leandre.

 sostiene prenda entre punta de sus dedos, camisa de seda que se debatía mentalmente si sería del agrado de alguno de sus primos o no. poco interés le toma a palabras que resuenan a su derecha, pequeño sonido que parte de su garganta como único indicio de que le escuchó. “ ¿vas a dejar caer tus cosas para que las levante y comience la historia de amor? ” pregunta irónica se desliza de su lengua, colgando prenda nuevamente junto al resto, índice sorteando entre la infinidad de colores y distintos cortes, aún inseguro. " no me quedaré robándote espacio por mucho tiempo ” agrega, girando rostro para echar rápido vistazo a acompañante. “ solo estoy buscando un regalo ”

se ríe entre dientes ante interrogante, solo bastaba con observar el rostro contrario para denotar su edad: era mayor, ¿no era patético que aún concursase en programas como aquel? siquiera que siguiera estudiando ya le resultaba ¿defectuoso? atrasado. un fracaso. ‘ no me gustan de tu edad, así que descuida ’  chasquea su lengua contra su paladar en negativa, dando un paso hacia atrás para alejarse de perchero donde tesoros se ausentan. ‘ no recuerdo haber preguntado que hacías,  ’ carece de respeto por rangos etarios, mala educación ( sí ), más se guía por admiración y valía, y a su juicio, el tercero podía ser catalogado como escombro. nuevamente entre sus dedos se encierra prenda oscura, moviéndola para observar. ‘  ¿o son delirios de gente mayor? ‘

prim​.

atención va exclusiva a artículo que sostiene ( con la confusión de si gustará o no plasmada en facciones de porcelana ). por ello es que llamado toma por sorpresa, haciéndole tomarse tiempo suficiente para elevar mirada, e incluso tardando un poco más de lo que le gustaría en entender discurso masculino. ‘ ¿crees en el destino? ’ atina a decir, desviando entonces y optando por dejar prenda en su lugar inicial. pliegues se marcan en su entrecejo, tomando nueva camiseta y sosteniéndola hacia el frente, como quien visualiza una posibilidad. ‘ ¿te puedes probar esta camisa? por favooor. ’ por que quiere asegurarse de que quede bien a hermano mayor y contrario parece de su misma complexión. 

‘ no. ’ sentencia. frialdad y decisión se dejan ver en negativa, es un tono de voz que se pronuncia como piedra que choca contra el mar ( de golpe y fuerte ), arrastrada por la gravedad. sus manos detienen su andar ágil entre prendas, más hallazgo no es decisivo para el deportista, pasando a la siguiente. ‘ ¿acaso tú sí? ’ interroga burlón, una de sus cejas se eleva, pero es escondida por cabellera. su indagación / búsqueda se ve interrumpida por requerimiento femenino y una mueca molesta se dibuja en sus labios. ‘ es horrible, ¿estás bromeando? ’ responde rápido, observando solo por rabillo de su orbe el tesoro de la contraria. ‘ ¿a quién odias tanto? ’ 

daeseong.

pensaba si debía cambiar accesorios de su armario, estaba harto de vestirse siempre con lo mismo, pero los precios hacían que se sintiera como un payaso. tenía la tarjeta para gastar, sí, pero no era ese tipo de personas. voz que no logró reconocer se dirigió entonces a su persona, entrecejo se arrugó con sutileza cuando sintió mirada sobre él. ah, esa frase la había escuchado tantas veces antes: solo que seguido a las palabras, venía un puñetazo, un empujón, algo que no quería vivir ahí frente a todos los del proyecto. resopla, permitiéndose un paso hacia atrás.  “ yo — uh, no te preocupes, ya me iba. ”  es lo primero que atina a decir, sin embargo, le sonó bastante patético de su parte, como si el joven de secundaria volviera a nacer por sobre su adultez.  “ o no. es un lugar libre, ¿sabes? podemos estar los dos aquí. además, es probable que yo haya llegado primero. ”

ceja diestra se levanta junto a comisura de sus labios, es tenue y casi imperceptible, mas tras los músculos de su rostro la sorna se pinta. ve en el contrario una presa fácil, un juguete novedoso. ‘ ¿te eché? ’ interroga, subiendo su mirada desde las prendas que se paseaban entre sus dígitos hasta el tercero, deteniendo el andar de su mano. ‘ porque no recuerdo haberlo hecho, ¿sufres de paranoia? ’ interroga, falso es el interés que se expresa en su vociferación, solo juega con el tercero y una pasividad que no existe en sus entrañas / intenciones. ‘ estoy seguro que podrías tratar tu problema, uh, los demás no tenemos la culpa ’ suspira, pesado y abatido, solo falsedades. se ha encerrado en un juego de actores en el que carga premio y costumbre desde su infancia. ‘ hasta me hieres ’ vuelve a bajar su atención, esta vez separando una chaqueta de una camisa. basura.

subin​.

desvía su vista de prendas una vez la voz ajena interrumpe sus pensamientos, dirige su mirada hacia su interlocutor y sonríe un poco. “casualidades de la vida ¿no? tantas universidades y elegimos la misma… peor aún escogimos de las facultades que fueron metidas al proyecto” dice listando las cosas que los llevaron a ambos a estar en la misma situación, pudiendo estar viviendo una vida totalmente distinta.

sus orbes se tiñen de blanca tonalidad, era la ironía la que había vestido su labia y, como costumbre, no había sido reconocida por un tercero. ¿problema propio? no, siempre de un otro. de él, en este caso. ‘ brutalidad del destino ’ dramatiza, finge cargar dolor del que carece. ‘ debes tener una vida realmente sufrida, ¿no? quizás puedan conseguirte un terapeuta ’ su voz resuena fría y sin expresión alguna, mientras sus dígitos pasan vestimentas. 

haru! aquí tu admiradora secreta, o como le digan a eso. sí, te doy como pista mis pronombres, pero eso es todo lo que me sacarás. ya sabes cómo funciona esto: yo pregunto, tú respondes, ¿ok? verás que la pasas bien. primero, dime cuál es tu actividad favorita, tu programa favorito (¿¿o libro?? lo que gustes) y qué power ranger querías ser de niño

‘     mi actividad favorita es coleccionar bolsos de marcas costosas o comprar bufandas ( bah, pero eso es en invierno, uh ). me gustan los libros, sí, especialmente de literatura latinoamericana, ya sabes, josé donoso, borges, octavio paz, ruben dario, pero sería un reto comprarme algo que no tenga ya. y no veía programas infantiles, la televisión mata neuronas, ¿a ti te mató? estoy preocupado. 

aquel lugar ( santuario de muchos, suplicio de pocos )  era uno de los tantos recorridos que el menor de los park evitaba, aún es capaz de oír solicitud materna de ser compañía, más, la indiferencia vestía cada una de las negativas que profesaba sin dudar. quién lo diría, allí, encerrado con desconocidos y eligiendo un obsequio para un/a don nadie. trágico. ‘ ¿no es gracioso? ’ interroga a nueva ( no deseada ) compañía. ‘ tantas tiendas para escoger, tanto espacio ’ mueve sus dígitos entre las prendas, una tras otra, buscando algo lo suficientemente atractivo para un otro, como si le importase. entonces, eleva su mirada y la posa sobre su compañero. ‘ y elegimos la misma ’ romántico, patrañas.