Tumgik
toctraveller · 9 months
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Montenegro y Punk Rock Holiday (Eslovenia) - Agosto 2023
No recuerdo exactamente si fue algún post en Instagram tal como me pasó con Eslovenia o como surgió, pero la sensación fue similar y la idea de ir a recorrer Montenegro estuvo firme y presente desde al menos el 2019. De hecho, habiendo sido tan positiva queríamos repetir la experiencia de la campervan tal como hicimos en Islandia, Australia y Nueva Zelanda, por lo que al volver de Eslovenia decidimos planearlo y hacerlo al año siguiente. Así fue como a principios del 2020 bookeamos los vuelos y la camper para ir en Mayo. No hace falta que recuerde lo que pasó a principios de ese mismo año y a medida que se acercaba la fecha y la incertidumbre crecía, finalmente cuando el mundo se puso en stop, obviamente tuvimos que cancelar todo (todavía sigo esperando que me devuelvan la plata de los vuelos, hdps).
Si digo que este viaje me quedó atravesado, me quedaría corto. Pero bueno, tras dos años de pandemia y otro año y medio de desgracias personales de varios tipos, finalmente lo pudimos retomar. Debido a esos y a otros factores no pudimos bookear con demasiada anticipación (para ser temporada alta de verano) o ir en las fechas que inicialmente teníamos pensadas, pero dado también que ya había sacado tickets para ir al Punk Rock Holiday en Eslovenia y que ambos países están en los Balcanes relativamente cerca, decidimos mechar los dos viajes en uno.
Tras mucho deliberar qué hacer primero, si el festival en Eslovenia o recorrer Montenegro, y de buscar disponibilidad de las campers para las fechas propuestas, optamos por arrancar en Montenegro y terminar las vacaciones relajando en las majestuosas aguas del río Soča con Punk Rock y escabio en abundancia.
Como la anticipación era tanta y los días de nuestro itinerario limitados, los meses antes hasta la fecha del viaje me la pase investigando recorridos y haciendo planes tentativos para poder optimizar el viaje al 100% sin que me de FOMO. Ya sabemos que en vacaciones no me gusta ni puedo estar al pedo. Sobre todo en destinos así soy fan de hacer vida de viejo y levantarme a las 7am, aprovechar cada minuto de luz del día e irme a torrar temprano para repetir lo mismo al día siguiente. La manija es el motor que me impulsa, con sueño, cansancio, lo que sea… te puedo caminar 50 km con el más agotador de los cansancios que la manija y las ganas de explorar y recorrer me mantienen en movimiento.
Ya con todo el research y los planes hechos, finalmente volamos hacia Montenegro, precisamente la ciudad de Tivat, que queda en la Bahía de Kotor en la costa del mar Adriático.  El vuelo era uno de esos easyJet que salen ridículamente temprano, de los primeros de la mañana, a los que tenés que levantarte a la madrugada y tomarte un taxi al aeropuerto porque el transporte público no corre tan temprano como para llegar a tiempo. Eso fue justamente lo que hicimos y por suerte todo salió a horario asique para las 11am hora local aterrizamos en Tivat. De ahí no quedaba otra que tomar un taxi hasta la capital del país, Podgorica, ya que de ahí teníamos que ir a buscar la camper. La distancia entre ciudades es considerable no tanto por los kilómetros, que serán menos de 120, si no por la naturaleza montañosa del país. Creo que no existe un tramo de más de 1km de ruta que vaya en línea recta, es tremendo. Eso sumado a que la costa del país es extremadamente turística en verano, hizo que los embotellamientos y caminos estrechos de montaña resultaran en unas casi dos horas de viaje en taxi. El viaje fue cansador por el tiempo y el calor, pero divertido porque fue subiendo por la serpentina que mira a la Bahía de Kotor, que es impresionante.
También nos sentó la pauta de cómo son las cosas y cómo se maneja en el país: nadie respeta un choto y todos manejan como locos. Hasta nuestro tachero iba sin el cinturón puesto y hablando todo el tiempo por teléfono con una mano y manejando con la otra. Nadie respeta las velocidades máximas y se te adelantan en donde y cuanto pueden.
Ya una vez en Podgorica, levantamos la camioneta que era una VW Transporter bastante moderna, aprovechamos para pasar por el supermercado a estockearnos de insumos y dado que ya eran como las 2 o 3 de la tarde decidimos arrancar el recorrido sin más preámbulos y encarar hacia el norte un poco ya que no había tiempo que perder en nuestro ajustado itinerario TOC. 
De cualquier modo no daba para matarse el primer día habiéndonos levantado a las 4am y viajado todo el día por aire y tierra, pero hicimos unos 50 minutos hasta un camping en el Mrtvica canyon, cosa de acampar ahí por el día y a la vez aprovechar el resto de la tarde recorriendo un poco de la naturaleza local.
Todos los campings los iba descubriendo en una app muy copada (Park 4 Night) que te muestra campings en toda la zona y te dice cuanto cuesta, como llegar, fotos y reseñas actualizadas de usuarios que resultaron muy útiles.  Así fue como pusimos el pin en Google Maps y al llegar cerca de la zona indicaba doblar a la izquierda en un camino que se veía muy rural y rústico para mandarse con terrible camioneta… pero como había carteles que decían camping, nos mandamos. Era un sendero de tierra de un solo carril, con las huellas de los autos marcadas en la tierra nomas, lleno de pozos y vegetación que no te dejaba espacio para maniobrar, banquina, ni para bajar del auto por momentos. “Que empiece la aventura!!” pensé, pero también “uhh que no venga nadie de frente porque si tengo que dar marcha atrás por estos caminos voy a terminar en un barranco”. Luego de unos metros el camino se consolidaba y ya no era tan terrible, aunque si aún angosto. Para cuando llegamos al camping en cuestión, desde arriba solo se veía una flecha que apuntaba a una rampa MUY empinada que decía que era por ahí abajo. Se veía sospechoso y dudé, de hecho pensé en dar la vuelta e ir al otro camping que habíamos pasado unos metros antes, pero estaba justo en una curva de 90 grados y maniobrar esa camioneta con tantos puntos ciegos y sin haberle aún agarrado la mano y familiarizado con sus dimensiones me dió un poco de stress. Por suerte justo pasó una pareja caminando que casualmente se estaba quedando en el mismo camping y nos hicieron seña de “mandale nomas que es por ahí!”, así que nos metimos rampa abajo y llegamos al camping en cuestión.
El lugar para acampar era un lote hermoso y muy tranquilo propiedad de un hombre alemán que se llamaba Wesko que te dejaba acampar en su terreno por unos pocos euros por noche. El hombre no estaba presente cuando llegamos, así que estacionamos por ahí y nos acomodamos. Lugar modesto pero con todas las comodidades, un baño chico pero nuevo, limpio y con papel, jabón, agua caliente, todo. Lo mejor es que a menos de 100 metros había una bajada directa al río del mismo nombre (Mrtvica) de gélidas y cristalinas aguas, y dado que finalmente ya no teníamos más que viajar por el resto del día, bajamos al agua con un par de birras a mojar las patas y descansar un rato y bajar las revoluciones.
No por mucho tiempo igual, ya que para ese entonces eran pasadas las 5 de la tarde, y con el sol poniéndose a las 8, aprovechamos para caminar un ratito por el sendero del cañadón que arrancaba desde ahí muy cerquita. Por suerte como ya era tarde para los horarios de turismo masivo, no nos cruzamos con una sola persona en todo el camino y pudimos recorrer esos bellos caminos a la rivera del río con mucha paz y tranquilidad. 
La idea era hacer la ruta circular, cruzar por un supuesto puente al final del camino y emprender la vuelta, pero al llegar ahí nos encontramos que el puente en cuestión no existía así que tuvimos que volver sobre nuestros pasos. No fue para nada terrible igual, y al volver a la van con los últimos rayos del día, encontramos un bowl de verduras al lado de la rueda. Ahí nomás apareció Wesko, el dueño, que no hablaba una palabra de inglés pero por suerte nos encontramos con la pareja que nos indicó el camino al llegar que también eran alemanes y nos oficiaron de traductores. Las verduras eran todas de su propia huerta, le ofrecía a todos sus huéspedes de onda al llegar y era glorioso porque además de abundante estaban riquísimas y nos vinieron bárbaro para cocinar los días siguientes. Ajos gigantes con sabor intenso, morrones amarillos, zucchinis,  tomates con gusto a tomate!!! Fue lo más. Como broche de oro el lugar tenía un perro y una familia de gatitos mamá, papá y gatito bebé que jugaban con los campers y hasta se instalaron en nuestra camioneta por momentos.
Cayendo ya la noche, la barrita de energía estaba súper baja como para andar cocinando nada muy elaborado, así que hicimos una ensalada y esa fue nuestra primera cena al fresco. Tendríamos que haber aprovechado que los alemanes habían prendido un fuego y hecho un alto guiso del cual nos ofrecieron, pero medio no nos dió la cara en ese momento así que nos tuvimos que conformar con lo que teníamos. De cualquier manera aprovechamos para comer afuera mirando las muchas estrellas que se veían en el cielo y hasta la luna llena aparecer convenientemente detrás del monte enfrente nuestro.
Ahora sí, tras un día super largo había llegado la hora de ir a dormir. La noche estaba re tranquila, pero entre la emoción y que la primera noche fuera de mi cama siempre me cuesta mucho dormirme, a pesar de estar muy cansado no pude dormir mucho ni muy profundo, aunque por suerte no me levanté arruinado al día siguiente (recordar la manija).
Amanecimos temprano con un glorioso día peronista con mucho sol y temperaturas agradables, preparamos unos mates y nos pusimos a desayunar. En eso cae Wesko con un plato de comida y nos ofrece para desayunar de onda! Capo total! Tomates, queso, huevos y salchichas (con las cuales alimentamos a los gatos y perros residentes) hicieron un delicioso y energético desayuno con todas las calorías necesarias para encarar el día. Nos despedimos de Wesko y le agradecimos por tanta onda y por el hermoso lugar y emprendimos la retirada. Ya de vuelta sobre el camino por el que vinimos, no se hizo tan terrible habiéndolo transitado antes, aunque el estrés por si aparecía alguien de frente era real. Por suerte y como era temprano, en muy poco tiempo ya estábamos de vuelta en la ruta retomando nuestro recorrido ascendente por el noreste del país.
El próximo destino era el Parque Nacional Biogradska, a una hora de donde estábamos así que arrancamos oficialmente el road trip encarando hacia allí, absorbiendo la naturaleza y los caminos locales. Al ser tan montañoso, las rutas se entrecruzan con varios puentes altísimos remanentes de la era soviética con la bandera de Montenegro pintada gigante en los pilares. Además los caminos atraviesan literalmente las montañas y todo el tiempo pasás por túneles cavados en la piedra que se abren camino entre las sinuosas curvas que lo forman, lo que suma a la épica de ir andando bordeando el río por la montaña con sus paisajes y colores. 
Alrededor de las 10am habremos llegado a Biogradska Gora, donde el lugar para estacionar era medio limitado, además que la gente estacionaba como el orto. Luego de dar un par de vueltas logré meter la camioneta de culo al lado de un árbol sin obstruir a nadie y quedando fácil para salir al volver. Esa es la paja más grande que me da de andar en auto... buscar estacionamiento es lo menos. Y menos en verano y en lugares turísticos, si no vas temprano es la muerte. 
Si bien el parque es enorme y hay muchos hiking trails para hacer si querés, nos limitamos a hacer el sendero que bordea el lago principal, el cual se alimenta de agua de deshielo por lo que sus aguas son muy claras y frías. Muy lindo todo el camino, hay carteles informativos sobre la fauna y flora local, árboles de más de 300 años de antigüedad, arroyos y mucho verde.
Para cuando volvimos a buscar la camioneta, el parking estaba literalmente hasta la chota, autos cruzados por todos lados en las peores de las posiciones. Por suerte llegamos antes que las hordas, si no todavía estábamos buscando lugar! Ese approach de levantarse y arrancar temprano empezaba a rendir sus frutos.
Dado que disponíamos en total de unos 7 días completos para explorar todo el país (o al menos los lugares que habíamos planeado) y que queríamos dedicarle al menos dos de ellos a la zona de montañas para hacer hiking, emprendimos viaje en dirección a Žabljak, ciudad base del Parque Nacional Durmitor, hogar del Lago Negro y de interminables senderos de montaña para explorar. La idea era recorrer el resto del día todos los lugares y puntos de interés para los cuales necesitas un vehículo para llegar.
Como el camino hacia Žabljak eran unas dos horas de viaje bordeando el río Tara, cuando llegamos a mitad del viaje encontramos una bajada copada para poder meterse al agua y dado que ya era mediodía y hacía un calor de cagarse, preparamos una ensalada fresca en el estacionamiento y bajamos al agua a comer y zambullirnos para bajar la temperatura corporal un poco y resetear el cuerpo.
Ya refrescados, seguimos viaje parando en el Tara Bridge, que es un puente muy alto que cruza el río del mismo nombre y tiene una vista espectacular al cañadón que forma el río y todo el verde alrededor. Para cuando llegamos a la zona de Žabljak era aún temprano como para asentar campamento, por lo que nos fuimos a recorrer los caminos internos que bordean el parque, hasta llegar a un lago llamado Sušičko. El camino hasta ahí era bien angosto, de un solo carril con apenas unos centímetros de banquina natural de tierra cada cierta cantidad random de metros. Esto significaba que cuando venía un auto de frente, alguno de los dos o ambos debían buscar una de esas banquinas para tirarse a un lado lo más contra el costado posible para dejar pasar el otro, que te pasaba bien finito. A veces el encuentro entre los dos vehículos ocurría donde no había una de estas banquinas o lugares donde correrse cerca, por lo que uno de los dos debía dar marcha atrás hasta llegar a algún punto en que pueda dejar pasar al otro. Todo eso sumado a lo sinuoso del camino subiendo, bajando, arriba, abajo, al costado, tirando finito a otros autos. Divertido, si, pero cansador y definitivamente no apto para principiantes. Ya habíamos tenido una idea preliminar con el camino hacia el primer camping, pero éstas características resultaron ser la norma en el país para cualquier camino que no sea una ruta. De cualquier manera no lo sufrí tanto, y lo disfruté bastante ya que las vistas y los paisajes eran espectaculares. Además el clima acompañaba con la temperatura y visibilidad ideal para este tipo de paseos.
A medida que nos acercabamos al lago en cuestión, veíamos en Google Maps los miradores en el camino que se suponía daban al lago, pero todo lo que podíamos ver era un valle grande y verde… raro. Para cuando finalmente llegamos, vimos en el cartel de la entrada que cuenta la historia del lago y resulta que se llena con el deshielo de las montañas aledañas durante la primavera, y que para el verano por lo general se evapora y absorbe sin casi dejar rastro de que es un lago. Y como encima veníamos de un par de semanas previas en el país donde pegó la ola de calor terrible de más de 40 grados, lo único que quedaba era un poco de humedad en la tierra en algunas partes. De cualquier forma el lugar era hermoso, enorme, embebido entre montañas y también con muchos senderos para recorrer. Nos hicimos unos matecitos y nos los tomamos con unos bizcochos sentados ahí en una piedra en el lago temporal. Estábamos solos alrededor así que descansamos un rato con la paz que el lugar proporcionaba y como ya estábamos sobre las últimas horas de la tarde decidimos emprender la retirada en busca de un camping en Žabljak, cosa de llegar de día para poder instalarnos cómodamente. Ni daba hacer ese camino de vuelta de noche además, y teníamos poco más de una hora de viaje para volver donde empezamos.
Finalmente ya en el camping que teníamos fichado, asentamos campamento. Si bien estaba bastante concurrido, no había quilombo y todos se comportaron civilizadamente por lo que no hubo inconvenientes de ruido ni boludos desubicados. Por suerte esa fue la norma en todos los campings a los que fuimos. La perlita de este camping es que estaba elevado en la ciudad y tenía vista directa al pico más alto del parque nacional, el Bobotov, literalmente estacionamos con vista enfrente a él. Épico. Además, estaba convenientemente ubicado frente al Lago Negro, de donde arrancan todos los senderos de hiking que se adentran al parque nacional. El único punto en contra es que eran pocos baños y duchas para tanta gente, había solo un piletón comunal para lavarse la cara, los dientes, o los platos, y además no había ni papel ni jabón ni nada. Pero bueno, uno está de camping y no en un AirBnB.
Como nuestra idea era hacer cima en el Bobotov al otro día, nos propusimos acostarnos temprano cosa de arrancar temprano, ya que el trail eran unas 5 horas y media en un sólo sentido para llegar, y no daba hacerlo con mucho calor, ni volver tarde con poca luz. Con esto en mente, y como no vives de ensalada, nos preparamos un alto guiso de arroz en la camper con las verduras que nos proporcionó Wesko en el camping anterior y nos fuimos a dormir. Bah, a acostar al menos, porque esa noche decidimos probar ir a dormir a la parte de arriba de la camper que se le levantaba el techo y tenía una colchoneta grande para acostarse. No habiendo dormido muy bien la noche anterior, pensé que con el cansancio acumulado más todo el sol y actividad del día iba a hacer que palme derecho hasta el otro día, y si bien palmé de toque, a las 3 am me desperté de la incomodidad de esa finita colchoneta… se me clavaban los huesos de la cadera en la tabla y me tenía que dar vuelta un millón de veces para soportar la incomodidad. Encima como las sábanas eran bastante cortitas para dos personas y para el tamaño de la cama, cada vez que me daba vuelta la despertaba a Cris. 
Cuestión que se dieron las 6 am y se hizo de día y yo seguía sin poder volver a dormir. Tampoco dejé dormir a Cris durante ese tiempo, que se hinchó las pelotas y nos fuimos a armar la cama de abajo que era más mullida. “No vamos a ir una mierda a hacer cima, así que andá a dormir!” Jackie Sieras! Porque si bien estaba más cómodo en la cama de abajo, no pude volver a dormir un carajo. Descansé el cuerpo un poco al menos, con la mente en standby, pero nada más. Encima me había escabiado una bocha de birras la noche anterior mientras comía el guiso y me regocijaba con el paisaje así que estaba con un dolor de cabeza y una contractura en el cuello por no haber tomado la cantidad necesaria de agua…. Esto de ser viejo no garpa nada! 
Tipo 8 o 9 ya era evidente que no daba para más eso de tratar de dormir así que me levanté y preparé unos mates. Si bien por cuestiones de horario y clima ya no daba para intentar la caminata al Bobotov, decidimos salir a caminar por el sendero en esa dirección igual, pero pegando la vuelta un poco antes, hasta donde había una cueva de hielo. Resacoso y mal dormido, me clavé un paracetamol, preparamos las mochilas y nos pusimos en marcha. Era clave llevar mucha agua y comida porque íbamos a pasar unas 6 o 7 horas hasta completar la vuelta. 
Veníamos monitoreando el clima, porque sabíamos que ni daba quedar atrapado bajo la lluvia (o el sol rajante) en el medio de la montaña donde no había ni una sola sombra o refugio donde acudir. Por suerte estuvo mayormente nublado durante las horas más calurosas del día y fue ideal para caminar ya que no sufrimos ninguna inclemencia del tiempo, ni nos cagamos de calor ni de frío, ni se redujo la visibilidad ni nada. 
La primera hora de subida fue dura entre la resaca y el cansancio generalizado, así que nos lo tomamos con mucha calma a un paso bien tranquilo y parando a respirar y tomar agua frecuentemente. Por suerte luego de un rato cuando el cerebro ya estaba bien oxigenado y la mayoría del alcohol exhalado, se hizo muchísimo más llevadero y pudimos disfrutar todo el resto de la caminata apropiadamente.
El camino hacia la cueva de hielo se podía hacer por dos caminos distintos, uno por arriba y otro por abajo formando un semicírculo alrededor de las montañas. Decidimos ir por el más desafiante a la ida y volver luego por el otro.  Las vistas eran imponentes, la magnitud de toda la montaña y la extensión de los valles en los que se veían diminutos los senderos te hacía sentir insignificante y humilde. Había zonas muy verdes con muchas flores y abejitas, y otras partes áridas de roca pura con hielo a la distancia. 
Le dimos duro y parejo, por lo general era bastante accesible el sendero, excepto en los últimos metros antes de llegar a la cueva de hielo que medio que había que escalar un tramo casi verticalmente, trepándote de las piedras y mirando muy bien donde pisas.  Llegamos a destino para el mediodía así que antes de seguir explorando, nos detuvimos a comer los sanguchitos que traíamos para reponer energías para la vuelta. 
La cueva estaba ubicada a unos 2200 metros de elevación sobre el nivel del mar, y se abría hacia abajo casi como un pozo en la montaña, lo que le proporcionaba bastante aislación del viento y el sol, permitiendo así que aún en pleno verano esté todo cubierto de hielo. Se podía descender con una soga y subir caminando por el hielo. Cuando bajabas era como estar dentro de una heladera, y se sentía enseguida la diferencia de temperatura al salir de ahí. 
Descansamos un rato las piernas y emprendimos la vuelta por el sendero inferior.  En el camino encontramos una familia de alemanes con dos niñas pequeñas que nos preguntaron cómo llegar al Black Lake, les dijimos que nosotros también íbamos hacia allá y nos contaron que ellos venían de hacer cima en el Bobotov, pero que como estaba tan nublado y ventoso no se veía nada, por lo que en retrospectiva no nos perdimos de mucho por no haber subido hasta allá. Además para ser honestos, desde la cueva de hielo hasta la otra cima no había muchísima más elevación como para que haga una diferencia sustancial a las vistas y paisajes que vimos, por lo que el recorrido que terminamos haciendo fue perfecto dadas las condiciones climáticas y de tiempo.
Había partes de piedra muy suelta que hacía que te resbales por más despacio y cuidadosamente que pises, y sumado al cansancio de las piernas que me temblaban de sostener todo mi peso en bajada, me resbalé super despacio en una vuelta, pero aterricé sobre una piedra filosa que me raspó un poquito la mano. Nada de gravedad en lo absoluto y sin dolor, pero me lijó una capa de piel y me sangraba en abundancia, así que paramos e hice uso del botiquín que convenientemente traíamos encima. Como para estrenarlo, vio? No sería yo si no me diera algún palo en algún lado, por más leve que sea.
Seguimos con nuestra caminata y en una piedra de esas que tienen marcas indicando por donde seguir el camino, vemos escrita la palabra “beer”. Nos reímos por lo ridículo que sonaba, birra en el medio de la nada misma? Debe ser un chiste. Pero al seguir caminando el sendero pegaba un giro y se veían unas planicies con caballos y otros animales como también unos refugios del señor arriero o campesino local. Así fue como efectivamente aparecías en frente a un “katun” (los refugios / casitas precarias alpinas de forma triangular) con un señor que te vendía birra y bebidas frescas. ¡Un verdadero oasis en el desierto! Nobleza obliga, nos clavamos una birrita reparadora y continuamos nuestro camino. 
Para antes de las 6 de la tarde ya estábamos de vuelta en el camping. Totalmente rotos pero felices, nos pegamos una ducha, nos hicimos yet another guiso (esta vez de fideos) y a dormir.
Uno pensaría que habiendo dormido solo tres o cuatro horas por noche y hecho tantas actividades en los pasados tres días, uno palmaría en la cama como un tronco… pero no. De nuevo a las 3:30 de la madrugada me desperté y no pude volver a dormir. Tenía muchísima bronca conmigo mismo al punto de la autoflagelación, porque estaba física y mentalmente agotado pero mi cuerpo era incapaz de dormir más de tres horas. Pasé la noche como pude y temprano a la mañana levantamos campamento, desayunamos unos mates y continuamos nuestro camino. 
Inicialmente queríamos hacer dos días de trekking, pero habiendo pateado tanto el día anterior, no era aconsejable embarcarse en otra larga caminata sin darle un día de descanso al cuerpo. De esta forma y siguiendo con nuestro itinerario, dedicamos el resto del día para explorar la zona sur del parque Durmitor, atravesando las planicies, los pueblitos locales y los miradores panorámicos. 
Como veníamos bien de tiempo, el día estaba hermoso y no queríamos terminar comiendo un sanguchito a las apuradas, hicimos uso de las facilidades ambulantes que te provee una campervan y paramos en un lugar random alejado de otros autos cerca de la casa del arriero para almorzar. Bajamos el toldo parasol que se pone al costado de la camioneta, sacamos la mesa y sillas y nos hicimos un guiso popurri con todas las verduras y cosas que teníamos revoleadas por la camioneta. Todo eso con el majestuoso escenario de fondo, un verdadero lunch with a view.
Cuando terminamos de comer, se nos acercó lo que creemos era el perro del ranger o del arriero, una bestia enorme cuyas patas eran del tamaño de mi mano, pero que era puro amor. Se sentó con nosotros, vino a pedir mimos y luego se fue a remojar en un piletón de agua que había ahí cerca para el ganado de la zona. Good boy.
Finalizado el almuerzo, vemos que se acerca un pequeño auto compacto de apariencia soviética antigua. Era el ranger del parque que nos venía a cobrar entrada. Yo no sabía que había que pagar dado que eran caminos normales que accedías con el auto, no había ninguna entrada a un parque nacional ni nada. De cualquier manera eran 5 mangos nomas y la verdad que más que merecidos porque va todo destinado a proteger el parque y la naturaleza local. Además el día anterior subimos a la montaña y como fuimos a pata y no estacionamos en el parking de la entrada como hace todo el mundo, zafamos y nadie nos vino a cobrar nada, así que nos tocaba. Nos preguntó si íbamos a acampar ahí y le dije que no, que solo estábamos comiendo un alto guiso y ya seguíamos viaje.
Ya con la panza llena y el corazón contento, seguimos viaje por esa hermosa ruta escénica con dirección a Šćepan Polje, una localidad al noroeste del país, que limita con Bosnia en la unión de los ríos Tara y Piva. La ruta hacia allí iba bordeando el río Piva, de un color turquesa hermoso que luego casi al llegar a destino nos dimos cuenta que era casi una laguna más que un río, porque había una represa hidroeléctrica justo ahí. De hecho la cruzabas con el auto por arriba y podías ver la abismal diferencia en el nivel del agua a ambos lados de la represa. 
No era nuestra intención cruzar a Bosnia, si no acampar ahí para hacer rafting al día siguiente, ya que los tours en esa zona costaban literalmente la mitad que en Žabljak y de paso conocíamos lugares nuevos. 
La verdad que yo nunca le doy bola a las reseñas de la gente en Google Maps o lo que sea, porque por lo general se quejan de pelotudeces o le bajan puntos por cuestiones totalmente ajenas al lugar. Pero la verdad que en este caso con la app del camping tuvimos la experiencia contraria ya que todas las reseñas eran bastante acertadas. Este lugar en cuestión que elegimos para hacer rafting, era tan solo uno de los tantos lugares que ofrecían lo mismo en la zona, pero que bueno que terminamos ahí porque el lugar era absolutamente increíble. Tenían unas cabañas que alquilaban y muy poco espacio para acampar en carpa y con campers, pero tuvimos suerte porque al llegar aún quedaba un lugar para acampar. Era un negocio atendido por su propia familia, en el que unos manejaban los jeeps, otros cargaban los botes, otros llevaban la cocina, preparaban y servían la comida, etc. 
Por elegirlos para hacer el tour de rafting, nos dejaron acampar ahí la noche y nos dieron cena, desayuno y almuerzo gratis!! Todo incluido en el precio del rafting! Encima la comida era abundante y espectacular, las duchas y baños estaban todos limpios y stockeados con papel, jabón, agua caliente, todo! El lugar estaba justo en la intersección de los tres ríos y tenía una vista absolutamente increíble al agua y las montañas. Había mesitas afuera y un balcón terraza en el restaurante para comer o tomar algo con una vista épica. Encima se escuchaba el ruido del agua corriendo rápido y haciendo bruma contra las piedras bajo el sol del atardecer. 
Llegamos para la tarde y nos queríamos meter al agua porque hacía calor, pero decidimos primero tomarnos una birrita ahí sentados. Cuando fui a pedir la birra, veo que tienen la birra local como en todos lados, pero tirada y en pintas. Miro la carta y veo el precio… $2,50 euros. DEME DIEZ!! Una ganga sin igual. Cancelamos los planes de bajar al agua y nos quedamos escabiando unas frescas por el resto de la tarde hasta que se hizo la hora de ir a  cenar GRATY. Fue un excelente resto del día, super relajante y regocijante. Nos fuimos a dormir felices.
Preocupado por mi situación de insomnio recurrente, por suerte esa noche no fue tan mala como las anteriores y pude dormir de corrido hasta alrededor de las 5:45 am. Todo un progreso en comparación y me desperté bastante descansado y ya sin dolor de cabeza ni contractura en el cuello, por lo cual me sentí bendecido.
Me quedé remoloneando en la cama un rato y tipo 8 preparé unos mates para ir a tomar con vista al río mientras esperábamos que se hicieran las 9 para ligar el desayuno graty que teníamos incluído. Pensé que iban a ser dos tostadas y un magro café, pero sirvieron un buffet a todo culo, con unos bocaditos fritos tipo bolas de fraile que estaban espectacular! Unas tartitas de queso y espinaca, tostadas, de todo! Para mejor, hacía el más peronista de los días hasta entonces, totalmente soleado y con calor apropiado para hacer actividades acuáticas. 
Terminado el desayuno, nos dieron los trajes de neoprene, chalecos y demás equipamiento para ya ir arrancando el tour. Llegó un montón de gente también que no estaba acampando y vinieron solo a hacer rafting, por lo que los jeeps en los que te llevan al punto de partida iban llenos. Así fue como terminamos yendo con un grupo de lo que parecía ser amigos de uno de los integrantes de la familia del camping, el que manejaba el jeep, porque iban todos hablando entre ellos y luego se pusieron a cantar cancionetas tradicionales de su país, que asumo eran Serbios porque una de las canciones decía “Kosovo, Kosovo” y eso es todo lo que pude entender. Eran copados igual, y hasta nos convidaron una birra para el viaje (eran las 10:30 am jajaja).
Ya en el punto de partida, bajaron los gomones al agua, nos subimos y arrancamos. No hubo mayor briefing de seguridad o indicaciones que: “si digo GO, reman. Si digo STOP, paran”. Pero como las aguas estaban bastante tranquilas, no había mucho peligro de nada.  Arrancamos a remar sobre el majestuoso río Tara regocijándonos con sus aguas y los paisajes. Por lo general no era muy correntoso e íbamos re tranquilos, salvo por algunas bajadas pedregosas en donde se hacían olas que te sacudían y empapaban al estrellar contra el bote. Debido a esto, no fue lo más exhilarante del mundo pero si muy divertido! Y refrescante, ya que te podías tirar al agua desde el bote si querías por momentos. 
Yo solo había hecho rafting una sola vez antes, en Tailandia, pero era dry season y el agua estaba super baja, tanto que de momentos había que saltar en el gomón para que se desencalle de las piedras! Así que en comparación, ésta vuelta fue mucho más agitada la aventura y la disfrutamos un montón. Quedará pendiente algún día ir a hacer rafting a las aguas rápidas de San Rafael, Mendoza 😂 
Luego de una parada técnica para tomar una birrita y meternos al agua, seguimos viaje en el gomón río abajo hasta llegar a la bajada de nuestro camping. Allí nos enjuagamos y cambiamos la ropa y nos esperaba el almuerzo listo para finalizar la aventura.  Nos comimos un platazo de un morrón relleno con papas, sopa y pan, recargamos el agua en la camioneta, hicimos uso de las instalaciones, le pagamos al señor por el tour (aún sin poder creer lo barato que era… $55 por persona!), y tipo 3 o 4 de la tarde emprendimos la retirada.
Ya entrando en la recta final del viaje, aún nos quedaban dos días completos para explorar la parte sur, la costa Adriática del país. Estando literalmente en el extremo opuesto del país, ni daba para mandarse a manejar de un tirón a esa hora del día porque sabíamos que siendo tan turística la costa (lo vivimos al llegar y tomar el taxi a la ciudad) iba a ser un re quilombo de tránsito y de buscar donde acampar y demás. Por este motivo, acudimos una vez más a la gloriosa app de camping y encontramos un lugar a mitad de camino bien en el medio de la nada, alejado de todo el bardo y los puntos de interés de turismo masivo. Encima sabíamos que iba a llover un montón al día siguiente, posiblemente era la tormenta que días atrás azotó a Eslovenia y provocó las peores inundaciones de su historia, destruyendo puentes y caminos al pasar. Muy conveniente el timing dado que hacia allí nos dirigíamos luego de Montenegro!. 
Así fue como llegamos a un camping cerca de un monasterio empotrado en la montaña, el cual se podía ver a la distancia. El dueño era super copado, muy buena onda y servicial. No hablaba mucho inglés, pero nos manejabamos con el Google Translate en su celular. Nos llevó hasta el río que pasaba convenientemente a pocos metros del camping que era hermoso, y luego nos contó que ese terreno era la casa de su bisabuelo, y nos mostró las ruinas de piedras de lo que era su vieja casa, que tenía construída al lado la casa de su abuelo, seguida por la de su padre y la suya. Además tenía arriba una pileta gigante a todo culo. Espectacular! Re tranquilo el lugar y además tenía una cocina con freezer, heladera, anafe para cocinar y wifi! ¿Qué más querés?
En eso que pasamos por la cocina a enfriar unas birras, un pibe que estaba sentado ahí fuera preparándose un sanguchito nos escuchó hablar y nos preguntó de dónde éramos. El era de Holanda, pero había vivido en España mucho tiempo y tenido una novia argentina por lo que reconoció el acento. Se llamaba Ezra y estaba haciendo una épica aventura en bici por el más low cost de los low costs. Se compró una bici usada, muy vieja y bastante rotosa en Albania por 50 euros y se fue equipando con bolsas y todas cosas de segunda mano atadas con alambre que iba consiguiendo o le iban regalando y se estaba aventurando a pedalear en bici de vuelta a Holanda. Excelente aventura, respect my friend! Era re buena onda el pibe y nos quedamos charlando un rato largo. Luego se fue a dormir porque su itinerario implicaba levantarse antes que amanezca para levantar campamento y empezar a pedalear antes que haga un calor insoportable. Nosotros hicimos lo propio al caer la noche, sin prisa ya que sabíamos que iba a llover casi todo el día por lo que teníamos que flexibilizar nuestro itinerario y ver al día siguiente como se iban dando las cosas.
El sonido de la lluvia golpeando contra la camioneta resultó el somnífero perfecto, porque por primera vez en todo el viaje dormí bien, de corrido y más de 6 horas!! Me desperté renovado y descansado apropiadamente. Nos fijamos el pronóstico del clima para ver como seguía, ya que si bien estaba lloviendo fuerte, se esperaban lluvias nivel alerta metereológicas, que por suerte no sucedieron. A mi solo me preocupaba si llovía mucho muy rápido el quedarnos empantanados en el camping, pero había mucho pasto y una pendiente que ayudaba a circular el agua así que estuvimos re tranquilos al final.
Para mediodía iba a aflojar la lluvia, por lo que aprovechamos hasta entonces para desayunar, lavar los platos y demás cacharritos de la van, pegarnos una ducha, llenar los bidones de agua, etcétera.
Si bien nuestro plan original era ese día ya arrancar directo para la costa, por la ubicación en la que estábamos era más o menos la misma distancia ir hasta la capital Podgorica o retroceder y encarar para Kotor. Pero como no daba mandarse de una a Kotor con lluvia y niebla porque no se iba a ver un choto, aprovechamos a hacer tiempo e ir a Podgorica a almorzar a un restaurante como para comer algo que no sea guiso de arroz todos los días. Fuimos a un restaurante indio muy high end que estaba espectacular! Te traían un montón de platitos distintos, con bebida y postre incluído. Todo muy rico… ya cuando ves que los comensales son en su mayoría de la India, ya te da pauta que el lugar es the real deal. Nos dimos un tremendo atracón y hasta nos sobró comida, la cual pedimos nos envuelvan para llevar, obviamente.
Ya para las 3 de la tarde no llovía más y se estaba empezando a despejar, por lo que era hora de activar y encarar hacia Kotor, cosa de acomodarnos y buscar donde pasar la noche para poder hacer base y explorar desde temprano al día siguiente.
Lamentablemente y como aprendimos al llegar con aquel viaje en taxi, para llegar ahí no había más opciones que ir por un camino en una serpentina loca yendo en zig zag durante más de una hora por un camino angosto y concurrido, o por la costa bordeando todos los destinos turísticos y fumarse 2 horas clavado en el insoportable tráfico a paso de hombre.
Finalmente optamos por la primera opción dado que era la más escénica y ofrecía unas espectaculares vistas a la Bahía de Kotor y varios miradores para detenerse a apreciarla. Ahora bien, el camino era tan lindo como intrincado. Eso que mencioné antes sobre todos los caminos siendo de un solo carril salvo en rutas nacionales no es la excepción acá, por lo que además del serpentineo de izquierda a derecha y de arriba abajo, había que sumarle el tráfico viniendo de frente que muchas veces incluía bondis y camiones gigantes, y unos bloques de piedra gigante que oficiaban de guardarail pero que por el paso del tiempo estaban inclinados hacia adentro, reduciendo aún más el espacio que tenías con el auto para tirarte a un costado sin rayar toda la pintura a la mierda. Que manera de tirar finitos, la puta madre… a nivel onda bajar la ventanilla y asomar la cabeza para aprovechar cada milímetro disponible entre autos y el abismo. Esto fue todo así por más de una hora, hasta que finalmente llegamos a Kotor, donde fuimos recibidos por el intolerable tráfico intercostal turístico que te obliga a clavarte una hora para avanzar tres pasos. Como estábamos con un poco de tiempo aún queríamos hacer un poco de reconocimiento desde el auto para ver que onda al otro día, pero el tráfico estaba tan insoportable que reculamos y nos fuimos en busca de alguno de los campings que figuraban en la app, al costado opuesto de la bahía. 
Para llegar ahí, el camino que bordeaba toda la bahía era hermoso y atravesaba todos los pueblitos locales muy pintorescos, además de la vista al resto de las montañas y al agua. El tema es que si el camino de la serpentina era angosto, este era ridículo ya que encima habían otros obstáculos en forma de gente, autos estacionados y pelotudos que se mandaban con un camión tamaño militar por esos caminos, obligando a todo un convoy de autos a dar marcha atrás hasta el primer recoveco posible para que pueda pasar y dejar de obstruir el paso a todos. Todo eso sumado a turistas que no entendían que dos autos no pasaban por el mismo lugar en ningún momento o punto del camino, y se quedaban ahí parados como boludos bloqueando todo el paso hasta que algún local se hinchaba las pelotas y bajaba del auto a explicarles cómo tenían que maniobrar. 
Para peor, siendo tan recontra turística y hasta el choto de gente la zona, me agregaba estrés el temor que los campings estén todos llenos ya que no había muchos para elegir y ya estábamos sobre el final de la tarde. Por suerte terminamos consiguiendo lugar en la casa de una señora que te dejaba estacionar en su terrenito, y tenía un poco más de lugar atrás para los que venían en carpa.
La verdad es que tras todo eso llegamos completamente del orto, ofuscados, con calor, hinchadisimos las pelotas y pasados de rosca. Para sacudirme todo eso no perdí más tiempo y apenas estacioné me calcé la malla y me tiré al agua, ya que estábamos literalmente a la orilla de la misma. Fue muy relajante y necesario, el agua era cálida y transparente, y flotar con esa vista la verdad que era de ensueños. 
La casa de la señora no ofrecía ninguna otra facilidad más que un baño, ya que la ducha era externa al aire libre como para sacarse la sal del mar nomas, pero como estábamos por solo una noche no nos importaba. Me saqué el agua del mar de encima y por el resto de la tarde nos dedicamos a beber birras frente al mar que compramos en un mercadito convenientemente ubicado al lado nuestro.
Decididos a evitar la pesadilla del día anterior, nos levantamos temprano y para las 8 am o antes ya emprendimos viaje hacia el centro de Kotor, cosa de evitar el tráfico en ese angosto camino y de conseguir lugar en los estacionamientos del centro, cosa imposible luego de las 10am. El día estaba hermoso y todo transcurría con normalidad y calma, pocos autos en el camino o gente alrededor. 
Entre todos los caminos precarios de montaña que transitamos y la cantidad de finitos y maniobras complicadas para retomar caminos o estacionar que hicimos hasta ese día, era un milagro no haber rayado o golpeado la camioneta de alguna forma. Eso es algo que siempre me da mucho TOC de alquilar autos al viajar, más aún con esta camper en particular porque la alquilé por AirBnB y no era una agencia como Hertz, si no unos particulares que compraron unas camionetas y las pusieron a andar, por lo que el tema del seguro corría como si fueran particular y no tanto como los comerciales con franquicia que suelen tener en todos lados. En teoría si tenías un accidente o algo y era tu culpa se podían quedar con parte o todo tu depósito que te pedían (en efectivo), pero podía exceder ese importe de acuerdo al daño. Para evitar toda esa preocupación, antes del viaje contraté un seguro de exceso de franquicia, cosa que me reintegren la plata en caso que pase algo y tenga que desembolsillar. 
De cualquier forma nunca antes había tenido un accidente o incidente que reportar con ningún vehículo alquilado, por lo que supongo que era obvio que tras pensarlo y temerlo tanto, finalmente me venga a suceder en el momento menos pensado y de la manera más boluda posible. 
Esa mañana de camino a Kotor, que eran unos 20 o 30 minutos, dí marcha atrás bien despacio y me corrí a un lado para dejar pasar unos autos y en el último centímetro antes de soltar el freno escucho PUM! Noooooooooo la re concha de la lora no me digas!!!!!! Justo ahora!!?? El último día antes de devolver la camioneta!! Que calentura!! Me bajé a mirar y la verdad que el daño era mínimo, se la pegue en una esquina al paragolpe en un punto ciego del espejo retrovisor y la columna de la puerta, no se que carajo había ahí pero le hizo una rajadura al plástico pedorro del que están hechos. Por suerte no se rompió ninguna óptica ni nada mayor, pero me disparó el TOC y el día recién empezaba. 
De alguna manera y sorprendentemente para cuando llegamos a Kotor y estacionamos me calmé y dije “bueno, no puedo hacer mas nada al respecto… para eso está el seguro. Veremos cuanto me cobran y como transcurre todo. Por ahora, YOLO”. Igualmente para cumplir con las cláusulas del contrato de alquiler, donde decía que debías dar aviso de cualquier incidente porque si lo tratabas de ocultar te multaban peor, decidí ser honesto al respecto y avisarle a la chica de la camioneta, pero una vez que volvamos de explorar Kotor, ya que no eran ni las 9am y no hacía ninguna diferencia hacerlo más tarde de cualquier modo. 
Puse el TOC en pausa por un rato y nos fuimos a caminar por Kotor. Hermosa ciudad antigua, amurallada, con un fuerte en su cima, de esas que vieron pasar cientos de ejércitos de todos los colores y banderas por ahí. Toda de piedra, nacía a los pies del agua y ascendía por entre la montaña hasta el camino que llevaba al fuerte ubicado más arriba. Como ya hacía calor y era bien temprano, decidimos hacer la subida al fuerte apenas llegamos cosa de no morir aplastados con el calor de media mañana. Por suerte el clima acompañó y pudimos disfrutar de todas las vistas panorámicas de la ciudad y el resto de la bahía. 
Tras bajar del fuerte seguimos recorriendo la pequeña ciudad, que para nuestro agrado y sorpresa está llena de gatitos! Si bien muchos están cachusitos porque la gente va y los abandona ahí, por suerte hay comunidades y grupos que los cuidan, castran y alimentan. De hecho hasta tienen su propia plaza con casitas para dormir y dispenser de comida. Naturalmente, son los dueños de toda la ciudad y se manejan como y por donde les pinta. Los podes ver sentados en monumentos, sillas de restaurantes, calles y escaleras, por todas partes, lo que le da mucho más carácter a la ya de por sí bonita ciudad. 
Con el calor en aumento y el lugar ya recorrido y explorado, era hora de afrontar y sacarse el asunto de la camioneta de encima. Al llegar al estacionamiento le mandé mensaje a la mina, me hice el boludo y le dije que recién llegaba y la encontré así, que no sabía bien cómo o dónde pasó. Me preguntó si había cámaras de seguridad o algo en el lugar o si alguien podía ayudar, pero la verdad es que tampoco había de cualquier forma. Le pregunté cómo proseguir, si tenía que ir a hacer un reporte a la policía o que, para que puedan hacer el reclamo al seguro. Me dijo que no creía que la policía podía ayudar en casos así donde no hay otro conductor involucrado o se desconoce, que creía que no era mi culpa pero que igual había un daño y había que garparlo, pero que siga viaje y al otro día al devolver la van veíamos que onda, ya que lo debían consultar con el service mecánico con el que trabajaban para que le den un estimativo de los costos y demás. 
Me fijé en el mapa y había una estación de policía ahí nomás de camino a nuestro próximo destino así que por las dudas fuimos a preguntar. Le mostré la foto del paragolpe al rati y me dice: “Este golpe es muy bajo y leve para que sea otro auto... Seguro fuiste vos en alguna maniobra. 100% seguro”. “No me quemés, hermaaaaano” quería decirle. No se bien porqué fue tan rápido en descartar otro culpable (entiendo que debe ver miles de casos similares y de distintas magnitudes) pero la verdad es que posta por la ubicación y altura podría tranquilamente haber sido cualquier otro auto maniobrando, un trailer, lo que sea. Me dijo que no podía hacer el reporte porque blabla, bueno ya fue gracias señor cobani, mejor sigo viaje. En el peor de los casos se quedarán con el depósito, pensé. Es solo plata, no tiene sentido maquinarse ahora. Será lo que deba ser.
Siendo la última noche en Montenegro, seguimos viaje por la costa en dirección a la capital, para ver de qué se trataba más que nada, pero vía las ciudades costeras y con la idea de hacer noche cerca del parque nacional Skadar, que quedaba solo a media hora de Podgorica.
Una hora de tráfico insoportable más tarde y de dar vueltas como trompo para encontrar estacionamiento, finalmente llegamos a la más popular y turística de las ciudades costeras: Budva. Era un pueblito ínfimo, con una ciudad antigua amurallada bonita pero minúscula. Las playas eran extremadamente chicas para la cantidad de gente que había. Una asquerosidad, es de esos lugares que representan y evidencian todo lo que está mal con la gente y el turismo masivo. Cientos de hoteles y departamentos de lujo y otros tantos en construcción, cantidades obscenas de gente que no me entra en la cabeza a donde es bien que se van a meter al agua ya que la cantidad de playa disponible no puede acomodar todas esas cabezas. La idea de vacaciones de mucha gente es ir a hacinarse y meterse en más quilombos y embotellamientos y estar todos apretujados y entre la mugre y arghhhhh! El horror. La experiencia fue radicalmente lo opuesto a la que vivimos en las montañas. Dimos una vueltita rápida y nos tomamos el palo. Buscamos un camping en Skadar donde hacer noche y hacia allí fuimos.
Saliendo del quilombo costero, nos embarcamos en más caminos montañosos, esta vez con lluvia y visibilidad reducida, por lo que todo muy piano piano.  Llegamos a la tarde al camping elegido que estaba bien alejado de los circuitos turísticos, bien adentrado en el medio de la nada y tenía su propia huerta y granja con animales varios. Mucha, mucha paz! Las señoras del lugar eran muy amables y nos recibieron con unos panqueques con dulce casero muy ricos! Además tenían una cocina con mesas y un mirador y ofrecían desayunos y algunas bebidas caseras, además de birra a precios módicos.
Como era nuestra última noche nos tocaba guardar, acomodar y limpiar todo el interior de la camper para evitar que nos cobren penalidad por devolverla sucia. Fue una oportunidad también para hacer uso de todo los restos de comida que teníamos deambulando, por lo que aprovechando que el lugar disponía de cocina y utensilios, nos calentamos los restos de la comida india que pegamos el día anterior y lo complementamos con un poco más de arroz y snacks varios que teníamos abiertos en las alacenas. 
Ya comidos y con la camper y nuestros cuerpos limpios, nos fuimos a hacer la mimición, con la intención de salir temprano para llegar con tiempo a devolver la chata y ver como se desarrollara la situación del paragolpe y el depósito.
Sorprendentemente esa noche ganó el cansancio por sobre el TOC, y dormí re de corrido. Nos clavamos un desayuno local con productos artesanales, muy rico y nutritivo, y emprendimos la retirada bajo una leve lluvia que nos acompañó hasta destino.
Para las 10 am llegamos a Podgorica a devolver la camioneta y de toque la mina llegó con la socia, sacaron fotos del paragolpe y se contactaron con el service. La mina era copada y como fuí buen samaritano y le avisé de antemano del accidente y fui transparente al respecto, sabiendo que por contrato era mi responsabilidad pagarlo y no me intenté hacer el boludo ni faltar el respeto ni nada, consiguió un presupuesto por un paragolpe reciclado a nuevo por tan solo 70 euros! “Por lo general la gente se hace la boluda y les cobramos el importe completo en estas situaciones, pero como fuiste buena onda y diste aviso, vos pagás el repuesto y nosotros la mano de obra”. Yo pensé que iban a poner uno nuevo que costaría como 500 mangos y me dejaría en bolas, la verdad es que ni se como es que lo consiguieron tan barato y tan rápido. Para mejor, yo había reservado un taxi a las 11:30 para ir al aeropuerto de Tivat, porque aunque nuestro vuelo era a las 4 pm, ya sabíamos que tendríamos al menos 2 horas de viaje hasta allí con todo el quilombo infumable que es el tráfico de esa zona.
Cuestión es que para las 11 y monedas justo antes que llegue el taxi, ya estaban de vuelta del service con el repuesto en mano y la factura para que me reintegren luego los del seguro, que encima le hicieron descuento y terminé pagando 60 euros nomás! Tanta preocupación al pedo.  Al final re buena onda y todo se resolvió de la mejor manera posible. Si algún día volvemos a Montenegro, seguramente alquilemos de nuevo ahí.
Subimos al taxi con dirección a Tivat y que bueno que salimos con tiempo, porque ésta vez nos tomó 2 HORAS Y MEDIA llegar! Una locura inviable, pero ya estábamos de salida, yo no tenía que manejar, y todo se había resuelto bien así que fuimos tranquilos. 
Llegamos al precario aeropuerto y nos clavamos un overpriced sanguchito en el único cafetín disponible, ya que no íbamos a aguantar si no hasta llegar a destino.  El vuelo se demoró 45 minutos, dentro de todo no tan mal, ya que el resto venían con más de una hora de demora. Pero no tuvimos mayores inconvenientes con el vuelo ni nada y arribamos a tiempo a la segunda parte de nuestro viaje. Ahora sí, era hora de descansar, escabiar y rockear duro. Próxima parada: Eslovenia con destino al Punk Rock Holiday!
Si bien la idea original era alquilar una sola camper y cruzar las fronteras desde Montenegro hasta Eslovenia cosa de recorrer Croacia y/o Bosnia, finalmente desistimos de esa idea ya que por cuestiones de tiempo no iba a ser viable mandarse a manejar un tirón tan largo y cruzar la frontera croata en verano, donde podés esperar tranquilamente varias horas de demora. Optamos por volar a Ljubljana y alquilar otra van ahí, cosa de también devolverla en el mismo aeropuerto al terminar el viaje y ya quedar listos para volver a casa.
Al llegar a la capital Eslovena nos esperaba Andrej, el muchacho que nos alquilaba la camioneta. Era un flaco re copado, fan de NOFX y fellow punk rocker quien había ido él también al PRH en alguna ocasión. Llenamos los papeles del contrato y nos explicó las cuestiones de la camioneta. Era una VW Transporter modelo ‘96, más compacta y bella que la de Montenegro, no solo por el color si no porque internamente el espacio estaba muchísimo mejor aprovechado que en la anterior, además tenía el techo alto y podías pararte adentro sin necesidad de levantar el techo plegable. 
“Para arrancar, dale duro al cebador hasta que se apague la luz. Cuando le des marcha, pisá el acelerador a fondo sin miedo hasta que arranque. Una vez que arranque mantenela acelerada un rato para que no se apague. Para salir en primera pisá el acelerador sin miedo, y guarda que escupe una bocanada de humo al arrancar en frío”. Ya me cayó bien inmediatamente. Habiendo manejado un Taunus del ‘84 durante 20 años, tengo un particular aprecio por los autos viejos y sus muchas mañas. Cualquiera puede manejar un auto nuevo, que hasta te dicen como y cuando pasar los cambios… pero andar en uno viejo en el que tenés que escuchar y sentir el motor y el andar para poder manejarlo, tiene un “no se que”.
