¿Y a qué te sabe el café?

Estoy segura que ya hay un montón de canciones con las que voy a sonreír y pensar en ti mientras camino con los audífonos puestos, y aún así esa felicidad no se compara con la que siento al oír tu voz.

Honestamente a veces no puedo con el sueño que tengo en la oficina, pero solo basta abrir una conversación o ver una foto tuya para saber que cada bostezo, pestañeo irritante y dolor de cabeza valen absolutamente la pena, porque me encanta esto que siento, el vacío que se me hace en el estómago, que me suden las manos, me ponga nerviosa y sonría de la nada, que suspire, que me muera de ganas de verte, abrazarte, besarte...

Creo que no estaba siendo consciente de que tanto estoy sintiendo por ti, para ser sincera tengo un poco de miedo, creo que subimos a un auto de carreras y pisamos el acelerador a fondo, con ello el porque tanta adrenalina, pero también siento vértigo al pensar que nos podemos estrellar. Me he cuestionado si deberíamos frenar un poco, si debemos "ir lento", a veces odio que parezca normativo el hecho de sentir de menos a más, paulatinamente, que se invaliden las emociones solo porque no llevas conociendo a esa persona por meses o años, pero es que para mí poco haría la diferencia, no importa si fue hace 7 días o 7 semanas, solo importa que desde que escuché tu voz empecé a reventar de amor ´por dentro y al sentirme correspondida me dejé llevar.

Te quiero y te quiero bonito, hay tanto por contarnos, por hacer y deshacer juntos, no puedo explicar del todo la forma en que impactaste mi vida, siempre suelen ocurrirme cosas irónicas, porque justo, hace poco tiempo tuve una plática conmigo en la decidí dejar de buscar o forzar algún lazo, tampoco soy de la idea de que las cosas llegan solas, por ha decir verdad, me he esforzado mucho toda mi vida por creer merecer algo. A veces me gusta creer en la suerte/destino/karma y en otras tantas pienso que absolutamente todo es consecuencia y reflejo de nuestros actos. Quizá exista un balance entre esas ideas, quizá a veces hay que dejar de planear... hace poco leí que cuándo has esperado bastante sin recibir nada a cambio, cuándo sea el momento, la vida te va a dar de más, y me gusta pensar que ese momento es ahora, contigo.

Me he dado cuenta que pocas veces sé cómo terminar algo que escribo, es cómo si las ideas no quisieran dejar de fluir y no pudiera finalizar lo que quiero transmitir, así que, terminaré esta carta haciendo la misma pregunta que me hizo escribirte y más porque creo saber, es tu bebida favorita, ¿A qué te sabe el café? <3

Carta a mi dolor.

Tengo mucho sin escribir para mí, queriendo evitar desde hace meses lo último que hablé en terapia, algo que tengo muy dentro en mi pecho, en una cajita dentro de otra más grande en la que guardo todo lo que me hace verdaderamente daño, tenía mucho sin abrir esa cajita que lleva por nombre una fecha... y si bien alguna vez hablé de ello, hoy quiero hacerlo desde el perdón y la compasión que me debo a mí misma después de haber vivido tan oscura y dolorosa situación.

1 año, 9 meses, 2 días, es el tiempo exacto que ha pasado desde aquella fría mañana de octubre, aquella mañana en que una persona de la cual he bloqueado de mi mente su nombre, no supo entender el significado de la palabra NO, en qué no importó que llorara y suplicara, aún así ocurrió, ya me he condenado demasiado con mis pensamientos, queriendo entender o explicar porque en ese momento es cómo si hubiera visto una pantalla en negro y mi cuerpo quedara pasmado, que por más que mi mente decía "corre", "grita", "huye", "haz algo", simplemente mi cuerpo no emitía una respuesta, ya he tenido tiempo para sanarlo un poco, a pesar de que en su momento cuándo pedí ayuda profesional, solo me encontré con alguien que poco a poco se encargó de hacerme creer y sentir que todo era culpa mía, para después abusar de la confianza que le había otorgado al contarle cosas aún más personales, y que, en su momento las usara como debilidades e intentara algo impropio al ser su paciente, huí de ahí aún más destruida, enojada, triste, confundida, llegué a creer que en verdad yo era el problema de todo aquello que estaba ocurriendo, pero cómo he dicho, lo he ido sanando poco a poco.

