Podría besarte cada vez que te veo

Me gustaría tener tu cuerpo sobre el mío, sin nada que se interponga entre nosotros, piel con piel

Sentirte tan cerca de mi, acariciarte lentamente, mientras lamo y beso cada cm de ti

Mi cara entre tus muslos, saboreando cada gota

Escucharte gemir y decir mi nombre entre jadeos, pidiendo más, implorando que no me detenga

Abrazarte mientras concilias el sueño e incluso en sueños hacer que no pares de desear mis dedos, mi lengua y mi sexo

Que harías si te dijera qué

He soñado contigo, más de una vez.

Sin importar el lugar, ni el tiempo siempre termina igual.

Tu cuerpo junto al mío ardiendo en deseo de más,

Nuestro aliento mezclándose entre jadeos y gemidos

Espaldas arañadas y labios amoratados

Piel con piel con ganas de seguir saboreandose entre sí

Manos curiosas indagando cada centímetro

Llegando a zonas prohibidas

Provocando solo placer

Voces entre cortadas

Murmurando y exigiendo más

Oleadas de calor y frío con el roce de cada caricia

.

.

.

Que ganas de cumplirlo y no dejarte ir

Te dije que te alejaras de mi...

Día 5 Sentí un aliento cálido cerca de mi oído, un brazo sobre mi cintura y una pierna entre las mías. Sonreí tímidamente al recordar lo que había pasado en la noche, traté de girarme lo más lento posible para no despertar a Andrée y mirarle mientras dormía. Al hacerlo recibí un beso en mis labios y un apretón de nalga, ya se había despertado o yo lo hice al moverme... Tenía una mirada traviesa e intuí que estaba pensando, me ruboricé de pensar en repetir lo de anoche

J: Qué.. qué piensas? - aún así pregunté, quizá solo eran ideas mías... ¿No?

A: Qué me gustaría muchísimo repetir lo de hace rato y seguirle en la bañera...- deslizando una mano por mi abdomen y jugando con mi pecho - quieres?

J: T..t .. E-eres muy horny.. cierto?- sonreí nerviosa poniendo una mano en su mejilla

A: Si, lo admito, y verte así me pone más...- dijo moviendo un poco su cara tomando mi dedo índice entre sus labios, lo lamió y le dio un mordisco, solté algo entre gemido y suspiro, lo que provocó que Andrée riera, sin dejar de mirarme a los ojos.

J: Bueno...si me gustaría darme un baño - respondí evitando su mirada, cohibida. La verdad si quería hacerlo otra vez, muchas veces en realidad, pero me daba vergüenza admitirlo. Con su mano a medio camino de mi vientre, a punto de besarnos, con la respiración irregular, dimos un brinco al escuchar unas voces muy familiares fuera de la cabaña.. nos quedamos pasmados y con los ojos bien abiertos. Si nos veían, cómo podíamos explicar esto? Lo entenderían? Lo aprobarían?

J: Carajo, carajo, carajo! - salí de la cama lo más rápido posible y empecé a buscar mis cosas. Andrée solo estaba con los brazos detrás de la cabeza mirándome, le arrojé una playera, se encogió de hombros y exasperada volteé los ojos - muévete, quieres? Si nos ven que les vamos a decir?

A: te ves linda cuando estás asustada - asustada dice? Estaba aterrorizada, como es que estaba tan tranquilo ahí solo mirándome. - Calma, no van a pensar mal. Ven, solo siéntate y espera - dicho eso se puso la playera que anteriormente le tire en la cara, agarró un short que apareció muy rápido, casi mágicamente detrás de la cama, lo que me dejó pensando cómo podía recordar donde dejó sus cosas, yo apenas si pude encontrar mi blusa. Desapareció detrás del biombo y me metí en la cama para ocultar que no tenía nada debajo. «Qué estará pensando?» Obtuve una respuesta casi inmediato, regresó con la lap bajo el brazo y el cargador en la mano

J: Qué crees... - no me dejó terminar de quejar cuando empezó a explicar su plan

A: Diremos que nos quedamos dormidos viendo una película aquí, ya nos llevamos bien y todo blablaba, si preguntan cómo pasó, déjamelo a mi, tú solo asiente y cuando veas una oportunidad agregas algo más a la historia va? Obviamente debemos omitir lo que pasó.. al menos por ahora - me guiñó el ojo. Podría funcionar, solo había un detalle..

J: Okey, pero y mi ropa? Estoy sin nada debajo de la cobija solo por la blusa...

A: MMM que tentador - dijo con una mirada lasciva

J: Basta... - dije sin poder ocultar que me había hecho sonrojar. Me sonrió perversamente - Ya, no crees que si ven mi ropa tirada van a sospechar?

A: Tal vez - Encogiéndose de hombros nuevamente, colocó la lap y el cargador en la mesa. Le dediqué una mirada suplicando, suspiro - de acuerdo, es divertido molestarte pero con esa mirada, tu ganas.. por suerte se dónde quedaron tus cosas. - dicho eso me dio mis pantis y mi short. Se metió del otro lado de la cama y nos acomodamos justo a tiempo cuando la puerta se abría

Jo: Hola? Ya llegamos, Joss, Andrée?

R: Deben seguir durmiendo..

Jo: Pues aquí no están - estaba en la otra habitación, y si no se la creían? Por qué rayos veríamos una película y terminaríamos en la cama matrimonial? empecé a temblar, Andrée lo notó y acerco su mano a la mía, nos habíamos puesto de espaldas una contra la otra, para disimular un poco más. Escuché los pasos de Joan, estaba caminando en dirección a Andrée, me dio un apretón y me soltó. «No...» - Andrée, despierta cariño, ya llegamos... -susurro, seguramente si estuviera dormida no lo habría escuchado

A: Ma, qué.. qué hora es? - dijo bostezando, fue tan real, hasta yo me lo creí. - Ma Llegaste! - dijo un poco más fuerte y salió de la cama

Jo: Shh! La vas a despertar. Cómo estuvieron las cosas por aquí? Admito que esto es una gran sorpresa, quiero pensar que ya se llevan bien... no ?

A: Si, tenías razón. Solo tenía que dejar de ser tan cerrado

Pero de que estaba hablando? Sería parte de la historia que se inventó ? Cansada de fingir que dormia intenté disimular que me habían despertado, me estiré en la cama y volteé a verlas

Jo: Oh cielos, perdona Joss, te despertamos - dijo dándole un suave golpe al brazo de Andrée, me dió risa y ambas me miraron extrañadas

J: Está bien, me alegro que ya estén aquí. - Me incorporé en la cama - y mi papá?

R: Acá linda, estoy en la cocina. Salgan ya de ahí, vamos a desayunar en familia. - Joan fue la primera en salir, pero antes dijo algo de cambiarnos y sonrió... Sospecharía?

A: Tranquila, no creo que sospeche. Lo dice porque estamos en "pijama" y casi no le gusta desayunar de esa manera. Además, tu papá tal vez no sepa que soy..mm bueno, tu sabes, le dije a mi mamá que yo le diría.

J: Siendo así, dudo que estuviera tan relajado dejándome sola con un chico.

A: Seguramente mi mamá lo convenció de que no soy mal chico.. - empezó a caminar hacia mí, su mirada de nuevo se había puesto muy perversa.

... y que jamás te tocaría sin tu permiso - su cara estaba muy cerca de la mía, me dio un beso rápido y un apretón en la nalga! Que descaro decir eso, y a la vez hacer lo contrario. Abrí la boca para reclamarle, pero salió y se fue a cambiar. Hice lo mismo ruborizándome cuándo en ratos me acordaba de la noche.

Te dije que te alejaras de mi...

Mi mente daba mil vueltas, Andrée era mujer, una parte de mi eso no importaba en lo absoluto, tenía mil preguntas, y quería abrazarla. Seguro lo pasó difícil y si por eso la mayor parte del tiempo se aislaba de los demás? Y confía en mí, lo suficiente como para mostrarlo

A: Si, no se si comprendas bien la situación, pero así soy realmente, me siento más cómodo en mi piel ahora, y si es mucho para ti, entiendo si no quieres hablar.. - cerré la distancia que había entre nosotros, aparentaba ser fuerte, pero algo me decía que por dentro se sentía mal. Rodeé su cuerpo con mis brazos

J: Me gustas, sin importar que... - dije contra su cuello, si mi declaración era tomada de la forma correcta o no, pasaba a segundo plano, lo primero era conseguir que supiera que sin importar nada, siempre sería importante para mí.

