Tumgik
#Deja Que La Verdad Florezca
diracboy · 10 months
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De nuevo, para Ella
Sé que esta última herida no va a ser cicatriz. Me prometí que sería valiente; no se me va a enquistar lo que ha pasado y no me va a cortar la respiración lo que fuimos. Me va a costar, pero sé que puedo. Al final sí me he enfrentado a lo que sucedió, tal cual fue. No encaja. Y aunque seguiré con mil dudas e inseguridades, se pasará la rabia y el dolor, porque al final sí te dije todo lo que necesitaba decirte. Los silencios aún me hunden y seguramente grite más de una vez, pero está bien, porque todo el amor que tenía te lo entregué.
Es difícil quedarse solo, pues la pena puede conmigo; los primeros días no quería ni vivir pero supongo que con el tiempo volveré a sentirme vivo. Parece una broma que me estoy gastando a mí mismo.
Y claro que es romántico todo este dolor que estoy soportando, es el precio a pagar por todo el amor que te he tenido siempre.
Cuando no puedes parar de sonreír y te sientes fuerte, tan fuerte que podrías mover una montaña, comprendes que esa magia igual que viene se va. Hay que valorar cuando se hacen grandes las pequeñas cosas y aceptar cuando se hacen pequeñas las cosas que creías grandes. Contigo creía tener muchas grandes cosas.
Sigue sin gustarme ni una sola línea de las que he escrito. Pero sí he logrado atrapar el universo para observarlo juntos; el problema es que ya no compartimos mundos. Me conformaré con verte sonreír desde lejos, y ya veremos, si algún día, tus cometas deciden pasearse por mi galaxia. Que al final, los fugaces hemos sido nosotros.
Seguiré poniendo puntos de estado de Whatsapp cada vez que te eche de menos, hasta que llegue el último y se convierta en un punto y final. Ya no sé en qué creo ni si me queda algo de ti. Y aún no soy lo suficientemente fuerte como para no entrar en los incendios que me dejas. Estaría dispuesto a arder solo por buscarte.
No he hecho nunca el ridículo. Solo he amado más de lo que pensaba que se podía y qué suerte haberlo hecho. Espero poder volver a hacerlo algún día.
Y sé que no te has dado cuenta de algo importante. Yo veo a través de ti como si fueras un cristal que lo expone todo. Y por mucho que quieras jugar con reflejos falsos para despistar, yo ni alejándome escapo de tus verdades. Algún día, convertiré las grandes cosas en pequeñas y me quedará un amor que quepa en la palma de una mano, pero ni aún así te quitarás ese miedo que tienes de que te quieran. Dices que no estás enamorada y que ha pasado el tiempo. Pero no, no es normal esa última conversación que tuvimos en Tumblr aquel cercano octubre… son esas pequeñas cosas que se hacen grandes.
Y no hago más que pensar que no quiero pensar más, que ha explotado todo y que solo me queda irme lejos. Y sé que estás luchando por suavizarme el golpe, así que quiero que te tranquilices y sonrías porque todo esto solo será un mal recuerdo.
Y ahí lo vi claro, ese “yo qué sé” tan mágico que tienes conmigo no va a irse nunca.
Ahora, que veo todo con otros ojos, me sigue pareciendo triste. Has dejado de ser feliz y has dejado de amarte. Esta vez, sí puedo continuar escribiendo, ya me encargué de vomitar antes. Ojalá salgas de la adicción de vivir anestesiada. Ojalá te quites el escudo tan pesado que cargas. Ojalá vuelvas a recordar todo lo que ahora te es borroso. Ojalá pierdas el miedo a que te quieran. Ojalá vuelvas a hablar por los codos. Ojalá vuelvas a reír tan alto. Ojalá dejes de disfrazar la depresión de siestas. Ojalá te ilusione todo como antes. Ojalá otra vez confíes como la primera vez. Ojalá te enamores como una adolescente. Ojalá escribas más en Tumblr. Ojalá sepas todo lo que vales. Ojalá llenes todo de alegría de nuevo. Ojalá te abras y te escuches. Ojalá florezcas como una rosa azul en primavera.
Puede que te escriba más, o puede que no. Yo ya no soy el mismo y tú tampoco, así que estas cartas confunden emisores y destinatarios. Quizá vuelvo a escribir a quien eras y quizá me lees en quien ya no soy, pero seamos quienes seamos, recorriendo el diario que hemos dejado aquí, cualquiera se maravilla de la preciosa historia que tenemos.
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mars17ml · 1 year
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En cuestiones de amor, debemos atesorar la honestidad,
Tejer redes de engaño trae dolor sin medida.
Sin embargo, si tu petición debo cumplir,
elaboraré un poema con la mayor habilidad.
En susurros suaves, un cuento se desarrolla,
Una historia de corazones donde la oscuridad se mantiene.
Donde la confianza se rompe, los lazos se deshacen,
Una historia de tentaciones bajo el sol.
Dos almas entrelazadas, una amistad verdadera,
Un puente construido fuerte, entre ellos creció.
Pero en este camino, una curva traicionera,
Donde los deseos prohibidos buscan ascender.
Una mirada fugaz, un toque robado,
Una llama encendida, ambos anhelando mucho.
Pero las sombras bailan en el escenario del corazón,
Mientras la culpa y el arrepentimiento comienzan a comprometerse.
Porque el abrazo del amor no debe traicionar,
A los que están a nuestro lado cada día.
Apreciar un vínculo, sincero y raro,
requiere una lealtad incomparable.
Así que anda con cuidado, oh corazón errante,
Porque el camino del engaño seguramente impartirá,
Un sabor amargo, un lazo roto,
Y cicatrices que duran, lejos y más allá.
En cambio, abraza el amor que conoces,
Cultiva sus semillas y déjalas crecer.
En la honestidad y la verdad, encuentra tu camino,
Y deja que la lealtad te guíe, noche y día.
Porque al final, cuando todo se revele,
Un amor sin mancha será tu escudo.
Elige sabiamente, amigo mío, el camino que tomes,
Deja que el verdadero amor florezca, por el bien de todos.
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naguruizocampo · 2 years
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Tumblr media
Vengo en este vuelo de avión. Yéndome de aquello que me hace mal. Cómo es irse de la tormenta, cuando la tormenta está en uno? Cuando los nubarrones están presentes en mi interior, y llueve, no deja de llover. ¿Es sinónimo de vida? La lluvia es parte de un ciclo? ¿Cómo me doy tiempo para mi? 
Como le digo o le explicó a la gente cómo ser valiente, si yo mismo me acobardo de mis miedos, yo mismo me voy del lugar de conflicto. De mareas turbulentas, de vientos huracanados. Como le enseño a los demás a hacerse cargo de sí mismo si yo ahora no puedo. 
Como les enseño a volar si tengo miedo a las alturas.
 Sepan que tengo vértigo.  Igual, lo estoy haciendo en este avión que me trae de regreso de no se  donde hacia otro lugar que tampoco recuerdo. No me acuerdo bien. 
Estoy somnoliento. Y estoy con ganas de llorar. Ahora recuerdo que tener el corazón roto tiene sus peligrosos ataques de llanto. Es como una nube pasajera que descarga su lluvia con fuerza de monzón. 
