientras el Sol comenzaba a esconderse y la mezcla de cielo era de gamas anaranjadas, azules y otros colores. Después de unos minutos llegaron a la cabaña, y el mayor abrio la puerta para que la menor pasará primero.
Yang
— Gracias. — comentó con una al sonrisa de enamorada e ingreso a la cabaña, dejando en una cómoda su mochila y en la entrada sus zapatillas, ya que no quería que entrara arena en la cabaña. — ¿Te parece si nos bañamos juntos? Será un ducha rápida si quieres, así tendremos tiempo de comer antes de que se haga más de noche.— entrelazó sus manos en aquel momento, no estava seguro si había algún sirviente, pero no interesaba mucho, solo estaba ansiosa por recibir un baño tras venir del mar.
Aaron
Paso a dejar todas sus pertenencias al igual que la menor en la cómoda donde no fuera a estorbar el paso de ambos jovenes. Acomodó su camisa y prosiguió a dejar en aquel cajón del peinador sus pertenencias. ─Podemos tomarnos nuestro tiempo, no hay porque apresurarse─ aclaró el mayor, pues la verdad, el tiempo en esta ocasión le vendría muy bien a su favor. Entrelazo de igual manera sus nudillos en los falanges contrarios. ─Si quieres puedes ir abriendo el agua de la tina, tengo que llamar al servicio por un pequeño detalle─ explicó intentando sonar lo mas natural posible sin que su voz tuviera sospecha de algún tipo. De todos modos tenía que tomar su cambio de ropa.
Yang
— Umh...— lo pensó por un rato, le pareció buena idea, mientras tanto podría ir por su cambio de ropa y luego a preparar la tina. — Está bien, iré preparando la tina corazón.— acepto en hacerlo y así dirigirse hacia el cuarto del baño, no sin antes acercarse al mayor y depositar un beso — No tardes mucho ¿Si? — dijo por último. Se dirigió hacia la habitación, estaba muy alegre y sus ánimos demasiados altos, podía gritar de felicidad pero solo atino a tararear mientras buscaba una muda de ropa. Una vez seleccionada, prosiguió a ir al baño, abriendo la canilla para dejar fluir el agua y así llenarla lo suficiente, busco el regulador del agua así estaría a una buena temperatura para ambos.
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-ᴘᴀʀᴛᴇ 𝟸: ʟʟᴇɢᴀᴅᴀ
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Aaron
¿Pasaron treinta minutos? ¿Veinte minutos? No sabía con certeza el paso que había transcurrido el tiempo, pero si sabía que habían llegado a la hermosa isla de Jeju. El gran vosal del piloto anuncio la llegada a la hermosa isla de Jeju. El mar, la playa, el cielo soleado y un lugar solo para ellos dos era de lo que se refería el como unas buenas vacaciones para alejarse de las tensiones del trabajo y demás. Se levantó con resago y sus parpados hinchados. Incorporó su cabeza perdido en su ambiente y analizó que varios de los pasajeros ya se encontraban levantandose para salir del vuelo o trasbordar a otro. Toco levemente el hombro de su novia para despertarla. ─Kurage~─ le susurró juguetón y con suavidad.
Yang
Aún seguia en su profundo sueño, en la mayoría de los vuelos solía darle sueño, siento como tocaban su hombro, sus párpados se abrieron poco a poco acostumbradose a la luz. —Umh. . .— se frito sus ojos, escucho como Aarón la llamaba, sonrió por como lo hacía. Se dio cuenta que el avión estaba detenido, tal vez aún no deseaban ¿Habría algún problema? Miro a su alrededor y se dio cuenta que los poco pasajeros estaban a punto de bajar, ya habían llegado, se desabrochó el cinturón y miró al mayor. — Amor ¿Por qué no me dijiste que llegamos? Casi me duermo por siempre.— comentó bromista.
Aaron
—Porque yo también acabo de despertar señorita durmiente— siguió el juego de la contraria mientras desabrochó su cinturón y alzo sus brazos para bajar su maleta de mano. Sus piernas estaban entumidas pero el olor de mar ya alcanzaba el ambiente del aeropuerto. —Anda, tenemos que apresurarnos.— dijo a la menor, pues el avión estaba siendo abordado ya por otro grupo de pasajeros y no tardarían en correrlos. Pasarían a recoger sus maletas y pedirían que un servicio privado los llevara al lugar de su cabaña para poder dar un paseo por la playa tranquilamente.
Yang
— Vamos, vamos, entonces, ya están subiendo otras personas, no queremos ir a otro lado ¿Verdad? — comento bromista, espero que el mayor saliera primero y ella salió detrás de él. Lo siguió por detrás entodo momento, agradeció que el fuese más grande y tuviera una espalda en la cual ella podía ocultarse fácilmente. Río por aquello y entrelazó sus manos y fueron rumbo a la salida para ver sus maletas, al fin habían llegado a Jeju y se notaba, no había tanta gente en aquel aeropuerto podía ser libre desde ya.
Aaron
Salieron de aquel apretado espacio para entrar a esa conexión entre el avión y el gran edificio. Tomo la mano contraria y la fue guiando entre la multitud para llegar a la banda eléctrica y recoger sus maletas. Al fin se alejaría del tedioso trabajo por unos días y descansaría para pasar los días con su amada. —Estate atenta por tus maletas— se soltó de aquel agarré para acercarse a pillar su maleta en la banda.
Yang
Se acercó a la banda para poder divisar su propia maleta, muchas maletas y hasta la del mayor ya estaban en manos de sus dueño pero la de ella no la veía por un momento pensó que la habían mandado a otra parte, a lo último divisó su maleta de color negro, soltó un suspiro y la tomo. 
— Aquí estás.— le hablo a la maleta, sería un horarios extraviarla ahora.
Aaron
Ya con sus maletas en el suelo, el mayor ayudo a la mejor con su maleta y a cargar esta al suelo, pues entendía que su novia era menudita. —El transporte para llevarnos nos espera afuera, princesa.— afirmo extendiendo su brazo para apuntar hacia la salida izquierda del aeropuerto. El mayor antes de llegar a Jeju reservo una renta de carro para que la pareja pudiera navegar por Jeju tranquilamente. —Tú ve adelante de mí.
Yang
— Gracias.— le regaló una sonrisa, tomo la manija de su maleta y camino tranquila delante de él como lo sugirió, llegó a la entrada del aeropuerto y salió de allí. Al fin habían llegado, estaba libre de todo y lo más importante, estaba con él. Disfrutaría este viaje como nunca. El mayor la seguía por detrás, trato de que no la perdiera de vista así que solo se quedó parada en la orilla de la verdad esperando por el.
Aaron
Siguió a la menor por aquel estrecho camino; los grandes ventanales del aeropuerto dejaban entrar la radiante luz del sol. Cada individuo en ese vasto lugar estaba en su propio mundo dentro de otro mucho mas grande, como ellos también se encontraban dentro de su propio mundo. El atardecer casi anochecer se asomaba cada vez mas y justo llegarían a tiempo para instalarse y descansar... ¿O optarían por pasar el rato de otra manera? Quien sabe. Dejarían el tiempo fluir. Quedo con ella en la vereda y el carro que había rentando ya les esperaba fuera por el proporcionador del servicio. El joven se acercó y tomo las maletas de la pareja, mientras, Aaron se acercó para subir al asiento piloto del automóvil.
Yang
Deseaba llegar y desempacar, estar más cómoda y solo disfrutar. El auto estaba estacionado y subio derras de él en el asiento del copiloto de este, de coloco el cinturón de seguridad y espero que el empezara a conducir. — Es muy diferente a cuando vine aquí la primera vez, no lo sé.— comento sin más, pero tenía otra sensación de aquel lugar apenas respiro después de que salió del aeropuerto. — Por suerte aquí las personas están en su mundo, podré disfrutar no me tendré que preocupar.— tomo su gorra y la retiro de su cabeza, acomodando inmediatamente su pelo mientras miraba su reflejo en el espejo del auto.
Aaron
El muchacho de renta de autos finalmente le entregó la llave al propio antes de subir y este introdujo la llave y prendio el motor. Era muy similar a su automóvil. Cambio la palanca de manejo a driving y piso el acelerador para dirigirse al lugar de estadía predeterminado. —Lo sé, es un alivió el poder estar solos—suspiro en alivio y removió su gorro, predeterminó el GPS para llegar al lugar correcto, donde se acomodarían, comerían algo, y dormirían. —¿Qué te gustaría comer amor?
Yang
— Podría comer cualquier cosa amor, me dio hambre y en el avión ni un dulce nos dieron.— termino de decir, tomo su bolso y busco en el una bolsita que había escondido de caramelos masticables, toda una gran hazaña. Tomo uno de ellos, se deshizo de la envoltura y prosedio a comerlos. — ¿A dónde me secuestra señor Hilfiger?— su tono había cambiando a uno más cariñoso, tenía curiosidad de donde la llevaría el mayor.
Aaron
─¿Sabes? Tal vez dieron de comer, pero nosotros nos encontrabamos dormidos, que es diferente─ supuso el joven, pues el vuelo que habían pagado era primera clase y se supone que los serivicios tenian que ser mejores y de alta calidad. Se mantuvo atentó en el volante sin voltear a la contraria pues, era un camino desconocido y tenía que prestar suma antención a las direcciones del GPS o las diferentes indicaciones que este proporcionaba. ─Yo se que a usted le encantará, señorita Yang. O eso pero.─ contestó jugueton pero al mismo tiempo incierto, enserio esperaba que a la contraria le gustará en persona el lugar que había escogido para ambos y su privacidad como pareja.
Yang
— Tú me contagiaste el sueño.— comentó bromista mientras reí por lo bajo, miro por su ventanilla el paisaje que le brindaba Jeju una segunda vez y pudo reconocer algunas cosas, las personas estaba igual, en su mundo y solo disfrutando de su trabajo, extrañaría sin duda este clima. — Hay mucho misterio aquí ¿Que oculta señor Hilfiger?.— dijo intrigante, dándole una mirada de arriba hacia abajo, sí que esta fuerte ¿Pero qué cosas piensas Yang? Se corrigió a si misma, río aún más y volvió a fijar su vista hacia adelante. — Se que me gustará.—
Aaron
─Se que nos gustará, amor.─ El mayor replicó, esperaba que la contraria permanciera enamorada de la vista de noche de aquella cabaña especialmente para los dos. La noche cubria el hermoso lugar de Jeju y la pareja continuaba subiendo por una calle estrecha cerca de la zona hotelera de Jeju. Sin embargo, también retirado del espacio bullicioso y tóxico de gente. Si estarían juntos, serian ellos dos solamente. Los minutos pasaron y conversaron de distintos temas como su estadía, lugares que visitarían y entre otros.─ Ahí es donde nos quedaremos, pequeña─ apuntó el mayor manteniendo su zurda sobre el volante con cuidado, el atardecer casi anochecer reflejandose sobre el mar.
Yang
Parpadeo varias veces al mirar hacia donde indicaba el mayor ¿Podrá existir este tipo de lugares? Ella misma lo estaba presenciando, era más que HERMOSO. — Oh, Dios amor. . . No tengo palabras, es hermoso, es muy bello.— el mar se veía de otra forma, podía aprecuarse su belleza y tal parece que todo entonaba. — ¿De dónde haz sacado este bello lugar amor? — no lo había visto jamás y era más que perfecto, aún no caí del asombro, sin duda lo pasarían más que bien allí.
Aaron
─Lo he sacado de mis contactos, ah verdad.─ Intentó hacer una broma casual. Pero ha decir verdad, el joven desde sus días en el hospital investigo lugares, lugares y lugares hasta que encontró este perfecto. Afortunadamente había espacio de reservación, y si, fue algo de dinero. Pero como se sabe al ser de familia de dinero, el joven no tuvo complicación en rentar en espacio para la pareja. Si estarían juntos, serian ellos dos solamente. Nadie mas que los molestará y eso sería sumamente asombroso. ─Es tan bello como tú, ¿no crees?─ sus palmas sostenían el volante detenidamente inclinando hacia la derecha para entrar en la pequeña curva del lugar.
Yang
— Creo que más bello que yo, con solo mirarlo lo es, nada se compara con la hermosa vista.— dijo ya un poco calmada, sin duda la vista era incomparable, ese lugar habría de estar un poco — No habrás gastado tanto aquí ¿Verdad?— cuestionó, lo menos que quiera era hacerle gastar de más, no importaba el sitio podían ir al menos caro y si estába con el sería más que perfecto. — No quiero que gastes tanto dinero ¿Si? —
Yang
—Creo que estas equivocada mujer, pues tú eres la belleza presente en mi mundo— miro de reojo a la menor mientras alzo sus comisuras y dibujo una cálida curva en su rostro. El camino ahora era sencillo y se podía tomar la libertad de conversar con la menor. Lo anterior dicho era cierto, el valor de su novia no se comparaba a nada material. Sus orbes volvieron al curso del camino, la contraria le cuestionó sobre la renta del lugar y el precio de este.—No hablemos de dinero, ¿quieres?— propuso el joven. La fauna comenzaba a dibujarse en la bella isla de Jeju, diferentes plantas que no se conocían en Seúl y extravagantes mares de agua azul. —En verdad es hermoso.
Yang
Su mirada se mantuvo en él, el primer comentario comentario la hizo sonrojar ¿Cómo era posible que el dijiese esas cosas tan fácilmente? Bastaba solo un comentario de el para que ella sonría como una tonta enamorada. — ¡Yah! Pero aún así la belleza de la naturaleza es hermosa— no sabía en dónde meterse, sus mejillas seguro estaban en tono carmesí. Miro por la ventanilla para no ponerse aún más roja, le dio una vista de reojo, observando lo concentrado que se encontraba tras el volante. — No hablaré de dinero entonces, hablemos de ti y de mí, ah. — comentó nerviosa, pasará el tiempo pero ella aún se podría nerviosa por el.
Aaron
─De ti y de mi...─ susurró en voz baja pensante de las posibilidades y bonitas experiencias que ambos guardarian como un recuerdo para toda su vida, de dos jovenes y un largo camino por recorrer en sus vidas. ─¿De que te gustaría hablar de nosotros, pequeña? ─ preguntó curioso pues era cierto que muchas cosas podían suceder en un viaje... Mas si había sorpresas que el consideraba especiales. La cabaña que había rentado él ya estaba cercana frente a ellos dos, las luces de esta estaban encendidas y ahí les esperaba el dueño para otorgarles las llaves y así la pareja se pudiera instalar. Todavía se veía lo lejos, pero por lo menos, sabían que todo lo programado estaba en orden.
Yang
— Me gustaría saber muchas cosas, descubrir más de ti y de mí.— extendió su mano hasta la mejilla contraria depositando un leve caricia en ella. Realmente no tenía en mente que saber, solo había comentado por comentar. La vista no dejaba de ser perfecta y cada vez estaban más cerca de aquella cabaña la cual estaba segura sería hermosa por dentro. El clima parecía estar a favor de ellos, no habría ningún cambio durante su estadía. — Me gustaría ver un amanecer contigo.— dijo sin más, jamás tuvo la posiblidad de ver uno con el, siempre se dormía por el cansancio y el sueño le ganaba aveces. No supo saber desde en que momento pudo consiliar el sueño en su vida, en el pasado tenía muchos problemas para dormir pero en los últimos meses esos problemas se esfumaron como neblina.
Aaron
"Me gustaría saber muchas cosas, descubrir más de ti y de mí," eso fue un detalle muy dulce para el joven. Bajo la velocidad del automóvil, dejandolo el parking para que esta no se moviera unos instantes. La contraria se acerca a acariciar la mejilla propia, a lo que el giro su rostro repentinamente y se perdió en los orbes ajenos. ¿Cómo era que ella lograba ponerlo tan nervioso? ¿Le hacía tan feliz? ¿Tan adorado? Ella llego como su luz en aquel momento tan duro. Fueron la luz del otro. El Sol ayudo a la Luna y viceversa. ─Quiero ver un amanecer donde descubra mas de ti, Yang─ se acercó a los labios contrarios despacio sin perder el contacto visual de aquel bello momento─ ¿Aprendamos mas del otro en este viaje, quieres?─ elevo sus comisuras esbozando una sonrisa enamorada.
Yang
— Creo que ambos nos descubriremos mutuamente.— susurro tras la cercanía del mayor, la sonrisa se contagio en sus labios, era más que perfecto, lo amaba tanto, su amor le pertecia solo a él. — Mejor lleguemos y terminamos de decirnos más cosas bonitas.— comentó tras una risa, ya estaba cariñosa y mimosa, tenía muchas ganas de llegar empezar a disfrutar de aquella vista y el lugar. — Te amo, no lo olvides nunca, te amo mucho Aarón — lo dijo con tanta sinceridad y de lo profundo de su corazón.
Aaron
─Esta bien, se que ya quieres llegar.─ volvió a cambiar el modo de manejo a driving y así piso el acelerador para terminar de estacionar aquel carro en la entrada de la cabaña vacacional. ─Yo también te amo, Yang,─ terminó de responder. - Después de un par de minutitos terminó por estacionar el automóvil frente a la entrada de cemento de esta, lugar donde las llantas no se atorarian en la arena. ─Listo.─ Afirmó desabrochando su cinturon siguiente de remover las llaves de aquel automóvil y abrir la puerta. Se dirigió directo a la cajuela para bajar las maletas correspondientes.
Yang
Al fin habían llegado, pudo observar aún más de cerca la entrada de aquella cabaña, sin duda era hermosa, podía ver que el mayor tenía buen gusto. Tomo su mochila y bajo de este también, cerro la puerta del automóvil y se dirigió hacia donde él se encontraba para tomar su maleta. — Déjame que te ayudo.— comentó tomando su maleta entre sus manos. En la entrada había un señor bastante particular, cual seguro los esperaba a ellos, espero que el mayor arreglará todo así poder ingresar a la cabaña.
Aaron
Tomo el par de maletas alzando las manijas respectivas y subio por la loseta empedrada que combinaba marrones y distintos colores que hacían juego con la gran cabaña al final del día. ─Gracias─ respondió en seco cuando la contraria ofreció su ayuda para regresar todo adentro de la cabaña. Aaron converso con el mayor, de las medidas de seguridad de la cabaña, el tiempo de estadía, y entregó las copias de llaves al joven. Pasaron unos cuantos minutos mientras la menor esperaba y asi pasado este evento abrio la puerta a la cabaña para que ambos pudieran instalarse después de un largo día.
Yang
Tomo silencio en lo que que el mayor conservaba con aquella persona sobre algunas cosas de la cabaña, al fin le entró las llaves y el mayor abrió las puertas. Ingreso con su maleta hacia dentro de la casa. Cada parte del lugar estaba tan ordenado parecía que tuvieron cuidado al colorar los muebles y las cortinas, las ventanas dejaban ver la hermosa vista que brindaba la isla. Camino directo hacia la habitación y está era aún más hermosa. — Es preciosa.— comentó alegre, volvió nuevamente a la entrada y rodeó el cuerpo del mayor. — Todo esto es muy bonito ¿Podríamos vivir aquí por siempre? — cuestionó, sabía que era imposible pero nada costaba soñar.
Aaron
─Tal vez en nuestros sueños pudieramos vivir aqui por siempre, ¿no sería bonito?─ dejo su maleta en el suelo laminado al mismo tiempo que hizo ese comentario. Enverdad sería hermoso vivir ahí, pero la vida de ambos se encontraba en Seúl. Camino junto con ella a la habitación bien adornada, las sabanas eran blancas y todo era una gama de cafes preciosa, la cual no se podía comparar con el departamento de Seúl o un hotel extremadamente adornado. Sería unas excelentes vacaciones, y mas porque estaría con ella, estarían lejos y solo del fastidiso bullicio de Seúl. ─¿Qué te gustaría comer amor? Debes de tener hambre, podemos pedir servicio de comida─ propuso. Coloco su equipaje encima de una mesa de estar y removio aquel pesado abrigo junto con esa gorra que desacomodo su cabello. El clima en Jeju era mas tropical comparado a Seúl por lo tanto aquella manga larga provocaba calor en el. Desabotonó la camisa que tenía puesta y quedo desnudo de la parte superior, mientras busco una remera mas simple de usar.
Yang
— Sería realmente hermoso— vivir en este tipo de lugar sería muy relajante para ambos, pero sería un poco difícil cumplir eso en estos momentos. — Estoy hambrienta, podemos pedir carne, carne y ensalada¿?— comentó un poco indecisa, realmente podía comer en estos momentos cualquier tipo de comida. — Podemos pedir el servicio a la habitación y que traigan algún menú, no sé ¿El menú de la casa?— Retiro su chaqueta y estiró su cuerpo, deseaba probar que tan cómoda era la cama, se veía muy esponjosa, mientras el mayor se cambiaba ella observó aún más la cabaña. — Realmente tienes buen gusto corazón.— sacó su celular y tomo una fotografía para tenerla de recuerdo, sin duda tomaría varias de ellas y no se contuvo y también le saco una al mayor, soltó una sonrisa y guardo la foto.
Aaron
—El menu esta en la mesita de noche, Yangie.— apuntó mientras terminaba de acomodar aquella remera a la altura de su cadera y la bajo bien. Giró sobre su hombro y apreció como la pequeña niña se estiraba para relajar sus músculos —Me alegro que te haya gustado, después de todo este lugar es para que ambos disfrutemos uno del otro, ¿no crees? Camino de ese extremo de la habitación hacia la mesita de noche y tomo el menú con ambas manos para expandirlo y buscar algo que llamase la atención.
Yang
Se acercó por detrás del mayor y rodeó la cintura de este, sintiendo aquel calor corporal tan particular que emanaba. — Es perfectamente para nosotros amor. — comentó dulcemente, el lugar era más que perfecto. — ¿Qué tal si pedimos salmón?, ¿Sushi o carnes rojas? — en momentos como estés venían bien cualquier tipo de comida, su estómago solo tenía hambre. — Me iré a cambiar así estoy más cómoda.— soltó al mayor y fue en busca de su maleta para buscar un cambio de ropa y proseguir a cambiarse.
Aaron
De un momento otro ese añorado y conocido calor corporal le abrazo por detrás y sintió ese cálido abrazo por parte de esos menuditos brazos albeos. Sonrió sin voltear a la menor y centro su mirada en el menú ya que esta comenzó a hacer propuestas diferentes. ¿Sushi? Podía comer eso en Seúl? ¿Salmón? También. Carnes rojas era la mejor opción.—Me agrada la idea de carnes rojas.— apuntó situando su dedo índice en la imagen particular de aquel trozo de carne. —Te espero, Yangie— comentó antes de que esta se retirará.
Yang
Saco una muda de ropa pero no estaba decidida que vestir, prefirió darse una ducha antes de salir, ingreso al baño el cual era lo suficientemente grande para una sola persona, en la mesada habían varios perfumes y cremas para el cuerpo, también jabones y algunas velas aromáticas un muy lindo detalle. Sus prendas fueron retiradas una por una hasta ingresar a la ducha, prenderla y dejar que el agua recorra su cuerpo, era sumamente relajante después del viaje. Tomo uno de los jabones este tenía un aroma dulzón, muy parecido al cual ella usaba diariamente. Lo paso por toda su piel para enjabonar cada centímetro, el agua estaba a una temperatura adecuada para su cuerpo y ayudaba mucho a la relajación. Una vez terminado de enjabonarse dejo que el agua retirara la espuma que se hacía formado, ella solo masajeaba la parte de sus brazos y cuerpo en general. Cerro la ducha y tomo la bata que está colgada cerca de esta, seco su cuerpo y un poco de su pelo con una toalla de mano. Se coloco su ropa interior y un vestido color blanco, debajo de este una remera rosada color pastel, secó aún más su pelo, lo peino, dejando a éste suelto. Dio una ultima vista al espejo acomodándose pequeño detalles y salió hacia donde se encontraba el mayor. — Ya estoy aquí— comentó emocionada.
Aaron
No sabía precisamente como pasaría el tiempo, pues tenia en razón que la contraria duraba cierta cantidad de tiempo bañandosé y regularmente solía tomar su tiempo. Sin embargo, no tenían prisa alguna por lo que podían disfrutar su tiempo calmados. Opto por continuar a ordenar sus diferentes piezas de ropa. Extendió su maleta abierta para comenzar a colgar las distintas camisetas, remeras, shorts y zapatos que había traido el joven. Aunque fueran vacaciones, Aaron siempre tenía que salir bien vestido. Zapatos mocasines y de gamusa bien lustrados nunca podían hacer falta... Nunca. Terminó de ordenar su ropa y buscando donde sentarse se dirigió a la comoda cama que le invitaba a acostarse y dar por terminado ese día. Recargo su peso en ambos brazos y termino por acariciar las sabanas, sintiendo la suave textura de algodón. Pero luego una particular prenda capto su atención... Era una pieza interior de la menor limpia. Se acercó cautelosamente como si estuviera siendo llamado, extrañamente. Las yemas de sus dedos se despegaron lentamente de la superficie suave para tomar aquella prenda en sus manos y acercarla sin tocar a fondo inhalar ese olor suave y agradable. Joder. Eso fue suficiente para comenzar una escena de imaginación en su mente... Fue llevado por las nubes y aquel cosquilleo comenzo a hacerse presente en su vientre. No era mentira que anhelaba tenerla en sus brazos... Pero era algo pasado y cada vez mas incotrolable. ─Ahora no joder─ refunfuneo para si solo en voz baja al apreciar aquel particular miembro protestando contra la imaginación del mayor. Pero luego escucho los pasos de la menor y rápidamente solto esa prenda para dejarla en la maleta, ojála no se diera cuenta que le habia tomado. Se incorporó rapidamente a espaldas para que ojála la contraria no pudiera divisar aquel divisor en su pantalón. ─Oh, si, que bueno...─ respondió nervioso y sin voltear, posando su palma en la nuca propia.
