blondeprincxss:

Colocó los ojos en blanco, estaba a punto de armar un escándalo dentro del campamento, justo en ese preciso momento. Sin embargo, la poca cordura que le quedaba, le hizo ver que aquello únicamente le restaría más puntos de los que ya había perdido por su comportamiento tan infantil y orgulloso. Llenó sus pulmones de aire y decidió guardar la calma, sacándolo lentamente por en medio de sus labios, como solía hacerlo continuamente en sus clases de yoga. Aquello sirvió para tranquilizarla un poco, no obstante, el hecho de que la fémina le arrebatará el cigarrillo de su mano, la sacó nuevamente de control y no pudo evitar soltar las primeras palabras que le vinieron a la mente después de que sus oídos escucharan la voz ajena. ❛ Lo comprendo y por ello, lo utilizo con usted. ❜ Replicó elevando el tono de su voz y chasqueó la lengua. ❛ ¿Y a acaso a usted le importa mi salud? ¡No iré a ninguna parte con usted! ¡Se supone que estamos en este lugar para ser tratados como personas, no como delincuentes! ❜

“Por favor” bufó al tiempo que rodaba los ojos, le parecía increíble la reacción que la rubia tuvo con ella. Era de esperarse que no todos se tomasen bien el hecho de estar encerrados, pero tampoco era la idea que se comportaran así de caprichosos e inmaduros. “Veamos ¿En qué momento te traté como delincuente?” su tono de voz se mantenía sereno, después de todo mantener la calma era lo primordial a la hora de lidiar con gente como la que tenía en frente. “Me estoy preocupando por ti, si no te viera como persona probablemente te hubiese agarrado del brazo y arrastrado a la fuerza cual saco de papas sin siquiera hablarte. Bájale al tonito, que quiero creer que somos dos personas grandes como para montar escenas” soltó directa. “Estás en una especie de reformatorio, agradece que terminaste aquí y no en una cárcel real porque oí que allí las muchachas bonitas la pasan bastante mal ¿Ahora me seguirás hasta tu cabaña?” volvió a repetir su orden anterior. 

blondeprincxss:

           ♛ Detestaba desde lo más profundo de su ser estar encerrada injustamente, había cometido algunas faltas y lo sabía, pero eran simplezas que los jóvenes suelen realizar sin pensar en las consecuencias. Sin embargo, un homicidio ya era un asunto más serio, había tratado de proteger a quien más quería cerrando la boca y el precio que tenía que pagar por ello, era nada más y nada menos que su libertad. Maldijo dentro de su cabeza cuando la voz femenina llegó a sus oídos, le parecía tonto que justo cuando había comenzado a fumar, la captarán. ❛ Si le soy sincera, no me interesan los puntos en lo más mínimo. ❜ Replicó mientras elevaba la cabeza para que sus orbes fueran capaces de encontrarse con las ajenas y se encogió de hombros. ❛ Y qué ironía, ¿cree que si fuera niña buena estaría aquí?, evidentemente no. ❜ La rubia no solía comportarse de tal forma, pero todas esas emociones que se encontraban encerradas dentro de su organismo, estaban acabando con la poca cordura que le quedaba.

“Evidentemente alguien aquí no comprende el sarcasmo tampoco” niños buenos sería la última frase que usaría para calificar a los reclusos que ahora residían en aquel campamento, al menos no como primera impresión después de todo, cada uno de ellos tenían historias detrás, un peso sobre los hombros que ella desconocía. La rusa se acercó aún más y con un rápido movimiento le arrebató el cigarro que tenía en su mano. “Eres demasiado joven para andar fumando estas cosas, es difícil dejarlo luego cuando ya es tarde” chasqueó la lengua con claro disgusto, estaba más que acostumbrada al humo del cigarro al haber crecido en una casa llena de fumadores mas eso no significaba que le gustase. “Andando, te acompañaré de nuevo a tu cabaña. No me pongas la situación difícil, ¿vale? Intento de niña mala o no, no puedes estar aquí, ya hablaremos de los puntos cuando luego.”

sashaspinoza:

Sus ojos se entrecerraron levemente, como si cada palabra pronunciada por la rubia lograra oprimir un interruptor que de forma progresiva hacía aparecer una mueca diferente en el rostro de la cubana, “¿nada?” quiso asegurarse. Sasha siempre había tenido problemas con respetar las más simples normas porque se rendía ante la idea de tener que acatar órdenes de superiores, siendo su madre la única con el poder de callarla en cualquier tipo de situación. “Quédese tranquila que soy de poco dormir, unos veinte minutos tendida con la panza hacia arriba y los ojos en el cielo no me van a arrebatar energía al siguiente día”.