A: Joss... Acaso tú? - no dejé que terminara la pregunta, levanté la cara y le di un beso fugaz. Me hice para atrás sintiendo mi cara arder y en mi estómago como si estuviera en una montaña rusa. Aunque fue algo rápido mi corazón latía a mil por hora, en un abrir y cerrar de ojos, me tenia por el cuello, besándome, su lengua se abrió paso entre mi boca. La sensación era tan abrumadora, di un paso atrás chocando con el sillón, estaba a punto de caer, Andrée en un movimiento rápido me giró y fuimos a parar al sillón, ella sentada y yo encima, empezó a deslizar sus manos sobre mis caderas y siguió besándome, paso a mi mandíbula y descendió hasta el cuello, solté un gemido y me hice para adelante, avergonzada me tapé la boca.

A: No te tapes, déjame escucharte más... - con su torso desnudo y sus besos recorriendo casi todo mi cuerpo, algo en mi interior se encendió y se apoderó de mi, le devolvía los besos mientras mis manos subían por su cintura, sintiendo cada centímetro de su piel con mis manos, subí hasta su cuello y enredando los dedos en su cabello tire suavemente hacia atrás, dejando que su cuello quedará completamente expuesto a mi, bese la comisura de sus labios, bajando lentamente hasta su clavícula, succionando su piel, le iba dejando marcas ahí donde le besaba primero. Ya no sabía de quién eran los gemidos, a veces solo eran de una, en otras los gemidos de ambos se funcionaban y el deseo por prolongarlos aumentaba. Nuestras caderas empezaron a moverse al mismo tiempo y el ritmo aumentaba y disminuía..

En algún punto colocó sus manos alrededor de mi trasero, sobando y después me nalgueaba, lo que me hacía volver a gemir, provocando que le diera mordidas suaves y a veces más fuertes en el labio, y cada que lo hacía soltaba un gruñido y volvía a nalguearme, el juego continuó así un rato, hasta que se separó de mi y me miró

A: Déjame llevarte a la cama...para más comodidad. - Ni tiempo me dio para asentir, fijó bien mis piernas a los costados de su cintura y agarrándome firmemente del trasero, para que no me resbalara, me cargó hasta la cama matrimonial. Me acostó y se puso encima de mi a horcajadas, me beso tiernamente en la boca y tomo mi cara

A: No creo poder detenerme ahora, pero no quiero hacer algo que no quieras... - sabía perfectamente de que hablaba. Nunca había estado físicamente con nadie, así que una parte de mi lo ansiaba pero también estaba nerviosa, no quería arruinarlo..

J: S-si, si quiero... Solo que sería mi primera vez...- me tape la cara con ambas manos al admitirlo. Andrée me tomó de las muñecas y las puso a cada lado de mi cabeza

A: No me importa, seré cuidadoso, te daré todo el placer para que lo disfrutes mucho y quieras más. - me guiñó un ojo y empezó a besarme mientras desabrochaba los botones de mi short, me quitaba la blusa y el bra, dejándome en calzones solamente, procedió a quitarse la ropa que le quedaba también. Se puso entre mis piernas y empezó a besar mis múslos internos, mientras con sus manos jugaba con mis pezones, la sensación era tan abrumadora que me dejé ir... Cerrando y abriendo los ojos, por inercia y por curiosidad para ver su cara cada que me volvía a besar, saco la lengua y empezó a lamerme, me retorcía ante esa experiencia, se sentía raro pero quería más, siguió lamiendo y mirándome tan lascivamente, todo en su mirada y su cuerpo me seguía excitando, no era suficiente, quería más, quizá se lo llegué a pedir, o me leyó la mente, deslizó la mano por mi vientre e introduciendo un dedo en mi zona, solté un gemido tan fuerte que no reconocí. Mis caderas empezaron a moverse con frenesí, aún con su dedo dentro, subió hasta mis pezones besándome, succionó uno mientras al otro le daba pellizcos. Sentí algo diferente y me dejé ir... Sin mirar que era Andrée me acunó en sus brazos y me beso la frente. Mis ojos se sentían pesados

A: Duerme.. - fue lo último que escuche antes de sucumbir en la oscuridad..

Te dije que te alejaras de mi...

No tenía más preguntas, o al menos no que me animara a hacerlas y que Andrée quisiera responder, así que me fui a las básicas de que le gustaba más de comer y cosas así. Cada quién estaba de su lado de la cabaña, con música a volumen medio y supongo que también estaba decidiendo que preguntarme... Después de 10 minutos, escuché a Andrée acercarse al biombo, tocó como si fuera puerta y dijo:

A: Continuaremos con el juego de ayer o quieres hacer uno más sencillo para que las preguntas no tarden tanto? Podía ver su sombra, estaba de perfil, tal vez con una mano en el cuello, ya que podía ver el codo de su brazo a la altura del pecho. Me quedé pensando en su pregunta, tenía razón, si jugábamos Jenga tardaríamos mucho en responder las preguntas.. que podría ser más rápido? Al mismo tiempo que pensaba en que juego sería, lo dije:

J: Podría ser gato o un piedra, papel o tijeras - me rei, ya que lo decía más en broma que sugerencia.

A: Una y una. - fue su respuesta y se marchó, pero antes agregó - ya están mis preguntas. Había sido rápido! Y yo seguía atorada la 8. Por suerte había guardado varios ss de preguntas para conocer a alguien, no todas las había leído así que cuando empecé a checar que decían, algunas me parecían un poco filosóficas... «Quizás en otra ocasión...» terminé de escribir las últimas 3 y salí. Andrée estaba sentado en el sillón junto a la chimenea, había puesto una hoja blanca y había bolitas de papel en el centro. En otra mesa había puesto bebidas y botana.

J: qué es esto? - señalé las bolitas de papel

A: Para darle más emoción al juego, nosotros no elegiremos las preguntas, las sacaremos al azar, asi que a falta de dado hice estos. - okey, eso sería interesante y alarmante, me estaba empezando a dar nervios que se burlara de las preguntas, también aumentaba mi curiosidad sobre que habría escrito. Me senté frente a él, en otro de los sillones.

J: Empecemos.

El primer juego fue el del gato y quedamos en empate, así que con piedra papel o tijera se decidió quien tenía la primer pregunta. Me tocó a mí, y al sacar papelito fue el 6 una sencilla, suspiré y leí en voz baja

J: Qué comida te gusta más? - volteé a verlo y le sonreí tímidamente.

A: Mmh, no lo había pensado. Pero soy mucho de pastas

A: Interesante... - fue lo único que se me ocurrió en respuesta, pero en parte lo era, ya que también me gustan a mí, grabé esa respuesta en un lugar de mi cabeza para futuras ocasiones. - siguiente. - Jugamos gato nuevamente y está vez le tocó preguntar a Andrée, aunque está vez me pareció que realmente quería ganar, tomó su papelito, se aclaró la garganta y un pequeño rubor cubrió sus mejillas..

A: Qué fue lo primero que pensaste cuando me viste...?

«Debería contestar, o tomar una de los tres pases ? Y si alguna es aún más personal?! Mierda, no quiero que sepa que pensé...» Tragué saliva, le diría la verdad... Con algo de alcohol para quitarme los nervios estaría bien... Volteé a ver qué bebidas había dejado. « Excelente, esto servirá» tomé un shot y lo miré.

J: Pensé que eras muy atractivo y que debías ser problemático. Tú cara decía no me hables pero aun así era como un imán para muchas personas y yo no era la excepción. Siempre quise conocerte... - el shot si que me había dado valor para hablar, pero el efecto pasó rápido, eso último lo dije bajando la mirada y susurrando, sentí como me ruborizaba, Andrée no decía nada... Levanté la cabeza y abrí la boca para decir algo, pero su posición me dejó congelada, se estaba cubriendo con una mano media cara y su cabello le cubría también, solo podía ver pequeñas partes de su piel, estaban rojas... Estaría avergonzado por lo que dije?

A: Siguiente... - dijo entre una falsa tos, aún tapándose la cara. Con la otra mano, cerró el puño. Tres empates, y al cuarto de piedra papel o tijera y volvió a ganar él. Seguía con las mejillas sonrojadas y al ganar se le salió una pequeña sonrisa de lado, tomó su papelito y me miró a los ojos al de leer la pregunta:

A: Qué harías si supieras que no soy.. lo que ves...? - su mirada se había vuelto seria. Tenía la mandíbula apretada. Pero a qué se refería con esa pregunta? Apenas iba a indagar en eso cuando empezó a quitarse la playera.