Yang
Trato de colocarse en frente del material y dió una vuelta sobre si, luciendo para él cómo se encontraba vestida, solo quería que la viera. Sus fueron hacia atrás, movió suavemente sus hombros de un lado hacia el otro, en su rostro podía resaltarse una sonrisa que era para el mayor. — ¿Te gusta amor? — comentó tímida, lo noto un poco extraño cuando le pregunto, capaz era solo su imaginación. Trato de buscar su mirada con la del mayor, me gustaba mirarlo fijamente, observar aquellas orbes hermosas — ¿Ocurre algo cariño? — cuestionó al mayor. Anteriormente observó que él ya había acomodado todo lo que trajo en la maleta, debería de hacer lo mismo así no tendría problema luego en buscar sus cosas, si bien era solo un fin de semana se había preparado de una manera especial, trayendo algunas cosas que jamás había traído en su maleta.
Aaron
Nervioso carraspeo ante su garganta girando su vista a la menor. La contraria utilizo un lindo vestido el cual le sorprendió pues le asentaba muy bien el color pastel─Te ves preciosa─ respondió, pero si girarse completamente. ─No, no ocurre nada, descuida─ comentó con voz temblorosa─ fajo bien su pantalón. "Listo" pensó, así la menor no se daría cuenta de tal acción provocada por su cuerpo. ─Entonces, ¿te gustarían carnes rojas?
Yang
— Gracias amor, quería vestir algo lindo para ti.— la timidez se había depositado en ella otra vez, empezó a jugar con la punta de sus dedos a causa de ella. — La carne roja estará perfecta, ven vamos a sentarnos.— tomo una de las manos del mayor y jalo despacio de ellas para buscar asiento en el cómodo sillón de color blanco. Durante el camino tomo el teléfono junto con el menú y se animó ella misma a realizar el pedido de la carne más unas papas al horno, pidió también una bebida a gusto, corto la llamada. — En pocos minutos la comida estará aquí.—
Aaron
— Carne roja será entonces corazón— la siguió hasta sentarse a su lado en aquel sillón blanco de tela fría. El pensó en pedir la comida como costumbre pero la contraria se animó a pedir; un detalle muy lindo pues el mayor era aquel que acostumbraba, siempre, a hacer los pedidos de comida fueran a restaurante o en casa. —Si, estará aquí en pocos minutos. Espero, pues tengo un gran hambre— admitió, en el avión habían esquivado la comida por quedarse dormidos y no dejaría que eso volviera a pasar. Se acercó a los labiales contrarios y juguetón preguntó—¿Te está gustando Jeju, pequeña?
Yang
Se acercó aún más y depósito un besito pequeño en afirmación. — Si, me está encantando aún más. No sé si quieres luego recorrer algunos lugares o simplemente podemos quedarnos aquí y hacerlo especial también, no es un mal lugar, la vista hacia el mar es maravillosa.— el anoche ya estaba instalado hace tiempo y se podían apreciar las estrellas con más claridad, al no ver tantas luces como en una cuidad, la cual opacaba las estrellas ahora ellas eran su propia luz. — No eres el único con hambre, yo comeré por dos de tanta hambre que tengo.— Bromeo, el timbre sonó seguidamente indicando una voz detrás de la puerta que era la cena, eso fue rápido. Fue a abrir la puerta y un mozo entro con un carrito en el cual estaba toda la comida, más la bebida y el postre de frutas, se veía delicioso. — ¡Qué rico! Gracias — le agradeció al mozo y este se retiró del lugar. — Aquí está tu ansiada comida amor.—
Aaron
—Pudieramos salir a la fresca noche el día de mañana y ver las estrellas un rato, y mañana en la mañana ir a conocer diferentes lugares, me parece un plan excelente—apuntó pero su recomendación no terminó de ser oída pues el timbre anuncio la llegada de la comida. El mayor se levantó de aquel sillón frío para acercar aquel carrito a los pequeños escalones que lideraban a ese comedor de madera picea y que hacían un bonito juego con el resto del lugar. —Tome asiento señorita, que estamos por disfrutar de una rica velada— una gran sonrisa se plasmo en su rostro mientas pasaba los platillos de aquel carrito al comedor.
Yang
Ella esperaba por servir la comida pero el mayor se le adelanto está vez, tomo asiento en aquella decorada mesa y espero por el platillo, el cual fue servido a los minutos. Le encantaba mucho esa privadad que se había formado desde que habían llegado al lugar. — Gracias. — espero paciente a que el mayor tomara también asiento, sería descortés de su parte empezar a comer sin el, no era forma. — Me encanta tu plan.— la recomendación fue escuchada por ella aún si fue a atender la comida, era una buena idea, disfrutaría y tendría la posibilidad de mostrarle varios lugares de los cuales ya conocía.
Aaron
Después de servir los platillos correspondientes y acercar aquella bebida, un vino tinto de uva no suave ni muy fuerte tomo lugar enderezando su espalda. —Entonces eso haremos el día de mañana, pequeñita, será un día lleno de diversión.— ocasionalmente había venido a Jeju pero siempre fue para los negocios de su padre y nada mas. Corto el primer pedazo de carne y lo llevo a su boca.
Yang
Una vez el mayor sentado empezó a disgustar la comida, corto varios pedacitos los llevo a su boca, el gusto de la carne era tan deliciosa a cómo se veía. — Umh. . . — tomo la servilleta y hablo — Tratemos de no perdernos ni nada por el estilo, ah. Por las dudas llevemos un GPS no te guíes de mi, ya me olvidé como llegar aquí te, imagínate.— comentó bromista. Tomo otros pedacitos y un poco de las papas, volviendo a hacer lo mismo que al principio.
Aaron
—Si nos perdemos nos vamos a lo oscurito juntos— siguió el juego con aquella broma mientras su atención se divisaba en la platica, la menor y los pequeños trozos de carnes que buscaba cortar y llevar a su boca. —Creo que mi estofado de carne sigue siendo mejor, ¿sabes? Tengo que insistir— comentó juguetón ante este trozo nuevo de carne que la pareja probaba. Se sabía que el mayor tenía un grato gusto para la cocina y su paladar no era particularmente fácil de complacer.
Yang
— ¿Cuál estofado? — Bromeo sin duda el estofado del mayor estaba lejos de solo ser un estofado. Él mayor cocinaba más que bien, cada comida hecha con sumo cuidado, algún día no tan lejano quería cocinar de esa manera. — Lo es amor, tu comida es riquísima.— halago la menor, termino de comer y limpio sus labios con aquella servilleta, no tenía muchas ganas de comer el postre porque noto los trozos de naranjas y manzanas que habían en el pequeño recipiente. — Las frutas se salvaron hoy, no las comeré.— río por su comentario.
Aaron
—Lo sé, se que es mas rica que cualquier platillo— todos esos platillos fueron mas que nada por el labor de cuidar a sus hermanos. Termino ese pedazo de carne jugosa y marinada, echando un pequeño ojo al postre y esquivando esa papa horneada.—El postre no se salvará de mi por hoy— comentó acercándose para tomar aquel pedazo de postre cubierto en jarabe de cereza y frambuesa. Terminó de comer aquel postre y decidió que ya era lo suficiente, pues era noche ya y no ers bueno cenar pesado tan tarde. Bostezó después del agotador día y preguntó—¿Nos acomódamos ya princesa, o gustas ver las estrellas unos minutos?— propuso, aunque el sueño ya lo llevaba con el.
Yang
Dio un ligero bostezo, no estaba en sus planes dormir pero el sueño y el cansancio se apoderaron al parecer de ambos. �� La comida estuvo deliciosa, pero no creo que llegue a ver las estrellas, a menos que sea en mí sueño.— Tomo la vajilla juntadola y dejando la mesa limpia, seguro en la mañana venían a limpiar aquellas cosas así que no se molestó mucho. — ¿Vienes conmigo a la cama?— cuestionó, no quería dormir sola
Aaron
—Voy contigo a la cama siempre. Al ver que la menor se tomó la molestia de rejuntar un poco aquel desorden no se tomo la molestia de rejuntar nada y fue directo al baño a lavar sus dientes antes de que fuera envuelto por la menor en un juego de besos que seguro podía dar resultado. Se acercó a la orilla de la cama y espero a la contraria.
Yang
Fue hacia el cuarto junto con él, cepillo sus dientes y luego se cambió para colocarse su pijama. Se adentro en las suavidad de la cama, acomodándose a un costado él mayor ya estaba en su lugar solo ocupo el extremo vacío. Llevo sus brazos para poder acurrucarse como solía hacerlo cuando dormían. — Dulces sueños Dalpengi — aquel apodo salió de sus labios, lo abrazo como si fuese el más suave peluche que podía tener.
Aaron
Subio tal como un bebé gateando a aquel gran colchón. Optó por remover su camisa y así dormir con mas comodidad pues el calor tropical no le era muy grato. Acomo su anatomía y extendió sus brazos para acurrucar a la menor en su cuerpo desnudo.— Dulces sueños, Kurage~— dijo bostezando mientras fue envuelto por el sueño.
Yang
Dejó que el sueño la invadiera, mañana sería un gran dia y tenía que obtener energías. El calor corporal del mayor la haría dormir más rápido y solo susurro "Te amo " antes de ser envuelta por un largo sueño.
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y-moonlight-a · 5 years
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❝dєαr jєju, dєαr чσu❞
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Yang Mi
Ya había llegado el día en que ambos partirían a la Isla Jeju en la cual se quedarían el fin de semana, las maletas y el resto de las cosas ya estaban listas.
Aquél viaje era uno de los más esperados y planeados por la pareja, llevan tiempo diciendo que irían a la isla, lejos de todos.
Solo faltaba esperar al mayor quién no tardó en llegar de su trabajo directo a la casa.
Por suerte la menor tenía este día más el fin de semana disponible y el viaje hasta el destino no duraba más de un hora.
— Si no me equivoco no me olvidó nada.— comentó tomando una mochila negra en la cual estaban sus documentos y los pasajes de ambos. — ¿Quieres que guarde algo aquí adentro amor? — cuestionó al mayor que se encontraba destras de ella.
Aaron
Aquel día tan esperado finalmente había llegado. Desde las charlas en el hospital justo como jovenes recién enamorados, a ahora ser dos locos perdidamente enamorados uno por el otro.
El se encontraba usando algo simple para el viaje, pues quería llegar cómodo. Además, en el áeropuerto, tenía que conservar sumo cuidado ante las personas que les rodeaban, pues en un posible momento que su novia fuera reconocida por las camaras, el tendría que escabullirse entre el bullicio de gente. Por lo tanto, opto en usar una sudadera negra de gorra y unos jeans no muy apretados ni arriagados. También, cargaba una cachucha junto con una máscara colgante; esas que se usaba frecuentemente en lugares de Asia, mas Corea, y mas Seúl.
Se acercó a la contraria abrazandole de la cintura mientras inclino su cabeza en el hombro contrario, y respondió.─ No hace falta guardar nada amor, me asegure de revisar todo mi equipaje, y parece estar todo. Creo que estamos listos para dirigirnos al áeropuerto, ¿qué dices?─ finalizó depositando un rápido beso en la mejilla ajena.
Yang Mi
No se había preparado tan llamativamente como solía hacerlo cada vez que viajaba con su grupo, debía mantener una imagen y si quería que pasara desapercibida tenía que evitar de cierto modo aquella imagen.
En el día estuvo muy indecida por que llevar puesto, se había convencido y eligió un conjunto de pantalones y una camisa a cuadros color marrón, por arriba de esta un saco del mismo color que el pantalón.
El abrazo repentino le había hecho soltar una sonrisa, era posible quedarse así por siempre pero tenían un vuelo que tomar.
— Yo creo que sí, solo espero no olvidar nada importante. — volvió a comentar, siempre tenía aquella pequeña preocupación de olvidar algo, pero casi nunca lo hacía.
Tomo un gorra la cual se la coloco, giró en si quedando frente del mayor.
— ¿Cómo me veo? — si bien la gorra no tapaba del todo su rostro por lo menos podía ocultarlo cuando se encontrará afuera.
Aaron
La brisa de aquel repentino giro arriago su camiseta y un poco de aquel pesado brigo que el mayor cargaba. Examinó las ropas de la menor y com aquella camisa a cuadros le asientaba tan bien. Como siempre, se veía muy linda.
Estiro sus comisuras, elevando estas dibujando una curva alegre en su rostro. ─Te ves muy bien, he de decir, que ese estilo te queda muy bien, amor─ comentó mientras extendía su brazo y así alcanzar la palma contraria y entrelazar los dedos contrarios con los suyos.
─¿Lista?
Yang
Se formó una gran sonrisa en sus labios, solo quería que el la mirará, quería estar a la altura de él, aunque físicamente no lo estaría nunca, le llevaba por lo menos una cabeza de alto.
Tomo su mochila, sin colocarsela, entrelazó su mano con la de él.
— Completamente lista Señor Hilfiger. — aquella sonrisa no se había borrado de su rostro, era momento de emprender el viaje o sino perderían el vuelo.
— Solo hay que bajar las maletas que se encuentran en la sala.— camino tomada de la mano, saliendo de la habitación.
Todo estaba ordenado ya que ella se tomó la molestia de hacerlo en la tarde.
— Tomaré las maletas y saldremos antes de que se nos haga tarde.— deshizo el agarré, se acomodo su mochila acercándose a la maleta negra, la cual fue tomada y jalada por el mango de esta.
Aaron
Divertido observo a la impropia y cada faceta de sus acciones, pero ahora tenían que apurarse o pudieran facilmente perder el vuelo.
Sin replicar escuchó atentamente las palabras de la menor y siguió cada instrucción dada.
Siguió a paso rápido a la contraria y también se deshizo de aquel agarre para tomar ambas maletas propias y dirigirse hacia el piso mas bajo del edificio.
─¿No necesitas ayuda con la tuya, corazón?─ preguntó atento antes de avanzar a salir del departamento.
Yang
Tomo la maleta en un buen agarre para que ésta no se zafara, si bien no acostumbraba a cargar con ellas tampoco era que nunca había cargado una, por suerte está no estaba tan pesada y podía deslizarse fácilmente.
— No, no estoy bien amor, puedo con ella.—
Camino rumbo a la salida del departamento esperando al mayor así ambos podían tomar el ascensor.
Este no se encontraba tan lejos, camino hacia el presionando el botón para que suba, en lo que el contrario terminaba de cerrar el departamento.
Aaron
Asintió sin mas, ni un musitar de voz o algun sonido salio de sus labiales. Extendió su brazo para tomar la manija de ambas maletas propias y las alzo para que estas se extendieran y pudiera jalarlas consigo sin problema alguno.
Salió de su departamento rápidamente; el choque de las diminutas ruedas ante aquel piso laminado rechino al ser detenidas. Agilmente, como la práctica diaria de todos los días, saco las llaves respectivas de su abrigo y seguidamente las escondió bajo la mata para el regreso de ambos, así podían regresar sin problema alguno.
A paso rápido halo las manijas consigas y se adentro en el elevador con puertas ya abiertas, esperando a que la contraria entrara con él también.
Yang
Una vez que el mayor se acercó he ingreso al ascensor, ella hizo lo mismo pero con poco torpeza, en el ingreso había chocado el costado de su maleta con el borde del ascensor, haciendo que suelte una sonrisa por aquel golpe.
— Solo falta que me caiga. —
Comentó chistosa, presionó el botón que los llevaría al último piso del cual partirían, pero aún tenía una duda.
— Amor ¿Iremos en tu auto o en taxi? — eso no lo había pensado ya que si iban en el auto del mayor ¿Cómo haría el auto para regresar?
Miro un pco confundida y pensativa al mayor, el marcador decía que solo faltaban dos pisos para llegar a la entrada.
Aaron
Se impacto de sorpresa una secuencia de momento corto e hizo un movimiento rápido, tal como si buscara sostener a la menor. Sin embargo, vio que esto no paso a mayores y volvio a su posición anterior, tomando ambas manijas.
─Solo asegurate de ver donde pisas, Yangie.─
El mayor ya había resuelto aquella duda anteriormente con la menor pero era evidentemente y entendible que esta no recordará ese ligero detalle.
─He pedido un taxi apuntado para recogernos a esta hora amor, servicio privado, de áeropuerto para ir comodos.─ explicó mientras se preparaba para bajar al lobby de aquel gran edificio.
Yang Mi
— Lo haré, lo haré no te preocupes.— le regaló una sonrisa para que no se preocupara.
Lo escucho decir que el ya había pedido un taxi, no tendrían que preocuparse en buscar uno a estas horas.
— ¡Oh! ¿De verdad? Me hubieras dicho a mí y podría hacerlo hecho. Pero conociéndome creo que lo hubiese olvidado. — rio de si mismo, las puertas abrirse del ascensor indicaron que ya se encontraba en el 1er piso, tomo su maleta y salió de él hacia estar cerca de la entrada aún no saldría del edificio, hay que prevenir que lamentar después, lo único que le habían comunicado desde la agencia era procurar no ser vista y eso lo llevaría al pie de la letra.
— ¿Será que el taxi está afuera? — cuestionó.
Aaron
Siguio a la contraria a paso rápido jalando detras y consigo ambas maletas sumamnete pesadas, mas que nada por zapatos y abrigos pesados.
─Yo iré a asomarme primero, corazón.─ afirmó el contrario a la menor pues sabía las estrictas reglas puestas por parte de YG, mas si ella era vista con alguien, esto seria un gran caos para los Netizens y al final, todo lo bonito se arruinaría, de algún modo, por las cámaras.
Dejo ambas maletas estacionadas y empujo la puerta cristalina.
La fria brisa de abril y su atardecer apego el rostro del menor y los finos cabellos de su rostro. Junto ambas manos y provoco un roce entre ambas y así entrar en calor.Alzo su mirada para divisar a aquel automóvil a simple vista privado y ejecutivo.
Regreso al interior del edificio y indico a la menor lo siguiente─Ya esta aquí amor.─ comentó regresando por sus maletas.
Yang Mi
Espero que el mayor se fijará si el vehículo había llegado o no
Miro hacia donde apuntaba el mayor y definitivamente el auto ya se encontraba afuera.
— Menos mal que ya esta aquí, sube primero, luego te seguiré yo.— dijo hacia el mayor, aún tenía un pequeño miedo de ser vista y que todo se arruinara por ella
Aaron
—Esta bien— replicó el mayor entre dientes y en voz baja tomando las manijas del par de maletas; aquel transporte era confiable pues no mas que nada menos un chofer muy cercano de su padre, el cual ya conocía a los menores H.
Pero le dio reglas estrictas de cubrir la parte trasera del auto con una ventanilla eléctrica o automática. Eso para no arriesgar la privacidad de su novia.
Fue adelante de la menor, el chofer ya se encontraba parado y con cajuela abierta para ayudar a la pareja con sus maletas. El mayor se adelantó y las dejó reposando para que el chofer se encargará.
Yang Mi
Sabía que no estaba segura del todo hasta que tomaran el avión, no quería complicarle nada al mayor pero debía tener cuidado antes de llegar a Jeju.
Salió hacia afuera, su rostro solo miraba el piso subiendo debes en cuando una mira al mayor, llevo la maleta hasta la cajuela y la dejo allí.
Ya que ambas maletas estaban dentro volvió a entrelazar sus manos con las del mayor.
— Subamos si no queremos perder el vuelo amor.— comentó chistosa, lo jalo de la mano guiandolo hacia la la puerta de los asientos traseros, la abrió e ingreso primero.
— ¿Cuánto tiempo es de aquí al aeropuerto? —
Aaron
La contraria halo de su mano y una ligera risa audible se escapo de sus labiales al ver la prisa de la menor por subir al carro.
Ya que la joven se había subido el se deslizo por el asiento de cuero negro y cerro la puerta tras si. El chofer cerro la cajuela del auto y se adelanto hacia el asiento subiendo al automóvil.
—Alrededor de diez minutos— afirmó el joven mientras buscaba el cinturón y lo llevaba al seguro.
Yang
Apenas el mayor cerró la puerta se sintio un más aliviada, recostó su cabeza en el hombro ajeno por el momento que tardaría el viaje.
— Ya quiero llegar y sacarme está preocupación.— suspiro, entrelazó nuevamente sus manos con las contrarios y levantó su vista para regalarle una sonrisa.
— Será un bonito viaje.— susurro para ambos.
Aaron
Estiró su brazo detrás de la nuca de la menor y le acercó para que se recostara contra el hombro propio.
Entendía que al ser pareja de su novia implicaban muchos cuidado públicos, pero nada era imposible si ambos cooperaban. El chofer subió al automóvil y el joven indicó la dirección del aeropuerto y afirmó secamente que subiera la ventanilla para la privacidad de la pareja.
El ante los demás era frio, seco y reservado. Pero para ella, era completo amor. Ya que la ventanilla subió la fulminante expresión de su rostro desapareció y volvió a suavizarse.
—Siempre será un hermoso viaje contigo, donde sea que vayamos.—Levantó la palma ajena y depósito un beso sobre aquella mano, para inclinar su cabeza y recargarse en el hombro contrario.
Yang
El cambio de expresión lo pudo notar, ocultó su rostro en el pecho del mayor para que nadie observará la leve risa que se formó en sus labios, si bien ella conocía un poco de aquella expresión hace tiempo no la veía nuevamente y no pudo evitar recordar cuando apenas lo empezó a conocer.
Le encantaba cada forma de ser del mayor, más ser ella digna de aquella faceta que pocos vonocian, un Aarón muy atento, cursi, romántico, muy chistoso y muy amoroso.
— Podemos ir a Marte la próxima vez.— era típico de ella hacer algún comentario así, pero no sé negaría ir a otro planeta con el, quién sabe en un futuro puede haber esa posibilidad¿?
El auto tomo marcha y en poco segundos estarían enfrente del aeropuerto, listos para emprender el viaje.
Aaron
Su mirada se perdió unos instantes en los grandes rascacielos de Seúl y como estos eran cambiantes, como si fueran deslizados a medida que el carro aumentaba velocidad.
Volvió de sus pensamientos una vez que la contraria le propuso ir a Marte, un lugar definitivamente muy lejano, pero con todos los avances tecnológicos no se veía como algo imposible, a admitir la verdad.
─¿Porque no mujer Saturno?─ replicó intentando crear un ambiente bromista.
Aligero su expresión y carraspeó su garganta, y preguntó con manos un poco temblorosas.─Yangie... ¿Te gusta mas el interior o el exterior? Para disfrutar de la playa, ya sabes...─ termino bajando su voz.
Yang Mi
Sonrió aún más por el comentario ajeno — ¿Sabes? Saturno es mí planeta preferido, un día de estos te invitaré a él.— dijo siguiendo aquel pequeño juego que se había formado sobre los planetas.
— El exterior, aunque le temo un poquito al mar, pero nada que se pueda manejar. — si bien no había tenido problema aún con el mar, aún le temía a la gran inmensidad de él.
— Pero no me niego a ir a buscar las medusas así me las traigo cuando vuelva.—
Aaron
Cambiando de tema el mayor ahora cuestionó la respuesta de la menor. Mas si el mar era bello, tenía razó, también podia tragarte y así nunca volverías a ver la luz del dia.
─Yo te cuidaré, solo con que tomes bien mi mano no te pasará nada, estaras absolutamente segura, ¿si? ─ reconfortó a la menor sanamente mientras las yemas de sus dedos acariciaban la cara externa de su mano.
El chofer dio vuelta para entrar a la corriente de automóviles en Seúl y emprender con rápidez su camino al áerpuerto que no se encontraba tan lejos.
Yang Mi
Miro a los ojos del mayor, los cuales siempre cada vez que los miraba le reflejaba seguridad, estaba más que segura con el a su lado. 
— Tu siempre me cuidas, te cuidaré yo esta vez. — comento segura de si misma, quería cuidar de él como él lo hacía con ella cada día.
— Pronto estaremos enviando el aeropuerto, luego llegaremos a Jeju ¡Que emoción! — lo abrazo fuerte como solía hacerlo cuando se encontraba emocionada. — Te mostraré los hermosos lugares que conocí cuando vine aquí.— recordó su estadía cuando visitó la isla con su grupo pero nada se comparaba ahora al ir con él.
Aaron
Se encontró con los ojos ajeno que reflejaban ansia, dulzura y amor. Ventanas del alma que solo le pertenecían a el. Solo a él.
Continuó acariciando los nudillos contrarios en suaves roces, como si buscará dibujar miles de lineas sin simetría o curvatura, pinceladas de una obra que buscaban expresar algo a medida de líneas imaginarias.
─Nos cuidaremos uno al otro, Yang.─ apuntó el mayor sonriendo para ella.
De un momento a otro fue estrujado por la menor y la emoción de Jeju fue contagiada por ella, a lo que sonrió y correspondió a aquel abrazo intensamente.
─Querido Jeju, Querida tú. Con quien compartire este bello viaje─ respondió al primer comentario y luego continuó.
