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Exploradores Suicidas (on Wattpad) http://my.w.tt/UiNb/YgYhz1PqIE Un enorme montículo de tierra vaga sin rumbo alguno por el basto cielo del planeta tierra, donde la magia y las criaturas sobrenaturales no son nada de que asombrarse, siendo este un mundo completamente diferente al que habitamos, pero que sin dudas convive con nosotros, solo que anda merodeando por el cielo que observamos a diario . Esta historia nos narra como un grupo de aventureros que viven en este continente flotante, por accidente despiertan a un legendario demonio que yacía encerrado en las profundidades de un antiguo calabozo, siendo este el inicio de la incansable búsqueda de estos inexpertos exploradores para encontrar la solución al inmenso problema ocasionaron, el cual que amenaza con destruir por completo al enorme continente flotante en el que habitan.
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Capítulo 4.- La luz es el motivo de la sombra
- “Fue horrible, ¡HORRIBLE!, no sabes lo fuerte que golpeaba esa cosa Kay”-, dijo la chica del traje morado mientras apuntaba con su bastón de madera al joven de pelo castaño que yacía sentado a un lado de la mísera fogata que este había encendido gracias a sus precarios conocimientos de la piromancia, a lo que Kay, luego de estar escuchando las quejas de la joven durante 5 minutos, se levantó lentamente de la roca en la que se sentaba, y bastante molesto la miro con unos ojos caídos que reflejaban el cansancio y hostigamiento después de esa agitada aventura, limitándose a responderle - “Tú no sabes nada”- mientras volvía a tomar asiento alrededor de la pequeña fogata.
Ya eran pasada las 3 de la tarde y Kay ya harto de la actitud de su compañera, decidió tomar sus cosas, y emprender camino a la Capital de Arziz, Ferrus, para cobrar la recompensa por la reliquia que tanto les había costado conseguir, pero, bien sabía que primero tenían que buscar un lugar para pasar la noche, ya que se estaba haciendo de noche y dormir a la intemperie en un lugar tan peligroso como los territorios del sur, era como querer ser devorado por una criatura gigante -porque todo ahí era gigante- y él lo sabía mejor que nadie, por tanto, tomo un puñado de tierra y apago el fuego de la fogata, mientras le comentaba a sus compañeros, quienes estaban ya decididos a pasar la noche bajo esa triste fogata ordinaria que no habrían sido capaces de encender de no ser por su piromancia.-“ A ver, par de inútiles, es tiempo de empezar a buscar un lugar para pasar la noche, nos quedan como máximo unas 2 horas para encontrar alguna cabaña, o refugio, si no quieren ser alimento para algún ciempiés gigante o los titanes”- dijo Kay, ya un poco cabreado, al tiempo que Leizar y Clid tomaban sus pertenencias de la mala gana.
Ya emprendido el rumbo a Ferrus, los aventureros estaban empezando a temer por sus vidas, otra vez, ya que, acababa de ocurrir algo bastante extraño, curiosamente, la ruta por la que llegaron había desaparecido por completo, limitándose solo a unas enormes rocas y algunos que otros senderos que desembocaban en rocas más altas, que por su tamaño, era imposible poder escalarlas, quedando completamente atrapados en lo que parecía otro laberinto, pero ahora con el peligro de que las criaturas nocturnas los devoraran al caer la noche. Kay, quien sabía mejor que nadie de los peligros de la desgraciada región del sur, recordó la leyenda de la tierra flotante, la cual decía que “Cuando los 7 pecados sean liberados, Arziz volverá a la tierra” llegando a una horrible conclusión, que, en base a todo lo que habían pasado, el hombre de las vendas, las ruinas y el artilugio que allí habían ido a buscar calzaba con ese fragmento de la leyenda, por lo cual la razón de porque estaban atrapados en un laberinto de enormes rocas seria… entonces, no lo pensó más y se lo planteo a sus camaradas – “ Chicos, cuando estábamos pequeños, todos escuchamos de nuestros abuelos, padres y maestros la leyenda del continente flotante ¿no es así?”-  dijo Kay mientras una gota de sudor helado le corría por la frente, mientras emulaba una sonrisa nerviosa, a lo que la chica le responde – “ Pero claro que si, idiota, sería muy extraño que algún habitante de Arziz no sepa esa historia, pero, ¿ No me digas que te crees esa invento para los niños? Ya eres bastante grande para andar creyendo en cuentos de hadas” – dijo con cara burlesca, mientras que el hombre solo se limitó a escucharlo, ya que por su tono de voz y la mueca que tenía, sonaba a que el joven estaba hablando en serio, mientras el joven sin cambiar su expresión y tono de voz le respondió –“ No estoy para bromas Clid, hablo en serio”-  mientras subía su tono de voz aún más, -“ ¿Recuerdan la parte en que decía que si todos los pecados capitales eran liberados de su encierro, Arziz volvería a su lugar de origen?, pues bien, si se dan cuenta, estas rocas no aparecieron acá de la nada, ni tampoco es que la ruta haya desaparecido, nosotros nos estamos cayendo, observen como la tierra de este lugar es más húmeda y negra que la de la superficie de las rocas”- dijo mientras señalaba la diferencia de las tierras, a lo que la chica le responde de nuevo en un tono de burla –“ Acaso ¿estás diciendo que liberamos a uno de los pecados capitales ?”- mientras se reía silenciosamente, a lo que Leizar acota –“ No es que no te crea joven Kay, pero me parece que es una historia muy fantástica para ser verdad”- mientras lo observaba un poco decepcionado.
Kay, quien hace un rato atrás había quedado como un imbécil ante sus compañeros, decide comenzar a buscar rápidamente una salida de aquel laberinto rocoso que no implique tener que escalarlo, ni seguir esos senderos que llevaban a la nada, porque el sol ya casi no se veía y las rocas se hacían cada vez más grandes e imposibles de escalar. Leizar que, después de haber regresado de otro de los senderos que no tenían salida, le dijo al joven –“Lamento lo que dije anteriormente, pero pensándolo bien, tu hipótesis puede que no este del todo mal, efectivamente estos muros se están haciendo cada vez más altos…”- mientras su cara se iba poniendo pálida, y la chica… bueno, ella hacia lo que podía, dejémoslo ahí.
Ya de noche, los muros de roca dejaron completamente encerrados a los aventureros bajo lo que parecía ser ahora un abismo, oscuro y silencioso. Kay que sabía utilizar piromancia básica encendió una antorcha en donde estaban reunidos, ya con pocas ganas de seguir buscando inútilmente una salida, mientras comían los restos de un pollo que habían cocinado hace más de 3 horas, a lo que Clid acota– “¿Esta bueno verdad?” – para tratar de evadir un poco la tensión del ambiente, en el cual pareciera que estaban todos resignados a morir allí abajo. La cara de Kay, era difícil de describir, era una mezcla de una sonrisa nerviosa con unos ojos caídos que miraban fijamente el fuego de la antorcha, mientras que Leizar, estaba tranquilamente mirando el fuego mientras esperaba resignado su muerte, a lo que Clid… bueno ella comía, y comía, esos restos calcinados del pollo, para saciar su ansiedad, a lo que escuchan una voz a la lejanía, - “¡Hey!, ¿hay alguien allí abajo?”-  mientras que los 3 aventureros responden casi al instante –“ ¡SI! ”- observando una pequeña cabeza en el borde del abismo, que por la lejanía no podían distinguir si era una persona o una roca, pero por el movimiento que, era muy difícil que fuera una roca, a lo que gritan otra vez desesperadamente –“¡Ayúdanos por favor, llevamos horas aquí abajo y no encontramos la forma de salir!” – mientras esperaban ansiosamente la respuesta de aquel hombre que les había dado otra vez esperanzas de poder vivir, escuchando a los pocos segundo las palabras de aquel hombre otra vez –“! ¡Allá voy, no os preocupéis, la ayuda a llegado!”- viendo cómo se lanzaba desde el borde del abismo directo a donde estaban mientras parecía disfrutar la caída libre que el abismo le brindaba, cayendo de cara al piso justo enfrente de ellos, quedando su cuerpo clavado hasta los hombros bajo tierra.
Los aventureros que, con el corazón ya agitado debido a la emoción de que alguien por fin los iba a sacar de aquel agujero, pegaron un brinco junto con un grito de terror, pues, aquel misterioso hombre que les había dado una luz de esperanza se había suicidado justo frente a sus ojos, lanzándose de cabeza a un abismo de más de 90 metros, quedando con la cabeza enterrada bajo las rocas justo como hace un avestruz.  
El hombre que, misteriosamente había aparecido para brindarles ayuda, ahora estaba muerto… pero como… ¿Por qué se abría lanzado? Se preguntaban los aventureros anonadados, llegando otra vez a la desesperación de no poder salir de aquel agujero, que ahora era más intensa, por razones obvias. Mientras los aventureros estaban aun en estado de shock observando el cadáver de aquel hombre, este empezó a moverse como si quisiera sacar su cabeza del suelo, causando un pánico entre los jóvenes, ¿ que era ese hombre? como era posible que sobreviviera a tal caída, a lo que el hombre inmediatamente, con sus brazos se empujó hacia arriba desenterrando la cabeza del suelo, para posteriormente ponerse de pie –“ Lamento si os asuste, no era mi intención, jóvenes, me llamo Aku, un gusto”- les dijo, como si nada fuera de los normal hubiese ocurrido mientras estiraba su mano para saludarlos, a lo que Kay le responde estirando su mano aun impactado por lo que sus ojos acababan de presenciar, mientras los otros 2 aventureros no podían siquiera formular palabra del impacto que les genero aquel sujeto, que los miraba extrañado –“ ¿Que sucede? ¿El gato los comio la lengua o que?”- acoto mientras estrechaba fuertemente la mano de Kay, mientras Clid, aun en estado de shock, le responde tartamudeando–“ Tu… tú es…estabas muerto ha…hace unos minutos… co…como…”-, -“Nunca estuve muerto, solo estaba disfrutando de esa adrenalina que recorría por mi cuerpo, nada más, señorita”- respondió el hombre mientras su cara se tornaba un poco más seria, Aku era un hombre alto, fornido, con unos extraños tatuajes en el cuerpo acompañado de varias marcas, junto con un pelo extremadamente largo y negro, sin considerar que andaba semi desnudo, de no ser por ese pantalón inmundo que llevaba con una pañoleta amarrada a la cintura para que estos no no se le cayeran, su rostro era bastante atractivo, bueno, a Clid la había enamorado por completo, tenía unos ojos amarillos y una sonrisa pícara, que emanaban un aire de seguridad, esto era más que suficiente como para que el corazón de la chica se empezara a acelerar, de hecho, creo que la razón de haber tartamudeado no fue el impacto de ver caer al hombre, si no, más bien diría que fue el nerviosismo al ver a aquel atractivo hombre semi desnudo que tenía frente a sus ojos, mirándola con esos ojos pícaros, como si quisiera devorarla con la mirada.
