marcapasosindomito - Tumblr blog

marcapasosindomito · 7 years

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. Gritaré tu nombre cada noche .

Gritaré tu nombre cada noche, Sebastián.

Saben, mantener la inocencia del eterno enamoramiento es inspirador, a pesar de que a una la han pisoteado dos que tres veces una no pierde la fe en que una puede encontrar personas a las que sea imposible negarse, de las que una quede prendada, hipnotizada, que lo único que le nazca a una sea entregarse enteritita, toditita.

No hablo de construir ilusiones, bueno, pensándolo bien creo que es exactamente de lo que hablo.

¿Qué es la vida sin ellas?

Muchos me dirán que me beba una sopa de realidad, el truco para no salir lastimada de las ilusiones es no generar expectativas con curva a la decepción, sino mantener ilusiones sembradas en lo que es, en las esencias palpables, en mantener el instinto abierto y bien agudo… cada paso me ha enseñado que las realidades son muchas, no solo una, y cada quien construye la suya, la mía esta plagada de estrellas fugaces y de épicas sonrisas, amo la vida y amo enamorarme, al Sebastián ni un beso le di, ¡Ni uno solo! Y siento que tengo su sabor nadando en mi boca, no lo se, quizá mis feromonas estaban en plena erupción, el ceder a los instintos hormonales me ha dejado remolineada una que otra vez, así; despeinada, enterregada y con varios rasguños, por fortuna así encontré a Sebastián y por fortuna doble no llegue a verlo así por golpes emocionales sino por que andaba subiendo montañas, caminando desiertos y siendo parte de exploraciones en lugares vírgenes y salvajes en búsqueda de nuevas especies descubiertas, no cabe duda que los lugares recónditos, esos a los que no todo el mundo, esos en los que no esperas encontrarte a nadie… pueden ser un excelente punto de encuentro, es decir, toda le gente que conocí en el viaje eran personas que viajaban solas, almas indómitas, todos coincidíamos en el gusto por la soledad pero nos llenaba de gusto encontrarnos, personas solitarias que necesitan acompañarse de vez en cuando de otros seres solitarios, es como un bocanada de aire puro para volver a sumergirse en las profundidades personales, todos vivían con un dejo sensorial de sentirse incomprendidos, pero ya no les importaba (ni a mí) y seguían su instinto y su corazón, así, el desierto me permitió gratos encuentros, tanto con plantas, aves, estrellas y humanoides; en el caso de Sebastián fuimos dos correcaminos enterregados y con ganas de vivir que orbitaron en una suculenta sincronía, desertores del sistema, habidos de ganas de conocimiento, de una vida sencilla, de amor por las plantas y de amor por los viejos que quedan, de esos que crecieron con las antiguas tradiciones, los abuelos, los pocos vestigios aún latentes del México del campo, de su buen humor y de su buen augurio, del levantarse temprano a la luz del alba y partirse la madre en la tierra y para la tierra, así conocí a Sebastián, dos seres que no pueden negar su naturaleza, amantes de la oralidad y del paisajismo.

Quiero encontrarlo.

Grito su nombre en la punta de cada montaña esperando que sienta que hay una Karenina esperándolo para ir a Xichu por chilcuague, santa madre de Dios, así los pactos de amor de hoy en día.

Lo primero que vi de el, fue su sombra.

Fue un 30 de Diciembre.

Íbamos regresando de una caminata ultra extrema en la montaña, fue toda una odisea el regreso al pueblo, de verdad, tenía mucho miedo de pisar un nido de serpientes, me acompañaron dos italianas, una antena era la señal, mas el desierto y sus distancias son engañosas, estábamos un poco desorientadas pero logramos llegar al pueblo, nos recibió un caballo nervioso con ojos que brillaban en la obscuridad, al tocar asfalto nos tomamos varios minutos de risa incontrolable, de alivio, de sabernos ya en el pueblo, nos emocionamos con el atardecer y se nos hizo tarde, varias veces propuse dormir a pelo pero ellas se negaron, esa es la cosa de caminar en manada; llegar a acuerdos, mi misión era regresarnos con bien a casa de Don Tomas y lo logre, la cosa era que no encontrábamos la casa de Don Tomas, mi cerebro necesitaba un litro de agua fresca.

Era nuestra primera vez en el pueblo de noche, yo llevaba la luz en la mano y caminábamos a lado de la carretera, pregunte por indicaciones, todo indicaba que íbamos ya en dirección correcta, una figura humana estaba afuera de la casa de Don Tomas, la sombra llevaba una vara larga en la mano, solo veía su obscura silueta en movimiento, se veía un hombre de complexión normal pero con el misterio encarnado en todo su ser, me recordó tanto a los arcanos del tarot, al ermitaño principalmente y no estaba equivocada, saque mi lámpara para revisar y me grito amenazante pero jovial-Hey usted, baje su lámpara-

-Perdón, perdón disculpe usted (no puedo evitar que la amabilidad siempre me acompañe) me acerque a la puerta, corrobore que estabamos en el lugar correcto, las italianas me abrazaron en mancuerna, les abro la puerta y entran corriendo, yo, honestamente no tenia ni la mas mínima intención de encerrarme, me quedo afuera, la silueta y yo cruzamos miradas y el tren pasa a lado de nosotros, todo tiembla, el sonido del tren hace que las estrellas sobre nosotros se incendien, escena nunca antes vista en película, tengo muchas emociones y energía, los dos respiramos fuertes y siento un espasmo que me hace entrar a casa de Don Tomas, entro al cuarto a ver a las italianas, corroboro que están bien y no quiero encierro, están en la cama con un gran ataque de risa, me uno pero de verdad mi cuerpo no quiere encierro, quiero estar afuera, tengo ganas de volver al monte, salgo y el tren sigue pasando como una serpiente infinita, el sonido se extiende y el misterio sigue afuera y esta dando vueltas y vueltas como perro buscando el espacio ideal para situarse, el tren fue la flecha que traspaso de sus pupilas a mi plexo, el cielo brilla, el manto estelar nos cobija, los dos estábamos con los sentidos abiertos y alterados, me senté en el piso de plomazo, me sentía llena de todo, estaba viviendo la adrenalina que quedaba en mi cuerpo después de bajar del monte de noche, Sebastián respiraba cerca, su presencia no me incomodaba en lo mas mínimo

Me repongo y expreso -Buenas noches, Karenina, mucho gusto- el, sin dejar de moverse me dijo:

-Buenas noches, Sebastián, pa’ servirle a usted ¿Esta Armando?

- Estalle en risa - jajaja ¿Cual Armando?

- Armando-

-No se quien es

- Quiero ver a armando

- Pues creo que no esta

– Bueno, me voy pa’ mi casa- Hace una reverencia, cruza la carretera y se va en dirección a la luna creciente.

Hasta allí mi encuentro con Sebastián, sabia que lo volvería a ver, no sabia cuando ni por que, pero tenia esa certeza, es decir, estábamos en el desierto, en un pueblo de 500 personas, teníamos que volver a encontrarnos, mi única esperanza era reconocerlo de día.

Pasaron dos días y dos hombres, un italiano y un holandés, hombres hermosos y maravillosos con quienes compartí pasos en el desierto, secretos del alma y de bolsillo, alimentos y viajes en el tiempo, a todos los conocí en la esquina mágica donde me sentaba a platicar con Don tomas, un hombre de 74 años que me hacia reír a carcajadas con todo lo que me contaba, esa esquina era un imán de forasteros, de expedicionarios, de encuentros entre viajeros compulsivos.

Fue una tarde en la que me senté descalza en esa esquina a escribir debajo de un mezquite, cuando un hombre con una vara larga en la mano y con paso firme y veloz llego a la puerta, nos miramos y nos sonreímos e inmediatamente no pude evitar soltar una carcajada y el también y le dije:

- ¿Eres Sebastián?¿Me reconoces?

- Si, claro, eres la chica que bajo del monte, jajaja

(El tenia una mirada, como de hombre recién nacido, no podía detectar ni un solo dejo de malicia en su ser, había algo en su estado que solo me hablaba de pureza)

- Y tu eres el chico que nos dio la señal de que estábamos en el lugar indicado.

No les miento, no podíamos dejar de reír, solo con vernos era como ver un chiste, si, éramos un chiste visual, yo enterregada, con pantalones grises, una blusa negra de tirantes, un hermoso collar de ámbar colgando de mi cuello señalando hacia mis pechos, una venturina en el dedo índice de la mano derecha, con pelo desaliñado, llevaba días sin usar jabón y shampoo, y parecía que una vida entera sin verme al espejo, Don Tomas me decía que no lo necesitaba que era la mas bella del desierto.

