Tumgik
#Yoichi mi amor
arxxq · 11 months
Text
PLEASE TAKE A BREAK...
Tumblr media
I'm sorry for not posting as much as I did before but starting this year I realised I have alot of work. And I'll be having alot of exams and test this year. I also found out I'll have another exam on the end of July and was informed that I'll be having our qualifying exams on September.
So this headcanon is specially made to student who are troubling with exams and their studies.
Headcanons w/ Itoshi Sae, Isagi Yoichi (might make a part two..? We'll see)
warning, rusty writing!!, Spelling errors
Tumblr media
Itoshi Sae:
Sae knows how much your grades can effect you
Because whenever you get a c as an overall mark
You'd start doubting your capabilities
He doesn't like this at all...no matter how much he says it you still continue it
He hates your grading standards
He hates how you always doubt yourself
And he hates how you never rest after an exam
You'd always study nonstop and your breaks are so limited
So one day when he came home from practice
He noticed the lights of the house were off
Sae walked inside the living room to see it dark. The only light available was your study room. Entering it, there he saw you..calculating and writing. The state you were in was terrible. Your eyes had dark circles over them and so many coffee cups were on the table. "Mi amor..?" He called. You flinched and looked away from your work. "Oh sae..you're back already?" He sighed. It seemed like you lost track of time. "It's already evening.." your eyes widened surprised "oh I see" you look back to the table but before you could continue your wrist was stopped. "You haven't taken a break..have you at least eaten?" He asked. "Not yet but I will once I finish-"
"No you won't...I've gotten used to this by now [name].." you looked away from him. "I'm but mad..I know you're scared of failing but sometime you need to take a break too.." he used his fingers to pull your face to look at him. "sometimes even successful people take breaks..like I do, so please just at least eat or sleep for today," sae begged. "Okay...just for today,"
sae knows how much your grades matter, just like him, keeping his title matters alot to him..but even he knows that people have limits..so sometimes it's not so bad to take a break after all..
Isagi Yoichi
Just like you Isagi is a hard worker when it comes to achieving goals
Especially since being the best striker matters to him
But he worries about your health
He knows your grades is something you worry about
He knows you study so hard
And whenever you get an 80 you'd always say a 90 is better!
He knows you have goals to fulfill as well
But he worries how you don't take a break
So when he came to check on you in your apartment
He found it weird that the lights were off
He went to the study room and what he found was shocking
Isagi knocked on your apartment door but what weirded him out was that no one came to open the door. He texted you but it never delivered. Due to worry Isagi opened the door and he was shocked to find it unlocked and was even more caught off guard when the house was dark. He entered the house to search for you and when he opened your bedroom he started to worry. He saw you asleep on the table with a pile of notes. Some were even on the ground. He shook you to wake you up and you did but was surprised when you saw your lover. "Ah yoichi...uh omg! The house I'm sorry I fell asleep while studying and-" "it's fine...but are you okay?" You laughed it off. "Yeah I'm fine.." you replied but based on the way you looked you were clearly not.
Isagi looked at you not convinced. "Okay maybe not but I have to study...tomorrow is the last day of exams and it's my worst subject of all! I can't afford to fail!" Isagi sighed. "You won't..I know so," "but what If I do?! My grades it's important," you say. "But so is your health..love let me ask you..when was the last time you ate?" You looked away ashamed. "When was the last time you slept...?" You didn't reply. "I know your grades matter but your health is important as well...so for today let's just rest okay?" Before you could protest he said something. "As much as you don't want to I promise you it'll be worth it okay... especially since I'm here :)"
so for the whole day, you and Isagi just talked..well you could say that. Isagi loves you and he knows your grades is your top priority but to him your health is much more important than your grades..he knows it's hard for you to rest because you have your goals but Isagi Yoichi knows that sometimes you need to rest..so you can do even better afyerwards
Tumblr media
I didn't even know it posted...
Do not steal my works
-sincerely HASINAH
111 notes · View notes
Text
Feliz cumpleaños, Mika
               [ MIKAYUU ONE-SHOT AU ] 
Tenues rayos de luz entrando por su ventana, el abrumador silencio interrumpido por su alarma fue el fin del sueño para la única alma presente en la habitación. Mierda, mierda, mierda, ¿Qué hora era? ¿Había funcionado su alarma? No pudo saberlo hasta que logró apagarla y ver el tiempo en la pantalla de su celular: 09:45. Bien. Por un momento pensó que nuevamente se levantaría más tarde de lo acordado y repetiría el error del año pasado.
