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lou-lighthouse · 3 years
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ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ07; sonrisas.
Los siguientes días en el b&b son tranquilos. Su nuevo huésped se ha instalado como un fantasma silencioso que se arrastra por la madrugada y se hunde en libros y libretas hasta que la luz se extingue. Harry es un misterio, sale por el día y no regresa hasta caer la tarde, no habla mucho y cuando lo hace casi siempre luce arrepentido, desvía la miradas el resto del día como si Louis pudiera inmiscuirse entre sus ojos para sacarle la verdad con un simple parpadeo. Como sea, Louis no sabe que es lo que hace tanto tiempo en la isla, no es como si tuviera demasiado que ver. Aún así, no es su asunto. Jamás puso tanto interés en sus inquilinos, él es extrictamente profesional y no se mete en donde no le llaman, sin embargo no es tanto el silencio o su rutina lo que intriga a Louis, es solo que Harry parece de todo menos feliz. Su día a día se basa en miradas curiosas y sonrisas suaves y tímidas a la hora de la cena. Harry come en el comedor, por supuesto y Louis se esconde en la cocina con Clifford a su lado. Después de lavar los platos, Clifford siempre se acerca para recibir cariño, Harry lo acaricia de forma gentil por un largo rato hasta que se despide y va a su habitación con un nuevo libro. Cada vez que lo ve, se ve más marchito, tan cansado. Sabe que no va a descifrarlo nunca, pero la curiosidad pica siempre que lo ve.
De alguna manera, Louis quiere ayudarlo ¿Es quizás su lado protector saliendo a flote? Siempre se considero bueno para aconsejar y consolar a sus hermanas pequeñas. Quizás una buena taza de té y un abrazo repare toda la tristeza que pesa sobre el joven de rizos suaves y ojos bonitos. Ojalá fuera así de simple.
La cena de esa noche es su especialidad, incluso ha incursionado en esto de las pastas sin quemarlas. Pasta al pesto acompañada de pan tostados con mantequilla y ajo, muy a lo italiano. Harry ya está sentado, totalmente sumergido en la lectura como de costumbre; Louis se aproxima dejando con cuidado la cena sobre la mesa.
—Espero te guste la pasta, nunca me pasaste tu menú para la cena —Murmura con suavidad, intentando averiguar que es lo que lee, él lo ve y simplemente alza la tapa para que Louis logre leer el título.
—Me encanta la pasta, de hecho. No te preocupes por mi. —Dice en tono cortés.
—¿Una novela romántica? —Cuestiona el ojiazul con una pequeña sonrisa. —No te ves como alguien de novelas románticas —Agrega, esperando sacar al menos una sonrisa sincera de aquel rostro triste. Y como si sus plegarias hubieran sido escuchadas Harry sonríe de forma genuina, lo sabe por la forma en que sus ojos resplandecen, pero pronto frunce el ceño.
—¿A qué te refieres? ¿No luzco como alguien que disfruta del romanticismo?
—Ehm, no lo creí de tu estilo en realidad...Oh, y esta es una de esas novelas calientes del siglo. Las personas dejaron muchas de estas por acá.
—Nada más escandaloso, se instalan acá para leer cosas sucias. —Agregó con otra pequeña sonrisa. Louis ríe y agrega un "mis huéspedes son del todo peculiares" hay un punto donde Louis está sentado junto a Harry riendo y compartiendo datos sobre novelas y películas románticas.
Esa noche hablaron más que nunca, hasta que las luces parpadearon y tuvieron que recurrir a las linternas para ir a sus habitaciones. Mientras más datos soltó Harry sobre su vida, más interesado y confuso estaba al respecto del por qué estaba en ese lugar ¿Quién era realmente Harry Twist y por qué estaba tan triste? En lo último que pensó antes de dormir fue en como el ambiente entero se alumbró cuando Harry sonreía, cual faro rasgando el cielo y guiando los barcos a casa, así era la sonrisa de Harry.