Por fin lo veía de día, era un hombre con unas facciones increíblemente bonitas, nariz aguileña con una coqueta elevación al centro, ojos llenos de vida, encendidos, recién paridos por el mundo, una energía que recorría todo su cuerpo y alcanzaba a tocarme, su manera de hablar era adorablemente buena, era francés pero estaba mas mexicanizado que los mejores tacos al pastor que hallan probado en toda su vida, vestía un overol color caqui con varias manchas a la redonda, cabello en forma de honguito con algunas canas visitándolo, sobre su cabeza se postraban unas gafas excelentes que después me conto le ayudaron en su expedición en la antártica, tenía toda la pinta de un aviador, tés clara, unos dientes europeos con varios problemas, si, tenia problemas serios en sus dientes, colores nada normales brotaban entre sus dientes y su encía, y una gran verruga brotaba de su cuello, grande, grandísima, color café claro casi rojizo con varios puntos mas obscuros en su perímetro y me daban unas ganas de arrancársela, inclusive mientras hablábamos me descubría examinándola con atención, y saben…esa verruga gigante, esas manchas imposibles y esos dientes accidentados no impidieron sentirme alebrestada por su energía, algo tenia ese hombre que deseaba anidar en su ser, pernoctar con el, deseaba comérmelo a besos, me empecé a preguntar si su cosa en la boca era contagiosa, después de pensarlo me di cuenta que no me importaba.

Lo invite a tomar asiento con un sutil movimiento hacia mi izquierda, dejando un espacio para el bajo la sombra, se sentó y no dejamos de charlar, me conto que era geo historiador, yo ni siquiera sabia que eso existía y bueno, parece que necesito conocer mas hombres de esa especie, me conto tantas cosas en tan poco tiempo, resulta que el hombre tenia ya 22 años yendo al desierto, vivía en una de las comunidades mas lejanas, y su principal motor eran sus piernas, estaba loco pero era inteligente, mucho y bueno… la inteligencia siempre será una de las armas mas seductoras, inteligencia aunada a sensibilidad es como el paquete perfecto, pues nada, nos caímos muy bien, algo en nuestras sonrisas me hizo sentir que nos hacíamos falta.

Me dijo que tenía que ir a visitar a la viuda de su viejo, un viejo del que aprendió cosas del desierto, y me pregunto que si me gustaba caminar, me puse los zapatos y dije vámonos, decidí irme sin nada, no quería cargar nada, absolutamente nada, quería entrar al desierto lo mas ligera posible, con decirles que ni ropa interior llevaba.

Caminamos en dirección al oeste, caminamos por 3 horas una gran cantidad de Kilómetros, con la única intención de sentir el desierto, de sentir la libertad compartida, de presentarme arboles, de enseñarme caminos, lugares secretos, plantas y pensamiento, nos impregnamos de olor a gobernadora, la nodriza del desierto, me enseño el copalillo, la altamisa y la hoja zen, hablamos mucho y profundamente, a mitad del camino rumbo a las ánimas decidimos regresar para poder estar en el pueblo al punto del atardecer, nuestras sombras se alargaban, los colores del cielo se incendiaban, hablamos de nuestras historias, allí en el desierto, nos escuchamos con atención y nos dimos proyección, esta clase de encuentros son increíbles, como dos personas así de intensas se encuentran en un lugar así de intenso, -sincronía- me platico que no se considera social y que normalmente no hablaba a extraños pero le di confianza, cada acto que pudo observar de mi en los microsegundos previamente compartidos lo inundaban de confianza y era un sentimiento mutuo, teníamos muchas cosas en común, era un expedicionario y saben, eso a mi me encanta, acababa de regresar de una expedición de raro cactus recién descubiertos, tuve la fortuna de ser invitada a corroborar su existencia, y el me estaba contando de sus expediciones a la antártica y a países del medio oriente, de sus pasos por México y Europa, yo hablaba de las pocas latitudes recorridas en mi kilometraje, el me compartía cosas tan interesantes, éramos un par de caricaturas rodeados de gobernadora, aún tengo el olor acampando en mis pechos.

Llegamos al pueblo y me dejó en la puerta donde nos conocimos, me dijo que tenia que ir a realizar la visita mas si gustaba de liar un poco de tabaco juntos en la noche, acepte encantada. Nos dijimos hasta luego.

La caminata fue tan extrema que me salieron ampollas en los pies, estaba agotada, prendí una vela, recapitule un poco, me cobije y dormí hecha un caracol.

Tiempo mas tarde una voz elevando mi nombre me despertó, lo invite a pasar, vio mi habitación y vi su gesto de aprobación, la habitación ya estaba impregnada de mi con tan solo 2 noches habitada por mi, se descalzo, se sentó junto a mi y no dejamos de charlar, en penumbras, lo escuchaba como niña chiquita, era un nato cuenta cuentos, le hice preguntas, muchas y todas me las contesto, me hizo recomendaciones:

Isaac de Nínive, Jordan Bruno, Hipatía de Alejandría, Hatshepsut entre otros nombres mal escritos.

Así como el me enseño de olores del desierto saque mi kit de plantas y comencé a compartirle los humos, semillas, historias y palabras sensoriales que había hilado en estos días viajando, lo que mis ojos transformaban poéticamente en mi corazón, cada segundo nos dejaba mas asombrados respecto a la compatibilidad de conocimientos que podíamos poner en la atmosfera, no más por que no se generar vino tinto por generación espontánea, era lo único que nos hacia falta para una perfecta noche, estaba muriendo de sueño pero escuchaba con atención, de repente salió mi instinto digito puntural y le di en el blanco, su espalda se enderezo y un respiro de alivio salió de su pecho junto con un gracias, pedí permiso para darle un masaje.

-Como rechazar algo así, adelante, por favor-

Frote mis manos, me puse detrás de el y le regale un masaje que sabia necesitaba, así señores y señoras es que el contacto cuerpo a cuerpo puede compartirse, sin lascivia, abuso, agresión o egoísmo, me sentía inundada de amor pero muy débil como para provocar que algo sucediera, de verdad que no tenia fuerzas y no quería cometer el error de tergiversar las cosas hacia otra dirección, en realidad disfrutaba de su compañía y de lo que podíamos compartir, el masaje termino y volvimos a encender humos y seguimos compartiendo oralidades históricas de interés mutuo, la puerta de mi habitación era un portal estelar.

Me recosté ya no podía mas, estaba agotada y un poco deshidratada, me mira y nota mis ojos cansados, me dice que es momento de irse… desde que comenzó mi expedición desértica deje de ver el reloj, desconocía la hora y el día, mas sabia que hacia frío afuera, le dije que podía quedarse si gustaba pues sabia que debía caminar por lo menos un par de horas hasta su casa, lo pensó pero me dijo que tenia un compromiso con otro viejo de otra comunidad, reímos y ambos mencionamos el gusto de realizar mas encuentros, me sentía llena de el, no quería dejarlo ir y también pensaba en irme con el jaja pero la verdad estaba agotada mas me pare para acompañarlo hasta la puerta, nos despedimos con un fuerte, cálido y grande abrazo… al soltarnos una estrella fugaz larga e incendiada fue el acuerdo sin palabras, lo volví a abrazar, sentía tanto, yo no se si eran las circunstancias, mis hormonas, su ser, mi soledad o su encanto lo que me hacían sentir un gran fervor de no dejarlo ir, mas ser incisiva nunca ha sido lo mío y lo deje ir, -nos vemos mañana o pasado mañana- asentí.

El tiempo paso, el tiempo pasa muy diferente en el desierto, hice varias cosas, honestamente no estuve sentadita esperándolo, yo quería estar en la tierra, los hombres comenzaban a olerme y hubo señales que me indicaban que lo mejor era partir, veía hacia el horizonte esperando ver a lo lejos su silueta, no había nada, le deje avisos con toda la gente posible; le dije a Don Tomas; ¿Don Tomas conoce a Sebastián? Rio, y me dijo -si, es un local jajajaja.

