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lunadeleyenda · 1 day
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Nicole Wallace
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lunadeleyenda · 6 days
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𝒕𝒓𝒊𝒔𝒉'𝒔 𝒕𝒉𝒐𝒖𝒈𝒉𝒕𝒔 |
we’ve all got an inner beast. we’ve all got a messy, loud, weird part of ourselves hidden away. and a lot of us never let it out.
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lunadeleyenda · 3 years
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— 𝐼 𝑘𝑛𝑜𝑤 𝑤ℎ𝑎𝑡 𝐼'𝑚 𝑐𝑎𝑝𝑎𝑏𝑙𝑒 𝑜𝑓; 𝐼 𝑎𝑚 𝑎 𝒔𝒐𝒍𝒅𝒊𝒆𝒓 𝑛𝑜𝑤, 𝑎 𝒘𝒂𝒓𝒓𝒊𝒐𝒓. 𝐼 𝑎𝑚 𝒔𝒐𝒎𝒆𝒐𝒏𝒆 𝒕𝒐 𝒇𝒆𝒂𝒓, 𝑛𝑜𝑡 ℎ𝑢𝑛𝑡.
♕︎ 𝐀𝐝𝐚𝐥𝐢𝐧𝐝 𝐏𝐞𝐯𝐞𝐧𝐬𝐢𝐞 𝐒𝐩𝐢𝐝𝐞𝐫𝐰𝐢𝐜𝐤
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lunadeleyenda · 3 years
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「 𝚃𝚞𝚛𝚝𝚕𝚎𝚍𝚘𝚟𝚎 」
• 𝐄𝐬𝐩𝐞𝐜𝐢𝐞: Duende. Comúnmente llamados Brownies. 
 • 𝐓𝐢𝐩𝐨: Turtledove. 
 • 𝐂𝐥𝐚𝐬𝐢𝐟𝐢𝐜𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧: Homunculidae custos domesticus.
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Estas criaturas amables y confiables se adhieren a los hogares humanos, donde ayudan con las tareas del hogar y protegen el bienestar de las personas que viven en "su" tierra. Ferozmente leales, los duendes defenderán una casa y la finca circundante de los ladrones y  otros duendes.  Extremadamente territoriales. Los brownies se pueden encontrar en una variedad de lugares, tal vez en un granero abandonado, un armario sin usar o dentro de las paredes. A pesar de su amor por la limpieza,  tienen un aspecto bastante lamentable. A menudo van descalzos o completamente desnudos. Aun así, no esperan otro pago que los restos de comida y un cuenco de leche que se les deja por la noche; de hecho, es probable que más obsequios provoquen efectos adversos. Los sonidos de arrastrar los pies por la noche pueden ser una señal de un duende; el observador cuidadoso puede espiar a uno en el trabajo si puede acercarse sigilosamente. Incluso si no se ve realmente,  pueden desaparecer en medio de estar completando una tarea, dejando una evidencia a medio terminar o platos parcialmente lavados. La organización inusual de artículos también es común en casas con duendes.  Concretamente los Turtledoves puede alfabetizar libros por la inicial del segundo nombre del autor o archivos de registros por los títulos de sus canciones favoritas. Incluso el más dulce de los brownies odia la pereza en los demás. Si se aprovecha o se usa mal, el brownie puede convertirse en un boggart. (Explicado en otro apéndice de «Brownies a evitar»). El oficio favorito de los Turtledoves es el de "remendador". Si le dejas cualquier prenda de ropa rota, te lo agradecerá infinitamente, aunque nada le hará más feliz que arreglarte unos zapatos. 
𝐈𝐌𝐏𝐎𝐑𝐓𝐀𝐍𝐓𝐄: Bajo ninguna circunstancia llamarles por su nombre de pila.
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lunadeleyenda · 3 years
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「 𝙰𝚏𝚝𝚎𝚛 𝚊𝚕𝚕... 𝚃𝚑𝚎 𝚟𝚒𝚕𝚕𝚊𝚒𝚗𝚜 𝚊𝚛𝚎 𝚝𝚑𝚎 𝚜𝚊𝚕𝚝 𝚒𝚗 𝚝𝚑𝚎 𝚜𝚘𝚞𝚙 𝚘𝚏 𝚊 𝚜𝚝𝚘𝚛𝚢 」
❝ 𝑇ℎ𝑎𝑡 𝑖𝑠 ℎ𝑜𝑤 ℎ𝑒𝑎𝑣𝑦 𝑎 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡 𝑐𝑎𝑛 𝑏𝑒𝑐𝑜𝑚𝑒; 𝐼𝑡 𝑐𝑎𝑛 𝑚𝑎𝑘𝑒 𝑏𝑙𝑜𝑜𝑑 𝑓𝑙𝑜𝑤 𝑒𝑎𝑠𝑖𝑒𝑟 𝑡ℎ𝑎𝑛 𝑖𝑛𝑘 ❞
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No eres una víctima, yo no soy tu salvadora.
Le había dicho Ade tantas veces que comenzó a creerse esa frase y asimilarla como verdadera más allá de la teoría. Jamás se había visto como una, había nacido en un mundo complicado y cruel para terminar en otro dónde las reglas que se aplicaban lejos tenían que ver con las nociones de bien y mal. Allí no había bondad, sino supervivencia.
La noche comenzaba a caer, las tonalidades añiles y violáceas se fusionaban con un fulgor rojizo, casi premonitorio, aquel color se hacía cada vez más intenso a cada zancada que daba, aproximándose a la ribera dónde los árboles parecían mezclarse en un amasijo frondoso. El rumor del río era cada vez más ensordecedor, la quietud del paraje había dado paso al sonido de las ramas quebradas a su espalda, casi opacado por los cascos de los caballos embravecidos resonando contra la hierba. Era un sonido mudo pero paralizante a medida que se acercaba, estaban cerca, podían percibirlos. Los caminos que se bifurcaban ante ella parecían triplicarse frente sus ojos, la habían llevado hasta el punto que deseaban, sin escapatoria.
Los vados de Beruna se caracterizaban ser el punto estratégico dónde grandes batallas se habían cobrado la vida de miles de especies: Blutbaden contra Bauerschwein, Dämonfeuer contra cualquier Wesen que se cruzase ante sus escamas, centenares de especies vueltas las unas contra las otras en carnicerías que empapaban aquellas tierras con el olor ferroso de la sangre. Su posición estratégica se caracterizaba por no tener salida, tan solo el Gran Río de Beruna daba una escapatoria al atravesar Luna de Leyenda hasta desembocar en el Mar del Este, lugar que era mejor evitar al pertenecer al territorio Cair Paravel. La otra opción, inviable, era atravesar las decenas de kilómetros que separaban un trozo de tierra del otro, ya que el puente había sido destruido siglos lunares atrás y jamás se había vuelto a reconstruir. Era en aquella emboscada dónde Trish había ido a parar. Sus piernas tambalearon sobre el precipicio de agua dulce sin más opción alguna que luchar.