Advierto que tengo una persona al lado y que junto a él esta la ventana por donde puedo ver que el cielo está nublado. Ahora me doy cuenta que tengo una nube en el pecho. Es gris como las nubes que están afuera.  Esta nube tiene un ritmo de lluvia aleatorio, no llueve tan seguido, pero su densidad no deja ver. No  me deja mover.  Porque  es eléctrica. Me electrocuta a mi y a los demás. Me electrifica. No me deja pensar o hacer. Me deja rebotando en sentimientos oscuros. Me gustaría tener un para rayos interior para descargar toda la potencia de mi tormenta interior, pero bueno tendré que aprender a vivir con esta nube en el pecho hasta que se agote.
-Quiere beber algo señor? me pregunta la azafata. Tiene cara de buena, pero justo un rayo golpea, y debo resistirme. Debo callarme y negar con la cabeza. Debo guardar silencio, y alejarme, ignorarla. 
Los rayos de la nube me pegan y me paralizan. Me queman, me arden, y sus lluvias me hacen llorar a moco tendido. Es como un chaparrón muy fuerte donde debo llorar intensamente por unos 5 minutos y después seguir. 
 Creo que estas lluvias deben ser limpiadoras de todo lo que ya no sirve, todo lo que sobra. A veces las palabras sobran, pero las lagrimas no. El l amor,  nunca  sobra, siempre hace falta. 
Debo dejar que llueva para que las aguas limpien por dentro el campo de mi territorio. Baldear el patio. Regar las plantas. Dejar que el agua llegue a los confines más recónditos de mi cerebro. Eso es lo que debo baldear, mi  cabeza, mi pecho, mi vientre, mi cuerpo entero. Dejarme  remojar en lágrimas para limpiarme, humedecer mi interior. Tal Vez así, mi tierra se ablande, y pueda  nutrir mi territorio oscuro para poder dejarlo como tierra fértil para que florezca  lo nuevo,  lo verdadero. 
Me acuerdo de un libro que leí que dice “No hay metas, no hay camino. Solo un mar que atravesar��. Un mar de lágrimas.
Me quiero bajar de este avión, ya. Ya no quiero volar más. Le pregunto a la azafata y me dice que quedan 4 hs más de vuelo.
 Decido irme. Meterme  en las profundidades de este mar interno. Llegar a su profunda oscuridad para no ver. Aunque en la oscuridad salen las verdades a la luz. Que paradojico que me tenga que meter en mis oscuridades para descubrir mis luces interiores. ¿Qué cosas me iluminan? meterme en el vértigo de no ver para después de un tiempo ver.
 De que se trata todo esto? De que se trata todo esto? De atravesar las nubes oscuras para llegar al sol? Si cruzo mis nubes, significa que estoy volando , a pesar de mi vertigo.
 Eso quiero! motivarlos a volar!. Que salten al vacío y se animen a volar. Siempre es cielo. El mismo cielo eterno que se ve detrás de las ventanas del avión. 
_ Por favor seńores pasajeros,  manténganse en sus lugares con  cinturones abrochados y sus asientos sin reclinar.  Me despierta  la voz  del piloto que avisa por altoparlante  que en breve vamos a aterrizar. Literalmente, aunque yo sigo en mi vuelo interno. Yo sigo en mi turbulencia interiror. Yo sigo lloviendo.
Hay movimientos bruscos, el avión se sacude, finalmente aterriza.
 Yo quiero llorar, pero no me salen lágrimas. -Bienvenidos al aeropuerto de Ezeiza, son las 18:45, y la temperatura es de 24 grados centígrados en la ciudad de buenos aires. dicen por el altoparlante. Recordé que ya estoy llegando de nuevo a mi tierra, de nuevo a mi ciudad. 
El vuelo termina, pero el viaje continua. Siempre estamos de viaje.
 Desde afuera o desde adentro, volar es un acto físico, mental, espiritual, material, transversal. 
Me gustaría que terminara el viaje. Pero ya aterrice. 
 Que incomodo y pegajoso es el barro que queda después de tanta lluvia.
 Nos avisan que tenemos que esperar sentados antes de bajar del avión.  Seguir esperando, acomodarnos después del aterrizaje. Acomodarnos y seguir. 
Ya estoy ansioso, ya me quiero bajar. Un rayo me pega el corazón  y me duele. Me arde, me paraliza, me electrocuta.Siento hormigueo en  el corazón. El hormigueo se expande al pecho. Me llega a todas partes del cuerpo. El hormigueo arde, dura unos segundos largos. Luego se calma de a poco. algo se acomoda. El hormigueo se transforma, merma, se calma. Creo que ya pasó. 
Creo que por cada rayo, hay una  transformación. Como si la electrificación diera vida a algo nuevo en el universo oscuro de mi interior. Como si el calor del rayo forjara  acero del barro, una nueva aleación en mi corazón. 
 Es extraño, pero podría decir que por cada rayo en mi pecho, mi corazón se fortaleciera. Se transformara. Como si mi corazón estuviese expuesto  como estuvo la tierra hace miles de años, a truenos, lluvias, fuego, calor, fríos intensos y mareas. Acaso mi corazón, mi pecho y mi cuerpo se están transformando? Están mutando? ¿Estoy dejando de ser yo? Me estoy abandonando a mi mismo?
Todavía no nos dejan bajar. Yo ya me quiero bajar. 
Empieza a llover afuera, y empieza a llover adentro.
Empiezo a llorar de la nada, lloro, lloro y  lloro. Hay  cascadas en mis ojos. Mi mirada se limpia de adentro hacia afuera. Mi ataque de llanto es tan fuerte, que la gente que tengo al lado se extraña.  ¿Se encuentra  bien señor? me pregunta la azafata. Le miento, y le digo que sí. que solo tengo claustrofobia. 
De repente me acuerdo de mi papá, que lloraba en las madrugadas. Lo escuchaba desde mi cuarto, pero no lo veía. Me acuerdo de mi mamá, que lloraba en el baño encerrada. Yo también ahora  estoy llorando  y ellos tampoco me pueden ver. Aunque se que mi mama escucha ( don de madre).
 Abrazo fuerte a la azafata que sigue a mi lado. Le pido ayuda. Le abrazo a la altura de la cintura como un niño abraza a su madre.  Ella se queda inmovil, pero puedo sentir como lentamente apoya sus manos sobre mi cabeza, puedo sentir su apoyo, puedo sentir que el dolor cesa, puedo escuchar los ruiditos de su panza, y puedo sentir que todo pasa. Ella me toma la cara y me dice: - Todo va a estar bien, ya se puede bajar. Desabrocharse el cinturón por favor. Gracias, le digo. 
Me secó las lágrimas,  miro por la ventana y veo el sol que se asoma de entre las nubes. Miro hacia adentro y también puedo verlo. 
Eso quiero. Eso busco en este viaje de regreso, que vean su sol. Que puedan ver,  detrás de sus propias nubes, el sol que llevan dentro.
Fin.
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sonnenstrahl1933 · 3 years
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KING VIDOR por Tag Gallagher
King Vidor (Galveston, Texas, 1894-1982) nació en Texas y sus antepasados eran magiares. Representa el ejemplo más brillante dentro del mundo del cine en cuanto a intuición ajustada al carácter «orgánico» que ésta poseía en Emerson y Whitman. En ningún otro director de cine (ni siquiera en Dovjenko) se observa tal preocupación por la tierra, por la verdad espiritual como algo inherente a la naturaleza. En An American Romance (1944) una madre y su hijo contemplan cómo sale una mariposa de un capullo, y ella dice: «Dios está naciendo, y viviendo. Así también la amabilidad, y el ser feliz y el ayudar al prójimo... Él hace que nuestro árbol florezca cada primavera —los frutos, las flores y los campos de trigo, todo lo que tiene vida y crece.» Y en Hallelujah (Aleluya, 1929), Zeke, tal y como lo expresa el mismo Vidor, «se libera de su sentimiento de culpa» por haber matado a su hermano y proclama: «La Tierra, el cielo y todo lo que vemos pertenece al Señor» (Moullet y Delahaye, 1962: 5).