J: Q-qué, qué... QUE ESTAS HACIENDO!?? - me tapé los ojos, recordando esa vez en el baño.

A: No soy lo que crees... Mirame, esta bien... - negué con la cabeza, solo era un cuerpo desnudo, abdomen, pecho y ya, que quería que viera? Y si era algo normal.. por que no me atrevía a mirar? «Lo sabes bien, si lo miras te delatara tu manera de verle, y sabrá que sientes algo...» Sentí que me jalaba de los brazos, poniéndome de pie, tomo mi mano y la puso cerca de su pecho. La retiré lo más rápido posible. - Por favor Joss, solo así entenderás la pregunta. - de acuerdo, con eso me ganó la curiosidad, abrí los ojos y estaba justo en frente de mi, cara a cara, dió unos pasos atrás para que lo viera bien...

J: Qué es lo que quieres que ve... - iba diciendo mientras bajaba la mirada de su cara a su pecho, y ahí estaba la respuesta, tenía cicatrices. Ahora que estaba más cerca las podía ver más. Eso significaba que... Andrée era..es .. Eres..eras..chica?

Te dije que te alejaras de mi...

No me preocupaba tanto por haber hecho alguna cosa rara, era normal y eso no afectaba si Andrée y yo ya nos estábamos haciendo cercanos...el problema sería que hubiera dicho algo de lo que de momento no quiero admitir. Mis sentimientos por Andrée aún no eran del todo claro, y podría ser incómodo después. Le seguí presionando para que me dijera que había pasado, suspiro rendido o fastidiado, quizá ..

A: Nada nada, solo te pusiste a bailar, mucho, a cantar canciones raras y cuando te estabas quedando dormida encima del juego te dije que lo dejáramos en empate y después seguíamos ..y de tu maleta.. ni idea, dijiste que tenías que buscar algo y sacaste todo de armario y lo lanzaste a la mochila.

J: Ay no, que tanto baile y cante? Pero entonces cómo terminaste en mi cama? Y que estaba buscando?

A: Digamos que, se que no debes ir a un baile, - soltó una risa, pero no se sentía burla. - de lo último, si tu no sabes, le preguntas a la persona equivocada, .. y de porque estaba en tu cama, bueno, tu me lo pediste...

«Que, pero ..como, que?» estaba pasmada, si eso había sido así, que? Por qué hizo caso?

A: Si te preguntas por qué lo hice ... Pues, fuiste muy convincente - desviando la mirada, se rascó la nuca y al final me miró y me sonrió, como si fuera inocente.

J: Hum... Bueno, y ... Paso algo más? Ya sabes, o dije algo...

A: Joss, como te dije, no soy un aprovechado, estabas pasada de copas.. y lo único que hice fue cuidar que no te golpearas con algo o que te pudiera pasar algo.. si me quedé en tu cama fue por esa razón y porque.. bueno, eso te lo diré después. Vamos a desayunar-comer y seguir jugando pero ahora cada que pierdas, tendrás que darme un paquete de las galletas que llevabas el semestre pasado.

No me había dado el hambre que tenía hasta que devoré una crepa dulce, otra salada, un licuado de avena con plátano y manzana con limón y chile. No volvimos a mencionar el tema de haber estado en la misma cama y una parte de mi quería insistirle para que terminara de decir porque lo había hecho.. una razón era para cuidarme, pero y la otra? Solo la dejó a medias y me he estado torturando con la posible respuesta.

Ya habían pasado casi cuatro días, quizá hoy aparecían mi padre y Joan, aunque ya se estaba volviendo obvio que habían tramado todo esto. La cuestión era, ¿por qué tenían que dejarnos solos?

J: Si vamos a seguir jugando, y tu quieres galletas por cada que pierda, puedo pedir lo que yo quiera?

A: Mmh depende, que tal si pides algo que no está al nivel de las galletas, debería ser parejo, no crees? Entonces que será?

J: Bien, quería una serie de preguntas un tanto.. personales... - «Di que si, di que sí...»

Andrée entrecerró los ojos se quedó meditandolo por un tiempo muy largo, a mi parecer, hasta que finalmente dijo

A: De acuerdo, pero yo también haré preguntas, ah, y puedo negarme a contestar algunas si siento que es muy personal. - me tendió la mano y la estreché ...

J: cuántas preguntas se pueden hacer? Y cuántas se pueden evitar ?

A: mmm te gustan las reglas eh. Okay, 10 preguntas y solo evitar 3

J: de acuerdo, me parece bien. Ahora, si no te molesta iré a anotarlas, me diste más de las que tenía - salí corriendo a la sala por papel y empecé a escribir. En realidad sólo tenía un par, así que debía buscar otras y esperar que las que eligiera no contestar no fueran las que ya tenía...

¿Qué era lo que me ibas a decir?

¿Por que me odiabas/odias?

¿Después de estas vacaciones, seguiremos peleando?

¿Te gusta alguien?

Me sonroje tan solo de pensar en la respuesta de la última, que en realidad ni estaba segura de querer preguntar esa. Tenía que preguntarle algo mas para conocer quién es realmente Andrée ..

Te dije que te alejaras de mi ...

A: Entonces qué dices? Shots o nada.

Solo tenía que ganar.. qué tan difícil podía ser? Y si conseguía que Andrée tomara más shots, quizá podía sacarle una que otra confesión... Acepté y nos pusimos a jugar Jenga. Lo tiré 5 veces y Andrée 3. Después lo quizo hacer más interesante y en cada turno teníamos que tomar un shot.

Qué podía pasar?

Día 4. Abrí los ojos y sentí un dolor de cabeza de los mil demonios, una sed terrible y tenía esa sensación de que había gritado y sentí todo el cuerpo pesado. Recordaba vagamente algo de la noche anterior, muchos shots, confesiones por parte de ambos, aunque no recordaba que tanto habíamos dicho.. al menos estaba en mi cama está vez, me incorporé y con los brazos a un costado mío, sentí un bulto a mi izquierda «Por favor que sea una almohada, por favor que sea una almohada» no dejaba de repetirme mientras que con los ojos cerrados giraba la cabeza escondiéndome con mi hombro. «Andrée!» dormía plácidamente de costado izquierdo, tapado con mi cobija hasta los codos, por lo que pude ver su espalda, estaba ... ¡¿Estaba desnudo?! «No, no, calma, no puede, seguramente solo está sin playera...» volteé a verme a mí por debajo de la cobija y estaba en ropa interior. «Mierda, que no sea lo que estoy pensando » lloriqueé.

Andrée se movió, girando hasta quedar con su cara hacia mí, me quedé embelesada por su aspecto tan sereno, lleve una mano a su cara y le aparté un mechón de su cabello. No recordaba como habíamos terminado así, me sentía frustrada, jamás había tomado tanto. Retiré la mano y me tape el rostro, soltando um quejido. A mi lado, Andrée se desperezó, tocando con una mano cerca de mis costillas, lo que me hizo dar un brinco. Nos volteamos a ver. No decía nada y yo no sabía que decir. Bueno, quería saber que había pasado y como habíamos terminado en mi cama los dos.. pero no me atrevía a preguntar..

A: Primero, buenos días. Segundo, ¿Cómo te sientes? Y por último, Relájate, no paso nada de lo que te estés imaginando, no soy de los que se aprovechan de alguien en estado de ebriedad. ¿Qué tanto recuerdas? - suspiró y rompiendo el silencio tranquilamente, en un modo tan suave y amable, que con ese tono combinado con sus palabras me quitaron un peso de encima y suspiré. Le sonreí a pesar de que el dolor de cabeza había vuelto.. o tal vez nunca se fue pero ahora ya no tenía otras preocupaciones...

J: Buenos tardes ya, -dije mirando la hora -. Me duele un poco la cabeza y tengo mucha sed. A qué hora nos dormimos? Mmm después de que sugeriste tomar shots cada turno.. Íbamos como a la mitad de esa ronda, cuando empecé a sentirme mareada, dijiste algo de comer... Seguimos jugando y tomando... Espera jugamos de prendas!?

A: Vamos a comer algo, pero si nos tomamos una cerveza se te quita más rápido la resaca...

J: Paso, eso no puede ser verdad.. dime qué más pasó. - Andrée alzó las manos en modo de rendición.

A: Ya, ya... Te diré, pero vamos a preparar algo de comer y te voy contando. Eso sí, no vayas a golpearme o salir corriendo a esconderte cuando sepas. - dijo en tono divertido, tratando de ocultar una risita.