No eres una víctima, tú eres tu propia salvadora se repitió una vez más cuando dos jinetes la rodearon. Las flechas de Ade en aquel momento habrían podido derribarlos, pero su guardiana no estaba allí. El pulso le latía de manera frenética, tuvo que apretar los dientes y respirar profundamente para poder tomar el control de la situación. Buscó rápidamente algo con lo que poder defenderse: “Analiza. Prioriza. Ataca”. Aquel mantra que había memorizado hasta la saciedad disparó su adrenalina, haciéndola encontrar en su bolsillo la pequeña daga de empuñadura negra con un cruce hecho de bronce y acero de Damasco, la misma que Ade le había regalado por sus veinte años.
—Fin del trayecto —Pronunció uno de sus adversarios.
Al ser consciente de la situación, apretó los dedos alrededor del arma mientras el calor se dispersaba por cada una de las extremidades de su cuerpo. El arrebato de furia contenida se disparó a través de un grito que dejó en carne viva la garganta de la joven Tintenherz.
[…]
La reyerta había terminado con ambos soldados río abajo, pero aquella historia no la recordaba. Había sido Ade quién la había visto conforme se acercaba a la zona de la emboscada al seguir sus rastro, pero lo que vio iba en contra de todas las historias que su abuelo Dígory le había contado. Después de cargar con ella varias leguas a caballo, había dado con una posada en la que no hacían preguntas si el saco entregado tenía suficiente oro como para avergonzar a Midas.
—No eras tú, Trish. Cuando llegué te vi los ojos y el gris de la tormenta había sido sustituido por la negrura espesa de la tinta. ¿No lo recuerdas? —Había comenzado a narrar su guardiana con una voz que oscilaba entre el asombro y el temor—. Luchaste como una guerrera, desarmaste a uno de ellos y casi tenías a su compinche, pero entonces… Entonces todo cambió. Le cogiste por el brazo y tus venas cambiaron junto con las de él, parecía como si, bueno, cómo sí le estuvieses envenenando desde dentro.
Ade hizo una pausa al ver como Trish, magullada de cuerpo y rostro, trataba de reincorporarse más rápido de lo que debería haber hecho No comprendía las palabras de la morena, ¿envenenarle? ¿cómo? Pequeñas imágenes pasaban por su mente, pero nada nítido, lo último que recordaba era lograr haberme desarmado a los dos soldados.
—Comenzó a caerle un líquido espeso por los ojos, luego los oídos, la nariz y la boca. Creo que se ahogó. Era tinta, Trish, a aquel hombre no le quedaba pizca de sangre. Estaba de tinta hasta el gaznate.
Aquella escena no se le iba de la cabeza. Las venas de Trish oscuras como la noche convirtiendo las del hombre en un reguero de alquitrán hasta que ambos cayeron, uno muerto y la otra inexpresiva sin color alguno en sus ojos.
—¿Qué significa eso, Ade? —Siempre se había dicho a sí misma que no se veía como una heroína, sino que sentía que era la villana de una historia sin contar. Después de aquello, sus temores comenzaban a ser realidad.
—Significa que hay algo que no nos contaron y que tenemos que descubrir. Los Tintenherz no poseen ese tipo de habilidades y tú acabas de arrebatar una vida tan solo tocando a un hombre —El silencio se hizo entre ambas mientras, sus ojos se llenaron de compasión, lo que fue mucho peor que su lástima. Tomó la mano de su protegida y ambas se abrazaron tras introducirse junto a ella en la vieja cama. Trish debía de recuperar fuerzas antes de partir al mundo humano de vuelta a la tierra.
—Creo que hay algo en ti que no hay en los demás, creo que tus padres te entregaron por algo y creo, sobre todo, que debemos comenzar a buscar respuestas. Pero esa es una historia de la que nos preocuparemos mañana. Debes descansar, no podrás usar tu magia en este estado.
Y así hicieron, pasaron semanas hasta que su poder volvió a restablecerse, semanas que aprovecharon para buscar pistas en Luna de Leyenda. La terquedad era una cualidad que Ade había heredado del lado Spiderwick de la familia y la audacia era algo que Trish poseía de manera innata, entre ambas encontrarían las respuestas que tantos siglos llevaban siendo ocultadas.
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lunadeleyenda · 4 years
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「 𝙵𝚘𝚛 𝚝𝚑𝚒𝚜 𝚢𝚘𝚞 𝚠𝚎𝚛𝚎 𝚋𝚘𝚛𝚗」
❝ 𝐸𝑣𝑒𝑟𝑦 𝑠𝑡𝑒𝑝 𝑎𝑛𝑑 𝑒𝑣𝑒𝑟𝑦 𝑠𝑡𝑜𝑟𝑚. 𝐿𝑖𝑔𝘩𝑡 𝑡𝘩𝑒 𝑓𝑙𝑎𝑚𝑒 𝑓𝑜𝑟 𝑡𝘩𝑒 𝑡𝑜𝑟𝑐𝘩. 𝑊𝘩𝑒𝑛 𝑦𝑜𝑢 𝑓𝑒𝑒𝑙 𝑡𝘩𝑒 𝑟𝑎𝑖𝑛, 𝑤𝘩𝑒𝑛 𝑦𝑜𝑢 𝘩𝑖𝑡 𝑡𝘩𝑒 𝑓𝑙𝑜𝑜𝑟; 𝐼𝑡'𝑠 𝑓𝑜𝑟 𝑡𝘩𝑖𝑠 𝑦𝑜𝑢 𝑤𝑒𝑟𝑒 𝑏𝑜𝑟𝑛 ❞
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Fue lo más parecido a un cosquilleo que había experimentado nunca.  Más estremecedor que su primer beso con Henry Woodhaven bajo el sauce familiar a los catorce años. Más satisfactorio que la primera vez que la punta de una de sus flechas se clavó en el centro de la diana ante la mirada de desaprobación de su padre. Más desconcertante que las historias sin final que su abuelo le narraba bajo el chispear de las brasas de la chimenea. No había palabras ni momentos vividos con anterioridad que describiesen la inesperada, dolorosa y reveladora aparición que perturbó cada pequeña partícula de la materia de la que estaba hecha. Fue como ver el mundo con una lente muy distinta, como si cada pieza de la que estaba compuesta el universo encajasen unas con otras y supiese con exactitud a dónde pertenecía, a dónde iba, quién la necesitaba.
Las puertas del palacio de la familia Spiderwick resonaron ante el ímpetu con el que fueron abiertas, un trueno habría sido más sutil que su voz vociferante retumbando por cada rincón de la vivienda familiar.  Dar con Digory Dirke era relativamente sencillo. El viejo huraño de pelo blanco y tachado de poco cuerdo, no solo por las cuatro familias de Tehishbaan, sino por la suya propia, siempre se encontraba en la majestuosa biblioteca de los Spiderwick con un libro en una mano y la pipa en la otra. Era exactamente en esa posición dónde la muchacha le encontró.