Entendí perfecto, le dije que me hiciera favor de decirle que se contactara conmigo que de verdad ansiaba seguir compartiendo con el, y Don Tomas me dio referencias interesantes y adecuadas respecto a este maravilloso hombre expedicionario que solo incrementaron mi interés, le di las referencias a mi amigo rainbow boy holandés en caso de que lo encontrara, y cuando tenia todas mis cosas listas en la espalda y me despedía de un amigo un hombre con un excelente bigote que en mi vida había visto se acerco y me pregunto -¿a dónde la llevo Sebastián? -Me quede impactada, le dije que me llevo al desierto, a la mitad del camino rumbo a las animas, -me animo a no irme pero la decisión ya estaba tomada- a el también le deje dicho mis ganas de reencontrarme con el arcano mayor… hoy estoy de regreso entre encinos en la Sierra de Santa Rosa y cada noche grito su nombre, en espera de que me escuche.

¿Estas por allí Sebastián?

#LoveStory #Desierto #México #Crónica

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marcapasosindomito · 9 years

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Viaje al volcán de Colima

.Viaje al volcán de Colima. 18.07.15

La búsqueda interminable es lo que me mueve.

¿Que busco? A mi misma.

.Siempre es tiempo de viajar.

Me encontraba en Michoacán haciendo visita familiar cuando escuche la noticia de que el volcán de Colima estaba teniendo actividad como hace más de 100 años no la tenía, me sentí emocionada e inmediatamente busque información e imágenes en internet, lo que mis ojos vieron no fue mas que un gran impulso de lanzarme en ese mismo momento para verlo con mis propios ojos, es decir, me encontraba a 4 horas en auto ¿Cómo iba a perdérmelo? Estaba ante una actividad de la naturaleza histórica, desde niña siempre me han llamado mucho los volcanes, no lo dude ni un segundo.

En mi mochila estaba mi cámara con el 18-55, mi 55-200 se encontraba en Guanajuato, sabía que me haría falta para las tomas al volcán. (Lección: carga con todos tus lentes ¡Siempre! Me paso lo contrario en el desierto y sufrí, mucho.)

Bien, la decisión estaba tomada más faltaba un plan, nunca había ido a ese perímetro del estado de Colima, lo único que conocía del estado era su carretera, el centro de Colima, Manzanillo, las grutas de Ixtlahuacán (allí nací) y Tecomán, así que iría a conocer lugares nuevos, múltiplemente emocionada. En esta ocasión sabía que lo mas recomendable era no ir sola.

¿Quién gustaría de acompañarme a presenciar la dicotomía génesis-apocalipsis?

Solo un valiente, un loco, un amante del instante. Así fue; Sorush y yo nos escribíamos desde enero del año presente, nos conocimos en el grupo fb de mochileros en México, en esta historia lo llamaremos; el amante del instante, la pasión al viaje y a las letras fue lo que resonó para que la empatía de un encuentro en movimiento sucediera. En el encontré mas que un compañero de viaje, encontré un nuevo hermano, un nuevo aliado y conocí la energía de un gran ser humano, un hombre miel, un hombre de pluma mental y amor a si mismx y a los demás.

¿Qué era lo peor que podía pasarnos?

-Que el volcán explotara y muriéramos calcinados.

-Que un alud nos sepultara.

-Que nos callera una piedra gigante.

-Que nos intoxicáramos con la ceniza (ni si quiera se si esto es probable)

¿Qué fue lo peor que nos paso?

-El volcán casi siempre estuvo cubierto por nubes, ceniza, fumarolas, etc; solo lo vimos un par de veces por poco tiempo.

-Caminábamos tranquilamente en Suchitlán y una rama gigante cayó con todo el poder súper cerca de nosotros a escasos metros por donde acabábamos de dar unos pasos.

-Escuchamos varias ramas que caían como gigantes en medio del silencio.

-Fuimos testigos de una violación en Zacualpan. :( (esto es lo peor y lo mas triste).

¿Qué fue lo mejor?

-Nos conocimos.

-Llegamos a 4 Km del volcán.

-Conocimos arboles, paisajes, ríos, manantiales y personas maravillosas.

-Logre vaciarme y encontrarme (siempre en proceso).

-Sanación del presente.

-Por primera vez viajo con un mochilero experto que viaja sin un peso y aprendí bastante.

La crónica del viaje ahora.

.Llegar a Colima.

.Su.

.Colima ciudad.

.Zona Mágica.

Hubo ride directo, ride familiar, así que iba bastante tranquila, cómoda y segura, no hubo ningún percance, pensaba varias cosas en el camino.

¿Qué estas buscando Luisa?

¿De donde vienen esas pulsiones y arrebatos del alma que no me dejan en paz hasta que los hago y los libero?

Vaya, me sentía bien de hacerle caso a este impulso que no sabía ni a donde ni a que me iba a llevar, digo, quería ir al volcán y ese era el plan, pero eso de los planes es de risa, y mas cuando viajas en mood mochilero-aventurero.

Mi compañero de viaje llegaría en dos días, me adelante a la ciudad de Colima pues tenía a alguien que visitar. En Colima vive una gran amiga “Su” que tenía casi dos años de no ver en vivo, era madre y no conocía a su nena bebé, iba contenta por el primer gran encuentro, ella con su nuevo instinto de madre me dijo que era demasiada confianzuda, eso de aventurarme con un desconocido a lugares desconocidos era muy arriesgado decía ella, le dije que podía ser cierto pero me sentía confiada de que todo estaba correctamente acomodado.

A toda persona que podía le preguntaba sobre el volcán y todos tenían su historia, todos contaban emocionados como vivieron esa bocanada ardiente del volcán, y todos me decían que no nos iban a dejar pasar, que allá estaban el ejercito y protección civil, la verdad es que ese pensamiento nunca me detuvo ni me hizo pensar que no podríamos llegar al volcán, ya estando allá…nunca nadie nos dijo nada.

Nunca había pasado días en Colima, así; en mood relajado, siempre pasaba de rayo, debo decir que es una ciudad muy tranquila, el mejor ejemplo sería contarles que a eso de la 1:00 am estaba con mi amiga y su hija platicando en un parque llamado Guadalajarita, allí había otro par de familias con niñas también, ellas jugaban y el ambiente siempre fue seguro, de confianza y relajado.

Esa misma noche ella y su compañero me llevaron a un lugar llamado “Zona mágica” el nombre promete pero la verdad es que es solo un lugar para ir a beber por las noches, es solo un pedazo de carretera con lugar para estacionarse, digo; esta chido pero nada extraordinario como su nombre lo indica, lo tiene por que dicen que esta levemente inclinado y desafía las leyes de la física, en una bajada (casi imperceptible) el auto sube y cosas así, yo no vi nada pero lo pase muy bien gracias a la compañía.

mis anfitriones en la zona mágica

Para llegar a allí pasamos por Comala famosa por ser el nombre que utilizo Juan Rulfo para su novela “Pedro Paramo” pero al parecer solo adopto el nombre, no esta expuesta como escenario real, fuera de eso no supe nada más extraordinario del lugar, la gente nos presumió su pan y su café pero nos fuimos sin probarlo.

Esa noche dormí increíblemente bien.

.Colima.

.Sus plazas y personas.

Rotulo encontrado en la ciudad, like.

¿Qué puedo decir de la ciudad de Colima?

Que los taxis son muy baratos, muy.

Que la comida popular es muy calduda y grasosa, observe mucha obesidad.

Que hace mucho calor, amanecía con una capa de cebo en mi rostro de gran grosor.

Que la gente es linda y platicadora.

Reafirmo que las personas que viven en zonas cálidas y cerca del agua, tienen un gran sentido del humor, son alegres por naturaleza.

Que tiene jardines muy bonitos.

Tiene arboles enormes y flora exótica bien hermosa.

Que es un lugar muy tranquilo y seguro. (a excepción de los manantiales de Zacualpan por las noches.

La verdad es que la pase muy bien con mi amiga Su, ya no estar en mi realidad me hacia sentir muy bien, verla en su proceso de madre me reconforto, teníamos horarios de sueño distintos así que salí a caminar sola por la mañana, los pasos sobre calles nuevas me hacen ver mis preguntas emocionales-existenciales desde otro punto de vista, acepto que viaje con un poco de angustia, quería una respuesta tajante; ¿A que debería de invertirle tiempo, dinero y amor? Me encontraba indecisa, siempre quiero hacer todo.

Tras caminar mucho tiempo termine sentada frente a una gran fuente, sentía que era el flujo de mis contradicciones lo que me tenía allí, sentada frente a esa desbordante y gigantesca fuente que combinaba con un cielo nublado, por cierto; durante los primeros dos días no vi el volcán, siempre estaba lleno de nubes, neblina, cenizas, una revoltura de todo era su escondite.

