Tumgik
#cada vez nos despedimos mejor
sigelfire · 1 year
Text
Tumblr media
Sunday breakfast with Diego Luna for El Correo - XL Semanal, 2022
Photo by Javier Ocaña
Breakfast - Unbeatable
Tumblr media
«En casa: unos huevos fritos (o una tortilla), fruta y mucho café. Fuera: unos chilaquiles con huevos fritos, con chipotle o alguna salsa interesante».
«At home: some fried eggs (or an omelette), fruit and lots of coffee. Outside: some chilaquiles (1) with fried eggs, with chipotle (2) or some interesting sauce ».
Side notes:
Chilaquiles: Are a traditional Mexican breakfast dish consisting of corn tortillas cut into quarters and lightly fried.
Chipotle: A chipotle is a smoke-dried ripe jalapeño chili pepper used for seasoning. It is a chili used primarily in Mexican and Mexican-inspired cuisines.
------------
Here's a clip of the interview:
"Hello, how are you? My name is Diego Luna.
I am an actor, and director. I make films, I work in the theater and on TV at Mexico City and now I am in Madrid working in a play at Naves del Español in at The Slaughterhouse. It's name is 'Every time we are better at saying goodbye'.
The play is about a couple that fails at at separating, at saying goodbye. The title says it all: 'Every time we are better at saying goodbye' means that you have not yet said goodbye well, right? And it's because nobody teaches us to go away, to say goodbye. The only certainty we have in every relationship is that someday it will come to an end. And we nevertheless show the worst version of ourselves when relationships finish."
42 notes · View notes
aevyk-ing · 2 years
Text
Review “Cada vez nos despedimos mejor” with Diego Luna
Tumblr media
Yesterday, I had the chance to see Diego Luna’s play “Cada vez nos despedimos mejor” (”We’re getting better at saying goodbye”). The play is a monologue where Mateo, the main character, tells his story and the story of Sara, his first and only love. Diego Luna goes through all the emotions in a passionate performance that would make you laugh, cry and even care for the happiness of the character. He switches characters from time to time, using only a couple of chairs and old cameras as props. The story cleverly uses important dates of the Mexico history to reunite and separate the characters while Luna’s intense performance and Alejandro Ricaño’s script makes you feel you’re watching a movie, able to clearly picture what’s happening in each one of the scenes. I want to make a special mention to Darío Bernal, whose music all along the play helps enhance Luna’s performance even more and creates a great ambiance that transports you from scene to scene. Overall, a 75 minute rollercoaster that makes you want more. If you have the chance to see it, I highly recommend it.
6 notes · View notes
invisible-misteriosa · 10 months
Text
Tal vez no haya compartido tanto contigo, pero estoy segura de que mis nervios reflejaban cuánto me gustabas, no me atrevía ni a mirarte a los ojos, perdí tanto tiempo, quería recordarte pero lo único que recordaba era que yo esquivaba tú mirada, no sabía ni por qué, empezaste a gustarme, admiró cuan inteligente eres, esa templanza y seguridad que muestras ante los demás, siempre dije, si Dios quiere nos volveremos a encontrar, trate de borrarte de mis recuerdos al saber que era yo quién estaba ilusionada sin conocerte, pero sabes eso no me afectaba, con sólo verte de lejos hacías que mi corazón palpitara tan rápido, no había sentido esto hace muchos años, gracias a ti, creí más en mi y mejore mi autoestima, cada que estabas a mi alrededor siempre ocasionaba un pequeño accidente, simplemente sucedía, desde que te fuiste me convencía que sólo era un gusto de momento, sin embargo, hubo la oportunidad de verte y no dude en ir, esperé sentada y emocionada, está vez no me perdí de los detalles, al verte cruzar la puerta con tu bata y mochila, saludé y saludaste, estaba tan nerviosa pero no te perdí de vista, te agradecí por la ayuda y me fui, no obstante quería hablar más contigo, esperando el transporte dude más de tres veces en irme o regresar con alguna escusa, estaba desesperada por verte por última vez, me arriesgue y te compré mi café favorito, sin antes preguntarte, te escribí y con muchos nervios esperé tú respuesta, al momento que dijiste que volviera al lugar en el que nos despedimos, sentí tanta emoción, al llegar te entregué un café y un sándwich, pero para mí fue una confesión, aunque no lo expresará en palabras, finalmente nos despedimos con un gracias y un adiós, espero que en la vida siempre te pasen cosas bonitas, si estamos destinados a encontrarnos nuevamente espero no soltarte y entregarte todo mi amor, si no es así espero que seas feliz, fuiste una estrella en mi camino gracias por gustarme, no había experimentado este tipo de sentimientos a alguien desconocido, espero no olvidarme de la sonrisa que mostraste mientras bailamos.
15 notes · View notes
womaninblak · 5 months
Text
Era mirarte y se me paraba el mundo entero. No sabía como gestionar eso, no sé si era amor o era obsesión. No sé si te amaba a ti o amaba la idea de ti, de lo que eras. Cada vez que te veía sonreír, no podía no hacerlo yo también. Me gusta como se te ponen los ojos chinos cuando lo haces. Me gusta mucho el sonido de tu risa. Adoro el tacto de tus manos ásperas y cálidas en las mías, o los abrazos en la puerta de mi casa cuando nos despedimos.
No paro de pensarte cuando duermo y al desperar mirar si tengo un mensaje tuyo. Me gusta cada parte de ti que me mira como si fuera lo mejor que has visto en el mundo. Ojalá pensaras eso en serio. No sabes el dolor que me causa saber que no podemos ser más que amigos, que tu corazón pertenece a otra.
Y quizá no sea amor, no estoy segura, pero sí estoy segura de que cuando te veo me da miedo sentir más de lo que admito. Me da miedo estar en un profundo agujero de soledad y tristeza dónde solo existe una versión de ti que no me quiere.
A veces, cuando cruzamos miradas de casualidad me pegunto si tú sientes lo mismo, pues tu mirada me transmite eso. Tal vez son ilusiones mías. Pero te juro que cada vez que miro tus ojos, veo un amor muy grande que no sé explicar.
2 notes · View notes
l0k4-s3nsiblon4 · 1 year
Text
Solo quiero que me mires así cada vez que nos vemos, cada vez que me abrazas, cada vez que nos despedimos. Me hace sentir especial; mejor persona de lo que creo que no soy.
