Tumgik
tldr-toolongdontread · 4 months
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RUIDO
Algunos fines de semana o en vacaciones tengo por costumbre alargar la carrera matinal por el Puerto de Palma . Así puedo arañar algo más de un kilómetro a mi rutina y de paso empezar el día con la imagen de un amanecer en el espigón del Dique del Oeste.
Me fascina además, la imagen de los bloques  gigantes y poligonales que forman el rompeolas a lo largo de ese kilómetro extra. 
Esos cubos de hormigón aparecen como una mala simulación de costa en 24 bits.
Erguidos sobre esas rocas tipo Minecraft suelen verse algunos pescadores de caña, solitarios que solo se averiguan por una silueta lanzando sus anzuelos al mar. Completamente en silencio, se integran perfectamente en el paisaje junto a gaviotas y otras aves.
En mi abstracción me imagino que el pescador vive una extraña simbiosis con el reino marino. Se siente acompañado por el mar día tras día y conoce su cadencia y mareas. Pescar al final es formar parte de éste. Quizá por eso busca esta comunión a diario y se convierte en un hecho esencial de su vida el sincronizar con paciencia la frecuencia de lanzar la caña con la de las olas una y otra vez.
Pauso la aplicación de carrera justo cuando llevo 5,15 kms y mientras estiro me asalta un pensamiento:
¿Acaso no es lo mismo lo que me pasa a mí cuando me encierro a cocinar ruidos y me sumerjo en en marañas de zumbidos diversos en el estudio?
A mí manera participo, me integro en un ruido universal y superior, esa maraña sónica de la cadencia de los glaciares moviéndose, de los ciclos de la naturaleza y de las frecuencias que rigen sus volcanes y como el pescador me íntegro y me disuelvo en un todo superior y por fin mi vida toma sentido. Va hacia algún lado.
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Un viaje
1. Para entendernos rápido diré que Grab es el Uber asiático.
De hecho, Uber estuvo compitiendo fieramente con Grab para sacarlo del mercado y como en esa hábil maniobra en la que el luchador de sumo se aparta para que su contrincante salga de la zona de combate, Uber salió en 2018 impulsado por su propia fuerza y perdió la partida. 
El caso es que, a un viaje de Grab de apenas 20 MYR  (4,3 €) desde el centro de Kuala Lumpur se encuentran las Batu Cave. 
Esas cuevas y templos son lugar de peregrinación para los Tamil que vienen desde el Sur de India, Singapur y otras regiones cercanas a mostrar sus respetos a Murugan, el dios hindú de la guerra cuya figura de unos 40 metros preside el espacio.
Las cuevas en sí, son un conjunto de cavidades ubicadas en el interior de una colina de piedra caliza que se formaron hace aproximadamente unos 400 millones de años, debido a la acción del agua sobre la frágil roca caliza.
En los alrededores hay una serie de templos y negocios que se ordenan en torno a las oportunidades que ofrece el destino: souvenirs, tours para peregrinos, restaurantes, museos…hasta 4.500 metros cuadrados de centro turístico.
Además de la figura de Murugan, destacan visualmente desde fuera unas escaleras de color del arcoiris con 280 peldaños a cuyos lados, una tropa de monos entretienen a algunos peregrinos y  aterrorizan a otros para quitarles todo lo que se ponga a su alcance, especialmente dulces o snacks. 
Esa escalera lleva al corazón de su principal templo.
Lo excesivo de la decoración de los templos y cuevas, las gallinas y las palomas campando a sus anchas,  la explosión de  colores y olores provocan una maraña de sensaciones que parece complacer hasta el éxtasis  al abultado número de peregrinos, pero que a mí, honestamente, me supera. 
En medio de este panorama encaja perfectamente el hecho de que gran parte de los peregrinos realicen ofrendas  para alegrar a los dioses venerados: 
Puede ser subir las escaleras con pesados recipientes llenos de leche (llamados kavadi)  o culminar su peregrinación muchos de ellos con sus cuerpos perforados con ganchos, agujas o pinchos como muestra de devoción. 
Otra muy común es que los devotos de cualquier edad y condición se rapen la cabeza  y ofrezcan su cabello como muestra de entrega a Dios. Llaman la atención entre la multitud ya no solo por ir rapados, sino por qué cubren sus recién estrenada calvas con una pasta blanca que al secarse  queda como una capa fina de yeso con la que destacan doblemente entre la multitud.
Tal es la dimensión del fenómeno que sorprende ver la sólida oferta de barberías a los pies del templo. Tiene sentido porque en Batu Caves,  como otros templos, diferentes deidades reciben como sacrificio el cabello de millones de devotos que esperan sus favores.
Cabello que, por ejemplo,  la Tirumala Tirupati Devasthanams (TTD), la fundación que gestiona el templo de Tirumala Venkateswara  en India, subasta  cada 3 meses unas 60 toneladas del preciado,pelo negro a empresas exportadoras de Bangalore y Chennai .
Y eso es dinero: El precio varía según la calidad y la longitud pero por tener una idea, un kilo de más de 50 centímetros supera los 100 euros. 
Más tarde y una vez procesada, una extensión de cabello natural indio puede costar entre 1.000 y 2.000 euros en los centros de belleza más exclusivos de Madrid, Londres o Nueva York.
El pelo indio en particular, es muy valorado por su calidad. El motivo es que  las mujeres en este país no se tiñen, ni se hacen la permanente. 
El mercado reconoce y recompensa este hecho diferencial que tiene un impacto decisivo en las cuentas de los templos.
De esta forma, mientras que los campesinos, amas de casa, maestros y otros creyentes, vuelven a sus casas  agotados tras la peregrinación pero satisfechos, con la certeza de haber honrado a sus dioses, los gestores de los templos siguen cerrando tratos millonarios con sus cabellos.
2. Una taza de café vietnamita contiene la carga de cafeína de tres tazas de otro café.
La cantidad de nicotina del tabaco salvaje que vemos fumar a los vietnamitas de sus pipas hechas de caña de bambú quintuplica a la hoja de tabaco normal.
Así de intensa es Hanoi, tan excesiva como el tráfico que brota ruidoso e incesante por sus venas.