─Quiero conocer todo lugar bello contigo, pero que estes tú lo haces mejor.─ confesó y se acerco despacio a los labiales contrarios, sin prisa, y disfrutando de aquel cálido momento.
Yang
Cerro instantáneamente sus ojos ante aquel cálido beso otorgado sutilmente en sus labios, río por dentro, sus mejillas estaban un poco sinrojadas por aquel tacto tras el hermoso comentario del mayor.ñ, solo él podía ponerla de esa manera.
Se separó y rápido escondió su rostro en el cuello del mayor. — Ahhh, ya estoy nerviosa.— río mientras jugaba con la manga de su saco.
— Siento que voy a explotar en cualquier momento amor, estoy segura que ambos disfrutaremos el viaje e haremos muchos recuerdos. — le regaló una gran sonrisa para olvidar un poco el nerviosismo. Era la primera vez que viajaba con el, así que no quería que nada se arruinaría.
Miro por la ventanilla y reconoció la calle la cual llevaba al aeropuerto. — Yo creo que estamos por llegar.—
Yang
Río cuando esta escondío su rostro en el cuello propio y solamente la apego mas a él.
Justo cuando la contraria hizo ese pequeña comentario el chofer bajo la ventanilla trasera y el auto se detuvo; ya se encontraban en el áeropuerto y el auto estacionado. Aquel ayudante las apoyaría a transportar sus maletas para que la pareja pudiera documentar rápido su vuelo sin ser vistos y moverse al avión rapidamente.
─Creo que ya hemos llegado, más bien.─ indico desabrochando su cinturón y abriendo la puerta del automóvil para salir primero; tenían que moverse rápido pues cualquiera podría reconocer a la contraria en cualquier segundo.
Aaron
Definitivamente había llegado al aeropuerto, miro la hora en su celular y por lo menos podían ya abordar el avión.
Abrió su bolso y saco los pasajes más su pasaporte, todo estaba en orden y solo tenía que abordar.
Salió del automóvil, el lugar estaba tan lleno como siempre, muchas personas corriendo, otras esperando el taxi que los llevaría al lugar y otras ingresando en el para tomar el viaje.
— Ten, este es tu pasaje, vamos a hacer esto rápido ¿Si?— comentó escondiendo su mirada, pues las personas pasaban muy cerca de ellos.
— Iremos a registrar las maletas y luego abordamos el avión, no sé si ir por separó o no.— comento fijando su vista a la del mayor con un poco de preocupación por ser descubiertos.
Aaron
Cerró la puerta del automóvil y Johnson, el chofer, se encargo de bajar las maletas y ya ternerlas listas para ir a registrarlas.
─Johnson se encargará de registrar las maletas, no te preocupes. ─ el joven analizó rápidamente su alrededor y había demasiada gente en el áeropuerto de Seúl. Las filas eran inmensas tal como el áeropuerto.
Se acercó a la contraria con mirada abajo mientras tomaba su pasaje y lo metía a su abrigo. ─Creo que es mejor esperar unos minutos, tú entra primero para que se acumule la fila de la documentación y después paso yo.─
Propusó, pensó que aquello era la mejor idea. Pues, en coso de que descubrieran a la menor, era mejor que lo hicieran sola que a ambos juntos y envueltos en un escándalo que pudiera dañar la imagen de su novia.
Yang Mi
Asintió varias veces, era lo mejor en el caso de que alguien la reconociese en aquel lugar que estuviera sola, podría inventar alguna que otra excusa de porque se encontraba allí.
— Está bien amor, te veré dentro del avión, yo iré ingresando, son primera fila así que no tendré que esperar mucho.— miro a ambos costado, la gente estaba en su propio mundo y aprovecho eso.
Tomo las mejillas del mayor y depósito un beso rápido, sonrió y salió rumbo a la entrada del aeropuerto.
Había muchas personas y trato de no chocar con nadie, miro su pasaporte y este le indicaba el lugar a donde debería ir a registrarse para abordar.
Po rsuerte solo habían dos personas en la fila, espero varios minutos para su turno, su vista permanecía agachada hasta que llegó su momento, la señorita con amabilidad le pidió sus documentos, los cuales fueron entregados y agarrados por esta para ingresarlo en la computadora.
Esos minutos fueron una eternidad para ella, jamás había viajado de esa manera y siempre estaba acompañada de alguien más, la voz de de aquella señorita la saco de sus pensamientos y le dio el permiso para que abordará, por suerte todo estaba en órden.
Un simple "Gracias" salió de sus labios y camino rápidamente para emprender el viaje.
Aaron
Espero alrededor de diez minutos para avanzar al áeropuerto, el gran áeropuerto de Seúl y la multitud de gente que se encontraba envuelta en sus propias cosas. A paso rápido y frenético aligero su paso pues la hora de abordar estaba cerca.
Mientras avanzaba mando un mensaje a la contraria asegurandole que ya iba en camino.
Se dirigió a la oficina de documentación, respective para el vuelo de Jeju y entrego su pasaporte, identificación y otros documentos que indicaban su pasada al avión. La fila era corta y Yang ya no se encontraba allí, lo que indicaba que ella ya había subido al avión.
Lo bueno era que, el no tenía que preocuparse por ser reconocido pues era un ser común y corriente. Tomo nuevamente sus documentos y paso por los largos pasillos hasta llegar a la sección del vuelo B-15, primera clase, y con poca gente. Perfecto.
Apresuró el paso para entrar en aquella fila, tomando su maleta de mano que llevaría durante el viaje y camino por el largo pasillo hasta adentrarse a la gran máquina donde aquella Azafata les daba la bienvenida a los pasajeros.
Y ahí la vio, ya sentada, ya lista para su viaje.
Yang
Ni siquiera pudo observar nada antes de subir de lo rápido que había caminado, la azafata le dio la bienvenida y le indico el lugar de su asiento, al cual fue sin problema alguno.
Su celular sonó indicando la entrada de una nuevo mensaje, era del mayor afirmando que ya estaba en camino, pronto lo vería allí.
Se siento más relajada al estar ya dentro del avión, por suerte el vuelo no duraba mas que una hora hasta Jeju.
Envío un mensaje en respuesta a que ella ya se encontraba tranquila y sentada al lado de la ventanilla.
Solo había una sola persona, la cual podía verse que era de una edad avanzada. Si ambos tienen suerte, este solo sería su acompañante.
Divisó al mayor en la entrada y sonrió ampliamente, levantandose un poco para que la viera.
Aaron
La vio a lo lejos y a paso lento camino a la hilera de sus respectivos asientos comodos y extendió su mano para tomar la de la contraria dando paso a sentarse y acomodarse para el vuelo. Antes, dejo su maleta de mano en la parte superior del avión y así se sento, amarró su cinturón y espero a las indicaciones del vuelo. Esto sería rápido y en menos de dos horas estarían en Jeju.
Yang
— Pensé que nunca llegarías.— exageró escucho por los parlantes a la azafata dieciendo que en minutos el vuelo despegaria.
Escucho las típicas indicaciones de seguridad, se abrochó el cinturón y acomodo a un costado su pequeña mochila.
— Menos mal que el viaje no dura tanto.— suspiro, miro por la ventanilla he observó aquel cielo, usualmente las vistas desde una ventana de avión eran diferentes a las típicas.
Aaron
—Tú sabes que si llegaría— afirmó acomodándose en el asiento y escucho las típicas instrucciones de avión las cuales ya había realizado.
En avance coloco su celular en modo avión y había colocado su cinturón se seguridad. Alzó su mirada para apreciar las esponjosas nubes y el cielo anaranjado que envolvía el atardecer convirtiéndose en anochecer.
—Lo será, ya verás.— inclinó su cabeza en el hombro contrario.
Habían entrado una cantidad mas de pasajeros, pero no mas de la mitad del avión iba lleno y eso era grato y tranquilidad para la pareja.
Yang
Estiró su mano derecha y acarició el suavemente el rostro del mayor, mientras no quitaba la vista de la ventanilla. No le tomo ya importancia al resto de los pasajeros, ya estaba más que segura junto con él.
— Estoy ansiosa o solo quiero llegar ya. — comentó solo para ambos, la voz de la azafata indicaba que las puertas ya se habían cerrado y era momento de despegar, también comentaba las típicas turbulencias que surgían en un vuelo al despegar, nada de otro mundo.
Tal vez dormiría durante el viaje para que este se pasará más rápido.
Aaron
Las caricias de la menor comenzaron a envolver al joven en un profundo sueño del cual no tuvo noció del momento en que Morfeo vino y se lo llevo para descansar.
Sus caricias eran magicas y le hacian sentir seguro. Se sentía seguro con ella. Sus parpados comenzaron a sentirse pesados y su cuerpo comenzo a adormecirse por el sueño traicionero que le llevo a inclinarse sobre el hombro de la menor, finalmente quedando dormido, y ojala, hasta la llegada de Jeju.
Yang
Lo último que escucho fue una aquella voz diciendo "Disfruten el viaje" sus mente le falló, pudo sentir el peso del mayor en su hombro aún seguía dándole caricias al mayor por lo que podía sentir.
Sus ojos se cerraron y se metió en un profundo sueño.
No solo ella ambos se durmieron sin previo aviso.
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y-moonlight-a · 5 years
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WGM
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Poѕт prιvαdo Aaron Hilfiger Cαғeтerία: Beαɴѕвιɴѕ Cᴏғғᴇᴇ, Seύl. Yang Las cosas habían cambiado en su totalidad los días restantes en la ausencia de su Padre, su Tía había había hablado con el con respecto a la imagen en la sociedad, si bien no era conocida por las personas, su Padre había tomado cartas en el asunto e hizo un informe oficial desde Japón, informado su existencia y su imagen. Estaba al tanto de que pronto se haría un evento de presentación, pero ¿Por qué antes de eso debía asistir a ese reality? ¿Por qué había aceptado a lo último esa propuesta? "Por el bien de su imagen" es lo que se repetía miles de veces, su Tía la había convencido que las personas debían de conocerla mediante ello, jamás entendería como tenía la capacidad de convencer a las personas y también a su Padre. De todas formas ahí se encontraba, anteriormente había entregado una entrevista que sería para la producción. Se sentía muy nerviosa por el simple echo que no sabía cómo comunicarlo a una persona en especial, solo esperaba que no lo tomará en serio. Pronto hablaría con él. La hora había llegado y el punto del primer encuentro era una cafetería en el centro de Seúl, el auto la esperaba afuera, siendo acompañada a por su Tía durante el trayecto, la cual solo le deseaba buena suerte. Soltó un suspiro, esperando no sentirse mal, puesto que días atrás había tenido temperatura pero no quería que nadie lo supiera. Aún así, extrañaba la presencia de alguien en particular y la persona al frente podía notarlo. Llego al lugar unos 15 o 10 minutos antes, bajo del auto, entrando rápidamente y siendo captada por varias cámaras, el lugar se encontraba vacío, el punto de encuentro era una cafetería en el centro de Seúl, en la cual ya había un reserva para la ocasión. Tomo asiento, esperando que la persona ahora "Desconocida" llegará. Suspiro una vez más y se repitió a ella misma "Bienvenida a We Got Married Yang Mi." Aaron Hilfiger
Aquel día seria diferente de su rutina común, esta consistía en ir a la universidad para atender sus clases o dirigirse al odioso oficio de su padre. Sin embargo, hoy sería diferente pues llego el día en que conocería a su pareja del reality para el cual se había inscrito: We Got Married. Por discreción el joven tuvo que vestir ropas diferentes a las de costumbre de su persona. Vestía una cachucha blanca y una camisa de botones simple sin ser fajada, sus pantalones de mezclilla un poco holgados fuera de su costumbre y aquellos zapatos blancos bien lustrados. El día de hoy avisado por la administración indicó el primer encuentro con quien sería su pareja por dos semanas. Aún asi, él ya extrañaba a aquella persona que ahora era una desconocida. Un buen aspecto del joven es la facilidad de entablar conversaciones con ajenos, pues transmite una buena vibra a cualquiera con el que platique. Antes de cerrar su casa, puso la alarma digital ya programada para reconocer su voz, dio un breve vistazo a su apariencia en el espejo justo al lado de la puerta principal y salió. Salió al gran jardín extendido verde para subir a su Audi y dirigirse a la cafetería donde sería el punto de encuentro. El no tenía idea si llegaria a ser filmado para este reality o no. Aunque probablmente la respuesta sería si. Él mayor llevaba un perfil bajo en la sociedad debido al status de su padre; no le gustaba ser ligado a aquel señor por razones que solamente reservaba para él. Minutos después colocó el freno de mano, apago el motor del automóvil y puso seguro a este, presionando el botón que dibujaba un candado. La cafetería era extensa y a la lejanía localizo a las cámaras ya listas para la filmación, ¿acaso está chica atraía la atención del publicó por alguna razón? Era hora de descubrirlo. Subió los escalones para adentrarse al local. Escáneo el alrededor buscando una mesa reserveda que indicará su cita. Y ahí se estaba, aquella joven ya esperándolo junto con las cámaras para iniciar el encuentro. Comenzó su camino a paso lento hacia la mesa reservada para comenzar aquella velada.
Yang-Mi Nanase 
Varios minutos habían pasado desde su llegada, no paraba de jugar con sus dedos, trato de mantenerse neutral, pero las cámaras no hacían más que ponerla nerviosa, debía acostumbrarse a ello. 
Se acomodó un poco su cabello el cual iba suelto, su ropa no era tan llamativa pero quería dar una buena impresión, por lo que los colores elegidos fueron el negro y el rosado. Sus pensamientos se llenaron de preguntas sobre: cómo sería aquel joven, cual era su color de cabello, que cosas tendrían en común, cuales serian sus gustos más extraños, que tipo de música le gustaría, entre tantas y lo más importante ¿Se llevarían bien? Un tintineo le hizo saber que alguien más había ingresado al local, su rostro se giró por curiosidad para saber de quién se trataba. Automáticamente sus ojos divisaron a una persona ¿Estaba viendo bien o su mente le estaba jugando una mala pasada? Por el nerviosismo se rió y se paró rápidamente, aún no podía creer que todo aquello estuviera sucediendo de verdad, quiso reír pero se contuvo, más una leve sonrisa se posó en sus labios. Ahora se daba cuenta porque aveces las personas decían que el mundo era como un pañuelo.
Aaron Hilfiger
Él mayor diviso poco a poco el rostro de la damisela esperando su llegada para recibirlo,¿acaso era ella ciertamente? A la lejanía de sus pasos que levemente sonaban contra la alfombra alzo sus belfos en los que se posó una ligera sonrisa mientras aquellos ojos se enchinaron como solían hacerlo cuando la veía.
Sin embargo, localizó las cámaras ya listas para filmar aquel encuentro que sería grabado para ser transmitido públicamente. Por lo tanto, borró su sonrisa rápidamente volviendo a aquella expresión sería que lo caracterizaba a las personas ajenas que desconocían su carácter. Fue bajando el paso de su caminar hasta que llego a la mesa indicada. Sus pies se detuvieron lentamente examinando a la menor, aquella persona que sería su pareja por dos semanas. Antes de que la contraria pudiera iniciar aquel encuentro el alzo su brazo al aire, abriendo su palma para recibir la mano de su acompañante. —Bienvenida, señorita. 
Yang-Mi Nanase
La joven no se había equivocado su sonrisa era cada vez más grande, por lo que trato de disimularlo un poco aún tenía en claro que las cámaras estaban allí. ¿Pero como podría reaccionar? ¿Cómo podría hacerlo? Se calmó internamente al escuchar la voz del contrario, quería correr a sus brazos y abrazarlo, pero no podría hacerlo, por el momento. Hizo una leve reverencia a aquel saludo, contestando con un "Bienvenido también" Volvió a tomar su respectivo asiento en lo que el también lo hacía. La joven no sabía cómo empezar la conversación, no podía mirar a los ojos a la persona enfrente por el nerviosismo, sonrió por ello y acomodó uno de sus mechones de cabello detrás de su oreja. — Esto si es raro, mí nombre es Yang, Yang Mí. Es un placer conocerte. Su vista se fijó en él tras la última frase.
Aaron Hilfiger
Después de la seguida reverencia por parte de la menor él mayor se volteó para tomar con ambas manos el respaldo del asiento, halándole hacia atrás para tomar lugar. Sostuvo la parte inferior de la silla empujándose asimismo con ella para quedar cercas de la mesa. Le divertía ver aquellos pequeños gestos de los que sólo ellos dos conocían la razón. Un secreto que las cámaras presentes no conocían y no tenían en cuenta. Ambas manos reposaban en sus piernas, se encontraba con la vista fija al suelo sin conocimiento de que decir por los nervios del momento. Jugaba con la tela de su camisa mientras pensaba en algo para romper el hielo e iniciar la conversación. Pero luego, la menor hablo. El muchacho levantó repentinamente su cabeza fijando su vista en la contraria, sus manos se separaron levemente de sus muslos para llevarlas a reposar a la mesa. Y finalmente, dejo escapar una pequeña risa que mostraba todos sus dientes, las líneas de sus mejillas se marcaron y sacudió su cabeza ligeramente. —Mucho gusto conocerla señorita Yang, mí nombre es Aaron, Aaron Hilfiger.¿Cómo se encuentra? Devolvió su mirada ante los orbes de los ojos sin dejar de sonreír; tan parecido como el primer encuentro de ambos.
Yang-Mi Nanase
¿Que debería hacer? Estaba preparada para hablar con un desconocido, para hacerle preguntas a un desconocido, pues de eso se trataba el primer encuentro, no a esa persona en particular. Un pensamiento paso por su mente, se trataba de divertirse y pasarla bien con su asignada pareja, eso era lo que haría. Tomo un poco de aire y retuvo su sonrisa un poco para hacer de ese encuentro lo más casual posible. — Bien, de hecho un poco nerviosa, esto es un poco difícil al principio. No importa si lo llamo por su nombre ¿Tal vez desearía que lo llame por algún nombre en particular? Por cierto si ropa es un poco... Particular. Comento con gracia tras ello sabía cuál era respuesta por el nombre, al contrario no le gustaba que se refiera a él como "Usted" pero se divertida un rato. Mas allá ella tenía modales y no podía tomar atrevimiento en el primer encuentro. — ¿Podría saber su edad? Y si gusta también contarme un poco de Ti, así hablamos un poco. La joven no sabía dónde mirar así que le regaló una sonrisa traviesa, de esas que solo él conocía.
Aaron Hilfiger
Aquella desconocida en si ya era demasiado conocida, se supone que había que hablar a una persona de la que no supiera nada, fue todo lo contrario. Pero al mismo tiempo sería bueno, seria bello y divertido volver a conocer todo de esa persona como lo habían hecho hace casi dos meses ya. Volver a conocer sus gustos, pasado, experiencias, familia, todo, absolutamente todo de aquella persona tan especial para él. Él joven puso atención a las palabras de la menor y su pregunta. Aquella mencionó su ropa a lo que el mayor respondió con una risa ligera, extendiendo sus belfos para dibujar una sonrisa en su rostro. —Ah, no me molesta para nada que me llame por mí nombre, al contrario, me gustaría mas si nos evitamos las formalidades de usted— Dijo el joven mientras jugaba con la tela se su camisa y continuó.— Ya sabe, hay que causar una buena impresión en la primera cita— Dijo riendo el joven, pues ambos sabían que su manera de vestir era todo lo contrario; el era todo sobre trajes, camisas, y zapatos bien boleados. Era divertido como ambos tenían que hablar de tal manera que no se conocen, tal como personas diferentes. — Claro, es importante conocerte pues, serás mi pareja por las próximas dos semanas— Comentó.— Tengo veinticinco años y soy el mayor de tres hermanos,¿y usted? Regreso la sonrisa de la joven con una risa ligera, a este paso no podría esconder sus verdaderos sentimientos hacia esa persona
Yang-Mi Nanase 
Si tan solo las cámaras no estuvieran allí, ya estaría riéndose por como lo estaba tratando y no faltaría una que otra broma por aquella ropa que llevaba el mayor. Mas allá igual se veía hermoso ante sus ojos, pero debía mantener el perfil y verse lo más normal posible. — ¡¿VEINTICINCO?! Tapo rápidamente su boca por aquella reacción, sus orbes se abrieron como si acaba de enterarse de la edad del mayor. Unas carcajada proveniente de los camarógrafos se hicieron escuchar tras su reacción. Pero todo lo que ella hacía era más que actuado, ahora se sentía aún más cómoda con el al frente, pasaría aún más tiempo con el sin tener que estar ocultándose. — Lo siento, me tomo por sorpresa– Río y volvió a acomodar su pelo. — Pues yo tengo diecinueve años aún. WOW, es sorprendente. Dos décadas unidas. Su último comentario fue en tono bromista, quería seguir viendo la sonrisa en el mayor todo lo que restaba del encuentro.
Aaron Hilfiger
Aquel blusa rosa que portaba la menor y falda negra se ajustaban perfectamente ante su figura, ese deleite de curvas finas... Él mayor detuvo sus pensamientos hasta ahí pues no era momento de imaginar tales cosas ante la menor y menos frente a las cámaras. El joven era una persona muy transparente y cualquier emoción de él se podía hacer notar. Regreso de sus pensamientos cuando aquella joven exclamó como sorpresa ante la edad del mayor. Fue tan alta la voz de la menor que el encogió sus hombros como reacción. Las carcajadas del staff resonaban en el lugar. Aunque, esto fuera pura mera actuación, sus ojos no podían dejar de ver a la contraria pues enserio esta era radiante. —Ah, eres joven todavía, te falta mucho por conocer— Comentó jugando con la actuación de la menor llevando una de sus manos a la bolsa de su pantalón—Mhm, descubriremos muchas cosas nuevas juntos.— Este último comentario fue en un tono pícaro con un significado un tanto travieso. —Bueno, Yang, ¿qué te parece si empezamos a ver que es lo que cenaremos esta noche?
Yang-Mi Nanase 
"Podríamos comerte, si gustas, ok no" río internamente por aquel pensamiento. No era momento ni lugar. — Aún soy joven, demasiado para Ti, pero eso no viene al caso.— Su risa no pudo contenerse en está ocasión, si seguía terminaría provocando al mayor y por más que quisiera solo podía jugar a los desconocidos. — Estoy segura que ambos aprenderemos mutuamente en estás semanas. Por el momento yo solo quiero un Fresh StrawBerry Iced Tea y un Berry tiramisú waffle. Comentó amablemente puesto que en el tiempo que tuvo que esperar pudo distraerse un poco con la carta del lugar pensando así de antemano lo que deseaba comer. — Ten puedes leer la carta, hay muchas cosas deliciosas. Comentó mientras sus brazos se posaban sobre la misa, se puso muy tierna de un momento a otro, moría de ganas de tomar la mano del mayor.
Aaron Hilfiger
—Pues, dicen que para el amor no hay edad, no se que pienses tú— Comentó estirando la comisura de sus labios así dibujando una curva que desentelleba felicidad en su rostro. Jugaba mientras con la pajilla situada en aquel vaso de cristal que no tardaría en ser llenado por la petición de la bebida correspondiente. —Yo también lo creo, aprenderemos mucho del otro— Comentó pero el tema de conversación fue cambiado a los platillos que ambos ordenarían aquella noche. Sus ojos buscaron alrededor de lugar un mesero que pudiera atender la orden de ambos. Sin embargo, decidió volver a fijarse en la carta para estar seguro de su decisión. —Gracias— Agradeció estirando su brazo para alcanzar aquella carta. Tomó aquel libreto en ambas manos y lo separo examinando todas las opciones disponibles —Berry Tiramisu Waffle...— Murmuró en voz baja escaneando con atención la imagen del platillo invitante. Un waffle y un tiramisu no sería una opción para nada mala. Rodeo la vista por una bebida y ahí estaba, mango. El mango era la fruta favorita del mayor. —Creo, creo que ya estoy decidido para ordenar— Comentó alzando su vista mirando a la joven para hacerle saber que ya podían pedir la orden de ambos.
Yang-Mi Nanase
— Pienso que no lo hay, estoy segura de ello. Por un momento se perdió en las pupilas del contrario ¿Por qué era tan hermoso? Tenía muchas ganas de llamarlo como lo hacía. El tiempo pasó lento o ella estaba muy concentrada en cada movimiento de el, se dio cuenta ya de ello y volvió a la normalidad. — ¿De verdad? Eso fue rápido, yo me tomé mí tiempo, es que todo se ve delicioso. Comentó con un leve puchero en su rostro, había observado detenidamente cada platillo hasta poder decirse y de hecho no quiso volver a mirar la carta nuevamente por sabía que iba a cambiar de opinión. No tan a lo lejos se acercó una de las camareras, la cual fue llamada por la producción para que todo sea más sencillo. Aquella joven se paró cerca de ambos, no obstante hizo una leve reverencia, tomo una lapicera y una pequeña libreta en la cual anotaba los pedidos, esperando por ambos. — Buenas, yo ordenaré un fresh StrawBerry Iced y un Berry tiramisú waffle. Para el umh... Mango. Dijo sin más, pero se dio cuenta de lo dicho y solo atino a sonreír por el nerviosismo. — No quiero decir que le guste el mango, tiene cara de que le gusta.