“Pues como ya he dicho, nada de eso importa. Si a las once y un minuto te atrapan dando vueltas por ahí, sólo tendrás problemas por más que seas de poco dormir. Yo que tú no perdería de vista los beneficios de acumular puntos” se encogió de hombros, sabiendo que ser directa era su mejor opción. No había esperado que los campistas allí fueran buenos respetando reglas, ya tenía la idea más que clara en su mente, sin embargo creía en ese sistema de premios para cambiar un poco la situación a su favor. “Puedes mirar las estrellas tumbada boca arriba desde tu cabaña, estoy más que segura que los albañiles pusieron una ventana allí. Ya sabes, esos huecos con vidrios que tienen las construcciones para poder ver el exterior, ¿te suenan?” finalizó con una sardónica sonrisa. 

justbutch:

Siguió en su posición, con los brazos cruzados sobre el pecho, observando a la Instructora a la distancia y sonrió. “Eso es lo que probablemente debería estar haciendo” aceptó. “Pero acabo de revisar al último grupo y solo se quejaban de como eran tratados como esclavos”.“Creo que si los verdaderos esclavo lo escucharan, se sentirían ofendidos” añadió en un suspiro, obviamente con tintes bromistas. “¿Está bueno el té? Parece que sí. ”

“Vaya, me pregunto si saben hacer algo más que quejarse de algo en los que se metieron solitos... además, ni que estuviesen en Guantánamo o Alcatraz” negó levemente con su cabeza, obviamente exagerando con la comparación entre las instituciones ya que poco tenían que ver una con la otra. Ladeando la cabeza a un lado, posó sus orbes por un segundo en la taza que sostenía y luego volvió a mirara al guardia “¿Huh? Pues sí, no hay nada mejor que un té para relajarse ¿Quieres que te prepare uno? Todavía debe quedar agua caliente” ofreció sin problema alguno. 

crispymaia:

Al escuchar su respuesta negó en repetidas ocasiones, entendía perfectamente que la situación en la que se encontraban no era la correcta, sin embargo, todos parecían estar concentrados en detestar todo a su alrededor. “Debo usar la ropa que me proporcione el campamento” Recitó parándose completamente derecha y dejando ver su fino perfil. “Lo suficiente, no veo nada de malo en divertirme por una ocasión cuando a la mañana siguiente deba regresar a la patética realidad que nos proporciona todo esto y por ende no planeó arruinar la poca libertad que aun tengo”.

“Bueno, oye, siempre puedes regresar a la prisión si la poca libertad que aquí tienes no te hes suficiente. Nadie te obliga a cumplir tu sentencia aquí, ya sabes, esa patética realidad en la que estás te la buscaste sola” la actitud y el porte de la contraria le recordaba en parte a una princesa auto-declarada, sabiendo desde ese momento que lidiar con ella sería como tratar con una especie de malcriada (aunque esperaba equivocarse). 

adrixnmax:

          A unos minutos del toque de queda, la noche de Adrian comenzaba, sabiendo que bajo aquellas estrellas no encontraría sueño alguno, hasta que uno de sus compañeros tomara su puesto, cuando el sol comenzara a salir entre los árboles. Muchos llamarían a aquel trabajo una tortura, pues aunque pasar la noche en vela con un libro en el regazo o un celular entre los dedos era placentero, todo cambiaba cuando había un trabajo real de por medio. Sin embargo, el inglés siempre había encontrado aquellas horas “perfectas” todo sumergido en un perfecto silencio, una perfecta paz que rodeaba la noche y su deber, era mantener aquel inmaculado ambiente y quizá fue por eso que reaccionó sin pensarlo al ver una figura ante él, sin darse el tiempo de diferenciar entre campistas, instructores o colegas “Creo que ya es algo tarde para andar caminando por aquí” Un tono calmado, temiendo romper la paz que rodeaba su cuerpo por cualquier tontería “¿Necesitas algo?” 