La vida religiosa es también rica y compleja. Si bien se dice que  las religiones más seguidas son budismo y catolicismo, lo son en muy baja proporción (apenas un 8% la que más). La mayoría de la población ignora ambas por igual. Sin embargo, su espiritualidad parece transcurrir por otras vías : se siguen masivamente las tradiciones locales que provienen de muchas generaciones atrás con origen principalmente en la zona rural del norte del pais.
A pesar de la prohibición que sufrieron esos ritos durante los años ochenta, no hay trabajo más rentable hoy en Vietnam  que ser un shaman. 
 Su "tercer ojo" les permite bendecir emparejamientos, llevan a cabo ceremonias para atraer a la buena suerte, honrar a los difuntos, bendecir nacimientos .. en definitiva el shaman es médico, sacerdote y oráculo.
Contactar con el mas allá resulta ser muy rentable, es el empleo mejor pagado. 
La buena dicha que les asegura a aquellos que les contraten para exhumar y trasladar los restos de un ser querido pasados los tres años del entierro, es uno de los servicios más costosos que ofrecen.
Las familias con orgullo, invierten todos sus ahorros en una ceremonia para asegurar la prosperidad y conveniencia de un matrimonio que se va a celebrar, el shaman invoca a los antepasados para garantizar el buen fin del enlace.
Al final, un país que viaja en el vagón de cola del mundo por el Índice de Desarrollo Humano de la UNESCO, con un salario mínimo alarmante, mantiene al mismo tiempo una estructura de santones y shamanes que ocupan la más alta escala social y de renta del país a cambio de liderar y protagonizar esas tradiciones ancestrales.
3.Leía hace poco que los creyentes y los ateos son casi iguales.
Los ateos piensan que los creyentes son unos alucinados que han malinterpretado textos antiguos y los creyentes son gente que piensa así de todas las demás religiones , excepto una sola : la suya.
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Anhelo
0.Un día leí en  un artículo que en los campos de fútbol de Primera División se anunciaban artículos de lujo sin que, de partida, el público de estos eventos fueran compradores potenciales de, digamos,  Rolex o de Porsche. 
Siendo así, ¿Porque  esas empresas insisten tozudos en gastarse tanto dinero en causar impacto sobre millones de personas  si apenas unos cuántos de todos los destinatarios se convertirán en compradores finales del artículo?
El redactor nos ilustraba de forma muy pedagógica  acerca del hecho de que millones de personas conocieran y , consecuentemente, lo deseasen era lo que le daba valor de cara a los futuros compradores.
¿Que sentido tiene para el cliente final gastarse 150.000€ en un coche si nadie lo conoce ni sabe que vale eso?
La señal de status emitida era así mucho más efectiva y eso daba valor para los potenciales, ahora sí, compradores
1.Vino a mi cabeza este artículo hace poco, concretamente el fin de semana pasado.
 Ví una película en la que se trazaba el perfil del personaje protagonista en función de lo que no tenía:
Le faltaba una pareja, le faltaba publicar su novela para realizarse, le faltaba casa propia... y esas carencias….esos acusados vacíos aplastaban el resto de su existencia.
Acaba la película sin una conclusión clara, dejando un poso, una sensación que ahora intento aclarar.
Me pregunto en qué medida no nos  pasa igual y leemos  nuestras vidas en función de lo que no tenemos , quitando todo el valor a lo que si, anulando nuestros logros en el anhelo de otras cosas cuyo valor persiste hasta que lo obtenemos.
Vivir en el anhelo nos consume,nos ciega, nos aliena. Lo que no tenemos en cierta forma pesa más que lo que tenemos.  
Lo que anhelamos nos define con más precisión que aquello que ,por tenerlo,  hemos dejado de anhelar. 
Y así como Rolex puede invertir en una acción en los principales  campos de fútbol de Primera División para crear una masa ingente de " No Poseedores" de sus relojes, el resto acumulamos conjuntos vacíos en nuestra vida y a final queda como un tarro de cristal lleno de pelotas de ping pong. Lleno de vacíos. Lleno de ausencias.
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Akumal
Al aterrizar en el aeropuerto de Cancún, nada más llegar a la oficina del Rent a Car, me di cuenta de que me había equivocado con el modelo elegido on line.
Desde casa habíamos sobrevalorado las dimensiones del vehículo alquilado y una vez que estuvimos frente al coche nos dimos cuenta de que nos quedaba pequeño para llevar todo el equipaje, carritos, etc..
Por 20 USD arreglamos el tema y salimos conduciendo un Volkswagen Jetta más acorde a nuestro despliegue logístico.
A los 10 minutos ya estábamos en la carretera alucinando con todo: el entorno, las señales en verde, los cambios de sentido mexicanos. Todo era nuevo y alucinante.
Estamos a  principio de 2005 y Tom Tom sigue siendo una alternativa v��lida para acompañarte en un viaje transoceánico. Llevábamos todas las direcciones de los alojamientos y lugares de interés cargados desde casa, era una gran aportación.
Eso nos permitió movernos con soltura por toda la península de Yucatán sin apenas ningún fallo. Bueno, apenas, porque alguno hubo.
Después de descubrir a fondo Tulum, Playa del Carmen , Chichén Itzá y Kobá...decidimos ir a Akumal.
Nos habían hablado de las mejores playas de la zona, del snorkel y de las excursiones para ver  tortugas y ,si bien no es el tipo de visita que nos entusiasma, buscamos Akumal en el Tom Tom y nos fuimos para allá.
La sorpresa es que el Tom Tom , nos dirigió al pueblo de Akumal, al núcleo urbano en cuya zona costera están todos los negocios turísticos.
 El caso es que un lado de la Carretera ( el de interior) está el viejo pueblo de Akumal, sin infraestructuras , pobre  y al otro lado de la carretera en la costa un puerto deportivo de lujo con centros de buceo, alquiler de embarcaciones, restaurantes etc..orientado a los ricos turistas rubios, gordos y quemados por las largas siestas en la hamaca del resort tras un exceso de margaritas y caipiroskas.
Ese error nuestro ( o del navegador) nos impresionó por las enormes diferencias que vimos a tan poca distancia.
