05/02/2019

Eres un desastre. Me gusta cómo siempre tienes la mirada perdida cuando te hablan, como preocupada por perder detalle de un mundo del que no formas parte. No entiendes por qué hablan del olor de la lluvia y te olvidas de lo que estabas pensando hace medio minuto. Tardas el doble en pintarte los labios mientras escuchas tus canciones favoritas porque no puedes evitar cantar. A los ocho años escribiste en tu diario que no tenías deberes. No has visto Titanic aparte del final, siempre tienes el cuerpo lleno de moratones sin saber por qué y te mueres de cosquillas. Me gusta cómo dices que estás cansada cuando no tienes tema de conversación. Te pone nerviosa tener la televisión encendida cuando no estás atendiendo, odias ir a casas ajenas y te cuesta demasiado concentrarte. Estás enamorada de tu lunar y te pones a cantar en cuanto te quedas sola. Me gusta cómo intentas parecer una persona segura de sí misma cuando conoces a alguien. Me gustan tus pestañas cuando lloras. Me gusta cómo te imaginas a las personas con planetas dentro. Te agobias mucho cuando estás aburrida. Te tapas la barriga cuando estás sentada. A los diez años escribiste en tu diario que habías conseguido tirar fuegos artificiales por primera vez. La mayor parte del tiempo no estás segura de lo que sientes. Te emocionas cantando la canción de Bohemian Rhapsody con tus primos. Te gusta tirarte de los muslos para ver cómo serían si estuvieses más delgada. Prefieres a los animales antes que a las personas. Eres una amante del amor pero odias vivirlo desde dentro. Ninguno de tus planes de futuro incluye a otra persona. Me gusta cuando hace viento y se te mete el pelo delante de la cara. Me gusta cuando imitas a Shakira. Me gusta cómo te da vergüenza hacer las cosas que se te dan bien en público. Te encantan los bailes que te hacen sentirte sexy. Cuando tienes tiempo libre buscas fotos y escuchas música mientras te metes dentro de ellas. Te resulta más sencillo mirar a la gente que a las personas. Quieres fotografiar a decenas de personas y te mueres de vergüenza sólo de pensar en pedírselo. Los fuegos artificiales te recuerdan a Elisa. Tienes el corazón roto. Siempre llegas con la cara roja a todas partes, pero también te pones roja cuando ves algo que te gusta y cuando sales de la ducha, con un toque diferente que podrías mirar durante horas. A veces te imaginas cómo sería ver con los ojos de las personas que te rodean, o si desde fuera también parece que te vas a morir de pena. Me gusta cómo no le cuentas nada importante a nadie, cómo abrazas a Pedro, cómo abres los ojos por la mañana. Sueñas con aprender a levantar una ceja, sientes algo dentro cada vez que alguien dice tu nombre y llevas años intentando que te guste el café. Pasas de una canción de Cardi B a una de Twenty One Pilots y otra de Hozier casi sin darte cuenta. Te sientes libre cuando gritas. Odias la luz artificial. A los trece años escribiste en tu diario que no podías estudiar porque no eras capaz de pensar en otra cosa que no fuese lo mucho que te odiabas a ti misma y a todo lo que tenía que ver contigo. Nunca desayunas los fines de semana. Tienes un arcón lleno de peluches y no soportas la idea de deshacerte de ninguno. Te pone de los nervios la gente que piensa que Van Gogh se cortó la oreja entera. Te fascina que los seres humanos tengan una parte del cuerpo azul, y que ésta sea roja por dentro. La noche pasada te echaste a llorar pensando en que una vida dentro de una jaula no era una vida en absoluto. No sabes gestionar el sentimiento de culpabilidad. Te sienta bien el negro. Me gustas cuando te sientes viva. Cuando apuntas frases que te gustan. Cuando te enfadas y te arañas el cuerpo. Cuando crees que estás vacía. Siempre lees libros obligatorios por puro placer aunque suene irónico. Siempre escuchas las mismas canciones. Te encanta que te expliquen cosas que no sabes. Tu gran ilusión es que te lean un cuento. A los trece años escribiste en tu diario que estabas sola. Me gustas porque no tienes sentido. Porque no aceptas un “no puedes”. Porque no sabes ordenarte por dentro. Porque ves la felicidad blanca y el miedo amarillo. No ves vida más allá de mañana. Te compadeces de la gente que no cree en la magia. Eres incapaz de dormir con el armario abierto. Odias compartir sofá. No soportas a la gente que habla de forma violenta cuando se enfada. A los catorce años dejaste tu diario en blanco. Me gusta cómo se te ilumina la mirada cuando hablas de algo que te gusta. Cómo intentas estar ocupada todo el tiempo para tener la mente en blanco. Te preguntas si todo el mundo llora por las noches. Nunca te duelen las mejillas por carcajadas sinceras. Tu planeta favorito es Neptuno por la curiosidad que te transmite. Me gustas porque llueves. Y me inspiras. Y te cielo.Hace tiempo que has olvidado lo mucho que vales.Eres todas las canciones. Eres real. Eres tuya.

Vertical and transverse,

I'm a scream and a shard of glass,

just the middle ground

that you hated so much

when you said 

it would destroy both you and me 

and only a scream would help us.

You asked if it was easy

and left.

Concept: You are draped across moss pillows. Fairies have braided and twined your hair with wildflowers. The air smells like damp earth and honey suckle. You feel pleasantly warm, a little drowsy perhaps. 

The setting sun casts its last glowing rays through the trees; light and shadows dance across your face. The wind lovingly rustles the leaves of the canopy above. Far off in the distance you can hear a harp and flutes being played ever so gently. 

You find you are smiling; you are safe here. Nothing can harm you here

You dropped a mirror inside of me and it altered the rigid state of my mind. The shards won’t disappear and they’re slowly cutting my soul into pieces. Please, just tell me it was an accident. I can’t leave thinking otherwise. Not just yet.

A worried stare. A yellow and green bandaid. A deafening silence. The cure hurts even more when the hands that touch you are the ones who have opened your skin. So I let it go…

…forever.

For the incoming season, the rain it’ll bring, the routine.

Because nobody looks for me, nobody needs me, nobody finds me.

Because the worst of the monsters aren’t in our closets our under our beds, they’re right in front of us.

For that girl that ended her life one cold October day.

For the emptiness and numbness it brought me.

For those dead memories locked in a hotel room.

For our promises of meeting again on Christmas.

For the nostalgia I’m trying to make disappear,

but time inevitably carries on its back.

For you.

I’m sorry that I see fucking galaxies in your eyes and you can’t even find a single star in mine

Elisa

Once upon a time, there was a princess who was locked and alone in a room in her father’s castle. Life was going on peacefully, until one day, just a few days away from new Year’s Day...

Take me to your desert, where there’s nothing. Just that time you are you that gives me everything.

I’m not gonna be there to catch you whenever you feel like jumping out of a spaceship.

Suicide note

Today, I finally realized how you truly are.

You’re just like autumn.

Just like the wind.

Just like yellow boots.

Just like umbrellas.

Just like the rain.

Just like tears.

Just like life.

That’s right. 

You’re expendable.