-sensible cabrona
8 notes · View notes
bloodybluemoonlight · 2 years
Text
[6/11 2:59] vic: cuando no estoy con el me siento ansiosa. no quiero perderlo y cada vez que nos despedimos tengo miedo de no volverlo a ver. me esfuerzo por no cagarla. no quiero ser molesta. no quiero que me deje. cada vez que esta afuera de su casa tengo miedo de que este con otra...pero cuando estamos juntos todo es hermoso. me siento segura de su amor y se que se siente amado, que no quiere alejarse de mi.
[6/11 3:00] vic: o por lo menos eso pasa cuando entro al ciclo menstrual...debería analizarlo cuando no lo esté
[6/11 3:04] vic: me gusta leer esa conversación en la que le deseé buenas noches, le pedí que por favor no me lastime y él respondió que no desconfíe, que me ama y quiere lo mejor para mí
[6/11 3:05] vic: trataré de no desconfiar desde ahora. aunque es dificil ignorar lo que leí. sólo me queda confiar en que no va a volver a hacerlo
[6/11 14:57] vic: todo sigue siendo igual pero yo siento que no es así
[6/11 14:58] vic: siento que me esconde, me oculta, que no habla de mi y no me muestra
[6/11 14:59] vic: creo que yo sigo siendo la misma desde el primer momento. no se que pudo haber pasado o que pude haber hecho
[6/11 15:06] vic: no le creo cuando dice que me ama, que me extraña, que le gusto y que solo se fija en mí
[6/11 15:07] vic: siento que le doy verguenza. mi humor, como me expreso, mis gustos
[6/11 15:17] vic: no quiero estar sin él.
7 notes · View notes
lyon-amore · 2 years
Text
Quédate a mi lado 2 final
Parte 1 ------------------------- Veo a Ashley examinando a Jake, mientras no paro de morderme las uñas. Conocía a Ashley, era una tía legal. La verdad es que ninguno de la banda de Stephan era mala persona, él no quería malos rollos o gente problemática. Quizás por eso siempre estaba rodeado de gente tan amigable. Era un imán con ellos.   —Stephan nos ha dado un buen susto a Susy y a mí cuando nos ha llamado —comenta, mientras examina a Jake.   —Lo siento mucho —le contesto, sintiéndome mal por haberlas preocupado por mi culpa—, es que no sabía a quién acudir.   — ¿Quizás a un hospital? —Su tono es de decepción conmigo— Al menos, la herida está bien cosida ¿Qué es lo que ha pasado?   —Bueno contestando a la primera pregunta, sí que ha estado en el hospital —miento, con calma—, sólo que le ha subido ahora la fiebre. Y la segunda pregunta… Es policía, así que en una redada le dispararon.    —Qué chungo, tía —responde, terminando de examinarle—. Espera, pensé que los policías no te iban. Ya sabes, por tu padre y lo que le pasó.    —Ya, supongo que las cosas cambian.     Recoge todo y me mira frunciendo el ceño.    — ¿Seguro que no le has disparado tú?    — ¡Por Dios, Ashley! —evito gritar alto, ofendida.    —Es broma, te creo —ríe por lo bajo—. He visto cómo le estabas mirando mientras le examinaba, yo también me preocupo con Susy cuando quiere irse sola a escalar montañas. Siempre le preparo un botiquín cuando se va sin mí.    —Es que si le pierdo… No sé qué es lo que haría…     Ashley me abraza con cariño, suspirando.  Vuelvo a llorar, devolviéndola el abrazo. Esto es difícil para mí. Pero tengo claro que pasaría cualquier cosa con tal de estar con él. Le acompaño a la entrada y me mira tranquila.    —Si la fiebre vuelve a subir, dale un paracetamol, cada ocho horas —me explica—, aunque me gustaría más que le llevaras al hospital, Macie, estaría mejor cuidado allí.    —No, está bien —sonrío intentando mantener la calma—, no me voy a ir a ningún sitio, así que le voy a cuidar todo el tiempo que necesite.    —Aún no me has dicho cómo se llama tu Romeo.    —No le gusta que le diga su nombre a gente que no conoce —continúo mintiendo—, es un poco reservado.    —Está bien-    —Y… ¿Podrías no decirle a la gente que tengo a un hombre en mi casa? —veo como frunce el ceño y suelto una pequeña risa— Es que no llevamos mucho tiempo saliendo —me muerdo el interior de la mejilla, incómoda por haber metido a otra persona en esto— y de momento no quiero que nadie lo sepa.    —Mi boca está cerrada con cremallera —hace un gesto como si la cerrase y  luego me sonríe—. Mucha suerte con él, Macie.    —Gracias, Ashley.    Nos despedimos y cierro la puerta con llave.  Suelto un largo suspiro y regreso al cuarto con Jake. Me vuelvo a tumbar a su lado comprobando su temperatura. Todavía estaba caliente.    —Esperemos que por la mañana estés bien… —murmuro, volviendo a coger su mano como antes.     Esta vez estaré más atenta de que no vuelva a levantarse de nuevo. Me despierto con la vibración del móvil en la mesita. Stephan.    — ¿Diga? —contesto en voz baja, no queriendo despertar a Jake.    — ¿Cómo fue? ¿Estás mejor?    —Sí, estoy mejor.     Me levanto despacio de la cama sin molestarle. Salgo del cuarto y me apoyo en la pared.    — ¿Qué te pasó? Me asustaste muchísimo.    —Estos días han sido duros —contesto siendo sincera ahora—, ya sabes por qué.    —Ah, ya, fuiste a Duskwood porque te llamaron de la comisaría ¿no?    —Sí… Y eso me ha puesto enferma, regresé encontrándome muy mal —momento de mentir ahora.    —Pero se aclaró todo ¿verdad? —suena preocupado. Stephan, aunque sea mi primo, es como un hermano para mí. Así que entiendo su preocupación— Le dijiste al FBI que no tenías nada que ver con ese tipo, ¿verdad?    —Claro, todo lo que se ha dicho de mí es mentira, así que no te preocupes.    —Me alegra saberlo —suspira y suelta una risa—. Porque vamos ¿tú? ¿Metida en temas de investigación de nuevo? ¿Y con un hacker? Eso es como la trama de una película.    —Ridículo, ¿verdad? —suelto una risa, mentirle me duele, siempre nos hemos contado todo. Salvo esto. Como a Lian. He mentido a todos los que he querido. Pero era lo correcto.    —Bueno, tengo que colgar —suena ahora exasperado—, Soph quiere que vayamos pronto al restaurante a reunirnos con unos empresarios de moda. Va a promocionar su marca.     —De acuerdo, adiós Stephan y suerte con ello.     —Gracias, la voy a necesitar. Adiós, prima.      