Aaron Hilfiger
—Es que, antes de venir aquí ya había revisado en la página online el menú, por lo que tenía una idea de que iba a pedir ya— Aclaro el joven como cuestionamiento de la joven a la rapidez de su decisión. Cuando tenía la oportunidad al mayor le gustaba ahorrar tiempo en lugares como este debido a la gran cantidad de gente que los atendía. A la lejanía se acerco una mesera con apariencia joven ya lista para tomar la orden de ambos. El joven agradeció aquel detalle pues moría de hambre. La menor se encargó de pedir la orden de los dos pero esta se olvidó de mencionar el platillo del joven. —Para mí también es un Strawberry Tiramisu Waffle por favor señorita, y el mango si, pero en bebida por favor—Aclaro su orden específicamente pues no le gustaría tener que volver a corregir su orden después —Parece como si ya me conocieras de otro lugar, Yang—Replicó divertido, inclinando su cabeza mientras la apoyaba en su palma, soportada por el codo encima de la mesa. Después de tomar la orden de ambos la mesera se retiro y solo quedaba esperar por la llegada de aquellos platillos.
Yang-Mi Nanase
— Yo creo que tú te imaginas cosas Aarón. ¿Cómo voy a conocerte de otro lugar? Créeme si te hubiera conocido no te hubiera olvidado, tu estilo no se ve todos los días. Comentó divertida solo para molestarlo, aquella charla se estaba tornando mejor de lo que esperaba. — Y cuéntame ¿Que es lo que te gusta? Cuestionó para seguir aquel hilo de encuentro mientras esperaban la órden. Aún no se olvidaba de las cámaras pero era distraída y puede que algún que otro comentario se le escapé¿? — Debo confesar que el nerviosismo se me pasó, realmente eres una persona agradable.
Aaron Hilfiger
—Pues caras vemos muchas, Yang, y no sabemos cuando nos las podemos volver a encontrar. Además, mi estilo de ropa me hace resaltar de los demás— Dijo el joven defendiéndose de la sutil burla de la menor con respecto al estilo de ropa que vestía aquel respectivo día. A pesar de que ella conocía particularmente cada detalle sobre él, opto por seguir la idea de que apenas se conocían pues cualquier comentario en falso los podía delatar frente a las cámaras. —Ah el nerviosismo es algo normal, mas para un encuentro en el que estamos rodeados de cámaras, ¿sabes? — Comentó primeramente brindándole seguridad a la joven para que así se sintiera cómoda con él. Prosiguió a contestar la pregunta de la joven.—Verás, yo estudió como mí segunda carrera y mi pasión es tocar la guitarra, aunque también puedo tocar el violín y el piano.— Pausó ahora mirando a la joven.— ¿Qué te gusta hacer particularmente a ti?
Yang-Mi Nanase
Escucho al mayor pero sus pensamientos se centraron en el primer comentario de aquel. — Lo siento no quería ofenderte en ningún motivo co. . . Aarón. Se corrigió, por un momento suelta algo importante. Observó que a lo lejos la mesera se acercaba con los platillos de ambos. — Lo que más me gusta ahora— "Eres tu" pensó — Es caminar, poder disfrutar del aire libre. Aquella mesera dejo los platillos y se retiró como si nada, no pudo ni agradecerle a la joven. Su pedido se veía más delicioso de lo había pensado. — ¡Que rico! Se ve muy bien, jamás vine a un lugar así. Comentó mientras tomaba el cubierto en sus manos y probaba un bocado. Capaz ella solo exageraba con el gusto pero el hecho de comer afuera le hacía sentir más ricas las comidas.
Aaron Hilfiger
Mantuvo la mirada fija en las expresiones de la menor. Por su reacción entendió que ella malinterpretó lo que quería decir.
Volteó a ver que era lo que llamó la atención repentinamente de la menor y apreció a la joven mesera sirviendo los platillos respectivos de cada uno. —La naturaleza, es sumamente relajante, es bella y brinda paz— Comentó mientras hacia uno que otro gesto con sus palmas mientras conversaba con la menor. Él mayor no era un fan muy grande de las comidas así para una cena. Sin embargo, aquel día ansiaba comer algo dulce. —Provecho— Dijo el joven cortando un pedazo del waffle con sus respectivos cubiertos llevando un trozo a su boca. Lo masticó lentamente y pregunto fuera de curiosidad. —¿Enserio nunca habías venido a un lugar así?LikeShow likes
Yang-Mi Nanase
La joven tomo un poco de aquella bebida que había venido junto con su pedido para pasar el sabor a dulce que había quedado en su boca. — Umh... Lo siento, provecho. Volvió a tomar una frutilla que adornaban aquel platillo, era una de sus frutas de su preferencia. — A este tipo de lugares aún no, me falta recorrer del todo Corea. Comentó al cuestionamiento del mayor, puesto que el ya sabía de ante mano el porque, pero quería evitar ese tipo de temas por el momento. — Realmente no sé de que hablar, mí mente quedó en blanco. Comentó sonriente, mié tras volvia a tomar una frutilla, así estaría hasta acabar con todas las que había en el plato.
Aaron Hilfiger
El joven ya sabía la razó por la cual ella no podía salir. Sin embargoo, tenia que buscar un tema del que hablar para mantener entretenidas a la camaras. De algun modo el gustaría solo estuvieran ellos dos en aquel lugar, así pudiera tomar su mano y entrelazar los dedos ajenos en un tacto cálido que le hacia sentir querido. ─Ya veo... Seguro saldremos a conocer mas de Corea en estos días, esposa─ comentó el joven soltando una ligera risa alzando el tenedor para encajarlo en el pedazo de waffle separado del pedazo completo anteriormente, así llevándolo como el primer bocado de aquella velada. ─Dejemos que el tiempo fluya y así comiencé una deliciosa platica─ comentó ─ Para empezar... ¿Te gusta dormir del lado derecho o izquiero de la cama?─ Río ante aquella pregunta proveniente de la nada para aligerar el ambiente entre los dos. Era tan difícil actuar como desconocidos cuando aquellos labios ya habían sido fusionados con los del mayor.
Yang-Mi Nanase 
El término "Esposa" sonaba tan bien e hizo que sus mejillas se tornaran con un sutil color carmesí. — También espero que realicemos muchas salidas ¿Esposo? Sintió una leve vergüenza, nerviosismo, su corazón se aceleró y solo quiso reír, si bien lo había llamado de esa forma en pocas ocasiones, no lo hizo nunca frente a las cámaras. Soltó una carcajada, su apetito ya se había ido, y solo pudo reír ante la curiosidad del mayor. — No tengo un lugar preferido, solo me acomodo y ya. Era cierto, no tenía lugar siempre y cuando pudiera descansar entre aquellos brazos, le daba lo mismo el lugar.
Aaron Hilfiger
El joven siguió el juego de palabras de la menor.— Claro, y disfrutaremos juntos de aquellas salidas, corazón— Comentó sutilmente ansiando el poder tomar la mano de la ajena. Aquel ambiente de incomodidad frente a las cámaras comenzaba a abandonar la escena de ambos jóvenes. Él mayor tomo otro bocado de aquel waffle, masticándolo y pasándolo nuevamente. —Ya veo ya veo, y cuando tengamos que usar el baño por las mañanas, ¿quien lo usará primero— Preguntó con curiosidad alzando aquella mirada traviesa directamente a la de la menor.
Yang-Mi Nanase
¿Corazón? Acaso el mayor quería descontrolar su mente, pero no caería en eso, no en el supuesto "Primer encuentro" — Ya tengo un apodo, tendré que buscar uno para Ti. Comentó bromista, inventaría uno mediante el tiempo transcurrido pero el único que le quedaba bien era Cariño u Amor, Corazón entre tantos. — Por supuesto que tendrás que esperar para bañarte, por lo que usaré primero el baño. Creo que seré quién se levante más temprano. Tomo un poco de aquella bebida, pronto el encuentro terminaría, pero eso no quería decir que ellos no volverían a verse. — ¿Tienes algún lugar de preferencia al cual quieras ir?
Aaron Hilfiger
─Los apodos no hacen falta entre los dos si el amor es sincero, esposa─ Reía picaramente cada vez que mencionaba la palabra "esposa." Sería muy lindo en que en un futuro le pudiera llamar así de verdad. Pero para él ella ya era su luz, sus ojos, su divina deidad que iluminaba los días tristes. Regresó de sus pensamientos en cuanto la contraria comentó que ella sería la que se bañaria primero. ─Mhm, veremos quien es él que se levanta temprano primero, querida─ dijo retirando su mano de aquel cubierto para tomar un sorbo de aquel batido de mango.Miro hacia abajo unos instantes revisando no haber manchado su camisa de alguna manera. ─Verás... No lo había considerado─ comentó pensante ante la propuesta de la menor para el segundo encuentro. Recordó como unas semanas atrás habían pensado en ir a la Torre Namsan como su segundo encuentro. ─¿Qué te parece la Torre Namsan? A mí me parece un lugar muy bello. Comentó el joven intrigado ante la respuesta de la menor.
Yang-Mi Nanase
Estaba por contestar al primer comentario, pero quedaría todo a la vista y no, no era el momento. Lo que la hizo reír internamente, el amor era más que sincero. Pasando unos segundos el contrario mencionó la Torre a la cual iba a ir, pero por un error de cálculos no pudieron. — ¿La Torre Namsan? Sería muy divertido, también me gustaría ir al Parque, caminar y caminar. Pero aún hace frío para ello. A la joven le gustaba caminar, pero el frío invierno aveces lo impedía, no quería terminar congelada. Y tampoco se lo permitirían. — Creo que sé verá con el paso de los días. No dudo que nos divertiremos. Sabía internamente que lo harían. Aquel encuentro estaba por terminar, lo noto cuando uno de los integrantes del staff miro su reloj. — Estoy segura que el próximo encuentro será muy agradable, querido esposo. Un sutil murmullo se escuchó tras lo dicho, sus mejillas volvieron a teñirse y solo quería esconderse detrás de él por las cámaras.
Aaron Hilfiger
Recargo su mentón sobre su mano que se apoyaba en aquella mesa cuya superficie se encontraba algo fría. Su mirada se encontraba fija en las expresiones de la menor, la manera que sonreía, como se enchinaban sus ojos, todo tan perfecto. —A mí me encanta la torre Namsan, es grande y hay mucho que ver— comentó cambiando de posición recargando ambos brazos sobre la mesa; tomó otro bocado de aquel waffle para terminar. —Creo que contigo a donde nos vayamos bien podré pasarla bien— esbozo una curva alegre en su rostro. Aquel encuentro ya se convertía en un recuerdo pero no había de que preocuparse, pues se verían otra vez; y claro, a escondidas de las cámaras envueltos en las sabanas durmiendo gustosos en la cama del mayor. —Bueno, me imaginó que es hora de despedirnos, querida esposa— comentó el joven levantándose de su asiento.
Yang-Mi Nanase 
Sus corazón se entristeció al verlo levantarse, lo que llegó a reflejarlo en sus ojos, no quiera retirarse pero sabía que debían hacerlo. — Lo es, fue agradable compartir este encuentro y conocerte también. Aún así no podía sonreír por el momento, la joven se levantó de su asiento e hizo una leve reverencia. — Cuídate del frío. Nos veremos pronto futuro esposo. Sabía que el joven era propenso a las bajas temperaturas y no quería que enfermara. Sería quién se retirará a lo último, capaz he iría nuevamente al departamento de este, sino se escaparía, esto último no...
Aaron Hilfiger
Le hubiera gustado pasar mas tiempo indefinidamente junto a la menor. Sin embargo era hora de retirarse; aunque el frío ya no era tan severo como diciembre, él mayor era muy sensible al frío a las horas de la noche. Acomodó las arrugas realizadas en su camisa por la moción de su levantamiento, así alisando con sus manos la camisa—Fue un gusto conocerla también, Yang— comento mientras respondía a la reverencia de la contraria. —Nos vemos pronto igualmente, querida esposa— comentó estrechando su mano a la menor, aunque en realidad moría por ganas de abrazarla.
Yang-Mi Nanase
Estrecho su mano junto con el en símbolo de un saludo de despedida por el momento, aún estaba un poco triste pero ella exageraba un poco las cosas, quería abrazarlo como ya estaba acostumbrada. Nuevamente se repetía a si mismo que no estaban solos. — Nos vemos pronto futuro esposo. Aquello le hizo soltar una leve sonrisa, algunas cosas de verdad pueden suceder. Tomo un poco de valentía, el mayor era un poco alto que ella así que rápidamente se acercó a él, levantando su propia altura en puntas de pie y dejó un cálido beso en la mejilla del mayor. "Gracias por este día" dijo lo suficientemente bajo para que solo el la escuchara. — Creo que me retiraré primero. Adiós. Comentó alegre, volviendo a su posición inicial, empezando a caminar hacia la puerta, antes de que pudiera dar el último paso fuera del lugar, giró y le regaló una de sus mejores sonrisas.
Aaron Hilfiger
Él mayor hizo la moción para despedirse de la menor, asi retiro su mano y la llevo de nuevo al costado de su cadera. Tantos abrazos que se repartían todos los días y besos, que era difícil no ir con ella y besarla en ese instante. ─Nos vemos pronto querida esposa─ replicó el joven. Se encontraba terminando su oración cuando aquella deposito un beso en la mejilla del mayor. Fue inesperado. ¿Porqué era que cada muestra de cariño de ella le volvía loco? Una gran calidez llego al mayor y permaneció riendo como bobo ante la menor, aquella princesa bella solo era de él. ─Adios─ musitó en voz baja.    
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y-moonlight-a · 5 years
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please to meet you
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. ▏─ вelloѕѕoм ; 甘女王 ⌈rpg��� . ▏ #ActO38 🎋 #WGMOO1 ; #InterviewOO1 . ▏please to meet you 👀✨
. ♥ Primera entrevista ♥
⇝ ¿Cuál es tu nombre?
Aaron HIlfiger
⇝ ¿Por qué te registraste en la actividad «We Got Married; Bellossom Edition»?
Decidí registrarme en la actividad de WGM porque me pareció el interesante el hecho que tendría que convivir con una persona nueva y que no conozco para que fuera mí pareja por dos semanas, pues por alguna razón es divertido imaginarse lo que sería casarse de verdad en un futuro. Es más, capáz y mí pareja de esta actividad pudiera terminar siendo mí esposa en un futuro, nunca se sabe que sorpresas te puede dar la vida.
⇝ Se te ha asignado ya una pareja, ¿qué piensas sobre ello? ¿Cómo crees que se llevarán? ¿Cómo te sientes al respecto?
Me siento bien al respecto con la pareja que me ha tocado, yo siento que nos llevaremos bien pues he conversado un poco con ella relacionado a esta actividad y parece una chica agradable. Sin embargo, he escuchado que no sabe cocinar. Por lo tanto, signfica que yo tendré que cocinar todas estas dos semanas.Pero no importa, le cocinaré rico a mí esposa. Me siento feliz, porque se trata de conocer nueva gente.
⇝ ¿Qué cosas te gustarían hacer ahora que estás en una 'relación'?
Me gustaría pasear con ella para saber un poco mas sobre sus gustos y disgustos, su pasado, como se siente al respecto de esta actividad, si es que esta conforme con la pareja que le ha tocado. Pero también me gustaría pasar el tiempo solamente viendo películas y acurrucados juntos, tal como cualquier pareja.
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y-moonlight-a · 5 years
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please to meet you
▏please to meet you ⇝ ¿Cuál es tu nombre? Yang Mi. ⇝ ¿Por qué te registraste en la actividad «We Got Married; Bellossom Edition»? Me pareció interesante el hecho de poder convivir con alguien por dos semanas, no solo eso estar casados, lo pensé mucho por ende me inscribí casi al último. ⇝ Se te ha asignado ya una pareja, ¿qué piensas sobre ello? ¿Cómo crees que se llevarán? ¿Cómo te sientes al respecto? Es muy misterioso, de un día para el otro estoy no solo en pareja, sino casada ¡Súper loco! Puesto que no sirvo para nada ^^ es todo un misterio aún. Esta experiencia me puede servir de mucho ¡Así que estoy con todos los ánimos! Podré de mi parte para que la pasemos bien ⇝ ¿Qué cosas te gustarían hacer ahora que estás en una 'relación'? Muchas cosas, podríamos ver películas o solo hablar y hablar, tomar café, comer, reír. Disfrutar tan solo del aire libre, aún no se que hacen las persona en una relación. Supongo que disfrutar de la compañía del otro. Animarse mutuamente y lo principal comer mucho. ⇝ ¿Qué piensas sobre la persona que te ha tocado? ¡Estupendo! He hablado un poco con el, por qué no me niego a seguir conociendo, tiene una personalidad muy particular. Se que puedo aprender muchas cosas en convivencia. Parece ser un poco reservado y divertido, no sé, lo iré descubriendo con el tiempo. ⇝ ¿Cómo eres? (Físico, personalidad, gustos, pasatiempos) Soy chiquita¿? Apenas y 1,64cm, 50 kg. Simpática, un poco mucho distraída, sentimental, olvidadiza, umh... Tengo malos ratos especialmente en las noches pero trato de que ya no me afecten tanto. Me gusta aprender nuevas cosas, mirar películas y tener mis tiempos con la música. Me gustan las medusas y los frutos rojos. También los gatos, gatos, gatos ADVERTENCIA: No sé cocinar. ⇝ ¿Estás emocionado(a)? ¡Claro que sí! Lo estoy .
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y-moonlight-a · 5 years
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𝓔𝓬𝓵𝓲𝓹𝓼𝓮
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- Uhwajeong, 15 de febrero del 2018
Aaron
Después de un largo tiempo, el día finalmente que ambos añoraban había llegado para ambos; el gran Eclipse del que ambos conversaban desde que eran jóvenes almas conociéndose para terminar enamorados a aquella platica en el hospital, donde por primera vez ambos durmieron juntos abrazados. Ya había pasado un mes desde que se confesaron sus sentimientos uno al otro, y habían crecido como compañeros.
Preparándose para el frío y aquel fenómeno natural el mayor había comprado con anticipación gafas especiales para la ocasión y uno que otro aperitivo para sobrellevar el día; pues junto al siguiente día tendrían que ponerse en marcha para llegar a la boda.
Ambos se encontraban en la habitación del mayor preparándose para la salida, no estaría demás llevar algunos abrigos pues el frío en la montaña es pesado, pero es el mejor lugar para apreciar el Eclipse.
En su habitación el mayor daba la espaldas a la menor, frente a su peinador, acomodando su copete; ya como era costumbre de el, le gustaba siempre ir presentable y bien vestido.
Mientras, pregunto a la menor—¿Puedes creer que hace dos meses esto era una simple sugerencia amor?— pregunto con su reflejo sonriente hacia el espejo.
Yang
El tiempo había pasado demasiado rápido para su gusto, varias cosas habían cambiado, algunas de ellas no las llegaba a comprender, pero nada para mal.
Se encontraba sentada en el borde la cama mirando al mayor arreglarse, ese día era uno de los más esperados, podía recordar cómo si fuera ayer cuando ambos habían aceptado aquella propuesta, aún sin haberse conocido en ese entonces.
Los momentos con el eran únicos y irremplazables, aveces temía olvidarlos, por lo que siempre los escribía en un cuaderno.
Si bien ella de por si era un poco distraída y eso aveces la ponía triste, ahora solo lo observaba desde su posición.
La pregunta hecha por el mayor la saco de sus pensamientos, haciendole escapar una sonrisa al ver la de él.
— Si, lo recuerdo. La sugerencia se volvió real Amor.
Aaron
─Haremos de este día muestro, tal como lo prometimos─ comentó el joven, pausando la moción continua que hacia para acomodar aquel copete rebelde de su ahora cabello rubio.
Giró su cabeza ligeramente sobre su hombro para dedicar una gran curva alegre a la menor, aquellas cejas se habian alzado como si buscará algo. Aquella niña tan bella era solo para él, y ahora lo sería mas que nunca.
─Bueno, creo que ya estoy listo─ comentó el joven dejando reposar de nuevo el peine sobre el peinador.
Se alejó de aquella estructura para tomar el abrigo que descansaba en su cama; justo a un lado de la menor.
─Sabes amor, estuve investigando lugares y encontré esta azotea en Seúl, como un faro al aire libre, donde se podra apreciar de una buena manera─ comento─ ¿Te parece buena idea?
Cuestionó mientras se colocaba su abrigo, estirando ambos brazos para acomodar este de buena manera.
Yang
El joven parecía no percatarse que ella aún no estaba lista, por el hecho que no tenía que ponerse en la ocasión.
Por lo que había mandado un mensaje a una persona para que le trajera que vestir.
— Me parece perfecto corazón, siempre y cuando podamos apreciar el eclipse.
¿Ya estás por partir?
Comentó intrigada, estaba por decir algo más pero fue interrumpida por el timbre del departamento.
No quedaba duda que su pedido ya está allí.
Se levantó rápido y fue en dirección a la puerta la cual la abrió y dejó a la vista a persona muy conocida par ella, con una bolsa en sus manos.
— Aquí tiene Señorita Yang. Esta todo, cuídese del frío.
La joven le contesto con una sonrisa y un "Gracias" tomo la bolsa, pasó a cerrar la puerta y volver en donde se encontraba el mayor.
— Espérame un rato ¿Si?
Caminó hacia el baño para así empezar a cambiarse.
Aaron
—No hay problema, puedo aguardar— comentó acomodando las mangas de su abrigo y el cuello de su camisa.
El timbre de su apartamento sonó y solamente vio como la menor se alejaba mientras iba a recoger el pedido de su vestimenta de aquel día; el mayor optó por ir cómodo pero al mismo tiempo presentable, pues sería un día muy especial.
—Si, no te preocupes— comentó
Yang
Entró al baño de mayor, pero antes de cambiarse optó por tomar una ducha, tardaría un rato pero no quería salir así.
Se desvistió rápidamente, corrió la cortina del baño e ingreso a la tina, observó que habían dos llaves que abrían la ducha abrió una de ellas y pego un pequeño grito, el agua había salido muy fría.
La cerró y trato de abrir la otra en lo que regulaba el agua con ambas, hasta llegar a una temperatura apta para su cuerpo.
No quería tardarse mucho así que tomo un poco de shampoo, lo esparció por su pelo, el cual fue masajeado.
Termino de lavarse completamente y salió, tomando una toalla que estaba al alcance.
Se secó su cuerpo, tomo la bolsa y empezó a cambiarse.
Se puso cada prenda, desde su ropa interior hasta aquel pantalón color negro, un remera blanca, un buzo de cuello ancho y largo.
Había preferido elegir ella la ropa pero bueno no podía quejarse, termino de colocarse unas zapatos blancas, saco el saco un saco marrón claro y metió toda que llevaba puesta anteriormente.
Terminando así salió— ¡Termine!
Aaron
El joven pacientemente reviso los deberes de su clase de universidad para garantizar que todo estuviera completo y nada interrumpiera en aquel día para ellos dos.
Mientras fue a revisar la hielera de hule que contenía distintas bebidas y aperitivos para el camino por si a alguno de los dos le daba hambre, ya que no había lugares de comida hasta llegar a la montaña.
Pasaron algunos minutos y el joven escucho a la menor indicando que su ducha había terminado.
—Bueno, creo que ya estamos listos entonces.
Yang
— Espera un minuto.
Dejo aquella bolsa, parándose en frente de aquel espejo en el cual antes estaba el mayor arreglándose.
Peino su pelo, el cual estaba húmedo aun, tomo unas pequeñas argollas color plata, colocando a estas en las orejas correspondientes, su pelo iría suelto.
Tomo el abrigo, el cual le llegaba más allá de las rodillas, era lo suficiente largo como para que no sintiera el frío. Miro su reflejo una vez más en aquel espejo, ya estaba lista.
— Ahora si corazón, ya estoy. Vamos a casarnos, ok no.
Comentó graciosamente en lo que se caminaba junto a él.
Aaron
Él mayor observo como aquella mujer frente a el terminaba de prepararse para el viaje; tan bella y hermosa. Enserio con cualquier cosa aquella mujer se veía bella, su belleza resaltaba desde que se levantaba, sonreía y hasta cuando dormía.
Si, Yang tenía a Aaron como un bobo.Serecargo en el marco de madera que marcaba la entrada a su habitación, solamente viendo como la contraria hacia la mocion para adornar sus oídos con pendientes y mas.
—Nos casaremos, pero hoy vamos por lo primero— comentó sonriente— Te ves bellísima— agregó.
El joven extendió su brazo para entrecruzarlo con el de la menor; así tomó su mochila con los aperitivos y se dirigió junto con ella a la puerta de salida.
Yang MI
— No exageres, apenas y solo tengo mis pendientes corazón. 
Tu si te ves guapo.
La joven tomo del brazo del mayor para así poder salir de allí para aquel esperado paseo. Su sonrisa no podía borrarse de su rostro, más allá del día las emociones que solo él podía hacer crecer en ella siempre estaban casa vez que lo miraba.
— Será un día inolvidable, que emoción.
Dijo mientras apretaba aún más aquel agarre, realmente no olvidaría este día.
Aaron
—Siempre te ves bella, no me lo niegues, porque eres preciosa, y no me lo niegues— comentó el joven perdiendo su mirada en la ajena que radiaba belleza.
Aquel día ellos darían un paso mas en su relación y un evento que antes era solamente una plática ahora los uniría como pareja en un día tan especial.
— Un día muy especial— comentó abriendo la puerta dirigiéndose hacia el automóvil.
Abrió la puerta para la ajena y cuando esta subió la cerro para subirse al motor.
Yang
Sabía que si volvia a decir que no exagere, iba a terminar riéndose aún más de lo que ya lo estaba haciendo.
