khyungu​.

          sumando otra noche de insomnio a su colección, abandona el lugar de descanso y comienza a deambular por los alrededores, siendo la varita lo que ilumina su camino, llevándolo a encontrar, entre los árboles, a la figura de alguien más. ‘ ¿qué haces? ’ no es hasta que cree reconocer la identidad contraria que opta por hablarle, en un tono bajo que, de cualquier modo, no consigue ser un susurro. ‘ ¿tampoco puedes dormir? ’

¿es realmente seguro esconderse hecha un ovillo contra el tronco seco de un árbol? no lo cree, mas falta de sueño la ha obligado a buscar refugio en escondite actual, creyendo que de alguna forma servirá para conciliar el sueño. es la presencia masculina, sin embargo, la que termina tomándola por sorpresa. si da un pequeño respingo es porque no espera encontrarlo. ‘ intentaba descansar ’ confiesa, abrazándose de su manta. ‘ no. bueno... sí, pero no. es complicado y un poco aburrido. ¿qué hay de ti? ’ 

minjn​.

“no me comería eso si fuese tú.” dice con algo de urgencia al ver lo que la persona contraria sostenía en una de sus manos “mis escasos conocimientos en herbología me dice que son venenosos.” escasos es una palabra un tanto generosa para lo que realmente sabía del tema “aunque puede que no lo sean.” agrega luego de unos segundos “es tú decisión.” / @startersgs​

tomada completamente de sorpresa, deja que el agarre contra el par de bayas cese hasta verles caer al suelo. da un paso atrás y suspira, llenándose los pulmones de aire antes de hablar: ‘ bueno, eso hubiese sido aterrador. ’ suelta por mero instinto, dedicándole una mirada a la mayor. ‘ prefiero no arriesgarme y confiar en tu palabra. ’

so0​.

“Te prometo que soy mejor para buscar frutos,” asegura a quien se le acerca, pensando que es aquel estudiante que había tomado por misión (palabras suyas) de llevárselo de caza. Ni siquiera quiere hacer contacto visual con él, para que no logre convencerlo a la fuerza. “Es mi primo el que es bueno cazando, de verdad.” @startersgs​

uno, dos, tres... suelta un suspiro bajito cuando serie numérica se ve interrumpida, culpando al sueño por la parsimonia que cae sobre párpados. con lentitud alza la mirada apenas un par de milímetros, girando el cuello hacia la fuente de sonido. ‘ oh, ¿tienes mucho tiempo aquí? ’ pregunta, frotando sus ojos con una mano. antes de comenzar a bostezar, le dice: ‘ yo tampoco elegiría el grupo de caza. recolectar frutos es definitivamente mejor. ’

leemsun​.

     el estruendo ajeno es el que roba un sobresalto de su cuerpo, más que la voz que dedica pregunta. tarda un poco de tiempo en poner en contexto sus palabras con las mantas que sostiene, pero su reacción es igual de visceral: estomago se remueve y garganta se cierra, teniendo que guardar silencio otro momento antes de hablar. “ ¿no sería mejor dárselas a… los adultos? ” los pocos que quedan entre ellos, porque ve imposible el catalogar incluso a los alumnos más grandes con un titulo de tanta responsabilidad bajo las condiciones actuales. “ hay personas al borde de la muerte. ” su tono es suficiente para dejar en claro lo que piensa: humanos primero, criaturas después. ignora el escozor que no ha dejado de sentir por todo el cuerpo en lo que va de día.

réplica se atora en su garganta al escucharle hablar, llegando a ella un huracán de sentimientos encontrados; se tiñe de confusión cuando el menor hace mención de quienes deberían ser prioridad, siendo un respiro ( que lleva al remordimiento por nombre ) lo que le sigue. no obstante, contrario a lo que cerebro pide, agarre contra mantas se vuelve más fuerte. ‘ ellos también son importantes. ’ queda, su voz se esfuerza por escapar de labios entreabiertos y es acompañada de un lento asentimiento. ‘ también merecen que alguien se preocupe por ellos. además... ’ se da unos segundos para seguir con verborrea, dividida entre el decir lo que piensa / siente o detener tópico a secas. pero no puede hacerlo. ‘ además no son muchas mantas. puedo buscar más para los adultos, también ayudar al equipo de recolección para encontrar abrigos. ’ deja implícito su inexistente deseo por ceder, sorpresa presentándose ante la idea de ir por deseo propio en vez de seguir peticiones ajenas.