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lou-lighthouse · 3 years
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ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ06; un recorrido.
El luce listo para colgarse la maleta al hombro y desaparecer por la escalera después de revelar su nombre, Louis siquiera le ha indicado su habitación, pero luce incómodo. Parece que quiere que lo dejen solo, parece cansado a pesar de la falta de ojeras. Está en su postura y en la forma en que sonríe con la boca, pero no con los ojos. No es la primera vez que Louis se pregunta qué diablos le pasó a este chico en realidad, para que se instale en la costa distante de su pequeño rincón del mundo con los bolsillos llenos de dinero y lo que claramente parece un corazón pesado.
—¿Te gustaría un recorrido por el b&b? Así sabes donde se encuentra cada cosa, es lo que acostumbro hacer, pero si estás muy cansado...
—Está bien —dice, quitando una mano de su bolsillo para empezar a quitarse la bufanda. —En realidad, me gustaría un recorrido —Coloca la bufanda encima de su mochila antes de dar un paso lejos de ella, sus Vans se deslizan húmedas contra el piso, pequeños pedazos de hierba pegados a la suela. Caminan a paso lento por el salón, Clifford se recuesta a un costado sobre la alfombra y los deja proseguir su trayecto.
—Esta es la biblioteca de la sala de estar —explica, haciendo un gesto vago hacia las robustas estanterías de madera presionadas contra cada pared. Aparte de la parte superior de la torre, esta es probablemente la habitación más acogedora de la propiedad.
Harry tararea, caminando sobre el crujiente piso de madera para llegar a la chimenea. Deja que su índice se arrastre contra la parte superior, girando la cabeza hacia los lados para leer los títulos de los libros apilados torpemente en los estantes. Aparte de la alfombra blanca y los tres sofás de cuero marrón, solo hay un gran baúl antiguo decorando la habitación. La estrella del espectáculo son los libros y la chimenea, así como la vista. Hay un cojín rojo en el alféizar de la ventana, estratégicamente colocado por Louis para alentar a la gente a sentarse allí a leer durante el verano. cuando el rincón de lectura se llena demasiado.
—¿Trajiste todos esos libros cuando te mudaste aquí? —Harry pregunta, demasiado indiferente para no sentir curiosidad mientras toma uno de ellos del estante y comienza a hojearlo. —¿Son tuyos?
Louis se ríe, apoyado en una de las estanterías junto a la puerta.
—No. Quiero decir, no me malinterpretes. Siempre me gustó leer, pero no comencé a amarlo hasta que me mudé aquí. Es posible que te sorprendas al saber que no hay mucho que hacer aquí para entretenerse. La mayoría provienen de los huéspedes.
—¿Objetos perdidos? —Harry adivina sin levantar la vista de lo que Louis piensa que es una biografía de un señor del crimen estadounidense.
—No exactamente... Bueno... supongo que empezó de esa manera — admite Louis. —Al principio, solo había una estantería en esta habitación y ni siquiera estaba llena. Solo tenía algunos de mis propios libros y lo que los dueños anteriores habían dejado cuando se mudaron. No fue mucho, pero me gustó la idea de dejarlos en uno de los espacios compartidos para que la gente pudiera tomar prestado uno durante sus vacaciones, ¿sabes? Supongo que a los invitados les gustó la idea porque algunos de ellos empezaron a dejar sus propios libros para agregar a la colección si terminaban de leerlos aquí. Algunos de ellos fueron simplemente olvidados en las habitaciones o en el rincón de lectura... Te lo mostraré pronto — Louis agrega misteriosamente cuando la cabeza de Harry se levanta al escuchar las palabras 'rincón de lectura', claramente curioso.
—Otros fueron intercambiados. ¡Oh! Antes de que se me olvide — agrega, señalando el baúl junto a Clifford —esta antigüedad está llena de sweaters de lana disponibles para que los usen los invitados, así que siéntete libre de pedir prestado lo que sea. Hace mucho frío por la noche con la energía apagada. Hay calentadores que funcionan con baterías en cada habitación, por lo que debería estar bien, pero, aun así. No seas tímido. Están todos limpios, lo juro.