— ¡Es real, abuelo, ella es real! ¿Lo has sentido tu también? Ha sido como... 
La muchacha gesticuló lo que era una pequeña explosión entre sus manos mientras los ojos del anciano se alzaron por encima del libro que estaba leyendo, releyendo, analizando, tal vez venerando. Su risa sonó muy natural, pero Dígory había alcanzado a ver una expresión de impaciencia, casi de avidez, en el rostro de la joven. Una vez un guardián despertaba, no había nada en ningún mundo que pudiese detenerlo y mucho menos a alguien como Adalind Spiderwick. Sabía que en algún momento la más joven de la familia sería consciente de que la vida que tenían no se limitaba a aquel reino, el pasado no se mantenía inamovible, mucho menos era inmutable sino que terminaría volviendo. Había vuelto.
Ade hizo una pequeña pausa, como esperando que Dígory dijera algo, pero no añadió nada más que un repetitivo parpadeo de  ojos saltones tras unas enormes lentes de gafas redondas.  
— Creo que está sola. ¿Sabrá alguien que todavía existen? ¿Qué hay un Tintenherz con vida? 
Esa última pregunta pareció cortar el aire para ambos, un temblor le recorrió los músculos bajo la piel, sabiendo que en aquel momento ya estaba atada a la historia de la chica que había visto en su cabeza y sentido en su piel, había dado con el corazón del relato. Del relato en sí mismo. Su abuelo pareció ser consciente en ese instante de la importancia del asunto con el que trataban. Con un movimiento se deshizo del libro, pero manteniendo su pipa en la boca y la atención en su nieta que miraba a través de sus ojos el consejo y el impulso necesario para obrar el plan que en su cabeza se tejía.
—Querida niña, las personas que poseen una sabiduría oculta, como tú y como yo, estamos liberados de las reglas comunes, así como estamos impedidos de disfrutar de los placeres comunes. Nuestro destino, Ade, es un destino superior y solitario como el de nuestros antepasados.
El viejo exhaló una pequeña bocanada, adoptando un aire noble y misterioso cargado de suspense. La calma antes de la tormenta, el nudo previo al desenlace, el sollozo previo a la lágrima. Dígory no lo había pronunciado aún, pero ya supo cuáles iban a ser sus siguientes palabras. 
— ¿Recuerdas cómo se llegaba al Bosque entre los mundos?
Leer la siguiente entrada para mayor compresión.
[...]
Desde que tenía memoria y los sauces apenas tenían ramas, su abuelo le había contado sus aventuras fuera de Tehishbaan, incluso más allá de Luna de Leyenda. Narraba sus hazañas siendo conocedor el último resquicio de magia en una tierra dónde se había extinguido y de cómo éste permitía viajar entre mundos... Sí sabías cómo. A diferencia de lo que muchos pensaban, los universos no eran eternos. Tenían un inicio, pero también su final. Con la erradicación de los Tintenherz los mundos iban siendo menos numerosos, pero todavía existían centenas de ellos. El que habitaba su protegida y al que trataba de acceder era uno de ellos.
Algo en ella había despertado, estaba latente en su interior y al igual que un fogonazo en plena noche había iluminado su camino: la vista se le había agudizado, también el oído. Era sensible a los elementos externos tanto como a los internos. Eran estos los que le permitían poseer habilidades que llevaba puliendo desde que era capaz de levantar su apreciado arco del suelo y el que empuñaba ahora con la mirilla puesta en un conejo que le serviría de cena. Llevaba más de dos días cabalgando y durmiendo en pequeños rincones entre árboles, la noticia había hecho que las lágrimas de su madre aflorasen y los gritos de disconformidad de su padre la atravesasen. Nadie, absolutamente nadie podía saber que todavía había una Tinteherz con vida, quizás más, pero aquello eran presunciones que no podía hacer a la ligera. Desde el momento en que sus poderes despertaron y supo de la existencia de su protegida, se juró que nada la pondría en peligro, pues ella se encargaría de mantenerla a salvo. Fue la principal razón de no revelar el motivo por el que iba abandonar el palacio, delegar sus funciones como sucesora del trono de los Spiderwick y marcharse tan lejos de allí que nadie sabría su paradero. Tal vez algún día sus padres llegasen a comprenderla, mientras tanto solo tenía su mirada de decepción clavada en la nuca mientras dejaba atrás todo cuánto había conocido en diecinueve lunas.
Al tercer día y con el cuerpo entumecido de horas cabalgando, una cueva escondida en el tronco de un gran árbol y con runas grabadas en la corteza se apareció ante ella. Era muy similar a cómo su abuelo Dígory la habría descrito, pero al contrario de lo que pudiese parecer... No era una cueva. Un gran bosque se abrió ante la muchacha una vez armó el valor para adentrarse en ella, no parecía de aquel mundo y en cierto modo así era. Aquel lugar emanaba magia, sentía el cosquilleo rodearla y abrazarla a cada paso que daba y por fin comprendió lo que el viejo de los Spiderwick mencionaba una vez pisabas el Bosque entre los mundos. 
«La única luz que verás será verde, se filtra entre las hojas de los árboles pero jamás verás el cielo. El sol no es el sol, pero en cierto modo hay algo que emana calidez y fulgor en lo alto. Así es, magia. Además, será el bosque más silencioso que puedas imaginar. No hay pájaros ni insectos, ni animales y no sopla viento. Casi podrás sentir cómo crecen los árboles y las raíces moverse bajo tus pies»
Cada detalle se cumplía, allá dónde abarcaba su vista había estanques, aquel lugar estaba lleno de vida a pesar de la visible carencia de la misma. Fue uno de esos estanques el que consiguió atraerla. El reflejo no era el suyo, la tonalidad del agua no era transparente sino dorada y nada era normal. La imagen que le fue devuelta era la vida de otra persona. 
Pudo ver una cesta con un bebé en su interior, lloraba al igual que su madre mientras depositaba un beso en su frente y huía sin mirar atrás. También vio a una niña triste de unos cinco años, recogiendo lo que quedaba de un libro destrozado y esa misma niña recomponiéndolo trozo a trozo. La niña había crecido, ahora tenía largos cabellos rubios y se enfrentaba a un grupo de matones de su misma edad. Terminó la pequeña batalla con un ojo morado, pero una sonrisa de victoria en los labios. Esa misma niña huyendo, mirando a su espalda y durmiendo en graneros rodeada de paja y madera, pero con personas en las que parecía confiar y con la nariz enterrada en una libreta y un lápiz... Una vez más. La niña dejó de ser niña y pasó a ser adolescente, sus ojos curiosos y cansados de huir encontraron un hogar y comenzó a usar la palabra hermana, pero la niña se convirtió en adulta y un fogonazo de luz emanó de la libreta que la acompañaba. Supo en ese momento que estaba viendo a la Tinteherz que su corazón había sentido despertar... Como si una lente oculta hubiese estado observándola toda su vida.