jnyeol​.

extiende sus manos ofreciendo ser quien cargue las mantas, en un intento de sumarse a la causa. no sólo le interesan las criaturas a las que busca ayudar, también la más bajita tiene un gran mérito por la buena predisposición que despierta en su entorno. resulta reconfortante, de cierta forma, saber que no ha perdido su luz a pesar de las circunstancias en las que terminaron — aún así, se pregunta cuál es el costo de ánimos tan desinteresados. “ sí, no puedo ir muy rápido, pero… ¿estás bien, nabi? ” interrumpe cualquiera sea el plan para cerciorarse de que no esté olvidando quién debería ser su prioridad.

duda antes de dar el primer paso hacia él, manos aún aferradas a telas que se escurren entre dedos —— sin embargo, a pesar de ser ella quien inició petición, no puede completar acción. en cambio le dedica una mirada que pretende lucir sincera, observándolo con cuidado. ‘ puedo cargarlas yo si se te dificulta. realmente no es necesario que me acompañes si no puedes. ’ explica, intentando dar a entender una predisposición por continuar por actividad si se ve afectado por sucesos. ‘ ¡sí, sí! estoy bien. ¿tú lo estás? ¿estás herido? no quiero forzarte a hacer algo que te lastime, pero si quieres acompañarme eres bienvenido. ’

so0​.

“No los he visto ¿Sabes donde están?” La pregunta escapa de sus labios como una positiva a la incógnita, aprovechando de estudiar el estado de la contraria, ahora que la tiene en frente. Parece agitada, y no sabe si es que anda para allá y acá ayudando a quien se le cruce, mas la idea no se le hace tan loca. “Te sigo,” le asegura. Se alegra de verla aún con vida. No es que necesitara del incentivo de ver tanta muerte para agradecer la vida, pero bien que lo hace apreciarla más. Presiona sus labios, mordiéndose la lengua. Tiene más cosas que decir, pero contiene las palabras para que no escapen de a golpe. “¿Cómo te sientes?” Es bajita su voz, casi tímida, por impulso regalándole una fugaz mas delicada caricia en la mejilla. 

desconcierto se adueña de facciones cuando logra ( después de un par de segundos de duda ) reconocer voz, iluminándose tenue sonrisa que sin proponérselo se extiende en sus labios al mirarlo. mas cuerpo se mantiene pegado a suelo, mientras su mirada recorre los espacios descubiertos en busca de algo, cualquier signo de herida visible. ‘ estás bien. ’ cuando su cerebro reconecta y boca consigue abrirse, es lo primero que consigue decir. ‘ estás bien, ¿cierto? no estás herido. no de gravedad, ¿verdad? ’ entonces se llena los pulmones de aire y en su mente listado de nombres encuentra un respiro, eliminando de misterio al de soo. sin embargo, allí donde el optimismo resplandece la realidad golpea; le toma dos segundos regresar a la quietud. ‘ sé dónde están, ¿pero tienes tiempo para ayudarme? ’ pasa por alto la pregunta realizada, queriendo enfocarse en lo que considera más importante. ‘ ¿cómo está soojin? ’

jaxj​.

da un salto en sorpresa al escuchar pedido ajeno, llevando una de sus manos hasta su pecho. la rama que segundos atrás había estado analizando para pasar el rato cae con poca ceremonia al suelo. “me asustaste” informa con una tenue sonrisa, desde los hechos del treinta y uno, sentía estar más paranoico que lo de costumbre. pasa una mano por sus mechones oscuros, asintiendo con la cabeza. “¿dónde están? es muy noble de tu parte el pensar en ellos, apuesto que nadie más lo está haciendo.” 

reacción contraria trae a ella un sentimiento de culpa, colocándose en su expresión ( marcada por el arrepentimiento ) al observarle. ‘ lo lamento, lo lamento mucho. no era mi intención sobresaltarte. ’ intenta excusarse; se esfuerza por hablar a través de las mantas que sostiene entre sus manos. ‘ por allá. ’ se las apaña para señalar sección ocupada por ayudantes mágicos, luchando contra las telas que poco a poco comienzan a desbordar a los costados. ‘ ¿de verdad no te molestará ayudar? puedo buscar por alguien más, especialmente si estás herido. ¿estás herido? ’ cuestiona entonces, por primera vez, casi olvidando que posiblemente, como muchos más, lo esté.