Aku, quien se notaba un poco impaciente, les dijo –“¿Cómo es que llegaron a este abismo aventureros? Es una caída bastante abrupta y peligrosa como para descenderla”- a lo que Leizar, que estaba muy callado dijo sus primeras palabras desde que el hombre había caído –“ No bajamos, quedamos atrapados aquí luego de haber salido de la ruina de Arziz”-, -“ Oh, conque vienen de la ruina de Arziz…”- respondió el hombre mientras la mueca de su cara degeneraba a una más seria sin cambiar ese gesto en los ojos que le hacían tan singular, acotando -“ Esas ruinas si que son peligrosas, ¿que hacían unos aventureros con tan poca experiencia ahí? Podrían haber muerto, las criaturas de las mazmorras, son increíblemente agresivas”- mientras miraba a Kay con una mueca que hizo retroceder al chico, al cual toda esta situación le estaba empezando a dar muy mala espina, era una sensación que se le hacía familiar, a lo que responde un poco asustado –“ Fuimos en busca de un artefacto milenario, por el cual nos pagarían una enorme suma de dinero, si al fin y al cabo esa es la labor de un aventurero”- termino de decir mientras veía a Aku elongar, como si se estuviera preparando para hacer algo.  
El hombre, que al inicio se les había presentado como una esperanza, un rayo de luz ahora estaba tomando un aspecto cada vez más siniestro y sospechoso, dándoles la impresión de que no había bajado precisamente para ayudarlos. Kay, a quien los nervios se lo estaban comiendo vivo, le dijo al extraño–“Y… como es que vamos a salir de aquí”- mientras lo observaba elongar, algo le incomodaba, algo estaba mal, ese cabello, aquel hombre se le hacía conocido, pero ¿Dónde lo habría visto? a lo que el hombre lo mira y responde -“No te impacientes niño, para poder sacarlos de acá necesito mucha energía y hace bastante tiempo que no uso la magia”- mientras comenzaba a hacer unos sellos con las manos acompañado de unas extrañas palabras. Claro está que estaba comenzando a conjurar algo, pero ¿Qué?, nunca había visto que un hechizo comenzara así, entrando en un estado de pánico por la incertidumbre, ¿Qué era en verdad ese hombre que había bajado a socorrerlos? ocultando bajo una sonrisa nerviosa ese terror que lo invadía, a lo que Aku interrumpe el monologo interno del joven señalando - “Creo que he terminado, ¿preparados para salir de aquí aventureros?”- mientras los miraba otra vez con esa sonrisa pícara. Aku mordió su dedo pulgar dejando salir un poco de sangre con la cual dibujó un circulo en una de las rocas que tenía en frente, la cual golpeo justo en el centro al tiempo que gritaba el nombre del conjuro –“! Katsu!,” -, … ¿Katsu? ¿Que clase de encantamiento se llama Katsu? Se preguntaba para si Kay, mientras observaba como las rocas a su alrededor empezaban a temblar, - “¡¿Un terremoto?! ”- dijo la chica mientras miraba asustada como las murallas de su entorno se empezaban a apilar formando una clase de escalera enorme hacia la superficie, por otro lado, Leizar quien contemplaba aquel espectáculo con la boca abierta, estaba tan impresionado que se vio imposibilitado de poder formular palabra alguna, por otro lado, Aku los observaba con una cara de satisfacción, incluso podríamos decir que se estaba excitando, se sentía poderoso, le gustaba hacer relucir su fuerza ante los demás, mientras procedió a hacer un gesto con las manos mientras decía –“ ¿Vamos a salir o no?”- empezando a subir esas enormes escaleras de roca que se habían formado delante de los aventureros.
Los jóvenes no tardaron en seguirlo de inmediato hasta la superficie, subiendo por esas enormes escaleras de roca… ¿que clase de magia había utilizado? Se preguntaban los aventureros, mientras subían en silencio aquellos solidos escalones que yacían bajo sus pies, hasta que, por fin, luego de un largo rato uno de los jóvenes, que aun impactado por el espectáculo que acababa de presenciar, se armó de valor para formular una palabra y le dijo al misterioso sujeto - “¿Que magia acabas de conjurar? ”- acoto la chica mientras lo miraba fijamente, ¿cómo era posible que un solo hombre pudiera hacer cambiar todo el terreno en menos de 5 minutos?  a lo esté sin voltearse le responde –“Transmigración Inorgánica”- … ¿transmigración inorgánica? Nunca había escuchado hablar de ella, y vaya que ella sabía de magias extrañas…. –“Es una magia arcana muy antigua que enseñaban los sabios de oeste”- dijo Aku al percibir las dudas que carcomían la cabeza de la chica, ¿Había dicho magia Arcana? ¿cómo era eso posible? Los únicos que podían utilizar magia arcana eran aquellos Archimagos que aparecían en las leyendas de la legendaria primera guerra en la tierra, entonces, ¿a quién tenía frente sus ojos? Fue ahí cuando las palabras de Kay inundaron su cabeza- “¿Recuerdan la parte en que decía que, si todos los pecados capitales eran liberados de su encierro, Arziz volvería a su lugar de origen?”- mientras empezaba a pensar que realmente la persona que caminaba frente a ellos en verdad podía ser uno de los mismísimos pecados capitales, pero ¿Cuándo lo liberaron? ¿Fue aquel sello que rompió para poder avanzar en la mazmorra? No, imposible, se hubiera dado cuenta, entonces ¿que habrá sido? Todas esas palabras inundaban su cabeza, mientras que el misterioso ser que caminaba frente a ella empezaba a tararear una horrible melodía.
Una vez arriba, Aku los miro, y dijo –“Bueno, creo que aquí nos despedimos, pero antes, tengo algo que decirle a Kay”-, ¿Cómo sabia su nombre? Fue lo primero que pensó el joven, nunca se lo habían dicho, no será que este hombre era… y antes de poder finalizar esa hipótesis que llevaba dándole vueltas en la cabeza, Aku le hace un gesto para que le siga –“¿Puedes venir un segundo por favor?”- mientras se dirigía por el sendero que hace unas horas había desaparecido, el joven muy asustado y sin querer creer lo que sus ojos estaban viendo, lo siguió muy cuidadosamente hasta un lugar donde sus compañeros no podían verlos, a lo que el pálido hombre le dice –“ Olvidaste esto chico, si no me equivoco ¿era tuyo o no?”- entregándole la daga que había olvidado en las ruinas luego de habérsela lanzado a ese monstruo, aquella bestia que los había perseguido durante todo el infierno en la mazmorra…  efectivamente su hipótesis era cierta, esas dudas que lo asaltaron durante horas ahora estaban resueltas, aquella criatura que los había perseguido era nada más ni nada menos que el hombre que tenía en frente. Su cara palideció y su cuerpo no paraba de temblar, tenía a la mismísima muerte enfrente, no podía creer lo que veía, el terror inundo su cuerpo, estaba paralizado, no fue capaz siquiera de emitir sonido alguno, a lo que Aku, al ver esa reacción que claramente quería causar en el chico, dijo, antes de desaparecer en la oscuridad de la noche –“Nos volveremos a ver niño, espero que seas más veloz para la próxima, si, en verdad la razón por la que no te mate a ti y a tus amigos fue porque vi algo en ustedes que en ningún otro aventurero jamás había visto, en el pasado todos aquellos que escapaban de mí, usaban a sus compañeros como carnadas para poder escapar, pero el hecho de que el bigotón no te abandonara y que tu no soltaras a esa fastidiosa chica para correr, me dice que a ustedes no solo los mantiene unidos un grupo de exploración… es algo que va más allá de eso, esa fraternidad, ese CARIÑO… es algo difícil de explicar… pero en fin, nos vemos mocoso, no dejes que otros te maten, porque tú eres mi presa, Bomboyash ”- Dijo el hombre pálido con una sonrisa en su boca antes de desaparecer entre la neblina.
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Capítulo 3.- Nosotros
Ahora, que la historia se ha tornado un poco más tranquila, me daré el tiempo de explicarles un poco quienes eran aquellos personajes que participaron en la loca persecución que acabo de narrarles, quienes en estricto rigor son los protagonistas de nuestra historia, primero comenzare con Kay, quien fue nombrado una vez por el hombre de bigote frondoso durante el combate con la bestia, este personaje o mejor dicho el “Joven de pelo castaño” no tiene características físicas muy destacables, se podría decir que es un personaje bastante simple, mide alrededor de 170 centímetros, su tez es blanca como la nieve debido a la poca exposición a la luz solar que tuvo durante su infancia, pero por esa misma razón sus pecas tienden a notarse bastante. Él es un aventurero certificado, sus atributos combinan la magia de bajo nivel con el arte del robo, el cual nace en el sur de Arziz, donde las temperaturas son ridículamente altas por su cercanía a uno de los fines del territorio. En estas lejanas tierras habitan criaturas peligrosísimas y extravagantes, que obligan a las personas que ahí viven a desarrollar habilidades de sigilo para no ser percibidas, tanto como técnicas de evasión efectivas para poder sobrevivir. Kay, vivió pocos años en la región sur, pero los suficientes para tener las aptitudes básicas de un ladrón, siendo ridículamente rápido y ágil, aunque débil si hablamos de fuerza física.