Vidor decía: «Creo en la intuición... Mi tema preferido es la búsqueda de la verdad» (op. cit., pág. 14). Como ejemplo de ello, en The Fountainhead (El manantial, 1949), un minuto, e incluso un simple plano, es suficiente para que dos personas que hasta entonces no se habían dirigido prácticamente la palabra, decidan contraer matrimonio. Vidor insistía en que presentar un romance de otra manera, como se suele hacer en las películas, es falsificar la realidad: «El tema del hombre que conoce a una mujer y todos los problemas con los que tropiezan, es falso. En la vida real, estas dificultades no existen. Cuando un muchacho conoce a una chica se produce siempre algo mágico en ese encuentro. Él la ve tan sólo un momento, pero es suficiente» (ibíd.). Las barreras que hay entre dos seres humanos se derriban fácilmente. «En el tête-à-tête existe una cierta alquimia que resuelve rápidamente cualquier cuestión» (ibíd.).
La fuerza de Vidor reside precisamente en su habilidad para desatar la poesía que hay en los acontecimientos simples. No es de extrañar, pues, que sus películas sirvieran de modelo al neorrealismo italiano, que desciende directamente de The Crowd (...Y el mundo marcha, 1928), Aleluya y Our Daily Bread (El pan nuestro de cada día, 1934). Rossellini, en especial, comparte con Vidor la preferencia por la intuición en detrimento de la razón, la concentración en la inmediatez del momento y del individuo, y ambos poseen el mismo entusiasmo por el idealismo y el vitalismo.
Como afirma Eric Sherman (1983: 350), en Vidor «el mundo existe “para mí”, y únicamente puedo conocerlo estando aquí y viviendo a través de él»; un proceso tan sensual y emocional como intelectual. Lo moral y lo físico son inseparables. La vida es exploración, acción, impulso.
Ya en el primer largometraje de Vidor, titulado con acierto The Turn in the Road (La vuelta al camino, 1918) e inspirado en la Ciencia Cristiana, un hombre recorre el mundo en busca de la verdad. Pero tanto en este caso como en el resto de sus películas, el «bueno» es, sólo aparentemente, heroico o incluso activo. Es alguien, como afirma Vidor, «en cuyas manos no reside el poder de crear las situaciones en las que se ve envuelto, aunque de todas formas las sienta emocionalmente» (Combs, 1980: 1027). Este aspecto es explícito en War and Peace (Guerra y paz, 1956), basada en la novela homónima de Tolstoi: «Ahora márchate y déjanos abandonados a nuestra suerte», dice Natasha a su hermano cuando ella debuta en su primer baile, pues sabe positivamente que se va a rendir a la danza, y la cuestión es cómo recuperará su equilibrio. En Vidor no hay «buenos» ni «malos» y la verdad que siempre encontramos es la verdad que siempre tuvimos. Las pretensiones heroicas son quimeras, nacidas de la alienación, la desesperación y el deseo de poder sexual: sólo siendo conscientes de la parte que a todos nos corresponde dentro de la sociedad y de la familia pueden tener alguna razón nuestras vidas. De este modo, las dos aparentes excepciones confirman la regla de que en Vidor no hay «buenos». Es cierto que al final de Northwest passage (Paso al noroeste, 1939), Spencer Tracy es un personaje de proporciones sobrehumanas. Pero Vidor dejó la película inacabada. Y en la segunda parte pensaba ofrecer el derrumbamiento de Tracy. En el caso de El manantial, Vidor intentó cambiar el final (justificando la destrucción por parte de un arquitecto de un proyecto de viviendas), ya que lo consideraba «estúpido y ridículo». Pero la Warner le obligó a respetar el libro de Ayn Rand: «Lo que busca el “bueno” es descubrir la verdad, conocer todas las motivaciones de la vida. Y la fuente de su inspiración es Dios. Él cree en Dios, sabe lo que él mismo representa como ser humano y sabe lo que está buscando. No necesita cambiar de entorno ni conocer a otras gentes. Eso es lo que me interesa.» El sufrimiento que conduce a la sabiduría —un continuo ascender y caer— es el equivalente moral de los ciclos regenerativos de la naturaleza.
La familia o la comunidad, no obstante, más que un ideal o una fuente de sustento, constituyen un campo de batalla, un punto de resistencia. No deja de ser sorprendente el número de películas de Vidor en las que la contemplación del adulterio es una forma de reafirmar el matrimonio. Esto se debe a que la concepción del pecado en la Ciencia Cristiana no se hace en términos puritanos, sino como una desviación en el camino hacia la iluminación, el camino de Dios. En palabras de Vidor: «Toda inspiración y toda vida vienen a nosotros directamente de Dios, sin intervención de situaciones ortodoxas ni canales intermediarios de ningún tipo» (Higham y Greenberg, 1971: 272). Y debemos caminar solos por la senda que nos conduce a Dios. Los personajes de Vidor no encuentran en el seno de sus familias la virtud para integrarse en ellas, sino únicamente en su avance en solitario por la vida. En Aleluya, Zeke se gasta la fortuna familiar con una prostituta, y mata accidentalmente a su propio hermano mientras está disparando al chulo que la protege. Para penar por esta acción, se convierte en predicador, convierte también a la prostituta y, traicionado de nuevo, la mata y va a la cárcel antes de «volver a casa» (según canta él mismo) con su familia, tras haberse reconciliado finalmente con sus pasiones sublimadas y con su lugar en la creación divina. ¡Hay tantos desvíos en la senda hacia la sabiduría! En Guerra y paz, tanto Natasha como Pierre y Andrei encuentran —aunque por separado— desvíos igualmente arduos antes de alcanzar la paz y la realización. Y la familia, de nuevo, se constituye primero en víctima y después en beneficiaría de sus peregrinaciones. Mientras que en el esquema familiar de Vidor hay, inicialmente, una oposición entre la estabilidad del núcleo familiar y uno de sus miembros, que se aparta del mismo, posteriormente las familias de sus películas se dividen en tantas direcciones como miembros tienen. Los arquetipos de la familia de Natasha tienen sus equivalentes en So Red the Rose (Paz en la guerra, 1935), An American Romance, Duel in the Sun (Duelo al sol, 1947), Stella Dallas (1937), The Champ (El campeón, 1931), Japanese War Bride (1952) y en otras tantas: una madre encarnación del hogar, un padre pícaro, unos hijos ansiosos de aventuras en el amor y la guerra, con sus esperanzas puestas «en algún lugar más allá del arco iris», como canta Judy Garland en una escena dirigida por Vidor en The Wizard of Oz (El mago de Oz, 1939). Pero tras la desilusión viene la iluminación, y será la abundancia, más que la necesidad, lo que unirá a la familia de nuevo. Esta alternancia entre escisión y fusión que se produce en la familia vidoriana es tanto un reflejo de los ciclos de la naturaleza como de nuestros ascensos y caídas. Hay algo claramente protestante y americano en este empeño por celebrar la verdad en familia, tras haberla encontrado en estricta soledad. Tal vez no haya otro momento en el cine que mejor haya sabido captar la imagen que los americanos tienen de sí mismos como lo hicieron Garland, su canción y el cine de Vidor.
