La española pausó su plática, dedicándose así a observar detenidamente las acciones contrarias, las cuales provocaron que soltara unas sonoras carcajadas. Cubriéndose la boca en un intento de sosegar las risas, se giró para no darle la cara a la víctima de su compañía. “Yo no... Nada importante” negó, aún con la mano sobre sus labios. “Debí haber grabado eso” agregó, olvidándose momentáneamente de que se encontraba en un reality show.

           "Espera un segundo" Le hizo señas a quien estaba al lado de ella y, desde una distancia prudente, lanzó un canapés hacia uno de los presentes, al hacerlo, se volteó para hablar con su acompañante, riéndose en el proceso “¿Qué me decías?”

“Por Dios, Thay. Eres mucho más intenso con esto de lo que recordaba” bromeó, cruzándose de brazos. “Pero descuida, no me interpondré de que te adueñes de la pista... O quizá no tanto” arqueó sus cejas, tratando de lucir desafiante. Arruinando su actuación, emitió unas suaves risas, las mismas que se vieron opacadas por el cambio de música que surgió a su alrededor. No era el ritmo más movido, tal como ambos preferían, pero era lo suficiente para brindar un buen baile. “De acuerdo, príncipe bailador, espero que me conceda ésta pieza” y, sin realmente aguardar una respuesta por parte ajena, le tomó de la mano para guiarlo al centro. “Muéstrame lo que tienes” mencionó mientras se giraba, quedando frente a frente con él.

“Creo que ese título deberás compartirlo conmigo porque cuando yo bailo,me adueño del lugar y no dejo que nadie se interponga” Apunto hacia la pista de baile, mientras reía ante los comentarios de la española que vaya le había conocido grandes características en el lugar “Yo nací para ser estrella pero me ha tocado ser príncipe y no puedo luchar contra eso” Pero como bien podía mencionar, no era cuestión de aptitudes sino algo con lo que divertirse “Claro que lo haré, tengo que demostrar a que he venido” Imitó pasos de baile mientras estaba con la contraria escuchando la melodía “Aunque tendrías que bailar algo conmigo, aunque sea un vals, tenemos que hacerle honor a la canción que fue escrita en tu honor”

“Bien, bien, ¿prefieres que haga una encuesta? Estoy por ir con aquel grupo de chicos para preguntarles qué tal te ves, sólo para corroborar mis palabras” señaló hacia su costado, donde un par de jóvenes convivían alegremente. Retomando su sonrisa, extendió el brazo para apretar una de las mejillas ajenas con su mano en un tierno gesto. “Gracias, Dim” dijo, sinceramente. Enseguida, frunció el ceño, cambiando así su semblante drásticamente en menos de cinco segundos. “¿Qué? Oh, mierda... ¿Quieres hablar de ello?” cuestionó, no queriendo forzar nada para su amigo.

“No es que dude de ti, pero eres como una hermana perdida, por supuesto que me dirás que me veo bien” Una sonrisa mas grande creció en sus labios al escucharla reír, la miro mientras lo miraba a el. Para el rumano, ella era casi un ángel. “No digas eso, te ves asombrosa” Volvió a elogiar Dimitrie antes de escuchar su pregunta, la cual trato de evitar pues, no había sido muy agradable. “Ehh…si, si no fuera porque yo y Dominik nos pelamos el primer día.”

Salomé no iba a caer en la tentación. No lo haría. No. Y para eso necesitaba huir en cuanto antes. ¿Cómo había llegado al área del bar en primer lugar? Ni ella lo sabía. Bufando, dio media vuelta, y colisionó de frente contra alguien al instante. “Lo siento, lo siento, lo siento” se disculpó rápidamente, retrocediendo un par de pasos casi con torpeza. Debía retomar la prudencia, por su propio bien. “Yo sólo... ¡Oh! Hola, Krizstián” saludó al ahora príncipe identificado, alzando apenas las comisuras de su boca en una sonrisa.    ( princekrizs )

supergirlmel:

I take a memento from every project I’m in. For example, I kept my New Directions jacket from Glee. And after we finished Whiplash I kidnapped J.K. Simmons.