Los ojos de Harry se agrandan ante las palabras "apagado" y permanecen así hasta que Louis termina su discurso, su cuerpo enraizado en su lugar cerca de la salida.
—Abajo tenemos el sótano donde está la comida, bebidas y demás...por supuesto yo me encargo de la comida acá, pero solo para que lo sepas, tenemos el área del comedor que es bastante cálido. Y lo mejor: La parte superior de la torre —explica con un poco más de estilo y dramatismo de lo necesario, empujando la puerta del siguiente edificio para abrirla con la cadera.
Deja que Harry entre primero. —¡Es el lugar con la mejor vista después de todo! Esta puerta se atasca un poco a veces, así que no tengas miedo de darle un pequeño empujón, de acuerdo? —agrega, siguiéndolo.
—El pasillo es viejo, tiene corrientes de aire y es bastante horrible, y probablemente le vendría bien algunas renovaciones...— Señala la puerta de atrás con el pulgar por
encima del hombro. —Pero bueno, al menos si llueve, no estás atrapado saliendo, ¿sabes? Por cierto,
duermo aquí — dice cuando pasan por la puerta de su dormitorio para llegar al final de la escalera de caracol de metal.
—En general, tendrás la cabaña para ti solo por la noche a menos que aparezcan
otros clientes, pero sí, si hay una emergencia o algo así... aquí es donde puedes encontrarme.
—Está bien — asiente Harry, dócil.
—¿Vamos allá arriba? —pregunta, apuntando hacia la cima de la torre.
—Por supuesto que vamos a ir allí.—Louis sonríe ampliamente. —Después de ti—dice, con un poco de picardía.
Siempre es lo mejor, calcula. La forma en que la cara de la gente se ilumina de alegría cuando finalmente llegan a la cima. Hoy también es un día tan agradable, ni una nube a la vista ni ningún rastro de niebla. Solo cielos azules claros y lo que Louis sabe que es una vista increíble de los
acantilados y el agua más allá.
Harry no necesita que se lo digan dos veces. Empieza a subir las escaleras de dos en dos inmediatamente, claramente sin preocuparse por el hecho de que son viejas, crujen y están en espiral. Louis, que ha tenido que convencer a más de un invitado de que de hecho están perfectamente a salvo, no puede evitar sentirse sorprendido por el entusiasmo de Harry, su falta de
miedo. Ni siquiera lo dudó por un segundo y Louis se imagina que probablemente es por eso por lo que está aquí. Por esa vista incomparable que, incluso después de años de vivir en Fair Isle, Louis simplemente no puede cansarse.
En la parte superior, las escaleras emergen al costado de la sala de la linterna, justo en frente de la puerta que conduce al exterior, a la terraza de la galería y Louis sonríe para sí mismo cuando Harry se detiene cuando llega, un pequeño jadeo escapa de sus labios mientras se suelta de la barandilla
de cobre. Louis le permite tener un momento, mirando a través de los paneles de vidrio la impresionante vista de los acantilados antes de presionar cuidadosamente sus nudillos en la espalda
de Harry para animarlo a avanzar hacia la habitación. Harry no dice nada, solo da un paso adelante, mirando el banco curvo de madera que los rodea, lo suficientemente largo para seguir casi toda la circunferencia de la torre. La parte superior del banco
está hecha de asientos con cojines blancos, lo que garantiza que sea un lugar acogedor y cómodo para acurrucarse con un libro, una cámara o un amante. El piso está obviamente hecho de concreto, lo que Louis siempre ha odiado, pero mientras mira la alfombra blanca mullida en el medio de la
habitación que coincide con la de la biblioteca, no puede evitar sentir que hizo un buen trabajo ocultando la realidad y las incomodidades del cuarto de la linterna. Sobre él se alza con orgullo un baúl de madera oscura que principalmente sirve como mesa de café, con algunos libros y revistas desechadas de forma permanente y sin esfuerzo. Louis hace una mueca de vergüenza cuando se da cuenta de la taza de té blanca que olvidó en la mesa unos días antes.