El azabache se tomó sus minutos para incorporarse y acostumbrar sus ojos a la luz de la mañana, melancólica. Su habitación estaba fría pese a la época del año, al parecer había dejado la ventana abierta una vez más. Aquella sensación térmica le impedía en cierto modo levantarse de su cama. Pero no, tenía que hacerlo. Al fin y al cabo hoy no era cualquier fecha; era el cumpleaños de su novio, y al igual que todos los años, no le podía fallar con su regalo. “Hazlo por él” se repitió una vez más.
Una vez bañado y bien vestido, salió de su casa con rumbo a la florería. Había planeado el regalo unos días antes: un ramo de claveles azules y otro de rosas blancas, según Yuuichiro la mejor combinación de flores para aquella ocasión. Siempre le había encantado la idea de regalarle flores a su pareja, el rubio las adoraba y desde antes que empezara su relación le dejaba indirectas respecto a su gusto por ellas. Nunca olvidaría aquel día después de su primera cita que pasaron por fuera de una florería y Mikaela no dudó un instante en empezar a hablarle respecto a las distintas flores que habían en la vitrina. Sí, ese era el nombre del amor de su vida: Mikaela Hyakuya, su amigo de la infancia que una vez llegada la pubertad pasó a ser algo mucho más que amigo, distintas emociones surgieron en ambos y resultó que sentían lo mismo. Eran almas gemelas destinadas a estar juntas, y Yuuichiro sentía que no podía explicar con palabras lo mucho que lo amaba, al mismo tiempo que nunca entendería la suerte de haberlo conocido. “Es mucho para mi” se repetía todos los días.
Le gustaba recordar aquellos tiempos cuando su historia de amor recién comenzaba, remontarse a una tarde de primavera hace unos cuantos años atrás cuando decidió confesarse ante su mejor amigo y repetirla en su cabeza la mayor cantidad de veces posibles. Sí, dentro de él viviría por siempre su versión de adolescente enamorado. Y es que, ¿Cuál era el sentido de la vida si no se sentía hasta morir?
La jornada de clase había acabado al fin, y como les era habitual, Yuu y Mika caminaban juntos hasta sus casas: vivían en el mismo barrio y disfrutaban la compañía del otro, aunque para el resto de sus compañeros siempre era motivo de sospecha la cercanía de los chicos, estos no eran más que amigos. Ambos sabían que existían rumores respecto a su relación, pero la verdad poco y nada les importaba, porque eran falsos.
O de eso se intentaban convencer los dos adolescentes, que en realidad no hacía mucho tiempo habían empezado a dudar de su sexualidad. Yuu estaba casi seguro de que lo que sentía hacia Mikaela era más que amistad, había algo en la forma que el rubio lo trataba, en la forma que lo cuidaba y protegía. No era normal lo mucho que disfrutaba el contacto físico con él, cada vez que lo abrazaba deseaba que aquel contacto nunca llegara a fin. ¿Cuándo se había empezado a sentir de esta manera? No tenía ni idea. Pero la pregunta más importante era ¿Mikaela se sentirá de la misma manera? No tenía como saberlo, siempre habían sido cercanos y el contacto físico que mantenían pese a ser íntimo y sospechoso para el resto, entre los dos era algo rutinario, no podía sacar conclusiones de ello.
Pero se había decidido, iban ambos caminando a la orilla del río con el sol a sus espaldas bajo los colores del atardecer, cuando Yuu detuvo el paso. Lo iba a hacer, estaba totalmente dispuesto a sacar el tema porque no podía más con la duda, y no es como si fuera la primera vez que tomaría un riesgo, confiaba en Mika y que si no le correspondía, seguirían siendo amigos.
-          Yuu, ¿pasa algo? Se va a hacer tarde- al notar que su amigo se había detenido, el rubio se dio vuelta y preguntó. Tenía la sospecha de lo que estaba por suceder y su corazón empezó a latir con fuerza, sin demostrarlo.
