Mi vida es tan mierda y aburrida... que tengo que mentir sobre pequeñas cosas para que parezca increíble.

Esto no puede ser! No entiendo ni lo que hago. Dios.

Menos mal no le creí de nuevo. Seguiré fluyendo en otro lado.

Dios. Es que mis presentimientos nunca se equivocan.

Ya presiento mi estabilidad desmoronarse.

Que haces de nuevo en este lugar, ¿te olvidaste algo? ¿Qué te dejaste? Pensé que te habias llevado todo, que estos lares no eran de tu andar. Y yo mientras te veo no puedo dejar de usar el escudo, temblorosa te escucho, pero no puedo bajarlo. No esta vez.

No, universo no me hagas débil.

La vida tenía música de fondo, cuando iba de tu mano.

Ahora solo hay silencio.

Hace poco me lastime el brazo, un corte no tan grande, porque tropecé y me di con la pinta de un espejo roto. Me dolio un poco, no tanto, pensé que la herida iba a sangrar bastante pero por suerte no sangro casi nada. La culpa no fue del espejo que estaba ahí, sino mía que tropecé. No lo hice queriendo y seguramente el espejo tampoco.

Y me di cuenta días después, mientras la herida cicatriza, que a veces me pica, me molesta. Si rozo el brazo con algo, me duele un poco.

Supongo que eso pasa con todas las heridas que desean cicatrizar. A veces pican para recordarte que siguen ahí, pero que de todas formas sanaran. Y quedará una marca de recuerdo, pero ya no dolerá.

Eramos tan felices...

Dejó de verme las historias... así de repente, como cuando me rompió el corazón. De repente.

Ver tiktoks enredados en la cama. Si, eso extraño. Tu respiración al lado de la mia por las noches, que me busques para abrazarme, tus mil besos cuando ibas a trabajar, y tu forma de tomarme la mano...

No entiendo porque es tan difícil, ya paso tiempo, y seguis incrustando dentro de mi. Aun sabiendo que no me queres, que no soy nada ahora para vos, cuando en algún momento... fui algo.

Tan difícil fue aceptar que alguien te amaba tanto?

Me recordará, como yo lo hago, los domingos? En donde el corazón se hace de plastilina y busca de aquel calor de personas a las que queremos para formarse...? Me extrañara los domingos cuando esta a punto de dormir? Andando en moto, o mirando el atardecer? Casi como yo lo recuerdo a él?

En qué mo.enro fue... que dajaste de sentir tanto que no me di cuenta? No me di cuenta que dejabas de quereme.

Y yo estupida queriendo verte, queriendo saber de vos... cuando decidiste dejar de amarme...

Estabas,

hasta que de pronto ya no.

Hoy estoy entre miles de cajas, empacando una vida de ocho años... miles de recuerdos, alegrías y llantos. Con lo que me cuesta soltar y dejar ir el pasado. Me va a costar la mitad, tal vez, desprenderme de este departamento y de esta ciudad, para volver al lugar en donde crecí, simplemente porque pensé que se podía volver a donde una vez uno fue feliz, y la verdad es que no se puede. Porque ese lugar que uno cree, ya no existe, y uno no es el mismo. Todo siempre esta en cambio. El lugar donde crecí esta lejos de ser lo que fue, ¿sigue siendo mi hogar? Aunque no hay duda alguna de que estoy en compañía y mi soledad se desvanecerá. De que mi felicidad es un poco más feliz estando allí, y mi tristeza menos triste... aunque algunas veces tenga ataques desbordados de ansiedad, histeria y quiera irme de un segundo de ahí. ¿Será que puede volver a ser mi lugar? De todas formas, otra opción no tengo, me falta dinero y me falta vida, me sobra ansiedad y miedo.

Lo único que espero es poder con todo... con este año tan desgarrante y errante, tan incierto y lleno de incertidumbre. Poder con él, conmigo y con la gente a mi al rededor.

Espero poder ser suficiente y digna de ser alguien adulta, madura... y ser quien realmente soy. Ocupar el tiempo y no perderlo, enfocarme en mi y solo en mi. En todo lo que quiero. Aunque algunas veces sea desgastante y melancólico... aunque sea pesado y aturdido. Aunque llore y muera de miedo. Aun, sea lo que sea espero poder con eso. Y espero, no romperme el corazón de nuevo, sino poder reconstruirlo.

Ella habla como si fuera omnisciente y no sabe un pedo de lo que me pasa, ni lo que hago, ni lo que se me cruza en la cabeza.