Cuelgo y vuelvo al cuarto. Jake sigue dormido. Envío un mensaje a Lian para que me traiga a Henry. No puedo marcharme y dejar a Jake solo. Le explico que no me encuentro bien porque han sido días estresantes y he acabado un poco enferma. En seguida acepta, preocupada.  Me siento en la silla y acaricio el pelo de Jake. Se le ve tranquilo durmiendo. Dijo que no había dormido desde el año pasado ¿quizás por eso está tan agotado que no despierta? Debería preparar algo para comer para cuando se despierte. Necesita recuperar energía.   Al cabo de media hora, Lian me trae a Henry en su jaula. Le dejo suelto por la casa, aunque prefirió seguirme hasta la cocina. Parece un perrito en vez de un conejo. Pasan las horas y aún Jake no se despierta. Ni siquiera yo he comido porque quiero que primero despierte. No tengo apetito por estar preocupada.   Son las ocho de la tarde y todavía sigue durmiendo… Me pongo de rodillas en la cama, cogiendo su mano. Evito llorar esta vez, esperanzada de que de repente abra los ojos y no me vea en este estado. Henry se queda a mi lado, durmiendo acorrucado. Le sonrío al verle y de nuevo miro a Jake.    —Vamos Jake… Abre los ojos…     ¿Y si está en coma? Oh, Dios, no… Por favor, que no lo esté, no sabría qué hacer entonces. Tiene que estar bien. Seguro.    —He pensado en ir a Duskwood de nuevo —intento hablarle para que me escuchara, quizás así reaccionaba—, todavía no he tenido tiempo de ir al Bar Aurora, Phil aún me debe una copa.     Bromeo, sabiendo que no le cae bien Phil. Quizás así despierta.    —Dan quiere que vea con él una película —de nuevo, intento buscar su reacción— y como me gusta las de terror, he pensado que sería una buena idea… Los dos solos ¿Qué te parece?     Nada. No hay reacción. Suelto aire cargado, colocando mi cabeza en la cama. Aprieto con fuerza la mano de Jake. No quería llorar, pero lo hago. Hacía años que yo lloraba desde el accidente de coche. Creo que empecé a llorar de nuevo tras el vídeo de Jake contándome la verdad. Desde entonces, no he podido parar de hacerlo. Lo siguiente fue cuando Jake me dijo que iría a las minas en mi lugar. Lloré por ello. Porque me esperaba que sucedería algo horrible. Y como no, sucedió. Yo también quería protegerle en ese momento, de no exponerse a ser descubierto. Y mira cómo estamos ahora.    —Jake, juro que si no despiertas haré una locura —amenazo, probando también con eso—. Por favor… Despierta… Aunque sea por cinco minutos…    Las diez de la noche. No tengo hambre. No tengo sueño. Tan sólo sigo esperando a que despierte. Casi ni siento las piernas por estar de rodillas durante mucho tiempo. Me incorporo despacio, sentándome en la cama. Acaricio su cara, viendo cómo respiraba muy despacio. Compruebo su temperatura. Al menos, ya le ha bajado la fiebre.    —Sólo espero que de repente no empeores —digo entre dientes, enfadada conmigo misma por haberle dejado ir a aquella mina ¿Por qué le hice caso? Podría haber ido sin problemas ¡Mira cómo está ahora!—, porque no podría soportar la idea de perderte. Me gusta tu idea de querer llevarme a un buen restaurante, pero para mí, me da igual como si es uno pequeño. Me da igual no ir elegantes, quiero tan sólo estar contigo, es lo único que más quiero —vuelvo a llorar… No quiero… No quiero pero no puedo controlarme—. Me dijiste que no ibas a permitir que te separarían de mí.    Me inclino colocando mi frente pegada en la de él. Trago saliva, buscando las palabras adecuadas.    —Quiero que me digas ‘Te amo’ —susurro—, no quiero que lo hagas haciendo bromas para tranquilizarme, lo necesito. Dime ‘Te amo. Me pondré bien. Estaré a tu lado’. Quiero que puedas abrazarme, quiero que todo lo prometido lo cumplas, porque siempre he confiado en ti, Jake. No sólo tú puedes decir que cambiaste de opinión al conocerme, porque ya no preferías la soledad. Yo pensé que estaría también sola porque no había nadie con quien pudiera conectar tan bien, pero llegaste a mi vida. Aguantaste mis enfados, que me expresara con total sinceridad hacia ti, sin molestarte. Al igual que yo, que acepté que no te importasen mis amigos hasta que los llegaste a conocerles. Acepté tus defectos y tú los míos.     Froto mi nariz con la suya, mientras noto como tiemblan mis labios. Estoy nerviosa. Tengo miedo. No quiero volver a pasar por perder a alguien a quien quiero, no volverá a pasar.    —Te amo, Jake… Despierta, por favor…     Aproximo mis labios a los de él. Dejando un pequeño beso en sus labios. Al separarme, veo cómo empieza a moverse los ojos, abriéndolos despacio. Me quedo callada, llevando mis manos a la boca evitando gritar de alegría. Gira despacio la cabeza y me mira, sonriendo débilmente.    —Buenos… Días…    —Buenas noches, más bien —contesto, secándome las lágrimas de la cara.    — ¿Estás llorando?    —Sí… Lo siento, estaba tan preocupada que-    —Estoy bien, Macie —intenta incorporarse, pero le detengo—. Quería abrazarte…    —Pues tendrás que esperar para que puedas moverte correctamente.    — ¿Puedo al menos abrazarte tumbado?    Sonrío asintiendo, tumbándome a su lado. Pasa su brazo por mi cuerpo, colocándola en mi cintura. Su otra mano aparte el cabello de mi cara, para verme mejor. Su sonrisa, aunque sea un poco de dolor, es de felicidad. Me besa la frente y luego en la mejilla. Espero que no sepa que le besé en los labios, pensaría que me aproveché de su estado.    —No vuelvas a hacerme esto jamás… —le digo, acurrucándome a su lado— No puedes asustarme de esta manera, Jake, lo tienes prohibido.    —Pensaba que te gustaba el terror.    —Bueno sí, pero en vida real-... —me quedo callada, analizando lo que había dicho— Perdona, pero… ¿lo preguntas por el ‘Dark Mystery Forum’ o por algún caso en especial?    —‘Phil aún me debe una copa.’ —Trata de imitar mi voz y me sonrojo—  ‘Dan quiere que vea con él una película de terror’.    — ¡¿Estabas despierto?! —me incorporo de golpe, llevándome una mano a los labios. Porque si eso lo ha escuchado. TODO lo que he dicho, entonces…     Sé que intenta sonreír de manera maliciosa, pero no puede. En cambio, se ríe de manera débil. Me tapo la cara avergonzada. Nunca antes me habían hecho pasar tanta vergüenza como ahora.    —Te amo, Macie.    —No, no te mereces decírmelo ahora… Mentiroso —digo enfadada, pero no en serio—. Yo preocupada por ti y tú fingiendo estar dormido ¡Esto no se hace!    —No fingía, tan sólo me costaba un poco despejarme del todo.    —Sí, claro…     Henry se sube a la cama, acercándose a Jake.    —Así que este es Henry —dice mientras deja que le huela la mano, para luego acariciarlo.    —Sí, mi pequeño Henry —miro la escena con una sonrisa. Era bastante tierno.     Jake me mira y sonríe. Le devuelvo la sonrisa.    —Por cierto… —comienza a decir.    — ¿Sí?    —Sigo diciendo que eres una pésima enfermera.    —Oh, vamos ¿no te he curado bien? —pongo los ojos en blanco, cruzándome de brazos— creo que lo he hecho todo perfecto como para no soportar la sangre.    —Me refiero porque una enfermera no debe de aprovecharse de un enfermo y besarle ¿no crees?     Miro a otro lado, evitando mirarlo a la cara. No. No voy a caer en eso. No voy a confesar.    —Macie…    —No es cierto, no te he besado.    — ¿Dónde está la Macie que me hacía sonrojar por mensajes?     No quiero admitir que mi orgullo se ha ido por los suelos en el instante que le tengo de frente y que me ha vuelto débil su presencia.     —No estoy enfadado —continúa, cogiéndome la mano para así dejar de estar cruzada de brazos—. Tan sólo molesto.    —Perdona, no fue de verdad mi intención —contesto, intentando verle directamente a los ojos—, estaba muy preocupada por ti y tan sólo quería-    —Molesto porque no estaba tan desvelado como para devolverte el beso.     Intento calmarme tras escuchar sus palabras.  Jake nunca me decepciona cuando habla. Le sonrío y veo cómo besa mi mano. Todo un caballero. Me derrito en ese momento, viendo que sus labios tiene una pequeña sonrisa.    —Vas a tener que quedarte una temporada aquí, al menos hasta que te cures — comento y me mira, entrelazando sus dedos con los míos—, lo que implica, que nada de hackeos, ni huidas, cero móviles.    — ¿Quieres decir que es seguro estar aquí?    —Digamos que… sólo una persona sí que sabe que estás aquí —frunce el ceño e intento calmarlo—. Era una médico, Jake, y de confianza. No podía dejarte sin examinarte ¿Lo entiendes?    — ¿Qué historia le has contado?    —Que te he disparado para retenerte en mi casa —suelta una risa y continúo—. Le he dicho que eres policía y que esa herida de bala es por tu trabajo.    —Pero no dirá nada ¿Verdad? Ni mi nombre.    — ¿Acaso no sabes con quién estás hablando? —alzo una ceja con una sonrisa de orgullo— A los periodistas nos encanta a veces mentir para que la gente acepté nuestra opinión como única y válida. Claro que no he dicho nada, puedes continuar confiando en mí.     Suspira aliviado y vuelvo a tumbarme a su lado. Todo estaba en calma de nuevo. Me acaricia la mejilla con mucho cuidado, como si fuera yo la que estuviera herida. Bajando despacio a mis labios, trazándolos con cuidado con el pulgar.     —Gracias, Macie —susurra y su voz profunda hace que sienta escalofríos por todo el cuerpo—, no creo que hubiera otra persona en que le pudiera haber puesto mi vida en sus manos.    —Ya, bueno, tienes suerte que te ame como para aguantar ver toda esa sangre.    —Entonces he tenido suerte de que lo hagas.    —Sí… Pero por favor, no vuelvas a ponerte en riesgo de esta forma ¿Vale? —suplico, con la voz quebrada— El sólo imaginarme por un segundo que no pudieras volver conmigo, me ha hecho replantearme morirme contigo.    —No digas eso-    —Lo digo en serio, Jake, nunca antes me había enamorado de esta forma —confieso, apretando con fuerza su mano, con miedo a que se volviera a levantar y a marcharse asustado por mis palabras—. No sabes cuánto he sufrido desde que no supe nada más de ti tras ese mensaje. Asustada porque te hubieras marchado de mi lado…    —Lo siento, ángel —no puedo evitar que me encante ese apodo que me había puesto. Una sonrisa se escapó por mis labios al escucharla, emocionada. Y él lo sabe porque también me lo confirma con una sonrisa—, no voy a volver a preocuparte de esta manera. Pero ya te lo dije: No me iban a separar de ti, y lo he cumplido. Aquí estoy, a tu lado. Y jamás permitiré que ni yo mismo me separe de ti. No ahora que por fin estás en mis brazos. Te amo, Macie. En ti pondré siempre mi vida, pase lo que pase.     ¿Por qué siempre sabe cómo decir las palabras exactas? Mi corazón se acelera tanto que parece que se vaya a salir del pecho. Coloca su mano detrás de mí nuca y me atrae a él. Su manera de besarme, lenta, cuidadosa, hace que sea como éxtasis para todo mi cuerpo. Nunca había probado la droga, pero estaba segura de que debía de ser esto, porque se había convertido en mi nueva adicción.  Con la mano libre, coloco mi mano en su pecho, sintiendo su corazón. Latía muy rápido, al igual que el mío, lo que causaba felicidad en mí por saber que estaba bien. Noto cómo el peso de la cama es diferente, como si quisiera moverse. Entonces, se queja y paro de besarlo.    —Será mejor no hacer nada durante un tiempo —comento entre risas—, ¿No querrás que se te abran los puntos por qué está enfermera se aproveche de ti?    —Odio estar herido… —se queja, poniendo cara de molestia— No era así como había planeado nuestro encuentro. De verdad que lo siento.    —Estás vivo, es lo que importa.     Cierro los ojos abrazándolo. Me planta un beso en la frente y sonrío. Henry se acurruca a los pies de la cama y se queda dormido en segundos. Tampoco era como yo lo tenía planeado, pero había ocurrido. Aun así, era la mujer más feliz del mundo, porque por fin había conocido al hombre que más me había hecho feliz. Confiaba en su palabra de que ya no le iban a separar de mí.     —Iba en broma de que irías al bar Aurora la próxima vez que fueras a Duskwood ¿Verdad?    —Buenas noches Jake.    —Macie-    —Sí, lo sé, estás agotado.    — ¿Debo al menos preocuparme?     Le planto un pequeño beso en los labios, con una sonrisa maliciosa.    —No tienes competencia alguna, eso es imposible.    —Me alegra saberlo.