Hoy quiero decirle a Eve del 2019, que tuvo que pasar todo eso y un poco más sola, que las cosas van a mejorar, que vas a sobrevivir al dolor, al asco que te produce tu propio reflejo en el espejo, al miedo de estar con alguien, a los incómodos comentarios que hacen las personas sobre este tema, porque evidentemente nunca lo han vivido y no saben todo lo que implica, vas a salir adelante, vas a sanar lentamente y un día sin planearlo, alguien sacara esa cajita sin intención, escucharás una nueva canción que significará tanto y en una clase de uno de tus profesores favoritos vas a expresar con tu cuerpo un poquito de esa frustración, la vas a querer arrancar de tu pecho y en una vuelta y un salto fugaz, dejarla ir, lo vas a entender y te vas a perdonar, porque al fin vas a aceptar que no fue tu culpa y sabrás que nunca has necesitado a nadie que no seas tú.

Tiene que ser la despedida.

Lo siguiente lo escribí poco antes de terminar el año:

Primero sonó “Belice” y ahora “Guerra y paz” dudo que sea casualidad, he huido de escribirte he huido incluso de sentir, porque sé de sobra que en el momento que lo haga va a doler y mucho <<¿Cómo eramos tú y yo? ¿Fuimos lucha? ¿Fuimos paz?>> en este tiempo han pasado muchas cosas respecto a nosotros y desde que lo recuerdo siempre hemos estado en un vaivén... mi reproductor me está odiando porque ahora empezó “Fue tan importante” y en verdad <<¿Cómo pudimos llegar a perdernos después de tanto tiempo? quizá cuándo estemos más lejos que nunca comprendamos que nadie tenía la culpa>> Sé que te extraño demasiado, que ahora me siento incompleta, ¿recuerdas lo que decías? a mí me gusta estar completo... pero también sé que yo pase a segundo plano en tu vida, que si yo no te hablaba tú no lo harías, que era yo la que se acordaba de ti y te enviaba canciones, memes, stickers o lo que fuera.

Pensando fríamente esta vez fui yo la que “luchó” de alguna forma por mantener la comunicación entre los dos, pero no puedo decirlo así porque te conozco, porque sé que tú estás ahí para cuándo lo necesite, me hubiera gustado que al menos me buscaras tú una vez, pero si no lo hiciste es porque tú no me necesitas.

“Un día en el parque” y “Amasijo de huesos” hoy Spotify quiere que llore, pero estoy en un lugar publico y no quiero/puedo. Me está costando mucho escribir,hay tanto que quiero decirte y a la vez sé que no tiene caso alguno. ¿Cómo superas perder a tu mejor amigo? a esa persona que por 7 años ha sido esa parte que le daba sentido y cierta estabilidad a todo lo que pasa, con la que me hice mil y un promesas. Me cuestiono si en verdad debo o tengo que soltarte, si hay forma de arreglar esto cómo hemos resuelto todo lo demás, si es cuestión de tiempo... pero también me cuestiono si volveremos a lo mismo, porque nuevamente sería yo la que llamé, la que insista, la que te busque, la que te necesite.

24 de enero 2021.

Pensaba solo reescribir lo anterior y dejarlo aquí cómo ese diario de memorias que creo que debo soltar en algún lado. Pero al entrar y notar que lo último que escribí aquí fue hace 51 semanas y también fue para ti y también me dolió, solo me hizo enojarme muchísimo, enojarme y soltarme a llorar con las mismas estúpidas canciones de fondo.

¿Cómo dejé que me siguieras rompiendo después de tanto tiempo? <<¿Cuándo volverás a ser quién conocí?>> escuchar eso me aterrizó de pronto a la realidad, te he idealizado por muchos años, jamás tuviste punto de comparación, jamás me cuestioné si eras malo para mí, por el contrario en demasiadas ocasiones que me quebré yo era la que se culpaba, la que se odiaba por no ser suficiente para ti, y siento coraje y decepción, tengo unas ganas inmensas de gritarte, de odiarte y no puedo. 

Debí soltarte desde ese 25 de agosto del 2019, pero cómo siempre busqué algo con lo cual volver a encontrarte y entonces un día frío de enero te llamé... y cómo siempre respondiste. Una sola vez te vi y con eso bastó para aferrarme a la idea de tenerte siempre en mi vida, marzo se sintió cómo un botón de reset, justo marzo... hablamos sin prejuicios, con la mente más abierta que nunca, dándonos la opinión más sincera, nos dijimos cosas de las que nunca antes habíamos tenido el valor, por miedo a lastimarnos, por siempre creernos frágiles, porque lo éramos, pero me dio gusto saber que si de por sí ya nos considerábamos un libro abierto el uno con el otro, ahora nuestra “nueva” amistad podría ser incluso mejor. Vaya error.

15 de febrero 2021.

