Tumgik
intruzox69 · 6 days
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Marlén
Capítulo 16
El amigo de mi hijo
Las mujeres tenemos más oportunidades de disfrutar el sexo con alguien que nos guste, esto lo he comprobado desde que mi manera de vestir a cambiado, me gusta que admiren mis nalgas, mis piernas, mis pechos, en fin, todo mi cuerpo.
Como ya nos volvimos a juntar mi marido y yo, hemos tenido buen sexo, y mientras lo hacemos me dice que le excita saber que otros me han cogido, y me pide que le cuente algunos detalles. Y créanme, me coge más rico que antes.
El caso es que mi hijo de diecisiete años, tiene un amigo tres años mayor que él, lo entrena y le da clases de apoyo. Al parecer se conocen desde antes, pero el muchacho nos visita casi a diario, y aprovecha para echarse un taco de ojo conmigo mientras mi hijo se distrae con los trabajos escolares.
Mi hijo nunca me dicho nada respecto a mi vestir, al contrario dice que me veo bonita y que le agrada la idea de tener a una mamá atractiva, pero que no deja de molestarle que sus amigos se me queden viendo cuando traigo ropa ajustada.
Hace unos días, se quedó a dormir en casa porque se le hizo tarde, llamó a su familia para notificarle, mi marido me había echado un rapidín, o sea un palo mañanero delicioso, y estaba descansando en mi cama desnuda y boca abajo, las sábanas estaban en el suelo y me daba flojera levantarlas para taparme. Entre dormida escuché que abrían la puerta y entraban, tenía que ser mi marido y no me moleste en cubrirme, en eso escuché el motor del coche de Enrique mi marido que se alejaba, de inmediato volteé temblando de miedo imaginando que quien estaba detrás de mí, podía ser mi hijo, y vi al amigo de él con su corto bajado y su pene de fuera, se masturbaba mirando mis nalgas.
Su verga se veía rica, no apreciaba sus huevos los tenía dentro de su ropa, me miró y sin importarle nada guió su mirada a mi trasero, su osadía me excitó y lejos de hacer un escándalo, me hice más a la orilla de la cama.
Puse mi cara en la almohada tratando de imaginarme la escena, ahí estaba yo desnuda, mis nalgas descubiertas y un jovencito masturbándose a mi salud, esa puñeta sí era pensando en mí.
Escuché sus jadeos casi inaudibles por el silencio que había, apenas apreciaba el sonido que hacía su mano frotando su pene, entonces mis nalgas sintieron el contacto de su glande, y un chorro de semen las bañó, por costumbre moví mi trasero agradeciendo la venida. Con una toalla limpió mis pompas y se fue. Imagino que sabe que mi hijo tiene el sueño pesado y que acostumbra a despertar muy tarde cuando no va a la escuela.
Nada más pasó, pero se ha vuelto muy servicial y hasta un poco empalagoso. Noto su nerviosismo cuando me tiene cerca pero yo me hago la desentendida porque casi siempre está mi hijo presente.
Hace unos días, llevé a mi hijo a su entrenamiento, pensaba irme de inmediato porque no le gusta que sus compañeros empiecen a murmurar cosas de mí. Estaba casi en la salida del estacionamiento cuando escuché;
--¡SEÑORA MARLEN, SEÑORAAAA!.—Me detuve y vi al amigo de mi hijo correr hacia mi camioneta, subió y pidió que arrancara, mientras manejaba no quitaba sus ojos de mis piernas que salían de la mini falda blanca.
No decía nada, hasta que le pregunté a dónde iba, me pidió que me estacionara un poco lejos, el muchacho me gusta, es de los que traen a las muchachitas locas por su aspecto varonil y pulcro.
Cuando me estacioné, apagué el vehículo y lo miré, le pregunté que seguía y empezó a tartamudear. Poco a poco se acercó y puso su mano en mis piernas, yo "muy digna" lo detuve;
--ESPERA, ¿QUÉ TE HAS CREÍDO?.—Creo que no esperaba tal reacción porque retiró su mano para abrir la puerta y salir, pero lo detuve y le dije;
--ES MALO QUE TE QUEDES CON LAS GANAS, ¿NO LO SABÍAS?.—Con voz trémula respondió;
--NNNO, ¿Y,Y QUE HAGO ENTONCES?.—
--¡SACA TU VERGA!.—Le ordené. Cuando la sacaba no la traía parada, yo no sabía si mamar y abrirme de piernas para que me montara, pero miré alrededor y pasaba gente. Estiré mi mano y acariciaba su falo de arriba abajo, el muchacho recargó su cabeza en el asiento y se dispuso a disfrutar. Su verga se endureció al momento, no es muy larga pero sí gruesa, blanca y con un glande rosado, casi rojo.
Con mi otra mano saqué sus huevos para acariciarlos, mis uñas los arañaban suavemente, puso su mano en mi nuca para acercarme, quería que se la mamara, pero me resistí, algo me decía que no debía. Mientras intentaba que se la mamara, le decía que no me gustaba hacerlo, que nunca había tenido en mis manos otro pene que no fuera el de mi esposo, claro que dentro de mí me reía, quería aparentar ante el amigo de mi hijo ser una señora decente y con "moral".
Desistió de su intento pero metió su mano entre mis piernas, las abrí para que sus dedos acariciaran mi raja, escuchaba el chasquido de sus dedos en mis jugos vaginales, aceleré la puñeta que le daba para que se viniera, al parecer estaba muy urgido porque se vino sin esforzarse por contenerse. Su leche cayó entre mis dedos, y sus pantalones, sentí sus huevos contraerse, en su cara había rastros de placer, mordía sus labios, sus ojos entre cerrados y casi en blanco, como su semen.
Cuando terminó de eyacular, tomó una servilleta la guantera, como si supiera que ahí las pongo. Se limpió, guardó su cosa que seguía dura, y se fue. Yo manejé con el deseo de masturbarme y venirme, con toda la intención no me limpié mi mano, y empecé a oler y a lamer su leche, y pasé esa mano por mi raja haciendo mi calzón a un lado e introduje mis dedos y froté mi clítoris mientras manejaba hasta venirme.
Su comportamiento cambió, clásico en un hombre sin experiencia, me evitaba y temía que su actitud pusiera en alerta a mi hijo que es muy observador, entendí y le ayudé a evitarnos. Pero ya habíamos dado un paso adelante, le demostré que no me era indiferente.
Una mañana esperaba a mi hijo que se bañaba para salir, me saludó nervioso, me dirigí a la cocina, volteaba a verme sin decidirse a hacer algo, me dirigí a la recámara sin dejar de mirarlo, entendió el mensaje visual y se dirigió conmigo. Yo traía solo un camisón, así que lo levanté a mi cintura y me recosté boca abajo, la idea era perturbarlo, no permitirle que me cogiera pero que supiera que lo deseaba.
Cuando entró a mi cuarto se bajó el pantalón, yo levanté mis nalgas, iba a penetrarme pero me quité y le dije que "no me atrevía a serle infiel a mi esposo", que solo lo hacía para "ayudarlo". El tonto no contestó, se limitó a masturbarse en mis nalgas, y cuando estaba apunto de venirse, las abrí permitiendo que su leche tuviera contacto con mi ano, deseaba sentir su eyaculación ahí, en mi culo, mi vulva exigía verga, pero aguanté dejé que terminara y lo despedí.
Me estaba gustando el juego, no sé por qué me mojo solo pensar el poder que puedo ejercer sobre él, y el hecho de que los encuentros no vayan más allá de la masturbación me calienta.
Con insistencia me invitaba a salir, yo me negaba, quería seguir con el juego de la "señora decente" y el muchacho desesperado por coger. Entonces se me ocurrió que me llevara al cine, y aparentar ingenuidad y temor por mi actitud.
En la sala del cine, ni atención puso a la película, apenas nos sentamos y empezó a besarme, me portaba como si fuera una novia seria y temerosa de permitirle más de lo debido, él se excitaba más por mi esfuerzo para controlar sus manos, mientras besaba mi cuello y el nacimiento de mis senos.
Traía una falda un poco larga de botones al frente, cómoda para permitir que sus manos exploraran mis rincones.
Acaricié su verga sobre su pantalón, entendió y la sacó, yo la frotaba tratando de sacar sus huevos. El muchacho me agachaba para que se la mamara, yo me resistía, le mentí diciéndole al oído que nunca lo había hecho, que a mi esposo le parecía asqueroso y me había formado esa idea, como el idiota dejó de insistir en que se la mamara, retomé el tema y le pregunté;
--¿TU CREÉS QUE SEA ASQUEROSO?.—
--NO SEÑORA, DEBERÍA PROBAR, LE VA A GUSTAR.—
--PERO ¿NO TE BURLAS SI NO PUEDO HACERLO?.—
--PARA NADA, INTÉNTELO, SI NO LE GUSTA NO SE PREOCUPE.—
Creo que se me facilita la actuación porque bajé simulando estar nerviosa, cuando llegué a su verga, ansiaba mamar como me gusta, pero me contuve.
Pasé lentamente mi lengua por su palo, él se bajó el pantalón un poco más ara liberar sus bolas, aspiré su olor, los humedecí pasando mis labios y mi lengua por ellos, cuando iba a meter su palo en mi boca, tomé aire, como si fuera nula mi experiencia en mamar verga. Quise prolongar el juego y me retiré diciéndole que no me atrevía, me retuvo en su pecho mientras yo seguía frotando su palo, lo sentía mojado, toqué con mis dedos el orificio de su glande, salían gotas y ya no pude contenerme, sin perder tiempo abrí mi boca y dejé que su verga tocara mi campanilla, el muchacho suspiró de placer, tomé su mano y la coloqué en mi nuca, me gusta ser sometida de esa manera, él empujaba mi cabeza delicadamente a su palo, sentí que su mano trataba de levantar mi falda, cuando lo hizo sus manos apretaban mis nalgas, sus dedos abrían mi raja completamente mojada, me di cuenta que no sabía masturbar a una mujer, le ayudé moviendo mi trasero, él las apretaba con fuerza y de pronto sus piernas se tensaron, empujó mi cabeza provocando que su verga llegara a mi garganta y explotó haciéndome toser, tragué su venida sin dejar una sola gota, ya que no permitió que me quitara, presionó mi cabeza en su verga.
Cuando terminó de venirse, su palo se fue bajando, yo me olvidé de la actuación de señora decente, y lamía como perra esa verga divina y venosa, su juventud salió a relucir, ya que de inmediato volvió a endurecerse.
La sala del cine estaba casi vacía. Los dos seguíamos prodigándonos caricias ardientes, mis senos estaban de fuera y sus dedos en mi vagina mojada. Nos besábamos en la boca como dos adolescentes;
--¿TE GUSTÓ COMO LO HICE CON MI BOCA?.—
--LO QUE IMPORTA ES QUE A TI TE HAYA GUSTADO.—Dejó de hablarme de usted, y me tuteaba.
--¿CREÉS QUE ME GUSTÓ?.—
AL PRINCIPIO COMO QUE NO, PERO LUEGO ENCONTRASTE EL MODO, ¿NO TE DIO ASCO?.—
--UN POCO—mentí—SOLO QUIERO COMPLACERTE.—
--¿ME SEGUIRÁS COMPLACIÉNDO?.—
--MMJJMM, ¿QUÉ QUIERES QUE HAGA?.—
--¡QUIERO HACERTE EL AMOR!.—Quise reírme por eso de "hecerte el amor", y respondí;
--¿QUIERES COGERME?.—Ya estaba saliendo la Marlen verdadera.
--¡SI, QUIERO COGERTE MAMCITA,COGERTE TODA!.—
Observé a nuestro alrededor, estábamos en los asientos de muy arriba, me paré y me puse frente a él dándole la espalda, levanté mi falda, hice mi tanga a un lado y me senté en su verga, apenas la tuve dentro y empecé a girar para arriba y abajo, para un lado y otro mis nalgas, sentía su verga como un carnoso pistón que me hacía girar. Estaba enloqueciendo tanto por esa rica cogida, estaba a punto de venirme cuando puse sus manos en mis nalgas, las apretaba con fuerza, yo seguía loca con su verga adentro hasta que no pude más y me vine enseguida, a lo lejos miraba las escenas de la película muy borrosas, mi orgasmo me hizo voltear con el muchacho, tomarlo de la nuca y besarlo en la boca, pidiéndole que me cogiera por el culo;
--¡PAPI, CÓGEME POR ATRÁS, QUIERO SENTIRLO!.—
--¡MAMITA ME ENCANTA LA IDEA, COGERTE POR EL CULO SERÁ LO MEJOR QUE ME HAYA PASADO!.—Recordé mi posición y le pedí delicadeza, ya que "nunca lo había hecho así".
--NO TE PREOCUPES, NO TE HARÉ DAÑO.—
--¿YA LO HAS HECHO?.—Le pregunté.
--ESTEEE.—Titubeó en responderme.
--NO TE PREOCUPES, ES MEJOR SI NO LO HAS HECHO, ASÍ LOS DOS EXPERIMENTAREMOS POR PRIMERA VEZ.—
Me levanté para sacar la verga de mi panocha, abrí mis nalgas y con mis dedos coloqué su verga en mi ano, puse un poco de saliva, empujé poco a poco, por mis experiencias anales, no me dolía tanto, pero simulé que me dolía horrores.
Cuando al fin su verga estaba por completo en mi culo, subí y bajé mi trasero ensartado, él me tomó de las caderas para controlar mis movimientos, pues quería venirse. Para evitar su venida, me quedé quieta y lo besaba, luego volvía al meneo y su verga pistoneaba con gran facilidad mi culo hambriento de verga, puse su mano en mi raja, le indiqué como me masturbara y aprendió rápido. Su boca se posaba en mi espalda casi mordiéndome, sus manos apretaron más mi cadera y ya no soportó, llenó de leche mi recto, mis nalgas no dejaban de moverse, él trataba de detenerme, hasta que al fin logré venirme de nuevo. Su verga resbalaba en mi esfínter. Nos quedamos quietos besándonos como novios enamorados, pero sin sacar su verga de mi culo. Hasta que se bajó por completo.
Casi de inmediato nos arreglamos y salimos del cine, él manejó mi camioneta mientras yo lo abrazaba, en el camino le dije que nadie me había hecho sentir lo que él logró, noté su mirada de orgullo, creé que es el primero que me coge por el culo, y el primero que me da de beber semen, quizá un día le confiese todo, mientras que crea que soy su conquista, al fin y al cabo es el más interesado en que nada se sepa, pues le tiene pavor a mi esposo.
Yo Lo único que le pedí y le supliqué, discreción, pues mi marido según yo, es muy peligroso, así lo mantendré a raya, y nuestros encuentros serán cuando yo lo decida.
Llegamos al estacionamiento de un centro comercial que está por mi casa, se bajó y yo me retiré. Satisfecha de ser cogida y deseada. La sensación de hacerle pensar a alguien que soy primeriza en la infidelidad, me calienta perversamente.
© Marlen
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intruzox69 · 12 days
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Marlén
Capituló 15
Doble anal
Tengo mucho que contar de mis experiencias sexuales, y es que desde que todo esto de la infidelidad empezó, o sea hace unos tres años, he sido cogida muchas más veces que en 17 años de casada.
He mamado y he bebido semen de muchos hombres, mi culo y mi panocha han permitido la entrada a vergas de diferentes formas y tamaños.
Puedo decir que soy una adicta al semen, que es mi bebida favorita, de hecho el sabor del pan recién hecho, o los champiñones me traen ricos recuerdos del sabor a mecos, y cuando estoy sola, me gusta probar estos alimentos, e invoco deliciosos momentos con un buen macho y disfruto como una loca mental al grado de excitarme.
Es delicioso sentir en mi cara la venida de un macho, tener la verga en mi boca y mis manos en sus testículos para sentir como expulsa su semen.
Gozo con una verga eyaculando en mi garganta, sentir el líquido caliente en mi cara, en mis labios, en mi lengua, y mientras dispara la leche, exprimo hasta la última gota.
Pero no me gusta que el hombre que me esté dando su semen, no aguante mis mamadas después de venirse, y quiera quitarse.
Me considero adoradora de la verga, he tenido a mi disposición hasta siete vergas a mi alrededor, y me han bañado de leche las tetas, las nalgas, mi espalda, mi cara, y mis interiores ni se diga.
No me importa el tamaño o la forma, el único requisito que yo pido en un hombre, es que sea limpio, muy pulcro para hacerlo gozar de mi talento oral. Que dure mucho y sepa diferenciar de una buena mamada, a una mamada por compromiso.
Si es guapo o feo nunca me ha importado, solo que le guste gozar una mamada regia, una buena cogida y que me haga y me diga lo que se le ocurra en ese momento, sin llegar a la agresión, y sobre todo discreción, porque seré una puta con una verga adentro, pero soy toda una señora, una dama.
He experimentado el sexo con cuatro mujeres; la primera vez con la esposa de mi compadre, que por cierto perdimos amistad, la segunda con una compañera de trabajo, que dejé por celosa, la tercera una chica que conocí en una fiesta de disfraces, y la cuarta, amiga y amante de Tony, el dueño del video club.
Además de seis orgías, en la primera con ocho hombres, la segunda siete, la tercera y cuarta con cinco, la quinta con nueve y la sexta con cuatro. Y en la última me dieron doble sexo anal y vaginal. Pero el anal me vuelve loca a más no poder y me trastorno, deliro de placer sentir dos vergas en mi culo, es lo máximo, el mayor de los placeres que me ha sucedido.
Y es que desde aquella primera vez con Iván y Sandro, se ha vuelto un vicio, y cada vez que me veía con ellos no faltaba mi doble ración de verga por mi ano. De repente Sandro se fue de la ciudad, y extrañé la rica sensación de ese doble placer delicioso lleno de locura.
Hasta que una noche Iván estaba en mi cama, yo gozaba mamando su verga enorme, me esperaba una rica cogida con él. Entonces sin avisar llegó Oscar, que después de uno buen tiempo que se distanció de mí porque tenía mucho trabajo, no me asusté ni nada, pero ninguno sabía del otro.
Recibí a Oscar en la puerta, le dije que no podía verlo, se sorprendió pues sabía que mi marido no estaba.
--¿PORQUÉ NO PUEDO PASAR?,-- Me decía besando mi cuello.
--ES QUE TENGO QUE LEVANTARME TEMPRANO.—
--QUE EXCUSA TAN TONTA MARLEN, ¿NO SERÁ QUE OTRO ESTÁ CONTIGO?.—
--BUENO Y SI ASÍ FUERA, ES MI PROBLEMA Y YA.—
--SI MAMI, PERO SABES QUE A MÍ NO ME IMPORTA QUE COJAS CON OTRO, YA HEMOS ESTADO ASÍ, ¿O ACASO ES ALGUIEN QUE CONOZCO?.—No sabía que decir, pensé que ya era tanto tiempo en que los dos me cogían y no tenía caso esconderme de cada uno.
Me levantó y me llevó a la cama, Iván estaba acostado con su verga parada, los dos se sorprendieron al verse.
Oscar me acostó mientras empezaba a mamar mis tetas y sus dedos acariciaban mi vagina mojada. Iván parecía incómodo, no hacía nada, solo miraba, en eso Oscar le dijo que si no iba a participar, lo dejara solo, se iba a parar pero lo detuve y lo recosté para mamar su verga.
Le pedí a Oscar que se acostara al lado del otro. Ahí estaban los dos ricos ejemplares de verga para mí sola, las dos vergas más grandes y ricas que me habían cogido hasta ese entonces. Detrás de mí al fondo esta un espejo que dejaba ver mis nalgas mientras los mamaba alternadamente, luego me crucé entre ellos, para mamar a uno mientras el otro acariciaba mi trasero y mi raja.
Estaba mamando la verga de Oscar y me senté en ella dándole la espalda, la posición de los dos les permitía ver como mi panocha tragaba verga y mi culo pedía a gritos ser penetrado. Iván se paró sobre la cama para dejar su verga en mi cara, golosa mamé su verga y lamía sus huevos grandes.
A Iván le gustaba que lamiera su culo, y lo entendía ya que tener una lengua experta en el ano es increíble la sensación. Se agachó y me daba su verga por debajo de él, yo paseaba mi lengua desde su verga hasta su ano, mientras era cogida por mi otro macho.
Bajé a Iván para que lamiera mi raja mientras la gigante verga de Oscar me penetraba, estaba tan perdida en el placer que gritaba sin importarme nada.