  — ¿Estás segura de que necesitas tan poco equipaje, Trish?
— ¿Y que más quiero? Ropa simple y libros, ¿no sabes que cabe un mundo dentro de ellos? 
— Y lo que no está ahí, está en tu cabeza. Anda tira y mete un abrigo que los libros no te calientan el culo.
— Estoy buscando excusas para que vengas a verme a Nueva York, no puedo quejarme de que su pizza es peor sino me apoyas.
La imagen se disipó y sus rostro fue el proyectado en el agua. ¿Qué había dicho? ¿Un lugar llamado Nueva York? Sin duda aquello no era Tehishbaan.   Trish, ¿ese era su nombre? Trish. Trish. Lo pronunció en su cabeza, pero también en voz alta. Todas esas palabras se arremolinaron en su mente y su lengua, no había otra opción que dar un salto de fe llegados a ese punto. El cuerpo de Ade trataba de visualizar a la Tintenherz en su cabeza, el estanque entre los mundos debía llevarla hasta hasta ese extraño lugar llamado Nueva York. El agua no era otra cosa que un portal más allá del evidente chapuzón y aún así, sentía un miedo irracional como nunca antes había sentido. Respiró dejando salir el aire de sus pulmones y sin saber como terminaría, se dejó caer por inercia hacia delante. 
Fue entonces una vez hubo atravesado el agua del estanque cuando todo se volvió negro. 
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lunadeleyenda · 4 years
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⠀⠀ 「El bosque entre los mundos 」⠀⠀
  ⠀⠀ ❝Si alguien le hubiera preguntado: «¿de dónde has venido?», él habría contestado: «Yo siempre he estado aquí». Así era la sensación que producía ese lugar❞
⠀⠀ ⠀⠀ 𝐔𝐛𝐢𝐜𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧  ┊ Luna de leyenda
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Se trata del último rincón con magia existente en Tehishbaan.  El bosque tiene una temperatura cálida y un sinnúmero de árboles frondosos, con un follaje tan espeso que el cielo no se puede ver desde el suelo. A pesar del espeso follaje, una fuerte luz penetra en el suelo del bosque, iluminando claramente todo el ambiente. La característica sobresaliente del bosque, además de los árboles, es la presencia de muchos estanques de agua. 
Inicialmente, los estanques parecen ser sólo charcos poco profundos. Sin embargo, cuando alguien salta en uno de esos charcos el estanque de agua transporta a dicha persona a un mundo diferente. Cuando el mundo es destruido, es decir, cuando toda la vida en aquel se acaba, su respectivo estanque se seca.
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lunadeleyenda · 4 years
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「𝙳𝚘𝚗'𝚝 𝚠𝚘𝚛𝚛𝚢 𝚖𝚘𝚝𝚑𝚎𝚛, 𝚢𝚘𝚞𝚛 𝚍𝚊𝚞𝚐𝚑𝚝𝚎𝚛 𝚒𝚜 𝚊 𝚠𝚊𝚛𝚛𝚒𝚘𝚛」  » 𝐀𝐝𝐞 𝐒𝐩𝐢𝐝𝐞𝐫𝐰𝐢𝐜𝐤.
  ❝ 𝐼 𝑎𝑚 𝑚𝑦 𝑚𝑜𝑡𝘩𝑒𝑟'𝑠 𝑠𝑎𝑣𝑎𝑔𝑒 𝑑𝑎𝑢𝑔𝘩𝑡𝑒𝑟, 𝑡𝘩𝑒 𝑜𝑛𝑒 𝑤𝘩𝑜 𝑟𝑢𝑛𝑠 𝑏𝑎𝑟𝑒𝑓𝑜𝑜𝑡 𝑐𝑢𝑟𝑠𝑖𝑛𝑔 𝑠𝘩𝑎𝑟𝑝 𝑠𝑡𝑜𝑛𝑒𝑠. 𝐼 𝑤𝑖𝑙𝑙 𝑛𝑜𝑡 𝑐𝑢𝑡 𝑚𝑦 𝘩𝑎𝑖𝑟, 𝐼 𝑤𝑖𝑙𝑙 𝑛𝑜𝑡 𝑙𝑜𝑤𝑒𝑟 𝑚𝑦 𝑣𝑜𝑖𝑐𝑒. 𝑁𝑜𝑤 𝐼 𝑎𝑚 𝑏𝑟𝑜𝑢𝑔𝘩𝑡 𝑓𝑜𝑟𝑡𝘩 𝑜𝑢𝑡 𝑜𝑓 𝑑𝑎𝑟𝑘𝑛𝑒𝑠𝑠 𝑎𝑛𝑑 𝑤𝑎𝑡𝑒𝑟, 𝑏𝑟𝑜𝑢𝑔𝘩𝑡 𝑖𝑛𝑡𝑜 𝑡𝘩𝑖𝑠 𝑤𝑜𝑟𝑙𝑑 𝑡𝘩𝑟𝑜𝑢𝑔𝘩 𝑏𝑙𝑜𝑜𝑑 𝑎𝑛𝑑 𝑡𝘩𝑟𝑜𝑢𝑔𝘩 𝑝𝑎𝑖𝑛. 𝐷𝑒𝑒𝑝 𝑖𝑛 𝑚𝑦 𝑏𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑡𝘩𝑒 𝑜𝑙𝑑 𝑠𝑜𝑛𝑔𝑠 𝑎𝑟𝑒 𝑤𝑎𝑘𝑒𝑛𝑖𝑛𝑔, 𝑠𝑜 𝑠𝑖𝑛𝑔 𝑡𝘩𝑒𝑚 𝑤𝑖𝑡𝘩 𝑣𝑜𝑖𝑐𝑒𝑠 𝑜𝑓 𝑡𝘩𝑢𝑛𝑑𝑒𝑟 𝑎𝑛𝑑 𝑟𝑎𝑖𝑛❞
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┊𝐍𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐨 •••   Adalind Pevensie Spiderwick, aunque se hace llamar así misma Ade. 
┊𝐅𝐞𝐜𝐡𝐚 𝐝𝐞 𝐧𝐚𝐜𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨 •••  Solsticio de verano. 21 de junio de 2001 en el mundo humano. El nacimiento de los Guardianes coincide con el nacimiento del Tintenherz al que se encuentran predestinados, aunque el tiempo entre mundos no es igual.
