Sublime y melancólica...

Habla de nosotros.

M.

Recordaré las mañanas de despertar con esto. 

😂 Ya me vi.

when your crush posts a new selfie

Ella era de esas mujeres que, se queden o se vayan, calan duro y hondo. No tenía certezas de nada. Sólo me pareció que ella era una historia de esas por las que vale la pena morir. Y me dejé caer.

La poeta gorda.

Cada vez que respiraba, suspiraba, y cada vez que pensaba, pensaba en usted…

Juan Rulfo (via de-poesia-y-poetas)

A las mujeres hay que abrirles el balcón para que vuelen tras el amor.

Frida. Las siete cabritas.

Te permito todo, excepto que tengas miedo.

Sueño.

“Estoy en plena celebración interna por haberte encontrado.

(via musicwithbooks)

"Cuando una puerta se me cierra, yo la empujo con las nalgas. Las nalgas son el centro del universo".

-Cap. Nahui Olin

Que voy a saber de mi subconsciente voraz y cruel, que vas a saber tú de él reflejado en mis sueños, que vamos a saber de la química, física, dimensiones y saltos de tiempo que ocurren ahí a la velocidad de la luz.

Te volví a soñar.

He perdido la cuenta de las veces que te he soñado.

Días después te iba a buscar pero quién sabe que locura cruzaría por tu cabeza si lo hacía, preferí guardarme lo que te quería decir. Quería cerrar ciclo ahora sí y soltarte para mi bien. Entregarle al universo mis coincidencias y desavenencias. Pero la verdad no sabía cómo empezar, traía enredadas las ideas, las palabras en mi mente se borraron y así me quedé con las ganas de soltarte.

No dudo que pronto te soñaré otra y otra y otra vez.

Lamento ser cobarde y masoquista.**

No sé si es el vacío que se está apoderado de mi carne, no sé si mi mente está cansada de pensarlo, ni si es la memoria que se aferra inquieta saltando de un momento a otro. A veces creo que he dejado de respirar. No. Respiro aún. Duele respirar. Su ausencia cumple un mes. Su púrpura esencia se esfumó. Ya no duerme a mi lado. Ya no tengo motivos para escribir poemas. No dejo de ver la pared por horas, ni me aguanto las ganas de llorar, mucho menos de abrir una botella de wiskhey y maldecirlo, maldecir todas las flores que venden en la esquina, su libro olvidado de pasta verde, los lunes soleados y los domingos lluviosos. Hoy es lunes y hace frío. Esta noche no vendrá.

Estoy atrapada en el mismo espacio, contigo, en tu ombligo, en la misma eternidad, en la misma ansiedad, en la misma sombra, en el suave y adictivo perfume que queda en la entrepierna, en la distancia entre tu espalda y mis dedos; en el palpitar de los labios hermosos labios rosas después que te vas, en la agonía que causa tu lengua, en el vaivén de tus pensamientos, en la enredadera que adorna tu pecho. En las siete últimas palabras de despedida. En el murmullo del viento cada vez que cierro los ojos te escucho nombrarme, aquí estoy atrapada en tu voz, en ese momento cuando el universo conspiró para que nacieras. En el mismo espacio, contigo. Estoy atrapada en una hoja de papel.

Tú no sabías de mi cuerpo ardiendo cada vez que pensaba en ti. Tú no sabías de la emoción cual puberta cada vez que soñaba contigo. Ni de las veces que te leía. Tú no sabías de las ganas locas mezcladas con nervios en todo el cuerpo cada vez que escuchaba de ti, que oía tu voz, que te imaginaba frente a mí. Tú no sabías de las noches que pedía por besos tuyos. Tú no sabías de la ilusión que me hacía que escribieras sobre mí. Tú no sabías de las veces que no me permití perder el suelo y saberte real y humano, con ese defecto enorme y este otro que te encuentro. Que si lo pienso bien y me pongo a hurgar tal vez sea lo que me atrapó sin saberlo. Tú no sabías de las veces que releí esa parte donde revelabas los detalles de tu infierno y traté de entenderte. Tú no sabías de los impulsos inmensos cada noche de buscarte, citarte en ese momento y descubrir la fuerza que hay en tu piel. Tú no sabías del caos que a nivel personal estaba viviendo y que solamente quería unos brazos rodeándome. Tampoco sabía si podías y querías. Tú no sabías del labial rojo que usé varios días siguientes como símbolo de alegría después que como cubetada de agua fría supe lo que se trataba estar contigo, y justo ahí sentí cómo me rompí poquito, tú no sabías nada porque nunca me atreví a escribirte. Tú no sabías del hueco que me habitó los siguientes días. Tú no sabías cuántas veces quise que hubieras llegado en otro tiempo. Tú no lo sabías, yo no lo sabía. No era nuestro tiempo. **

A la vida le hacen falta más recetas compartidas, más palabras que ericen la piel, más amor de verdad, más sexo en la mañana, más abrazos de despedida, más besos a los que vuelves con un sonido, más secretos entre tú y yo, más y nuevas experiencias, menos lágrimas tiradas al asfalto, más sonrisas perversas, más canciones tarareadas en tu pecho. Más de ti. Más de mí.

Hace un año volví a nacer.

Pedí respuestas y lo sueño abrazando a una rubia. Minutos antes, tal vez horas, se atravesó el pensamiento que si hubiera elegido otra cosa tendría más motivos para celebrar la libertad y felicidad de esta etapa. No tuve respuestas. Surgieron dudas y motivos para acercarme y desear con mayor fuerza que sucedas M. **