Luego Oscar sacó la verga y le pidió a Iván que lamiera mi culo, éste lo hizo por un buen rato, entonces Oscar puso su verga en mi ano y poco a poco me penetraba, era más placer que dolor porque la lengua de Iván se encargaba de darme placer en mi clítoris.
Oscar puso mi espalda en su pecho y le dijo a Iván que me cogiera, éste frotó su palo en la entrada de mi vagina y la dejó ir sin compasión, mi mente estaba llena de nubes y estrellas, no había nada que me importara más que ser cogida por esos machos dueños de las vergas más deliciosas y grandes.
Iván desesperado mordía mis senos, luego sin sacarme sus vergas me voltearon quedando Iván debajo de mí y a mi espalda Oscar gozando mi culo.
Iván me besaba en la boca, me excita que lo hagan cuando el hombre me gusta físicamente. Luego Oscar me estiraba del pelo para besarme él, para ese momento ya sentía que su verga entraba y salía sin ningún problema.
Luego cambiaron de lugar, ahora Iván me daba por el culo y Oscar por delante. Después Oscar se paró en la orilla de la cama para que mamara su verga llena de mis jugos vaginales, Iván se sentó en mis nalgas para penetrarme a gusto, luego me volteó, puso mis piernas en sus hombros y me penetró por el culo mientras Oscar ponía sus huevos en mi cara y yo los lamía como loca.
Oscar se separó un poco para observar la faena, Iván me puso sobre él sin sacar su verga de mi culo, los movimientos de mi cintura hacían que mi clítoris frotara en su vientre duro, volteé ver a Oscar y me vino la idea loca de que también la metiera en mi culo. Se lo pedí, él se acercó;
--NO CREO QUE AGUANTES.—
--YA LO HE HECHO, SI AGUANTO.—
--¿AH SÍ?, ¿Y CON QUIENES?.—Iván respondió por mí.
--CONMIGO Y SANDRO MI AMIGO.—Yo no decía nada.
--¡VAYA SORPRESA CONTIGO MAMITA, ERES PERVERSA!.—
--¡SI PAPI, LO SOY, TU ME ENSEÑASTE A SERLO CÓGEME YA!.—
Antes de intentar meter su verga, tomó el lubricante y me untó generosamente en el ano sin sacar la verga de Iván, él se puso la suya.
Puso la cabeza en mi entrada ocupada por el palo de Iván. El dolor aumentaba conforme trataba de entrar, era imposible, parecía que me desgarraba, pero lo deseaba, el problema era que esta vez no era como con Sandro, en este caso las dos vergas eran enormes y gruesas.
Apenas entraba un pedazo de la tranca de Oscar y el dolor aparecía intensamente. Intentaron metiendo primero la de Oscar, pero la de Iván no podía entrar. Luego Oscar se acostó boca abajo, me la metió abriéndome las nalgas exageradamente, Iván me volvió a untar de lubricante, luego puso gel lubricante en su palote.
Pero igual no podían meterla los dos, apenas entraba y la sacaban porque se los pedía, pues me dolía horrores. Entonces desistieron y se alternaban para cogerme por mi culo, hasta que Iván se vino en mi recto, Oscar de inmediato metió su verga casi por completo haciéndome ver estrellas, me dolía tanto que por primera vez grité de dolor y no de placer, lograron estar las dos vergas adentro porque la de Iván ya no estaba tan parada y el tamaño se redujo. Iván no pudo evitar que su verga se saliera por la presión que hacía la verga dura de Oscar, y éste ya no pudo y aceleró sosteniéndose en mis nalgas y casi parado detrás de mí dejó escapar su leche que se mezclaba con la de Iván.
Dormimos profundamente, ahí estaba yo desnuda entre los dos mejores amantes que me han cogido.
No supe cuando se fueron, al día siguiente desperté sola, desnuda y adolorida del culo, recuerdo apenas caminaba y sentía una contracción de dolor en mi esfínter.
A la noche siguiente era sábado, como muchos fines de semana, estaba sola, Iván llamó a la casa diciéndome que se había puesto de acuerdo con Oscar para esa noche.
Llegaron juntos como a las once de la noche, yo ya estaba lista, porque dos horas antes de su llegada, me metí a la tina de baño para relajarme, dándome un buen lavado anal y ejercitando mi culo para tenerlo completamente relajado.
Los recibí de la manera más sexy, me puse vestido negro muy chiquito, entallado y casi trasparente, debajo un liguero negro, tanga de hilo dental y medias negras.
Al abrirles la puerta, Oscar me abrazó y besó agarrando mis nalgas, al mismo tiempo que me decía que me veía como una "PUTA DIVINA". Iván no se quiso quedar atrás y acariciaba mi trasero y besaba mi cuello. Los llevé de la mano a la sala, los senté y puse unas bebidas que disfrutamos platicando de cómo fue que nos convertimos en amantes.
Fue ahí donde les confesé a ellos dos de mi compadre, de Tony, y las aventuras con ellos. Oscar recordó las veces que me llevó con sus amigos, e Iván de cómo empezamos y como con su amigo Sandro me cogían, sin faltar la ocurrencia de su amigo de penetrarme por el culo si esperar a que Iván sacara su verga.
La conversación se ponía más caliente y empezaban a fajarme sin medida, lo que soltaba uno, lo tomaba el otro mientras yo masturbaba sus enormes toletes.
Me di gusto mamando verga y dejando que los dedos de ellos exploraran mis cavidades, no me importaba quién me hacía esto o aquello, sólo dejaba que me hicieran lo que quisieran mientras como loca mamaba verga y chupaba dos pares de huevos que imaginaba llenos de leche.
Oscar se levantó y se puso a acariciar mi trasero, tomó la tanga la estiró rompiéndola, y arrojándola a un lado. Mi trasero quedó libre en todo su esplendor, lo estrujaba y nalgueaba, las separaba como intentando separarlas, llenó mi recto de gel lubricante, metía un dedo, dos, tres, y trató de meter su mano completa, luego de un rato se acostó debajo de mí para mamar mi panocha que ya estaba inundada de jugos y estaba apunto de venirme.
Empezaba a venirme cuando se detuvo, se quitó y se colocó detrás para cogerme, mi panocha agradecía su intromisión, necesitaba sentir algo duro en mi vagina, arremetía con fuerza al mismo tiempo que abría mi culo. Luego sacó su verga de mi raja y sin avisar me la metió en el ano, escuchaba el chasquido que provocaba su verga en mi interior, de repente se salió para de inmediato pasar su lengua por mi ano abierto repitiendo la acción varias veces, yo no decía nada, no podía, solo gemía mamando verga de Iván.
Me levantó y me sentó sobre Iván, mi panocha recibió la verga de mi vecino, mientras Oscar me penetraba por detrás. La cogida anal fue exagerada, parecía que deseaba extender mis nalgas, abrir mi culo todo lo que pudiera. Pensé que había llegado el momento para ser penetrada doblemente, pero Oscar me dijo que teníamos más tiempo.
Nos pusimos de pié los tres, Oscar me levantó y me la metió colocando mis piernas en sus brazos, Iván lo ayudó con mi peso colocándose detrás de mí, perforando mi ano. Sus cuerpos chocaban deliciosamente en el mío. Sus vergas resbalaban en mis orificios y nuestros sudores se mezclaban.
Oscar dirigía la sesión, así que me bajó y me volteó, Iván hizo lo mismo, me levantó poniendo mis piernas en sus brazos, Oscar me penetraba analmente. El placer inundó mis entrañas dejando escapar un largo orgasmo que me hizo perder todos mis sentidos, estaba en la gloria y la causa eran dos grandes y jugosas vergas. Ellos aún no se venían y me hincaron, mi cara quedó ante dos fabulosas vergas llenas de mis jugos. Lamí, mamé, y puñeteé, a placer. Desde abajo miraba la cara de mis hombres llenas de lujuria, me sentía afortunada de gozar semejantes vergas.
Mi fijación oral los llevó al clímax, primero recibí la leche de Iván, el sabor de su semen es sensacional, bebí mecos hasta la última gota, la que caía en mis tetas la recogía para tragarla. Casi de inmediato Oscar dejó escapar su leche, me pescó un poco desprevenida y el chorro de leche cayó en mi cara, rápido dirigí su verga a mi boca y un chorro llegó a mi garganta ahogándome, toqué sus huevos para sentir el paso del líquido caliente, tenía mis ojos cerrados porque un buen de semen obstruía mi visión.
Oscar se dio cuenta y con sus dedos me lo quitó y me lo dio para tragarlo, golosa limpié sus dedos de semen. Me levantó y me llevaron a la sala mientras agarraban mi trasero.
Volvimos la charla caliente, me preguntaron quien era el papá de mi bebé, pero no quise revelar su nombre, les dije que ni yo sabía. Me parecía increíble que no se dieran cuenta que el niño es igual a uno de ellos. Pero en fin, los dejé con la duda.
Seguimos bebiendo y platicando alegremente. De nuevo las caricias y la calentura aumentaba, me llevaron a la recámara.
Me empinaron en la alfombra y los dos jugaban con mis nalgas, las embarraron de gel lubricante, Oscar empezó a meter sus dedos y luego logró meter su mano completa con la ayuda de Iván, parecía que ya se habían puesto de acuerdo previamente. Luego Iván hizo lo mismo, parecían alumno y maestro, en esta ocasión, mi vecino lograba meter su mano sin tanto esfuerzo, pues mi culo ya estaba relajado y su mano es más delgada.
La sensación de sentir una mano en mi ano era placentera y perversa, la sacaban solo para meterla igual por mi vagina. Me di cuenta que Oscar sacaba y un plumón que estaba en el cajón del buró, y escribió en mis nalgas, Iván reía por lo que leía, diciendo que en mis nalgas cabía la palabra "re-puta", yo dejé que Oscar pusiera lo que quisiera, no era la primera vez que lo hacía, luego me di cuenta del mensaje, decía; "SOY PUTA Y QUÉ?", luego tomó unas fotos a mi trasero y su mensaje, el escrito me duró por unos días.
Después del juego manual en mi trasero, Oscar se puso detrás de mí, se sostuvo de mis caderas y me penetraba por el ano mientras yo mamaba la verga del otro, luego Iván era quién me cogía y a Oscar le mamaba, cuando uno se quitaba, el otro ocupaba su lugar.
Creo que se cansaron porque me llevaron a la cama, Iván se acostó boca arriba con su verga apuntando al techo, le metí en mi vagina por un buen rato como si tratara de triturarla, Oscar le pidió que me la metiera por el culo, éste de inmediato la sacó, acomodé mis nalgas y puse su verga en mi ano, Iván me la dejó ir como queriendo lastimarme. Oscar se untó mucho gel y empezó el intento por penetrar mi agujero que ya estaba ocupado.
Primero su cabeza, el dolor no se hizo esperar, pero Oscar hizo algo increíble, no le importó que Iván tuviera su verga en mi culo, y lamió mi ano dándome una sensación deliciosa, su lengua transformaba el dolor en placer, volvía a intentar y cuando el dolor de nuevo aparecía, hacía lo mismo, y en cada intento lograba penetrarme más.
Esta ocasión sería más fácil, pues sus manos ya habían hecho un buen trabajo de relajación abriéndoles el camino a sus palos., Si cupo la mano, podían entrar dos gruesas vergas, la entrada ya no era lo difícil, sino lo largo de las vergas.
Yo estaba loca de placer, y deseaba ser penetrada por los dos. En una de esas su verga entró más de la mitad, y me dolió más cuando intentó sacarla, y no le quedó otra que meterla más, pero también dolía, sentía que me partían en dos, pero estaba dispuesta a experimentar con dos vergas enormes.
Cuando logró meterla por completo, Iván estaba a punto de venirse, le supliqué que no lo hiciera, hizo un esfuerzo supremo y logró contenerse.
Por un momento nos quedamos quietos, mi culo ya no sentía dolor, lo sentía anestesiado, y eso permitió que hicieran el trabajo de cogerme, cuando entraba uno, salía el otro, y cuando los dos coincidían adentro, me sentía llena de verga, empecé a moverme como loca, ya no había dolor, mi culo fácilmente recibía el doble grosor de verga.
Trataba de ver en el espejo mi ano tragando verga, pero no pude, pero verme entre dos hombres sabiéndome cogida de esa manera me enloqueció más, haciéndome mover y gritar sin control. Iván no resistió más y sus gemidos aumentaron, me pedía que no me moviera pero yo no hacía caso, estaba gozando la cogida.
Sus ojos se pusieron en blanco y sentí en mi recto algo caliente, era su leche que hacía más fácil la penetración, Oscar le siguió y empezó a meter con fuerza hasta que eyaculó en compañía del otro, y yo sin dejar de moverme, alcancé un orgasmo que me desmayaba, creo que mis gritos los escuchaban los vecinos, pero en esos momentos no me importaba nada, era la puta más feliz.
Los gritos cesaron, solo sentía la respiración de mis hombres, uno en mi nuca, el otro en mi cara. Mi vagina palpitando por la reciente venida, y mi culo desfondado, abierto como nunca.
Ellos se quedaron completamente dormidos, yo no dormía del gusto por lo que había pasado. Recuerdo que perversamente me empiné en la orilla de la cama para ver mi trasero en el espejo, me parecía increíble, un hoyo tan enorme que pensé que así se quedaría, y me di cuenta el porqué de la risa de Iván por lo que el otro escribía.
Sentía las caderas adoloridas y quise dormir empinada, pero luego me puse entre mis dos amantes y profundamente me dormí, y estoy segura que en mi cara había se quedó una sonrisa plena de satisfacción.
Desperté al mediodía, y eso fue porque el teléfono sonaba insistentemente, mis amantes ya no estaban, me levanté difícilmente, entre mis nalgas tenía un dolor tan placentero que casi me llevaba al orgasmo, contesté el teléfono, era la esposa de Oscar, mi cuñada que me invitaba a una reunión en familia, mis hijos ya estaban ahí, le dije que agradecía la invitación, pero que me dolía la cabeza, pero no era la cabeza, era el culo que no dejaba de dolerme, y morbosamente quería estar sola para disfrutar ese dolor que me gustaba.
Una semana estuve así, las piernas me dolían horrores, y procuré no salir de casa, estaba deshecha, argumenté que me había caído, ya que mi mal caminar era notorio y no soportaba mi mismo peso, el siguiente fin de semana, mis dos amantes volvieron a visitarme, y repetimos la experiencia, después de esa vez, mi cuerpo ya o me dolía tanto, al perecer me acostumbré a la doble ración de verga.
Sólo tres veces lo hicimos así, pues ocurrió una tragedia; Iván murió en una riña, estaba en el lugar y a la hora equivocada, pues solo pasaba cuando unos pandilleros que lo conocían peleaban con un desconocido, Iván quiso persuadirlos para que lo dejaran en paz, pero un cobarde imbécil, sin medir las consecuencias llegó por detrás de él y pasó un filoso cuchillo por su garganta.
Todos huyeron, el desconocido tampoco hizo algo por él, cuando llegó la ambulancia, ya era muy tarde. Iván murió de manera estúpida, no nos explicamos porqué si lo conocían lo atacaron, quizá fueron los solventes que los hizo perder la realidad.
Yo supe de la tragedia porque Oscar me llamó y me dijo, tomé a mi bebé y acompañé a su mamá por unos momentos, y le dije algo al oído, algo que la dejó atónita y me besó agradecida. Juró guardar el secreto aunque ahora mi marido ya sabe que el padre de mi bebé era Iván, y no le importa nada, pues quiere que regrese con él. Por lo pronto la mamá de Iván dejó de hablarle a mi suegra y me da la mano con mi bebé, pues sabe que es su nieto.
Volviendo a mi relato, recomiendo a las chicas que me lean, lo intenten, y me contaran, ya que quisiera conocer a una chica que lo haya experimentado, créanme, es delicioso y trastorna los sentidos. Es lo máximo.
© Marlen
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intruzox69 · 17 days
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Marlén
Capítulo 14
COGIDA, O VIOLADA?
No puedo evitar sentirme excitada cuando en la calle me miran los hombres, sé que me desean, y es que por lo general visto ropa entallada, vestidos y faldas muy cortitos.
Ahora vivo en otra ciudad, cerca de Monterrey, casi no conozco a mis nuevos vecinos, pero mi hijo que ya tiene 18 años, trae a casa a su compañero de la preparatoria, que cuando me ve, se le van los ojos.
Igual mi hijo me mira, y me da miedo que me vea como mujer y no como su madre. Tal vez sea por la mi ausencia en todo este tiempo, que aunque no los abandoné, mi suegra me alejó de ellos, de eso hace ya casi 4 años, y ahora, estamos de nuevo como una familia.
En estos días, en que al parecer tienen exámenes, los muchachos se la pasan en casa, yo acudo a la primaria de mi hija, donde su maestro me devora con los ojos.
Fue este día del amor y la amistad, un día como este, recuerdo la ocasión en que Oscar llegó a la casa y me hizo a su manera, desde ese día mi voracidad sexual, empezó y me hizo ser como ahora soy.
Sabía que esa noche mi esposo llegaría a casa para ya no irse, era la fecha límite que nos fijamos para "yo pensar", y aceptar en definitiva volver con él.
Así que con él ya en casa, ya no habrá tantas aventuras sexuales, y yo trataré de poner de mi parte para tener un matrimonio "normal".
Como me he sentido asfixiada en casa, decidí salir de compras, dejando a los chicos haciendo su tarea.
Mientras esperaba que cambiara la luz del semáforo, observé el transporte del metro, que como es elevado vi que iba repleto, también miré los camiones de transporte y los vi igual.
Una idea pasó por mi cabeza; dejar mi camioneta en un estacionamiento y subirme a uno de esos transportes, quería sentir manos extrañas en mi cuerpo.
Traía una falda de mezclilla ajustada, tanga de hilo dental gris, y una blusa de tirantes color rosa pálido, aunque traía sostén, me lo quité en la camioneta, y como empezaba a refrescar, andaba como dicen; "con las luces altas", o sea que mis pezones se notaban duros.
De pronto me vi subiendo un camión no tan lleno, iba gente aburrida del trabajo, jóvenes estudiantes, algunos medio dormidos.
No había asientos desocupados, ni caballeros que lo cedieran, caminé entre la gente hasta atrás, sentía roces de cuerpos y manos en mis nalgas, cuando ya no pude avanzar más, quedé entre unos muchachos estudiantes que se miraban entre ellos.
Pude sostenerme del tubo superior, sabía que esta posición levantaría mi falda. Quedé frente a una muchacha al parecer secretaria, mi vagina quedó en su hombro, y no hacía por quitarme, unas manos no muy grandes se posaron en mis nalgas sin moverlas de ahí.
Luego un hombre más maduro se colocó detrás de mí, quitó la mano del muchacho y éste no solo las posó, sino que acariciaba debajo de mi falda.
La muchacha se levantó y pidió la parada, en el lugar se puso el muchacho que había puesto sus manos en mi trasero.
Sin perder tiempo, pasó su mano bajo mi falda, y sobre mi tanga usó sus dedos para frotar mi raja, yo abrí disimuladamente mis piernas, el hombre que estaba detrás de mí había puesto el hilo de mi tanga a un lado para acariciar mi ano, ellos ya sabían que no haría escándalo, así que sin miedo, siguieron fajándome.
No supe cuanto tiempo, pero de pronto el camión se empezó a vaciar, y los tuve que dejar para no llamar la atención. Me sentía caliente y ellos me observaban, como no se llenaba de nuevo el camión, me bajé cerca de una estación del metro elevado. Creí que me seguirían, los dos, pero solo lo hizo el hombre maduro.
Gente bajaba y otra subía, sabía que los que iban detrás de mí, trataban de ver más de lo debido bajo mi falda, yo gustosa trataba de enseñar más.
Ya en la estación esperando el metro, la gente me miraba, y es que bajaba la temperatura, mi cuerpo temblaba de frío, pero no quería regresar todavía.
Subí al vagón entre la gente, el hombre que me seguía lo perdí de vista, un joven me cedió el asiento, al sentarme mi falda descubría mis muslos, frotaba mis brazos para calentarme un poco del frío, no estaba dispuesta a irme "en blanco" del metro, así que me levanté y avancé entre la gente, me acerqué a la puerta, el joven que me había cedido el asiento estaba detrás de mí, sin tocarme.
Era guapo, alto pelo crespo, su pantalón aunque holgado, se le notaba un buen bulto entre sus piernas.
Para animarlo a hacer algo, me descaré y le miré a sus partes, sabiendo que me observaba pasé mi lengua por mis labios como saboreando su rica tranca.