«𝐸𝑙 𝑡𝑖𝑒𝑚𝑝𝑜 𝑒𝑛 𝐿𝑢𝑛𝑎 𝑑𝑒 𝐿𝑒𝑦𝑒𝑛𝑑𝑎 𝑡𝑟𝑎𝑛𝑠𝑐𝑢𝑟𝑟𝑒 𝑑𝑒 𝑓𝑜𝑟𝑚𝑎 𝑑𝑖𝑓𝑒𝑟𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑎𝑙 𝑛𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑜. 𝑆𝑖 𝑝𝑎𝑠𝑎𝑠 𝑐𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜𝑠 𝑑𝑒 𝑎𝑛̃𝑜𝑠 𝑎𝑙𝑙𝑖́, 𝑎𝑙 𝑣𝑜𝑙𝑣𝑒𝑟 𝑎 𝑡𝑢 𝑚𝑢𝑛𝑑𝑜 𝑠𝑒𝑟𝑎́ 𝑙𝑎 𝑚𝑖𝑠𝑚𝑎 𝘩𝑜𝑟𝑎 𝑑𝑒𝑙 𝑚𝑖𝑠𝑚𝑜 𝑑𝑖́𝑎 𝑒𝑛 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑒 𝑓𝑢𝑖𝑠𝑡𝑒. 𝑇𝑎𝑚𝑏𝑖𝑒́𝑛 𝑠𝑖 𝑣𝑢𝑒𝑙𝑣𝑒𝑠 𝑎 𝐿𝑢𝑛𝑎 𝑑𝑒 𝐿𝑒𝑦𝑒𝑛𝑑𝑎 𝑑𝑒𝑠𝑝𝑢𝑒́𝑠 𝑑𝑒 𝑝𝑎𝑠𝑎𝑟 𝑢𝑛𝑎 𝑠𝑒𝑚𝑎𝑛𝑎 𝑒𝑛 𝑡𝑢 𝑚𝑢𝑛𝑑𝑜, 𝑡𝑒 𝑒𝑛𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑎𝑟𝑎́𝑠 𝑐𝑜𝑛 𝑞𝑢𝑒 𝘩𝑎𝑛 𝑡𝑟𝑎𝑛𝑠𝑐𝑢𝑟𝑟𝑖𝑑𝑜 𝑚𝑖𝑙 𝑎𝑛̃𝑜𝑠. 𝑂 𝑠𝑜𝑙𝑜 𝑢𝑛 𝑑𝑖́𝑎. 𝑂 𝑡𝑎𝑙 𝑣𝑒𝑧 𝑛𝑖 𝑠𝑖𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑎 𝑢𝑛 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑛𝑑𝑜, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑒𝑠𝑜 𝑛𝑢𝑛𝑐𝑎 𝑙𝑜 𝑠𝑎𝑏𝑟𝑎́𝑠 𝘩𝑎𝑠𝑡𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑙𝑒𝑔𝑢𝑒𝑠 𝑎𝑙𝑙𝑖́».
┊ 𝐑𝐚𝐳𝐚  ••• Guardiana. 
Personaje independiente al universo escrito y creado por Trish Bendix, pero procedente de un reino aislado en Luna de Leyenda. Cada mundo creado por un Tinteherz tiene un reino similar dónde los Guardianes habitan ajenos a la historia creada, para este caso el reino es conocido como Tehishbaan.
❍ ¿𝑸𝒖𝒊𝒆́𝒏𝒆𝒔 𝒔𝒐𝒏 𝒍𝒐𝒔 𝒈𝒖𝒂𝒓𝒅𝒊𝒂𝒏𝒆𝒔? ❍
Nacidos independientemente del libro creado por un Tintenherz y anteriores a todo lo conocido por la humanidad, surgieron con las primeras briznas de magia escondidas en la tinta de la pluma de estos descendientes de brujos. Se componían de un total de cuatro linajes familiares: Woodhaven, Angelfield, Rudhale y por último, Spiderwick.
A estas cuatro familias se les encomendó la tarea de proteger con su vida al Tintenherz que fuesen asignados, permanecerían a su lado hasta que diesen su última bocanada de aliento y les acompañarían allá dónde fuesen, aunque implicase viajar entre mundos.
Con la erradicación de los Tintenherz tras la caza a la que se vieron sometidos hasta (casi) su desaparición, los guardianes se fueron extinguiendo paulatinamente y los descendientes de los linajes que una vez empuñaron un arma, se convirtieron en familias aristocráticas con un memorable pasado familiar detrás.
❍ 𝑺𝒖𝒔 𝒉𝒂𝒃𝒊𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅𝒆𝒔  ❍
✧・゚  Principal
Cada familia posee un arma destacada, los antiguos Spiderwick eran conocidos por ser célebres arqueros, por lo que la especialidad que adquirió desde niña fue el arco después de que su abuelo Digory le regalase uno en su sexto cumpleaños.  
Compuesto de un carcaj de marfil y cuero rojo que contiene en el interior una serie de flechas con un astil de la madera perteneciente al roble más antiguo de Luna de Leyenda, plumas rojas asociadas a una rara especie de wesen llamados Seltenvogel y de punta del mismo marfil que el carcaj.  La pluma de las flechas jamás fallan su objetivo gracias a su buena disciplina y constancia.
✧・゚ Otras
Son guerreros y llevan la batalla en su interior. Desde que cumplían seis años eran entrenados para no fallar en su empresa de proteger a los Tintenherz: entrenamientos que duraban jornadas y pruebas que agudizaban sus sentidos. Sus habilidades ya se encontraban innatas en la sangre, tan solo debían despertarlas.
┊ 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨 •••
Rodeada de riquezas creció en Tehishbaan, un antiguo y poderoso imperio sur a través de un desierto en Luna de Leyenda. Se trata de una gran ciudad erigida en una isla independiente al resto del reino y dónde el poder de los Tintenherz no llega al carecer de magia. Es un lugar cálido y lleno de gente, de calles estrechas y coloridas casas, magníficos palacios, jardines y frondosos bosques. Está construido sobre una pendiente natural encontrándose los palacios de las cinco familias en su cima. El palacio del linaje Spiderwick se describe como una edificación majestuosa que se abre a los jardines que van hasta el muro del río. Tashbaan está rodeado por un fuerte muro que se levanta fuera del agua al cual se llega por largos puentes a cada lado proporcionando el único lugar por donde cruzar el gran río de Calormen. Además, cuenta con mausoleos de las cuatro familias y las tumbas de los antiguos guardianes en el templo de Tash, situado al otro lado del río en el borde del desierto.
┊𝐇𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚  •••
Adalind se convirtió en una mujer alta y elegante de cabello negro y ondulado. Los reyes de los países más allá del mar comenzaron a enviar embajadores pidiendo su mano en matrimonio para su vigésimo cumpleaños, pero se negaba a ser parte de aquel mundo de apariencias. Si bien de Adalind se esperaba que contrajese matrimonio con algún aristócrata de las cuatro familias restantes; Ade, como se hacía llamar, poseía un corazón repleto de aventuras a lomos de su caballo, el carcaj al hombro y el arco en las manos.