daevn​.

gélida briza es tortura y aún así, se rehúsa a regresar a lugar de descanso. tranquilidad ha de jugar con su mente, sofocándola apenas siente inmóvil sobre camilla. ¡y quiere sentirse útil! por ello cuestión / petición llena su pecho ( por primera vez ) de algo que no es dolor, si no, esperanza. “ ¿dices que los elfos no tienen cobijas? ” ¿cómo, por qué? “ ¿cómo te ayudo? yo … n-no puedo hacer mucho esfuerzo. ” sin sentir piel desgarrarse. 

labios no procesan lo que dejan escapar en un arrebato de impulsividad, siendo mirada la que se encuentra con verdad frente a ella. curiosa, rastrea por signos de herida en anatomía femenina y quiere tragarse las palabras al encontrarlas, mas vocablos utilizados por menor le presionan el corazón contra el pecho. no puede negarse a petición. ‘ no... bueno, no las suficientes. pensé que podrían necesitar un par más. ’ se esfuerza por mantener un tono optimista, alegre incluso. ‘ ¡ya sé! ¿quieres ayudarme a pasar lista de todos ellos? así podremos saber cuántos necesitan de una manta, ¡sería de mucha ayuda! ’

khyungu​.

con la mirada sigue al grupo de alumnos encargados de enterrar los cuerpos en las montañas, sin sentir envidia hacia ninguna de las dos partes. piensa que, de haber muerto, preferiría haber acabado convertido en ceniza que haber sido cargado de aquella forma por un montón de desconocidos. escucha la primer pregunta que surge desde algún punto a su costado, pero es recién cuando la vocecita vuelve a hablar que se siente arrancado por completo de sus ideas. ‘ ¿cómo puedo ayudarte? ¿quieres que los atrape para ti, o…? ’ alza las cejas, en verdad curioso por descubrir qué es lo hay en aquella mente que parece funcionar de una manera tan distinta a la propia.

dígitos se aferran a tela en la espera por una respuesta, duda creando una nube sobre su cabeza que se alimenta de la paranoica. aunque intenta barrer la desconfianza que se instala en ella como daño colateral a ataque, le es imposible no ir de puntillas; por eso, cuando recibe réplica, se toma un par de segundos antes de volver a hablar. ‘ no, no. no creo que huyan, tampoco es necesario utilizar la fuerza con ellos. ’ casi lo ruega, con rodillas temblorosas y ojos que rehúyen de mirada contraria. ‘ ¿podrías ayudarme a cargar aquella montaña de mantas? juro que no es muy pesada. sólo necesito moverla hacia los elfos, nada más. ’ pues tampoco pretende robarle su tiempo, ni obligarlo a estar en una actividad que posiblemente no sea de su agrado.

hndaeha​.

¿qué le había traído ahora el animal ese? tela en la boca del puffskein que traía como si se tratase de un juguete. no era justo como criatura se había encariñado con él cuando lo único que hizo fue darle un poco de agua.  “  creo que se te cayó esto  ”  excusa a (¿su?) mascota mientras se acerca a la castaña con sabana en la mano que tenía el mismo color que las que tenía en la mano.  “  por más que quieras cubrirlas no se quedarán tranquilos, te dirán que no la necesitan  ”  analiza conociendo el carácter de los elfos domésticos, o al menos, de la mayoría. puffskein regresa a su lado, ganando un suspiro de su parte. ¿no podía perderse en algún lado?

párpados caen sobre la figurilla peluda, curvándose una sonrisa ( instantánea ) al observarle arrastrar sábana perdida. con un asentimiento responde a sus palabras, estirando la diestra mientras mano contraria se aferra al montoncito de mantas para no perderlas. ‘ ¡oh! gracias. ¿es tuyo? ’ señala a la criatura con la barbilla, expulsando aire cuando le escucha mencionar a los elfos. ‘ no perderé nada intentándolo. ’ objeta. ‘ además no pueden ir por la nieve con pocas prendas. tenemos que hacer todo lo que podamos para mantenernos cálidos, y ellos son parte de nosotros. ’ son vida, a fin de cuentas; y para ella es suficiente para tomarles en cuenta, darles prioridad sobre la propia incluso.

su cuerpecillo se mueve a toda velocidad, dando saltos sobre la nieve sin importar el ardor que recorre sus piernas al golpear restos de ladrillos y rocas. entre sus manos guarda un par de mantas conseguidas de los escombros, variedad de colores realzando grisácea escena. ‘ ¿podrías ayudarme? ’ pregunta a silueta cercana, con apenas un hilito de voz. ‘ quiero... quiero cubrir a los elfos con ellas. no pueden enfermar, sería terrible que les pase algo. ’

moonaram​.