Sin pensarlo se pegó detrás de mí, su verga llegaba más arriba de mis nalgas, hice mi cabeza hacia atrás casi rozando mi cuello con su cara, me tomó de l cintura estirando el puente de mi tanga hacia arriba, sentía que la parte de enfrente entraba a mi raja, como su pene estaba detrás de mí, moví mis nalgas agradecida por la sensación. No sé si la demás gente se daba cuenta y si es así, se hacían tontos.
Bajé mi mano para tocar su verga sobre el pantalón, le tenía bien dura y gruesa, no sabía que seguía, pero si estaba segura que no me iba a coger en el vagón.
Repentinamente se detuvo, dejó de tocarme y se alejó, observé que una chica se acercaba, él le sonrió y se besaron, al parecer su novia. Me quedé caliente, pues de los demás hombres nadie se atrevía a nada, solo miraban.
Decidí bajar del metro. Pensé en tomar un taxi para ir al estacionamiento donde estaba mi camioneta. Pero me bajé en una estación muy oscura, pasaban otros camiones pero pensaba que ya era tarde y mi esposo pasaría por mí a las diez de la noche para llevarme a bailar por ser día del amor.
Esperaba un taxi, miré a dos hombres que llegaron a la esquina donde yo estaba, hablaron entre ellos y se regresaron, me quedé más tranquila al verlos alejarse.
Aunque los camiones pasaban, no los tomaba porque ni siquiera sabía para donde iban, me desesperaba porque los taxis que pasaban iban ocupados, tal ves por ser 14 de febrero.
Ya empezaba a temblar más por el frío, cuando de repente sentí que me estiraban la cabeza hacia atrás.
Un brazo fuerte hacía que me pegara al extraño arrastrándome como diez metros. Yo no grité ni nada, pero estaba asustada, y me decía lo tonta que había sido por estar ahí en esos momentos, pues me lo había buscado.
Al llegar a la puerta de una casa que parecía abandonada, otro hombre que esperaba le ayudó, para meterme, pude ver que eran las mismas personas que había visto en la esquina.
Al entrar estabamos como en un pasillo, yo trataba de soltarme, y no por miedo a ser violada, sino que el hombre me tapaba la boca y la nariz impidiéndome respirar, por eso pataleaba.
Cuando logré quitar su mano de mi cara, lo primero que hice fue tomar una bocanada de aire, pensaron que iba a gritar y de nuevo me taparon, pero esa vez solo la boca.
Uno de ellos atravesó una cadena oxidada, pasó un candado y lo cerró, el otro esperaba tapándome la boca.
El que cerró me tomó de las piernas y me cargaron entre los dos, yo quería que se dieran cuenta que no me iba a resistir, pero imagino que estaban nerviosos.
Me metieron a la casa, que como le dije, parecía abandonada, pero vi botes de pintura, mosaicos, cemento, etc., al perecer la usan como bodega.
Pasamos una pieza, luego otra y al final había un colchón, una especie de cama pero en el suelo, me tiraron en el colchón y el más joven se puso sobre mi cara para taparme la boca y con sus rodillas sostener mis brazos, yo forcejeaba porque me dolía la presión que hacía en mis brazos, no se daban cuenta que de mi cintura para abajo, nada les impedía hacer algo.
El más maduro metió sus manos bajo mi falda y estiró mi tanga, ésta quedó en mis rodillas, luego levantó la falda y empezó a acariciar mis piernas. La sensación de ser violada, me estaba calentando, nunca me habían violado, me estaba gustando.
Abrí mis piernas para mostrarles mi vagina, el hombre metió sus dedos sin cuidado, se dio cuenta que estaba mojada y le dijo al otro;
--¡MIRA NOMÁS, LA PUTA ESTA CALIENTE, ESTA CHORREANDO DE LO CACHONDA QUE ESTÁ, ¿ESTO QUERÍAS VERDAD?, VERGA, PUES LA TENDRÁS MAMITA!.—
El otro al escucharlo dejó de presionarme los brazos, levantó mi blusa dejando al descubierto mis senos, como loco los apretó y besaba bruscamente, los chupaba como succionándolos.
Mi falda quedó en mi cintura, el hombre que jugaba con mi panocha, levantó mis piernas y quitó mi tanga de ellas, al tenerla las olía como desquiciado, me miró con una lujuria que nunca había visto en un hombre, puso su cara en mi panocha y empezó a lamerme deliciosamente, me sentía extraña, mi raja de verdad chorreaba de lo caliente que estaba, ese hombre tragaba mis jugos abundantes y el otro no dejaba de mamar y morder mis tetas.
Cuando el que mamaba mi raja se arrodilló frente a mi raja, sacó su verga, gorda y cabezona, al fin hablé, pero era para suplicarle que se pusiera condón, pensé que si no traían yo se los proporcionaba, pues siempre cargo en mi bolso al menos un paquete, pero los cabrones estaban preparados, se colocó el condón y sin perder tiempo me la metió con tanta fuerza que me empujaba fuera del colchón, yo miraba estrellas del placer de ser penetrada.
El otro se paró y se bajó los pantalones, desde abajo miraba su verga bien parada y curva, se bajó y puso su palo en mi cara, sus huevos quedaron en mi boca y empecé a lamer, mi lengua le provocaban una gran excitación a sus testículos.
Cuando colocaba su verga en mi boca, trataba de hundirla toda, ahogándome y provocándome un lagrimeo, tosía porque la dejaba mucho tiempo en mi garganta. No podía con la cogida que me daba el otro, saborear bien la verga del joven.
Pensé que el maduro iba a tardar en venirse, pero se vino rápido. Su venida demostraba sus ganas de tener sexo, pensé que en su vida se habían cogido a una mujer como yo de caliente, y con buen cuerpo. No sé porqué creo que sus esposas si la tienen, son unas fodongas.
Cuando el otro vio que terminaba su amigo, se quitó de mi boca y con prisa se colocó en mi raja, igual se puso un condón y arremetió con fuerza. El otro descansaba observando, luego se hincó frente a mí, para que le mamara, atenta lo hice y saboreé su semen.
Su verga no tardó en ponerse firme, sus huevos más grandes que el del otro colgaban en mi cara, usé mi técnica oral para ponerlo a mil, mientras disfrutaba mi mamada, una de sus manos jugaban con mis pechos.
El más joven parecía desesperado, se quitó y me volteó, yo me empiné sin presiones, cuando vio mis nalgas se emocionó más.
--¡MIRA QUE CULO CARNAL, ESTE ES CULO NO CHINGADERAS!, ¡ESTE CULO VA A SER MIO AUNQUE NO LE GUSTE A ESTA PINCHE VIEJA!.—El pendejo no se daba cuenta que era lo que quería.
Pero cambió de opinión, y la metió en mi raja, el otro se volvió a poner frente a mí y estiraba su verga hacia su ombligo para que le lamiera los huevos, le estaba gustando, y a qué hombre no le gusta que una lengua experta pase por sus huevos, lamiendo y mordiendo delicadamente.
El imbécil que me cogía, no supo controlarse, creo que al tener la visión de mi trasero y su verga en mi raja, se vino de inmediato. Su venida fue violenta, apretaba mis nalgas y caderas, quedando recostado en mi espalda.
Cuando se quitó, el maduro estiraba sus manos para alcanzar mis nalgas, parecía que me atravesaba por dentro porque su verga llegaba hasta mi garganta y sus dedos queriendo entrar en mi vagina y culo.
Notó que movía mis nalgas y sin pensarlo se colocó detrás de mí, pero ya no traía condones, así que de mi pequeña bolsa saqué un paquete, sabía que a ellos les iba a dar igual si traía o no, pero por suerte y precaución, no salgo sin ellos.
Cuando ya lo tenía puesto, me empiné más, abrí mis nalgas demasiado, miré sus ojos queriendo salir de sus cuencas, puso saliva en mi ano y su verga parada y me la metía, con mi mano detenía su pierna dándole a entender que me penetrara despacio. Eso solo para amoldar su pene en mi entrada anal.
Mi mano por debajo de mí, sentía la cantidad de verga que entraba en mi culo, cuando imaginé que estaba la mitad, le pedí que se detuviera, puse su mano en mi pelo para que lo estirara;
--¡AHORA SI PAPI, CON FUERZA, MÉTEMELA!.—El tirón de mi pelo y la penetrada violenta me hicieron calentarme demasiado, pasó su mano por debajo de mí para masturbarme, ese hombre sabía lo que hacía.
Mis nalgas temblaban al chocar con su vientre, y le dijo al otro;
--¡MIRA GUEY, ASI SE COGE POR EL CULO!.—El otro se acercó y tocaba mis nalgas penetradas, pasaba sus manos por mi espalda y al llegar a mis tetas rebotando, las exprimía como si me ordeñara.
El que me cogía me tomó de la cintura y nos volteamos, quedó debajo de mí, mi vagina expuesta para el otro, como su verga aún no se reponía, se le ocurrió mamarme la raja, luego se paró enfrente de mí y empecé a hacer mi trabajo oral, casi de inmediato se volvió a poner dura, y se colocó en mi vagina.
Era un emparedado sexual delicioso, el hecho de estar con esos albañiles desconocidos me excitaba y lograba ser la puta que me gusta ser.
El más joven quería cogerme por el culo y se lo hizo saber al otro, éste se detuvo y me quitó para que me pusiera frente a él, quedando mi ano a la disposición del más joven.
El que estaba abajo sostuve su verga apuntando al cielo, yo me senté en ella, mis tetas quedaban en su cara y empezaron a rebotar, mientras trataba de capearlas con su boca, chupaba y lamía con fuerza que no me di cuenta del dolor y placer que me provocaban, hasta dejarme unos chupetones que debía ocultar después.
El más joven metía su verga en mi culo, su verga un poco más chica, fácil entraba y salía. Empecé a mover mi cintura como licuadora, el de abajo apretaba mis caderas y nalgas, el otro se sostenía de mis senos.
Mis movimientos circulares estaban apunto de provocarme un orgasmo, entonces el hombre maduro mordió mi seno derecho, yo grité de dolor y placer, se estaba viniendo, se retiró de mi pecho para disfrutar su venida sus ojos en blanco demostraban lo que gozaba.
Cuando el que estaba detrás de mí dijo que se venía, yo aceleré mis caderas exprimiendo la leche de la que me cogía por la panocha, trataba de triturar con mi culo la verga del intruso y ya no pude más, empecé a venirme como loca entre dos extraños, mientras sentía la agitación del más joven en mi nuca, que se estaba vaciando en mis intestinos.
A pesar del fresco del tiempo, los tres sudábamos a mares, nos quedamos así, pegados los tres.
Cuando él desenfrene terminó, ellos se miraban uno al otro, yo tomé mi blusa y me la puse, acomodé mi falda y busqué mi tanga, como no la encontré, me levanté y me dispuse a salir, el más joven me acompañó para abrir la puerta. Se asomó primero él, y me detuvo en la puerta;
--¡OYE MAMITA!,¿CUANDO VINES OTRA VEZ?.— Yo ya estaba satisfecha y llena de leche, y sin remordimientos respondí;
--YA TUVIERON LO QUE QUISIERON ¿NO?, SI PERMITÍ QUE LO HICIERAN FUE PARA QUE NO ME DAÑARAN, SI LOS VUELVO A VER, LOS DENUNCIO.—
Apresurada caminé sin nada bajo mi falda, y entré a una especie de oficina, eso no se lo hubiera dicho al otro hombre, pero aproveché que era el más tímido. Quería sentirme violada, y no cogida con consentimiento.
Desde donde estaba una señorita, me hizo el favor de pedir un taxi, después de que le conté que me habían violado. Asustada quiso llamar a la policía, pero le dije que ya de nada servía, y que no quería problemas con mi esposo.
En taxi me dirigí al estacionamiento que estaba a punto de cerrar. Tomé el celular de la guantera, llamé a mi esposo para decirle que cancelara la salida, pero no lo convencí, sin perder tiempo me dirigí a la casa a darme un buen baño.
Mientras me arreglaba para salir, pensé; "Otra historia que relatar, ahora, fui VIOLADA, Y ME GUSTÓ". ¿QUÉ TITULO LE PONDRÉ?, ¡AH YA SÉ!; "¿COGIDA O VIOLADA?.
Esa noche en compañía de mi marido en un restaurante, sentí mi panocha y mi culo palpitando, como si esas vergas de albañiles siguieran dentro de mí. Y esa noche, era la primera después de casi seis meses separados, así que esa noche tuve que complacerlo en la cama aunque estaba toda adolorida por la rica violación que me dieron. La cogida estuvo deliciosa, añoraba tener a su esposa ardiente en la cama, pues según él, ya extrañaba mis nalgas.
© Marlen
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intruzox69 · 3 months
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Marlén
Capítulo 13
Dos negros, una puta
Mi marido me convenció para que volviera con él, me dijo que no le importaba lo que haya hecho ni con quién.
Sé que no me ama porque está dispuesto a no reclamar mi pasado, ni que vea a otro hombre, ya que dice que me desea más que antes, y lo sé, pues en el lapso de nuestra separación, tuvimos encuentros sexuales, como si fuéramos amantes en celo, y no marido y mujer.
Pienso que siempre quiso verme o saber que me cogía otro, y aunque se hizo el digno, ahora me quiere de regreso y tenerme a su disposición.
Por eso creo que ya no escribiré relatos tan seguido, y aunque me dice que puedo estar con otro, tengo que tener cuidado, no vaya a ser que me dé otra tunda como cuando me mandó al hospital, por puta.
Y como me alejaré un poco de todo esto, no quiero dejar de relatar mi encuentro con dos ejemplares de hombre, de color; mi ex novio Zach, y su primo.
Como saben mi relación con Zach, fue circunstancial, era jefe de la empresa donde trabajaba, me lo presentaron y una noche me comentó que le gustaría conocer a una mujer dispuesta a soportar el grosor y longitud de su verga en el culo, le dije que y podía lograrlo y se lo demostré.
Aún con mi experiencia, me enamoré de él, pues al principio todo fue muy lindo, hasta viví en su casa. Me presentaba como su futura esposa, y en el trabajo me envidiaban las demás compañeras.
Fui muy ilusa pensar que sería algo más que una amante, y creo que mi cachondez arruinó todo.
Estoy segura que quiso probarme y me puso la tentación de su primo, ya que éste llegó a Monterrey y le pidió cabida en su casa, o sea en la que yo vivía, y muchas veces me dejó sola con él, nunca pasó nada, hasta que una noche en que Zach y yo hacíamos el amor, me preguntó que si me gustaba su primo, yo solo respondía que era guapo, pero no para acostarme con él, y no lo haría porque lo amaba a él.
Pienso que quiso saber hasta dónde podía serle fiel, pues me dijo que tendría sexo con su primo si él me lo pidiera. Por mi naturaleza respondí que si él lo deseaba, lo haría.
Inmediatamente le llamó y éste entró a la recámara, algo le dijo en inglés y se desnudó. Al ver su verga ya parada, me dio un vuelco el estómago, similar a la de Zach, pero curva hacia abajo. Parecía un caballo parado en sus patas traseras.
Se paró en la orilla de la cama, yo quedé boca abajo lista para mamar su palo jugoso, Zach se acercó a mis nalgas lamiendo mi culo, su primo se estiraba para hacer lo mismo, luego Zach se paró a un lado del otro, tenía dos grandes vergas de color frente a mí, algo se decían en inglés, solo alcanzaba a entender, "bitch, fucking, ass," en fin, pero no las frases largas, parecían divertidos con mis mamadas.
Zach se colocó un condón que lo apretaba demasiado, se acercó a mí para besarme en la boca mientras me acostaba boca arriba, ponía mis piernas en sus hombros y colocaba su pene en mi vagina diciéndome;
--MARLEN, NO CABE DUDA QUE TE ENCANTA LA VERGA, Y SI COGES CON EL PRIMO, ES PORQUE TE GUSTA.—
--¡SI PAPI, ME GUSTA PERO QUIERO COMPLACERTE!.—
--NO IMPORTA, QUIERO QUE COJAS COMO SABES, SÁCANOS LA LECHE QUE TRAEMOS PARA TI.—
Mientras Zach me cogía, el otro se acercó a mi cara para que lamiera sus huevotes negros, desde ahí veía su vergota que me llegaba hasta mi ombligo, no supe cuál de las dos era más grande.
Mientras mamaba y era cogida, temía que fuera una trampa, pero enamorada me decía que estaba haciendo eso por amor, para demostrarle a Zach, hasta dónde era capaz por él. Pero había sido trampa de mi pareja, tal vez como ya me había tenido, no quería ningún compromiso.
Zach me levantó y me sostuvo son sus brazos, no dejaba de metérmela, el otro se acercó y lentamente la fue metiendo en mi ano. Me dolía sí, pero mi culo acostumbrado a buenas vergas le permitió la entrada.
Mis tetas rebotaban en la cara de mi entonces novio, me cogían en un ritmo sabroso, primero entraba uno luego el otro, escandalosamente gritaba, nada me importaba ni siquiera recordaba si el otro se había puesto condón, casi de inmediato me vine a chorros, mientras disfrutaba mi orgasmo, sentía en mi culo una rica sensación, y mi panocha se alocó más moviéndose automáticamente. De esa manera cualquier hombre se viene, pero estos dos aguantaban mucho.
Ya pasado el placer de mi venida, me bajaron y al tocar la verga del primo de mi novio, agradecí verle el condón puesto.
Cambiaron de posición pero ahora en la cama, me senté sobre el primo mientras Zach cogía mi trasero. Hacía calor y nuestros cuerpos sudaban a mares.
Zach se quitó y me quitó para voltearme, ahora le daba las nalgas a su primo mientras él me daba por mi vagina.
Luego levantó mis piernas para colocar su verga en mi culo, sosteniéndome el primo en su pecho, la sacaba y el otro ocupaba su lugar.
En una de esas mi novio aprovechó para lamer mi vagina mientras la otra verga negra y deliciosa entraba y salía por mi ano. Era la locura estar entre dos magníficos ejemplares de color, buenos amantes y aguantadores.
Recuerdo que en esa posición, quería reafirmar mis sentimientos con Zach, y le decía "TE AMO, TE AMO", y él solo me veía y sonreía cínicamente, no me contestaba como antes, y me dolió que no lo hiciera, pensé que le había fallado y que lo que creí que había entre los dos, se terminaba.
Mientras gozaba pensaba que era una tonta creer que Zach me amaba, si en primer lugar, yo fui l ofrecida y le demostré mi gusto por el sexo, además con tres hijos, él podía casarse con otra mejor que yo, a lo mejor nada de lo que me dijo que sentía existió, y ni modo.
Seguimos gozando del sexo, yo en esos momentos veía a Zach como diciéndole que lo hacía porque lo amaba, tenía la leve esperanza de que nuestra relación "seria", no terminara, pero muy dentro de mí, era que me encantaba ser culeada por dos o más.
Ellos dos se hablaban en inglés, yo poco entendía pero reían mucho. Zach me quitó y me empinó en la alfombra, abrió mis nalgas y empezó a cogerme analmente sosteniéndose de mis caderas, él sabe que así entra su verga por completo y me hace ver estrellas, luego se quitó para cederle el lugar a su primo, éste igual me penetraba hasta el fondo. Y de nuevo Zach me cogía, luego el otro, cuando se cambiaban chocaban sus manos como relevos australianos.
Mi culo ya lo sentía anestesiado, su primo me cogía con tanta fuerza que casi me tumbaba, aceleró sus metidas, se quitó el condón para echarme su semen en mi ano que se contraía al sentir el líquido caliente, un chorro más cayó en mi espalda, luego se quitó y Zach siguió ocupando mi culo con su verga, su primo se puso frente a mí para que limpiara con mi boca lo que quedaba de su semen, gustosa lo hice mientras mi novio seguía con la faena.
Era un gusto tremendo sentir semejante verga entrando y saliendo de mis nalgas, que sin tocar mi clítoris empecé a venirme de nuevo, y otra vez mis gritos y gemidos se dejaron escuchar, Zach apretó mis nalgas y gimió como toro para expulsar su leche en mi recto, me agaché para tocar sus huevos y sentir el paso de su leche, mientras mi trasero bailaba con su palo ensartado.
Después de la venida, se puso también frente a mí, se quitó el condón y vació su semen en mi cara y mi boca, yo tragaba como sedienta.