Luego viene Clid, o “La chica de traje morado”, ella es una joven de unos 20 años, alta, de pelo castaño y con unos pechos bastante grandes, o así nos los describe Kay. Al igual que Kay, ella posee el título de aventurero certificado, teniendo mucha habilidad con la magia, específicamente con la necromancia, arte que consiste en poder utilizar el poder de aquellos que ya no habitan este mundo, pudiendo re animar cadáveres, robar energía y leer las memorias de aquellos que murieron hace ya mucho tiempo. Esta habilidad es poco frecuente, ya que en la antigüedad los patriarcas de estas artes solían practicarla y enseñarla a quienes quisieran aprenderla, pero con el paso de los años estas prácticas fueron aniquiladas casi en su totalidad por sacerdotes y nobles, quienes amarraban en arboles a quienes pudieran conjurarla, para posteriormente quemarlos vivos, impidiendo que pudieran ser revividos por otro necromante. Resumiendo, es muy difícil poder aprenderla hoy en día, a menos que te la enseñe alguno de los pocos archimagos que sobrevivieron a la cacería, los cuales se vieron obligados a implementar su magia en complejos rituales para convertirse en Liches, los cuales son cadáveres con conciencia del mago que la deposito ahí, pero, siendo honesto, no es una magia que recomiende en lo personal, ya que muy sabido es que estos señores  están situados en lugares muy peligrosos y difíciles de encontrar, sin mencionar que son extremadamente huraños a querer enseñar sus artes.
Por último, tenemos a Leizar, mejor conocido como el “hombre de frondoso bigote”, y vaya que lo es, un pelo castaño natural, muy frondoso que brota en espiral hacia sus puntas dándole un aire imponente. Leizar es un hombre… bueno más tirado para anciano, aunque él afirma haber salido de los 20 hace poco, información de la que todos dudamos…, pero nadie se molesta en decirle lo contrario, la última vez que Kay se lo dijo, este entro en depresión casi por una semana, asique mejor no sacarle el tema.
Él también tiene título de Aventurero certificado, teniendo registradas las aptitudes de resistencia y fuerza a niveles ridículos, nada de magia, nada de trucos, solo fuerza bruta. Bueno a este si que se le podría denominar un gigante, mide 2 metros y poco más acompañado de un fornido cuerpo que lleva tatuados símbolos de la tribu de donde proviene, llevando grabado en su espalda lo que parece ser una frase escrita en un idioma que solo el conoce. Su espalda es adornada, bueno, era adornada por un enorme escudo de piedra que tenía grabado un ciervo dorado con el cual podía bloquear casi cualquier ataque, y digo casi solamente porque lo único que no logro frenar fue aquel golpe del hombre vendado, que lo redujo a un mísero par de escombros.
Después de perder su escudo Leizar no era el mismo, no señor, aquel majestuoso escudo que había pasado de generación en generación, ahora estaba hecho pedazos junto con su corazón, cuantas aventuras habían vivido juntos para haberlas terminado así, tan drásticamente, por tanto, su actual objetivo es dirigirse al Oeste de Arziz para poder encontrar al anciano que hace siglos había tallado aquel escudo, para conseguir que este le forjara otro similar.
Así termino de contar, quienes serán los protagonistas de esta legendaria historia que estoy por narrarles, aunque la verdad solo la conozco hasta donde va, ya que aún no termina y dudo que termine pronto, ahora, luego de esta pequeña aclaración, ya teniendo más claras las identidades de nuestros protagonistas, procederé a continuar con la historia.
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Capítulo 2.- La leyenda de Arziz
*Capitulo 2 re subido y editado, para continuar bien con la historia es necesario que la lectura continúe en este capitulo 2, no el anterior, gracias por la comprensión y disfrute de la lectura”
 “No era vida lo que se podía apreciar en la tierra, no señor, lo que menos se podía presenciar en aquel sórdido planeta era la vida, los arboles movían sus hojas, pero no por las cálidas brisas de viento que solían recorrer los bosques y planicies, más bien se movían por obra de la inmensidad de encantamientos destructivos que agitaban las brisas del entorno. La tierra, que era el hogar de humanos, elfos, enanos, vampiros, demonios, antarboles, animales y plantas se estaba convirtiendo lentamente en la manifestación de la cólera de la humanidad, quienes estaban lidiando una enorme batalla contra el peor enemigo que jamás habían conocido, quien no era nadie más que ella misma. Esta lucha se remonta al año 8200, donde la tierra se estaba viendo envuelta en un conflicto por quien debía de ser el hombre que se alzara sobre los demás para proclamarse el amo y señor de los 3 continentes, había quienes apoyaban al rey demonio Allocer, quien poseía el vasto territorio de Oriente dominado por demonios, vampiros y bestias, mientras que la otra fracción del continente apoyaba al rey Pireo, que tenía control sobre las tierras de Occidente habitadas por elfos, enanos y antarboles.
Existieron muchas oportunidades en las que se podría haber llegado un acuerdo de paz entre las facciones, entre estas, hubo muchas charlas en las que se trató de conversar sobre el futuro de la sociedad humana, que se llevaron a cabo en el territorio más grande de todos, donde Vivian los humanos junto con todo tipo de razas, ya fueran demonios o enanos, incluso compartían con las razas más agresiva de todas, siendo estos los vampiros y bestias, que, curiosamente lograban llevar una vida pacífica y lo más importante, estos tenían una neutralidad política respecto al gran conflicto. Este utópico lugar se llamaba el reino de Arziz, que era sin lugar a duda era magnífico, no tenía un rey extremista y se regían por un reglamento que hacía respetar las libertades individuales tanto como el respeto hacia los demás, abriendo la posibilidad a que todas las razas pudieran vivir ahí.
El día 4 de abril del año 8210 ambos reyes fueron citados por el rey de Arziz, Miura, quien ya exhausto de las inútiles charlas que se estaban realizando en los gremios de su territorio que siempre terminaban en lo mismo, decidió solucionar el conflicto de raíz hablando directamente con Allocer y Pireo, siendo este el error más grande que Miura cometería en su vida, y del que sin dudas se arrepentiría por el resto de su vida.
Una vez los reyes estuvieron reunidos en el gran salón del castillo del rey miura, comenzó la última y más importante asamblea de la historia, que resulto siendo el motivo de la futura guerra.
La guerra comenzó debido a que la plática no estaba funcionando, Miura solo se limitaba a interceder ante los argumentos de Allocer y Pireo quienes no paraban de atacarse el uno al otro, era como ver una discusión entre niños, ninguno de los dos cedía y la charla solo se limitó a gritos e insultos. Al final, Allocer ya cansado de la inútil discusión y carcomido por la ira se levantó de su asiento y con un veloz movimiento decapito a los representantes de Pireo, usando ese acontecimiento como pretexto para comenzar con una guerra, siendo este el abrupto inicio de la lucha entre el continente de Oriente y Occidente.
No paso ni un día desde la declaración de guerra cuando ocurrió el primer ataque, al sur de del Occidente, haciendo caer uno de los imperios más importante del rey Pireo. Estas tierras, las tierras de Occidente eran muy abundantes en materiales mineros y alimentos, sin duda eran una potencia mundial gracias a su gran economía ya abundancia poblacional, pero tenía una gran debilidad, que sería el motivo de su derrota ante el territorio de Oriente, su formación bélica era débil, su cantidad de guerreros superaba por mucho a la de su rival, pero este, a diferencia de Occidente, al tener pocos guerreros, preparaba a sus soldados para ser los mejores, siendo la formación bélica de Oriente sin duda alguna una de las mejores en el mundo entero. Esta batalla entre continentes duro aproximadamente 10 años, hasta que Pireo, rey de las tierras de Occidente fue asesinado directamente por la mano de Allocer, quien, ya con el control de las tierras de Oriente y Occidente estaba listo para seguir su conquista con el premio mayor, Arziz.
Miura, el actual rey de Arziz, quien era el más grande archimago conocido en la historia de la humanidad, había previsto este resultado, incluso, intento preverlo haciendo pasar a varios de sus mejores soldados como guerreros del bando de Occidente para poder frenar la invasión de Oriente, resultando en un completo fracaso, pues sus soldados habían sido masacrados por la agresividad característica de los soldados de Oriente. Miura quien, al verse amenazado por esta gran potencia, medito una decisión muy riesgosa de enfrentarse personalmente a cada uno de los ejércitos del rey Allocer, para que su gente, que tanto confiaba en el no muriera en vano frente a los 7 comandantes que lideraban las escuadras del rey demonio, conocidos como los 7 pecados capitales, siendo estos la Lujuria, Gula, Pereza, Ira, Envidia, Avaricia y Soberbia, los cuales eran los demonios más fuertes después del mismísimo rey, siendo capaces de destruir naciones enteras completamente solos. Así fue, como Miura el archimago más fuerte de todos se enfrentó solo junto con su báculo a cada uno de los ejércitos de Allocer, ganando cada una de las batallas, viéndose obligado a sellar en mazmorras que se encontraban en los lugares más inhóspitos de Arziz, a cada uno de los comandantes, que gracias a su inmortalidad se había visto imposibilitado de matarlos, dejándolos encerrados dentro de 7 enormes cristales mágicos que los mantendrían sellados ahí de por vida, a menos que alguien de gran poder perpetrar en las prisiones para liberarlos. El rey de Arziz al ver que las fuerzas de Allocer no disminuían, decidió ir en busca del mismísimo rey demonio para darle fin a esta incansable batalla que estaba destruyendo todo el mundo como lo conocían.
