Mis mañanas

Tengo mañanas que son completamente tuyas, desde que me levanto hasta que llega la hora de comer. No logro encontrar una canción que me arrastre lejos del despecho y la auto mutilación. Tengo mañanas donde ya no encuentro excusas para concentrarme en otra cosa, lo que sea que me aleje de darme cuenta que sigo sin ti. Recuerdos, preguntas, sueños con los ojos abiertos…todo lo que lleve hacia ti, por ahí pasa mi pensamiento. Pienso en llamarte, pienso en escribirte para ver cómo estas, cómo esta tu familia frente a esta nueva plaga llamada histeria, si ya hay alguien en tu vida que hace que mis sueños parezcan novelas, o si acaso paso desapercibido en tu día. 

Mis mañanas, casi todas son tuyas, pero soy yo quien las carga; una bocanada de culpa y otra de orgullo antes de echarle café al cuerpo, una taza que imagino con cucharita, como tu lo tomas, y hace que quiera seguir durmiendo y no salir mas al mundo real. 

Por tu ausencia me miro al espejo en una muy temida revelación. Cuando paso frío quiero abrazarte y cuando hay calor pienso en alguna playa juntos, o una buena cerveza en cualquiera de los lugares que prometí llevarte, escuchando música de los mismos auriculares. Era tan fácil ser tuyo...La canción que no te incluye en sus notas no la escucho, porque quizá tu y yo escuchemos las mismas una misma mañana, y para mi eso, en el futuro tal vez, podría ser suficiente.

Soñ.arte

Estuve soñando. Algo así como que lo que digo se escucha en todos los montes de la ciudad. Que el ruido de mi mente no desaparece envenenándome sino escuchándote. Que por mucho que nadé no me rendí en este mar. Que aún queda algo más al buscarte entre el gentío. Que hacerte el café es parte de mi destino.

Llevo tanto tiempo haciéndolo que ha crecido esta realidad alterna contigo, que si la ignoro me hace daño y si la abrazo no me permito quedarme, porque en el fondo se que no existe. No puedo seguir mintiendo, ni siquiera a mi mismo, eso fue lo que me llevó hasta aquí, lo que me llevó a construir nuestro mundo al cerrar los ojos.

Le he quitado el gusto al mundo real, y ya no quiero seguir soñando con otro; no quiero temer a dormir solo, no quiero quedarme con el celular en la mano por un mensaje como el que soñé...Dedicarle lágrimas a los sueños no los materializa, ni guardarlos en cajitas bajo la cama compromete a nadie a su prédica. Lo digo por experiencia, por eso ya no quiero soñar más contigo. Necesito mi sanidad aunque a pocos les sirva.

Total, ya nadie sueña con este cobarde.

Excúseme de nuevo

A veces es solo escribir lo que te sale de la cabeza y ya. Unas veces no es tan fácil como lo quieren poner, porque no cuentan con que tu cabeza siempre este pensando en 15 cosas simultáneamente, por lo que plasmar una idea lineal y encerrarla en párrafos suele ser complicado para nosotros los primitivos. De paso me gustaría aclarar que no soy ningún escritor condecorado ni persona de lectura extensa, así que a veces cuando me canso de privar en fino se me va la cabeza y lo escribo tal cual lo pienso, sin mucha decoración en las palabras.

Si acaso esto llega a leerlo una persona con una condición similar al agotamiento emocional, quiero que sepas que no importa que tan complejo sea tu garabato en ese corazón que cargas que agota lagrimas y agita la marea sin poder nadar en ella: no vale la pena. Y lo lamento, porque quizá le estés poniendo mucho empeño a una solución, una alternativa o una conquista de tus sentimientos encontrados, y bueno, eso te puede tener exhausto/a para que un pana que no te conoce te diga que no vale tu esfuerzo, pero creo que es lo mejor que he podido sacar de la ultima década que he vivido.

Una década mas que egoísta, con años perros y otros no tan desgarradores pero si que tontos al final; relaciones y abrazos, muchos abrazos, que hoy daría un brazo por volver a tener, pero que ya no puedo añorar porque perdí su fuente. De hecho, perdí muchas fuentes de alegría en esta década porque, aunque empecé acompañado la terminé mas solo de lo que jamás imaginé estar, y cuando arrastras una culpa sin solución ni a corto ni largo plazo, condenas tu sonrisa y las que esperan por ella. En estos años creí que era el indicado para comerme el mundo de una bocanada, con escasa autoestima para unas cosas y rebozando de ella en otras.

Claro, hay que aclarar, que sí pienso que vale la pena luchar por algo que te importe. Cuando ves que se aleja de tus manos y no puedes quitar tu mirada de ello, tu pecho duele de tanto latir y tus piernas inquietas solo gritan “corre!” ¡pues por supuesto que hay que correr!, si ese algo/alguien se va, que se entere de todo lo que sientes por semejante evento. Lo que no vale la pena, a mi entender, es venderle “chow-fan a Bruce Lee” como dicen por ahí. No siempre tendrás la razón en cuanto a lo que sientes o piensas y es importante entenderlo para tener la noción de cuando decir “no te vayas” y cuando dejar de golpear una pared que no vas a derrumbar. Luchar contra la corriente, dejando tu piel y tu salud mental al borde del juicio es, por lejos, mas dañino que tu perdida. Primero estas tú, déjale a los demás lo demás. Existen heridas que no son como las cortadas en la rodilla o las que llevan yeso, están las que solo tu mente puede sentir y las acoge como si fueran parte de ti. Al punto de criarlas y conservarlas como si eso justifica tu miseria, como si tu dolor en el silencio hará que todo vuelva a ser como antes. Por favor no lo hagas porque luego viene la culpa, y solo te tienes a ti para apuntar el dedo, y te derrumbarás cuando veas que no tienes forma de arreglarlo. Si gente, hay cosas que no tienen remedio, la naturaleza dicta que todo se tiene que mover, la belleza del movimiento en esta existencia es una que pocos llegamos a apreciar (ojo que yo no lo he hecho... aunque me gustaría eventualmente) y los que tenemos la dicha de sacar tiempo para enamorarnos de una profesión o una persona, nos toca aprender lo peor de cada cosa, para que la misma no nos pase por encima.

Y qué cosas que para saberse las mejores lecciones primero hay que pasar por tus peores momentos, ley de vida; no es como si naciéramos sabiéndolo todo. Así que hagan lo que quieran, pero cuídense. Inserte cierre con lección interesante.