#tengan un poco de compasión ok? | Explore Tumblr Posts and Blogs

effy-woods · 4 years

Text

¿Conoces esa sensación de vacío? El querer hacer cosas productivas pero que simplemente no sientas nada cuando haces algo. Preparar la comida y no sentir apetito. Ordenar tu habitación o hacer la limpieza general de tu casa y no sentir absolutamente nada. Que alguien te hable y durante esa conversación no ser capaz de emitir emoción alguna. ¿No te pasa?

Querer sentir todo y ser incapaz de mostrar una pizca insignificante de emoción o sentimiento. Sientes vacío dentro de tu cuerpo, un transe ahogado y desesperante, deseas querer sentir algo de alegría o tan siquiera conocer el porqué de ese vacío existencial invadiendo cada fibra de tu cuerpo.

¿Vas a seguir leyendo? Ok. Eres libre de hacerlo.

Mi estómago ruge de hambre, pero yo no quiero comer, veo lo que tengo en un plato y siento el estómago cerrado.

Intento sonreír y solo consigo dolor en las mejillas o sentir asco de mi aspecto, mi rostro se ve horrible cada que intento sonreír y por eso evitó hacerlo.

Quiero estar de buen humor, decir algo positivo pero solo consigo ser indiferente. Fría. Querer estar sola y no causar más daño con este vacío que siento me consume lentamente en mi interior apagando la vitalidad con la que suelo despertar cada día.

Deseo salir de esta penumbra silenciosa que tan atosigada me tiene. Los recuerdos de ese doloroso e insufrible año de mi existencia vuelven cada vez con más fuerza deseando acatar aquella promesa que dejé atrás, o al menos intento evadir, pero este vacío me lleva por ese camino.

Bien, si decides seguir leyendo esto es algo más que un texto reflexivo. Esto es entrar a una pequeña parte de mi sentir. Lo que yo siento ahora mismo. Sí no es lo buscas, puedes irte.

Son tantas las cosas que me he prometido a mí misma que ni yo puedo con todas, es difícil salir adelante teniendo alguien del cual tirar para hacer algo, sé bien que esto está mal y que sólo me causa dolor cada que aplazo el final de lo que posiblemente sea romper en mil pedazos mi alma.

Por eso dicen, que las decisiones difíciles duelen. No me veo capaz de seguir adelante ahora mismo, solo pienso en que será mañana o si esta nada se ha marchado temporalmente para volver cuando en cúspide me encuentre tratando de ser útil en esta vida.

Pero son tantas las cosas que han sucedido en este último año que es difícil no sentirse inútil, no poder evitar el pensamiento de que "si no estuviera aquí todo sería mucho mejor" "ojalá no haber nacido nunca" "¿Será que ni existencia tiene algún propósito?" "¿Y si termino yo misma con mi vida? Así a lo mejor sea todo más fácil."

Porque es inevitable no sentirme así. No quiero, pero mi mente controla mis emociones, me mantengo fuerte porque tengo a alguien importante a quien proteger, intento ser fuerte por él, porque piensa que es más débil que yo. Pero no es verdad, yo lo soy mucho más tú.

Aunque mi actitud parezca que sea yo la fuerte en todo esto, eres tú el más fuerte de los dos. Eres tú quien me da fuerzas, has sido tú muchas veces quien me ha dado ese pequeño impulso a seguir adelante y aún así soy incapaz de seguir adelante o pensar en el futuro.

Me ahogo en este vacío existencial donde no hayo fuerzas para salir, me siento débil por dentro aunque por fuera demuestro fortaleza, siempre he sido débil solo que aprendí a ocultarlo bajo miles de capas.

¿Porqué un padre no amó a su hija? ¿Porqué su familia odia tanto a esa niña? ¿Qué motivos tienen para haberla destruido lentamente? Son cosas que se me escapan la comprensión, intento perdonar, intento olvidar, hago lo posible por querer calmar este infinito dolor que siento dentro de mí volviéndome alguien tan pétreo. Solo que este gran dolor lo oculto con odio, es más fácil de sobrellevar si odias con suficiente fuerza que alivia y mitiga ese profundo dolor.

