Cuando te vi por primera vez aquel invierno,

Jamás imaginé que causarías tal mella en mí.

Tuvimos un accidente del que aún no me recupero,

Para ti, meros fragmentos borrosos de un diario eterno, casi adolescente,

Para mí, un portal de deseo enfermizo del que jamás sanaré.

Me salvo solo al mantener mi mente lejos de recuerdos

y la materia intangible que ansío rescatar de los rincones

más recónditos de mi ser.

El ejercicio forzoso de acallar tu voz e imagen de mí,

hace que pase épocas donde me olvido que existes.

Pero siempre acaban volviendo a mí, cada vez más débiles

Y eso me hace feliz, a la vez que me llena de un grande dolor. Un dolor idolatrado, a causa de la ausencia de elementos primarios y básicos que permiten el desarrollo del amor;

Pero supongo que a mí no fue necesario....... ya lo viví en cierto modo.

ejesssss

floooooooooooores y serpientes

Las agarro lo intento

¿qué es lo que nos une?

trato de focalizarme en algo pero mi universo es inestable

terremoto

Siempre escribiré las letras de esas canciones que nunca se compondrán

mientras pienso cuan descabellada es la idea

de verte en todas partes

De soñarte en mi trabajo

(paseo y te pienso)

Cuando apelas a fechas de caducidad y a una innegable toxicidad

Mándame tu dirección....... te quiero escribir cosas de amor.

Entre días que no son días y noches demasiado cortas

me olvidé de mi situación en el espacio|tiempo

Me hundí en ese tirabuzón de viento llamado deber

Mientras alzaba la voz y yo misma boicoteaba mis sonidos

Las calles llenas de gente con sus pilotos automáticos

Cuerpos que se mueven igual

Cuerpos que se disfrazan igual

Cuerpos que hablan de lo mismo

y fueron esas escenas que se volvieron mi hogar

Pero despuesssss llegué a ti otra vez

como un meteorito disparado hacia el cielo, y me hieren los ojos al ver la luz que desprendes, me entorpeces la mirada y el habla y haces que no quiera escribirte poemas. Solo palabras bonitas.

Voy a guardar para siempre en esa cajita dentro del corazón las instantáneas grabadas por mi retina y abriré siempre esa caja cuando necesite recordar que mi vida tiene un funcionamiento distinto al resto, que su calibre no encaje en el puzzle común

Que yo debo vivir enamorada de lo que me rodea, que necesito mirar y llorar y llorarme y lloraros. Querer correr, reírme, pasarme todo el rato en la calle y alargar las horas para no encerrarme nunca.

Recuerda esto siempre que todo lo q te envuelva no te inspire <3

en tiempos de pandemia?

El único rayo de sol que me llega a alcanzar es el reflejo del mismo rebotando desde la ventana del 5º del edificio de enfrente, atravesando mi finísimo cristal molestándome y entorpeciéndome la visión.

hace un calor de la ostia, pero esto parece Noruega

Centímetro a centímetro

Paréntesis bajo tu codo

Punto e ingle

Me acerco al edén que algunos 

confunden

Mas yo sé que es tu piel

terciopelo sabor a cielo

Magnetismo

En ese plano oblicuo se hallaba mi cuerpo e inversamente

mi mente

Quería subyugarlos a una determinación exacta

rígida

y estable

Mas la lucha constante era

incandescente como el rojo que se aviva

lentamente de la hoguera

que no percibo visualmente

pero la siento indistintamente 

Y ubicada entre el estar y el querer ir

me sumerjo en los pensamientos más 

recónditos de mis entrañas

Done está todo lo que nadie ve

donde creo que nadie llega

¿Dónde están tus entrañas?

él habla sobre la sinestesia, una condición neurológica en la que los sentidos se cruzan y mezclan los estímulos -escuchar colores u olor música- puedes nacer con ello pero también puedes desarrollarlo. Así que hoy vamos a intentar cultivar un poco la sinestesia. 

dolor de cabeza terrible

incapacidad de escuchar

el calendario marca la primavera 

pero por qué siento que sigue siendo invierno? 