Siendo que ya eran las 7 de la tarde y teníamos intención de acampar directamente en Tolmin (sede del festival), decidimos arrancar viaje sin más preámbulo ya que eran unas dos horas hasta allá. Nos pusimos en marcha camino por la autopista para evitar cualquier tipo de corte o demora producto de las terribles inundaciones que había habido las semanas anteriores en Eslovenia que destruyeron un montón de caminos e infraestructura. Por suerte no tuvimos ningún problema por donde fuimos ya que era una autopista elevada y además el clima ya había repuntado por suerte. De hecho manejamos bajo un hermoso atardecer en las montañas hasta que anocheció. Fue muy regocijante road tripear en esa van, por más breve que fuera.
Ir al Punk Rock Holiday era una asignatura pendiente desde hace rato. Siempre lo veíamos en Instagram, todas nuestras bandas favoritas tocaban ahí y para colmo se hace en Tolmin, una pequeña localidad del valle y el río Soča que son absolutamente idílicos. Además de rockear todo el día, te podes meter al agua, flotar río abajo en un flamingo inflable, escabiar y hasta disfrutar de las muchas actividades deportivas que la zona ofrece. Sin embargo estaba un poco “desilusionado”, ya que el line up este año no era tan copado como el año pasado o en anteriores, así que mis expectativas estaban un poco limitadas.
Habiendo madrugado para devolver la van en Montenegro, lidiar con todas las cuestiones, fumarse un taxi de 2:30 horas hasta el aeropuerto, esperar el vuelo demorado, volar, llegar a Eslovenia, levantar la chata, manejar 2 horas y encima de noche que cansa más, finalmente llegamos al PRH tipo 9pm.
Al llegar al punto de check in donde te escanean los tickets y te dan las cintitas y todo eso, me dicen “¿Estás en camper? Tenés que pagar por el parking y camping. Además como es Lunes (el festival arrancaba el Martes) tenés que pagar el early arrival fee. Ah, y el festival es cashless asique van a necesitar esta tarjeta contactless (onda una SUBE) para manejarse en el festival, pero no pueden compartirla así que tienen que sacar una cada uno. ¿Cuánto le querés cargar? Mira que te retenemos un depósito por las bolsas de basura, la tarjeta y los vasos, pero cuando lo devolvés al terminar se te reintegra” Emmm… bueno.. Supongo que está bien? Cuestión que no habíamos ni entrado al predio ni estacionado la camioneta y ya había desembolsado como $200 euros de un tirón. 
Siendo de noche, era difícil ver dónde corno estábamos como para buscar un lugar donde estacionar. Dimos varias vueltas y finalmente encontramos un lugar lo suficientemente plano y aislado de los escenarios y el quilombo generalizado como para estar más tranquilos.
Estacionamos y nos fuimos directamente a explorar qué onda el predio y ver donde podíamos comer algo. Pedimos unas hamburguesas veganas y unas birras, pero como estábamos tan pasados de cansancio y hambre, teníamos medio un humor de mierda y empezamos a despotricar “ahh que este lugar es un cash grabbing fest, que te sacan plata por todo, que es todo muy complicado para moverse, etc”. Esa noche había un warm up show y nos quisimos acercar al escenario a ver que onda, pero como teníamos el vaso (reusable, por el que pagás un depósito) lleno de birra, no nos dejaron entrar al área del escenario, sólo te dejaban con vasos vacíos y comprar en los bares de adentro, que sólo ofrecían de las birras pedorras comunes. “Baaaaaa anda a cagar!! Me voy a dormir ya mismo, metete tu show en el culo! Todo muy complicado!”, dijimos en un ataque de queja espontánea. Vamos a dormir y mañana veremos todo con otros ojos. 
Yo venía un poco mal predispuesto también, bajo la premisa que siendo un camping iba a ser todo un re quilombo de gente borracha gritando y no iba a dormir un porongo en toda la noche durante todo el festival. Tal vez porque estaba muy cansado, o porque el festival aún no había oficialmente arrancado, pero pude dormir bien esa noche.
Sin embargo, el Martes a las 8 am en punto, escuchamos un grito gutural onda de Sargento del ejército despertando a los reclutas: “AHHHHHHHHH WAKE UP!!!”” acto seguido sonó el más podrido y violento de los temas de Heavy Metal A TODO PUTO VOLUMEN. Onda entiendo la emoción por el comienzo del primer día, pero OCHO DE LA MAÑANA HIJO DE PUTA!! TENES VECINOS Y CARPAS AL LADO DURMIENDO!! Todas mis pesadillas se estaban tornando realidad por un momento.  Se ve que al toque le frenaron el carro y dos o tres temas de Maiden y Motorhead más tarde, finalmente bajó el volumen a niveles razonables. 
Por suerte, y luego al transcurrir el día y el festival se haría cada vez más evidente, la organización del lugar era espectacular, y hacían un fuerte énfasis en ser respetuoso con el prójimo y respetar el descanso de los demás, por lo que no volvieron a haber incidentes de ese estilo por el resto del festival, y a decir verdad me sorprendió terrible y gratamente lo silencioso que el camping estaba a la noche y lo bien que se podía dormir!
Como claramente ya estábamos arriba, aprovechamos para ir al Hofer, el supermercado local (onda un Día%, pero mejor abastecido y más variado) a comprar birras y comida temprano antes que caigan las hordas a arrasar con todo. 
Ya oficialmente en modo vacaciones, para eso de las 10:30 am nos pusimos a desayunar el desayuno de los campeones: sanguchitos y birra! Habiendo arrancado temprano, pusimos segunda, armamos la mochila con más birra y snacks y nos fuimos hasta el río a ver qué onda. Como había estado lloviendo tanto hasta el día anterior que empiece el festival, el río estaba muy crecido y sacudido como para poder bañarse, así que ese día nos limitamos a mojar las patitas nomás.
Íbamos caminando por el costado del río, yo llevaba puesta la camiseta Argentina con las tres estrellas, y en eso un flaco pasa y me dice ehhh hola como va! Así en español. Nos pusimos a charlar y el pibe era chileno viviendo en Israel, también primera vez en el PRH y había ido solo. Caminamos hacia el área del Beach Stage donde ya empezaban a sonar las primeras bandas del día y nos quedamos charlando un rato. En eso veo que estaba fumando algo y le digo che… ¿Qué onda, qué estás fumando? Acto seguido nos pusimos a fumar un joint, pero mezclado con tabaco de pucho comercial que a mi me da asco y arcadas. Tuve que fumar bien despacio y respirar profundo para no vomitar. Pero todo sea por la puestez.  En eso el loco dice que no encontraba su teléfono por ningún lado, se fue a dar unas vueltas a ver si lo veía pero sin suerte. El flaco era buen pibe, pero un colgado total y no sería la última vez que perdería cosas en el festival. 
Entre toda esa confusión, que ya nos habíamos tomado varias birras y que ya hacía hambre, nos volvimos para la camper ya que encima de los escenarios a la zona del camping había un trecho de unos 10 minutos a pata más o menos.
Para esa altura yo venía flotando en mi situación de rock y sala de ensayo, el mal rollo del día anterior ya se había evaporado y veía todo con mejores ojos.  Sin embargo al llegar a la camioneta, vemos que se estaba instalando una camper cuya trompa me bloqueaba la cola de mi camioneta de un lado, y otra gente que clavó su carpa casi literalmente al lado de la puerta trasera nuestra, bloqueando efectivamente cualquier posibilidad de retroceder y sacar el auto de ahí. Esto me disparó el TOC ya que nosotros sabíamos de antemano que debido a nuestro vuelo saliendo temprano el sábado, no nos íbamos a poder quedar hasta que termine todo el festival, si no que nos iríamos el viernes en algún momento. Cualquier situación de la cual no tengo control, o mejor dicho, que dependo de terceros y/o de interactuar con ellos para resolver, me genera un estrés total, se me disparan todas las obsesiones. Incluso le comentamos a la gente esa que nos clavó la carpa al lado, nos preguntaron si había drama que se pongan ahí y les dijimos que no, pero que nosotros nos ibamos a ir antes así que no queríamos quedar bloqueados entre autos y carpas. “Ahh no te preocupes, nosotros nos movemos cualquier cosa” nos dijeron.  Encima del lado de enfrente también tenía bocha de autos y obstáculos y ninguna forma directa de salir en caso de necesitarlo, si o si iba a depender de decirle a alguien que se mueva, y de que estén ahí presentes al momento en que lo necesitemos. 
Pero como todo eso era mucho TOC a futuro, era recién el primer día del festival y no íbamos a ir a ningún lado de cualquier manera por los próximos días, hice un gran esfuerzo mental de relajación el resto de la tarde para dejar de preocuparme por eso y disfrutar el festival. Me costó una siesta y mucha introspección, pero por suerte no me maquiné seriamente más con el asunto hasta llegado el momento. Pero bueno, el TOC funciona así.. No es fácil.
Habiendo bebido tanto y de tan temprano, sumado al calor que hacía, tuvimos que meter una siestita a la tarde usando toallas y cualquier tipo de tela a disposición para bloquear el sol y calor que entraba por las ventanas y puertas de la camioneta. 
Al despertar todavía estaba con la cabeza abombada entre tanto escabio, siesta y preocupaciones ridículas, pero comimos algo ahí en la van y nos preparamos para los recitales principales de la noche, los Slackers y luego los Dropkick Murphys.  Ambos shows estuvieron muy buenos, y ya se hacía evidente la buena onda que había entre el público y que sería la constante en todo el festival. El escenario principal no tiene rejas ni barricadas, de hecho tiene como un escalón al que te podés subir y hacer crowdsurfing entre la gente, lo cual era la norma en todos los shows, incluso los del beach stage donde había poco público, todos siempre se copaban y no te dejaban caer de jeta al piso. Incluso había muchos niños menores de 10 años flotando entre la gente, ¡todo muy familiar! Dia uno: adentro. Ahora a dormir para arrancar de nuevo al día siguiente.
El día dos arrancó super tranquilo, nadie rompió las bolas en el camping a la noche ni desde temprano. Nos levantamos y esperamos a que el camioncito atmosférico (al cual apodamos “Señor Caquero”) haga sus rondas. La verdad es que esa gente eran héroes anónimos. La cantidad de personas abusando del escabio, morfi y sustancias de todo tipo, se ve reflejada en la montaña de soretes de todos los colores y consistencias que se encontraban en los baños químicos a medida que transcurría el día. Pero afortunadamente y como mencioné antes, el festival estaba muy bien organizado, el Señor Caquero hacía sus rondas non stop durante todo el día vaciando e hidrolavando los cubículos que soportaban todo tipo de calamidades.
Ya desayunados y como el día estaba nublado y con temperaturas agradables, fuimos a caminar hasta un castillo ahí cerca en el centro de Tolmin, como para purgar el escabio del día anterior y oxigenar la sangre un poco.  Estaba a una hora nomas, y al subir tenías unas espectaculares vistas panorámicas y de los 50 diferentes tonos de verde del Soča Valley. Hermosor.  Llegamos temprano y al rato empezaron a caer más punk rockers del festival que tuvieron la misma idea. 
Volvimos para el camping tranqui, previa pasada por el super a reabastecerse. Ese día tocaban y cerraban los Gimmes, que eran mi acto favorito y que más quería ver, más que nada por la ubicación y el contexto del festival, y porque siempre son un fiestón sus shows y medio que es imposible no pasarla bien.
Fuimos más prudentes y no arrancamos a escabiar desde re temprano, pero sí compramos hielo para enfriar todas las bebidas cosa que estén fresquitas para la previa. 
Ese día las aguas del río estaban más calmas y ya se podía meter, pero no hacía tanto calor así que nos limitamos a mojar las patas, beber y descansar en la orilla durante la tardecita, mientras escuchábamos bandas en el beach stage.
Sin embargo yo tenía una misión en mente: quería ubicar al chileno del día anterior para ver si me pasaba la punta y poder pegar porro. Justo volviendo de la playa, nos cruzamos al salir y nos quedamos tomando una birra y comiendo un guiso en las carpas del patio de comida. Le digo che que onda para pegar porro? Podré conseguir un gramo o algo asi? Es que no vamos a llegar a terminar todo si no. Me dijo que no creía que los monchos me quieran vender tan poco y se ofreció a darme él un cogollito de su propio stash. Le quise pagar unos mangos y no me dejó, me dijo que compre unos tragos después y listo. Macanudo!! Ya con porro a mi disposición, la vida se torna color de rosa.  Volvimos a la van al atardecer a tomar nuestras birras ya frías, picar manices, papitas y fumarnos un troncho escuchando música. 
Fue ahí, en ese mismo momento, fumando y tomando con las montañas verdes de Tolmin de fondo en que cualquier destello de mal rato, mal humor, preocupación o mala leche quedaron completamente sepultados. Fue un momento onda “la vida es bella” y “mirá lo que es ésto y el lugar en el que estamos”. Para esa altura estaba claro que para pasarla mal en el Punk Rock Holiday, realmente tenés que tener MUCHAS ganas y hacer el esfuerzo, porque la gente, el lugar y la atmósfera es tal que irradia buena onda total. Todo el mundo está en una, en la suya, en la misma. La camaradería es total. Es por eso que los que ya fueron anteriormente se referían en internet como la “PRH family”, y medio que es así porque mismo en los shows, es la misma gente que ves durante el día, todos los días. No hubo jamás ningún episodio de violencia, o borrachos picanteándola ni nada parecido. Respeto y ubicación generalizada, solo buena onda.
Flotando en una nube, encaramos al escenario principal para ver el show de Frank Turner. Hace una onda punk folk tranqui, está muy bueno y el tipo es recontra copado, nunca lo habíamos visto en vivo y la verdad que la rompió. Para colmo, era el cumpleaños de su batero esa noche y dijo: “Es su cumpleaños y nunca en su vida hizo crowdsurfing, excepto por una vez fallida no se donde. Así que quiero que lo hagan dar toda la vuelta y tráiganlo de vuelta al escenario al terminar el tema”. Se tiró al público y nadó entre la gente que lo paseó por todas partes antes de devolverlo de vuelta mientras Frank Turner hacía chistes y ambos se cagaban de risa. 
Fue esa situación del show y la gente en que se me hizo súper evidente que todo el público tenía buena onda, que entendían que el crowdsurfing era parte del evento y un clásico del PRH en general, y nadie se iba a abrir y hacer un hueco para dejarte caer.
Tras 25 años yendo a recitales de Rock, creo que lo viví todo. Ir adelante, ir atrás, a la valla, arriba del escenario, al costado, hacer pogo, mosh pits, lo que sea… excepto crowd surfing. Era la única y última cuenta pendiente que tenía con el rock ya que me daba miedo romperme la cabeza, pero tras haber presenciado esa situación épica en el show de Frank Turner, dije “ésta es la oportunidad de mi vida… en el show de los Gimmes me voy a tirar a nadar entre la gente”. No iba a encontrar un mejor ambiente o show para hacerlo.
Finalmente llegó el momento de los Gimmes y mi estado de euforia y locura era total. Arrancaron el primer tema y tanteé las aguas… la gente se tiraba y todos lo atajaban… joya! Entre pogo y agite yo ya estaba ubicado adelante de todo en las primeras filas. 
Apenas empezó el segundo tema “Leaving on a Jet Plane”, no aguanté la manija y le dije a las personas adelante mío “let me go up!!” y se corrieron para que me suba al escenario. A esa altura la adrenalina y endorfinas me corrían por el cuerpo, me sentía Highlander. Me puse a bailar y cantar un rato en el escenario y al toque visualice tratando de ubicar un grupo de gente lo suficientemente junta como para tirarme y que me atajen. Establecí contacto visual y les hice señas de que me iba a tirar. Me puse de espaldas y me dejé caer. Al toque que hice contacto con las manos del público, siento que medio me empujan de vuelta para arriba y volví a quedar parado en el escenario. “No me puedo quedar acá clavado” pensé, y me tiré de vuelta. Esta vez sí… sentí el momento en que mi cuerpo era completamente sostenido por la gente, flotando en el aire, y como cada vez aparecían más manos que te hacían mover hacia el fondo del campo. Todavía tengo la sensación grabada a fuego… el flotar en el aire, mirar hacia arriba y ver las estrellas en el cielo, mirar hacia adelante y ver el escenario y a la banda tocando, mirar a los costados y ver mar de gente bancándote…. Mirá que me tiré en paracaídas una vez, pero la adrenalina de esta experiencia estuvo a otro nivel.  Logré avanzar un montón en el campo, casi hasta el final, momento en el que efectivamente se terminó el soporte de la gente y caí como temía, de cabeza contra el suelo. Pero como el predio es al aire libre y es todo de tierra, te amortiguaba la caída y no te fisurabas el cráneo. De cualquier manera no me pasó nada y la gente me levantó del piso enseguida.
Completamente extasiado y feliz, me fuí para adelante a seguir agitando todo el resto del show. Sin dudas la experiencia no sólo estuvo a la altura de lo que imaginaba si no que en este caso y tal vez por el contexto, fue muchísimo mejor que lo soñado.
Encima yo andaba con la camiseta Argentina, y terminé conociendo un montón de gente por eso y pegamos buena onda con unos brasileros y colombianos que andaban por ahí. La casaca de la suerte… conocí gente y pegué porro gracias a ella, no me la saqué más hasta el final del festival!
Terminado el show nos quedamos bebiendo unas birras en el predio porque no había chance de que pueda bajar del limbo en el que estaba, todavía me acuerdo del estado de felicidad total y sonrío. Pero bueno, todo concluye al fin así que tan borracho como feliz, me fuí a dormir para hacerlo todo de vuelta al día siguiente, de nuevo.
Otra cosa genial del festival es la diversidad de actividades que propone, como por ejemplo Punk Rock Yoga. Todas las mañanas a las 10 am, si la fisura te lo permitía, podías acercarte hasta la playa, agarrar una colchoneta y hacer una hora de yoga con las instructoras. Como era algo que queríamos hacer y dado que para antes de las 9am ya nos habíamos despertado, desayunamos algo y fuimos a ver qué onda.  Llegamos medio sobre la hora y no éramos los únicos, por lo que esperamos a que nos trajeran las colchonetas y nos unimos a la clase que ya había empezado hace poquito.
A esa hora todo el mundo aún está durmiendo y las pruebas de sonido y armado de escenarios todavía no arrancan, por lo que la playa está en completo silencio más que por el sonido del agua, y arrancar el día relajando y estirando el cuerpo en ese lugar y con esa vista es revigorizante. Te sacudís la resaca de encima y te da energías para afrontar otro día más de puro rock y sustancias.
Ese día el clima estuvo mejor, más despejado y cálido y para mejor las aguas ya se habían calmado y vuelto a su color y caudal original, por lo que el plan del día no era otro más que relajar y pasarla en el agua y en la zona de la playa lo más posible. Volvimos a la van para abastecernos de comida y birra y nos volvimos para el agua a la playa principal, donde para esa hora ya estaba todo el contingente punk instalado con sus carpas y parlantes musicalizando la tarde. Cada que sonaba un hit todo el mundo se ponía a cantar al unísono. Todo eso mientras la gente pasaba flotando río abajo con sus flamingos y unicornios inflables, bebiendo y pasándola bien. Algunos se notaba no era su primera vez y estaban re bien equipados, iban en grupos de varias personas que ataban sus inflables entre sí y uno de ellos tenía un ancla para tirar y quedarse flotando quietos en el río.
Habiendo disfrutado de la playa y de algunas bandas del Beach Stage, volvimos a la camper a descansar, beber y todo eso previo a los shows del día. 
Esa noche entre otros tocaban las Bad Cop / Bad Cop y cerraba Pennywise, de quien nunca fui muy fan… estábamos interesados en ver a las Bad Cop más que nada. El show estuvo buenísimo y muy divertido, muy familiar también el ambiente en el público y con mucho clima de fiesta. Terminado su show y antes de Pennywise tocaba Good Riddance, de quienes vimos un par de temas nomás y luego nos fuimos al patio de comidas a comer y beber algo antes del show principal. 
Finalmente arrancó Pennywise, tocaron algunos temas que conocía, algunos covers de NOFX y luego siguieron con su set, pero tras haber estado todo el día en el agua sumado a que no nos quitaba el sueño no ver su set completo, nos fuimos antes que termine cosa de no quedar totalmente arruinados al día siguiente, que sería nuestro último en el festival.
El último día arrancamos temprano como siempre y fuimos de nuevo a hacer yoga ya que había estado muy buena la experiencia el día anterior. Esta vez fuimos más temprano y nos aseguramos un buen lugar en la sombra y con vista al agua. Para mejor, fue el día que mejor clima hizo con bastante más calor que los días anteriores, por lo que fuimos directamente con la malla puesta y al finalizar la clase nos metimos directo al agua para complementar el reseteo físico y mental. El agua fría del río te despabila y energiza inmediatamente, es lo más.
Esta vez habíamos llevado el mate y unas galletitas para picar luego de la clase, por lo que nos quedamos disfrutando del último chapuzón en el Soča toda la mañana antes de volver para la van y tener que emprender la retirada.
Finalmente volvimos a la camioneta y empezamos el proceso de levantar campamento, que consistía en ir a devolver y tirar las bolsas de basura que nos dieron al llegar y que nos reintegren el depósito de eso y de las tarjetas SUBE. No hubo ningún inconveniente y nos devolvieron todo lo que correspondía. 
Ahora sí, había llegado el momento de lidiar con el TOC de la camper bloqueada y no poder salir. Por suerte para ese día, la camioneta que tenía inmediatamente detrás ya se había ido. Sólo quedaba otra camioneta un poco más atrás y la carpa de los vecinos que clavaron al lado de nuestra puerta trasera. De todas las opciones de salida y gente que había presente en ese momento para pedir que se corran, la mejor era pedirle a la camioneta de atrás que se mueva unos centímetros así podía salir marcha atrás derecho. Le pedimos al flaco si no nos dejaba salir y no hubo drama, tuvo que mover un poco sus bártulos que tenía colgados de su camioneta, pero fue un toque. Además le tuve que sacar las estacas a los giles de la carpa de al lado ya que estaba justo debajo de la rueda trasera y se la iba a llevar recontra puesta sino. 
Ya con el camino liberado y ese TOC resuelto, llegaba el momento de la verdad: ver si la camioneta arrancaba tras 5 días de estar parada. Por suerte y como buen fierro, arrancó de una por lo que calentamos el motor y al toque emprendimos la retirada.
La verdad que toda la experiencia PRH fue genial, me sacó y rompió todos los prejuicios que traía y entendí por qué todos los que fueron y van seguido, siguen volviendo y lo quieren tanto al festival. Es espectacular por todos lados, la organización, el lugar, los paisajes, las actividades, la gente, hasta los voluntarios del lugar, todo funciona a la perfección y se hace mucho énfasis en el bienestar y la comodidad de la gente. Por todo eso, es mucho más que un festival, es una experiencia. 
La verdad que no importa el line up de las bandas que toquen, puede ser más o menos sólido de un año a otro, pero las bandas son sólo la mitad de la historia. Todas las anécdotas y experiencias que te llevas son la otra mitad, y muchas veces terminan siendo más fuertes e importantes que las bandas que tocan. Nos fuimos del lugar felices y con un fuerte sentimiento de “re volvería a venir otro año, sin dudas!”
Como nuestro vuelo salía de la capital temprano al día siguiente, aprovechamos el hermoso día que hacía y que teníamos aún la tarde por delante para volver a Ljubljana por la ruta escénica. Estando en la región de Tolmin y en vez de volver por el sur por la autopista que vinimos, nos desviamos un poco camino al norte para agarrar el Vršič Pass, un camino de montaña que atraviesa la parte trasera de los Alpes y bordea el Parque Nacional Triglav, sede del pico más alto que lleva el mismo nombre y el cual se puede apreciar durante todo el trayecto.
Siendo ya la tercera vez que visitamos Eslovenia por un motivo u otro, nunca me deja de sorprender lo verde de todos los paisajes a donde vayas. La mayoría de éste camino iba bordeando el Soča mientras subía y esquivaba montañas, pasando en el medio por pueblitos que solo puedo describir como aldeas sacadas de un cuento de hadas. Es absolutamente épico y por momentos cuesta creer que aún exista un lugar así en este planeta.
Fuimos bien tranquilos paseando y absorbiendo las vistas y paisajes, en parte porque teníamos tiempo y en parte porque la camioneta tenía un motor chico y le costaba mucho subir esas terribles pendientes montañosas. Hicimos todo en segunda a menos de 30 km/h y altas revoluciones pero se la bancó como una campeona nuestra camper, que casualmente se llamaba “Triglav”, como la montaña y parque en el que estábamos.
Una vez que llegamos al mirador de la cima, aprovechamos para almorzar with a view en un parador que había con vista a todo el Triglav y el Soča Valley. Not bad.
Seguimos viaje montaña abajo hasta empalmar con la autopista camino a la ciudad. Previa búsqueda en la app, encaramos para un camping que parecía ser barato (en Eslovenia son mucho más caros en comparación con Montenegro, onda el doble o triple) y estaba ubicado cerca del aeropuerto cosa de llegar rápido al día siguiente para alcanzar el vuelo. 
Pero para cuando llegamos decía “camping closed”, y encima ya estábamos sobre el final de la tarde. Por suerte la misma app nos mostró otro lugar ubicado bastante cerca, al que fuimos tras una previa parada técnica en un mercadito pueblerino local a comprar birra y papitas, ya que estábamos calculando para comer todo lo que traíamos y que no sobre nada. Este lugar no era un camping en sí, si no una especie de granja que cultivaba manzanas y otras frutas y hacían sus propios licores, de los cuales nos convidaron un shot al llegar. Ofrecían tours y degustaciones como su actividad principal, pero además dejaban a la gente con campervans acampar en su estacionamiento y usar las facilidades, las cuales estaban cero km y hasta ofrecían duchas de agua caliente y electricidad gratis para enchufar a la van. Estaba ubicado en un minúsculo pueblito al costado de la autopista, pero era lo suficientemente tranquilo para que no se escucharan ruidos, más que los campanazos de la iglesia local. Era todo lo que necesitábamos para esa noche.
Hicimos nuestras mochilas, nos dimos una ducha, ordenamos un poco, nos comimos lo que quedaba dando vueltas por ahí y a la noche nos fuimos a dar una vuelta y tomar una birrita por el pequeño pueblo.
A la mañana siguiente las campanas de la iglesia anunciaron que ya eran las 7 am y era hora de levantarse. Preparamos unos mates, guardamos todo y emprendimos viaje hacia el aeropuerto, parando previamente a cargar nafta. Llegamos re bien de tiempo y nos clavamos un sanguchito mientras esperábamos que llegara Andrej a buscar la van. 
Todo salió bien y a tiempo, y ya una vez en el aeropuerto aproveché a deshacerme de todas las moneditas que tenía dando vueltas y compré un delicioso aceite de calabaza local, que es lo más.
Así concluyó esta magnífica aventura que tuvimos pendiente por años. La verdad que salvo pequeños incidentes, todo se dió mejor de lo esperado y pudimos hacer todo lo que planeamos, incluso tal vez más. 
En resumen: ¿Volveríamos a Montenegro? Seguro. ¿Al PRH? Definitivamente. ¿A explorar el resto de los Balcanes? No veo la hora!
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toctraveller · 3 years
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Nueva Zelanda - Marzo 2016
Bueno, ya que al momento de escribir esto (Febrero 2021) estamos entrando en el segundo año de cuarentena post explosión pandémica gracias al COVID-19 y no se puede viajar a ningún lado, se me ocurrió que sería una buena oportunidad para escribir el post de uno de los tantos viajes sobre los que en su momento no escribí nada: Nueva Zelanda.
Como ya he mencionado en reiteradas ocasiones, la idea de estos posteos es como diario personal de viaje, ya que hay miles de detalles y cosas que las fotos no pueden captar que de otra forma se pierden. 
Tiempo atrás, una de las tantas noches de cuarentena y de quedarse en casa con Cris, nos fumamos un porro, nos tomamos una birra y nos pusimos a ver fotos viejas y a tratar de rememorar el minuto a minuto de las cosas que pasaron en ese viaje. Eso sumado a que el otro día luego de haber leído la noticia sobre el golpe de estado en Myanmar, me puse a leer uno de mis posts en los que la gente local me contó la situación del país y su trágico historial con los milicos al poder, me dije: “uh… re extraño escribir en mi blog!”.
Ahora bien, habiendo pasado 5 años del viaje en cuestión, va a ser un desafío tratar de hacer memoria y recordar cosas sobre las que en su momento no tomé ninguna nota, pero bueno... vamos a intentarlo.
Para el 2015 yo ya estaba viviendo una lujuriosa vida de año sabático a puro viajes, habiendo vuelto a instalarme en Buenos Aires luego de haber dejado Londres y pasado 6 meses recorriendo Asia y USA. Aún manija con seguir visitando destinos y continentes nunca antes recorridos, hicimos nuestro research y bookeamos para el año siguiente ir a visitar Australia y Nueva Zelanda, aprovechando la conveniencia de viajar hacia dicha parte del mundo desde Argentina, haciendo uso de la próxima a inaugurar ruta aérea Buenos Aires - Auckland non stop de Air New Zealand. Un golazo, considerando que volar a ese continente desde Europa es un pijazo atómico de escalas y jet lag.
Decir que estábamos re manija desde el día cero, sería un understatement. Aeropuerto de Ezeiza; finalmente llega el momento de embarcar y la emoción no paraba de crecer… los aviones eran 0km, el personal de abordo tenía unos uniformes hermosos con símbolos maoríes y la mejor onda, la comida era buena y hasta el video previo al vuelo con las medidas de seguridad y de emergencia estaba filmado de manera muy cool con deportistas y personalidades locales de NZ. Todo al ritmo de Young Folks, que tiene uno de los silbidos más catchy del indie. Buena onda por doquier.
Luego de unas 12 horas de vuelo y habiendo viajado en el tiempo unos cuantos husos horarios, finalmente arribamos a Auckland a eso de las 5am. Si bien teníamos un itinerario súper ajustado y action packed (como siempre), decidimos de cualquier modo pasar ese primer día recorriendo Auckland, como para ver que onda, antes de volar nuevamente a la isla sur de NZ que es donde está la papa.
Teníamos reservado un AirBnb por ahí en un barrio residencial en las afueras del centro, pero aún era muy temprano para hacer check in, así que nos quedamos en el aeropuerto a tomar un café y hacer un poco de tiempo hasta que se haga la hora. Finalmente llegamos a la casa y la pareja que vivía ahí eran súper copados, nos contaron que habían estado en Argentina también. Además tenían un michi blanco hermoso, a nosotros que siempre nos da abstinencia estar lejos de los nuestros.
Nos pegamos una ducha e intentamos descansar, pero estábamos muy pasados de rosca y fue imposible, por lo que decidimos aprovechar el día y salir directo a recorrer el centro, cosa de volver temprano y bien cansados para poder dormir de corrido a la noche y que se nos acomoden los horarios y el ritmo circadiano. 
Arrancamos a pata hacia el centro, que resultó ser un tirón para nuestros cansados y hambrientos cuerpos, hasta que finalmente al llegar a las periferias del centro, encontramos un restaurant chino medio dodgy de esos al que van los estudiantes ya que se come abundante y barato. Nos clavamos unos altos guisos que nos dieron energía para continuar con el paseo. De ahí bajamos todo por la avenida principal que desemboca en el puerto, con la idea de encontrar un pub para tomarnos unas birras, pero todos los de la zona eran más bien restaurantes y del tipo careta, así que seguimos dando vueltas hasta que caímos en un pub irlandes frente a la icónica torre de Auckland y nos clavamos un par. Dimos un par de vueltas por el centro y nos volvimos al AirBnb ahora sí, a descansar.
A la mañana siguiente fuimos en busca de un mercadito para comprar algo para desayunar y hacer unos sanguches para almorzar previo a viajar, pero terminamos caminando un largo trecho hasta encontrar algo, ya que para nuestra sorpresa, era feriado y estaba casi todo cerrado. Encontramos un supermercado chino pero vendía cosas muy bizarras y nada medianamente normal o apropiado para un desayuno occidental rápido. Llegamos hasta otro supermercado más grande un par de cuadras más adelante y también estaba cerrado. Por suerte había una panadería abierta así que compramos un par de bollitos y volvimos a la casa a desayunar.
Ya desayunados y con las mochilas armadas, hicimos un poco de tiempo hasta mediodía ya que nuestro vuelo salía tipo 3pm y estábamos relativamente cerca del aeropuerto.  Como no habíamos podido armar un sambuchito, decidimos arrancar tranqui mas temprano y con tiempo para almorzar algo por ahí, así que agarramos las mochilas y encaramos al aeropuerto, pero en el camino a la parada del bondi encontramos un bolichito que vendía fish and chips, así que aprovechamos para comer ahí ya que se veía rico y era bastante afordable.
Ya comidos y listos para partir, nos fuimos al aeropuerto a la espera del vuelo a Queenstown, principal ciudad de la isla sur y capital nacional de los deportes extremos. El vuelo era corto y para la tardecita tipo 5 o 6 ya estábamos en Queenstown haciendo check in en un hostel para pasar la noche antes de arrancar la aventura. Salimos a caminar alrededor del lago a absorber la inagotable belleza natural que es Queenstown (y todo el país en verdad). Habiéndonos regocijado y absorbido la paz del lugar, nos fuimos a dormir.
A la mañana siguiente se puso en marcha desde muy temprano el protocolo aventura. Desayunamos algo y mientras Cris hacía el checkout y demás preparativos, yo me tomé el bondi al aeropuerto para acortar distancias y abaratar el costo del taxi (mi familia es jurío) que me tuve que tomar desde ahí para retirar la campervan que sería nuestro hogar y móvil por el resto de nuestra estadía en la isla.
Estaba emocionado porque además de que me encanta manejar, era mi primera vez en un vehículo con el volante a la derecha, estilo inglés. Igualmente estas camionetas tenían todas caja automática así que no costaba demasiado adaptarse. El único problema era que la luz de giro está también del lado opuesto al que nosotros acostumbramos, así que en vez de indicar mi giro, prendí el limpiaparabrisas unas 20 veces hasta que me acostumbré.                                                                           
Me volví directo para el hostel en el que estábamos y estacioné la camioneta ahí mismo en su parking. Cargamos nuestras mochilas y cosas ahí dentro y nos fuimos directo en vistas de cumplir uno de los sueños más grandes de mi vida, que era hacer SKYDIVING!! Todo lo que sea adrenalina me encanta, así que no daba más de la manija de tirarme desde arriba de un avión en caída libre.
Fuimos a las oficinas del lugar en el centro, desde donde te llevaban en una combi hasta el hangar en las afueras donde tenían su base de operaciones. Te hacían todo el briefing, como te tenías que posicionar, etc y te daban un chaleco para que te pongas. De ahí directo al avión con tu instructor asignado. Por suerte Cris y yo fuimos en el mismo vuelo y nos tiramos con una o dos personas de diferencia nomas.
Sure, sex is great… but have you ever flown in an avioneta? ESO es volar! ¡Nada de cabinas presurizadas! Sentís que sos el hijo del viento, como el Pájaro Caniggia (?). Sumado al hecho de que hacía un día un 5000% peronista, ni una nube en el cielo y visibilidad perfecta, ya solo el mirar el paisaje de las montañas y lagos por la ventanilla era terriblemente emocionante.
Finalmente cuando el avión alcanzó la altitud crucero, se prendió una luz verde, se abrió la puerta y off you go!! Cuando llegaba tu momento de saltar, la emoción era indescriptible… te sentabas en el borde de la puerta con las piernas hacia el vacío, el instructor te preparaba y ponía en posición de banana y antes de que puedas rescatarte de nada… FIUUUM!! El chabón te tiraba y en menos de un segundo estabas en caída libre!!. Nunca voy a olvidar la sensación… porque una cosa es saltar onda tirarte un clavado al mar o la pileta desde un par de metros de altura, pero aca estas arriba de un vehículo en movimiento yendo a fácil más de 150 km/h y a unos 4 km de altura!
Apenas saltás el estómago (y las bolas) te suben más o menos hasta el cuero cabelludo. Después es pura adrenalina y emoción mientras caes en picada por lo que se siente como unos largos minutos hasta que el tipo tira de la piola y se abre el paracaídas principal. Una vez que se despliega sentís como te frena inmediatamente de un tirón y empezas a descender lentamente mientras aprecias la inmaculada belleza de los picos nevados, valles de agua cristalina, ríos turquesa y campos verdes hasta donde te da la vista.
Un par de giros y maniobras en el aire para absorber la absolutamente increíble experiencia y belleza del lugar, y ves como te vas acercando al campo de aterrizaje. Cuando estás ya a pocos metros, levantas las gambas y aterrizas de culipatín. Te desenganchan del arnés y volvés al hangar con la adrenalina hasta los párpados y una manija que te dan ganas de gritar. Y así quedas por un rato eh… la experiencia es tan fascinante que es difícil de asimilar.
Finalizada la maravillosa experiencia, la combi nos llevó de vuelta al centro y ahí nomás agarramos la camper y decidimos aprovechar el resto de la tarde para visitar Arrowtown, un antiguo pueblito minero ubicado a pocos kilómetros de Queenstown. Era muy pintoresco, todo con casitas de madera onda lejano oeste americano que se ve en las películas. Era tan sólo un par de cuadras de largo así que luego de caminarlo en toda su extensión, nos subimos de vuelta a la camper y fuimos a ver el lago Hayes que quedaba de camino en la vuelta a Queenstown.
Ya de vuelta en el centro al caer la tarde, fuimos en búsqueda de algún camping donde pasar la noche, ya que no teníamos nada reservado aún. De acuerdo a nuestra investigación previa, no era muy complicado conseguir camping, ibas a uno como walk-in y listo… peeeeeero resultó que tal como habíamos descubierto el día anterior, era feriado nacional y finde largo, y los kiwis aprovecharon para hacer turismo local por lo que todos los campings del centro estaban bookeados hasta la re chota. Un bajón, pero no nos preocupamos demasiado y decidimos ir en búsqueda de otros campings alternativos.
Finalmente cayó la noche y no encontramos ningún lugar donde pasar la noche, estaba todo reservado. Ahí si nos empezó a pintar la desesperación y dijimos… que tal si vamos al lago en el que estuvimos hace un rato? Habían varias campers acampando ahí!.  Llegamos bien de noche al lago en cuestión, y en la entrada al camino había un cartel que decía “Self contained vehicles only”. Mmh. ¿Qué querrá decir eso?, nos preguntamos inocentemente. “Se debe referir a que no podés clavar una carpa” asumí yo. Si total nuestra camper tenía cama adentro, y todo lo que necesitábamos para pasar la noche sin dejar huella en el camino. “Bueno, ya fue”, dijimos y nos aventuramos a buscar un lugar tranquilo y conveniente frente al lago donde pasar la noche. Para ser honestos, a esa altura no teníamos otra opción tampoco.. Habíamos agotado todos los recursos.
El lago era hermoso y la paz absoluta. Sacamos nuestra garrafita y cacharritos y nos preparamos una fantástica cena campestre en la naturaleza. Como el lugar era hermoso y la noche estaba bien despejada, sacamos las colchonetas de la camioneta y nos tiramos en el pasto a mirar el cielo, sobre todo las miles de estrellas que se veían desde ahí al estar tan alejados de los grandes centros urbanos y su contaminación lumínica. Fue genial, incluso vimos una estrella fugaz y todo. Pero como estábamos on a tight schedule con miles de cosas por hacer en tan poco tiempo, nos fuimos a dormir para arrancar temprano la mañana siguiente.
Al otro día me levanté muy felizmente a mear y a estirar las piernas y disfrutar de la brisa matinal, y en eso veo un papelito enganchado debajo del limpiaparabrisas. Me pareció muy raro y no se me ocurrió que podía ser ya que estábamos bastante alejados de la ciudad en el medio de la ruta donde no había nada más que éste lago, al cual te tenías que adentrar un tramo por un camino separado. Agarré el papelito con curiosidad, y para mi deleite me desayuné con que nos habían enchufado una multa por acampar en un lugar no permitido. QUE??!! Dije, si estábamos en nuestra camper lo mas tranqui sin joder a nadie!! Como puede ser!?! Con la luz del día pude ver alrededor y al juzgar por los autos acampando me di cuenta que los “self contained vehicles” que mencionaba en la entrada, se refería a las RV de esas onda casa rodante con baño y toda la pelota. No se bien por qué, ya que el lugar ofrecía baños habilitados para que la gente use gratis! Qué diferencia hace??. En fin, la jodita me terminó costando la friolera de 200 DOLARES!!!!! Ok, eran dólares neozelandeses, que convertidos en dólares americanos eran algo así como… 140, ja! Que pijazo la puta madre, yo que siempre al alquilar vehículos en vacaciones soy re consciente y respetuoso de todas las leyes locales y no te excedo el limite de velocidad bajo ninguna circunstancia… una bronca. Pero bueno, para ser honestos no tuvimos mucha alternativa, no teníamos idea donde pasar la noche si no, y no conocíamos las reglas de wild camping.
Por esa misma razón y de cualquier modo sorprendentemente no me dolió tanto pagar esa multa, que encima pagar online desde el celular inmediatamente y evitar que el rental me cobre un interés extra más adelante en mi tarjeta.  Me dolió muchísimo más ser estafado y pagar 20 dólares un pancho de mierda en New York… ciudad overrated del ojete y la puta que la parió!. Pero eso es historia para otro momento. Lo que sí me dió bronca de la multa es que la hora de expedición del ticket marcaba algo así como las 5am, y era onda daaaale… TAN gorra vas a ser!! Sobre todo porque yo me había levantado a eso de las 6 y pico, y me perdí por poquito la oportunidad de escapar o de llorarle al zorro que no me abroche de esa forma.
Un desayuno y doscientos dólares más tarde, arrancamos viaje hacia Milford Sound, una zona de fiordos al sudoeste de la isla.  El camino hacia allí bordeaba el Lago Wakatipu (sobre el que está Queenstown) y luego seguía por toda la zona montañosa, y esto fue un denominador común de todo el viaje y caminos que agarramos, por lo que los paisajes nunca eran nada menos que hermosos e impresionantes.
En teoría el viaje hasta Milford Sound no era tan largo, unas tres horas y media desde Queenstown, pero para cuando llegamos a Te Anau, que era el primer pueblo en el que desembocaba la ruta hacia la bahía oeste del lago Te Anau, fuimos al centro de información turística y nos dijeron que el último ferry de Milford Sound salía a mediodía, y si bien aún era temprano, no había forma de que lleguemos a tiempo ese día. 
Decidimos por lo tanto aprovechar el día recorriendo la zona de Te Anau, compramos los tickets para el ferry al día siguiente en una agencia turística para ganar tiempo, aprovechamos para stockearnos de víveres en el supermercado y luego seguimos viaje para pasar la noche en el último camping más cercano a Milford Sound, cosa de arrancar el día siguiente lo más cerca posible de los fiordos y agarrar el primer ferry disponible para poder aprovechar el resto del día y ganar tiempo y acortar distancias con los siguientes destinos que queríamos visitar, para los cuales teníamos que volver por donde vinimos hasta Queenstown ya que no habían otras rutas o caminos que te conecten directo hasta allá.
Llegamos a la tarde temprano al último camping en cuestión, y el lugar era una hermosura. Era más bien un camping para campers, no había planicies donde poner carpas o cosas así, ya que estaba en el medio de las rocas y de los arroyos que desembocaban en el lago. Un lugar increíblemente tranquilo y relajado, estaba administrado por una pareja de viejitos que vivían en un trailer y todo se manejaba con el sistema de honor. Había una cucheta en la entrada en la que agarrabas una especie de ziploc que tenía un papelito donde anotabas la patente de tu auto y ponías la plata con lo que costaba la noche. Esa bolsita la depositabas dentro de un buzón y ellos luego la checkeaban.
Esa tarde estuvo lloviendo por un par de horas cuando llegamos, por lo que aprovechamos para hacer absolutamente nada más que chilloutear. Estacionamos debajo de unos árboles que nos daban refugio y teníamos convenientemente cerca ahí detrás un arroyo de agua que circulaba por las piedras, lo cual inmediatamente aprovechamos como heladera natural y enterramos un par de birras para refrigerar. Un rato más tarde dejó de llover y salimos a caminar por un sendero que había en el camping que desembocaba en un lago medio escondido.
Habiendo disfrutado el día a pesar de no haber ido exactamente de acuerdo al itinerario, finalmente arrancamos hacia Milford Sound a la mañana siguiente. El clima en esa zona es medio tramboliko y cambiante, pero cuando llegamos al estacionamiento del lugar no llovía y no hacía tanto frío, por lo que agarré una camperita normal ya que me parecía suficiente.
Una vez que subimos al barco y arrancamos fuimos una vez más cacheteados por la indescriptible belleza del lugar, y si bien estaba nublado, por suerte no llovió y pudimos estar en la cubierta del barco apreciando el paisaje. Lo malo es que no calculé que en el medio del agua iba a soplar el chiflón el doble, y con mi magra camperita me terminé cagando de frío. Pero bueno, eso no me empañó la experiencia en lo absoluto. Lo único fue que en teoría el paseo incluía almuerzo, que consistía en un fish and chips que si bien estaba rico, era muy escaso y nos cagamos de hambre hasta la tarde.
Habiendo concluido el paseo por Milford, nos subimos a la van y le dimos duro hasta Lake Wanaka, que era el punto de partida para la siguiente seguidilla de destinos que queríamos visitar. Como el viaje hasta allá nos tomó un poco más de 5 horas, al llegar a Wanaka recorrimos un poco el lago y de ahí nos fuimos a buscar un camping para pasar la noche y quedar más cerca de la ruta de los glaciares que queríamos hacer a continuación.
Conseguimos un camping piola y nos pusimos a preparar algo de cenar, y en eso conocimos una parejita de argentinos que estaban viviendo por un año en NZ haciendo el Work and Travel. Nos contaron que iban a hacer el sendero del Roy 's Peak, que es un mirador desde el cual se ve una panorámica todos los lagos y picos de la región. Muy lindo por lo que se veía en fotos, y me quedé con ganas de recorrerlo, pero no nos daba el tiempo. Nuestro plan, en cambio, era ir al parque nacional Mount Aspiring, al oeste de Wanaka; y hacia allí encaramos la mañana siguiente. Cuando llegamos al camino que se adentraba al lugar, vimos que habían unos afluentes de agua que atravesaban el camino y carteles de advertencia sobre el estado del camino, sobre todo con lluvias. Como parecía avecinarse una tormenta en el horizonte y dado que nuestra camper era más bien un autito largo con ruedas chiquitas, no quise arriesgarme a quedarnos varados o romper la camioneta de ninguna forma, así que terminamos desistiendo y pegamos la vuelta.
El viaje hasta Mt. Aspiring en si, no era tanto, pero teníamos planeado hacer unas caminatas al llegar ahí de hasta 4 horas, pero dado que cancelamos todo eso, decidimos arrancar directamente hacia el siguiente destino, el Fox Glacier.
La ruta hasta el glaciar era súper verde y sinuosa, muy linda y divertida para manejar, sólo que efectivamente nos agarró esa lluvia que veíamos venir a la mañana, y la visibilidad era bastante reducida. Por suerte teníamos tiempo para ir tranquilos, y aprovechamos para almorzar en un parador random en el medio de la nada al llegar hasta la costa de la isla. Sin bajarnos más que para ir al baño, ya que seguía lloviendo bastante.
Por suerte para cuando llegamos al pueblo aledaño al glaciar había dejado de llover y se estaba despejando, y dado que ya era tarde para ir al glaciar, decidimos buscar campamento y pasar el resto del día ahí. De cualquier manera salimos a dar una vuelta por el pueblito, pero no había demasiado para ver o hacer así que nos dedicamos a descansar.
A la mañana siguiente fuimos al Fox Glacier. Había que caminar un rato por un sendero para llegar, el cual incluía caminar al lado de un arroyo y cascadas hasta llegar al mirador. Muy bonito todo. El único tema de estos glaciares era que desde el mirador se ve solo el extremo final de donde nace (o termina) el bloque de hielo, por lo que a menos que lo camines por arriba o hagas el tour en helicóptero, no se aprecia en toda su magnitud.
Una vez finalizado el paseo, encaramos para el siguiente glaciar, el Franz Josef. Si, hay dos glaciares casi uno al lado del otro. Para ese entonces ya era mediodía y hacía por suerte un día extremadamente peronista. Nos metimos por un camino medio random y desembocamos en un parador en el medio de la nada, con vista al glaciar, las montañas, largos campos de verde y vaquitas. Una maravilla de paisaje y tranquilidad.  Ya con la panza llena y el corazón contento, finalmente llegamos al Franz Josef Glacier. Este era el más grande de los dos, pero el acceso era mucho más directo desde la playa de estacionamiento por lo que no nos tomó demasiado tiempo recorrer.
Como para casi todos los lugares que fuimos, ir de un punto al otro implicaba volver sobre tus pasos y recorrer la misma ruta en sentido contrario, lo cual en esta oportunidad significaba unas cuantas horas de manejo hasta llegar al Mount Cook, nuestra siguiente parada. Pero en esta oportunidad, casi que fue una bendición, ya que el hermoso camino que hicimos a la ida lo transitamos con mucha lluvia y no lo pudimos apreciar bien, así que esta vez sí, paramos en todos los miradores que encontramos de paso.
Varias horas de ruta más tarde, llegamos a la recta final del camino al Mount Cook, el cual iba bordeando todo por el costadito del Lago Pukaki. Si te muestro una foto de ese lago, vas a pensar que está photoshopeada, pero no… simplemente tiene el más increíble de los colores. Un turquesa intenso que parece un espejo, una locura. El camino seguía así con sus increíbles paisajes y colores hasta que llegabas finalmente al pueblito en la base del Mount Cook, que ni siquiera era un pueblito sino un par de hoteles y centros de turismo. El estacionamiento, camping y punto de entrada al sendero, estaban un poco más adelante.
Estacionamos la van por ahí y como ya eran cerca de las 6 de la tarde y el clima estaba medio sospechoso, no teníamos intenciones de hacer la caminata ese día ya que teníamos entendido que tomaba varias horas, pero finalmente al llegar a la entrada vimos que el clima aguantaba y que el sendero era super fácil de caminar, así que nos mandamos ahí nomás.
El sendero era todo una pasarela onda deck de madera e incluía un puente colgante en un momento, mientras veías la montaña acercarse cada vez más. Para cuando llegamos al mirador del final, por suerte la nube que encapotaba el pico del monte se corrió y nos permitió apreciarlo en todo su esplendor. Al final terminó siendo ideal hacer la caminata a esa hora, ya que no había demasiada gente pululando alrededor.  Nos quedamos apreciando el lugar un rato sentados en unas piedras frente al lago en el cual flotaban tremendo bloques de hielos del glaciar que había al lado. Muy regocijante todo.
Recorrido el Hooker Valley track (así se llama el sendero) y con el final del día encima, nos metimos en el refugio que había frente al estacionamiento, con varias mesas compartidas y lugar para cocinar y esas cosas. Estaba bastante lleno de gente, sobre todo de grupos de pendejos escabiando y jodiendo, por lo que comimos nuestro guiso y nos fuimos a dormir, asegurándonos previamente de estacionar lo más lejos posible del grupo de pendejos ruidosos, ya que no queríamos que nos despierten a mitad de la noche con su bullshit.
Ya con el último de los puntos en el itinerario recorridos, la mañana siguiente arrancamos tranquilamente encarando de vuelta hacia Queenstown, aprovechando el día que estaba hermoso para visitar todos los lagos y miradores que se nos aparecían en el camino.
No recuerdo exactamente a qué hora llegamos, pero al llegar fuimos a hacer las reservas para ir a hacer bungee jumping al día siguiente y más tarde pasamos por el supermercado a comprar unas birras y algo de comer, y como ya era entrada la tarde noche habían un par de comidas preparadas en oferta así que aprovechamos la oportunidad. Fuimos al camping principal del pueblo en el que no conseguimos lugar la primera noche, y por suerte esta vez no hubo drama. Fuimos a hacer el check in y nos encontramos con que la piba que nos atendió era la misma que nos encontramos aquella vuelta en el camping de Wanaka! 
Esa noche comimos ahí y no volvimos a bajar al pueblo, si no que aprovechamos para armar nuestras mochilas y ordenar un poco, ya que al día siguiente teníamos que devolver la camper. 