No busco tu cariño. No busco tu perdón. No los busco a ninguno de vosotros. Deseo que tengáis la muerte más dolorosa y lenta que pueda existir, deseo muy en el fondo de mi ser que sufras tanto como yo he estado sufriendo desde ese día.

No hay médico, no hay psicólogo, no hay psiquiatra, no hay profesional que pueda mitigar este sentimiento de vacío y dolor que has causado tú y tu familia. Consiguieron destruirme el alma. Los deseos de superarme a mí misma, ser alguien en un futuro. Ser normal.

No tener todos esos repugnantes recuerdos. Te odio. Odio compartir la misma sangre que corren por tus venas. Me odio a mí misma por no ser capaz de salir adelante.

Esos recuerdos que hasta vienen a mí en sueños me persiguen y seguirán persiguiendo hasta que en algún momento no tenga fuerzas de seguir luchando y termine yo misma con mi vida.

Son tantas las veces que he intentado acabar con mi existencia que he perdido la cuenta, en el hospital no hay un historial exacto de las veces que lo he intentando fracasando hasta en eso.

Ya ves tú, lo fácil que es tomar unas pastillas y dormir para no despertar.

Beber lejía y morir lentamente sintiendo al menos dolor, porque es bueno notar que sigues pudiendo sentir algo, sea dolor o no, es mucho mejor a sentir este vacío, la nada.

Las marcas en mis muslos. Las cicatrices que llevo en la muñeca. El desgaste de mis nudillos. Mis rodillas crujir. Tú dirás que son cosas que hacen las personas para llamar la atención. Pero no puedes estar más equivocado y lejos de la respuesta.

¿Crees que alguien que no siente absolutamente nada se tomaría la molestia de querer llamar la atención? Sentir la nada es lo más desolador que puede llegar a sentir una persona. Es el vacío absoluto. Es como estar muerto.

Las peleas de años atrás buscando que me golpeen para sentir tan siquiera algo de dolor eran en vano, no había golpe que me devolviera a la realidad. Incluso a día de hoy, habiendo pasado tantos golpes gracias a ti, padre, no soy capaz de sentir algo. ¿Recuerdas las veces en que me reía? Eso era como un reactor para que siguieras pegándome pensando que me burlaba de ti.

Pero en verdad me reía porque no podía llorar, deseaba llorar para desahogarme de todo es peso que cargo conmigo. Y quizás en parte la culpa fue mía por no desahogarme en su momento, porque aunque lloré a día de hoy, este vacío no se desvanece, se va y vuelve. Como una pelota de ping pong.

Madre, yo sé que haces mucho por mí. Haz hecho y seguramente harás.

Pero también sé que has pasado por muchas cosas dolorosas en tu vida que te han dejado huella. Lo sé.

Y por eso muchas veces mantengo el silencio de tus gritos, insultos, rememorar en mí esos dolorosos recuerdos que siempre te pido los omitas. Pero igual lo haces. Porque es tu manera desahogarte de todo ese dolor que cargas a día de hoy. Eso muchas veces me hace preguntarme en como reaccionaría yo si me desahogara de la misma manera que tú lo haces y siento miedo de mí misma. Siento que si suelto todo lo que guardo dentro de mí no solo me arrepienta de mis palabras, si no que alejaré a personas que amo por culpa de desahogarme.

No. No tienes la culpa de este sentir, tú no lo creaste, madre. Es algo que fue germinando en mi interior desde que tengo memoria, mi cerebro quizá no funcione bien pues recuerda muy poco, apenas y logro recordar que cené dos noches atrás. No puedo recordar el rostro de personas que fueron llamadas "amigas" no puedo recordar momentos agradables de mi adolescencia por culpa de este vacío existencial que los opaca. Culpo a este vacío en mí que se empeñan por hacerme recordar ese doloroso año que marcó un antes y un después en mi vida.