—Lindo — comenta Harry, señalando el arcoíris en ella.
Louis se sonroja, agarrando la taza.
—Suele ser mucho más ordenado —declara. —Realmente no esperaba...—se apaga, sus ojos se encuentran en silencio, los de Harry se nublan con algo que podría ser desconfianza o ansiedad.
—Bueno, a nadie realmente— admite Louis y la boca de Harry
Regresan a la recepción en silencio, no muy pesado, pero tampoco es cómodo. Harry lo sigue con las manos hundidas en los bolsillos, la cabeza gacha, y cada vez que Louis se da la vuelta para comprobar que todavía está allí, tiene la sensación de que tal vez Harry se arrepienta de hablar, como si lo que le dijo a Louis era un secreto que no quería compartir. Louis no está seguro de dónde viene el sentimiento. Tal vez sea la forma en que Harry no ha dicho una palabra desde entonces, o la forma en que ya no mira a Louis. De cualquier manera, hace todo lo posible por ignorarlo y una vez que llegan al área de recepción, agarra la mochila de Harry antes de que pueda protestar.
—Por favor, sígueme — declara Louis, señalando la escalera chirriante a la derecha de la entrada. El edificio claramente no fue diseñado con un B&B en mente y solo hay una pequeña cantidad de
espacio entre el mostrador de recepción y la pared para llegar a la escalera. Siempre es un problema, pero a pesar de muchas sesiones de lluvia de ideas, realmente no hay mejor espacio que la entrada para la recepción. Tal como están las cosas, Louis pasa con mucho cuidado junto al escritorio, teniendo en cuenta el hecho de que acaba de agregar una planta a su decoración mientras carga la bolsa de Harry.
De repente, mientras sube las escaleras, Louis comienza a encontrar el silencio como un indicio insoportable y comienza a balbucear sobre la isla, dándole a Harry información aleatoria sobre la vida en un lugar tan remoto. Está en medio de una perorata apasionada sobre el proceso de
solicitud para mudarse a una propiedad disponible cuando llegan a la habitación de Harry.
—Aquí estamos— dice Louis, dejando de lado el tema mientras deja la bolsa de Harry en el suelo junto a la puerta.
—¿Aún tienes tus llaves?— bromea y su sonrisa cae un poco cuando se da cuenta de que los ojos de Harry están confundidos mientras mira la puerta cerrada.
—¿Es eso lo que querías? —pregunta y en labios de otra persona, sonaría acusatorio. Louis tiene muchos parientes lejanos que han pensado de manera similar y lo han regañado por ello, por lo que está íntimamente familiarizado con la forma en que se puede percibir su exilio autoimpuesto.
—¿Es por eso por lo que dejaste Inglaterra y te mudaste aquí? ¿Porque querías estar lejos?
Casi suena como si estuviera pidiendo permiso para sentirse así, como si necesitara a alguien a quien entender y relacionarse, como si fuera la persona más solitaria del mundo que vino al lugar
más solitario del mundo para arreglarlo. Es casi suficiente para hacer que Louis mienta, para que este de acuerdo con Harry solo para que se sienta mejor.
—No —dice en voz baja. —No me estaba escapando de casa. Estaba corriendo hacia ella.
Los párpados de Harry se agitan mientras mira hacia abajo por un segundo.
—Entiendo.—Se vuelve un poco para mirar a la puerta de su dormitorio, empuja la llave en la cerradura y la gira. Una vez que la puerta está abierta, se agacha para agarrar su bolso, coloca una correa sobre su hombro y le da a Louis una mirada de reojo. —No quería estar lejos", admite en voz baja —lo necesitaba.
Luego, desaparece en su habitación.
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lou-lighthouse · 3 years
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ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ05; el visitante.