-          Mika, yo – hizo pausa para mirarlo a los ojos- creo que me gustas.
-          ¿Creo?
-          No, en realidad, no es un creo. Estoy seguro, me gustas.
Los ojos verdes de Yuu estaban clavados en los zafiros del rubio, ambos ruborizados sumergidos en su propio mundo. El pelinegro con el corazón a mil sin asumir lo que había hecho, y Mikaela en cierto grado de shock, no sentía sus piernas. ¿Era un sueño? No, definitivamente no lo era. Estaba pasando.
El rubio fue el encargado de acortar la distancia entre ambos, Yuu estaba paralizado. “Más te vale que estés hablando en serio” fue su respuesta antes de juntar los labios de ambos. Un beso de adolescentes inexpertos, que no sabían lo que hacían ni en lo que se metían. Un beso que inició una de las historias de amor más locas jamás contadas y caóticamente hermosas. Un beso al atardecer cual cliché digno de telenovela. Ese es un recuerdo que ambos atesorarían hasta el fin de sus días.
Desde aquella tarde, nunca más se volvieron a separar. Crecieron juntos, vivieron diferentes experiencias por primera vez juntos, unieron sus cuerpos en uno y pecaron en todos los niveles distintos como si el mañana fuera el misterio más grande por resolver. Construyeron la adolescencia que les vendieron de pequeños y pese a las peleas, el lugar de uno era al lado del otro. Yuu sentía que le debía su vida a Mikaela y viceversa; eran la razón de vivir del otro.
Otro recuerdo que a Yuu le gustaba traer de vuelta a su mente era la primera vez que se dijeron te amo, en una noche de pecado cuando vivían en la edad que todos dicen no se puede amar porque se es muy joven. Para ambos eso era una mentira. Un evento también importante de rememorar vendría siendo la primera vez que viajaron juntos una vez cumplieron la mayoría de edad, se fueron por una semana al campo donde no existía nadie más que ellos dos y prometieron que envejecerían juntos para poder criar animales al lado de un lago y vivir en paz sus últimos años. Se podría decir que sus pasatiempos favoritos era hacer planes a futuro para luego desvelarse pensando en lo incierta que era la existencia humana una vez la luna se iba y volvía a aparecer el sol. Ambos se encargaron de hacer al otro disfrutar hasta la última gota de esos años.
Por eso a Yuu le gustaba esforzarse en los regalos de cumpleaños de Mika, pese a que nunca lograría agradecerle con objetos, ni flores, ni chocolates todo lo que había hecho por él.
Una vez compradas las flores, su siguiente parada fue la paquetería. Anoche se había desvelado cocinando galletas de chocolate blanco: las favoritas de su novio. Su mejor amiga, Shinoa, se había reído de él la primera vez que le cocinó galletas y se le quemaron, nunca se le olvidará cuando le gritó que debió haberlas comprado en vez de hacerlas y arriesgarse a quemar la cocina. “Al final igual las aprendí a hacer y a él le gustan” pensó para sí mismo. Aunque es verdad, la primera vez que cocinó galletas después de escuchar que al rubio le gustaban, fue un verdadero desastre y casi quema la cocina, pero no se rindió e intentó la receta las veces suficientes hasta que logró hacer galletas decentes.
-          Yuu, están deliciosas.- dijo Mikaela, con una expresión de felicidad que hacía pensar que aquellas galletas recién horneadas eran lo más exquisito que había comido en su vida. Para Yuuichiro, fue la mejor recompensa tras muchos intentos fallidos.
Después de ese día, los dos pasaban tardes completas cocinando postres, chocolates, pasteles y todo tipo de recetas que veían en internet. Era otro de sus pasatiempos favoritos como pareja.
Una vez en la paquetería, no tardó mucho en divisar a Yoichi en la caja. Su ex compañero de colegio trabajaba a medio tiempo en aquel local para pagarse los estudios en la universidad, y Yuu aprovechaba la relación que tenían para obtener descuentos.
-          Oi, Yuu. Hace tiempo que no te veía por acá, ¿vienes por la caja blanca que me pediste el otro día?
-          Si, ¿la tienes? Hice estas galletas de regalo y quiero entregarlas de una manera presentable.- sonrió.
