Tumgik
jaimegardea · 3 years
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A todos lados que vas repites las maldiciones recurrentes, con voz baja vuelves a contarte las mismas mentiras para mantenerte al margen de todos. Parece como una voz externa a ti, pero en verdad eres solo tú.
Miras a los lados buscando testigos y aunque los encuentras te fijas que nadie te puso atención en caso de haber hablado en voz alta. Entonces vuelves a fijar tu vista a tus pies, siguiendo las rayas del pavimento y otra vez escuchas los insultos, ahora parecieran de otra voz.
Corres, aunque el cansancio fragmente tus rodillas, creyendo que podrás cansar esa voz para que no te fastidie. ¡Que terrible voz! ¡Basta de esas palabras dichas en tonos groseros! ¡Que se detenga esa voz! Preguntándote de donde viene recuerdas que no tiene sentido pensarlo porque si no es de ti entonces no es de ningún lado.
Caen lágrimas, parece grave pero cuando pasan los años te das cuenta, por hoy tu voz se quiebra creyendo silenciar la que viene de ti. Darías lo que fuera por dejar de escuchar esa voz, que te recuerda lo que no eres y te reclama por lo que eres, esa voz que solo pone en juicio los hechos del pasado pero jamás está presente durante los momentos importantes. Una voz testaruda que insiste como campana, llega sin previo aviso a mortificar la tranquilidad.
El mundo permanece pacífico a tu alrededor y aún dentro de ti ocurre la catástrofe más caótica. Se nubla la vista, entonces el mundo se vuelve lagañoso. «Imbécil», «Fenómeno», «Persona extraña», «Te equivocaste y lo arruinaste» empieza a recitarse dentro de tu mente y te das cuenta que correr no es suficiente. Te detienes, temblando, no sabes cómo deshacerte de esta terrible voz.
Una persona que desprende luz blanca corre pasando a tu lado y toca tu hombro con el suyo, el roce provoca chispas de luz que se salpican en el lóbulo de tu oreja. Al fijar la vista no ves a la persona, pero recuerdas con claridad el brillo de su luz. En ese momento entiendes que esa voz, de alguna u otra manera, proviene de ti, por lo que puedes estar consciente de su aparición.
Entonces llega, te escupe una maldición pero tú la detienes. La diseccionas ahora que está presente, pero la voz huye de miedo. Te das cuenta que puedes detenerla. Te sientes con la confianza de poder lograrlo todo, pero llega la voz más fuerte y ahora con compañía. Intentas repelerla con la consciencia mientras las otras te invaden durante tu concentración con una.
Tambaleas y sientes indefensa tu guardia, pones bien los pies en el suelo porque lo decidiste bien. Inhalas muy profundo y la luz embarrada en tu hombro brilla con intensidad. Transformas esas palabras en tu contra y las reemplazas por otras más amables. Encuentras las palabras bondadosas en los recuerdos de canciones que calmaron tu alma, en los diálogos de películas que manifestaron una parte de tu vida en ellas, en lo que sentiste cuando viste por primera vez la soledad en la pintura, en las palabras que te dijeron tus seres queridos. Esto último te resuena y abres los ojos.
Miras al frente, la persona iluminada está ahí y tú suspiras al mirar el velo que cubre su rostro. A pesar de ser incapaz de ver la cara te das cuenta que está sonriendo. Pone su dedo en tu frente y de pronto recuerdas todas las palabras de las miles de voces que escuchaste en tu vida. Te das cuenta con tristeza que han sido mas palabras negativas que positivas y un baño de aceptación tibia inunda tus ojos.
Permanece inmóvil al contemplar tu llanto, porque sabe que estarás bien. Te das cuenta que esa voz era tuya, auténticamente tuya, tan tuya como tú mismo, pero las palabras no lo eran. Esas palabras le pertenecen a las personas que no supieron cómo corregir tus errores de principiante, en las que creyeron fácil pisotearte, en las que obraban por miedo en lugar del amor, en las que no conocían tus emociones e incluso en aquellas que simplemente no estaban conscientes de lo que decían. Esta revelación retumba en ti.
La persona de luz baja su mano, parpadeas y ya no está. Llegan de nuevo esas palabras a tu mente, pero ahora les das un rostro; cuando escuchas «Das vergüenza» recuerdas a quien te lo dijo por primera vez y fue un amigo de tu escuela, cuando escuchas «Eres cobarde» recuerdas a tu prima que iba a empujarte desde lo alto, cuando escuchas «Inútil» recuerdas el enfado de tu padre al romper un reloj. Sigue el flujo creciendo e incrementando su intensidad, pero tú no te dejas arrastrar, solo te arden los ojos por no haber parpadeado.