Así fue como Miura lucho cara a cara contra el demonio más temible de la historia en una batalla que duro 2 días, siendo este último derrotado por el archimago, quien lo sello bajo tierra al igual como hizo con sus 7 comandantes, en la mazmorra más grande de todas, la Mazmorra de Ferrus, donde en su superficie se formaría la futura capital de Arziz, Ferrus, donde la única forma en que podría ser liberado sería que sus comandantes fueran profanados de sus respectivas mazmorras, dándoles nuevamente libertad, para que con su sangre rompieran el enorme cristal que encerraba a Allocer. Este fue el final de la primera invasión de los demonios en Arziz y occidente.
Pasaron los años y el rey Miura ya deteriorado por las arduas batallas que libro en el pasado, se percató de que múltiples ladrones se estaban adentrando en las mazmorras que sellaban a los sanguinarios demonios bajo tierra, rompiendo los sellos que este había puesto alrededor de ellos, dándoles libertad nuevamente a los legendarios comandantes de Allocer que tanto trabajo le había costado derrotar, viéndose obligado a volver por última vez a los campos de batalla para detener a aquellos infames seres que sin lugar a dudas se dirigirían a Ferrus para liberar a su rey, quien yacía justo debajo de donde él se encontraba. Así fue como comenzó la legendaria batalla que terminaría con la vida del gran archimago, quien mientras libraba ese legendario combate con los 7 demonios a la vez, recibió heridas mortales, que no le permitieron seguir viviendo por mucho tiempo, por lo tanto, tenía que actuar rápido, venciendo a los demonios con un solo encantamiento, dejándolos inmovilizados el suficiente tiempo para sellarlos nuevamente en las mazmorras en que los había encerrado en el pasado, pero ahora que estaba a punto de morir no podía dejar a los demonios sellados de la misma manera, asique con las pocas fuerzas que le quedaban conjuro lo que sería su ultimo hechizo, que la gente describe como un espectáculo fenomenal, pues el alma del archimago se dividió en 7 fragmentos que volaron por el cielo igual como lo hacen los cometas, siendo repartidos en cada una de las mazmorras que encerraban a los demonios, dándole vida a aquellos cristales que los encerraban, imposibilitando la entrada de cualquier aventurero a la mazmorra, limitándolo solo a aquellos que tenían la fuerza para atravesar esa densa barrera que los cristales emanaban alrededor de mazmorra, que una vez penetrada, aflojaría la potencia de los cristales y el demonio estaría propenso a ser liberado nuevamente, hasta que un aventurero sacara el fragmento del alma del archimago, liberándolo completamente.
Una vez los 7 cristales recibieron el fragmento de alma que el archimago les había brindado, estos se comenzaron a elevar haciendo así que el continente más hermoso de la tierra llamado Arziz se despegara de la tierra elevándose más arriba de las nubes, allá donde los humanos nunca podrían llegar, para que así nunca jamás los demonios infestaran la tierra otra vez, dejando a todos sus habitantes encerrados en el nuevo continente flotante, Arziz.
Así fue como nació el continente flotante Arziz, que solamente volvería a su lugar de origen cuando los 7 demonios fueran liberados, continuando su rumbo lejos de la antigua humanidad, creyendo en lo último que sus ojos presenciaron en la tierra, siendo esto al rey Miura quien flotaba en los cielos de Ferrus antes de utilizar el hechizo que dividiría su alma en 7 fragmentos, recitando su última frase que los marcaría para siempre - “No hay que conocer el mundo entero para saberlo todo, porque si ya se conocen a si mismos lo habrán conocido completamente”-, dándoles a entender que al dejar a Arziz sobre las nubes no solo estaba encerrando a 8 temibles demonios, si no, que estaba protegiendo a toda su gente de las avaricias de la tierra.”  
                                        . - Antiguo Testamento de Arziz, Biblioteca de Ferrus.
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Capitulo 1.- Una voz Silenciosa
*Reescrito el primer capitulo que tenia fallas en la redacción tanto como en la escritura.
También recibió un cambio de Título, que considere mas acorde a la historia.*
Se escuchan unas respiraciones agitadas junto con unos gemidos de cansancio, el calabozo que había sido objeto de historias de terror durante siglos, ahora estaba siendo recorrido por 3 jóvenes… bueno, uno no tan joven, pero con el corazón de uno y… hmm no nos desviemos del tema… este monstruo de cien pisos tenía una extraña estructura laberíntica que parecía estar diseñada en base al caparazón de un caracol.
Un joven de pelo castaño, el cual estaba todo magullado corría velozmente mientras llevaba en su espalda a una chica de traje púrpura que muerta no estaba, pero poco se movía, al punto que su respiración casi no se oía. Junto a ellos un hombre de bigote frondoso que llevaba una cara de miedo inenarrable los iba dejando atrás en la marcha, al tiempo que lo que parecía ser un hombre vendado de pies a cabeza que llevaba puestas con sigo muchas camisas de fuerza, un collar metálico unido mediante una cadena a una enorme bola de acero junto con unos horribles garfios que le tenían la boca abierta en todas direcciones, los perseguía a un ritmo muy veloz. El chico, desesperado grita lo que parece ser un encantamiento –“Freeze”- congelando un pequeño tramo del suelo, pero este obstáculo no fue impedimento para el hombre con las ataduras, pues lo salto como si nada, esto provocó el pánico en el chico de pelo castaño, que, ya sin fuerzas poco podía hacer para frenar a lo que parecía ser una bestia indomable que estaba a pocos metros de alcanzarlo. 
Tras seguir la persecución unos 10 segundos el hombre de bigote, el cual iba casi unos 50 metros más adelante le grita al joven de pelo castaño - “¡La encontré, es por aquí chico, la salida!”- mientras se queda esperándolo junto a una puerta grande muy deteriorada por los años, la cual tenía pinta de haber sido en sus tiempos de gloria un zaguán por donde pasaban solamente aquellos que estaban condenados a una dolorosa y tortuosa muerte, a lo que el joven cada vez más agitado y asustado responde –“¡No sé si llegue a tiempo viejo, esta cosa va aumentando el ritmo muy rápidamente y con Clid desmallada no puedo apresurar la carrera”-  a lo que la cosa, porque de otra forma no se le puede llamar, responde con un grito ensordecedor tratando, aparentemente de decir algo, pero aquellos garfios que le tenían los labios completamente rasgados y la boca abierta en todas direcciones le impedían poder formular una palabra correctamente.
         El Joven, el cual estaba a punto de ser atrapado por aquella atrocidad se pregunta como algo o alguien, lo que sea que ocultase aquella fachada de vendajes y camisas de represión, podía ser tan ágil y fuerte estando en aquella deplorable condición, más aun cargando con una enorme bola de acero que como mínimo pesaba 100 kilogramos, llegando a imaginarse como seria esta situación si la bestia no tuviera todas esas represiones consigo y… claro, no había que calentarse mucho la cabeza  para concluir que estarían muertos hace bastante rato ya.
 La bestia, que ya había alcanzado al joven , se le acerco a al rostro, y comenzó a reírse muy suavemente mientras se notaba que su respiración se iba agitando velozmente, ¿es que acaso la criatura se estaba excitando?, se pregunta el joven mientras la observa cuidadosamente, muy de cerca, a lo que esta, en respuesta a la cara de terror del joven, estira su lengua viperina para lamerle el cuello muy mórbidamente, mientras deja relucir con una gesto de placer en el único ojo que se le veía, esto fue más que suficiente para poder concluir porqué esta criatura había sido tan reprimida, pues, daba todos los indicios de ser una mente retorcida que sería potencialmente peligrosa para la sociedad, por ende, en medio de sus pensamientos el joven responde ante el pánico y con lo poco y nada de fuerzas que le quedaban grita otro encantamiento –“FLAASH”- el cual desprendió una efímera luz blanca que fue más que suficiente para segar el único ojo que tenía al descubierto la bestia, pero no hubo efecto alguno, ya que la bestia incluso cegada por la luz seguía corriendo casi por instinto, pero se notaba algo distinto, su marcha se había acelerado, estaba enojado, se le notaban las facciones incluso tras esa densa capa de vendajes que tenía, era horrible, este comenzó a gritar de manera muy extraña e intimidante, al punto de que sería capaz de acobardar hasta al más valiente de los hombres, ahora si que iba enserio, pues lo habían dejado ciego, del único ojo que le quedaba, los años que había pasado encerrado en las profundidades del oscuro calabozo de Arziz, lo habían hecho olvidar lo que era un pequeño rayo de luz, por ende esa ráfaga que había utilizado el aventurero lo habían dejado jodidamente ciego.
 En un movimiento fugaz, la bestia tensó los músculos de una de sus piernas y salto directo a la puerta de salida, golpeando con una patada al hombre del frondoso bigote directo en la boca del estómago, dejándolo sin aliento. El hombre, mientras se retorcía en el piso del dolor, estaba perplejo de lo rápido que se había movido aquella cosa, pues, en un abrir y cerrar de ojos este había saltado más de 30 metros directo a donde el se encontraba. Ahora, aquel ser estaba parado mirando directamente al joven de pelo castaño el cual se limitó a dejar a la muchacha a un costado en el piso, desenvainando una pequeña daga que llevaba en su espalda, preparándose para una batalla que sabía que no ganaría, ya que su oponente estaba completamente a otro nivel, era una bestia que hasta a el aventurero más experimentado le costaría vencer… entonces…que hacer… se pregunta el hombre del bigote frondoso mientras intenta levantarse del suelo.
