Tumgik
sunnarin · 4 years
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Información básica:
Nombre: Suna Rintarō.
Apodos: Suna.
Género: masculino.
Fecha de nacimiento: 05.10.1997.
Nacionalidad: japonesa.
Información personal:
Profesión: decorador de interiores y modelo ocasional.
Familia: padre y madre.
Extras: @surinfox en twitter, aunque no lo uso tanto últimamente. No sé si cuenta como extra, pero cabe aclarar que soy homosexual.
Personalidad:
Cualidades positivas: soy alguien muy, muy leal. Demasiado. Eso suele jugarme en contra, pero no deja de ser un rasgo positivo de mi persona. También soy alguien carismático y extrovertido, que se incorpora con facilidad en grupos nuevos de gente. Tengo la paciencia necesaria para cada situación, puede ser poca o mucha.
Cualidades negativas: algunas veces me han dicho que soy muy manipulable por lo mucho que confío a ciegas en la gente; por otro lado, no quita que cuando me enoje tenga una lengua lo suficientemente filosa como para mandarte llorando a casa. Soy directo, tengo muchas creencias morales por las que me cabreo fácil si veo que van en contra. Un rasgo de mi signo, supongo, me gusta impartir justicia parándole el carro a quien vaya muy rápido y soltarle verdades en la cara. Ciertamente, no buscaría pelea conmigo. Por último, puede ser que sea bastante caprichoso y egoísta.
Biografía:
Buenos días, tardes o noches, depende de cuándo leas esto. Supuestamente tengo que venderme para que me elijan, ¿verdad? Haré mi mejor intento y a ver qué sale.
Me llamo Suna Rintarō, y como dije más arriba, soy una persona extrovertida, con un sentido del humor bastante particular, que a sus veintitrés años se ha mandado muchísimas cagadas dignas de un adolescente o un adulto joven durante la universidad. Por eso mismo considero que soy buen candidato para estar en ese lugar; muy difícilmente me niego a hacer algo, retos, apuestas. Me gusta divertirme y pasar un buen rato, de eso se trata.
Por otro lado, el dinero lo necesito. Mi familia está en apuros económicos al igual que yo, que como la gente sin buen gusto prefiere hacer las cosas por sí misma y luego lloriquear por el resultado que no les gustó en lugar de contratar profesionales, pues me encuentro sin el trabajo suficiente como para mantenerme a mí mismo o siquiera ayudar a mis padres. Y digo, ¿qué mejor forma de ganar dinero que siendo parte del grupo de bufones en la isla de un tipo que, aparentemente, quiere jugar a ser un dios? Una pasada. Además, ¿para qué mentir? Estoy enamorado del dinero, del poder que trae consigo, de lo mismo que tú dijiste: la facilidad con la que el ser humano se arrastra para conseguir aunque sea dos billetes. Es lo que estoy haciendo yo ahora, metiéndome en una especie de reality show privado por necesidad financiera. Mi vida se redujo a esto.
No tengo más para decir, tampoco quiero hacerlo porque no es la idea y porque no se me da la gana; quienes sean mis compañeros allí adentro podrán ver con sus propios ojos la clase de persona que soy.
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ㅤㅤㅤㅤ(ficha onrol)
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sunnarin · 4 years
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ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ すなりんたろう
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Si alguien fuera a preguntarle a Suna Rintarō cuál era la imagen mental que tenía sobre sí mismo, probablemente él se describiría como un príncipe: una corona de diamantes descansando en su cabeza, sentado sobre un trono de plata y a sus pies las cabezas de todas aquellas personas a las que con su soberbia, desinterés y egoísmo pisoteó desde que era un niño.
Nacido en 1997 en un pueblo pequeño ubicado dentro de Japón, Rintarō creció siguiendo el sueño de su madre que pronto se convirtió en suyo; la semilla que plantó su progenitora en él, el deseo de alcanzar la fama, ser reconocida, disfrazado por inocentes publicidades de juguetes, ropa, comida, y más. Para el pequeño de ojos verdes todo era un mimo, gente que no conocía prestándole atención, alimentando el ego que en su momento ignoraba tener, regalos a montones.
Cada año que pasaba, a medida que crecía, Rintarō se convertía en un muchacho lleno de codicia, de hambre por más, rodeado ahora no sólo de más mimos de los que recibía al ser pequeño, sino de una gran fortuna y, cuando por fin tuvo su despertar sexual, amantes.
Pero nada parecía suficiente, siempre quería más. Más dinero, más contratos, más atención, más hombres. Malcriado, caprichoso. Compararlo con el niño rechoncho, rubio y consentido de las películas norteamericanas que siempre busca hacer miserable al protagonista no sería alejarse de la realidad, con la diferencia de que Rintarō había sido bendecido con una figura esbelta, rostro fino y delicado, ojos felinos que encantaban a cualquiera. Su aspecto fue lo que le permitió tener cada cosa que quiso a lo largo de sus veintitrés años, cada porción de su cuerpo entregada al mundo del modelaje, a las grandes marcas, a las pasarelas más aclamadas.
Todos querían a Suna, y él los quería a ellos para su propio beneficio.ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ
Con el pasar del tiempo, la perversidad en su madre también creció, Rintarō abrió los ojos ante la explotación que aquella mujer había ejercido en él durante toda su vida, y tan pronto como lo comprendió no dudó en tomar la decisión de eliminarla de su vida. Idas y vueltas, denuncias, divorcio, juicios, que se sumaba a su agenda de modelaje que se negaba a abandonar por la cantidad de beneficios superficiales que traía consigo. Antes de tocar fondo, el azabache encontró su cable a tierra en la universidad, estudiando decoración de interiores y graduándose con honores en poco tiempo. Descubrió su lado amable, el más humano, ese que aún se mantenía sano y dentro de una burbuja protectora que lo mantenía alejado de la decadencia. Suna se encontró con la verdadera lealtad, con la honestidad, los placeres de la vida de un niño; se reencontró con su infancia. Así se lo puede ver en su pequeño círculo de confianza, limitado, conformado por no más de cinco personas, y suerte al que intente romperlo o asomar la nariz en búsqueda de su lado más sensible, pues no verá otra cosa que no sea su peor versión.
Fue en una de esas madrugadas a solas en su departamento que el aburrimiento le azotó, sin poder dormirse ante la angustia de la monotonía y la aparición en su pecho de esa calidez avara que tanto conocía, lo que le arrastró a aceptar sin consultar a nadie aquella publicidad que a todas luces presagiaba cosas malas, pero cuyas consecuencias serían desencadenadas por la libertad que tuvo Suna de decidir por sí mismo, algo que rara vez sucedía, y los pecados que cargaba orgullosamente sobre cada hombro.
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ㅤㅤ( ficha offrol)ㅤㅤ
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