11 notes · View notes
Text
Por si algún día me lees:
Si, soy feliz. Que nada de lo que te diga ahora te haga creer lo contrario, o que estoy arrepentida, porque no sucede eso. Estoy feliz, y más que enamorada, estoy decidida a cuidar y mantener lo que tengo ahora. Sin embargo, hay algo en mi corazón que me dice “esto lo quisiste antes, y lo sabes.” Y es verdad, todo esto, un matrimonio, un hogar, una familia, era algo que quería tener contigo. Estaba lista, lo anhelaba muchísimo y lo quise por mucho tiempo. Te quería como el padre de mis hijos, me quería despertar todos los días a tu lado, quería ver los ojos hermosos de los tuyos cada fin de semana, lo soñaba. Y en parte, cuando supe que estaba embarazada, no sabes cuanto lloré de felicidad porque por mucho tiempo pensaba que no iba a sucederme, que jamás iba a poder ser mamá. Cuando lo supe sentí que algo explotaba en mi pecho, y a su vez, te viniste a mi cabeza por un microsegundo, porque aunque con el tiempo entendí porque no sucedió contigo, en el fondo siempre lo quise. Y no para amarrarte con un hijo, porque es claro que eso no amarra a ningún hombre para quedarse en una casa junto a una mujer que ya no ama y no desea, pero sentía en el fondo, quizá equivocada, que eso iba a ser un cambio brutal para nuestras vidas y para mejor. Cuando mi esposo me tocó el tema de casarnos, porque no fue una pedida de mano súper wow, pensé en ti también. Sé que tú lo hubieses hecho con más detalles, pero en el fondo sabía también que eso era muy poco probable de que sucediera. Y aquí estaba, este hombre que recién conocía hace tres meses atrás dispuesto a casarse conmigo para no perderme, no perdernos. El desde el día uno supo mi situación legal en el país, sabía que en julio las cosas pra mi iban a cambiar y también sabíamos que lo más probable era de que yo regresara en marzo. Esos eran mis planes. Regresar. Trabaje todo ese tiempo, enfocándome en reunir el dinero para pagar mi deuda de la universidad. A finales de febrero pensé en querer quedarme seis meses pero sabía que debía cambiar mi status migratorio después. Sabía que podía hacerlo por mi cuenta con una asesoría legal y pagando mis papeles con mi propio dinero. Llego el mes en el que se suponía iba a regresar, y fue la primera vez que soñé contigo. En el sueño solo te veía de lejos, estábamos en la playa, parecía olon, pero no hablamos, solo estábamos ahí disfrutando de la brisa, Del Mar, del sol, de la compañía. Parecía que había música porque el parlante estaba encendido pero yo no escuchaba música. No dijimos nada en todo el sueño, solo estuvimos ahí. Tuve una sensación rara cuando desperté, me sentía sola y con un dolor en el pecho. Pero se desvaneció en cuanto reconocí la habitación en la que estaba, entendí que fue la sensación del sueño. La segunda vez que soñé contigo fue en junio, a finales de junio. Pero no se trataba de ti al principio, estaban los bebés. En el sueño entendía que no nos hablábamos, que tenías in resentimientos enormes hacia mi. En el sueño yo sabía que estaba casada ya. Y me acerqué a ti y a los bebés con temor al rechazo de ellos pero no fue así, te pedí permiso para que me dejaras saludarlos. Juanmi corrió a abrazarme y juanfra gritó mi nombre. Era extraño porque los veía más grandes, no como los dejé, estaban más grandes y me preguntaban porque me fui, porque no me despedí de ellos y solo los abracé y lloré. Los quise tanto. Y luego te ofreciste a llevarme a mi casa y nos despedimos con un abrazo, incómodo, pero abrazo al final. Me desperté sintiéndome muy mal por ellos, porque no pude decirles ni explicarles porque ya no me iban a ver más, porque ya no podrían ir a mi casa a visitar a lupita, porque no pude abrazarlos por última vez. Y pues la última vez que soñé contigo fue hace unos días, cuando al final me dijiste que estabas mal. Y pues, te escribí ese mail pidiéndote disculpas. Aún siento que te debo algo, no sé si una explicación, no sé si ser parte de tu ayuda, no se si escucharte cuando nadie más puede o tiene tiempo, no se qué, y tampoco sé si tú quieras. Y perdóname si escribirte te desequilibró, no lo hice con maldad.
Micho menos con la intención de laatimarte o tocarte una herida. Supe que estabas saliendo con alguien y pensé que yo ya era periódico de ayer y que podía escribirte y quizá conversar contigo y saber cómo estás, cómo te ha ido, que has hecho, escucharte sonreír, o verte reír. Quizá fui muy tonta en pensar que podías hacerlo o que ya todo está bien entre los dos. Y no te digo que yo no sienta algo por ti, lo hago, pero es distinto. Te quiero y siempre cuidare de ti orando, y siempre estaré dispuesta a escucharte cuando lo necesites. A brindarte mi amistad o mi apoyo, te lo prometí y es algo que mantendré cuando estés listo.
En todo caso… lamentó haber causado dolor ahora. No es mi intención en lo absoluto. Ya tienes demasiado como para lidiar además con lo mío, solo estoy preocupada por ti.
8 notes · View notes
cokoryta · 2 years
Text
Summer
Anoche pasó por primera vez, estaba en un parque en un hermoso día templado, no había demasiado sol y el lago estaba hermoso. Quería meter los pies, por alguna razón lo necesitaba. Me quité las sandalias de tiras blancas, me acomodé el vestido de popelina blanco y recogí mi cabello, era el momento perfecto, y lo fue por que apareciste tú. Te acercaste al lago y yo pregunté si te parecía hermoso, en medio de ese perfecto día. Hablamos un rato pero como me era difícil tuve que preguntar si podíamos hablar en inglés, que tampoco creas que se me da perfecto pero tengo más experiencia. Comenzaste a hablar en tu perfecto inglés y la conversación fluyó un poco más, hablamos de todo, del último libro que leíste, del clima, del parque, de lagos y de arte. Finalmente querías pedir mi número pero no podías, me di cuenta de ello y te pedí que nos viésemos en 1 semana en ese mismo lugar, a la misma hora.
Te sorprendió mi propuesta, sonreíste tan cálidamente y nos despedimos.