 Quien toma la iniciativa, tristemente no es el joven ni el hombre, menos la chica que lejos está de reaccionar, luego de haber recibido hace unos diez minutos, una patada directa de la bestia en el estómago. La bestia comienza la carrera hacia donde está el chico y este, temblando grita - “Toma a Clid, Leizar, y corran, soy el más rápido del grupo, tengo más chances de poder escapar que ustedes" - mientras que el hombre, parándose aun en mal estado después de haber recibido aquella patada que para muchos hubiera sido mortal, grita, con todas sus fuerzas –“¡Joven Kay, como podría llamarme un hombre si abandono a uno de mis compañeros en combate!”- dijo mientras jadeaba, volviendo a tomar aire para gritar otra vez –“ ¡¿Somos compañeros o no?!.-, esto dejo relucir una sonrisa nerviosa en la cara del joven, mientras se preparaba para recibir lo que sería el primer impacto de la criatura, a lo que el hombre de frondoso bigote tomo su escudo del porte de un león y lo lanzo, con las fuerzas que le quedaban directamente a la cabeza del monstruo, antes de que este atacara al joven, que, ya cansado difícilmente podría resistir un golpe de la bestia sin terminar en un resultado fatal.
 La bestia, ya dispuesta a matar al joven que lo había dejado ciego, se vio obligada a dejar a un lado su instinto asesino para bloquear ese enorme escudo de piedra que estaba a punto de volarle la cabeza, girando aquella bola de acero que le habían puesto hace más de 1000 años... por una condena que... hmm no me quiero desviar del tema, creo que no es el momento de contar la historia de este misterioso ser aun, ahora retomando la historia, la enorme y pesada bola de acero destrozo aquel majestuoso escudo de piedra que llevaba grabado un ciervo de oro que desprendía unos aires de pureza y honor , dándole tiempo más que suficiente al joven de pelo castaño para posicionarse y lanzar su daga directamente a la cabeza de la bestia, acertándole justo en la frente, rasgándole algunas de las vendas que cubrían el rostro de este monstruo vendado, haciéndolo caer rápidamente de rodillas. Este momento fue crucial para el joven, ya que por fin la bestia estaba fuera de combate y tenía que salir lo más rápido posible del lugar, por ende, tomo a la chica de traje morado, y la cargo en su espalda para luego dirigirse a ver el estado del compañero de frondoso bigote que debía tener una o dos costillas rotas como mínimo, nunca había visto a aquel titan de 2 metros en tan deplorable estado.
En el momento en que el joven de pelo castaño se acerca al hombre de frondoso bigote, la bestia, que mostraba señales de estar muerta, se levantó muy lenta y torpemente aun con la daga clavada en la frente, mirándolos con el otro ojo que le habían dejado al descubierto gracias al corte que esta le había ocasionado, dando la impresión de estar sumamente contenta, pero, aquellos ojos, y esa nariz que apenas se veía comenzar entre los ojos, dejo al descubierto que aquella bestia era claramente un ser humano, exacto, todo este tiempo habían estado corriendo de un humano, pero ¿Cómo? Como un hombre podría haber sido capaz de tales hazañas, como una estructura de carne y huesos, podía haber corrido soportando más de 100 kilogramos y aún más, haber sobrevivido a un golpe directo en el rostro de una daga de 15cm de largo, ¿Cómo? Era la pregunta que se realizaba el joven mientras observaba como el hombre vendado se golpeaba en la pared para sacarse la daga de la cara, mientras lo oía gemir, aparentemente de emoción.
 Al cabo de unos segundos el hombre logro se extraerse la daga del rostro, dejándola caer al piso, y sin dejar pasar ni un solo segundo la cogió con uno de sus pies y procedió a cortar los garfios que le tenían la boca abierta igual como el estómago de una rata en un experimento de laboratorio , por consiguiente el joven no perdió el tiempo y aprovecho ese pequeño instante en que el hombre de las vendas estaba distraído para abrir la enorme puerta que estaba a su costado para salir lo antes posible de aquel laberinto que había sido un infierno para miles de aventureros durante siglos, antes que el hombre vendado volviera a arrimar contra ellos, y que, ahora, sin las ataduras que lo reprimían, no tardaría en alcanzarlos para darles una muerte rápida e indolora, o eso pensaba el joven.
En cuanto el joven y el hombre de bigote atravesaron la puerta, no dudaron en cerrarla y trabarla del otro lado lo más rápido posible para que aquel hombre vendado no saliera de donde estaba, porque... claro después de ver y oír lo que dijo la bestia antes de cerrar ese enorme zaguán fue lo que probablemente iba a ser la razón de muchas de las pesadillas que tendrían por mucho tiempo. - “Acaban de despertar al pecado más aterrador que esta humanidad jamás ha presenciado”-  dijo el hombre vendado con una voz muy áspera dejando ver una sonrisa de oreja a oreja, mientras continuaba con el corte de ataduras, esa imagen, ese rostro cubierto por un cabello el cual tenía rasgos de no haber sido cortado durante mucho tiempo, de color negro y muy seco, sería algo que este par de aventureros nunca podrá olvidar, como nos describe uno de nuestros personajes .- “ Ver aquel rostro, era lo mismo que ver nuestra muerte grabada en aquellas pupilas dilatadas junto a esa sonrisa macabra, que parecía estarnos saboreando, antes de comernos, tal como hace una fiera con su presa”.
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Amazarashi
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otro personaje mas!
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Capítulo 3.- La sombra del Pecado
      Bueno, ahora, sin interrumpir el dialogo que estaban por tener los protagonistas después de haber salido de aquellas ruinas, los dejo proseguir con su diálogo, - “Fue horrible… ¡HORRIBLE!, no sabes lo fuerte que golpeaba esa cosa Kay “-, dijo la chica del traje morado, mientras apuntaba con una alita de pollo a Kay y Leizar, estos se miraron con una cara de indignación, respondiendo al unísono .-“ ¡Tú no sabes nada!”- mientras le contaban todo lo que había sucedido mientras ella estaba desmallada, a lo que Clid solo los miro con cara de indignación respondiendo .-“ La culpa es de ustedes por no haberme cuidado, ¿que clase de hombres son? Que no pueden cuidar a una hermosa y delicada chica como yo”- dijo, con ese tono de arrogancia tan característico que tenía, a lo que Kay respondió un poco cabreado. - “No es nuestra culpa que te hayas adelantado corriendo como loca en el laberinto más peligroso de Arziz”- a lo que ella refunfuño mirando hacia otro lado, sabiendo que era verdad, pero claro, no podría aceptarlo, su ego se lo impedía.
Bueno, no me gustaría seguir interrumpiendo la historia, pero creo que es algo necesario de explicar, asique lo hare breve, ¿Qué es Arziz? Es una pregunta que quizá ya se hayan hecho varias veces, Arziz es un continente que, como cuentan los antiguos escritos, solía ser parte del planeta tierra, pero durante la guerra Arcana, que había durado siglos, el archimago más grande alguna vez conocido, encerró a los 7 pecados capitales, demonios que representaban la Lujuria, Gula ,Pereza ,Ira ,Envidia ,Avaricia y Soberbia, capitanes que lideraban el frente bélico del Demoniaco Rey del norte, Allocer, el cual fue encerrado al igual que sus capitanes en los calabozos más peligrosos y recónditos de Arziz, territorio que fue enviado al cielo, con la poderosísima magia del Archimago Miura, quien deposito su alma en 8 cristales que mantienen al enorme territorio flotando a la suficiente altura para que ningún terrestre pudiera jamás encontrarlo y que ninguno de los demonios de Allocer, incluyéndolo pudieran bajar, dejando a muchísima gente atrapada en las alturas, pero como dictan los escritos, todo fue por un bien mayor, y por la “Paz”, siendo la tierra un lugar que se mantiene como un mito, al que todos los habitantes de Arziz aspiran algún día conocer.
Bueno, esa es la historia de Arziz, que más adelante explicare mejor, pero por el momento, es información más que suficiente. Ahora, continuemos con la historia.
Kay, ya harto de discutir con Clid, decidió tomar sus cosas, y emprender camino a la Capital de Arziz, Ferrus, para cobrar la recompensa por la reliquia que tanto les había costado conseguir, pero primero tenían que buscar un lugar para pasar la noche, ya que se estaba haciendo de noche y dormir a la intemperie en un lugar tan peligroso como los territorios del sur, era como querer ser devorado por una criatura gigante -porque todo ahí era gigante- y él lo sabía mejor que nadie, por tanto, apago el fuego, y le dijo a los otros dos, que estaban ya decididos a pasar la noche bajo esa fogata ordinaria que no habrían sido capaces de encender de no ser por su magia de fuego.-“ A ver, par de inútiles, es tiempo de empezar a buscar un lugar para pasar la noche, nos quedan como máximo unas 2 horas para encontrar alguna cabaña, o refugio, si no quieren ser alimento para algún ciempiés gigante o los titanes”- dijo Kay, ya un poco cabreado, Leizar y Clid tomaban sus pertenencias de la mala gana.