La mañana siguiente fuimos a desayunar algo al comedor del camping y pusimos los celulares a cargar para tirar durante el día. Desayunamos lo más tranqui y un rato más tarde cuando nos disponíamos a irnos, Cris encuentra que su celular estaba apagado y tenía la pantalla agrietada en una esquina. Se ve que a alguien se le cayó o algo, cuestión es que no arrancó nunca más y se quedó sin teléfono por el resto del viaje (todo Australia!), lo cual fue una cagada por no poder sacar fotos ni nada de eso.
En fin.. Nos fuimos del camping y la dejé a Cris en el hostel donde nos quedamos la primera noche haciendo el check in mientras yo me fui a devolver la camper al depot en las afueras de la ciudad. No tuve ningún problema al devolverla por suerte, pero como era en el medio de la nada, no había otra manera de volver que con un taxi, como hice a la ida. El flaco de la camper me llamó uno y al toque me pasó a buscar. Me preguntó hasta dónde iba y le dije que a la parada de bondi en la entrada al aeropuerto y me preguntó que porqué no iba directamente al pueblo en el taxi. Le expliqué que era jurío y estaba on a budget y no podía pagar la fortuna que me costaba el viaje hasta allá. Me dijo que él se dirigía hacia Queenstown de cualquier modo, así que me propuso llevarme y apagar el taximetro a la altura de mi destino original (el aeropuerto) y el resto era de onda, no me cobraba nada. Un capo!! Se re portó, muy poco tachero de su parte. En el viaje nos pusimos a charlar, me preguntó de dónde era y me contó que era skater y que había estado en Buenos Aires, y que le gustó pero no se sintió muy seguro porque encontraba que la gente (los pungas, bah) lo miraba de manera sospechosa en algunos lugares. Welcome to the tercer mundo, buddy! Me dejó por ahí en el centro y me fuí para el hostel a encontrarme con Cris. Hicimos un poco de tiempo en el hostel, nos vimos The Boat That Rocked (peliculón!) que tenían ahí en DVD y finalmente encaramos hacia la última de las aventuras de alta adrenalina que teníamos en el bucket list kiwi: bungee jumping.
Un bondi nos llevó hasta el Kawaru Bridge, que es el primer puente desde el que se inició toda la actividad de bungee en NZ. Eran 42 metros de altura sobre un río cristalino de agua de deshielo. ¡Una belleza! Finalmente nos tocó el turno y toda la situación fue muy placentera. En los parlantes sonaba el Rumours de Fleetwood Mac y los pibes que laburaban ahí eran súper buena onda. Te pesaban para ajustar las sogas acorde y te preguntaban si querías tocar el agua con las manos al caer. Nosotros le dijimos que sí, obvio! Te envuelven las piernas  en una toalla, te ponen y ajustan el arnés, te muestran donde están las cámaras para que saludes y te veas en el video y te explican como es el procedimiento para que te saquen del agua los pibes que están abajo en un bote.
Mucha gente se tiraba de palito, otros medio de panza, otros medio como podían. Yo me dejé caer con la cabeza para caer de manera más arqueada y optimizar el arco de la caída. Ahora, si bien es verdad que ya veníamos de habernos tirado desde el cielo a 5km de altura y acá estábamos “tan solo” a 42 metros, el vértigo no era menor, porque nadie te empujaba, te dejabas caer o tirabas vos mismo, por lo que el build up a la caída era re intenso! Ese instante en el que tu cuerpo se inclina hasta que tus pies dejan de pisar la plataforma, son espectaculares!! Pegué un grito de emoción que se puede escuchar con claridad en el video, y caí con tanto envión que no solo toqué el agua con las manos como era la idea originalmente, sino que me zambullí hasta la panza! Fue muy lo más! 
Luego de rebotar un par de veces, los flacos del gomón me alcanzaron un palo largo para agarrarme (no pun intended) y de ahí me desengancharon y llevaron a la orilla desde donde subís hasta la recepción y retirabas el código para descargarte los videos de su web luego.  Súper contentos de haber podido cumplir con tantas actividades de alto contenido adrenalínico que nos habíamos propuesto realizar en nuestra estadía en New Zealand, nos volvimos para el centro a disfrutar del resto de nuestro último día en el país. Aprovechamos para ir a una popular hamburguesería que siempre tenía largas filas de gente en sus puertas porque al parecer eran da shit. Nos compramos un par, unas birras, y nos fuimos a comer sentados frente al lago. As cool as it gets! A la noche salimos a caminar y comprar recuerditos y giladas en el centro antes de irnos a dormir para viajar descansados al día siguiente.
Hicimos checkout en el hostel luego de desayunar y nos fuimos tranqui a esperar el bondi al aeropuerto, donde nos esperaba el vuelo para el siguiente tramo de nuestra aventura: Australia! Capaz en un tiempo nos pongamos a rememorar esa parte del viaje con Cris y escriba el próximo post en este afán (?) de recuperar los posteos perdidos.
Pero bueno, así fue como concluyó nuestra estadía en esa maravillosa isla, que superó con creces las altas expectativas que tenía, y permanece al día de la fecha en mi Top 3 de destinos naturales preferidos, cabeza a cabeza con Islandia.
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toctraveller · 5 years
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Eslovenia - 09/2019
Que difícil mantener constancia y escribir regularmente! Bah, tan regularmente como uno viaje, que no fue demasiado ni a ningún destino nuevo desde el último posteo más que a visitar amigos y familia. Excepto a Portugal a principio del año, pero por circunstancias de la vida “pasaron cosas” no muy felices y nunca tuve el tiempo ni el humor para hacerlo.
Pero en fin, siempre empiezo los posteos de la misma manera diciendo que tengo que escribir los viajes por más convencionales o inconvencionales que sean ya que las fotos no registran todos los momentos ni recuerdos.
Así que aquí nos encontramos una vez más, golpeando las teclas para tratar de escribir la bitácora de mi reciente viaje a la tierra natal de mi abuela: Yugoslavia, digo, Eslovenia.
Luego de haber batallado un año entero con las idas y vueltas del UK Home Office, finalmente gracias al Settlement Scheme pre Brexit (debe ser lo único bueno que salió de ese shit show), conseguimos la tarjeta de residencia de Cris para vivir legalmente luego de expirada la visa original, pero más importante, para poder entrar y salir del país sin que te hostiguen en la frontera. Aparte de todo eso, estuvimos varios meses buscando incesantemente una casa para mudarnos de la verga en la que estábamos, y otros mil quilombos más, así que efectivamente era hora de tomar un merecido descanso.
Un dia boludeando en Instagram vi un posteo de NOFX deseandole feliz cumpleaños a El Hefe con una foto en la que él estaba haciendo paddle board en un lago con unas montañas de fondo que se veía hermoso. Me fijé en Google Maps y vi que era en Eslovenia. Yo había estado en el país en el 2010 cuando vine por primera vez a Europa, pero sólo llegué a conocer el pueblito de mi abuela en la frontera con Italia, y una pasadita fugaz por la capital, no tenía mucha idea de los atractivos de su country side. Hice un poco de investigación y ví todos los encantos que la zona tenía para ofrecer (montañas, lagos, paisajes, tranquilidad) y me pareció un buen lugar que a Cris le iba a gustar.
Las zonas elegidas fueron la de los lagos aledaños a los Alpes, en especial dos pueblitos llamados Bled y Bohinj. Volamos a la capital, Ljubljana, y de ahí metimos una combi a Bled porque en bondi público no hubiéramos llegado más, además llovía como la hostia.
Gracias a eso, llegamos a destino varias horas antes de lo planeado, lo que nos dejó más tiempo para acomodarnos, descansar y planificar. Sobre todo porque al llegar al Airbnb nos encontramos que la habitación era más bien un mini departamento con lugar para cinco personas, baño privado y una cocina totalmente equipada!
Nos recibió una señora que era la abuela de las chicas que llevaban los avisos de Airbnb y al toque llegó la nieta. Ambas muy amables y copadas, nos explicaron todo lo que necesitábamos y hasta nos ofreció llevarnos hasta el súper si queríamos ya que ella iba a ir en esa dirección. Le dijimos que no sabíamos bien que íbamos a hacer, pero que si nos prestaba un paraguas para ir luego le estaríamos muy agradecidos, así que nos prestó uno y se fué. Más tarde fuimos caminando hasta el super bajo la lluvia, que por suerte ya había mermado un poco. Estábamos cerca del costado izquierdo del lago, pero bastante lejos del centro del pueblo a una casi media hora a pata.
Aprovechando la cocina, compramos algo para cenar esa noche y para hacer unos sanguchitos al día siguiente cuando estemos recorriendo por ahí. Cuando salimos del súper nos toca bocina un auto; baja la ventanilla y era la piba del hotel! Nos subió al auto y nos llevó de vuelta a la habitación ahorrandonos una extensa caminata. Un golazo.
Con los sanguchitos en la mochila, arrancamos el día caminando hacia el lago por la punta opuesta a donde está el centro del pueblo, que es donde más directo nos quedaba desde nuestro hospedaje. Tuvimos suerte que durante la noche dejó de llover y para eso de las 10 u 11 am se empezó a despejar y se mantuvo soleado y peronista durante toda la semana de nuestra estadía, a pesar de los pronósticos los días previos sugiriendo lo contrario.
Fuimos bajando por las callecitas del costado pasando por las casas del barrio que como todas en ese lugar, eran hermosas y con una vista a las montañas impresionante. Además son todos super sustentables y no hay casa que no tenga su propia huerta con tomates, calabazas, girasoles, coliflores y un montón de otras frutas y vegetales. Le dan mucha importancia a eso, y todas las mañanas se podía ver a la gente de cada casa trabajando y cuidando su huerta. Varias casas también tienen paneles solares que sumado al suministro de agua pura y natural libre de químicos que la zona provee con sus arroyos de deshielos, hace el lugar un paraíso de la vida autosustentable.
Encaramos bordeando el lago hacia uno de los miradores en una colina cercana y de camino toda la gente que pasaba te saludaba “dober dan!”, que significa “buen día” en esloveno. Me encanta esa vibra de pequeños pueblos donde la vida es tranquila y la gente amable.
Los senderos estaban aún embarrados por la lluvia, pero nada muy terrible y así sin más dificultad llegamos a la cima de el primero de los miradores de la zona en la que se ve el lago en todo su esplendor con todo el cordón montañoso alpino de fondo, con un castillo en el costado y con su isla en el medio que tiene una iglesia a la que podés acceder en bote.
No muy lejos siguiendo los carteles se podía llegar al segundo mirador, que era un poco más alto que el anterior y tenía una vista similar, pero desde otro ángulo. 
Recorrimos ése y otros puntos de interés más y nos detuvimos un momento a pensar y planificar para dónde continuar la caminata, ya que había lugares para visitar en todas las direcciones aledañas al lago. Decidimos continuar por la zona del suroeste hasta un pueblito llamado Bohinjska Bela, a unos 4km de donde estábamos. El tema es que para llegar ahí desde las colinas de los miradores, el sendero sugería más o menos volver por donde vinimos y de ahí encarar hacia abajo. Pero mirando google maps vimos que había un atajo que nos sacaba directo en esa dirección, aunque no estaba indicado con carteles como todo el resto de los senderos. Nos mandamos igual a explorar que onda. Claramente no era un trail principal o popular, porque había que escabullirse entre ramas y árboles siguiendo la brújula y el instinto ya que no estaba muy demarcado. El problema principal era en verdad que era súper empinado y había que bajar casi en cuclillas con el culo porque sino te ibas al carajo. Luego de un buen tramo de bajar en esta posición aguantando todo el peso del cuerpo versus la gravedad, llegamos a un sendero más consolidado que nos sacó en la dirección correcta. Fue divertido explorar y bajar por caminos “off the beaten path”, aunque cansador para las gambas aún fuera de estado.
Para cuando llegamos a una cascada en la entrada a Bohinjska Bela ya eran como las 2 de la tarde y no habíamos comido nada más que una facturita en una panadería barrial.  Aprovechando la calidad del agua que la naturaleza ofrece, recargamos la botella en el arroyo y nos sentamos en un mirador con vista a todo el valle a descansar y clavar un sanguchito. As cool as it gets.
El verde de la zona, las montañas, los ríos, las casitas, los animales y las huertas eran un espectáculo maravilloso que te transmitían una paz mental y espiritual inmediata y constante.
Ya comidos, bajamos la colina y fuimos hacia la entrada del pueblito, donde decidimos esperar el bondi de vuelta al lago, para aprovechar el resto del dia y no tener que caminar otros 5km solo para llegar a donde salimos.
Bajamos del bondi apenas llegó a la orilla del lago y fuimos a comprar unas birras al Mercator (un supermercado, como el nombre sugiere) y justo vi que al lado alquilaban botes a remo. Decidido a experimentar con todos los deportes acuáticos posibles que se me crucen en el camino, decidimos alquilar uno por una hora y dar unas vueltas. Aprovechamos para visitar la isla en el medio del lago ya que de otro modo había que ir en un bote turístico y ni daba. Amarramos el bote y recorrimos la isla un toque y emprendimos la vuelta, ya que no era tan lejos pero sin saber remar y sin tener práctica, te toma bocha de tiempo avanzar 100 metros hasta que le agarras la mano. Estuvo re bueno igual, me re divierten a mí esas cosas.
Dejamos el bote y ya eran como las 6pm, por lo que continuamos aprovechando lo que quedaba del día para terminar de darle la vuelta al lago en dirección al centro, con planes de buscar un pub para tomar una birra. Luego de dar unas vueltas, caímos en uno que tenía Guinness y otras birras locales tiradas a precios más que afordables (comparado con London) así que nos tomamos un par con unas papitas. No pedimos para comer porque nos quedaba morfi que habíamos comprado el día anterior en el super. 
Dos birras más tarde, el lugar se re puso y llenó de gente, entre ellos un grupo de viejitos irlandeses que eran de una charity. Uno de ellos se acercó y se nos puso a hablar, era muy buena onda, haciéndole honor a su estereotipo irlandés. Pero como teníamos hambre y estábamos cansados, decidimos emprender la retirada ya que aún nos quedaba un trecho hasta llegar a casa. De cualquier modo el bar ése nos cayó muy bien porque había buena onda y pasaban muy buena música.
Al día siguiente amanecimos con las piernas totalmente destruidas de haber trepado y caminado en bajadas tan empinadas el día anterior.
Pero aún había mucho por ver y esos lugares no iban a visitarse solos, por lo que alquilamos unas bicis cojonudas a la señora del hospedaje y arrancamos viaje hacia la zona norte, donde había un cañadón con un río cristalino que pasaba entre la montaña llamado Vintgar Gorge. Caminamos por el sendero hasta el final y en vez de volver por donde vinimos, doblamos a la derecha y fuimos por un camino que desembocaba en una mini iglesia antigua llamada St. Katherina, en la entrada al bosque que llevaba a Vintgar.
Como aún teníamos que indefectiblemente volver al punto de entrada a buscar las bicis estacionadas, decidimos volver pero por otro camino que cortaba por el costado de una colina bordeando todo el valle donde habían otros pueblitos muy bonitos. 
Una vez reunidos con las bicis, seguimos viaje en dirección oeste, para recorrer todos los pueblitos aledaños en el medio del valle, incrustados en el valle de las montañas entre ríos y extensos campos de maíz, pasto, y animalitos varios. Todas las casas de las aldeas parecían sacadas de un cuento de hadas, no se podía creer el nivel de belleza de todo lo que la luz tocaba en ese lugar.
Una sangucheada y estirada de piernas más tarde, llegamos a una de las tantas entradas y atracciones del Triglavski Narodni Park, mas precisamente un lugar llamado Pokljuka Gorge, en el que había también una especie de cañadón que se abría entre las montañas, formado hace miles de años por el derretimiento de un glaciar, aunque hoy día ya no corre agua y está todo ocupado por la extensa vegetación local. Lo que tenía de interesante además, era un lugar llamado la “galería”, una pasarela rústica de madera en la altura en una de las paredes que atravesaba la abertura entre la montaña y oficiaba de atajo para seguir adelante sin tener que desviarse kilómetros hasta el próximo cruce. Se descubrió ese pasaje hace muchísimos años cuando los locales cazaban animales y desde entonces quedó la pasarela montada. El pasaje es un poco angosto y no apto para gente con vértigo o claustrofóbica en un punto, pero es divertido. Al cruzar del otro lado de la galería el paisaje se ponía más selvático aún, y estaba lleno de árboles caídos por todos lados probablemente tirados por tormentas a lo largo de los años, a los que había que saltar y esquivar para seguir avanzando. Además de caminar bajo el hermoso olor a bosque post lluvia.
Para cuando volvimos a la entrada del parque ya eran como pasadas las 4 y pico de la tarde, pero nos rehusamos a dar por concluído el día, y seguimos viaje hasta la otra punta opuesta del lago al sureste del mismo, aprovechando la hermosa tarde que hacía.
Pasamos por un pueblito llamado Ribno que no estaba tan alejado del lago, pero que parecía otro mundo con tan sólo alejarte un kilómetro hacia las afueras del mismo. Misma escena, pero que nunca te cansa, mucho verde, campos de choclos y plantaciones varias, montañas, animales, aldeas idílicas y ríos cristalinos. 
Una vez que llegamos al río que delimitaba con el pueblo dijimos: “Bueno.. Ya llegamos hasta acá… bien podríamos ir hasta Radovljica antes que termine el día”. Radovljica es un pueblito a unos 5km de Ribno que tenía un centro con un casco histórico antiguo muy bonito. Con el último esfuerzo de energía llegamos hasta allá casi para las 6pm. Recorrimos el lugar que era muy pintorezco y además estaba como arriba de un acantilado, y desde la estación de tren tenías una vista panorámica al valle y a los caminos de donde habíamos venido que era espectacular.
Emprendimos la vuelta con lo último de luz solar ya que no queríamos pedalear de noche en la ruta sin luces, y volvimos pedaleando bajo un increíble atardecer rosado y anaranjado que pintaba el background de las montañas como si fuera hecho con Photoshop.
Totalmente agotados, pero extremadamente regocijados por la increíble aventura diurna, decidimos ir a cenar al pub que habíamos descubierto el día anterior, por los que nos pedimos algunos y guisos y unas (cuantas) birras y en eso quien cae? El viejito irlandés del día anterior! Esta vez con más tiempo nos quedamos charlando un rato más y nos contó de sus viajes y aventuras por el mundo.
Volvimos al hotel pasadas las 22hs agotados pero muy felices. Alabada sea la bicicleta que te facilita este tipo de aventuras mientras te re cagas regocijando de felicidad.
El cuarto día nos encontró en modo relax. Luego de haber exprimido los dos días previos al máximo y habiendo recorrido la mayor parte del área a visitar, decidimos tomarnoslo con calma y chilloutear en el lago. 
Arrancamos la mañana yendo a desayunar a un cafetín del centro para probar la famosa y regional “Bled Cake”, una torta que es una bomba de crema y vainilla, que estaba buenísima por cierto!. Nos quedamos browseando en el café un rato y luego fuimos a terminar de recorrer la zona del castillo que aún no habíamos explorado.
El día estaba bastante lindo, un poco nublado por momentos pero lo suficientemente soleado y cálido como tirarse a nadar en las cristalinas aguas del lago Bled, y eso fue exactamente lo que hicimos.
Luego de nadar y relajar un rato en el lago, teniendo en cuenta mi política que tenía seteada en la mente para este viaje: “quiero hacer todos los water sports que pueda”, decidimos alquilar una de esas padding boards, a las que les dicen “sup”. Son esas tablas tipo surf, pero más largas y anchas en las que vas parado y tenés un remo largo. También podes ir sentado o como te sea más cómodo. La verdad que recién sobre el final recién logré pararme sin sentir que me iba a caer al agua como un boludo, pero así y todo encontré más cómodo y estable viajar sentado, arrodillado o como sea. De cualquier modo fue súper divertido, y espero volver a hacerlo la próxima en algún otro viaje.
Después de las tablas esas nos quedamos tomando unas birras con papitas en la orilla del agua y emprendimos viaje hacia el centro tranqui con intención de cenar y beber en… sí, el mismo lugar de siempre! El barcito de los dos días anteriores. 
Esta vez cenamos copado, la comida era rica y no muy cara, nos tomamos unas birras y descansamos. Cuando fuí a pagar la cuenta, la chica del lugar que nos atendió también los días previos, me sirvió y regaló dos chupitos de no sé qué licor porque “You've been here all week” me dijo. Altas moscas de bar! Hashtag ebriedad. Que gente macanuda though!
El día siguiente teníamos bookeada la noche en el próximo destino, el lago Bohinj, a una media hora de Bled. Pero como veníamos bien de tiempo decidimos tomarnos el tren alpino y aprovechar el paseo para ir a la zona del otro lado del cordón montañoso, el Soca Valley, así que hicimos el checkout bien temprano de la habitación y fuimos para la estación de tren a tomar el tren de las ocho y pico cosa de llegar a Bohinj a la noche tipo 20, ya que el check in se suponía era hasta las 19, pero les avisamos de antemano y nos dijeron que no había drama. 
El trencito eran apenas dos vagones y bordeaba y atravesaba la montaña por varios túneles incluso. Lo curioso del clima montañoso es que por momentos estaba nublado que no se veía a 50 metros, y luego al salir de un túnel te encontrabas con el cielo despejado y un sol que rajaba la tierra.
El viaje fue tranquilo y de menos de una hora hasta que llegamos al pueblo de Most Na Soci, la estación más cercana antes de Tolmin, el centro del pueblo principal donde están las playas del río Soca y la unión con otro río que bajaba por ahí. El color del agua es absolutamente turquesa nivel parece que es de mentira, pero es de verdad, y muy fría por cierto ya que es directo de deshielo! 
Como era temprano decidimos caminar hasta allá bordeando el río para pasear y conocer en vez de tomar un bondi. Era un trecho largo, como una hora de caminata, que no hubiera sido grave si no fuera porque estábamos con la mochila encima que si bien viajamos liviano, luego de un rato empieza a pesar y cada vez te cansa más.
Pero bueno no fue tan terrible tampoco y llegamos a destino lo mas bien. Para nuestra sorpresa, no parecía haber NADIE alrededor... toda la playa y caminos nos encontramos con muy poca gente. Tuvimos las playas y el río para nosotros sólos. Épico.
Lo único que teníamos que tener presente, era que el tren de vuelta no corría con una frecuencia muy amigable, por lo que si o si teníamos que estar en la estación a eso de las 18hs para tomar el tren, por lo que había que planear acorde.
Como ya era mediodía fuimos a caminar por el centro, comimos algo en un restaurante, fuimos a un supermercado a por unas birras y volvimos al río a tirarnos en la playa. 
Nos metimos al agua igual, así de helada y todo como estaba, porque hacía un montón de calor y la verdad que te aclimatabas rápido y era súper refrescante y renovador.
Morseamos ahí el resto de la tarde y encaramos hacia la terminal en busca del bondi hacia la estación de tren.
Al llegar a la estación se suponía que al toque nomás pasaba el tren. Le dije el destino al flaco de la boletería, me dió los tickets y ya. Vamos a la plataforma y vemos un tren que llevaba autos y tenía un solo vagón de pasajeros. “Debe ser el de carga que viene de Italia” pensé, ya que lo habíamos visto pasar a la ida también. 
El guarda dio la señal y el tren arrancó. Me quedé esperando unos minutos a ver si pasaba el tren que por ahí estaba demorado como a la mañana que vino unos 15 minutos mas tarde. Le pregunto al flaco de la boletería y me dice: -“era ése el tren!” -”pero llevaba autos!” -”si pero lo podés tomar igual”. -”..... Cuando viene el próximo?” -”en dos horas”. EPIC TOC FAIL. Por confiado nos clavamos dos horas al pedo esperando viendo el sol ponerse desde el andén. Llamé al airbnb para avisarle que no solo no íbamos a llegar a las 20 como le habíamos dicho ayer, si no que perdimos el tren y el próximo pasaba en dos horas. Por suerte no me dijeron nada, yo ya flasheaba tener que dormir a la orilla del lago en un banquito por quedarnos sin hospedaje.
Así que a esperar nomas… creo que caminé por las vías ida y vuelta unas 200 veces. Jugaba a caminar por el riel, a contar los pasos ida y vuelta hasta cierto punto, y demás pasatiempos para amenizar el toc y la espera. También googlee taxis para ir de la estación hasta el hotel, porque el bondi pasaba como una hora más tarde y había que caminar no se cuanto hasta la parada e íbamos a llegar como a medianoche a ese ritmo.
Finalmente cuando llegamos a la estación destino, Bohinska Bistreca, que estaba a media hora nomas por suerte, me metí en el barcito reglamentario que hay en cada estación y abre hasta tarde y les pregunté por un número de algún taxi. Había un panfleto convenientemente pegado en la pared así que lo llamamos. El tipo medio nos puteó por no haberle avisado de antemano porque por lo general el va cuando llega algún tren y levanta pasajeros ahí y arranca viaje. Pero igual por suerte nos vino a buscar y llegó de re toque. 
Al subir al auto le digo: -“perdón que no llamamos ántes, no contábamos con perder el tren y además no teníamos tu número.” -”...... hasta donde vas?”. No estaba muy contento el señor. Y nos cobró unos mangos más de la tarifa anunciada en su cartel, pero considerando que sus working hours eran hasta las 21 y ya eran 21:15 y nos vino a buscar con cero aviso previo, claramente no estaba en posición de negociar si no de agradecerle por venirnos a buscar! 
Por suerte llegamos de re toque y en el hotel nos recibieron re buena onda, yo flasheaba que nos iban a mirar con cara de re culo. Success!
Felices de haber podido dormir en una cama y no debajo de un puente, nos levantamos temprano para alquilar unas bicis y aprovechar el día al máximo.
Amanecimos con una zarpada niebla que cubría toda la región, la cual luego entendimos era normal y habitual en la zona a esa hora del día, ya que éste lago a diferencia del de Bled, está embebido entre montañas y a varios metros sobre el nivel del mar, por lo que se concentran las nubes ahí. Fuimos a desayunar a uno de los bares que recién empezaban a abrir y para las 10am ya se había despejado.
Fuimos a la casa de información turística y alquilamos dos bicis por el día completo. Teníamos que devolverlas a las 19hs así que sin más preámbulos arrancamos viaje.
En vez de ir a bordear el lago (que es el más grande de Eslovenia, el doble que Bled), preferimos ir a recorrer los pueblitos, senderos y caminos que había alrededor.
Siendo relativamente la misma zona, los paisajes eran similares a los pueblos de Bled, pero tenías las montañas right in your face! Se sentían mucho más cercanas y pedalear por ahí era una maravilla. Además nos tocó el más peronista de los días posible. 
Fuimos primero a una cascada en la que estábamos completamente solos. Luego seguimos adentrándonos ruta adentro recorriendo los demás pueblitos. Habiendo tantas montañas cercanas, hay varios miradores hacia el lago de distintas alturas, de 700 a 1000 metros, ubicados en distintas posiciones y desde diferentes ángulos. Obvio que no se podía ni tampoco tenía sentido ir a todos, por lo que elegimos uno del mapa, el más lejano (y alto) de todos. El camino era bien sinuoso, lógicamente, y la subida era fatal. Por momentos se podía llevar bien yendo en el cambio más bajo de la mountain bike, el problema era que ns agarró el sol de mediodía y hacía un calor que te derretías. Yo de manija que soy, me gusta sufrir haciendo ese tipo de actividades y le doy re mil duro hasta llegar, pero Cris casi se muere, y (me) puteó bastante toda la empinadísima subida hasta llegar a destino. De cualquier modo finalmente lo logramos! Cagados de calor y con poca agua en la botella, finalmente alcanzamos la cima. Descansamos un rato y emprendimos la vuelta. Eso si.. La bajada fue divertidisima!! No tenías que pedalear en lo absoluto y bajabas tan a los re mil pedos que tenías que ir frenando por momentos de tanta curva y contracurva. Amo mil. Deme diez. 
Los hits de la zona eran un cañadón muuuuy similar a Vintgar que habíamos visto en Bled, y una cascadita loca. Yet another cascada. Como ya era pasado la tarde y hacer cualquiera de esas dos actividades nos hubiera consumido el resto del día dijimos al carajo, vamos a remojar las cachas al agua!. Y eso hicimos. Volvimos hasta el lago y lo bordeamos hasta encontrar una playita tranquila en la que de el sol y se pueda uno tirar a regocijar.
El agua era más fría que en Bled, pero hacía tanto calor que era una bendición. También agua cristalina, se veían pececitos nadar entre tus pies! Con un background montañoso espectacular. Nos quedamos ahí todo el resto de la tarde y antes de volver fuimos hasta el final del lago a ver que onda y de ahí a devolver las bicis. 
Como ya eran las 19 y no habíamos ni almorzado de tanta manija non stop, pasamos por el súper y compramos unas comidas hechas y nos fuimos al hotel.
Más tarde salimos a dar una vuelta a ver si había un bar para tomar una birra o algo, pero estaba todo cerrado. Solo un bar a cielo abierto había con dos gatos locos, y no daba. Bohinj no es tan popularmente turístico como Bled. O sea, lo es, pero estando tan cerca uno de otro todo el mundo se queda en Bled y hace day trips a Bohinj, por lo que la infraestructura turística es un poco más limitada.
De cualquier modo estábamos cansados así que nos sentamos en un banquito del lago y miramos al cielo, aprovechando que se veían muchas más estrellas que en la ciudad con su polución lumínica, y hasta tuvimos la suerte de ver una estrella fugaz! Que más que estrella seguro era un pedazo de satélite o basura espacial quemándose al entrar en nuestra atmósfera, como suele ser el caso :D.
Nuestro último día completo en Bohinj lo aprovechamos para caminar. Sabíamos que iba a estar nublado por lo que era ideal. A la mañana fuimos a un mirador más cercano que daba directo de frente al lago y no era tan terrible de subir. Al bajar recorrimos un poco de Stara Fuzina, el pueblito principal que estaba al lado del nuestro. Muchas casitas bonitas y muy antiguas, como es la norma en esa zona.
Volvimos a nuestra zona alrededor de mediodía, por lo que decidimos pasar por el super y comprar cosas para picar por ahí en el lago. Pero teniendo el día por delante y refiriéndonos al punto antes mencionado de hacer todo lo acuático que se pueda, decidimos alquilar una canoa por un par de horas y hacer un picnic en el medio del agua. Varias vueltas en círculo y remadas correctivas de curso hasta que le agarramos la mano a la remada, nos detuvimos en el medio del lago con vistas épicas a los alrededores y nos clavamos alta picada con birras arriba de la canoa. “Legendario” no es adjetivo suficiente para describir el momento.
Ya con la panza llena seguimos remando hasta el fondo del lago antes de emprender la vuelta a devolver la canoa. Como todavía quedaba un poco de luz de día, nos fuimos a sentar al lado de un río rápido donde desembocaba el lago a escuchar el agua fluir. Y a tomar birra, claro.
Fuimos a cenar una pizza rica pero muy salada a uno de los pocos lugares que existían para cenar y de ahí directo a dormir para pegar un madrugón al día siguiente y llegar con tiempo a la capital del país, Ljubljana, para recorrer un poquito antes de tener que arrancar para el aeropuerto.
Nos levantamos a las 7am cosa de tomar el bondi de las 7:48 que paraba ahí justo en la esquina, pero resultó que miramos más el cartel y eso era en días se semana, los domingos pasaba 8:48, así que nos clavamos una hora al pedo ahí esperando el bondi.
Finalmente llegamos a Ljubljana tipo 11am, y hacía un día espectacular. Caminamos por el centro y encontramos un festival de hamburguesas y birras artesanales. Fue una señal divina!! Comimos algo, paseamos un rato mas, nos tomamos unas cuantas birras que estaban buenísimas y de ahí nos fuimos a tomar la combi al aeropuerto, un poco más temprano de lo que hubiéramos querido, pero el transporte público al aeropuerto desde la ciudad es medio trambólico y sale cada una hora y no queríamos arriesgarnos a llegar jugados o andar a las corridas. Igualmente nos alcanzó el tiempo para pasear tranqui por la ciudad, pero el día estaba tan lindo que daba para quedarse un rato más.
Llegamos re rápido al aeropuerto y nos quedó tiempo de subir a la terraza con vista a la pista y tomar una birrita (quedamos manija) más para amenizar la espera.
En resumen, fue un viaje super relajante para la mente, la pasamos genial y por suerte pudimos aprovechar todos los días al máximo. Quizás algún día volvamos en invierno para ver los Alpes nevados y tal vez quizás también, aprender a esquiar.
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Islas Cícladas, Grecia - 06/2017
Otro de los lugares a los que fuí y no escribí nada, fue Grecia. En su momento estuve en Atenas con mi hermano y de ahí nos fuimos en ferry hasta Mykonos, una de las famosas islas Cícladas en el mar Egeo, a festejar mi cumpleaños número 27.
Como fuimos en temporada baja (abril) y por poquitos días, no llegamos en su momento a recorrer otras islas, y la verdad que fue un lugar que me gustó tanto que me quedó entre cejas las ganas de volver con más tiempo en la primera oportunidad posible.
5 años más tarde la oportunidad se dió nuevamente, lo cual nos trae a este próximo post.
La segunda etapa del viaje arrancó casi inmediatamente al volver de Islandia, ya que al día siguiente nos embarcamos en un vuelo con destino a la isla de Creta, la más grande y más austral de las islas Cícladas.
Volamos ida y vuelta desde ahí ya que era un destino que quería conocer, con buenas conexiones de ferries hacia las otras islas y con mucho mejores horarios de vuelo hacia London que desde Mykonos o Santorini.
De cualquier modo una vez que llegamos, sólo pasamos la primer noche en Heraklio (la capital) y a la mañana siguiente nos tomamos temprano el ferry con destino a Santorini.
La razón por la que decidimos dejar Creta para explorar al final, fue que al salir el vuelo desde ahí y al estar en Grecia, donde las cosas son más propensas a funcionar al estilo sudamericano, no queríamos que nos agarre una huelga, un corte, una cancelación de algún ferry o algo relacionado que resulte en la pérdida del vuelo de vuelta, con todos los gastos y problemas que eso implicaría.
Igualmente tuvimos toda la noche para aprovechar, así que salimos a caminar por el centro y por las murallas y el fuerte en el puerto. Pasamos por un kioskito y compramos unas birras que nos sentamos a tomar en una plaza junto a la juventud local y a la orilla del mar. Al venir de Islandia, nos sorprendió muy gratamente lo re barato que nos resultaba todo en comparación, así que estábamos en modo DEME DIEZ a todo, incluyendo las birras.
Todo esto sumado al espectacular clima que ofrecen las islas griegas, sobre todo en verano, donde las nubes no aparecen nunca en el cielo y podés andar en pija día y noche. Ese es el clima que yo amo... ojotas, short y remera todo el día! Sobretodo habiendo venido de Islandia donde hacían 10 o 12 grados promedio!
Al día siguiente emprendimos el viaje hacia Santorini, que habrán sido unas 3 horas de barco que fueron bastante amenas, ya que los asientos que nos tocaron estaban en primera fila y teníamos enchufe para cargar los teléfonos y wifi para browsear, además de la vista escénica al horizonte.
Entre que llegamos, hicimos check in en el hotel y demás, ya era pasado el mediodía, por lo que emprendimos la caminata al centro (estábamos a unas 10 o 15 cuadras) bajo el aplastante sol.
Dimos una vuelta por Fira, la capital de la isla, y recorrimos las callecitas y los miradores sobre los acantilados. Pero al llegar al final del camino, nos encontrábamos agotados, hambrientos, deshidratados y fastidiados por las descomunales hordas de gente que invadían las calles, por lo que emprendimos la retirada hacia el hotel, previo paso por una kebapería amiga para reponer energías. Finalmente llegamos de vuelta al hotel y nos fuimos a disfrutar de la pileta por el resto de la tarde.
Al día siguiente alquilamos un scooter, previa negociación con el tipo que los alquilaba, ya que en teoría necesitas licencia para motos, cosa que yo no tengo... es sólo para autos, pero de cualquier modo me dijo que no había drama y nos alquiló igual. Elegimos ese lugar porque estaba en la puerta del hotel y eran todas motos 0km y no quería repetir la experiencia de Mykonos cuando con mi hermano alquilamos un cuatriciclo y un scooter pedorros de 10 mangos, y se nos terminaron quedando a mitad de camino en el medio de la nada!. La pesadilla de todo rental.
He de admitir que cuando llegamos el día anterior y fuimos al centro, me dió la impresión de que le había pifiado con la estadía, ya que habíamos bookeado para estar 2 días completos en Santorini y se me hacía que iba a re sobrar tiempo, ya que no parecía muy pintoresco como lo imaginaba o veía en fotos, y encima estaba atestado de turistas.
Por suerte todo eso resultó no ser cierto en el instante en que nos subimos a la moto y sobretodo cuando llegamos al pueblito del norte de la isla, Oía, que es de donde sacan todas las fotos para las postales y turismo de Santorini.
Increíble lugar… nos encantó. Para mejor, llegamos temprano a la mañana y no había mucha gente, por lo que pudimos caminar tranquilos por las callecitas costeras, que ofrecían unas vistas panorámicas impresionantes a las casas sobre el acantilado, que bajaba hacia el mar en un ángulo casi recto. "Con que acá estaba la posta!!", le dije a Cris apenas entramos al centro de Oía.
Recorrimos todo el lugar de arriba a abajo hasta que llegamos a la punta de la isla, donde bajando unos chotomil escalones se encontraba el puerto del pueblo, que tenía un camino que se abría y te llevaba hacia una pseudo playa (era más bien una bajada de piedras) pero que tenía una vista impresionante hacia la ciudad, pero desde abajo. Además podías cruzar nadando a una piedra gigante en el medio del agua a la que te podías trepar y tirar un clavado de unos 5 metros de altura más o menos.
Como habíamos caminado un rato largo y nos calcinamos bajando esos escalones de la muerte, nos quedamos un rato largo disfrutando de las pristinas aguas egeas.
Ya pasado el mediodía y adentrada la tarde, decidimos seguir viaje recorriendo la isla, por lo que nos armamos de fuerza y trepamos la exhaustiva escalinata de vuelta hacia la moto.
De ahí nos fuimos directo al sur de la isla, pasando por un pueblín que se llamaba Akrotiri, el cual tenía una playa de arena roja. Fuimos ahí y recorrimos toda la zona sur hasta la tarde, en que decidimos volver al hotel a bañarnos y cambiarnos para llegar de vuelta a Oía, donde decían que era el mejor lugar para ver el sol del atardecer ponerse detrás del mar.
Entre una cosa y la otra, llegamos justo a tiempo para pegar un lugar alejado de la muchedumbre y clavar una birrita mientras veíamos el sol esconderse. Estuvo lindo, pero me pareció medio humo que lo vendan en tours y cosas así como un must see, porque el sol se ponía sobre el costado derecho de la isla, detrás del pueblo, por lo que tenías que alejarte para conseguir una buena vista, y medio perdía el encanto a diferencia del atardecer en Mykonos, del que hablaremos luego.
En principio habíamos alquilado la moto por un día solo, pero luego de deliberar cuáles eran nuestras opciones para el día siguiente, que consistían mayormente en levantarse temprano y hacer un tour en barco en el que te llevan a las islitas de enfrente donde hay un volcán y aguas termales y luego te dejan de vuelta en Oía, decidimos alquilar la moto por un día más y aprovechar para recorrer los lugares y playas que nos faltaban en el costado este. Sobre todo porque en Islandia vimos más y mejores termas y cosas volcánicas como para repartir.
Con una moto y todo el día por delante, decidimos volver a la playa del puerto de Oía, porque nos había copado bastante, y yo quería llevar la GoPro para sacar unas fotos. Esta vez ya con más conocimiento de la zona, fuimos con la moto hasta el estacionamiento del puerto, lo cual nos evitó la agotadora escalinata desde la cima.
De cualquier modo ese día no nos gustó tanto como el anterior, ya que había más viento en esa dirección, que ocasionaba una correntada que traía un montón de porquerías en el agua. Para colmo después se llenó de douchebags ruidosos, por lo que decidimos seguir viaje y aprovechar para conocer las playas del costado este de la isla.
Así fue como llegamos a Kamari Beach, una playa que estaba notablemente cerca de nuestro hospedaje, y que resultó ser la que más nos gustó. Había poca gente, tenía una escollera natural de piedras, y una mini islita formada por rocas a unos metros de la costa a la que podías llegar nadando. La vista alrededor también era muy linda, ya que estaba al lado de un acantilado gigante. Además, la peatonal en la costanera era muy pintoresca, llena de restaurantes y hoteles pero sin estar repleto de gente. Nos quedamos ahí toda la tarde, disfrutando del agua, la birra, la playa de piedritas y los pececitos que nadaban entre nuestros pies.
Al caer la tarde volvimos al hotel a bañarnos y descansar un rato para aprovechar lo que quedaba del día (el último en Santorini) y de la motito, por lo que decidimos ir a la noche a cenar a otra playa que no habíamos conocido aún: Perissa Beach.
Esta playa es una, si no la más popular de la isla donde va todo el mundo durante el día. Nosotros no llegamos a ver el agua porque era de noche, pero sí caminamos por el pueblito. Tenía una costanera con una peatonal larguísima, llena de negocios de todo tipo. Caminamos un rato para pasear mientras se nos abría el apetito para ir a morfar algo.
Yo le venía quemando la cabeza a Cris con que tenía que sí o sí probar una moussaka, que es uno de los platos típicos griegos y consiste en una especie de lasagna hecha de berenjenas. Así fue como caímos en un restaurante re tranquilo en el que nos morfamos la más épica y deliciosa de todas las moussakas que jamás probé (tampoco fueron tantas, pero mejor que las que recuerdo de Atenas!).
Al otro día a la mañana temprano devolvimos la moto y encaramos hacia el puerto, dando por concluída la aventura en Santorini. Próxima parada: Mykonos.
A pesar de que me encantó conocer Santorini, estaba emocionado por volver a Mykonos, ya que fue la primera isla que conocí y que me voló el peluquete y fue la causante de que quiera volver a esa zona algún día, tal como dije al principio.
Entre el viaje en ferry y el check in en el AirBnb, nos liberamos pasado el mediodía, por lo que procedimos a morfar en la souvlekería que teníamos convenientemente ubicada en la esquina de nuestra habitación y procedimos sin más a recorrer el centro.
Siendo objetivo, el lugar sigue tan hermoso y único como lo recordaba… el único problema fue que esta vez fuimos en verano, en plena temporada y estaba lógicamente, hasta la chota de gente! Te arruina un poco la experiencia tener que andar gambeteando giles por la calle, pero de cualquier modo es todo tan fantástico que eso pasa a segundo plano.
Siendo lo chiquito que es el pueblo, lo recorrimos esa misma tarde. Luego volvimos a descansar un rato y nos fuimos a ver la puesta del sol a Little Venice, el spot más popular del pueblo. Ese atardecer fue, tal como anticipé en Santorini, mucho mejor porque tenés vista sin obstrucciones directa al agua y al horizonte, estás sentado en la playa a nivel del mar y estás rodeado por los molinos, las casitas y los bares pintorescos. Además en el fondo había un barco a velas enorme a la altura del sol, lo cual te hacía sentir que estabas mirando un cuadro o una película o algo así.
Igual cuando me refiero a este atardecer puntual, es al hecho de sentarse a ver caer el sol, porque todos los atardeceres son épicos en esas islas.
Nuestra estadía aquí fue más bien corta, ya que estuvimos dos días a medias, es decir un medio día cuando llegamos, un día completo, y toda la mañana del día subsiguiente.
Igual lo que es Mykonos town se recorre en un toque porque es re chiquito, pero alrededor de la isla hay otras playas y cosas para ver.
De cualquier modo el día que tuvimos completo, deliberamos sobre si alquilar una moto y recorrer o elegir una playa random y pasar el día por ahí. Finalmente elegimos la segunda opción, ya que no teníamos muchas ganas de andar a las corridas. Fuimos a la estación de bondis y nos subimos al primero que nos llevaba a Paraga Beach, la playa en cuestión que elegimos.
La playa en sí estaba linda, era chiquita, no estaba demasiado llena de gente y hasta tenía detrás unos árboles que te daban sombra, cosa que no es para nada frecuente en las playas de estas islas!
Nos quedamos un rato a pasar la mañana hasta que finalmente creo que nos hinchamos las pelotas de la gente que luego empezó a llegar y nos fuimos a la mierda, a conocer Platy Gialos, la playa de al lado que estaba a unos minutos de caminata.
Terminamos caminando como judíos al sol al final, sólo para llegar a una playa zarpada, pero súper exclusiva.. con reposeras y parasoles privados de los hoteles y restaurantes del lugar, que se acaparaban toda la arena hasta llegar a la orilla, lo que hacía imposible encontrar un lugar para tirarse. Ni hablar de sombra.
Fuimos a buscar algo de comer a algún kioskito que no nos rompa el culo, ya que toda la playa era súper careta, y al volver encontramos como un asiento contra una pared que hacía sombra, al lado del muelle donde salían los botes taxis.
Nos quedamos descansando ahí, yendo del agua a la sombra un rato y a la tarde emprendimos la vuelta. La verdad que entre el sol y una cosa y la otra, terminamos agotados ese día… quisimos salir un rato a la noche a dar una vuelta, pero volvimos de toque a torrar porque no dábamos más.
Al día siguiente el ferry salía después de mediodía, así que tuvimos tiempo de preparar todo tranqui, desayunar y hasta dar otra vueltita por el pueblo, que a pesar que después de darle un par de vueltas, todos los caminos desembocan en el mismo lugar, hay cientos de callejoncitos escondidos que son muy lindos de explorar. Además están llenos de michis!.
Ya con las mochilas en los hombros, nos fuimos a tomar el ferry de vuelta a Creta, y luego de un viaje ameno pero largo, llegamos casi al caer la noche al Airbnb que teníamos reservado.
A pesar de ser la más grande de todas las islas, Creta fue el lugar en que menos tiempo estuvimos. Teníamos un día entero para recorrer, y al día siguiente ya salía el vuelo de vuelta a London poco después del mediodía.
El plan era básicamente "ver que onda", que había para hacer que se pueda acceder fácilmente desde Heraklio. Contábamos más que nada con pedirle tips a la chica del AirBnb en que nos quedamos, ya que en el aviso decía que trabajaba con una agencia de viajes, por lo que seguro nos podía tirar una pista de donde ir.
Cuando finalmente llegamos a la casa y la saludamos y nos pusimos a charlar y preguntarle si nos podía sugerir algo, la mina, que era una copada total, fue la "extra mile" y no sólo nos ayudó sino que nos sugirió que dadas las distancias y las cosas más interesantes para ver, nos iba a convenir alquilar un auto, cosa que yo no tenía en los planes porque pensé que iba a ser un montón de guita para un sólo día (aunque ni había averiguado cuánto), pero resultó ser que no!
Me fijé online y se conseguían en las agencias del puerto unos autos compactos por unos 50 euros. Nada mal! Pero Chrissy (así se llamaba la chica) llamó a unas agencias con las que ella trabajaba y nos consiguió por el mismo precio y para el día siguiente (super short notice!) una camionetita Suzuki re bonita y cómoda por el mismo precio. Lo mejor de todo? los tipos de la agencia nos trajeron el auto a la puerta de nuestra casa! Firmé el contrato de alquiler en la misma mesa en la que desayunamos, sin movernos a ninguna parte. Para mejor, arreglamos que para devolverlo ellos mismos pasarían el día siguiente por la mañana a retirarlo. Más práctico imposible! No tuvimos que perder tiempo yendo a ninguna agencia ni haciendo filas de nada; nos dieron el auto y enseguida emprendimos viaje.
Le contamos a Chrissy lo que nos interesaba ver, y nos armó un day road trip de unos 270km yendo y volviendo por diferentes lugares, casi en forma circular, pasando por un montón de diversos lugares como por ejemplo la Antigua Ciudad de Phaistos, Preveli Beach, Spili y Rethymno, pasando en el camino por varios pueblitos antiguos muy pintorescos.
La primer parada fue Phaistos, la segunda ciudad más grande de la época de la Creta Minoan, hace más de 2000 años A.C, y la mejor conservada. Luego de tantas playas, y teniendo Creta tanta historia, me interesaba ver algunos templos y ciudades antiguas, ya que me fascina la historia de las civilizaciones de aquellas épocas y el hecho de poder caminar por las ruinas bien conservadas de un lugar que data de hace más de 5000 años!.
Luego de recorrer todo el lugar y de re cagarnos de calor, ya que está en un valle y el calor se concentra y no corre un viento, seguimos viaje hacia Spili, un pueblito bonito de camino hacia Preveli. Ahí paramos a comprar algo para comer en la playa y aprovechamos para caminar las escasas cuadras que comprendían el pueblo, pero que estaba embebido en la montaña, lo cual le daba un encanto especial. Tenía en la plaza principal una fuente larga llena de cabezas de leones que tiraban agua fresca y potable, cual oasis en el desierto. De ahí se abrían unas calles a ambos costados, que subían la montaña y se podía llegar hasta un mirador. Ya reabastecidos, seguimos viaje hacia Preveli Beach.
Mención especial a los paisajes ruteros y pueblos que cruzamos durante todo el viaje: la isla está llena de árboles de olivos por todos lados, hasta en las calles de las ciudades!. Los pueblitos del camino son todos antiquísimos y tienen ese estilo símil italiano, donde la ruta se convierte en callecitas super angostas donde pasas finito con el auto entre las casas. AMO ese tipo de pueblos!! Manejar por lugares así me vuelve loco!
Preveli Beach es una playa del sur que nos recomendó Chrissy ya que era muy linda y única y no tan popular y overcrowded como otras playas de la zona. El acceso era un poco trambólico, ya que estacionabas arriba de todo y para llegar a la playa había que bajar unas escaleras agotadoras!. De cualquier modo, el esfuerzo era inmediatamente recompensado por la vista del lugar.
La playa tiene un río, el cual podés bordear por un camino lindero que se mete en una jungla de palmeras y árboles frondosos entre medio del cañadón que se abre camino. Dicho río desemboca en el mar ahí nomás, por lo que en la playa lo tenés a un costado de la arena y del otro al mar en todo su esplendor.
Es una mezcla de paisajes asombrosa, ya que tenés por un lado lo árido de los acantilados aledaños, el verde de la selva de palmeras con el río, el mar y la playa con árboles para tirarte a la sombra.
Pasamos la tarde descansando ahí y como aún teníamos un largo tramo que recorrer, a eso de las 5pm emprendimos la retirada para seguir hasta el próximo destino: Rethymno. En el recorrido que teníamos trazado, había un pueblito que nos había recomendado Chrissy, pero que cuando pasamos con el auto lo encontramos súper minúsculo como para detenerse y ver que onda. Encima era bien pueblo.. estaban sus escasos habitantes en la calle principal con un montón de mesas afueras morfando, y/o celebrando algo.
De cualquier modo lo antes mencionado sobre los pueblos y paisajes ruteros, siguió vigente hasta el final.
De ese modo fue que kilómetros más adelante, avisté desde el auto un pueblito todo de piedras que parecía bastante chulo y antiguo, así que paré y fui a ver que onda. No se ni como se llamaba, pero era genial! estaba detenido en el tiempo y tenía lógicamente ese ritmo tan tranquilo de pueblito pequeño.
Luego llegamos finalmente al último destino del mini road trip en Rethymno, la segunda ciudad más grande después de Heraklio y también antigua ciudad Minoica. Pero no sólo Minoica, sino que se caracteriza al igual que Heraklio por haber sufrido (y aún conservar) cambios en su trazado y construcciones que fueron dejando las distintas civilizaciones que la ocuparon a lo largo del tiempo. Un claro ejemplo de ésto es la gigantesca fortaleza Veneciana que tiene la ciudad en su costa.
Llegamos justo un rato antes del atardecer, así que alcanzamos con lo justo a recorrer la costa, el centro y las callecitas random que se abrían camino por el casco histórico.
Finalmente nos clavamos un falafel frente al mar y ya con el sol abajo emprendimos la vuelta hacia Heraklio, dando por concluído un exitoso e increíblemente bien aprovechado road trip.
Nuestro último día en la isla antes de volver, lo pasamos recorriendo las partes de la ciudad que no habíamos aún llegado a ver el primer día que llegamos. Pero como todo estaba cerca y teníamos toda la mañana, llegamos con tiempo suficiente como para incluso ir al Museo de Arqueología, que es uno de los museos más grandes de Grecia y contiene la mejor colección de Arte Minoico del mundo.
Estaba muy bueno, ya que habían objetos en excelente estado de conservación de hace 6000 años o más, pasando por todas las épocas y civilizaciones subsiguientes. Una vez explorado el museo y recorrida la ciudad, volvimos a la casa para almorzar algo y salir tranqui con tiempo hacia el aeropuerto.