Los últimos rayos de sol apenas se cuelan entre pesadas nubes, tan pálidos que lucen como una simple brisa lejana que acaricia con extrema dulzura y cuidado el pulcro blanco y lo hace resplandecer. Los montículos de nieve se arremolinan a las esquinas y en el firmamento no hay más que nubes grises. Clifford prácticamente salta sobre la nieve permitiendo que los minúsculos copos se aferraren a su oscuro pelaje haciéndolo ver más adorable que nunca, Louis le sigue el paso, demasiado concentrado en el pequeño andar de su perro como para prestar atención al frente. Sus pequeñas manos están envueltas en dos pares de guantes amarillos que porta con orgullo - ya que es un reciente regalo de sus hermanas- y contra el pecho lleva una bolsa grande recargada de golosinas de la tienda de la señora Phills. Esa tarde libre planea sentarse a hacer recuento de las reparaciones para el b&b, quiere estar listo antes de la próxima temporada de viajeros, y por supuesto las golosinas son su única fuente de inspiración; así que se aferra a su bolsa de papel como si el viento se las fuera a arrebatar de la manos y antes de llegar al faro, su vista se pierde a un costado: una figura desconocida luce desconcertada observando a todos lados, flotando en la entrada del b&b, Louis no había visto en su vida aquel hombre, demasiado alto para ser alguien de la comunidad, está oculto en un enorme suéter verde y una bufanda negra cubre con suavidad hasta su barbilla, está sosteniendo - más bien aferrándose- a una enorme maleta de espalda. Louis frena, examinando la escena sin saber muy bien si proseguir o no su andar. No recibió anuncio alguno de tener visitantes en esta época, y eso nunca pasa, todos en el pueblo habla cuando hay visitas en la isla, pero aquel hombre parecía más bien esconderse del mundo detrás de su enorme equipaje, aquello podría ser una jodida señal de alerta ¿Y que si era un asesino fugitivo? Louis podría haberlo dejado a suerte del destino, después de todo él podría ir al otro faro a buscar una habitación, no es como si hubieran muchos en la isla, pero...
Sus ojos azules brillaron en curiosidad, Louis era más bien un entrometido de primera y no podía dejarlo pasar, además, le vendría bien un poco de ganancias extras ¿Y qué si lo mataba? No le sería fácil salir de Fair Isle, todos se conocían, pronto sospecharían de él. Clifford fue quien reaccionó antes, corriendo hasta el desconocido, moviendole la cola de forma juguetona, acariciando sus largas piernas con su cabeza, Louis rió tomando un poco de valentía para acercarse. —Lo lamento mucho, es un necesitado de afecto —Su voz animada pareció alarmarlo. No hubo respuesta alguna, más bien un silencio tenso. Él parecía buscar algo en el rostro de Louis, parecía esperar una reacción en concreto, una que no recibió.
—Eh...¿Trabajas acá?
—Sí ¡Soy el dueño! ¿Buscabas hospedaje? —El hombre terminó simplemente asintiendo, se agachó levemente y acarició la peluda cabeza de Clifford de forma gentil, pasó un momento cuando pareció relajarse.
—Sí, yo...necesito hospedaje. —Soltó al fin con voz calma, observando por encima de su hombro.
Un poco extraño, pensó Louis, pero no luce como un maldito loco. Así que prosiguió con su plan de buen anfitrión.
—Bueno, no hay muchas opciones cerca, pero si quieres algo pequeño y acogedor tengo habitaciones disponibles, no tenemos visitas en esta época del año. Ven, te enseño donde —Los pasos del ojiazul fueron animados, dando zancadas rápidas hasta la entrada, dejando pasar primero a su visitante. Pronto encontró su lugar detrás de su pequeño dinosaurio de escritorio, golpeó con suavidas el monitor dejando las golosinas y sus guantes a un lado cuando la vieja computadora se negó a encender a la primera, recibió una pequeña mirada curiosa de su huésped.