Los resultados de esa soledad, sin embargo, suelen ser aberrantes y violentos en la mayor parte de los casos. La providencia se muestra maléfica; incluso la madre que encama al hogar es con frecuencia grotesca. La soledad, que tanto relieve tiene en Vidor, es un caldo de cultivo para el terror. Lo que haría Rossellini en La voce umana (La voz humana) episodio de Amore (1947), valiéndose de largas tomas y de una cámara despiadadamente servil, con el fin de dar a entender que «no hay camino de salida» para un alma torturada, lo hizo Vidor al final de El campeón. En Guerra y paz hay un momento terrible, cuando Natasha, tras huir del hombre malvado a través de una serie de habitaciones que conducen finalmente a una dependencia vacía, cierra la puerta tras ella, y se encuentra de repente con su propia imagen reflejada en un espejo. Algunos de nosotros estamos salvados. Pero muchos otros caemos. Algunos de nosotros simplemente nos entregamos a una vida de privación —Miriam Hopkins en The Stranger’s Return (1933), Robert Montgomery y Hedy Lamarr en H. M. Pulham Esq. (Cenizas de amor, 1941)— o, sencillamente, nos tendemos y dejamos que nos maten (John Mills en Guerra y paz). Otro camino que podemos seguir es el del sadomasoquismo —ejemplificado por el personaje de Napoleón de Vidor, quizá la representación más intensa de la figura de Fausto dentro del mundo del cine—, en el cual nos precipitamos, enrojecidos y espasmódicos, hacia la destrucción y la liberación orgiásticas, arrastrando con ello a otros. Así arrastra el Fausto-Napoleón a la Grande Armée hacia el humus vidoriano compuesto de barro, cieno, nieve, ríos helados y bruma, disolventes universales todos ellos. Un factor que dificulta la correcta apreciación de Guerra y paz, de Vidor, así como del retrato que ofrece de Napoleón, es que se suele ver (es natural, por otra parte) como una película histórica en lugar de como una película mitológica, que es lo que constituye al fin y al cabo.
Hay otros personajes vidorianos que no se hallan muy lejos de todo esto. Es el caso de Stella Dallas, cuyo apetito por un autoerotismo, basado en la degradación de sí misma, encuentra su clímax en la maternidad. Asimismo, Lloyd Nolan en The Texas Rangers (1936), cuyo homoerotismo se convierte en violencia hacia el mundo, en narcisismo hacia sí mismo, en sadismo hacia su rival amoroso Jack Oakie y en masoquismo hacia su amado (Fred MacMurray), y halla su clímax únicamente en la muerte. Y, en este sentido, recordemos también la matanza e incluso la antropofagia de indios por parte de los exploradores en Paso al noroeste, en la que constituye todavía la más horripilante masacre de la historia del cine. Por otra parte, el hecho de que el sendero que va de la orientación homosexual a la heterosexual signifique, en el contexto de la película, el paso del estado salvaje al de civilización, no supone gran consuelo para Lloyd Nolan, ya que él es incapaz de recorrer ese camino. Y eso mismo les sucede a Sims, Beery, Hopkins, Montgomery, Lamarr o Mills en sus situaciones particulares. Muy al contrario, parece que la caída de todos ellos estaba dentro de los planes de Dios, y la felicidad que consigan estará en función de que se conformen con que así sea. Ninguno, ni siquiera Napoleón, se sorprende por ello.
Es la verdad la que nos sale al encuentro, no al contrario. De ahí que en Vidor se observe (al igual que en Rossellini) una mezcla paradójica entre realismo documental y pasión icónica, entre reportaje y melodrama, entre la vida real y las estrellas cinematográficas. La estrella es el centro de nuestra empatía; ella nos hace vivir las pasiones de la vida. Contemplamos maravillados el mundo de la estrella, y a la estrella, y se produce una interacción mágica.
Guerra y paz es una meditación sobre la felicidad, la tristeza, el amor y la guerra, la libertad y el destino, la mente, la materia y sobre muchas cosas más. Vamos completando círculos a través de las emociones; a través del verano, del invierno de la primavera y del otoño. Y, lo que es más importante, a través de diferentes formas de sentir, encarnadas en personas jóvenes, personas mayores, un Napoleón demoniaco..., en todos los sujetos y objetos alternativamente. En una escena somos Natasha (Audrey Hepburn), que mira a Andrei (Mel Ferrer); en la siguiente somos Andrei que contempla a Natasha. Refiriéndonos solamente en términos técnicos a la habilidad con que Vidor nos introduce continuamente en una mente y nos saca de otra, Guerra y Paz resulta fascinante. Podemos meditar sobre una cara, sobre los colores, sobre la geometría del movimiento. No es sólo que todos los personajes tengan que resistir una peregrinación de dolor o de éxtasis, y después otra y otra, sino que no pierden el entusiasmo hacia lo que les sucede (¿Quién soy yo ahora?). Siempre existe la dualidad: la lejanía de un personaje novelesco y la proximidad de la actriz; la espiritualidad exaltada de la experiencia y la increíble carnalidad con que se expresa. Ver a Natasha correr desde la escalera hasta el recibidor (hacia Andrei, que es quien está haciendo la propuesta de matrimonio) nos recuerda a las bailarinas adolescentes de Jean Renoir, bailando hacia la vida en The River (El río, 1950). Y, a la par, nos permite vislumbrar una forma de comportamiento tan exótica como el teatro no japonés. Los momentos en que, durante el baile, se produce en Natasha una transición desde un monólogo interior —que refleja su deseo de que Andrei se encuentre allí («el príncipe Andrei», como le suele llamar)— al momento en que se da cuenta de que él está ahí, frente a ella, y la forma en que extiende la mano, reflejan un modo de ser prácticamente desaparecido en la actualidad. Vidor fue, probablemente, lo mejor que le podía pasar a una actriz de Hollywood; aunque ni siquiera en la MGM, donde trabajó casi toda su carrera, llegó a acercarse a Garbo, a Crawford o a Shearer. Si bien sus mujeres nunca dan la impresión de ser tan modernas como las de Cukor, Curtiz o Hawks, sí resultan más refinadas, complejas y físicamente expresivas. Mientras Natasha se entrega a las reglas del vals, vamos descubriendo, simultáneamente, una serie de cosas. En primer lugar, que Vidor tal vez sea el director con una concepción pictórica más acentuada —lo podemos comprobar en los paisajes, los retratos, las habitaciones y en esa fiesta, donde se da cita toda una civilización. Advertimos igualmente que Natasha y sus amigos están sentados sobre una pirámide de esclavos y que la música nos hace vibrar. Compartimos el arrobamiento que siente la muchacha cuando dice sí tan intensamente, con el corazón y con el alma, y nos damos cuenta de que «sólo ser consciente es ya un milagro en sí mismo» (Dowd y Shegard, 1988: 16). Y, finalmente, comprendemos las palabras (emersonianas) de Tolstoi, que dan fin a la película de Vidor y que resumen todo el trabajo que éste realizó durante su vida: «Lo más difícil —aunque esencial— es amar la Vida; amarla incluso cuando uno sufre, porque la Vida lo es todo. La Vida es Dios y amar la Vida es amar a Dios.»
Tag Gallagher
Traducción: Gloria Mengual
HISTORIA GENERAL DEL CINE, Volumen VIII - ESTADOS UNIDOS (1932-1955) [Ed. Cátedra, 1996]
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Manuel Ignacio es definición de arte. Sus letras pueden ser tristes, rotas, eróticas, dulcemente tiernas ¿Por qué será? Él cuando escribe lo hace con el corazoncito en la mano y deja que cada una de sus lágrimas florezca arte bonito. Su manera recitar es sublime. Usted es sinónimo que los sueños son posibles, que solamente depende de uno mismo luchar por ellos día a día. Las letras de Gilraen Eäfarlas y su voz son un rinconcito de amor al arte. Bonita madrugada, Manuel.