Estuve aplazando mucho escribir esta despedida, porque eso es lo que es, no es cómo que vayas a morir para mí, pero simplemente he decidido que hay cosas que debo dejar en el pasado, nunca creí que tú fueras a ser una de ellas. Es curioso, escribirte hoy un 15 de febrero, porque fue ese día del 2016, hace 61 meses en que todo comenzó y ¿sabes? también era un lunes... nos vimos en el Oxxo, me acompañaste a comprar mi bitácora y unas plumas a Office Depot, me tomaste de la mano, y mientras esperábamos el trolebús me besaste, un mes después ya éramos novios y a pesar de prometernos tanto, hoy sé que incluso el amor que crees o piensas más puro se contamina y termina por morir, pero no me mal entiendas, hablo del amor romántico, de las ganas de besarte, de estar contigo, de pensarte a cada segundo, del sentirme enamorada, eso creo que desde tiempo ya no está en ambos.

He decidido ya no darle más vueltas a esto, y solo dejar esta página de una serie muy dramática atrás, ya no hace falta escribir de nuevo las cosas increíbles que dejaste en mí, ya hay escritos de ello y lo que no, se queda solo en memorias. Solo quiero agradecerte por una última vez todas las cosas buenas que me diste en estos 7 años, porque a pesar de todo siempre voy a amar a ese Fer del 2016 que me devolvió las ganas de prácticamente todo, me inspiró y me ayudó por mucho tiempo a salir adelante, una parte de mí siempre te va a pertenecer, ese “pedacito de humana” es tuyo, te lo dí hace mucho y sabía que nunca iba a regresar, y está bien, no me arrepiento, me quedo con los bonitos y valiosos recuerdos, admito que me dan nostalgia muchas cosas, pero sé que es posible soltarlas poco a poco, además, cómo muchas veces lo dijimos extrañamos lo que fuimos, y lo que llegamos a ser juntos, pero eso ya no existe y sabemos ahora que no volverá y está bien. 

Creí que nunca iba poder dejar de pensar bonito de ti, pero hasta la persona que crees que nunca te hará daño o te va a decepcionar, lo llega a hacer, y esa enseñanza tristemente me tocó llevármela de ti, ha decir verdad ya no me importa porque tomaste ciertas decisiones o que te llevo a ellas, pero si algo sé, es que siempre intenté decirte cómo me sentía respecto a todo, porque según yo, esa confianza y comunicación siempre fue el pilar de lo que teníamos; aún así no te guardo rencor, sé que si lo decidiste fue por algo, confío en ello porque estoy harta de los arrepentimientos entre nosotros.

Gracias por hacerme un poquito más fuerte, por hacerme ver que la vida no termina sin ti, cómo muchas veces te lo dije y lo creí, te deseo todo el éxito del mundo, que logres concretar tu carrera, si no me fallan las cuentas este es el año, espero que tus proyectos salgan bien, porque ¿sabes? una parte de mí, siempre va a creer y a sentirse orgullosa de ti, porque sé que también te a costado mucho llegar hasta aquí.

Sabes que es lo último que diré: Gracias por todo. Sonríe, siempre.

Aún duele tu sonrisa.

Dueles a las tres de la mañana cuándo no hay nada, solo mis pensamientos y yo, extraño llamarte después de mis pesadillas para escuchar tu voz, esa que me calma, me alivia, me hace bien.

Dueles a las seis de la tarde cuándo me estoy preparando para ir a clases de baile y poder contarte lo emocionada y nerviosa que me siento porque estoy avanzando, extraños tus ánimos, esos “tú puedes bonita” qué me impulsaban a hacer realidad todo lo que yo sola no me creo.

Dueles a las once de la mañana cuándo me despierto y veo el celular y no tengo un mensaje tuyo de buenos días, extraño que me cuentes tu rutina, tus complicaciones del día, tus notas de voz manejando.

Dueles a las cuatro de la tarde cuándo estoy comiendo y te enviaba fotos sólo para decirte "el domingo comeremos algo más rico", extraño nuestras salidas,el sushi o la comida china, la pizza y las crepas con chocolate caliente que solíamos tomar en nuestra cafetería favorita.

Dueles a las diez  de la noche cuando llegaba cansada y esperaba tu mensaje avisando que ya estabas en casa, extraño tus mensajes insinuando cosas o tus notas de voz hablando bajito.

Dueles a las dos de la tarde los domingos cuando salíamos a alguna plaza o al cine, extraño ir juntos en el carro y escuchar las canciones que tanto nos hacía feliz cantarlas sin parar, a volumen alto y esperar a que lo bajaras porque tenías que dar vuelta o estacionarte.

Dueles a muchas horas, en muchos días y en muchos lugares, sé que los recuerdos me siguen y atormentan, pero también sé que lo que extraño ya no existe y ya no volverá, porque extraño lo que fuimos y no lo que ahora somos, porque duele tu sonrisa, pero duele más no ser el motivo de ella.

