Te he visto en sueños, en mi día a día, te he visto a través de otras dimensiones y planos existenciales. Siempre acabo viéndote, sintiéndote cerca.

El universo se mueve en formas en las que aún no acabo de comprender, sin embargo entiendo que por alguna razón mi alma te busca en todos lados, pareciera que reconoce los atisbos de presencia que dejaron rastro por donde pasaste alguna vez.

Es como si con esmero tratara de mostrarme que todos los caminos siempre convergen en ti.

- 7/7/22

Nxruto

No puedo creer que se te olvido tan rápido todo lo que nos prometimos y ahora le haces promesas a una persona nueva.

Jtcr

Perdóname amor, pero yo nunca supe que se podía querer con tantas ganas y tanta fuerza, algo que no se puede tener.

-Galimatías

Aún podía imaginar aquel brillo en sus ojos como si de ello dependiera mi felicidad. Solía tolerar el sol golpear mi rostro mientras la veía reír. La alta temperatura de la naturaleza me conectaba a su amazonas corporal. Su sonrisa se sumergía en mis emociones favoritas creando un mundo único y eterno. Uno donde hoy en día cada recuerdo lo tengo registrado en fotografías mentales.

petricor1609

Me sentía acorralado entre mis ideas. Quería salir huyendo para salvarme, pero mi ansiedad era más veloz que mi vida.

petricor1609

Me gustas mucho cuando vistes solo con piel.

Pero me gustas más cuando eres mía y de nadie más.

petricor1609

La esencia de su cuerpo es puro arte. El perfume, su geografía y su imperfección social la hace perfecta porque es auténtica.

petricor1609

Joder, cuando tus suaves labios se posarón sobre mi piel, algo en mi se estremecio, causante de un caos demencial por aquellos dulces labios.

Ultimamente me han llamado fría o que quizas este seca… Pero nunca se preguntaron el porque de mi actitud?… No realmente no, estamos en una sociedad donde no nos preocupamos por como esta la persona, si no en como nos trata a nosotros mismos… Pero eso no es asi, creeanme si me estoy volviendo fría tendre mis motivos y si eres valiente y estas dispuesto a esperar la respuesta que tal vez sea cortante, adelante, pregúntame.

Chica Lunar (L.C)

No eres de esas mujeres que suelen llorar, de esas que desbordan su rostro con lágrimas y yo no soy de esos que suelen huir, de esos que suelen correr.

Lamento decirte que me perdí con esta lista enorme de instrucciones, de consejos no pedidos, con todos mis pecados acusadores, entre tantos planes arruinados y con la tristeza de lo sueños que terminan prematuros. Escapo de esta vida que me echa en cara mi fracaso.

Estoy recostado en el colchón donde hicimos acrobacias que ya no repetiré pues me harte de la falsa publicidad del amor, de toda esa sobredosis de mentiras.

Me da pereza continuar, tengo flojera para caminar hacia una nueva relación, pretender ser un buen partido, fingir ser la persona adecuada, competir por ser alguien que aparenta valer la pena y quisiera volver a sostener tu cintura y poder liberarme de esta nostalgia.

Estoy cansado, cansado de sonreír para intentar sanar mis heridas, perdí los ánimos de vestir mis labios con besos huecos que saben a soledad.

Me dueles, dueles mucho, no se donde me perdí y ahora no logro encontrarme a pesar de seguir siempre en el mismo lugar.

Quise invertir en ti todo mi ser y te perdí, me perdí y nada tengo ya.

No quiero estar con alguien más, no pretendo buscarte en otra piel, no deseo pronunciar otro nombre, revolcar mi pasión solo por necesidad.

Solo quiero huir, escapar de esta broma actual en la que se convirtió el amor.

Quisiera volver, pero no, voy a tomar mi camino con una mochila llena de nuestras locuras y montaré esa moto que nos hizo libres, seré un cínico fugitivo, pretender ser libre e inmune a la falta que me hace tu cuerpo.

No quiero ponerme a la venta con la esperanza de encontrar un dueño. Tú sabes mejor que nadie que soy demasiado idiota para armar una estrategia amorosa, suelo entregar lo poco que soy y no puedo ser lo que se esperan que sea. Por eso hoy acepto mi soledad, me abrazo a ella como el náufrago que se aferra al único trozo de madera que encontró en el mar.

Te digo adiós y me convierto en silencio.

Luca17

AmeQuiela

¡Para de una buena vez de idealizarme!

No soy quien crees que soy, no soy esa mujer que has formado en tu cabeza, la que da vida a tus anhelos y fantasías.

Yo, soy de carne y hueso, con errores y desatinos, con momentos de furia y tardes de holgazanería, no soy maquillaje intacto o curvas perfectas.

Soy lo que siento, lo que vivo, lo que lloro. Presta atención al caos de mi cabello, a las diminutas arrugas debajo de mis ojos, a las estrías que marcan mis caderas.

Te pido que pases las manos por mis heridas, por mis llagas, por mis dolores, deja de pensar que las sonrisas permanentes me adorna los labios, que mi voz siempre es animada y dulce, porque sé rugir igual que un leon cuando el ruido es necesario.

No creas que soy solo pasión y desenfreno, porque seguramente huirás a la primera cursilería. Descúbreme recién levantada con el cuerpo adormilado, el cabello enmarañado y los ojos negándose a ver la claridad del día.