Así fue como concluímos la segunda parte de este fantástico viaje, al que le siguió para finalizarlo una escala en Ámsterdam, donde nos encontramos con amigos expatriados que no veíamos hace mucho tiempo y nos pegamos una épica pedaleada en bicicleta de 50 kilómetros hasta las Waterlands, comimos bocha de queso graty, fumamos y nos divertimos un montón!.
Todo el viaje predominó un itinerario fuertemente apretado, extenso y exhaustivo claramente organizado por un niño TOC, pero que al final de cuentas nos dejó la más grata de todas las satisfacciones por la cantidad y variedad de cosas y lugares que llegamos a conocer. Por suerte Cris es una genia que confía, me banca y se banca todos mis alocados planes sin chistar, porque vivirlo los dos juntos hace que todas las experiencias mejoren y se disfruten un 50% más, como mínimo.
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Islandia - 06/2017
Varios viajes han pasado en este tiempo y/o en el pasado en los que no escribí nada en este blog ni dejé registro en ningún lado más que en las fotos sacadas y subidas a redes sociales. Coincidentemente, dichos viajes fueron siempre aquellos en los que viajé acompañado, ya sea por amigos o familia.
Supongo que es porque la actividad de escribir surgió como un diario personal en el que relataba las cosas que veía y hacía, al haber viajado mayormente solo y no tener a nadie al lado para comentar o compartir las experiencias vividas. *suenan violines de fondo*. No, pero muy lejos de que suene con connotación triste (si te entristece viajar solo, estas haciendo TODO mal), era más bien porque escribía en los tiempos libres ya sea matando tiempo entre viajes largos, o en la comodidad de mi casa.
De cualquier modo, al hacer un repaso de los viajes no relatados, han quedado atrás lugares como Serdegna (Italia), road trips por varios pueblitos europeos de diversos países, y lugares más distantes y exóticos, si se quiere, que visité luego de escribir el último post asiático, como Australia, Nueva Zelanda, o la costa de California y New York en Estados Unidos.
El hecho es que decidí hacer un esfuerzo por vencer la flojera y sentarme a tratar de volcar lo viajado también en compañía, ya que me da pena seguir dejando pasar destinos fantásticos de los que perderé el recuerdo de los detalles pequeños si no los escribo.
Es por eso que hoy vuelvo al ruedo con un nuevo relato.
Habíamos planeado y sacado los pasajes con un año de anticipación más o menos, para poder adelantar y pagar todos los gastos lo más posible y poder visitar muchísimos destinos en un período limitado de tiempo. La ansiedad de tener que esperar tanto tiempo, sumado al hastío y agotamiento de la rutina laboral y la vida en la ciudad, hizo que todo ese tiempo hasta el día de viajar sea muy cuesta arriba.
No voy a ahondar en detalles de lo difícil que fue todo el viaje hasta llegar a Europa y las miles de escalas, ocasionadas básicamente porque el banco al igual que todo en Argentina funciona como la mismísima verga y terminamos perdiendo el vuelo de oferta que veníamos trackeando, por lo que tuvimos que sacar el mismo vuelo pero vía Brasil, lo cual añadió más escalas, espera y fastidio hasta llegar a Europa… sobre todo porque días antes de viajar, los queridos amigos de Aerolíneas decidieron cambiarnos el horario del vuelo que convenientemente habíamos elegido, por uno en el que hubiera significado perder el otro avión en dirección Europa.
Tuvimos que pedir que nos lo cambien por uno más temprano, que resultó ser uno a las 6 y pico de la mañana, lo cual se tradujo en una eterna espera de más de 8 horas en el aburrido aeropuerto de San Pablo. Para colmo, momentos antes de embarcar en San Pablo, anunciaron que el embarque estaba demorado unos 30 minutos hasta que resuelvan no se que problema con la aeronave. Ya me veía que cancelaban el vuelo e iba a prender fuego todo.
Por suerte no sucedió nada y volamos sin mayores problemas hasta Amsterdam, donde aún nos quedaba otra escala de 4 horas hasta llegar finalmente a London, que sería nuestro hub de conexiones aéreas para todos los destinos del viaje.
Finalmente luego de un día y medio de andar esperando y saltando de un lugar del mundo a otro, llegamos a London, aunque más no fuera por unas pocas horas para dormir, ya que al día siguiente teníamos que subirnos a oootro avión más para llegar, ahora sí, al primer destino posta del viaje: Islandia.
Luego de todo el stress y el TOC vivido, al llegar a Reykjavík, veo que en la cinta transportadora de las valijas llega la mochila de Cris (ambos fuimos de mochileros), pero no la mía… “la puta madre!”, pensé.. “me perdieron la mochila y ahora voy a tener que andar en pija todos estos días con 10 grados de temperatura!!”.
Después de esperar un rato con el TOC off charts y ver que el cartel diga “all bags delivererd”, decidí dar una vuelta alrededor de las cintas de equipaje y encontré mi mochila tirada en la sección de "Odd size baggage"... la puta que los parió!... por qué una mochila llegó en la cinta normal y la otra no? nunca lo sabremos… pero sí fue algo que se repitió en algunos otros aeropuertos, si vas con mochila como tienen cintitas e hilitos colgando por todos lados, te mandan a despacharla por otra cinta, por miedo que se trabe en las máquinas. Una paja.
Hasta ese momento en que finalmente llegamos a destino sin mayores problemas, fue recién que pude deshacerme de una extraña sensación de que algo iba a salir mal, que me acompañó desde salir de Buenos Aires. Por suerte no pasó nada!
En fin, una vez con las mochilas en mano, nos pasaron a buscar por el aeropuerto los del car rental, donde alquilamos una mini camper van que sería nuestro hogar sobre ruedas durante nuestra estadía en Islandia.
Para ese entonces ya eran como las 5pm, y teníamos turno en la Blue Lagoon a las 7pm, por lo que aprovechamos para ir al super a comprar provisiones para ya tener comida los días siguientes. Afortunadamente terminamos comprando re pocas cosas, ya que cuando retiramos la camioneta había un grupo de pibes devolviendo la suya que nos regalaron un montón de comida que no llegaron a comer, que estaba sin abrir y en perfecto estado! Ligamos pollo, salchichas, sal, azúcar, café, manteca, queso rallado, nueces, aceite de oliva, atún, fideos, arroz y no me acuerdo que mas. Prácticamente todo lo básico lo tuvimos cubierto y lo mejor de todo es que fue GRATY, lo cual es genial porque todo en Islandia es bastante caro!.
Ya con la camioneta cargada, nos dirigimos a la famosa Laguna Azul, unas piletas naturales de aguas termales. Nos relajamos un rato luego de tanto cansancio del viaje, disfrutamos el agua calentita, nos pusimos unas máscaras de sílica y descansamos un rato.
Al salir de ahí nos dirigimos al camping de Reykjavík para dormir y hacer base para arrancar al día siguiente con el glorioso road trip, que tenía como primer objetivo el día 1 el llamado "Golden Circle", que es un circuito que como el nombre indica se puede hacer en forma casi circular sin pasar dos veces por el mismo lugar y en el que hay varias atracciones naturales para ver. Este circuito, junto a la región sur del país, son los destinos más populares y turísticos de Islandia.
Esa misma noche antes de irnos a dormir experimentamos por primera vez el famoso "midnight sun", o sol de medianoche, que ocurre en Islandia y en otros lugares de la misma latitud, en el que al estar tan al norte y cerca del polo, el sol nunca llega a ponerse del todo en verano, haciendo así que nunca anochezca por completo. A las 11:30pm se siente como si fueran las 7 u 8 de la tarde, y pasada la medianoche es como un eterno atardecer, sin sol, pero con el cielo clarito y bastante luminosidad.
Pensamos que iba a ser un problema para dormir, pero la verdad que estando cansado cerras los ojos y dormís igual. El único asunto es que como es tan de día tan tarde, tu cuerpo no siente que ya se tenga que ir a dormir, ni comer ni nada.. sentís como si aún tuvieras la tarde por delante, aunque sean las 12 de la noche.
El día del Golden Circle nos levantamos "tarde" porque estábamos rotos de tanto viaje, pero sabíamos que con el midnight sun no íbamos a tener problemas de que nos caiga la noche y no poder visitar algún lugar, así que nos relajamos con eso durante el resto del viaje y siempre funcionó de maravillas. Hemos ido a algunos lados a las 10pm y llegado a campings pasadas las 11pm, a diferencia del road trip de Australia, en el que nos oscurecía a las 6pm o un poquito antes, y los campings te dejaban de registrar a las 7pm.
Esta vez fuimos más previsores y nos trajimos el kit de mate desde casa para poder ir tomando en el camino. Nice! Recorrimos todas las atracciones del circuito re tranqui y la verdad que estuvieron geniales. En el camino vimos cataratas gigantes, termas, geysers, cráteres volcánicos, parques nacionales, lagos y paisajes hermosos desde la ruta.
Al finalizar el circuito y para aprovechar al máximo los 8 días y monedas que estuvimos y poder recorrer lo más posible, hicimos uso de las bondades del midnight sun y fuimos manejando hasta Seljalandsfoss, unas cascadas a unos kilómetros hacia el sur, las cuales eran el primer punto de partida de la segunda y principal etapa del road trip: el Ring Road.
Ring Road le dicen a la ruta nacional número 1, la cual bordea todo el país en forma de anillo y empieza y termina en la capital. Desde ella se pueden acceder a los diversos y cientos de miles de cosas y lugares que hay para ver y disfrutar en todo el país.
Lo maravilloso de manejar en Islandia es la diversidad de los paisajes. Podés venir andando por una ruta que parece llana y desolada, hasta que de pronto aparecen unas sierras, acantilados y cascadas que brotan de la tierra. Todo recubierto por el más verde de los pastos que jamás hayas visto.
Así fue como Seljalandsfoss apareció frente a nuestros ojos. Para mejor, el clima se despejó cuando llegamos, tipo 9pm (aún había sol, claro) y pudimos disfrutar de esa maravillosa cascada a la cual le podés caminar por atrás (y mojarte bastante), sin hordas de turistas y casi sin gente.
Ya habíamos googleado ese camping y sabíamos que prometía ser épico, pero la verdad que excedió nuestras expectativas. Había poca gente, y terminamos acampando solos frente a una cascada más alejada del circuito, y dormimos con el ruido del agua cayendo detrás nuestro. Fantástico es poco.
Al día siguiente amanecimos en ese increíble lugar, y volvimos a darle una vueltita a las cascadas de la zona antes de seguir adelante con el viaje. Esta vez, lógicamente, ya estaba lleno de turistas así que nos pusimos contentos de haberlas podido disfrutar el día anterior.
El plan era ir recorriendo todos los lugares que teníamos pre seleccionados hasta llegar a Vík, un pueblito del sur con playas de arena negra, para pasar la noche ahí. Así fue como pasamos por el anticipado y más famoso y activo volcán de Islandia: Eyjafjallajökull! Tal vez les suene el nombre si vieron la película de Walter Mitty. Más adelante, siguiendo por una corta caminata hasta Seljavallalaug, una pileta de aguas termales en el medio de las montañas. Luego Skógafoss, una catarata que se abría en medio de un acantilado y podías llegar hasta la base, si querías mojarte bien mojado, pero que tenía una magnitud impresionante! Se podía subir por un sendero y verla desde arriba donde cae el agua, y hasta caminar río arriba todo lo que quieras con Eyjafjallajökull de fondo y más cascadas que se abrían paso sobre el río. Aquí pasamos un rato descansando, ya que la subida hasta el sendero era bastante empinada y todavía estábamos bastante fuera de estado. Por suerte hacía un día hermoso, soleado y cálido, así que nos tiramos a remolonear un rato antes de almorzar y seguir viaje.
La próxima parada fue Sólheimajökull, un glaciar que está cubierto de piedras volcánicas y hace parecer que la nieve fuera negra.
Finalmente la última parada antes de hacer noche (bah... "noche") en Vík, fue ir a ver los restos de un viejo avión de la Marina yankee que se estrelló ahí en la costa del sur en 1973 y quedó abandonado desde entonces.
La joda era que para llegar había que caminar 4 kilómetros en cada sentido desde el estacionamiento, a pesar de tener un sendero muy claramente demarcado. Esto se debe básicamente a que la gente es imbécil, soreta, hija de puta, irrespetuosa, retardada y se re caga en todo, ya que en el pasado sí se podía llegar hasta allá en auto, pero la gente empezó a manejar fuera del sendero demarcado e hicieron mierda todo el terreno, que a pesar de ser árido es de un ecosistema delicado y tarda años en recomponerse, por lo que el dueño de las tierras se hinchó las pelotas y decidió cerrar el acceso a los autos.
La cuestión es que caminamos, llegamos bien, sacamos fotos, etc, pero para cuando emprendimos la vuelta, el clima desmejoró rápidamente y se levantó un viento re fuerte que hacía que te cagues de frio. Cuando estábamos a 200 metros de llegar a la camioneta se largó a llover y ya no pararía hasta el otro día. De hecho emprendimos viaje hasta Vík con la esperanza de ver algo ya que aún era temprano, pero se largó una tormenta impresionante! En la ruta no se veía una verga, y cuando finalmente llegamos al camping, la camioneta se sacudía del viento y el agua hacía un estruendo zarpado.
Por suerte para el otro día tipo 10am se calmó, pero el saldo de haber chupado tanto frío fue que la Negra se cagó enfermando (ya venía resfriada de Bs As) y estuvo rota con mocos los días siguientes! :(
Luego de una noche complicada, finalmente al otro día luego de desayunar y pasar por la farmacia por un jarabe para la tos, pudimos ir a Reynisfjara, la playa de arena negra. Ese día la Negra no bajó mucho del auto porque estaba destroyed, así que luego de inspeccionar las zonas, yo la acercaba con el auto hasta donde se podía para que pueda ver los lugares. Igualmente en Reynisfjara la hice bajar ya que era muy corta la caminata y no había más viento y era demasiado genial como para que se lo pierda!
Ese día teníamos menor cantidad de destinos, pero distancias más largas entre ellos, así que sin más preámbulos seguimos viaje hasta Fjaðrárgljúfur, un cañadón gigante que es atravesado por un río con cascaditas y todo muy verde!. De ahí fuimos hasta el parque nacional Skaftafell, en el cual hay muchos senderos que se pueden hacer si estas con tiempo y ganas, como por ejemplo llegar a la base del glaciar más grande de Islandia, Vatnajökull, pero para cuando llegamos ya estaba lloviznando y Cris no estaba como para andar caminando chupando frío, así que me limité a tomar el sendero más corto en busca de la atracción principal del lugar: la cascada Svartifoss, famosa por estar embebida en una pared de columnas hexagonales de basalto.
Por suerte el clima se comportó y pude ir y venir sin problemas. De hecho luego se despejó más adelante en el viaje (el clima en Islandia cambia cada 5 minutos). El parque es gigante y está casi sobre la costa sur, por lo que la ruta serpentea bordeando de un lado la llanura hasta llegar al mar, y del otro montañas altísimas cubiertas de nieve. El contraste y mezcla de paisajes es una de las mejores cosas que tiene Islandia… es algo que nunca ví en ningún otro lado del mundo. Todo eso sumado a la "virginidad" de los lugares... todo (o la mayoría) está intacto y libre de manipulación humana, por lo que te sentís como si fueras la primer persona en explorar el territorio.
Así fue como al girar en una curva, apareció frente a nosotros Vatnajökull en todo su esplendor… el glaciar más grande que ví en mi vida! Posta que nunca ví algo igual. La mayoría de los glaciares que he visto, no son muy impresionantes a la vista desde la base o desde el sendero desde el cual los podes ver, en el sentido de que no se pueden apreciar en toda su magnitud y por lo general están cubiertos de tierra y piedras, como fue el caso con Sólheimajökull, o con todos los glaciares de Nueva Zelanda.
Pero éste era distinto porque mismo desde la ruta veías el pico de la montaña y de ahí como bajaba un bloque gigante de hielo inmaculado que se veía esponjoso de tan blanco y puro y sin contacto con humanos, que desembocaba en una laguna sobre la cual flotaban pedazos de icebergs de todos los tamaños que se desprendían paulatinamente del glaciar.
Paramos en un lugar a sacar unas fotos al costado de la ruta y notamos que había un camino de ripio pero en muy buen estado que se adentraba en dirección a la base del glaciar. Como no había ninguna reja ni cartel que indique lo contrario, me mandé. Habían otros autos y personas paradas en el lugar pero nadie se aventuró a tomar éste camino.
Cada metro que avanzaba tenía el glaciar más y más cerca, hasta que llegamos a la base de la laguna, donde habían unos camiones gigantes con dormitorios incorporados y un par de autos más. Parecía como que estaban en una expedición de algo. Bajé a sacar fotos y un tipo me preguntó si estaba buscando algo y le dije que sólo quería sacar unas fotos. Me dijo "ok no problem, have a great day!". Me fuí bordeando la pequeña barda que me separaba de la vista directa al glaciar. Cuando llegué no podía creer lo que veían mis ojos. Todo eso que describí antes pero RIGHT IN YOUR FACE. Lo mejor es que estaba SOLO. Yo y la inmensidad intocada e inmaculada de la naturaleza. Lo pienso y se me pone la piel de gallina. Fue claramente uno de los highlights del viaje, y es difícil de expresar con fotos o palabras, pero fue ciertamente espectacular e inolvidable.
Lo mejor de todo es que fue de sorpresa, porque en verdad íbamos en camino a la Jökulsárlón Lagoon, que es la laguna donde los icebergs se desprenden y salen flotando hacia el océano. No teníamos idea que en el camino nos encontraríamos con esto.
De cualquier modo cuando luego llegamos a Jökulsárlón, también fue muy genial y nos quedamos un rato disfrutando los icebergs gigantes desmenuzarse y flotar lentamente… hasta vimos una foca que nos pasó nadando por al lado! Lo malo es que había más gente alrededor, por lo que la experiencia previa fue mucho más intensa.
El día lo terminamos en Höfn, el último pueblito del lado sur de la isla, ya casi más bien sobre el este. Al día siguiente en teoría había un lugar llamado Stokksnes para visitar ahí nomás, pero cuando llegamos vimos que querían cobrar entrada (todos los otros lugares eran por lo general gratis y de libre acceso) y dado que era más playa de arena negra que ya habíamos visto en Vík y que encima llovía y había niebla y no se vería un carajo, decidimos seguir viaje.
Lo mejor de salir del sur, es que la cantidad de turistas se reduce drásticamente. Ya no se ven micros de turismo ni hordas de gente en el resto de los lugares que visitas. Se reduce prácticamente a la gente que alquiló autos o campers para hacer recorrer, que si bien también son bastantes, no se siente tanto su impacto ya que circulan a distintos horarios del día, contrario a los micros que llevan a la gente a lugares en horarios fijos.
Si bien los paisajes ruteros son absolutamente épicos alrededor de todo el país, manejar por el este fue mi tramo favorito. Principalmente porque la ruta tiene un trayecto en que va completamente bordeando al agua sobre los acantilados montañosos, y las rutas costeras son mis preferidas.
El camino serpentea entre subidas y bajadas, pasando por cascadas random y atravesando todo tipo de climas en el camino. En un trayecto de 50km hemos visto sol, lluvia, niebla tan espesa que no se veía a más de 3 metros, viento, nubes y sol de vuelta.
También hay unos tramos en que pasamos por unos túneles que atravesaban la montaña, eran como de 6 kilómetros de largo y tenían un sólo carril con bahías para correrte cuando venía alguien en sentido contrario.
Ese día la idea era manejar encarando hacia el norte hasta donde lleguemos, yendo tranqui por la ruta escénica y parando en el camino en unos mini pueblines que decían ser pintorescos, ya que la mayoría de los lugares de interés que queríamos visitar estaban en el norte-centro.
De hecho, como tenía tan pocos lugares marcados en el mapa para visitar en el este, mientras manejaba le pedí a Cris que se fije en un cuadernito que traía la camioneta en el que te listaban un montón de lugares de interés alrededor de toda la isla, categorizados por zonas (este, oeste, sur, norte) y los pineamos en el maps.me. La mayoría quedaban de camino por donde teníamos que pasar. De hecho aprovechamos para ir al super y almorzar en uno de ellos.
Ya entrando en la tarde, nos encontrábamos en un pueblo con un lago bonito del cual nacía un camino hacia unos de los destinos que habíamos visto en el cuadernito de la camioneta. Quedaba bien al fondo de todo, al final de los fiordos del este. Al principio dudamos en si ir o no, ya que quedaba en dirección contraria a la ruta 1 en que debíamos seguir viaje, y decía que sólo había avistaje de aves y senderos de hiking, pero como aún era temprano y no estábamos tan cansados y tampoco habíamos visitado demasiados lugares durante el día, decidimos mandarnos igual.
Al principio fue todo risas, ya que el camino estaba todo asfaltado y con vistas hermosas, pero más adelante cuando nos acercamos a la zona de los fiordos, se transformó en ripio hasta casi llegar a destino, lo cual fue medio una paja porque yo odio andar por caminos de ripio durante largos tramos. Bah, en verdad no lo odio.. no me molesta, el tema es que con vehículos alquilados y en países y sobre todo en locaciones absolutamente remotas, me estresa demasiado… estoy bajo el constante temor de que se me pinche una rueda, o lo que es peor, dos ruedas, y me tenga que quedar clavado ahí. Eso, o romper algo de la mecánica. Por suerte el camino no estaba tampoco tan mal, se podía circular tranquilo.. el único asunto es que ibas trepando montañas y curvas y pendientes empinadas, por lo que el tiempo de viaje se hacía más largo aún. Igual, nada… estábamos en plan paseo, con cero apuro, así que ya fue.
Luego de serpentear de aquí para allá, el camino dobló hacia la derecha y aparecimos en una bahía bordeada por unos fiordos impresionantes. El pueblito en cuestión era minúsculo. No tenía ni un supermercado ni estación de servicio, y de hecho sólo se podía acceder a él en verano, ya que en invierno la cantidad de nieve que se forma bloquea el único camino de acceso por el que vinimos.
Quizás sea ésta la razón por la cual era tan hermoso. Podías contar la cantidad de casas casi con las manos, todas super coloridas y pintorescas, a la orilla del agua y con un extenso cordón montañoso con picos nevados detrás.
Lógicamente, se sentía una paz en ese lugar.. la cantidad de habitantes e incluso de visitantes era mínima, y el paisaje te dejaba sin palabras mires en la dirección que mires. En el medio del pueblo se encontraba el camping, que tenía una colina pequeña a la que podías subir y apreciar una vista panorámica en 360 grados del paraíso mismo.
Era prácticamente imposible no enamorarse de éste lugar, de su encanto y de sus paisajes que te hacían sentir como si estuvieras dentro de un cuento de hadas.
Como encima el camino hasta llegar había sido largo y cansador y el lugar era demasiado perfecto como para no aprovecharlo, luego de hacer cálculos y ver que estabamos re bien de tiempo con el itinerario, decidimos pasar la noche en ese magnífico camping, donde dormimos con vista a las montañas.
Como teníamos el resto de la tarde por delante, decidimos seguir unos kilómetros más adelante camino arriba, para ver que onda. Así fue como llegamos a un puerto minúsculo con un par de simpáticos y pequeños barquitos, en el cual había un mirador en la cima de la península que tenía vista al pueblito, a las montañas, al mar y lo que fue mejor: era el lugar donde vivían los Puffin!!! una especie de pájaro que habita en el Atlántico Norte y que abunda en Islandia (se ofrecen tours de avistaje por todos lados) pero que no habíamos cruzado a ninguno en todos los lugares donde se suponía que tenían que estar! Fue genial haberlos encontrado ahí, lejos de los tours y de las muchedumbres, en su hábitat natural y con terrible paisaje de fondo.
Son muy simpáticos los bichos, tienen carita linda, son ávidos pescadores y vuelan aleteando super rápido alrededor de todo el lugar. No parecían inmutarse tampoco por la gente que estaba al lado, que si bien éramos pocos, los teníamos a menos de 3 metros de distancia!.
Para esa altura no dábamos crédito a nuestros ojos, y agradecimos fuertemente haber seguido el consejo del cuadernito y mandarnos simplemente porque estaba bien lejos de todo y para ver “que onda”.
Como broche de oro, después de cocinar y comer en el camping (que por cierto tenía mejores facilidades que muchos otros en grandes ciudades, aún siendo más simple), nos quedamos disfrutando del lugar, absorbiendo la magia que flotaba en el aire, en lo que se hizo de medianoche y bajo un casi poético cielo rosado, apareció repentinamente un arcoiris que nacía del medio de los picos nevados que teníamos detrás.
Justo cuando pensábamos que ese lugar no podía ser mejor, BUM! otro fantástico espectáculo de la naturaleza frente a nuestros ojos.
El lugar se llamaba Borgarfjörður Eystri, pero nosotros lo apodamos “Epic Land”, y con justa razón. De hecho, la foto que ilustra este post, fue tomada ahí.
Entre el frenesí del arcoiris y de la magia del lugar, esa noche nos terminamos acostando tarde, y si bien dormí bien y no nos levantamos ridículamente temprano ni nada, al otro día me desperté cansado, con un leve dolor de cabeza producto típico de la falta de horas de sueño.
Pero el día recién arrancaba y aún teníamos muchos kilómetros por recorrer y un itinerario que cumplir, por lo que después de desayunar arrancamos sin más preámbulos viaje en dirección a Dettifoss, unas cataratas que decían ser las de mayor volumen de todo Europa.
El día seguía hermoso por lo que la vuelta hasta retomar la ruta 1 se hizo re amena, ya que el sol iluminaba las montañas y lagos y hacía brillar las miles de flores violetas al costado de la ruta.
Ya de nuevo sobre la ruta 1, aún quedaban unos 200km hasta Dettifoss, pero teníamos todo el día así que seguimos avanzando a velocidad crucero disfrutando el road trip como hasta ahora.
Siguiendo la naturaleza cambiante de paisajes en cada región, el lado noroeste se caracteriza por tener caminos sinuosos y con pendientes de bastante inclinación, hasta que se plancha y se mantiene más bien llano hasta llegar a la región central.
Nos encontrábamos circulando por dichos caminos montañosos, sin prisa pero sin pausa, en el medio de la nada, cuando de pronto veo de mano de enfrente un auto frenado, pero con la trompa apuntando hacia mi sentido de circulación, como si estuviera esperando para mandarse. No pensé nada raro hasta ese momento, ya que era algo completamente normal.. miles de autos frenaban en los paradores random al costado de la ruta, de una mano o de otra y luego seguían viaje.
Pero fue justo cuando yo estaba a unos escasos metros de distancia que el hijo de puta ese decidió mandarse en frente mío.
Por suerte soy un hábil y experimentado conductor con buenos reflejos (si, es lo único con lo que me permito hacerme el canchero) y conservé la calma, pero tuve que frenar a full pero sin clavar las ruedas, disminuyendo la velocidad y maniobrando hacia la derecha, subiéndome a la inexistente y angosta banquina de ripio con cuidado de no perder el control y terminar volcado al costado de la ruta. Todo esto sucedió en una fracción de segundo, mientras con una mano mantenía apretada la bocina y de mi boca se propagaban las más furiosas de las puteadas.
Bajé la velocidad y lo dejé pasar (aunque ganas no me faltaban de hacerlo volcar y que se muera por hijo de mil puta). Ahí fue que notamos que el tipo estaba manejando erráticamente.. zigzageaba entre carriles de acá para allá, como si estuviera dormido o borracho.
En un momento frenamos un minuto en un lugar para dejarlo avanzar bien fuera de nuestro camino, pero sobre todo porque mi nivel de calentura estaba fuera de escala.
Cuando finalmente retomamos viaje, un rato más tarde aparece de la nada misma un patrullero con las sirenas prendidas que me pasa a los recontra chapazos. "Seguro fue el hijo de puta aquel que se la puso a alguien", le dije a Cris.
Kilómetros más adelante veo finalmente al patrullero, con otros dos autos detenidos sobre la ruta. Quien era uno de esos autos? Si, el hijo de mil puta que casi nos mata a nosotros.
Me pareció raro que los dos autos estén detenidos pero no haya rastros de colisión, hasta que miré al costado de la ruta y vi un auto impactado de frente completamente hecho acordeón. El suicida hijo de puta ese finalmente se cargó a alguien más. Nunca supe si sobrevivieron, se lastimaron o que, ya que todo transcurrió rápido, pero le arruinó el viaje, si es que no la vida, a algún otro inocente.
Cuando ví eso, la calentura me invadió nuevamente y se multiplicó por mil. Me puse a pensar en que si el loco de mierda se me hubiera cruzado tan sólo UN segundo más tarde, me la hubiera pegado de costado y no hubiera habido absolutamente ninguna maniobra, ni habilidad, ni precaución mía posible que nos hubiese salvado. Ese auto volcado y hecho mierda al costado de la ruta, podríamos haber sido nosotros.
Pasé la zona del accidente a las recontra puteadas, y quedé alterado por el resto del día.
Seguimos viaje hasta que llegamos a la intersección para agarrar el camino hacia Dettifoss, sólo para descubrir que el camino consistía en 30 kilómetros de ripio violento. No era tanto pozos lo que tenía, sino unas toscas grandotas lo suficientemente abundantes como para que te sacuda el auto de acá para allá, aunque circules a 20km/h.
Un camino del recontra orto, que parecía no terminar jamás. Cuando finalmente emprendimos el regreso, no quedaba otra que volver por donde vinimos, ya que el camino bordeaba el río y no había ni cruce ni asfalto, ni caminos alternativos.
Todo lo que comenté antes del TOC que me dan los caminos de ripio, se puso a prueba en este tramo de vuelta hacia la ruta.   No conforme con ya venir con TOC porque me quedaba poca nafta, el intenso traqueteo y zamarreo del puto ripio, hizo que se prenda una luz de alerta en el tablero de la camioneta. "Uhhhhh! acá la quedamos!" pensé. Nunca supe que significaba el dibujito, pero era como un engranaje con signo de "!" adentro. Pensé que significaba que se me iba a partir la transmisión o la caja de cambios o algo y ya me veía comiéndome un pijazo en forma de 2 mil euros de franquicia por romper la camioneta.
Pero como la luz era de aviso y no de alerta (era amarilla y no roja), y ya tenía en el tablero la luz de los inyectores prendida desde que retiré la camioneta, me calmé un toque. De hecho cuando el traqueteo del ripio finalmente terminó, la luz se apagó solita. Fiuuu!.
De ahí le pegamos derecho hasta el lago Mývatn, alrededor del cual se encontraban todas las atracciones que planeabamos ver ese día. Cargamos nafta en el pueblito y nos dirigimos a unos campos de lava volcánica, como para arrancar a explorar de abajo para arriba.
Pero cuando llegamos ahí, entre el sueño con el que me había levantado a la mañana, más el hijo de puta que casi nos mata, mas el estress del camino de mierda ese, sentía que me iba a explotar la cabeza. Le dije a Cris que necesitaba meter una siestita porque no daba más, así que paramos ahí mismo en un playón de estacionamiento vacío que encontramos y aprovechamos para almorzar, que ya era tarde y no habíamos comido nada, y luego metimos alta siesta. Una horita fue, pero me hizo súper bien. Me levanté renovado.
Ahí sí, aprovechamos para recorrer tranquilos los lugares cercanos, que consistían en una cueva con una pileta de agua termal, un cráter volcánico llamado Krafla y finalmente las piletas de aguas termales del complejo Myvatn Nature Baths.
Como ya era entrada la tarde y habíamos tenido un día intenso, decidimos ir a las termas a disfrutar del agua calentita y relajar, que resultaron ser muy lindas porque tenían vista al horizonte y al lago y a todo el paisaje volcánico alrededor.
Como nos encontrábamos en el centro norte del país y sólo nos quedaban dos días enteros antes de tener que devolver la camioneta y terminar el road trip, decidimos seguir avanzando y hacer noche en la capital del norte, una ciudad llamada Akureyri.
Una vez más, el sol de medianoche y la política de los campings de poder caer a la hora que se te cante, nos vino al pelo, ya que aún teníamos un tramo hasta la ciudad, pero en el camino pudimos frenar en Góðafoss, unas cascadas que quedaban de paso. Eran las 22hs para cuando llegamos a las cascadas, no había nadie y se sentían como las 19hs. Nice!
Finalmente hicimos noche en Akureyri, donde nos quedamos en un camping a unos kilómetros del centro, ya que el camping central era una porquería con mala vibra y pelotudos ruidosos rompiendo las pelotas hasta tarde, y luego del intenso día que habíamos tenido, necesitábamos imperiosamente descansar.
Por suerte dormimos joya, y luego de pasar por el centro a pasear y abastecernos en el super, seguimos viaje pero no por la ruta 1, si no bordeando la península que justo nace a los pies de Akureyri.
Este camino también iba bordeando los fiordos contra el mar, por lo que era muy lindo. La naturaleza y belleza del paisaje, sumado a los minúsculos pueblos pesqueros situados a lo largo del recorrido, fueron la razón por la que tomamos este camino.
El highlight fue el pueblito que más al norte de todo estaba, Siglufjörður, que estaba situado en la cara interna del fiordo, donde se formaba una bahía en la que el agua era más tranquila y estaba todo decorado por la imponente belleza de las montañas nevadas de fondo. Paramos a caminar un ratito, sacar fotos y disfrutar del encanto del lugar y ya que estábamos ahí aprovechamos para cocinar un alto guiso calentito para apaliar el frío y seguir viaje con la panza llena y el corazón contento.
Luego de recorrido este camino, desembocamos nuevamente en la ruta 1, donde seguimos viaje largo y tendido, ya que en toda esa zona no había nada para ver hasta llegar nuevamente al oeste, a la longitud de Reykjavík más o menos, más precisamente en Snaefellsjokull, que era la región a la que queríamos llegar a pasar la noche. Prácticamente todo el resto del día lo pasamos viajando, acortando distancias.
Cuando finalmente ya estábamos considerablemente más cerca de llegar a la región en cuestión, me fijé la ruta marcada por el maps.me hasta nuestro destino marcado, y mostraba como que había que bajar hasta empalmar con otra ruta y de ahí volver a subir.
A mí me pareció mejor ver si podíamos ir por la ruta que iba todo bordeando el costado norte de la zona como para recorrer otros lados, ya que la ruta propuesta por el mapa era una por la que íbamos a pasar indefectiblemente al día siguiente en nuestro tramo a Reykjavík. Así fue que decidí abrir Google Maps, que me indicó el camino que yo quería hacer.
Todo venía bárbaro hasta que de pronto vi el temido cartel indicando que se avecinaba un camino de ripio…. LA PUTA MADREEEE. Haciéndola corta, terminamos haciendo una bocha de kilómetros por camino de tierra, embarrando la camioneta porque llovía y agregando más tiempo de viaje. Esa fue la última vez que confié en Google Maps, que en el pasado ya me ha clavado con shenanigans similares… debería haber aprendido la lección!. La ruta que Maps.me me marcaba, eran las rutas asfaltadas. Nunca debí haber dudado de vos, Maps.me corazón!.
En fín, el día estaba horrible para cuando finalmente llegamos al camping de Kirkjufellsfoss, así que nos quedamos adentro en la camioneta el resto del día, descansando y viendo series en la laptop.
Al día siguiente tipo para antes de mediodía, ya se había despejado y así se mantendría el resto del día, en el que recorrimos todo bien tranca porque ya estábamos re cerca de Reykjavík.
Con sol mediante, pudimos disfrutar de Kirkjufellsfoss, una cascada con un monte de fondo, muy popular entre la gente y las fotos de turismo de Islandia.
Seguimos dándole la vuelta a la península (si ves el mapa de Islandia ves que está compuesta por varias penínsulas al norte y este, si es que ese es su nombre correcto) y encontramos varios lugares para ir parando en el camino, incluso hasta salir a la playa.
El lugar más lindo de la zona creo que fue Port Arnarstapi, un mini pueblín con acantilados sobre el mar, con formaciones rocosas muy peculiares en forma de arcos, gaviotas anidadas en las verticales paredes de las piedras, un agua muy azul y más montañas de fondo. Como broche de oro, encontramos al costado de la ruta en la entrada al pueblo, un food truck que vendía el fish and chips más sabroso del que tengo recuerdo haber comido!
Al salir de Arnarstapi, nos encontrábamos con poca nafta, por lo que seguimos viaje hasta donde el Maps.me decía que había una estación de servicio en el camino, sólo para encontrar que era un simple parador, sin nafta (la estación, después descubrimos, estaba un par de kilómetros más adelante nada más). Sin esa estación, no íbamos a llegar a la próxima que había de camino a Reykjavík, por lo que como estábamos bien de tiempo y el día estaba hermoso, hicimos un detour en dirección al norte nuevamente hacia un pueblito costero en la punta, bien al fondo, que estaba sólo a 30 kilómetros. Este lugar en verdad, lo tenía marcado para recorrer el día anterior, pero como veníamos de andar un montón y encima llovía, decidimos omitirlo.
Que bueno que las vueltas de la vida (y la escasez de nafta) nos trajo hasta allí, porque la belleza del lugar… mamma mía! Era como un mini Borgarfjörður Eystri, aunque levemente más grande, pero con una vista al agua espectacular, desde donde encima subiendo a la cima de unas colinas en el puerto (al mismo estilo Borgarfjörður Eystri) había un faro, unos senderos para caminar, y tenías vista a los Westfjords, los fiordos del oeste, a los que no llegamos a visitar en este viaje por cuestiones de tiempo. Nos quedamos en ese lugar un rato largo, regocijándonos con su belleza, caminando sus callecitas y disfrutando de su buena vibra de pueblito pequeño.
Antes de emprender la vuelta cargamos nafta, lavamos la camioneta (las estaciones de servicio tienen cepillos con manguera y lugares donde podés lavar tu auto gratis!) y compramos un par de birras para tomar en nuestra última noche.
Con una sonrisa en la cara y una enorme sensación de satisfacción, encaramos hacia el tramo final del viaje, ahora sí, la ciudad capital. La idea era recorrer un poco lo que quedaba del día, y si le metíamos pata, también un poco de la mañana del día siguiente, ya que cuando llegamos el primer día, nos fuimos directo al camping sin pasar por la ciudad.
Lamentablemente se nubló y bajó bocha la temperatura para cuando finalmente llegamos a caminar por las calles de la ciudad, y nosotros habíamos bajado de la camioneta ligeramente abrigados. Luego de dar unas vueltas por la ciudad, Cris se fue a buscar el auto y quedarse adentro abrigada, para no caer rota de nuevo.
Fue una parada muy fugaz, y si bien me hubiera gustado recorrerla con un ratito más de tiempo, creo que alcanzamos a ver todos los highlights: el Harpa Opera House, la iglesia flashera esa que no recuerdo el nombre, el centro y las coloridas casitas aledañas.
Igual, como crazy cat lady que soy, lo que más me gustó es que los gatitos tienen familia, casa y collar, pero se pasean libremente por las calles de la ciudad interactuando con los transeúntes!.
Finalmente llegamos al camping y estábamos agotados.. ya era tarde, no habíamos comido nada y nos queríamos bañar y desmayar en la cama, pero aún teníamos que ordenar todo y hacer las mochilas para al día siguiente devolver la camioneta.
Cuando amanecimos al otro día, estaba lloviendo, por lo que nuestros planes de volver a pasar por el centro quedaron descartados. Vino bien igual, para organizarnos y acomodar todo tranqui y con tiempo, desayunar y encarar despacio hacia la agencia a devolver el auto.
Devolvimos la camioneta, hicimos el “check out” donde controlan que el vehículo esté en las mismas condiciones en que lo recibiste y luego de verificar que esté todo en orden, me dieron un papelito donde constaba el kilometraje total recorrido. El saldo total de la aventura fue de casi 2500 kilómetros, los cuales ni se sintieron ya que si hay algo que no puede decirse de Islandia, es que sea llano ni aburrido. La naturaleza te cachetea con su majestuosidad y diversidad vayas donde vayas. Es una maravilla y no veo la hora de volver algún día en el futuro, en invierno, para ver la Aurora Boreal.
Así fue como pasó otra fantástica y maravillosa aventura. Islandia quedó oficialmente en el top del ranking de los países con naturaleza y paisajes más lindos para recorrer (y road tripear!), junto a Nueva Zelanda.
UPDATE: Hice este humilde video que es una recopilación de todos los timelapses que grabó Cris desde el auto. En él se pueden ver muchos de los paisajes descriptos arriba.
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toctraveller · 9 years
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Java, Indonesia - 24/06/2015
En las Gili me habían dicho que había un bondi que venía en el ferry que iba cruzando todas las islas desde el este hasta llegar a la capital en Java, pasando por varias ciudades en el medio. Dicho bondi, pasaba inevitablemente por Padang Bay, que era el puerto de desembarque del ferry, que era también en donde terminaba el speed boat desde las Gilis. La mayoría de la gente desde ahí se subía a una combi y se iba a otros destinos en la isla, ya que en Padang Bay no hay un corno para hacer. Yo me quedé ahí y me fui en busca de la parada de bondi, con intención de viajar hasta la ciudad inmediatamente del otro lado del cruce del ferry entre Bali y Java, Banyuangi, la cual quedaba cerca del volcán Ijen.
Al llegar ahí, unos chabones se me acercaron a querer venderme un ticket y me dijeron que había un bondi que pasaba a eso de las 5pm que iba para Java, pero que costaba como 350k, lo cual era un disparate. Siempre tratando de evitar esos malditos revendedores, les dije que era muy caro y me empezaron a querer negociar "cuanto querés pagar?" fuck that shit. No estaba de humor para esa mierda. Les dije que no iba a pagar eso, porque sabía con certeza que habían bondis públicos hasta allá. Ahí fue cuando me dijeron que podía tomar una de estas mini van (que les llaman "bemos") por pocos mangos hasta el puerto en la punta de la isla, y de ahí tomar el ferry por mi cuenta por otros pocos mangos. El tema era que salían a la mañana nomás… lo cual implicaba que tendría que pasar la noche ahí y perder un día que honestamente no tenía. Les dije que lo iba a pensar y me fui a preguntar en otro lado en la avenida. Ahí encontré un viejito que me preguntó donde iba y le dije que quería ir al volcán Ijen en Banyuangi, pero por algún motivo no se como me dijo que el bondi iba hasta Probolinggo donde estaba el Monte Bromo. El Monte Bromo es otro volcán popular en la isla de Java, y si bien no estaba en mis planes originales, ni bien me lo nombró, abrí el mapa para ver donde quedaba y me puse a pensar y analizar rápidamente que hacer. También me dijo que el precio del bondi era el mismo hasta Problinggo o hasta Surabaya, donde terminaba el recorrido y que costaba 250k… mucho mas barato que los ladris que me encararon primero.. siempre hay que buscar varias opciones!.
Al ver en el mapa vi que el Bromo estaba muchos kilómetros mas hacia adentro de la isla al noreste, lo cual era algo bueno considerando que luego yo quería ir a Yogyakarta, una ciudad al sureste que tenía varios templos famosos que quería ver y que además era fácil de viajar hasta la capital, Jakarta, de donde salía mi vuelo de regreso.
Todo esto me dejaba con dos opciones: 1) pasar la noche en Padang Bay e ir al otro día temprano hacia el Monte Ijen, lo cual implicaría perder 2 noches, ya que el primer día sería usado en viajar y llegar a destino, y la segunda noche en subir al volcán per se, el cual es famoso por su "fuego azul".. una laguna de lava que arde en la cima, pero para poder apreciarla hay que ir de noche a la madrugada, por lo que entre toda esa movida, iba a perder dos días y mucho cansancio en llegar desde ahí hasta Yogyakarta que era mucho más lejos. 2) omitir el Ijen y viajar esa misma noche hasta Probolinggo y llegar de madrugada o temprano a la mañana a destino, con todo el día por delante para visitar el monte Bromo, pasar una sóla noche ahí y al día siguiente ya arrancar a Yogyakarta.
Si bien me entusiasmaba mas el visitar el Ijen que el Bromo, por cuestiones de tiempo y logística, opté por la segunda opción, ya que algo era seguro y era que luego de haberme perdido también el Rinjani en Lombok, por lo menos UN volcán quería visitar antes de irme.
Compré el boleto al señor y me dijo que entre las 4 y las 5pm debería de venir el bondi, que paraba ahí nomas. Siendo las 3:50pm y sin haber almorzado, estaba cagado de hambre, por lo que crucé a un restaurant que había ahí y me pedí un Mie Goreng (fried noodles), confiado de que nunca jamás llegan a tiempo o a la primera hora que te dicen. Obviamente, la ley de Murphy gana siempre, y justo antes de que me puedan servir el plato, veo el bondi en la esquina saliendo del puerto.. la puta madre! Les digo que si me lo podían hacer para llevar, que yo iba a dejar la mochila y decirles que me esperen y ya venía. Corrí hasta el bondi, subí la mochila a la bodega y les dije que me banquen 1 segundo que tenía que ir a buscar el guiso ahí en frente. Corrí nuevamente de vuelta hacia el restaurant y el tipo ya me tenía lista una bolsita con la comida envuelta en un papel y un tenedor adentro.. todo muy práctico! Le di la guita que ya tenía convenientemente separada y me volví para el bondi. No tomó ni 1 minuto la transacción por suerte.
Ya una vez arriba me senté y me clavé el guiso, que estaba muy rico, y me relajé.
Al llegar a Denpasar, la capital de Bali, frenamos por un buen rato en la estación.. una hora o más, para luego seguir viaje ya con la noche encima. Al rato de haber retomado viaje, volvemos a frenar en un lugar random.. "uhh y ahora que?", pensé.. y veo que frena frente a un restaurant.  "Bueno, como ya comí y no tengo hambre me voy a quedar boludeando por acá", pensé en primera instancia hasta que al bajar del bondi veo que les estaban repartiendo una tarjetita a cada pasajero, la cual era válida por un guiso en dicho restaurant. Como ni naturaleza me prohíbe rechazar una comida gratis, me mandé, me serví un platazo de arroz, le tiré todo lo que había arriba y me lo clavé. Viajé pipón pipón.
En medio de la madrugada, me despiertan y me dicen que ya faltaba poco para mi parada. Me preparo para bajar, frenan ahí al costado de la calle, agarro mi mochila y ya.. otra vez en medio de la nada a la madrugada! Lo único que me alcanzaron a decir fue "Bromo!" y señalar en dirección a la calle que estaba en la esquina de donde me dejaron.
Perdido pero confiado en que iba a encontrar una solución, empecé a caminar por esa calle a ver que encontraba. Un par de cuadras más adelante, se me acerca un tipo en una moto y me dice que me llevaba a Cemoro Lawang, el pueblito en la base del Bromo, por la módica suma de 200k. -"KEEE? tas loco!" -"Bueno bueno.. 100k" -"Neeeh, dejá.. me tomo el bondi público" -"No, no hay bondi público" -"Si, yo se que si hay… chau, nos vemo' en Disney" y seguí caminando. Otras cuadras mas adelante, me toca bocina una combi toda rotosa, que me dice que me lleva a la terminal de ómnibus por 5k. Estaba a unas 20 cuadras y era muy tarde y yo muy cansado para andar pateando tanto. Me tiró ahí y al bajar encontré las camionetas que decían "Bromo" por todos lados. Encontré un restaurant abierto con un par de tipos que me dijeron que salía de ahí, que quedaba a unos 50km y que costaba 35k nomás, pero que sólo salían cuando se llenaban de pasajeros. Bueno, me siento, me tomo un café y espero por acá. Dí un par de vueltas hasta que encontré a uno de los choferes que me dijo que si quería podía dormir en la camioneta. Joya! Le pregunté a que hora saldría mas o menos y me dijo que no sabía pero que podía ser a las 8 o a las 11 o 12, lo cual era un pijazo por que en ese momento eran como las 4am(en verdad las 3 porque luego me enteré que en Java era una hora menos!) me dijo que me podía tomar una moto si no y que el me conseguía por 75k nomás. Ok, ya fue! le dije.. antes que perder toda la noche ahí esperando, que me lleven y ya llego allá y busco un hospedaje y me queda todo el día para aprovechar.
Llega el tipo con la motito, me subo y arrancamos. Al salir de la ciudad y adentrarse en las montañas, empezó a amanecer y se veía todo el paisaje, el cual era muy hermoso!… lo malo es que el viaje fue una puta agonía! 1 hora de camino cuesta arriba, a veces con pendientes MUY pronunciadas, y yo con mi mochila gigante y pesada colgando en la espalda, casi cayéndose del sostén de la moto, lo cual me sumaba peso encima, y la mochila chica contra el pecho, la cual me sacaba lugar para sentarme cómodamente mas hacia adelante. Me tuve que agarrar de la manija trasera con un par de dedos, entre el poco lugar que me quedaba, y con las piernas hacer fuerza para trabarme contra los pedales para apoyar los pies y no caerme a la mierda. La verdad que fue una agonía.. me dolían las piernas mal de tanto hacer fuerza para sostenerme y tenía los brazos cansados ya. No veía la hora de llegar.
Finalmente cuando llegamos a la entrada del pueblo, frenamos en un checkpoint para pagar ticket de entrada, porque of course que había que pagar. Con el cuerpo todo adolorido y las piernas dormidas, trato de bajarme de la moto, pero en vez de bajar con la pierna izquierda, bajé con la derecha y me quemé con el caño de escape de la moto. Fue un segundo.. pero suficiente para que se pele la piel y me quede un agujero blanco donde se derritió la piel, bordeado de un gran manchón de piel chamuscada, pero que no llegó a pelarse. La puta madre! por suerte no me dolió porque fue superficial, pero me la puse mal… que raro yo haciéndome pija! hasta el último día!
Finalmente luego de recorrer todos los hospedajes y ver que todos eran shit holes inmundos, me quedé en uno que era el menos apestoso de todos, aunque igual..
Me pegué una ducha, me limpié y vendé la herida y me pegué una siesta reparadora para poder salir a recorrer el monte en un rato, ya que aún era temprano. Estando en la altura, a la mañana y a la noche hacia un frío de cagarse.. me vestí, abrigué y tapé con las dos frazadas que había, las cuales obviamente estaban re roñosas y no pude evitar temer que me piquen los bedbugs…. hubiera sido el puto colmo de la mala suerte, pero por suerte no sucedió.
Unas horitas de siesta mas tarde, me levanté y preparé para salir. Le pregunté al tipo del hotel como llegar al volcán, y me indicó una bajada que estaba ahí justo a 50 metros, por la cual me podía mandar sin pagar un mango, ya que si no había que ir en jeep y te cobraban la entrada al lugar la ridícula suma de 200k! Agradecí el tip, y me mandé camino abajo.
Era muy loco, porque el pueblo estaba en la cima de la colina, y todos los volcanes estaban en una muy extensa planicie medio desértica llena de tierra, que parecía tener su propio micro clima ya que al descender hasta allí, se podía ver toda la parte del pueblo cubierta de nubes, que se quedaban atrapadas ahí, mientras que el volcán y toda la planicie estaban completamente despejadas. Las nubes que se asomaban por el acantilado, parecían retroceder de vuelta a la montaña. Muy loco.
El paisaje era hermoso.. no sólo estaba el monte Bromo, si no que justo al lado había otro volcán, inactivo, llamado Batok, y un par de montañas detrás se veía otro más mucho mas alto que los anteriores. Formaban un cordón montañoso volcánico muy copado.
El Bromo en sí, era sorprendentemente chico para ser tan famoso, y de hecho era mas bajo que el Batok. De hecho, al principio pensé que el Batok era el Bromo y el Bromo era simplemente un géiser, ya que encima estaba formado de otros materiales… parecía un monte de polvillo, cuando el Batok se lo veía mas rocoso y con vegetación.
Arranqué escalando el Batok, que era mas alto y por ende ofrecía mejores vistas del lugar. Era bastante empinado el camino a la cima, pero esto no era tanto el problema, como la CANTIDAD DE TIERRA que lo formaba. Lo que parecían ser piedras de lejos, eran muchas veces bloques de tierra endurecida, pero que al pisarla se desmoronaba y contribuía al ya de por sí súper espeso colchón de tierra que era el caminar por ahí. La tierra volaba por todos lados.. se metía en todos lados.. la podía sentir hasta en la boca, metiéndose al respirar. Las zapatillas se hundían hasta desaparecer en la tierra a cada paso que daba, por lo que obviamente mis medias eran una bolsa de polvo. La mochila pasó de ser negra, a ser gris.. y así con todo.