Al cabo de una media hora caminando, los aventureros estaban empezando a temer por sus vidas, otra vez, ya que, acababa de ocurrir algo increíble, curiosamente, la ruta por la que habían llegado había desaparecido por completo limitándose a enormes rocas y algunos que otros senderos que desembocaban en rocas más altas, que por su tamaño, era imposible poder escalarlas, quedando completamente atrapados en lo que parecía otro laberinto, pero ahora con el peligro de que las criaturas nocturnas los devoraran al caer la noche. Kay, quien sabía mejor que nadie de los peligros de la desgraciada región del sur, recordó la leyenda de la tierra flotante, la cual decía que “Cuando los 7 pecados sean liberados, Arziz volverá a su hogar, uniendo a la tierra con su hijo que a los cielos partió” llegando a una horrible conclusión, que, en base a todo lo que habían pasado, el hombre de las vendas, las ruinas y el artilugio que allí habían ido a buscar calzaba con ese fragmento de la leyenda, por lo cual la razón de porque estaban atrapados en un laberinto de enormes rocas seria… entonces, no lo pensó más y se lo planteo a sus camaradas – “ Chicos, cuando estábamos pequeños, todos escuchamos de nuestros abuelos, padres y maestros la leyenda del continente flotante ¿no es así?”- dijo Kay mientras una gota de sudor helado le corría por la frente, mientras emulaba una sonrisa nerviosa, a lo que la chica le responde – “ Pero claro que si, idiota, sería muy extraño que algún habitante de Arziz no sepa esa historia, pero, ¿ No me digas que te crees esa invento para los niños? Ya eres bastante grande para andar creyendo en cuentos de hadas” – dijo con cara burlesca, mientras que el hombre solo se limitó a escucharlo, ya que por su tono de voz y la mueca que tenía, sonaba a que el joven estaba hablando en serio, mientras el joven sin cambiar su expresión y tono de voz le respondió –“ No estoy para bromas Clid, hablo en serio”- mientras subía su tono de voz aún más, -“ ¿Recuerdan la parte en que decía que si todos los pecados capitales eran liberados de su encierro, Arziz volvería a su lugar de origen?, pues bien, si se dan cuenta, estas rocas no aparecieron acá de la nada, ni tampoco es que la ruta haya desaparecido, nosotros nos estamos cayendo, observen como la tierra de este lugar es más húmeda y negra que la de la superficie de las rocas”- dijo mientras señalaba la diferencia de las tierras, a lo que la chica le responde de nuevo en un tono de burla –“ Acaso ¿estás diciendo que liberamos a uno de los pecados capitales ?”- mientras se reía silenciosamente, a lo que Leizar acota –“ No es que no te crea joven Kay, pero me parece que es una historia muy fantástica para ser verdad”- mientras lo observaba un poco decepcionado.
Kay, quien hace un rato atrás había quedado como un imbécil ante sus compañeros, decide comenzar a buscar rápidamente una salida de aquel laberinto rocoso que no implique tener que escalarlo, ni seguir esos senderos que llevaban a la nada, porque el sol ya casi no se veía y las rocas se hacían cada vez más grandes e imposibles de escalar. Leizar que, después de haber regresado de otro de los senderos que no tenían salida, le dijo al joven –“Lamento lo que dije anteriormente, pero pensándolo bien, tu hipótesis puede que no este del todo mal, efectivamente estos muros se están haciendo cada vez más altos…”- mientras su cara se iba poniendo pálida, y la chica… bueno, ella hacia lo que podía, dejémoslo ahí.
Ya de noche, los muros de roca dejaron completamente encerrados a los aventureros bajo lo que parecía ser ahora un abismo, oscuro y silencioso. Kay que sabía utilizar piromancia básica encendió una antorcha en donde estaban reunidos, ya con pocas ganas de seguir buscando inútilmente una salida, mientras comían los restos de un pollo que habían cocinado hace más de 3 horas, a lo que Clid acota– “¿Esta bueno verdad?” – para tratar de evadir un poco la tensión del ambiente, en el cual pareciera que estaban todos resignados a morir allí abajo. La cara de Kay, era difícil de describir, era una mezcla de una sonrisa nerviosa con unos ojos caídos que miraban fijamente el fuego de la antorcha, mientras que Leizar, estaba tranquilamente mirando el fuego mientras esperaba resignado su muerte, a lo que Clid… bueno ella comía, y comía, esos restos calcinados del pollo, para saciar su ansiedad, a lo que escuchan una voz a la lejanía, - “¡Hey!, ¿hay alguien allí abajo?”-  mientras que los 3 aventureros responden casi al instante –“ ¡SI! ”- observando una pequeña cabeza en el borde del abismo, que por la lejanía no podían distinguir si era una persona o una roca, pero por el movimiento que, era muy difícil que fuera una roca, a lo que gritan otra vez desesperadamente –“¡Ayúdanos por favor, llevamos horas aquí abajo y no encontramos la forma de salir!” – mientras esperaban ansiosamente la respuesta de aquel hombre que les había dado otra vez esperanzas de poder vivir, escuchando a los pocos segundo las palabras de aquel hombre otra vez –“! ¡Allá voy, no os preocupéis, la ayuda a llegado!”- viendo cómo se lanzaba desde el borde del abismo directo a donde estaban mientras parecía disfrutar la caída libre que el abismo le brindaba, cayendo de cara al piso justo enfrente de ellos, quedando su cuerpo clavado hasta los hombros bajo tierra.
Los aventureros que, con el corazón ya agitado debido a la emoción de que alguien por fin los iba a sacar de aquel agujero, pegaron un brinco junto con un grito de terror, pues, aquel misterioso hombre que les había dado una luz de esperanza se había suicidado justo frente a sus ojos, lanzándose de cabeza a un abismo de más de 90 metros, quedando con la cabeza enterrada bajo las rocas justo como hace un avestruz.  
El hombre que, misteriosamente había aparecido para brindarles ayuda, ahora estaba muerto… pero como… ¿Por qué se abría lanzado? Se preguntaban los aventureros anonadados, llegando otra vez a la desesperación de no poder salir de aquel agujero, que ahora era más intensa, por razones obvias. Mientras los aventureros estaban aun en estado de shock observando el cadáver de aquel hombre, este empezó a moverse como si quisiera sacar su cabeza del suelo, causando un pánico entre los jóvenes, ¿ que era ese hombre? como era posible que sobreviviera a tal caída, a lo que el hombre inmediatamente, con sus brazos se empujó hacia arriba desenterrando la cabeza del suelo, para posteriormente ponerse de pie –“ Lamento si os asuste, no era mi intención, jóvenes, me llamo Aku, un gusto”- les dijo, como si nada fuera de los normal hubiese ocurrido mientras estiraba su mano para saludarlos, a lo que Kay le responde estirando su mano aun impactado por lo que sus ojos acababan de presenciar, mientras los otros 2 aventureros no podían siquiera formular palabra del impacto que les genero aquel sujeto, que los miraba extrañado –“ ¿Que sucede? ¿El gato los comio la lengua o que?”- acoto mientras estrechaba fuertemente la mano de Kay, mientras Clid, aun en estado de shock, le responde tartamudeando–“ Tu… tú es…estabas muerto ha…hace unos minutos… co…como…”-, -“Nunca estuve muerto, solo estaba disfrutando de esa adrenalina que recorría por mi cuerpo, nada más, señorita”- respondió el hombre mientras su cara se tornaba un poco más seria, Aku era un hombre alto, fornido, con unos extraños tatuajes en el cuerpo acompañado de varias marcas, junto con un pelo extremadamente largo y negro, sin considerar que andaba semi desnudo, de no ser por ese pantalón inmundo que llevaba con una pañoleta amarrada a la cintura para que estos no no se le cayeran, su rostro era bastante atractivo, bueno, a Clid la había enamorado por completo, tenía unos ojos amarillos y una sonrisa pícara, que emanaban un aire de seguridad, esto era más que suficiente como para que el corazón de la chica se empezara a acelerar, de hecho, creo que la razón de haber tartamudeado no fue el impacto de ver caer al hombre, si no, más bien diría que fue el nerviosismo al ver a aquel atractivo hombre semi desnudo que tenía frente a sus ojos, mirándola con esos ojos pícaros, como si quisiera devorarla con la mirada.
Aku, quien se notaba un poco impaciente, les dijo –“¿Cómo es que llegaron a este abismo aventureros? Es una caída bastante abrupta y peligrosa como para descenderla”- a lo que Leizar, que estaba muy callado dijo sus primeras palabras desde que el hombre había caído –“ No bajamos, quedamos atrapados aquí luego de haber salido de la ruina de Arziz”-, -“ Oh, conque vienen de la ruina de Arziz…”- respondió el hombre mientras la mueca de su cara degeneraba a una más seria sin cambiar ese gesto en los ojos que le hacían tan singular, acotando -“ Esas ruinas si que son peligrosas, ¿que hacían unos aventureros con tan poca experiencia ahí? Podrían haber muerto, las criaturas de las mazmorras, son increíblemente agresivas”- mientras miraba a Kay con una mueca que hizo retroceder al chico, teniendo un extraño presentimiento, era una sensación que se le hacía familiar, a lo que responde un poco asustado –“ Fuimos en busca de un artefacto milenario, por el cual nos pagarían una enorme suma de dinero, si al fin y al cabo esa es la labor de un aventurero”- termino de decir mientras veía a Aku elongar, como si se estuviera preparando para hacer algo.  
El hombre, que al inicio se les había presentado como una esperanza, un rayo de luz ahora estaba tomando un aspecto cada vez más siniestro y sospechoso, dándoles la impresión de que no había bajado para ayudarlos. Kay, a quien los nervios se lo estaban comiendo vivo, le dijo al extraño–“Y… como es que vamos a salir de aquí”- mientras lo observaba elongar, pero algo le daba mala espina, algo estaba mal, ese cabello, aquel hombre se le hacía conocido, pero ¿Dónde lo habría visto? a lo que el hombre lo mira y responde -“No te impacientes niño, para poder sacarlos de acá necesito mucha energía y hace bastante tiempo que no uso la magia”- mientras comenzaba a hacer unos sellos con las manos acompañado de unas extrañas palabras. Claro está que estaba comenzando a conjurar algo, pero ¿Qué?, nunca había visto que un hechizo comenzara así, entrando en un estado de pánico por la incertidumbre, ¿Qué era en verdad ese hombre que había bajado a socorrerlos? ocultando bajo una sonrisa nerviosa ese terror que lo invadía, a lo que Aku interrumpe el monologo interno del joven señalando - “Creo que he terminado, ¿preparados para salir de aquí aventureros?”- mientras los miraba con esa sonrisa pícara que lo caracterizaba, procediendo a morder su dedo pulgar, dejando salir un poco de sangre con la cual dibujó un circulo en una de las rocas que tenía en frente, golpeándola justo en el centro al tiempo que grito el nombre del conjuro –“! Katsu!,” -, … ¿Katsu? ¿Que clase de encantamiento se llama Katsu? Se preguntaba para si Kay, mientras observaba como las rocas a su alrededor empezaban a temblar, - “¡¿Un terremoto?! ”- dijo la chica mientras miraba asustada como las murallas de su entorno se empezaban a apilar formando una clase de escalera enorme hacia la superficie, por otro lado, Leizar quien contemplaba aquel espectáculo con la boca abierta, estaba tan impresionado que se vio imposibilitado de poder formular palabra alguna, por otro lado, Aku los observaba con una cara de satisfacción, incluso podríamos decir que se estaba excitando, se sentía poderoso, le gustaba hacer relucir su fuerza ante los demás, mientras procedió a hacer un gesto con las manos mientras decía –“ ¿Vamos a salir o no?”- empezando a subir esas enormes escaleras de roca que se habían formado delante de los aventureros.