1999.

Qué cliché seremos todos los raros que fuimos al concierto empezando un escrito sobre 1999 que diga ¿A qué no sabes dónde he vuelto hoy? Bien, pues aquí vamos porque sí, soy otra fan de John Boy.

Diez años antes de este ahora sin edad, si, el monstruo aún vive, sí, aún no hay paz, quedan restos de memorias, quedan pequeños objetos, valiosos, los regalos de cumpleaños, las fotografías, los boletos de los conciertos juntos. Metropólitan. Tú y yo cantando a unísono tomados de las manos, dejando a un lado a las malas lenguas y todo lo que "no da para más". Y ahora casi 2 años después de ello, corazón, vas muy mal ni siquiera me hablas, las cosas han cambiado tanto, pareciera que fue no hace mucho cuando hacía un simulacro de evasión, te llamaba y lloraba por esas cuestiones de familia que se evitan una y otra vez, también recuerdo que en varias de esas llamadas hablamos de tu gran ectoplAsta, jamás había odiado a alguien, pero si, a ella quería ahorcarla al revés, pero pasó el ectoplasta se esfumó, y tal vez ahora yo me convertí en uno... ganaste el segundo asalto, hicimos algo y aún así creo el hielo durará mil años y ahora soy tu gran incomodidad, creo que hicimos las cosas mal, no, no nos sienta bien pelear, no, tampoco fortalece más, pero si algo clavaste en mí, es la idea que en el futuro escucharé tu voz, tal vez un poco burlona diciendo: "Supera esto, no serás capaz" porque cómo superar a quién generó un incendio de nieve... pero ahora "Hay un fin en negro" Ya no hay ganas de seguir el show, ya son demasiadas las horas en vela y sin nada que decir, hasta aquí llegó el ritual de enfados, así que ahora relájate, creo que lo llevas bien y yo estoy aliviada.

Sé que te qu(h)iero mucho y que siempre habrá un te amo con luces de neón, pero ahora digo ya, hoy es así... ¿Qué cómo es mi vida sin ti? no estoy lista pero lo afronto, llevo un año intentándolo, un mes haciéndolo, nunca mas me enamorare, o tal vez sí, hay que ver cómo miento. Mientras pasan los días me pregunto ¿cobardía o mala suerte? mi presente es efervescente y si, a veces veo partes de mi vida como las piezas de un Tetris, a veces no encajan bien y en otras todo suele acomodarse de manera perfecta para continuar en el juego, espero que pronto empiece esa racha.

Por mientras voy a romper las ventanas y así sentenció lo nuestro, pasó por guardar los días más gratos y olvidar los demás, pero si te cuento un secreto a ellos también me los voy a llevar, muy dentro en el pecho y un día ninguno de esos recuerdos va a doler más, y hoy 24 te dejo estas líneas, sé que cada uno estará donde debe de estar porque si bien ninguno había pensado en renunciar yo me voy, agradeciendo cada beso y cada instante, cada sonrisa y cada te amo, eres un 11 y un 22, ahora 24, un 2013, 2016, un 2019 y mi eterno 1999. Adiós.

020.

¿A qué no sabes dónde he vuelto hoy?

Jueves 18 de octubre, la fecha esperada desde aquellos días de primavera en que se hizo ruido, en que se dio a conocer las ciudades en que mi banda favorita haría un tour por su 20 aniversario... Ciudad de México, no podíamos faltar.

Mi emoción fue infinita, la nostalgia lo era más, la última vez que vi a Love Of Lesbian fue con una persona muy especial que ya no estaba de algún modo conmigo, y en mi mente solo rondaba el deseo de decirle “Atrévete a acompañarme…” pero no lo hice; dejé la tristeza de lado, dispuesta a ir sola y con la idea perpetua de que ese día sería solo para mí.

Pasaron los meses, de repente llega agosto y ves... agosto es el mes de su cumpleaños, por mi mente volvió a pasar la idea de invitarlo, pero de nuevo, no lo hice. Trataba de enfocarme a mis canciones felices, a esas que logran hacerme sonreír con solo recordar su nombre, pero en cada una estaba él y los recuerdos, solo quería recuperar mi paz en esas letras que me estremecían el alma, pero no podía, no quería.

Septiembre llego a buscarme, faltaba tan poco, un mes y días, la emoción aumentaba, las ansías también, el compartir el sentimiento con una de mis personas favoritas ayudaba a enfocarme en disfrutar aquellas canciones que moría por cantar, gritar, soltar.