Pero nada de eso importaba en verdad, porque al llegar a la cima fui recompensado con una magnífica panorámica del lugar y la felicidad de ser la única alma en todo el lugar. Caminé un rato alrededor de la cima hasta que en un momento me di cuenta que lo único haciendo ruido en el lugar, era el sonido de mis pies contra el piso. Me detuve en seco y ahí fue cuando lo escuché.. o mejor dicho, no lo escuché: el sonido del SILENCIO ABSOLUTO. Ni un humano, ni un pájaro, ni una planta, ni siquiera el sonido del mismísimo viento… nada.. nada en absoluto. Es increíble la sensación y la paz que te transmite la ausencia de cualquier tipo de ruido. Parecerá una pavada, pero las ocasiones en que uno puede realmente escuchar nada en absoluto, son muy pocas.. la mayoría de las veces siempre hay algún tipo de ruido, sólo que nuestro cerebro se acostumbra y los ignora.. y tener la oportunidad de estar ahí para vivirlo en ese lugar y con ese paisaje, me encantó.
Luego de regocijarme en la cima, bajé despacito para no romperme nada y fui ahora sí, al monte Bromo en cuestión. Mucho mas chico y con una escalera hasta la cima, no hubo ningún problema en subirlo.
Ya de lejos era curioso porque parecía una "fábrica de nubes"… emanaba constantemente un montón de vapor como si fuera una chimenea gigante, y formaba nubes en el cielo que se acumulaban para luego dispersarse y así repetir el ciclo. Una vez en la cima y de cara frente al cráter, se escuchaba un estruendo fuerte de los miles y miles de litros de agua siendo hervidos y evaporados instantáneamente. Además había como es usual, un fuerte olor a azufre en toda la zona. En un momento cuando vino un viento y se despejó un poco la niebla de la boca en la base, pude ver el cráter en cuestión… guaaau! era impresionante! un terrible agujero desde las entrañas de la tierra!.
En eso cuando estaba a punto de bajar, un pibe me dice: "mister! selfie with me!" y se sacó una foto con sus amigos y conmigo ahí en la cima. Buena onda eran! "so far away!" me decían.. y ahí me di cuenta que si bien habían otros occidentales en el pueblo, el 95% de todo el turismo masivo que recibe Indonesia, se va directo para Bali.
Bajando la escalera a mitad de camino, fui abordado por otro grupo de pibes jóvenes, un grupo grande, que me piden también una foto conmigo y me preguntan de donde soy y me dicen re emocionados "Guaaau!! Argentina!! de donde es Messi!" (todo Asia ama a Messi) y re contentos me saludan y me dan la mano, uno por uno, con una sonrisa en la cara. Nos sacamos un par de fotos, los saludé y me fui. Muy copados eran! Además, la última vez que me pidieron sacarse una foto conmigo, fue en Shanghai y para tratar de estafarme… chinos del orto!
Luego de tanto caminar, escalar montañas y llenarme de tierra hasta el upite, volví hasta el hotel a pegarme otra ducha para sacarme los kilos de tierra de encima. Acto seguido salí en busca de algo para almorzar. El día estaba soleado hermoso, y aún me quedaba toda la tarde por delante. El tipo del hotel me había mencionado a la mañana que había un mirador a unos kilómetros de ahí siguiendo derecho por el camino. "Mañana podés ir al mirador¨, me dijo.. pero por que esperar al día siguiente si podía ir hoy mismo!. En verdad lo dijo porque todos los turistas van a ver el amanecer desde ahí.. pero ESSSTA que me levantaba a las 3am y caminaba como un judío para eso.
No eran muchos kilómetros tampoco.. unos 3 hasta la base del mirador y de ahí subir un poquito. Fue una excelente caminata, porque el día acompañaba a full y los paisajes eran hermosos.. plantaciones, árboles y verdes por todos lados alrededor de las muchas montañas que lo rodeaban. También habían varias casitas de familias de granjeros; un par de tipos me vieron pasar caminando sacando fotos y me gritaron "foto! foto!" para que le saque a ellos. No se iba a ver una goma con el escaso zoom de mi cámara, pero igual les saqué para no romperles la ilusión.
Todo el camino arriba para mí sólo.. no había nadie merodeando mas que algún ocasional local que vivía por ahí o estaba laburando. Finalmente llegué a la cima del mirador en cuestión, desde donde se podía apreciar desde la altura y sin ningún obstáculo la panorámica de los tres volcanes y toda la zona incluyendo el pueblito. Increíble… una paz.. y sin ningún turista molesto que me corte el mambo. Me senté a descansar un rato y a apreciar la belleza del lugar y una hora mas tarde, emprendí el regreso al hotel tranqui tranqui.
Con el día aprovechado en un 110%, me fui a dormir con la intención de al otro día a la mañana arrancar de vuelta hasta la estación de bus en la ciudad y pegar algún bondi que me lleve a Yogyakarta.
El problema con esas combis hacia el centro, es que al igual que a la ida, sólo arrancaban cuando estaban llenas… es decir, cuando TRECE personas se dignaban a salir de sus putos hoteles y mover el orto para salir, lo cual no sería tanto problema en temporada alta cuando hay mucha gente yendo y viniendo, pero en esta época, con pocos visitantes y la mitad de los hospedajes cerrados, se complicaba. Es por eso que en vez de salir a las 9, 9:30am como dijeron/calcularon en principio, recién arrancamos a las 11 y pico! Mas de dos horas de espera.. sumadas a que yo estaba despierto como desde las 6am y en la parada del bondi desde las 7, pero sólo porque no podía dormir mas. En principio no me molestaba la espera, el tema es que me habían dicho que el bondi a Yogyakarta salía a las 11 o 12.. y si era cierto, corría riesgo de perderlo y clavarme ahí al pedo. Al final recordé las palabras del General San Martín: "será lo que deba ser o no será nada", y me relajé.
Por suerte cuando llegamos a la estación, nos ofrecieron una mini van directo a destino y por precios razonables, lo cual era bueno porque si viajaba con transporte público tendría que haber ido a Surabaya y de ahí cambiar de bondi a Yogya. Opté por la minivan y a eso de la 1pm y monedas llegó, me subí y nos fuimos.
La combi era relativamente cómoda para ser combi, el tema es que fue un viaje laaaaargo.. de unas 10 horas.. y llega un momento en que ya no sabés mas como ponerte para estar cómodo o por lo menos para que no se te atrofien los huesos.
A eso de la medianoche, nos dejaron por suerte ahí en el centro, cerca de la zona backpacker. Recorrí los lugares que encontré abiertos y nuevamente, todos una verga mayormente.. encima sin wifi muchos de ellos! can you believe that shit?. Me terminé quedando en una tremenda pocilga que parecía no haber sido limpiada nunca jamás, pero que era muy barata. Pero hey! tenia wifi al menos!
Al otro día me levanté temprano para tratar de meter en un sólo día los dos atractivos que había en Yogyakarta: los templos de Borobudur y Prambanan. Sabía que era posible y que era fácil de llegar con transporte público.
Primero fui a Borobudur, el más grande de los templos Budistas de Indonesia. Yo había flasheado que era un complejo de templos onda un mini Angkor Wat o algo así, pero en verdad era un sólo templo totote.
Es difícil mantenerse objetivo luego de haber visto TANTOS templos, sobre todo porque al ser todos, o la mayoría Budistas o Hindúes, usan los mismos recursos arquitectónicos y se asemejan bastante en cuanto a decoraciones, aunque no necesariamente tanto en cuanto a estructuras.
Este era enorme, un cuadrado de unos 100 metros x 100 metros, con varios niveles en forma de anillos como formando una pirámide hasta la cima, en donde había una stupa gigante. Tenía una entrada con escaleras y accesos en cada costado, los cuales estaban alineados con los cuatro puntos cardinales. Como en todo templo budista, la entrada era por el lado este.
Tenía una bocha de decoraciones talladas en la piedra con un nivel de detalle impresionante, como es habitual en este tipo de templos. Las paredes tenían imágenes talladas, algunas de fantasía y otras relatando hechos históricos verdaderos de la época (es del siglo 9!). Además cada pared en cada nivel estaba rodeada en todo su perímetro por un montón de estatuas de budas con muchas stupas chiquitas arriba y todo alrededor. Era impresionante la cantidad! En la cima, había como una terraza con un montón de stupas (las campanas) todo alrededor de la stupa central gigante, y cada una de ellas estaba como "agujereada" con formas de rombos y si mirabas por dentro notabas que todas tenían adentro encerrada una estatua de un Buda. Muy loco… Las entradas de los costados tenían además una estatua de unos animales símil leones a cada costado para proteger el lugar de espíritus malignos.
Estuvo bueno, valió la pena, a pesar de la indignación espontánea que me llevé al llegar cuando me acerqué a la boletería para sacar el ticket y me mandaron a otra ventanilla que había sólo para forasteros, en donde te hacían pagar 200k versus los magros 30k que le cobraban a los locales… con motivo de que?? chorros! Me da por las bolas que se abusen así… pero bueno, ya estás ahí.. que le vas a hacer.
Para llegar a Prambanan había que hacer todo el camino inverso de vuelta hasta la ciudad, a la terminal de buses de donde salí y de ahí recién tomar otro bondi hasta este otro templo, y es que cada uno quedaba en costados opuestos de la ciudad. Llegué lo mas tranqui al lugar, había que combinar varias líneas de bondis, pero el staff de la empresa te indicaba amablemente el camino.
Una vez ahí, comprobé por enésima vez que las guías de viajes son una basofia: había leído en una que decían que el templo de Prambanan estaba mejor que el de Borobudur.. bitches please!! primero que uno es budista y el otro hindú, segundo que Prambanan era un complejo de varios templos medianos individuales, que si bien estaban lindos, el impacto visual era mas grande en Borobudur por la magnitud de la estructura.
Además, lamentablemente, un terremoto que hubo una vez, hizo bastante mierda toda la zona, y si bien reconstruyeron los principales, el lugar aún esta lleno de ruinas de los templos chiquitos que rodeaban a los principales, que son los que mas onda le aportan al lugar.
Me caminé por todos los templos, incluyendo los alejados que nadie iba, of course, y me volví para la ciudad. Al llegar fui directo para la estación de tren a sacar pasaje para la mañana siguiente ya salir para Jakarta, cosa de llegar con tiempo y poder descansar una noche antes de salir para el aeropuerto.
Conseguí un ticket en un tren de clase ejecutiva que era un poquito mas caro que el común, pero tardaba sólo 7 horas y salía a las 11am versus las 7am del otro… era conveniencia y value for money!
Estaba muy lindo la verdad, muy cómodo y en excelentes condiciones, tanto el tren como las vías. Fue un viaje agradable y a eso de las 5pm llegué a destino, con tiempo de sobra para buscar hospedaje, comer algo y descansar. No hice nada en Jakarta.. no sólo porque estuve pocas horas, si no porque realmente no había un pingo para hacer.. era un ciudad grande pero sin ningún atractivo turístico en particular, mas allá de unos museos que no me interesaban.
Al día siguiente tuve tiempo de desayunar y almorzar tranquilo antes de salir, ya que mi vuelo salía casi a las 6pm. Finalmente me tomé el bondi al aeropuerto a eso de las 2pm y así sin mas, sin pena pero con mucha, mucha gloria, llegué al final de la aventura asiática.
Luego de haber escrito tantos posts en este blog a lo largo del camino, sería irónico decir que "no hay palabras para describir lo vivido", pero en parte es verdad. Tantas cosas vistas y vividas que una foto o relato no podrán jamás hacerle justicia. Esa es la gracia de viajar… toda esa suma de anécdotas y experiencias vividas que te enriquecen como persona y te abren la cabeza y ponen toda tu vida en perspectiva.
Aunque quizás en menor medida y frecuencia en el futuro, espero igualmente poder tener la oportunidad de seguir haciéndolo hasta el fin de mis días, ya que no contemplo el "cansarse de viajar"… para mi es como cansarse de la música, o cansarse de comer.. no existe.
Por último, el saldo de esta maravillosa aventura fue, a saber:
Países visitados: Nueve.
Kilómetros recorridos: Muchos.
Medios de transporte utilizados: Avión, bus, auto, camioneta, moto, moto eléctrica, bicicleta, subte, tren, barco, bote, tuk tuk, carruaje, kayak, balsa, gomón inflable y elefante.
Problemas de salud: Cero.
Cagaderas sufridas: CERO!!!
Accidentes: Corte en la cabeza, quemadura y heridas varias en la pierna de distinta intensidad.
Cantidad de veces ultrajado por bedbugs: Dos! y la concha de la lora y de mi suerte!
Deportes acuáticos realizados: Kayak, rafting, tubing y snorkeling.
Drogas nuevas experimentadas: Opio.
País que más me gustó en general: Laos.
País que menos me gustó en general: Malasia.
Fallos graves en mi TOC: Olvidarme la llave puesta en una moto y perder un bondi por no haber cambiado la hora en el celular.
Grandes mejoras en mi TOC: No haber reservado nunca mas un hotel ni preocupado por planear nada con anticipación. Ir viendo que pintaba sobre la marcha sin ningún stress.
Mejores recuerdos: Paisajes y playas increíbles, viajes en tren épicos y explorar en moto las afueras de los pueblos chicos donde no llegan los turistas y ver como es la vida de la gente humilde de cada país y ser tratado excelente.
Peores recuerdos: Ser acosado hasta la ira extrema por los estafadores y proxenetas de Shanghai.
Estafas vividas: Mas allá de las estafas "legales" en los lugares muy turísticos, ninguna… ya aprendí a ser cero confiado a esta altura.
Kilos adelgazados: Digamos que se me caen todos los pantalones y se me ve mucho la clavícula.
Comida mas extrañada: Quesos y lácteos en general.
Días de lluvia en total: Extremadamente pocos! El General me acompañó todo el viaje, excepto por una lluvia que derivó en resfrío en el sur de China.
En líneas generales, no hace falta volver a resaltar la maravillosa experiencia que este viaje fue. Uno siempre idealiza, para bien o para mal, los lugares que no conoce y la verdad que todo fue mucho mejor de lo que esperaba. Espero algún día poder volver a este continente para hacer las cosas que no pude hacer y para pasar mas tiempo en los lugares que más me gustaron.
Por lo pronto, éste es el final de la aventura asiática.. pero no de mi frenesí viajero! Aún me quedan un par de destinos más sobre la manga antes de volver a la maldita y temida realidad.
Stay tuned for more Rock and Roll! \m/
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toctraveller · 9 years
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Bali, Indonesia - 16/06/2015
En el vuelo venía medio preocupado, bah.. preocupado.. pensando mas bien que paja iba a ser el hecho que al llegar no tenía dólares para pagar la visa on arrival y que en el hall del mostrador de las visas no habían cajeros automáticos y que iba a ser toda una tramoya para conseguir efectivo y me iba a hacer perder bocha de tiempo todo el asunto. Pero al llegar al mostrador, el tipo me pregunta: -"de que país sos?" -*PAF!* (apoyando el pasaporte de un cachetazo en la mesa) Italia!" -(Mira una planilla pegada de su lado del escritorio) "Italia no paga. Es gratis." -"Posta??" -"Si!" -"Joyaaaa!!" y me fuí con una sonrisa de winning a esperar la mochila a la cinta. Boy it's good to be Italian! no pagás o necesitás visa para casi ningún país!
Ahí si una vez con todo encima y con efectivo sacado del cajero del lobby de arribos, me acerqué al mostrador de taxis, que tenían un cartel con precios fijos.. en teoría. Me pregunta a donde quería ir (porque hay hospedajes en todas las ciudades de la isla) y le digo Kuta, que si bien es la mas turística de todas, es también la mas cercana al aeropuerto y mi plan era pasar una noche sola ahí y al otro día cambiarme a un lugar mas tranquilo.
Me fijo en el cartel y decía Kuta: 80.000 rupias. -"Ok, dame uno a Kuta." -"Son 90", me dice. Ni me calenté en discutir, le doy un billete de 100,000 y me da un voucher y me dice que siga a uno de los tacheros que estaban ahí. Me recibe el tipo a la salida del aeropuerto y me lleva al auto, charlándome, preguntándome las sandeces habituales. -"Emm.. me tenés que dar 10 de vuelto", le digo. -"Son 95k.. y 5k de propina para mí". -"Lo queee? de donde? son 90k!" -"No, mirá" y me muestra el papel que me habían dado en el mostrador de los taxi que decía 95. -"No tengo cambio para darte vuelo.. 5k de propina para mi" me dice cancheramente. La re concha de tu madre vos y todos los mafiosos del aeropuerto. Esa fue mi primera impresión del lugar, y apenas subí al auto me quedé pensando "uh la puta madre.. con que así va a ser este lugar? esquivar garcas hasta el hartazgo?". En eso el tipo me ve perdido en mis pensamientos y me dice: -"No te preocupes, esta es una ciudad muy segura, no hay robos ni nada de eso". -"No, pero esta lleno de estafadores al parecer…", tenía ganas de decirle.
Es sabido y obvio que siempre los taxis y mas en aeropuertos y doblemente mas aún en lugares tan turísticos, te recontra re cagan.. pero no había otra manera de moverse y ya era tarde en la noche.. pero 100k por un viaje de 3 kilómetros es un fucking choreo. En fin, le digo que me tire en la playa, o en la zona donde sea que estén las guest houses y/o hospedajes baratos. Le pregunto cuanto costaba mas o menos una noche y me dice 30 dólares. -"QUEEEE??? 30 dólares una guest house cochina??? es joda?" -"Es que es un lugar muy turístico, bla bla bla". -"Uff.. tirame cerca de la playa que yo pateo y busco algo.."
A esa altura ya estaba ofuscado y con una impresión de que mi estadía en Indonesia iba a ser estresante y expensiva. Por suerte, la experiencia me demostró lo contrario tan pronto como bajé de ese puto taxi.
Siguiendo mi bendito mapa en el celular, fuí pateando hasta una zona donde figuraban hoteles y me mandé por ahí. Me fuí adentrando por las calles que daban a la playa, pero alejándome de la misma, sabiendo que de ese modo tenía mas chance de conseguir mejores precios. En eso llego a una intersección con un oscuro callejón angosto con carteles de varios hospedajes y me mandé. Primero me crucé con un flaco que me llevó a su guest house y me mostró una habitación. Era una mugre, pero barata.. unos 10 dólares o menos. Ahí al toque me dí cuenta que el taxista era un pelotudo  y me hizo flashear cualquiera. Me fuí de ahí y entré a la guest house de al lado, en donde me terminé quedando en una habitación afordable y con aire acondicionado y desayuno incluído, a 2 cuadras de la playa. Recién ahí pude exhalar todo el estrés que había juntado desde el avión hasta ahí.
Como ya era de noche y medio tarde, no hice demasiado.. me acerqué a la playa a ver que onda y me fui a buscar algo para comer por ahí cerca para luego ya quedarme en el hotel y dormir, que había madrugado y viajado todo el día.
Al despertar la mañana siguiente, desayuné, armé mi kit playero, me puse en pija y arranqué para la playa.
Aunque no hayas leído ni visto ninguna foto, que es lo primero que te viene a la mente cuando te dicen "Bali"? Probablemente playas paradisíacas.. o por lo menos esa imagen tenía yo. Nada de eso encontrás en Kuta.. si bien no es que sea fea la playa, sucede que: 1) La playa es angosta. Desde la vereda de la calle hay una muralla que cubre toda la playa en toda su extensión, con un par de puertas de entrada cada unos 20 o 50 metros. Desde que entrás hasta la orilla del mar habrán máximo unos.. 50 metros? no se.. es bastante angosto.. menos de una cuadra es seguro, por lo menos en la parte céntrica de Kuta. 2) La arena no es blanca y finita como una buena playa paradisíaca debe tener. Si bien sorprendentemente por ser un lugar tan masivamente turístico, no está muy sucia y de hecho bastante bien mantenida, la polución de tanta gente y del centro urbano tan activo, se nota. 3) El agua es mas fría, y si bien es limpia, no es cristalina. 4) No es necesariamente un punto en contra, porque de hecho la hace un centro importante de Surf, pero tiene olas.. cosa que no lo hace ideal para meterse y relajar al estilo pileta.
Todo eso es cierto para las playas del oeste, no tan así para las del este de la isla ya que dan a otro océano distinto. De cualquier manera no quise perder tiempo en explorar las playas de Bali porque es unos días iba a ir a las islas Gili y ahí si sabía iba a reencontrarme con el paraíso.
Me caminé la playa y un ratito de la ciudad y luego de parar a almorzar y descansar un rato del calor, volví al hotel y le pregunté al tipo cuanto me dejaba el alquiler de la motito que me había ofrecido temprano en la mañana, por lo que quedaba del día. No me quiso hacer descuento por medio día de uso así que no la quise alquilar. Mi idea era ir a Tanah Lot a la tarde, un templo sobre el mar a unos 30km de Kuta para ver el atardecer, pero en cambio me quedé pateando por Kuta. Primero recorrí las calles del centro, para convencerme de lo que ya sabía.. que era una party city de esas que yo trato de evitar. Muchos negocios, mucha gente, mucho ruido… no me gustó. El resto de la tarde y como hacía mucho ya que no veía el mar, me caminé unos cuantos kilómetros por la orilla del agua, hasta que se me cansen las gambas. Habré hecho unos 4km en un sólo sentido sin darme cuenta.. el mar tiene ese efecto.. además se veían de fondo los volcanes de la isla, lo cual era medio hipnotizante. Me senté un rato a descansar y emprendí la vuelta. Para el momento en que llegué de vuelta al centro ya estaba por caer el sol, por lo que me crucé la calle al mini super, me compré una birra y me senté en la arena a ver el sol ponerse sobre el mar. Después me volví al hotel a bañarme, cenar algo por ahí, dar una vuelta y sacar ticket para el bondi al otro día hacía Ubud para alejarme del ruido, el quilombo y la gente. De cualquier modo aunque no era mi idea quedarme un día entero ahí, all in all no estuvo tan mal.
Al otro día desayuné tranqui y me quedé esperando a que me pasen a buscar, ya que en teoría a las 11am salía la combi. Estaba ahí tirado en mi habitación con la puerta abierta y en eso cae un tipo media hora antes y me dice que la camioneta había pinchado una goma y que se iba a demorar, que recién a la 1, 1:30pm iba a salir. La puta madreee! esa demora significaba que iba a desperdiciar otro día entre viaje, buscar hotel y demás yerbas.
Entre que llegué a Ubud y me instalé en una guest house, ya eran mas de las 4pm. Por cierto, Ubud me gustó mucho mas.. mas chico, mas tranquilo, menos gente, y como esta en la altura no es tan caluroso como la zona de la costa. Además todas las guest houses en la zona que estaba, incluyendo en la que me quedé, estaban construídas como adentro de templos. Todas tenían estatuas, paredes con adornos, altares con dioses hindúes, y muchos colores. Donde me quedé yo era re lindo.. la habitación amplia, limpia y nueva y tenía la puerta de madera toda tallada con coloridos dibujos de dragones y cosas así y en la entrada dos estatuas (que según aprendí luego en el hinduismo son para mantener alejados a los espíritus malos).. muy lindo era!
Como ya era tarde ese día no hice mucho mas que caminar alrededor.. había una especie de templo/palacio en el centro, un mercado y no mucho mas, excepto por un "monkey forest", al cual no entré porque ni daba pagar para ver monos que encima estaban por ahí revoloteando por la calle gratis.
El resto del día lo dediqué a hacer research y planeamiento de los lugares a visitar en los próximos dos días, y a la mañana siguiente ya descansado y con todo el día por delante, alquilé una moto en el mismo hotel y arranqué.
La primer parada quedaba cerca del pueblo y era Goa Gajah, el "Elephant Temple" o algo así, que de elefante no tenía nada.. era como una pileta con unas estatuas que tiraban agua, unos templos alrededor y un arroyo de agua en un camino medio de selva por el que podías caminar y terminar en la otra punta del pueblo, como me paso a mi.. pensé que iba a salir de vuelta a la entrada, pero seguí los carteles y terminé en unas calles alejadas como a 1km de la entrada. Una paja. Me pateé de vuelta todo hasta la moto y seguí viaje, esta vez a unos cuantos kilómetros de distancia hasta el pueblo de Tamapak Siring donde estaba el templo Gunung Kawi.
Lo mas lindo de este templo era el paisaje alrededor. Al costado estaba rodeado de plantaciones de arroz y el templo en sí estaba dividido a cada lado de un arroyo que pasaba por ahí. No era nada especial tampoco, tenía unas cosas talladas en las paredes de las piedras de la montaña alrededor, y no mucho mas la verdad.. una vueltita y me fui.
De ahí si, un viaje mas largo de unos cuantos kilómetros camino arriba en la isla hasta llegar a la base de los volcanes de la isla. Al entrar llegabas a un mirador que daba a un lago el cual separaba el Monte Batur de un lado, y el Monte Agung del otro. Muy linda vista desde ahí, sobre todo porque durante todo el camino hacia allá estuvo nublado y fresco al estar en la altura, pero al cruzar al otro lado de la montaña y llegar ahí, estaba despejado y caluroso. Bajé hasta la base del monte Batur, con todas las intenciones de subirlo, pero al llegar para mi sorpresa, encontré un cartel que decía que estaba prohibido subir por tu cuenta, que tenías que ir con uno de los guías habilitados del lugar y que se yo.. Me puse a hablar con uno de ellos para ver cuanto estaba y como era el recorrido, pero era un montón de guita para solo subir una montaña que debería ser no mas caro que una entrada normal. Seguí viaje hasta el final del camino que bordeaba el lago y llegué a un pequeño templo. Ahí un pibe me presto un sarung (los pareos esos para taparse las piernas) y me comentó sobre otro templo chiquito ahí a la orilla del lago. Fuí a visitar ambos y después al volver y devolverle la pollera esa, me dijo de una cueva de murciélagos ahí cerca. Me llevó hasta ahí con mi motito y claro, después me mangueó guita. Le di unas monedas igual ya que por lo menos no te cobraban por todo como en el resto de los lugares y después me comentó que había un mirador por el camino de ahí al costado donde se veían todos los volcanes e incluso los de las otras islas de enfrente, que me llevaba si quería. Claro que no le iba a pagar por algo que podía hacer gratis, así que le dije que no. Después me mande por el camino ese por mi cuenta pero era MUY empinado y estaba totalmente hecho verga.. subí unos metros y volví porque no tenía ganas de hacerme pija o perder tiempo ahí luchando los caminos peligrosos.
Emprendí la vuelta ya que quería aprovechar lo que quedaba del día para meter un segundo destino, también a unos cuantos kilómetros al este de donde estaba, el "mother temple" de Besakih, el mas grande de los templos hindú en Bali.. que por cierto vale aclarar que Indonesia es mayormente un país musulmán, excepto por la isla de Bali, donde son todos hindúes.
Volví hasta la entrada pasando el mirador, y de ahí doblé por un camino que iba cortando hasta llegar al pueblo donde estaba el templo este. Pero al hacer un par de kilómetros, encuentro un control policial que estaba parando a todos los que pasaban… y yo no fuí la excepción.
Se me acerca un oficial muy amable y sonriente, me saluda, me da la mano y me pregunta de donde soy. Acto seguido me pide el registro y los papeles de la moto. Chequea el papel de la moto y luego mi registro, el internacional. Lo abre y me dice: -"acá dice categoría B… sólo automóviles, no motos" -"emm… pero pero.. autos y motos!" -"acompáñeme", me dice. Uhhh la puta madre. Me acerco hasta el capot de la camioneta y me dice: -"el sello esta puesto en la categoría de autos nada más, no podés circular en motos con esto… cometiste una infracción y violaste las leyes de tránsito locales" -"ehhh para un cachito que yo no me violé a nadie! fue un honest mistake!" -"Te voy a tener que hacer una citación al tribunal para el martes que viene" -"uuuhh pero no voy a estar acá el martes que viene! no puedo pagar el ticket ahora acá?", le dije en un intento legal por entablar soborno. -"Si querés pagar el ticket acá, lo tenés que hablar con mi jefe", me dice y me lo señala. Me acerco al señor rati bigotudo y le explico la situación, que no iba a estar en Bali hasta entonces y que me hacía cargo y responsable de la infracción, pero que si podía pagarla ahí y no ir al tribunal ese que me pretendían hacer ir. Me dijo que sí y volví a donde estaba el otro rati, que me mostró un papel donde figuraban las tarifas de una multa para esa infracción, que encima eran mas caras para extranjeros, obviamente. Por lo menos, me dijo que me "hacía precio" y cobraba el mínimo de los valores de la multa por pagarlo ahí en el acto. Pensé que efectivamente se trataba de un soborno, pero no porque me dió un recibo de pago (aunque no especificaba el monto) y me dijo que con eso podía circular hasta el martes que viene, que era cuando en teoría tendría que ir al tribunal.
Le garpé, lo saludé y me fuí. Por suerte eran buena onda los ratis, amables, y como yo efectivamente estaba consciente de mi infracción, no me molestó ya que era cuestión de suerte o tiempo. Al final de cuentas, creo que podría también no haber pagado nada, agarrado la citación y tirarla a la basura una cuadra mas adelante, que no hubiera pasado nada.. pero soy un hombre honesto (?).
Unos kilómetros mas tarde finalmente llegué al templo ese. Apenas llegué a la esquina por el camino en el que venía, me frenaron para venderme el ticket. 15k de entrada, ok.. que era lo mismo que cobraban en todos los demás lugares, y 5k de estacionamiento.. ahí ya estaban robando porque en todos lados te cobraban 2k nomás.. y encima ni estacionamiento, era tirar la moto ahí en un costadito donde se podía..
Estaciono la moto y me acerco a la entrada, donde unos tipos me controlan el ticket y me dicen que tenía que pagar un guía para poder recorrer el templo. KEEE? le digo. -"Pero ya pagué el ticket de entrada!" -"No, pero eso es impuestos del gobierno", me chamuya. -"Si no querés ir con guía podés visitar solo hasta acá", y me señala en un mapa la entrada del templo nomas. -"No puede ser loco.. y cuanto cuesta?" Me muestra una planilla con toda la gente que entró anteriormente donde ponía el precio que pagaron cada uno, ya que era "a voluntad". Miro los precios y era una absurda ridícula estafa. -"KEEEE?? 900k??? me estas jodiendo??" -"Ahh pero eso eso todo incluído, el guía y no se que verga mas" -"Ni en pedo! es un re afano! como van a querer cobrar tanto?? yo no tengo esa guita y no la pienso pagar" -"Bueno, cuanto querés pagar?" Nada quiero pagar la concha de tu vieja pedazo de ladris garcas estafadores de mierda y la puta que los parió. Me fijé los precios, hice un promedio y lo dividí a la mitad. Le dije 300, lo cual era igual un re montón de guita para mi (la multa me había costado mas barata..) y me dice bueno esta bien.. Si le hubiera dicho 200 o 100, también agarraban… y después me dí cuenta que podría no haber pagado una garcha e ido por mi cuenta y no hacía ni puta diferencia.. por que en teoría decían que podías caminar alrededor del complejo, pero para entrar a los templos, tenías que ir acompañado de un guía local. Una recontra estafa.. creo que los carteles decían lo mismo, pero igual… ladris de mierda.
La pago con mucha bronca, con todo lo que odio los putos guías y los tours y la concha de su madre y más aún toda esa guita para ver un templo pedorro.. la entrada a Angkor Wat era mas barata.. pero bueno, ya estaba ahí. En eso me dice que necesito un sarung para taparme las piernas, me da uno y me dice que tengo que pagar por el alquiler. Ahí ya me terminé de calentar para el carajo y le dije: -"QUE?? me estas jodiendo?? como me vas a querer cobrar por esto?? acabo de pagar una fortuna, además del precio del ticket y me querés cobrar por esta mierda?? en todos los otros templo que fuí me lo dieron gratis así que ni en pedo, no voy a pagar." -"Bueno bueno, yo les pago" me dice. Se estaban tirando el lance para robar mas guita. Pedazo de soretes mal paridos. Que bronca que me dió.
En teoría había una ceremonia hindú de no se que cosa ese día porque estaba lleno de locales rezando, caminando por todos lados con sus ofrendas y demás. Recorrí el lugar con un guía que me iba explicando cosas del hinduísmo y del lugar, pero yo estaba todavía tan indignado por la estafa del lugar que no le prestaba mucha atención. Aparte para la duración del "tour", una fucking estafa.. hubiera subido al volcán con esa guita y la pasaba mejor.
Objetivamente hablando, estaba bueno el templo.. estaba compuesto de varios mini templos con varias pagodas de todos los tamaños. Además, los templos de Bali son de los mas lindos que he visto, porque las paredes y estatuas están adornadas con unos dibujos y bichos re copados. Tienen bastante onda.
De cualquier modo, al terminar el tour y que obvio, el guía me manguee propina y yo lo saque cagando, me fuí.. pero no sin antes parar a comer algo, que no había ni almorzado y ya era re tarde. Quise ir al baño también pero adivinen que? si.. ni en pedo iba a pagar por echarme un meo. Forros.
Estaba re nublado, frío y amenazando con llover y yo como un nabo no había traído el rompevientos ni ningún abrigo conmigo, por lo que me puse la mochila adelante para cortar un poco el viento en la moto y que me abrigue un poco hasta bajar unos metros de altitud y que vuelva a hacer un poco mas de calorcito.
Al rato por suerte pasó el frente frió en cuanto volví mas o menos al nivel del mar, que dicho sea de paso como el camino de vuelta a Ubud desde ahí pasaba bastante cerca de la costa este, me desvié un par de kilómetros y aproveché para ver un ratito el mar. Era un lugar random, ni siquiera estaba indicado como playa ni en el mapa ni en los carteles, pero fui igual a ver que onda. Para mi sorpresa, encontré que era una playa bastante extensa, en la que la arena era.. de color negra! No pude sacar fotos porque estaba muy nublado y no se distinguía con tan poca luz.. pero era re loco.
Caminé un ratito y de ahí si ya me volví finalmente de vuelta para el hotel.
El día siguiente me fue mejor, empezando por el hecho de que no me comí ninguna otra multa, ni me quisieron estafar severamente con algún curro de esos que les hacen a los turistas.
Me faltaba aún explorar el lado oeste de la isla, y es lo que tenía planeado hacer durante el día, empezando por el templo de Ulun Danu Bratan en el pueblo de Bedugul, que es una de las postales de Bali y consiste en un templo con unas pagodas sobre un lago en la altura en la base de una montaña.
Arranqué el día encarando hacia allí, que quedaba a unos 30 o 40km al noroeste. Todo transcurría con normalidad hasta que en un punto en el que tenía que doblar para empalmar con otra ruta, veo un control policial. Nooop! no me voy a arriesgar de nuevo! a pesar de que tenía la multa paga y el permiso para circular, no tenía ganas de tentar la suerte. Decidí seguir de largo y enganchar en la próxima intersección unos kilómetros mas adelante, lo cual resulto ser doblemente conveniente, ya que en el camino había otro templo que aproveché a visitar: Taman Ayun, en el pueblo de Mengwi.
Era un templo bordeado de unos canales y contenido dentro de unas murallas. No era muy grande, pero era pintoresco por todas las pagodas y estatuas con dibujitos lindos por todos lados.
Al salir de ahí desemboqué justo en la ruta que necesitaba tomar para llegar al primer templo en cuestión al que quería ir, así que le pegué todo derecho sin mas problemas.
Al llegar a los últimos 10 kilómetros antes de llegar al templo, el camino era súper sinuoso de montañas en subidas bastante empinadas, y además había bastante tráfico por lo que tomaba tiempo hacer esa última parte. Finalmente llegué al templo, dejo la moto, entro al lugar, me acerco a la orilla del lago y… mehhh! que overrated! en las fotos típicas de Bali, éste lugar figura siempre, pero es una fotografía engañosa porque no era tan impresionante como yo esperaba.. eran dos pagoditas chicas flotando ahí en la orilla y nada mas.. el paisaje en si era mejor del lugar, ya que el lago estaba elevado en las alturas y en la base de una montaña. Lástima que estaba muy nublado cuando fuí y no se veían los picos ni se podía apreciar mucho, pero igual se notaba que el paisaje era lo mas lindo del lugar.
Mi intención era terminar el día en el templo de Tanah Lot para el atardecer, que estaba al suroeste mas bien cerca de Kuta, pero como aún me quedaba la mayor parte de la tarde por delante, había otro lugar que tenía marcado como parte de mi recorrido: las plantaciones de arroz de Jatiluwih. Lo dudé bastante el ir o no, ya que no era tanto la distancia, si no que atravesar todo el camino sinuoso y rural haría que me tome mucho tiempo el llegar hasta allí.. sumado al hecho de que ya había visto tantas rice terraces hasta el momento y no estaba convencido de si iba a valer la pena todo el viaje.
Finalmente me decidí por ir, ya que realmente no tenía nada mejor que hacer… y que bueno que lo hice porque estuvo mejor de lo que esperaba! Empezando por el camino para llegar hasta ahí, que estaba bastante hecho mierda, pero atravesaba unos paisajes muy lindos y unos pequeños pueblos pintorescos, además de ir serpenteando por las montañas entre las plantaciones.
Cuando llegué al lugar, fui hasta el mirador principal del lugar, dejé la moto y bajé por las plantaciones a caminar un rato. Estaba lindo el lugar, era muy extenso y las plantaciones parecían no terminar nunca.. más caminabas, mas aparecían. Se podía ver a la gente trabajando las tierras también, arando la tierra y manteniendo los cultivos.
Caminé un rato por ahí y me volví hasta arriba, donde comí algo para no andar con la panza vacía durante todo el día, que además me esperaba un largo viaje desde ahí a Tanah Lot y luego a Ubud, donde estaba mi hotel.
En el viaje hacia Tanah Lot, ví pasar por la ruta en donde habían algunos templos locales, unas mujeres con esas copas gigantes de varios pisos llenas de frutas y ofrendas, las cuales llevaban sobre la cabeza haciendo equilibrio.. muy loco.
Kilómetros camino abajo finalmente llegué a destino. Tanah Lot es un templo que esta a la orilla del mar.. literalmente, es como una cueva, un grotto a la orilla del agua sobre el cual hay un templo. También a los costados habían otros acantilados sobre los cuales también habían otros templos mas chiquitos.
Cuando llegué al templo principal, vi que había una fila de gente en la boca de la cueva en la orilla. Pensé que en efecto se trataba de la fila para entrar y subir hasta la cima de la piedra, por lo que hice la fila, que avanzaba relativamente rápido. Cuando llegué adelante noté que no era para entrar al lugar, si no que era para ser "bendecido". Habían unos tipos que te hacían lavar las manos y patas en el "holy spring", un chorrito de agua que salía por ahí, y luego te ponían una flor arriba de la oreja, te rociaban con agua bendita la cabeza y te pegaban unos granos de arroz en la frente. Ya estaba ahí y había hecho toda la fila como para abandonar, por lo que seguí para adelante. Claro que una vez "bendecido", te pedían una donación… yo les dije una excusa algo así como "emm.. me dejé la billetera en los otros pantalones", y seguí viaje.
Me quedé boludeando un rato por ahí hasta que se ponga el sol y ver el atardecer sobre el mar, pero no me quedé hasta que se ponga por completo, porque aún tenía una hora y pico de viaje de vuelta… y andar de noche por los pequeños caminos aislados que te lleva el GPS, no iba a ser tan divertido.
Efectivamente me agarró la noche al ratito, y fue complicado porque el visor del casco estaba muy gastado y sucio, y hacía que las luces de los autos se refracte y disperse, encegueciéndome y haciéndome perder sentido de ubicación y medir distancias. El tema es que si lo levantaba, habían miles de bichos que me pegaban en la cara y en los ojos, y los lentes de sol no me podía poner porque no iba a ver una goma menos aún. Fue medio una lucha, pero una vez que pasé las zonas llenas de bichitos, me lo levanté y fui sin nada y llegué lo mas bien.
Ya de vuelta en Ubud, compré un ticket para la mañana siguiente emprender viaje hacia la última visita del viaje al paraíso mismo: las islas Gili.
Me pasaron a buscar tipo 7am y de ahí me llevaron al puerto, donde tomaría un speed boat, porque cuando se anda con poco tiempo y se trata de islas paradisíacas, hay que aprovechar cada segundo.
Las islas Gili son un complejo de 3 islas muy pequeñas: Gili Trawangan, Gili Meno y Gili Air, las cuales están una casi al lado de la otra, enfrentadas a la isla de Lombok (todo Indonesia esta formado por islas). La particularidad de las Gilis, es que son peatonales y no hay autos ni hay motos, sólo bicicletas. La otra particularidad, es que son un fucking paraíso.. la verdad que las playas de Bali son pura basofia comparado con estas… agua turquesa cristalina, cálida, sin olas, arena blanca… realmente un paraíso.
Tipo 11am llegué a la mas grande de las tres islas, Gili Trawangan y me puse a buscar donde quedarme. di varias vueltas, recorrí varios lugares y ninguno terminaba completamente de convencerme por el precio. Finalmetne me quedé en el primero que vi, del tipo que me llevó desde el puerto hasta su bolichín, pero sólo porque era barato.
Dejé las cosas, armé mi bolsita de playa, agarré unos mangos y entre una cosa y la otra, se hicieron mas de las 12 cuando salí a caminar un ratito por la playa. En eso empecé a ver carteles de snorkeling tours y fui tanteando a ver de que se trataba, que recorrido hacían, cuanto costaban y a que hora salían. Mi intención era hacerlo a la mañana siguiente, pero justo vi que había uno que salía a la 1pm, y dije mmmm…. yo quiero!. Lo malo es que costaba justo y exactamente toda la cantidad de billetes que tenía encima, lo cual me dejaba sin un centavo para almorzar. Ya fue, dije… yo me mando.. como si fuera la primera vez que almuerzo a las 5 de la tarde!
Apenas compré el ticket, el tipo de la agencia me acompaño hasta el puerto de donde salía el bote, ya que yo había recién llegado a la isla y literalmente no había visto nada del lugar aún.. y no es que había mucho centro para ver, pero la calle de la costanera que bordea toda la isla y donde esta todo, no la había recorrido aún. De cualquier modo, al ser la mas grande de las 3 islas, ya se notaba que era la más turística y la mas "party island" de todas, con un montón de bares and shit. No me entusiasmaba mucho eso, pero la belleza de las playas lo compensaba.
Habían un par de personas esperando ahí cuando llegué. Me dieron una máscara y patas de ranas y en seguida nomas nos llamaron para ir a subir al bote, el cual estaba piola porque tenía fondo de cristal! En el piso habían cuatro paneles de vidrio donde podías ver el fondo del mar mientas andabas. Cool!.
Te llevaban a bucear a varios puntos alrededor de las 3 Gilis, empezando por un par de lugares ahí cerca, entre Trawangan y Meno, que estan muy cerca una de la otra. La verdad que estaba emocionado.. el lugar era un paraíso y yo no buceaba desde Thailandia mas o menos..
Los primeros lugares estuvieron muy bien, tal como en Thailandia.. muchos peces coloridos, grandes cardúmenes y corales espectaculares. Después de un rato una de las paradas era en un lugar en el que se suponían habían tortugas marinas. Pensé que iba a ser una de esas situaciones teoréticas como los supuestos tiburones en Phi Phi, que nunca están ahí.. en parte quizás por las hordas de turistas molestos que los espantan. El chabón que manejaba el bote se tiró al agua y nos dijo que lo sigamos. Nadamos un rato hasta que finalmente nos señala un lugar… bajo la cabeza en el agua, y ahí estaba… tremenda tortuga marina!! Era enorme! fue muy impresionante ver una nadando a centímetros mío. Lo único malo fue los imbéciles alrededor que la perseguían y le rompían las pelotas y la querían tocar pobrecita.. no la dejaban en paz.
Después de nadar un rato ahí y en un par de lugares mas, la última parada fue en Gili Air. Hicimos snorkel en la costa y el lugar era hermoso… unos corales espectaculares y peces de todos los colores. Luego el bote ancló y bajamos a la isla en teoría para almorzar, pero yo no tenía un mango así que me limite a caminar alrededor.
No me tomó ni 100 metros de caminar por la orilla y por la calle principal que lo supe: ese era exactamente el lugar en el que quería estar. Muchísima menos gente, los mismos o mejores paisajes y playas paradisíacas, 1/3 del tamaño de Trawangan, y una atmósfera de paz y relax hermosa.. típico de isla chica, y tal como me gusta a mí. En ese mismo momento decidí que al día siguiente me tomaría el barco a la mañana y me cambiaría de isla a esta otra que era justo lo que estaba buscando.
Finalizado el snorkeling tour volvimos a Trawangan a eso de las 5pm. Fui a mi habitación a buscar guita para almorzar, comí algo en un bolichín por ahí y me fui al punto mas alto de la isla justo a tiempo para ver el atardecer.
Era hermoso porque se veía el sol ponerse sobre el mar, tiñendo el cielo de rojo y naranja, con vista al volcán Rinjani de la isla de Lombok ahí cerca. Belleza! Cuando se puso el sol emprendí la retirada con lo que quedaba de luz porque había que bajar el monte en la oscuridad y no tenía mi linterna ni nada… y no me quería hacer pija.
Al bajar hasta la base, estaba bastante alejado del hotel y del centro, pero no tenía apuro y quería aprovechar el día al máximo, por lo que me volví caminando por la orilla del mar todo lo que pude, disfrutando del ruido del agua, la resolana naranja del atardecer en el horizonte y la arena en los pies.
Llegué al hotel cansado y roñoso, me pegué una ducha, descansé un rato y salí a dar una vuelta. Esta vez decidí ir por otro camino al que tomaba habitualmente para salir a la costa, cuando al doblar en una esquina un tipo me dice: "marihuana?". Claro que no es la primera vez en el viaje que escucho ni me ofrecen esto, y siempre decliné porque sé que lo que te venden es una verga que no pega y a precios ridículos, pero siendo la última vez que iba a estar en la playa en este viaje, me detuve.
Ahí me quedé hablando con el tipo que me quería vender una bolsa y yo le decía que era caro lo que pedía y que yo sabía que lo que vendían en todo el continente era una verga que ni siquiera era cannabis de verdad. Me dijo que lo que él tenía eran flores de verdad, que era el "negocio de familia" y que se yo cuantas cosas mas. Seguía siendo caro para lo que yo presumía que era. Le dije que me muestre lo que tenía, y me dice que no lo tenía encima, que lo tenía que ir a buscar, que le de la guita y el iba y venía en un toque. -"Naaa.. querés que te de la guita antes de ver lo que traés?" y encima eso.. el hecho de que desaparezca con la guita, mas allá de que sea una isla minúscula sin mucho lugar donde esconderse.. Me dijo que él se hospedaba ahí en el hotel que estaba ahí al lado, y que unos chabones que estaban ahí eran su familia o amigos, o algo así, que ellos se quedaban ahí conmigo. Me quedé un largo rato en duda sentado ahí charlando con el flaco que me trataba de convencer, a pesar de que todo era muy sospechoso.. pero buen, siendo una isla en el medio de la nada, llena de musulmanes y en el medio de Ramadán, no podía pedir mucha "normalidad". Me dice que me hace precio, y me rebaja unos mangos y que además, si no me gustaba lo que traía me devolvía la guita. Aún no estaba convencido y en el fondo sabía lo que me iba a encontrar… pero dije bueno, acá tengo dos opciones: o me recontra cagan y desaparecen con la guita y no los veo más, o realmente vuelve con algo como dijo en un toque.., después de todo en una isla tan chica y con bicicleta.. que tanto podés tardar en llegar a cualquier lado? Siendo la última vez en la playa y la primera vez que haría algo así, hice un análisis de riesgo cosa de darle para adelante sin quererme matar si me garcaban de algún modo. Como no tenía el monto exacto que me había dicho, le dí la guita y me dice -"Ok, te traigo el vuelto. Vengo en seguida." Y se fue con la bici. Quedé ahí sentado esperando y el tipo no volvía… Al rato viene uno de los flacos que estaban ahí alrededor y se me pone a charlar. Eran todos buena onda, pero en una situación así claro que uno no confía en nadie y está mas alerta que un gato. Se quedó conmigo un buen rato hasta que en un momento me saluda, me dice que espere ahí que ya iba a venir el chabón, agarra su bici y se va. El otro tipo seguía sin aparecer… Ya había pasado mas de media hora y yo ya estaba nervioso del culo, me comí y arranqué la mitad de las uñas mas o menos. -"Y claro, boludo.. que creías que iba a pasar?", me dije. En eso pasa otro flaco que nada que ver en bici por la calle, que me ve sentado en lo que asumo era el punto de distribución oficial de los dealers y me dice al pasar: "nobody has marihuana!". Ahí ya me puse mas que inquieto, me levanté y veo que a unos metros estaba el flaco que hace un rato estaba hablando conmigo, junto a otro gordito más que también era parte del grupo. Me acerco y les digo que que onda, que cuando iba a venir, que ya había pasado bocha de tiempo y que encima pasó un flaco y dijo que nadie tenía un carajo en toda la isla. Me dicen que no, que espere que ya iba a venir. El flaco de la bici se va, y quedo con el otro gordito que se queda conmigo. Agarra el celular y lo llama y me dice que ya estaba viniendo. Nos sentamos en el banquito donde estaba esperando antes, y lo mismo.. el tiempo pasaba y nada.. llama de nuevo por celular y en una de esas veo que se levanta, me dice no se que cosa, y sale CORRIENDO para la esquina. -"Ah ok, listo.. me cagaron fuerte", pensé. Me levanté y fui hasta la esquina.. y ahí estaban! el flaco finalmente había vuelto! casi una puta hora entera me hizo esperar, pero sorprendentemente volvió y hasta me trajo el vuelto como prometió!. Me dijo que pase al patio del hotel donde estaba, me dió una seda y un filtro para armar y me da la bolsa. Tal como sospechaba, era la misma mierda que el resto del continente.. flores, si.. pero de vaya a saber que planta! THC seguro que no. Tenía olor a algún yuyo raro… no se que mierda es lo que fuman en este continente que nadie tiene cannabis de verdad! Armé uno y lo fumamos y claramente no pegaba un carajo. Bueno, no me cagaron con la guita pero me trajeron una verga que no vale lo que cuesta.. sabía exactamente a lo que me sometía, pero le dí la oportunidad porque valía la pena intentarlo. En verdad no me arrepentí ni me dio tanta bronca porque mas que nada, lo hice sólo por la anécdota.
Después fui a comprar sedas y me armé un reee troncho y nada.. muuuuy apenitas si sentías algo, por unos minutos de semi relax muy leve, pero NADA que ver con el efecto del porro que todos conocemos y amamos.
Decepcionado y hambriento, me fuí a la feria de comida ahí cerca del muelle y me clavé un re guiso y una birra por unas pocas monedas. Luego me volví al hotel a relajar y browsear un rato en el hall de mi habitación que habían unas sillas con mesitas y mejor recepción de wifi, y me fumé otro. El tipo del hotel me preguntó si fumaba hash y le dije que no, -"oh, just weed!", me dice. Y ahí fue cuando lo supe: no fue tanto que me hayan cagado con la compra, si no que eso es lo que ellos entienden por marihuana. Nunca olí en todo el continente el olor del cannabis occidental, y que el tipo me reconozca lo que fumo como "weed", lo confirmó.. sumado al hecho que otro flaco local me había dicho que lo que fumaban ellos era "herbal". Bueno, el cannabis también es "herbal" llegado el caso, pero creo que se refería exactamente a esto.. -"Oh well… ya habrá tiempo y oportunidades en el futuro para quedar del bonete", me dije.
Al día siguiente desayuné, y me fui para el muelle a esperar el barco a Gili Air. Llegué a destino tipo 10am y me puse a buscar hospedaje. Recorrí un rato y encontré un lugar que no era el mas barato, pero era re linda habitación, con aire acondicionado, cama grande y cómoda y pileta para nadar. Me quedé ahí porque eran los últimos días de playa y por una vez quería hospedarme en un lugar donde me de gusto estar y descansar.
Sin mucho mas tiempo que perder, me fui a la playa. Caminando por la calle principal, encuentro un bar que tenía un cartel que decía "Magic Mushrooms". Como no lo había llegado a hacer en Bali, y luego del fiasco del faso, dije bueno ya… tengo que probar. Le pido al flaco que me los muestre, y saca de la heladera un paquetito re chiquito de hongos mini.. de esos finitos y de copa chica. Era caro por la cantidad que eran… en Bali me habían ofrecido una bolsa enorme por el mismo precio.. pero bueno, estaba en una isla anegada en el medio de la nada, y además ya fue.. no tenía ganas de andar regateando a esa altura. Me senté ahí en el bar con vista al mar y me los comí. Como sabía que esas cosas tardaban en pegar, salí a caminar a recorrer la isla, a darle una vuelta entera a pata antes de meterme a nadar para darle tiempo que haga efecto.