Los jóvenes no tardaron en seguirlo de inmediato hasta la superficie, subiendo por esas enormes escaleras de rocas… ¿que clase de magia había utilizado? Se preguntaban los aventureros, mientras subían en silencio aquellos escalones sólidos bajo sus pies, hasta que uno de los jóvenes, que aun impactado por lo que acababa de presenciar, se armó de valor para formular una palabra y le dijo al pálido hombre - “¿Que magia acabas de conjurar? ”- acoto la chica mientras lo miraba fijamente, ¿cómo era posible que un solo hombre pudiera hacer cambiar todo el terreno en menos de 5 minutos?  a lo esté sin voltearse le responde –“Transmigración Inorgánica”- … ¿transmigración inorgánica? Nunca había escuchado hablar de ella, y vaya que ella sabía de magias extrañas…. –“Es una magia arcana muy antigua que enseñaban los sabios del norte”- dijo Aku al percibir las dudas que carcomían la cabeza de la chica, ¿Había dicho magia Arcana? ¿cómo era eso posible? Los únicos que podían utilizar magia arcana eran aquellos Archimagos que aparecían en las leyendas de las guerras Arcanas, que he de ahí su nombre, entonces, ¿a quién tenía frente sus ojos? Fue ahí cuando las palabras de Kay inundaron su cabeza- “¿Recuerdan la parte en que decía que, si todos los pecados capitales eran liberados de su encierro, Arziz volvería a su lugar de origen?”- mientras empezaba a pensar que realmente la persona que caminaba frente a ellos  en verdad podía ser uno de los mismísimos pecados capitales, pero ¿Cuándo lo liberaron? ¿Fue aquel sello que rompió para poder avanzar en la mazmorra? No, imposible, se hubiera dado cuenta, entonces ¿que habrá sido? Todas esas palabras inundaban su cabeza, mientras que el misterioso ser que caminaba frente a ella empezaba a tararear una horrible melodía.
Una vez arriba, Aku los miro, y dijo –“Bueno, creo que aquí nos despedimos, pero antes, tengo algo que decirle a Kay”-, ¿Cómo sabia su nombre? Fue lo primero que pensó el joven, nunca se lo habían dicho, no será que este hombre era… y antes de poder finalizar esa hipótesis que llevaba dándole vueltas en la cabeza, Aku le hace un gesto para que le siga –“¿Puedes venir un segundo por favor?”- mientras se dirigía por el sendero que hace unas horas había desaparecido, el joven muy asustado y sin querer creer lo que sus ojos estaban viendo, lo siguió muy cuidadosamente hasta un lugar donde sus compañeros no podían verlos, a lo que el pálido hombre le dice –“ Olvidaste esto chico, si no me equivoco ¿era tuyo o no?”- entregándole la daga que había olvidado en las ruinas luego de habérsela lanzado a ese monstruo, aquella bestia que los había perseguido durante todo el infierno en la mazmorra…  efectivamente su hipótesis era cierta, esas dudas que lo asaltaron durante horas ahora estaban resueltas, aquella criatura que los había perseguido era nada más ni nada menos que el hombre que tenía en frente. Su cara palideció y su cuerpo no paraba de temblar, tenía a la mismísima muerte enfrente, no podía creer lo que veía, el terror inundo su cuerpo, estaba paralizado, no fue capaz siquiera de emitir sonido alguno, a lo que Aku, al ver esa reacción que claramente quería causar en el chico, dijo, antes de desaparecer en la oscuridad de la noche –“Nos volveremos a ver niño, espero que seas más veloz para la próxima, si, en verdad la razón por la que no te mate a ti y a tus amigos fue porque vi algo en ustedes que en ningún otro aventurero jamás había visto, en el pasado todos aquellos que escapaban de mí, usaban a sus compañeros como carnadas para poder escapar, pero el hecho de que el bigotón no te abandonara y que tu no soltaras a esa fastidiosa chica para correr, me dice que a ustedes no solo los mantiene unidos un grupo de exploración… es algo que va más allá de eso, esa fraternidad, ese CARIÑO… es algo difícil de explicar… pero en fin, nos vemos mocoso, no dejes que otros te maten, porque tú eres mi presa, Bomboyash ”- Dijo el hombre pálido antes de desaparecer entre la neblina.
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Capitulo 2.- Quienes somos
      - “Fue horrible… ¡HORRIBLE!, no sabes lo fuerte que golpeaba esa cosa Kay “-, dijo la chica del traje morado, mientras apuntaba con una alíta de pollo al joven de pelo castaño y al hombre de bigote frondoso, que, me parece es tiempo de ir llamándolos ya por sus nombres. Empezare en orden de aparición, al primero que nombre fue al Joven Kay, o el “Joven de pelo castaño”, este personaje es un aventurero certificado, sus atributos combinan la magia de bajo nivel con el arte del robo, el cual nace en el sur de Arziz, donde las temperaturas son ridículamente altas por su cercanía a uno de los fines del territorio, junto con el hecho de que habitan criaturas peligrosísimas y extravagantes, obligando a las personas que ahí viven, a desarrollar habilidades de sigilo para no ser percibidas tanto como técnicas de evasión efectivas para poder sobrevivir. Kay, vivió pocos años en la región sur, pero los suficientes para tener las aptitudes básicas de un ladrón, siendo ridículamente rápido y ágil, aunque débil hablando de fuerza física.
Ahora... toca… si no me equivoco luego nombre a Clid, o “La chica de traje morado”, ella al igual que Kay, posee el título de aventurero certificado, teniendo unas grandes aptitudes con la magia, específicamente con la necromancia, arte que consiste en poder utilizar el poder de aquellos que ya no habitan este mundo, pudiendo re animar cadáveres, robar energía y leer las memorias de aquellos que murieron hace ya mucho tiempo. Esta habilidad es poco frecuente, ya que en la antigüedad los patriarcas que solían practicarla fueron aniquilados casi en su totalidad por sacerdotes y nobles, que la consideraban una magia prohibida por su cualidad de revivir a los muertos, por ende, es muy difícil poder aprenderla hoy en día, a menos que te la enseñe alguno de los pocos archimagos que sobrevivieron a la guerra, los cuales para poder perpetuar en los años, implementaron su magia en complejos rituales convirtiéndose en Liches, los cuales son cadáveres con conciencia del mago que la deposito ahí, pero… siendo honesto, no es una magia que se recomiende mucho, ya que muy sabido es que estos señores  están situados en lugares muy peligrosos y difíciles de encontrar, sin comentar que son extremadamente huraños a querer enseñar sus artes.
Ahora, el tercero y último hasta el momento es Leizar, mejor conocido como el “hombre de frondoso bigote”, y vaya que lo es, un pelo castaño natural, muy frondoso que crece en espiral hacia sus puntas dándole un aire imponente. Leizar es un hombre… bueno más tirado para anciano, aunque él afirma haber salido de los 20 hace poco, información de la que todos dudamos…, pero nadie se molesta en decirle lo contrario, la última vez que Kay se lo dijo, este entro en una depresión casi por una semana, asique, mejor no sacarle el tema.
Él también tiene título de Aventurero certificado, teniendo registradas las aptitudes de resistencia y fuerza a niveles inhumanos, nada de magia, nada de trucos, solo fuerza bruta. Bueno, a Leizar si que se le podría denominar un gigante, mide 2 metros y poco más, acompañado de un fornido cuerpo, que lleva tatuados símbolos de la tribu de donde proviene, llevando grabado en su espalda lo que parece ser una frase escrita en un idioma que solo el conoce. Su espalda es adornada, bueno, era adornada por un enorme escudo de piedra que tenía grabado un ciervo dorado con el cual podía bloquear casi cualquier ataque y digo casi solamente porque lo único que no resistió fue aquel golpe del hombre vendado, que lo redujo a un mísero par de escombros. Después de perder su escudo Leizar no era el mismo, no señor, aquel majestuoso escudo que había pasado de generación en generación, ahora estaba hecho pedazos y su corazón también, cuantas aventuras habían vivido juntos para haberlas terminado así, tan drásticamente, por tanto, su actual objetivo es dirigirse al Oeste de Arziz para poder encontrar al anciano que hace siglos había tallado su escudo, para conseguir otro similar.
Así termino de contar, quienes serán los protagonistas de esta legendaria historia que estoy por narrarles, aunque la verdad la conozco hasta donde va, ya que aún no termina y dudo que termine pronto.
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Capítulo 1.- Las Ruinas de Arziz
 Nota:
-----Capitulo 1, hecho novela de lo que sera un futuro cómic, que empezare a hacer en vacaciones de invierno, y posterior, ojala les guste, subiré aproximadamente 1 capitulo por semana, les agradecería mucho que me siguieran para estar al tanto de esta historia !---
Se escuchan unas respiraciones agitadas junto con unos gemidos de cansancio, el calabozo, el cual había sido objeto de historias de terror durante siglos, ahora estaba siendo recorrido por 3 jóvenes… bueno, uno no tan joven, pero con el corazón de uno y… hmm no nos desviemos del tema… este monstruo de cien pisos tenía una extraña estructura laberíntica, ya que parecía estar diseñado en base al caparazón de un caracol.