Se sentaron en la orilla de la cama, yo quedé abrazada de las rodillas de mi novio, su primo se levantó y se fue. Le pedí a Zach que se bañara conmigo, y se negó, éste fue su primer desplante hacia mí, me sentí un poco mal pero seguí aferrada a él, no quería ver que nunca me amó y que lo nuestro era solo sexo, y a veces ni eso porque le pedía a su primo que me acompañara, y a mi me decía que si él quería cogerme se lo permitiera y lo hacía con su primo. Y varias veces más me cogían los dos, pero ya notaba que me rehuía. Pero no se atrevía a decirme que ya no me amaba, si es que había sentido amor por mí.
Creo que me invitó al rancho que tenía por puro compromiso, ya que me dejó sola asegurándome que regresaba pero tres días estuve aislada, hasta que se supo que estaba sola en el rancho y envió por mí.
Pocos días después, le pedí que me hablara con la verdad, se animó y me dijo que el no se casaría con alguien que fácil se entregaba al sexo, y que esperaba que rechazara su petición, yo presentía algo de eso, pero le agradecí su sinceridad.
Terminamos bien y como amigos, y aunque nos hemos visto, nunca hemos vuelto a tener intimidad. Hace poco nos encontramos, iba con una mujer rubia muy alta y hermosa, me la presentó y yo la saludé amablemente. Ella lo abrazaba feliz y orgullosa, como yo lo hacía cuando estaba en su lugar.
Este hombre me hizo sentir en verdad mujer, y que puedo sentir amor aún siendo la más puta, por él hubiera hecho todo, hasta dejar de tener sexo con otros, pero lo que me pidió fue lo contrario, y yo caí en la trampa.
Pero no le tengo rencor, al contrario, éste hombre, me satisfizo sexualmente, como pocos, y además su perro me dio unas de las mejores cogidas de mi vida.
Creo que estoy enferma y necesito un psicólogo, pero no le hago daño a nadie con mi actitud, mis hijos están fuera de esto. Y mi marido me ha demostrado que le gusta ser un cornudo.
Ya que si regresa mi esposo, aunque diga que me permite estar con otros, andaré con cautela.
©Marlen
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Marlén
Capítulo 12
Enculada por un negro
Mi gusto por el sexo me impulsado a hacer cosas tal vez inapropiadas, pero en el momento que las realizo estoy cachonda y mi mente como la de los demás en estos transes, está en blanco, sin medir las consecuencias.
Esto lo comento porque me atreví a hacer algo inconfesable, y no lo relataré no porque me arrepienta, no es eso, para nada me arrepiento, pero no quiero parecer depravada, solo quiero que me conozcan como una mujer ardiente y deseosa de tener sexo.
Otras cosas si se las relataré como esto:
Como ya les había dicho, me separé de mi marido, y estamos en trámites de divorcio, aunque ahora él no quiere divorciarse pues me busca cuando unas copas de más le dan valor para hacerlo y pedirme las nalgas, y lo hacemos, no como marido y mujer, sino como amantes, es sexo más abierto y sin miedo de decirnos lo que queremos.
O sea, lo que siempre quisimos ser, yo una mujer cachonda, y él, un cornudo feliz.
En mi trabajabo conocí a Zachary, un norteamericano de color, hermoso y grande con porte de macho.
Es casi dueño de la empresa, en una reunión estando al calor de las copas, me hizo el comentario de que le gustaría cogerse a una mujer por el culo, ya que por las dimensiones de su verga, "ellas" temían ser lastimadas.
Él me gustaba, así que no perdí la oportunidad de ofrecerme, sonrió y me tomó la palabra.
Mi jefe vio que nos marchábamos, me alcanzó y me dijo que podía faltar al día siguiente.
Cuando llegamos a su casa, me trató como una reina, me cargó hasta la recámara, me di cuenta que en el techo había un enorme espejo que permitía vernos totalmente.
Me di un baño y un buen lavado anal, pues lo iba a usar. Ya en la cama ahí estaba, totalmente desnudo, a pesar de haber probado grandes vergas, la de Zach me impresionó, quizá por el color, parecía la de un caballo con los huevos enormes y negros, sentí un vuelco de emoción. Me acerqué y quise gatear hasta su palo, pero me dijo que me parara frente a él, al tenerme cerca me volteó y me empinó para acariciarme las nalgas, las empecé a mover permitiendo que metiera sus dedos en mi vagina mojada, estiraba la mano para acariciar su miembro pero no alcanzaba, se paró de la cama y me colocó empinada en la orilla de la cama siguiendo con el juego en mis nalgas y yo tratando de alcanzar ese trozo de carne delicioso.
Estando así me imaginé que estaba debajo de un caballo, su verga rebotaba como tal, y brillaba de líquido seminal, que caía en mis nalgas.
Sacó un lubricante, lo embarró en mi culo y empezó a ensartar un dedo, luego dos, luego tres, y casi toda la mano, dijo con voz cachonda;
--¡AGUANTAS LO GRUESO MARLEN, ¿AGUANTARÁS LO LARGO?.—
--¡PRUEBA PAPI, METE TU VERGA PARA SABER SI MI CULO PUEDE TRAGÁRSELA!.—
le dije ansiosa de ser cogida, al mismo tiempo meneaba mis nalgas.
Colocó su verga en mi ano, la frotó tomándose el tiempo, sin apuros mientras yo gemía y le exigía que me cogiera.
Entró la cabeza, poco a poco su palo se adueñaba de mi recto, entraba con delicadeza, mi mente estaba en las nubes, nada me importaba mas que sentir a ese hombre dentro de mí, por mi puerta trasera.
Me tomo de las caderas hacia él, me parecía eterno el recorrido de su verga por mi recto hasta el final, miré al techo y me di cuenta que faltaba más por entrar, él muy considerado, se detuvo, no quería lastimarme, pero faltaba mucho para eso, entonces tomé aire y empujé mis nalgas hacia atrás, él fue el sorprendido, cuando mis nalgas tocaron su vientre me detuve para sentirlo todo meneándome un poco;
--¡QUE COSA MÁS DELICIOSA, NUNCA HABÍA VISTO MI VERGA TOTALMETE DENTRO DE UNA MUJER!.—
--¡AY PAPI, POR MÍ DÉJALA ADENTRO!.—
Me levanté y lo besé tomándolo de la nuca, mientras mis nalgas giraban ensartadas de su verga, me empinó, puso sus manos en mi cintura me cogía suavemente;
--¡CÓGEME FUERTE PAPI, SI QUIERES VIÓLAME AMORCITO, DESEO QUE ME POSEAS COMO UN MACHO CALIENTE!.—
Me sujetó fuerte y empezó la brusca arremetida que me hacía saltar, su estatura le permitía tomar mis tetas y apretarlas, puse su mano en mi cabello, para que lo jalara como me gusta ser poseída, me encanta ser cogida como si me violaran.
Le pedí que sacara y metiera totalmente su verga, cerré mis ojos para concentrarme en la rica cogida que me daba, a través de mis paredes anales, sentía cada centímetro de su negra verga, pasé mi mano por debajo para acariciar sus huevos que rebotaban en mi clítoris, los arañaba suavemente, luego él pasó su mano para frotar mi clítoris hasta hacerme explotar en un delicioso y largo orgasmo que me llevó al cielo.
Luego me volteó, puso mis piernas en sus hombros sin sacar su verga de mi culo, la visión que me daba el espejo en esos momentos me trastornó, un enorme hombre negro bien formado me cogía, con mis manos tomé sus nalgas empujándolo hacia mí, son nalgas fuertes excitantes. Esa posición me dolía un poco ya que su verga me llagaba hasta la garganta.
Se detuvo y la sacó, con su mano levantó su falo, frotó sus testículos, me tomó del pelo y me agachó para que se la mamara, yo lo deseaba tanto que me concentré en la mamada lamiendo, chupando sus bolas y tratando de tragarme toda su verga, pero fue imposible, a él le gustaba mi intento, ya que me sostenía de la nuca y presionaba, pero me ahogaba con semejante verga, mis lágrimas salieron sin darme cuenta, pero no me importaba, deseaba complacerlo, le excitaba que intentara tragarme todo su palo. Empecé a lamer sus huevos y a masturbarlo saborear su eyaculación en mi cara y boca, se dio cuenta de lo que yo quería y me detuvo;
--¡MARLEN, QUIERO VENIRME EN TU CULO MAMITA, HAY MAS TIEMPO Y SI QUIERES DESPUES ME VENGO EN TU BOCA!, ¿TE GUSTA QUE SE VENGAN EN TU BOCA?.—
--¡SI MI REY, ME ENCANTA Y QUIERO PROBAR LOS TUYOS!.—
--¡MAMACITA, YA ME HABÍAN DICHO LO CACHONDA QUE ERES, Y ESO ME GUSTA DE TI, QUE SEAS CACHONDA!.—
--¿TE GUSTAN CACHONDAS AMOR?.—
--¡CACHONDAS Y BUENAS COMO TU MARLEN!.—
Me levantó de nuevo y me empinó en la orilla de la cama, creí que me cogería pero se puso a jugar con mis nalgas, las abría, les pegaba, abría mi culo exageradamente, lamía mi ano, mi raja, metía casi toda su mano, mientras mis nalgas giraban de placer, estaba enloqueciendo más de lo que estaba, cundo se puso detrás de mí, de nuevo me sentí una potra debajo de un garañón negro, imaginé que me cogía un caballo, y me sentía así, ya que estaba ensartada de un enorme miembro negro, y los músculos de la espalda de mi hombre semejaban ese animal.
Se subió a la cama sin dejar de cogerme, de esa manera me gusta más ya que entra toda, le pedí la sacara y metiera en su totalidad, y que me cogiera fuerte, aumentó la velocidad, sus gemidos me indicaron la pronta venida de mi macho, volteé a verlo, su mirada lujuriosa me excitó más, su sudor caía en mi espalda, empecé a mover mis nalgas en forma circular y como loca, a pesar del movimiento la longitud de su verga, no le permitía salirse de mi culo, los movimientos ayudaron a que mi hombre se viniera a chorros, mi recto recibía leche caliente, me sentía tan cogida y tan bien que la relajación de mis nalgas permitieron un nuevo orgasmo que me nubló la vista si dejar de girar mis nalgas ensartadas por ese palo delicioso duro que seguía escupiendo leche.
Volvió la calma, y ahí quedé debajo de él, cansada y satisfecha, me cargó para acomodarme en la cama, me abrazó y me besó en la boca sin dejar de manosearme el trasero, toqué su verga y seguía dura, me subí en él, quise colocar su verga en mi raja, pero me detuvo, me dijo que esa ocasión sería solo sesión anal.
Le resté importancia ya que anal me encanta y logro más fácil un orgasmo de esa manera, la metí en mi culo y movía mis caderas mientras él mamaba mis tetas y las chupeteaba, le permití que lo hiciera, no me importaron las marcas que me dejaría, estaba enculándome de ese macho de raza negra.
Luego me volteé sin sacarla, sus manos arañaban mi espalda e intentaban abrir más mis nalgas.
--¡MAMI, ESTA VISTA ES DELICIOSA, HERMOSO CULO TRAGANDO MI VERGA, ME ENCANTA COMO ENTRA MARLEN!----
¡AY PAPI, ME ENCANTA COMO HABLAS AMOR, ME GUSTA QUE ME DIGAS LO QUE SIENTES MIENTRAS ME COGES!—
--¿TE GUSTA MARLEN, TE ESTA GUSTANDO MI VERGA?.—
--¡ES LA MEJOR VERGA, MI REY, LA MEJOR Y MÁS RICA!—
--¿HAS TENIDO VARIAS?, ¿CUÁNTOS TE HAN COGIDO?.—
--¡NO ME PIDAS CUENTAS CORAZÓN, SOLO PIENSA QUE LO QUE ESTAS DISFRUTANDO ES TUYO EN ESTOS MOMENTOS!.—
--¡SI MAMITA RICA ESTAS NALGAS SON MÍAS!.—
Sentí que sus piernas se tensaban, yo deseaba que se viniera en mi boca, así que me detuve, rápido me coloqué para mamársela, el acariciaba mis nalgas y dedeaba mi raja super mojada, un dedo estaba en mi ano, yo no dejaba de mover mis caderas mientras mamaba con deleite para provocarle una descarga en mi boca, con su otra mano me tomó de la nuca presionándome hacia él, su verga llegaba a mi garganta, sus huevos negros se contraían los arañé suavemente y de pronto un gemido que parecía de un toro, me dijo que estaba próximo a venirse.
Su descarga tocó mi campanilla ahogándome, y como muchas veces me tragué el semen rápido para seguir recibiendo más leche, él pensaba que me quitaría, pues me sostenía fuerte contra él;
--¡NO TE QUITES MAMI!, TRÁGATELA!.—
Yo quería decirle que lo estaba haciendo y me gustaba pero su verga en mi boca no me lo permitía, cesaban los chorros y su presión en mi cabeza, lamía su palo cada gota, todo me tragué, la saboreé como perra hambrienta mientras él observaba mi acción, estaba encantado, sudado y satisfecho, yo, igual, satisfecha, apagué mi sed de semen pero no dejaba de lamer sus huevos y verga.
Fue la primera de muchas cogidas, al principio pensé que sería una relación de pareja, pues me pidió vivir con él, me sacó de trabajar, incluso una ocasión me llevó con su familia y me presentó como su futura esposa.
Pero todo cambió cuando me presentó un primo suyo, yo no sabía que estaba celoso de él, y me dejaba en varias ocasiones con su primo, pero no pasaba nada. Pero una noche me preguntó que si quería estar con los dos al mismo tiempo, le dije que si él lo deseaba, lo haría, contestó que lo deseaba ya que le gustaba a su primo.
Esa fue otra locura, estaba fascinada de ser cogida por dos enormes negros con miembros grandes que cualquier me envidiaría.
Desde esa vez Zach cambió conmigo, dejaba que su primo se acostara conmigo y me llevara a pasear, sus celos salieron a relucir, le dije que él lo había provocado, pero contestó que esperaba de mí, una negativa, que esperaba que me molestara por su petición de coger con su primo, hasta ahora no entiendo su proceder, pero ya no importa.
Pero confieso que me ilusioné con un hombre como él; joven, fuerte, dotado y dueño de una empresa próspera. La relación terminó por completo, su primo ya no vive en Monterrey, quizá si nunca hubiera venido, seguiría con mi negro hermoso, según Zach, fue mi prueba de fidelidad, y fallé, quizá fue mejor así.
Precisamente mi relación con Zach me hizo cometer otra locura. Le pidió a un empleado que me llevara a un rancho de él, alejado de la ciudad. Los encargados del rancho, un matrimonio mayor, se fueron esa tarde por instrucciones de Zach, me quedé sola, no hay teléfono y mi celular no tenía señal.
Se vino una tormenta que impidió que Zach o alguien llegara al rancho, aunque había que comer y todo, estaba sola, así estuve cuatro días, y esos días experimenté algo que me encantó, pero que nunca lo relataré, mejor, luego les cuento la cogida que me dieron Zach, y su primo.
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intruzox69 · 4 months
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Marlén
Capítulo 11
Sexo con mi comadre
Todos los relatos que he escrito son verdaderos, me atrevo a decir que cada detalle es como sucedió, y es que al escribirlos es como estarlos viviendo de nuevo.
Analizándolos me di cuenta que son pocos comparados con las aventuras que he tenido, haría al menos dos relatos por semana. Y no he escrito ninguno con amantes mujeres, en esta ocasión lo haré.
Aún no me separaba de mi marido, ni éste sabía nada. En una fiesta en la que mi compadre cumplía años, nos invitaron, y como siempre mi marido se olvidaba de mí para embrutecerse. Mi compadre no me hacía ni ojitos por miedo a su esposa.
Iván, que era amigo común, se encargaba de atender a los invitados. Se daba sus habilidades para tocar mis nalgas, y es que tenía varios días que no había estado conmigo, y con su juventud, andaba ganoso.
Quizá pensó que no iba a lograr nada, ya que la fiesta iba para amanecer, se retiró de la casa. Yo traté de estar bien en la reunión, no intenté nada, ya que de los presentes nadie sabía de mis deslices, solo mi compadre.
Para la media noche mi esposo ya andaba hasta atrás, entre mi comadre y yo no había mucho que hablar, me fastidiaba que presumiera lo que tienen. Yo bebo muy poco, pero como no había quien me diera una bebida, fui a la cocina.
Estaba preparando una cuando sentí unas manos en mi cintura, por un momento pensé que era mi compadre y con temor me quité. Al voltear me di cuenta de que era Iván, me sorprendió porqué pensaba que ya se había ido.
Ansioso empezaba a acariciarme toda, yo trataba de quitarlo, podía llegar mi esposo o alguien más. No hacía caso, y cerró la puerta que daba hacia donde estaban los invitados con seguro. Si alguien necesitaba entrar, nos daríamos cuenta y tendría que rodear toda la casa, y esto nos daría tiempo de despistarla.
Fácil me convenció, pero ya era muy tarde y estaba muy urgido solo quería deslecharse para irse. Sin perder tiempo me levanté el vestido a la cintura, le di la espalda y dejé que me penetrara. Sus ganas de poseerme eran obvias, con fuerza me daba unas deliciosas cogidas, pero dentro del gozo ponía atención en la puerta trasera de la cocina, pero no a la del interior de la casa.
A Iván siempre le permití que se viniera dentro de mí, pero esa ocasión yo deseaba probar su semen, lo deseaba con todas mis fuerzas, así que apenas sentí que se venía, de inmediato me hinqué, abrí mi boca, metí el glande en mi boca y sentí su chorro abundante golpear el interior de mis mejillas.
Todavía no terminaba y saqué su palo para sentir su leche caliente en mi cara, su juventud le permitía darme buenos chorros de semen, y uno más cayó en mi rostro, cerré mis ojos para gozar el momento, mi lengua y mis dedos recogían lo que podían para tragarlo, tratando de no dejar una sola gota. En esos momentos nada importa mas que sentir una rica tranca disparando deliciosos mecos.
Estabamos tan perdidos en el placer que no nos dimos cuenta de que mi comadre Brenda, estaba observando asombrada, no dijo nada, se dirigió a la puerta y antes de abrir nos pidió que nos arregláramos, ya que iba abrirla. Iván de inmediato se subió los pantalones y se fue, yo me levanté, me acomodé la tanga y salí con mi bebida.
Cuando ya estaba entre los invitados otra vez, mi comadre se acercó y me dio una toalla húmeda, advirtiéndome que tenía semen en mi pelo. No dije nada, y me fui al baño para limpiarme bien. Nada más pasó, ella parecía molesta y yo no sabía que decir, le insistí a mi esposo de retirarnos y lo hicimos.
Al día siguiente, domingo por la mañana, yo estaba nerviosa, ya que en ese tiempo ante ella y los demás yo era una señora recatada, digo era porque tarde o temprano mi comportamiento saldría a flote, como ya sucedió.
Pensaba en lo sucedido cuando de pronto sonó el teléfono. Era Brenda que deseaba ir a la casa para platicar, me extrañaba ya que como les dije anteriormente, no hacíamos mucha amistad, sólo de compromiso.
Cuando llegó, mi nerviosismo aumentó, pretendía parecer ocupada mientras la escuchaba, no mencionaba de los hechos hasta que me tomó de la mano y me miró de frente.
Me dijo que en ella tenía una amiga, y que comprendía mi actitud, pues sabía ella de la infidelidad de mi esposo. Me dijo que ella también sospechaba que mi compadre le ponía el cuerno, en esos momentos no sabía que tenía enfrente a una amante de su marido.
Después de esa conversación nos hicimos más "amigas", yo le conté de cómo empecé con Iván, más no de Sandro ni de mi concuño Oscar, menos de su esposo.
En las conversaciones notaba que Brenda se acercaba más de lo normal, cuando íbamos a comprar ropa las dos entrábamos a los probadores, y nos admirábamos mutuamente, muy en el fondo yo pensaba que le gustaba, pero a veces lo dudaba.
A veces me asfixiaba porque no me daba tiempo para verme con un hombre, ella sabía que yo los fines de semana estaba sola, así que un sábado me invitó a su casa, estaría sola también.
Pensé que nada extraordinario iba a pasar porque sus niños nos acompañaban, los míos como siempre con su abuela paterna. Pero sus hijos se duermen temprano, así que ya solas sacó unas bebidas, sus preguntas se hacían más específicas, ya que quería saber a detalle de cómo me gustaba más el sexo. Y entre charla y risas, me abrazaba y acariciaba mi pelo.
