IBIZA

El lugar: IMAGEN

6-8 mayo, 2022

Ibiza, España

Nota: Es imposible aparecerse dentro del recinto privado salvo para aquellos que cuentan con invitación. Intentar hacerlo tiene como consecuencia aparecer deslocalizado en mitad del Mediterraneo, a 10 minutos a nado de la isla.

A las nueve de la mañana del 6 de mayo llegan los primeros invitados a la mansión ibicenca propiedad de Adria Nostrum. Benito llega al helipuerto acompañado de Demetra y los hermanos Dalara. Los acompañan Eve y Abraham y, en la dimensión2, también Aura. Parte de los invitados llegarán al día siguiente, pero la mayor afluencia tiene lugar durante la tarde del viernes.  

Además de unos exteriores privilegiados, el lugar tiene un acceso restringido a una playa privada. Las viviendas que rodean la mansión han sido dispuestas para acoger a los invitados VIP. Este grupo de élite son solo 1000 de las 10000 personas que llegarán a conglomerarse en los alrededores de la mansión, donde acampan. El motivo: la fiesta de inauguración del nuevo álbum de Bad Bunny.

Antes de acceder al espacio privado se ven pantallas por doquier. También se han instalado equipos de sonido por los alrededores. Todo con el objetivo de que quienes han acudido voluntariamente al evento puedan disfrutar del espectáculo. Para acceder a la zona VIP destacan unas señales que avisan de la presencia de cámaras en las zonas exteriores: se advierte al huésped que durante la fiesta se tomarán grabaciones para los videoclips.

La casa está suplida de comida, alcohol y drogas. No parece haber servicio, aunque al ojo observador muchos acompañantes se revelan como camareros encubiertos e inconscientes de esta función. Estos suelen rodear a las personas más destacadas que asisten al evento.  

Son las 9 de la noche del viernes y aún está atardeciendo. Ya hay bastante agitación cuando el ambiente se prepara para la primera actuación. Todo es tan orgánico que no se interrumpe el ritmo de la fiesta. Los equipos digitales, sincronizados, se activan. Los monitores se encienden y muestran un breve recordatorio respecto a las grabaciones. La música empieza a sonar.  

Los asistentes viven la fiesta y, concretamente los que se encuentran en el jardín con piscina, protagonizan lo que verán los espectadores. Las cámaras siguen a Benito mientras canta, ofreciéndose una vista panorámica de 360º al espectador telemático.  

En la D1, en Nueva Orleans, Ennie no tarda en descubrir que al mover el móvil puede controlar lo que ve y poner su atención en lo que más le interese. La gente baila y algunos parecen especialmente motivados por lo que dice la letra, o eso le parece a la joven mientras ve con el móvil la pareja que hacen Cissy y Adria. Entonces cambia la posición del teléfono y reconoce a Eve hablando con Judah y tomando una cerveza que este le ha tendido. Sorprendida, se gira hacia Seth y no tiene reparo en interrumpir su lectura para enseñarle su descubrimiento.  

QUIZZ: Seth le hace caso y ve con ella cómo sigue la actuación o decide seguir a su bola?

Termina Moscow Mule y sigue Después de la Playa. El carácter de Benito y el ambiente festivo confluyen en que un público ya algo bebido acaba formando una especie de conga del magreo que Benito encabeza por un rato. Cuando la fila se deshace para formar una marabunta de gente cercana, entre la que se mantiene la invitación a la mirada indiscreta de la cámara, la música sigue sonando y Bad Bunny empieza a interactuar con los que están a su alrededor, convirtiendo los comentarios finales de la canción en una suerte de monólogo de fin de acto. Se deduce por la cara de malas pulgas que pone Adria cuando le confiesa haber salido con su mujer. Finalmente acaba parado ante Sam, a quien se dirige no sin algo de retranca:

«Peraah! Y este cabrón, ¿quién es? El que está cogiendo cervezas de la neverita. ¿Tú andas con nosotros? Ah, okey, okey, okey. Dale.»