          “ ¿de muerte? ” indaga, la idea en principio inverosímil, aunque con el pasar de lo segundos comienza a mostrar un encanto oculto. “ …¿qué habría que pagar para un descuento de muerte? ” se pregunta en voz alta, completamente separada de la realidad de la persecución, aunque pronto sacude la cabeza cuando escucha la negativa ajena, retornando a la escena donde la parca les persigue y ellas intentan escapar. por lo menos la presencia ajena es un bálsamo en sus nervios, otorgando un propósito más allá de la autopreservación: debe mantener a la otra chica segura, cueste lo que cueste, y eso activa su imaginación. está a punto de demostrar hallazgo con acción más que con palabras cuando la exclamación de peligro la obliga, en contra de sus propias palabras, a tornar la cabeza y llenarse del pánico de su cercanía. “ ¡mierda! ” suelta, sin perder tiempo en comenzar a halar a la hechicera en zigzags a través de la multitud. “ ¿tienes tu—tu varita? ¿o el cetro? oh, dime que haces magia, sakura. una de tus cartas nos vendría excelente ahora mismo. ” llegan al destino tan pronto termina de hablar, y no pierde tiempo en meterse como puede entre la mesa y la columna, agachandose en la oscuridad con un dedo presionado contra los labios para indicarle a contraria que imitara sus acciones en silencio.

‘ ¡no lo sé! ’ termina soltando, aterrada ante la posibilidad de que sea ese el caso. ‘ ¡tal vez intentaba ofrecerte un paquete funerario! creo que eso es normal, ¿no? ’ la duda se le escapa, por sí sola, de los labios. vocablos ajenos no ayudan a situación mental, perdiéndose por un instante en una laguna repleta de dudas tétricas sobre inevitable fin. porque todos los escenarios que llegan a ella son arrancados de las entrañas de sus pesadillas, sucesos vividos y revividos en pasajes oníricos por noches enteras. por un segundo se pregunta, aterrada y entumecida por partes iguales, si lo que las persigue es realmente la muerte. ‘ no puede ser real. ’ dice entonces. ‘ hubiese visto algo. ¡hubiese tenido una visión al respecto o una profecía diciéndome que algo así ocurriría! ’ ¿y si la luna azul absorbe sus poderes y debilita conocimiento a futuro? su garganta se cierra, apenas sintiendo cómo la contraria tira de nueva cuenta de su cuerpo para moverla de lugar. y no quiere creer que pérdida de poder sea posible; le aterra encontrarse, finalmente, con el deseo utilizado en estrellas fugaces y fuentes. ‘ no, no la tengo. ’ su voz suena débil, muy baja. ‘ tampoco tengo cartas que nos ayuden. ’ su mente ya ha firmado un fin, sellado a fuerza su declive. ‘ tal vez es hora de enfrentarlo. dicen que no se puede engañar a la muerte, ¿no es así? ’ permanece inmóvil a distancia, observando a la menor buscar refugio en escondite improvisado. pero no puede moverse; sus piernas han dejado de responderle. ‘ tenía que llegar eventualmente. ’ pronuncia. ‘ pero no pensé que sería tan rápido. o de esta forma. ’ si habla de su final es porque no lo asimila, o tal vez porque ocurre lo contrario: ha hecho las paces con su mortalidad desde reconocerla en el ataque.

moonaram​.