J: Qué hice? - por el contrario yo me estaba asustando. «Nada vergonzoso, que no sea algo vergonzoso..»

Me tomo de la mano, sacándome de la cama y reaccionamos al mismo tiempo. Me soltó y yo procedí a cubrirme con la sábana, él se agachó en busca de algo... Tomo algo hecho bola en el piso y lo sacudió, su playera. Se la puso y volteó a verme, seguía con la sabana envuelta, me aventó algo a la cara... Era una de sus camisas largas!

J: No puedo ponerme esto...

A: Por? Si prefieres ponerte a buscar algo, ahí está tu maleta - dijo apartándose, - adelante. - Todo era caos, ropa hecha bola, había sacado todo lo de los cajones y parecía que los había volcado en la maleta...

J: ¿Qué fué lo que hice? Dime!. -

Te dije que te alejaras de mi...

Día 3 Desperté y lo primero que noté, fue el tamaño de la cama y una cobija diferente a la mía. No recordaba haberme ido a dormir y mucho menos en una de las camas individuales. «No puede ser, estoy en la habitación con Andrée?» volteé a ver a la otra cama, vacía.. «aún no regresa? Y entonces cómo fue que llegué aquí?» preocupada, me levanté y corrí a la puerta.

A: Bien, ya despertaste... - dejé la mano en la perilla, y me giré, ahí estaba.. en pijama y con un sartén en la mano.

J: Cómo, que.. dónde? - balbuceé, tenía muchas preguntas pero no sabía si debía hacerlas. Solté un gruñido, era frustrante.

A: Harás alguna pregunta? O solo vas a refunfuñar?

Parecía divertirse con mi pelea interna, lo que me dió el coraje de preguntarle, sin importar si se enoja o lo que sea : - dónde estabas? A qué hora llegaste? Cómo llegue a la cama individual? Recuerdo que me quedé en el sillón-dije señalándole al lugar medio vacío, donde solo había quedado mi libro.

A: Y debo contestar a eso, por qué....?

«Esta de broma, no? - Hablas en serio?. Estaba preocupada de que no llegabas, y no hay señal, no tengo tu número o el de alguien para contactar por si pasa algo mientras estamos aquí. Y...

A: Calma, si quieres saberlo... - suspiró, cerró los ojos y se apretó el puente de la nariz. Cuando volvió a abrir los ojos su mirada se veía cansada. - llegué casi a las 10, te vi dormida y te lleve a una de las camas, no a la tuya, porque supuse que sería raro entrar y mmmn no se, olvida eso. Unos metros más adelante hay una casa del árbol, estuve ahí y se me fue la noción del tiempo. Perdona por preocuparte.

J: Eso último fue sarcasmo?

A: De todo lo que te digo, notas eso? Eres algo difícil de tratar... Pero no lo tomes a mal. -se apresuró a decir.

J: Es solo que me sorprendió que realmente me respondieras mis preguntas.. es algo nuevo para mi, todo lo que estás haciendo es.. nuevo. Por lo general me molestas y estás tirando o vendiendo mis cosas.

A: Si, bueno.. lo de vender, estoy esperando a que uses más cosas aquí para después sacar algo. - me dedico una sonrisa burlona. No lo decía en serio, pero aun así me despertó la curiosidad...

J: Por qué vendes mis cosas?

A: Umm, ahora vamos a eso? - levanté las cejas en respuesta de estoy esperando... - ya,ya.. no es como que sea por ti, digamos que endulzo un poco de donde vienen o de quién son y la gente lo cree...

J: Ya... - debí suponerlo, pero al menos ahora todo tenía sentido, cuando vi a una compañera con un suéter parecido al mío, resulta que si era mío. - Cómo para que necesitarías vender cosas de otros de esa manera? Para qué quieres dinero, si prácticamente eres millonario? - fuck hablé demás. Lo dije sin pensar. No quería sonar como si lo estuviera juzgango...

A: Eso, es algo que no puedo decirte.. tal vez no aún.

Dicho eso, se regreso a la cocina y terminó de hacer lo que estuviera cocinando. Me sirvió un sándwich de queso tostado, un jugo de naranja y arroz con leche...

El desayuno fue en silencio, ya no me volvió a decir nada y yo ya no me atreví a preguntarle algo más. Cada quién lavó lo suyo y por el resto de la mañana nos enfocamos en nuestras cosas.

Para eso de las 3 ya me estaba dando hambre pero también tenía ganas de volver a hablar con Andrée, preguntarle más cosas, un tanto personales... Pero quería saber más. Por suerte había traído varios juegos, solo esperaba que aceptara pasar un rato conmigo y romper su juramento...

J: A-andrée... Estás despierto? -obtuve un quejido detrás del biombo. Sería un si? - puedo pasar? - otro quejido. - Lo tomaré como un si...- y rodeé el biombo. Estaba sentado en el piso con la cabeza apoyada en el borde de la cama con los ojos cerrados.. - Estás bien?

A: Mmh.. sí, solo estoy aburrido, sabes? Quería ver una de las películas que descargué pero por alguna razón no logro concentrarme en verla, me distraigo y quisiera salir a caminar o a correr.

J: Oh, ya veo. Pues, por qué no sales? -me miro como si fuera un bicho raro.. - qué? Por qué me miras así?

A: Bromeas, no? La última vez que salí te quedaste como cachorro esperando en la puerta

J: O-oye!

A: No soy un cabronazo para volver a dejarte sola. Ayer fue, solo algo que necesitaba para pensar. Peor, la verdad es, que si salgo regresaría o muy noche o al día siguiente. En fin necesitabas algo? O para que me hablaste?

J: Oh,si.. quería preguntarte si querías jugar... Muero de aburrimiento, ya terminé de leer y me puse música. Pero no consigo distraerme lo suficiente de... Como sea, tengo cartas, Jenga, uno ... ? - saqué los juegos, esperando haberle convencido. Levantó la ceja izquierda y sonrió maliciosamente. Si me asustó, un poco, pero hice lo posible para mantener una apariencia tranquila.

A: Con shots para el perdedor, de cada ronda. Entras o te da miedo?

Te dije que te alejaras de mi...

Me envolví en la toalla y me senté en un banquillo que estaba a un lado de la tina, mientras escuchaba música esperando calmarme y poder salir. Tal vez fue infantil de mi parte quedarme ahí en el baño para evitar la vergüenza de encontrarme con Andrée y admitir que no había dejado de pensar en su cuerpo semi desnudo...

Comenzaba a tener hambre y algo olía muy bien detrás de las puertas, tenía una ligera esperanza que algo fuera para mí. Con todo el valor que pude juntar, abrí la puerta, espié hasta lo más lejano de la cocina que pude, no había señales de movimiento afuera, corrí hacia el biombo y lo empujé para entrar. Me puse el cambio de ropa que había dejado encima de la maleta y fui a la cocina. Crepas! Tomé dos, una salada y una dulce, me senté en la mesa.

Apenas había dado una mordida a la primera cuando esscuché ruido detrás de mi y giré lentamente, temiendo encontrar a Andrée furioso por comerme lo que hizo.

A: Espero que te gusten las crepas de queso crema y champiñones... O prefieres de fresas y chocolate? - sonó adormilado y de echo su cara lo delataba. Sonreí al verlo así tan apacible. - No era mi intención lo de hace rato en el baño, si sirve de algo, no vi nada.. aúnque así fue.. -eso último lo dijo en un susurro pero aún así lo escuché. Agarró la silla contigua a donde yo estaba, traté de aparentar estar tranquila.. por dentro estaba que moría

J: Estas diciendo que las hiciste para mi? - fingí no escuchar lo último, más porque estaba sorprendida que no me recrimirara por agarrar de las crepas. - Alucino, o es una manera de disculparte?