La siguiente semana no llegaste, quizá estabas ocupado... pero fui cada día de esa semana hasta que por fin apareciste. Sonreíste apenado, te disculpaste por no asistir a la cita y me dijiste tus motivos; hice como si no hubiese tenido importancia pero la verdad es que te esperé, ese día y los siguientes 3 hasta que volviste a mí.
Hablamos mucho esa tarde, te pedí que me llevaras en tu bicicleta a dar la vuelta, era mi primera vez montando de pasajero, tus fuertes piernas pudieron hacer el trabajo y yo fui feliz abrazada a tu cintura. Creo que fue en ese momento que me enamoré perdidamente y creo que fue después del viaje que decidiste que no nos separaríamos de nuevo. El tiempo pasó y nos conocimos más, me presentaste a tus amigos y aunque los conocía a todos tenía que fingir que no, por miedo a parecer algo que no soy; con quien me llevé mejor fue con el mayor de todos y con el bailarín, no recuerdo bien a los demás; esa noche fue la mejor, estuvimos solos en tu departamento. La mejor cita en casa.
Cocinaste comida coreana para mí y como tenía mucho frío me dejaste dormir a tu lado, abrazándonos. Era muy cálido, duermes del lado izquierdo de la cama, y te gustan los abrazos de frente, tu pecho es muy cálido y suave, es el cielo. No quería provocarte pero no podía evitar besarte, besos suaves que se transformaron en besos más salvajes, sin censura. Llegado el momento estaba tan encendido el ambiente que pregunté por si tenías protection y dijiste que no, todo avergonzado. Eras el niño bueno que esperaba, te comí a besos una vez más pero fue inevitable que sucediera, me puse encima, tenía mejor vista desde ahí; fuiste un buen chico y avisaste cuando llegabas al climax, no esperaba que salpicara tanto. Dormimos abrazados, lo mejor del mundo.
26 10 21
Cokorita
8 notes · View notes
beean-queen · 1 month
Text
Querido []
Es difícil encontrar las palabras adecuadas para expresar el torrente de emociones que siento al escribir esta carta. A lo largo de nuestra relación, deposité en ti mi confianza, mi lealtad y mi apoyo incondicional, creyendo que compartíamos un vínculo real y honesto. Sin embargo, el dolor de la traición ha dejado una huella profunda en mi corazón y en mi alma.
Descubrir tus mentiras ha sido como un golpe repentino, una sacudida que ha puesto en tela de juicio todo lo que creía saber sobre ti y sobre nosotros. Me encuentro en un mar de confusión, tratando de entender cómo pudiste elegir un camino que hirió tan profundamente nuestra relación y mi confianza en ti.
A pesar del dolor y la decepción que siento en este momento, también reconozco que la traición me ha brindado una valiosa lección sobre la importancia de proteger mi propio bienestar emocional y mental. Ya no puedo permitir que mi corazón sea vulnerable ante aquellos que no valoran ni respetan el vínculo sagrado de la confianza.
A medida que nos despedimos, lo hago con la esperanza de que puedas reflexionar sobre tus acciones y encontrar el camino hacia la verdad y la sanación. Mi deseo para ti es que encuentres la paz interior y la claridad necesaria para enfrentar tus demonios internos y aprender de tus errores (Por qué sí, te excediste cometiéndolos conmigo) Siendo honesta, siempre encontraba la verdad y dolía cada vez más que la negaras, viéndome a los ojos, fue cuando me di cuenta que el tipo que yo amé, jamás me amo y ni siquiera lo intentó, me insultaste, me agrediste y sobre todo te burlaste…
Hoy te digo adiós con el corazón roto pero también con la determinación de sanar y seguir adelante. No sé qué depara el futuro, pero sé que merezco una vida llena de amor, respeto y sinceridad. Te perdono por el daño que has causado, no por ti, sino por mí, para liberarme del peso del rencor y encontrar la paz en mi corazón
Aunque nuestros caminos ahora se separen y nuestras vidas tomen direcciones distintas, siempre guardaré en mi corazón los recuerdos felices que compartimos juntos. Te deseo lo mejor en tus futuros empeños y espero que encuentres la felicidad y la realización que tanto anhelas.
Adiós.
[]
1 note · View note
sigelfire · 1 year
Text
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Diego Luna, "Cada vez nos despedimos mejor" - poster and press conference 2014
60 notes · View notes
veropani · 3 months
Text
Me gustaría no pensar, cada vez que nos despedimos, que puede ser la última vez. Y quizá ese miedo, como le digo yo, que tenes de lastimarme, no es más que ansiedad de tu parte. Entiendo que nunca me vas a querer como yo te quiero. Quisiera entenderlo con más fuerza, así no me duele tanto no poder abrazarte, sin que te sientas asfixiado. Me gusta abrazarte, porque siento que puede ser la última vez que lo haga. Uno nunca sabe cuando es la última vez, y siempre lo hago con mucha fuerza y nostalgia por eso. Que lindo sería que algo dure para siempre, pero solo lo hace en los recuerdos.
No quiero que sea el último abrazo. Me gusta sentirme chica al lado tuyo, con tu cuerpo de hombre fuerte y varonil, me siento protegida, segura. Me es tan gratificante y acogedor. Pero no es tu culpa que yo me sienta así. No tenes que cambiar nada. Sos perfecto cómo sos y yo también. Me pongo triste pero es inevitable. Más triste estaría sin esos momentos, porque soy feliz esos ratitos con vos.
Soy muy sensible y simplemente se me pasa la realidad, porque siento y no pienso. Así, te quiero mucho. Te aprecio y te respeto. Te cuido. Intento dar lo mejor de mi por mi. Porque me haces bien en su mayoría y lo que se quiere se cuida. Estoy aprendiendo también cómo ser, intentando no tener miedo de que un día no estés más. Con el tiempo yo voy a estar tranquila de que no te vas a ir, de que voy a abrazarte antes de irme y ya, o solo mirarte y entender que es un hasta pronto querido amigo. Y no hasta nunca.
Te quiero gracias por tu amistad.
0 notes
tarsiciopafnucio · 5 months
Text
Tumblr media
Hace unos días sonó el teléfono. La típica pregunta:
- ¿Ustedes compran libros?
- Sí, compramos.
- Tengo muchos libros que quisiera vender.
- ¿Cuántos más o menos?
- Son muchos
- ¿Mil, doscientos, cien, cincuenta?
- La verdad que no tengo idea, no los conté, pero son bastantes, es toda una pared.
- Ah. Está bien. ¿Y de qué tema?
- Hay variado. Novelas, historia, política.
- Bueno. Los tendríamos que ver.