Un joven de pelo castaño, el cual estaba todo magullado corría velozmente mientras llevaba en su espalda a una chica de traje púrpura que muerta no estaba, pero poco se movía, al punto que su respiración casi no se oía. Junto a ellos un hombre de bigote frondoso el cual tenía una cara de miedo inenarrable los iba dejando atrás en la marcha, al tiempo que lo que parecía ser un hombre vendado de pies a cabeza junto con muchas camisas de fuerza, un collar metálico en el cuello, que estaba unido con una cadena a una enorme bola de acero y tenía la boca llena de garfios abierta en todas direcciones los perseguía a un ritmo muy veloz. El chico grita lo que parece ser un encantamiento –“Freeze”- congelando un pequeño tramo del suelo, pero este obstáculo no fue impedimento para el hombre con las ataduras, pues lo salto como si nada, esto provoco el pánico en el chico de pelo castaño, pues, ya sin fuerzas poco podía hacer para frenar a lo que parecía ser una bestia imparable que estaba a pocos metros de alcanzarlo. Tras seguir corriendo unos 10 segundos el hombre de bigote el cual iba casi unos 50 metros más adelante le grita al joven de pelo castaño - “¡La encontré, es por aquí chico, la salida!”- mientras se queda esperando junto a una puerta grande muy deteriorada por los años, la cual tenía pinta de haber sido en sus tiempos de gloria un zaguán por donde pasaban solamente aquellos que estaban condenados a una dolorosa y tortuosa muerte, a lo que el joven cada vez más agitado y asustado responde –“¡No sé si llegue a tiempo viejo, esta cosa va aumentando el pique muy rápido y con Clid desmallada no puedo correr más rápido”-  a lo que la cosa, porque de otra forma no se le puede llamar, responde con un grito ensordecedor tratando de decir algo, pero aquellos garfios que le tenían los labios completamente rasgados y la boca abierta en todas direcciones le impedían poder formular una palabra correctamente.
        El Joven el cual estaba a punto de ser atrapado por aquella atrocidad se pregunta como algo o alguien, lo que sea que ocultase aquella fachada de vendajes y camisas de represión, podía ser tan ágil y fuerte estando en aquella deplorable condición, más aun cargando con una enorme bola de acero que como mínimo pesaba 100 kilogramos, llegando a imaginarse como seria esta situación si la bestia no tuviera todas esas represiones consigo y… claro, no había que pensar mucho para concluir que estarían muertos hace bastante rato ya.
La bestia, que ya había alcanzado al joven , se le acerco a la cara con la misma rapidez con que los niños corren a abrir sus regalos de navidad, aprovechando de estirar su lengua viperina para lamerle el cuello muy mórbidamente, con una gesto de placer en su ojo, esto fue más que suficiente para poder concluir el porqué esta criatura había sido tan reprimida, daba todos los indicios de ser una mente retorcida que sería potencialmente peligrosa para la humanidad, por lo cual el joven ante el pánico y con lo poco y nada de fuerzas que le quedaban grita otro encantamiento –“FLAASH”- el cual desprendió una efímera luz blanca que fue más que suficiente para segar el único ojo que tenía al descubierto la bestia, pero no hubo efecto alguno, ya que la bestia incluso cegada por la luz seguía corriendo casi por instinto, pero estaba enojado, se le notaban las facciones incluso tras esa densa capa de vendajes que tenía, era horrible, este comenzó a gritar de manera muy extraña e intimidante, al punto de que sería capaz de intimidar hasta al más valiente de los hombres, ahora si que iba enserio, pues lo habían dejado ciego, del único ojo que le quedaba, los años que había pasado encerrado en las profundidades del oscuro calabozo de Arziz, lo habían hecho olvidar lo que era un pequeño rayo de luz, por ende ese flash del aventurero lo habían dejado jodidamente ciego.
En un movimiento fugaz, la bestia tensó una de sus piernas y no tardó en dar salto directo a la puerta, golpeando al hombre del frondoso bigote directo en la boca del estómago, dejándolo sin aliento. El hombre, mientras se retorcía en el piso por el dolor, estaba perplejo, de lo rápido que se había movido aquella cosa, pues, en un cerrar de ojos este había saltado más de 30 metros y ahora estaba parado mirando directamente al joven de pelo castaño el cual se limitó a dejar a la muchacha a un costado en el piso, desenvainando una pequeña daga que llevaba en su espalda, preparándose para una batalla que sabía que no ganaría, ya que su oponente estaba completamente a otro nivel, era una bestia que hasta a el aventurero más experimentado le costaría vencer… entonces…que hacer… se pregunta el hombre del bigote frondoso mientras intenta levantarse del suelo.
Quien toma la iniciativa, tristemente no es el joven ni el hombre, menos la chica que lejos está de reaccionar, luego de haber recibido hace unos diez minutos, una patada directa de la bestia en el estómago. La bestia comienza la carrera hacia donde está el chico y este, temblando grita - “Toma a Clid, Leizar, y corran, soy el más rápido del grupo, tengo más chances de poder escapar que ustedes “- mientras que el hombre parándose aun en mal estado después de haber recibido esa patada, que para muchos hubiera sido mortal, de no ser por su contextura física y la armadura, grita, con todas sus fuerzas –“¡Joven Kay, como podría llamarme un hombre si abandono a uno de mis compañeros en combate!”- dijo mientras jadeaba, volviendo a tomar aire para gritar otra vez –“ ¡¿Somos compañeros o no?!.-, esto dejo relucir una sonrisa nerviosa en la cara del joven, mientras se preparaba para recibir lo que sería el primer impacto de la criatura, a lo que el hombre de frondoso bigote tomo su escudo del porte de un león y lo lanzo, con las fuerzas que le quedaban directamente a la cabeza del monstruo, antes de que este atacara al joven, que ya cansado difícilmente podría resistir un golde de la bestia sin terminar en un golpe mortal.
La bestia, que, ya dispuesta a matar al joven que lo había dejado ciego, se vio obligada a dejar a un lado su instinto asesino para bloquear ese enorme escudo que estaba a punto de volarle la cabeza, girando aquella bola de acero que le habían puesto hace más de 100 años... por una condena que... hmmm no me quiero desviar del tema, creo que no es el momento de contar la historia de esta bestia aun, ahora retomando la historia, la enorme y pesada bola de acero destrozo aquel majestuoso escudo de piedra que llevaba grabado un ciervo de oro, digno de ser cargado por un gran guerrero, dándole tiempo más que suficiente al joven de pelo castaño para posicionarse y lanzar su daga directamente a la cabeza de la bestia, acertándole justo en la frente, rasgándole algunas de las vendas que cubrían el rostro de este misterioso ser, haciéndolo caer rápidamente de rodillas de rodillas. Este momento fue crucial para el joven, ya que por fin la bestia estaba muerta y tenía que salir lo más rápido posible del lugar, por ende, tomo a la chica de traje morado, y la cargo en su espalda para luego dirigirse a ver el estado del compañero de frondoso bigote que debía tener una o dos costillas rotas como mínimo, nunca había visto a aquel titan de 2 metros en tan deplorable estado.
Al momento de que el joven de pelo castaño se acerca al hombre de frondoso bigote, la bestia, que mostraba señales de estar muerta, se levantó muy lenta y torpemente aun con la daga clavada en la frente, mirándolos con el otro ojo que le habían dejado al descubierto, dando la impresión de estar sumamente contenta, pero, aquellos ojos, y esa nariz que apenas se veía comenzar entre los ojos, dejo al descubierto que aquella bestia era claramente un humano, exacto, todo este tiempo habían estado corriendo de un humano, pero ¿Cómo? Como un hombre podría haber sido capaz de tales hazañas, como una estructura de carne y huesos, podía haber corrido cargando más de 100 kilogramos y aún más, haber sobrevivido a un golpe directo en el rostro de una daga de 15cm de largo, ¿Cómo? Era la pregunta que se realizaba el joven mientras observaba como el hombre vendado se golpeaba en la pared para sacarse la daga de la cara, mientras lo oía gemir de emoción.
Al cabo de unos segundos el hombre se extrajo la daga, dejándola caer al piso, y sin dejar pasar ni un solo segundo la cogió con uno de sus pies y procedió a cortar los garfios que le tenían la boca abierta igual como el estómago de una rata en un experimento de laboratorio , por consiguiente el joven no perdió el tiempo y aprovecho ese pequeño instante en que el hombre de las vendas estaba distraído para abrir la enorme puerta que estaba a su costado para salir lo antes posible de aquel laberinto que había sido un infierno para miles de aventureros durante siglos, antes que el hombre vendado volviera a su cometido, y que, ahora, sin las ataduras que lo reprimían, no tardaría en alcanzarlos para darles una muerte rápida e indolora.
En cuanto el joven y el hombre de bigote atravesaron la puerta, no dudaron en cerrarla y trabarla del otro lado lo más rápido posible para que aquel hombre vendado no saliera de donde estaba, porque... claro después de ver y oír lo que dijo la bestia antes de cerrar ese enorme zaguán fue lo que probablemente iba a ser la razón de muchas de las pesadillas que tendrían por mucho tiempo. - “Acaban de despertar al demonio más aterrador que la humanidad jamás ha presenciado”-  dijo el hombre vendado con una voz muy áspera dejando ver una sonrisa de oreja a oreja, mientras proseguía con el corte de ataduras, esa imagen, ese rostro cubierto por un cabello el cual no había sido cortado durante mucho tiempo, de color negro y muy seco, sería algo que este par de aventureros nunca podrá olvidar, como nos describe nuestro protagonista, aquel joven de pelo castaño.- “ Ver aquel rostro, era lo mismo que ver nuestra muerte grabada en aquellas pupilas dilatadas junto a esa sonrisa macabra, que parecía estarnos saboreando, antes de comernos, tal como hace una fiera con su presa”.
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