No le tomó mucho tiempo a Yoichi en reconocer el día, le devolvió la sonrisa a Yuu y se fue tras los estantes a buscar el pedido. Si había algo que el castaño admiraba en su amigo era el esfuerzo y amor que le tenía a Mikaela.
-          Asumo que vas a ver a Mika, ¿cierto?- de todos modos, hizo la pregunta sabiendo la respuesta.
-          Sí, es un poco obvio si recuerdas la fecha – rio – gracias Yoichi, a la vuelta te paso a ver para contarte que tal todo.
Se despidieron y el ojiverde continuó con su camino, dejando a un Yoichi preocupado tras el mostrador. “¿De dónde saca aquella fuerza?” se preguntaba.
Llegar a donde Mika se le hacía un poco complicado, la verdad. Tenía que tomar dos buses para poder verlo, ya que hace un tiempo que no vivían en el mismo barrio, pero nada de eso importaba.
Yuu sin duda llamaba la atención de los demás peatones que lo veían pasar: ver a alguien tan bien vestido, con flores y una caja de lo que parecía un regalo importante a esas horas de la mañana no era tan común al parecer. Tampoco es como que al azabache le importara mucho llamar la atención, él caminaba concentrado, con una sola persona en su cabeza: Mikaela.
El tramo en los buses se le hizo absolutamente corto, y una vez abajo no era mucho lo que tenía que caminar. Sólo un par de cuadras y ya estaba en la reja, saludó a las personas de la entrada y emprendió la búsqueda en ese laberinto que tanto odiaba. Hizo caso omiso al resto de personas que se cruzaba en su camino, todas con emociones diferentes dibujadas en sus caras. Y una vez llego al final de aquel pasillo su concentración se desmoronó una vez más.
-          Feliz cumpleaños, Mika.- fue lo único que pudo decir antes de quebrarse y romper en llanto. Todos los años era lo mismo. Nunca se iba a acostumbrar a aquella piedra.
Odiaba cada vez que llegaba al final de ese camino de tierra y veía la lápida con el nombre de su amante grabada en grande. Odiaba el color de la piedra, odiaba el ambiente que tenía todo el lugar. Nunca iba a ser suficiente el tiempo para asumir que esa era la única forma de verlo.
De rodillas ante la tumba, lloraba como un niño que ha perdido a sus padres y no sabe qué hacer. Sólo, triste y desconsolado. “No puedo dejar que Mika me vea así” pensó, y se limpió las lágrimas para incorporarse una vez más.
Le dejó las flores nuevas sobre la piedra blanca, limpió las antiguas ya marchitas y una vez logró controlar su respiración, empezó con su discurso.
-          No sabes cuánto me haces falta, cariño.- no sabía cómo mierda empezar, ningún año había sabido y probablemente nunca lo sabría.- Hice de tus galletas favoritas, de esas que tanto te gustaba cocinar, ¿y sabes qué? Casi se me olvidan, pero aquí están, y no se me quemaron, eh, así que no tienes excusa para no probarlas.- rio al mismo tiempo que otra lágrima caía por su mejilla izquierda- Espero que estés bien, todos esperamos lo mismo. ¿Sabías que el otro día me encontré con Shinoa y Mitsuba? Están planeando empezar una familia, nunca me lo imagine de ellas la verdad.- volvió a sentir aquel nudo en la garganta ante el pensamiento de cómo sería si ellos dos hubiesen formado una familia.- Estoy seguro que Mitsu será una gran mamá, dijo que le gustaría haberte tenido a ti como padrino de su futura criatura. La verdad a mí también me habría gustado que ambos fuéramos los tíos, ¿te imaginas a nosotros con niños? ¡Serían los chicos más consentidos del planeta!- con cada palabra se agudizaba más el llanto del azabache, pero estaba enfocado a decirle todo lo que sentía.- Kimizuki también te extraña. Aunque no te lo imagines, quería venir a verte pero tuvo que viajar por estudios, así que te manda saludos a través de mi, ¡Soy todo un mensajero, Mika!
Hizo una pausa, sentía la garganta seca y sus ojos ardían. Sus palabras eran una mezcla de risas rotas y llanto. Había intentado convencerse a sí mismo de que este año no lloraría, pero le fue imposible. Cada vez que se le aclaraba la vista y veía ese “Mikaela Hyakuya. 01.05.2004 – 01.05.2025” grabado en piedra sentía como su corazón se volvía a romper.