Sentada allí pensaba en que quería tener mis pensamientos ante la disposición del presente, mi dedo pulgar comenzó a temblar automáticamente, una par de veces al año suele pasarme, no se por que, solo diviso el temblor táctil, mientras eso pasa veo a la gran fuente que brota frente a mi, y me recuerda a ti creatura, cuando hacíamos fuente, cuando nos convertíamos en volcán, pero frente a la fuente solo estaba mi yo, necesitaba limpiar mis pensamientos, estos fueron interrumpidos por un señor que se acerco a mi diciéndome que me veía muy inteligente y termino preguntándome que si era exhibicionista jajaja, lo escuche con paciencia hasta que me harto y me despedí, me siguió por 3 plazas diferentes de Colima, le hable a mi amiga para que pasara por mi, ya me estaba sintiendo un poco desquiciada con mi nuevo stalker.

Durante mi caminata por la ciudad me detuve varias veces a presenciar arboles gigantes dignos de estar en medio de la selva, allí así no mas, inertes, bien firmes, inamovibles, bien enraizados.

Un árbol gigante y maravilloso, casual en medio de la ciudad.

Ese día sin proponérmelo llegue al museo de las culturas de Occidente, ignoraba que existía y me encontré con varias esculturas buenísimas, no dejaban tomar fotos, realice algunos apuntes al respecto, el museo se nota medio olvidado, medio sin ganas, pero en fin, tienen obras que valen la pena, allí me brotaron preguntas y recuerdos ¿Por qué México sigue siendo católico? Sabemos que fue una religión impuesta para conquistarnos y derrocar al imperio, no se, no critico a la biblia pero me ultra entristece ver que México cree en un hombre crucificado, allí sufriendo, sangrando y clavado por sus propios hijos, no se, me gustaría que si van a creer en Jesús creyeran en un yisus sonriente e iluminado no es ese que esta palideciendo, también hubo esculturas que me recordaron a mi familia de ceremonias, habías unas representaciones que me recordaron a nosotros en ceremonia ayahuasca.

Me encanta el arte prehispánico.

Camine y camine y camine all day long contemplando arboles y vaciando mi mente.

.El amante del instante llega a Colima.

.Conozco a lxs brujxs de la colina.

El amante del instante y yo nos quedamos de ver bajo una cartelera de cine, sería nuestro primer encuentro personal, nos quedaríamos con lxs brujxs de la colina esa noche, un lindo colectivo punk power bicicletero y más-más que tiró todos los estereotipos y prejuicios que me había hecho como común denominador sobre las personas de Colima, ¡Gracias brujxs!

Conocí a tres integrantes, todas lindas, todas bellas, sonrientes y vibrantes. El refugio era lindo, me recordó mucho a ti creatura, había símbolos por todos lados, historias llenas de misterio, altares con ese aire masculino que abundan también por tu cueva, no creas que te he olvidado, sigues presente, no es mi intención olvidarte más si sanarnos y dejarnos caminar con amor.

El amante del instante me hacía sentir en confianza a pesar de nunca habernos visto antes en vivo, me gustaban nuestros intercambios de palabras vía web, gracias a el conocí la palabra indómita y no la solté. Nuestras charlas iban dirigidas contra la selva de concreto y a favor del silencio abrazador, nos viajábamos con las palabras, hicimos páginas suculentas por nuestro intercambio de mentes, era mi primer encuentro con alguien conocido a través de Facebook, quien lo diría.

El amante del instante.

Todo fluyo de maravilla, nuestros instintos caminan en el mismo ritmo.

El amante del instante es un hombre sensible, ligero pero con huevos…y escribe suculentamente, le admiro.

Esa noche paso sin mas, sería la primer noche que dormiríamos juntos, la verdad estaba un poco a la expectativa, quería que todo estuviera bien, que viajáramos sin contratiempos, sin tensiones, no andaba en flor, no me sentía sexual y esperaba que el se sintiera igual, así fue, de verdad, que bonito es dormir en compañía de un hombre aparentemente desconocido por tantos días sin tener un percance de tensión-distorsión sexual, ambos nos agradecimos no tirarnos la onda.

.Vámonos al volcán.

.La Becerrera.

.Don El Hoy.

.Yerbabuena.

.El guardián.

.Las luciérnagas.

Mochilas listas, valor listo, empuje-instinto listo.

Fuga.

Muchos rides, muchas caminatas bajo el sol, mucha agua para los dos.

Una vez que pasas por Comala el clima de Colima cambia, ya no hace un calor tan abrumador como el de la ciudad, estábamos subiendo mucho, mis oídos y cabeza lo resentían, era mas fresco pero no como para utilizar chamarras, el clima me resulto cómodo y agradable.

Durante todo el viaje fuimos los únicos mochileros que presencie.

De Comala llegamos hasta La Becerrera.

El ride que nos dejo allí nos dijo que pa’ la derecha llegábamos a Yerbabuena el poblado mas cercano al volcán, decidimos ir primero pa’ la izquierda, a la Becerrera por provisiones antes de subir.

Nos encontramos con una repartidera de agua embotellada y colchonetas delgadas, todo el pueblo estaba allí, mientras nos acercábamos escuchamos un gran ruido de agua, fuerte muy muy fuerte, le dije al amante del instante-¿Escuchas? Me respondió de manera positiva y con una sonrisa me dijo-Si, ¿Vamos a ver? –A huevo hermano.

En cuanto intercambiamos estas palabras un hombre moreno delgado y vivaracho nos intercepto y nos dijo- ¿Quieren ir a ver? ¡Síganme!- Y comenzó a correr, nos volteamos a ver, nos dio risa y nos fuimos corriendo detrás del señor que cargaba con sus colchonetas como un pípila de la selva.

Aventó sus colchonetas en una casa y se cruzo la calle, vénganse nos dijo, y nos paso a una casa, el sonido era impresionante, digno de ser grabado en alta calidad, a donde nos llevaba ya había público, un señor y un niño estaban viendo lo que el río llevaba, Don El Hoy nos llevo a asientos de primera fila, el río estaba viviendo una creciente por las tormentas y por el volcán, movía piedras de mi tamaño y arboles completos, iba fuerte, sin reparo, con rapidez y colores tierra, parecía que era mas tierra que agua, parecía una escultura de barro en movimiento, allí nos quedamos un rato, decidimos salir.

Don El Hoy vivía enfrente y nos invito a pasar a su casa, yo estaba encantada pues se veía que era todo un personaje, me sentía segura y en confianza, si no mal recuerdo lo primero que nos pregunto fue-¿Fuman mota? Le dije que por supuesto y nos llevo a ver sus plantitas, lindas, bellas, hermosas y saco de su cosecha para fumar la pipa de la paz en un circulo de 3.

Cannabis en casa de Don El Hoy.

Don El Hoy tenía un gran sentido del humor, no deje de reír, de verdad, era una persona maravillosa, tenía 59 años, lo habían dejado por borracho, ya no tomaba ahora solo fumaba hierbita y vivía solo, trabajaba en una parcela y en su casa tenía mil cosas plantadas, aquí lo que avientes a la tierra crece nos dijo. Don El Hoy tiene un gran corazón nos compartió las primeros tres frutos de maracuyá que había dado su árbol, nunca había comido el fruto fresco, suculencia total.

¡Maracuya!

Le platicamos a Don El Hoy nuestro plan y el nos compartió de su experiencia, nos conto como los desalojaron, como el cielo se veía negro, como no los dejaron llevarse animales y como los empastillaron a todos en el refugio. Don El Hoy nos ofreció su casa, eso hizo que el plan inexistente cambiara, creo que fue para bien que Don El Hoy se cruzara en nuestro camino, le comente al amante del instante que sería buena idea subir con equipaje ligero y dejar nuestras cosas allí, era temprano cerca de la 1:00 pm, estuvo de acuerdo conmigo, nos alistamos rápido para aprovechar el tiempo volveríamos seguramente al anochecer.

¿Qué belleza no creen? Que un desconocido le habrá las puertas de su casa a otro desconocido, yo lo he hecho ya varias veces y es un acto de confianza mutua, es esperar un poco de bondad y energía positiva en la humanidad, en la hermandad.