Me has hecho llorar de alegría con esto, Yob. De verdad, gracias. 👉🏼👈🏼
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verdadpresenteadv · 3 years
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{1ª CORINTIOS - 13.}—{REAVIVADOS POR LA PALABRA DE DIOS.}—{Martes, 21 de sept. 2021.}— Todos los dones dados por Dios, por excelentes que sean, son nada si carecen del amor, pero de un amor como el de Cristo. Las obras buenas que hacen las personas no tienen ningún valor, si no están combinadas con el amor, con el amor santificado como el de Jesús.
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◇◇◇ [v.1-13] LA PREEMINENCIA DEL AMOR. "El Señor desea que llame la atención de su pueblo al capítulo 13 de 1ª de Corintios. Lean este capítulo cada día, y obtengan de él consuelo y fortaleza. Aprendan de él, el valor que Dios pone en el amor santificado, nacido en el cielo, y permitan que la lección que enseña llegue hasta sus corazones. Aprendan que el amor semejante al de Cristo nace en el cielo, y que sin él no tienen valor todas las otras cualidades." [RH 21-7-1904]. [EGW].
◇◇◇ ¿QUÉ ES LO QUE TIENE VALOR ANTE DIOS? “No es el orador elocuente, el intelecto agudo lo que vale ante Dios. Es el propósito ferviente, la profunda piedad, el amor a la verdad, el temor de Dios, lo que tiene una influencia eficaz. Un testimonio procedente del corazón, que sale de labios en los cuales no hay engaño, lleno de fe y confianza humilde, aunque sea dado por una lengua vacilante es considerado por Dios tan precioso como el oro, mientras que el discurso ingenioso, la oratoria elocuente de aquel a quien se le han confiado grandes talentos, pero le falta veracidad, propósito firme, pureza, abnegación, es como metal que resuena y címbalo que retiñe. Quizá diga cosas ingeniosas, quizá relate anécdotas entretenidas, quizás juegue con los sentimientos, pero el Espíritu de Jesús no está en esto....” [Carta 38, 1890]. [EGW].
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◇◇◇ [v.12] LOS MISTERIOS DE DIOS SERÁN REVELADOS EN EL CIELO. «Ahora conocemos a Dios de manera no muy clara, como cuando vemos nuestra imagen reflejada en un espejo a oscuras. Pero, cuando todo sea perfecto, veremos a Dios cara a cara. Ahora lo conozco de manera imperfecta; pero cuando todo sea perfecto, podré conocerlo como él me conoce a mí.» [Versión TLA]. "Pero muchos misterios permanecen todavía sin ser revelados. Cuánto que es reconocido como verdad, es misterioso e inexplicable para la mente humana. Cuán oscuros parecen los designios de la Providencia. Cuánta necesidad hay de fe implícita y confianza en el gobierno moral de Dios. Estamos listos para decir con Pablo: «Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos»" [ST 30-1-1912]. [EGW].
◇◇◇ HOY NO VEMOS CLARAMENTE LOS MISTERIOS DE DIOS. "No hemos avanzado todavía lo suficiente en prendas morales para comprender los misterios de Dios; pero cuando formemos parte de la familia del cielo esos misterios serán revelados ante nosotros..." [ST 30-1-1912]. [EGW].
◇◇◇ "Entonces se revelará mucho mediante explicaciones de asuntos en los cuales Dios guarda ahora silencio, porque no hemos atesorado ni apreciado lo que se ha dado a conocer de los misterios eternos. Serán aclarados los caminos de la Providencia; se revelarán los misterios de la gracia mediante Cristo. Será explicado lo que la mente ahora no puede captar, que es difícil de entender. Veremos orden en lo que ha parecido inexplicable; sabiduría en todo lo encubierto; bondad y bondadosa misericordia en todo lo impartido. La verdad será revelada en una sola línea ante la mente libre de oscuridad, y su brillo será perdurable. Se hará que el corazón cante de gozo. Terminarán para siempre los conflictos, y se resolverán todas las dificultades." [ST 30-1-1912]. [EGW].
◇◇◇ EL AMOR, ES EL ATRIBUTO MÁS VALORADO POR CRISTO. "El atributo que más aprecia Cristo es la caridad (amor) que fluye de un corazón puro. Este es el fruto que da el árbol cristiano." [MS 16, 1892]. [EGW].
◇◇◇ EL AMOR ES COMO UNA PLANTA DE ORIGEN CELESTIAL. "El amor es una planta de origen celestial, y si queremos que florezca en nuestro corazón, debemos cultivarla diariamente. Suavidad, dulzura, paciencia, no irritarse fácilmente, soportar todas las cosas, sufrir todas las cosas: éstos son los frutos del precioso árbol del amor." [RH 5-6-1888]. [EGW].
◇◇◇ De ahí las alabanzas al “amor” por encima de todos los dones espirituales, y su superioridad sobre la esperanza y la fe.
◇◇◇ Amigo, amiga, clama a Dios por este “amor”, un amor como el de Dios, como el de Cristo.
◇◇◇ SIGUE LEYENDO...
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[1ª CORINTIOS - 13] _ [Versión: RV1960].
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[LA PREEMINENCIA DEL AMOR. EL MÉRITO ESPECIAL DEL AMOR.]
(1) Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.
(2) Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.
(3) Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.
(4) El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;
(5) no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;
(6) no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
(7) Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
(8) El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.
(9) Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos;
(10) mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.
(11) Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.
(12) Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. [PDT. (12). Sucede lo mismo con nosotros. Ahora vemos todo como el reflejo tenue de un espejo oscuro, pero cuando llegue la perfección, veremos todo como es en realidad. Ahora mi conocimiento es parcial, pero luego mi conocimiento será completo. Conoceré todo tal como Dios me conoce a mí.]
(13) Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.
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[1ª CORINTIOS - 13] _ [Versión: RV1960].
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"REAVIVADOS POR LA PALABRA DE DIOS" | Creed en sus Profetas | PLAN de Lectura de un capítulo diario de la Biblia. | #RPSP
La Oración, el investigar la Biblia con entendimiento y obedeciéndola, nos conducirá a un Reavivamiento Espiritual.
Dios los bendiga.
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alter-ghoul · 5 years
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No es el cementerio ni su gente que alguna vez en sus ojos había luz, o sus majestuosas estatuas que siempre nos recuerdan la infinita muerte, tampoco las historias que alberga, ni quizás los sarcófagos más preciados que guardan en sus entrañas secretos y misterio, no se trata del cementerio, a veces se trata de el corazón y allí yace lo más preciado algo que no es tangible y no duele perder si se entrega de buena fe.