— Solo quiero que tú me mires, quiero que siempre me mires.
Caminaron un poco, llegando así al auto del mayor en el cual subió apenas esté abrió las puertas para ella.
— Gracias.
Se puso el cinturón de seguridad, realmente todo esto estaba ocurriendo, está muy a gusto así que quiso poner un poco de música.
— ¿Que tipo de música escuchas cuando conduces?
Pregunto en lo que el mayor ya ponía en marcha el auto.
Aaron
El joven introdujo la llave en aquel seguro y giró esta hacia la izquierda para iniciar el motor de aquel Audi otorgado por su padre hace algunos años; el joven provenía de una familia con dinero por lo que cierta manera nunca sufrió de escasez de alguna manera.
—Sabes, depende el día o mi estado de ánimo... Por ejemplo, hoy estoy con humor de escuchar música romántica, es el día yo creo— rió ligeramente el joven tomando control sobre el volante mientras movía el cambio a reversa.
Piso el acelerador para salir de aquel estacionamiento e iniciar su camino al monte Naejangsan.
—No está muy lejos de aquí— comentó —Llegaremos en menos de una hora.
Yang
— ¿Románticas? De qué tipo, hay muchos artistas que tiene canciones románticas.
La jvoen no iba a negar que también deseaba escuchar solo aquel tipo de música, el día y el ambiente más la música, sería lo mejor.
— Pensé que nos tomaría más de una hora llegar, menos mal tendré tiempo.
Lo último lo comento para si sola. No debía perder noción del tiempo si quería hacer lo que ya tenía planeado.
— Sabes que te amo ¿Cierto?
Comento dirigiendo la mirada hacia el mayor.
Jamás se cansaría de decirle aquellas palabras.
Aaron
—Sabes, adoro escuchar el musical de Hamilton en si, lo disfrutó— comentó primeramente— Pero ya sabes, un poco de todo también— finalizó.
El joven miraba derecho a la carretera para tomar la curva hacia el lugar determinado y miraba de reojo a la menor.
—Eso es porque no subiremos hasta la montaña en su punto mas alto, opte por ir a un lugar despejado pero para nosotros dos— Comentó regalándole una sonrisa sincera llena de amor.
—Yo te amo más amor, enserio estoy feliz de compartir este día contigo.
El mayor dejo sobre el volante su mano zurda que llevaba el control de este. Su mano diestra tomó la mano de la menor, aquella palma helada la envolvió en la suya y la llevo a sus labios, depositando un cálido beso sobre la palma contraria.
Yang
Aquellos detalles que el tenía con ella, eran únicos he inigualables.
Eran los causantes de que de un segundo a otro su nerviosismo volviera, sus mejillas eran traicioneras y volvía a tener ese tono carmesí.
Sentía aquellas mariposas, los cuántos que alguna vez le leyeron de pequeña sobre el amor, no se comparaban con lo que él le hacía sentir.
Tenía ganas de gritar, salir corriendo, en su rostro estaba aquella sonrisa algo tonta.
— Yo- umh. Me encantas.
Aaron
—Mhm, tú me encantas mas— comentó el mayor respirando el aroma de la mano ajena perfumada por el reciente baño que la menor había tomado.
Se sentía bien tan solo la presciencia de la contraria pues le brindaba tranquilidad a su alma y aquellos pensamientos que le volvían inquieto.
El joven dobló la curva para adentrarse en el bosque que adornaba de nieve la carretera que cada vez subía mas de altura; sin embargo, iba despacio pues la carretera se encontraba resbalosa.
Yang
La nieve cubría cada centímetro del suelo, los árboles estaban cubiertos por esta.
Lo que le hizo recordar una canción que hace poco le había dedicado al joven.
Prendió aquel stereo en busca del tema en particular, esperando que sea encontrado.
— Pondré un tema primero, luego tú pones otro ¿Te parece bien?
Pregunto en lo que seguía en busca del tema, no tardó en hallarlo. "Couple" ese tema en particular le recordaba cuando se había conocido, como fue que el tiempo transcurrió y llegaron hasta donde se encontraban actualmente como dos personas que se aman.
El tema empezó a reproducirse y ella no pudo evitar cantarlo pues se aprendió la letra y un poco de aquella coreografía que caracterizaba a aquel grupo.
Sechskies
Couple (커플)4:06
Aaron
Él mayor ya reconocía la melodía de esa tema y con la letra recordó aquella canción de la cual ya conocía su historia y como describía a la pareja de la canción.
—Me parece bien, intercambiemos temas en lo que llegamos a nuestro destino— comentó el joven de acuerdo a la sugerencia de la menor.
Empezó a musitar la letra en voz baja junto con la melodía ajena.
—Me agrada esa canción, tiene una letra linda
Yang
La joven empezó a reír, parte de aquella letra tenía mucho sentido.
— A mí también, bueno creo que lo notaste.Pero ya termina.Sorprendente con una de tus canciones.
La menor espero que el coloque un tema cualquiera, desde romántico hasta esas que hacían querer bailar en donde sea. Mientras llegaban a destino.
Aaron
—Verás... Hay una canción, no se si ya te la he dedicado pero creo que describe muy bien... Nuestro amor.
El joven cambió el tema de la radio a una canción de nombre “Destino o Casualidad” por Melendi. Termino de presionar el botón de la radio digital y seleccionó la canción mencionada.
—Porque esto fue destino o casualidad, ¿tú que crees amor?— preguntó tomando la palma de la ajena mientras manejaban por los blancos árboles y paisaje de Seúl.
El mayor giro levemente el volante para entrar a una desviación que los llevaría al kiosko que anteriormente el joven había reservado para solo ellos dos.
Yang
Al escuchar esa particular melodía, recordó aquella canción que el le había dedicado.
— Si, la recuerdo. Pero no sabría que contestar, el destino pudo haber estado de nuestro lado, tanto así como la casualidad.
Creo que ambos nos favorecieron.
No podía dejar de mirar el paisaje que se presenta antes sus ojos, le había privado tantas cosas en los últimos años que ahora solo deseaba grabar cada parte de aquella naturaleza.
Yang
Ya había pasado alrededor de treinta minutos en lo que los jóvenes conversaban entre ellos sobre distintas cosas; entre la vida, su relación, el amor, pasados y más.
El destino ya estaba cerca y el mayor estaba ansioso por llegar a su destino; habían llegado justo a la hora perfecta para acomodarse y apreciar de buena manera aquel eclipse del que tanto habían hablado en el pasado.
—Ambos obraron para que termináramos juntos, amor. Ahora queda a nosotros mantener nuestra unión fuerte— comentó el joven regalando otra sonrisa llena de felicidad a la contraria.
—Sabes, me encantas en todas las maneras— dijo bajando un poco la velocidad al automóvil—Enserio estoy feliz que pasaremos este día juntos,de verdad.
Yang
— Igual yo, es un día esperado por ambos. Ya sabes porque corazón. Su timidez había vuelto como el la primera vez que ella lo había besado, junto con el se fue su primer beso y muchos más. — Recuerdo el día que te di un beso por primera vez y eso me pone más nerviosa. Cubrió su rostro en lo que reía por el nerviosismo. Recordó varias cosas en si, cada una de ellas importante. — Me alegra saber que eres quien se llevó mí primer beso.
Aaron
—Si que lo es, y mas que nada conozco la razón por la que es tan esperado— agregó el joven al primer comentario de la menor.
Al joven le encantaba apreciar la manera en la que la contraria ocasionalmente tenía esa timidez frente al mayor; tal como el primer beso de ambos juntos. Un momento mágico para ambos el cual marco un avance en su relación muy importante.
—Me encanto ser el primero en probar esos labios, Yang— alejo de las manos ajenas aquel rostro cubierto y reconforto a la ajena haciendo leves caricias en la palma contraria.
—Ya casí llegamos— afirmó el joven
Yang
Si hubiera un lugar en donde poder esconderse ya estaría marchando hacia aquel lugar. Estaba muerta de nervios. — Parece que hace frío afuera, al menos no tanto como otros días. Comentó para cambiar un poco el tema, ya estaban por llegar al destino. Aquella nieve era tan hermosa hacia su vista, el lugar en si era hermoso — ¿Será que habrá muchas personas cuando bajemos? Aún no estaba acostumbrada del todo ala multitud, más si solo eran desconocidos.
Aaron
—Verás, hace unos días atrás hable a la seguridad de aquí, y me comentaron que se podían reservar ciertos espacios por el día— agrego a la pregunta de la menor mientras sus ojos deambulan por la carretera buscando el lugar correspondiente— Así que estaremos solamente tú y yo— finalizó. El joven a la vista localizó el lugar determinado; doblo ligeramente el volante hacia la izquierda entrando en aquella curva que los desviaba de la carretera principal; pasaron por un puesto de seguridad donde el mayor mostró su identificación para tener el paso permitido al lugar reservado. —No te preocupes, aquí esta bien protegida el área, estoy seguro que te encantará el lugar. Apretó nuevamente la mano ajena, dibujando suaves caricias sobre la palma contraria.
Yang
Si bien por ella se encargaban de dejar un lugar reservado, no pensó que el mayor haría lo mismo. — Eso no me lo habías comentado y si lo hiciste seguro lo olvidé. Dijo mientras una inocencia sonrisa se formaba en sus labios, de seguro había olvidado lo mencionado por le mayor. — Si lo elegiste tu, estoy segura que si me gustará. Mas si solo estaremos nosotros dos solos. La joven tomo con ambas manos la del contrario por la emoción, si no fuese por el cinturón ya lo estaría abrazando.
Aaron
—No, no te lo dije porque quería que fuera una sorpresa, corazón. Bajo la velocidad del automóvil entrando a las curvas empinadas para seguir al área reservada por el joven. Esta era un espacio frente a un lago que se adornaba con arboles que acostumbraban a estar llenos de hojas de colores. Sin embargo, por el invierno ahora estaban decaídas o cubiertas de nieve. —Dije que quería que este momento fuera para nosotros dos solamente, nadie mas. Aquel cálido roce llego a su palma, detalle que le hizo voltear por un instante hacia la contraria regalándole una sincera sonrisa. El mayor empezó a ver a la vista aquel lugar, por lo que comenzó a entrar a aquel específico camino de los distintos. —Ya estamos aquí— le hizo saber a la menor.
Yang
Era su impresión pero subían un poco más alto, sabía que pronto llegarían a destino. Pero el paisaje no cambiaba para nada, cada vez se ponía más ¿Blanco? Pero no dejaban de ser hermoso. Entre todas las estaciones, el invierno era una de sus preferencias, aunque la mayoría de las personas no lo viera así, el invierno solía traer muchas cosas buenas para su gusto. — No puedo creerlo, ya estamos aquí. Dio leves palmadas por un poco de emoción en el momento.
Aaron
Finalmente enderezando el volante el mayor entro en el área reservada para ambos donde se encontraba aquella estructura se encontraba al lado del lago de agua fria; el frio era helante pero no lo suficiente para congelar el lago ya. El mayor se estacionó entrando al area, removiendo las llaves del auto y apagando el motor. —Hemos llegado, amor— dijo el mayor acercándose a la menor, depositando un dulce beso en la mejilla ajena.
Yang
— Así lo veo corazón. Sonrió después del aquel beso depositado en su mejilla, removió el cinturón de seguridad y progreso a salir del vehículo. El lago era enorme reflejaba aún más tranquilidad de lo pensado. Abrió la puerta del vehículo y salió de este, el aire frío invadió sus fosas nasales, lo veía divertido de cierta forma.
Aaron
El mayor desabotonó aquel cinturón que le protegía de cualquier impacto como el que tuvo no hace mas de dos meses. Jalo la manilla para abrir la puerta y la brisa fría le hizo sentir escalofríos recorriendo su cuerpo. Estampó esta y del asiento trasero dejo la maleta que contenía aperitivos, pues finalmente no los había consumido en el camino. Giro su vista poniendo atención al lago que reflejaba a los blancos arboles y flora en si de alrededor del lugar. —No te vayas a tropezar, corazón— comentó el joven alcanzo la mano de la menor cuidando su firme paso en la superficie montañosa— No queremos accidentes hoy— rio ligeramente.
Yang
— No los habrá, si me agarró de ti, así que si me caigo nos caemos los dos. Rápidamente se sostuvo de la mano del mayor, empezando a caminar con cuidado ya que algún lugar del suelo podría estar resbaloso. — ¿Iremos a aquel lugar? Dijo mientras señalaba un pabellón largo entre medio del lago el pasillo de este se forma por grandes piedras lo suficientemente planas como para poder caminar. Al final daba la entra a una especie de kiosco, el cual estaba aún más en el centro del lago.
Aaron
─Así es, iremos a ese lugar corazón─ comentó apoyando el paso de la menor rodeando su brazo zurdo alrededor de la cintura de la contraria ─El kiosko es donde podemos apreciar mejor la vista del eclipse, que este ya no tarda en aparecer, alrededor de menos de dos horas─ aclaró la pregunta de la menor. A paso lento los dos iban pisando cada piedra las cuales servian como apoyo para llegar al centro de aquella estructura circular que les guardaba un lugar muy especial para los dos. Tanto tiempo esperando este mágico momento para formalizar su relación. De alguna manera, esta ya lo estaba, pero como ambos habían acordado, se dieron un tiempo para conocerse mas a fondo; detalle él cual el mayor no se arrepintió para nada pues, aprendieron muchísimo uno del otro. En cada palabra que aquella voz formaba un ligero vapor debido al frío helante de Uhwajeon. Un frío que abrazaba a ambos juntos, haciendo de este momento mágico. Sin embargo, el joven guardaba una sorpresita mas para la ajena, solo aguardaba el momento indicado.
Yang
Paso a paso se acercaron a aquel sitio, la vista se podía apreciar de muchos puntos diferentes, la estructura daba la vista del lago a unos 360°. — No pensé que sería tan hermoso, si llueve nos cubrimos aquí. Comentó mientras señalaba aquel techo, la arquitectura oriental caracterizaba aquel techo y cada parte del kiosco. Rodeo al joven con sus brazos, sentía un poco de frío en sus manos y mejillas. Así que se acercó a él para mantener el calor. — Estemos así hasta que el empiece el eclipse corazón.
Aaron
Pisaron la loseta del kiosko finalmente de unos cuantos pasos. el mayor avanzo primero para ayudar a la menor a dar el último saltito, sin que la contraria perdiera su balance. ─No creo que llueva, pero si, servirá para cubrirnos bien de la lluvia...─ comentó seguidamente enterrando su mirada en la mirada de la contraria, explorando el universo que escondían aquellas puertas al alma. El mayor respondió a aquel abrazo rodeando la cintura ajena recargandose en el hombro ajeno, transmitiendo calor uno al otro. ─No he olvidado aquellos lentes para proteger la vista, los tengo aquí en el bolsillo de mi abrigo─ dijo el joven dando leves palmaditas sobre el bolso de su abrigo.
Yang
— ¿Sabías que este lugar tiene una historia? Según dicen que el nombre "Uhwajeong" viene de ella, supuestamente este lugar una vez le salieron alas y se elevó al cielo, por eso el nombre. Su vista paso al mayor mientras hacía aquel comentario sobre el lugar regalándole una hermosa y amplia sonrisa. — No puedo creer que el día llegó, estoy nerviosa otra vez corazón.
Aaron
—Ya veo,¿y cómo se supone que le salieron alas a este lugar, corazón— preguntó curioso el joven pues desconocía aquella historia sobre el lugar. Sería que le salieron alas para volar y ser libre, o tal vez para unir a los enamorados que osan sellar su amor ante la vista del cielo. Así, el Sol y la Luba serían testigos del amor de ambos. —Lo sé, ya falta poco, corazón, ¿puedes creerlo? Esto es nuestro, algo que solamente tú y yo conocemos. Comentó con su vista perdida en los orbes ajenos, deslizando una de sus palmas a la barbilla de la menor, mirándola fijamente a los ojos.
Yang
La joven empezó a reír cuando el mayor pregunto más sobre aquella historia del lugar. — Umh, no lo sé corazón, solo estudie esa parte y nada más. Para mí que le salieron alas porque era un dragón. Comentó bromista matando así el momento romántico de ambos, no pudo contenerse a reír por unos segundos. — Bueno ya, en eso tienes razón, podemos crear más momentos así ¿Que te parece amor? Cuestionó, quería visitar muchos lugares junto con él, creando hermosos recuerdos para ambos.
Aaron
El mayor ríos junto con la menor en cuanto las mejillas de la contraria se alzaron; el movimiento de la cara contraria logró concebirse en la palma de la menor. —Creemos muchos mas recuerdos así amor, y vivámoslo juntos como si fuera el último— volvió él tono romántico a la situación— La siguiente parada tiene que ser Jeju definitivamente. Jeju era una isla hermosa ubicada en una de las provincias de Corea. Aproximadamente habían pasado ya treinta minutos o un poco más entre los temas que conversaban, combinados de recuerdos románticos y bromas sueltas en un que otro lado de la conversación. El cíelo comenzó a cambiar ligeramente de color, ya casi se acercaba aquel hermoso fenómeno natural; menos de una hora para prescienciar aquel bello fenómeno de la naturaleza.
Yang
Asintió alegremente, Jeju sin duda sería una de los siguientes lugares a cual visitar, al cual irían juntos. — Definitivamente tiene que ser Jeju corazón. La joven noto un repentino cambio al rededor, su vista fue hacia divisar el cielo, el cual iba tornándose de otro color. — ¡Ya, ya comenzará corazón! — comentó mientras jalaba de las manos al mayor así ambos se acercaron hasta la orilla de aquel lugar. — Bueno aún falta un poquito más. Aún así el entusiasmo que sentía cada vez aumentaba más.
Aaron
El mayor vio la repentina reacción de la menor y el alzo su mirada al cielo para apreciar como aquel atardecer cambió ligeramente a un color mas opaco; la sombra de la luna se hizo notar ligeramente en la orilla de la esfera del sol. La menor halo de las mangas de su abrigo para que ambos se acercarán a la orilla del kiosko y así apreciar la vista de aquel fenómeno. —Ya casi esta aqui, Yang— comentó alegremente apretujando el agarre de la menor en su mano. Él mayor llevo su mano a uno de sus bolsillo, pasándole el par de gafas que protegerían la vista de la menor.
Yang
Tomo aquellas gafas que el mayor le ofrecía para cubrir su vista de aquel fenómeno natural que estaba a punto de presenciar ambos. Se las coloco y miró por sobre ellas al mayor, colocando sus manos sobre cada lado de las gafas, formando con sus dedos índice y pulgar un pequeño corazón. — Ya estoy lista. — dijo con voz firme, pero no duro mucho y empezó a reír nuevamente. Caminó hasta quedar detrás de él contrario para abrazarlo de esa manera. — Tu y yo estamos aquí, gracias por traerme.— susurro para él.
Aaron
El mayor colocó sus gafas y a través de ellas miro el gracioso gesto de la menor que le hizo soltar una leve carcajada. La menor siempre decía o hacía una que otra ocurrencia que siempre aligeraba el ambiente entre los dos. La menor se dirigió hacia atrás de él y sintió los brazos de la fémina rodeando su cuerpo. Un ligero escalofrío recorrió la espalda del mayor en el momento que la ajena susurró aquellas palabras. Los nervios comenzaron a inundarlo, tal como el primer beso que ambos tuvieron. Pero tomó acción. El mayor llevo su diestra a una de las palmas de la menor, sujetando esta tan sutilmente como el pétalo de una flor. Volteó ligeramente a la menor encontrándose con la mirada contraria. —Por ti, hago lo posible para hacerte feliz— respondió seriamente, la mirada del mayor ahora se mostraba seria ante el momento que ambos presenciaban.
Yang
— No necesitas hacer mucho, solo con brindarme tu amor y tú compañía soy feliz, me haces feliz con tu "Buenos días y tus buenas noches" tus mimos, tu cariño, me haces feliz con tu sonrisa.— aquellas palabras significaban mucho, quería que el sintiera lo feliz que la hacia a cada segundo, a cada momento. Cruzo miradas con el mayor, sin siquiera soltar el agarré de ambos, y aunque sus miradas estaban cubiertas por aquellas gafas, todo lo que le decía salía desde lo más profundo de su corazón. — Aún quiero una ballena.— comentó bromista, sus labios formaron un sutil puchero, cruzo ambos brazos aparentando ser caprichosa.
Aaron
Al involucrarse en aquella plática que ligeramente volvió el ambiente mas ponderado entre ambos, él mayor volteó la parte superior de su cuerpo, de tal manera quedando frente a frente con la menor de nuevo. Bajo su mirada, aquellas pupilas se refugiaron unos segundos en el suelo para volver a alzarse para apreciar a la belleza que tenía frente. Correspondió al dulce discurso de la contraria, su mano tomó la palma ajena, el pulgar del proveniente comenzó a dibujar leves caricias con su pulgar─ Te juro que desde que te conocí muchos miedos se han ido, ahora me siento mas seguro de mí mismo, me encuentro mas tranquilo conmigo, y eso solo lo haz logrado tú─ finalizó. Pero aquel ambiente bromista volvió a recuperarse con el comentario de la menor, "¿Una ballena, enserio?" pensó el mayor divertido agitando hacia los lados su cabeza. ─Veremos que podemos hacer, primero las medusas corazón. El cielo comenzó a volverse mas sombrío, aquel detalle de la naturelza implicó que el esperado eclipse estaba por comenzar, en tan solo en unos minutos.
Yang
— Es una broma corazón.— comento simpática, sabía de ante mano que no podía tener una, menos una que volará. Esos sueños eran imposibles y muy locos. Su vista fue nuevamente hacia el exterior, el lago reflejaba el cielo como un espejo por lo cual este también reflejo aquel color sombrío. — Tal parece que empezará en menos de lo que pensamos.— susurro para ambos, aún permanecían en la misma posición. — Si sabes la historia del eclipse ¿Verdad? — cuestionó, aquella historia era demasiado hermosa y triste a la vez pero a fin de cuentas deslumbra al leerla.
Aaron
Soltó un suspiro recargando su cabeza contra la de la menor, alzando su mirada al lago admirado el reflejo de los arboles solitarios en ausencia de las hojas que normalmentes les acompañaban, él era afortunado de tener a su hojita justo ahora con él. ─Parecer ser así Yang─ agregó al primer comentario de la menor. Sin embargo, una duda consumió los pensamientos del joven haciendo que sus pupilas giraran de nuevo hacia el rostro de la menor. ¿La historia del Eclipse? Nunca había escuchado tal historia, le era desconocida. ─ No amor, no la conozco, ¿me la pudieras contar?
Yang
— Claro que sí, está si me la sé.— comentó simpática pues varias veces en su niñez se la habían contado y ella también la había leído. — No es nada de amor y eso, se dice que hace muchos años lejos de la Tierra, lejos del en una galaxia desconocida vive la oscuridad misma la cual estaba celosa de la luz que el Sol y la Luna le brindaban a la Tierra, el Rey de esa oscuridad, mando a uno de sus feroces perros de fuego a robar el sol. Este obedeció la orden tal cual su Rey lo dictaba, pensó que sería una tarea fácil así que dio rumbo hacia el sol. Pero cuando lo mordió para llevárselo, este le quemó la mandíbula, así lo intento varias veces y no pudo llevárselo. Volvió al reino y le comentó a su Rey lo sucedido, este enfurecido porque no pudo robar el Sol, le pidió entonces que traiga a la luna, total está no era caliente y no habría producido alguno. El perro fiel le hizo nuevamente caso así que emprendió viaje hasta la luna. Al llegar hizo lo mismo que el Sol, dio una mordida y casi se rompe los dientes, la Luna de por si es fría y muy dura, así que tampoco tuvo éxito. Volvió al reino y el rey enfurecido le dijo que el debería traerle ambos pedidos por el resto de los años. Por eso existe este fenómeno, hay quienes dicen que si sabes cómo mirar un eclipse de sol o de luna, es posible ver al perro de fuego del reino de la oscuridad mordiendo y escupiendo los astros.— termino de contar la joven aquella historia al contrario.
Aaron
Él mayor ahora centro toda su atención en las palabras de la menor mientras aquella contaba la historia;nunca antes había escuchado la historia detrás del eclipse, y ahora sería bueno escucharla mientras el fenomeno se acercaba a ser prescienciado por la pareja de jovenes. Al terminar de escuchar aquella historia el menor permaneció callado por unos instantes, y finalmente habló. ─Me alegro que aquel canino no se llevo ni la Luna ni el Sol, porque gracias a eso, ahora podemos prescenciarlo hoy tú y yo. Su mano se deslizó a la cintura ajena, apegándola a su cuerpo frente a frente, envolviendola en un abrazo. Eran como el Soy y la Luna. Ambos compartían algo, un secreto, tal como un Eclipse, el Eclipse era el secreto de la Luna, mientras ellos dos, mantenían el secreto de su amor.
Yang
Correspondió aquel abrazo dado por el mayor, se sentía tan protegida en ellos, su seguridad la encontraba con el. — También me alegro que el no se allá llevado a ninguno de los dos, sino no hubiera tenido excusa alguna hace tiempo atrás— aquellos recuerdos llegaron a su mente, en donde por esta sugerencia ahora ellos estaban allí. — Sabes que te amo ¿Verdad? Te quiero conmigo siempre, sonará apresurado pero no me veo con otra persona.— susurro solo para ambos, si bien estaban solos y a compañía de la naturaleza, aún quería que solo el lo escuchara.