Su propósito era muy distinto al que sus progenitores le tenían destinado, fue por ello que a escondidas entrenaba emulando a sus antepasados. Orgullosa de poseer el apellido Spiderwick y apoyada por su abuelo, Digory Kirke, quién le relataba desde que estaba en su cuna las grandes batallas y andanzas de los guardianes y sus protegidos los Tintenherz. Además, le contaba sus supuestas aventuras en las que siendo un adolescente, había viajado por distintos reinos fuera de Luna de Leyenda gracias al único lugar con verdadera magia escondido en el reino de Tehishbaan: El bosque entre los mundos*.
*Explicación detallada de este lugar y relevante para la historia disponible aquí. 
Años más tarde sabría que la existencia de este lugar no eran meras leyendas  que su abuelo le relataba y que el algún lugar fuera de Luna de Leyenda, había una joven que necesitaba su ayuda: su protegida y la última Tintenherz con vida (Trish Bendix). Un peligro inminente la acechaba, si ella había sido consciente de su despertar otros males lo habrían hecho por igual. Fue así cómo tras sentir aquella conexión supo que tenía que llegar a ella y la única forma para atravesar los mundos era encontrar el reino de los portales ocultos en El bosque entre los mundos, dónde cada estanque era un portal a un reino distinto, entre ellos la tierra.*
*Relato disponible aquí. 
Sus planes se terminarían viendo frustrados, viajar a través de los estanques no era tan sencillo como limitarse a introducirse en ellos. Fue así como en vez de acabar en la tierra terminó en Sanctum para sorpresa del Dr. Strange, quién la ayudó finalmente a lograr su objetivo de reunirse junto a Trish.
┊𝐎𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐜𝐮𝐫𝐢𝐨𝐬𝐢𝐝𝐚𝐝𝐞𝐬 •••
✧・゚  Tras su llegada a Nueva York se dio cuenta de que aquel mundo era muy distinto al suyo. Los caballos allí eran coches, los bosques grandes avenidas asfaltadas y el único pedazo verde era Central Park: uno de esos lagos es un portal que comunica con El bosque entre los mundos. En la actualidad y tras dos años en el Nuevo mundo o la Tierra, se ha ido adaptando mejor y casi parece pasar desapercibida aunque su forma de hablar y sus costumbres parezcan extrañas a ojos ajenos.
✧・゚  Después de vivir con Trish a escondidas en la residencia a la que se mudó al llegar a Nueva York, decidieron mudarse a otro lugar. Un apartamento de tamaño minúsculo, con vistas a Brooklyn en una zona medianamente conflictiva y totalmente opuesta a los lujos a los que estaba acostumbrada en palacio.  El apartamento incluía un a cría de gato abandonada de colores negros y blancos a la cual adoptaron y de la que Ade se hace cargo llevándola a todos lados. Trish le llamó Berly, diminutivo de Berlioz, procedente de los Aristogatos.
✧・゚ Experta en hierbas medicinales, siente curiosidad por las existentes en la tierra y en el tiempo en el que no está con la joven Tintenherz, lo aprovecha para investigar en los botánicos de la ciudad. Es en un invernadero donde ayuda la mayor parte del tiempo, no gana dinero, pero al menos le permite realizarse y no perder la cabeza. A su vez siente fascinación por los insectos, en especial las abejas, encargándose de la parte de la apicultura del invernadero donde colabora. 
✧・゚ Su bebida favorita es la hidromiel y su juego favorito el ajedrez, pero sin duda si algo ha descubierto de la tierra que ha captado su atención son las películas. También sabe tocar algún que otro instrumento musical siendo la flauta de pan el más destacado, ya que acostumbraba a tocar en palacio para sus invitados. 
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lunadeleyenda · 4 years
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「𝚆𝚛𝚒𝚝𝚒𝚗𝚐 𝚜𝚝𝚘𝚛𝚒𝚎𝚜 𝚒𝚜 𝚊 𝚔𝚒𝚗𝚍 𝚘𝚏 𝚖𝚊𝚐𝚒𝚌 𝚝𝚘𝚘」  » 𝐓𝐫𝐢𝐬𝐡 𝐁𝐞𝐧𝐝𝐢𝐱.
❝𝐻𝑒𝑟 𝑐𝑢𝑟𝑖𝑜𝑠𝑖𝑡𝑦 𝑤𝑎𝑠 𝑡𝑜𝑜 𝑚𝑢𝑐𝘩 𝑓𝑜𝑟 𝘩𝑒𝑟. 𝑆𝘩𝑒 𝑓𝑒𝑙𝑡 𝑎𝑙𝑚𝑜𝑠𝑡 𝑎𝑠 𝑖𝑓 𝑠𝘩𝑒 𝑐𝑜𝑢𝑙𝑑 𝘩𝑒𝑎𝑟 𝑡𝘩𝑒 𝑏𝑜𝑜𝑘𝑠 𝑤𝘩𝑖𝑠𝑝𝑒𝑟𝑖𝑛𝑔 𝑜𝑛 𝑡𝘩𝑒 𝑜𝑡𝘩𝑒𝑟 𝑠𝑖𝑑𝑒 𝑜𝑓 𝑡𝘩𝑒 𝘩𝑎𝑙𝑓-𝑜𝑝𝑒𝑛 𝑑𝑜𝑜𝑟. 𝑇𝘩𝑒𝑦 𝑤𝑒𝑟𝑒 𝑝𝑟𝑜𝑚𝑖𝑠𝑖𝑛𝑔 𝘩𝑒𝑟 𝑎 𝑡𝘩𝑜𝑢𝑠𝑎𝑛𝑑 𝑢𝑛𝑘𝑛𝑜𝑤𝑛 𝑠𝑡𝑜𝑟𝑖𝑒𝑠, 𝑎 𝑡𝘩𝑜𝑢𝑠𝑎𝑛𝑑 𝑑𝑜𝑜𝑟𝑠 𝑖𝑛𝑡𝑜 𝑤𝑜𝑟𝑙𝑑𝑠 𝑠𝘩𝑒 𝘩𝑎𝑑 𝑛𝑒𝑣𝑒𝑟 𝑠𝑒𝑒𝑛 𝑏𝑒𝑓𝑜𝑟𝑒❞
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••• 𝐍𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐞𝐦𝐩𝐥𝐞𝐚𝐝𝐨 ┊ Trish Bendix.
Utiliza como carta de presentación el diminutivo Trish, aunque Trixie o «Kid» es otra de las variantes que Sigrid usaba con ella.
Respecto a su apellido, no conocía cuál era, por lo que en la iglesia que fue abandonada le dieron en primer lugar Doe y luego ella misma escogió Bendix, procedente de un cómic.
••• 𝐍𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐫𝐞𝐚𝐥  ┊ Beatrice Schade.
••• 𝐑𝐚𝐳𝐚  ┊ Tintenherz. Son criaturas mitológicas (supuestamente) extintas, las cuales descienden de los brujos.