Me gustaría enseñarte el mío y que conozcas quizás la parte más vulnerable y la más yo, ahí tengo muchos museos, si mi corazón fuera un arquetipo de arquitectura créeme que un castillo sería pequeño incluso para estándares medievales. También guardo muchas cartas y obras con recelo, aunque se encuentre vacío por el momento y este lleno de polvo y cenizas, me encantaría enseñártelo y quizás entre un rayo de luz, a lo mejor un viento violento llegue a sacar todo los escombros y lo llene de vida otra vez, lo más probable es que florezca su jardín, es un lugar muy abandonado debo admitir, a veces ni yo llego hasta ahí, este castillo es como un laberinto entre más te adentras más perdido te sientes, debo advertir que es de suma importancia al momento de entrar despojarse de las riquezas y prejuicios, el castillo puede ser bondadoso pero no tiene descaro de cerrar sus puertas y echar al que se atreva a destruirlo, en este castillo embrujado debes andar con cuidado a lo mejor te topes con una que otra habitación abandonada y andar por ellas puede ser muy peligroso no vaya a hacer que se te caiga el techo encima. si el castillo se revela no hay vuelta atrás, pero no intentes engañarlo el sabe cuando el viajero viene de paso y no hay más para él que los alrededores, jamás se abre a lo fortuito. Ay! Al castillo a veces le encantaría tener sus puertas abiertas de par en par para que todo mundo pueda pasar y admirar su esplendor, pero muchas veces entraron y robaron, entraron y quemaron, entraron y se llevaron todo, ¿Ahora entiendes más al castillo? Si alguien llegase a entrar, si este te recibe déjame aclarar que un poco temeroso ha de estar, no lo culpes, aún hay escombros y polvo, le da un poco de pena lo que puede entregar, pero ahora el espera alguien más vivaz y que llegue a quedarse para poder arreglar el desastre que algunos ni se molestaron en volver a mirar. Sé que es una gran responsabilidad, pero este ahora no desistirá y no abrirá hasta que este seguro que el andante no anda de paso no más, este debe corroborar (por su experiencia ya lo ves) que no le volverán a hurtar, ya lo vas entendiendo ¿verdad?, este no soportaría otro ultraje. Bueno, este tiene mucho que entregar y tampoco tiene miedo a perdonar, a veces muy bondadoso fue y por eso se aprovecharon de él, no hay que dudar que este es hermoso en verdad, solo que su apariencia exterior (que él mismo construyó ) ha un poco de engañar. Por favor no lo hagas dudar que muy confundido ahora esta , este ni siquiera esta bajo llave ya pero lo ha de cambiar si no eres digno de entrar, sus puertas están a un paso de ti, ¿no le harás daño? Por que ya en sus jardines algo por ahí rompiste, a el no le molesta en verdad, pero si te debe llegar a considerar debes ser de confianza y debe estar seguro que no lo derrumbarás, ni harás mal dentro de él, el castillo quiere estar seguro de estas incertidumbres porque no le gustaría volver a echar a otra persona más y si algo rompiste ya a lo mejor este duda, no lo hagas dudar más y muéstrate diáfano, que a este por mucho que le gusten los misterios y él mismo sea uno, no se revelara a algo que a la vista siente turbio y engañoso, no es por nada pero deberías estar agradecido que te dejo entrar a su jardín por que el ya veía algo en ti por ahí, no me mal entiendas, el vio bondad pero cuando tocaste la puerta y no te basto con el jardín el se volteó a mirarte y algo le pareció extraño en ti, el ya te había dejado entrar sabiendo que en realidad lo estabas engañando al principio te dejo estar y luego por ahí pisaste un rosal, entonces no lo culpes si no te deja entrar, no pienses que este no analizará a un forastero que va de cuidad en cuidad, a el no le interesan esos acuerdos que no le dan seguridsd. Ay! El castillo siente tantas cosas.
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Septiembre
Quizá esta no sea la ocasión apropiada para escribirte, ya que ninguno de los dos nos encontramos en las más óptimas condiciones, influyen muchos factores que nos impiden a toda costa que el amor que corre por nuestras venas, fluya; y que por consiguiente, evite que florezca aquel bello sentimiento que ya desde aquella tarde de Septiembre, cuando las brisas nos hostigaban con su presencia; provocando abrazos incandescentes de los cuales cada suspiro, cada caricia, cada beso me hacían tener aún más convicción de que te amaba ¡Mierda! Como te amaba...
Pero es aquí, en esta estancia de mi vida en donde verdaderamente me pregunto ¿Fue lo apropiado amarte con tal locura con la que lo hice? Todo de mí, radicaba en ti. Pero ahora me encuentro en esa etapa de la vida en donde me cuestiono acerca del “¿Por qué?” de absolutamente todas las cosas; soy como ese niño de cinco años que pregunta a su madre “¿Por qué nací?” “¿Cuál es el verdadero motivo por el que estoy aquí?”. Pero a diferencia de ese niño, yo ya puedo responder esas preguntas de manera autónoma, pero ahí radica el problema, no me conformo con las respuestas que doy siempre tengo que ir por más, lo que infiere que tengo que llevar todo más a fondo; y es ahí cuando me pregunto “¿En verdad te amé de tal manera?” Y es ahí cuando mi razonamiento colisiona con mis recuerdos, y me deja con la incertidumbre existencial más perturbadora; una jaqueca que me acogió desde el instante en que me lo planteé hasta hoy.
No estoy queriendo decir que me arrepienta de haberte amado de tal forma, solo que trato de llegar más a fondo; intentando buscar “El por qué” te amé tan desesperadamente, porque así lo fue. Créeme cuando digo que valoro y resguardo cada recuerdo, en una cajita que está en mi corazón, y solo saldrá a flote cuando tú me lo indiques. Reincidiré, en aquel día en que con unos tragos encima me entregaste uno de tus más gratos besos y una de tus caricias más codiciadas; reiteraré cuando, en medio de retumbantes gotas de lluvia que se estremecían en aquel tejado, testigo de caricias infinitas y amores apaciguados, donde bajo las cobijas acogedoras de sueños y esperanzas, me entregaste tu más ferviente prueba de amor, y yo tan apegado a mis costumbres solo supe tomarte de la mano mientras te acercaba más hacia mí.
Como lo mencioné recientemente, no hay objeto para escribirte; aunque creo que ya lo hice, ¡Vaya! Parece que lo he vuelto a hacer, te escribí inconscientemente tratando de evitarte, mientras lo único que conseguía era hacer irrelevante este texto, volviéndolo redundantemente explícito. Sin más, solo optaré en mantener mi Fe vigente para poder apartar aquellos inconvenientes que nos impiden recordarnos con esa vehemencia que siempre nos caracterizó.