Me pidió que la acompañara a la cocina, cuando ya estabamos ahí, hizo el comentario de que era el lugar donde me había pescado mamándole la verga al vecino.
--AQUÍ ES DONDE ESTBAS ENTRETENIDA CON AQUEL, ¿TE ACUERDAS MARLEN?.—
Me dijo con voz trémula de ebriedad.
--SI, DONDE ME SORPRENDISTE BEBIENDO LECHE.—
--JAJAJAJA, SI DE UNA BUENA TRANCA, ¿TE GUSTAN LAS TRANCAS?, DIME, ¿NO TE GUSTAN LAS CONCHAS?.—
--¿LAS CONCHAS?, ¿A QUÉ TE REFIERES?.—
--NO TE HAGAS LA TONTA, UNA CONCHA, UNA RICA Y JUGOSA CONCHA.—
Se acercó, me miró y me tomó de las manos.
--¿NO HAS PROBADO UNA CONCHA?.—
--NO LA VERDAD, NUNCA.—
Contesté un poco nerviosa, ella a pesar de ser menor que yo, tomaba el control. Con su mano en mi barbilla puso mi mirada en la de ella.
--¿TE GUSTARÍA PROBAR?.—
Dijo mientras sus manos desabotonaba mi blusa, apretó mis tetas y las sacó del sostén, empezó a lamerlos, enseguida mi raja empezó a mojarse. Me besaba el cuello, su lengua exploraba hasta mi garganta, ella es hermosa y joven así que no había ningún problema, me estaba gustando.
Me pidió que me agachara para saber si como mamaba vergas mamaba panochas, para mí era la primera vez, pero estaba ansiosa de probar. Cuando ya estaba hincada, mis tetas estaban libres, ella puso una pierna en una silla que estaba cerca, vi como frotaba sus dedos en su clítoris, muy diferente al mío, mas expuesto, sus labios vaginales gruesos y de vello muy escaso.
Aspiré su aroma femenina, sus manos me acercaron a su cueva para empezar mi labor oral, yo simplemente hice lo que me gusta que me hagan. Besé sus muslos, mi boca empezó con sus labios exteriores, luego mi lengua recorrió su vulva de afuera hacia adentro, ella empezó a girar su pelvis, al principio lentamente, cuando mis dedos acariciaron su culo sus movimientos se aceleraron, pensé que se vendría pero intempestivamente se detuvo. Me levantó y me llevó de la mano a su recámara. Antes de entrar en ella, checó que sus niños durmieran.
Ya sentadas en la orilla de la cama, nos desvestimos totalmente, reímos sin saber porqué.
M e acostó boca abajo y empezó a lamer mis piernas hasta llegar a mi ano que se estremecía al contacto, sus dedos penetraban mi raja, yo levantaba mis nalgas para que ella usara su lengua y mamara mi panocha. Sabía lo que yo deseaba.
No me di cuenta cuando sacó un vibrador, lo introdujo en mi vagina menos de la mitad, mis nalgas empezaron a contonearse de placer, su lengua seguía lamiendo mi culo.
Luego se detuvo para voltearme, se colocó sobre mí poniendo su intimidad en mi cara, yo estoy acostumbrada a sentir una verga en mi boca, pero me agradó saborear sus jugos, me concentré en dar y recibir placer.
La manera de actuar de mi comadre, me decía que no yo no era la primera mujer con la que estaba, ella pensó lo mismo de mí, pero de mi parte si lo era.
Giramos y quedé sobre ella, desesperada mamaba mi raja, como si deseaba que me viniera, tomé el vibrador y se lo metí casi hasta el fondo haciéndola suspirar y gemir.
Empecé a mover mi pelvis en su cara, sin dejar de introducir el juguete sexual, mi pensamiento se nubló y mis movimientos aumentaron, mi panocha explotó mientras su boca succionaba mi clítoris, aún no terminaba de gozar mi venida cuando ella gritó escandalosamente que se venía, su culito se contraía en cada espasmo.
Pasado el clímax, seguimos en esa posición pero de lado, nos acariciábamos mutuamente. Luego se acostó a mi lado y nos besábamos en la boca.
Seguimos teniendo sexo, una ocasión le propuse estar las dos con Iván. Esa vez, éste llevó a su inseparable amigo Sandro. En la reunión mi comadre se sentía incómoda por la presencia del otro, tuve que decirle que también era mi amante.
Esa noche yo tomé la iniciativa, me desnudé totalmente, y los muchachos no perdieron tiempo, como no sabían que onda con la comadre, se concentraron en mí. Los hice a un lado y me acerqué con Brenda, nos abrazamos y nos besamos mientras le ayudaba a desnudarse, les hice señas a mis amigos y se acercaron, y me ayudaron a terminar de quitarle la ropa.
La puse en medio de los dos, ella no dejaba de admirar la enorme verga de Iván, descuidaba a Sandro y para no hacerlo sentir mal, yo me encargué de entretenerlo.
Ellos se sentaron en el sillón, nosotras hincadas mamábamos sus vergas, a veces las dos a uno solo, también nos besábamos lujuriosamente. Yo misma paré a Brenda para sentarla sobre Iván, frente a frente, coloqué la verga de él en la entrada de su raja, y poco a poco se fue sentando, veía como los pliegues de su vagina se abrían acompañados de sus gemidos.
Parecía que no iba a aguantar todo el palo, pero logró penetrarla por completo. Empezó el vaivén de las cogidas, sus nalgas temblaban en los choques de sus cuerpos. Iván mamaba sus tetas y ella gozaba enloquecida.
Sandro como siempre, deseaba cogerme por el culo, así que mejor le pedí que se pusiera detrás de la comadre, ella no quería muy bien, me dijo que le dolía cuando mi compadre se lo hacía así, yo no hice caso, saqué un gel lubricante y le puse en su culo, mientras Sandro lo hacía en su pene.
Cuando Sandro trataba de metérsela, ella se quería quitar, pero la sostuve besándola, Sandro logró penetrarla y yo detuve sus movimientos, quería que Brenda se relajara para que lo gozara.
De repente ella sola empezó a moverse, estaba disfrutando la doble penetración, yo me paré y me senté en el respaldo del sillón, abrí mis piernas y acerqué la cara de ella para que lamiera mi raja, sin perder tiempo mamaba mi panocha, sus gritos aumentaban, le pedía que no gritara tanto pero no entendía, estaba descontrolada, le gustaba ser cogida por ellos. Sandro casi no aguanta, y se vino antes de lo esperado en el culo de mi comadre, ella estaba tan a gusto que ni cuenta se dio hasta que éste se quitó y su leche salía de su ano.
Iván deseaba darle también por detrás, para esos momentos yo ya deseaba ser cogida, pero dejé que se lo hiciera, tenía un plan.
Empinó a Brenda, y se puso detrás de ella, ésta miraba aterrorizada la tranca del vecino, pero le dije que no se preocupara, ya que Sandro lo había lubricado muy bien. Para animarla me puse debajo de ella en forma de sesenta y nueve, empecé a lamer su vagina encharcada de jugos, vi como Iván empezaba a penetrarla por el trasero, aún no llegaba a la mitad y ésta ya estaba lloraba, pero mis mamadas atenuaban su dolor.
Cuando ya estaba casi toda adentro, empezó su meneo, no dejaba de gritar de placer diciendo lo rico que se la cogía el cabrón. Me quité para hincarme frente a ella, le dije a Iván que l masturbara mientras se la cogía. Brenda tenía los ojos en blanco, y aproveché el momento.
--¿TE GUSTA COMADRE?.—
--¡AJA, SIII E GUSTA, ME ENCANTA!.—
--PUES MUY SEGUIDO ELLOS DOS ME COGEN.—
--ME IMAGINA MARLEN, IMAGINO LO QUE HAS DE GOZAR.—
--¿GOZAS MÁS QUE CON MI COMPADRE?—
--NO EMPIECES, DÉJAME GOZAR, NO LO MENCIONES.—
--¿NO QUIERES PENSAR QUE LE ESTÁS PONIÉNDO EL CUERNO?, ¿DIME, QUÉ VERGA TE GUSTA MÁS?.—
--PUES AUNQUE NO LO CREAS MI VIEJO ME COGE DELICIOSO, Y LA TIENE BIEN RICA, NO TAN ENORME COMO ESTA PERO SABE HACER SU TRABAJO.—
--¿DE VERDAD SABE COGER RICO?, ¿ME DEJARÍAS COGER CON MI COMPADRE?.— Se quedó callada sin dejar de moverse...--RESPONDE COMADRE.— Me acercó a ella y me dijo en el oído.
--SI MARLEN, PERO QUIERO SEGUIR CONTIGO, ME GUSTAS MUCHO Y TE DESEO, Y COJO CON TUS AMIGOS POR QUE ME LO PEDISTE, PERO PREFIERO ESTAR CONTIGO.—
--YO TAMBIÉN CARIÑO, ME SIENTO BIEN CONTIGO.—
--ENTONCES, ¿NO TE MOLESTARÍA?.—
--PARA NADA, SOLO QUE ÉL NO SEPA ESTO.—
--NO TE PREOCUPES, SERÁ SECRETO.—
Seguimos amándonos, y luego de un rato, cuando presentí que se iba a venir, le dije en su oído mientras gemía de gozo;
--TU MARIDO TAMBIÉN ME COGE.—
Esperaba que retuviera su orgasmo de la sorpresa, pero no, siguió gozando y empezó a gritar que se venía, la verga de Iván entraba sin dificultad, ella se hacía hacia atrás chocando sus nalgas con el palo de mi vecino, sus nalgas se estremecían y los chasquidos no cesaban, hasta que sus piernas se estiraban temblando, mordía sus labios y sus ojos en blanco disfrutando el momento de su orgasmo.
Cansada se quedó empinada en la alfombra, no decía nada, solo m miraba, pensé que estaba molesta por lo que le había dicho;
--ERES UNA TRAMPOSA MARLEN—
Me dijo--ESPERASTE EL MOMENTO PRESIZO PARA DECIRME QUE FIDEL TE COGE, SABÍAS LO QUE HACÍAS, ¿AHORA CÓMO TE RECLAMO SI DELANTE DE TI ME COGIERON ESTOS?.—
--PUES NO TIENES PORQUÉ MOLESTARTE, ES SOLO SEXO.—
--SI, PERO ES MI ESPOSO NI LA CHINGES.—Hubo un silencio.—
BUENO YA LO HECHO, HECHO ESTÁ, Y NO TE PREOCUPES, ALGO MUY DENTRO DE MÍ ME DECÍA QUE LE GUSTABAS A TU COMPADRE, Y BUENO PUES, YA TODOS NOS COGEMOS, ASÍ QUE MARLEN, TU SIGUE IGUAL, NO HAY PROBLEMA, SÉ QUE EL CABRÓN ES UN CALIENTE Y PUES LO ÚNICO QUE TE PIDO ES QUE NO SEPA DE ESTO.—
--DE ESO NO TENGAS PENDIENTE, ELLOS SABEN GUARDAR ÉSTE SECRETO, SI NO DEJAN DE TENER EN QUE DESAHOGARSE, ¿VERDAD MUCHACHOS?.—Me dirigí a ellos.
--SI BRENDA, NOSOTROS SOLO QUEREMOS COGER, Y MARLEN DESDE UN PRINCIPIO NOS ADVIRTIÓ QUE GUARDARAMOS EL SECRETO PARA PODER SEGUIR COGIÉNDO CON ELLE, Y HEMOS CUMPLIDO.—
Ya más tranquila, me besó agradecida, pero les advertí que yo no había sido cogida, y que necesitaba verga, rieron y entre los tres se encargaron de llevarme al clímax.
Ella se sorprendió de cómo fui penetrada por los dos al mismo tiempo en mi raja y en mi culo, quiso intentarlo peor no pudo, solo por la panocha, los muchachos se vaciaron en mi raja al mismo tiempo, mientras yo explotaba en una venida tan intensa que me hizo caer rendida.
Los cuatro quedamos dormidos, al día siguiente solo estábamos ella y yo, nos volvimos a amar con tanta intensidad, esa ocasión me sentía tan feliz con ella, había algo de perversidad habiendo provocado que la esposa de uno de mis hombres, fuera también mi amante, y ésta coger con otros.
Con el tiempo Brenda me parecía posesiva, ya que deseaba estar más conmigo a que yo estuviera con otros, y si había una mujer que se me acercara amistosamente, ella se ponía en guardia, me daba la impresión que los demás sospechaban, pero puse fin a esto, y hasta la amistad terminó. Sabía que Iván se acostó por un buen tiempo con ella, incluso a escondidas de mí, pero yo lo sabía por él, ella dejó de hablarme.
Solo ella sabe que mi bebé es de Iván, se lo confesé en la intimidad, y ella me dijo que le gustaría también quedar embarazada de él, quizá por eso ella siguió viéndolo.
Nunca más volvimos a vernos, y si nos vemos muy apenas nos saludamos. Así fue mi primera experiencia con una mujer, muy bonita, y ardiente, pero celosa y posesiva. He estado con otras mujeres que se me acercan, quizá notan que soy sexualmente muy activa, además que tengo lo mío.
©Marlén
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intruzox69 · 4 months
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Marlén
Capítulo 10
La bien cogida
Todos mis relatos han sido reales, y les advierto que éste no es la excepción, ya que ese día mi propósito era disfrutar el sexo a lo máximo, y yo misma me sorprendí de mi capacidad para coger.
Era mi venganza y sabía que lo lograría, las mujeres tenemos más oportunidad de acostarnos con quién nos deseé, y como mujer que soy, me las puedo ingeniar para lograr el propósito de tener sexo con quien se me antoje, ya que los hombres solo esperan una señal de la mujer para lanzarse al ataque.
Reconozco que al principio sentí remordimiento de engañar a mi marido, pero mi cariño y respeto por él, fueron terminando poco a poco.
De esas veces en que no hay tiempo ni oportunidad de echarte una cana al aire, ya que por cualquier motivo no estaba con alguien de mis amigos, y mi marido pues, ni me fumaba. Me atrevía a decirle mi esposo que yo era de carne y necesitaba tener relaciones, que no me olvidara tanto, me tomó la palabra y me prometió una noche de intimidad.
Me propuse hacerle el amor diferente, deseaba que se diera cuenta lo ardiente que soy, demostrarle mi gusto por la verga.
Esa noche llegó con una película pornográfica, mientras me preparaba él la veía desnudo frotándose la verga. Ya lista me acerqué para mamarle con placer, ya no me importaba si pensaba mal de mí si le mamaba rico.
Quizá se dio cuenta de mis ganas porque me tomó de la cabeza para que me tragara todo su palo. Lamí sus huevos como lo hago con mis amantes. Pero me molestó que ponía más atención a la película, iba a dejarlo pero vi una escena donde un tipo con un tolete enorme penetra a la chica por el culo, y se me ocurrió una idea;
--¿TE GUSTA LO QUE VES?.—no esperaba la pregunta.
--ESTE, EJEM, PUES SI.—
--¿TE GUSTARÍA HACERLO CONMIGO?.—
--NO SÉ SI DEBA, ¿NO ESTARÍA MAL?.—
--¿PORQUÉ IBA A ESTARLO, SI ERES MI ESPOSO?, HAGÁMOZLO, A VER QUE SE SIENTE.— Casi de inmediato me puso en cuatro patas, me di cuenta que puso saliva en su verga, no en mi ano, me decepcionó porque me demostró que solo pensaba en él. Pero pensé que estaba bien, yo hice como si me pusiera saliva, quería que pensara que era virgen del culo. Lo empezó a meter despacio, me dolía pero no como para quejarme como lo hacía;
--¿TE DUELE?—me dijo,--¿QUIERES QUE LA SAQUÉ?.—
--¡NO, HAZLO, SÉ QUE LO DESEAS Y QUIERO COMPLCERTE!.—
Yo hundía mi cara en la almohada, simulando mi dolor, y no haberme lubricado lo suficiente, me ayudó para fingir que me dolía al menos "tantito". Pensaba que el cornudo de mi esposo era un pendejo por no darse cuenta de la cantidad de verga que había entrado por mi ano.
Cuándo ya la tenía toda adentro, se detuvo, me desesperé y empecé a empujar mis nalgas hacia él, quería que me penetrara con fuerza, pero que decepción, ¡no llevaba ni diez empujones!,¡ni un minuto y se venía!.
--¡NO TE MUEVAS GORDA, VAS A HACER QUE ME VENGA!.—Me encabrona que me diga gorda y más coraje me dio, ¡qué imbécil, venirse muy rápido y decirme gorda!, porque no lo estoy, ni lo estuve. Yo seguí moviéndome para gozar no de mi esposo, sino de su verga en mi recto, trataba de apretar su verga con mi culo y nalgas y seguí moviéndome como me gusta, y me decepcionó por completo.
--¡YAAA, NO TE MUEVASS!.—Entonces le supliqué que no lo hiciera;
--¡NO, NO PAPIII, NO TE VENGAS, NOOOO TE VENGAS, NO...!.—Fue inútil mi petición. Sentí que mi ano resbalaba más fácil, y su líquido caliente caía de entre mis nalgas.
--¡AHH, AHHH NO TE MUEVAS TANTO, ME VAS HACER VENIR!.—
--¡NO, NO TE VENGAS, NOOO, TE VENG...!.—Fue inútil, mi petición, no duró ni un minuto cogiéndome por el culo. La sacó y se acostó boca arriba, yo quise masturbarlo porque se le estaba bajando, iba a mamársela cuando me quitó y se fue a lavar. Cuando regresó apagó el televisor y se durmió, ni las gracias dio el idiota.
Esa noche no pude dormir bien, me levanté y fui a la sala, no quería estar junto a ese cabrón. Y empecé a tramar mi plan de venganza, decidí coger al siguiente día, con mis amantes, planeé como los vería a cada uno de ellos.
Ya en la mañana, tenía la esperanza de que mi marido reaccionara al verme acostada boca abajo solo con mi tanga, pero ni me fumó, y se fue al trabajo sin reparar en que me dejaba con deseos sexuales. Mi coraje aumentó y sin escrúpulos activé mi plan.
Me comuniqué con mi compadre y le dije que me llevara a alguna parte, a donde quisiera, y que me sorprendiera. Como estaba en su oficina, me dijo que sería al mediodía, pensé que había tiempo para buscar a Iván o a Sandro mis vecinos, pero no encontré a ninguno de los dos. Quise ver la televisión y me di cuenta que estaba en la videocassetera la cinta pornográfica, y fui a entregarla al video club, era la excusa para ver si encontraba a mis vecinitos.
Sabía que el dueño del video club que se llama Antonio, me veía con ganas de hacerme algo, y aunque no estaba en mi lista de víctimas, lo agregué, a lo mejor se le hacía. Me vestí provocativamente, una mini falda negra, blusa amarilla de tirantes y escotada, sin ropa interior. Como el negocio está a unas cuadras de la casa, fui caminando. Notaba las miradas varoniles, los conocidos me saludaban mirándome las nalgas y tetas.
Al llegar al video club, apenas estaba abriendo, cuando me vio en la puerta se le iban los ojos a mi pecho, ni la despistaba. En vez de entregar la película, me puse a ver que había de novedades, quería que se le cayera la baba con verme. Empecé a provocarlo agachándome, al hacerlo la falda se levantaba demasiado y mis nalgas se asomaban. Se acercó para sugerirme algo que ver, se puso a mi lado y mi cara quedaba a la altura de su pene, que ya mostraba su excitación. Me levanté cuando llegó una señora con sus niños, como sabía que rentaban y se iban, me fui a otra sección, veía sin ver. Ya cuando se fueron, me paré en el mostrador para entregar la película, me sorprendió saber que tenía tres días de retraso, pensaba que mi esposo la había rentado el dia anterior, yo no llevaba dinero, no había donde ponerlo, le dije que luego regresaba para pagarle,
--NO SE PREOCUPE, PUEDE PAGARME DESPUÉS.—
--¡QUE CANIJO MI ESPOSO, NO ME ADVIRTIÓ!, Y YO QUE PENSABA LLEVARME OTRA!.—Le dije con voz de niña.
--¡USTEDES SON BUENOS CLIENTES, SI GUSTA PUEDE LLEVARSE LAS QUE QUIERA Y LUEGO ME PAGA!.—
--¿BUENOS CLIENTES?, ¡CASI NO VENGO!.—
--PERO SU MARIDO SÍ.—
--¿AH SÍ?, ¿Y QUÉ PELICULAS RENTA?,¿CÓMO ESTA?.—Le dije señalándole la que le entregaba.