Y que me sigue afectando a día de hoy. Yo pido disculpas y no digo "lo siento" porque de verdad no siento nada, las lágrimas querían salir de mí pero algo las detenía, no salen aunque este escribiendo esto con un dolor insoportable. No soy capaz de llorar, tengo un nudo en la garganta que me duele y por eso no hablo, ¿Con quién hablar?

¿Para que me tengan compasión o lástima? Prefiero quedarme callada conmigo misma que ver en sus rostros ese gesto característico que parece agradable a vista de los demás pero que en el fondo piensan "Ni que fueras la única que sufre en el mundo" "Hay personas que están peor que tú" "Menos mal no soy su madre o padre"

Y yo les pregunto, ¿Tú haces algo por aquellos que nombras en peor desdicha que la mía? Yo no me golpeo el pecho pensando de la misma forma que lo haces tú. Tampoco me creo la persona que más sufre. Solo expreso como me siento porque de alguna manera eso me alivia en parte, es como una pequeña dosis de anfetaminas que evade el no poder sentir nada.

No cura, pero alivia. Solo soy alguien de 23 años que a día de hoy sigue sin saber que hacer con su vida que busca con desesperación la respuesta. El tiempo decide que es y que no debió ser, pero también es culpable de mucho dolor que ha provocado en esta joven quien de niña era curiosa por el mundo y deseaba ser alguien.

Una hija no escoge la familia, así como una flor no elige en donde el campo donde florecer. En la adolescencia de esa niña quién pensaba inocente tener una familia cálida, amigos de verdad y emociones positivas se vieron corrompidas por lo que en verdad es.

La familia se había roto desde tiempo atrás. Viendo esa infinita discusión y mezcla de amor y odio entre sus progenitores. Observaba sollozante las miradas de odio profundo que mostraban la familia del padre de la adolescente. Ojalá el odio hubiera quedado únicamente en la mirada, pues había tanta maldad de esas personas que rompieron su ser en mil pedazos haciendo experimentar en la muchacha formas de dolor que aún desconocía, dolor que deseaba desde lo más profundo no volver a sentir pero era imposible. Ahora esa joven era como un pájaro enjaulado por culpa de ese vacío existencial. Esa fuerte naturaleza indómita que antaño tenía la adolescente fue mitigando cada día que pasaba, la oscuridad de ese lugar le era imposible saber que día era. En muchas ocasiones olvidaban de su propia existencia al punto de costarle la vida en varias veces por culpa de esa sed y hambre que su cuerpo sentía, pero el miedo a tocar la puerta y pedir algo era mayor sabiendo las consecuencias de sus actos.

Con el tiempo se acostumbró a ese dolor. Lo que esa familia paterna no pensó fue que tantos meses de golpes, hostigamiento, mala alimentación y usurpar su cuerpo cuanto les diera la gana tuvieran sus consecuencias físicas en la chica. Sintieron miedo de ver cargos policiales por como se mostraba su cuerpo, el día de su cumpleaños era próximo y con ello la visita sugerente del abuelo materno de la mujer. No podían verla así.

Su cuello estaba lleno de manchas moradas y rojas, la mirada de esos esmeralda iris era apagada y sin brillo alguno. Sus pómulos estaban marcados en profundidad por la delgadez. Era difícil caminar para ella misma tras tanto tiempo encerrada en un diminuto espacio de dos metros con una cama y nada más.

La temerosa pareja de su padre tuvo la idea de ingresarla en un centro psiquiátrico para así evitar las miradas indeseadas del aspecto de niña, aspecto que el padre creyó culpable la depresión que mantenía la niña gracias a la ceguera mental que él mismo sentía hacia su madre, osease, la abuela paterna de la niña.

0 notes