A: Si, ambas cosas... Mira, se que dije que,- era idea mía o se había sonrojado? - que, te alejaras y que entre menos verte mejor. Parece que es imposible por el lugar en el que estamos y lo que ha pasado lo complica más. Así que intentaré no ser tan.. imbécil. -dicho eso se levantó y se fue al baño, cabe aclarar que se había puesto una playera de tirantes pero aún seguía cubierto con la toalla de la cintura... Quedé en blanco. Por su figura y sus palabras. Sería que este viaje al final sí nos acercaría.? Empecé a hacerme ideas y las aparte con manotazos al aire..

~~~

El ruido del biombo siendo arrastrado me despertó. Giré para ver si Joss se acercaba a las crepas, practicando mentalmente una disculpa que saldría patética de cualquier manera... Había sido una estupidez de mi parte suponer que podría evitar tener contacto, pero si así se estaban dando las cosas, solo había que intentar que fuera mínimo y lo necesario, seguramente las comidas no podría evitarlo siempre. Pero de eso y otras cosas, serían los únicos momentos del día donde hablaríamos.

Tomé una playera negra de tirantes y me dejé la toalla. Mientras no viera las cicatrices, menos explicaciones y miradas curiosas. Me acerqué, carraspee una vez y se volteó. Sentí un golpe en el estómago al ver su cara, su mirada la delataba, estaba asustada pero parecía disfrutar de la crepa, tenía una pequeña mancha de chocolate en el labio de arriba, se me antojo terrible limpiarsela sin servilleta. Como pensé mi disculpa fue un fiasco. Y para colmo mi cuerpo había decidido que sentarse era buena opción. No sabía que rayos estaba diciendo, su sonrisa me hacía divagar, y entre más hablaba, sus ojos se iban abriendo más y más. «mejor cállate» imbécil.. eso sí me escuché decir, aunque sin saber si era para mí o para Joss, me levanté y me fuí al baño. Mirándome en el espejo, con unos ojos aún de adormilado, con el cabello pegado al cuello por el sudor. Me di un golpe en la frente, pensado que debí haber venido primero al baño y después a hablarle seguramente apestaba.

~~~

El transcurso de la mañana fue regular para ambos. Andrée después de bañarse, se puso en su portátil, intento ver una de sus películas pero no lograban apartar de su mente la silueta de Joss tocándose, Joss en las tina, la sonrisa de Joss ... Como se prometió, limitó el contacto a la hora de las comidas. Pero aun faltaban dos horas más para eso, y se estaba inquietando. Mientras del otro lado de la cabaña, Joss había decidido quedarse cerca de la chimenea, terminando su libro pero cada que el personaje principal se acercaba a besar a su enamorado, terminaba divagando y recordando habían estado tan cerca y sus labios se habían rozado por segundos, sentía una corriente por todo su cuerpo y la hacía estremecer, tapándose con el libro la cara.

Pasada una hora más, ambos se rindieron, fueron a la cocina y se quedaron de pie en medio comedor al verse el uno al otro.

J&A: Iba a preparar algo de comer... - dijeron al mismo tiempo. Soltaron una risa tímida y se acercaron a la barra.

A: Que tenías pensado? yo cocino - preguntó Andrée primero, con interés genuino. Joss no lo pasó por alto y se ruborizó, en parte porque no tenía idea de que comer

J: En realidad iba a checar en la alacena y lo demás para ver qué me llamaba la atención... - dijo cohibida. Andrée pensó que se veía muy adorable e inconscientemente llevó una mano a su cabeza y le sonrió, derritiendo el corazón de Joss y sin percatarse de lo que estaba despertando ..

A: Puedo poner a asar carne y preparar una ensalada. O prefieres un spaghetti Alfredo....

Joss cerro los ojos saboreando ambas opciones pero se inclinó por la segunda. Con curiosidad para verle cocinar y probar la pasta. Con la mano hizo un dos a modo de que era la segunda opción, Andrée entendío y empezó a sacar los ingredientes necesarios.

J: Te molesta si me quedo a observar...?

Andrée negó, pero se medio atragantó con solo pensar que sería observado. Tenía suerte de haber tomado cursos de cocina y que ahí siempre le pedían ser voluntario, así que estaba acostumbrado a eso.. pero ella le ponía de nervios. «Respira, es un día normal... »

Termino de preparar la comida, sirvió en dos platos y colocó uno enfrente de Joss. Ésta estaba maravillada por el olor y la vista que ofrecía el plato, y cuando lo probó fue evidente que lo estaba disfrutando.

J: Esto está delicioso Andrée! Algún día tienes que enseñarme a preparar algo así... - soltó sin pensarlo y se llevó más pasta a la boca en un intento de ocultar los nervios. Creyó que recibiría una burla, o un comentario sarcástico. Miró a Andrée y se preguntó en qué estaría pensando, abría y cerraba la boca levemente, no porque estuviera comiendo, parecía querer decir algo. Pero Joss no lo sabría... Aún.

A: Tal vez... - fue la respuesta que obtuvo. - Si no hay problema, lavaré mi traste y me iré a dar una vuelta.. - agregó dirigiéndose al lavabo

J: No! ...quiero decir, yo lo hago. Tu hiciste la comida, es mi modo de agradecerte.. y, y... Es seguro que salgas? - preocupada, se acercaba a Andrée para lavar los trastes y mirarle de cerca.

A: Oh, ya .. amm, gracias. Y no iré lejos. Descuida.

Cuarto para las 10pm regresó Andrée. Abrió la puerta y se encontró con Joss que se había quedado en el sillón pegado a la puerta, donde yacía dormida después de una tarde ajetreada, pues se había puesto a lavar, secar y guardar los trastes. Al no regresar Andrée aún, se puso a leer para distraerse, saco y guardo las cosas de la alacena, varias veces. Deshizo su maleta, guardó sus cosas en el tocador y por último se puso a ver una serie, hasta terminar en el sillón en el que estaba, esperando a Andrée. Y si se había quedado atrapado en algún lugar, como su papá? No tenía su número, ni conocía el lugar... Preocupada y con impotencia solo se quedó ahí. Esperando.

La contempló un rato, preguntándose porqué estaría ahí. Cuando en un susurro escucho decirle : Andrée... dónde... La vió fruncir el seño y se arrodilló frente a ella

A: Lamento haberte preocupado. Parece que este viaje lo único que estoy haciendo es disculparme contigo. - la tomo en brazos y la llevo a una de las camas individuales. La dejaría en la matrimonial.. pero considero que estaría invadiendo su privacidad y por otro lado, que oportuno, estaría a su lado sin estarlo, y podría mirarle dormir más tiempo..

Te dije que te alejaras de mi

Día 2 Me desperté con un sobresalto, sudando, tenía una mano entre mis piernas, y recordando mi sueño de hace rato me pare como resorte de la cama trastabillando con una parte de la cobija que en algún punto de la noche había tirado.

No había ruido en la cabaña, mire al biombo como si tuviera rayos x. Seguiría durmiendo? O estaría haciendo lo de ayer...? Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo y me mire la mano, hace rato yo también me estaba tocando, había soñado que Andrée me volvía a besar y las cosas iban más allá, me tape la cara, ardía y estaba sudorosa. Un pensamiento repentino me hizo abrir los ojos y llevarme las manos a la boca, y si dije algo entre sueños? O hice ruidos!? Pensando bien, lo que fuera sería mejor, a decir su nombre en sueños...

Busque en mi maleta un cambio de ropa y me dispuse a salir como si nada, tomaría una ducha, haría algo de desayunar y ya después pensaría que hacer el resto del día. Si por la noche algo hubiera escuchado y dudaba que Andrée quisiera saber sobre eso.. a menos que fuera su nombre.. tal vez.. «Estoy pensando demasiado, quizá no dije nada, ni emití ningún ruido» Entré al baño y para mi sorpresa había una tina y arriba la regadera..