Me llaman octubre, no pretendas saber nada más…  al fin llegó la época más feliz del año, desde hace mucho tiempo octubre se convirtió en uno de mis meses favoritos, pero creo que son tantas las experiencias que lo dejaré para otra ocasión, solo puedo pensar maldita sea octubre, siempre traes algo contigo. Conforme los días pasaban JC me emocionaba más con sus mensajes de cuenta regresiva, haciendo nuestras típicas listas, esta vez de las canciones anheladas, sabiendo que algunas nos harían recordar algún momento crucial de nuestras cortas y dramáticas vidas, otras que nos harían llorar y soltar, las que nos harían bailar y gritar sin medida y por supuesto las que podrían darle un nuevo sentido y comienzo a este punto de nuestra existencia.

Jueves 18 de octubre, sí, al fin es el día… los jueves suelo levantarme más temprano de lo usual así que dormí muy poco, pero estaba tan emocionada que no me importaba, ni siquiera el hecho de seguir enferma con tos y dolor de garganta, me alisté, sí es que puedo llamarlo de algún modo, solo sabía que mi boleto en la mochila era lo primero que debía tener listo, no me importó no estudiar para un examen, yo solo quería que dieran las 8:30 pm, sentí, cómo siempre, que el día sería eterno y la noche muy corta, que ironía, yo esperaba tanto “La noche eterna” que felicidad cuando llegó…

El trayecto al Auditorio Nacional fue lo más incómodo que pudo pasarme, me sentí en vecindarios que se ignoran en sistema dual, pero mi mente estaba tan transportada a escuchar nuevamente a Santi cantar que no me detuve a prestar demasiada atención, esta vez no.

Llegamos… di unos cuántos pasos y ahí estaban: Sam, Marshall, Dany, Ceci, un nuevo amigo: Roy, nos dimos abrazos de nostalgia y cariño infinito, escuché que esperaban a Carlos, Vane, Moy, que Phan y Pratz ya estaban dentro, que Girasol sería fotógrafa del evento, maldita sea, todos y cada uno de esos seres únicos son sinónimo de felicidad. Estábamos en asientos diferentes, pero sé que nos recordamos al escuchar que “todos los raros fuimos al concierto” y claro, no pude evitar voltear al segundo piso esperando ver a JC, fue imposible entre miles de personas, pero saber que él también lo recordó me hace sentir que ahora él también pertenece… que él al igual que yo, ya es otro fan de John Boy.

Dejé pedazos de mí en 1999, mis gritos envasados al vacío como llevo tiempo escribiendo sí, en ese instante reventaron al fin, lo solté, lo dejé ir, no a él, al sentimiento constante de arrepentimiento, a la culpa, al sufrimiento innecesario, a los reclamos… yo sé que no me puedo ir, que no lo haré jamás, que me falta valor y fuerza vital, pero que no necesito salir de esta inmensa ciudad, de ningún lado a decir verdad, yo no necesito escapar, solo tenía que soltar… y así fue, como a mis males pasajeros, les di un billete solo de ida, y sabía que en esa noche podría cantar y gritar que “todo eso se irá, huirá, fluirá, sí, caerá”. Pararon las lágrimas acompañadas de un abrazo de Roy que me escuchó cantar cómo iba a romper las ventanas, confirmando que tengo suerte, que aún hay gente que lo hace fácil.

Incapacidad Moral Transitoria es un himno a mi pasado, “oscuro” dicen algunos, divertido pienso yo, ¿no hay opción? estuve a punto de safarme la camisa, después mi deshonor, pero me detuve a gritar y viajar entre memorias y sonrisas pícaras, haciendo un recuento de lo recalcitrante que puedo llegar a ser, pero en fin, es una de esas canciones felices, al igual que escuchar los Toros en la Wii, escuchar que “sí, somos alguien, algo dispersos, vulnerables, que somos reverso o la imagen de un universo inestable” y que no importaba más, se sentía una felicidad aumentada, pareciera que todos nos contagiamos tan buena vibra en ese instante y todo era FANTÁSTICO.

Llegaba la recta final del concierto, y “ya sé que está mal romper ventanas de un bloque”, en ese momento solo pude pensar en una persona, deseaba encontrarle y decirle "no habrá más reproches", me transporte por un segundo al 2016 cuándo los escuchamos juntos, pensé en llamarle y cantar “no serás capaz de odiarme si lo he empeorado aún más” porque vaya que lo hice, pero me limite a dejar salir esas lágrimas y gritar para apagar aquel incendio de nieve y calor. Después sonó Oniria e Insomnia y no pude contenerme más, esta canción en particular tiene un significado especial y no está ligada a una sola persona, sin embargo en ese momento, solo una recorrió mi mente, solo una apareció andando en los cables y bailando en la cornisa del piso 23, al final de gritar y sacar nuevamente a flote esos sentimientos solo podía pensar en tener mi encuentro inesperado en noche azul, quizá no ahora y quizá no pronto, pero si con las ganas de que “cuando me gire entre la gente serás tú”.