Ves muchos rostros y todos se sienten distantes a pesar de ser familiares o amigos. Entonces esas voces terribles que no quería escuchar y que condenaba para desterrarlas de mí, son mi propia voz que es utilizada por las personas que me han rodeado. No puedes silenciar esa voz, eso reflexionas, porque está dentro de ti o contigo, aún no lo sabes, sin embargo es una voz que cuando es apropiada por ti, la voz que tú manejas, se vuelve amable y bondadosa, entonces poniendo la mano en tu corazón lo comprendes.
Hay heridas en tu consciencia, como rasguños en una prenda de lana, y sabes que esos rasguños son solo la consecuencia del uso, porque inevitablemente existirán palabras adversas que se martillan en nuestro ser sin darnos cuenta, entonces las repetimos como enseñanza de eucaristía. Esas heridas pueden sanar cuando cesas lo que las provoca y muchas veces son solo recuerdos de algo que ya pasó y no puede remediarse, por lo que no tiene caso conservar la sensación de angustia.
Llegan las palabras agresivas y ahora en lugar de sentirte mal les prestas atención, las diseccionas, entonces respiras y las reemplazas por algo mejor.
Finalmente, para dar inicio a tu gran historia, sonríes desde el corazón una vez más.
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jaimegardea · 3 years
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Sueños
Los sueños jamás deben ser subestimados, pueden cambiar tu perspectiva completamente. Existe mucho en ellos, hablan con un idioma que no explica con palabras, por eso a veces es difícil entender qué está pasando, pero una vez encuentras el significado de tu propio lenguaje te facilita la comprensión de tu mundo interno. En definitiva hemos soñado, aún cuando hay personas que ya no sueñan en algún momento de su vida soñaron, solo que ya no hay tanta emoción en soñar como lo hubo en su tiempo de inocencia subconsciente. El sueño que tuve esta vez me causó movimiento emocional desde un lugar ya inhóspito. Con más frecuencia de la imaginada, tendemos a creer que nuestras emociones o sentimientos están finalmente regulados, que tenemos bajo control lo que sentimos, que ya no nos duelen las cosas que dolían en el pasado. Nos sentimos más fuerte de lo que en realidad somos, porque así podemos defendernos un poco del imparable río de pensamientos que a veces se desborda en nuestra mente; solo así podemos tomar un poco el control, cuando lo autoadjudicamos. Entonces llega un sueño. Con precisión y cautela se construye a sí mismo, coloca todos los detalles importantes que debemos observar y minimiza lo que no hace falta ver. Construye la estructura, como la de las palabras, con base en lo que hemos vivido, por lo que es un lenguaje enteramente personal, solo la persona que sueña entiende su sueño. Se extiende el mar, se alzan plazas comerciales, el cielo brilla de otro color, el mundo se construye antes de que podamos verlo. Entonces despertamos dentro del sueño, en un mundo que ya fue creado de antemano para quien sueña. Se explora al principio, a veces se notan primero las construcciones y a veces se nota primero a la gente, depende de qué se sueñe. Yo soñé un lugar extraño, típico de sueños el mezclar construcciones y hacer arquitectura imposible. Parecía un estadio, pero había salas y habitaciones alrededor. Me daban indicaciones para entrar en una sala y al abrir la puerta veía a mi ex pareja platicando con su familia que estaba sentada en la mesa. Con cautela me acerqué, procurando mantener mis emociones frías porque inevitablemente sigo enamorado de mi ex. Me sentaba a su lado, me abrazaba y yo también daba un abrazo. Su cuerpo se sintió tan sólido, verdadero. Eso es resultado de sentir su cuerpo durante muchos días como un hábito, pude identificar su suavidad con exactitud, si hubiese estado en la oscuridad definitivamente sabría de quien era el cuerpo que estaba abrazando. Entonces me toma de la mano, no recuerdo ni de qué estábamos hablando o si había que hablar. Pero al tomarme la mano sentí ese deseo que estar juntos otra vez. Entonces desperté, muy temprano a lo que estoy acostumbrado, como si una alerta invisible de ningún lado me hubiese salvado de despertar más adolorido de lo que estoy. No me molesté cuando vi la hora, solo decidí despertarme y ponerme a escribir lo que no escribí anoche, pero ahora al menos tenía un tema en mente porque es lo que estaba dando vueltas entre mis pensamientos. Soñar es asombroso porque revela lo que nosotros no alcanzamos a percibir, en este sueño me enteré de algo importante de mí. Y eso es lo mejor de soñar, que solo tú puedes darle el significado a tu sueño, porque es un lenguaje que has desarrollado día a día desde el momento de tu nacimiento, si alguien llega a decir que soñar que se te caen los dientes es porque vendrá dinero te pido que no caigas en sus predicciones sacadas de un libro falso. Un sueño te dirá lo que solo tú sabes escuchar, entonces pon atención a lo que te dice y sobretodo a la manera en cómo lo hace. Puedes evitarte la fatiga de descifrar tu subconsciente y vivir sin entender tus sueños, también se vale, pero esto podría demacrarlos y podrías dejar de soñar. Cuando desperté me pregunté “¿Acaso soñará conmigo también?” Pero cerré los ojos y sonreí con dolor al recordar que mi ex pareja no sueña y platicábamos de sueños durante mucho tiempo. Entonces no me sueña, porque no sueña siquiera. ¿Es importante soñar? Depende de quien seas, de cuanto te importa conocer tu interior, de cuánto interés tengas hacia la vida. En opinión personal considero que debemos soñar, que funcione como una retroalimentación de nuestra vida cotidiana y se manifiesta según cómo obramos o si nos estamos acercando a nuestros objetivos. Aparte ¿a quién no le gustaría poder volar? Eso es un regalo de los sueños, realizar lo imposible.