—Yo, lo lamento...a veces no quiere funcionar y no la culpo está en sus últimos años de vida. —El monitor parpadeo hasta encenderse y el ojiazul tecleo — Entonces ¿Cuántos días deseas quedarte? Tengo algunos cuartos sencillos y otros más costosos, el desayuno viene incluido, puedes incluso dejarme tu menú para que lo cocine con antelación por la mañana...
—¿Está disponible hasta mediados de marzo?
—¿Marzo?
—Sí y quiero la habitación más costosa —Un fajo de billetes es extendido al frente y Louis se sorprende, parpadeando de forma inexpresiva.
—¿Con eso basta? —Agregó el huésped.
—¿Estás seguro? Estamos en medio del invierno y no hay mucho para hacer, la luz se va por la tarde... Además muchos prefieren las playas llenas de gente.
—Ya estuve rodeado de demasiadas personas por mucho tiempo. Soledad es justo lo que busco. El lugar más remoto del mundo, es lo que dice Google.
—Sí, en definitiva lo es.
—Entonces hasta mediados de marzo.
—Entendido. —Louis extiende su mano y toma el fajo de billetes haciendo una pequeña cuenta mental.
—Casi lo olvido, soy un pésimo anfitrión. Me llamo Louis, Louis Tomlinson. Mucho gusto.
El rizado parece pensarselo un momento antes de extender la mano y dar la primera sonrisa sincera de la noche.
—Yo soy Harry...Twist.
Hay un pequeño deje de inseguridad al pronunciar las últimas palabras, como si ni él mismo se las creyera, pero ahora sin la bufanda cubriendo su rostro él luce bastante más suave bajo la luz amarilla, sus ojos verdes son lindos y su sonrisa es tímida pero adorable y cálida, aunque no lo conoce de nada, Louis cree que puede confiar en él. Hay muchas preguntas rondando en su cabeza, Harry no se ve como el típico visitante de la isla y sin embargo aquí está, quedándose más que muchos y buscando la soledad, el joven que se escurrió entre el mar sin que nadie en Fair Isle se enterara de su presencia es todo un enigma, Louis piensa que serán unos interesantes meses.
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lou-lighthouse · 3 years
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ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝟬𝟰; 𝘀𝗼𝗹𝗲𝗱𝗮𝗱.
Con el partir de los últimos huéspedes el invierno parece abrazar la isla, el b&b se prepara para largos y silenciosos meses sin botes en el puerto. El trabajo siempre es duro para Louis, haciendo un extra esfuerzo al ser el único encargado de las reparaciones y funcionamiento del b&b, es un alivio saber que puede respirar por un momento, un momento de calma para él y el sentimiento de soledad acariciando su rostro, no es triste ni melancólico, Louis adora la soledad y la reconfortante calma que esta presta; desde el cuarto de las linternas la vista es magnífica, simple calidez hogareña palpitando en el centro de su alma. Se permite dar un sorbo largo y reparador a su vaporosa taza de té mientras su dedo se desliza por su multimedia: Dos fotografías nuevas sobresalen con un feliz y guapo Clifford cubierto de nieve, una sonrisa amplia aparece en su rostro sintiendo la calidez de su compañero en su rodilla, este le observa sin mover su cabeza y Louis simplemente ríe. —¿Crees que la luz siga así de bien el resto del día? —Y como si de un presagio de invierno se tratase las luces se funden y el ojiazul tantea en la oscuridad por su linterna —Ese es un no —Balbucea. La luz salpicando las paredes es agradable, la linterna es dejada en el suelo después de que Louis logra acomodarse sin derramar su té —Por suerte para cenar hoy solo seremos dos. Solo nosotros por un largo rato. Pero aquella frase queda flotando y el viento la sacude lejos hasta el puerto que impulsa las velas del bote donde cierto desconocido aborda, se dirige a la isla más remota de Escocia en busca de el significado de hogar, muy pronto el b&b y el corazón de Louis no estarán tan solos.