La tenue luz de las farolas a los costados del camino del campamento era lo único que iluminaban el recorrido que la blonda recorría, preocupándole poco el hecho de que el toque de queda estuviese por ponerse en marcha. Después de todo, estaba segura que como instructora podía permitirse ir a su cabaña unos minutos más tardes aún cuando no era el mejor ejemplo “¿Debo necesitar algo para dar una vuelta por los al rededores acaso?” cuestionó de vuelta al que parecía ser un guardia ya que no poseía la vestimenta propia de un recluso, alzando levemente una de sus cejas. “Sólo iba al comedor, olvidé algo importante allí” 

jessvxnce:

A esa hora de la tarde aún se podía observar una gran actividad por el campamento. El sol se escondía perezosamente entre los árboles, haciendo que varios rayos de sol pasaran entre ellos, lo suficiente como para iluminar todo el terreno. El turno aún no había terminado para desgracia de Jessica. Dos horas eran el turno restante para acabarlo y ya le costaba hacer grandes esfuerzos. Era entendible que su estado fuera aquel. Todos estaban así los primeros días hasta que lograran acostumbrarse a todo aquello. Soñaba con el agua caliente de la ducha cayendo por su piel, proporcionándole un alivio inmediato. Mas por ahora aquello era un deseo más que un hecho. Decidió parar a descansar un rato en algún sitio cercano. Por unos cuantos minutos no pasaría nada, ¿verdad? Encontró un banco y una mesa: eran perfectos para llevar a cabo su objetivo. Se sentó, apoyando la cabeza boca bajo en la mesa de madera oscura y con los brazos alrededor de esta, anhelando un poco de paz y tranquilidad. Para cuando ya iba entrando en un estado intermedio de sueño, oyó unos pasos muy cerca y levantó la cabeza, fijando su vista en la nueva figura presente. Dejó que su rostro saliera de entre sus brazos lentamente. –Solo buscaba descansar unos minutos –explicó. –No me lo prohibirás, ¿no? –cuestionó, alzando solamente una de sus comisuras en una media sonrisa. Sus verdosos ojos escudriñaban a la persona mientras tanto.

La blonda salió a dar una rápida inspección por si alguno de sus asignados había decidido escaparse en medio del trabajo (ya que tenía esa sensación desde hacía unos cuantos minutos) y poca fue su sorpresa cuando la figura de la morena apareció en su campo de visión. Le daba algo de lástima el verla tan derrotada, pero debía mantenerse firme en su posición como instructora. Esos no eran tiempos para dormir y no podía sólo dejarla, por lo que se acercó lo suficiente para que su presencia fuera notada. “¿Yo? No, no, claro que no. Lo último que deseo es que me veas como la villana del cuento cuando estoy aquí para darte una mano. Lo que te lo prohíbe son las reglas claras del campamento, a mí no me eches la culpa” se mofó un poco de la campista sin poder evitarlo al tiempo que sus comisuras se alzaban en una disimulada sonrisa. Ya más seria, extendió su mano para pedirle su tarjeta. “Me gustaría poder decirte que si regresas a tu puesto inmediatamente haré la vista gorda, Jessica, pero ya debes saber lo que pasa cuando faltas al reglamento.”

“¿Qué te sorprende? Son delincuentes, es obvio que no son precisamente populares por acatar reglas. Hay que lidiar con ello hasta encontrar una especie de solución, no nos queda de otra” arrugó la nariz apenas sintió el contacto del algodón con la herida, moviendo su cabeza hacia atrás para alejarse un poco. “Puedes dejarlo así, no te preocupes. Iré a la enfermería luego” espetó una vez más, tratando de convencer al instructor de que no necesitaba que la curase, más que nada por una incomodidad propia que otra cosa. Además era un simple corte, no se desangraría en quince minutos. 

Cambriel miro a la persona frente a él negando un par de veces ante lo que presenciaban sus ojos, tomó aire evitando molestarse nuevamente mientras pasaba el algodón sobre la frente de la persona. —No comprendo cómo es posible que no puedan seguir una simple orden, se supone que no podían tener dardos y se las ingenian para usarlos —. Hizo una mueca de desagrado, se limitó a curar a la persona y con la incógnita de cómo ese preso fue capaz de ponerse  a jugar con esas cosas hasta lastimar a alguien. —Si te incomodo o te lastimo puedes decirme —.

schxtzb4ch-a:

“ No sé cómo todos ustedes tienen la facilidad para sacar el lado positivo, de las cosas que no tienen nada positivo. ” Respondió, sabía que el estar en el campamento era mucho mejor que haber ingresado a una prisión, pero de todas formas el hecho de estar allí no le gustaba ni un poco, por lo que intentar sacar el lado bueno de estar encerrada le resultaba casi imposible. “ Entiendo. ” Asintió un poco con la cabeza, había leído las reglas del lugar y ya había encontrado dónde dormiría, a su parecer ya tenía todo resuelto. “ Todo claro, aunque … Saber cuál será mi primer trabajo comunitario sería de gran ayuda. ”