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jaimegardea · 3 years
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La oscuridad confunde los hilos negros que enredan nuestra inmensa mente, es imposible ver la falla cuando no se puede ver algo. ¿Que se hace en ese caso? Hay que darse la oportunidad de dejar entrar la luz, en caso de haberla, o si no, buscarla desde adentro. Una vez se haya permitido el baño de luz en la mente, podrán encontrarse múltiples telarañas de brea sucia y contaminada; se le llama ego. Es difícil deshacerse de ello, pero al menos ahora siendo visible se sabe donde atacar la enfermedad. Escurre dentro de los surcos y cisuras que rigen nuestra realidad (al menos la de la carne propia) con temible distorsión. En aquella contaminación ocurren diferentes efectos, dependiendo del desarrollo individual. Ocurre la formación de una falsedad que disfraza la autenticidad propia. Creencias provenientes de un mundo enteramente ficcional comienzan a dominar el ritmo de vida individual, masticando mitos y aspirando mentiras.
Pero en realidad nada de eso es verdadero, ocurre en la imaginación. Puede volverse real, al viciarse mucho dentro de ese mismo espacio, ya ven que el universo de cada persona va expandiéndose conforme va creciendo, podría explicarlo desde que nacemos donde lo más real son los padres o las manos hasta que adquirimos consciencia de un universo infinito que no podemos contemplar realmente. Ahora, encasillen la mente en una realidad limitante que ha sido contada por milenios, donde al comienzo fue para exaltar la virtud del humano, ojo, exaltar, llevar más allá de lo común, en figuras sagradas, héroes de increíbles atributos, personas de carne y hueso con descendencia de Dioses, todo ello para retratar nuestro ideal de nosotros mismos que podría vislumbrarse solo en eso: mitos. Lo que al principio fue auto observación se fue convirtiendo poco a poco en un estilo de vida, pero en el mundo real no puede alcanzarse tanta grandeza, no nos han tocado los Dioses para vivir con la idea de ser inmortales; también moriremos.
Entonces, los hilos que contaba al principio son el tejido de una tela de realidad inexistente, que cubre y nubla los sentidos reduciendo la capacidad de conocer nuestro propio potencial humano y mortal. No sirve de nada idealizar que el amor le pertenece a un individuo y nada más o que la virtud se mide con el poder adquirido, o que el respeto se gana desde la dominación, o que el poder es opresión. Nada de eso es verdad en la vida práctica y real, se representó así para retratar la ambigüedad dependiendo del corazón que resguarda esas ideas. Esos hilos negros también alcanzan al corazón y es cuando se hace creer que la vida funciona así.
Cuando poco a poco se rompen esos hilos comienza la verdadera libertad, es difícil al principio, duele mucho durante el proceso y pareciera una condena el no haber marcha atrás; sin embargo la recompensa es gratificante.
El amor no se limita a estar conservado en un frasco para vaciar en una persona usando el recelo y la posesión como especia, ni el poder de basa en oprimir a los vulnerables, el respeto comienza a ser hábito solo por compartir el mismo espacio en la vida, las virtudes se observan desde lo intangible, la conexión con la vida se vuelve más certera. No hay interés más allá del simple hecho de existir, lo demás es gusto. Entonces se afila la felicidad, la plenitud comienza a tomar forma, finalmente se siente la fuerza del corazón latiendo para mantener con vida un cuerpo que muere cada 60 segundos. En cada respiración inconsciente hay un desafío contra la muerte, está siempre tocando nuestros hombros pero tomamos su mano con amabilidad exigiendo nuestro privilegio, hasta que se decide y nos encamina a una transformación.
