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Se iba. Por primera vez en su vida como asesina había dejado escapar a su objetivo.
Sintió cómo la sangre le hervía, reclamando la de Maul. Y en cambio tenia a... ella, una simple aprendiz. La culpable de que tuviera que aguardar a una segunda e imperdonable oportunidad.
Chasqueó la lengua con claro desprecio y le tendió el frasco que guardaba cerca de sus cuchillos. Al menos disfrutaría de su lenta recuperación, no había añadido que quizás llegara a desear haber muerto. Al fin y al cabo, cuando una herida sana, duele.
La observó unos segundos beber del frasco, sus cabellos dorados caían como cascadas reclamando besar el suelo. Pronto descubrió que esa llamada pasaba a anhelar hacer lo mismo con sus labios.
Obligándose a dejar a un lado esos pensamientos, se volvió hacia el hangar completamente vacío, no quedaba ni una sola nave.
Estaban solas.
S.W: Sith’s Legacy
xandara-rp:
Su cabello dorado caía alrededor del rostro, mientras pequeños ríos de sangre le recorrían el cuello. No existía mejor imagen para representar los pocos minutos de vida que el veneno ya estaba agotando.
Al escuchar su pregunta, Xandara curvó los labios en una sonrisa:
-Si quieres saberlo… y vivir, desátame.
Podía estar orgullosa de muchas cosas en su trabajo como asesina, pero una de las que más dignas de presumir era en la preparación de venenos. Bastó una fugaz mirada al maestro de la rubita para que este conociera las verdad.
Su respiración disminuía a cada segundo agonizante que pasaba, lento, como el sufrimiento por el que pasaría si no hacía lo que la asesina le ordenaba. Pero ella sólo admitía órdenes de su maestro y sólo le falta una simple mirada al Zobrak para verle asentir con la cabeza. Entonces, con la poca Fuerza que le quedaba en su interior liberó el mecanismo de su tobillo.
A la vez que la puerta de la nave se cerraba y Maul ya no estaba al alcance de ninguna. Kleira río maliciosamente con una mano aún en el cuello, notando su cálida sangre corriendo por sus dedos.
“Has dicho que te desate. Cumple tu palabra.” Murmuró viendo como la nave despegaba de su escondite.
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Su cabello dorado caía alrededor del rostro, mientras pequeños ríos de sangre le recorrían el cuello. No existía mejor imagen para representar los pocos minutos de vida que el veneno ya estaba agotando.
Al escuchar su pregunta, Xandara curvó los labios en una sonrisa:
-Si quieres saberlo... y vivir, desátame.
Podía estar orgullosa de muchas cosas en su trabajo como asesina, pero una de las que más dignas de presumir era en la preparación de venenos. Bastó una fugaz mirada al maestro de la rubita para que este conociera las verdad.
S.W: Sith’s Legacy
xandara-rp:
¡Había estado a punto de conseguirlo! Pero una fuerza consiguió hacerle perder el equilibrio y caer, seguido de un terrible dolor en el tobillo.
Golpeó el suelo con fuerza al mismo tiempo que un gruñido despertaba en su garganta. Sin embargo, al alzar la vista, se encontró con la mirada de Maul.
Sabía el motivo por el cual estaba allí, ya que sólo ella respondía a la llamada de su maestro en misiones tan “delicadas”, y tan solo le bastó mirarla para comprender todo.
Y ahora su presa seguía viva, dándole la espalda y entrando en la única nave que se encontraba en el hangar. A su espalda le parece escuchar un grito, pero lo ignora mientras intenta con todas sus fuerzas deshacerse del maldito metal. Maul se estaba escapando.
Kleira rió satisfecha al ver a su enemiga en el suelo y sin poder moverse, posiblemente con un dolor insufrible en el tobillo derecho. Al parecer su nuevo juguetito era mejor de lo que pensaba. Levantó la mirada seguido de su cuerpo y sus ojos amarillos se posaron en los de su Maestro, quién asintió con la cabeza antes de girarse y partir con su nave. ¿A dónde? Ya llegaría el momento de saberlo, por ese momento, Kleira sólo necesitaba recuperar la respiración y saber qué narices ha entrado en su sangre.