-No es peligroso bañarse así? - miré dentro de la tina, estaba limpia, a un costado había una repisa con diferentes tipos de sales y jabones. También habían unas velas de lavanda y otras de rosas. Bueno, un baño relajante también es una buena opción y en este caso una forma para dejar de pensar en otras cosas. Empecé a llenarla y puse un par de velas de lavanda. Me quité la ropa, puse música a nivel bajo y me sumergí en la tina...

~~~

Andrée había salido muy temprano a correr para despejar su mente, si bien su madre y Raúl no podían regresar eso no significaba que tuviera que permanecer en la casa todo el día, aunque con el paso cerrado al pueblo solo le quedaba recorrer unos metros cerca de la cabaña. Y después de lo de ayer necesitaba con urgencia alejarse de Joss, estar cerca o incluso escuchar que tarareaba, le ponía los pelos de punta. Mejor dicho últimamente todo en Joss le ponía los pelos de punta, así que lo mejor que se le había ocurrido para evitar eso, era advertirle de manera muy amenazante que no se le acerca, total su reputación le favorecía, gracias a los rumores en la escuela y a su vestimenta, todos creían que era mala influencia y que solo daba problemas. En su penúltima vuelta un movimiento en la cama de Joss llamo su atención, había tirado su cobija, se detuvo para mirarla un poco, agradecido con su bisabuelo que había decidido que toda la cabaña menos la pared de atrás serían ventanas. «wow... fuck, y si está despierta?» pensó al ver que tenía una mano entre sus piernas, la otra se agarraba a la sábana y se estaba mordiendo el labio inferior, fue a esconderse detrás de la parte donde la persiana estaba cerrada, y siguió mirando.. en parte sentía que era justo ya que eso ya había pasado con los papeles invertidos... pasados unos minutos se percató que estaba dormida, su respiración no estaba tan agitada y los movimientos de su mano no eran constantes. Se alejó exaltado al sentirse caliente y se alejó corriendo para quitarse esa imagen de su cabeza. Corrió una hora más en círculos hasta que se calmó. Se había alejado más de lo necesario y sin energía para regresar corriendo o trotar, se puso a caminar, pero muy muy lento. Aunque la imagen de Joss tocándose ya no estaba fija, sabía que si se ponía a pensar que cuando llegara a la cabaña, en algún momento se toparian y no estaba seguro de si podría controlarse. Maldijo por tener que aguantar una semana así. En la escuela era más sencillo mantenerse lejos, además de que ya se había acostumbrado a atormentarla ahí solos, no tenía nada para evitar sus ganas de tocarla. Se consoló pensando en darse un baño muy frío, bajar su calentura y enfocarse en la música o ver alguna película Gore que había descargado offline.

Entrando a la cabaña sin hacer el menor ruido, si Joss seguía durmiendo era mejor así, se fue quitando la ropa en dirección a su cama, tomo toalla, unos shorts y una camiseta. Si, hacía frío pero era su clima favorito y además era de sangre caliente era casi imposible que le diera frío, plus, los primeros 13 inviernos de su vida los había pasado ahí... Abrió la puerta del baño y para su sorpresa ahí estaba Joss! Ambos se quedaron pálidos. Con el torso desnudo, tapados de la cintura para abajo con diferentes cosas: Joss con medio cuerpo aun en la tina, y Andrée con su toalla y ropa hechos bola... Joss reacciono primero, sumergiéndose nuevamente en la tina, haciendo que unas gotas cayeran al piso. Andrée salió y cerró la puerta recargándose de espaldas.

A: Joss, en serio perdón. No sabía que estabas ahí dentro.

J: Y no podías tocar? -contesto exasperada.

A: ... Supuse que seguías en tu cama! No eres alguien que le gusta madrugar, sabes? - soltó a la defensiva incrédulo de que le estuviera contestando por segunda vez de esa manera

J: Entonces es mi culpa!? Disculpa por querer darme un baño temprano suponiendo que también seguías durmiendo...

A: cállate quieres? Me iré a mi cama, avísame cuando pueda entrar - «realmente me urge un baño ...». Se fue de nuevo a su cama y se tapó con la toalla. Para Joss fue imposible salir.. estaba tan avergonzada y el cuerpo de Andrée no dejaba de aparecer en su mente cada que quería salir. Puso música a todo volumen en señal de que se quedaría ahí más tiempo. Andrée entendío y se amarró bien la toalla en la cadera, se dirigió a la cocina y empezó a hacer de desayunar: crepas dulces y saladas. Puso dos platos en la barra y los llenó con 4 crepas cada uno. Se comió dos y sacercó al baño con la intención de decirle que le había dejado también. Pero decidió regresar a su cama, se tumbó de lado y se quedó dormido...

Te dije que te alejaras de mi...

Andrée empezó a besarme el cuello con sus manos aferrándose a mis hombros, subió hasta llegar a mi boca, un pequeño roce, pero noté que sabía a alcohol, y mi lógica volvió. Coloqué una mano en su pecho y la otra la subí a la altura de mi cara y su mano en mi hombro, empuje de ambas formas, alejándome.

-Qué te pasa! Primero me dices que no me acerque y que no quieres verme y ahora me besas. Bebiste demasiado! -senti una lágrima caer por mi mejilla, genial ahora estaba llorando.

A: Y que si bebí? Solo así puedo tolerar esta situación... -hipo y se limpió la boca. - Además tú te apareciste aquí.

-Por qué eres tan idiota!? - tomé mi maleta y me fuí a la habitación de a lado. Alcé el biombo y lo puse como una muralla cerca de la cama, me tumbé en ésta y me hice un ovillo. «En serio, cuál es su maldito problema?» maldecí un poco más, tratando de desquitarme con todo: con mi padre por seguir con su vida, por obligarme a aceptar su matrimonio, aunque Joan no era mala persona, pero porque tenía que aceptar a Andrée? Hablando de, maldito Andrée, por qué tenía que desquitarse conmigo? Y primero decir que me aleje y después besarme...

Pensar de nuevo en su boca junto a la mía, aunque habían sido pocos segundos, me alteraba demasiado en todas las formas. Me daba coraje y a la vez sentía algo extraño en el pecho. Quería gritar. Toda la paciencia que podía tener y el echo de no querer entrar en conflictos se estaba llendo al caño, si su presencia me provocaba esto, y apenas iba menos de un día que podía esperar en una semana!? Alguien no iba a sobrevivir aquí. Mi panza rugió y vi la hora, 2pm. Berreé, como era posible que ya tuviera que salir a hacerme de comer... Lo ignoré me puse de nuevo audífonos con música a todo volumen y trate de dormir para evadir el hambre y el echo de tener que dejar mi muralla improvisada. Había reducido el espacio a solo la cama. Mi momento de orgullo y mi dignidad dependían de quedarme ahí más tiempo antes de salir y ver su cara de nuevo ... No? Cerré los ojos y me dejé ir.

El aroma a carne asada y cebolla guisada hizo rugir a mi estómago varias veces, consiguiendo hacer que me levantara y abriera un poco el biombo, al menos lo necesario para echar una miradita y salir. Ya era de noche y las cortinas estaban cerradas, excepto la que tenía a lado de la cama, debían ser más de las 8 y ahí estaba Andrée de espaldas a mí, comiendo muy tranquilamente. Volteé los ojos y me dispuse a regresar a la cama cuando observé en la cocina que había quesadillas, guacamole, queso derretido y salsas ... Era todo lo que me gustaba, imposible, como? O también sería su comida favorita? Aún así, no le iba a rogar por un pedazo, ya que se fuera me haría algo .. diferente.

A: Hay un plato extra, abajo del domo de plata. - señaló en la barra, aún a espaldas de mi, miré y efectivamente había un domo plateado, pero que me estuviera ofreciendo comida horas después de decir que cada quién se haría lo suyo, era difícil de creer, aunque teniendo en cuenta lo del beso ...me estremecí al recordar

-Y esperas que crea que me dejaste algo? - dije con escepticismo.

A: Es como una ofrenda de paz.. y una disculpa... - comenzó a decir pero antes de dejar que terminara solté un bufido

-Primero dices una cosa pero haces totalmente lo opuesto, eres imposible de tratar, ni se diga de entender, sabías? - le dije dándole la espalda y caminando a la barra, tenía curiosidad de ver si había algo ahí.. me crucé de brazos.

A: Porque no quiero que hagas ninguna de las dos... - su mano pasó por un costado y alzó el domo. Sentí que me brillaban los ojos, se me hacía agua la boca y mi estómago respondió por mi. Volteé a verlo, esperando que no hubiera escuchado eso, estaba sonriendo! Me iba a quitar de ahí y darle un bofetadón.. pero volvió a hablar tranquilamente y tapando el plato- Ya acabé, así que la cocina es toda tuya. Si lo quieres bien, sino, guárdalo ok? Odiaría que se desperdicie. Y no mentía sobre que te alejes de mí, y la disculpa por lo de hace rato. Si necesitas explicación, había tomado y no imaginé que fueras a entrar sin avisar... Lo demás, fue cosa del momento y el alcohol.