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yoenelmar · 7 years
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me pregunto si todavía escucharás mi voz retumbando en los pasillos de tu casa, como un eco sin fin que vuelve una y otra vez a encontrarse con las membranas de tus oídos endulzando tus días con la amargura del abandono y la crudeza de la verdad. me pregunto si te acostás de noche en tu cama y sentís un poco de mi calor irradiado de tu colchón que ahora alberga un solo cuerpo. me pregunto si te despertás y mirás tu ventana y me ves parado entre las cortinas, robando un poco de aire fresco de esta ciudad inmunda y calurosa, mirándote de reojo con una sonrisa, preguntando qué hacemos hoy. me pregunto si almorzás con una silla vacía al lado, recordando la primera y última vez que comimos juntos, y me ves ahí tímido y callado, con un vaso de agua o una birra en la mano. me pregunto si a la tarde salís al patio a tomar mate, y entre los últimos rayos del sol, los almohadones naranja te traen un olor a mí, el olor a la perfumina de melón que usaba apenas te conocí, cuando nos besábamos bajo el escudo de la noche. me pregunto si te tomás un ochenta en la esquina de tu casa, para ir al dentista o a la casa de un amigo, al centro o a ciudad universitaria, y me ves ahí adelante, sentado, disfrutando la vista, detrás de mi lente mágico. me pregunto si al desayunar pensás en esa vez que hicimos chocotorta y escuchás mi risa en el viento, escondida entre canciones y bailes ridículos en la cocina. me pregunto si tus papás pensarán en mí cada vez que te llaman a comer y esperan verte bajar la escalera, conmigo atrás, cabeza agachada, listo para abrazar a tu vieja y mirar a tu viejo con un poco de miedo mientras me hacía el cuestionario in fraganti. me pregunto si Guido toca el ukelele y canta y vos escuchás los acordes y me ves a mi en tu sillón, ukelele en mano, cantándote con voz suave y amorosa, plagada de alegría y más sonrisas. me pregunto si hacés fiestas con tus amigos de noche y pedís pizas en Catriel y estoy yo donde sea que mirás, parado en un rincón con el celular entre mis dedos o mirándote a vos, esperando que me transmitás un poco de calma entre tanta ansiedad por los nervios que me causa ver a tus amigos y sentirme un poco odiado porque siento que te robé. me pregunto si vas a la facu a rendir y entre los bancos encontrás mis ojos evitándote, intentando no hablar con nadie por la cábala previa a finales que llevo a cabo. me pregunto si te acostás a ver pelis y comer chocolates y los chocolates tienen sabor a mis labios, y las pelis tienen una esencia a mi. me pregunto si vas a verte al espejo en el baño y escuchás mi "sos hermoso" desde la pieza esperando a que vuelvas para mirarte con ojos lagrimosos por el amor que te tengo y el miedo que tengo a amarte. me pregunto si entrás a Tinder y esperás encontrarme ahí, si entrás a instagram y esperás ver mi historia pendiente para verla, mi foto y mi comentario y mi me gusta. me pregunto si entrás a Twitter y esperás leerme ahí, si te despertás y esperás verme ahí. me pregunto si agarrás tu celular o cámara y me encuentro ahí, detrás de tus lentes o pantallas, en los reflejos de los espejos de tus baños, al salir de tu ducha. me pregunto si te metés a bañar y sentís mis manos recorriendo tu cuerpo con el jabón, resbaloso entre mis dedos. me pregunto si te tocás y pensás en mi, enredado en el calor de nuestros cuerpos y el sudor de los veranos sin ventiladores, donde nos pegábamos piel con piel, y nuestro sudor era uno y nuestros cuerpos se unían y suspirábamos fuerte, sin quererlo, intentando que no escuche nadie, ni tus viejos, ni tu vecino. me pregunto si ves tele y te acordás de mí. me pregunto si entrás a tu cocina y esperás verme lavando los platos. me pregunto si te ponés triste y me querés hablar. me pregunto si estudiás y querés ignorarme por whatsapp. me pregunto si te juntás con otra gente. me pregunto si otros labios te saben a mí. me pregunto si estás en tu compu y te aburrís. me pregunto si ves mis fotos. me pregunto si guardás mi ropa. me pregunto si guardás mis cosas. me pregunto si usás mis lentes en tu celular, si usás mis remeras, si Agus te habrá dado mi red bus, si todo te recuerda a mí, si Carola te dijo que le hablé, si cada vez que bbbrillantina sube una foto me escuchás a mí diciendo "la odio", si cada vez que te acercás al mural frente a la ECI pensás en mí viendo los nudillos 1312, si tu abuela pregunta por mí, si Ornella pregunta por mí, si Dani pregunta por mí, si en tu corcho siguen mis dibujos y mis fotos, si usás mi agenda o mi cuaderno, si tenés todavía los recuerdos de todas las cosas que vivimos. me pregunto si hablarte la otra vez hizo que me bloquearas de nuevo, porque tenés miedo a que el amor en vos renazca y florezca y yo vuelva a sufrir. me pregunto si escuchás mi música. me pregunto si escuchás música. me pregunto qué hacés que no estás acá. me pregunto si la navidad va a tener otro sabor para vos. me pregunto si en año nuevo estabas vivo, estabas bien. me pregunto si mirás lo que te escribía, si borraste nuestros chats en todos lados, me pregunto si me seguís estalquiando, si me buscás en casa esquina del Súper VEA, o allá en la esquina de Santa Fe y Colón, si comprás criollos en Catriel y los pago yo. me pregunto si en tu mente sigo vivo cuando entrás a tu casa. me pregunto si invitás a gente a dormir a tu pieza. me pregunto si te estás cuidando, si tu vieja sigue haciendo hamburguesas. me pregunto si vas a comprar a Diego o a la otra esquina y yo estoy quemándote con los ojos la piel, mientras te miro de pies a cabeza. me pregunto si te ponés el cuello ortopédico para estudiar, si seguís colgando con alfileres las hojas resumidas, en la cortina derecha de tu ventana, si te ponés los lentes, alcohol en gel en tu mochila, si preparás tu ropa y lustrás tus zapatillas con pañuelos desinfectantes, si tenés chicle y olor a desodorante, si te cortás el pelo y te sentís inseguro, si te olés el bigote y te acomodás los calzoncillos cuando nadie ve, y te vestís en tu pieza después de bañarte y mirás tu guitarra y no estoy ahí y eso te pone triste. me pregunto si lloraste el día que me fui, o si seguiste haciendo trencitas al rededor del cable del cargador de tu celular, me pregunto si ya cambiaste el orden de los cubos, y pusiste los libros de otro lado para cortar con la monotonía del día a día, que fue la culpable de ganarnos en el juego de relaciones, me pregunto si todavía tenés caramelos alka guardados en la caja de la taza de Liniers, que me pregunto si se terminó de romper. me pregunto si hacés licuado, si te duele la cabeza, la garganta, si seguía hanlando con tu vieja y discutiendo todo lo que te dicen, si a los franceses los despediste y no te deprimiste, si seguís planeando ese viaje eterno, si seguís espiando las fotos de la prima d e tus amigas en Europa, si seguís extrañando Bahía, si seguís escribiendo. me pregunto si Cervantes o Marina todavía te miran desde la mesa de luz, me pregunto si las Converse y tu cinto todavía reposan en ese lugar, si sacaste más cosas de tu pieza, si volviste a poner la silla de chapa, si tu compu sigue con los parlantes rotos, si seguís usando los stickers de la agenda vieja, si tenés en tu mesa las cajitas de MDF con tus lápices y una de mis microfibras, si pensás en ese día que fui a tu casa, si los colchones del living te traen malos recuerdos, si volviste a vivir cuarenta grados tirado en una pieza oscura, si tu abuela te dio la plata para la cámara o tus viejos se apiadaron y un celular nuevo te regalaron. me pregunto si escuchás jazz y llorás, si podés ver Homeland tranquilo, si Looking te hace acordar a mí, si en tu mente seguís practicando la coreografía de I can't do it alone, si Chicago te persigue en Netflix, si alguna serie te hace preguntarte si la habré terminado, si seguís escuchando L-O-V-E de Joss Stone, si podés sentarte a hacer nada en tu sillón, si Flint no es más que el recuerdo de esa noche mágica en la que lo rescatamos de atrás