Tintenherz o «Corazón de tinta» es el nombre dado a aquellos poseedores de una habilidad poco común. Muchos creían que esta especie había desaparecido tras la caza a la que fueron sometidos en el siglo XVIII, después de ser expuestos al mundo. Los pocos que lograron sobrevivir emigraron a diversos rincones del planeta para ocultarse de aquellos que intentaban aprovechar sus habilidades en su propio beneficio. Atrapar a un Tintenherz significaba obtener un poder ilimitado capaz de poner en peligro a la humanidad.
Por esta razón, esta especie se sumió en el ocultamiento durante generaciones, viviendo en siglos y siglos de silencio. Se camuflaron entre profesiones tan diversas que resultaba imposible discernir su verdadera naturaleza.
Cada cuento, leyenda o historia de terror contada al resguardo de una hoguera tiene sus raíces en algún lugar lejano de la ficción. Cuando un Tintenherz posa la pluma sobre el papel, esas historias que en nuestro plano parecen simples letras cobran vida en el interior de las páginas. Los mundos que crean se vuelven tan reales como tú y como yo. Lo que podría parecer fascinante se transforma en una pesadilla, ya que estos mundos sirven de portales entre universos mágicos. Entrar en ellos implica que algo o alguien también puede salir.
••• 𝐅𝐞𝐜𝐡𝐚 𝐝𝐞 𝐧𝐚𝐜𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨 ┊ Desconocida hasta hace poco. Fue en el año 2001, exactamente el día 21 de junio.
••• 𝐋𝐮𝐠𝐚𝐫 𝐝𝐞 𝐧𝐚𝐜𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨 ┊ Desconocido. Fue abandonada en una iglesia al este de Michigan, aunque tras una serie de investigaciones por parte de Sigrid descubrió que podría venir de Laastekist en las montañas Catskill, una gran región situada al sureste de Nueva York. 
•••  𝐇𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐬𝐨𝐛𝐫𝐞 𝐬𝐮 𝐩𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨 ┊
Las cuestiones sobre la vida antes de Trish son inciertas, no solo porque no se sepa, sino también porque pocas veces hablará abiertamente de ello si no siente que tiene absoluta confianza con la persona. Sin embargo, algo sí se puede saber: las innumerables casas de acogida en las que estuvo. Cosas extrañas sucedían a su alrededor cada vez que una familia decidía introducirla bajo su techo. A pesar de que se podría pensar que una niña tan pequeña sería fácilmente adoptada, los acontecimientos poco mundanos que ocurrían allí donde iban eran motivo suficiente para que, tras el periodo previo a la adopción, los padres se replantearan su decisión y terminaran por devolverla.
Así fue su vida hasta los 14 años en Holy Family Orphanage, un orfanato católico abandonado ubicado en Marquette, Michigan. Entraba y salía del orfanato según decidían acogerla, algunos periodos más largos que otros entre los ladrillos rojos de aquel edificio, pero que poco duraban porque semanalmente realizaba incursiones secretas al exterior. Estas se volvieron diarias hasta el punto de pasar noches y semanas fuera. El cómo lograba subsistir en las calles era sencillo; la joven había aprendido a ser una pequeña timadora que, gracias a su picardía e inteligencia, sacaba dinero a quien se lo propusiese. No abusaba ni era avariciosa con sus botines; obtenía lo suficiente para tener un colchón sobre el que dormir y un plato de comida caliente en algún punto de la ciudad. Estas escapadas no superaban el mes; Trish no pasaba desapercibida y siempre terminaban por atraparla al ser demasiado joven.
Los siguientes años hasta los dieciséis fueron aún peores. Las monjas que hacían funcionar el orfanato estaban hartas de ella, así que la colocaban en cualquier lugar y las casas de acogida a las que la destinaban solían ser por contratos en los que, por tantos niños, les abonaban una cierta cantidad de dinero a los padres. Ver a 5 niños en una habitación y comer dos veces al día en una jornada buena era lo normal. Trish solía ser la de mayor edad, así que actuaba como escudo y refugio del resto de niños con todas las consecuencias. Durante la última estancia en una casa de acogida, decidió que aquello era insostenible. Los abusos de poder se volvieron diarios, los gritos y, en alguna ocasión, los golpes. Tras buscar ayuda en una pareja vecina del lugar, se encargó de que el resto de niños fuesen devueltos al sistema y abandonasen aquel hogar. Pero antes de que la llevasen de vuelta al orfanato, se volvió a escapar para no ser atrapada más. Tenía dieciséis años y medio cuando se juró a sí misma que no volvería a un lugar así, dejando las calles que conocía para viajar por todos los Estados de Norteamérica: autostop, buses, caminatas... Todo ello la llevó a la costa de Carolina del Norte, asentándose en una región de pequeñas islas conocida como Outer Banks.
Fue en este lugar donde todos sus alias cobraron vida. Un día se hacía llamar Peggy y al otro Rachel. Junto a sus pequeños trucos y su picardía, lograba estafar a la gente con trucos dignos de una circense para poder subsistir. Todo parecía irle bien por primera vez en mucho tiempo; era libre y dueña de su propia vida hasta que una mujer llamada Fiona se cruzó en su camino. Lo que en un principio parecía normal luego terminó por convertirse en un infierno.
Fiona llevaba décadas asentada en Chicago, pero con negocios en otros Estados como Carolina del Norte, siendo la encargada de reclutar a jóvenes como Trish, niños o adolescentes, para que realizaran pequeños trabajos a cambio de un techo estable en el que dormir y un plato caliente de comida que llevarse a la boca. No fue difícil convencerla a ella ni al resto de chicos con los que Trish había hecho amistad durante aquellos meses en Outer Banks, un grupo de cinco, los cuales dormían, comían y vivían juntos sin más ley que las de ellos mismos. A ojos de la sociedad, eran huérfanos, maleantes o, como se denominaban a ellos mismos: Pogues. Dicho nombre se les atribuía a un tipo de pez apodado pogie, el cual es desechable, el miembro más bajo de la cadena alimentaria, justo como lo eran ellos. 
«𝐿𝑎 𝑑𝑒𝑠𝑣𝑒𝑛𝑡𝑎𝑗𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑣𝑖𝑑𝑎 𝑑𝑒 𝑃𝑜𝑔𝑢𝑒 𝑒𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜𝑠 𝑖𝑔𝑛𝑜𝑟𝑎𝑛 𝑦 𝑛𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑠𝑐𝑢𝑖𝑑𝑎𝑛. ¿𝑃𝑒𝑟𝑜 𝑙𝑎 𝑣𝑒𝑛𝑡𝑎𝑗𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑣𝑖𝑑𝑎 𝑑𝑒 𝑃𝑜𝑔𝑢𝑒? 𝑆𝑜𝑚𝑜𝑠 𝑖𝑔𝑛𝑜𝑟𝑎𝑑𝑜𝑠 𝑦 𝑑𝑒𝑠𝑐𝑢𝑖𝑑𝑎𝑑𝑜𝑠, 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑖𝑔𝑛𝑖𝑓𝑖𝑐𝑎 𝑞𝑢𝑒 ℎ𝑎𝑐𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑞𝑢𝑒𝑟𝑒𝑚𝑜𝑠, 𝑐𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑞𝑢𝑒𝑟𝑒𝑚𝑜𝑠».