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lou-lighthouse · 3 years
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ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝟬𝟯; 𝘂𝗻 𝗽𝗮𝘀𝗲𝗼.
Cuando por fin salen del b&b, el hermoso paisaje de la isla se extiende frente a sus ojos, verde suave entre una capa liviana de blanco, el invierno ha llegado a Fair Isle; aire fuerte desordenando su cabello, incluso si ha tenido que colocarse un beanie antes de salir, pequeños mechones sueltos de su fleco se adhieren a su rostro; Louis resopla al acomodarlo mientras sigue de cerca al inquieto Clifford que corre despavorido a la playa, una vez cerca de el dulce sonido del agua, Louis detiene su trote, un golpecito en su pierna lo guia más cerca del agua, el inquieto perro chapotea y Louis niega intentando esquivar las frías gotas salpicando sus piernas — ¿Acaso quieres que muera? Si muero no tendrás quién te de comida. Piénsalo antes de volver a empujarme en esa agua —El azabache lo observa por un momento volviendo a chapotear y a menear su cola de forma animada cuando Louis lo guía de regreso a casa. Fair Isle es silenciosa y fría, hay una bruma suave que envuelve el ambiente y lo hace parecer a un sueño suave suspendido, no hay personas fuera a esa hora, solamente son ellos dos contra el silencioso paisaje y el sonido del mar, pronto los viajeros volverán a casa y serán solo ellos dos en el cuarto de la linterna.
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lou-lighthouse · 3 years
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ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝟬𝟮; 𝖿𝖺𝗂𝗋 𝗂𝗌𝗅𝖾.
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝘀𝗼𝘂𝘁𝗵 𝗹𝗶𝗴𝗵𝘁𝗵𝗼𝘂𝘀𝗲 𝗯&𝗯.
El viento aúlla temprano en la mañana, una reconfortante canción de cuna para un hombre que ha vivido en Fair Isle durante casi una década. Mientras que algunos se despertarían con el canto de los pájaros, los párpados de Louis Tomlinson se abrieron al oír la armoniosa armonía del viento y el mar. Aún no es una tormenta, pero el final de octubre siempre trae un clima más temperamental, como si la naturaleza se preparase lentamente para los duros meses de invierno que se avecinan. Louis se estremece un poco mientras acerca su edredón a su hombro, escondiendo su cuello debajo de las sábanas. La mayoría de las ventanas del B&B están cerradas, la de su habitación ciertamente lo está, pero el silbido del viento todavía se puede escuchar con tanta claridad, un compañero impaciente y exigente que nunca puede ser ignorado por completo. Louis suspira, buscando
ciegamente debajo de su almohada con una mano hasta que siente la forma de su teléfono.
Lo enciende, parpadeando rápidamente mientras sus ojos se adaptan al brillo repentino. En realidad, no necesita encender el teléfono para saber que son las cinco y media. No hay relojes en su habitación, pero su cuerpo está tan acostumbrado a la rutina que ha cultivado durante años que es básicamente un hecho. Louis casi sonríe cuando el teléfono confirma su sospecha, pero apenas dura
un segundo cuando se da cuenta de que solo está al 40%. Tendrá que esperar hasta las siete en punto para cargarlo, considerando que es cuando vuelve la energía a la isla cada mañana. Louis inhala lentamente, luego deja escapar un profundo suspiro antes de guardar el teléfono.
Siempre prefiere un porcentaje más alto cuando se levanta. La mayoría de los días, la música en sus oídos es lo único que hace que su trote matutino sea soportable y la idea de que muera justo en el medio es... menos que óptima. Aun así, no hay nada que pueda hacer más que rezar para que su
viejo iPhone no sea un idiota hoy, lo cual, sabiendo cómo el agotamiento de la batería del dispositivo sucede literalmente en cada operación, parece poco probable. Hablando de su ritual matutino, Louis medio sonríe cuando escucha un pequeño ruido justo afuera de su habitación, seguido de un fuerte gemido. Clifford ciertamente conoce la rutina tan bien como el cuerpo de
Louis y ya está husmeando en la puerta con anticipación, las uñas tintineando contra el suelo.