Esa día nos puso al tanto de la fauna en las faldas del volcán: un chingo de jabalíes y algunos pumas, ok. Le pregunte-¿Pero en donde es que hay jabalíes?- -¡En donde no hay!- me contesto.

Don El Hoy me dijo según el que había peyote en el volcán yo no supe si creerle o si hablábamos de lo mismo, pero su cara me dijo que si los había visto y si los había probado, yo no se, solo comparto lo que me dijo.

Nos despedimos y comenzamos a caminar, fue una caminata ardua, digna de unos 3 descansos, nos encontramos con algunas camionetas pero todas salían nadie iba, éramos los únicos loquillos que iban para ese rumbo. De repente el volcán se dejo ver, era la primera vez que lo veíamos desde que ingresamos al estado, genial, buena señal.

Primer vista del volcan, rumbo a Yerbabuena.

Casa en Yerbabuena.

Tras mucho caminar llegamos a Yerbabuena, nos encontrábamos a 1470m de altitud, un poblado super pequeño, no creo que habiten mas de 180 personas en el lugar, sabíamos que ya estábamos cerca, de allí en adelante se acababa el camino empedrado era momento de subir un cerro ¡Me encanta subir cerros! Ese esfuerzo que implica esa energía en el cuerpo, en los pulmones, todo grita, la piel, tus ojos, todo tu cuerpo vibra. Caminamos, caminamos y caminamos hasta llegar a la cima, allí nos encontramos con una gran cultivo de aguacate que para nuestra suerte aún no estaban listos para ser cortados, estábamos entre las nubes, todo estaba lleno de neblina, el paisaje era hermoso, verde, grande, gigante.

La neblina y el amante del instante, a 4Km del volcán de Colima.

Casa en construcción donde reposamos y escuchamos al volcán.

Llegamos a un gran árbol, ya había escuchado hablar del árbol “El guardián” no dude que fuese ese, cumplía con todas las explicaciones previamente dadas, casi frente a el había una casa en obra negra, nos fuimos a descansar allí, nos sentamos en silencio y comenzamos a escuchar al volcán, era como un estomago gigante conteniendo rayos en su interior, nos quedamos atónitos y nos sonreímos en silencio, el amante del instante me dijo: ¡Vamos!

El guardían

Yo…si quería ir, a eso iba, pero vi el cielo, teníamos cerca de una hora para que el sol se ocultara, en el camino que nos quedaba rumbo al volcán ya no se veía nada, solo blancura, heché instinto mujer y mi mente me dijo: Si suben ahorita ni lo van a ver por el clima y se arriesgan a bajar de noche el cerro y no fue tan fácil subirlo con luz así que bajarlo de noche no es una opción, súmenle los animales que nos verían y nosotros a ellos no. Teníamos que bajar de ley pues la casa de campaña, nuestras chamarras y los sleepings estaban en casa de Don El Hoy, no había otra opción o bajamos en unos minutos o moriríamos de frio en esa casa a medio terminar.

Ese puntito amarillo era nuestra locación.

Si, decidimos que bajar era la mejor opción.

Llegamos a la Yerbabuena con lo ultimo de sol, nos toco ver el atardecer y el camino nos despidió con una gran sorpresa…cientos de luciérnagas se comenzaban a prender a nuestro alrededor, todo un espectáculo para dos.

Atardecer.

Noche a media luna.

Estaba fascinada agradecía el momento y el silencio contemplativo que podíamos compartir el amante del instante y yo.

Llegamos a casa de Don El Hoy como a las 9:30pm, así es; 9 horas y media sin dejar de caminar, estaba super cansada ya quería acurrucarme y quedar dormida.

Don El Hoy estaba dormido y lo despertamos al tocar, nos brindo un cuarto en construcción para acampar, se porto genial, amo a ese señor.

Una vez instalados y dentro de la casa de campaña el amante del instante me dio un regalazo, me dijo-Nunca he dado un masaje en los pies ¿Podría darte uno?-

Pffff ni mandado a hacer hermano, ni lo dude, ni lo pensé, que regalotototote, creo que ningún hombre me había regalado esa exclusividad de masaje, solo los pies, me arrullo, lo disfrute hasta quedarme dormida, muchas gracias mi amante del instante.

.Río Suchitlán.

.Comala.

.Laguna la María.

Escuchamos a Don El Hoy diciéndonos en voz alta “Aquí la gente se levanta temprano” Eso hizo que el amante del instante y yo nos despertáramos sonriendo, nos hizo un té y comenzamos a charlar, resulta que de donde nos quedamos estábamos a 4 Km traducidos en 6 horas y media al volcán caminando, nos conto que la subida si estaba pesada y que la fuerzas gravitacionales estaban cabronas, Don El Hoy nos invito a quedarnos más días pero teníamos que seguir nuestro camino, no sabíamos cual era, casi todo lo decidíamos al momento, sabíamos que si volvíamos al volcán esta ves teníamos que llevar todas nuestras cosas y si ya no íbamos también. Llego el momento de la despedida y los trueques no se hicieron esperar, le regale mis sabanas para forjar pues allá no venden, un forjadin de tabaco chiapaneco y otro de cannabis del cuévano, unos copales y chilcuague, era lo mínimo que podía darle después de todas sus atenciones e intenciones, un hombre muy sabio, recuerdo que le pregunte-Oiga Don El Hoy ¿Aquí hay brujos? El sonrió y me dijo- pues no mas yo. Jajaja.

Adiós a la becerrera, acordamos ir para Comala e improvisar, llegamos al centro del poblado, el amante del instante se dispuso a hacer arte con latas para truequear, durante esa espera mi mente estallo y le conté al amante el naufragio emocional que llevaba dentro y buscaba soltar, le conté toda mi vida sentimental presente y el me escucho como el caballero paciente que es, después de eso me sentí aliviada, muchísimo mejor, me gusto contarle mi sentir a alguien que no tenía vela en el entierro, a alguien que no me daría un consuelo ni consejos, a alguien imparcial por no conocer a las personas más si sus emociones.

Así es, durante este viaje, el amante del instante y yo conocimos a fondo nuestra vida sentimental, existencial y espiritual.

En Comala comimos una paleta de hielo de aguacate con maracuyá deliciosa.

Solo sabíamos algo queríamos sumergirnos en un río amigable, preguntamos y nos mandaron a Suchitlán, nos vamos de reversa, teníamos que volver rumbo a la becerrera pero todo es tan cerca que no hay gran problema.

Llegamos a Suchitlan y comimos el pan con piloncillo mas rico de la historia, caminamos y caminamos, llegamos a un río super lindo, nos adentramos hasta encontrar un sitio en donde sentarnos, observamos el lugar; no era tan hondo, tenia corriente de agua, el río no era muy profundo pero si muy cristalino, algo nos decía que en la noche habría muchos insectos, allí el amante del instante me compartió un texto bien bonito que escribió hecho canción llamado, la roca hace cantar al río.

Río en Suchitlán

Amante del instante Suchitlaneando, la roca hace cantar al río.

Estábamos allí disfrutando y comiendo pan y frutas cuando escuchamos unos fuertes truenos, sabíamos que la lluvia no tardaría en llegar, los truenos cada vez se escuchaban mas fuertes y yo solo pensaba en la gran mochila con alineación de aluminio que cargaba a mi espalda, le pregunte -¿Crees que sea posible que atraiga mas un rayo por esa mochila? -Quizá –respondió.

Rayos, no quería escuchar eso, pero si, era una posibilidad latente.

Llego la lluvia, vámonos.

Nos llego el aguacero fuerte, caía un gran cumulo de agua sobre nosotros en forma de grandes gotas, en el camino empedrado encontramos refugio bajo los grandes arboles, nos protegían mucho, pensábamos mientras caminábamos cuando de repente cae una gran gran rama por donde acabábamos de pasar, hace unos segundos allí estábamos nosotros por donde esa gigantesca rama decidió esperar a que pasáramos para caer, de verdad, si nos hubiera caído encima si nos tiraba por completo mínimamente.

Después del asombro decidimos que no podíamos fiarnos de esperarnos bajo los arboles, era hora de buscar un refugio, nos dirigimos hacia el centro en búsqueda de algún kiosko, lo encontramos y estaba fenomenal a lado de el había una explanada para espectáculos (supongo) techada también, allí nos tiramos, nos cambiamos, nos leímos y nos acostamos a contemplar la lluvia sobre el pueblo. Llevaba un libro de Leonardo Tarifeño “Extranjero siempre” (Recomendable) en la mochila, crónicas nómadas, le leí un fragmento de la ruta del peyote.