--SI, A VECE S LLEVA DE ESTAS.—Vaya sorpresa, el cornudo de mi esposo nunca había mencionado eso. Pero seguí con mi plan, y le pedí que me recomendara una igual. Me llevó a donde las exhibía, es como un privado donde solo los clientes y mayores de edad, pueden entrar.
Mientras me recomendaba algunas, llegaron unos hombres, no quería que me vieran ahí, ya que los conocía, rápido los despachó y regresó conmigo. Se puso detrás de mí y me hice la sorprendida, pero no me quité, él lo notó y puso sus manos en mis caderas, se replegó y lo dejé. Miraba una portada muy explícita, un hombre llamado Rocco, abría el culo de una jovencita, tomé otra donde el mismo estaba con otra chica. Dejé las portadas en su lugar y empecé a mover mis nalgas, levantó mi falda y suspiró cuando vio que no traía nada. Recordó que alguien podía entrar y cerró la cortina del negocio.
Regresó conmigo que seguía como me había dejado, mis nalgas descubiertas esperaban ansiosas ser tocadas, me inclinó un poco y se agachó para morderlas y lamerlas, sus dedos exploraban mi panocha mojada, suspiré al sentirlos en mi interior. Se levantó y sin perder tiempo me penetró de manera majestuosa, mis nalgas temblaban del placer de ser cogida por alguien que me deseaba desde hacía mucho. Bajó los tirantes de mi blusa para liberar mis pechos, que sudaban por la temperatura y mi lujuria, mis dedos oprimían mi clítoris, aunque no cambiamos de posición, duró mucho cogiéndome, luego me volteó y me recargó en la pared, levantó mi pierna derecha y me penetraba a su gusto, lamía mis senos y apretaba mis nalgas, su verga curva lograba darme placer que me llevaba al delirio, mi pelvis se movía sin ordenárselo, estaba perdida y ensartada en Tony, deseaba tanto ser penetrada que le pedía que me diera duro, y me hiciera venir, entonces aceleró sus embestidas, su verga frotaba mi clítoris y logré un orgasmo, exploté tan rico que mis movimientos ayudaron a que se viniera, nada me importaba, se estaba viniendo en mi panocha, lo dejé, quería que así fuera, era mi deseo, recuerdo que en ese momento pensé en dejar que mis amantes se vinieran en mi panocha, nada me importaba, me sentí humillada ante mi marido y esa era una forma de vengarme. Terminamos, me acomodé la ropa y no dijimos nada, al salir me fijé que no observaran, caminé a la casa sintiendo la leche de Tony resbalando en mis piernas, y me apresuré a llegar.
Llegué a casa, hice la comida y preparé a mis hijos para que se fueran con mi suegra como es su costumbre. Luego me preparé para la cita con mi compadre, me esperaba en el estacionamiento de un centro comercial, bajé del taxi para inmediatamente subir a su camioneta. En el camino me dijo que me tenía una grata sorpresa, me llevó a una sex shop, creí que compraría algunos artículos para usarlos en otra parte, Entramos a unas cabinas de video, donde apenas cabíamos.
Me pidió que se la mamara, mientras lo hacía, levantaba mi falda y acariciaba mis nalgas, abrió la puerta para que otros vieran, la experiencia de ser observada me estaba gustando, me pedía que moviera mis nalgas, había pocos hombres, pero se amontonaban en la entrada del cuarto para ver. Me sacó del módulo, creí que nos íbamos, me acomodaba la falda pero me dijo que no lo hiciera, y caminé entre los desconocidos con mi falda levantada, algunos se atrevían a tocar mi trasero.
El dueño del lugar, que es amigo de mi compadre, acercó una especie de diván, mi compadre me acostó boca abajo, se puso en un extremo para que siguiera mamando, noté que algunos se acercaban al dueño, hablaban con él y luego se acercaban a mí para acariciar mis nalgas a placer, miré a mi compadre y éste me dijo que los dejara, ya que estaban pagando. Los que miraban más retirado y menos tocaban, no habían pagado.
El compadre me quitó la blusa, no traía sostén y mis tetas quedaron colgando, se puso detrás de mí para morderme las nalgas, me daba de nalgadas y permitía que otros lo hicieran.
Luego abrió mi panocha y me la metió por completo, me cogía mientras otros tocaban mis tetas rebotando, mi espalda, mis nalgas. El dueño del lugar le dio un consolador enorme, una verga de hule larga y gruesa, el compadre la enseñó a los presentes y me la introdujo casi por completo, la metía y sacaba a su gusto, yo enloquecía con lo que me pasaba.
El amigo del compadre parecía que coordinaba todo, pues se acercó a un jovencito y le dio un condón, éste se lo puso y rápido se colocó detrás, mi compadre abría mis nalgas para que el otro me cogiera. Vi que los que no habían pagado, lo hacían para que les proporcionaran un condón, entre gemidos y placer los conté, eran seis, aparte de mi compadre y su amigo. El muchacho que me cogía no tardó en venirse, los demás se dieron cuenta y lo quitaron para ocupar su lugar uno que parecía albañil, cuando éste la metía, intentaba meter sus dedos gordos en mi culo, casi lo lograba pero mi compadre le quitó la mano de mi trasero. Había un hombre con su verga de fuera, esa se veía deliciosa, morena, gorda y sus huevos afeitados, le indiqué que se acercara, éste vio al compadre como pidiendo permiso, asintió con la cabeza, y al tener la verga enfrente empecé a saborear un rico palo, jugoso y duro, el problema fue que de inmediato se vino, no me dio tiempo de quitarme y tuve que tragarme su leche, se terminaba el tiempo del que me cogía, tuvo que acelerar y esforzarse para venirse, y lo hizo. El amigo del compadre lo quitó, y éste protestó pero la presencia de mi compadre imponía respeto, no tuvo de otra y se hizo a un lado.
Uno más abusado se acercó y pretendió cogerme por el ano, pero mi compadre lo quitó, yo le pedí que lo dejara, pero el cabrón no me hizo caso y se puso detrás de mí para cogerme él por ahí, me puso suficiente lubricante, se subió al diván para lograr meter por completo su verga en mi recto, los demás protestaban porque él no usaba condón, pero él les decía que era mi esposo. El compadre se afianzó de mis caderas y sus jadeos aumentaron y dejó escapar su leche llenando mi culo, yo movía mi trasero gustosa de recibirla. Se quitó ahora sí dejó al otro que usara mi ano, éste emocionado de inmediato se puso, no le importó sacar la leche de mi amante, bajé mi mano para acariciar sus huevos. Su verga aunque gruesa, entraba y salía con facilidad debido a la lubricación del semen depositado. Alucinaba al ver al resto masturbándose, uno que otro se acercaba para que se las mamara, me concentré en la cogida anal para lograr tener un orgasmo, me urgía explotar y lo hice, el que me cogía sacó su verga y se quitó el condón y llenó mis nalgas y espalda de su semen.
Mi compadre se molestó y me limpió con una toalla, yo me levanté en mis rodillas y lo besaba para tranquilizarlo, le dije que no importaba.
Deseaba cambiar de posición, ya estaba cansada como estaba, y me acosté boca arriba, el dueño del lugar se colocó el condón y se acercó para cogerme, levantó mis piernas y las puso en sus hombros, apretaba mis tetas, luego otro se acercó y puso sus huevos en mi cara, yo lamía gustosa sus bolas y su palo, el amigo dejó de cogerme y se quitó, un despistado se acercó para lamer ,mi panocha, disfrutaba probar mi raja y mi culo aún con semen de otros. Éste me paró y se acostó boca arriba, me monté en él mientras al que se la mamaba se encargaba de mis tetas, solo faltaban estos dos para sacarles la leche. Al que me mamaba las tetas le dije que me cogiera por el culo, no perdió tiempo y empezó a bombear mi trasero mientras mi vagina era ocupada por el otro, los demás veían como era penetrada por dos desconocidos, y el hecho de que me vieran coger, me excitaba de más y no puse contener venirme y gritar como loca, anunciar a los presentes el placer de mi venida. Y los que me cogían dejaron escapar sus gemidos graves, se venían placenteramente. Nos quedamos así, hubo un silencio que no me importaba, ahí estaba desnuda entre dos desconocidos y con público que también participó en el bacanal.
El compadre les indicó que se quitaran, y les pidieron que se fueran, que el show, había terminado.
El compadre seguía excitado, su amigo sacó a los otros y cerró, cuando regresó vio que yo estaba montada en mi compadre y se acercó por detrás de mí para metérmela en el culo, a mi nada me importaba, de nuevo me hicieron emparedado. El amigo no tardó en venirse;
--¡AHHH, QUE NALGAS, QUE CULO TAN RICO TE CARGAS!.—
Yo no contestaba solo gemía y movía mis nalgas, mientras de nuevo explotaba sin condón, la sacó y se vació en mi trasero. Unos segundos más, mi compadre eyaculaba en mi útero, y yo me perdía en el placer de la cogida. Quedé tan satisfecha, que pensé que era todo lo que pasaba por ese día, que mis ganas de desquitarme el coraje ya habían terminado, pero no fue así.
Ya solos los tres, o sea, su amigo, mi compadre vestimos, el compadre recogió el consolador gigante y me lo regaló, lo uso de vez en cuando.
Me llevó a la casa, iba un poco cansada y abrazada en su regazo. Me dejó dos cuadras antes de mi casa, pero antes de bajar de su camioneta, sacó un fajo de billetes y me lo dio, eran $4,500.00 el total de lo que habían pagado los hombres que se divirtieron conmigo, excepto su amigo, con él fue gratis, y la comisión de mi compadre fue mi culo. Tomé el dinero como si nada, le dije que me estaba acostumbrando al dinero fácil, solo sonrió.
La aventura no terminaba aún. Al llegar a la casa me fui a bañar, pensaba en lo sucedido, y tuve la idea de ya no buscar sexo, pero alguien tocaba a la puerta, no me dio tiempo de ponerme nada, solo una toalla cubriendo mi cuerpo, mi pelo húmedo, estaba suelto. Era Sandro, el amigo de Iván, su hermano le dijo que pregunté por él y estaba ahí para ver que se me ofrecía, en respuesta dejé caer la toalla y le dije que tenía ganas de coger, sabía a lo que iba así que rápido se desnudó, me senté en el sofá de la sala y se puso delante de mí, empecé a mamar su rica verga. Lujurioso acariciaba mis tetas, le gustaba olerme y lamerme toda, yo mamé ansiosa. Se sentó en el sofá y yo quedé hincada, levantaba su verga para lamer sus huevos, él puso sus piernas en mis hombros, mi saliva resbalaba a sus nalgas y se me ocurrió pasar mi lengua por su ano apretado, quiso quitarme pero se lo impedí, al principio no quería pero le gustó, metí un dedo en su culo y fue suficiente para venirse, no sabía si permitirlo, pero deseaba probar su leche y la recibí gustosa, tragué como perra sedienta sin dejar de masturbarlo, su verga seguía parada, y sin perder tiempo me senté en él, metí su verga en mi raja y empecé a remolinearme con la verga adentro, esa vez duró un poco más , tal ves porque se acababa de venir en mi boca. Me quité y le di la espalda, otra vez me ensarte en su palo y volví a molerlo con mis caderas, tocaba mi culo y preguntaba si me acababan de coger por ahí, le dije que sí, que mi marido lo había hecho, pero que me había dejado con las ganas. Mis movimientos crecieron y no tuvo más remedio que eyacular dentro de mí, le pedía que llenara mi panocha de su leche, mientras trataba de venirme, no lo logré pero no importaba, todavía no se acababa el día.
Ya parecía pescado de tanto baño, ya eran la nueve de la noche, como era viernes, mi marido no llegaba a la casa, se iba de pesca y mis hijos con mi suegra. Localicé a Iván y llegó para acompañarme. Me vestí como le gusta, con lencería atrevida.
Me propuse a disfrutar su verga, tenía toda la noche y con calma admiré su verga, quise medirla, nunca se me había ocurrido, medía 24 cms., la verga perfecta, sin curva, glande jugoso y de tronco grueso. Lamí y mamé con ganas, y le hice lo que a Sandro, Iván no reparó y dejó que explotara mi lengua en su culo, mi dedo entró y él gemía de placer sin pena, pero no se vino, me senté en él pero la metí por mi culo, pues Sandro no lo había hecho, mis tetas en su cara se regocijaban de ser chupadas y mordidas, sus manos en mis nalgas y las mías en sus bolas sintiendo que se metían en mi ano, me volteé y me di sentones en su palo, mi culo no apretaba nada, pues de tanta cogida del día solo se abría para recibir verga. Me acostó y me puso de lado, yo volteaba para besar su boca mientras mis caderas empujaban hacia él, sus gemidos se volvían graves y de repente un suspiro mezclado con jadeos me decían que se estaba viniendo en mi culo, aceleré mis movimientos para lograr más placer. Llegó la calma y dormimos placenteramente.
Pero tenía que irse de madrugada ya que iba a salir para Reynosa, Tamaulipas. Me despertó en la madrugada besando mis tetas, sus manos ya estaban en mi vagina que empezaba a humedecerse, puso mis piernas en sus hombros, casi me aplastaba dejando ir su verga a mi interior vaginal, veía el reloj y se apresuró para venirse, le pedí que mamara mi panocha y lo hizo, sus labios jugaron con mi raja y clítoris, sus dedos en mi ano que sacaba su semen de hacía unas horas, mi vista se nubló y mi orgasmo llegó a su boca que ansiosa lamía mis jugos, sin perder tiempo se acomodó para cogerme otra vez. De nuevo mis piernas en sus hombros y con fuerza arremetió contra mi panocha, mis movimientos ayudaban para lograr su eyaculación, y se vino, de nuevo dejé que un amante más se viniera en mi panocha, el coraje que sentía por mi marido, se iba terminando conforme más leche llegaba a mi vientre.
A la mañana siguiente, como si se hubieran puesto de acuerdo, llegó Oscar, ésta vez, lo dejé esperando en la sala mientras me bañaba, pero no esperó y se metió a la recámara y casi me saca del baño a la fuerza, cogíamos parados, y de pronto me levantó, puso mis piernas en sus brazos y me llevó a la pared, veía nuestros cuerpos pegados, mis nalgas rebotando con sus metidas y sacadas de verga, parecía que tenía prisa, le pedí que me llavera a la cama, y le llevó ensartada, me empinó y sin compasión metió su verga en mi culo super abierto, él se extrañó y preguntó si había cogido con mi esposo, para no entrar en detalles le dije que si, puse su mano en mi clítoris y me masturbaba mientras con fuerza metía su verga a mi recto, el orgasmo no se hizo esperar y exploté, dejé de moverme de tan cansada que estaba, se iba a venir y recordé mi venganza, le dije que se viniera dentro, la sacó de mi trasero y dejó escapar su leche en mi vagina, me dio unas nalgadas como agradecimiento y se acostó conmigo, dormimos toda la mañana.
Después de mediodía, nos bañamos, pedimos una pizza y vimos televisión u momento, porque le dieron ganas de tenerme de nuevo.
En la sala empecé a mamársela mientras metía su mano en mi trasero, me dolía la quijada de tanto succionar, mi cintura estaba un poco adolorida, como si hubiera hecho demasiado ejercicio. Me subí en él, pero vio su reloj, tenía que irse, así que le di la espalda , y me senté en mi trono como él lo llama. "el trono de la reina de las putas", me encanta que lo diga, coloqué su pene en mi culo, lo llené se saliva y me senté poco a poco, puse mis pies en la orilla del sofá y reboté mis nalgas en su palo delicioso, cuando estaba a punto de venirse, lo detuve, me acosté boca arriba y lo abracé con mis piernas. Con fuerza arremetió contra mi vagina, su cara de lujuria me encendió y decidí mastrubarme como loca, cuando empezó a venirse lo retuve, con mis manos hundí más su verga dentro de mí, hasta que concluyó su venida, que provocó mi orgasmo. Quedamos sudados y cansados, yo más. Se metió a bañar yo deseaba estar acostada y dormir un poco, entre sueños sentí que acariciaba mis nalgas las besó y se fue.
No sabía como dormir, cualquier posición me incomodaba, hasta que decidí dormir como los bebés; empinada.
Ahí me quedé empinada, mis piernas chorreaban de su semen. Estaba satisfecha, logré más de lo que me proponía, estaba demasiado cansada ese sábado, desconecté el teléfono y me quedé profundamente dormida, hasta ya casi al anochecer.
Tiempo después me sentía extraña, compré una prueba de embarazo, aún tenía mis dudas, pero el doctor las despejó, y confirmó mi embarazo.
Lo único que no sabía era de quién, ya que Tony, Ivan, Sandro, Oscar, mi compadre se vinieron dentro de mí, y días después de mi maratón sexual, mi esposo lo hizo.
Mi afán de venganza me dio un bebé casi nueve meses después. Al principio del embarazo tenía miedo, pero como toda mujer, me di habilidades para ocultar mi travesura.
El bebé nació, mi marido creía que era de él, pero desde que la primera vez que lo tuve en mis brazos, supe quien era el papá; cosa que oculté con la familia, y con el padre de mi bebé.
En el transcurso de mi embarazo, perdí atractivo con mis amantes, quizá temieron que los involucrara, conforma aumentaba de volumen mi vientre, los encuentros íntimos con Oscar, Tony y mi compadre, se espaciaban, hasta dejarlos de ver los últimos tres meses, con mi marido ni se diga, me ignoraba olímpicamente. Pero Iván y Sandro, compensaban la ausencia de los otros, a ellos no les importaba mi estado, con todo y mi panza era cogida por ellos. Fue así como ese fin de semana me propuse ser LA BIEN COGIDA y lo conseguí y me saqué premio.
© Marlen
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intruzox69 · 4 months
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Marlén
Capítulo 9
Fui puta del compadre
Con los compadres, y mi familia, siempre hubo relación de respeto. Convivíamos en reuniones y salidas a bailes. Creo que notaron el cambio de mi comportamiento, pues ya no era la señora aquella seria vestida recatadamente. Ahora mi manera de vestir era más atrevida sin llegar a ser vulgar. Sabía que les extrañaba mi forma de vestir, no se daban cuenta que mi sexualidad florecía cada día más.
Como saben, mi esposo es muy tomador, y supe que mi compadre solapaba la relación de mi marido con su secretaria, pero no me importaba, yo gozaba a escondidas del buen sexo con Oscar, y mis dos jóvenes vecinos.
El desliz con mi compadre empezó un viernes en que se presentaron en la ciudad de Monterrey, unos grupos del recuerdo, la comadre nos invitó y nos fuimos los cuatro en el carro del compadre.
En el evento disfrutábamos de la música romántica, pero mi marido sin perder tiempo empezó a beber como si se fuera a acabar, me tenía sin cuidado, ya que mi compadre nos llevaría de regreso a casa. Además de que la actitud de mi marido me era indiferente.
Los compadres bailaban mientras yo escuchaba la música y veía a la gente, mi esposo era feliz con la botella pegada, regresaron a la mesa y platicamos la comadre y yo, de repente me vio aburrida, y como recibió una llamada a su celular, se alejó del ruido para atender la llamada, pero antes le pidió al compadre que me sacara a bailar.
Yo traía un vestido negro muy corto, tanga y sostén blancos. Había demasiada gente y el compadre aprovechaba para darme apachurrones, y como yo ya era una adicta sexual me hacía la desentendida.
Pasaron una canción muy romántica y bailamos muy pegados, como enamorados, segura de que nadie nos conocía, me recargué en su pecho mientras él bajaba sus manos en el borde de mis nalgas, mis pechos tocaban el suyo, y nuestras bocas discretamente se tocaban, sin llegar, sin atrevernos a más, o mejor dicho, no se atrevía a más.
La canción terminó y empezó otra muy clásica, como muchos de los presentes. Nos detuvimos a escucharla. Mi compadre se puso detrás de mí abrazándome discretamente, luego puso sus manos en mi cintura, se pegó en mis nalgas y sentí su verga dura. Dejé que la frotara en mi trasero, se dio cuenta que me estaba gustando y levantó mi vestido por detrás, sentí arriba de mis nalgas lo helado de la hebilla de su cinturón, las acariciaba, metió su mano derecha en el frente de mi tanga para masturbarme, mi raja ya estaba húmeda. Parecía que nadie se daba cuenta de lo que sucedía. Posó sus labios en mi cuello estremeciéndome, sus dedos oprimían mi clítoris llenándome de placer.