          la duda ajena logra que el fluye incesante de energía nerviosa en su cuerpo se detenga, como si pudiera sentir su miedo a través del agarre que mantiene ligero sobre sus hombros. ubica a la figura espeluznante aparentemente medio segundo después que su barrera, pues el llamado a acción viene más rápido que su propio miedo. “ ¿qué quiere de mi? ” exclama en una combinación de quejido y llanto, tomando la mano ofrecida sin dudar, palabras ajenas motivación suficiente para empezar a arrastrarla en dirección al tumulto de alumnos que abarrotan el centro de la pista. “ ¡no mires atrás y no dejes ir mi mano! ” es adrenalina la que le hace hablar como si se encontrara en medio de alguna película, huyendo del villano de mano de su acompañante. se queda de pie por un momento, unos cuantas personas empujando en contra de su cuerpo, pero al menos se mantiene cercana a la disfrazada mientras intenta ubicar un escondite apropiado. “ allí, nos podemos esconder por ahí. ” le intenta decir, señalando una columna estrategicamente ubicada detrás de una mesa de decoración.

‘ ¡no lo sé! ¿tal vez ofrecerte algún cupón de descuento? ’ piensa rápido, tanto así que lo que escapa de sus labios es absurdo. porque ni ella misma, optimista hasta la médula, es capaz de tragarse la idea de que intenciones de victimario son precisamente esas. ‘ pero mejor no lo averigüemos. ’ concede, dejándose llevar por la adrenalina que la envuelve tan pronto falanges se cierran contra contrarios. pies comienzan a moverse a toda velocidad, luchando contra deseos por mirar sobre su hombro para asegurarse de que figura no las sigue. sin embargo la menor llena su cabeza de una orden que cumple sin mediar palabra, deteniéndose cuando la contraria lo hace. pero abrupto cambio la obliga a balancearse, su cabeza sintiéndose como un remolino. ‘ ¿dónde? no veo. ’ bueno, sí ve... pero cuatro veces la misma cosa. ‘ ¡pero vamos, vamos antes de que se acerque! ’ mueve la mano que mantiene unida a la contraria, esperando que sea ella quien comience a caminar. ‘ tal vez se haya perdido entre la gente. ’ dice, pero tan pronto lo piensa el disfraz sobresale a un par de metros de distancia. ‘ ¡ya viene! ’

ipark​.

“¿Y ya lo intentaste? Termina siendo más divertido de lo que parece” vuelve a insistir, sólo que con el índice en alto para señalarle. No estaba pensando con mucha lógica o es que estaba disfrutando librarse de su identidad para hacer como gustara aunque fuera por una noche. Por un momento la atención se le desvía hacia el Kero, pero lo único que consigue es que chasquee la lengua. “No me gusta halloween. No me gusta ningún tipo de celebración, sería mejor si las pudiera saltar… Pero ya que no me lo permiten,” recuerda fugazmente a una de sus profesoras exigiéndole asistencia entre palabras dulces que al muchacho le generaron náuseas, “tengo que sacar lo mejor de esto.” Su voz va bajando gradualmente. Se había puesto a buscar cualquier actividad tonta que le distrajera pero las opciones empezaban a acabársele. “¿No te gustaría sacarte ese miedo por la casa embrujada? Entremos juntos.”

‘ nope. ¡no tengo el corazón de hacer a alguien pasar por algo así! ¿sabes qué pasaría si termino asustándolos? sentiría la necesidad de abrazarlos para hacerlos sentir mejor, ¡y eso sería peor! ’ porque no consigue comprender cómo alguien sería capaz de hacerlo, mucho menos por gusto. ¡suficientes sustos han tenido ya! no quiere unirse a la lista de malos ratos. ‘ está bien que no te gusten las celebraciones. tu gusto es totalmente válido, y es una pena que seas obligado a asistir a ellas cuando no sientes ánimos de hacerlo. ¡se necesita de valentía! ’ supone, no sabe. celebraciones siempre han marcado felicidad en ella, aunque sea sincera al admitir que sentimientos son valorados y opinión tomada en cuenta. sin embargo hilo de pensamiento se detiene al escuchar propuesta, pestañeando hasta que golpe de valentía se presenta como una bocanada ( pequeña y apenas perceptible ) de aire fresco. llenándose los pulmones de oxígeno e inflándose el perro de valor prestado, responde: ‘ está bien, te acompañaré. ¡pero promete que no te burlarás de mí si lloro! ’

aserin​.