Descansamos, estábamos un poco húmedos.

Podía ser cualquier hora, la luz por las nubes era atemporal.

Pensamos que allí dormiríamos pero no se, decidimos que había que seguir, cerca estaba la laguna la María y la idea de despertar allí me coqueteaba bastante, le comente al amante y fluyo con mi pensamiento.

En cuanto se calmo la lluvia nos movimos, la laguna también estaba muy cerca.

El ride nos dejo en la Becerrera, estábamos en el mismo entronque de cuando íbamos rumbo al volcán solo que ahora en vez de caminar rumbo a la becerrera caminaríamos para llegar la laguna Santa María llegamos y los gansos atacaron al amante del instante (jajaja)

Nos cobraban $100 pesos por persona por acampar, de verdad quería dormir allí así que los pague, el señor que nos recibió nos dejo acampar adentro de una gran palapa-cabaña para eventos que tenían. La laguna de Santa María es un lugar hermoso, con grandes arboles que parecen nunca acabarse, no estábamos muy de acuerdo con eso de que nos cobraran por entrar a un lugar natural, pero el lugar estaba siendo desarrollado para ser un lugar eco-turístico, había cuartitos, alberca, restaurante y así, pero nada típico, una estética humilde, de pueblo.

Nos desafanamos de todo eso y buscamos nuestra área de acampar, no había nadie mas más que una pareja en un camper, el de la entrada me informó que ellos se quedarían allí 10 meses, wow, que increíble, pensé mucho en ellos.

Dejamos las cosas dentro de la cabaña gigante para irnos directamente a conocer la laguna, no tuvimos que caminar mucho para llegar a ella, nos sentamos en un mini puerto a ver el anochecer, nos quedamos horas allí sentados en silencio viendo como la neblina pasaba volando sobre el agua y se perdía entre los arboles, la vida paso delante de nosotros, no podía creer que estuviera rodeada de tanta belleza, de tanta calma, de tanto amor y grandeza, eso era lo que buscábamos ambos; silencio contemplativo en medio de la naturaleza, y allí lo teníamos en todo su esplendor.

El tiempo cambio sus segundos por suspiros.

Allí se nos hizo super noche y no veíamos nada y estábamos un poco ciscados por que acabamos de escuchar otra gran rama caer, afortunadamente nos acompaño una perrita maravillosa a la que apodamos black, como el perro de Don El Hoy, quien nos dirigió hasta nuestra área de camping.

Yo ni me despedía para dormir, solo cerraba los ojos y quedaba instantáneamente dormida.

Decidimos despertar temprano, al amanecer para ver el espectáculo, allí estuvimos cerca de 5 horas viendo el paisaje en el mismo punto donde vimos anochecer, no me cansaba de ver eso, allí llegue al punto que tanto me hacia falta, el vaciado de cosas que no necesito, el vivir el presente ante su belleza inigualable y mis pensamientos, chakras, emociones se alineaban con cada respiración, tome el sol en calzones y fui feliz.

Paso algo curioso, tenia ganas de echarme un chapuzón, al final de cuentas era lo que quería; nadar, pero me daba un gran miedo; en primera por que eran cerca de 30 metros de profundidad, me daba terror que un cocodrilo no me volviera a dejar salir a la superficie, no se, no se veía nada, el gua estaba limpia pero se veía verde, todo el territorio me indicaba que era el hogar de cocodrilos o caimanes, pero ya estaba allí, como no me iba a aventar? Pasaron horas en lo que me decidía, tenia tantas ganas de hacerlo pero lo pensaba demasiado, tremendo reflejo de mi vida, los mil sueños y las dos mil dudas, sabia que para romper con eso tenia que aventar o quedaría como una cobarde ante mi misma y no había nada peor que eso, después de horas de indecisión me avente a los desconocido.

Que bien se siente romper los propios miedos, te hacen mas fuerte y poderoso.

Después de que por fin pude romper mi miedo a lo desconocido (nunca parará) fuimos a desarmar y ordenar nuestras cosas para irnos a nuestro próximo destino: Zacualpan.

.Manantiales de Zacualpan.

.La violación.

El señor que cuidaba la laguna nos dijo que manantiales de Zacualpan esta bien bonito: ese sería nuestro próximo destino, antes de irnos el amante consiguió comida para ambos y compartimos en medio de un camino de piedra muy bonito. Dos tortas con carne para dos vegetarianos, ¡boom! Comimos bolillo remojado en salsa.

Estuvimos tomando ride, nos levanta un auto con 3 chicas y un niño, la copiloto prendió un forjado de cannabis, íbamos platicando y riéndonos, fue un ride muy ameno, chicas buena onda de Colima, super buena onda. Nos dijeron que nos podían dejar en una gasolinera cerca de las afueras de la ciudad para dejarnos en un buen lugar para pedir ride, eso lo agradezco tanto, tanto, pero teníamos que acompañarlas a Colima para cambiar de auto, cambio, ahora solo vamos con dos chicas, nos dejan frente a un señor que vende pan, consigo pan de piloncillo mientras el amante del instante pregunta a una familia que si puede llevarnos, dicen que si, el ride esta super extremo; es una camioneta abierta, la puerta trasera que abre y cierra para proteger la carga es inexistente, hay un mecate amarrado solamente, había una señora, una chica y dos niños en la cabina, sentados bajo tanques de gas y llantas, la escena se me hizo fascinantemente interesante, allí íbamos el amante y yo, bien agarrados para no caernos.

Llegamos a la desviación, había un señor esperando un camión, nos dijo que de allí al pueblo si estaba lejos y era pura subida, que al rato pasaba un camión, paso el camión y el camión no dio ride, causamos conmoción, algo me decía que nuestra imagen no era nada común en su cotidianidad, nos llevaron hasta el centro del pueblo, allí conseguimos agua y frutas, una señora nos dijo que ya no anduviéramos lejos de nuestras casas jajaja parecía preocupada y me recordó a mi madre.

Preguntamos si los manantiales estaban lejos, unos decían que no otros decían que masomenos, otros decían que si. No había de otra, tendríamos que caminar, pensé en llegar a cargar mi celular antes de adentrarnos a lo desconocido y al ver las pocas horas sol que nos quedaban desistí, error.

Antes de comenzar el camino de terracería, mientras íbamos en carretera nos toco ver el atardecer rosa centella, le daba bellamente a una nube sobre el volcán nos detuvimos un rato a admirar, pura belleza se respiraba.

Todo era hermoso pero esos colores eran un indicativo de que la noche se acercaba.

Rápidamente la luz fue bajando, caminamos, caminamos y caminos, venían camionetas familiares, todos salían nadie entraba, paisajes hermosos, hay una estructura geológica hermosa de la cual ignoro su nombre-clasificación que es hermosa y bella, se nos hizo noche, llegamos a una desviación, no sabíamos que hacer, allí decía que era un ojo de agua y se escuchaba un gran corriente de agua, por el otro camino la nada, y por el otro se percibía una casa grande, decidimos ir allí, para preguntar si ya era allí o si aun nos faltaba, nos encontramos muchas vacas con grandes cuernos y perros ladrando, no se, entre que desde aquí iba pensando que seria mejor dormir allí que en un lugar que no conocíamos y no sabíamos que esperar.

Nos recibieron perros y no vimos a ninguna persona, nos fuimos y alguien prendió una lámpara gigante, enorme, alumbraba todo. Regresamos y nos encontramos con un chico al que nunca le vimos la cara, esa sería la tendencia de la noche.

El nos dijo que ya estábamos cerca, unos 20 minutos mas caminando.

Zaz, nos retiramos y seguimos caminando, el ruido de la corriente del agua nos indicaba que ya estábamos cerca, llegamos a un lugar donde había una especie de reja abierta y escuchamos mas perros, gritamos, gritamos mucho para que alguien saliera y nadie salió, de repente salía un hombre en burro y le preguntamos si el trabajaba allí, no nos respondió, le pregunte que que había que hacer para entrar y me respondió muy a fuerzas por que me le puse enfrente, y me dijo que preguntaramos en el restaurant, le dije que si nos acompañaba jajaja, que nos daban miedo los perros y me dijo que tenia prisa y se fue, pues allí nos quedamos parados un rato, intentando que los perros se familiarizaran con notros, desespere y pase, pasamos al parque solo y abandonado, nos encontramos con una chulada de manantiales no había ni una luz eléctrica, seguramente por la mañana se vería mas que majestuoso, pues ya estábamos allí, vimos el restaurant gritamos y nadie salió, cruzamos un puente colgante y nos instalamos en una palapa, no había mucha oportunidad de sondear el lugar, era de noche, estábamos inmersos en un lugar desconocido y no sabíamos que onda, allí acamparíamos, bajo una palapa y sobre una mesa de madera en la que cabíamos perfecto en la casa de campaña para dos.