Aaron
─Te amo, lo haré siempre, tal como te lo he repedito mil veces─ levantó el menton ajeno, ahora el mayor ya no podía devolver el ambiente a que este sea humorístico. Prosiguió con aquellas palabras que venían directamente de su corazón.─ Si tan sólo pudieras ver todo lo que te amo, si tuvieras mis ojos entenderías todo lo que siento por ti, Yang. Pensar que hace casi un mes se encontraban así, tan cercanos uno al otro; tan cercanos para haber compartido su primer beso, el primer acto de amor entre ambos, la primera caricia; todo parecía ser tan mágico en este instante. Él joven raramente abria sus sentimientos de tal manera. Ella sabía que aquel era una persona muy reservada; era díficil el saber como se siente. Pero solo ella se había ganado la llave para descubrir el universo dentro del joven, tal como el lo había hecho también. El cielo se volvió opaco, ya hacían falta solamente unos minutos para que aquel hiciera presciencia.
Yang
Antes de aquel acontecimiento empezará en cuestión de minutos, cada palabra que el mayor soltó hizo sentir más emociones en ella, siempre lo lograba, lograba dejarla son palabras, lograba hacer que se pierda en él, que no le preste atención a nadie más. Su corazón palpitaba a mil por hora, podía salir de su pecho. Lo que sentía por él era tan único, tan especial, que no podía expresarlo. Tomo ambas mejillas del joven depositando en este un dulce beso, lleno de aquellas emociones, lleno de aquel amor por él. — Me encanta amarte, me encanta.— volvió a susurrar sobre los labios ajenos, repartió varias caricias por las mejillas del mayor, sus manos estaban un poco fría, tal como las manillas del mayor. Seguro ella también tenía sus mejillas frías, pero aún así se tornaron color carmesí, ese característico que solo ha la salido con el mayor.
La mirada penetrante del joven se centro en los orbes contrarios de la menor por encima de aquellas molestas gafas, cada palabra y cada caricia hacia que aquellos escalofrios recorrieran todo su cuerpo como la primera vez. Fue acercado por la menor. Así aquella deposito un beso en los labios del mayor, humedeciendo estos después de tanto deseo de un beso frenético, sediento. Separó ligeramente las comisuras de sus labios para distinguir un leve susurro en el oído ajeno ─Me haces lo que nadie mas provoca─ se atrevió a decir, tan calladito que ni siquiera la flora que los rodeaba podía escuchar. Sin mas que resistir, el mayor unió ambos lambios en un frenático beso. Su palma diestra presionó contra la cintura de la menor, sosteniendo aquel firme agarre mientras la opuesta viajo hacia la mejilla de la menor. Aquellos labios danzantes hacian de la suya otra vez; iniciaban otra vez aquella llama escondida en el joven.
No opuso residencia en cuando sus labios volvieron a unirse con el los del mayor en aquel beso mas demandante. Uno de tantos que ya se habían dado, este le hizo olvidar nuevamente en donde se encontraban ambos, pero eso no importa. Todo era real, todo era tan hermoso, sus labios siguieron el compás del mayor, podía sentirlo más cerca de lo normal y no entendía porque. Aquello que empezó con una taza de chocolate caliente, se convirtió en algo más especial, junto dos vidas, junto dos almas dispuestas a amarse.
Aquel toque caliente de las mejillas de la menor deseaba por ser continuado, pero este deseo fue interrumpido cuando el cielo se volvió mas oscuro que antes y el reflejo del sol cambió en la agua del lago. El eclipse ya había comenzado. Él mayor pauso aquel beso frenético separando tan solo unos milímetros sus labios de los contrarios, y susurró en voz baja mientras sus mejillas se alzaron para dibujar una pequeña sonrisa. —Ya comenzó, amor— dijo enderezándose de nuevo para dirigir su vista hacia el cielo mientras una de sus manos permanecía aferrada a la cintura contraria.
Yang
La joven salió de aquella ensoñación en la que se encontraba, se había olvidado del eclipse. Río por vergüenza, habían ido para ver el eclipse no para perderse en besos. Su vista se fijó en aquel fenómeno natural que comenzaba a empezar, pero por alguna razón no podía dejar de mirar al mayor. Apoyo su mano por sobre la que se encontraba en su cintura, se apego un poco más a él y escondió su rostro en el pecho de este.
Aaron
La luna comenzó a hacer aparición ante la presciencia del sol; aquel controno se divisó encima del gran astro que iluminaba la tierra y el joven no podía dejar de estar tan asombrado a aquel fenómeno. ─Finalmente, aquií estamos, prescenciando este bello acontecimiento, solo tú y yo corazón, para nosotros y solamente nosotros─ dijo manteniendo la vista fija en como la Luna tomaba el lugar del Sol por unos instantes;, la luz despampante del Sol mezclándose con la obscuridad elegante de la Luna.
Yang
Alzó la vista contemplando así aquel suceso, no todos los días se ve uno igual y ella tenía la suerte de compartirlo con el. "Finalmente" susurro para si misma, finalmente aquello estaba sucediendo, finalmente el destino los unió a ambos Se sentía aún mejor mientras sus ojos no dejaban de mirar el cielo.
Aaron
La tristeza de aquellos fenómenos naturales tan bellos es que permanecen en los ojos de los testigos solamente por unos segundos, para luego ser tapizados como un recuerdo que permanece en la memoria. Tanto tiempo esperado por aquel suceso, la Luna ya se encontraba a la mitad del Sol, así desfilando su oscuridad para la vista de aquella pareja de enamorados. Tan solo unos minutos mas tenía que aguardar el joven; solo unos minutos más. —Sabes, creo que somos el Sol y La Luna.
Yang
El comentario del mayor hizo que su vista se fijará ya en él, el eclipse era tan cautivante antes sus ojos y tampoco recordó la historia, quería ver si podía ver a aquel perro de fuego queriendo robar el Sol. — ¿Por que uno es más grande y una mas chica? — cuestionó al mayor, no estaba entendiendo del todo a lo que el contrario se refería.
Aaron
Él mayor continuó mirando fijamente hacia el cielo opaco cautivado también por aquel fenómeno natural que ya iba a mas de la mitad de su transcurso, mientras, respondió a la menor y explicó. —El Sol brillante y cálido acompaña a La Luna fría y solitaria que se resguarda en la oscuridad del universo en sus momentos tristes, como también la Luna acompaña al sol cuando este se esconde, ambos crean un balance para apoyarse el uno al otro, y ese balance es un amor secreto, tan secreto como un Eclipse— explicó el mayor dirigiendo su mirada a los orbes de la menor, enterrando aquellos en la mirada ajena. —Tú eres el Sol que ilumina mis noches solitarias, mientras yo te apoyo igualmente cuando te escondes en la oscuridad, porque hemos creado un amor, un amor secreto que solamente tú y yo conocemos y sabemos como es.
Yang
Pudo sentir como sus ojos se humedecían a medida que iba escuchando al mayor, por suerte estos estaban cubiertos con aquellas gafas oscuras, rogaba que una lágrima no se escapará en el momento, por lo que se contuvo mordiendo por dentro su labio inferior. ¿Cómo podía decir tantas cosas hermosas? ¿Cómo podía hablar son titubear? ¿Cómo lo hacía? Quería aprender a hablarle de esa manera, de la manera que el le hablaba y como cada palabra llegaba a su corazón. — Me alegro mucho que hayamos cruzado camino, que nos hayamos conocido. Seré tu luz en los momentos de oscuridad así como lo haz dicho, brillante cuando todo esté sumido en oscuridad, así como se que lo harás conmigo. Tu eres mí luz, eres la persona que me complementa, la cual decidí amar, eres mí todo corazón.
Aaron
Aquellas palabras tan dulces le hicieron estremecer. Aquella dura imagen que solía postrar ante la gente ajena siempre se desvanecía cuando se trataba de ella y cada palabra que tocaba su corazón. Sonrío como bobo ante las bellas palabras de la menor, en aquel abrazo sostuvo una de las manos de la contraria y deposito un beso en ella— Tal vez fue Destino o Casualidad el que nos hayamos conocido, tal vez mí corazón ya estaba destinado para ser solamente tuyo
—Finalizó diciendo él joven.
Aquel fenómeno ya estaba por acabar, la Luna ya había llegado al centro del sol, lo único que se podía apreciar eran los rayos del brillante sol que seguían peleando con la misma intensidad a pesar de ser cubiertos por el gran astro.
—Ya esta por acabar.
Yang
— Espero no haberte hecho esperar mucho corazón.— dijo un poquito triste. Su vista fue directo hacia el cielo, aún tenía su mano entrelazada con la del mayor, no quería soltarlo. — Así lo veo ¿Te imaginas que quede ahí? Todo el mundo de asustaría, habría mucho caos. Comentó bromista, aquella imagen de la Luna justo en el centro no podría olvidarlo. Directamente no olvidaría este momento tan atesorado.
Aaron
—Me hiciste esperar mucho... Pero aquella enserio valió la pena corazón— acarició con las mejillas de sus dedos la palma ajena, sintiendo los nudillos de las suaves y delicadas manos de la menor. La miro desconcertado ante el comentario que hizo de repente, ella era sumamente ocurrente con sus comentarios bromistas,— Mejor, así estamos a oscuras solo nosotros dos— comentó pícaro. El joven admiró como el Sol peleó contra la Luna unos instantes para defender sus rayos que brindaban cálidez a los habitantes de la Tierra. Sin embargo, La Luna poco a poco abandonó la pelea, dándose por rendida. —Ahora si que La Luna no pudo resistir al Sol.
Yang
— Eso no lo había pensado Solos tu y yo en la oscuridad del mundo, eres mí luz así que no tendré miedo.— comentó tranquilamente, si él se encontraba junto con ella, no había que temer. Con solo la presencia del mayor se sentía protegida. Su mirada se fijó nuevamente en aquel cielo, poco a poco todo volvería a la normalidad. — Estoy segura que la próxima vez será la Luna quién gané la pelea.—
Aaron
El gran astro comenzó a desaparecer frente a la gran estrella, mientras el cielo volvía su color normal de atardecer, retomando la sencilla que era presenciada de la misma manera como todos los días. Aquel astro finalmente abandonó el espectáculo que le había regalado a ambos jovenes, tan generoso el universo para regalarles este hermoso día, y de alguna manera, mas lindo pues fue al día siguiente de San Valentín. ─No puedo creer que ya ha acabado, duro tan poco... Pero fue hermoso─ comentó, removiendo aquellas gafas de su rostro y devolviendolas a la bolsa de su abrigo. Seguidamente miró a los ojos llenos de vida de la menor.
Yang
Aquel fenómeno natural había acabado, el sol volvió a iluminar cada parte de aquel lugar, el lago volvió a reflejar aquel cielo de invierno. Sus gafas fueron removidas de su rostro, pasando varios segundos en los cuales su vista volvia a acostumbrarse a la luz. — Lo pudimos disfrutar que es lo importante corazón.— su vista se fijó ahora en su tan amado compañero, la sutil sonrisa volvió a su rostro a encontrarse con las orbes de éste. — Nuevamente, gracias por traerme.
Aaron
Aquellas comisuras se estiraron levemente, detallando la alegre curva que se formó en el rostro del mayor, ahora aquel cambió su postura; se separo de aquel abrazo que rodeaba la cintura de la menor para encontrarse frente a ella.
Alzó ambas manos entrelazándolas contra los delicados dedos de la menor, pasando su palma por el suave tacto de estas hasta unirlas firmemente entre ellos dos.
—No, no tienes que agradecer— titubeó ligeramente, aquella voz temblorosa se hizo presente, y las piernas le empezaron a temblar levemente, pero cogió valentía y siguió.
—Yang, estos dos meses que nos hemos estado conociendo, desde aquel frío día de invierno que te conocí, al día que finalmente me declare ante ti a pesar de todo el nerviosismo, nuestro primer beso cuando yo me encontraba hospitalizado, ha sido una aventura muy bella, y quiero que continúe, pero sólo tú conmigo, quiero que seas mí compañera en esta aventura, y como dice la canción, eres la persona para mí, aquella que me completa de cada manera.
Bajo su vista y relamió sus labios, por unos instantes inundó su vista en el suelo; no tenía el coraje para ver a la menor en ese instante.Pero era el momento, ya lo era.
Apretó el agarre de ambas manos, y decidido, alzo su rostro desafiando el nerviosismo para hacer la esperada pregunta.
—Yang, ¿quieres ser mí novia?
Yang
Fueron muchos días pasados desde el día en que conoció al mayor, muchas cosas habían cambiado, ahora ya no decía que era ella y su soledad, no, ahora ella y la persona que se encontraba de frente. El cual dejo que lo conociera, si bien aún habían muchas cosas que conocer, eso sería con el paso del tiempo. Ahora se encontraba allí, en el día esperado, escuchando atentamente cada palabra del mayor, observando cada detalle de su rostro. Por un momento el nerviosismo la atacó al igual que el, aquella pregunta que parecía lejana ahora se había hecho presente. La comisuras de sus labios dieron paso a una sonrisa, tímida, nerviosa, emocionante. — Han sido dos meses, dos maravillosos meses y sé que lo seguirán, lo sé. Por eso yo...— soltó un suspiro, de esos tantos que el mayor lograba robarse, miro con todo sinceridad y amor a los ojos opuestos.— Me encantaría, me encantaría ser tú novia —
Aaron
Todo el peso se liberó de sus hombros, aquella fatiga y nerviosismo que le carcomió toda la noche finalmente había desaparecido, ella había dicho que si, finamente. El mayor no lo creía, agitó su cabeza ligeramente con el gran asombró en el que fue cautivado por la situación. —Te amo princesa, y lo haré por el tiempo que me lo permitas, por eso, quiero regalarte esto el día de hoy, para que sea un bonito recuerdo— dijo el mayor soltando las palmas de la menor. Busco en su abrigo aquella pequeña cadenita guardada en una diminuta caja de piel negra; era un Eclipse, aquel collar era de plata y oro blanco, él mayor lo pidió para ella desde sus días en el hospital, así llegaría a tiempo. Guardaba en el centro a la Luna que era rodeada por el gran señor Sol. Entregó la diminuta cajita a la menor para que ella la abriera y se encontrará con la gran y linda sorpresa.
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Yang
En esos momentos en los cuales no sabes cómo reaccionar, ni que decir y solo miras a una persona, tu mente queda en blanco y lo único que puedes escuchar es a tu corazón, aquel que bombeaba tan rápido por las emociones, su cuerpo no podía reaccionar. Vio como el mayor sacaba aquella pequeña cajita de su bolsillo, la cual tomo en sus manos, abriendo está y dando a la vista aquel dije. — No tenías porque hacerlo corazón...— sus ojos se humedecieron por la emoción, no quería llorar pero se encontraba tan feliz. —De verdad, voy a cuidarte siempre, siempre trataré de iluminar tu vida, de acompañarte cuando más lo necesites. También te amo y este sentimientos crece y no par de crecer.
Aaron
Aquella sonrisa no desapreció por nada de los labios del mayor, al contrario esta se volvió tan grande que la flexibilidad de sus labios no alcanzaba para expresar su felicidad. —Y yo mí vida, seré La Luna que siempre te acompañará, porque a pesar de que no te vea o a veces llegue a encontrarme en la oscuridad, cuidaré de ti, y te iluminaré para hacerte feliz por el resto de mis días— volvió a acercar a la menor, rodeo ambos brazos alrededor de su cintura apegándola a su cuerpo para envolverla en un cálido beso. Inclinó su cabeza ligeramente, rozando con su nariz la piel ajena ligeramente, enterrando aquellos deseosos labios en aquellos rojizos de la menor, explorando cada área suave y diminuta de aquellos dulces labios.
Yang
Trato de no caer desmayada por las emociones por aquel beso al cual no dudó en corresponder.
Sus labios siguieron danzantes en aquel beso el cual era uno muy especial, oficialmente ya era su novia, que bien se sentía al decirlo, ya era su novia.
Se alejó varios centímetros de el, sus rostro de iluminó con una gran sonrisa dirijida hacia él.
— Estoy muy nerviosa ahora.— era cierto, pero nada de eso era malo.
Tomo aquella cadenita extendiendola a la vista del mayor.
— ¿Puedes colocarla en mí cuello?. — cuestionó.
Aaron
—Claro corazón, vamos, levanta tú cabello— comentó el joven tomando la cadena de la mano de la contraria. Con mucha delicadeza y cuidado levanto aquel seguro para deshacer el llavero que mantenía a la cadenita unida; extendió ambos extremos y los paso por el cuello de la menor, asegurándose de que esta estuviera bien unida. —Se te ve preciosa.
Yang
Su comentario quedo en el aire, soltando el aire en un suspiro, si ahora estaba en desventaja, el mayor sabía muy bien los puntos débiles de su cuerpo. Sus manos viajaron por aquella ancha espalda que el mayor portaba, recorriendola despacio con la yema de sus dedos, más de una vez le había comentado las cosas que haría sobre ella. Su cuerpo entero se concentró solo en él y nada más, le fascinaba estos encuentros que le hacían descubrir cosas muy placenteras. Cosas que quería seguir descubriendo. No aguanto mucho y tomo el rostro del mayor para guiarlo a sus labios, uniendo a ambos en un beso tranquilo quería recorrer cada parte de él en ese mismo instante pero sería paciente.
Aaron
Las suaves palmas de la menor se deslizaban por la ancha espalda del mayor, aquel tacto recorría esa firme espalda, en la cual se provocó un cosquillo por las finos dedos de la menor.
¿Acaso esas manos eran traviesas? Seria lindo descubrirlo. Este tipo de encuentros avivaban la flama por la que él mayor a veces luchaba contener por respeto a su novia. Pero aquella le había permitido ir mas allá de lo permitido; un deleite sucio, pero bello.
Sus labios jugaron alrededor del cuello de la menor sin tanta presión; en ese momento no deseaba dejar succiones en el cuello de la menor; lo dejaría para cuando la situación se pusiera un poco mas... Intensa.
Yang
La joven levanto su pelo para que el corazón tráfico pudiera colocar aquella cadenita sobre su cuello. Una vez coloca se giró quedando enfrente de él. — Gracias corazón, la cuidare mucho, gracias por este día también.— No podía parar de sonreír por todo lo que había ocurrido, se acercó a él y lo rodeó con sus brazos.
Aaron
Él mayor aseguró el llavero de aquella cadena y terminó de posarla en el cuello de la menor; la plata lucía muy bien en su cuello blanquecino. Este sería ese collar, como una promesa para ambos, bueno, las promesas se mantienen no con objetos, sino acciones. Pero.... Era más el significado de aquella cadena, Correspondió a aquel abrazo rodeando la diminuta cintura de la contraria, hundiendo su cabeza en aquellos cabellos rojizos; respiro la dulce fragancia que reposaba en el cuello de la menor. Ya empezaba a anochecer y apenas sería buena hora para regresar a casa; el camino por la montaña era largo y en un lugar tan retirado sería mejor no manejar de noche. ─¿Te parece si ya regresamos amor?
Yang
La sugerencia del mayor no era errónea, era momento de regresar no sería bueno quedarse, a la noche solía bajar mucho la temperatura. Tomó la mano del mayor comenzando a jalar despacio de esta. — Si, sería lo mejor.— estaba camina para atrás y de frente al mayor, quería observarlo por todo el tiempo posible, más aún que ya eran una pareja, ya lo eran. — Podemos ir a comer antes o pedir algo ¿Te gustaría?.— dijo, una buena comida después de aquél maravilloso día no estaría para mal.
Aaron
El frío comenzaba a abrumar al mayor, pues cada vez se tornaba mas frío el clima; mas cuando se trataba de la montaña. La menor halo de la mano del mayor y esta comenzó a caminar en reversa.—Ten cuidado amor, no vayas a caer— comentó juguetón ante aquella niña traviesa que en un movimiento en falso podía resbalar. Las comisuras de sus labios se estiraron para corresponder ante la pregunta de la menor, formando una sutil sonrisa.—Me encantaría Yang, ¿te gustaría comer pollo? Preguntó, pues sabía que a la menor le gustaba el pollo, aunque no le molestaría comer alguna que otra cosa.
Yang
— Tendré cuidado amor, no creo resbalar.— comentó divertida mientras daba pasos firmes hacia atrás, sin soltar las manos del mayor. — ¡Chicken, chicken, chicken! — le encantaba el pollo, así que no dejaría pasar la oportunidad. Giro su cuerpo, ahora caminando normalmente, dejando atrás aquel quiosco en el cual se encontraban, del cual se llevaba uno de los mejores recuerdos guardado en su corazón. Corrió un poco por aquel pasillo hasta llegar a al extremo de la entrada, giró a su cuerpo, observó a lo lejos al mayor que venía caminando y antes de que se acercara, lleno sus pulmones de aire y grito. — ¡AARÓN HILFIGER TE AMO!. — cualquiera podía decir que estaba loca, si loca de amor por el mayor, quería que toda aquella naturaleza sepa de su amor por aquel joven.
Aaron
Él mayor mantenía su ceño atento a los pasos de la menor y que esta no fuera a tropezar con algunas de las piedras. Sin embargo, cambio su posición y finalmente caminaba derecho; el repentino miedo había desaparecido. Río ante la expresión animada de la menor y su gusto por el pollo. No era mentira que ella amaba el pollo sin dudar. No creía que este día estaba por llegar a su fin, este 15 de febrero quedaría marcado en su memoria para siempre como uno de los mas bellos recuerdos que les quedaban por formar juntos. De repente la menor aceleró el paso sobre aquellas piedras en un apresuramiento inexplicable—¡Yang! ¡No vayas a...!— gritó en voz alta, cuando su frase fue interrumpida por el mas alto grito de la menor. Encogió los hijos intentando evitar el aturdimiento de aquel grito que seguro podía haber sido escuchado por toda la montaña. Apretó sus unos momentos y volvió a su postura normal; soltó una leve carcajada y siguió a la menor en aquel divertido momento. Corrió dando cortos saltos por encima de las piedras e imitó a la menor, solo que ahora el se acercó y la tomó cuidadosamente de la cintura, dandole una pequeña vuelta. Lleno sus pulmones de aire y también grito—¡Yang Mi te amo!— dejó a la menor de nuevo en la superficie y acarició su mejilla una vez que su respiración se había calmado.
Yang
Después de aquél grito que salió desde su alma, se varas carcajadas le siguieron, a los pocos segundos el joven también tomo velocidad y termino de por quedar en frente de ella. Su cintura fue rodeada por los brazos del mayor, el cual la levantó un rato e la hizo girar. Tomo agarre de aquellos hombros anchos que pertenecían al mayor, no podía parar de reír por el momento y al escuchar el comentario del mayor, río aún más. La escena era realmente agradable, dos personas que poco a poco se conocieron, dejaron que ambos entraran en el corazón del otro, ambos se gustaban, ambos se amaban, ambos quería compartir varios momentos juntos, muchos momentos que no estaban tan lejos. Una vez sus pies tocaron la superficie, la joven dirigió no tan frías manos hacia las mejillas del mayor.
— Estás loco amor —
Aaron
—Loco de amor, tú lo has dicho — comentó entre respiración. Pauso unos momentos, y con esa pausa, su sonrisa también. No podía creer que tanta belleza, y que esa belleza lo amará también de regreso estuviera enfrente de él, compartiendo este momento solo para ellos dos. —Te amo, te amo, y te amo— repitió varias veces mientras acariciaba la mejilla de la contraria con su pulgar, delineando caricias; acomodo aquel mechón estorboso tras la oreja de la menor. Su palma reposaba en la cintura de la menor,¿qué mas daría para quedarse así otro rato? Pero ya estaba anocheciendo y el frío cada vez helaba mas los huesos del mayor. —¿Qué dices si ya vamos por aquel rico pollo?— preguntó invitándola ya a comer—Pero espera, ¿lo pediremos o te gustaría ir a cenar un pollo más “elegantoso”?
Yang
— También te amo como no tienes idea, te amo demasiado.— estar junto a él era lo único que necesitaba, el mayor de había convertido en uno de sus pilares. Un hermoso pilar. Como si fuese una voz interna, su mente y su estómago pedían a gritos comida. — Podemos pedirlo y comer en casa. Vamos al auto que ya tengo un poco de frío.— su cuerpo está sintiendo aquel frío proveniente del lugar. Tomó la mano que reposaba en su cintura y la unió con la de ella, halando nuevamente en reversa para llegar a aquel vehículo, el cual podía darles un poco de calor a ambos.
Aaron
Siguió a la menor trás su paso rápidamente para llegar al automóvil y apresurarse a adentrarse en el calor del auto. El sol ya empezaba a ponerse y era hora de regresar a casa. ─Mejor así, lo pediremos para llevar y lo comeremos en casa pues─ contesto reafirmando la sugerencia de la menor, siguiendo los pasos de aquella. Saco de su bolsillo el control del auto y presionó aquel simbolo blanco que dibujaba un candado ya abierto dos veces. La alarma resonó indicando que el auto ya estaba abierto. Separó el agarre de la menor y abrio la puerta del piloto para adentrarse y prender el automóvil; giro las llaves ya insertadas y sonaron los caballos del motor. Abrocho su cinturón y antes de arrancar preguntó a la menor─ ¿Quieres que prenda la la calefacción?