Al final encontré a ese pequeño Poeta Halley, haciendo un recuento de mí, llevo años haciéndolo y en ese momento todo parecía claro, y por eso estaba por ahí otra vez, transportándome a todos esos meses en que ya no podía más, en que nada parecía bueno o suficiente, en que todo me ahogaba, en que algo hacía falta, necesitaba paz y en ese momento la encontré, necesitaba esa palabra, esa a la que tanto tememos y entonces entre nostalgia y un anhelo infinito que se sentía de toda la gente a mi alrededor pasó: Pronuncié 'esperanza' y la grité por dentro porque es lo que hace falta y sí, la escribiré mil veces, también me alejaré de espaldas y quizás de repetirla algo me quede… porque en ese instante esa banda a la que le di una segunda oportunidad por aquellos días de marzo de un año extraño me hicieron sentir que yo valía algo, yo y todo lo que hacía, y que aquellos momentos “Efímeros, pequeños e insignificantes, pero llenos de vida” tenían un significado real.

Gracias por otro viaje increíble en la nave del Poeta Halley y nuevamente: Supera esto, no serás capaz. Los son todo. Gracias LOL.

Vamos a quitar los miedos, vamos a la Torre Eiffel, vamos a darnos besos, vamos a enamorarnos bien.

Vamos al cine a emocionarnos como niños chiquitos, vamos a comer hasta no poder más, vamos a tirarnos al pasto mientras acaricio tus brazos, vamos a hablar por horas hasta quedarnos dormidos. Vamos a hacer eso y mil cosas más, a besarnos sin control en algún lugar escondido, a jugarnos bromas e ir a comer helado, a terminar la tarea en la madrugada por esos “5 minutos más” que queremos seguir hablando, a cantar a todo pulmón nuestras canciones favoritas, a abrazarnos después de un fin de semana sin vernos, a tomar cerveza con buenos amigos y bailar raro en los bares, a descubrir con nuestras manos aquello que nos hace diferentes, a darnos tiempo para nuestras cosas sabiendo que en cualquier momento del día tendremos ese mensaje que nos saca una sonrisa.

Vamos sin prisa que tenemos el resto de nuestros días, vamos juntos que te quiero para toda mi vida.

FCP. <3

“...”

No sé que puto título le pondré a esto porque ni siquiera sé que es lo que quiero decir, ¿estoy rota? ¿estoy vacía? o es que acaso la vida me está jugando una mala broma... y es ahí cuando pienso “Sí, otra vez”.

Soy increíblemente buena para escoger a los peores prospectos.... vamos cariño no te ofendas porque sabes que es verdad, tú misma lo dijiste, y no te voy a tirar mierda porque ya tienes suficiente con tus malas decisiones; eso me repito todas las veces que creo ciegamente en quién no debería.

Y es que... ¿que puedo decir? ¿con que me puedo defender? si parece que cada vez me empeño más en caer, cada vez más profundo, cada vez duele más. Pero vamos yo soy fuerte ¿o acaso no es eso lo que dicen todos? ya me cansé del mismo cuento de siempre, ¿saben cómo estoy por dentro? parece que este tipo de problemas no son nada, y hay cosas mas importantes, pero a mi edad, con mi autoestima, con mi confianza, esto por supuesto que es algo, algo que me consume poco a poco, que me hace más fría, más indiferente, algo que me orilla a querer estar sola más tiempo.

Pero tú que estás leyendo estas líneas no te sientas tan importante que no me refiero a ti, me refiero a cada persona con la que he cruzado y he querido arreglarle de algún modo la vida, ya me di cuenta de que no puedo, de lo que no me doy cuenta es que en cierta manera lo quiero seguir intentando, pero entonces ¿quién me arregla la vida a mí? y es ahí cuando entro en conflicto porque nunca nadie se queda para hacer lo que yo sí.

Yo no.

Yo no vine a cambiarte la vida, yo no quiero amarte, yo no pienso quedarme por siempre, yo no voy a prometerte cosas que no pueda cumplir...

Yo no quiero verte mal por mí, yo no quiero que me ames, yo no quiero herirte, yo no quiero que tengamos peleas absurdas...

Y a todo esto ya te mentí, porque probablemente todas esas cosas que quiero y que pienso no resulten como lo creo.