Anoto la dirección y arreglamos.
Al otro día voy a ver los libros. Era una vieja casona en Flores. Toqué el timbre y salió a abrirme una mujer. Debía andar por los cincuenta.
- Pase. Están por ahí.
Era una biblioteca de una pared, tal como me había dicho.
- ¿Quiere tomar algo?
- No. Gracias.
- Bueno, lo dejo que mire tranquilo entonces.
Me pongo a revisar y a bajar los libros que me interesan. Hay de todo: ficción, filosofía, ensayo, historia.
En un momento, la mujer se acerca y se inclina sobre una de las pilas:
- Permiso – me dice.
Levanta un libro, lo abre y se pone a mirarlo. Eran los cuentos de London en una vieja edición de Zig-Zag. Cuando lo apoyé sobra la pila de libros, me acuerdo que pensé que probablemente me lo quedaría.
Sigo revisando la biblioteca mientras la relojeo por el rabillo del ojo.
Después de unos minutos la mujer lo cierra con fuerza y se queda en silencio. Percibo que su respiración se acelera.
Trato de seguir mirando los libros hasta que en un momento a la mujer se le escapa un sollozo.
- ¿Está bien?
- Sí. No se preocupe. Es que este libro me lo leía mi padre antes de dormirme cuando era chica. Durante años le pedía siempre las mismas historias.
Le sonrío.
- Era un gran lector. Su padre – digo por decir algo.
- Sí. Gracias.
Sigue llorando, no sé qué hacer. Me acerco y la abrazo. Es una nena en mis brazos.
No sé cuánto tiempo estuvimos así.
Al final nos separamos. Con embarazo y todavía moqueando me dice:
- Disculpe. No sé qué me pasó.
- No tiene nada de malo. Es lo más normal del mundo.
- Siga, no lo molesto más – dejó el libro donde estaba y se fue a sentar en un sillón.
- Consérvelo, señora.
- No, no, lleveselo. Es mejor así.
- En serio, ¿por qué no se lo queda?
- No, de verdad, gracias.
No insisto. Después de una segunda revisión, separo alrededor de ciento cincuenta libros. Le hago una oferta que ella acepta sin dudar.
Saco las bolsas de la mochila y empiezo a embolsar los libros.
- Bueno, listo.
- Le abro.
Cuando se da vuelta para ir hacia la puerta, saco el libro de London que había dejado primero en una de las bolsas, y lo dejo detrás de una pequeña escultura en la mesa ratona.
Nos despedimos en la puerta. Cargué los libros en el auto y me fui.
Tal vez, cuando vuelva a entrar o cuando llame a otro librero por lo que quedó, lo vea y decida conservarlo. Tal vez se de cuenta que en ese libro aun está la voz de su padre, porque la voz de los lectores queda atrapada para siempre en los libros, y cada libro tiene todas las voces que alguna vez contaron su historia.
Quizás no lo sabía o no lo pudo ver, por el dolor o la sorpresa.
Quise darle otra oportunidad, todos nos merecemos una.
Saludos desde Santiago de Chile.
0 notes
juanmecanico · 5 months
Photo
Tumblr media
"Cale Yarborough, feroz competidor y tricampeón de la Serie de la Copa NASCAR, muere a los 84 años" Hoy es un día triste para el mundo del automovilismo. Nos despedimos de una leyenda, Cale Yarborough. Tenía una increíble habilidad para dominar las pistas con una destreza asombrosa. Ganador de tres Copas consecutivas de la NASCAR en los años 70 y la única persona que ha alcanzado tal hazaña hasta ahora. Su pasión por el deporte definía su carácter: competitivo, dedicado y tremendamente habilidoso. Cale Yarborough, nacido en Timmonsville, Carolina del Sur, comenzó en NASCAR realmente joven y rápidamente hizo un nombre por sí mismo. En el Día de Año Nuevo de 1984, en la Daytona 500, logró la impresionante tarea de ganar la carrera 4 veces, un registro que aún no ha sido batido. A lo largo de sus años en el deporte, acumuló 83 victorias en la Copa, lo que lo sitúa como el sexto piloto con más victorias en la historia de la NASCAR. Pero no era solo la habilidad de Yarborough lo que lo hacía tan respetado. Era también su actitud. Tenía una voluntad feroz de ganar, un drive que nunca flaqueó, incluso cuando las cosas se ponían difíciles. No lo olvidemos, este es el mismo hombre que se peleó con los hermanos Allison en la Daytona 500 de 1979. Aunque esa pelea es recordada hoy en día con risas, es un testimonio de la pasión que Yarborough tenía por el deporte, de su compromiso de hacer todo lo posible por triunfar. Yarborough fue un verdadero pionero en su campo, siempre buscando formas de mejorar, de crecer, de ganar. Su impacto en el automovilismo es innegable y seguiremos sintiendo su influencia durante muchas generaciones. Una cosa es segura: su legado en el deporte nunca será olvidado. Aunque es triste que Yarborough ya no esté con nosotros, nos queda el consuelo de que su espíritu sigue vivo en NASCAR y en todos los que amamos y respetamos este deporte. Su huella está impresa en cada pista y en cada carrera. Así que, mientras recordamos a Yarborough hoy, celebramos su vida y su carrera, recordando todo lo que logró y la increíble influencia que tuvo. Cale Yarborough, te echaremos mucho de menos, pero tu espíritu seguirá con nosotros. Gracias por todo lo que hiciste por el mundo del automovilismo. Te recordaremos siempre como el feroz competidor y el ferviente campeón que fuiste. Descansa en paz, amigo. Con todo esto dicho, no olvidemos que cada vez que veamos una carrera de NASCAR, estaremos viendo el legado de Yarborough. Seguro que estaría orgulloso de ver cómo el deporte que amaba tanto ha seguido creciendo y desarrollándose. Finalmente, me gustaría invitar a todos a compartir sus mejores recuerdos de Cale en el hashtag #CarrerasConLeyendas. Apreciaría mucho escuchar sus pensamientos y recuerdos sobre este gran hombre y piloto. De luto, pero también celebrando una vida vivida a pleno gas, así es como quiero recordar a Cale Yarborough. Un verdadero campeón, adentro y afuera de la pista. #NASCAR.
0 notes
notasdeciudad · 5 months
Text
Imaginar un mapa
Tumblr media
Ante el cartel turístico de nuestra ciudad, ese del “usted está aquí”, muchos notamos una sensación extraña. Sabemos que es para informar a los que llegan pero nos resulta complicado reconocernos ante él. ¿Quién y cómo se decide lo que interesa contar o destacar?, ¿cuánto hay de propaganda y cuánto de información en él?