Como era de esperarse, pasó media hora… cuarenta minutos.. un hora… y nada.. nunca pegó esa mierda. Muy apenitas al cumplirse una hora medio que sentías como los colores de las cosas un poco mas intensos y la percepción de las dimensiones mínimamente alteradas.. pero nada considerable o que valga lo que costó… una cagada. Todos mis intentos con las drogas naturales fracasaron miserablemente en estas islas..
Desilusionado nuevamente y cagado de calor de la caminata, me alquilé una máscara y patas de rana y me dispuse a hacer snorkel por mi cuenta, sin ningún grupo de ñoños alrededor ni un tour que me limite el tiempo de snorkeling.
Luego de cambiar el kit un par de veces hasta encontrar un snorkel y máscara que funcione, me mandé mar adentro. Mas o menos en la zona donde habíamos estado el día anterior, pero un poco mas alejado. Siempre de referencia seguía a los botes de los tours, que saben donde está la acción, esperaba a que se vayan todos y después iba yo sólo y nadaba por ahí y por todo alrededor.
Tremendo lugar.. unos corales hermosos, peces de todos los tipos, formas y colores, y la bajada del lecho submarino que bajaba repentinamente haciendo desaparecer el suelo por completo hacia las profundidades del océano en donde los rayos de luz se perdían gradualmente.
También encontré una especie de esqueleto de barco chiquito hundido en el fondo, que se había llenado de corales y peces revoloteando… hermoso! Nunca me deja de sorprender el mundo submarino.. es tan impresionante! mas allá de los peces, el hecho de ver tantas formas de vida distintas y únicas, es increíble… unos colores y formas que te dejan sin palabras. Descubrí además, que si estas sólo y tranquilo flotando y te quedas quieto, los cardúmenes se te acercan y te nadan entremedio tuyo todo alrededor.
Seguí nadando un buen rato hasta que en un momento encaro hacia la orilla, me doy media vuelta y de casualidad con que me encuentro: mi propia motherfucking tortuga!!! La tuve ahí, al lado mío todo el tiempo… la estudié, la analicé, la observé y la seguí, pero sin romperle las bolas. Igual, la cantidad de fucks que a la tortuga le daba mi presencia, era igual o menor a cero.. ni pelota. Lo cual era genial porque no se asustaba y yo la podía seguir admirando. Es curioso porque aguantan la respiración unos 10 o 15 minutos, luego nadan a la superficie, sacan la cabeza fuera del agua, respiran una o dos bocanadas de aire, y se vuelven a mandar. Nadan mucho mas rápido de lo que caminan.. La vi comer cosas del suelo del mar, entre las piedras y los corales.. después seguía nadando y se metía alrededor de las piedras grandes, esas donde los peces se refugian y están llenas de corales y algas y plantas vivas muy flasheras. Un rato mas tarde ya me estaba dando frío estar en el agua tanto tiempo, mas que nada por todo el sol que ingerí, así que salí a la orilla y me fui a buscar un lugar para comer.
A la tarde seguí nadando explorando la costa en busca de nuevas aventuras marinas. Muy lindo estuvo.
Con los días contados, ya que aún quería ir a recorrer un poco la isla de Java, estiré mi estadía en las Gilis todo lo que pude, porque amé fuerte ese lugar.. la sensación de estar en el paraíso es un sentimiento inexplicable que te llena de felicidad y bienestar. Me quedé un día entero mas para regocijarme en las idílicas playas y su increíble vida marina.
A decir verdad TENÍA que ir a la isla de Java, ya que mi vuelo de regreso ( buuuu! ) salía desde la capital, Jakarta. Me hubiera gustado tener mas tiempo en las Gilis y haber ido a hacer trekking al volcán Rinjani en la vecina isla de Lombok, que tenía unas vistas impresionantes y un lago en la cima del monte… pero era una excursión de unas 2 o 3 noches… tiempo que no tenía para dedicar a eso lamentablemente.  
De cualquier modo, el último día debía ser aprovechado a full.. alquilé nuevamente un snorkel y patas de rana, esta vez desde temprano en la mañana, y me fuí a explorar nuevos puntos de buceo en otras puntas de la isla, alejados de la gente y los lugares populares. Llegué hasta la punta norte de la isla, donde en teoría había un lugar llamado "frogfish point" a ver si veía el mencionado pez en cuestión. Le pregunté a un local de uno de los bares si sabía donde quedaba, o donde podía ir a hacer snorkel en esa parte de la isla, y me dijo que ahí nomás, cerca de donde estaban los pequeños botes pescando que se veían en la costa. Nadé unos cuantos metros de planicie hasta que finalmente se empezó a hacer mas profundo y los corales y cosas interesantes empezaron a aparecer.
Fue increíble.. encontré una especie de estrellas de mar de un color azul brillante hermosas! Unas plantas y corales vivos en medio de piedras de formas bizarras, en las cuales si buceabas para acercarte a verlas, descubrías un montón de peces y especies que desde la superficie no se alcanzaban a ver… una cosa maravillosa.. Aparte ahí estaba SOLO con las maravillas submarinas, por lo que pude explorar y disfrutar sin ningún ñoño que me espante los peces.
Muy groso era ese lugar que encontré.. los colores y las formas de todo alrededor, eran sorprendentemente grosos. Seguí nadando paralelo a la costa y a lo largo para descubrir nuevos lugares y en eso al voltear con que me encuentro? otra tortuga marina!! que buena suerte que tuve! Me quedé estudiándola nuevamente al igual que la del día anterior, viendo que hacía, que comía.. como era un día en la vida de una tortuga. La contemplé un largo rato hasta que se tiró a descansar debajo de unas piedras de esas donde se refugian los peces, así que la dejé en paz y seguí viaje.
En uno de esos momentos mientras nadaba random, veo un grupo de peces de distintos colores nadando juntos. Me detengo a ver, y noto que debajo de ellos venía nadando una manta raya!! En verdad no era una manta raya, pero era uno de estos peces que no se como se llaman, que son largos y chatitos y que tienen el color de la arena y se mimetizan completamente con el fondo marino cuando paran de nadar. Solo lo descubrí porque justo estaba nadando junto a los otros peces.. pero ahí al toque frenó y se acostó en el suelo y desapareció por completo! Encima es como que cierran los ojos, o los mueven de forma que no hay chance de que los distingas junto al resto del piso y las piedras del lecho marino. Como lo ví frenar y ya sabía donde estaba, me quede quieto observándolo, hasta que arrancó de nuevo y nadó unos metros mas… impresionante skills de camuflaje! Me flasheó mal!
El resto del día me la pasé relajando en el agua y en los bares de la costa.. todo muy chill.. disfrutando el maravilloso clima y lugar en el que estaba por última vez.
A la tarde saqué un ticket para al otro día volver a Bali, de donde tenía que encontrar la manera de pegar un bus que me lleve hasta Java, para encarar la etapa final de esta espectacular aventura asiática.
A la mañana siguiente me levanté temprano y como aún tenía tiempo hasta que salga el bote, me fuí a desayunar a un bar de la costa, para disfrutar de la vista y del lugar una última vez. Ni ganas te tenía de irme de ahí.. me hubiera quedado fácil una semana entera mas.. pero la vida del viajero es así y a veces hay que hacer sacrificios (?).
Ya con todo preparado, me fui al muelle a esperar que cerca del mediodía y luego de media hora de retraso, finalmente venga el speed boat que me tenía que llevar hasta Padang Bay en Bali, en donde había averiguado salía un bondi a la tarde que iba derecho hasta Java.
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toctraveller · 9 years
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Nyaung Shwe, Myanmar - 12/06/2015
Se suponía que el night bus nos deje en Nyaung Shwe, el pueblo aledaño al lago Inle, a eso de las 5 y pico de la mañana. En vez de eso, nos tiraron al costado de la ruta en medio de la nada a las 3am, donde convenientemente esperaba una camioneta para llevar a todos al pueblo. No se abusaba mucho con el precio, era razonable así que estaba bien. Lo que no estaba bien era que de nuevo, pare en el medio de la nada en la entrada al pueblo, para que una vez mas nos obliguen a pagar un ticket de entrada a la zona! 10 dólares encima por un lago del orto! ladris!! de las 3 veces que me cobraron, ésta fue la que mas bronca me dió, porque no había nada arqueológico ni ninguna razón para que te curren así.. era tan sólo un cochino lago!
De cualquier modo, las 3 am era un horario bastante pedorro para llegar, ya que todos los hoteles estaban cerrados. Algunos pibes tenían reservas hechas, pero la mayoría no.. le dijimos que nos tire donde estaban las guesthouse y de ahí veíamos. Nos llevó a una primero un poco mas alejada del centro, tocó timbre y nos abrieron. El precio era razonable y el lugar era lindo, y lo mejor de todo es que dijeron que si hacíamos check in ahí mismo, no nos cobraban esa noche, sólo la del día siguiente. Cansado, y sin ganas de dar vueltas a esas horas de la noche, me quedé ahí.. me instalé en un cuarto, me pegué una ducha y una bruta siesta. Fue genial porque cuando me levanté ya descansado, fue como haber ligado una noche gratis.
A la mañana salí a caminar a dar una vuelta por el pueblito a ver que onda. Como era de esperarse, no había demasiado para ver o hacer. La gracia del lugar era lógicamente el lago cercano (Inle Lake), pero además de eso se podía hacer trekking en las montañas cercanas, ver unas aldeas y demás.. cosa que la verdad no me llamaba demasiado la atención para hacer.
Lo que sí hice ese día fue alquilar una bici en el hotel y salir a pedalear por las afueras en donde había un templo con unas aguas termales por un lado y unos viñedos por el otro, opuestos entre si a cada lado del lago y a una hora de pedaleada respectivamente partiendo desde el pueblo.
Muy tranquilamente arranqué hacia las aguas termales en cuestión. El camino estaba lindo.. todo bordeado de árboles, campos alrededor y las montañas de fondo. Finalmente antes de lo pensado, llegué a las "aguas termales", pero era un lugar privado que te querían cobrar y además era una mini piletita pedorra minúscula.. ni en pedo!. Justo enfrente había un templo chiquito subiendo la montaña en donde había un mirador y se veía el lago y toda la zona alrededor. Ya de lejos se veía, y yo ya sabía también por experiencia empírica, que el lago iba a ser medio mehhh.. pero buen, ya estaba ahí y había que verlo. Además, en teoría la gracia no era verlo de afuera, si no explorarlo por dentro ya que había varias aldeas flotantes, mercados y pueblos de minorías étnicas viviendo en las cercanías. O al menos eso me había vendido la piba myanmarense que conocí en el tren a Hsipaw..
La mina del hotel me había recomendado ir a los viñedos al atardecer, así que como aún era re temprano y tenía todo el día por delante, seguí pedaleando random camino arriba para ver si podía acercarme a la orilla del lago entrando por algún pueblito remoto.
Le pegué derecho un rato y terminé en un pueblito rural muy loco.. todas calles angostas de tierra y las casas llenas de planchas de madera en el piso donde ponían a secar al sol pescados y demás cosas que no se que eran… un olor había.. tremendo. Pero como siempre, fue divertido explorar pueblos random no turísticos.
De ahí empecé lentamente a volver por donde vine y me metí en un pueblo que había visto a la ida que decía "boat deck", a ver si ahí llegaba al lago.. pero de nuevo, me adentré en el medio de la nada misma, donde ni calles había solo senderos para bici o a pata y casas precarias de madera alrededor y no llegué al lago.
Con el mediodía acercándose, emprendí la vuelta hacia el pueblo en busca de algún lugar para morfar. Al llegar di un par de vueltas por el centro a ver que me pintaba y en una de esas terminé pasando frente al mercado central, en donde enfrente ví un bar con banderas de la birra Myanmar. Me puse a mirar a la gente sentada adentro y ví que estaban tomando birra negra!! Lo cual es inusual en este continente. "Si sirven morfi, no lo pienso dos veces", dije. Di la vuelta hasta la entrada principal y ví que decía "Restaurant". Listoooo!
La comida era medio pelo, pero no importaba porque lo que yo quería era escabiar! dulce birra stout! de barril! Estaba buena y fresquita.. me tomé tres chopps y me quedé un buen rato ahí descansando.
Ya pasadas las 3:30pm, empecé a encarar hacia los viñedos. Entre una cosa y la otra, llegué justo para la tardecita, onda 4 y pico. Había que subir una colina y de ahí unas escaleras y llegabas. En verdad si ibas temprano creo que se podía recorrer los viñedos en cuestión, pero yo y toda la gente en general iba meramente a escabiar, ya que el lugar era muy lindo.. se veían las montañas del lado opuesto, el lago a un costado, los viñedos colina abajo, y el sol poniéndose detrás de las montañas.
Justo me encontré con una piba con la que había viajado en el bondi de Bagan hasta acá, y nos quedamos charlando un rato. Era buena onda hasta que le pintaba la hippeada y flasheaba huevadas. Después se sumó otra piba que creo que era conocida de ella, que era medio infumable.. pero tenía una copa de vino y el paisaje alrededor, así que medio me chupaba un huevo.
Ya con el sol cayendo, el lugar cerró y me fui de vuelta para el hotel. Al llegar pregunté por el bote al lago, ya que tenían un cartel que decía "shared boat", lo cual era genial si podía sumarme con alguien para abaratar los costos, porque si iba sólo costaba lo mismo que con mas gente y por ende pagaba todo yo. Me dijo que una gente en otra habitación capaz se sumaba. Bueno, le dije.. le pregunté a que hora arrancaba y me dijo 7.30am.
Mas tarde cuando volví de cenar ya para acostarme, pregunté nuevamente para confirmar y me dijeron que si, que lo podía hacer con otra gente. Joya, dije.
A la mañana siguiente me levanté re temprano, desayuné, y cuando se acercaba la hora y veo que la mina no me decía nada, le voy a preguntar de nuevo. Fue como si nunca se lo hubiera preguntado antes.. todo para que me diga "oh no, lo siento.. no hay otras personas que se quieran sumar". La re concha de tu madre pelotuda! 2 VECES te pregunté ayer! si me iba a tener que clavar haciendo esa mierda solo, como eventualmente tuve que hacerlo, por lo menos me hubiera despertado un poco mas tarde!
Fui caminando al puerto y dí unas vueltas a ver si enganchaba a alguien con quien sumarme, pero no encontré a nadie.. todos ya tenían su señor boat driver pre asignado.
Habiendo fracasado en la búsqueda del bote compartido, no quedó otra que garparlo en full.. lo cual no me hacía mucha gracia, pero tampoco podía no hacerlo, porque… you know.. es la atracción principal. Justo me encontré en la calle con un flaco que me había ofrecido sus servicios de boat driver el día anterior en la calle y le dije bueeeno.. dale. No era él el que manejaba el bote al final, pero eso no importaba.
Arranqué el tour y te llevaban a varios lados del lago… unos mas meh que el otro. Primero, a un morning market, en el cual no había nada de interesante.. porquerías y bizarreadas como en todos los mercados esos.. di una breve vuelta y me volví al bote. De ahí me llevó a unas plantaciones flotantes en medio del lago…. pero no pasaba nada.
Después habían varias tourist traps en el camino, y te hacían pasar por fábricas donde hacían joyas y adornos de plata y porquerías así.
La única parada que mas me interesaba de todas era la supuesta aldea de las mujeres del cuello largo… esas que usan varios aros pesados en el cuello durante toda su vida y se lo van estirando unos cuantos centímetros. Al llegar el bote al presunto destino, veo que para en un negocio de venta de telas, souvernirs and shit… "uhh otra tourist trap", pensé, y en eso veo que en el fondo habían dos minas de "cuello largo" con unos rollos de hilos tejiendo unos telares.
Ambas eran jóvenes y aún no habían levelado al máximo nivel de altura, pero igual y todo lo tenían notablemente largo. De cualquier modo fue medio decepcionante porque yo pensé que iba a ir onda a una aldea y que iba a ver a todas las mujeres locales con el cuello largo, pero en vez de eso habían sólo dos pibas laburando en un taller..
Siguiendo viaje pasabas por una zona de casas montadas en la altura sobre palos largos, como esas que había visto en el lago de Cambodia. Esas cosas siempre son curiosas de ver y no estaba mal. De ahí me tiró en un restaurant pedorro a almorzar porque ya era mediodía donde comí algo como para no tener la panza vacía, pero ya con intenciones de ir redondeando y volverme al pueblo.
Del restaurant, una de las últimas paradas era un taller donde hacían telares a mano, tanto con hilos de seda como de lotus. Esto fue lo único medianamente interesante de todo el tour. Primero te mostraban como era el asunto del hilo de louts. El lotus es una planta que flota en el lago, la cual tiene un tallo largo. Cortando este tallo, en su interior hay varias fibras de un hilo finito pero resistente. Lo ponen en una tabla de madera con un poco de agua, y cortan unas cuantas cañas y los van enrollando uno con otro, hasta que es lo suficientemente grueso como para formar un hilo que sería de grueso como aquel con el que se atan las cajas de la pizza. Mmm… pizza…
También te mostraban las máquinas con las que tejían todos los hilos para formar planchas de telas con las que luego se hace la ropa. Eso si era interesante porque era todo a mano.. old school! enhebraban hilo por hilo una vara de un metro mas o menos de largo y de ahí iban tejiendo, moviendo una palanca de adelante para atrás, y empujando el hilo para unir todas las fibras horizontalmente de un costado para el otro. A la vez, en cada punto iban pisando unas de las cañas de bambú que habían en el piso, las cuales eran pedales que movían unos contrapesos para cambiar el punto de costura al tejer. Muy loco.. era flashero ver como la tenían re clara y tejían a los pedos mientras iban pisando distintos pedales en cada punto. Claro que después de todo eso, te llevaban al shop para que compres cosas… argh…
La ante última parada de las tourist trap, fue un local en donde armaban cigarros a mano. Una hoja de planta, una especie de caña de algo que hacía de filtro, tabaco, y ya. Unas 4 o 5 pibas sentadas en el piso armando puchos. Nada mas para ver. Si, y claro, los habituales souvenirs y porquerías para que compres.
Finalmente, me llevaron a un monasterio budista en el lago.. el cual a esta altura, no me impresionaba en lo mas mínimo. Igual le dí una vuelta para ver que onda, y ya me volví a la entrada para encontrar al tipo del bote y que me lleve al pueblo.
Lo icónico del lago en teoría eran los pescadores. Se paran con un pie bien en la punta del pequeño bote de madera que tienen, haciendo equilibrio mientras con la otra pierna sostienen el remo enganchado en el muslo y pantorrillas, y con la mano tiran y levantan la red al agua. Tienen un balance y equilibrio notable.. de éstos pude ver un par a lo lejos al pasar con la lancha.
Mas allá de eso, la verdad que no me impresionó para nada el recorrido ni nada de lo que había… fue un gran mehh.. La pasé mucho mejor recorriendo las periferias en bici, que el lago en cuestión.
Al volver al pueblo busqué un ticket para el otro día volver a Yangon, ya que de ahí salía mi vuelo y quería llegar con un día de anticipación. Conseguí uno para las 7pm, el cual era un buen horario, ya que llegaba a la ciudad tipo 5:30 am y me quedaba tiempo para descansar.
Al otro día hice check out y me quedé boludeando hasta que me pasen a buscar tipo 5 o 6pm. Me dejaron en la terminal y enseguida llegó el bondi.. me subí y ya arrancamos así sin perder mas tiempo.
El viaje estuvo bien, el bondi era lindo y nuevito como el primero que había tomado. Llegué tranqui a la hora prevista a la terminal en donde al bajar, obviamente, fui acosado por los molestos taxistas que te persiguen literalmente para que viajes con ellos. Como tenía la guita justa para una noche de hotel y el bondi al aeropuerto el otro día, no quería clavarme un puto taxi, sabiendo que de algún modo en una terminal de bus TIENE que haber un bondi local que te lleve a la ciudad, porque no creo que los locales hagan esa movida en taxi todo el tiempo.
Claro que el tachero me dijo "no bus, no bus.. taxi". Encima lo dijo de un modo agresivo, medio a los gritos, onda presionando. "Esssta viajo en tu taxi.. chupame la pija", le dije. Bueno, no le dije eso, pero you get the point.
Entré a la oficina del bus en el que había viajado, primero para mear, segundo para deshacerme de la marca personal del tachero pululero que tenía persiguiéndome al lado, pero sobre todo para preguntar donde estaba la parada del bondi a la ciudad. Finalmente uno de los tipos de ahí, me acompañó hasta la calle, gambeteando la horda de tacheros, y me señaló donde estaba la terminal de bondis locales para ir al pueblo.
Ahí encontré el mas rotoso y roñoso de los bondis que vi en mi vida, con gente arriba, y le pregunté a unos pibes si ese iba para el centro, pero no me entendieron goma y no me dijeron nada. En eso uno de los tipos (uno es el chofer y el otro el que cobra y sube a la gente cada vez que para) me dice "Sule Pagoda?" "YES!!" Ese es templo que está en el centro de la ciudad y de ahí ya me ubicaba joya y sabía que había mil hoteles.
Me subí al bondi junto al pueblo, y viaje por 300 kyat, versus 8000 que costaba un puto taxi. WIN!! Encima era tempranísimo así que no había tráfico y llegué en un pedo.
Como no tenía ganas de andar recorriendo hoteles y pateando con la mochila, decidí quedarme en el hotel donde me quedé originalmente cuando llegué, que si bien no era el mas barato, era cómodo y ya conocía la zona alrededor.
Lo mejor de todo fue que me baje justo EN LA ESQUINA con el bondi… mas redondo imposible! Hice check in y como eran las 6am, les pregunté si podía desayunar igual. Me dijeron que sí, lo cual fue un golazo porque estaba cagado de hambre, así que tiré la mochila en el cuarto y me fuí a morfar.
Ese día me la pasé descansando en la cama y aprovechando que por primera vez en largos días, tenía una conexión wifi semi decente, por lo que aproveché para subir mogollón de fotos que tenía acumuladas.
Al otro día me levante bien temprano y me fui con tiempo para el aeropuerto. Gasté los últimos billetes que me quedaban en un expensivo café y facturas y me fui a esperar el vuelo.
Así fue como transcurrió Myanmar, el mas unspoiled de los destinos asiáticos. Estuvo bueno, me gustó… la gente es amable, no te tratan de garcar como en la mayoría de los destinos turísticos (excepto quizás en Bagan) y no hay hordas de turistas estorbando a cada paso que das.
Los highlights fueron Bagan, pero principalmente, el viaje en tren a Hsipaw… fue una experiencia inolvidable.
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toctraveller · 9 years
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Bagan, Myanmar - 08/06/2015
Ni siquiera llegué a bajar del bondi una vez que llegó a la terminal a eso de las 5am, que un tipo me ofreció transporte en un taxi amigo a "buen precio". -"Cuanto?" -"10,000 kyat" (unos 10 USD aprox) -"KEEE?? 10,000 NO es buen un precio!". Cuando finalmente bajo del bondi y agarro mi mochila, aparece el tachero en cuestión. -"10,000!", me dice. -"Por 3km? NI EN PEDO! es un afano!". Como todo tachero me empezó a perseguir por todos lados mientras caminaba alrededor buscando opciones, y se empezó a poner agresivo. -"No te voy a pagar 10 mangos!" -"Ok, ok… 5!" -"No, son un par de cuadras.. sigue siendo caro". Empecé a caminar como yéndome para la calle y encarar para la ciudad y me dice: "Ok, ok.. 3! precio final! para mi 'morning lucky'! " -"Ah, ahora si.." Y me subí a su auto que era particular, ni siquiera era taxi.. ladri.
Una vez en camino hacia el pueblo, de pronto el tipo frena en un checkpoint y oh sorpresa! a pagar ticket de entrada a la zona. Esta vez la friolera de 20 dólares! Le pregunto al tipo que vendía ticket cuánto era el equivalente en kyats, la moneda local. Me dice: "Umm.. no tenés dólares? porque no se que cosa" -"Mmm.. tengo, pero no creo que gusten" le digo, porque acá son muy hinchapelotas con los dólares y no te los aceptan a menos que estén completamente nuevitos y sin ninguna marca. Tenía uno de 20 colgado en la billetera con el que quise pagar el hotel en Yangon y no me lo aceptaron porque estaba doblado al medio…. dejate de joder!. Se lo dí al tipo éste y me lo aceptó sin chistar. Joya.. de cualquier modo me hubiera cobrado más el equivalente en kyats, como hacen siempre.
Sabía que en Bagan había tres zonas en las que te podías hospedar: Nyaung U, Old Bagan y New Bagan. Todos los templos están dispersos entre las tres zonas, pero la mayoría en Old Bagan y en las zonas aledañas a New Bagan. Nyaung U es como el centro, la ciudad principal e igualmente queda todo bastante cerca con una motito o bici.
Me llevó a un hotel en Nyaung U, que es lo que mas cerca quedaba de la terminal de bondi, pero no me convenció mucho por los mismos motivos de siempre. Me quiso persuadir de que me quede ahí diciéndome que en otros lados iba a estar mas caro y que ese estaba bien ubicado, pero le dije que no me iba a quedar en ningún lugar hasta no ver un par antes y elegir. Me llevó a uno a la vuelta que era nuevo y moderno que costaba mas caro como para probar su punto, pero al lado justo había una guest house que costaba lo mismo que el primer lugar que me llevó y si bien la habitación era un poco mas chiquita, tenía mucho mejor aspecto y limpieza. Considerando que era muy temprano en la mañana, le dije que me iba a quedar ahí, para sacármelo de encima al hincha pelotas ese. Me alcanzó la mochila del auto, le garpé y se fue. Los de la guest house me preguntaron: -"Te vas a quedar acá?" -"Emm.. seee.. por que no? por una noche y después veo". Finalmente me quedé ahí porque paja de cambiarme, no estaba mal ubicado, y la familia que llevaba el lugar era muy amable y hospitalaria. Además, tenían un hijo que creo que tenía síndrome de down o algo similar, por lo que sentí que prefería darle mi dinero a esa familia y no a alguna otra empresa inescrupulosa.
No eran ni las 6 am aún y me dijeron que podía hacer check in desde las 7am, que se iba un huésped y se liberaba la habitación. Me comentaron que a la vuelta había un lugar abierto en el que podía desayunar algo si quería y me pareció una gran idea, por lo que dejé mi mochila ahí y me fui en busca de mi café mañanero reglamentario.
Era un bolichín de mala muerte como todos los comederos en este país, todo bien viejo con mugre acumulada en los ventiladores y puertas y telarañas en las paredes. Irónicamente esos lugares siempre resultan ser no sólo los mas baratos, si no también los mas ricos. Me pedí un café con una especie de panqueque indio, que era lo mas similar a comida de desayuno que había en el menú (aunque a esta altura ya me acostumbré a desayunar sin chistar noodles con huevo frito si me los sirven) y me trajeron una fritanga grasosa con unos garbanzos para untarle.. pero estaban buenos igual!. Desayuné y me quedé un rato ahí sentado contemplando la gente y el movimiento alrededor y al rato me volví al hotel a sentarme en el lobby a browsear mientras esperaba la habitación.
Finalmente me la dieron antes de las 7 y apenas entré aproveché para darme una ducha, prender el aire y meter una siestita reparadora para reponer energías del viaje en el bondi rotoso ese.
Me levanté tipo 9 am fresco y renovado y me fui a la vuelta a la oficina de turismo a buscar un mapa para ver donde estaba parado, donde estaban los templos "must see" y cómo llegar a ellos. Mapa en mano, el próximo paso era alquilar una e-bike, el vehículo de preferencia para recorrer Bagan. Son una especie de mini scooters eléctricos que van como trompada! más rápido que una bicicleta, barato, ecológico y con una autonomía de entre 30 y 40 kilómetros, lo cual es más que suficiente para andar todo el día de acá para allá y volver a destino.
Vos dirás: '"E-bike? ehhh andá en bici, maricón!" a lo que yo te respondo: '"10 horas bajo el sol del desierto y los 300 grados que hacen?.. vos querés que me muera incinerado, exhausto y deshidratado?" -"Ehh pero en Cambodia lo hiciste!" -"Si, pero me costó 6 litros de agua y 10 de transpiración, sin mencionar el pequeño detalle de que allá eran todos caminos asfaltados, cuando acá en Bagan son todas calles de tierra espesa".
En el hotel me había dicho que podía alquilar e-bike con ellos, pero cuando fui a por una me llevaron al negocio de enfrente, donde me alquilaron una medio pelo y medio baqueta, pero barata y que se la terminó bancando bastante bien. De cualquier modo todos los lugares que alquilan te dan el número de teléfono por si se te acaba la batería o te pasa algo en el medio de la nada, te vienen a buscar y te la cambian y/o asisten. Hay muchos policías en la avenida principal o bien a cualquier civil a los que les podes pedir ayuda y de onda te llaman al lugar con su teléfono.
Sin más preámbulos me mandé hacia la aventura. Hay literalmente cientos de templos en toda la zona, de distintos tamaños. Hay muchos muy chiquitos y algunos mas grande de diversos tamaños, pero solo 4 o 5 son monstruosamente grandes. Hay uno que es el mas viejo, otro que es el mas alto, y así.
Cuando te vas acercando a Old Bagan los empezás a ver y es onda faaaaaa! que loco!. La verdad que son un flash, y es muy copado ir adentrándose en la nada e ir descubriendo templos perdidos sin nada ni nadie alrededor. Mas aún teniendo en cuenta que la mayoría de los templos fueron construídos en el siglo 11 y/o 12.
Empecé recorriendo los principales y mas grandes templos el primer día. Hay algunos en los que se puede subir la escalera y llegar al techo, a los anillos externos que hacen de excelentes miradores. Los templos mas grandes son diferentes entre sí; tanto sus fachadas como su estructura: hay uno que es cuadrado y alto, otro con forma medio de pirámide, y otro que es una sola stupa (los que tienen forma de campana) gigante. De cualquier modo, todos tienen el techo en forma de pirámide escalonada rectangular con una stupa en la punta que varía en formas y tamaños en el medio.
Si bien son todas obras arquitectónicas maravillosas, lo mas interesante es contemplarlos desde afuera, ya que cuando entrás a verlos notás que son todos bastante similares por dentro. Están bordeados internamente por unos pasillos en cada lateral del templo y algunos de ellos pueden tener mas de uno, como si fueran varios anillos cerrándose hacia el centro.
Todos los templos tienen entradas por los cuatro costados y en cada una de estas entradas hay una (o más) estatua de un Buda, a cuyos costados están los pasillos mencionados anteriormente. Así son internamente todos los templos medianos y grandes. Lo único que varía un poco es que estos pasillos pueden estar mas o menos decorados, algunos tienen muchas estatuas chiquitas de Budas en las paredes, otros aún conservan restos de los murales originales con los que estaban adornados originalmente en la antiguedad. Esos son lejos los más interesantes de quedarse a apreciar.
Lo único malo es que al igual que me pasó en Mandalay, acá también te hacen entrar descalzo a todos lados.. ni siquiera medias podés tener, por lo que te re cagás quemando los pies con el piso hirviendo bajo el sol radiante. En esta ciudad en verdad es peor porque el clima es muy caluroso y hace un grado menos que EN EL INFIERNO… un calor de cagarse, por así decirlo.
El mediodía me agarró explorando los templos y si bien hacía un calor importante, la ventaja es que no había nadie alrededor! La mayoría de los templos grande estaban prácticamente libres de turistas, y los chiquitos que abundan por toda la zona, completamente desiertos. No me crucé a una sola motito mas en el camino a esa hora. De hecho subí a uno de los templos mas importantes, el que es una stupa gigante, que es uno de los pocos al que se puede subir hasta la cima. De hecho es el mirador mas popular del atardecer a donde va todo el mundo al caer el sol, ya que esta estratégicamente ubicado en el medio de toda la zona y se ve el sol ponerse detrás de los templos y de la montaña que hay de fondo. Pero claro, cuando fui al mediodía no había nadie en ningún lado.. tenía todas las ruinas para mi sólo.. fue genial.
Igualmente al bajar ya eran casi las 2pm y decidí hacer un break e ir a comer algo ya que hacía mucho calor y no daba morirse derretido bajo el sol cuando aún tenía un par de días mas para quedarme a explorar tranquilo.
Me subí a la motito y me fui a New Bagan, a unos 6km de ahí para ver que onda la zona. Ahí encontré un restaurant barato donde no sólo almorcé una banda y re rico, si no que me sirvieron una birra tan helada que tenía hielo pegado en el vidrio… justo lo que recetó el doctor! Fue como encontrar un oasis en el desierto… una delicia! Me quedé ahí unas 2 horas bajo la sombra descansando y pensé en clavar otra birra, pero estaba tan lleno del morfi que me iba a hinchar como un sapo.. no era buena idea, por lo que me atuve a tomar agua por el resto de la tarde, que es lo mejor contra el calor.
Mi idea era ver el atardecer desde el mirador del templo que había estado a mediodía, así que cuando empezó a caer de a poco la tarde, volví a encarar para esa zona bien tranqui, parando en otros templos random que quedaban de camino que no había parado a ver a la ida.
Llegué un ratito antes de las 6pm, pegué un asiento con buena vista en la cornisa y me planté ahí. Tipo 6:40pm empezó a ponerse el sol. Justo en la parte del cielo en donde el sol se escondía, había unas nubes medio espesas que bloqueaban un poco la vista, pero tampoco era tan terrible y se podía apreciar todo igual. La verdad que estuvo muy bueno.. las siluetas de los templos contra la luz rojiza de frente y las montañas de fondo… pretty cool! Me quedé hasta que pasadas las 7pm en que el sol desapareció y las luces de los templos cercanos se encendieron y pude verlos iluminados en la noche. De cualquier manera al ratito te venían a echar del mirador por que cerraba, y para el momento en que bajabas las escaleras, ya la noche había caído casi por completo. Saqué un par de fotos mas a unas siluetas copadas de unos templos chiquitos ahí al lado y tenía ganas de volver a pasar por los templos grandes para poder sacarles fotos de noche, pero la verdad que ya estaba fundido de andar todo el día bajo el sol y el calor sin haber descansado mucho la noche anterior, así que me volví al hotel. Además, no sabía si me iba a alcanzar la batería en mi motito china.. y al final resultó que tomé la decisión correcta, porque cuando estaba en la ruta (completamente a oscuras), empezó a perder potencia hasta que en un momento aunque aceleraba a fondo, iba con el impulso como en punto muerto, hasta que pegaba un tironcito de unos 5 segundos de power y volvía a palmar. Claramente el medidor no andaba porque nunca marcó menos de 100% de batería... Igualmente se la bancó re bien y con los últimos suspiros de energía llegué al local a devolverla.
Ya con la mayoría de los templos explorados y un par de días mas por delante, la mañana siguiente descansé tranqui, almorcé en la ciudad y recién después de mediodía salí a recorrer toda la zona que me faltaba. Alquilé una moto en otro lugar, ésta era bastante mas linda y andaba mejor.
Me adentré por unos caminos de arena muy espesa que hacia que la moto se empantane y derrape a cada rato.. algunas partes medio que me bajé a empujarla para no esforzarla al pedo y que se chupe toda la batería. Por suerte no fue muy largo el trayecto y al rato llegué a unos caminos mas decentes que conectaban toda la zona con los templos aledaños.
Básicamente me fui metiendo en templos random, todos los que se me cruzaban por el camino. Así fue como descubrí algunos muy copados, como unos templos chicos que conservaban en muy buenas condiciones la mayoría de los murales originales internos. También me crucé con el único que no era color ladrillo y estaba todo pintado de blanco. No se la historia, pero se me ocurre que sería para simular como estaban pintados por fuera originalmente, porque el templo mirador grandote, aunque tenía la pintura desgastada, también era de color blanco.
Así fue como pasé la tarde recorriendo pequeños templos inhóspitos bajo el sol bagano… y que Budda me perdone pero cuando estaba en templos en que no había un alma a la redonda, no me sacaba las chancletas ni en pedo para entrar… ya bastante me quemé y recontra re pinché y raspé con las brutas espinas que tenían las ramas de las plantas en el camino. Una era tan larga que atravesó la chancleta y se me incrustó en seco 1cm en el talón.. Así que si podía no sacarme las chancletas, no me las sacaba. Además que el piso exterior estaba lleno de piedras y porquerías, amén de la temperatura que levantaba.
Mi plan original para esa tarde era volver a ver el atardecer en el mismo lugar que el día anterior, pero esta vez quedarme hasta la noche y recorrer los templos iluminados de noche. Mi plan se frustró porque la ortiva del lugar donde alquilé la moto me dijo que tenía que devolverla a las 7.. al pedo, porque después estaban todos abiertos hasta las 8 pasadas, casi 9pm.. forros. Igual se las devolví mas tarde, pero al otro día ya ni bola les iba a dar y se las iba a devolver cuando me pinte volver (faa que rebelde!).
De cualquier modo estuvo bien, porque recorriendo random de acá para allá encontré un templo mas chico y mas alejado del otro popular al que iban todos, al que se podía también subir al techo y como ya eran las 6pm me quedé ahí a ver el atardecer, para también verlo desde otro ángulo. Ese día el cielo estaba mas despejado y se vio el sol bajar en todo su recorrido. Aparte se veían todos los templos desde ahí, incluyendo al templo mirador de antes.
Refunfuñé un poco de tener que volverme, pero aún me iba a quedar un día mas en la ciudad y ya habiendo visto prácticamente todo lo que había para ver, lo iba a dedicar a ver los templos de noche y a darle otra pasada a Old Bagan, que el primer día había pasado medio a las apuradas, como para sacar un par de fotos mejores.
Por eso mismo es que al otro día también arranqué tarde, casi a las 3 y esta vez me di el gusto y alquilé la mejor de todas las motitos. Esta era prácticamente un scooter a nafta en forma y andar. Mucho mas cómodo, con un display grande digital re lindo, porta equipaje chiquito atrás, mayor autonomía y una velocidad máxima de mas de 50km/h! lo cual es zarpado para una moto eléctrica. 60km/h agarraba si ibas a en bajada!
Me recorrí súper tranquilo toda la zona de nuevo para darle una última saboreada al lugar y al atardece me ir volví al mirador popular, pero sólo por su ubicación estratégica respecto a los otros templos para cuando anochezca. Esta vez no me interesaba sacar fotos a la puesta del sol porque ya tenía miles y además el día estaba mucho mas nublado y fue el peor de los 3, así que hice bien en hacerlo los dos días anteriores.
Finalmente se hizo de noche y le pasé por la puerta a todos los templos, pero no pude sacar buenas fotos como esperaba, porque desde la puerta no me daba el ángulo y para pegar una mejor ubicación me tenía que adentrar en las callecitas de tierra y siendo de noche la oscuridad es TOTAL.. no se ve un choto si no es por la luz de la moto. Me daba cagacito meterme en esos caminos de arena en la oscuridad total así que me atuve a las rutas principales y lugares seguros. Igualmente estuvo bueno, y volver en la ruta arbolada bajo la oscuridad total, también fue divertido.
Habiendo exprimido el lugar al máximo, al otro día ya era momento de partir. Bookeé un bondi para las 6pm hacia el último destino que me quedaba por visitar en Myanmar: Inle Lake.
Hice check in a las 12pm hasta que fue absolutamente necesario dejar la habitación y el aire acondicionado, y me quedé boludeando por ahí hasta que se haga la hora y me pasen a buscar.
En resumen, Bagan es el mas turístico de los destinos locales por una razón: es el mas lindo e interesante de todos. Por suerte igual no está ni la cuarta parte de plagado de gente como su contraparte en Siem Reap, Cambodia, lo cual mejora la experiencia notablemente porque por momentos estás sólo en las ruinas y te sentís como si las estuvieras descubriendo vos por primera vez en la historia.
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toctraveller · 9 years
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Hsipaw, Myanmar - 06/06/2015
Una vez llegado a Pyin Oo Lwin  (Pin U Luin para los amigos), el auto me dejó ahí detrás del mercado central, donde fuí abordado por una motito que me ofrecía llevarme a buscar hoteles, lo cual era medio al pedo ya que el pueblo era chiquito y sabía que caminando alrededor podía encontrar algo tranquilamente. De cualquier modo le dije que sí porque sólo me cobraba un mango.
Me llevó primero a uno alejado del centro que, como es el standard acá, era bastante viejo y rasposo, aunque no parecía tan sucio.. pero además era caro. Le dije que me lleve a otro, que era otra sucursal de ese mismo hotel pero quedaba en el centro y al parecer era mas barato. Cuando llego y me muestran la habitación…. por favor.. he visto lugares feos, sucios, pero éste era una inmundicia.. una falta de respeto a los huéspedes. Me dice que tenía dormitorio, que eran dos camas pero que no había al momento y la podía tener para mí solo. Cuando abre la puerta… una asquerosidad.. todo sucio, viejo, venido abajo, sábanas que no sólo no deben haber sido lavadas ni cambiadas nunca, si no que hasta tenían brutas manchas en la almohada y en todos lados de vaya a saber que cosa.. me dió náuseas. Después me mostró otra habitación privada y lo mismo.. lo mejor es que no tenía ni ventilador, o no me acuerdo que era lo que pasaba, pero había una silla arriba de una mesa al lado de la cama, onda WTF??. No gracias, pero no sólo no me voy a quedar acá, si no que deberían clausurarte el boliche al carajo por insalubre y antihigiénico.
Fui a ver otro lugar, y si bien no era una mierda como el anterior, pegaba en el palo. Para el cuarto hotel que vi, ya me convencí de que las chances de encontrar algo decente iban a ser escasas o expensivas, y me terminé quedando en un antro de porquería pero que al menos era un poco menos sucio que los anteriores.. aunque eso no significa que era limpio, porque las sábanas ni siquiera eran sábanas.. el colchón tenía un cobertor de una tela sintética fea, al igual que la almohada, que tampoco habían sido lavadas ni cambiadas en un largo tiempo.. porque a lo único que NO olían, era a jabón. Además no tenía sábanas de tela para taparse, sólo una frazada sucia, que la experiencia me demostró, son cunas de bedbugs… por lo que ni las toqué, las puse en cuarentena en una bolsa de residuos y me lavé bien las manos inmediatamente. En la habitación de al lado a la mía estaba el lugar donde guardaban las frazadas… una mugre.. que bien que hice en ni tocarlas. El hotel era bien viejo y tenía tres pisos. El segundo era el que más habitaciones tenía, lo ví a la mañana siguiente cuando subí a desayunar y parecía mas que un hotel, una prisión, o un hospital psiquiátrico abandonado de película de terror.. Mucha ansiedad me dió pasar la noche en este lugar. Entré al baño y me quise dar una ducha, pero no tenía ni toalla, ni papel, ni jabón, ni agua caliente. Tuve que ir a recepción a pedir, pero con lo que tardó en llenarse el termotanque, me hinché las pelotas y me bañé con agua fría. Mencioné que el inodoro tenía una bruta mancha de una frenada en la porcelana? hijos de puta, no te pido que le pases desinfectante porque claramente es un concepto que no manejás, pero si vas a entregar la habitación a un huésped nuevo, lo mínimo que podes hacer es fijarte que no haya un lamparón de mierda en el inodoro! sigh….
Dejando eso de lado, en el pueblito habían teoréticamente un par de cosas para visitar, como una cascada con una lagunita, unos jardines y no se que más; pero como llegué a las 5pm ya era tarde para ir a cualquiera de esos lados, y la verdad que no era algo que me quite el sueño a esta altura.. lo cual coincidentemente significaba que si quería ver esas giladas, me tendría que haber quedado un día entero y otra noche mas en ese pueblo, con sus hoteles de terror. Mmmm… how about NO, Scott?
Salí a caminar un rato, luego a cenar y luego volví al hotel donde conocí a un pibe colombiano que se estaba quedando ahí y nos quedamos charlando un rato, pero como al otro día tenía que arrancar temprano, me fui a acostar no muy tarde, rezando a Jebús de poder pegar un ojo en ese hotel del infierno.
Sumado a todo lo que mencioné antes sobre la habitación, también había mosquitos. Tuve que montar mi red mosquitera y atarla como pude, usar esas almohadas roñosas para sostenerla estirada, ya que encima aunque quisiera no las podía usar porque eran altísimas y re duras e incómodas.. era despertarse con una tortícolis garantizada. Así que sumado al hecho de las sábanas sucias, almohadas ídem y altas, red mosquitera limitando el espacio, frazadas roñosas en cuarentena, sin nada para taparme y con pánico de amanecer picado hasta el ojete, me rocié en repelente de insectos, me puse el pantalón largo, remera y usé un buzo de almohada hasta la mitad de la noche en que sabía me iba a dar frío, para ponérmelo y seguir durmiendo directo sobre el colchón. Refugiado bajo mi red mosquitera, le recé a Buda para no amanecer picado hasta el orto.
Claramente no fue la mejor noche de descanso de mi vida, pero por lo menos a la mañana siguiente desperté sin picaduras, lo cual a esta altura es algo que valoro mucho en cada lugar en el que caigo.
A las 7.30am ya había arreglado con un viejito motoquero para que me lleve a la estación de tren, por lo que ya con toda la mochila armada, desayuné algo en el hotel del infierno y me fuí. La estación era bien típica de pueblito rural, antigua, simple, rodeada de campo. Entro a la boletería y me ofrecen asiento en Upper o en Ordinary, lo cual sería como primera y segunda clase. Habiendo poca diferencia y siendo de por sí el ticket en primera re barato para un viaje de 7 horas, no lo dudé.. no daba andar tanto tiempo en un asiento de madera.
El destino era Hsipaw, un pueblo minúsculo muy tranquilo y relajado, donde honestamente no hay mucho para hacer.. o sea si, se puede ir una cascada, hacer trekking por la montaña y visitar aldeas minoritarias, pasear en bote… todas cosas que a esta altura ya hice en abundancia en distintos países del continente con paisajes similares… pero la razón por la que yo y la mayoría de los viajeros van ahí, es por el viaje en tren desde Pyin Oo Lwin hasta ahí, que es toda una aventura de por sí.
Tres cosas me re cagan de placer cuando viajo: andar en bici, en moto y en tren. Independientemente del destino o el lugar en el que esté, es algo que siempre me emociona y me hace sentir bien. O como diría Blur: "it gives me a sense of enormous well being.. and then I´m happy for the rest of the day".
El tren llegó bastante puntual a la estación, donde luego de que los locales carguen y descarguen miles de cajas y canastos con cosas varias, le anexaron dos vagones más a la formación. Uno de éstos vagones era en el que viajaba yo y el resto de los turistas.. todos sacamos primera porque era un no brainer. Seríamos unos 12 extranjeros aproximadamente, el resto todos locales y la mayoría viajaba en la clase común mas barata y popular.
Tanto la locomotora como los vagones de pasajeros, estaban pintados lindos y en buen estado de chapa y pintura.. la verdad que yo esperaba algo mucho mas decrépito! Si bien por dentro no era un lujo, estaba en mucho mejores condiciones que el ferrocarril Sarmiento por ejemplo, y ni siquiera hablo de los trenes viejos! De hecho el vagón en el que viajé, era de lo más cómodo y espacioso que anduve en materia trenes en mucho tiempo, y eso es incluyendo el tren bala chino! Y es que las butacas parecían asientos de primera clase de aviones.. bastante anchas, reclinables y con una distancia de separación bien amplia con el asiento de adelante, por lo que podías estirar las piernas al máximo y apenas tocabas el respaldo del otro. Para mejor, el costado izquierdo era una sola fila de asientos individuales contra la ventana, y es ahí en donde me tocó a mi! epic win!!
El día estaba hermoso, el sol brillaba, el tren era cómodo y la ubicación perfecta. Buen humor y felicidad instantánea. Finalmente sonó la bocina y arrancamos!.
El viaje fue toda una aventura… primero que todo el camino vas pasando por nada mas que campos y paisajes rurales hermosos, donde predominaba el verde del pasto y la tierra colorada, con algunos granjeros trabajando la tierra cada tanto. Además es todo camino de jungla, y hay muchos tramos por los que pasa el tren donde va prácticamente podando el césped.. los matorrales están ahí nomás queriendo avanzar y la única razón por la que no lo hacen es porque el tren pasa regularmente. Eso no impide que las hojas, ramas, y yuyos alrededor vayan cepillando al tren mientras pasa y tengas que meter la cabeza para adentro porque se meten por la ventanilla a centímetros de tu cara. Si te parás en la puerta del tren, ves como el pasto llega hasta el borde de la escalerita del vagón.. muy flashero!
Pero lo más gracioso de todo el viaje, es la manera en que se mueve el tren. Las vías están bien gastadas y se nota que ya llevan unas cuantas décadas ahí tendidas, por lo que el tren se sacude salvajemente en todas las direcciones… y digo TODAS las direcciones: primero se zamarrea de izquierda a derecha.. después va saltando de arriba a abajo.. y después de izquierda a derecha Y de arriba para abajo al mismo tiempo! Mas que peligroso o molesto, es mas bien divertido! De hecho ves la sonrisa de la gente en la cara, y hasta en los locales que agitan "ehhh!!!" jodiendo cuando pegaba un sacudón fuerte. Y no estoy hablando de: "se mueve tanto que me tengo que agarrar de la baranda", si no de: "se mueve tanto que las pesadas mochilas de los mochileros se caen del porta equipaje". Literal.. el guarda de la estación al arrancar aseguraba las mochilas cuando ayudaba a alguien a subirlas al porta equipaje, les hacía un nudo.. yo no entendía bien porque hasta que en un momento de los sacudones… bum! a una piba se le cayo su pesada mochila encima. Mi mochila tambaleó bastante al principio y en un momento una piba me dijo que estaba al borde de caerse, por lo que la acomodé bien, la dí vuelta y le abroché los clips por debajo de los caños y se quedó piola por el resto del viaje. Claro que los sacudones no suceden durante todo el viaje, pero cuando llegan, se hacen notar..
Además de los paisajes y el encanto de viajar con los locales en un tren rústico a un destino remoto, una de las mejores cosas era cuando el tren llegaba a una estación. Ahí se acercaban señoras vendiendo comida a las ventanillas del tren, cargando con sus bandejas en la cabeza haciendo equilibrio, o pasando por los vagones con pesadas canastas llenas de snacks de todo tipo y bebidas. También podías bajar por unos minutos del tren y comprar ahí si querías. Bajar estaba buenísimo porque tenía mucha onda caminar por las pequeñas estaciones campestres y mezclarse entre la gente de pueblo, por lo que bajé en casi todas las paradas. Como el tren sonaba la bocina para dar la señal de que iba a arrancar y además que aceleraba lento, no había riesgo de perderlo y quedar varado.
Era genial bajar y ver las cosas que vendían, haciendo mención especial a los altos guisos!! en una estación había una mesa con una señora que te vendía un arroz con curry de pollo, todo envuelto en una especie de hoja de banana grande, para llevar. También pasaba otra vendedora de noodles con la bandeja en la cabeza y te servía una porción abundante y muy rica a precios irrisorios! Nunca pagué tan poco por un plato de comida.. una locura!
El viaje no paraba de ponerse cada vez mejor, y aún ni siquiera había pasado por el "hit" del paseo.
El hit en cuestión es el "Gokteik Viaduct", una obra maestra de ingeniería británica construida hace mas de 100 años. Es un puente de metal de 690 metros de largo que cruza de una montaña a otra pasando por un río y un precipicio bien alto de unos 100 metros. Esta sostenido por unas 15 torres de soporte en forma tipo de caballete y es el puente ferroviario mas alto de Myanmar y al momento de ser construido, era el más largo del mundo de ese estilo.
Llega un momento en que el puente se ve a lo lejos y todo el mundo salta del asiento por las ventanillas a mirar y sacar mil fotos. Hasta había en mi vagón un grupo de pibes locales que no se si la estaban flasheando o que pero gritaban "guaaaaaaaauu!!" re efusivamente. En esa parte el tren empieza a descender por un camino muy sinuoso y va serpenteando un buen rato hasta que llega a la última estación antes de cruzarlo. Ahí se bajó un montón de gente, incluyendo los pibes locales que iban en mi vagón. Se quedó en esa estación por un rato, un poco mas tiempo que en el resto de las paradas, y arrancó de nuevo. Ahí siguió bajando hasta llegar al puente, momento en el que bajó la velocidad bastante.. lo cruza bien despacio.