Aquella vida llegó a su fin cuando un último encargo se torció en la ciudad de Chicago, a la que se habían desplazado para llevar a cabo el trabajo. La cabeza de Trish y la de los otros chicos tenían precio al ser, una vez más, los últimos eslabones de esa cadena y representar un cabo suelto. Así fue hasta que una Unidad de Inteligencia se hizo cargo del caso que empezaba a dejar regueros de sangre por las calles. Si Voight, jefe de la Unidad, odiaba algo, era que mancharan su ciudad. En un último tiroteo, Fiona quedó fuera de juego, y los Pogues lograron huir antes de que sus nombres entraran en el sistema y regresaron a Outer Banks. Sin embargo, Trish no; su nombre apareció por primera vez en la vida de Sigrid.
La adolescente se encontraba encerrada en una de las naves industriales donde un tiroteo había dejado el lugar vuelto del revés. Asustada y escondida, no sabía en quién confiar. En ese momento, Trish contaba con diecisiete años, y devolverla al sistema habría supuesto su sentencia, algo que Sigrid entendía. Por ello, a riesgo de equivocarse, decidió convertirse en su tutora. La joven, que jamás había querido ni podido confiar en nadie, vio algo en la detective que no había visto antes. No podía definirlo, pero supo que ella le cambiaría la vida.
Así fue como comenzó a vivir en la casa de Sigrid, bajo una serie de condiciones. Día tras día, fue viéndola como una figura estable y familiar, como a su hermana mayor, alguien a quien querer. Su familia.
El personaje de Sigrid ha sido cerrado y fue asesinado en agosto de 2023, después de que un caso saliese mal y recibiese una balazo en acto de servicio.
••• 𝐎𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐜𝐮𝐫𝐢𝐨𝐬𝐢𝐝𝐚𝐝𝐞𝐬  ┊
● Defensora de lo imposible. Siempre ha tratado de pasar desapercibida por las circunstancias en las que ha crecido, pero en cuanto ve algo que no le cuadra lidera revoluciones, lo que la lleva a verse arrastrada a todo tipo de situaciones de las que siempre saca alguna anécdota o lección.
● Es puro nervio, habla, se mueve, expresa, salta, grita, ríe, todo ello sin parar y sin descanso. Raramente estará mucho tiempo tranquila o en silencio, sufre de verborrea no solo por nerviosismo sino innata, es lo que se denomina como culo inquieto. A su vez tiene una imaginación muy vívida. El dicho  «andar entre nubes» fue creado por gente como ella, siempre se encuentra maquinando y tejiendo palabras e historias en su cabeza, incluso cuando duerme. La única forma de callar esos pensamientos es escribiendo lo que imagina.
● En septiembre de 2020 se mudó a Nueva York, dejando atrás Chicago y sumiéndose en el caos de rascacielos y lo que ella considera «la mejor ciudad del mundo». Al inicio de llegar a Nueva York, cantaba en la calle tres días a la semana alrededor de las 18:00 junto al muelle va con su guitarra para ganar dinero fácil, hasta ese momento no había trabajado de nada.  A los meses consiguió su primer trabajo en el Museo Americano de Historia Natural como guía infantil, siendo el área de los dinosaurios su favorita. Al tiempo, consiguió trabajo en The Vault  (una nave autogestionada para jóvenes artistas + un club en la planta inferior) y se mudó junto a Ade en un pequeño apartamento situado en Brooklyn. Iba y venía, desapareciendo en su propio mundo. Literalmente hablando. En los periodos que desaparece, suele introducirse en Luna de Leyenda junto a Ade para descubrir más sobre su condición mágica. El problema es que la forma de funcionar el tiempo es diferente a la que sucede en el mundo exterior por ello, desaparece durante largos periodos y este fue el motivo por el que terminaron despidiéndola.
● Le gustan los planes extravagantes y raramente dirá no a una nueva experiencia llena de aventuras. Vive en el ideal romántico de la propia vida dónde cada pequeña hazaña es un hito, este hecho hace que viva con cierta intensidad que ella misma no sabe manejar. Se deja llevar por la emoción, para ella la vida debería ser como en las películas o los libros: las amistades, el dolor, el amor, espera algo épico de cada momento
● En  la cesta donde estaba metida cuando la abandonaron siendo un bebé había una esclava de oro con una palabra que decía «Tintenherz» en un lado y una foto de ella misma en los brazos de una mujer de espaldas con cabellos rubios con una inscripción en ella.
𝐓𝐡𝐞 𝐦𝐚𝐠𝐢𝐜 𝐰𝐢𝐥𝐥 𝐚𝐥𝐰𝐚𝐲𝐬 𝐛𝐞 𝐰𝐢𝐭𝐡𝐢𝐧 𝐲𝐨𝐮, 𝐁𝐞𝐚𝐭𝐫𝐢𝐜𝐞  — 𝐂.𝐒 & 𝐍.𝐁
● Escribe historias y relatos desde que tiene uso de razón, pero su mayor obra es todo un universo con sus propios reinos, mapas, criaturas e idiomas. Ella lo llama «Luna de Leyenda» y contiene además un bestiario, una especie de guía detallada sobre dichos seres mágicos. Recientemente ha descubierto que no solo es un libro, sino que es un universo en sí mismo al que puede entrar y salir gracias a su condición mágica de Tintenherz. Fue tras la activación de sus poderes que su guardiana y protectora, Ade Spiderwick, fue en su búsqueda a la tierra. 
● En la actualidad y después del asesinato de Sigrid, ha estado dando tumbos en solitario, debido a que Ade se encuentra en su reino. Al inicio se encontraba en un punto muerto: sin trabajo ni apartamento. Gracias a sus contactos en The Vault, el conserje del The United Palace Theater, la dejó alojarse en una buhardilla situada justo encima del escenario. Era pequeña, pero acogedora o así lo ha ideó para que fuese, además, si no hacía ruido podía disfrutar de las obras desde lo alto. 
Tras cinco meses la suerte la sonrió y un puesto quedó vacío en The Vault, pudiendo retomar su antiguo trabajo lo que le permitió poder pagarse el alquiler de un diminuto apartamento a las afueras de Brooklyn.
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••• 𝗔𝘃𝗮𝘁𝗮𝗿𝗲𝘀 ┊
⠀ — 𝑷𝒓𝒊𝒏𝒄𝒊𝒑𝒂𝒍: Nicole Wallace.
⠀ — 𝑺𝒆𝒄𝒖𝒏𝒅𝒂𝒓𝒊𝒐: Clara Galle y Claire Rosinkranz.
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