Yang
La joven siguió paso hasta llegar junto con al auto, el cual él  se dedicó a abrir. Ingreso en este una vez abierto en el asiento del copiloto abrochandose el cinturón de seguridad, el frío ya no era tanto ahí adentro más frotó sus manos para darle un poco de calor a cada uno de sus dedos. — No estaría mal prender la calefacción.— comentó con una sutil sonrisa. — Pasaremos por algún lugar a pedir la comida entonces.— Era momento de abandonar aquel sitio, pero estaba segura que volvería a visitarlo en poco tiempo. Solía anochecer temprano en estas épocas invernales, este venía acompañado por la baja temperatura
Aaron
─Vale corazón, todo lo que sea para que no pases frío─ comentó enfocándose en el switch para prender la calefacción del auto. Su diestra se recargo en el tablero digital y presionó aquel símbolo de ondas de calor. Cambio la palanca de manejos a manejo y así piso la reversa y seguidamente el acelerador para salir de aquel lugar y regresar a la carretera. ─¿Ideas de que lugar pudiera ser este, corazón? ─ preguntó pues no conocía verdaderamente de lugares ricos para comer un pollo bueno. El mayor finalmente tomo control del volante con su zurda, llegando a la parte estrecha de la carretera. Su diestra busco la palma de la menor, para acariciarla como lo había hecho al principio de aquella velada.
Yang
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Después de aquel día en el cual ambos habían compartido un hermoso momento que sería recordado, se retiraron del lugar rumbo a buscar algo que comer, la noche había caído y ambos terminaron en el departamento del mayor compartiendo una deliciosa comida de tantas. 
De aquel día hasta ahora, ya había pasado más de un mes desde que empezaron a salir, compartieron muchos más momentos, muchas más sonrisas y muchas, muchas comidas.
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y-moonlight-a · 5 years
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𝑾𝒂𝒌𝒆 𝒖𝒑 𝒀𝒂𝒏𝒈!
2 de febrero del 2018
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Yang-Mi 
La joven cubre a ambos con las sábanas, había dormido muy pero muy bien, que ya no había necesidad de seguir durmiendo.
Acercó ambas manos al rostro del mayor, repartiendo en este varias caricia con la punta de sus dedos.
— No nos levantemos y quedemonosaquí, para siempre, ah ok.
Aaron
—Quedémonos aquí toda la eternidad.
Rodeo su cintura colocándo su palma en la espalda de la contraria, apegándola mas así mismo.
Había dormido tan bien,pero aún así, buscaba seguir acurrucado en los brazos de la contraria solamente disfrutando el momento.
Yang-Mi
— Pensándolo bien no estaría mal corazón. 
Aquellas caricias repartidas por el rostro del contrario, fueron a parar a cabello de este, jugando y jugando con las hebras. 
— Nos quedamos aquí, nos olvidamos del mundo, hacemos una fiesta para ti y para mí
Aaron
—Uy, fiesta— Sonrió el joven pícaramente pues solía verle el lado un tanto peculiar a las cosas.
Llevo su mano libre a la mejilla de la contraria haciendo caricias en su sien continuamente.Adoraba acariciar aquella piel suave y blanca, lo amaba tanto que se había vuelto como un vicio. 
Yang-Mi
Sonrió por aquel tono de la respuesta contraria, de cierta forma también le gustaba jugar de esa manera con él
Cerró sus ojos ante aquel tacto, aquellas caricias podían hasta hacerla dormir nuevamente.
— Una fiesta privada ¿Qué opinas?
Aaron
—Me encantaría amor, solamente tú y yo, juntos, disfrutando de la presciencia del otro— Comentó pausando en cada frase mirando fijamente a los orbes de la menor. Aquellos eran tan susceptibles a robarle suspiros.
De aquella manera recargo su cabeza en el hombro ajeno, así reposando entre el cuerpo ajeno y la almohada. ¿Cómo era que el tiempo con ella pasaba tan lento? El tiempo se detenía siempre que estaba ella presente.
Yang-Mi
Destapó ambos sus rostros de aquellas sábanas.
Se apego más a él, sin dejar de acariciar el cabello del contrario, ahora podía hacerlo después de que el joven se había recargado la cabeza en su hombro.
Depósito un beso en sobre las hebras del cabello, quiso jugar un poco y cubrió los ojos ajenos con una de sus manos.
— Podrías terminar ebrio, lo sabes ¿Verdad?
Comentó bromista, la idea de emborrachar al joven recién se le había ocurrido.
Aaron
La brisa alcanzó el rostro del joven su rostro siendo destapado para quedar a la luz de la habitación.
Amaba, en verdad amaba las caricias de la joven en su cabello, era tan relajante que pudiera permanecer así todo el día completo.
Él mayor se encontraba en calma hasta que la menor cubrió su vista de la nada; todo se había tornado negro.
—Si, pudiera terminar ebrio de ti, ah.— Comentó juguetón dibujando una pícara sonrisa en su rostro mientras su mano se deslizaba a la cintura de la joven.
Yang-Mi
La joven soltó una risa después de aquél comentario, sin siquiera quitarle la mano del rostro.
— Oye, oye, eso no tiene sentido, ni siquiera soy un recipiente de alcohol corazón.
Destapó la vista del joven y juntos con algunos movimientos quedó a la altura del rostro del contrario.
— ¿Que si yo quiero quedar ebria de ti? Aveda.
Aaron
Todo seguía lóbrego y no podía ver mas allá de la sombra oscura reflejada por la palma de la contraria.
—Pero me has hecho quedar loco por ti amor, ¿acaso eso no es estar embriagado de ti?—Cuestionó juguetón con la menor.
Finalmente pudo ver la luz nuevamente y a su visión sólo vio el rostro de la joven cerca suyo. Está se nivelo a su altura, así los dos quedando cerca uno del otro. Aquellos labios no se encontraban muy lejos de los de ella.
—Embriaguemonos uno del otro entones, ¿qué dices dulzura?
Yang-Mi
— Aparte de eso que no me opongo, porque suena bastante tentador ¿Podemos embriagarnos de verdad? Así siento esa sensación de que el alcohol recorra cada centímetro de mí, sentirlo dentro mío.
La oven termino por tocar aquellos labios que estaban a poca distancia de ella, hablando sobre ellos, mientras a lo último sonrió y se alejó un poquito
— Suena loco, aveda. 
Aaron
Los ojos del joven se agrandaron ante la propuesta de la menor, pues aquella nunca había consumido alcohol delante de él. De todos modos, se lo negaría. La miró con sorpresa siendo tentado por aquel roce en sus labios.
Aquellas tentaciones eran malas para la salud del joven, pues, no podía contenerse fácilmente.
—Aún así no te dejaría— Contestó el joven riendo
Yang-Mi
Un puchero se formó en sus labios al escuchar el "No te dejaría" que aburrido, pero ella quería seguir jugando un poco con el. 
— Por favor, prometo portarme muy bien y hacer todo lo que me pidas corazón.
Volvió a acariciar el rostro ajeno pero una de sus manos traviesas bajo por el cuello del mayor.
— Un piquito chiquito. Asdfghjklñ
Aaron
—Bueno, un poco de alcohol no hace daño a nadie— Dijo el joven pensante reconsiderando la situación pues el también fue joven y tuvo la curiosidad de probar el alcohol.
Además mientras todo sea controlado no hace daño.
Aquel miraba pícaramente a la menor ante su propuesta del alcohol. Sintió una mano traviesa bajando a su cuello, detalle que le hizo morder su labio inferior apretujando al agarre de la cintura de la menor, bajando ligeramente un poco mas su mano a la cadera de la contraria.
—Mejor un beso y no un piquito, ¿que dices?
Yang-Mi
Su sonrisa no se borró de su rostro, al menos el mayor había aceptado la propuesta de beber alcohol una noche de estas.
Sus dedos siguieron situados en al cuello del contrario, bajando poco a poco por el pecho de este, sin ningún motivo, su pulgar parecía moverse por sí solo, pues este marco un camino desde cuello y la clavícula, llegando así a su pecho. 
— ¿Cómo qué digo? Sabes que todos y cada uno de mis besos son tuyos corazón.
Comentó pícaramente, le daría todos los besos que quisiera o ella los terminaría robando.
Sin darle vueltas al asunto, unió ambos labios en un beso lento y muy tentador.
Aaron
El joven miró detenidamente a la menor y como trazaba alrededor de su cuello a su pecho el caminó que le gustaría fueran llenados de besos por parte de la menor. Las clavículas era una área que excitaba al joven tan fácilmente que tan son solo un roce podía hacer que aquel otro modo de “atracción” se prendiera en el.
Aquel leve cosquilleo traía delicias momentáneas.
—Quiero esos labios para mí solamente, beber todo de ellos— Susurró en la cercanía de la menor y seguidamente fusionaron sus labios ambos.
Los labios comenzaron danzantes uno con el otro. El mayor deslizo su mano mas abajo de la cadera de la joven, sintiendo el tacto alcochonado por las sábanas de una de las curvas de la joven nunca antes exploradas.
De estar acostado el joven de recargo en su codo libre para subir a la altura de la menor, así sus cuerpos estuvieran nivelados uno con el otro
Yang-Mi
Parecía haber pasado una eternidad desde que probó los labios del mayor, era exagerada pero ya no podía vivir sin ellos y días tras días era una tentación enorme que debía controlar.
Así como sintió ser más atraída a eso vil cuerpo del contrario, su mano derecha se situó en el cuello de este mientras que la otra, quiso explorar un poco más allá, así que se coló por debajo de la camiseta, tocando sutilmente aquella piel, perteneciente a la parte del ombligo.
El beso poco a poco iba subiendo de tono, le encantaba aquella sensación, continuaría así por el resto del día.
Aaron
En un tal acto de desesperación disimulada el mayor tomó las sabanas que rodeaban del estómago para abajo a la menor y las aventó a la orilla de la cama.
El resistirse a probar la piel de la ajena cada día era mas difícil pues no era mentira que también le atraía en esa específica manera mas alla de lo sentimental.
Mucho tiempo se resistió de tocar a la menor mas allá permitido por las reglas de la sociedad mas que nada por respeto. Pero este era un límite que la joven le había dejado sobrepasar y se atrevió a aventurar un poco mas allá de lo que cubrían las prendas de la menor.
Como una presa sigilosa el menor llego su mano abajo de la blusa de la menor, así tocando la fría piel de la espalda contraria.
Llevo la resistencia de su brazo en aquella posición a la mejilla de la menor para sentir mas cercano su calor, ese preciado calor que prendía al joven.
En aquel momento se atrevió a aventurar un poco más, solamente un poco mas.
Como juego travieso de quien le ganaba al otro en la batalla de labios danzantes, el mayor utilizo su lengua para ganar la batalla de aquel beso.
Yang-Mi
Aquel tacto por parte del mayor se sintió en todo su cuerpo, como si se tratara de una corriente eléctrica. Su mente no podía pensar en otra cosa que no sea la cercanía del cuerpo del mayor. Quería tocarlo de mil maneras posibles y cada pensamiento paso por su linda y dulce cabecita.
Aquel juego de besos tuvo al ganador y ella solo siguió aquel juego, el mayor debería de enseñarle a besar de tal manera hasta perder la cordura.
Una de sus piernas se contrajo, atrapandolo aún más cerca de sus cuerpo, la sensación era sumamente exquisita. Su mano la cual estaba dentro de la camiseta subió más arriba hasta tocar parte de la espalda del mayor. No mentira que tenía ganas de hacer algún que otro rasguño sobre esta.
Su pensamientos y su cuerpo no ayudaba en absoluto, soltando asi un leve quejido, ni ella sabía porque lo había hecho, no tenía autocontrol en ese instante.
Aaron
Jadeo un poco al sentir la mano fria de la mejor en su espalda ancha, no sabía en realidad que estaba haciendo pero quería disfrutar de los pequeños labios contrarios los cuales encontraba completamente irresistibles. Bajo su mano traviesa hasta la cadera ajena llegando al elástico de aquella vestimenta. Sin embargo, no paso mas de ahí. La otra mano fue hasta la cintura de esta, atrayendola más a si mismo.
Quería sentirla completamente cerca y maldecía en su mente al estar caliente solo con el roce entre sus labios con los de la menos, apretó su mano en la cintura ajena continuando con el mismo ritmo del beso, devorando y saboreando todo lo que su lengua encontraba a su paso en la boca ajena, incluso llegando a juguetear con la ajena, se sentía tocar el cielo solo con un beso.
Se lleno del sabor de la menor queriendo tocar y conocer toda la boca contraria, ladeando su rostro para tener mayor comodidad.
Yang-Mi
Las caricias dadas por el mayor eran más que suficientes, estaba en una nube dejándose hacer lo que el contrario quisiera. 
Quería besarlo completamente, quería probar cada centímetro de la piel del mayor, quería seguir sintiendo ese hermoso placer que estaba consumiendo su piel.
Tranquilamente la joven corto aquel eufórico beso, en ningún momento pensó en alejarse de el pero hizo lo primero que se vino a su mente.
— Corazón.
Susurro en el oído contrario, no pudo evitar darle un pequeño mordisco, acto seguido su boca paso a dejar varios besos en el cuello ajeno, la mano que estaba en la espalda del contrario hizo presión en está. Estas eran una nueva experiencia de en ella y le empezaba a gustar cada vez más.
Aaron
Cortando aquel apasionado beso que involucró a lenguas danzantes el mayor inhalo para nivelar el ritmo de su respiración nuevamente. Cada tacto estremecía el cuerpo del mayor, y cada minuto la situación se volvió mas candente.
— Siempre serás mía, te haré sentir bien, te...— Él mayor no terminó su oración pues soltó un leve jadeo cual anunció placer y gozo de aquellos besos situados en el cuello del mayor. Se maldecía a si mismo por no poder controlarse. Pero esta detenimiento cada vez se volvía mas difícil de poder resistir.
Aquella mano situada en la cintura de la menor se aventuró al muslo de la contraria. Él mayor terminó por enderezarse de su posición mientras sostenía en sus brazos a la menor; ahora el se encontraba arriba de la situación.
Yang-Mi
No estaba en contra de que el mayor la tocará su piel, sincerandose a sí misma hacia varios días que quería sentir el tacto del contrato.
Sus ojos nuevamente se encontraron con los del mayor, mirándonos tan con un poco de misterio. Ella no podría describirse pero escuchar aquel jadeo de él hizo que quisiera escucharlo nuevamente.
Las posiciones cambiaron, ahora él se encontraba sobre ella y su respiración aún seguía acelerada, su manos estaban ahora sobre aquellos hombros cerrándose en si sobre el cuello.
Una vez más lo atrajo para hacia su cuerpo, la necesidad de estar lo más cerca posible era inmensa.
Sonió de lado y antes de que esté diga algo junto ambos labios en un beso demandante del cual ahora ella quien exploraba sin pudor cada centímetro de su boca.
Aaron
Entre tanto movimiento que solamente iba comenzando el cabello del mayor ya se encontraba despeinado y su mirada pedía un contacto desesperado con el cuerpo de la menor.
Antes de proseguir la misma contraria lo atrajo hacia ella deseando mas de él. El mayor se encontraba con una de sus rodillas flexionada entre las piernas de la menor para permitirle un movimiento mas fácil; mas fácil para recorrer el camino completo de la piel de la menor, así marcándola como suya.
La mano diestra se encontraba apoyada en la nuca de la menor mientras la zurda recorría la extremidad de aquel muslo tentador; una de las curvas preferidas del mayor en el cuerpo de la ajena.
Sintió aquella lengua traviesa explotando su cavidad bucal,moviéndose de su paladar a unirse nuevamente con la lengua del mayor, cada rincón volvía el momento mas excitante y candente,
Pausó el besó separándose de la ajena. Así se posicionó apoyando su peso en su brazo zurdo y comenzó a bajar lentamente por el rostro de la menor,
Humedeció sus labios lamiendo sus labios con avidez, ¿cómo es aquella bella mujer le permitía explorar mas allá que lo establecido por las reglas de la sociedad?
Sostuvo la mirada con los ojos de la contraria, escondía deseo en ellos. Sin mas pensar, lo hizo, ataco el lóbulo contrario, uniendo sus labios salivando aquella área en particular, inclinó su cabeza dando un leve mordisco que se convirtieron en varios delineando el contorno de aquella curva.
Apoyado en su brazo contrario enterró su boca bajando del lóbulo iniciando con el cuello de la menor.
Planto un beso humedecido del cual no soltó tacto de la piel contraria, su brazo se encontraba envolviendo a la menor para así apegarla mas así mismo.
Succionó con leve fuerza aquella area especifica dejando un chupeton del cual apenas se divisaba su color.Travieso, utilizo su lengua de nuevo para bajar hasta la clavícula mas cercana, delineando aquel cuello en lamidas y besos que dejaron humedecido casi toda fracción de su piel.
—Te quiero hacer sentir bien— Carraspeó en voz grave el joven separando sus belfos unos instantes de la piel ajena para volver a unir en contacto.
Enterró sus labios en la profundidad de aquella fracción de piel, humedeciendo el area y succionando aquella.
Yang
Un hermosos cosquilleo se apoderó de su piel, aún no entendía como la temperatura podía subir cada vez más.
Las caricias del mayor quemaban cada centímetro de su piel, no esperaba para nada que aquel atacará su lóbulo, seguido por cuello.
¡Oh Dios! El había dado en el punto exacto, el deseo creció el doble, su cuerpo no hacía más que dejarse hacer.
Una de sus manos paso a la cabeza del contrario para así atraerlo aún más hacia aquel lugar que poco a poco le hacía perder la cordura.
Si que el mayor sabía que puntos tocar en situaciones como estás.
Mas allá de su propio placer también quería que el disfrutará lo que sea que estaban haciendo. Pero estaba muy sumida en aquellas caricias, en aquellos besos que cada vez le robaban el alma.
La ropa ya empezaba estorbar, necesitaba sentirlo de otra manera, guiada por aquel pensamiento más con sus manos torpes, subió aquella camisa que cubría gran parte de cuerpo del mayor.
— Necesito que te la saques corazón.
Comentó rápidamente, le urgía sentir la piel de aquel a quien amaba, quería sentirlo.
Aaron
Siguió lamiendo con frecuencia aquella especifica profundidad de la clavícula ajena. Eso fue hasta que sintió como unas manos traviesas se situaron en su torso sobre el firme abdomen del mayor.
Terminó con un ligero chupete antes de separar sus belfos de la piel contraria; estos terminaron enrojecidos por la acción realizada en cada centímetro del cuello ajeno.
Su mirada se alzo a la mirada de la ajena ante la tentadora propuesta a la que no se negó ni un segundo.
—Yo te necesito a ti, tu piel, toda tú— Comentó enderezándose de aquella posición. Sus palmas se colocaron sobre las de la joven sintiendo el cálido tacto de las palmad ajenas en su abdomen.
Apretujo con ambas palmas la orilla de aquella polera grisácea, estirando sus brazos hacia arriba para terminar de sacar esta y así su firme torso quedara al desnudo. Tal como su espalda.
Yang-Mi
8Seguramente mañana por la mañana despertaría con aquellas marcas en su cuello, pero no le importaba en absoluto.
Su cuerpo solo se retorcía del placer que estaba recibiendo del contrario, su imaginación estaba por las nubes.
No pensó que la propuesta sugerida iba a cumplirse, pero ahí estaba frente a aquel hombre semi-desnudo.Mordió sus labios al verlo de tal forma tan tentadora, marcaría cada centro de aquella piel sin piedad.
Se incorporó y volvió a unir aquellos labios con los suyos, sus manos lo perdieron tiempo en recorrer la espalda del mayor, la espalda de el, ese lugar la tentaba demasiado.
Definitivamente hoy va ser una noche muy larga y calurosa.
Aaron
Aquel mayor permaneció hincado pero con espalda derecha a la vista de la menor, como si de alguna manera dejara que la menor lo saboreara con la mirada antes de que aquellos labios enrojecidos tocaran su piel
Unas semanas atrás había quedado pendiente una situación particular en el hospital que al parecer de enmendaría el día de hoy.
Al momento de fusionar aquellos labios nuevamente enterró su diestra en el cabello de la joven mientras la otra se apoyaba en el glúteo contrario.
Las manos ajenas se aventuraban en la espalda del mayor dejándose consentir por estas pues, la espalda era uno de los puntos débiles del muchacho.
Yang-Mi
Aquellos besos fueron a parar a aquella piel expuesta, el cuello del mayor pedía a gritos ser marcado o ella solo se imaginaba cosas.
Saboreo aquel sector, succionando y mordiendo a la vez, con tal sutileza que valía la pena volver a realizarlo.
No sé en que momento hizo que el joven girará y callera de espaldas contra el colchón quedando ahora a horcajadas de el.
Soltó una risa y sin decirle nada ella también se sacó su blusa quedando parte de piel expuesta ante los ojos del contrario.
Nuevamente se acercó y rozo aquellos labios tentadores, pero está vez sus besos fueron hacia la clavícula del contrario. Repartió varios besos en el lugar, por el momento no quería dejar marca, pero sus besos iban descendiendo poco a poco.
Aaron
Sintió aquellos labios traviesos dejando mordidas en su cuello tal como dejando leves succiones. El menor soltó un leve jadeo que resonó en el oído de la menor.
—Mhm, sabes los puntos que me encantan— Soltó, soltó ese comentario con una voz picarona y grave.
Apoyo con mas fuerza el cuerpo de la menor. Sin embargo en un movimiento en falso quedo bajo ella, ahora ella siendo la que se encontraba arriba de él.
Quedo boca arriba soportando en él el pedo de la ajena, a su vista periférica admiro como la contraria removió su camisa y así dejando expuesta la parte superior de su cuerpo.
La intimidad del joven se revolvía en aquellos jeans apretujados. Delineó con su mirada cada curva fina y bella admirable a su vista; tanto que explorar y descubrir del cuerpo contrario.
Cerró sus ojos disfrutando los besos húmedos de la menor contra su cuerpo. Enterró su palma diestra en el cabello de la mejor, apegándole mas a su pecho.
Aquel específico lugar hacia que el vientre del mayor exclamara a gritos por contacto de la piel ajena.
—Mhm, no te detengas— Jadeo ahora un poco mas fuerte.
Yang-Mi
Una sonrisa ladina se formó al escucharlo, dio un mordisco sutil en aquel vientre, lentamente volvió a quedar a la altura del mayor, dejando a su vez un beso en aquellos labios.
La joven volvió a incorporarse quedando nuevamente a horcajadas de el, su respiración aún estaba acelerada y su cabello estaba un poco desordenado, con una de sus manos lo acomodó.
Llegó a pensar que estar de eso modo expuesta hacia el mayor le daría un poco de vergüenza, pero fue todo lo contrario.
Su dedo índice dibujo varios garabatos en sobre aquella piel, la joven no quitaba su sonrisa ni su mirada de el.
— ¿Puedes explicarme por qué siento mucho calor corazón? ¿Tu te sientes igual?
Cuestionó pícaramente ante el, quería saber qué estaba pasando por aquella cabecita del mayor. Quería saber saber hasta donde iban a llegar.
Aaron
Él mayor dio un leve brincoteo ante la traviesa mordida en su vientre, justo arriba de los pantalones que cubrían toda la intimidad del mayor, como sus muslos y más. Algo un poco prohibido pero que ante al calor se volvía mas permitido.
Aquella figura curvilínea de una diosa se encontraba a su vista, solamente de el para disfrutar y recorrer cada centrimetro de aquel estomágo, clavículas, colinas... Sin embargo, ¿ a la menor le gustaría llegar mas allá de eso? Optó por eliminar aquellas dudas y disfrutar el momento.
Sus pupilas bajaron desde el cuello de la menor hasta los tirantes de aquella pieza de lenceria que cubrían un detalle secreto del cuerpo de la menor, delineando aquella finas curvas que realizaban la cintura de la menor.
Su diestra acariciaba la mejilla ajena y la otra se posaba en la cintura desnuda de la mejor, dejando leves caricias, dibujando figuras imaginarias y asi sientiendo el calor mas vivo.
─A esto se le llama placer, descubrir uno del otro, recorrer cada centimetro prohibido ajeno...─ no terminó de explicar, comentó incorporandose nuevamente rodeando a la menor entre sus brazos.
Enderezo su torso para nivelarse a la altura de la menor que se encontraba sobre él. Enterró sus labios nuevamente en donde había permanecido; el cuello de la menor. Bajo lentamente dejando suaves succiones humedecidas en su pecho, esquivando aquellas curvas cubiertas por la pieza de lenceria.
Enterro entre el cabello de la menor su mano diestra mientras la contraria sostenia el peso de la ajena desde su cadera reclinandola hacia abajo; así el mayor pudiera recorrer de mejor manera la anatomia ajena.
Aquella mano situada en su cadera bajo picaramente hacia la mezclilla que cubria la zona para el vientre hacia abajo de la mejor, entrando abajo de aquella tela apretada.
Yang-Mi
La joven con lo poco de cordura que tenía pudo entender a lo que se refería "Descubrir uno del otro".
Su cuerpo fue cubierto por aquellos brazos, fuertes y sobre todo protectores.
Sus pensamientos fueron atacados por aquellos besos en la zona del cuello y un gemido se escapó de sus labios, sus ojos solo se cerraron al instante cuando sintió aquel toque caliente.
Cada uno de aquellas succiones en la parte del pecho la hacían querés más, probar aún más.
Sus brazos fueron a parar sobre la ancha espalda que poseía el mayor, lista para dibujar en ella unos arañazos. Tenía esa fantasía de querés arañarle la espalda y no perdería la ocasión.
