ZONA INDUSTRIAL. desde el elíseo, había centrado su mente en su trabajo, en sus figuras, en olvidar. con luna a su lado, muchas de las preocupaciones de esa noche habían dejado de cobrar sentido. un poco. casi nada. nada, la verdad sea dicha. que es la alarma que aparece en su mente en el momento del apagón. su taller es un departamento olvidado de esta barrio, por lo que no tiene esperanzas de encontrarse con alguien al salir a la entrada del edificio, con luna a sus pies, para saber qué sucede. con esa idea en mente, cuando una figura que no logra reconocer se acerca, es que pregunta. “¿sabes si este apagón es solo por estos lados o ataca a medio ciudad?” su diestra cubre inútilmente su cabeza para aplacar las gotas de lluvia, ignorando su propia fachada ( su delantal y manos sucias en cerámica ). “tsk… ni siquiera tengo carga en el teléfono”.