“Más que eso, yo diría que es una elección. Si fuera tan tonta como para ahogarme en un vaso de agua no estaría aquí con reclusos” afirmó con un rápido encogimiento de hombros. Karolina en especial no era una mujer que se dejaba llevar por idealismos baratos, pero sí trataba de no centrarse únicamente en los obstáculos que tenía en frente por el simple hecho de no querer amargarse por cosas innecesarias. “Además te recuerdo que tú te metiste en esta situación, no deberías de quejarte tan libremente cuando optaste por delinquir en su momento. Lo que deberías hacer es tomar responsabilidad por tus acciones y exigir menos, aprender con humildad de tus errores” añadió sin pelos en la lengua ni temor alguno, al tiempo que alzaba una de sus cejas. “Oh, en cuanto a eso, todavía no me dieron los detalles... pero si no oí mal tendrán que hacer algo de ¿jadinería? Espero estés preparada por si acaso para embarrarte las manos” una ligera sonrisa apareció en sus labios. Le molestaba no poder dar información certera mas suponía era mejor que nada.

johnxmason:

“No me pagan lo suficiente para eso. Sin embargo me quedo con este empleo, ya sabes le añade otro grado de diversión.” Rascó su mentón con tinte entretenido en su rostro. “Mason.” Se presentó con cordialidad junto con una sonrisa ladina. No omitió su nombre con intenciones de apatía, sino que se sentía más familiarizado a que lo llamasen por su apellido. “Procure mantenerse firme ante los campistas y el resto se irá desarrollando. Debería tenerse más confianza, profesora.” Inclinó el rostro con interés, fingiendo tener cierta certeza de que él sabía cómo desempeñarse en ese entorno. Después de todo, ninguna instrucción previa era lo suficiente, tanto instructores y guardianes aprendían con el transcurso de la estadía en ese lugar. “¿No ha pensado en ser guardiana? Quizás tenga caña para ello.” Bromeó.

“Gracias. Es cierto que si pude lidiar con niños en su etapa más inquieta y madres sobre-protectoras esto deberá ser pan comido” asintió con una leve sonrisa, tardando poco en arquear ambas cejas ante la broma ajena.  “Oh, ¿cómo no lo pensé antes? Mi cara de niña impondría respeto incluso ante el más rebelde de los críos. El demonio ruso me llamarían de seguro, perdí la oportunidad de mi vida” le siguió la broma con sarcásticas palabras, rodando los ojos luego. El solo imaginarse como miembro de un cuerpo de seguridad le provocaban carcajadas, tan sólo no tenía ni el físico ni la actitud para tal puesto; demasiado blanda e indecisa para eso. “¿Has trabajado antes con gente como esta, Mason?” se atrevió a preguntar con una pizca de curiosidad. No tenía mucho más que hacer, así que un poco de conversación con sus colegas no sonaba a mala idea.

valxie:

“Posiblemente” entendía aquel concepto, ya que al tener el cabello áureo, solía tener muchos problemas con algunas personas que confundían de espaldas quién era, normalmente con su hermana pequeña. La única diferencia que existía entre ambas, es que su hermana era más bajita; Valerie había nacido con el don de la altura. “No, realmente no conozco a nadie de aquí, solo… Tenías cierto parecido a una compañera del trabajo” admitió, pero no iba ni mucho menos a imaginar que estuviera allí. “Pero agradezco mucho la ayuda, lo cierto es que me siento un poco desubicada por aquí…” admitió, con una leve risa, avergonzada. Agradecía mil veces encontrar una instructora amable con la que poder conversar. 

“No puedo hablar por todos, pero quédate tranquila que de seguro no eres la única desubicada ¿Cuántos creen que se perderán queriendo regresar a las cabañas? Apuesto que más de dos” bromeó a medias, encogiéndose luego de hombros. Se preguntaba porqué estaba siendo tan amable con alguien que podía ser demasiado problemática, pero en el fondo agradecía encontrar aunque sea una campista que no le diese malas vibras en su primera impresión.  “Y no hace falta que digas gracias, la mejor manera de agradecerme será que no deba quitarte puntos en el futuro cercano” afirmó al tiempo que se cruzaba de brazos. 

valxie:

Instantáneamente reconoció a la mujer como instructora, básicamente por la vestimenta. No supo bien cómo salir de aquella, simplemente porque había confundido a la mujer con alguien más. “Ah… No, veras, lo lamento. Creía que eras otra persona que conozco” explicó a tiempo, rascando su mejilla en un signo de vergüenza, claramente digno de la más joven. Antes de alzar la voz de esa forma, debió asegurarse que no estaba en un error, como pasaba actualmente.