Y ya estábamos contentos allí bajo la luz de la luna, luna que nos daría directamente a lo mucho una hora y media pues era tanto el follaje de los arboles que solo dejaba un perímetro libre en el cielo, y fue así que llegamos a los manantiales de Zucutlan.

De repente paso algo muy extraño, pasaban hombres por el puente, entrando también a los manantiales, cada uno iba solo, algunos con linterna en mano otros sin ella, no recuerdo quizá fueron 4-6 los que pasaron, y a todos les dijimos buenas noches y ellos seguían su camino sin contestar, otros nos alumbraban se detenían a observarnos y seguían su camino, no teníamos ni idea de a donde iban, nos dio miedo, comenzamos a hacer conjeturas…quizá hay un pueblo mas adentro y apenas van rumbo a sus casas, quizá aquí es una guarida, quizá vienen a dar el rol como nosotros, pero no, la gente que pasaba por allí se veía que ya conocía el lugar, nos paniqueamos mucho, pues sabíamos que los extraños de alguna manera éramos nosotros, sentíamos que nos observaban desde lejos y decidí que teníamos que tranquilizarnos, no podíamos estar alertas toda la noche, no dormiríamos, pero ambos presentíamos que había razón para preocuparse, durante mi viaje cargue con tabaco y con un mapacho regalado por la hermana mujer medicina y danzante del sol; Citlali.

Antes de su partida a Colombia, cuando me lo dio me dijo: para emergencias, sentí que era el momento para prenderle fuego y limpiar el lugar, me sentía en una emergencia, nos podía pasar algo y nadie se enteraría, nadie sabia que estábamos allí.

Decidí prender el mapacho, era una emergencia y necesitaba que nos calmáramos, que confiáramos y decretar que queríamos estar bien.

Fue un momento muy bonito pues sentí la fuerza del mapacho y hasta un poco de rapé psicológico llego a mi mente, me emocione e hice oración y agradecimientos bonitamente, el amante hizo lo mismo.

Nos calmamos bastante después de eso, de orar, de agradecer, de pedir y limpiarnos.

Veía el paisaje y recordaba la película de Melancholía de Lars Von Trier, el paisaje era digno de un desnudo nocturno, pero con tanto hombre nocturno sospechoso no era una opción.

Después de una cena de pan y frutas decidimos que era buena hora para dormir, la hora no la se, desde que comenzó el viaje deje de ver el reloj.

En cuanto entramos a la casa de campaña nos quedamos dormidos, no se cuantas horas pasaron ni que hora era pero me imagino que eran las 3-4 de la mañana cuando me despertó música que se acercaba desde lo lejos, ni lo dude y toque al amante del instante en el hombro para despertarlo, escucha le dije con voz silente, y allí nos quedamos quietos escuchando como la música se acercaba cada vez mas a nuestro punto, a partir de allí no nos dirigimos ninguna palabra y nos quedamos quietos, estáticos. La camioneta se estaciono, era un puente lo que nos separaba, empezamos a escuchar voces de hombres, y música bien fuerte, al principio pensé que era una peda mas, unos borrachines más, pero después me di cuenta de que no sería así, nunca vimos ni que tipo de camioneta era ni cuantos eran, por que nunca nos paramos ni nos movimos, solo veíamos las luces traseras estacionadas a lo lejos, por los ruidos supuse que eran entre 3 y 4 hombres y luego escuchamos a una chica, aquí todo comenzó a ponerse mas denso por que comenzaron a portarse como unos patanes, comenzamos a escuchar muchas risas, todos reían menos ella, ella solo gritaba, gritos fuertes, extrañamente nunca gritaba auxilio, o ayúdenme o déjenme, solo gritaba, no paro de gritar y ellos no dejaban de reírse y gritar como trogloditas, no se, yo estaba nerviosa, asustada, impotente y encabronada, todo al mismo tiempo, en primer lugar me daba miedo que se les ocurriera en la mala copa acercarse a la casa de campaña, abrirla y sacarnos, lo que mas pensaba en mi cabeza era que si veían que yo era una chica yo seguiría en el menú nocturno, nel yo no quería ser violada, ni asesinada o torturada, tenia mucho miedo y no pude evitar que esas imágenes pasaran por mi cabeza, trate de enfocarme en pensamientos mas positivos y pedir por que no nos pasara nada, también sabia que no conocía el contexto de la situación afuera ¿Eran unos borrachos patanes inofensivos que contrataron a una prostituta? Aunque así fuese ese no era un trato para nadie, por lo que escuche creo que todos la violaron, tenia mucho miedo de escuchar un balazo en cualquier momento, contra la chica, contra nosotros, de despertar con un cuerpo tirado en el manantial, estaba tiesa del miedo, había metido una piedra a la casa de campaña y la tenia bien agarrada de una mano y el tabaco de otra, el amante tenia una navaja y temor por nuestras vidas también, fue la noche mas larga de mi vida, calculo que estuvieron allí de 60 a 90 minutos, y continuamente alumbraban a la casa de campaña, yo pensaba con uno que vean sentado ya valió madres, así que literal nos hicimos los invisibles, los que no estaban, no se, me daba mucho coraje lo que estaba pasando afuera, llegue a sentirme tentada a salir pero sabia que no tenia sentido, ellos seguramente estaban armados y si no era obvio que eran mayoría, estábamos en completa desventaja, trato de recordar palabras especificas escuchadas esa noche y solo recuerdo -¿No que no? “orale puto” -de allí en mas no se, como que me perdí, me fugue, estaba tratando de concentrarme en nosotros en que no nos pasara nada y que a la chica tampoco le pasara nada, que ya la dejaran, que ya se fueran, que esa noche no terminara en tragedia, pues tras hora-hora y media escuchamos como un motor encendió, pffff ya se van, genial, claro que no se fueron sin antes aluzar nuestra casa de campaña, se fueron gritando los desdichados, como bestias inclasificables, se fueron. Seguimos callados hasta dejar de escuchar la música, tras unos minutos de silencio gire mi cabeza al amante del instante y le dije ¿Acaso acabamos de ser testigos de una violación? –Pienso lo mismo contesto el.

Me senté, estaba un poco alterada y nerviosa pero a la vez tranquila y agradecida de que estábamos bien, no se, una dicotomía extraña.

Nuestra teoría de por que no se acercaron era por que desde su angulo no sabían de que tamaño era la casa de campaña, podíamos ser muchos, creemos que decidieron dejarnos en paz para que nosotros los dejáramos en paz, creemos no haber sido los únicos testigos, sentíamos que alguien mas estaba parado cerca de la casa de campaña.

Estaba agradecida de que estábamos con bien pero consternada por los hechos que acabamos de presenciar de manera sonora y sensible, no se, ya no podría dormir quería que amaneciera y salirme de allí.

Me daba miedo salirme, lo haría hasta ver el sol, tuve una noche ligera, atemporal, no podía creer nada solo tenia la certeza de que afortunadamente estábamos bien, pero no podía evitar hacerme preguntas ¿Por qué nos toco a nosotros presenciar eso? Aún no tengo la respuesta, por ahora se que lo mínimo que puedo hacer es compartirla.

Todavía en la noche me despertó un lamparazo mas, ya no podía, ya estaba cansada, seguramente eran de los hombres que nos toco ver previo al incidente, hombres que vimos entrar y nunca salir, por cierto no se, dudo que ellos tengan algo que ver con lo que paso esa noche, la mejor respuesta que pude obtener respecto a esos hombres, era que eran pescadores, eso me lo indicaron las personas del restaurante.

Salió el sol y salí yo, en chinga, el lugar se veía maravilloso pero lo opacaba la experiencia previa, salí con miedo de encontrarme un cuerpo muerto flotando o algo, algún indicio físico que me indicara que lo que vivimos ayer si fue real, a partir de ese momento no podía creerlo, de verdad, parecía increíble, de repente la música y los gritos retumbaban en mi cabeza, ya me quería ir, el compañero estaba dormido, así que saque mi libreta y me puse a escribir a tratar de entender que fue lo que había pasado pero no había nada que entender, me sentía mal, triste por que me toco acontecer un acto de esa índole y agradecida de que seguíamos vivos para contarlo.