Acompáñame cuando mi humor no sea el adecuado, cuando mis flores se marchiten y de mi hoguera solo queden cenizas. Mírame cómo soy, humana, errática, insegura; sin filtros, sin adornos, sin maquillajes ni poses.

Y si aún así decides quedarte, y si aún así decides abrazarte a mí con todos mis defectos, entonces y solo entonces permitiré que me hables de amor.

-Soy más, mucho más que mis momentos felices.

AmeQuiela

-¿Aún lo amas?- me preguntó con una cara de incredulidad que realmente me hizo sentir avergonzada.

-Pues... sí, un poco- le dije mirando al suelo sin tener el valor suficiente de verlo a los ojos.

-¿Lo amas o no lo amas?- insistió nuevamente y esta vez su voz sonaba un poco exasperada.

-Sí... lo amo...- le respondí sintiéndome una niña pequeña que acaba de confesar una travesura.

-¿Qué tanto?- me preguntó y sentía como su mirada me penetraba hasta el alma.

-¿Recuerdas que te dije que no sueño?- le dije mientras comenzaba a levantar la vista.

-Claro que lo recuerdo- me dijo encontrándose con mis ojos húmedos.

-Pues hace muchos meses atrás que lo sueño diariamente- él no me dijo nada, solo suspiro tan profundo que creí que el alma se le escaparía, encendió un cigarro y susurró...

-¿Qué voy a hacer contigo?

Soltó una bocanada y el viento se llevó el humo cuando este apenas abandonaba sus labios, y yo, yo deseé que el amor que me palpitaba en el pecho pudiera irse igual de fácil que el humo de aquel cigarro.

AmeQuiela

Y aunque estoy en silencio, intentando con furia avanzar y dejar todo atrás, hay una fuerza más grande, una necesidad primaria, primitiva y fuera del alcance de todo poder cognitivo que siempre está a la espera de un cambio, de una respuesta, de un despertar. Como deseando que esta realidad sea un sueño, una pesadilla que está por acabar. Como si las palabras pudieran regresar a la boca que las libero y los oídos que las escucharon de pronto no recordaran haberlo hecho. Como si creer con todas las fuerzas en algo hiciera cambiar de parecer a alguien. Como si amarte como yo te amo pudiera abrir una hendidura en ti por la cual yo pudiera colarme. Al parecer sigo esperando algo que no va a llegar, un beso, un abrazo, un te amo, una mentira, una ilusión, un poco de interés o algo que me haga saber que soy tan necesaria para ti como tú lo eres para mí.

-Camino lento, volteando atrás porque inútilmente espero que me logres alcanzar.

AmeQuiela

Sabes, si yo quisiera podría creerte, me encogería detrás de tus mentiras, encerraría el sentido común en la cárcel del amor, podría comerme uno a uno tus elogios y simular que han sido cocinados especialmente para mí. Podría fingir, poner cara de sorpresa cuando aparezcas en mi puerta con ese ramo de flores que tanto desee alguna vez e incluso sería posible olvidar el pasado... pero no, no quiero. Estoy harta de jugar, de aceptar, de conformarme, de ser comprensiva, de ser callada y de sonreír cuando lo único que quiero es gritar. Me dices que me amas y que quieres regresar, que podemos volver a ser como antes, ¿cómo antes? Grave, grave error... yo, afortunadamente, jamás volveré a ser como antes y menos si se trata de ti.

-Las llaves viejas no abren puertas nuevas.

AmeQuiela

Tengo el corazón en la garganta, el sentimiento se me atora en el pecho y un fragmento del pasado se ha clavado entre mis costillas.

-Debes ser fuerte- susurra la voz de la mujer que vive dentro de mi cabeza.

Pero, los temores se agolpan sobre mí y todo se siente tan incierto. El polvo del recuerdo me nubla la vista, tú estás ahí, frente a mí, tomando café de la taza de papá, se me estruja el alma y las palabras se me secan en la boca. Tus blancas manitas se aferran a la taza de forma infantil, bebes a sorbos con la mira ajena, perdida en algún sitio que se siente tan lejano, tal vez luchando tus propias batallas. Mañana estaremos ahí, será en el mismo lugar, en la misma habitación, tu brazo se aferrará al mío, caminaremos juntas, enfrentaremos al destino y no importa lo que pase yo estaré ahí, a tu lado, como antes, como siempre.

Te amo, te amo más de lo que me amo yo.

-Esta noche soy la niña que llora en la oscuridad, pero, cuando el amanecer llegue seré la mujer fuerte que siempre he sido.

AmeQuiela

Desperté con el sonido de tu voz adherido a mis oídos, la luz del sol aún no entra por la ventana y tú ya estás dándome los buenos días.

Estoy agotada de sentir tu presencia en mi vida pero no poder palparte, incorpóreo te mueves en los pasillos de mi mente con un ir y venir infinito.

Cuando cierro los ojos casi puedo sentir tu respiración calentándome el cuello, me abrazas por detrás y la tibieza de tu cuerpo invade al mío.

Aquí, debajo de mi piel, se vive de esperanza, de anhelos, de ilusiones. Aquí, donde el corazón te llama mi cuerpo también te espera.

AmeQuiela