Y se fue. Dejándome ahí de pie, incapaz de responder a eso, pero con muchas preguntas. Era agotador tratar de entender por qué hacía lo que hacía. Me senté en la mesa, en la silla contigua donde había estado antes, imaginando como sería comer juntos...

Terminé de cenar, guardé lo que había quedado y lavé los trastes, esperaba encontrar el suyo ahí, pero no, había lavado lo que usó. Y caí en cuenta, no había plato en la mesa cuando me senté, tampoco fue a dejarlo al lavabo cuando se paró, entonces no estaba comiendo cuando salí, fingió hacerlo? Había esperado a que saliera?

Te dije que te alejaras de mi...

Dia 1. Esa noche Andrée se durmió sin volver a dirigirme la palabra.

Encontré el huevo y la leche justo como dijo. Aunque era curioso que guardarán el huevo en una mini alacena a lado del refrigerador... Los deje encima de la barra para al día siguiente preparar el desayuno. Fui por una cobija y regresé al sillón, tapándome seguí leyendo el libro. Ni idea de a qué hora me dormí, pero al día siguiente de no se por el estrépito proveniente de la cocina, seguiría durmiendo con la cabeza colgando. Medio abriendo los ojos vi a Andrée preparando algo de comer... en shorts y camiseta, pero que no tenía frío? Me levanté del sillón y fui al rincón de la única rayita de señal. Sin novedades.

-Parece que si sí seremos tu y yo aquí un tiempo ..- bostece, llevándome una mano para cubrirme la cara.

A: Me da igual, solo no te me acerques de acuerdo?Puedes quedarte con la cama matrimonial. Y por si acaso pensabas que las comidas serían para ti también, olvídalo, cocina lo tuyo y yo lo mío, entre menos tenga que verte mejor... -dijo con desayuno en mano y dando tumbos a su habitación. De haber puerta creo que la habría azotado. «Cual es su problema?» suspiré y me puse a hacer una tortilla de huevo. En parte tenía razón, no tenía porque quedarme en ese espacio si estaba desocupada la otra cama.. y si no quería verme, bueno eso es su problema, yo no me quedaría en cuatro paredes, donde dos son inexistentes, para que estuviera agusto con mi presencia, que busque una solución para eso. Yo estaría por toda la cabaña haciendo lo mío.

Las primeras horas transcurrieron sin problema, aunque dije que no me quedaría en la habitación siempre, me puse a leer mientras escuchaba algunas de mis canciones favoritas.

Después me di cuenta que si me quedaría en ese lado de la cabaña necesitaba ir por mis maletas, lo que significaba ver de nuevo a Andrée. No había ruido, probablemente se habría dormido.. ventaja de no desempacar nada, iría de puntillas, tomaría la maleta, y saldría sin que me viera. Aúnque, pensándolo bien por que me estaba tomando esa molestia? Que se joda.

Rodeé el biombo, vi mi maleta justo donde la había dejado, encima de la cama, cuando un quejido proveniente del otro lado llamo mi atención.. Andrée con su mano entre sus muslos y con la otra tapándose la boca. Tenía los ojos cerrados, las mejillas sonrojadas cubiertas en sudor que bajaba por el cuello y un lado de la camisa se abrió, dejando ver parte de su pecho... Tragué saliva, de todas las veces que le había visto su apariencia era de alguien fuerte y difícil de alcanzar, y ahí estaba, en cama masturbándose tan, tan...

«AGH, QUE ESTOY PENSANDO!» di un paso atrás sin apartar la mirada de donde yacía alguien que no creí que me alteraría así. Di otro paso atrás y choque con el biombo, tirándolo y provocando un alboroto que llamó la atención de Andrée, cuando voltee a su dirección sus ojos estaban clavados en los míos con una mezcla de ira, sorpresa... vergüenza, acaso..? Lentamente se incorporó de la cama limpiándose con una toalla, sin dejar de mirarme, pero esta vez había algo más... Mientras se acercaba a mi, podía sentir como mi cuerpo se había paralizado. Seguía avanzando, lamiéndose los labios, se le iba dibujando una sonrisa en sus rostro, y su mirada cada vez era más profunda llena de deseo, podía sentir como me desvestía con solo mirarme. Estaba a pocos centímetros de mí cuando abrió la boca y con una voz más ronca de lo que recordaba, tomo mi cara y susurro

A: Te dije que te alejaras de mi...

Te dije que te alejaras de mi...

Ya casi era invierno, lo que me traía recuerdos alegres y dolorosos, estos últimos relacionados a que ya sería un año desde que nos conocimos de forma íntima emocional y físicamente... Lo peor, es que también era un recordatorio de lo poco que duró.

Estaba en un bar nuevo con mis amigas, quiénes habían decidido que debía salir para poder olvidarme de Andrée. Nuestra relación había empezado un tanto caótica, nos odiábamos, éramos rivales en casi todo y para joder más mi vida mi padre había decidido casarse con su madre... Y para que fuéramos la bonita familia que siempre quisieron, nos mandaron a unas vacaciones de invierno para estrechar lazos... Lo que no se imaginaron y menos yo, es que terminaría por gustarme, su forma de ser, su lado apasionado y en el que aparenta ser insensible y vale madres. Su risa y su seriedad. Y que todas las metas que se ponía, no había nada que se lo impidiera de lograrlas. Reconozco que muchas de las cosas que suponía sobre Andrée eran prejuicios de otros y una mala racha que tuvo en el verano pasado antes de conocernos mejor.

Como dije, las cosas empezaron mal. Se enteró primero que su madre estaba saliendo con mi padre, y se la tomo contra mí. Siempre me molestaba y cuando me veía por el pasillo de la escuela te tiraba las cosas al piso, o me aventaba con el hombro. Perdí muchas cosas también porque le gustaba abrir mi mochila, locker o incluso quitarme las cosas cuando las usaba y se ponía a venderlas afuera del salón, muy descaradamente. ¿Qué por qué no hacía nada? Bueno, no se, que puedo decir, soy una persona que prefiere evitar los conflictos.. o solía. En clase no era de quiénes sacaban buenas notas, pero al maestro le gustaba recordarle enfrente de toda la clase que Andrée estaba muy por debajo de mis notas, lo que no fue de su agrado y al mes ya estaba a mi nivel, a veces hasta tenía las mejores notas. Así que ahora para el maestro yo era la comparación negativa -positiva para su cambio, lo que me hizo enfurecer y empecé a exigirme más con los estudios. Lo mismo pasaba en deportes, en eso sí me gusta la competencia y Andrée no se quedaba atrás. Así que cuando nuestros padres decidieron casarse y que viviéramos en la misma casa... Fue un caos, pero empeñados a que la familia estuviera unida, el fin de semana ya estábamos con maletas y en avión en camino al lugar más frío y nevado que se pudieron encontrar. Llegamos a una cabaña realmente preciosa, rústica, de un solo piso y con ventanales enormes, iban desde el piso hasta casi llegar al techo, literalmente podrías ver todo dentro de la cabaña. Ya dentro era aún más espaciosa, no había muros, ni puertas, más que las del baño. Había una chimenea en la sala, un comedor, la cocina y, sería mi imaginación? Eran justamente tres camas: dos individuales y una matrimonial, distribuidas perfectamente como si fueran dos habitaciones, la única separación que había para poner privacidad eran unos biombos de un hermoso árbol de Sakura. De mala gana Andrée y yo nos acomodamos en las camas individuales.

P: Iremos al pueblo por algunos insumos para la cena de hoy y lo necesario para el resto de la semana - dijeron Joan y mi padre cerrando la puerta.

Andrée se tumbó en su cama, con los auriculares y haciendo quién sabe que en el celular. Yo me acerqué a la chimenea, por suerte sabía cómo prenderla. Me preparé un café y me acosté en el sillón más cercano con un libro. Por las ventanas pude observar que empezaba a nevar cada vez más fuerte, cerré la mayoría de las persianas, dejando únicamente la que estaba de mi lado para poder ver su llegaban Joan y mi padre y salir a ayudarles. Nada, transcurrió una hora, dos, tres. Ya era casi media noche y no había señales de ellos, ni un mensaje o llamada. Tomé el celular, «Tiene que ser una broma» Sin señal. Comencé a caminar por todos lados intentando que subiera aunque sea una barra.. la conseguí, en el rincón más alejado de la cabaña, en la "habitación principal" poniéndome cerca del borde del techo. Ahí estaba, una barrita y de pronto ┐(￣ヘ￣)┌ nos quedamos atorados en el pueblo. Al parecer llegamos justo cuando el clima es más problemático... Dicen que estará cubierto de nieve por al menos 4 días. Esperemos que no y para mañana esté mejor.. Cuídense y no salgan.