“Oh, debe ser el cabello rubio..." musitó ante la revelación, pestañeando un par de veces. Tristemente a lo largo de su vida la habían confundido más veces de las que le gustaría con otras personas, tal vez de veras su apariencia era de lo más genérica. La rusa pudo notar la vergüenza de la contraria, de repente ésta le parecía más joven de lo que realmente debía ser. “Ya veo, entonces ¿buscabas a alguna campista? Porque puedo ayudarte con eso si gustas, no representa ningún problema” aseguró como si nada, después de todo bastaba con localizarlos a través de los chips que cada uno de ellos tenían instalados. 

schxtzb4ch-a:

“ No tenía ningún problema en escoger mi ropa todos los días. ” Siendo verdad lo que decía, el hecho de que todos los campistas tuviesen vestimentas casi idénticas no le hacía gracia. “ Y creo que difiero completamente … El término adorable no se aplica muy bien en nosotros. ” Contestó, no creía que esa palabra pudiese usarse para describir a nadie, sobretodo por la forma en que se veían.

“¿Cómo es el dicho... ‘no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes’? A futuro no volverás a dar por sentada esa pequeña libertad que es elegir tu ropa o a qué hora irte a dormir, eso es algo positivo” quizá estaba echando sal en la herida y no debería, pero no pudo evitarlo. Ante las últimas palabras de la castaña no pudo hacer otra cosa que reír entre dientes. “Créeme que lo sé, adorable sería la última palabra que en general usarían para describirlos, sólo estaba siendo amable” se encogió de hombros. “En fin ¿tienes alguna duda respecto a tus horarios o algo que no te haya quedado claro?” inquirió, desviándose del tema del cual estaban conversando y centrándose en su labor. 

johnxmason:

Apartó su inspección ofuscada e inclinó su rostro hacia la instructora, mientras moderaba sus rasgos con cierto indicio de tener una mejor disposición a entablar la conversación. “Luego de tres horas de responder a cuestionarios fuera de mi profesión resulta arduo diversificar entre tantas voces.” Respondió con serenidad y retribuido de por fin encontrarse con un correspondiente instructor, de otro modo no debería encargarse más de esclarecerle a los jóvenes dónde se encontraba el plantel de información. “Desde luego, hacen que lo rememore cada vez que acuden a un guardia como si de su maestro o padre se tratase”. Negó antes de reír entre dientes. Le parecía discordante el registro penal de esos muchachos con los rostros de extravío que le mostraban continuamente. “¿Ya te asignaron tu salón de clases?”. Inclinó el rostro con entretenimiento.

“Me imagino, sí. Más que un miembro de seguridad debes sentirte como un niñero ahora mismo” rió leve entre dientes sin poder evitar sentir algo de pena por éstos, al menos ella tenía algo de experiencia en ese tipo de situaciones gracias a su trabajo fuera del campamento. La rusa posó sus orbes en unos campistas que se veían a lo lejos, preguntándose por unos instantes cómo sería tratar con ellos durante unos cuantos meses. Con algo de suerte no sería una experiencia tan desagradable. Su mirada regresó al hombre, arrugando su nariz con gracia. “Ya quisiera un salón, de ese modo por fin lograría sentirme como pez dentro del agua y no estaría pensando en dónde realmente me metí” negó levemente a la vez que se encogía de hombros. “Mi nombre es Karolina, por cierto”

justbutch:

         El moreno relamió sus labios, sabiendo que no debía opinar al respecto. Al final de cuentas todos necesitaban unos minutos para descansar, pero el horario de trabajo seguía corriendo y todos debían cumplir con ello. Eran las reglas. “Te dejaré descansar cinco minutos más, pero después de eso deberás regresar a tú trabajo”. Habló ladeando el rostro. “El tiempo es oro y nadie hará el trabajo por ti. Es una lástima,claro”. Añadió chasqueando la lengua, riendo entre dientes.

Alzó una de sus cejas apenas un poco, divertida por las palabras ajenas. Tan sólo estaba aprovechando su rato libre para beber una taza de té en el comedor. “Obviamente nadie lo hará por mí, no cualquiera puede cumplir con mis tareas” afirmó con confianza, dándole un sorbo a la infusión para luego clavar sus orbes esmeraldas en el miembro del equipo de seguridad. “Deberías emplear esos cinco minutos que perderás en vigilarme en cuidar que a los campistas no se les ocurra meter la pata hasta el fondo... cosa que probablemente harán de todos modos, pero bueno” musitó un tanto bromista en respuesta.