El joven quería ir más allá al parecer, pues bien no sé opondría. Una de sus manos bajo también por sobre aquel vientre, chocando con el comienzo de aquel pantalón. Muy lentamente siguió bajando y la temperatura en ese sitio subía cada vez más, aquella anatomía del mayor se hizo notar por sobre las telas.
Su mano acarició de arriba hacia abajo, lo más sutil.
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Un ruido proveniente del exterior hizo formar una mueca de molestia en su rostro. Aquella escena se disolvió dando paso a una luz proveniente de la habitación.
¿Que estaba pasando? Se preguntó a si misma. Aaron El mayor ya tenía rato de haberse despertado de aquella larga siesta que tomó junto con la mejor aquella tarde fresca de febrero frente a la fogota de la chimenea situada en la sala que acogía a ambos en un calido ambiente. La menor suiguío dormida por un tiempo indefenido para lo que el joven aprovecho en preparar una rica ensalada de frutas para su dulce consentida; por supuesto, sin manzana ni naranja. Aunque lo raro es que, la contraria musitaba el nombre del mayor continuamente en su sueño. Regreso con el tazón en manos y cubiertos para ambos acomodándolos en la mesita contraria al reclinable. ─Hasta que despiertas perezosa─ comentó extendiendo sus labios, dejando ver sus dientes en una ligera sonrisa ─ ¿Qué soñabas? No dejabas de mencionarme en tú sueño─ pregunto curioso.
Yang-Mi
— ¡Corazón! No recuerdo que fue, ya lo olvidé, pero seguro era algo muy agradable por estabas en mí sueño. La joven se tiró encima de él, dándolo un abrazo gigantesco. Si, había dormido mucho para su gusto y algunos flas venían a su mente, pero no lo entendía. Seguro ya había perdido la cordura de tanto dormir, su sonrisa se agrandó aún más al ver el rostro del mayor, jamás se cansaría de verlo. — He dormido mucho ¿Verdad? ¿De que me perdí?
Aaron
El mayor río ante la reacción de la menor, en verdad aquella pequeña sonriente le volvía loco con tan sólo mirarla. Era una luz radiante que había llegado y no hace mucho habían cumplido un mes de declararse uno al otro. Además, aquel eclipse preciado para aquellos se acercaba, una fecha muy especial para ambos. Rodeó sus brazos alrededor de la diminuta cintura ajena compartiendo un cálido momento juntos. Esperaría por mas tardes así, acompañado de aquella pequeña y dulce traviesa. Tocó con su indíce la diminuta nariz contraria juguetón─ He preparado un rico tazón de frutas para ti, y por supuesto, sin manzana y naranja─ Comentó el joven apuntando hacia la mesita pegada al reclinable todavía envuelto en aquel abrazo.
Yang-Mi
Sus ojos se iluminaron aún más, el mayor la consentía en mil maneras, apretó aún más ese agarre repartiendo varios besos en el rostro que tanto amaba. — Gracias amor, es un lindo detalle de tu parte. Si el fuese un oso de peluche, lo estrujaria en sus brazos de tan solo el amor que le hacía sentir. — Por cierto, feliz primer mes dulzura. Te amo. Comentó muy sonriente mientras acariciaba algunas hebras de cabello del contrario. Este mes había pasado rápido pero tenía muchos recuerdos con el y quería seguir haciéndolos, junto con él.
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y-moonlight-a · 5 years
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장난
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Aaron
─¿Quieres saber? Mi padre no me ha llamado. Desde mi accidente. Nada.
Yang-Mi
─Me lo temía, pero... ¿No lo has llamado tu? No sé ¿Un mensaje? No digo que seas quien le de aviso pero...Es difícil de explicar aveces.
Aaron
─Dakota ya le ha avisado Yang, pero no me extraña.Para ese tipo nunca seré lo suficiente.Nunca lo seré.Nunca lograré que me dedique una sonrisa y me diga, “Aaron, lo hashecho bien.” Y aunque no quiera eso me duele, y mucho.
Perdón, no querras lidiar con mis problemas.
Yang-Mi
─No es eso corazón, pero... Tal vez esperas algo que no va a suceder, algo que es indispensable para ti, pero para el no lo es...Las personas suelen darse cuenta muy tarde de las cosas.Se que quieres a tu Padre, pero... Me gustaría que ya solo te enfoques en ti. Sonará egoísta pero ¿No lo has pensado? ¿No has pensado en dejarlo solo ser? Se que tarde o temprano se dará cuenta del hijo que eres del cual se perdió muchas cosas.
Aaron
─¿Pero que joder hago mal?¿Qué?
Yang-Mi
─No es eso corazón.
─Se lo difícil que es, pero el solo se acercara a ti.
Aaron
─El rompió el último recuerdo de mi mamá antes de su muerte en un pelea que tuvimos.Ese fue la gota que derramo el vaso.Pero bueno, ya, no, no quiero hablar de eso, ¿me pudieras abrazar?
Yang-Mi
─Después de escuchar lo pedido, la joven sonrió un poco acercándose al contrario para envolverlo en sus brazos, no pudo evitar acariciar el pelo ajeno.
— Mis abrazos siempre estarán para ti ¿Si Mí vida?
Aaron
─Él joven dejo soltar una pequeña lágrima. El ni siquiera con sus hermanos solía hablar de estos temas. Todo, todo lo guardaba para él. De alguna manera o otra tuvo que aprender a hacer el fuerte, mas que nada por sus hermanos; ellos necesitaban un guía que los protegiera
Recibió el abrazo de la contraria con gratitud. El joven como respuesta reposo su cabeza en el hombro de la menor mientras entrelazaba una de sus manos con la de ella.
—Gracias, gracias por no irte.— Dijo, finalmente su voz rompiéndose ante el dolor de todo lo que tenía guardado; todavía hacia falta mucho más que decir, pero no venía al caso. No le quería brindar mas problemas a la menor
Después de lo dicho solo se aferro fuertemente al cuerpo de la joven, permaneciendo así.
Yang-Mi
Una sutil sonrisa se escapó de los labios de la menor. Si se sentía preocupada por el mayor y le dolía velo así, pero el día recién comenzaba y no quería que estuvieran tristes el resto de el. 
Así que sonrió, no por ella sino por el, por el sonreía en este momento. De alguna u otra forma quería darle ánimos al mayor. Ya que entendía la situación a la perfección, le ocurría lo mismo con su Padre, peor aún ese camino estaba tomando.
— No agradezcas corazón, debes pagarme, ok eso no.
Bromeo un poco, no dejo de acariciar el cabello del contrario en lo que si otra mano se encontraba entrelazada con la de el. 
— Sabes que puedes hablar conmigo de lo que quieras, te escucharé y luego solo estaré todo el tiempo para ti. 
Lo que la joven dijo, lo decía de verdad, podía ver y sentir el dolor del mayor por ese problema, pero ella sabía que tarde o temprano, en la situación que fuese se arreglaría.
Aaron
No volteó a ver a la joven, sólo permaneció con su mirada fija hacia abajo, tal como si las sábanas lo llamaran o algo por el estilo. Todo era porque no le gustaba que lo vieran llorar.
Después la joven dijo aquella pequeña broma con el propósito de animar al joven, detalle que le hizo soltar una pequeña risa.
Le fascinaba que la contraria acariciara su cabello. Le hacia sentir protegido y le fascinaba como se sentía ese tacto y su continua moción repetida.
—Gracias, Yangie.
Solamente respondió. Ni una palabra mas ni una palabra menos.
Él estaba cansando de tener las esperanzas de arreglar ese problema, pero tampoco podía dejarlo ir, ¿Porqué? ¿Cual era la razón de aferrarse a un posible imposible?
Recostada su cabeza en el hombro ajeno levantó su mirada cruzándose con los ojos de la joven. Seguidamente depositó un beso en la comisura del labio de la joven.
Ahora para aliviar un poco el ambiente triste dijo, con la imagen de ayer.
—¿Quieres comer un plátano el día de hoy?
Sonrió burlón.
Yang-Mi
Aquel beso depositado en la camisura de sus labios la puso un poco nerviosa, podía sentir un sutil calor en sus mejillas, rogaba que estás no tomarán color alguno.
Pero todo eso desaparecio por lo que el joven había dicho.
No pudo evitar no reírse tras aquel comentario, la imagen de ayer se vino rápidamente a su mente, por lo que volvió a causarle gracia.
— Aarón, sabes que no puedo con esa imagen.
Comentó entre risas, era verdad y si fuera por ella la compartiría por todos lados, pero no, está podía servirle para mejores cosas en un futuro.
— Hablando de comer, quiero comer otra cosa.
─Dijo un poco pensativa mientras buscaba en sus pensamientos que comer, su mirada se dirigió al mayor y así como el lo había hecho antes, ella también dejó un beso en la camisura sus labios.
Aaron
24.01.18
—Espero no hagas nada en el futuro contra mí con esa imagen Yangie.Comento riendo ante el comentario de la joven, pero enserio esperaba que no la fuera a compartir.
—Ah, ¿y que quieres comer?
Preguntó divertidamente. Sin embargo, su risa fue interrumpida por un beso en la comisura de sus labios; le fascinaba esa sensación.
Su mano libro subió por la mejilla de la joven tomando ligeramente su barbilla; así los labios de ambos jóvenes fusionándose como hace unos días.
Yang-Mi
Un "Espero no hagas nada en el futuro" le hizo causar más risa pero tratado de disimularlo, por el momento no tenía nada en mente, pero le gustaba divertirse más si era con el con joven.
Le gusaba todo de el y cada vez que despertaba se parecía que se multiplicaban las sensaciones. No espera que sus labios terminaran unidos nuevamente, pero no lo iba a negar.
Subió ambas manos hasta rostro del contrario, tomándolo en si y sólo dejándose llevar por aquel beso.
Aaron
Le encantaba aquella sensación de rozar sus labios con los de la joven, no lo iba a negar. Sin embargo no quería ir tan rápido por obvias razones. Pero sinceramente, eso no importo en aquel momento
Al sentir que las manos de la joven subieron hasta su rostro supo que la joven había aceptado gustosa el beso entre los dos; indicación que le dejo seguir por unos segundos mas.
Llevo su brazo a la cintura de la joven apegándola un poco mas a si mismo sin intenciones de que pasara de ahí. Pues ante todo, el mayor guardaba respeto a la dama. Además , no había prisa; disfrutarían de cada momento en su respectivo tiempo
Ligeramente mordió con sus belfos en labio inferior de la joven.
Yang-Mi
Aquel momento no quería que fuese interrumpido por nadie, le gustaría permanecer así por mucho tiempo, siento un leve mordisco en su labio inferior, lo que la hizo desconcentrar y mirar al mayor sin apartarse aún.
Había recordado la pequeña apuesta que anteriormente habían hecho, no sabía si el mayor lo había tomado enserio pero bueno, ella si, por decirlo de esa manera. 
Se separó unos milímetros, mientras daba pequeñas caricias al rostro del ajeno
— Te gané.
Soltó sin más, muy orgullosa de si misma al ganar, volvió a unir nuevamente ambos labios pero esta vez fue solo un beso rápido pero un poco profundo.
Aaron
Disfruto de aquella moción de labios mientras aquella duro lo que tenía que durar. Aún así, le encantaba sinceramente. Pero de alguna manera lo escondía, disimuladamente.
Sintió la mirada de la joven en él al momento del leve mordisco y solo sonrió mientras mantenía sus labios unidos a los de ella.
Al momento que la joven separo sus labios del mayor hizo un puchero.
—Que injusta eres.
Dijo jugando con una sonrisa picaresca, pero antes de decir algo más recibió otro beso de la joven rápido pero profundo.
—Ah, no seas así.
Yang-Mi
— Me gusta ser así. 
De hecho creo que me encanta. 
Comentó sin quitar su sonrisa, hace poco había descubierto eso en ella, las sensaciones era muy buenas pero le gustaba dejar "algo más" por así decirlo, más allá le gustaba jugar.
Nuevamente como si dependiera de ello su vista se posó en el cuello del mayor y antes de que esté dijiese algo, ya había dejado un beso similar en el.
— Bueno ¿Que quieres comer corazón?
Se hizo la desentendida del tema como si nada hubiera pasado.
Aaron
Seguía posando su mano en la mejilla de la mejor aún así esta ya se había separado del ósculo bello y tentador.
—Pues a mí me torturas siendo así Yangie.
Dijo dando una mirada fugas de reojo a los labios de la joven de nuevo. Ah, si que disfrutaba aquella unión. Esa sensación de desear un poco más de lo que le otorgaba la joven era tentadora. Muy tentadora.
Se separo de él finalmente, antes dejando otro beso en el cuello del mayor. Eso en verdad no era bueno pues, él cuello era uno de sus puntos verdaderamente débiles sin mas.
Después se separó y pregunto al joven que quería de comer.
Pero se desentendió un poco al ver cómo abandonó el tema pasado tan fácilmente. Pero solamente decidió seguirle la corriente.
—Enserio tengo ganas de comida como italiana, ¿sabes?
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y-moonlight-a · 5 years
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𝒮𝒶𝒹𝓃𝑒𝓈𝓈
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19 de enero del 2018 Yang
─¿Aún quieres perder el tiempo conmigo después de esto?Solo quería estar acurrucada a ti.
Aaron
Si estar contigo es perder el tiempo entonces perdamos todo el tiempo del mundo.
Yang
─Pero pasó eso del medicamento y no supe reaccionar.No quiero perderte, ya no. No me puedo imaginar sin ti, eres una brillante luz que llegó a mí vida cuando estaba siendo consumida por la oscuridad, quiero ser mejor por mí y ti. Pero no me abandones, no lo soportaría
.Poco a poco sus ojos empezaron a cristalizarse transformándose así en lágrimas, ella sabía que no era el momento ni el lugar, pero ya no aguantaba más. Con sus propias manos limpiaba sus lágrimas pero no podia con tantas que estaban saliendo.
— Creo... Creo... D- Debes descansar.
Aaron
Él mayor miraba fijamente el piso, sus ojos cubiertos por las hebras largas de su cabello. Callado ante las palabras de la joven, escuchaba una tras una.
Era terrible sentirse así, el ya lo había pasado. Pero acostumbraba a guardar todo para si mismo, detalles que se acumularon el día de la boda provocando aquel accidente que casi lo llevo a su muerte. El mayor levanto su mirada, ojos ardientes ante el llanto de la menor. Que haría por pararse e ir a abrazarle, todo, aunque no debería, lo hizo. Recargo su brazo derecho en la silla, flexiono su músculo y con gran fuerza y un balance proporcionado por su mismo cuerpo encontró equilibrio. Aquel yeso ubicado en su pierna era extremadamente incomodo. Se apoyo en la orilla de la camilla, cojeando un poco de lado. —No lo haré. Dijo enderezándose de aquella posición, recargando su peso en la joven al momento de aquel abrazo. Apego a la contraria a su cálido cuerpo, poso su brazo derecho alrededor de su cintura y el contrario lo llevo a la mejilla derecha de la menor. —¿No te dejare ir? ¿Comprendes? Déjalo salir, expulsa todo eso que te hace daño. Dijo tomando a la joven fuertemente entre sus firmes brazos, envolviéndola en un seguro lugar.Sumida en su propia tristeza, no se dio cuenta de el mayor se había levantada de su lugar. 
Yang
Su mente volvió en si cuando sintió ese cálido calor que la estaba envolviendo. Su corazón era el principal doliente y sus lágrimas no paraba de salir, lo necesitaba, necesitaba un abrazo de esa manera que sin dudarlo sé apego a él para así tratar de apaciguar su dolor por el momento. Venía varios días en los cuales no había pensado en nada más que solo en la compañía de una persona que se tornaba cada vez importante. Pero esto es traicionero y ella lo sabía, por tal motivo se iría el día de mañana por un rato, solo a descargarse. — Yo... No, a-aún... No podía formar palabra alguna entre su llanto, la respiración se tornó más rápida y las lágrimas no ayudaban. Su voz se perdía en altos y bajos, simplemente no le salía. Sollozo varias veces más, tomando mucho aire en sus pulmones para que así el joven entendería un poco. — No puedo. Aquella frase se oía tan pequeña y frágil, pero reflejaba lo que ella sentía aún no podía soltar ese nudo que tenía en su garganta, no podía soltar aquel dolor inmenso que le quitaba el sueño. No dejo de estar apegada al pecho del mayor que hasta ahora era su único reconfortante, siempre debía tragar sus lágrimas y nunca había llorado delante de nadie.
Aaron
Cada sollozo de su querida le partía el corazón como miles de filos. Tal como él solía sentirse con su padre, ese terrible ser que solo buscaba el interés del negocio y nunca de sus hijos, pero eso no importaba. Ella era lo que importaba ahora. Por cada sollozo sentía las lagrimas húmedas en su vestimenta de hospital. El joven llevo su mano diestra a la barbilla de la joven y levanto ligeramente su cara, para así mirarla directamente a los ojos. —Yang, escúchame. Yo no soy tu padre, no soy el personal de tú casa que nunca se han tomado el tiempo de escucharte. Soy yo, tu pañuelo de lagrimas, tú compañero en las buenas y en las malas. Pauso un momento, mirando profundamente aquellos ojos llenos de mares que nunca habían sido liberados a la naturaleza, el desahogo natural del ser humano. —Yo soy Aaron, tu compañero que siempre estará para escucharte. Tu tienes lo mejor de mí, por siempre, así que desahógate corazón, saca todo eso que tienes dentro.Sus cristalizados ojos no podían ver aquel rostro como lo veía siempre, está vez su visión se tornó un poco nublada por los sollozos. Levantó sus propias manos para así limpiar las lágrimas que salían nuevamente. 
Yang
Su mente y corazón solo lo escucharon a él. Él estaba ahí, enfrente de ella con un semblante de preocupacion. Podía observar que también le estaba afectando y era eso lo último que quería. Cubrió sus ojos con una de sus manos, tratando de poder calmarse asi misma y poder hablar. Había aprendido con el tiempo en calmarse rápidamente, al segundo salir afuera y sonreír como si nada hubiera ocurrido. 
Observó a su alrededor, cayendo en cuenta en donde se encontraba, su corazón aún no paraba de doler y por más loco que le sonará las palabras que dijo el mayor la habían reconfortado. No le interesaba absolutamente nada sobre los sirvientes ni nada, solo estaba preocupada por como las cosas habían sucedido en un pasado lejano y como las cosas podían tornarse en su vida. Un poco más calmada, pero aún una que otra lágrima se escapaba. Su vista se fijó en la mano del mayor y por propio instinto las la entrelazó con una de ellas. — ¿Sabes? Mí madre falleció el día de mí cumpleaños, ese día cumplía 14 años. Y-yo... Umh, no recuerdo del todo en como sucedió, solo se que mí mundo se paró en ese instante. Tiempo después, por alguna extraña razón mí Padre no podía verme. Y-Yo en verdad lo extrañaba. Nuevamente las lágrimas salían de sus ojos, no pudo evitar bajar la cabeza, nunca había hablado de este tema y era un poco difícil. — Luego fui a parar a Francia. Así sin más me encontraba en un País extraño. Si no fuese por mí Tía no se cómo hubiera estado ahora. Ella realmente me ayudó a distraerme, pero las veces que quería hablar con mí Padre ella me decía que no se podía. Con el tiempo me olvidé de ello y solo me propuse terminar los estudios. Pensaba que pasaría toda mí vida allí, pero no fue así. Poco antes de la Navidad anterior a esta, ya me encontraba directo en mí casa. Si supieras agonía apenas la puse un pie. Todo, todo estaba igual a como lo recordaba, el aroma, las pinturas, todo. Pero se sentía fría y desolada, jamás vi una prisión pero fue eso lo primero que se me vino a la mente. Levantó su rostro y miro al mayor. Lo siguiente no era nada bueno, no era agradable para ella. Puesto que se había asustado aquel día
— Todo marchaba bien a la semana, según me habían informado mí Padre vendría a verme, solo me pareció un poco extraño que la seguridad se hubiera duplicado. La charla con el fue muy corta y certera, no quería que salga sin custodios y tendría que mantenerlo al tanto si quisiera salir.Pasó un tiempo y me di cuenta que el no se quedaba en casa, no al instante su cambio total. El no era como lo recordaba. Noteque el cuarto que les pertenecía a él y a mí Madre estaba cerrado bajo llave. Por lo que en una de esas tantas noches, decidí salir... No sé porque, solo salí y en verdad me arrepiento. Me entró curiosidad y quise ir a la habitación de mí Madre porque para mí no era extraño. De verdad, creas que estoy loca y esas cosas pero ahí... Había una mujer y estaba llorando. Me miró y no pude ver su rostro por lo que me asusté y salí corriendo a mí habitación. La joven cubrió su rostro con ambas manos, nuevamente se puso a llorar con el hecho de solo recordar aquella noche.
Aaron
La menor no dirigía la mirada al joven como costumbre, aquellos bellos ojos sólo se veían enrojecidos por la gran cantidad de lagrimas escapándose de aquellos orbes. Separo su semblante un poco para darle a la menor espacio para respirar y recuperar su voz. Seguidamente comenzó a hablar sobre su pasado y él mayor escuchó atentamente cada palabra de aquella historia que tenía que decir la joven con respecto a su pasado. Después de algunos minutos de platica y atención atentan a la contraria apreció como sus lagrimas comenzaban a aparecer de nuevo. La expresión del joven dibujaba preocupación por la persona frente a él. —Te creo Yang. Solamente dijo el joven. Subió ambas de sus manos hacia las de la joven, tomando cada una de sus manos y apartándolas de aquel bello rostro que escondía miles de tormentos finalmente liberados. Bajo las manos de la joven a sus costados. Seguidamente volvió a acariciar ambas mejillas removiendo las lagrimas húmedas de estas. —Sea lo que haya pasado, lo que pase, lo que pasará , no te dejaré sola. Eres mi mundo, ¿entiendes? Yo estoy para ti, siempre lo estaré . El joven dijo en un un susurro donde se apreciaba la resaga triste de su voz.La joven sabía en su interior que aquello no era todo, pero decidió ya callar, había dicho mucho y aquel joven necesitaba descansar. 
Yang
Sintió como el joven tomaba su rostro y limpiaba sus lágrimas, lo único que pudo hacer es dar un gran suspiro y cerrar ambos ojos tras el tacto. — Lo sé... Continúo la joven, lo sabía perfectamente el siempre se lo decía, hasta lo tenía grabado en su corazón. — En otra ocasión te contaré el resto. Ahora debes descansar mí vida. Ve y descansa.
Aaron
—No.
Dijo firmemente el joven con ojos amenazantes dirigidos a la mirada de la menor. —Mi descanso será hasta que tú te sientas en paz. Y no me dormiré hasta que así sea esta noche Yang. Firmemente y sin ninguna otra opción dijo a la joven. Quería conocer su pasado y su presente, sus pensamientos, miedos, y tristezas para apoyarla. Él mayor también creció bajo la presión de su padre, lo importante siempre fue el maldito oficio petrolero, nunca fue el bien estar de él o sus hermanos. Creció acompañado de sus hermanos, pero solo alrededor de alguien a quien le pudiera contar sus problemas. Por eso quería ser el hombro de aquella joven, su apoyo, su recline.
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y-moonlight-a · 5 years
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Little Talks
19 de enero del 2018
Yang-Mi
Aquella joven se sentía muy a gusto entre los brazos ajenos, cerró sus ojos y dio un leve suspiro.
— Perdón si te canso, tú estás recuperándote y yo aquí.
Tomó la mano ajena la cual acariciaba su rostro, las entrelazó entre sí.
─ Ay
Me quedaré contigo otra noche más...
Aaron
—Quédate las noches que quieras... No me molestaría para nada repetir aquel momento de nuevo, ¿sabes?
Entrelazo sus dedos junto con los de la contraria. Sentía el agradable calor del cuerpo de la joven apegado al de él. Abrazos tan sinceros, tan exquisitos y sinceros que no se encontraban ya mucho en estos tiempos.
Yang-Mi
Sonrió con gusto, el recuerdo de anoche aún estaba tan claro como el agua que parecía nunca querer abandonar su mente.
— A mí menos, me gustaría repetirlo incontables de veces. Y si quieres mejor.
Lo último fue con un poco de timidez si bien había asimismo lo de anoche no podía evitar el sonrojo en sus mejillas.
Aaron
Aquella propuesta sonaba tentadora, no me importaría repetir aquel beso miles de veces, pero prefería que el siguiente fuera lo mas especial, pues sucedería algo que la joven ansiaba muchísimo.
—Sabías que, ¿habra un eclipse el 15 de febrero?
Le pregunto a la joven.
Yang-Mi
— ¿Un eclipse? ¿Estas seguro de ello?
No, no sabía.
¿Podemos ir a verlo? Que emoción, pero debemos llevar gafas de sol.El sueño se le había ido un poco al escuchar sobre ese tema, pues recordó que una vez habían quedado en ver ese acontecimiento, ya estaba emocionada /.
Aaron
—Estoy segurísimo. Además, esto me da mas tiempo recuperarme y así verlo juntos, ¿no sería fascinante?
Preguntó el joven emocionado ante su propuesta pues casi desde que conocía a la joven era una salida de la que ya se había hablado.
Tumblr media
Yang-Mi
— Todo sería fascinante historia si estás conmigo corazón.
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