La escena se corta. Unas horas después, ya de noche, el espectáculo vuelve brevemente para la grabación de ‘Callaita’ y ‘Diles’. Para estas canciones, Eve está cerca del grupo del cantante, por lo que aparece en planos en los que se ve bien que sigue bebiendo y también fumando. En la D2 aparece bailando con Nené, a quien se ha llevado de invitada. En la D1, sin embargo, está pegada a Judah, con quien intercambia palabras al oído. Acto seguido llega la canción ‘Diles’. Judah aprovecha la situación de las publicaciones recientes para, en su fragmento, hacerle a Eve la broma y cantarle a ella su parte. Por cómo el chico interactúa con cámara y por cómo abre diciendo que es para sus fans, da a entender holgadamente que está de pura joda. No obstante, aunque le sigue el juego riéndole la gracia, Eve acaba roja como un tomate. La panorámica muestra que a esas alturas la mayoría del público ya está igual de borracho, drogado y cachondo.

La siguiente grabación corresponde al sábado, unas horas antes del almuerzo. Las cámaras enfocan y se ven bastantes personas tumbadas por los alrededores. Benito está recostado en una toalla, bordeando por el exterior la sombra de un olivo. A su lado está tumbada Cissy. A su otro lado y oculta del sol, la conocida Erix Eilish. Ella tiene los ojos cerrados y él se entretiene jugando con los dedos por la piel de su brazo hasta llegar al hombro. La muchacha sonríe con parsimonia a lo que él canta. Cissy contempla en silencio desde su posición, mientras da cuenta de una cerveza.

La posición de las cámaras se complementa en este momento. Si desde la de Benito se puede ver a Febo y Dibella tumbados juntos bajo el sol, desde la del artista acompañante se puede ver a Judah caminando junto a un muchacho rubio (Jerome) hacia el paseo que da a la playa privada. Cuando ambos jóvenes salen de la propiedad y desde la cámara del conejo malo, Febo se incorpora y mira en la dirección por la que desapareció su hermano. La posición de la cámara permite ver su expresión, pero se inclina sobre Dibella, con quien intercambia unas palabras antes de incorporarse para marchar en dicha dirección.  

Desde la vivencia, Judah ofreció al recién llegado el ir dar un paseo para enseñarle los sitios más interesantes del lugar. Llegaron a una zona de acantilaos espléndida y Judah comentó que desde el otro lado las vistas quitaban el aire. Pero para llegar había que pasar las rocas, y el camino era difícil. Febo llegó justo a tiempo de disuadirles. Durante la siguiente media hora, mientras Febo daba el palique con Jerome sobre música, Judah lució encabronado.  

Llegamos al que será posteriormente reconocido por todos como el videoclip más destacado por la puesta en escena. Cuando Tití me Preguntó comienza, Benito está sentado en la terraza del tercer piso. Es la única zona cuyo acceso está restringido al resto de invitados, pues allí se encuentra el grupo selecto entre los VIPs. Recostados en cómodas tumbonas de esparto cubiertas de mullidos cojines blancos se encuentran Bergman y su joven y desconocido acompañante. Por algún motivo, este encabeza los asientos y todos ocupan sitio a su alrededor como si de una corte se tratase. Bergman se sienta a su derecha. A su izquierda, Demetra MacLeod, a cuyo lado se posiciona Benito al comenzar el tema. Todo comienza como una jarana. Los ritmos de carnaval suenan mientras Bad Bunny habla de sus novias y Demetra ineractúa con él como lo hace la voz de la mujer en la canción. La fiesta sigue hasta que la canción rompe. Benito se lleva la mano al corazón, como narrándole a Demetra su incapacidad de enamorarse como algo que realmente le afecta. Sin embargo, tan pronto se incorpora y le da la espalda, el artista comienza a cantar en un tono más cínico. Se desliza con naturalidad por una barandilla dispuesta en uno de los laterales del palco y llega a la terraza del segundo piso. Allí se mueve entre los asistentes y, cuando habla de “un totito nuevo” le baila a Dibella, pero sin detenerse. El objetivo es acabar sentado en el sofá que comparten Judah, Eve y, en la dimensión 2, Nené. En la dimensión 1 estaría el ligue de esa noche. Ahí es cuando toma el rostro de su amante del día y le advierte que no se enamore de él. La parte final rompe con el dios y Judah repitiendo la escena y dirigiéndose a la cámara que graba.  