De hecho podía parece que Akumal pueblo fuese de otro país o incluso de otra época. 
Lo único que tenían en común era que en el pueblo había gente vestida con uniformes de algunos de los fabulosos negocios de Akumal "Costa".
No niego que el turismo traiga riqueza y prosperidad, pero a nivel espacial se ha roto la autocorrelación y la riqueza que genera Akumal "Costa" igual emerge en Bahamas o Luxemburgo y para Akumal "Pueblo" tan solo hay , de propina, algo de explotación laboral y un sucedáneo de prosperidad mal entendida.
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Las Visitas
Casi no tuvimos que hablarlo. Era como si ya lo hubiéramos acordado, pero una de las primeras cosas que hicimos al llegar a la casa, justo después de comprarla fue deshacernos de la mesa y las sillas del comedor.
Yo, por mi parte, había visto los muebles del comedor de mis padres envejecer y desconcharse sin uso durante décadas de forma que unos invitados que nunca llegaban se habían apropiado de mejor estancia de la casa.
Por eso decidí que en mi casa no se esperaba a nadie, ni le guardábamos el vino bueno ni la mantelería a ningún desagradecido de esos que nunca vienen.
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Facebook
Deje el tabaco y Facebook casi al mismo tiempo. Sentí la necesidad de liberarme de dos cosas tan inútiles en mi vida. Ambas dejaron a la vista el vacío que pretendían tapar y, de repente, me encontré con días de mil horas que tenía que rellenar.
Me eché de cabeza al mundo de las infusiones, volví a leer , me entregué a los largos paseos después de cada comida...cualquier cosa que tapara el enorme agujero que dejan 20 cigarros diarios en tu vida.
Hice una lista para ver cómo reciclaría esas horas huérfanas de contenido... Así decidí volver a tener tiempo para dedicarme a buscar música nueva para escuchar.
Al final, que en vez de encontrar nuevas voces , o nuevas formas de expresión musical ...he sucumbido a un nuevo y extraño placer que consiste en leer los comentarios que escribe la gente en los vídeos de YouTube.
Asomarte a las vidas de los otros mediante un ventanita y descubrir que recuerdos les evoca escuchar "A tribute to" de The For Carnation me entretiene y, de repente, me encuentro embobado leyendo la historia de una persona al que escuchar de nuevo esa línea de bajo circular sobre un patrón de bongos se han venido abajo todas sus defensas y se ha visto abocado a compartir en un íntimo grupo de desconocidos como escuchaba ese tema en la radio del coche cuando se escapaba de casa y se iba a un mirador a sentarse en el capó a fumar mientras con las puertas abiertas sonaba este disco de oscura belleza.
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El Nudo
Siento un  nudo en el estómago del tamaño de los que debe tener un elefante. No me cabe en el torso. Eso me angustia de forma que se expande aún más, oprimiendo mi pecho.
La garganta como un tubo antiguo, de plomo como si lo hubiesen pinzado con unos alicates, como una manguera pisada cuyos lados se tocan.
Cómo el esprint de un hamster en su rueda.
Mi cabeza, no procesa….centrifuga ideas..las marea, se enredan entre si creando una maraña de confusión.
No duermo por la noche, en cuanto me tumbo, se abren mis ojos.. no dejo de pensar  y me pongo nervioso.
Iba en el avión por la mañana, sentado en el asiento de emergencia dormitaba mientras escuchaba un directo de Thurston Moore.. sonaba Alice Moki Jane y todo era perfecto. Me arrastraba su cadencia y me veía envuelto en ese mar de capas. En ese momento he tenido la certeza de que si me hubiese levantado y tirado la palanca de la salida hacia abajo y hubiese saltado….no hubiese muerto...me hubiese disuelto en el mar. Lo sé
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21 st Century COVID Man
Somos clientes sobreestimulados, objetivo de multitud de  impactos  al que el bombardeo constante de información les lleva a ponerse a salvo, a aislarse. 
Nos ensordecen con información unidireccional , nadie  escucha.  No hay comunicación. Sólo podemos aspirar hablar a NPCs, a formar  IAs  vagas y sordas .
La angustia por no ser ya joven, la sensación de culpa por no  tener la edad o  el peso adecuado  genera una presión severa. Agobia asumir que no estamos a la moda, ni veraneando en Ibiza, y que las fotos de nuestro Instagram no molan.. 
En nuestra vida,  en  nuestro trabajo, parece que actuamos como los adictos al estrés que somos. Esa sensación de alarma permanente en la que nos hemos instalado para siempre es engañosa e improductiva y nos aleja de la autorrealización. Parece que solo podemos realizarnos actuando  bajo presión. 
Una vez asumido que es imposible atender todos los imperativos que nos impone la sociedad, una vez asumido nuestro fracaso frente a los retos de la vida moderna todavía nos queda una oportunidad de redención, suerte que siempre podremos reafirmarnos consumiendo ciertas marcas, enviando señales de nuestro status mediante nuestra ropa, un SUV y así compensar otros complejos de culpa, de inferioridad.
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MIGUELIN
Es un peligro.Aparece pedaleando por la carretera haciendo eses a cámara lenta. Maneja una bici de paseo femenina de color lila ridícula que pasa desapercibida por sus esfuerzos por mantener el equilibrio.
Fracasa en su intento por aparentar normalidad vistiendo como supuestamente lo haría un chico de su edad que no fuera yonki. Viste deportivas nuevas con una enorme lengüeta, pantalones cargo cortados a media pierna y un chaleco fluorescente de tela técnica con letras exageradamente coloridas.
Lleva una esterilla enrollada atada al manillar y una maleta atada al sillín.
Completa su look una boina con visera de cuero y un surtido de tatuajes a granel.
Tarda cinco minutos de reloj en bajarse de la bici, poner el caballete y colocarla en paralelo a la puerta de la farmacia para comprar algo. En la farmacia lo conocen bien desde pequeño. Su hermano era un maleante tres años mayor que él que no acabó bien.
La piel de Miguelín está blanca y su cuerpo hinchado del tratamiento de deshabituación.
La última vez que me lo cruce por la calle le di diez euros y me abrazó como a un amigo al que hace 20 años que no ves.