Ya de regreso mi marido iba casi dormido, antes de llevarnos a la casa, dejó a la comadre en la de ellos, imaginé su plan, pero solo se limitó a ayudarme a meter a la casa a mi esposo, y se fue. Yo me acosté con las ganas de ser cogida por mi compadre.
Recuerdo muy bien que a la mañana siguiente, pensando que no iba a trabajar mi esposo por causa de la cruda y aprovechando que estabamos solos, me bañé y me puse sexy. Un corpiño rosa claro y bikini blanco, cuando se levantó, se baño de prisa, apenas desayunó y ni siquiera notó mi disponibilidad para coger.
Me quedé frustrada y enojada, pero me consolaba el hecho de que Oscar o alguno de mis vecinos como Sandro o Iván, estaban dispuestos, y cogería con ellos sin remordimiento. Me quedé en la mesa tomando un café, con la idea de llamar o esperar a que llegara alguno de ellos.
Escuché el motor de una camioneta, me asomé y vi a mi compadre que se dirigía a la entrada de la casa. De inmediato fui a la recámara para vestirme, y por la prisa me puse el mismo vestido que traía en la noche.
Cuando abrí la puerta, noté que estaba nervioso y preguntó por mi esposo, le dije que ya se había ido, aunque él sabía que estaba sola, pues me dijo que vio cuando se fue.
Lo pasé y lo invité a tomar café, mientras le servía observaba mis piernas, y es que el vestido se levantaba un poco. Hablamos de tonterías hasta que sin más ni más, intentó abrazarme, me retiré "indignada" y me puse al otro extremo de la mesa. Desde ahí el compadre bajó su pantalón y sacó su verga, se veía jugosa, con un glande descomunal, y gorda. Yo me preguntaba, ¿porqué las vergas de otros, son mejores que las del esposo?, ¿así era siempre?. El caso es que no quitaba la vista de su palo y vio cuando saqué la lengua para saborearlo, me subí a la mesa a gatas y me acerqué para mamársela, él se estiró para levantar mi vestido, estiró mi bikini para meterlo entre mis nalgas;
--COMADRE, QUE RICAS NALGAS TIENE, SABÍA QUE ESTAN BUENAS, PERO NO IMAGINABA CUANTO.—yo solo gemía, no podía hablar con la boca llena de huevos y verga. –NO SABE DESDE CUANDO LA DESEO COMADRE, SIEMPRE SE ME HA ANTOJADO TENERLA, Y HOY SERÁ ESE DIA.—
--¿POR QUÉ NO ME DECÍA NADA COMPADRE?.—
--PUES EL RESPETILLO ANTE TODO.—
--¡PIÉRDAME EL RESPETO Y HÁGAME LO QUE QUIERA!.—
--NO LE VOY A PEDIR PERMISO COMADRE.—seguían sus manos en mis nalgas acariciándolas de todas formas, yo mamaba a placer su jugosa verga que brillaba de ese líquido trasparente y rico.
Se quitó y se puso detrás de mí, levantó mis caderas y jugó con mis nalgas, las mordía, me nalgueaba, lamía mi culo, y me masturbaba.
Me bajó de la mesa sin voltearme y sin compasión me la dejó ir hasta el fondo, sentí como su glande cabezón, rozaba mi clítoris a la primera metida. De tantos jugos vaginales su verga entraba y salía como "Juan en su casa", parecía un viejo amigo de mi panocha.
--¡COMADRE, YA SABÍA QUE ALGO TENÍA USTED!.—
--¿Y QUE TENGO COMPADRE?.—
--ES DEMASIADO CALIENTE Y LE ENCANTA LA VERGA.—
--¿USTED CREÉ QUE ME ENCANTA LA VERGA, ESO CREÉ?—
--SI NO LE GUSTA ACTÚA MUY BIEN MAMITA— Empezamos a olvidarnos de las formalidades.
--¿TE GUSTA MI ACTUACIÓN?.—
--QUE SI ME ENCANTA, ESTÁS MUY RICA Y LO GOZAS.—
--¡SI, CÓJEME COMPADRE, CÓJEME QUE ME GUSTA SU VERGA, ES DELICIOSA!.— Movía como loca mis nalgas mientras metía un dedo en mi ano.--¡ASÍ, ASÍ CÓJASE A LA COMADRE!.—
--COMADRITA, TIENES UNAS NALGAS SABROSAS, Y ESE CULO, ME ESTA INVITANDO A METER MI VERGA POR AHÍ!.—
--¡AY COMPADRE, ME DOLERÁ, NUNCA LO HE HECHO ASÍ!.—Le dije con voz de niña chiflada.
--ME VAS A DISCULPAR COMADRE, PERO NO LE CREO, PERO DÉJAME PROBAR A VER SI ES CIERTO.—Sacó su verga y llenó de saliva mi culo, cuando la metía, yo abría mis nalgas para facilitarle las cosas, mi culo empezaba a tragar su pene.
--¡COMADRE, ESTE CULO YA SE HA TRAGADO DEMASIADA VERGA, LO TIENE MUY ABIERTO!.—
--YA VE SU COMPADRE, QUE LE GUSTA POR AHÍ.—
--¡NO QUE NO COMADRE, NO ME DIJO QUE EL COMPADRE NI CASO LE HACE.—
--BUENO, DE VEZ EN CUANDO ME HACE ALGO, Y SOLO QUIERE DARME POR AHÍ, Y A MÍ ME ENCANTA ASÍ.—Le mentí, pues para esa fecha, mi marido nunca me había cogido por el ano.
CON ESTE CULO TE HACES RICA COMADRITA.—
--¿PORQUÉ LO DICES COMPADRE?.—
--PUES, SI EL COMPADRE NO LA ATIENDE, AL MENOS SE HACE RICA CON EL DEDO, ¿NO?.—
--A VECES COMPADRE, A VECES ME ATIENDO SOLA.--
--PORQUE LE ENCANTA COGER POR AHÍ, Y SUS NALGAS SON HERMOSAS Y SE ANTOJAN DE VERLAS.—
--¿SI, USTED ME PAGARÍA COMPADRE?.—
--CLARO, Y NO ME IMPORTA SI SE LAS DA A OTROS, SI YO LAS TENGO EN ESTE MOMENTO, Y NO SERÁ LA ÚNICA VEZ.—
--NO COMPADRE USTED PUEDE VENIR A COGERME CUANDO QUIERA, ESTAS NALGAS SON SOLO DE USTED Y SU COMPADRE CORNUDO, QUE CASI NO LAS ATIENDE.—
--PUES NO PARECE, TIENE EL CULO ABIERTO, SE NOTA QUE LE DA GUSTO A SU TRASERO.—
--¡SI COMPADRE, ME DOY Y SE DAN GUSTO CON MIS NALGAS!.—
--¡PINCHE COMADRE, YA DECÍA YO QUE ES UNA PUTA!.—
--NO ME DIGA PINCHE, DÍGAME PUTA, ME ENCANTA ESO. ¡SI, LO SOY Y ME GUSTA SERLO!.—Sin sacar su verga me cargó y me llevó a la cama. me empinó y siguió dándome por el culo, usé mi mano para manipular mi clítoris, me di cuenta que no era necesario, el glande de su verga es tan gorda que me hizo ver estrellas y sin tocar mi clítoris, experimenté orgasmo delicioso y largo que me hizo perder el control de mis movimientos traseros. Mi compadre no soportó y eyaculó en mi recto, nuestros jadeos se confundieron, yo estaba rendida y satisfecha, creo que haberme aguantado las ganas me hizo explotar de esa manera, y caí rendida.
El compadre me acomodó sin sacar su verga y descansamos, sin querer me quedé profundamente dormida, y cuando desperté, había en el buró dos mil quinientos pesos, me sorprendió porque se las hubiera dado gratis, pero pensé que no me hacía daño quedármelos.
Así que cada vez que mi compadre me daba verga, me pagaba generosamente, y me sentía como me gusta ser; una puta, LA PUTA DE MI COMPADRE.
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intruzox69 · 5 months
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Marlén
Capítulo 8
El comienzo de una puta
Algunas personas me preguntan como es que me encanta el sexo, lo que les cuento en el relato titulado "Mi secreto infiel", me sucedió hace varios años, después de esa única noche, mi vida matrimonial se volvió rutinaria, aunque cómoda, pues no me faltaba nada. Pero extrañaba esa noche lejana en la que experimenté dos orgasmos deliciosos.
Cuando Oscar el esposo de mi cuñada regresó a la ciudad, empezó a buscar oportunidades para charlar conmigo, nos hicimos confidentes sin mencionar nunca aquella vez en que entró al cuarto mientras mi esposo dormía de borracho.
Nuestras conversaciones eran al principio normales y rutinarias, pero poco a poco nos tomamos más confianza y salieron a flote los problemas con nuestras respectivas parejas. Ya se hacía costumbre que me visitara por las mañanas y tomara un café, yo no le veía nada de malo, pero si me daba miedo que alguien se enterara de nuestras charlas.
La amistad fue de más porque en varias ocasiones me regalaba joyas, vestidos, y como sabía que mi marido tenía problemas económicos en su negocio, a veces me daba dinero, según él para que me ayudara, aunque yo la verdad, no estaba tan necesitada como para eso, pero me decía que lo tomara como un regalo.
En las fiestas navideñas del año 2002, él me regaló ropa interior roja, esa vez me sentí incómoda, ya que ni siquiera mi marido me había regalado algo igual, esa fue la primera vez, porque después me regaló un baby doll azul, muy sexy, que al parecer había comprado para una amiga, pero como no la vio, no pudo dárselo y no quería que su esposa, o sea mi cuñada supiera que lo tenía en su coche.
Cuando lo recibí temblaban mis manos, se fue de inmediato y por la tarde me llamó y le dije que me tranquilizaba el hecho de que no lo había comprado pensando en mí, claro que lo negó, pero era su plan, conquistarme. Se tomó la libertad de seguirme regalando ropa interior, me sorprendía que supiera mis medidas, y me sentía extraña cuando las usaba, sentía que él me observaba con esas prendas.
Llegó el fin de año, estabamos entre familia, todos nos deseábamos feliz año, y cuando nos topamos, nos dimos el abrazo, pero fue más allá porque me abrazó y el beso fue en la boca, yo sorprendida, no supe que hacer, nadie vio nada y ahí quedó todo. Y en nuestras conversaciones posteriores, no hablamos de ello.
Pero la mañana de un 14 de febrero, dia del amor y la amistad, yo deseaba tener sexo, andaba algo excitada, pensé que mi marido al menos me daría un "rapidín", como dicen, pero el desgraciado ni siquiera me felicitó, solo se arregló y se fue a su oficina. Yo me quedé llorando y enojada pensando que ese día seguro iba a tener intimidad con su secretaria.
Yo me quedé sin otra cosa que hacer más que el aseo de la casa y a seguir con la vida. De pronto Oscar me llamó para felicitarme, me dio gusto que me llamara, él notó que estaba triste, y la verdad me hice la víctima, esperando su reacción, me dijo que iría para darme mi regalo y que sería muy especial i yo quería.
Esa mañana quería que me viera guapa, y como adolescente me arreglé, me puse un vestido corto, amarillo, una bikini blanco que se metía entre mis nalgas, por supuesto que era regalo de él y mis tetas estaban libres, sin sostén. Esperé ilusionada y ansiosa de su llegada. Media hora después de la llegada llegó, le había indicado que la puerta estaría abierta, que solo empujara para yo preparar el café.
Cuando llegó, yo estaba en la cocina, se dirigió a mí para abrazarme y felicitarme, hice los mismo, pero no me soltó de las manos, me miró a los ojos y como toda una actriz, fingí estar triste por lo que me sucedía con mi esposo, tiernamente volvió a abrazarme y me recargué en su pecho, puso su mano en mi mentón levantó mi cara para verme a los ojos, no dijimos nada, solo nos mirábamos, ansiaba que diera el primer paso, y creí que adivinaba mi pensamiento porque me besó, yo cerré mis ojos y me dejé llevar, lo tomé de la nuca prendiéndome a sus besos, me sentía rara besar a otro que no fuera mi marido, y besos de ese tipo, ya los había olvidado.
Sus manos bajaron por mi espalda, levantó el vestido sin dejar de besarme la boca y el cuello. Me estremecí cuando sus manos palparon la desnudez de mis glúteos, sus dedos recorrían la separación de mis nalgas, no tardé en sentir mi parte húmeda y urgida de sentir algo duro dentro de ella.
La parte de debajo de mi vestido estaba en mi cintura, acarició mi entrepierna;
--¿ESE BIKINO TE LO REGALÉ YO VERDAD?.—y asentí con la cabeza y gimiendo, me separó para voltearme y admirar mi trasero;
--¡QUE RICA ESTAS MARLEN, DIME QUE SERAN MIAS!.—
--¡SI, SERAN TUYAS PERO HAZLO ANTES DE QUE ME ARREPIENTA!.—Me volteó hacia él y desabotonó la parte superior del vestido liberando mis tetas;
--¡AHHH, ESTO DE VE DELICIOSO!.—Su boca se posó en mis senos que delataban mi temperatura, porque mis pezones estaban erectos, los cubrió con su boca haciéndome estremecer, yo lo tomaba de su cabeza para que siguiera mamándome las tetas, nunca nadie lo había hecho así, con esa lujuria y deseo.
Sus manos no dejaban de acariciar mis nalgas, y estiraba el bikini para meterlo entre ellas, no supe como lo hizo pero cuando quise frotar mi mano en su entrepierna, su verga ya estaba de fuera, al sentirla en mi mano bajé la mirada y me sorprendió su tamaño, pensaba que era un sueño, y trataba de recordar lo sucedido con él hacía años, no sabía del tamaño de su pene, y ahí estaba en mis manos que se veían pequeñas sosteniéndola.
Notó que mordí mis labios para saborearme su palo, entonces con sus manos en mis hombros me bajó, yo sabía lo que quería y estaba dispuesta a complacerlo.
Al tener su verga en mi cara, sin perder tiempo lamí de arriba abajo, el recorrido me pareció eterno, cuando llegué a la punta, miré unas gotas que salían del glande, apreté su verga para sacarle más gotas y con mi lengua las recogí y me las tragué, por primera vez iba a mamar una buena verga sin miedo a que me critiquen, ya que mi esposo tenía la idea de que si la mujer demostraba cachondez en el sexo, es que era una puta, y cuando se la mamaba a él, siempre fue con la luz apagada, pero no le demostraba mi gusto por mamar verga.
Así que me prendí de tremendo palo y me di gusto, esa verga era mía y no estaba dispuesta a perder esa oportunidad de dar un buen sexo oral. Oscar gemía mientras mi lengua, labios y boca se entretenían con su masculinidad. Me excitaba ver su expresión de placer mientras mi lengua pasaba por sus huevos que colgaban majestuosos.
Oscar se agachaba para acariciar mi trasero, luego me levantó y me sentó en la mesa, puso mis piernas en su cintura, hizo a un lado el bikini y colocó su verga en la entrada de mi raja y sin perder tiempo metió profundamente su verga, parecía que legaba a mi garganta de lo larga que la tiene, su boca mordía con suavidad mis tetas que rebotaban y sus manos apretaban mis nalgas.
--¡MAMI, AL FIN ERES MÍA, AL FIN TE TENGO!.—
--¡SI PAPII, POR SEGUNDA VEZ SOY TUYA!.—Se quedó pensando en lo que mencioné.
--SII, BIEN QUE RECUERDO ESA NOCHE, ¿TE GUSTÓ?.—
--ME ENCANTÓ, Y DESDE ESA VEZ TE DESEO.—
--¡MMMM, CREÍ QUE LO HABÍAS OLVIDADO!.—
--¡NO OSCAR, ¿CÓMO OLVIDAR LOS ORGASMOS QUE ME PROVOCASTE?.—
--PUES YO DESDE QUE REGRESÉ, TENÍA LA IDEA DE COGERTE.---SI, IMAGINABA TUS INTENCIONES CON TUS REGALOS, SABÍA QUE LO DE TU AMIGA ERA UN TRUCO.—
--¿Y PORQUÉ LO PERMITISTE?.—
--DIGAMOS QUE TAMBIÉN DESEABA ESTO.—
Como nunca, moví mi cadera demostrando el placer que sentía de ser cogida por alguien, la verga es tan larga y venosa que con facilidad frotaba mi clítoris y provocó un orgasmo largo y rico.
--¡AHHH, AHHH. AHHHH ME VENGOOOO OSCAR. SIGUEE SIGUEEE COGIÉNDOME PAPI, HAZME TUYAAAAA!.—
--¡YA ERES MIA MARLEN, PERO QUE RICO COGES MAMITA. ME SORPRENDE LO GANOSA QUE ESTAS!.— Yo no contestaba, estaba gimiendo y gritando mi venida, Oscar no dejaba de bombear mi panocha.
--¡TU TIENES LA CULPA POR CALENTARME LA CABEZA DE IDEAS Y LOCURAS, AHORA SOY UNA INFIEL!.—
--¡NO MARLEN, ESTO LO HACES PORQUE TÚ LO QUIERES Y LO DESEAS, YO SOLO SACO LO PUTA Y CALIENTE QUE LLEVAS DENTRO!.—
--¡SIII AMOR ES CIERTO, SEMPRE MA HA GUSTADO COGER!.—
La intensidad de mi orgasmo había desaparecido, entonces sacó su verga y me bajó de la mesa, mi calzón estaba empapado, me agachó y otra vez con gusto mamé su verga que estaba muy mojada de mis jugos vaginales, no me importaba nada, y me entregué a la mamada maestra, como si fuera una experta para eso, lamí sus huevos y lo masturbaba al mismo tiempo, él tomó su verga y se la jaló en mi cara, mi lengua seguía lamiendo sus bolas mojadas, se retiró un poco, apuntó a mi cara, y quité su mano de su verga para hacer el trabajo yo, abrí mi boca para succionar su palo y lengüetear su glande, hasta que ya no pudo y dejó escapar su semen en mi garganta, no supe cuanto duró la venida pero sus chorros eran eternos y abundantes, toqué sus huevos que se contraían con la eyaculación, la saqué de mi boca y expulsó los últimos chorros menos intensos que cayeron en mi cara, nos miramos y perversamente tomé con mis dedos el semen que estaba en mi cara y lo dirigí a mi boca para tragarlo, él apretó mi boca con su mano para que lo tragara todo.
Me levantó y me besó rico. Pensé que ya era todo, pues ya nos habíamos venido, pero él siguió acariciándome, de nuevo me sentó en la mesa y abrió mis piernas, se agachó para mamar mi panocha, yo estaba en el cielo sintiendo su boca en mi raja y sus dedos tratando de entrar a mi ano, mis nalgas gustosas aceptaban al intruso, sentí como lubricaba mi ano con mis jugos, y logró meter su dedo por completo.
La sensación era tan placentera que me perdí en el placer sin poder contener otro orgasmo, pero este fue tragado por mi amante, yo deseaba ser penetrada de nuevo, y mi amante con toda su experiencia me bajó y e volteó, mis nalgas estaban a su vista, mi calzón en mis rodillas, quise quitármelo pero no me dejó, se agachó y lamió mi culo, su lengua trataba de entrar a mi hoyo trasero, yo respondí moviendo mis nalgas en su rostro.
En esos momentos me sentía otra, pues tenía a un hombre muy sexual entre mis nalgas mordiéndolas, besándolas y acariciándolas.
Luego se levantó y me inclinó un poco más, pensé que me la metería por el ano, pero se agachó un poco para cogerme por la vagina, su verga entraba y salía por completo, mientras sus manos atendían mis tetas que rebotaban sudorosas y cachondas de ser tomadas en cuenta, luego pasaba sus manos a mis nalgas tratando de abrirlas, un dedo entraba a mi ano, después se detuvo, sacó su verga y puso la cabeza de su palo en medio de mis nalgas, las abrió y sentí su glande en mi culo.
--¿QUIERES QUE LO HAGA ASÍ?.—Me dijo susurrando.