La verdad que si, que es magnífico el puente ese si lo pensás desde el punto de que fue construido hace 100 años y que tiene unas vigas tan altas que no entendés como hacen para sostenerse, o donde está la base desde donde se agarran al suelo. Además no tiene ninguna especie de baranda o protección de ningún tipo a los costados, por lo que podes ver al vacío con total claridad, y la vista del paisaje alrededor es espectacular.
Ya una vez cruzado el puente y pasada la euforia de la gente, el viaje siguió con la misma tranquilidad con la que venía antes.. quizás más aún, ahora que había pasado la ansiedad por llegar al puente.
En ese momento, la piba que venía en el asiento atrás mío me pregunta no se que cosa y nos ponemos hablar. Resultó que ella era una local, una myanmarense (?) del sur pero que estaba trabajando en Pyin Oo Lwin por dos meses y aprovechaba para viajar los fines de semana por ahí cerca para visitar los lugares de su país que no conocía. Trabajaba para una organización financiada por la UE cuyo objetivo era independizar a la policía del control de los militares. Era buena onda la piba y fue muy genial tener la chance de poder hablar con una persona nativa del país, porque aproveché para sacarme dudas y aprender sobre la situación pasada y presente del país, y la verdad que fue súper interesante e instructivo… la bombardeé a preguntas pobre.. pero ella estaba contenta de contar la historia de su país, así que no le molestaba.
Lo primero que le pregunté fue como era bien el asunto de que recién hace tan pocos años se abrió al turismo y al mundo el país, y me dijo que después de la Segunda Guerra Mundial, hubo un período de tres años de ocupación japonesa. Después de eso se independizaron y técnicamente seguían los reyes a cargo del país, pero en 1968 los milicos tomaron el poder y desde entonces impusieron el socialismo y cerraron el país para con el resto del mundo. Como toda dictadura, la libertad de expresión era nula, y como es común en estos casos, te desaparecían por tan solo hablar mal sobre ellos y su régimen. Yo le contaba de nuestra historia pasada con los milicos que te secuestraban en mitad de la noche entrando a tu casa por la fuerza, y me decía que ahí pasaba lo mismo.. que se llamaba la "Special Task Force".
Recién en el 2012 hubo un cambio en la estructura del estado, y ahora gobiernan los "civiles", así entre comillas porque dicen que en verdad, esos civiles son todos ex-militares y que en el fondo del asunto sigue siendo todo controlado por militares. Pero a pensar de todo eso, las cosas empezaron a cambiar un poco y para bien para la gente de Myanmar: levantaron los bloqueos, las fronteras y se abrieron para con el mundo. Antes del 2012, la gente ahí tenía prohibido estar en posesión de cualquier moneda extranjera.. no existían los cajeros automáticos ni los bancos privados. Por eso es que todos los edificios de los bancos en este país son 0km… no tienen mas de 3 años ninguno!. Lo mismo el caso con la telefonía celular, como ya mencioné antes, y con la internet, si bien aún apesta fuerte.
Pero lo mas importante de todo realmente, es que ahora tienen "libertad de expresión". Ya no persiguen ni matan a periodistas por informar u opinar, y tienen permitido tanto ellos como civiles discutir, escribir y leer libremente sobre cualquier tema. Mientras me contaba esto, me dijo: "hace unos años atrás, yo no hubiera podido estar hablando así como lo estoy haciendo ahora contándote todo esto".
Lo siguiente que le pregunté, si bien es por ahí mas de público conocimiento, es porque pasó de llamarse Burma a Myanmar. Me dijo que Burma era el nombre en los tiempos de la colonia británica, pero que es una de las etnias principales del país. Cuando se independizaron pasaron a llamarse Myanmar, que significa algo así como "todas las etnias unidas", ya que en el país habitan mas de 135 etnias distintas, cosa que no me sorprendió demasiado luego de haber visto el popurrí multi racial que es Yangon.
También le pregunté como se llamaba técnicamente su idioma, conocido como "burmés", siendo que ya no son mas Burma. Me dijo que si que popularmente se lo conoce como Burmés, pero que en verdad se llama Myanma, que es como más abarcativo, ya que hay muchas de esas etnias a las que no sólo no les hace gracia que se refieran a ellos como Burmeses, si no que tienen sus propios dialectos y hasta idiomas.
Por último entre otras cosas, le pregunté cual es la onda con eso de que como turistas, los extranjeros sólo tienen permitido visitar ciertos lugares del país y muchos otros están prohibidos. Me dijo que es porque en esas regiones, algunos de los grupos étnicos que habitan, no se llevan bien con los militares del Estado.. y por "no se llevan bien" me refiero a que están en guerra, son onda guerrillas versus los milicos y que viven en una guerra civil, donde las muertes de inocentes son comunes y frecuentes. A veces tienen períodos de tregua de un par de meses, pero después se deschaveta todo y se siguen matando.
Me preguntó si había algo de Myanmar que encontraba como difícil, o chocante, o que me moleste. Le dije que no, que la gente era muy amable y era fácil de moverse alrededor de la ciudad y el país, pero que lo único que me "molestaba", además de los hoteles pedorros y caros, era que te garquen por ser turista y te hagan pagar cosas no sólo como lo de la cámara de fotos en Mandalay, si no que al entrar a cada ciudad turística te obligan a pagar un ticket sólo por entrar a la zona, que cuesta entre 10 y 20 dólares! Ella me contó que esos tickets e impuestos que cobran, no van para los locales ni empresas privadas, si no que los establece el gobierno y todo lo recaudado se lo quedan ellos, y ni siquiera es que invierten esa plata en la zona en cuestión para mantener en condiciones los monumentos y las ciudades.. no, es básicamente un choreo.
Luego de la súper instructiva lección de historia y actualidad, finalmente llegamos a Hsipaw (que se pronuncia Sipó). Ahí nomás todos los turistas fuimos abordados por hordas de gente ofreciendo sus hoteles y guest houses. Mi plan era patear al centro y buscar algo, así que medio que dejé a los demás a ver que negociaban y en base a eso me sumaba o no. En eso la piba myanmarense que obviamente hablaba el idioma, se puso a arreglar con los de un hotel que parecía bastante nuevo, y ofrecían traslado gratis y habitaciones baratas. Bueeno a ver.. vamos a ver que onda.
Llegamos al hotel y ya desde afuera dije siiiii al fiiin! el lugar era 0km.. no debía tener ni un año de abierto.. las habitaciones limpias, nuevas, amplias, luminosas y baratas. Say no more! me quedo acá!. Unas 4 personas habremos sido los que nos quedamos ahí.
Hicimos check in y aún con la tarde por delante en un pueblo chico, había tiempo de sobra para salir a recorrer. Como el atardecer estaba próximo, fuimos la "sunset hill", un mirador en la cima de una colina en las afueras del pueblo, pero que se llegaba fácilmente a pata. Nos quedamos ahí un rato disfrutando la vista hasta que el sol empezó a bajar de a poco, pero estaba medio nublado y no se iba a poder ver mucho, por lo que volvimos al hotel. Aproveché para pegarme una re ducha y descansar. Salí a comer algo por ahí cerca y de vuelta al hotel. Para las 22 horas no sólo ya estaba acostado si no que me quedé frito!
Como me dormí tan temprano, a las 5:45 ya estaba despierto. Me quedé remoloneando un rato y para las 6 y pico empezaban a servir el desayuno en la terraza, así que me fui a morfar y a disfrutar la paz y el silencio mañanero. Bruto desayuno por cierto! re abundante! morfé una banda y quedé joya hasta la tarde.. un golazo!.
Si bien estaba en duda de si quedarme o no una noche más, finalmente opté por tomarme un bondi esa misma noche hacia Bagan que salía a las 7pm, lo cual me dejaba tiempo más que suficiente para terminar de recorrer el pueblo.
Con todo el día por delante, a eso de las 9am en punto fui al Palacio Shan, donde sabía se podía visitar y la señora que vive ahí, ex princesa, es la esposa del último príncipe a cargo antes de los militares.
Era un señora muy copada, determinada a contar la verdadera historia del país y de su familia a todo el mundo que quiera visitar, sin cobrar un centavo.
La historia de su familia y del palacio era bastante larga, pero básicamente se resume en que el último Rey del estado Shan (el país esta dividido por estados, como si fueran regiones o provincias y cada una tenía su propio Rey) tenía dos hijos. El mayor y heredero al trono, había crecido y sido educado en Inglaterra, por lo que se "occidentalizó" y al volver a Burma se rehuso a vivir en el palacio real con su padre. Es por eso que le construyeron este palacio, de arquitectura de estilo inglés, para que viva con su esposa. Luego por motivos que no recuerdo, no se si era que se fue a vivir afuera de nuevo o murió o que, pero como no tenía hijos para seguir la descendencia, el "next of kin" para quedar en el trono, era el mayor de sus sobrinos. Este mas tarde se casó con una Austríaca y vivían ahí en el palacio al momento en que los militares tomaron el poder en el 68.
Luego de la guerra, todos los reyes de cada estado, acordaron en renunciar a gobernar sus regiones, para dar paso a la creación de federaciones autónomas, donde la gente podría elegir su gobierno y ser independientes. Fue así como el milico loco de turno al enterarse de esto, ordenó el arresto de todos los príncipes de todos los estados en la noche previa al día en que se iban a reunir en asamblea para plantear ese proyecto. La excusa del milico era que la idea de federaciones iba a separar y dividir el país, y que él no podía permitir eso, que todos debían permanecer unidos bajo dementes regimenes comunistas. Es gracioso como todos funcionan igual en todo el mundo..
De esta manera fue como secuestró y consecuentemente desapareció, porque nunca jamás admitieron el arresto ni el asesinato de nadie, al Príncipe de Shan. Su mujer Ingrid, la austríaca convertida en princesa que vivía ahí con sus dos hijos, investigó y se movilizó día y noche para saber la verdad de lo que había pasado, o mejor dicho, que los militares lo reconozcan. Mandó incontables cartas preguntando por el paradero de su marido, pero jamás obtuvo respuesta. Hasta que un día en la calle fue a dar con uno de los prisioneros, y de algún modo (no recuerdo todos los detalles de la historia) logró en secreto conseguir una carta escrita en la que contaba que lo tenían captivo y lo habían secuestrado, y que su marido había sido asesinado.
Por todo esto y ante un creciente clima de inestabilidad y por ser extranjera, nadie podía garantizarle seguridad en el país, por lo que se fue a vivir a Estados Unidos con sus hijos, donde residió hasta el final de sus días. Así fue como un escribió un libro "Twilight Over Burma" creo que se llamaba, donde cuenta toda la historia y hasta muestra pruebas y publica la carta clandestina donde le informan del secuestro y consecuente desaparición de su marido. Por supuesto que el gobierno negó esto incansablemente hasta el final, y hasta dio un comunicado oficial en el que ponían excusas y mas mentiras.
Con el príncipe desaparecido y su familia exiliada, quedó a cargo su hermano menor, quien esta vivo hoy día y es el marido de la señora que nos contó la historia, Mrs. Fern. Hoy día el cargo es mas bien simbólico.. ya no tienen títulos de reyes ni príncipes ni nada.. son civiles, pero quedaron a cargo del Palacio, el cual es su actual residencia, y no recuerdo cual fue el arreglo o condiciones en el que los militares los dejaron "en paz" vivir ahí sin rajarlos o matarlos, pero no lo pueden abandonar o se lo expropian.
Esa era mas o menos la historia.. no recuerdo con exactitud algunos detalles o lazos familiares, pero da una idea de como transcurrieron los hechos.
La señora contaba que hoy día, desde el 2012 que les habilitaron la "libertad de expresión", es cuando decidió abrir las puertas de su casa para los turistas que quieran visitar y conocer la historia del lugar. También decía que de a poco estaban cambiando las cosas, que es todo muy reciente pero que mejor que antes claramente están, y citaba un ejemplo en que antes no recibía correspondencia porque todo era filtrado y confiscado lo que era sobre historia y cosas contra el gobierno (el libro de la Princesa Ingrid inclusive), pero que desde que abrió al público su casa, ella estaba interesada en leer los libros que los turistas le regalaban y que luego se los empezaron a mandar por correo, y que el primer libro de todos que le llegó fue uno sobra la historia de el primer militar que dió el golpe del 68. No pensó que le iba a llegar, pero le llegó.. fue una buena señal de cambio positivo.
Muy interesante fue todo lo que contó, para saber mas sobre la historia y cultura del país y del lugar. Además estaba genuinamente interesada en conocer un poco sobre la gente que la visitaba  y te preguntaba de donde eras, que hacías, y que motivo te llevó a visitar Myanmar, entre otras cosas.
Terminada la visita, fui caminando hasta un lugar que se llamaba "Little Bagan", donde se suponían habían unos mini templos en semejanza a aquellos de Bagan, lógicamente. No pasaba nada la verdad.. eran 3 o 4 stupas locas, bastante venidas abajo. Lo único copado fue que a una de ellas que estaba alejada en mano de enfrente separada de las demás, le había crecido un árbol en la punta que salía simétricamente por el centro de la stupa conservando el resto de la estructura casi entera.
Con el resto de la tarde por delante y sin mucho mas para hacer, me puse a caminar random por caminos rurales en el medio de terrazas de arroz con vista a las montañas. Después fui a almorzar algo y me quedé en el hotel escribiendo un rato para aprovechar el tiempo.
Ya llegada la tarde, salí a dar una última vuelta y me tomé un café en un bar que tenía una placentera vista al río. Relajé un rato ahí en el sillón y me volví al hotel a buscar la mochila y de ahí caminando a la estación de bondi.
Una media hora mas tarde de lo planeado, finalmente llegó y no era nada como en las fotos, o como el micro anterior que tomé en Yangon.. era un cachivache viejo y rotoso y para peor el asiento que me tocó a mi, era uno de los únicos dos que no formaban parte de los asientos originales.. habían sido reemplazados. Incómodos, se le salía el almohadón y las piernas te apretaban contra el asiento de enfrente.. y que bueno que a último momento me acordé de agarrar la camperita, porque acá no había ni media manta para cubrirse con nada.
Por lo menos mas adelante se vació un poco el bondi y me quedó el asiento de al lado libre y me pude estirar un poco. Además me agarré una almohada de otro de los asientos, ya que el mío no tenía porque al ser distinto ni siquiera le calzaba el elástico para sostenerlo al apoya cabeza.
De cualquier modo si bien no fue el mas cómodo de los viajes, tampoco fue el peor, y unas 9 o 10 horas mas tarde finalmente arribé en el hit y mas popular de los destinos del país: Bagan.
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toctraveller · 9 years
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Mandalay, Myanmar - 04/06/2015
Llegué a Mandalay tipo a las 5:30 am y enseguida fui abordado por un señor motociclista que me ofrecía llevarme al centro. Aún estaba medio zombie y era muy temprano para andar merodeando por hoteles que a esa hora seguro iban a estar cerrados. Me quedé mirando mi mapa a ver donde estaban los hoteles y el tipo de la moto también me mostró un mapa en papel donde marcaba las zonas de la ciudad, estaciones de bus, el centro y los lugares de interés. Al principio no estaba seguro de viajar con él porque me parecía que cobraba mucho para la cantidad de kilómetros que eran, pero igualmente el tipo se quedó merodeando al lado mío hasta el amanecer. Realmente tampoco es que era tan caro, y la verdad es que tampoco habían muchas otras opciones, así que tipo 6am me llevó a recorrer hoteles.
Como siempre, te llevan a los que ellos tienen tongo con los dueños.. pero bueno, ya había visto que habían varios por la zona, de última podía buscar por mi cuenta si no me convencía. Me llevó al primero, y lo mismo de siempre en este país.. lugares muy viejos, bastante venidos abajo y con una apariencia que te hacen dudar de si al menos pasan una escoba regularmente. Todo a precios mas altos de lo que en verdad costaría un lugar así. Le dije que quería ver otro lugar y me llevó a uno a un par de cuadras. En comparación, el primero parecía un 3 estrellas.. bajé de nuevo a la calle y le dije que no.. NEXT! Me llevó al próximo y lo mismo… argh.. una cagada.
NEXT! y me llevó al próximo que estaba a una cuadra del anterior. Este era un poquito mas caro, y si bien también era viejo, por lo menos se lo veía mas limpio, tanto la habitación como el aspecto general del lugar. Además estaba en el primer piso y no en el 5to por escalera como en el resto de los lugares. Era de momento, el mejor de los que había visto. Aún no convencido, o mejor dicho, queriéndome asegurar que no me este perdiendo realmente de nada mejor, le dije al tipo de la moto que estaba bien, que yo iba a seguir buscando alrededor por la zona por mi cuenta.. ya lo había vuelto loco pobre.. le pagué y me fui a explorar los hoteles aledaños.
Pregunté en dos o tres lugares mas que, si el primero que vi era un 3 estrellas comparado a los siguientes dos, esos últimos antros eran el Hyatt en comparación.. una inmundicia.. todos sucios!.
A esa altura ya me convencí de que no iba a encontrar nada mejor, por que no existía, por lo que volví al último hotel donde me dejó el motoquero, que era el más decente de todos y me quedé ahí. Resultó bastante bien y hasta tenían wifi bastante decente, cosa que escasea bastante en este país.
Habiendo llegado tan temprano, tenía todo el día por delante.. y sorprendentemente no estaba tan arruinado del viaje en bondi! pensé que iba a ser peor. Lo que si estaba, era ridículamente ansioso porque pensaba que no me iban a alcanzar los días en mi estadía en el país para ver todas las cosas que quería y que me quedaban (claramente estaba equivocado y ya debería haberlo sabido a esa altura!). Pensé ésto, porque creía que la conexión entre lugares era complicada y tendría que perder bocha de tiempo para llegar de un destino remoto a otro lugar.. pero mas tarde me di cuenta que había bondis de todos lados hacia todos lados.
De cualquier modo, fui a preguntar los horarios de salida y como llegar a Pyin Oo Lwin, un pueblito cercano que servía de base para la próxima escala en mi viaje. En el hotel me dijeron que ahí en una esquina a dos cuadras pregunte que es de donde salían las camionetas. Fui hasta allá y me dijeron que salían todo el día, a cada rato.. que no necesitaba bookear ticket ni nada.. iba a esa esquina y listo. Joya! eso me viene al pelo!
Sabiendo esto, aproveché el día para ir a recorrer las afueras de Mandalay, que es donde estaban las cosas mas interesantes en verdad. En la ciudad sólo hay un Palacio Real y un templo en la cima de una colina desde la cual se ve toda la ciudad, pero ambas cosas las podía hacer al día siguiente ya que no me iban a tomar mas que medio día de recorrer.
Lo curioso de esta ciudad es que prácticamente todas las casas y edificios tienen un grupo electrógeno bastante grande instalado permanentemente en la calle, ya que los cortes de luz son muy frecuentes, aunque a mi por suerte no me tocó experimentarlos durante mi estadía.
Siendo Mandalay el único lugar donde le alquilan motos a los extranjeros, aproveché y fui en busca de una. Fui a un local por ahí cerca y.. nunca jamás fue tan fácil alquilar una moto.. no me pidió el pasaporte, ni nada.. sólo anoté mi nombre y el del hotel en un cuaderno y ya… encima se olvidó de cobrarme en el momento así que hasta el momento de volver, fue casi como si me la hubieran dado de onda :P
Me dijo que había que echarle nafta, y que con 1 litro hacía unos 30km y que si iba a recorrer todas las afueras, con 3 litros estaría mas que bien. Le pregunté donde había una estación de servicio y me dijo que si bien hay, lo mas práctico y conveniente era cargar en los cientos de puestitos callejeros que había por toda la ciudad.. fácilmente identificables porque son básicamente una repisa en la calle con muchas botellas de litro de agua mineral llenas con nafta y un embudo al lado. Me dijo donde quedaba la mas cercana y fui a cargarle. -"Cuantas? una?" me pregunta la mina de la nafta. -"emm.. ponele dos!". Las distancias no eran tan largas y me parecía que 3 litros me iban a re sobrar.
Lo mejor de todo, es que esa moto era un desafío al TOC.. no le andaba ningún medidor.. El velocímetro ni hablar, ni tampoco importa mucho, pero el indicador de la nafta estaba totalmente muerto también.. era andar a ciegas hasta que se apague el motor!.
Un par de kilómetros al sur de la ciudad, la primer parada fue el U Bain Bridge: el más largo puente de madera del país y según dicen, uno de los mas largos del mundo. El puente conecta ambos lados del lago Taungthaman en la región de Amarapura. Supuestamente es un de los hits de Mandalay, e incluso es la foto de portada de varias guías de viaje del lugar.. pero… mmm.. es sólo un precario puente.. si, es todo de madera.. desde los pilares que lo sostienen en el piso, las vigas que lo refuerza, hasta los tablones del piso. Era como los muelles under de las islas chiquitas de Thailandia, pero en gran escala.
A pesar de que varias maderas se las veía muy secas, así y todo creo que no daba tanta cosita y era mas estable que el del lago en Yangon.
De cualquier modo, no había mucho para hacer mas que cruzar de una punta a la otra, y en cada extremo no había nada tampoco.. un par de restaurantes y puestitos de chucherías, pero nada mas. Cada tanto en el puente habían una especie de refugios, unos techitos con espacio para descansar, en donde había locales vendiendo frutas, comidas, y hasta leyendo la fortuna..
Si lees reviews en internet, encontrás comentarios como: "Walk along the bridge until the end, and meet the local villagers coming back from work to their villages on the other side of the Lake. You will realize this is the best place in Mandalay", yo digo que la gente exagera, o se impresiona muy fácilmente. Es por eso que dejé de creer en comentarios ajenos hace un largo rato.
Caminado el puente de punta a punta, ya era hora de seguir viaje. Próxima parada: Inwa. Supuestamente era una pequeña ciudad antigua, y quedaba del otro lado de un río.. pero no del río principal el cual se podía cruzar con un puente, si no de uno mas pequeño que sólo se cruzaba con un barquito. Era un bote chiquito, pero en la proa tenía lugar para un par de motitos, y la mía era una de ellas. La crucé al otro lado y me puse a recorrer.
Al llegar ahí habían servicios de carruajes que te llevaban a ver las atracciones principales por unos 8 USD para dos personas.. ladris! aguante mi motito!
Me puse a deambular random siguiendo los caminos y las cúpulas de los templos que aparecían en el horizonte. No era muy grande el lugar, y era mas bien todo campo y cada tanto en el medio aparecía un templo o un par de stupas. No tenía mucha idea tampoco de que había para ver, o cual era la atracción principal.. me puse a andar por el camino principal y le di derecho un rato como para explorar.. sin saber bien a donde iba. En eso me encuentro con un señor en carruaje circulando en sentido contrario al que yo iba. Me mira como diciendo: "a donde vas, pibe?" y me hace seña con la mano de "para allá", como indicando que las cosas para ver estaban en la dirección contraria a la que yo estaba yendo. Seguí su consejo, di media vuelta y pegué derecho. Ahí llegué a una intersección donde un local pasó y me dijo "monastery!" y me señaló camino adentro. Ese era el must see del lugar en teoría.
Al llegar ahí, había una boletería que decía que todos los extranjeros necesitaban un ticket que costaba 10 USD para recorrer la zona de arqueológica de Mandalay y alrededores.. "ladris hdps!", me dije. "10 dólares para ver esta verga?? estamos locos??", pero después pregunté y me dijeron que era para toda la zona y duraba por una semana. También me acordé que el motoquero que me llevó desde la terminal de bondi, me había comentado al respecto.. y siendo que el ticket también te lo pedían para entrar al Palacio Real al cual iba a ir al otro día, no quedó otra que comprarlo y ya. En teoría también era necesario para visitar el puente de madera que había estado antes, pero ahí no me lo pidió nadie.
Di una vuelta por el monasterio en cuestión, el cual estaba hecho todo de madera, recorrí un poco los campos aledaños que tenían unas ruinas de unas stupas por ahí en el medio y ya me volví al río a tomar el barquito de vuelta. Mas que los templos, lo mas divertido fue recorrer el lugar en moto.. eran todos caminos de campo, calles de tierra y bastante verde alrededor.
Ya de vuelta en el otro lado del río, seguí viaje hacia la última parada: Sagaing.
Sagaing es una ciudad llena de monasterios budistas y templos, dispersos alrededor de las muchas colinas que tiene la ciudad. También tiene como una especie de "Universidad de Budismo", que es uno de los templos más llamativos y originales de la zona y es donde residen los aprendices budistas.
La pagoda central esta en la cima de la colina mas alta llamada "Sagaing Hill", y esta rodeada por una serie de escaleras que suben la montaña conectando con otros monasterios y pagodas mas chicas. Es posible subir desde la base por una de estas largas escaleras hasta la cima… o podés subir por la calle de atrás con la moto. Les dejo adivinar que opción elegí (spoiler alert: la moto).
Uno de los lugares mas interesantes es la U Min Thonze Pagoda, que tiene en su interior una serie de 45 estatuas de Budas una al lado de la otra, pero además, toda la decoración interna y externa es súper brillante y colorida. Además desde la cima del lugar, hay una vista muy linda de toda la ciudad, y se ven las miles de pagodas alrededor… un montón de techos dorados brillando en el horizonte, con el río y el puente detrás.
Lo único malo de recorrer estos templos es que, al ser lugares "sagrados", no te dejan entrar con calzado de ningún tipo.. tenés que dejarlos en la entrada y caminar en pata.. lo cual no es problema cuando estás adentro, pero cuando querés recorrer los templos por afuera, bajo el sol aplastante que hace calentar el piso a temperaturas extremas… bueno, es casi como caminar sobre una sartén!
Al entrar a uno de estos tantos templos, justo estaba con la cámara de fotos en la mano, y una mina me dice: "tenés que pagar 300 kyats por la cámara", señalando un cartel que indicaba eso. QUE?? NAA dejame de joder! dejen de robar a los extranjeros! Me hice el boludo y pasé caminando como quien no quiere la cosa.. por suerte al salir no me dijo nada.
Fui al estacionamiento a buscar la moto, abro la mochila y no encontraba las llaves por ningún lado. Chequeé en lugar donde siempre las guardaba y no estaban.. "por ahí se cayeron al fondo de la mochila", pensé.. pero revolví todo y no estaban. Miré en lugares en que nunca las hubiera guardado, por las dudas, y nada.. revisé nuevamente todos los bolsillos de mi pantalón y nada.. me agarró un mini heart attack y fue ahí cuando me dí cuenta que había cometido tal vez el acto menos TOC de mi vida.. casi una falta de respeto y deberían haberme retirado la credencial: dejé la llave puesta en el baúl de la moto….
Que bueno que ahí nadie chorea nada, y que bueno que no me habían retenido el pasaporte en caso de que si me la hubiesen choreado!.. pero igual.. que boludo! Lo que pasó es que apenas estacioné, vino una mina a perseguirme para que pague el estacionamiento y no me dio ni tiempo a acomodarme.. abrí el baúl bajo el asiento de la moto para guardar el casco, y después saqué la billetera de la mochila para pagarle y me olvidé de guardar la llave. Como había abierto y metido y sacado cosas de la mochila, mi cabeza procesó que ya había guardado la llave también. Que cagazo, la puta madre..
Mas allá de eso, Sagaing fue lejos el lugar que más me gustó, sobre todo por los techitos dorados que se ven sobre las colinas.
Ya adentrada la tarde, hambriento y acalorado, era hora de volver a la ciudad, pero no sin antes embarcarse en un nuevo desafío TOC: "llegaré a destino con la nafta que me queda?", si un litro eran 30km y yo le cargué dos, y si bien de Mandalay a Sagaing hay sólo unos 23km de distancia, yo ya había parado en el puente y en Inwa, mas todas las cuadras recorridas adentro.. debería de llegar bien, peeero..
Aparte pensaba por ahí también aprovechar la moto e ir el mismo día a Mandalay Hill que quedaba más alejado del hotel, y dejar sólo el palacio para el otro día.. pero finalmente decidí tomármelo con calma.. sabía que me iba a sobrar tiempo y no había necesidad de exigirse tanto, sobre todo estando mal dormido y hambriento.
Por esta razón fue que dije: "ya fue, yo no le cargo nada".. porque aparte si me quedaba barado, ya había visto a la ida que todo el camino estaba cubierto por estos puestitos indies de vendedores de nafta callejeros, por lo que no iba a ser tan terrible llegado el caso. Igual no pasó nada y llegué lo mas piola a la ciudad. Devolví la moto y recién ahí le pagué al tipo que se había olvidado de cobrarme antes de salir.
Volví al hotel a pegarme una ducha y ya cagado de hambre, fui a buscar un restaurant. Encontré uno, rasposo como todos los lugares en este país, y me pedí algo de morfar y una birra. Milagrosamente, la birra que me trajeron estaba bien fresquita.. y con el calor que hacía, me vino espectacular. En eso empezaron a dar en la tele un partido de fútbol de Myanmar vs Singapore.. y yo no soy un experto, pero creo que tenían menos fútbol que la revista Para Ti. De cualquier modo fue divertido porque estaba rodeado de locales, y quería ver como se comportaban, que pasión les generaba el fútbol comparado con sudamérica, mas allá de que era un partido de sub-20 creo. Les gusta mucho el fútbol extranjero.. son re fans del futból argentino y europeo.. cada vez que digo que soy argentino me dicen: "ohh very good football!.. Messi!" y algunos hasta me nombraron a Mascherano, Di María y Aguero!. Como la birra estaba tan fresca, me pedí una segunda y me quedé viendo todo el primer tiempo. Como ya estaba bastante cansado de andar todo el día y mal dormido, para el final de la segunda birra ya estaba levemente puesto, por lo que me volví al hotel a descansar.
Al otro día arranqué temprano, alquilé una bici y me fui al Palacio Real, donde obviamente, vivían los reyes en la antiguedad. Lo mas loco es que el lugar esta en un predio amurallado rodeando de unos canales, y en el medio de todo está el palacio. Según los carteles en la entrada, es una zona restringida y los extranjeros sólo pueden transitar, visitar y sacar fotos exclusivamente al Palacio y nada mas..
El Palacio en cuestión estaba bien.. a esta altura luego de haber vistos tantos, no me impresionó tanto.. pero quizás si al igual que antes, lo que sumó puntos es que no había nadie alrededor.. tenía todo el lugar casi para mi sólo, y eso siempre garpa.
Al salir de ahí me subí a la bici y rompí las reglas.. me puse a andar por las calles del costado, las cuales se suponían eran off limits para los extranjeros. No había mucho, mas que casas y lugares militares, pero nada que parezca muy confidencial. De hecho pase por al lado de bocha de milicos en motito o a pata y nunca nadie me dijo nada.. hasta en un momento llegué a una especie de plaza que tenía un avión viejo hecho mierda ahí en muestra y me bajé a verlo. Al volver a la bici la gente alrededor me saludaba amablemente con una sonrisa.
Muy tranquilo di toda la vuelta, que aún tenía bocha de tiempo.. mi plan era ir a Pyin Oo Lwin onda después de mediodía, cosa de pasar la noche allá y a la mañana siguiente tomar el tren a Hsipaw.
Del palacio me fui a Mandalay Hill, que quedaba ahí detrás. Se podía subir en bici, si, pero creo que hubiera sido más fácil dejarla abajo y subir las escaleras a pata… faaa la puta como me costó! sin moto era imposible lo empinado que era el camino a la cima! La mayor parte del camino la hice a pata acarreando la bici porque no me daban las piernas para subir semejante pendiente y menos aún en una bici sin cambios!
Finalmente llegué a la cima y había un templo arriba de todo el cual tenía un mirador hacia toda la zona. No era nada espectacular el templo en cuestión.. bastante chiquito.. era mas que nada por las vistas del lugar. Encima al llegar, de nuevo me quisieron cobrar por la cámara de fotos! chorros! esta vez no pude zafar y para peor era el triple de lo que cobraban los otros!! que bronca me da que te expriman guita por ser extranjero.. te ven como un signo de $.. si bien lo recaudado no queda en manos privadas y va al estado, igual..
Cansado y cagado de calor de subir todo eso con los 200 grados que hacían, la bajada fue gloriosa, y hasta un poco peligrosa porque toda esa pendiente en bajada te hacía alcanzar velocidades muy altas.. y en camino de tierra y montaña con tantas curvas.. peligroso.. tuve que bajar con los frenos casi clavados y así y todo a veces no daban abasto.. pero fue divertido igual.
De camino al hotel, encontré un supermercado y me compré una birra y unos maníCes, los cuales me morfé en el hotel mientras descansaba un rato antes de emprender viaje nuevamente.
Devolví la bici y me fui a la esquina a buscar una de estas camionetas. En verdad habían dos opciones: estas pick ups, que costaban 1 dólar pero tardaban 3 o 4 horas y viajabas como ganado, lleno de gente y cargadas el techo hasta el pingo de cajas y demás porquerías, o tomar un taxi compartido, para 3 personas en total, que costaba 6 dólares, y llegabas en una hora. Ni lo pensé.. tomé el taxi y viaje sentado bien cómodo y llegué en un re pedo a destino.
Una vez allí, a buscar donde pasar la noche para emprender al día siguiente una nueva aventura.
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toctraveller · 9 years
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Yangon, Myanmar - 01/06/2015
Luego de un vuelo muy tranquilo, con poca gente, finalmente llegué a Yangon, o "Rangoon", para los amigos en los tiempos de la colonia británica. Aproveché para cambiar los restos de moneda china y vietnamita que me quedaban encima, aunque te recontra caguen en los aeropuertos, pero por lo menos no me quedan de garpe al pedo. Salí al hall de arribos y había un stand de taxis que te llevaban por un precio fijo al centro el cual estaba mas o menos acorde a lo que había leído que costaba ese viaje, y además te evitaba el fastidio de andar negociando con tacheros indies.
Lo primero que noté fue el insano tráfico vehicular.. creo que tardé mas del aeropuerto al centro que lo que tardó el vuelo. Y es que en Yangon las motos están prohibidas. Según el rumor que casi afirman los locales, la razón por la que las prohibieron fue porque el milico a cargo una vez tuvo un accidente con una moto, y quedo medio cagado y decidió prohibirlas para toda la ciudad. La versión oficial que dieron, fue que era por motivos de contaminación y demás.. lo cual es ridículo porque en vez de haber motitos escabulléndose por la ciudad, hay miles de autos, que entorpecen, contaminan el doble y crean caos vehicular.
Una vez en la ciudad, terminé en un hotel que había visto estaba mas o menos en precio por la zona, y aunque era caro para lo que era, zafaba. Los hoteles y hospedajes en este país son mas caros y de menor calidad que en el resto de Asia, y es que este país recién fue abierto públicamente al turismo en el 2012.. antes de eso había que aplicar para visa en la embajada y veían tu caso muy específicamente y tenías que presentar bocha de papeleríos, cuando ahora la podés sacar online, o incluso on arrival en el aeropuerto.
Por esta razón es que la infraestructura para el turismo (y para la ciudad en general) todavía no está tan desarrollada como en el resto de los países asiáticos, que reciben millones de turistas durante todo el año desde hace décadas. De hecho, antes del 2012, ni siquiera existían los bancos ni los cajeros automáticos! Los locales no tenían permitido poseer moneda extranjera siquiera.. el acceso a internet era prehistórico y la internet móvil nula.. de hecho, una SIM para el celular costaba como 6000 USD hace unos 10 años! una locura.. cuando ahora por $2 te podes comprar una, como en todos lados. Las redes 3G no existen.. están con GSM aún y otras tecnologías ya obsoletas para el resto del mundo.
Si bien hoy día está cambiando de a poco y rápidamente (hay bancos, cajeros y wifi por todos lados), al haber estado apartados del mundo durante tantos años, la globalización todavía no hizo estragos por acá… la ciudad, y el país en general, pareciera estar como detenido en el tiempo.. no hay edificios muy altos ni modernos, excepto en la capital administrativa del país. Las casas son bien viejas, de los tiempos de la colonia británica y están bastante rotosas, los bondis lo mismo.. se caen a pedazos y van hasta las re manos de gente siempre.
Sin embargo mas allá de que la ciudad no tiene mucho encanto visual, tiene una atmósfera bastante particular.. justamente por el hecho de no estar súper desarrollada ni modernizada como el resto de las capitales asiáticas, posee una mezcla importante de etnias, culturas, y religiones. Yo esperaba ver como era la gente y los rasgos típicos de un "burmes", pero la verdad es que es una mezcla de etnias tan grandes, que te encontrás de todo.. chinos, burmeses, indios, y gente del resto de los países del sudeste asiático. De hecho Myanmar significa algo así como "todas las etnias unidas" (mas info al respecto en los próximos posts). Todos caminando por las viejas calles de la ciudad, con sus tradiciones y vestimentas típicas burmesas intactas. Los hombres se visten con un pantalón que es mas bien como una pollera, una bombacha de gaucho, se llama "Longyi" y es como una tela larga bien ancha que se enroscan alrededor de la cintura y amarran con un nudo muy simple. Además, todos mastican una cosa, que no se bien que es.. como una planta rara, pero es como una pasta que les pone los dientes todos rojos, y los hace salivar mucho porque los ves escupiendo a cada rato.. si bajás la cabeza y mirás cualquier parte de la calle, vas a encontrar manchas rojas por todos lados. No entiendo bien la onda de masticar algo lo suficientemente feo como para no tragar el jugo que larga.. pero buen.. tradiciones.
Pero es justamente todo eso lo que lo hace interesante.. más auténtico.. es como un viaje en el tiempo al sudeste asiático.
Habiendo dicho todo eso, Yangon no es un lugar en el que haya mucho para hacer ni valga la pena quedarse mucho tiempo. De hecho el único atractivo turístico y/o lugar de interés es la Shwedagon Pagoda, y es ahí a donde me dirigí la mañana siguiente.
"Shwe" significa "dorado" y "Dagon" era el nombre antiguo de la ciudad en el siglo 11. Todo es "Shwe" acá en Myanmar, y es que es el lema del país.. "Golden city", "Golden country", por todos los templos con sus doradas cúpulas.
Eran unas 20 cuadras desde el hotel hasta ahí, así que fui pateando. Al llegar a la entrada pensé que estaba cerrado o algo porque no veía hordas de gente alrededor. El lugar y el parque sobre el que estaba montado era enorme.. tenía entradas por los 4 costados, cada uno de ellos con unas puertas de acceso bien despampanantes. Entré por una que parecía un palacio en la entrada.. muchas columnas, piso de lajas, y tenía escaleras mecánicas para subir a la cima, donde estaba el templo en cuestión.
Al llegar arriba… faaaa! ahora entiendo el porque del "dorado" en el nombre!.. un flash! Si, TODO es dorado.. desde la gigantezca pagoda con forma de campana que está en el medio, todos los adornos que la rodean y los techos de todos los templos que tiene alrededor.. es una locura! Creo que estoy en condiciones de decir, que de todos los miles de templos en ciudades asiáticas que vi hasta el momento, este es por lejos el mejor.. y no se si es por el hecho de que esta buenísimo y es imponente y destacable por el nivel de detalles que tiene, o porque no está infectado de turistas como todo el resto. Muy pocos extranjeros habían, se contaban con una mano.. la mayoría eran locales, y como era temprano a la mañana también habían pocos aún. El hecho de caminar en un lugar de esa magnitud sin ningún turista, te mejora la experiencia en un 200%.. se siente como algo real y auténtico, y no como una atracción turística súper explotada y popular.
Lo caminé alrededor un rato largo, no dando crédito a mis ojos.. le habré dado unas 20 vueltas mirando todos los adornitos, los techos, las estatuas, las campanitas que colgaban de la cúpula, los espejitos y brillantes incrustados en las columnas de los templos y los budas.. y de ahí me metí uno por uno en todos los templos alrededor.
En una de esas, se me acerca un viejito que me pregunta de donde soy y se me pone a hablar del lugar y me cuenta que alrededor de la campana gigante (que le dicen pagoda pero según vi en otros países le dicen stupas), habían varias "esquinas", una por cada día de la semana. Por ejemplo estaba la "monday corner", "tuesday corner" y así con cada día de la semana. Me dijo que de acuerdo a la tradición budista, no se que pasaba con el sol dependiendo el día de la semana en que habías nacido, y que la gente iba a cada esquina según el día de su nacimiento a rezar y "bañar al Buda". Me preguntó que día nací y le digo.. emmm ni idea.. y en eso saca un librito de su bolso y me dice que el era profesor de no se que pero ahora estaba retirado porque ya estaba muy viejo y no lo dejaban dar mas clases. Me pregunta la fecha de mi nacimiento y se fija en su libro que día cayó. -"Domingo!!" me dice y me da la mano.- "Estoy muy orgulloso de vos!" Emmm.. medio que yo no lo elegí, pero bueno.. gracias?. Aparentemente el domingo era un día pulenta para nacer. Y me dice, "vení vamos a la esquina del domingo así lavás al Buda.. es una experiencia nueva para vos". Estaba clarísimo que quería dinero, y se hizo mas obvio cuando me preguntó: "en que hotel te estás quedando? cuanto pagas?", pero fui hasta ahí por curiosidad. Al llegar me dice que vaya con el que me muestra, pero le dije que no, que gracias pero que no tenía plata. "Bueno", me dijo, y se fue así sin mas.. siguió caminando de largo sin insistir ni nada.. que alivio!.
Y lo de lavar al Buda es así como suena.. cada esquina tiene un Buda y un jarrón con agua y tacitas que la gente agarra y le vierte encima en la cabeza y el cuerpo de la estatua del Buda.. será algo de purificación? go figure.. pero la gente lo bañaba con mucho entusiasmo, y muchas veces en grupo de a varias personas a la vez!.
Seguí dando un par de vueltas mas, porque la verdad que me gustó mucho el lugar, y ya casi para mediodía me fui.
Al salir seguí caminando hasta llegar a un parque con un lago que quedaba ahí a un par de cuadras. No tenía nada en especial, mas que una pasarela de madera arriba y alrededor del lago, la cual estaba en precarias condiciones, con varios tablones rotos y te daba un cagazo.. no estaba flojo ni nada, pero…. mmm… mamita..
Lo caminé hasta el final y encontré una especie de barco/templo o no se lo que era, con unas estatuas gigantes en las puntas, flotando en el agua.. lo curioso es que ese coso está en la etiqueta de la birra local… algo de importancia debía ser.
Seguí bajando camino abajo como para volver al hotel (ya había caminado una re banda) pero antes pasé por la estación de tren, que tenía en la mano de enfrente las boleterías de bondis. Ahí compré un boleto para el día siguiente ir a Mandalay, ya que en Yangon no había mucho más por hacer.
El bondi salía a la noche al día siguiente, por lo que tuve todo una tarde al pedo que aproveché para bajar fotos y tratar de ponerme al día. Luego fuí a caminar en busca de un supermercado para stockearme de giladas para el viaje y de ahí a almorzar algo. Tipo 7 salía desde la estación de tren un transfer hasta la terminal de bondis de larga distancia, que quedaba bastante lejos. Mi idea era ir caminando desde el hotel a la estación de tren (unas 20 cuadras), pero al salir del restaurant que quedaba en enfrente al hotel, se largo a llover con furia, y tuve que clavar un taxi hasta ahí.. no me quería re cagar mojando y enfermando de nuevo.. sobre todo porque de tan sólo cruzar la calle, ya fue suficiente para empaparme las patas.
Igual al rato paró, y tomé el transfer que tardo como una hora y media por todo el terrible tráfico que había, para hacer algo de 15km hasta la terminal de bondis, el cual me dejó frente al local de la empresa en la cual yo viajaba y ahí esperé brevemente a que salga el micro, el cual era muy nuevo y cómodo y hasta te daban frazaditas. Salió puntual en el horario estipulado y unas 8 horas mas tarde, arribé de madrugada a Mandalay.
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toctraveller · 9 years
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Beijing, China - 26/06/2015
Otra vez arriba del glorioso tren bala, esta vez por mas tiempo.. unas 5 horas y media nomas para hacer 1200km. Llegué a Beijing antes de las 4pm y si bien no tenía hospedaje bookeado, de ahí me tomé el subte hacia una zona en donde sabía habían un par de hosteles. Llegué al primero y sabiendo que los precios en la capital eran aún mas caros que en las otras ciudades, no quise dar mas vueltas y ya me quedé ahí. No estaba mal el lugar, pero los colchones eran mas bien colchonetas.. sentías las maderas de la cama de lo finito que era.. pero bueno, ya fue.
Como ya era tarde y quedaban sólo las últimas horas de sol del día, decidí ir a dar una vuelta por la entrada a la Ciudad Prohibida y la famosa Tian'anmen Square, la cual tal vez conozcan por esa famosa imagen del tipo que frenó el avance de varios tanques de guerra en pleno desfile.
Me mandé caminando, no parecían muchas cuadras desde el hostel hasta la parte trasera de la Ciudad Prohibida unas 20 o menos, pero de ahí a la entrada principal del frente, eran unas 20 cuadras mas… así que terminé caminando bocha solo para llegar.
Finalmente cuando llegué a la entrada por el costado, pasé el control de seguridad en el que te escanean con rayos X la mochila (ya había mencionado en otras ciudades que lo hacían en las terminales de bus y de trenes, pero acá también lo hacen en todas las estaciones de subte y al entrar a la plaza y el palacio también) y me paré de frente a la entrada principal de acceso a la Ciudad Prohibida. FAAAA! dije, y me pasó algo que no me había pasado hasta el momento.. se me puso la piel de gallina, y es como que me cayó la ficha de "guaau.. mirá donde estoy!!" un lugar tan famoso, con tanta historia! fue un flash, y eso que ese día era tarde y ni siquiera entré a verlo por dentro!.. pero tenía algo hipnotizante esa entrada.. no podía dejar de mirarla fijo!. Crucé a Tian'anmen Square para tener una mejor vista (esta justo en frente a la Ciudad Prohibida, separada por una avenida) y lo mismo.. un rato largo mirando fijo esa puerta de entrada.
Después di una vuelta alrededor de la famosa plaza en cuestión, pero la plaza en sí no tiene mucho encanto.. es bastante grande, pero toda de cemento, mucho espacio vacío, unos canteros con verde a los costados y no mucho mas, excepto por un Monumento a los Heroes de la Gente y un museo a Mao en el medio. Lo que sí es que está rodeada por el Museo Nacional en uno de los costados y en el otro extremo de la plaza, por una de las antiguas puertas de acceso a la ciudad. Igualmente tiene onda caminar por ahí.. por la historia y sobre todo por la Ciudad Prohibida enfrente.
Así de manija y flasheado como quedé, me volví caminando, pero por otra ruta, siguiendo la avenida principal hasta doblar en alguna otra que me lleve hacia el norte, ya que como recién llegaba a la ciudad, quería ver que onda los alrededores del centro también. En eso encontré una calle peatonal donde habían varios shoppings caretas y negocios varios de todo tipo. Me mandé por ahí a ver que onda y vi un cartel que decía "food street". DONDE?!, me dije, ya que no había almorzado nada y estaba cagado de hambre. Era como una zona de callejoncitos llenos de puestitos de comida, que al principio te hacían temer lo peor ya que los primero negocios que aparecían, vendían al estilo Thai escorpiones asados y demás insectos horribles.. para peor, los escorpiones "crudos", estaban en una lata ensartados en una brochette… VIVOS! los veías mover las patas y la cola!… arrggh!. Dí unas vueltas hasta encontrar algún lugar que venda algo simple, como noodles o arroz, lo clásico.. como para recuperar energías para seguir con la caminata de regreso.
Al día siguiente si, manija total fui temprano a la Ciudad Prohibida (de ahí en más me empecé a mover siempre en subte ya que era re barato). El lugar es gigante, tendrá unos 2km de largo por 1km de ancho, y está formado por un montón de templos enormes en el medio y de Palacios de todo tipo, ya que ahí era donde vivieron todos los emperadores de todas las dinastías, por lo que lógicamente es todo muy antiguo, de más de 600 años muchas de ellas. Como era de esperarse, estaba hasta el pingo de gente, por lo que recorrer algunas partes, sobre todo los templos principales donde estaban los tronos, se complicaba un poco ya que era difícil pasar mas de 2 minutos siendo empujado por multitudes, sin tener ganas de asesinar a alguien. Eso, y el hecho de sacar fotos semi decentes.. se complicaba conseguir una toma donde no haya un chino de por medio arruinando la escena.
De cualquier modo, estaba buenísimo el lugar.. muy loco todo.. era un laberinto de cientos de casitas para ver, y todo con un notable nivel de atención al detalle.. por ejemplo, no sólo los pasillos tenían puertas que conectaban a otros pasillos laterales, todas adornadas con mosaicos y hasta estatuas de leones (o algún bicho mitológico similar), si no que todos los techos estaban formados por miles de tejas, las cuales todas y cada una de ellas tenía grabada el dibujo de un dragón en el medio. Además, en cada esquina de los techos, también habían varias mini estatuitas de dragones. Muy bonito.
Como dije, el lugar es enorme.. y te toma un buen rato recorrer todo, o casi todo, porque además adentro hay varias muestras de objetos, relojes y demás a las cuales podés entrar (pagando aparte, claro), y como ya estaba ahí, entré igual para ver de que se trataban. Algunas estaban bien, otras eran medio meh.. La de los relojes estaba buena, pero eso capaz es porque a mi me gustan los relojes.
Como siempre, casi no paré a descansar mas que unos poco minutos, y así y todo aunque hubieron unas partes que no fuí, estuve mas de 4 horas ahí adentro.. y es que si bien es impresionante y esta buenísimo, después de un rato es todo mas de lo mismo.. y si no ves una de las casitas no te vas a perder de mucho porque arquitectónicamente hablando, es igual a las 100 otras que ya viste.
Igualmente antes de irme, di un par de vueltas nuevamente por todos los lugares para asegurarme que no me haya perdido nada de lo importante. Lo único que no vi, fueron unos halls al costado de la entrada principal, cerca de las murallas del costado.. pero no era tan importante.
Una vez afuera (se salía por el extremo opuesto al que se entraba) había un parque con una colina en la que había un templo en la cima con una buena vista panorámica a la Palacio Imperial y también al resto de ciudad. De ahí me fuí a dar una vuelta con luz del día por Tiananmen Square y después a la peatonal en Qianmen, justo enfrente al final de la plaza. Caminé un rato por esa peatonal que era bastante moderna, por la que pasa un tranvía turístico que hace un par de cuadras nomas.. no es nada que valga la pena. Había otra peatonal también que la corta y baja hacia el oeste, en donde aproveché para almorzar algo en algún antro de por ahí y seguí viaje, siguiendo los supuestos lugares de interés que figuraban en el mapa.. pero no mucho mas había, sólo unos callejones en donde habían galerías de arte supuestamente, pero la mayoría eran bien under y no había nada.. sólo barrios medio marginales donde vivía gente.
Cansado, pero habiendo aprovechado bastante el día, me volví al hotel a descansar y buscar un vuelo que me saque de Beijing en alguno de los siguientes días. Encontré uno para el lunes siguientes, lo cual me dejaba un margen amplio para recorrer todo lo que me quedaba de Beijing (que aún era bastante) de un modo mas tranquilo.
La mañana siguiente fui caminando unas tres estaciones de subte arriba hasta la zona de Shichahai a ver los callejones, o "hutong", como le dicen en chino. Eran varios callejones paralelos en una misma manzana, en los cuales habían varias ex residencias de algunos personajes importantes de la historia local, cuyo nombre o mérito no recuerdo, pero que tampoco se podía visitar mucho, sólo había una placa en cada esquina que lo indicaba. Cortando transversalmente todas esos callejones, había un callejón mas, pero éste a diferencia de los otros era peatonal y estaba todo lleno de negocios. Estaba bastante modernizado, y si bien era pintoresco, no se sentía una atmósfera de lugar antiguo tradicional, por lo que era como un centro comercial mas. Di un par de vueltitas por ahí y encontré que había un río cerca. No era nada especial, pero encaré hacia ahí y lo fui bordeando hasta que salí a una avenida principal, donde estaba la entrada al subte. Al fondo del camino había una "Drum Tower", muy similar (por no decir igual) a la que estaba en Xi´An.. quizás un poco mas chica nomás. Me acerqué a ver que onda y al ver que no pasaba nada especial, me volví como para la estación de subte.
Al llegar a la entrada, noté que al costado había una calle que parecía bonita y que daba a un lago, con varios negocios, pero con onda. Me mandé por ahí y resultó desembocar en un lago mas grande aún. Caminé un poquito (porque ni daba darle toda la vuelta) y me quedé dando vueltas por las callecitas esas que tenían onda.