-          ¿Sabes la verdad de todo, Mika? Estoy hecho mierda. No sé de dónde sacar la motivación para levantarme cada día de la cama, no sé si algún día podré superar esto ni tampoco sé si quiero hacerlo. Yo creo que estarías realmente decepcionado de lo débil que parezco en estos momentos. Perdón por no poder mostrarte una sonrisa, pero por más que lo intente no será una real. Perdón por no cumplir nuestra promesa de seguir adelante, perdón por ser tan egoísta y no poder superarte, pero no te imaginas lo mucho que me haces falta.
Y ahí estaba otra vez, de rodillas ante la tumba imponente, sus rodillas dolían y las pequeñas rocas del suelo se le enterraban en las piernas, pero ese dolor físico no era siquiera comparable a lo mucho que le pesaba el corazón. La vida dolía siempre, todos los días hace cinco años que se le hacía difícil respirar, pero el primero de mayo aumentaba su peso al triple.
-          Te extraño muchísimo, Mika. Más de lo que cualquier persona ha extrañado a otra en la historia de la humanidad. Daría lo que fuese por volver a ver tus ojos brillar una vez más, por verte sonreír una vez más. Por abrazarte, por tocarte una vez más y poder despedirme. Hace cinco años que te fuiste y hace cinco años que soy la mitad de lo que alguna vez fui. Te llevaste toda la felicidad de mi interior pero no te preocupes, que intentaré dar lo mejor de mí hasta que podamos encontrarnos nuevamente en donde sea que estés. Espero algún día volverme alguien de quien estarías orgulloso.- sus palabras eran apenas entendibles entre los sollozos, pero no le importaba.- perdón por hacer esto una charla sobre mí, pero tenía que contártelo, al final eres el único que entiende.
Se paró una vez más, limpió su rostro por como quinta vez en tan solo diez minutos para devolver la mirada a la lápida. Tenía que ser fuerte para poder despedirse.
-          Feliz cumpleaños otra vez, cariño. Ojalá te gusten las galletas porque mira que me esforcé, eh – era estúpido el esfuerzo, su voz se volvía a quebrar – te amo mucho, estúpido. No sabes cuánto te amo.
18 notes · View notes
lovelybooksproject · 6 years
Text
Recensione: Solo i fiori sanno di  Rihito Takarai
Tumblr media
Ancora una volta mi è molto difficile rimanere calma e manifestare un pensiero coerente per iscritto, questo perché il mio istinto da fujoshi dal cuore di panna mi spinge a battere sulla tastiera in modo ossessivo compulsivo scrivendo frasi come "OMG, Awww, Love love, 😍👏🏻🎉❤️" e chi più e ha... più ne metta. Il fatto è che... questo è uno dei manga più belli che abbia letto negli ultimi mesi! Mi è capitato di leggere parecchi manga in questi giorni, di leggere storie molto diverse tra loro e posso dire che quasi tutti i volumi letti mi hanno colpito in un modo o nell'altro, nel bene e nel male, con pregi e difetti ma questo... è tutto un altro livello! Dopo la delusione con Seven Days ero restia a dare una nuova possibilità alla Takarai, temendo una nuova delusione che difficilmente avrei mandato giù visto il mio amore malato per Ten Count, complice però una santa amica ho ceduto e... non potrò mai ringraziare abbastanza la santa donna che mi ha permesso di leggerlo in italiano (Luisa grazie 😍!!) Questo manga è PERFETTO! Non riesco a trovarci un singolo difetto! La storia è semplice e... geniale! Yoichi Arikawa uno studente di giurisprudenza incontra per caso Shota Misaki, un giovane studente esperto di botanica, fin da subito scatta qualcosa nella mente di Yoichi, quel ragazzo così timido e sfuggente lo colpisce nel profondo tanto da iniziare a vederlo nei suoi sogni, a desiderare di avere un contatto con lui per conoscerlo meglio, l'occasione si presenta quando Arikawa viene scelto come aiutante presso il laboratorio di agraria dell'università, è proprio in questo luogo infatti che ha la possibilità di rincontrare Misaki. Da questa semplice premessa ha inizio una storia dolce, coinvolgente ed emozionante. I personaggi fin da subito sono caratterizzati con la massima