Por supuesto que no me conoció...creo que casi ni me vio de globazo que llevaba a cuestas.
Vestía de forma completamente diferente pero igualmente estrafalario.
Nunca olvidaré como con catorce años me acompañó a la casa de la que era mi novia con la firme intención de dar el primer beso que daba en la vida.
Por el camino me enseñó como practicar para besar entrelazando los dedos de la mano y utilizando los dedos gordos como si fueran unos labios... Pasamos todo el camino practicando y cuando llegamos a casa de mi novia...di mi primer beso.
Le había pedido para salir a mi novia en el portal de la casa de Maribel, la novia de Miguelín. Una chica pálida con rasgos que delataban su origen finlandés, rubia de ojos claros. Los cuatro íbamos de parejitas.
Esa fue la época de los primeros amores, me encantaría recordarlo con mi compañero... pero anda pedaleando las calles de lado a lado en las horas que está fuera de Proyecto Hombre.
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El Curriculum
Fue la única vez en mi vida que un curriculum me sirvió para algo y como no podía ser de otra forma, lo fue por error.
Acababa de terminar mi curso de Técnico de Sonido y aunque tenía horas de vuelo en montaje de espectáculos y ayudante , lo único que tenía de técnico era un papel que me identificaba como tal.
Mi amigo Rafa me acompañó a una productora a dejar mi curriculum por si salía algo. Era realista y por eso tenía cero esperanzas en que me llamaran sin embargo, si estoy escribiendo estas lineas es porque en algún momento mi móvil sonó:
- "Hola, ¿Eres David?"
-Si, soy yo.
- Mira, soy Salva de la empresa de espectáculos.¿ Te acuerdas de mí? Curramos juntos el lunes en la Plaza de Toros, en el Concierto de Pedro Guerra. (Ahi estuve enorme, supe que se había equivocado pero opté por a seguirle el rollo).
- Si, Salva, dime. :/
- Nada, que tengo un bolo el viernes por si te interesa, en Alcudia.
- Claro que me interesa.
- Ok, pues nos vemos en el almacen el viernes a las 7.
Y ahi me tienes, que me planté a la hora y lugar pactado y cuando me presenté, me hice el tonto con la confusión, cuando ya era tarde para llamar al verdadero David.
Los mayores logros de mi vida no me han llegado por hacerme el listo, sobretodo me ha ido de maravilla cuando me he hecho el tonto. Aprovechando la situación cargué y me subí a la Jumpy roída, rumbo al espectáculo que no era otra cosa que un festival folklórico en la Plaza de Alcúdia. Mi trabajo de técnico no fué mas que tirar cables y cargar unos altavoces gigantescos que Tomeu, mi acompañante, juraba que había participado en la grabación del "Rock'n'Rios" en Las Ventas. Joder, pues si que han ido a menos, por que esa noche iban a servir para sonorizar un conjuntos folkoricos de Alcudia, Castellón y Filipinas. Me contaba eso comiéndonos un bocata tras montar y antes del show. Me fijé en la cuadrilla del ayuntamiento, otros currillos como nosotros, que clavaban unas puntillas en el escenario para fijar las placas de conglomerado. Ví como venia el jefe, les llamaba y dejaban el puñado de puntillas desparramado sobre el escenario. Les tocaba subir cuatro aparatosos gongs grandes que traian los flipinos. Al rato, arrancó el evento, los locales hicieron su trabajo asi como los castellonenses, arreándole a la guitarra y la bandurria como bases para cantos tribales que despreciaban doscientos años de evolución cultural en el Mediterráneo.
El plato fuerte llegaba con los  filipinos. Les sonorizamos con unos tristes  Shure 58, montados a 10 cms de cada gong que a mi me parecía una solución muy cutre. En todo caso, no era importante, porque los gongs apenas los tocaron, los cuatro primeros que subieron tocaban una especie de tambores y cantaban sobre el ritmo. Adelantaron los cuatro pies de micro que habiamos preparado para los gongs y asi, de rodillas empezaron. Habia cuatro más, vestidos como ellos, descalzos  con pantalón de kimono negro y fajin y cinta de pelo rojos a juego descalzos con el pecho descubierto, que esperaban debajo de las escaleras del escenario a que un señor vestido de blanco de unos 40 años, sería el maestro o el entrenador, les diera la señal . Los cuatro arrancaron a correr para hacer su aparición en el escenario. Nunca sabré si los gritos con los que entraron en escena era parte de su actuación , pero sin duda jamás olvidaré como pasaron como una exhalación sobre el escenario chillando para bajar por el otro lado y tirarse al suelo mostrando a otro miembro de su expedición sus plantas de los pies sangrando y con algunas puntillas todavia colgando de ellas. Nadie de los que estabamos allí esa noche entendimos muy bien lo que estaba pasando, ni los de arriba ni los de abajo del escenario, pero sin duda si alguien tenía la curiosidad de conocer y enfrentarse a otras culturas, vió sus expectativas colmadas.
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El Gran Libro de Microsoft Office 2003
Leí no se donde que a los jóvenes monjes budistas se los llevaban de vez en cuando a visitar la morgue para ,una vez allí , reirse de la muerte y así tomar conciencia de la fugacidad de nuestra existencia, de qué vida y muerte van cogidas de la mano... lo que es en sí trágico a la vez real y necesario.
He pensado en esa anécdota muchas de las veces que me ha tocado pasar temporadas en el Hospital acompañando a algún familiar. Plantarme cara a cara frente a la muerte, ver cómo la vida se apaga poco en las habitaciones contiguas...te ayuda a quitarte de la cabeza esa idea infantil del yo eterno y centro del universo. Es un reset necesario y saludable.
En una de salas de espera a la que salí a darme un respiro, me empezó a hablar uno de los enfermos y apenas podía mantener una conversación...las ideas se le caían como de caen los muñecos de las maquinitas de brazos mecánicos de la Feria. Es como si su cerebro las asiera con poca fuerza y al final se rindiera ante la ley de la gravedad.
Cuando se marchó, me fijé en un hombre sentado en otra de las filas de asientos: leía y subrayaba a lápiz con enorme un interés un libro que parecía un manual.