Pero hoy seré sincera, más conmigo que contigo, yo no soy ella, yo deje de querer a alguien más antes que a mí misma, yo no te mentiré porque ya aprendí que nada bueno puede resultar de ello, yo no voy a esperar que tú hagas todo lo que se supone se construye con dos, yo no iré detrás de ti cuando tengas la culpa pero yo no haré que te sientas culpable por lo que hago mal, yo no vengo a resolver tus problemas, yo no quiero que huyas de tu realidad a mi lado, yo no seré tu escape emocional y mucho menos tu esclava sexual.

Yo no soy lo que esperas, yo no soy lo que necesitas... pero yo soy lo que te gusta.

A.A

Hoy te voy a escribir con Carlos Sadness de fondo y no creo que tengas idea lo que eso significa para mí...

Apenas estoy pensando en lo hermoso de tu sonrisa y ya se me erizo la piel, ¿qué llegaste a hacerme? ¿cómo encendiste una llama dentro de mí tan pronto? vaya que las cosas suceden en instantes, cómo la decisión de ir a tu casa para intentar sorprenderte... o despertarte, ¿que tiene tu mirada que no puedo hablar si te veo tan fijamente? me estoy haciendo tantas preguntas, soy un desastre para esto.

Y es que me gustas tanto, si empiezo a describir tus facciones me voy a terminar perdiendo en ese pequeño hoyuelo cuando sonríes o en el brillo de esos ojitos cafés. Eres una persona increíble, tan linda, tan sencilla, no puedo con lo hermoso de tu voz bajita, ni con tus abrazos tan sinceros, ¿ahora entiendes mi dilema? ¿de dónde saliste o dónde estabas? porque juro que personas como tú ya no se encuentran en la vida.

Hoy hace un año.

No hace falta hablar, solo mirarnos... vaya día, vaya fecha, ¿Puedes creerlo? hace un año exactamente y a esta hora aproximadamente estabamos tú y yo, y como otras 15 personas en aquella casa, en esa fiesta, la música quedo a nuestro cargo, nos pusimos cursis, te hice una pregunta de la cual casi me aseguraba la respuesta, y por eso mismo me atreví a hacerla:

-Alguna vez me preguntaste cuando iba a tener novio... ahora yo te pregunto ¿Tú cuando vas a tener novia?

Estaba ansiosa, temblando, solo quería oírlo, solo quería confirmarlo...

-Yo voy a tener novia cuando esa persona especial llegué a mi vida... Evelyn, ¿Quieres ser mi novia?

Lo sabía y lo esperaba, ¿por qué quedé helada? sonreí como tonta, el sí era inevitable, nuestras sonrisas y miradas sincronizadas lo eran más.

Fueron los mejores 10 meses de mi vida, poco consideran la mayoría,mucho consideran algunos, lo suficiente es lo que creo yo, lo suficiente para no matarnos, para no marchitarnos, lo suficiente para saber que tú fuiste lo mejor que pude tener y que no debía permanecer más, al menos no ahora.

¿Te extraño? por supuesto, no es cada segundo de mi vida porque vaya que sería duro, pero supongo que es no es demasiado como para morir ni tan poco como para no recordarte y sentir ese hueco en mí; nos dimos lo mejor de cada uno y no sabes cuanto agradezco cada sonrisa, cada mirada, cada abrazo, cada beso, cada te quiero, cada te amo... sé que sigues conmigo, y que ha sido dificil, pero sé también que a ambos nos esperan muchas cosas buenas por delante.

Si algo más puedo agregar a este tonto texto es que no quiero irme nunca de tu vida, porque... aunque no estemos juntos ya, siempre una parte de mí va a pertenecerte. Gracias por 365 días contigo en mi mente, y con mi corazón diciéndote te amo.

RSLM.

Vuelve.

Te extraño, a ti, a tu voz, a tu mirada cálida, a esos abrazos que me llenaban el alma aunque no me los pudieras dar seguido, al dulce sabor de tus labios que solo pude probar un día.

Extraño esas madrugadas enteras hablando, a tus consejos cuando todo iba mal, a tu risa cuando decíamos tonterías, a esos silencios que no eran incómodos.

¿Dónde estás? ¿Que ha pasado? ¿Por qué no estás aquí?

Vuelve.

Te espero...

Te espero ahí dónde hay más sonrisas que lágrimas.

Dónde nos gusta cantar mientras nos vemos fijamente.

Dónde puedo acariciar tu espalda mientras duermes.

Dónde los minutos se congelan si sonríes.

Dónde puedo tomar tu mano y saber que besarás la mía.

Dónde tus ojos se vuelven verdes cómo los míos.

Dónde podemos besarnos sin miedo a sentir.

Dónde la música suena mejor si estamos abrazados.

Dónde es posible volver a enamorarnos.