cura e rispetto, Arikawa è un ragazzo buffo e divertente, non è abituato a preoccuparsi troppo delle cose, per lui tutto ha sempre una soluzione semplice, un si o un no, giusto o sbagliato, l'incontro con Misaki quindi lo sconvolge perchè per la prima volta si ritrova a fare i conti con se stesso, a capire che la vita non è così semplice, che non sempre le risposte sono così scontate, a desiderare qualcosa di più nella vita, Yoichi inizia a desiderare di avvicinarsi sempre di più all'altro studente ma per la prima volta in tutta la sua vita si ritrova vittima di dubbi ed incertezze che lo spingono a comportarsi in modo... stupido ad interrogarsi su se stesso, sulla sua vita. Ho adorato il modo di fare del giovane, un modo di fare così fresco e innocente da renderlo simile a un bambino, basti pensare alla sua dichiarazione spontanea in classe quel "Credo di amarti" detto così, senza pensare, per esprimere quello che sente per un ragazzo che in quel momento neanche conosce, Yoichi con la sua spontaneità è la metà perfetta di Misaki. Misaki è infatti tutto quello che non è Arikawa, mentre il compagno è allegro e solare lui è schivo e timido, Yoichi è sicuro di se e accetta se stesso, arriva ad accettare subito di amare Misaki e lotta per questo mentre il botanico ha difficoltà, non riesce a fidarsi delle persone e di quella mano tesa verso di lui, fin da ragazzo ha sofferto molto, dapprima per la morte dei genitori e poi per quella del nonno, il ragazzo ha poche certezze nella vita, non è a suo agio con se stesso e con la sua sessualità, ed è proprio questa che lo sconvolge, il suo incontro con il futuro avvocato lo porta a provare sentimenti che non sente giusti, lo porta a disperarsi e desiderare di essere una ragazza, così da poter vivere una vita con quel ragazzo ai suoi occhi così puro, per poter così uscire con lui alla luce del sole, per vivere il suo amore senza colpe. Misaki è... un personaggio stupendo con cui ho empatizzato fin da subito, nei suoi modi di fare c'è un desiderio infinito di amore, una voglia di amare ed essere amato, ho provato pena per lui in alcune parti, vederlo così triste e sofferente, così insicuro mi ha stretto il cuore. Il rapporto d'amore tra i due giovani è.... incantevole,nasce nel momento giusto e al punto giusto, uno slow burn che ti incanta e tiene incollato alle pagine, la delicatezza di Arikawa e la sua pazienza, la goffaggine di Misaki nell'accettare e ricambiare quel sacro amore è... WOW... vorrei trovare una parola più forte ma WOW è l'unica cosa che mi viene in questo momento. Tutto il mondo di Solo i fiori sanno è curato con cura e tutti i personaggi hanno una storia da raccontare, tutti i personaggi anche quelli secondari ti entrano nel cuore tanto da desiderare di poter leggere capitoli interi su di loro... impossibile infatti non voler abbracciare il professore Tsujimura, un uomo buffissimo e tenero che fin dal primo incontro ha preso Misaki sotto la sua ala protettiva, cercando di aiutarlo e capirlo, il professore è come un padre per il giovane e nel corso della storia capisce i sentimenti dei due ragazzi e anche stando in disparte da il suo contributo, supportando quel tenero sentimento, impossibile non provare simpatia per Kanami, la ex ragazza di Yoichi, la giovane appare pochissimo eppure si capisce fin da subito l'amore che prova per il giovane e il suo sacrificio nella scelta di lasciarlo libero, di lasciarlo andare per la sua strada alla ricerca del vero amore, tenerissima la scena in cui i due ex si abbracciano per l'ultima volta,dimostrando l'affetto uno nei confronti dell'altro e poi... beh... c'è lui... Satoshi Kawabata, il personaggio che in questa storia più mi ha fatto dannare, ho provato così tante emozioni nei suoi confronti che devo dirlo...  