Entrecerrando los párpados para enfocar...pude atinar a leer el título: "El gran libro de Microsoft Office 2003". No me lo podía creer.
No me constaba que en el Hospital hubiera un área dedicada a enfermos mentales.
¿Quién en su juicio, sino, dedicaría su tiempo a estudiar todas las funciones de un programa que lleva obsoleto quince años?
Dado que tenía el cargador del móvil conmigo me acerqué al único enchufe de la sala ( a dos sillas de su posición) haciendo ver que necesitaba cargarlo mientras lo usaba.
Con el rabillo del ojo, constaté que el libro era un manual auténtico acerca del funcionamiento del paquete Office que incluía capturas de diferentes ventanas y escenarios explicando la utilidad y opciones dentro de cada pestaña.
El inquietante lector, subrayaba con avidez párrafos enteros en los que debía localizar verdades reveladoras, esenciales del funcionamiento, de la dinámica gobernadora del Office.
¿Sería un acompañante de un paciente como yo, entreteniéndose en la sala o sencillamente estaba como un cencerro y había salido un rato de la habitación?
¿ Y si fuera un editor especializado en manuales y resultara que ese manual era una obra maestra de los libros de su tipo? Ni idea... Será que las horas de espera y el aburrimiento llevaba mis especulaciones al límite..
Cómo había visto el contenido podía descartar la opción de que sólo usase las tapas para ocultar que en realidad leía un libro que pudiera considerarse reprobable desde un punto de vista moral, religioso o lo que fuera....
Lo único cierto era que su análisis, el estudio de la materia estaba bastante avanzado. Podría decir que llevaba superada la mitad del libro..
No dejé de darle vueltas: ¿Porque dedicarle tanto tiempo y esfuerzo a algo completamente inútil, a todas luces infructuoso?
Cuando salí con mi coche del parking subterráneo, volvió la señal al móvil y sonó un bip de volumen desproporcionado, anunciando la entrada de un mensaje y paradójicamente actuó como un interruptor y lo vi claro:
Me había impactado tanto porque me había visto a mi reflejado en ese señor.
Yo, tan perdido, como él en el mundo de la informática....subrayando con ahínco...trabajando en el sentido equivocado de forma que cuanto más hago....más me alejo de la verdad, en vez de acercarme.
Sentí compasión por él, y luego por mí.
Por fin, me pude quitar el tema de la cabeza.
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Conjuntos vacios
1.Borges y Houllebecq asaltaron mis pensamientos mientras me encontraba en mi coche esperando en un semáforo  del Borne. Serían las cinco de la tarde de uno de esos dias en los que la primavera se asoma en el calendario a final de abril . En el mismo semáforo, en sentido opuesto, una calesa y llevando las riendas, una gitana intentaba mantener quieto a su caballo.  Éste se resistía subiendo y bajando su cabeza, mostrando su desacuerdo en la sumisión a las normas elementales de tráfico. Advertí que los pasajeros eran una pareja de turistas que habían bloqueado en su cara una sonrisa neutra mientras el brazo izquierdo de él sujetaba una cámara semi profesional grabando un vídeo en plano selfie. En esas décimas de segundo pude imaginarme el resultado final...un vídeo en el que las caras permanecían congeladas en la sonrisa más absurda y vacía mientras detrás, iba variando el paisaje de un paseo en caballo por el centro de Palma. Dado que hacía poco que había leído "El mapa y el territorio" y había descubierto el cuento de Borges que hablaba del mapa a escala 1:1, surgió una más o menos forzada analogía. Y pensé que nadie tiene tiempo para ver todos los vídeos y fotos que se hacen ni las grabaciones de Go Pro esquiando o en bicicleta... ¿Llegará a nuestras vidas ese día en el que tengamos tiempo de recapitular y veamos todos los videos y fotos? ¿Porque malgastamos algunos de los minutos más valiosos de nuestras vidas en registrar tomas que jamás revisaremos? ¿Para qué? Definitivamente, para nada.  ¿Los grabamos para nosotros o para un "espectador subjetivo", un tercero imaginario al que le de mucha rabia que hayamos estado en el concierto de Coldplay? ¿Para ese que queremos que en un plano imaginario se entere de lo bien que nos lo pasamos de vacaciones en Mallorca? Va a ser eso....queremos proyectar esa imagen para que se entere ese "enemigo fantasma"... que en realidad no existe mas allá de un oscuro desdoblamiento nuestro. Un microtranstorno de personalidad revela que necesitamos creérnoslo, necesitamos pruebas de que lo pasamos bien, somos razonablemente guapos y /o afortunados... De repente, hasta tres sonidos de claxon en diferentes frecuencias suenan fe forma nerviosa y los conductores que llevo atrás se acuerdan de mi madre y lo hacen público a grito pelado. Piso el embrague, pongo primera y el coche se empieza a mover. Se calma la tormenta sónica. 2.Es como mágico. Una magia absurda y a la vez caprichosa provoca que las revelaciones se presenten ante mí por lo general en la ducha o afeitándome. No sé que extraño equilibrio cósmico favorece que solo revoloteen alrededor mío esa clase de verdades universales en un momento tan plano de mi vida. El caso es que esta mañana un icono brotó en la pantalla del móvil anunciando la entrada de un nuevo mail mientras mi cara estaba untada de crema de afeitado y me disponia a iniciar el ritual cotidiano. Es inevitable que, cuando el rabillo del ojo lo detecte, se genere en mi una concatenación de actos reflejos que acaba en mi estómago y me lleven a pensar en que me llega una buena noticía, esa notificación que dará un vuelco a mi vida. Tardo décimas de segundo en abrirlo y comprobar ( concatenación de reacciones fisiologicas#2, de sentido inverso a la anterior ) que es un nuevo mail en el que me ofrecen en inglés descuentos en medicamentos o rebajas en mi crédito universitario. Me asalta una minidepresión de primera hora cuando constato que ya sólo me escriben robots. 