Un par de vueltitas y me volví para el subte y me fui hasta el Temple Of Heaven, un parque grande al sur de la ciudad en donde hay varios templos que eran usados en la antiguedad para hacer ceremonias y sacrificios al cielo y al clima para obtener buenas cosechas. Ahí, está una la estructura circular hechas íntegramente de madera mas grande y antigua de todo China. De lejos se la veía bonita, pero cuando te acercabas veías el nivel de detalle del tallado y de los encastres, además de todos los colores y figuras de las que estaba pintado, y era muy loco. Todo eso estaba dentro de un parque bastante grande, y en él habían otros tantos templos y altares para ver, y varios jardines y plantaciones de rosas. Estaba lindo, era tranquilo, relajante.. me senté en el jardín de las mil rosas a descansar las patas una media horita, antes de volver a arrancar.
A la salida del templo, estaba el Pearl Market.. el shopping de cosas truchas y baratijas chinas que todos estábamos esperando! Fuí a ver que onda, y vendían desde cargadores, hasta smart watches, mp3 players, teléfonos, parlantes, cargadores portátiles.. de todo. Había que regatear, pero se podían conseguir buenas gangas si insistías. Yo no compré nada electrónico porque la verdad que no necesitaba nada.. me compré un short nomas (vendían de todo, no sólo electrónicos) que me era mas útil que cualquier otra chuchería.
Me volví directo a la zona del hostel, donde descubrí un antro amigable que servían altísimos guisos por sumas irrisorias y el cual se convirtió en mi restaurant de cabecera por los próximos días.
El día siguiente fue un viernes y fue mi día libre. Tenía ya planeado hacer el resto de las actividades durante el fin de semana, ya que el clima iba a estar ideal. Se suponía que llovería ese viernes, pero al final no llovió.. a la mañana nomas encontré el piso de la calle un poco mojado, pero se secó al toque y después estuvo caluroso y cubierto de nubes, pero igual pegaba el sol.
De cualquier modo ese día tenía mucho booking por hacer.. siendo los próximos ya los últimos destinos de este viaje (buuuuuu :(  ), necesitaba ya definir fechas fijas y comprar el resto de los pasajes, sobre todo la vuelta a London, antes de que suban más de precio, o pierda disponibilidad en los pocos buenos que había. Estuve toda la mañana buscando intensivamente la mejor opción, buscando el balance justo entre horas de vuelo, escalas, horarios y obviamente, precio.
Luego de volverme bastante loco, finalmente para mediodía ya tenía todo listo… me fui a mi antro favorito a almorzar y como tenía toda la tarde libre, decidí caminar hacia el norte hasta (yet another) Yonghegong Lama Temple. Un templo más.. pero como estaba al pedo y no era tan cara la entrada, me mandé a ver que onda. No pasaba nada la verdad.. las mismas estructuras de templos que en los otros lados. Muy lindas, si, pero similares. Lo único era que uno de estos templos tenía adentro una estatua gigante de un Buda de pié que la deben haber construído desde adentro porque no hay forma de que eso haya pasado por la puerta.
Al salir de ese templo y como estaba cerca y con tiempo libre, fui a chequear que onda la estación de subte de la que salía el tren al aeropuerto, ya que mi vuelo salía el lunes casi a las 8, y teniendo que estar mas de una hora antes y dado que el primer tren salía a a eso de las 6 y tardaba como 45 minutos, mas la caminata al aeropuerto y demás, me daba TOC no llegar a tiempo, entonces fui a comprobar a que hora salía realmente y si había algún bondi que me lleve que salga mas temprano que el tren.
Ese sábado finalmente llegó el momento de la verdad que tanto estaba esperando: la visita a la Gran Muralla China! Habían varias secciones que se podían visitar, yo fui a una de las que no está totalmente infectada de turistas. También podías ir por tu cuenta y claro que era mas barato y demás, pero la verdad que me dió paja investigar las manganetas para llegar ahí y decidí ir con un tour.. que mas que tour era transporte y almuerzo incluído… te llevaban ahí y te dejaban 3 horas para caminar a voluntad, lo cual si bien siempre se podía boludear un poco mas, era tiempo suficiente para recorrer de punta a punta todo el tramo que está habilitado "legalmente" para caminar.
Cuan emocionante puede ser caminar por arriba de una muralla de piedra? Mucho, si tenemos en cuenta que el concepto en si es una locura.. tiene en total mas de 8000 kilómetros de largo, y fue construída varias veces a lo largo del tiempo, la primera hace casi 2000 años atrás y la última, hace 600. La usaban para evitar el avance de los enemigos, y desde arriba los podían atacar desde una posición mas estratégica. Además cada cierta distancia, tiene una torre, la cual podían utilizar de refugio y para guardar armas.
Esta montada a lo largo de la montaña, y si bien desde donde te dejaba el micro no era tanto lo que había que subir, convenía tomar el telesférico cosa de no perder tiempo solo para llegar hasta arriba y poder aprovecharlo para caminar alrededor una vez allí.
Por suerte el General le mando un Whatsapp a Mao y le dijo: "portate, pibe". Fue así como me tocó el mejor de todos los días para visitar la muralla… ni una nube en el cielo y visibilidad casi perfecta. Fucking great!
Me caminé todo para el lado mas largo, que es donde mas montañoso se pone, y tenés que subir unas largas y empinadas escaleras hasta llegar al siguiente tramo. Una vez que pasas esa parte y le das derecho un rato mas, llegás a la parte donde en teoría no se puede pasar (hay un cartel, pero nadie le da bola) porque es donde termina la zona que fue restaurada para el turismo. Si te mandás por ahí, de a poco el piso se empieza a deteriorar, las escaleras estás bastante rotas, y faltan pedazos de paredes. Le das aún mas para adelante y es donde shit gets real.. es la vieja muralla, no tiene nada, por partes ni siquiera paredes ni piso amplio para caminar.. vas saltando entre piedras esquivando los árboles que crecieron entre medio. Hay que ir con cuidado porque es medio peligroso, pero te da una idea de lo que era la muralla original.. está muy bueno. De cualquier modo las vistas mas panorámicas estaban en el sector habilitado, así que caminé un rato mas por la parte vieja y me volví. Seguí caminado y sacando fotos, regocijándome con la vista del lugar.
Cuando pasaron las 3 horas, el punto de encuentro era en un restaurant que estaba abajo cerca de donde nos dejó el micro. Pensé que iba a ser un platito de arroz pedorro, pero era alto buffet! me morfé todo lo que pude hasta quedar mas que pipón y me volví al micro. Llegué al hostel a las 4 pasadas, casi 5, así que ya me quedé ahí browseando y descansando.
El domingo me encontró nuevamente con otro día Peronista, ideal para visitar el último de los destinos de interés en la ciudad: el Summer Palace. Como su nombre lo indica, era el palacio de verano del emperador. Al entrar, había una callecita angosta con un canal y varios negocios a los costados, pero con una acera super angosta y sin ninguna baranda.. como un mini Amsterdam chino, pero sin drogas ni prostitutas pagas.
Además tiene varios templos, pero uno principal en la cima de una colina, justo enfrente y con vista al enorme lago que rodea el lugar. En verdad de lo grande que es el lugar, el lago ocupa un 80% del territorio mas o menos.. es bastante grande. También tiene un corredor techado a lo largo de la orilla del lago el cual está todo pintado en el techo con imágenes de paisajes, animales y gente. Esta muy bueno. Como siempre, todos los templos con el mismo estilo de estructuras y detalles de tallados y ornamentos.
Me recorrí los templos que iban apareciendo en el camino y de ahí fui a dar una vuelta alrededor del lago, hasta llegar de nuevo al punto de partida. Era bastante grande y entre una cosa y la otra, estuve varias horas ahí adentro. También quedaba medio alejado de la ciudad, pero valía la pena.
Ya con toda la ciudad recorrida, me volví contento y conforme al hostel a hacer la mochila y prepararme para levantarme super temprano al día siguiente. Al final decidí ir en taxi al aeropuerto, para no tener que andar corriendo y llegar jugado con los horarios, o no llegar at all. No había nadie a esa hora en la calle así que el viaje fue rápido y más barato de lo planeado. Podría haber ido en tren seguramente y llegaba bien igual.. pero no quería andar con ese TOC encima, sobre todo con un vuelo que no era low cost ni refundable.
Al final llegué re tranqui, despaché todo y con tiempo de sobra me fui a esperar el vuelo que, mediante una escala doméstica, me llevaría al próximo de los destinos de esta aventura: Myanmar.
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toctraveller · 9 years
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Xi'An, China - 23/05/2015
Esta vez no pude elegir categoría, horario, ni asiento en el tren. Fui un jueves a la estación para sacar pasaje para el sábado, y el único servicio que había disponible era justo el que mas horas tardaba de todos.. 16 horas y pico. Salí a las 3:50 de la tarde de Shanghai y llegué a las 8 y pico de la mañana a Xi'an. Encima el único asiento disponible era el hard sleeper.. muy lejos de la cabina privada de 4 camas del soft sleeper en la que viajé desde Guilin, este era segunda clase, nacional y popular.. con camas marineras de 3 pisos, dos filas de cada lado de la pared completando todo el vagón aprovechando cada centímetro. Había una baranda a pata que te volteaba, y chinos revoloteando de acá para allá. Me elegí la cama mas arriba de todo, que era la que menos lugar tenía de todas, casi contra el techo.. pero también era la mas alejada del paso de la gente en el pasillo y alrededor.. no se podrían acercar a menos que suban la escalera. Y es que después de todo el stress de andar evitando garcas, pickpocketers y oportunistas en Shanghai, estaba traumado y no pensaba dejar mi mochila con las cosas de valor a la vista ni el alcance de nadie… me la puse adelante de la almohada contra la pared. Y si, me sacó bocha de espacio y "dormi" más incómodo, pero fuck it! peace of mind…
Las primeras dos horas de viaje me las siesteé Después aproveché y me puse a ver todos los capítulos pendientes de Agents of SHIELD que tenía bajados, hasta terminar la temporada. Fueron como 4 horas de entretenimiento y fue mas bien un acto milagroso que la batería de la laptop dure tanto.. casi como las velas del candelabro judío! Terminé el último capítulo con tan sólo 4% restante, y justo en ese momento, apagaron las luces del vagón.. era hora de dormir. Morfé unos sánguches que tenía en la mochila, guardé todo e hice lo propio. Claro está que entre los tironeos del tren y el ronquido de los chinos aledaños, no dormí mucho ni muy bien.. pero de cualquier manera me levanté tipo 6am y de ahí me quedé tirado hasta que finalmente llegué a destino.
Había googleado antes que de la estación de tren habían un par de bondis que te llevaban hasta la Bell Tower, uno de los "hits" de la ciudad, que quedaba en pleno centro de la ciudad, la cual está contenida entre murallas formando un cuadrado perfecto y es atravesada por dos avenidas principales, una que corre de norte a sur y otra de este a oeste que convergen justo en el medio de la ciudad, y es lógicamente ahí donde está el centro.
Me bajé y empecé a recorrer buscando hospedaje. Luego de tres noches en hostel y un largo viaje en tren, estaba decidido a quedarme en un hotel.. necesitaba habitación propia y descansar como corresponde.
Pregunté por habitaciones privadas en un par de hosteles que figuraban en el mapa, pero como siempre las habitaciones propias en los hosteles por algún motivo son mucho mas caras que en un hotel convencional. Seguí caminando por la zona hasta encontrar algún otro hotel o lugar que parezca razonable. Llegué a la puerta de uno y me paré como mirando que onda, y salió una minita a decirme que pase. Entro y le pregunto cuanto costaba, me dice un precio y a continuación: "what do you think of that price?" como dándome pie a negociarle el precio. Le dije "me voy a quedar dos noches.. me haces descuento?" y al final solita me descontó como 30 mangos. Terminé pagando re poco por la zona en la que estaba y la habitación estaba re linda, limpia y con camas decentes. Win!
Roto del viaje como estaba y con todo el día por delante, me pegué una ducha y me tiré a descansar un rato, hasta que se hizo casi mediodía y salí a caminar y comer algo. Fuí a la Bell y la Drum Tower, que están una enfrente de la otra. Son unos templos que tienen como el nombre indica, unas campanas y unos tambores respectivamente. Nada muy guau la verdad, pero ya que estaba ahí.. Después me fui a caminar por el Muslim Quarter en busca de algún guiso sabroso para almorzar. Encontré unas cosas que parecían papitas asadas condimentadas rico, pero resultaron estar hechas de una especie de gelatina.. una verga! alto chasco! Encima después comí una brochette de carne a la parrilla que vendían y todo el mundo estaba comiendo. No se que corte era, pero se sentía como morder una suela de zapato… una cosa durísima, imposible de masticar.. creo que no pude comer ni un bocado, me aburrí de masticar, lo escupí y desistí. Un almuerzo frustrado.
Di un par de vueltitas mas y como aún tenía toda la tarde por delante y no había mucho más por hacer en la ciudad hasta el próximo día, decidí ir a la estación de tren para asegurarme el ticket a Beijing en un horario que me resulte conveniente, y no tener que ir sobre el mismo día a la boletería y viajar en lo que quede disponible.
Comprado el pasaje, volví en el subte y me bajé en la entrada Sur de la muralla de la ciudad, la cual se puede visitar y caminar por arriba en toda su extensión. Era bastante grande la verdad.. arriba alquilaban bicis para recorrerla, ya que caminando era un tramo. Todo muy lindo, pero la verdad que era todo el tiempo mas de lo mismo.. caminé hasta la puerta Este y me bajé. De ahí me volví caminando hasta el hotel a seguir descansando.
No mucho mas transcurrió ese día.. después de tanto viaje y tan incómodo, sólo quería descansar. Me acosté temprano para levantarme temprano descansado, y al otro día si.. ir a la atracción principal del lugar.
Me levanté y me fuí a la estación de tren. De ahí al costado salían los bondis hacia el museo del Terracota Warriors. Ni tuve que esperar mucho, habían un montón de bondis que iban ahí; me subí a uno de ellos y una hora y media mas tarde, llegué a destino.
La armada de terracota es un colección de esculturas del ejército de Qin Shi Huang, el primer emperador de China, que estaba tan paranoico con su muerte que ordenó construir un ejército de figuras de terracota para proteger su tumba de los espíritus una vez que muriera.
Consiste en tres pozos cavados cerca de su tumba, con un total estimado de mas de 8000 figuras, entre las que figuran soldados, caballos y carrozas. Lo mas loco, es que todos tienen diferentes caras y rasgos faciales, al igual que vestimentas y rangos militares. Hay soldados, oficiales, generales, arqueros, conductores de carroza, caballería… es un re flash el nivel de detalle y de laburo puesto en eso!
No sólo eso, cada soldado tenía armas hechas de bronce o acero, utilizando técnicas de aleación de cromo antióxido pioneras para la época y que recién fueron (re) descubiertas por alemanes y americanos en 1937 y 1950. Esta gente lo inventó mas de 2200 años antes! una locura!
Mas de 8000 figuras únicas, con diferentes formas y tamaños, talladas con un nivel de detalle increíble y encima pintadas en su totalidad, algunas de ellas con armas funcionales y hasta con carruajes de metal en escala. Impresionante..
Lo mas loco es que todo esto fue descubierto hace relativamente poco y de casualidad, en 1974 y por unos granjeros que estaban haciendo un pozo para sacar agua..
Muy flashero fue. Me recorrí toda la muestra esquivando las hordas de turistas como pude, y me volví.
Al volver a la ciudad, caminé hasta al hotel y comí algo en un antro que estaba ahí al lado, por unas pocas monedas, luego compré unas birras en el mini super y me volví a la habitación a descansar. A la noche salí a dar una vuelta por la plaza de la Bell Tower, como para salir un rato, pero la visita alrededor de la ciudad estaba oficialmente terminada. Si bien habían en las afueras unas pagodas y unos parques.. meehh.. no me perdía nada.. a esta altura, de los miles que se aparecen en cada ciudad, no me iba a morir por no ver un templo mas..
Al otro día me levanté temprano, pero con tiempo, cosa de tomar un cafecito antes de tomar el subte e ir para la estación del tren, que salía a las 10am; y 1200km y 5 horas mas tarde arribaría en la ciudad capital, Beijing.
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toctraveller · 9 years
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Shanghai, China - 20/05/2015
De Hangzhou a Shanghai era sólo una horita de viaje y habían trenes a cada hora saliendo, así que sabía que no iba a ser problema ir directo a la estación y subirse al primer tren que haya disponible. Saqué boleto para el próximo servicio y en menos de una hora estaba subiendo. Desde el andén vi que el tren era re lindo, todo curvo, aerodinámico, como el Shinkhansen japonés, el tren bala. Una vez arriba también.. re espacioso, lindo, moderno, lujoso.. pero no le dí mayor importancia.. me senté y cuando arrancó, era tan silencioso que me quedé dormido al toque. Media hora después abrí los ojos y vi el letrero electrónico del vagón que decía: "Speed: 306km/h" SAY WAAA??.. miré por la ventana y todo se movía muy rápido, como si estuviera viajando a velocidades warp. No me había dado cuenta, pero efectivamente estaba arriba de un tren bala… con razón duraba tan poquito el viaje!
Una vez en Shanghai, me tomé el subte y fuí a donde había visto un hostel ubicado cerca del centro. Me tuve que quedar en fucking hosteles para balancear el presupuesto porque China es considerablemente mas caro que el resto del sudeste asiático al que estaba acostumbrado. Reservé por 3 noches, ya que llegué tarde y sabía que si bien no había demasiado para ver en la ciudad, igual le necesitaba dedicar un día entero. El día extra lo quería usar para hacer algún day trip a alguna ciudad o pueblito cercano a elección.
Siendo casi las 5 de la tarde, salí rápidamente a dar una vueltita para ir a "The Bund", el paseo al costado del río desde el cual se ve la panorámica de todo el distrito comercial con todos los rascacielos modernos, que es la clásica postal de Shanghai. Llegué ahí, saqué unas fotos, me quedé un ratito mirando y caminando por la costanera hasta uno de los extremos. En un momento cuando estoy por salir del paseo para salir a la avenida, me para una pareja de chinos y me piden que les saque una foto. Me dan su teléfono, le saco una foto y se lo devuelvo. Me pregunta de donde soy, le digo que de Argentina y se me pone a hablar boludeces, que el futbol y no se que mierda. Aha, si si, le digo.. era un comentario al paso y no daba para seguir charlando, por lo que seguí caminando. Y ahí me sigue hablando, como queriendo entablar y/o engancharme en una conversación. Me decía que él también era turista (hasta tenía un mapa en la mano) y me preguntaba que me parecía Shanghai y que se yo.. todas boludeces, chit chat, pero en un friendly tone. Como me seguía hablando mientras yo caminaba y me siguió unos metros y la mina con la que estaba se quedó atrás, me di cuenta de toque que se trataba de un scam. El primero de los muchísimos que abundan y desbordan la ciudad. No le pasé cabida y seguí caminando. Después me di vuelta y ví que estaba ahí merodeando, al acecho de nuevas víctimas. No se cual era su juego, pero estaba claro que no era nada legítimo.
De ahí volví a la peatonal de la que había arrancado a caminar, pero fui en sentido contrario en dirección al "People's Park", a ver de que se trataba. Empecé a caminar y al toque se me acercan y me ofrecen "masajes".. no, gracias.. y sigo. 10 metros mas adelante, lo mismo. "massage, massage… sex.. girls". "No. no. no. no gracias. no. no" así siguieron, y juro que no exagero, a razón de una oferta cada 15 metros. Minas y chabones se me acercaban a romperme las pelotas. Todo eso en tan solo una cuadra.. para cuando caminé la segunda, no aflojaron ni un segundo, y ahí oficialmente me terminaron de hinchar las pelotas… nunca en tres meses en el resto del sudeste asiático, donde se los conoce por ser persuasivos e insistentes ofreciendo cosas, jamás me rompieron TANTO las pelotas como en dos cuadras caminando por Shanghai. En tan solo 200 metros me agotaron la paciencia.
Finalmente llegué a la plaza, pero ya estaba cerrada porque estaba oscureciendo, así que me di la vuelta y emprendí la vuelta. En eso al pasar por una calle random, veo al costado contra una pared, otra pareja de chinos y la mina me ve pasar y le dice a su cómplice "foto, foto", a lo que el chabón me dice: "excuse me, can you take us a picture?". Era una pared totalmente random, sin nada por la cual ser fotografiada, y la pinta de esos dos si era mas sospechosa.. fue ahí cuando me di cuenta y terminé de confirmar mis sospechas de que se trataba de una estafa, y que mis instintos no me habían fallado mas temprano con los otros dos en la costanera.
Básicamente lo que hacen es hacerse pasar por turistas, y te piden que les saques una foto para frenarte y de ahí te charlan haciéndose los amistosos para tratar de llevarte a algún lugar ya sea a venderte algo o a tomar algo y que la cuenta sea de 500 dólares por un vaso de agua. Ya sabiendo como operan, no me iban a cagar.. los ignoré y de ahí en adelante jamás me detuve e ignoré a cualquier chino que se haga el pelotudo y me pida que le saque una foto.
Shanghai esta lleno de estafas.. incluso en el hostel había un cartel que advertía a los turistas sobre ellos. Esta modalidad de las fotos es relativamente nueva, pero los scams mas clásicos son el de la "tea ceremony": se te acercan unas minas a ofrecerte llevarte a una clandestina casa de té, en donde o te cagan afanando, o te cobran un disparate por una taza de té. Otra estafa viene en forma de minitas, jóvenes y por lo general bonitas, que se te acercan a seducirte y a decirte que quieren practicar inglés y te invitan a tomar algo, en donde pasa lo mismo de antes.. una taza de café de 50 euros. La verdad que es alarmante la cantidad de malandras que hay en esa ciudad.. y siendo hombre, joven y viajando sólo, sos el target perfecto para que no te dejen en paz ni un segundo.
Totalmente indignado y con las pelotas llenas, volví al hostel de nochecita para buscar un abrigo y mi juego de auriculares, con la esperanza de que al salir a la calle, no me iban a romper las pelotas con estafas u ofertas de sexo, o al menos los iba a poder ignorar mas fácilmente. Cuán equivocado estaba..
Tan sólo quería volver a The Bund, para ver los rascacielos iluminados de noche, e incluso fuí por otro camino por calles de adentro evitando la peatonal y demás lugares turísticos. En un momento caminando por una calle angosta, habían caminado un par de personas. Uno de ellos pasa, y yo cometo el error de por accidente establecer contacto visual con el otro, con la única intención de esquivarlo y seguir caminando. En eso, con mis auriculares puestos (aunque los llevaba apagados, era sólo para que no me jodan), me dice "massage.. girls.. ". "Grrrr la puta que te parió!!", pensé. Lo ignoré, ni lo miré y seguí caminando. Cuando paso, me toca el brazo y me sigue insistiendo. Re caliente, le saqué la mano de encima con un movimiento brusco del brazo, en clara señal de "la re concha de tu madre, no me toqués, hijo de mil puta". Claramente, los auriculares no estaban funcionando. Unas cuadras mas adelante por la misma calle, y ya sin hacer contacto visual con NADIE, se me acerca otro chabón y se me para enfrente. Este, por lo menos, acató el hecho de que estaba con auriculares y no me habló.. en cambio me hizo señas con los dedos, haciendo la mímica de coger (una mano formando un círculo y con el dedo índice de la otra metiendo y sacando, por si querían la ilustración). Fue ahí cuando se me voló la chaveta y me recontra calenté, totalmente indignado del descaro y la insistencia de estos hijos de re mil puta, le grité bien fuerte y re caliente: "FUCK OFF!!!" y me fui a la mierda.
Con mucha bronca, proseguí hacia mi destino. Por suerte en la costanera nadie me rompió las pelotas.. caminé hasta el otro extremo del paseo y me volví por el camino que vine. Sólo tres horas en esa ciudad y ya se las habían arreglado para amargarme por completo.. y aún me quedaban dos días mas.
A la mañana siguiente, arranqué con los auriculares puestos desde el lobby del hostel y no me los saqué hasta volver a la noche. Los cargosos de los puteros ya no joderon, pero ,e pase todo el día ignorando y rechazando a los scammers de la foto… cada 2 cuadras una parejita de chinos haciéndose los buenitos y los pelotudos pidiéndote que les saques una foto. Salí de la boca del subte y una parejita me ve salir y se hace la que le saca una foto al chabón y me dice: -"Excuse me, can you-" -"NO!", con la mejor cara de orto y seguí camino. Así estuve TODO el día. Cada vez que pasaba por una calle o zona turística, el escenario se repetía hasta el hartazgo. Que onda chino? hay miles de personas y le pedís solo a los turistas extranjeros que van solos para que te saquen una foto? tenés competencia a razon de 10 por cuadra, sé mas original si querés estafar gente, gil.
Ya a la tarde, luego de haber caminado todo el día sin parar, crucé al otro lado del río para caminar por el distrito de los rascacielos, y ver la ciudad desde el otro lado. En un momento cuando llegué a la costanera, me senté en un banquito a descansar cinco minutos por primera vez en todo el día, y al toque se me sientan unos chinos al lado. A un costado dos minas, y al otro un chabón. En eso el chabón me dice no se que cosa y se para. Yo le entendí que me estaba pidiendo cambiar de lugar así se sentaba al lado de las chinas, pero justo veo que la mina saca su teléfono del bolso y hacen como que el tipo se quería sacar una foto conmigo. Yo ya me había parado y tenía la mochila en la mano, a lo que el tipo me hace seña como que deje la mochila apoyada en el banco, que estaba todo bien, que venga a sacarme una foto con él ahí al lado del río. CHUPAME LA PIJA HIJO DE PUTA! Me quedé como procesando la situación un segundo, y en eso veo que la mina estaba enfrente apuntando con la cámara y el chabón se paró al lado mío e hizo como que me abrazaba, pasando la mano por encima de mi mochila, en un clarísimo intento por distraerme y tratar de abrirla y manotear algo. -NO! LA CONCHA DE TU MADRE! le dije, y me fuí caminado rápido recontra re mil caliente… UN SEGUNDO.. UN puto segundo.. los primeros del día en que me sentaba a descansar, aún sin siquiera haber almorzado y en un lugar no tan lleno de turistas y estos hijo de un vagón de putas mal cogidas me vienen a romper las pelotas.. ARRGGHHH!!
La verdad que fue totalmente estresante. Llegué al final del día completamente hastiado y desgastado de andar evitando a los forros estos y paranoico vigilando mi mochila y bolsillos para que nadie se haga el pillo. Fue la primera y única vez en todo este viaje en la que la pasé mal. No veía la hora de irme de ese fucking shit hole.
Aún con un día entero por delante, no pensaba pasar ni un milisegundo mas de lo necesario en ese agujero. Tenía dos opciones: ir a Suzhou, una ciudad a unos pocos minutos de tren que tenía unos jardines y unos canales, o ir a Zhujiajiao, un pequeño pueblito antiguo, parecido a una mini Venecia, que me había recomendado mi hermano. Opté por el segundo ya que la primera era una ciudad y las fotos no me llamaban la atención y porque los pueblitos chiquitos son siempre más lindos, pintorescos e interesantes. Me tomé un bondi y en una horita llegué.
En la estación de bondi, un montón de taxis ofreciéndote llevarte al lugar, pero… cuan lejos podía estar? si era un pueblito minúsculo! Un par de turistas se subieron a un taxi, pero yo decidí buscarlo por mis propios medios. Me fijé en el mapa y caminé hacia donde había agua. En menos de 3 cuadras, encontré una oficina de información turística y un mapa del lugar. Estaba literalmente a la vuelta de la esquina.. caminé hasta llegar a un puente que cruzaba el río y ahí estaba..
Un montón de casitas de madera antiguas rodeadas de canales con botes transitándolas, puentes para todos lados, balcones floreados que daban a los canales.. una auténtica mini Venecia china! hermoso! me re encantó! Fue lejos lo mejor y único realmente bueno de Shanghai!
Me caminé todos los recovecos habidos y por haber, las callecitas eran todas peatonales y eran muy bonitas, de estilo antiguo, angostas y con ventanales que daban a los canales. Entre vuelta y vuelta se hizo mas del mediodía y tenía hambre. No quería llegar a esas situaciones en que termino almorzando a las 6 de la tarde, y el lugar estaba muy bonito como para volver a la odiosa ciudad, pero los restaurantes de la zona eran bastante saladix, por lo que me alejé del centro histórico hasta la avenida sobre la que estaba la estación de bondis y encontré un restaurant bien under en donde me clavé un altísimo guiso por una suma irrisoria. De ahí volví al pueblín a seguir dando vueltas hasta la tardecita, en que me volví a la estación de bondi hacia la ciudad. Me torré todo el viaje y llegué al atardecer. Me fui directo al hotel y por suerte nadie me rompió las pelotas en el camino, por lo que al final de cuentas, fue un gran día.
Al otro día por suerte era hora de partir de ese nido de ratas y embarcarme en un largo, laaaargo viaje en tren hacia Xi'an, pero no me molestaba mucho porque estaba aliviado de por fin largarme de ahí.
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toctraveller · 9 years
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Hangzhou, China - 18/05/2015
El bondi me dejó en algún lugar en el medio de la ciudad, supuestamente cerca del centro, pero sin ningún lugar para preguntar para donde arrancar. Una vez mas, gracias a mi querido mapa, pude ver que ahí cerca había una estación de subte, el cual podía tomar para acercarme hasta la zona de la calle antigua, donde habían un par de hospedajes y que además estaban cerca del lago, la principal (y única) atracción del lugar.
Ya era medio de tarde y estaba empezando a anochecer para cuando llegué a la zona. En el mapa figuraban dos hosteles nomás, pero siempre por lo general hay mas lugares que no figuran ahí, obviamente. Empecé a caminar alrededor y sólo encontré un solo hotel además de esos dos hosteles en la zona. Pregunté los precios en todos, y la opción mas económica era quedarme en bloody hostel, me fijé cual era el que mejor pinta tenía, ya que la ubicación era bastante similar, y me quedé ahí.
Dejé mis cosas y saqué la ropa de la mochila y la colgué para que se seque un poco, me puse zapatillas y medias secas y salí a cenar y dar una pequeña vuelta alrededor. La verdad que no había nada para hacer mas que visitar el West Lake en la ciudad. Tenía una calle supuestamente antigua con muchos negocios y puestitos, pero por lo demás, era una ciudad china mas. Grande, moderna, con muchos edificios y shoppings, pero sin nada de particular interés turístico. Comí algo por ahí, y fuí caminando como para un parque que había cerca, en lo que levanto la cabeza y veo en la cima del mismo una especie de templo grande iluminado bonito. Bueno, vamos a ver que onda, ya que estamos.. subí hasta la cima del parque, pero nunca alcancé a ver desde ese nivel al templo en cuestión, ya que estaba detrás de unos árboles y había que seguir subiendo unas escaleras para las cuales, como siempre, había que garpar y a esa hora ya estaba todo cerrado. Como ya estaba ahí arriba y al pedo, empecé a caminar y ví unos carteles que decían algo sobre un mirador que daba al lago, y ya que aún no había visto al famoso lago ni siquiera desde el bondi y aunque sabía que de noche no iba a ver demasiado, me mandé igual.
Todo el camino hasta ahí y los caminitos del parque, los hice prácticamente sólo.. no había casi nadie alrededor, mas que alguna persona paseando un perro, o un guardia de seguridad en la entrada del templo, o cosas así. Cuando doblo en dirección al mirador en cuestión, por esa calle venían caminando unas personas adelante: dos mujeres, una joven y otra mas vieja que parecía ser la madre y un tipo mas atrás hablando por celular. Yo en la mía, ellos en la suya. Miro el cartel, empiezo a caminar en esa dirección y como caminaba mas rápido, los pase. Seguí caminando un rato más y me paré a ver el siguiente cartel para ver en que dirección tenía que seguir. Al ratito que sigo caminando se me acerca la piba y me pregunta que a donde iba. Le digo que quería llegar al mirador ese para ver el lago y de ahí me empieza a contar sobre el lugar, sobre el lago, como llegar y demás. Buena onda.. después me pregunta de donde soy y se me queda hablando caminando al lado mío haciendo chit chat random. En eso, como ya estaba empezando a resfriarme y me moqueaba la nariz, saco un pañuelo para limpiarme y me pregunta si estoy resfriado, a lo que le digo que si, que esa mañana había estado bajo la lluvia y que mojé todo y ahora estaba resfriado. Me pregunta si me gusta el té, que me haría bien tomar uno para el resfrío. Le digo que si, que me vendría bien y me dice que de camino a donde iba había un lugar para tomar té (o eso le entendí), que si quería ir… Bueno, le digo.. estaría bien… por ahí paso. Me cuenta que ellos vivían por ahí y que estaban de camino a su casa. En eso seguimos caminando y me dice "bueno, es acá nuestra casa.. vení, pasá". Al final la onda era que me estaba invitando a tomar el té a su casa. Mmmh….
El camino a esa altura estaba bastante desolado, oscuro, habían unas casas al lado de la ellos y un par de personas por ahí también. La puerta de entrada era como un portón bajo de madera, y cuando lo abre, me asomo a la entrada y me dice que pase. En eso alcanzo a ver el lugar: tenía como una especie de "quincho" en el jardín, una especie de salón de té, todo con mesitas bajas y un montón de tazas alrededor. En el fondo habían un par de puertas que parecían entradas a unas casas, pero todo el lugar era como muy lindo.. como que no parecía la casa de una familia común y corriente. Mmmhh… En ese momento me acordé de mi experiencia en Estambul y de la advertencia que me había dado mi hermano sobre las ciudades chinas: "desconfiá de cualquiera que se te acerque en la calle buena onda a hablarte.. seguro que te quieren cagar. Los chinos por default son antisociales". En ese momento me bajaron todas las fichas y me di cuenta: la situación gritaba SCAM all over the place. -"Emmm.. no, mira.. gracias pero es tarde… me tengo que ir" -"pero no es tan tarde!" -"Es que me siento mal, quiero descansar" -"uhh bueno, no hay problema.. chau" -"no´vemo´en Disney". Ese, así de casual y camuflada como pasó, fue el primer de los muchos intentos de estafa (aunque ya mucho mas obvios) que tendría que soportar y evitar en mi estadía en China.
Caminé por esas turbias y oscuras calles, con un poquito de cagazo, sí, hasta que salí a una avenida grande y ahí ya me calmé. Me volví al hotel a bañar y a dormir y me olvidé al respecto.. me lo tomé con humor mas que otra cosa.
Al día siguiente me levanté en un estado de resfrío avanzado.. me dí un palazo de Otrivina y me fuí la lobby a preguntarle al de recepción donde había una farmacia y que me escriba como pedir algo para el resfrío en chino, ya que seguro no hablaban inglés y no me iban a entender. El inglés del chino de la recepción no era mucho mejor, pero luego de decirle "atchuuu!" y hacerle la mímica de sonarme la nariz con un pañuelo, me entendió.
Fuí a la farmacia, les mostré el papelito y me llevaron al stand donde estaban los remedios para el resfrío. Yo sólo tenía Ibuprofeno en mi mochila, pero eso no me servía, necesitaba algo con Parecetamol. Me mostraron como 3 o 4 opciones distintas, algunas cajas re grandes y otras que parecían cosas herbales and shit. Elegí la única que tenía el nombre de los compuestos también en inglés.. leí Paracetamol y la llevé. Al toque de comprarla me tomé una para que haga efecto cuanto antes para poder salir a aprovechar el día. Al final terminó siendo mágica esa pastilla.. al toque me hizo sentir mejor y tomándola cada 8 horas, en un día y medio ya me sentía casi como nuevo.
Con el día por delante y aprovechando el solcito que había a pesar de las nubes, fui a caminar por el famoso lago al fin. El lugar supuestamente es World Heritage, patrimonio de la humanidad.. pero la verdad que es un gran mehh.. o sea, no es que sea feo.. es un largo enorme, estas un buen par de horas para bordearlo caminando y alrededor tiene muchos parques, templos y espacios verdes, pero… no es nada que te vuele la cabeza o sea nada del otro mundo.. no entiendo porque el espamento de mencionarlo como los "must see" de China, ni hacerlo World Heritage…
Igualmente lo caminé, me dí una vuelta, saqué unas fotos, y cuando llegué al costado norte del algo, tomé un botecito que te llevaba a una isla en el medio del lago, la cual podías recorrer y de ahí te tomabas a elección un bote a alguno de los distintos puertos alrededor del lago que había. Yo di una vueltita, dije "bueeno, muy lindo toodo…" y me volví para el puerto que mas cerca que me quedaba del hotel. Encaré hacia ahí, compré unas frutas en el camino y me las almorcé y me volví al hotel, que si bien no me sentía mal, aún necesitaba descansar y reponerme del resfrío.
Me quedé la tarde en el hostel, almorcé algo mas contundente ahí y me quedé bajando fotos y browseando. No mucho mas sucedió ese día.. a la noche comí una especie de sanguchito en un puestito callejero cercano y me fuí a dormir.
El siguiente y último día en Hangzhou, no lo iba a pasar entero ahí, tenía que ir a la estación a tomar un tren para ir a Shanghai, que estaba sólo a unas 3 horas y media y había un tren a cada hora, por lo que podía ir en cualquier momento y conseguir un ticket directo para el próximo tren que haya. El tema es que aún tenía toda la mañana por delante (si quería, claro) para estar ahí, y mi idea era alquilar una bicicleta y darle una vuelta mas al lago, como para asegurarme que no me perdí de nada, y sentir que lo aproveché al máximo.
Hice checkout, les dejé mi mochila y les alquilé una bici. El día estaba mucho mas pedorro, nublado y super neblinoso, mas fresco. Yo no me quería empeorar del resfrío y no quería transpirar ni pasar frío, por lo que fui pedaleando bien tranquilo. De cualquier modo, di la vuelta y llegué de vuelta el hotel en 1 hora y media nomás y confirmé que la ciudad y todo el lago era un gran mehh.. totalmente prescindible. Decir que a mi me quedaba de paso en la ruta que venía haciendo, que si no.. hubiera sido mas decepcionante.
De vuelta en el hotel, me pegué una ducha, almorcé una sopa por ahí como para no viajar con la panza vacía y me fuí caminando a la estación de tren a comprar un boleto para el próximo tren hacia el siguiente destino: Shanghai.
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toctraveller · 9 years
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Huangshan, China - 15/05/2015
El viaje en tren fue re tranquilo y no se hizo pesado a pesar de las 14hs de viaje. Por parte porque salía a la tarde y viajaba toda la noche, y también porque había conseguido soft sleeper y era bastante cómodo y no me quedaba corto de piernas. Era acolchonadito y tenía acolchado y almohada, iba cómodo y calentito, pero igualmente no pude dormir mucho porque el tren cada tanto pegaba unos tirones que sacudía todos los vagones. De cualquier modo, fue mejor que viajar sentado o semi reclinado en un bondi donde no te caben las patas.
Llegué a eso de las 7:20am a Jiujiang, donde tenía que dirigirme a la estación de bus a un par de cuadras y tratar de conseguir un bondi que me lleve a destino: Huangshan. En verdad la posta en Huangshan no es la ciudad en si, si no la montaña (Mount Huangshan) que queda a una hora y pico de ahí al norte, en un pueblito chiquito que se llama Tangkou.
Si bien desde Jiujiang habían frecuentes bondis hacia Huangshan (la ciudad), había leído que era posible conseguir uno directo a Tangkou que iba directo sin pasar por la ciudad. Ese era el bondi que yo quería conseguir idealmente, para no tener que llegar a la ciudad y tener que subirme a oootro mas hasta Tangkou.. ya había viajado bastante por un día.
Cuando llegué a la estación, pregunté por un boleto a Tangkou (tenía el nombre anotado) y me dijeron: -"lo queee? no, no hay bondi ahí" -"bueno, dame uno a Huangshan entonces" -"ahí si". "Que paja", pensé. "Ahora me voy a tener que clavar ootro bondi mas.. o si estoy muy roto me quedo en la ciudad y voy al día siguiente, ya fue". Salía a las 9:50am, así que tenía un rato para hacer huevo hasta que sea la hora.
Que los chinos son unos asquerosos sin modales, ya lo comenté antes. Además de toser y estornudar con la boca abierta y tirarse pedos indisimuladamente en público, escupir es el deporte nacional. La secuencia es así: tosen, carraspean, gargajean hasta acumular una bola de moco, y escupen al piso. Y no está limitado a los hombres.. todo esto aplica a mujeres también!
Sumado a todo eso, ese día viajando descubrí una nueva: cagan con la puerta abierta. Entré al baño de la estación, y ahí estaba, un chino en cuclillas cagando en una letrina.. y no es que al cubículo le faltaba la puerta o no trababa eh.. esta escena también la vi mas tarde en otras estaciones de tren. No les importa nada de nada. La cuestión de etiqueta o la privacidad, son conceptos que no tienen incorporados.
Finalmente se hizo la hora de viajar. Todo tranquilo, además de la lluvia que aún continuaba cayendo. En un momento hizo una parada cerca de una ciudad intermedia, Jingdenzhen, que quedaba a mitad de camino de Huangshan. Ahí habían otros bondis parados que tenían cartel (en chino, claro) de Huansghan… pero ahí me di cuenta que el mío no, a pesar de que cuando subí les mostré el boleto a los guardas y el chofer y me dijeron que sí. Mmm.. que raro. Seguimos viaje y de pronto veo que doblamos para otro lado, como para el norte en vez de seguir hacia el este donde estaba la ciudad. Pensé que capaz hacía otras paradas intermedias antes de terminar en la ciudad. Cuando en un punto pasamos el punto de "ya se alejó mucho como para retrodecer tanto", me puse nervioso y me acerqué a uno de los tipos de la empresa del bondi y les mostré el boleto como para asegurarme, junto con el mapa en el celular, el cual mientras tanto iba trackeando el recorrido. Le señalé la ciudad y le dije "Huangshan?" y me dijo sisi, y me señaló cualquier cosa.., pero el bondi seguía para arriba alejándose de la ciudad, por lo que le pregunté si iba a Tangkou y me dijo que sí. Técnicamente Tangkou es parte de Huangshan.. pero bueno.. joya! al final, terminé llegando adonde quería ir originalmente.
Una vez ahí, me dejaron a varias cuadras de la estación de bus, por lo que empecé a caminar hacia ahí ya que los hoteles que me figuraban en el mapa estaban aún mas lejos pasando la estación. Pero empecé a caminar unas cuadras y veo que habían varios hoteles. Un tipo de un hostel se me acerca a ofrecer su lugar, pero no quería ir a hostel y la habitación privada era mas cara para estar tan lejos y le dije que no. Seguí caminando y se me acerca otro viejito y me dice de su hotel que era barato, y que a la montaña se iba con un bondi que salía desde la estación y que el me llevaba al día siguiente si quería ir. Mmm bueeno.. a ver, mostrame tu habitación. Esperaba un lugar re rasposo, pero estaba muy bien! todo refurbisheado a nuevo, limpio y re barato. Bueno dale, me quedo acá.
Ese día el clima aún estaba choto y salí a caminar hasta Tangkou para ver que onda y pasar el rato, pero lo que mas quería era acostarme a descansar. Fui y vine en un rato y ya me quedé en el hotel. Mi pueblito nunca supe como se llamaba o si era parte de Tangkou o que onda, pero estaba lleno de restaurantes y negocios bastante grandes y con exagerados carteles de neón para ser tan chico.
La mañana siguiente arranqué temprano para la montaña. El viejito del hotel me llevó al a terminal de bus y de ahí me tomé el bondi que te llevaba a la base de la montaña. El día estaba mayormente nublado, pero no parecía que fuera a llover, y de a ratos se movían las nubes y se podía ver la cima de la montaña.
El camino era fácil, en el sentido que eran todos escalones, no había que trepar ni colgarse de ninguna soga rara.. pero eran MUCHOS escalones. El tipo del hotel me había dicho que entre subir, recorrer los miradores de la cima y bajar, tardabas 7 horas. "Meeeh! dale! Como van a ser tantas horas? Seguro que eso es para el común de la gente o los que pasan la noche en los hoteles de la cima", pensé yo.
La subida la hice casi sin frenar a descansar nunca.. fui sin prisa, pero sin pausa, subiendo de a un escalón despacito para que no se agoten las piernas.
La primera parte estuvo bien, porque en la parte baja se podía ver alrededor y un poco del horizonte, si bien estaba todo mayormente nublado y no se veía la cima mas que de a ratos.. pero cuando llegué a la parte alta, estaba completamente cubierto de nubes bajas y desde los primeros miradores no se veía nada. El camino alrededor era lindo igual, pero se hubiera apreciado más si no hubiera habido tanta neblina.
Por suerte cuando llegué a la parte mas alta, y como ya era cerca del mediodía, se empezó a despejar un poco y se pudo ver que había detrás de ese manto de niebla. De ahí recorrí toda la zona, pasando por todos los miradores. En algunos se podía ver y disfrutar mas la vista que en otros, ya que las nubes se movían muy rápido y de a momentos podías ver alrededor y hasta te pegaba el sol y te daba calor, pero al ratito te volvían a cubrir las nubes y no veías nada y te cagabas de frío.
En un momento en uno de los miradores se me acerca una chinita y me dice que eran un grupo y querían sacarse una foto. Le entendí que me estaba pidiendo que me corra un toque para ponerse ellas ahí, así que le dije bueno, me moví un poco y seguí en la mía. Al toque viene y me dice: "no no, queremos que te saques una foto con nosotras". Se ve que trabajaban en una empresa o eran promotoras de algún producto de limpieza facial, porque todas posaron con un paquetito de esta cosa que decía algo de facial wash no se que, y me dieron uno a mí para que también lo pose para la foto. Después vino otra piba sola de ese mismo grupo y se sacó una selfie conmigo también.
Camino arriba finalmente llegué a la cima máxima de la montaña, donde había varios puntos de observación, pero lamentablemente para ese momento se cubrió todo de una densa nube que no te dejaba ver a mas de 50 metros de distancia. Me senté cinco minutos por ahí para descansar un rato, ya que prácticamente no había parado a descansar casi nunca ni tampoco había almorzado nada.
Unos minutos mas tarde, decidí que ya era suficiente y decidí emprender la vuelta/bajada. Había una parte que era linda porque ibas bordeando todo el costado de la montaña y se veía (si no había niebla.. yo me lo tuve que imaginar) todo el paisaje montañoso de fondo.
La niebla me acompaño durante todo el descenso hasta la parte media de la montaña (eran unos 1600 metros de altura en la cima), camino que fue durísimo.. peor que la subida.. ochocientos mil escalones en bajada.. te cansaba mucho mas andar aguantando el peso con las piernas cansadas a a esa altura. Lo gracioso es que había un servicio de "taxi" si eras muy paja para subir o bajar: consistía en una silla tipo de mimbre la cual tenía anexada dos palos largos adelante y dos atrás, mediante los cuales dos chabones te cargaban en sus hombros y por una determinada cantidad de dinero te llevaban hasta ciertos puntos de la montaña. Que trabajo duro, la puta.. otra que hombrear bolsas en el puerto..
Varios "la puta madre, no llego mas" mas adelante, finalmente llegué a la base… me tomé el bondi a la terminal y me volví al hotel, previo paso por el bolichín mas cercano que ofreciera comida a precios afordables.
Una vez en el hotel aproveché que estaba el viejito por ahí y le bookeé el tour al otro para ir a unos pueblitos cercanos antiguos y al volver tomarme el bondi a Hangzhou a mediodía, cosa de llegar a la tarde noche y dormir allá.
Por algún motivo que desconozco, el tour arrancaba rídiculamente temprano, dado que los pueblos estaban a 1 hora máximo de distancia.. te pasaban a buscar 6:30am y volvías a las 12:30 por ahí. Esa noche hice la mochila y dejé todo preparado para viajar al otro día al volver del tour.
Al otro día puntual, me pasaron a buscar y arranqué. Ya desde el comienzo, el día arrancó horrible y lloviendo, pero una lluvia moderada, tolerable. De cualquier manera llevé obviamente mi rompevientos y el protector de lluvia para mi mochila.
Una hora y moneditas mas tarde llegamos al primer destino: Hong Cun. Un pueblito hermoso.. muy antiguo, de calles y callejones muy angostos (como me gusta a mí.. alleyway fetsih) y todas las casitas de techos curvos y tejas al tradicional estilo chino antiguo. Muy bonito era. Lluvia va, lluvia viene, para cuando llegué a una parte en la que había una mini lagunita al lado de unas casas y un templo, se largó con todo… baldazos de agua y el cielo gris, muy oscuro estaba.. de hecho las fotos me salieron todas granuladas y pixeladas de la poca luz que había. Pero bueno, no quedaba otra y había que seguir recorriendo y/o volver a la combi luego, ya que no iba a parar. Seguí dando vueltas, mojándome literalmente hasta el orto, ya que como no tenía paraguas, el rompeviento chorreaba el agua que caía directo sobre mis pantalones. Para cuando llegué a la combi, estaba totalmente pasado por agua.. no había una sola parte que no me haya mojado.
Terminado el paseo por Hong Cun, seguimos viaje hacia el próximo pueblo: Xidi. Si para esa altura estaba lloviendo mucho, en la ruta empezó a llover peor.. diluviar directamente.. el limpia parabrisas no daba abasto para sacar toda el agua que caía.. terrible.
Para cuando llegamos a Xidi, dejó de diluviar y volvió al estado normal de llover mucho y fuerte. A comerla, hay que recorrer igual.
Este pueblito era similar, pero mucho mas lindo.. si bien tenía el mismo estilo arquitectónico de casitas de techo curvo y tejas, todas hechas de piedra al igual que el piso de las calles, acá habían partes por las que pasaba un canal por el medio de las casas y la calles, además de que estaba llena de callejoncitos que conectaban el resto de las casas del pueblo con las calles principales. Recorrí un ratito bajo la intensa lluvia hasta que paré a refugiarme bajo el techo de un negocio, hasta que llegó el dueño y me dice que pase. Le digo que gracias, que sólo estaba esperando un ratito y ya me iba. Me señala su paraguas y me señala a mí, como preguntando si no tenía uno o si quería uno.. no le entendí. Finalmente me dice: "follow me" y me llevó hasta la cafetería de la otra esquina, en donde me prestó de onda un paraguas para que siga recorriendo. Un genio!
Cuanto mucho mas fácil era con un paraguas, la puta.. a mí porque me da mucha paja no usarlo, pero si compro uno es lo más poco práctico de guardar y transportar que existe… no se justifica.
Terminé de recorrer el pueblito, le devolví el paraguas al chinito y le compré un café a modo de agradecimiento (y le usé el wifi) y me sequé y escurrí un poco los litros de agua que me chorreaban encima. De ahí ya se hizo la hora y me volví para la combi y de ahí directo al hotel de vuelta.
Llegué tipo 12:30, almorcé ahí mismo unos fideos, me cambié toda la ropa que tenía encima por algo seco y le pedí al viejito un secador de pelo para secar un poco toda la ropa que se me había empapado. Le di un rato largo, y si bien no se terminó de secar, pasó de estar completamente empapado, a estar húmedo. Guardé todo y ya se hizo la hora de ir a tomar el bondi a Hangzhou. El viejito me llevó al lugar de donde salía y al ratito me subí y ya arrancó.
Apenas me subí noté que el cobertor de agua de mi mochila, estaba transparentando el lado de adentro de la mochila, como si estuviera mojada del lado de adentro. Saco la funda y noto que debido a la forma en que la misma se agarra de la mochila con un elástico, de la parte de arriba se filtraba el agua y se deslizaba hasta el piso de la mochila, en donde había una bruta laguna. NOOOO OTRA VEZ NO, LA PUTA QUE LO PARIO!!! ESTO ES VIETNAM ALL OVER AGAIN!!! Abrí la mochila para hacer un reporte de daños, y fue mas o menos lo mismo que la otra vez… se mojó todo pero no se rompió nada. Lo único que casi me da un infarto, es que ésta vez sí se mojó la travel wallet en donde llevo los pasaportes y tarjetas, y al abrirla noté que el agua había llegado al pasaporte italiano. AHHHHHHH!!! WNDFIUNFIASFIOJD!! LA CONCHA DE DIOS!! Pero por suerte fue sólo en la base y la parte de arriba y sólo se ondularon un poquito las hojas, que para cuando se secaron se emparejó un poco y ahora safa bastante.. por suerte no se mojó ninguna página ni se borroneó ningún sello. Cabe destacar que de ahora en más llevo todo adentro de ziplocs.
Me pasé un buen rato secando todo, pero después subió mas gente al bondi y se llenó y no pude dejar que se ventile.
Finalmente para cuando llegué a Hangzhou, como broche de oro, sentí la congestión apoderándose de mí.. después de todo, era obvio.. me estaba por resfriar.
Y todo por judío de no querer comprar ni acarrear un paraguas.
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