           la risa de santa claus, tan armoniosa como fingida, es la que ha de volver a emplear para ganar tiempo. un sinfín de flores recorrieron su mente, quedándose en blanco en cuanto nombres, pero tenía que actuar. diría la primera que pudiera reconocer. ❛ la peonía es mi favorita, señorita. si pudiera realizarla con magia, conmovería de forma absoluta a este anciano ❜ logró entonar al fin, manteniendo expresión acorde a palabras, incluso mostrándose sensible, hecho que sentía la alejaba por completo del director auténtico.  la sorpresa llegó con respuesta femenina, era una oferta que muy pocos eran capaces de negarse. por lo menos, en su caso, los hubiera tomado sin pensar. ❛ a eso me refiero, señorita, cuando digo que usted es amable ❜ asintió, el uso del hechizo de forma prolongada estaba comenzando a fatigarla. sentía que en cualquier punto saldría su propia voz a destruirlo actuación. mientras, se mantendría firme a su plan. ❛ el verdadero mago amable jamás aceptaría tal oferta ❜ inventó. ❛ gracias por confirmarlo una vez más ❜ palma se llevó al propio pecho, como si estuviera conmovida al respecto. debía admitir, se sentía un poco culpable, pero esa versión del director era, seguramente, mucho mejor que la real. ❛ si lo prefiere, le otorgaré la oportunidad de responder una pregunta, la que sea. más de un siglo de vida es sinónimo de innumerables conocimientos ❜

mentalmente intenta recordar cómo luce una peonía, pero ninguna imagen llega a ella. en su catálogo de flores ( cuyo conocimiento podría llamarse humilde, si vamos optimistas ) no consigue encontrar tal descripción, por lo que atina a sonreír y asentir en un intento de que mayor se olvide de propuesta. ‘ claro, claro. ¡será un honor! sólo debo... sólo debo... ’ ayuda. ‘ ¡ah! encontrar mi varita, sí. tan pronto lo haga será un placer llenarle el cabello de peonías. ’ añade entonces, escuchándole hablar con tanta atención que hasta se olvida de parpadear. ‘ entonces... está diciendo que, ¿ofrecer los puntos era una trampa y al negarme a ellos pasé la prueba? ’ ¡qué cosas vive uno en una fiesta! si sus intenciones eran únicamente pasar un buen rato, ¡pero vaya sorpresa la suya al encontrarse con tan agradable señor! sin embargo la mención de un premio le llena la cabeza de confusión, llegando a ella tantas preguntas que no sabe cuál elegir. porque se siente curiosa sobre lo que ha ocurrido en el pueblo y el colegio, ¡mucho más del futuro del mismo! sin embargo una se mantiene fija en su mente. ahí donde las puertas de la melancolía permanecen cerradas y los muros son tan altos que rara vez se permite cruzar al otro lado. y supone, por palabrería contraria, que mayor será capaz de darle respuesta a lo que siempre ha vivido atormentándola. o es tal vez alcohol lo que se mantiene como motor de masoquismo, secundado por reto que suelta sin pensar: ‘ quiero saber... espero no resulte raro y tal vez sea egoísta utilizar esta oportunidad para preguntar algo sobre mí misma, pero... ’ frunce los labios. ‘ ¿hay alguna forma de borrarte por siempre de la memoria de alguien y dejar de existir para ellos? quiero decir, sé que es trabajo de los obliviadores, ¡estoy especializándome para ser una! pero... ¿cómo puedo arrancarme de la memoria de mi madre por siempre para que deje de sufrir por mi recuerdo? ’

lixzhang​.