3. Por 450€ te puedes comprar un castillo hinchable de Bob Esponja para tener en el patio de atrás de tu chalet. Solo requiere la bomba de aire y los arneses para sujetarlo. El precio del transporte va aparte. Aproximadamente a partir de 3.000 € empiezan las variantes combinadas con tobogán y más personajes.  Por encima de ese precio, ya pasan de los 8 metros de ancho a los que limita el patio trasero del chalet de taxista que te compraste en las afueras exactamente a 17 kilómetros del centro o, lo que es lo mismo, 50 minutos de tu trabajo y el cole de los niños.  " La zona subirá" pensabas, cuando te hipotecaste hace 10 años sin ser capaz de anticipar lo fríos y húmedos que eran los inviernos ahí y lo desoladores paisajes que envuelven los paseos que das a las 10 de la noche con tu husky siberiano tan descolocado como tú en ese extraño paisaje. Tus padres firmaron resignados, por una extraña obligación moral, no tuvieron argumentos para frenar la exigencia del director de la sucursal de la urbanización. Sólo Dios sabe a lo que todos habéis tenido que renunciar para poder seguir atendiendo las cuotas crecientes de esa maldición de dieciséis digitos. "Ten cuidado con lo posees porque te acabará poseyendo a tí" decía Taylor Durden en El Club de la Lucha. Miras los precios de los castillos en internet mientras esperas a tus hijos en las sillas que los feriantes conceden como cortesía a los aliviados padres. La acción transcurre en Festival Park, un sitio que desde siempre he odiado. Lo odiaba porque explica que la clase media y baja (que hoy son casi lo mismo ) sólo sabe entretenerse comprando falsos restos de serie, saldos simulados...buscando en éstos cubrir sus carencias en base a un sistemáticamente estafado oportunismo. Veo zombies, gente sin rumbo empujando de sus carritos de bebé resignados mientras buscan encontrarse consigo mismos en las ofertas de marcas inaccesibles en la vida real.   Nadie va a comprar nada que necesite, todos va a pasar el rato y a comprar tontamente, a tachar un día más en el calendario de sus vidas. Sin embargo, esa manía ha sufrido un cambio mientras esperaba a los pies del castillo hinchable de Bob Esponja.  Ha venido a mi cabeza la idea de que Festival Park es un avance de la distopía que nos espera...lo triste es que Palma cada vez se parece más a Festival Park...ciudad simulada, una colección de franquicias repleta de zombies sin rumbo que solo están buscando donde dejarse el dinero y encuentran vagando entre tiendas el sentido que les ha sido negado en sus vidas. 4.El vacío es lo que busco y encuentro en el móvil cada mañana cuando de forma rutinaria reviso las noticias mientras me tomo un café doble. Leo siempre las mismas cuatro o cinco webs de periódicos sin saber muy bien que espero encontrar..todos los titulares destacados me parecen prescindibles, triviales y salto a otra web esperando encontrar una primicia, una noticia de ultima hora esperada y/o reveladora y una vez más no encuentro nada. Cada mañana desperdicio 15 minutos de mi tiempo con esa rutina y exactamente el mismo resultado. Como cuando los camaristas (me encanta esa palabra), enfocan su cámara de vídeo a la pared para hacer el balanceo de blancos, hago lo mismo con mi cerebro cada mañana bañando mi cerebro en un mar de nada, un vacío neutro.
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Arianna tiene 23 años. Como todos los mallorquines con ambición, estudia en Barcelona. Se metió en Periodismo posiblemente demasiado influida por su circulo social y está en la edad y en el momento de su vida en el que se plantea que posiblemente se equivocó de carrera y se pregunta que pasaría si lo dejara todo y se quedase a vivir en Mallorca o en Barcelona a buscarse la vida de cualquier forma.Esta hecha un lío. Anoche salió con sus amigas de toda la vida: Eli y Julia,  que también estudian fuera y han venido a pasar el verano casi obligadas. Quedaron y fueron a constatar lo que esperaban: que lo chupitos de jagger y los minis del Tunnel les saben a poco, que han evolucionado y que todo eso les queda atrás y a mentirse y contarse que les va mejor de lo que les va. A la mañana siguiente el aviso en el Iphone le recuerda que tiene que ir a recoger a su madre al aeropuerto. Ha estado haciendo unas etapas del Camino de Santiago con su amigo Sebastiá. Su primera relación desde que enviudara hace 4 años. Con los ojos pegados e intentando disimular la resaca, se sienta delante de la puerta de salidas y se pone a observar a la gente que va a recoger a los suyos y sus reacciones. Grupos de amigos con carteles de bienvenida, parejas que se reencuentran, familias que se completan en la puerta de Llegadas...se pone a pensar que probablemente esos sean los metros cuadrados con mas ilusión y esperanza de toda la ciudad. Piensa eso cuando un niño abraza de un salto a una mujer mayor, seguramente su abuela que llega con una caja de carton embalada con una asa improvisada de precinto. No soporta a Sebastiá ni sus esfuerzos por gustarle a ella también. Será porque le ve mayor o porque todavia no ha aceptado la enfermedad que se llevó a su padre....pero en ese ambiente le contagia. Asoma la pareja por la puerta D y ella abrazaba su madre y le da el primer abrazo de su vida a Sebastián que llega vestido con ropa técnica y zapatos de trekking. Su madre mira extrañada y al ver la imagen sonríe y toma el carrito. Su hija se lo coge. La pareja se mira de nuevo y se besan. Se marchan juntos los tres.