Nuestra experiencia está condicionada por los barrios en los que vivimos, pero podemos ponernos de acuerdo en que algún parque o mirador, ciertas calles y plazas, determinados edificios como son los mercados y seleccionados negocios, incluidos bares o librerías, serían la visita que, en una jornada, resumiría mejor nuestra ciudad. Con esa información precisa, la ruta sería un éxito para el visitante pero quizás, una desgracia para la ciudad y esto, ayuda a poder entender dicho cartel. Y es que, ¿cuántos visitantes son demasiados?, nada es demasiado para el mercado y por eso necesitamos investigaciones de calidad para saberlo.
Las posibilidades recientes de mapear o geolocalizar datos es tan grande que podemos imaginar mapas de cuanto nos interese conocer. Muchas veces, es además del cruce agudo de estos mapas, donde se revelan nuevas informaciones de extraordinario interés. Un caso: unir los niveles de renta por manzanas o solares junto con la inversión municipal para conocer, por ejemplo, como se trata u obvia la desigualdad entre barrios. Y a este aún, podríamos además cruzar otro mapa del histórico de euros por metro cuadrado invertidos en las sucesivas reformas urbanas desde que se tienen cifras municipales.
Otros mapas posibles son más intangibles, que no subjetivos, como serían los de olores en función del viento o niveles de precipitación; o los de sonidos, que pueden ser tan sutiles como para saber donde el ruido es tan bajo que se escucha hasta el roce de las ramas. Otra delicadeza más, podría ser un mapa que partiendo de que “los objetos que más amamos son los más usados”, situase los elementos urbanos y lugares más frecuentados que cruzados con otro con los espacios más soleados, de menos viento o ruído evidenciaría los espacios más amables de la ciudad como base para localizar nuevos microclimas. 
Todos tenemos un mapa en la cabeza y nuestra interpretación empieza, por ejemplo, cuando dibujamos o damos a alguien, las instrucciones para ir desde A a B. Y es que la suma de experiencias personales son también mapas posibles. ¿En qué espacios hemos estado más de 15 minutos alguna vez?; ¿en cuales hemos repetido más de una docena de veces?; ¿cuantas calles de nuestra ciudad no hemos pisado todavía?; ¿dónde hemos estado de botellón?; ¿qué paredes hemos grafiteado o planeado hacerlo?; ¿dónde conocimos a alguien o nos despedimos para siempre?; ¿delante de qué escaparates se para uno más y porqué?; cuantas cámaras de videovigilancia registran nuestros recorridos diarios?; ¿por dónde pasean los solitarios “ociosos” y por dónde a los que los saca su perro?; etc.
Necesitamos y podemos saber más gracias a cada nuevo mapa con los que encontrar mejores argumentos que condicionen nuestras decisiones. Pero será la interpretación sabia y multidisciplinar de los mismos la que permita establecer nuevas estrategías de diseño urbano. Cada nuevo mapa elaborado nos permite repensar la ciudad y repensarnos.
Tumblr media Tumblr media
Imagen // fuente:
1. "Locals and Tourist", azules y rojos, fotos de N.Y. en 2010   // Erica Fischer
2. Mapa de los niveles de renta en 2018 en Compostela // INE/ mapbox.com
3. "London Underground" 1933, el metro como nunca se había contado // H.C. Beck
49 Sermos, nº 587, páx. 27 (06/01/2024)
0 notes
itwassofun · 6 months
Text
No puedo parar de escribir.
Mis únicos amigos de Ecatepec son los chicos de la Iglesia, leemos mínimo una vez por semana; saben perfecto que no me siento digna para estar ahí los domingos con todos los demás; pero no me juzgan, me respetan, no buscan modificarme, aprenden conmigo sobre todas las dudas que tenemos. ¿Por qué estamos aquí? ¿Por qué nos perdonaron? ¿Por qué estamos parados en un barrio tan feo y hermoso al mismo tiempo? Mucha cultura pero mucho dolor, mucha violencia. El día que estudiábamos sobre la parabola de los talentos y leíamos uno de los libros más complejos que he leído en mi vida, irónicamente el título hace mención a un químico que puede inhalarse y producir el mismo efecto en el cerebro, al que ya he conocido más de una vez, un viejo mal hábito. Inexplicable. Ese día, tuve muchas respuestas, sentía mucha paz, presencia. No existía el tiempo, solo estaba ahí, bendita entre siete hombres con el pelo cubierto por mi sudadera; rompí en llanto al confesarles que me dolía todo el cuerpo por tanto abuso del pasado, quería que solo conocieran mi presente pero por un segundo sí me perdí. Regresé a la paz, sentí, lloré, me liberé y no pasó nada. Fui libre de mi misma. Mi espíritu se ha fortalecido con cada batalla, eso puedo sentirlo. Salí De la Iglesia, nos despedimos con la mano, muy gracioso se siente eso. Me gusta que me respeten por primera vez. Caminé por el obscuro andador y me apalearon tres mujeres, dos obesas y una flaca de grandes pechos que siempre los tiene de fuera y las cejas muy pintadas. Rompieron mi celular nuevo, me dejaron moradas las piernas y adoloridas las costillas pero sin marca. Yo claro que me defendí, no peleé, aprendí una manera mucho más sabia de defenderme ahora. Por ello me odian, porque no pertenezco aquí, soy completamente ajena y quieren que me vaya, porque brillo, porque leo voz alta las respuestas que todos necesitamos con la voz que Dios me dio, el dolor solo me hizo permanente, inmortal. Llegué a casa hice lagartijas, brinqué la cuerda, hice pesas, sentadillas, desplantes y demás para sentirme menos débil. Entrenarme porque viene lo mejor, ya pasó todo lo peor. Hoy vestí de blanco, me veo sana, caminé justo a lado de ellas con toda la confianza de que soy la más protegida del universo, podrían balearme y aún así no podrían lastimarme, mi cabello largo soltaba un delicioso olor como siempre mientras caminaba, no huelo a mariguana, tampoco a cigarro, mi ropa limpia y fresca viste mi cuerpo y lo cubrió del frío. Mi corazón ardía y aunque sigo perdiendo peso me mantiene viva aún. Gracias por el cielo, gracias por que el sol sigue brillando detrás de las nubes y la lluvia. Gracias por la necesaria noche que me sirve de entrenamiento para que mis ojos sean capaces de ver en la obscuridad. Gracias por mi corazón roto porque me recuerda que alguna vez amó con tanta tanta intensidad que se reventó.
0 notes