parpadeó de nueva cuenta, rebuscando la cizaña en comentarios femeninos, al ser tan reiterativos no pudo evitar que su recelo se despierte. sin embargo, tras un segundo, al sólo contemplar simpleza en sus oraciones no supo cómo contestar; una sonrisa quiso adornar su semblante inexpresivo. ‘ no… no lo creo pero, mhm — gracias. tú igual ’ devolvió halago. por más que le costará identificar identidad del personaje que vestía su compañía, encontró que se necesitaba imaginación (o ser amante de la fantasía) para desenvolverse con tal vestido durante velada. rió sin embargo al apreciar los gestos contrarios, halló ternura inevitablemente en los mismos, también percibió infantil su accionar — más eso no fue exactamente algo que le molestara (aun). ‘ ¿de verdad? bueno, creo que elegiste bien… el color rosa le sienta muy bien a tu piel ’ y no es que fuera tan superficial, pero su hermana cuando se trataba de cuestiones de belleza solía hablar demasiado alto y claro, imposible fue entonces que no haya entendido un par de cosas en consecuencia de ello. ‘ oh, no, no creo que te moleste… bueno, todas las bebidas con alcohol son un poco amargas pero esa es dulce ’ la cantidad de frutillas en la misma ayudaba a camuflar la aspereza del vodka, por supuesto. al verla acatar su sugerencia y reaccionar la bebida debió llevarse diestra a sus labios para ocultar su curvatura, aquella que nacido ante la inocencia opuesta, divertida. ‘ no, es un trago… ¿nunca has tomado bebidas con alcohol? ’ indagó, aunque se figuró una negativa (¿por qué indagaría sobre una medicina de tener una garganta acostumbrada a brebajes corrompidos?). ‘ mhm… ¿quieres devolvérmelo? si no te gusto y nunca has tomado es mejor que no bebas más ’ y aunque la idea de encontrar a su compañía sumergida en una tontería a causa de su embriaguez la atraía, temió más ser niñera de una desconocida. 

‘ ¡de nada! espero muchos te lo hayan dicho antes. ’ se refiere al buen trabajo de su disfraz, por supuesto. pues no se sorprendería al escuchar de labios impropios que tal es el caso, siendo rodeada por sinfín de halagos. mas no nota que sinceridad pueda llegar a ser tomada como un comentario con dobles intenciones, ni que núcleo de la misma se tinte de una malicia que no siente —— lo suyo es, a fin de cuentas, honestidad pura y sincera. ‘ ¿en serio? pensé que tal vez elegir su atuendo más común sería mejor, pero no pude dejar pasar la oportunidad de usar este porque... ’ frunce los labios hasta que sonrisa florece, deteniendo palabras al darse cuenta de la velocidad con la que las suelta. ‘ lo siento, lo siento. tiendo a hablar mucho. ’ suelta sin más, abrazándose de bastón y muñeco. después atención vuelve a centrarse en bebida ( o rastros de misma ), siendo incapaz de controlar la mezcla de gestos que se dibujan en facciones. porque pasa del disgusto a la familiaridad, finalmente terminando en una mueca de agrado ( aunque ligero ) por sabor que permanece en paladar. casi puede escuchar a su padre decirle que no es bueno beber, mucho menos al no tener experiencia en el tema, pero por primera vez curiosidad se fusiona con arrebato de valentía y lo acepta. ‘ nunca las había probado. al menos no recuerdo haberlo hecho. ’ porque admitirlo es mejor que buscar una mentira. ‘ ¡no, no! no es tan malo —— en realidad es... ¿bueno? pensé que sería peor, mi padre siempre las describió como una mala idea. ’ voz se vuelve gruesa al citar palabras de progenitor, estallando una carcajada incontrolable tan pronto lo dice. tal vez bebida potencia simpleza en humor. ‘ ¿tú eres buena bebiendo? ’ pregunta. 

nsaercn​.

le escucha hablar en silencio, porque mucho más no tiene que agregar, sinceramente. “eres extraña—” decide soltar con sinceridad, pues ¿quién mierda se preocupaba de lo que pudiese beber el de al lado, más si no tenías ni idea de quién era? bien podría aprovecharse y conseguirse un trago enseguida, pero no se le da la gana. “no sé porqué te pones en plan sirvienta de gratis ¿tan aburrida estás?” inquiere arqueando una ceja. de seguro era mala costumbre de mosquita muerta en la vida diaria.  

eres extraña. pestañea, borrando sonrisa hasta crear de curvatura una línea inamovible. se remueve, incómoda, apoyando el peso sobre sus talones y asiente, hasta que costumbre ( o reflejo ) alza comisuras. ‘ bueno, supongo que lo soy. ’ concede. ‘ ¿pero no lo somos todos aunque sea en una medida pequeñita? ’ lo que supone cierto nivel de alivio, si es sincera. ‘ ah, no. no estoy aburrida, pero no me cuesta nada buscar una bebida para ti. aunque si lo mencionas de esa forma, sí que resulta extraño. ’ se lleva una mano a la mejilla y rasca / rasga la piel, distraído movimiento automático. ‘ es una mala costumbre, supongo. algún día se me pasará. ’ o no. suelta un suspiro y vuelve a asentir. ‘ ¿entonces no quieres nada? ’