Se repitió lo de los hombres no saludadores y poco sociables pero de día, pasaban hombres por el puente otros esquivaban, nadie saludaba, yo salude a todos y nadie respondió, erá extraño en general toda la gente en Colima ha sido ultra agradable con nosotros menos aquí, vibras raras.

Pasaban camionetas y cruzaban el manantial sobre las piedras, mas tarde llego una familia, pregunte que si eran del pueblo y me dijeron que no, moría por contar lo sucedido pero me entro un gran paranoia, pensé que podía ser realmente cualquier persona, decidí que lo mejor era hablar la situación con gente que trabajara en el lugar y ya con nuestras cosas empacadas, y fue así.

En esa palapa acampamos

Llegaron tres familias antes de que el amante despertará, tres familias que no tenían ni idea del crimen que se había cometido en ese sitio tan solo unas horas antes, decidí meterme a bañar, para que el agua fría distrajera mis pensamientos, pero no, ni eso pudo distraerme.

Un niño se acerco y me dijo que eran $20 pesos jajajaja hasta crees que te voy a pagar después de haber tenido aquí la peor noche de mi vida pensé, le dije que cuando saliera yo me acercaba a pagarle, había una mujer barriendo, tras decidir salirme le pregunte ¿Quién es dueño de este lugar? Me dijo que no tenia dueño que ese lugar era de toda la comunidad, bueno ¿Quién maneja aquí? Nosotras contesto, ok ¿Con quien puedo hablar de algo delicado y fuerte que sucedió aquí esta noche? Conmigo contesto, va, pues no fui nada suave para contar las cosas, era la primera vez que salía de mi boca, le conté todos los hechos, le dije que no sabia si eso era normal en ese lugar y que si no lo era debían evitar que se hiciera, le recomendé que pusieran vigilancia, que se turnaran el velado del lugar, su única respuesta fue, seguramente no eran de aquí, y yo por dentro así de: ¿Que importa eso? ¡Te estoy diciendo que aquí se cometió una violación! ¡Un acto atroz! La mujer tuvo reacciones apáticas e indiferentes, hasta me pregunto si nos quedaríamos para ver si barría o no, no podía creerlo, tenia que hablarlo con mas personas.

No me gusta ser portadora de malas noticias pero no podía irme de allí sin alguien que me tomara en serio, fui directamente al restaurant y tampoco obtuve las reacciones que esperaba, lo mismo me dijeron, seguramente eran de otro lado, vieron que me desquicie un poco, deje de ser amable, les dije que ese lugar era sagrado que no dejaran que se mal vibrara ni que un acto como este quedase impune, como si no hubiera pasado nada, me contaron que tenían broncas en el pueblo; estaba dividido, que se quería hacer una mina allí, la mitad del pueblo estaba a favor la mitad no, uffff --ni se les ocurra- comente -una mina y este paraíso se va a la mierda- pero para que quieren un paraíso si se va a convertir en un lugar de fechorías, cuidado.

Nos regalaron unos tacos para el susto.

Nos fuimos y hablamos por ultima vez con alguien del pueblo, la mujer de la entrada nos tomo un poco mas en serio, nos dijo que compartiría con el pueblo para buscar soluciones, ha ella si le callo el veinte de que esa mujer pudo ser cualquier mujer, ella, su hija, su hermana, yo.

Nos enteramos que hace unos meses varias personas dormían allí para defender el lugar de la minera, hubo protesta y Colima se quedo sin agua unos días. (De voces supe esto).

Nos fuimos del lugar, bien panics y algo encabronados por que no obtuvimos las reacciones esperadas, pensamos en ir al pueblo pero pedimos un ride y el ride nos saco, en fin, flujo. Me sentí diferente una vez que me encontraba fuera de los manantiales mas tranquila y relajada.

Sabíamos que aún nos quedaban lugares por visitar pero quería descansar en un lugar seguro y bajo techo, decidimos regresar a Colima a casa de las brujas de la Colina.

Veredicto: Miren, yo creo que los manantiales de Zacualpan es un lugar hermoso, bello, increíble, son varias “albercas” naturales por decirlo de alguna manera, no hay nada de concreto son puras piedras las que hacen los perímetros, todas lindas, el agua es cristalina, llenas de peces, rodeadas de arboles, tengo entendido que de allí se abastece Colima de agua, yo creo que es un buen lugar para ir por la mañana, solo que obviamente advierto de lo que puede pasar si se les ocurre quedarse a dormir allí como a nosotros, si alguien de Colima lee esta historia espero la comparta, o si algún mochilero, viajero, vacacionista…whatever lee esto les sirva para que no les pase a nosotros. Yo ahora, no pienso llegar nunca a un lugar que no conozca de noche.

.7.

.Mi primer viaje en tráiler.

.Colima-Jalisco-Michoacán.

.La central.

.Zamora.

.Lago de Camécuaro.

Queríamos ir a Mazamitla pero nuestro packing no era acorde, allí hace frio y nosotros andábamos con ropa para el calor de calígula. Decidimos que yo me retornaba a Michoacán y el me acompañaba, salimos de Colima como a las 11:00 am con destino a Guadalajara ¡Mi primer ride en tráiler!.

Que les puedo decir, quede super ciscado del acontecimiento previo pero no por eso podía dejar de confiar, no quería que me quedará un trauma mas si una enseñanza.

El primer tráiler era uno de lujo, nos llevo de Colima a Guadalajara, el transportista nos dijo que ya casi se manejaba solo que no mas lo ocupaba a el para prenderlo, apagarlo y ponerle gasolina.

Nos hablo del mundo de los traileros, no duermen, su máximo han sido 5 días sin parar, ¿Cómo le hace para no dormir? ¿Para comer?

El me contesto-deja tu eso, ¡Para no ir al baño!

Ho.

Su dieta se basaba en café y cigarros.

Tenía 12 hijos, como con 5 mujeres, y saco al ultra machista que no llevaba tan adentro si no a flor de piel, calurosa discusión tras señalarme y decirme que la culpa de todo la teníamos las mujeres, yo no quería pelear, corría el riesgo de que en ese momento me bajaran de la carretera en medio de la nada pero mencione que el amante del instante se acababa de hacer la vasectomía, y que yo no quería tener hijos por ahora, de irresponsables no nos bajo, no es la primera vez que me pasa.

Nos dejo en Guadalajara.

De allí fue mas difícil pedir ride pues nos dejos en medio de la ciudad, pasamos a un entronque en urbano a las afueras y tardamos horas pidiendo ride y no tardaba en ocultarse el sol, comencé a desesperarme no quería dormir en la calle.

Terminó por levantarnos un chico que vivía cerca, solo podía llevarnos a su pueblo que quedaba a 20 minutos de donde estábamos actualmente, cualquier cosa era mejor que estar allí, el cruzo el desierto indocumentado y se sentía bien de ayudarnos se sentía identificado.

No se, esto de viajar de mochilera me deja mucho, conozco tantas personas, me encanta.

El segundo ride era también un trailero, y de donde nos dejo el antiguo ride lo tomamos en 5 minutos, venía de Ensenada a Irapuato y podía dejarnos en La piedad, genial, el tráiler iba muuuuy lento, hicimos como 2 horas cuando debíamos hacer 40 minutos, nos detuvimos a cargar diesel, y nos dijo: Híjole carnales con la pena pero tengo sueño y saco un foquito, por primera vez vi a alguien consumiendo cristal. Le pedí permiso para verlo sin disimulación y acepto, tenía tantas ganas de sacar la cámara pero me contuve, era toda una escena.

Era muy noche, no alcanzábamos a llegar a Zamora.

Terminamos durmiendo en la central.

Tenia años sin dormir sentada.

Al otro día despertamos temprano rumbo a Zamora, me encargue de llevar al amante del instante al Santuario Guadalupano, una linda iglesia neogótica, la mas grande de Latinoamérica, a probar la gastronomía callejera de la ciudad, el centro, los dulces diabéticos y fuga a Camécuaro.

Allí en el lago de Camécuaro fue mi ultima escala de esta locura de viaje, el amante del instante se fascino por las raicez y el agua, el se quedo a acampar allí, yo retorne a mi morada, nos dimos un fuerte abrazo y bellas palabras al despedirnos.

En el camino andamos.

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