Louis generalmente rara vez duerme con la puerta cerrada porque a Cliff no le gusta estar solo por la noche casi tanto como a su amo, pero sospecha que una fuerte ráfaga de viento de una ventana abierta olvidada debe haberla cerrado, dejando a su perro afuera. Justo cuando el pensamiento entra en el cerebro de Louis, Clifford deja escapar un gemido más fuerte.
—Bien — murmura Louis para sí mismo con voz ronca, "hora de levantarse."
Es una cuestión de urgencia ahora, considerando que necesita pasear al perro, y trotar en el proceso, aunque su cuerpo detesta la idea de mantenerse en forma, y luego ducharse antes de que los huéspedes comiencen a despertarse y a exigirle el desayuno. Afortunadamente, solo hay una
habitación ocupada actualmente en el South Lighthouse B&B, una pareja casada de unos sesenta años que, más valiente que la mayoría, reservó un tiempo libre en Fair Isle a fines de otoño. El establecimiento de Louis suele estar inquietantemente vacío a estas alturas de la temporada, los turistas de alguna manera no están ansiosos por pasar el invierno en una isla fría y prácticamente desierta más al norte de lo necesario y sometida a las inclemencias del tiempo.
Louis, que ha sido testigo de que más de un visitante termina atrapado durante días después de su fecha de salida prevista debido a tormentas violentas, no puede culparlos. Sin embargo, el dinero siempre es escaso en invierno, así que no puede decir que no aprecia las vacaciones tardías del Sr. y la Sra. Jackson. No sería el fin del mundo si les sirviera el desayuno tarde, son un grupo comprensivo y ferry de regreso al continente solo sale por la tarde, por lo que no les importaría salir tarde. Pero Louis se enorgullece de la calidad del servicio en su establecimiento, lo que significa que sirve el desayuno todos los días entre las ocho y media y las diez en punto. Sin demoras. Sin excepciones.
Empuja el edredón de su cuerpo, luchando contra su fuerte instinto de permanecer acurrucado y abrigado, luego se estremece mientras baja la escalera de su cama individual. Ha sido objeto de burlas sin piedad y a menudo por parte de su ejército de hermanos por ser esencialmente un adulto con una litera, pero el alojamiento del viejo farero fue siempre la opción más lógica para su residencia permanente.
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lou-lighthouse · 3 years
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ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ01; 𝗹𝗮 𝗹𝗹𝗲𝗴𝗮𝗱𝗮.
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Y mientras las olas lo reciben con una brusca danza haciendo mecer el pequeño y viejo bote a su antojo, el sentimiento innegable palpitaba justo en su alma; la visitó cuando era pequeño y desde ese día, se presentó en cada uno de sus sueños, llamándolo, atrayendolo con una suave canción que late al ritmo de su corazón.
La brisa suave del mar lo recibió entre nubarrones y neblina que cubrían su vista del horizonte, el frío lo recibió, viento fuerte despeinando su cabello, haciéndolo bailar al ritmo de las olas, una sonrisa pequeña llenó su rostro con el sentimiento arrullado por la marea. Clifford, inquieto entre sus brazos apoyaba su pequeña nariz húmeda en su hombro queriendo comerse las gotas que salpicaban los hombros de su amo, el pequeño cachorro no dejaba de moverse mientras el viejo Macclean hablaba, relatando historias de sirenas y creencias locales de la isla.
Louis escuchaba cada palabra con interés puro, las historias siendo ahogadas por el sonido insistente del mar rompiendo en la proa. Sus ojos azules barrieron el cielo en busca de luz suave hasta encontrarlo en la distancia: El faro alumbró y cortó el cielo, tan magnético y embriagante que su corazón se sintió desbocado; había llegado a casa después de un largo viaje. Todo se resumía a la suavidad del mar y el viento empujandolo su pequeño cuerpo dentro de la isla, ese sentimiento de pertenencia.
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