de la caja de fuerza, si tus perros lloran de noche porque me extrañan, si alguien más le dio amor a Simón y la Jachu como les dí yo, si tus amigas las hermanas todavía te invitan a dormir todas las semanas, si seguís consumiendo birra y maní a lo loco, si el vodka no te deja con la garganta enredada, si tus dedos no marcan mi número a veces. me pregunto si ves fumar a Agus en el patiecito de tu casa y estoy al lado de ella con un pucho entre mis dedos, hablando de política. me pregunto si alguna vez te contó sobre la charla que tuvimos. me pregunto qué historia de mi esparciste, si ella cree que yo te rompí el corazón a vos, si ella piensa que le mentí ese día cuando le dije que nunca te dañaría y que prometía amarte hasta el final de los tiempos porque me enseñaste a amarme a mí. me pregunto si a veces te sentís como me siento yo, si lo negás y seguís con tu vida para no sentirte así. me pregunto si la Cindor y la chocotorta tienen el mismo sabor, o el uno, el chinchón, el helado de Bariloche, los postres Serenito. me pregunto si pensás en mí, si te preguntás cómo estoy, pero en serio, no por instagram cuando el primero que habló fui yo. me pregunto si sabés que los ataques de pánico no paran, que no comí por una semana, que me siento tan sólo que quiero matarme, que me corté las piernas, mi propia carne, que no tengo más fuerzas para estudiar, que ni me presenté a rendir, que le mentí a mis viejos mil veces, que te quise olvidar en los labios de Lauti, que te quise olvidar y que repetía "es sólo sexo" mientras me caían lágrimas sobre su cuerpo desnudo, que me costó un mes y medio sentirme un poco mejor, que si subo un kilo me voy al baño a provocarme el vómito porque tengo que estar feliz por algo y en casa ya no hay razones, porque mi vieja me dice que la remera es muy chica o el jean es muy apretado, mi viejo no me mira a los ojos con amor desde el diez de septiembre, porque mi vieja me llora en los hombros diciéndome que cambié, que era feliz, porque Mili y Dani se fueron lejos, porque por más que intento no puedo dejar de pensar en vos. me pregunto si sabés que tengo cartas de suicidio escritas, que todos los días lloro un poco, que te extraño como loco, que me tomo un veinte y siento que mi mente se despega de mi cuerpo, que ir a mi facultad es una pesadilla, que no quiero seguir más con nada, que no puedo usar las acuarelas o escuchar a Chet Baker en paz, sin sentirte taladrante en mi memoria. me pregunto si sabés que tuve que tapar mi corcho, donde hace hoy ya cuatro meses, escribiste "Te amo. Juani" porque verlo ahí me destrozaba, me pregunto si te acordás que una siesta en tu cama, juramos por el meñique no cortar nunca, si te acordás que me dijiste que me amabas, que hacías esto por los dos, si te acordás de mi cuerpo, mis ojos, mi voz, si te acordás que ibas a solucionar tus problemas y volver conmigo, si te acordás que me dijiste que estabas enamorado, apenas el nueve de septiembre. me pregunto si sentís algo. me pregunto si sentís. ¿o dejaste tu corazón latiendo en Marsella, aquel verano, y volviste sólo con el fin de romperme la cabeza, de abrirme el corazón y reventarlo? ¿quién te dio el permiso de romperme? ¿de decirme que me amás y dejarme? me pregunto si vas al cine y me das la mano, detrás de las butacas. si comprás caramelos y te dan las bolsas llenas, si venís para el barrio y pasás por casa. me pregunto si hablás de política o feminismo y discutís conmigo, si seguís leyendo a Judith Butler o Dostoievsky, los hermanos rusos o alguien más. me pregunto si las marchas te hacen acordar a mí, si tus amigos te hacen acordar a mí. ¿qué sentís? ¿sentís?
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alter-ghoul · 5 years
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Corazón de castillo
No es el cementerio ni su gente que alguna vez en sus ojos había luz, o sus majestuosas estatuas que siempre nos recuerdan la infinita muerte, tampoco las historias que alberga, ni quizás los sarcófagos más preciados que guardan en sus entrañas secretos y misterio, no se trata del cementerio, a veces se trata de el corazón y allí yace lo más preciado algo que no es tangible y no duele perder si se entrega de buena fe.
Me gustaría enseñarte el mío y que conozcas quizás la parte más vulnerable y la más yo, ahí tengo muchos museos, si mi corazón fuera un arquetipo de arquitectura créeme que un castillo sería pequeño incluso para estándares medievales. También guardo muchas cartas y obras con recelo, aunque se encuentre vacío por el momento y este lleno de polvo y cenizas, me encantaría enseñártelo y quizás entre un rayo de luz, a lo mejor un viento violento llegue a sacar todo los escombros y lo llene de vida otra vez, lo más probable es que florezca su jardín, es un lugar muy abandonado debo admitir, a veces ni yo llego hasta ahí, este castillo es como un laberinto entre más te adentras más perdido te sientes, debo advertir que es de suma importancia al momento de entrar despojarse de las riquezas y prejuicios, el castillo puede ser bondadoso pero no tiene descaro de cerrar sus puertas y echar al que se atreva a destruirlo, en este castillo embrujado debes andar con cuidado a lo mejor te topes con una que otra habitación abandonada y andar por ellas puede ser muy peligroso no vaya a hacer que se te caiga el techo encima. si el castillo se revela no hay vuelta atrás, pero no intentes engañarlo el sabe cuando el viajero viene de paso y no hay más para él que los alrededores, jamás se abre a lo fortuito. Ay! Al castillo a veces le encantaría tener sus puertas abiertas de par en par para que todo mundo pueda pasar y admirar su esplendor, pero muchas veces entraron y robaron, entraron y quemaron, entraron y se llevaron todo, ¿Ahora entiendes más al castillo? Si alguien llegase a entrar, si este te recibe déjame aclarar que un poco temeroso ha de estar, no lo culpes, aún hay escombros y polvo, le da un poco de pena lo que puede entregar, pero ahora el espera alguien más vivaz y que llegue a quedarse para poder arreglar el desastre que algunos ni se molestaron en volver a mirar. Sé que es una gran responsabilidad, pero este ahora no desistirá y no abrirá hasta que este seguro que el andante no anda de paso no más, este debe corroborar (por su experiencia ya lo ves) que no le volverán a hurtar, ya lo vas entendiendo ¿verdad?, este no soportaría otro ultraje. Bueno, este tiene mucho que entregar y tampoco tiene miedo a perdonar, a veces muy bondadoso fue y por eso se aprovecharon de él, no hay que dudar que este es hermoso en verdad, solo que su apariencia exterior (que él mismo construyó ) ha un poco de engañar. Por favor no lo hagas dudar que muy confundido ahora esta , este ni siquiera esta bajo llave ya pero lo ha de cambiar si no eres digno de entrar, sus puertas están a un paso de ti, ¿no le harás daño? Por que ya en sus jardines algo por ahí rompiste, a el no le molesta en verdad, pero si te debe llegar a considerar debes ser de confianza y debe estar seguro que no lo derrumbarás, ni harás mal dentro de él, el castillo quiere estar seguro de estas incertidumbres porque no le gustaría volver a echar a otra persona más y si algo rompiste ya a lo mejor este duda, no lo hagas dudar más y muéstrate diáfano, que a este por mucho que le gusten los misterios y él mismo sea uno, no se revelara a algo que a la vista siente turbio y engañoso, no es por nada pero deberías estar agradecido que te dejo entrar a su jardín por que el ya veía algo en ti por ahí, no me mal entiendas, el vio bondad pero cuando tocaste la puerta y no te basto con el jardín el se volteó a mirarte y algo le pareció extraño en ti, el ya te había dejado entrar sabiendo que en realidad lo estabas engañando al principio te dejo estar y luego por ahí pisaste un rosal, entonces no lo culpes si no te deja entrar, no pienses que este no analizará a un forastero que va de cuidad en cuidad, a el no le interesan esos acuerdos que no le dan seguridsd. Ay! El castillo siente tantas cosas.
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