Wtf!! Estaríamos solos Andrée y yo por toda la semana? Y la comida? Corrí a la cocina abriendo la alacena y el refrigerador. Estaban llenos, lo suficiente como para cuatro personas y que rinda dos días: enlatados y congelados. Saque todo comprobando la caducidad

A: que estás haciendo? - dijo Andrée detrás de mi con un dejó de enfado en voz, tal vez hice mucho ruido o por fin se dió cuenta que ya era tarde..

-Nuestros padres no regresarán, compruebo que la comida sea reciente... - contesté enseñándole el mensaje y terminando de revisar las latas

A: Joder, así que estaremos solos tu y yo ... -susurro, - Son recientes, la cabaña es de mi bisabuelo y sabían que íbamos a venir, así que surtieron lo necesario para unos días, seguramente en el cajón de ahí tendrán huevo y leche.. - y se fue, dejándome ahí con la pregunta entre los labios.

Y así empezó nuestra semana a solas, formando lazos ...

Es extraño, pero ese día está tan claro en mi mente como si hubiera sido ayer. Y ya son 10 años de eso..

H&F

Era un día frío y lluvioso. Y como siempre, era el primer día e iba tarde a la primer clase. Seguramente el profesor pediría que me presentara enfrente de todos y dijera algo que hiciera en mi tiempo libre y quien sabe que tanta bobada más.

F: ¿puedo pasar? - abri la puerta y pregunté dudando. Como respuesta obtuve un gruñido y una mirada de desaprobación por parte del profe, asintió y me señaló que buscara donde sentarme.. vi un asiento libre en la segunda fila, que curioso, eran mesas para dos. Tomé asiento sin percatarme de quien estaba del otro lado.

Dos horas de matemáticas en la mañana y sin desayunar, que mejor manera de empezar las mañanas, ¿No?por suerte transcurrió la clase sin ningún imprevisto, sin presentaciones o preguntas incómodas.

H: ...quieres desayunar conmigo?- la voz sonó de mi lado izquierdo así que me gire, pensando en la mejor manera de negarme. No es que no quisiera hacer amistades, pero al menos ese día quería pasarlo sin ningún tipo de humillaciones, ya saben, explorar y observar quienes eran mis compañeros y como se llevaban .. al menos ya que ellos tenían un semestre más de haberse conocido... Pero vaya sorpresa la que me lleve, esa voz había sido amable y suave, y la persona a la que le correspondía, bueno.. su cabello era largo, rubio oscuro y liso. Sus ojos color avellana con delineado negro muy al estilo egipcio y unos labios tan finos color matte. Llevaba una sudadera rosa. Recuerdo pensar que debía ser una persona muy especial e increíble. También rara y con gustos muy variados. Quería conocer y estar más cerca de esa persona...

Acepté. Fuimos a desayunar y puedo decir que los siguientes seis meses fueron lo mejor de esa etapa.. por desgracia después nos cambiaron de salón y nos veíamos menos, pero aun así cada que nos veíamos sentía algo en el pecho. Hablábamos de tantas cosas que una vez hicimos una promesa, aunque no se si lo recuerde, si era en serio, era broma o solo fueron imaginaciones mías y lo entendí así... «tu y yo, viviremos en la misma casa y nos casaremos»

Fuimos a cursos de verano, a clases de baile, iba a su casa casi todo el día, había días, sino es que siempre, que me gustaba provocarle cosquillas en el cuello, dejando besos muy superficiales y susurrarle al oído con la esperanza de que sus "amenazas" fueran ciertas, con cada: 'No respondo por lo que pueda pasar después'. Mi corazón se aceleraba y mi estómago parecía tener mariposas listas para salir en cualquier momento.

Las veces en las que parecía que cumpliría esas palabras, hubiera deseado tener más valor y no dejarla ir. Empujándome a su cama, poniéndome contra la pared o simplemente cuando me regresaba los besos en el cuello, un par de veces llegó a deslizar su mano en mi zona íntima, haciendome retorcer. Tenía miedo pero a la vez quería más... Quería sentir sus labios junto a los míos, su lengua jugando en mi boca, saboreando todo. Quería morderselos tiernamente y a veces tan fuerte como un maldito vampiro y probar su sangre. Quería acariciar su cuerpo, recorrer su pecho y bajar a su intimidad, hacer que se estremeciera así como yo lo hacía. Besar su cuello y su clavícula. Besarle bien, no como esas veces en que solo quería provocarle para saciar mi curiosidad y aparentar el hecho de que yo quería empezar algo. Quitarle la ropa y admirar su cuerpo desnudo, besar cada centímetro, dejarle marcas para que me recordara cuando se viera al espejo. Quería sentir su cuerpo junto al mío desnudos, uno encima del otro, moviéndonos, frotándonos para darnos placer. Escuchar entre sus gemidos pronunciando mi nombre, con sus pupilas dilatadas, pidiendo más. Quería darle todo el placer que me permitiera darle. Me importaba un bledo recibir placer a mí. Pero en cada encuentro que teníamos, jamás me permitió tocar más allá de sus caderas, y siempre fui yo quien se estremecía al sentir sus caricias. Nunca pude probar el sabor de sus labios. Ni escucharle decir mi nombre.

Patéticamente me le declaré, tal vez no lo vió así. Sin embargo su rechazo siempre era obvio. Me hablaba de sus amores, correspondidos o no. Y yo le aconsejaba y consolaba. Maldiciendo en el interior por no poder ser yo quien estuviera en su corazón. De igual manera yo le conté de un examor, de meses antes de conocernos. Aunque me ayudó y al final no resultó...

Finalmente dejamos de coincidir, en el fondo esperaba que la distancia me ayudara a seguir adelante pero que permaneciera la amistad. Que estupidez la mía, si para mí suerte todos terminan alejándose y se convierten en desconocidos otra vez. Aunque seguía yendo a su casa de vez en cuando, quise seguir adelante, además, seguramente nuestra relación era imposible, impensable e inaudito, siempre lo pensé. Hasta que un día, ya no hubo visitas, los mensajes fueron desapareciendo y dejamos de hablar.

Así que seguí con lo que la vida tiene planeada para cualquiera, conocí a alguien, y alguien más, y otro más, y más..(pero eso es para otra historia)

Cuando volvimos a vernos en su cumpleaños, de nuevo sentí ese amor. «serás cobarde, pero sabes bien que esto no puede ser» de nuevo volví a callar y me convertí en su apoyo una vez más, ese día, le habían pedido salir.. y le aseguré que no había que temer, si se daba para bien, excelente, sino... nuestra promesa seguiría.

Y así el amor tocó nuevamente a su puerta. Esta vez, para siempre.

Y ahora si, he quedado fuera de su vida, como un maldito acosador, un tiempo vi sus fotos, torturándome. Se ve feliz. Pero no dejo de pensar si nunca fuimos tan cercanos como creí, o si con todo lo que pasó se avergüenza o quiere olvidarlo.. olvidarme.

Por que no lo vi venir antes? Cuántas veces me dejó esperando en las "citas" que habíamos planeado y que supuestamente no faltaría por nada del mundo.

Esa vez, no era la excepción, en el fondo sabía que no vendría, mensajes sin responder, última conexión de hace días, ni siquiera una llamada para confirmar o cancelar. Pasada la hora yo seguía esperando, quizá se le había hecho tarde, habría tráfico y el celular se le descargó...

«Ya, esta sí es la última que me la aplica. Maldición, cuándo entenderé» tomé mis cosas y me fui a casa.. esa noche lloré hasta dormir, juré que sería la última vez que lloraba por alguien así.

Juntos...

Cada vez era más complicado ocultar que estábamos saliendo.

Con solo el roce de nuestros dedos, un suspiro y sentíamos una descarga que nos recorría por todo el brazo. No podíamos esperar hasta estar solos.

Inventando escusas torpes para poder vernos a solas, donde las caricias se volvían besos y jadeos. Recorríamos casi todo nuestro cuerpo con nuestras manos y miradas. Memorizando cada lunar, cicatriz, cada mancha.

Sus ojos marrones clavados en mi, observándome descender desde su pecho hasta sus pies, besando y dejando suaves mordidas. Sus mejillas sonrojadas cuando se le soltaba un gemido con mi nombre en un susurro. Si no me devoraba con la mirada, lo hacía con sus besos, que me hacían estremecer. Dándonos placer mutuamente con la mano. Susurrando obscenidades, provocandonos, anhelando el día que pudiéramos estar solos completamente sin sentir que nos juzgaban por las decisiones que hacemos.

Ese día nos tumbamos en el piso. Entrelazando nuestras manos. Hicimos una promesa, ya no ocultarnos más. Si nos aceptaban como éramos bien, y si no.. bien podríamos seguir siendo solo nosotros, realizaríamos nuestros deseos, tendríamos un futuro con todo lo que siempre hemos querido. Si quedarse no era una opción, recorrer el mundo junto a la persona que más amaba sonaba excelente para mí.

Siempre juntos sin importar nada

Nunca es suficiente...