Al descubrir quién era aquel chico que intentaba rapear en soledad, su sonrisa se ensanchó involuntariamente. “Hola” saludó de vuelta, acompañando su voz con un gesto de mano. “Es bueno verte” agregó mientras caminaba hacia el contrario, acortando un poco las distancias entre ambos. “¿Qué fue todo eso, uh? No sabía que tenías complejo de rapero” bromeó, tratando de controlar su nerviosismo. Mierda, parecía que volvía a tener dieciséis años.

   sorprendido ante las risas ajenas, volteó; & de manera automática e inconsciente sintió como sus mejillas ardían, un poco, pero igual lo hacían. perplejo, se quedó mirando a la chica. (( era un hecho, ni si quiera el alcohol había sido capaz de aliviar la vergüenza que se apropiaba del príncipe en aquel momento. ❝ hola… ❞ pronunció entonces con su mejor sonrisa, sin darse cuenta que, los nervios se le escapaban & también que, probablemente estaba quedando como un idiota.

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@martekv: @salomerreal estoy muRIENDO IGNORADA... mi voz se cansó de tanto gritar.

@martekv: @salomerreal #eresmala

@salomerreal: @martekv hey, ¡no me culpes! en las películas siempre funciona... ¿o no? #oops

“Yo no he bebido en lo absoluto, así que, en mi completa sobriedad, puedo decirte que estás ebrio” reafirmó con una sonrisa burlona en el rostro. Era muy divertido tratar con personas pasadas de copas, o al menos ella lo consideraba así. 

“No, no estoy ebrio… es solo que no has bebido lo suficiente.” Por este tipo de cosas era que el se protegía tras su postura diplomática: el Frederick con varias copas encimas, era sumamente distinto a ese hombre serio que era la mayoría del tiempo.

Salomé había salido a tomar un poco de aire, y a su vez porque necesitaba mantenerse alejada de toda bebida alcohólica por unos minutos. A veces tenía malos ratos, en los que la tentación de ingerir era fuerte, mas no quería que aquella noche se tornara de ese modo. Así que se encontró en el exterior, presenciando algo realmente inesperado. Incapaz de controlarse, unas suaves risillas se abrieron paso de entre sus labios tras escuchar la rima del chico. “Lo siento, lo siento, no quería... interrumpir.”

  afuera del palacio, solo, junto a una botella media vacía en la mano. así se encontraba el castaño en aquel momento, disfrutando de su compañía, pese a que sabía que todos se encontraban divirtiéndose adentro.  ❝ el vino esta fuer-te, me arde el vien-tre y te improviso porque no soy creyen-te ❞ soltó de la nada, en un intento de rap que, resultó un completo fracaso — sin caer en cuenta que justo había salido alguien al lugar.

“No lo digo sólo por eso, ¿cómo dudas de mí?” rió por lo bajo, separándose del cuerpo contrario para así poder verle al rostro. Estuvo a punto de despeinarle el cabello, a modo juguetón, pero lo pensó dos veces al imaginarse que el rumano había pasado tiempo arreglándolo. “Oh, muchas gracias, hago lo que puedo” dijo mientras alzaba con simpleza uno de sus hombros. “¿Cómo has estado? ¿Te instalaste bien en la mansión?” quiso saber, saliendo a la luz su lado protector. El chico era sólo tres años menor que ella, pero se sentía con cierta responsabilidad hacia él. Además, no ayudaba que fuese uno de sus amigos más cercanos y queridos.