Durante esta actuación llama la atención cómo, en contraste a Demetra, que no pierde acto, Bergman y el misterioso acompañante parecen enfrascados en algo más. La dinámica es como sigue: el hombre cabecea en alguna dirección y hace un breve comentario, a lo que Bergman se inclina hacia él durante un rato largo. Hecho esto, parecen conversar e intercambiar opiniones brevemente, hasta que algo más llama la atención del hombre y se repite la dinámica.  

A esta actuación le sigue la de un ratito, sobre la que no hay demasiado que comentar.

Llegamos a Yo no soy Celoso. Al borde de la piscina están sentados, en este orden, Febo, Judah, Benito y Bizarrap. Al muchacho se le ha advertido que empezarán a grabar para que se ponga las gafas y la gorra; Bad Bunny ha dicho que dado lo visto en redes iba a quedar que ni pintado que estuviera en escena. Con toda la retranca del mundo, Benito comienza a grabar mientras Judah parece haberse quedado autista tocando el ukelele que suena en la canción. Benito parece estar pasándoselo de fábula y a Febo algo le hace tremenda gracia, sobre todo cuando el dios molesta a Judah dádole un codazo como si se dirigiera a él, o le pasa el brazo sobre los hombros. Algo que, por otra parte, también hace con Bizarrap.

Finalmente anochece y llega el gran concierto, en el que se suceden las canciones restantes. No destaca demasiado de esta parte, salvo llegados a La Corriente, cuando el acompañante de Bad Bunny parece centrarse en Cissy. También, en la Dimensión2, Benito se las apaña para colarse entre Abe y Aura cuando canta Dos Mil 16.

Las cámaras dejan escenas interesantes que, muchas veces, pasan desapercibidas. Ya avanzada la noche, por ejemplo, Cissy está en el palco superior sentada en el cuello del joven desconocido. Ella le pone ojitos, pero él parece enfadado por cómo le coge el rostro. En otro momento, Adria está de especial mal humor mientras que al fondo se ve a Cissy hablando con Sam. Hay bastantes momentos de Demetra mimando a Febo, a Judah, a Eve o, incluso, al propio Benito. También, pasada la medianoche y durante la hora final del concierto, las cámaras recogen cómo muchos de los presentes comienzan a subir al palco superior. Están allí un rato, ante el joven desconocido. Este a veces niega y otras asiente, momento en el que el visitante se va para dejar paso a uno nuevo. Entre estos visitantes se encuentra Eve que, una vez sube, parece discutir con él. Una vez acabado el concierto, no vuelve a haber rastro de ese joven y Bergman ha ocupado su asiento. Ahora un nuevo grupo de personajes van subiendo y la escena se repite, pero es ella ahora quien consiente o deniega.  

Y aunque esto no lo presencian las cámaras, la noche avanza y la fiesta es intensa. Se propone a los invitados una experiencia nueva. Se deja entrever de forma tácita a quienes tienen origen divino que van a seguir la fiesta en el más allá. A quienes no lo tienen, se limitan a decir que será un viaje, un colocón inolvidable.  

El propio Judah convida a Jerome, asegurándole que hay algo que tiene que ver, pues está seguro que le interesará bastante. De Sam se encarga Cissy, que se finge sorprendida ante el hecho de que él no haya estado ya allá donde van, e intenta tirarle de la lengua para saber si ha estado o no. No obstante, todo el mundo tiene la opción de bajarse del carro y seguir la fiesta normal, o irse a dormir la mona.  

Abe y Aura no están en la ecuación. Abe se la ha llevado a la cala privada para poder estar a solas con ella un rato, sin que nadie los moleste.  

QUIZZ: ¿Aceptan Biza y Sam la invitación?