Enfrascarse, depender, buscar con desesperación, desear lo incorrecto, obrar desde el egoísmo y concentrarse exclusivamente en lo que reside dentro de nuestros ojos son algunos síntomas de esos hilos negros que aprietan la mente para contener su grandiosa habilidad.
¿Cómo se sabe cuando tales hilos pierden fuerza? En el momento donde el amor deja de ser un consumo para satisfacer lo superficial de nosotros, cuando el apoyo nace hacia los demás, cuando se puede mirar al cielo sin pensar en algo que falte, cuando el agradecimiento es más grande que la queja, cuando el intento desesperado de ser como un Dios o héroe se convierte en existir sin más, cuando la contemplación aplasta el control, cuando la quietud sana más que el movimiento, cuando los pensamientos no invaden, cuando finalmente se siente la libertad.
Nos atamos a ideas que perdieron su sentido original, sin embargo, podemos disfrutarlas como experiencia de compartir pensamientos de cómo podría ser el mundo y limitarlo ahí, a una hipótesis, una idea, algo íntimo de otro ser humano con el que compartimos espacio y aire.
Hay que vivir, solamente eso, no hay que vivir “bien” u “honradamente” o “lujosamente”, simplemente existir y aceptar esa existencia, después de aceptarlo un flujo interminable de ideas, sueños, amor, dicha y felicidad atravesará todos los sentidos para permitir un flujo de energía revitalizante que inspira a otras personas como nosotros a vivir en plenitud.
Reitero que no hay que enfrascarse, tenemos tantos sentidos por explorar que apenas conocemos los primarios, a través del abandono de los hilos negros podemos aproximarnos a una integración superior de la vida.
¡Que gozo sentir mi corazón! ¡Espléndida oportunidad la de tener vida!
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jaimegardea · 3 years
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Ya basta. Simplemente ya basta. Me lastima cada segundo de tu ausencia que proclamas para tu propio bienestar ¿no sabes que una relación es de dos? No puedes ser egoísta y dejarme ahogarme en el dolor que se desprende de mis lagrimas. Urge que se cierre la herida con fuego o anestesia, pero no puedes permitir el desangramiento de algo que nos pertenece a ambos. Si quisiera morir lentamente me dejaría ahogarme con monóxido de carbono y no con la lujuriosa manera de destruirme con tu silencio. En este punto de quiebre no sé si quiero estar contigo o sin ti. Así como me llevaste al cielo, me soltaste hasta caer al infierno. No sé quién soy ni qué deseo, solo necesito dejar de sentir este dolor.
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jaimegardea · 3 years
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Pretendo desahogarme sacando cada gota de miel que derraman mis labios al pensar en ti. Ya no estás aquí y eso me deja entre un charco enorme de dulzura que no pude servirte. Sé que aún me amas porque me empeñé en dejarte todo mi corazón en tus manos y adoraste su brillo. Sin embargo, todo parece estar confuso ahora, me amas pero me miras con indiferencia, me amas pero las flores que te doy no significan nada. Aún estando en constante búsqueda de tu felicidad parece que no puedo encontrar la mía, que es estar a tu lado. Las cosas que me hacen feliz cambian con el tiempo pero ten por seguro que tú eres una de ellas y nunca cambiará. ¿Por que decidiste alejarte así? ¿Es acaso culpa mía no poder satisfacer tus deseos? ¿Quieres una pizca más de libertad aún después de todos tus años de vida? Puedo agradecer cada momento de felicidad que viví a tu lado y cada sueño cumplido con amor que me diste. Me siento triste, aunque pleno porque te di la mejor felicidad que jamás he dado a alguien y lo único que deseo es que estés feliz con o sin mi. Te seguiré amando hasta que mi corazón deje de latir.
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jaimegardea · 6 years
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Dices que eres feliz conmigo, pero siempre te encuentro buscando el significado de felicidad.
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jaimegardea · 6 years
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Alímentame con recuerdos.
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jaimegardea · 6 years
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“Have fun, even if it’s not the same kind of fun everyone else is having.”
— C.S. Lewis
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jaimegardea · 6 years
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Una ventana hacia el pasado, lástima que solo sean réplicas. (en Chelino's)
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