Al notar que era Salomé un alivio recorrió el cuerpo del rumano, pues sabia que ella de ninguna manera reaccionaria mal ante una critica o comentario suyo. Ademas, desde que había llegado al reality no se había podido encontrar con ella, sintió sus brazos y el rumano la abrazo de vuelta con fuerza, la extraño demasiado. “Se que dices eso por que eres mi amiga.” Aun que se había preparado con anterioridad, a Dimitrie le costaba aceptar tales comentarios. “Tu te ves preciosa. Salida de un cuento.”

“Oh, ya sabes, estoy dejando mis buenos pasos de baile para el final. Quiero cerrar con un broche de oro” hizo un ademán con su mano, como si su idea no fuese la gran cosa; idea que, por cierto, era mentira. “Concuerdo en que deberían poner algo más movido, estoy ansiosa por verte bailar... Y escucharte cantar. Al parecer te gusta hacer mucho eso últimamente” sí, esa era una clara indirecta a todos esos mensajes de texto que le eran enviados por él. “Serías la estrella del reality si lo hicieras, eh.”

Se había hecho de un par de amigos ya en el recinto, eso le funcionaba bastante bien a la hora de asistir a eventos como ese, dónde la sociedad vaya que hacía sus apuestas y sobretodo tratándose de un reality como en el que estaba. Mientras disfrutaba su estadía ahí moviendo sus pies al ritmo de la música, la princesa de España, Salomé, apareció en sus oídos dibujando una sonrisa grata en él “A veces hago tiempo en mi agenda” Asintió como si fuera reverencia aunque estaba claro que bromeaba “Todo va genial, la música no me ha defraudado aunque si me pusieran algo más movido sería mejor” Pues el baile le gustaba, no como oficio, pero disfrutaba mover su cuerpo al compás de la música. “¿Cómo le va a usted? Creí que sería la reina de la disco”

“Hey, hey, ¿estás bien?” cuestionó de inmediato a su amigo, esbozando una cálida sonrisa. Salomé no había visto al príncipe con anterioridad en el reality, pero un “te extrañé” y “me alegra verte” ya quedaban de sobra, siempre estaban implícitos. Ésta vez, para demostrarlo, lo estrechó entre sus brazos sin pedirle consentimiento. “Luces muy guapo, ¿ya te lo dijeron?” comentó, esperando poder tranquilizar un poco al contrario. No tenía que ser psíquica para notar que no se encontraba cómodo. 

Segunda vez. Segunda vez que venia al evento que daba comienzo al reality y a diferencia de la primera, esta era con trajes formales y con la gente de Francia, lo que provocaban que Dimitrie se pusiera aun mas tenso. El evento ya había empezado, mas el no podía entrar. Dándose animo así mismo, después de varios minutos cuando ya la mayoría había entrado, el rumano paso por las grandes puertas y de inmediato se fue a uno lugar que no llamara tanto la tensión pero inevitablemente se encontró con alguien. “N-No logro acostumbrarme a estas cosas.”

Con una copa llena de agua en su mano, la española caminaba sin rumbo por el enorme salón, saludando a sus conocidos y allegados. Estaba disfrutando del baile, meses habían pasado desde su último, por lo que se encargaría de pasarla de maravilla. “¿Disculpa?” pronunció, pausando abruptamente su andar, enfocándose en la princesa de quien le pareció escuchar un murmullo. No la reconocía, pero eso no significaba que no podía entablar una conversación con ella.

La armenia se despidió de aquellos que la habían escoltado hasta la puerta y se adentró en el salón, sosteniendo parte de su largo vestido con una mano. ❝Demonios, no veo nada❞ murmuró, quedándose de pie en medio de la celebración. Y es que entre el ajetreo del maquillaje y el peinado, había olvidado colocarse sus lentes de contacto. Así que, como pudo, tomó una copa con champan y se dedicó a tomar en la oscuridad.

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@martekv: cuando te quedas encerrada en algún lugar del palacio... el cual no tienes idea que es ni como salir de él... #martecosas

@salomerreal: grita, alguien tiene que escucharte en algún momento. #nomesorprende