largas avenidas

llenas de verdes árboles

repletos de coloridas flores

mas sorprendentemente pasan desapercibidas ante mí 

no las llego a percibir

se disponen a mí con toda su presencia

pero por qué hacerles caso

si el calendario dice que es primavera

y yo sigo estancada en invierno

You’re gonna touch her And I’m gonna feel fucking sick Cause you’ll be tasting her mouth And I’ll be tasting the blood from my lip I’m gonna try not to scream and not picture your hands on her but you’re gonna fucking touch her and it’s going to feel right So you won’t be thinking of me you’ll be thinking about the way her shoulders taste The way her hips tremble And I won’t be able to stop shaking but none of it will fucking matter Because I don’t get to forgive you for this I don’t get to let you touch me again Because every time your fingertips will press into my stomach I’ll wonder if you notice the difference between the way my lips feel and the way hers taste

Sometimes human presence really bother me and now I know why. Social relationships are overrated, and I’m pretty sure about that. No one seems to have the ability to enjoy the surroundings of a human encounter picture. Everybody so stuck trying to speak and trying to be heard that they forgot everything that wraps up the whole situation. 

Listening to the birds, hearing the water flowing peaceful or fiercely, the slow and disorderly movement of the leaves in the trees, the smell of all kind of flowers, the sun caressing my face, the smoke of my cigarette that timidly makes circular patterns in the blue sky and merges slowly with the clouds, the touch of the lawn and dew passing through every bit of my hand...

I need to enjoy the loneliness required to feel these gifts properly. Pardon me if I am not able to make it with company.

I really enjoy the pleasures of being alone.

Intranquila,

sin sosiego,

hinchada, exhausta, me hallo

aunque solo así me hallo. 

Su pálpito era tan enfático,

vehemente,

voraz,

que mi mirada lúgubre apenas le rozó

en  mi mero intento de ajusticiarlo.

y reflexionaba sobre su vida

mientras mojaba una madalena

en su taza de te

Ella durmió Al calor de las masas Y yo desperté Queriendo soñarla Algún tiempo atrás Pensé en escribirle Que nunca sorteé Las trampas del amor

De aquel amor De música ligera Nada nos libra Nada mas queda

No te enviaré Cenizas de rosas Ni pienso evitar Un roce secreto

De aquel amor De música ligera Nada nos libra Nada más queda

Gustavo Cerati

Te he visto. 

Paseaba, así, de costumbre por las calles mugrientas de mi barrio. Acostumbrada a mirar siempre hacia arriba, siento que me pierdo lo de abajo. Lo sé porque te he visto. Con andares pintorescos, moviendo el cuerpo un poco al estilo Joy Division, vestido de negro, chaqueta de cuero negra, jersey negro, pitillos negros y botas negras. Mirada negra. Fumando un cigarrillo y mirando hacia abajo, pensativo. Yo tan arriba y tu tan abajo (pienso). Te sigo. A veces pienso que no debería seguir tanto a la gente. Pero en el ejercicio de pasear y pensar a veces cuando me acuerdo de observar, encuentro a personas que no me bastan las milésimas de segundo que empleo para verlas: necesito tiempo para fascinarme. Te sientas en un banco y son tales los nervios que me invaden que no sé reaccionar mejor ni pensar con detenimiento que ya estoy sentada a tu lado, en el mismo banco. Me enciendo un cigarro, y fumo contigo, pero en silencio, sin tu saberlo. Me maravillo en la forma con la que expulsas el humo. Intento comunicarme contigo a través de la simbología del humo, pero me siento tan ridícula, tan jodidamente ridícula, que apago el cigarrillo a menos de la mitad y me levanto, dejándote atrás; dejándome atrás.

Que sepas que eres un gilipollas.  

Me gustan las citas. No necesariamente citas convencionales, me refiero a encuentros con personas no- o poco- conocidas. Me resulta interesante la sensación de no conocer en absoluto a quien observas delante. Todo un mundo por conocer.... Creo que es mucho más inquietante que quedar con personas a las que su vida conoces casi más que a la propia y con quien tienes que dialogar sobre cosas banales y la mayoría de veces, aburridas a morir.

Todo cambia, pero, cuando puedes preguntar desde la base, o no preguntar, cuando puedes improvisar e interpretar. Observar las pupilas, la dilatación de estas, si los movimientos delatan nervios o si dejan entrever un irremediable aburrimiento.

Puedo corroborar que las veces que he tenido conversaciones más interesantes (casi siempre) han estado con personas desconocidas, en bares remotos, a partir de encuentros sin mucho sentido.

Bien, supongo, que necesito conocer a más desconocidos.

Desconocer para conocer y una vez conocido, volver a lo desconocido.

sometimes i feel really sick