Dónde eres solo tú y solo yo para siempre.

Dónde podemos decirnos te amo libremente.

Te espero ahí donde tú y yo podemos estar juntos.

Mereces que te escriba

Mereces que te escriba porque llegaste a cambiarme la vida.

Mereces que te escriba porque cada sonrisa en mi rostro te pertenece.

Mereces que te escriba porque con el simple hecho de pensarte me lleno de paz.

Mereces que te escriba porque me devuelves la seguridad que siempre pierdo.

Mereces que te escriba... aquí estoy, 12:35 a.m. pensando en ti y en lo que probablemente no es una pelea pero si algo que me causa un vacío en el estómago, pero no es de esos en los que me lleno de felicidad y no paro de sonreír, es de esos en los que pienso si algo hice mal y mi mente empieza a revolver todo haciéndome sentir fatal.

No estoy en mis mejores días y no sé porque, y ese hecho en mi vida es tan común... que triste ser la misma persona complicada de siempre o tal vez no, tal vez solo estoy pasandola mal y quiero escapar de todo, pero es de todo menos de ti.

Tú eres esa persona que estuve esperando sin esperar, no creo explicarme, llegaste en el momento en que menos esperaría enamorarme, en que menos esperaría sentir que puedo compartir la felicidad y las cosas buenas que me han ocurrido, llegaste cuando creía que tú y yo estabamos más alejados de la espera.

Pensar en ti eriza mi piel, recordar un beso tuyo dibuja una sonrisa, sentir tu aroma en aquella camisa me hace anhelarte a mi lado todo el tiempo. Maldita sea, no sé lo que hayas hecho conmigo pero que bien se siente, me tienes, así de simple.

Nunca me ha gustado pensar en el futuro porque vaya que la vida, el amor, el karma y demás se aprovechan de los enamorados, pero que tonta soy porque ya no veo los días sin que estes tú.

Gracias por aparecer, por hacerme sentir esa confianza y seguridad que no creía podía encontrar en mí. Te quiero y ahora que lo pienso bien, no estamos haciendo las cosas mal.

11-11

Un día cómo hoy pero de hace tres años vi por primera vez al hombre que amaré el resto de mi vida; creo que es oportuno mencionar que amarlo no significa que esté enamorada de él y es una realidad, ambos nos amamos, cada quién a su manera porque a través de este tiempo ambos crecimos, maduramos y superamos.

Podría contarles muchas de las vivencias que he tenido con él, los tragos amargos que nos hicimos pasar o las risas en las madrugadas, podría contarles del dolor, de las lágrimas, del sufrimiento, de la impotencia así cómo podría hablarles del amor, de las sonrisas, de la felicidad, de la fortaleza.

Pero no, hoy quiero hablarles de ese día, del día en que lo vi por primera vez y yo estaba helada por los nervios, de cómo camine perdida con un brazo lastimada entre esas calles que jamás había visto, de cómo mi voz temblaba cuando lo saludé, de cómo me quedé paralizada sin saber que decirle, de cómo me brillaban los ojos al ver los suyos, de cómo latía mi corazón al verlo sonreír, de cómo el mundo se detuvo cuando sus labios rozaron los míos y de cómo sentí por primera vez en mi vida enamorarme.

Pero estoy segura que no quieren que les cuente eso y está bien, porque es lo único que tienen que saber, que los 11-11 para mí son verdaderamente especiales por él y así lo será siempre.

Que estúpidamente el 11-11-11 a las 11:11 am cerré los ojos en el salón de clases mientras me decía lo siguiente "11:11 que hoy sea un día inolvidable a su lado" e inolvidable y a su lado han sido estos 3 años.

Me gustas...

Me gustas para despertarte cada mañana con un mensaje de buenos días, anhelando el momento en que después pueda despertarte con un beso.

Me gustas para hacerte reír todos los días a pesar de la distancia, para que sepas que estaré contigo y que tendrás mi apoyo.

Me gustas para ir hasta tu casa y sorprenderte con películas o un buen disco mientras preparo café.

Me gustas para cantarte mientras estás acostado en mis piernas.

Me gustas para compartirte todas las cosas que me hacen feliz, para disfrutarlas a tu lado y que ya no solo sean mías, si no nuestras.

Me gustas para ser mi inspiración, para ser mejor cada día y dedicarte los mejores momentos de mi vida.

Me gustas para abrazarte todo el tiempo, para besarte lento, para enamorarme todos los días de la misma sonrisa.

Me gustas para recorrer tu espalda a besos, para envolvernos juntos, para ser uno mismo.

Me gustas para tantas cosas que aun no te conozco.

Imagina para que más me gustarías si supiera quién eres.