forse è il mio personaggio preferito... ancora più di Misaki. Kawabata è un personaggio che dovrebbe generare "odio" nel lettore, il "cattivone" della storia e anche uno dei motivi per cui Shota è così insicuro, egli è il primo amore del ragazzo e non ha esitato a ferirlo crudelmente e dopo averlo fatto ha comunque deciso di tenerlo legato a se, si comporta in modo crudele e meschino e sembra considerare Shota come un cagnolino tanto da dire crudelmente ad Arikawa "Quando ti stanchi di lui, di tenerlo al collare, restituiscimelo" trattando Misaki come un oggetto di nessun valore, proviamo odio per lui, voglia di prenderlo a pugni eppure... non sono riuscita ad odiarlo, Satoshi infatti è una vittima, una vittima del nemico più grande di ogni essere umano... è vittima di se stesso. Kawabata vive una vita falsa che si è costruito per non soffrire, l'incontro con Misaki lo ha distrutto portandolo alla consapevolezza della propria omosessualità, un'omosessualità per lui inconcepibile e che lo ha portato ad indossare una maschera, a prendere una fidanzata, a fare la parte dello stronzo senz'anima, è proprio quando definisce Misaki al pari di un cagnolino che dimostra come il ragazzo per lui è un'ancora di salvezza, un barlume di luce nella sua esistenza, l'unico frammento di vita sincero, quando è con Misaki ironicamente Kawabata riesce ad essere se stesso ed è la paura che lo spinge a comportarsi in modo crudele e meschino, lui non riesce ad allontanarsi dall'unica persona a cui ha mostrato la sua vera natura e debolezza. Mi sono ritrovata quindi a piangere come una bimba nel confronto finale tra i due, quando Kawabata crudele fa presente a Misaki che non verrà mai realmente amato dal suo innamorato, quest'ultimo infatti lo lascerà per una donna prima o poi e Misaki... reagisce, rifiuta l'approccio del senpai e ha il coraggio di lottare con fierezza ammettendo che si, lui è omosessuale e forse è vero, forse quel giovane per cui prova quei sentimenti si stancherà di lui, lo lascerà ma per lui andrà bene comunque... perchè lo ama e amare significa anche rischiare di perdere tutto, di cadere a pezzi pur di lasciare la libertà alla persona che sia ama, Misaki è pronto a perdere tutto per amore ed è questo che fa crollare Kawabata, quel giovane che lui ha sempre visto come un bambino, un fratellino è cresciuto, è diventato un uomo, l'uomo che lui non è riuscito a diventare, accettando l'amore e le sofferenze che ne conseguono. Satoshi per la prima volta crolla, piange come un bambino e Misaki lo abbraccia, con lo stesso abbraccio con cui Satoshi anni prima lo aveva consolato per la morte del nonno, quelle lacrime e quell'abbraccio racchiudono tutte le scuse del mondo, entrambi si perdonano a vicenda, entrambi accettano se stessi e vedere Kawabata una volta rimasto a casa da solo, chiamare la madre e dire per la prima volta "Ora vivo la mia vita con la mia testa" è stata una gioia per me, me lo ha fatto amare e... ammetto di provare un po' di rancore per l'autrice per non averci regalato alcun extra sull'uomo perchè... anche Satoshi meritava amore e coccole. Scleri a parte... ho amato i personaggi, la storia, la sua poesia e dolcezza, il fatto che ogni piccolo dettaglio ha un significato a partire dai fiori... co-protagonisti della storia, sono proprio i fiori a connettere i due giovani e fa quasi ridere come la vicenda si poteva concludere in un volume, come con la foto dell'Agapanto Yoichi abbia dichiarato il suo amore per lo studioso e lui con la foto di una margherita abbia risposto "Provo i tuoi stessi sentimenti" questa cosa dolce e tenera mi ha fatto sorridere perchè i sentimenti erano lì fin dal primo volume. Questa storia insomma è... FAVOLOSA, un toccasana per l'anima, sa essere dolce e coinvolgente, buffa e divertente allo stesso tempo, non ci risparmia qualche lacrima, molti sospiri e sorrisi e poi... ci regala nel terzo volumetto anche qualche momento "hot" per calmare gli animi di noi pazze fujoshi. Mi sento quindi di consigliarlo? ASSOLUTAMENTE SI! Se cercate una storia realistica, magica ed emozionante fa al caso vostro. Leggetelo senza timori che non ve ne pentirete!
Tumblr media Tumblr media
3 notes · View notes