La rubia paró con la mano a uno de sus guardias y levantó su espada, haciendo contacto con la barbilla de la morena para levantar su cabeza y que la mirara a la cara. ¿Qué me has hecho?
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London has gone into mourning. It’s a city of tears.
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¡Había estado a punto de conseguirlo! Pero una fuerza consiguió hacerle perder el equilibrio y caer, seguido de un terrible dolor en el tobillo.
Golpeó el suelo con fuerza al mismo tiempo que un gruñido despertaba en su garganta. Sin embargo, al alzar la vista, se encontró con la mirada de Maul.
Sabía el motivo por el cual estaba allí, ya que sólo ella respondía a la llamada de su maestro en misiones tan “delicadas”, y tan solo le bastó mirarla para comprender todo.
Y ahora su presa seguía viva, dándole la espalda y entrando en la única nave que se encontraba en el hangar. A su espalda le parece escuchar un grito, pero lo ignora mientras intenta con todas sus fuerzas deshacerse del maldito metal. Maul se estaba escapando.
S.W: Sith’s Legacy
xandara-rp:
Sintió el calor de la espada en su cuello y su respiración cortarse en cuanto cayó en el suelo. Las espadas se deslizaron de entre sus manos, siendo imposible recuperalas. Por lo que para su vergüenza, estaba prácticamente desarmada.
Empezaba a perder la paciencia con aquel juego. Ella no la conocía y no tenía ni idea de lo que era capaz de hacer. Así pues, no lo dudó ni un segundo, a pesar de las pocas probabilidades que tenía de salir viva, era mejor que una muerte certera… En sus manos.
Y siempre había estado orgullosa de sus uñas.
Sin apartar la vista de sus ojos, se acercó lentamente, logrando que la espada le rozara parte de la clavícula, para acto seguido arañarle el cuello. Tenía unos segundos antes de que el veneno comenzara a tener efecto en la rubita y poder así llegar hasta Maul.
Su mano derecha fue directa a su cuello por inercia propia en cuanto notó las uñas de su rival clavándose en su cuello por un instante. Iba a salir corriendo tras ella en cuanto la morena se levantó pero un picor incontrolable y la sensación de asfixia provocó que sus movimientos parasen de golpe.
Alzó sus ojos y miró a su Maestro, quién únicamente asintió con la cabeza mirándola con sus ojos amarillos. Sabía lo que tenía qué hacer, pero no sabía el final de la historia. Simplemente, con la fuerza que le quedaba tras el veneno absorbiendo su energía, lanzó su arma a la chica. Atrapando sus tobillos y obligando a que el metal se quedara anclado al suelo, al igual que ella.
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Sintió el calor de la espada en su cuello y su respiración cortarse en cuanto cayó en el suelo. Las espadas se deslizaron de entre sus manos, siendo imposible recuperalas. Por lo que para su vergüenza, estaba prácticamente desarmada.
Empezaba a perder la paciencia con aquel juego. Ella no la conocía y no tenía ni idea de lo que era capaz de hacer. Así pues, no lo dudó ni un segundo, a pesar de las pocas probabilidades que tenía de salir viva, era mejor que una muerte certera... En sus manos.
Y siempre había estado orgullosa de sus uñas.
Sin apartar la vista de sus ojos, se acercó lentamente, logrando que la espada le rozara parte de la clavícula, para acto seguido arañarle el cuello. Tenía unos segundos antes de que el veneno comenzara a tener efecto en la rubita y poder así llegar hasta Maul.
S.W: Sith’s Legacy
xandara-rp:
No pudo evitar reírse, llevándose la mano a la zona donde la había golpeado.
Eso le ocurría por bajar la guardia tras descubrir por fin su rostro, oculto bajo la capucha.