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"Que Dios le bendiga"
Vivo en un barrio de esos que les dicen obreros, en las afueras justo al lado de la autopista. Supongo que hace treinta años cuando se empezaron a urbanizar estos descampados, las casas estaban nuevas, los locales ocupados y por las calles se percibiría la ilusión de las familias recién llegadas, los proyectos de vida por iniciar. Como los primeros episodios de “Cuéntame”. Hoy el barrio entero es gris, no hay apenas un local ocupado y la zona está deprimida a un paso de la marginalidad. Pienso en que el barrio entero apesta a fracaso mientras quito el candado de mi scooter china para ir al trabajo en un puto sábado por la mañana. Un joven americano que por el tono tostado de su piel sitúo en Ecuador u Honduras tuerce la esquina de mi calle murmullando una canción mientras en su mano sostiene un montón de folletos de publicidad. Lleva una camiseta de fútbol y una mochila que rebosa folletos. Llega al primer portal, delante de los contenedores de basura, se quita un auricular del oido y toca al timbre. “¿Quién es?.-se escucha con el filtro del portero. "Publicidad”, responde. “Piiiiip”… Abre la puerta mientras se vuelve a poner el auricular y empieza su descarga. Mi maldita moto se resiste como si tampoco quisiera ir hoy al trabajo. De repente oigo desde dentro del portal. “Llévate tu mierda de aqui. No queremos tu basura”. Quién exclama eso es un viejo de más de setenta años que bajaba de casa con su mujer. El chico tan solo le responde :“Que Dios le bendiga” El viejo, lejos de calmarse con esas palabras, se enciende más y se dirige a él a gritos y lo veo salir arrojando al suelo la publicidad que ha sacado de los buzones. “Te he dicho que no quiero que traigas tu puta mierda aqui” “Saca esa basura de mi casa” Cuando lo veo, me fijo en  su camisa abierta y camiseta imperio, con ese flequillo amarillo peinado para atrás con colonia, la cara de mala leche y esa expresión de amargado con la que amenaza al joven que tan solo responde  “Que Dios le bendiga”, “Que Dios le bendiga” a cada improperio. Sale del portal  maldiciendo y todavía le da tiempo de encararse una vez más al chico que se marcha respondiendo a cada insulto con su bendición. Mi moto arranca por fin y el viejo con su mujer del brazo enfila el camino al bar. Supongo que con la sensación de haber defendido la dignidad que la vida le negó hace mucho. En el camino al trabajo intento explicarme lo que acabo de vivir y no puedo. Tan solo repito en mi cabeza una y otra vez “Me tengo que ir de aqui”.
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El camino a la oficina
Si Kjell Askildsen viviera en mi, seguro que sacaría literatura de las microrrutinas que, entrelazadas como una gran malla, componen mi vida. Observaría con atención, como quién disfruta un paisaje otoñal, como me levanto a las 6, cuando salgo correr 9,5 kms cuatro días a la semana y se fijaría en toda la gente con la que desde hace años me cruzo. Los ancianos caminando por el Paseo Marítimo, los runners ocasionales y los de siempre conformamos una comunidad de férreos hábitos que seguro sabría apreciar y leer los mensajes ocultos en sus rutinas, ausencias o retrasos . Seguro que sabria describir con detalle y precisión el orden que aplico para cepillarme los dientes, afeitarme, ducharme,  desayunar y vestirme antes de salir al trabajo…casi siempre a la misma hora. Sólo él sabría entender la consternación que me ha causado el traslado de mi oficina a 3 minutos de donde estaba. A nivel geográfico el cambio no es muy significativo pero me ha obligado a cambiar la ruta que llevaba 7 años siguiendo. Siete años pasando por los mismos sitios a la misma hora, viendo a la misma gente casi a diario. Esa gente que, de una forma anónima e involuntaria, había poblado mi universo durante tantos años y que me ayudaban a medir el tiempo de camino al trabajo. Cada mañana me cruzaba en el mismo semáforo con una chica de pelo largo y oscuro con un poso insalvable de tristeza en los ojos que me imaginaba profesora… o esa señora , no se porque, supongo que viuda con el perro blanco pequeño casi siempre oliendo el mismo arbol, o aquellos dos chicos con uniforme que he visto crecer y que siempre coincidiamos frente al mismo escaparate. Había una chica que esperaba el autobús escuchando música sentada siempre en el mismo lado del asiento de la parada. Eran diferentes aquellos que, como yo, iban vestidos con trajes y seguro que ellos, como yo, se intentaban imaginar en que banco u oficina de seguros trabajaba y si tendria la misma suerte que ellos con el jefe, el sueldo o los compañeros. Una de ellas era una chica rubia y alta, con un físico notable pero que no llegaba a ser guapa y que cada mañana recogía un café para llevar en el mismo bar y que solo dejaba de ver, como a los otros, algunas semanas, cuando supongo se iban de vacaciones. En el semáforo justo antes de llegar a la oficina me cruzaba siempre con un padre que llevaba a sus dos hijos al cole con babero y yo siempre pensaba que llegaban tarde. Toda esta gente que conformaban mi necesario hábitat matinal, han desaparecido súbitamente y, como no, yo del suyo. Me pregunto si se habrán dado cuenta de mi ausencia y que se imaginaran..que me han despedido de mi trabajo de agente inmobiliario o que me habrán ascendido en la empresa de marketing que se imaginarían otros o que por fin he ahorrado para una moto….me gustaría saber como son esos “yos” que existen en su imaginación…. ese puñado de derivadas que de mi existencia recreaban en sus cabezas y que suerte han corrido, cual ha sido su destino.