Lo que la hizo desear divertirse un poco. Haciendo algo que sin duda lograría alterar ese rostro tan perfecto.
Y sin pensárselo dos veces, avanzó esquivando los rápidos ataques de sus espadas, sin desviar la vista de su objetivo… Y cuando de nuevo alcanzó su rostro, miró de reojo a Maul, antes de sacar la lengua y recorrer, desde su barbilla, pasando por sus rosados labios ligeramente abiertos por la sorpresa, hasta la punta de su nariz.
Su maestro la instaba a no jugar con sus presas, pero con quien ella jugaba era con su comida.
Aprovechando la confusión, alzó la rodilla para impactarla con sus costillas, mientras le susurra en el oído.
“No lo haría… si hubiera capacidades que subestimar”
A Kleira se le enganchó el aliento en cuanto notó la cercanía de la asesina, sus ojos abriéndose en cuanto se atrevió a tocarla, como si estuviera jugando con ella, pero por desgracia fue distracción suficiente como para que le diera un rodillazo en las costillas, lo que hizo que se doblara en sí misma agarrándose el estómago.
Cogió aire, intentando recuperar el aliento a la vez que se enfurecía. Por muy buena asesina que fuese, Maul la había entrenado bien. No tenía por qué perder una pelea así. Y menos tan fácilmente. Sería humillante. Entonces cayó en la cuenta de lo que su Maestro intentaba hacer, y ella juró lealtad cuando la adoptó y la hizo su Aprendiz. No le iba a fallar ahora.
“A lo mejor no eres tan inteligente como tú crees…” Murmuró y de una patada la desestabilizó provocando que cayera al suelo, su espada láser haciendo contacto enseguida con su cuello, amenazándola.
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No pudo evitar reírse, llevándose la mano a la zona donde la había golpeado.
Eso le ocurría por bajar la guardia tras descubrir por fin su rostro, oculto bajo la capucha.
Lo que la hizo desear divertirse un poco. Haciendo algo que sin duda lograría alterar ese rostro tan perfecto.
Y sin pensárselo dos veces, avanzó esquivando los rápidos ataques de sus espadas, sin desviar la vista de su objetivo... Y cuando de nuevo alcanzó su rostro, miró de reojo a Maul, antes de sacar la lengua y recorrer, desde su barbilla, pasando por sus rosados labios ligeramente abiertos por la sorpresa, hasta la punta de su nariz.
Su maestro la instaba a no jugar con sus presas, pero con quien ella jugaba era con su comida.
Aprovechando la confusión, alzó la rodilla para impactarla con sus costillas, mientras le susurra en el oído.
“No lo haría... si hubiera capacidades que subestimar”
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xandara-rp:
“Nada”. Siseó
¿Qué podía decir? Era una romántica.
Se acerca unos centímetros, sin temor a sentir la espada láser, y entonces sonríe, no había nada que la entretuviera más que una buena pelea.
Que pena que descuidara sus piernas.
Xandara no duda en golpearlas, consiguiendo que ésta perdiera el equilibrio durante unos segundos, los mismos que utilizó para colocarse tras ella, utilizando su cuerpo y la espada que situó frente a su garganta, para inmovilizarla.
“Esto empieza a aburrirme Maul, acabemos de una vez”
Kleira alzó la cabeza para evitar el contacto directo con la afilada espada rozando su garganta. Un ligero movimiento mal hecho y estaría desangrándose en el suelo. Por eso mismo tenía que ser muy cautelosa. Pero no había llegado tan lejos para morir así, de una forma tan… ridícula. Logró zafarse tras propinarle un buen golpe en las costillas, desiquilibrando a la asesina Sith como si de una principiante se tratara.
Escuchó a su maestro responder a la desconocida con un simple “No subestimes mis capacidades.” Claramente refiriéndose a su entrenamiento y en cuestión de milésimas estaba contraatacando de nuevo, con mucha más fuerza que antes.
“Ni las mías.”
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