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Atardecer
1.Recuerdo con claridad cuando cometí el error. Habíamos comprado unas setas bañadas en chocolate ligeramente picante y los tres habíamos pactado tomarlas juntos y no perder nunca la referencia de los otros ya que, a pesar de que íbamos con un grupo numeroso, éramos los unicos que íbamos a tomar. Era un concierto al aire libre, el único de todo el SXSW que presenciamos en un parque. Al rato, unas 3 margaritas después de llegar, apareció en el escenario Li Saumet para empezar el concierto de Bomba Estéreo cuyo repertorio me sabía de memoria. Me hacia ilusión presenciar el único concierto de todo el festival que sabía cual era. Podía ser cualquier momento entre las 11 y las 18, no tengo ni idea, el caso es que hacia calor y ahí estábamos saltando y cantando bajo el sol al ritmo de electrocumbia colombiana. Era un momento pleno de efervescencia vital, una ciudad entera poblada de “party animals” y allí enmedio yo, disfrutando en primera persona de un baño de ritmo sabrosón aderezado de sintetizadores analógicos, rimas como cuchillos y precisos golpes a contra de una guitarra contagiosa. “Fuego!, Mantenlo prendido, Fuego!…Y no lo dejes apagar"se oía. Noté calor en el bolsillo pequeño de los vaqueros y cuando metí la mano, ví que la cobertura de mi seta se estaba derritiendo de forma que ni me lo pensé, la decisión se tomó sola, era un circunstancia única, lejos de casa, Li Saumet en el escenario.. de un golpe me lo metí todo en la boca empujado por la palma de mi mano. Como era de esperar, el concierto acabó sin que notara nada y al rato estábamos tirados en el césped del parque. Por mi lentitud de reflejos y profundidad de mi aletargamiento, era obvio que iba muy adelantado a mis otros dos compañeros de viaje y estaba muy bien ahí tumbado mirando las nubes y balbuceando vete tú a saber que chorradas.   En mi imaginación sonaba “Perfect day” de Lou Reed. El único problema era que habíamos quedado con nuestros anfitriones y otros de la banda en una fiesta en el South by San José, un minifestival dentro del festival con su ambiente propio, completamente otro rollo. Al llegar, todo eran botas tejanas, flecos y sombreros de cowboy. La música que sonaba en el escenario era una especie de blues pantanoso, guitarras con delay, whawha y largo sustain sobre líneas de bajo marcadas y baterias primitivas. Ese rollo “Riders on the Storm” de los Doors con capas de acordes infinitos de guitarra que se derretían y reptaban sin fin sobre la base ritmica. Lo recuerdo perfectamente. Tan absorto me quede viajando con la música que cuando me quise dar cuenta había perdido el contacto con mis compañeros de viaje. Estaban dando vueltas por el mercadillo, probándose camisas de cuadros y botas tejanas y flipándolo o comprando cervezas o lo que fuera.. En cuestión de segundos todo se me vino encima, veía a demasiada gente, oía demasiadas voces y cuando me quise acercar al hermano de Victor a pedirle ayuda para que me sacara de ahi enmedio, de repente, me desplomé.
2.Entre dos, me sacaron de todo el gentío a peso y me apartaron a un sitio despejado. La gente que pasaba me regalaban sus miradas de desaprobación y comentarios contra mi comportamiento, afortunadamente en inglés. Me temblaban las piernas. Enseguida apareció el resto del Comando de Viaje Interestelar y en una repentina muestra de fraternidad y empatía se hicieron cargo de mí. Al rato estaba montado en el Chrysler Sebring descapotable de Víctor de camino a casa. Creo que nunca olvidaré ese viaje de vuelta, los rayos del sol se mostraban en un increíble atardecer de tonos naranjas y marrón claro que  se había adueñado del cielo, a nuestros dos lados las inmensas aceras ocupadas por una marabunta de jóvenes que iban hacia el centro a empezar la fiesta de la noche, justo en el sentido contrario que marcaba el rumbo de nuestro Sebring en retirada. Yo iba solo detrás, estiré los brazos sobre los asientos de piel de color blanco y tiré mi cabeza hacia atrás, con los ojos cerrados, entregándome por completo a esa sensación. Ninguno de los tres dijo una sola palabra en ese  viaje, todas las conversaciones posibles eran introspectivas y todo sucedía en slow motion. Para romper ese incómodo silencio, Víctor puso un cd que como otros habian ido cayendo en nuestras manos a lo largo del festival, eran Vio/Miré y el tema era “Foxes”. Mientras le buscaba un significado a todo ese esplendoroso atardecer, las guitarras con slide llenaban el espectro audible, un remoto arpeggio de teclado acariciaba nuestros oídos y una voz susurrando una delicada melodía, como si se fuera a romper, conformaban un todo perfectamente equilibrado, un final tranquilo. La paz tras la tormenta. En ese momento acabó el SXSW 2012 para mí pero también acabó una fase de mi vida. Todo apuntaba en ese sentido y, como antes, la decisión se tomó sola.
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Nadie al Volante
Serían cerca de las cuatro de la mañana cuando a Emily le despertó la luz de la lamparita y vió a su marido Jonah incorporado en la cama, sudoroso y la cara blanca como la pared. “Cariño,¿Te encuentras bien?” le preguntó preocupada. “ Si, si ...todo bien, solo que me he desvelado un poco”, respondió él. ”Anda, duérmete... No pasa nada”. Le evitó a Emily los detalles del pinchazo en el pecho y las náuseas que le habían despertado repentinamente. No quería preocuparla cuando quedaba poco mas de un mes para jubilarse como Jefe del Taller de la firma C&C Drums, en Gladstone, Missouri. Tenían muchos planes para esa primavera. Los zumbidos en el oído no se iban y cuando intentaba tumbarse, el malestar se apoderaba de él. Apagó la lamparita, caminando a oscuras cogió su ropa y salió del cuarto para dejar a Emily descansar. Decidió ir a tomar una taza de café al Dennys 24/7 de la carretera y así al menos se despejaría un rato hablando con su amigo Chad, el camarero de noche. Aparcó su ranchera justo delante de la puerta y cuando entró tan solo había dos clientes más sentados en la barra.Dio las buenas noches y tan sólo Chad respondió convencido, los otros dos clientes respondieron con la boca medio cerrada sin levantar la mirada perdida en algún punto tras la barra. “Que te trae por aqui a estas horas, Jonah?” “No, bueno no podía dormir...” Le sorprendió que una frase, en principio tan inofensiva causara que los otros dos clientes giraran al mismo tiempo la cara y le miraran incrédulos. Ante ese momento enrarecido, en el que los ojos de Jonah buscaron a Chad reclamando un explicación, el hombre que estaba tomando café más cerca de él , como supiera exactamente a que se estaba refiriendo le preguntó “¿Era como si te estuvieran clavando agujas en un muñeco de vudú?” “ Si, si....exactamente” El otro hombre, en cuya gorra se distinguía el logo de la división de amplificadores de Fender, dijo¿ Y te pitaban los oídos de forma insoportable? “Efectivamente, así era” El primer hombre que había hablado,era Mick Norris, Jefe de Artesanos Luthiers de Gibson Co. , responsable de todas las guitarras que habían salido de su fábrica en los último años. El de la gorra, Joe Kowielzky, era el Ingeniero Jefe de amplificadores de Fender Ltd, que pasaba unos días en la zona visitando a su familia política. Los cuatro se miraban incrédulos y cuanto más se miraban, menos entendían que estaba pasando. En ese mismo instante, en la otra punta del mundo, en Camp de Tir, Téntol! había empezado a registrar las primeras tomas de lo que sería su segundo disco, “Nadie al volante”.
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