--¡SI AMOR, HAZME LO QUE QUIERAS, COMO QUIERAS!.—
Lentamente su verga entró a mi recto, sentía que me partía en pedazos, ya que lo único que había entrado ahí, era su dedo, ni siquiera con mi esposo había experimentado el sexo anal, se esforzaba por penetrarme;
--¡SIGUE ASÍ PAPI, POCO A POCO Y DESPACIO, NUNCA LO HE HECHO ASÍ MI AMOR, ERES EL PRIMERO!.—
--MAMI, ¿CÓMO ES POSIBLE QUE NO LO HAYAS HECHO, SI TIENES UN CULAZO DELICIOSO?.¡QUE PENDEJO TU MARIDO!.—
--¡SI, AUNQUE SABÍA DE ESTO, NUNCA ME LLAMÓ LA ATENCIÓN, PERO CONTIGO ES DIFERENTE, CONTIGO ESTOY PERDIDA PAPI, COMO DIJISTE, ESTAS SACANDO LA PUTA QUE LLEVO DENTRO, MUY ESCONDIDA!.—
--¡NI TAN ESCONDIDA, SALIO DE INMEDIATO!.—
--¡NO TE BURLES DE MÍ OSCAR!.--
--¡NO MAMITA, ES LA VERDAD, SOLO NECESITABAS UNA BUENA VERGA, ESO ERA TODO!.—La platica cachonda hizo que mi culo se relajara, pasé mi mano por debajo, y me asusté al sentir la mitad de su verga afuera, mi culo ya no aguantaba, parecía que reventaba. Oscar pasó su mano por mi raja y frotó mi clítoris, eso permitió que me olvidara del miedo, y empezó a sacarla y a meterla, yo no dejaba de tocar su palo, sentía que en cada metida era más su penetración, cada vez menos carne se quedaba afuera.
Pero de repente se detuvo, sus dedos seguían trabajando mi clítoris, yo detuve el movimiento de mis nalgas para disfrutar la sensación de ser cogida analmente, y de pronto dejó ir el resto de su verga, mi vista se nubló de dolor y placer, sentía que lloraba de dolor, pero mi trasero demostraba otra cosa con sus movimientos circulares. Momentos después mi ano estaba totalmente y como nunca relajado, lo sentía muy amplio y deseaba ver la abertura que dejaba su verga cuando la sacaba por completo.
Tocaba mi culo perversamente, no imaginaba lo abierto que estaba de la cogida. Mis tetas dejaban caer a la mesa gotas de mi sudor, mis gritos y gemidos aumentaron sin importarme los vecinos, quería que supieran la gran cogida que me daba el cuñado de mi esposo, quería que su mujer, la hermana de mi marido viera como me cogía, y como gozaba con mi culo, Oscar intentaba callarme poniéndome su mano en mi boca, pero lo mordía para que la quitara, deseaba que supieran lo puta que era.
Un sin fin de imágenes pasaron por mi mente, como si fuera un colash, vi en mi mente a mi esposo, a mi cuñada, comparaba la verga de mi marido con la de Oscar, etc., y al final, de nuevo estrellas en mi pensamiento, mi vagina explotó y aumenté mis movimientos girando mis nalgas, tratando de apretar su verga, pero era imposible, me había dejado el culo muy abierto, entonces sentí sus gemidos, sus metidas aumentaron de ritmo, y en eso eyaculó en mi recto, su leche caliente acompañó los últimos espasmos de mi venida.
--¡AHHH, AAHHH, QUE RICOOO PAPIII, QUE RICO ME COGES!.—
--¡AHH, AHH, AHHH, QUE CULO TIENES MARLEN, EL MEJOR, PARA SER L PRIMERA VEZ, VAYA QUE LO SABES USAR, ME ENCANTAS MAMITA, Y ME ENCANTÓ MÁS SER EL PRIMERO QUE TE COGE POR EL CULO!.— En esos momentos no pensaba en otro hombre más que en él, de hecho creí estar enamorada e ilusionada.
--¡SI OSCAR, Y SOLO ES Y SERPA TUYO PAPI!.—
--¿CUÁNDO YO QUIERA SERÁ MÍO?.—
-¡AJÁ, SOLO PÍDELO Y LO TENDRÁS, PERO NO QUIERO QUE SEAS DE NADIE MÁS, SOLO YO, SOLO A MÍ CÓGEME!, ¿OK?.—
Tiempo después entendí la expresión de ese momento, él solo buscaba sexo. Pero aún así dijo;
--¡SI AMOR, ESTA VERGA ES PARA TI, SERÁ TU TRONO CUANDO ESTES SENTADA EN MI PALO, ENTONCES TE CONVERTIRÁS EN LA REINA DE LAS PUTAS!.—Lo que dijo me causó gracia y me halago. Seguía su verga en mi culo, me enderezó y me besó en la boca, sacó su verga un poco caída, y nos metimos a bañar.
En la ducha no quise sacar su semen de mi culo, deseaba tener por más tiempo algo de él, y que mejor que su semen en mi recto.
Mientras se ponía la ropa admiraba su cuerpo atlético, su verga relajada colgaba orgullosa, no me vestí, me quedé con la toalla puesta. Cuando lo despedí, notó que no dejaba de mirarlo, y es que sentía que me estaba enamorando, preguntó que pasaba y le dije que él había provocado dos orgasmos, y él se vino dos veces;
--¿Y QUÉ SUGIERES?.—No respondí, solo me agaché y desabroché el zipper de su pantalón, saqué su verga y la endurecí con unas ricas mamadas, no tardó en pararse por completo, dejé caer la toalla y quedé desnuda ante él, puse sus manos en mi cabeza, empezaba a gustarme ser sometida, lamí sus huevos como loca, estaba dispuesta a darle el placer supremo de una mamada, respiré profundo y traté de meterla toda en mi boca, cosa imposible, apenas pasaba la mitad, la mamada fue tan intensa que hasta lágrimas me sacaba, mis nalgas empezaron a dejar escapar el semen de mi macho amado, sus piernas se tensaron y de nuevo el chorro de leche caliente inundó mi cavidad bucal, el semen chocó con mi campanilla haciéndome toser, tomé respiración de nuevo y succioné hasta la última gota de semen, que me parecía el más delicioso, dejé que viera como me tragaba el líquido, cuando terminó de venirse, metió su verga y se marchó, yo me quedé hincada saboreando el semen de un buen macho y amante, dueño de la mejor verga, Oscar, mi concuño.
Hasta ese momento no sabía que tanto iba a cambiar mi vida sexual, creía que Oscar sería mi único amante, pero solo era el primero.
Como les comenté, sentía que me enamoraba de él, pero luego me advirtió que solo era sexo, me sentí un poco mal, pero luego de no estar con él por casi un mes, lo busqué y le pedí que me cogiera, que no me importaba ser otra más, pero que no dejara de cogerme.
Cierta ocasión me dijo que no le molestaría que me viera con otro, al fin y al cabo, no era su esposa, solo una amante.
No creí que sucediera, yo era feliz teniendo sexo con Oscar, hasta que la ocasión se presentó y de pronto me vi enredada con mi vecino Iván, después de él le siguieron varios más, como Sandro, el mejor amigo de Iván, mi compadre y otros.
Cada uno de ellos me han llenado de placer y lujuria, y fui descubriendo nuevas experiencias, al grado de separarme de mi marido y casi olvidarme de mis hijos.
Así es como me convertí en lo que soy, este fue el comienzo de una puta.
©Marlén
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Marlén
Capítulo 7
La puta del barrio
Mi vida sexual cambió por completo, ya que siendo amante de Oscar, el cuñado de mi marido, perdí el miedo a la infidelidad, así que fácil me enredé con mi vecino Iván. A mi alrededor todo era igual, solo mi mentalidad había cambiado, y el sexo me hacía feliz, cogía más que una recién casada, porque si no era Oscar, era Iván.
Los fines de semana en que mi marido no estaba, los alternaba con ellos dos, aunque se conocían, no sabían que los dos eran mis amantes, hasta mucho tiempo después.
Mi vecino hacía algunas tareas en la casa, a veces de chofer y mandadero, y aprovechábamos para coger rico donde sea. Una mañana llegó ansioso y con ganas de poseerme, pero yo tenía que surtir la despensa de la casa, porque íbamos a tener una reunión de amigos, a la que por supuesto Iván no estaba invitado, porque eran compañeros de trabajo de mi marido.
No hicimos nada y un poco molesto me acompañó a las compras. Hacía calor y yo llevaba una mini falda de mezclilla y una blusa tipo playera amarilla, que provocaba miradas cachondas, Iván de vez en cuando me agarraba las nalgas entre los pasillos de la tienda, le advertía que no podían ver ya que la tienda está cerca de la colonia y algún conocido podía vernos, y como siempre me habían considerado una mujer seria, no quería que nadie se enterara de mi doble vida.
La insistencia de Iván por tocarme, me estaba excitando, quería terminar las compras para coger por un momento. De pronto se le ocurrió la idea de llevarme a los sanitarios de la tienda, no llevaba ni la mitad de lo que tenía que comprar, puso el carro con el que hacía las compras a un lado, y no dirigimos a los baños.
Él entró primero, luego salió para decirme que no había nadie más, la idea me excitó y acepté entrar, al estar en el sanitario, sin perder tiempo me abrazó y me levantó para recargarme en la puerta del baño, levantó mi falda, hizo a un lado mi tanga y me cogió como desesperado, yo quería gritar que me gustaba, que me cogiera más fuerte, pero él adivinaba y lo hacía.
Alguien entró, pero no nos importó, seguimos cogiendo aunque sin hacer ruido, yo me estaba parada sobre la tasa del sanitario, él con sus pantalones abajo, si alguien se asomaba por debajo, pensaría que estaba ocupado por una persona, cuando escuchamos que la persona salía y ya no había ruido, aumentó su fuerza y velocidad, mis nalgas eran sostenidas por sus manos, las apretaba, sentía como intentaba abrirlas mientras su palo entraba deliciosamente por mi panocha.
Yo gemía de placer, mordía sus labios y su oreja, pero de repente se vino, en cada venida empujaba su palo, hasta que terminó de eyacular, al final me puse papel sanitario para que no se me saliera el semen. Estaba contenta, mas no satisfecha, pero se lo agradecí, deseaba ser cogida y me cogió.
Las compras continuaron con mas calma, parecía que por ese día era todo, pero me equivoqué, porque cuando llegamos a la casa me ayudó a bajar las cosas, al parecer se excitó de nuevo cuando me veía que me agachaba o me alzaba para acomodar en la alacena los alimentos.
--¡AHH, AHH, PAPIII YAAA HAZLOOOO!.—Iván ignoraba mi súplica y continuaba con el juego de acariciar mis tetas y seguía sin meterla.
--¡ESPERA MAMITA, ME GUSTA VERTE GANOSA!.—
--¡PUES SI PAPI, PERO NO TARDA EN VENIR ALGUIEN!.—
--¡ENTONCES PÍDEMELO MARLEN, PÍDE LAVERGA!.—
--¡SIII PAPII. ¡QUIERO TU VERGA, DÁMELAAAAA, AHHHAHHH, CÓGEMEEEE YAAAA!, AHHHAHHH!.—
La embestida fue brutal, el tamaño de su verga y la fuerza de la cogida me hicieron ver estrellas de dolor y placer, apenas limaba mi raja cuando ya sentía que me orinaba, pero era que estaba a punto de explotar en un rico orgasmo, sus dedos apretaban mi clítoris, y con mis jugos vaginales lubricaba mi culo, empezaban los primeros espasmos de mi orgasmo cuando la sacó, deteniendo por completo la explosión de mi venida, colocó su verga en mi culo y sin piedad me penetró, aunque ya me habían cogido por ahí, sobre todo Oscar, no estaba tan dilatado como para recibir verga, las estrellas del dolor aparecieron en mis sentidos, puse mi mano en su cintura para detenerlo pero ya estaba toda adentro, dejó de moverse y eso me dio oportunidad de relajarme, alzó sus manos para acariciar mis tetas que colgaban excitadas, entonces empezó a meter y a sacar suavemente hasta que mi recto empezaba a acostumbrarse al intruso palo de placer, de repente la sacó y me dolió, él se agachó para lamer mi ano, la sensación mezclada de dolor y placer, me hacían gritar de gusto, volvió a meter su verga, pero con más rapidez, luego de un rato hizo lo mismo, se agachó y lamió mi culo para calmar mi dolor, que ya estaba pasando, me incliné un poco para que tomara en cuenta mi panocha, escuchaba los chasquidos de su lengua dentro de mi vagina, intentaba verlo pero mi trasero cubría su rostro, acaricié sus cabellos y se levantó, de nuevo colocó su verga en mi culo, ya no tuvo compasión de mi ano y lo castigo entrando y saliendo a una velocidad casi increíble, mis nalgas temblaban, mis tetas rebotaban, pero era sostenida por sus manos en mis hombros, bajó su mano y empezó a masturbarme, eso era todo lo que deseaba, ser cogida por el culo y que mi clítoris fuera frotado, empecé a mover mis nalgas exageradamente tratando de apretar con mi culo su verga, pero era imposible, su enorme palo entraba con una facilidad extraordinaria hacia mis intestinos;
--¡AYYY MAMITAAA, ESTO ERA LO QUE QUERÍA!.—
--¿QUERÍAS ESTO, COGERME POR EL CULO?.—
--¡SI MARLEN, TUS NALGAS ME ENCANTAN!.—
--¡Y A MÍ TU VERGA PAPI, TU RICAA VERGAAA!.—
--¡DÉJAME DISFRUTAR POR COMPLETO DE TU TRASERO!.—
--¡YA LO ESTAS HACIENDO PAPI, GÓZALO, CÓGEME ASÍÍ!.—
--¡SI MAMI, PERO MASTÚRBATE TÚ MIENTRAS YO DISFRUTO VIENDO COMO TE COJO, Y COMO TIEMBLAN TUS NALGAS!.—Quité su mano y acaricié mi clítoris con la idea de venirme, de repente sentí que podía hacerlo sin la necesidad de masturbarme, solo concentrar mis sentidos en mi ano, y funcionó después de un rato, ya mi culo estaba casi anestesiado de tanta cogida, hacía que mis nalgas chocaran contra Iván, como si no fuera suficiente sus embestidas, entonces hice un gran esfuerzo con mi ano de apretar la verga que me cogía, mi mente se llenaba de imágenes eróticas con Oscar, con Iván, imaginaba mis piernas chorreando el semen que me había echado en los baños de la tienda, imaginaba mi ano abierto como nunca y admirada de que una verga como esas cupiera en mi chiquito, todo eso provocó que mi venida fuera deliciosa, larga y placentera.
El día de la cita llegó, eran las diez de la mañana, mi presencia en su casa no era rara, pues los demás vecinos sabían que había amistad con la mamá adoptiva de Iván, así que entré sin preocupación, segura de que estaba solo. Empujé la puerta de la entrada, ahí estaba sentado en la sala, lo único que traía por ropa, era un short muy holgado.
No olvido la cara de sorpresa que puso al verme así, dejé caer mi vestido, y me propuse a modelarle mi ropa interior, me volteé para que admirara mis nalgas, las acariciaba mientras las giraba, me senté en sus piernas y movía mis nalgas, como si fuera una profesional en el streap tease. Levanté un poco mis nalgas para verlo por entre mis piernas, y observé que su verga salía del short, me hinqué frente a él para aspirar su verga sobre la prenda, se levantó un poco para quitársela y liberar su hermoso palo, sus huevos orgullosos custodios de la verga perfecta, me parecieron como siempre antojables, lamí y chupé a gusto, me puse en cuatro mientras Iván suspiraba por el placer que recibía, yo movía mis nalgas, lo hago ya por instinto, pues apenas estoy excitada y meneo mi trasero;
--¡TE VES DELICIOSA ASÍ, ME GUSTA QUE MUEVAS ESAS NALGAS, COMO SI ALGUIEN ESTUVIERA DETRÁS DE TI!.—
--¡MMMM PAPI, QUE MÁS QUISIERA, PERO ME GUSTA MOVER MIS NALGAS AMOR, QUE BUENO QUE ESTUVIERA ALGUIEN DETRÁS DE MÍ!, ¿TE GUSTARÍA ESO?.—
--¡SI, ME ENCANTARÍA VERLO!, ¿QUIERES QUE LE LLAME A UN AMIGO?.—Preguntó mirándome a los ojos.
--MEJOR LUEGO, QUE HAYA TIEMPO.—
--NO TARDARA NI UN MINUTO, ¿LE LLAMO?.— Yo pensaba que bromeaba y cuando le dije que sí, me pidió que volteara, lo hice y detrás de mí, totalmente desnudo y con su verga parada, estaba Sandro, su mejor amigo. La verga de Sandro no era tan grande como la de Iván, hubiera sido demasiada suerte si así la tuviera, pero no, se puede decir que es de tamaño normal, morena y ligeramente curva. Yo me sentía otra, me parecía increíble que estuviera desnuda frente a dos jovencitos que había conocido de niños.
Por primera vez estaba disfrutando estar entre dos hombres, aunque fueran dos jóvenes casi sin experiencia, sobre todo por Sandro, ya que Iván iba más adelante que su amigo. Estaba tan concentrada en mis sensaciones y movía mis nalgas de gusto cuando de repente Sandro empezó a eyacular en mi raja, y es que para Sandro, era la primera vez que cogía a una mujer, me molesté un poco pero no me importó tanto, ahí estaba mi otro amante que me daría una buena cogida. Sandro se quitó y se sentó a un lado de Iván, yo me levanté y me quité la tanga de las piernas, me monté en mi amante que esperaba con gusto y ansias mi panocha, sin importarle que mi raja ya tuviera leche de otro, Sandro estaba de nueva cuenta excitado y se paró sobre el sillón, acercando su verga para que se la mamara, a mi mente venían imágenes de películas pornográficas, pensaba que estaba filmando una de esas. El deseo sexual que sentía me hizo perder lo poco que quedaba de mi recato y me sentí como me gusta ser, una puta ardiente y cogelona, no me importaba que fueran dos chicos del mismo barrio, que conocían a mi esposo, mis hijos y la familia de mi esposo, en esos momentos no podía pensar en consecuencias, de hecho no me importaban.
Cuando Sandro ya la tenía de nuevo dura, se sentó y le pidió a Iván que lo dejara coger, éste se detuvo y me quitó, entonces me monté en su amigo que embelesado mamaba mis senos y apretaba mis nalgas temblorosas, bajó los tirantes de mi sostén y liberó mis tetas, lo bajó a mi cintura, su verga aunque no era grande, me daba el suficiente placer para sentirme a gusto siendo cogida, Iván solo observaba mientras sostenía su verga parada, le indiqué que me cogiera por el culo;
--¡CÓGEME POR EL CULO PAPI, QUIERO SER COGIDA POR LOS DOS, QUIERO SABER QUE SE SIENTE SER UN EMPAREDADO!.— Iván se colocó detrás de mí, estiré mi mano para alcanzar mi bolso, saqué un lubricante, unté generosamente en mi ano que ya palpitaba de deseos, acerqué más a Iván para que me penetrara, fue la locura, estaba perdida en el trance sexual, por primera vez dos miembros entraban a mi cuerpo, moviéndonos al ritmo del éxtasis, no sentía nada más que el contacto de los penes en mi vagina y mi ano, y exploté, fue un largo orgasmo que me hizo perder el control deseando morder a mis amantes, y por lo mismo permití que Sandro lo hiciera, dejándome marcas en mis senos. Recobraba la calma cuando Iván se quitó y se acostó boca arriba en la alfombra, me desmonté del otro y me fui con Iván, me puse en cuclillas dándole la espalda, sus manos sostenían mis nalgas y me ayudaba a bajarlas y subirlas, empezaba a cansarme y me hinqué para mover hacia él mis nalgas, así es fácil que se venga, pero me detuvo y me volteó frente a él, apenas me colocaba su verga en mi raja cuando me pidió el culo, entonces lo complací, mis nalgas tragaban verga hambrientas y lujuriosas, Sandro esperaba la oportunidad de cogerme, le pedía a Iván que me dejara o me cogiera por la vagina para él cogerme, pero no le hacía caso, Sandro se masturbaba, yo pensé que no aguantaría y que se venía, le insistía a Iván pero éste quería seguir disfrutándome, Sandro se desesperó e hizo lo que nunca hubiera imaginado, se colocó detrás de mí e intentó meterla también por el culo, yo lo dejé pensando que nunca iba a poder, pero de repente; --¡AAAHHAHHH, AAAAYYYYYYY!.
—Un Dolor que parecía que me partía en dos apareció en el centro de mi culo, Sandro estaba metiendo su verga, quise quitarlo, le dije a Iván, pero éste en vez de quitarme a Sandro de encima, me tomó de los brazos dejándome inmóvil, Sandro logró meter toda su verga, mi dolor era lacerante, casi me desmayaba, de repente sin ponernos de acuerdo, los tres nos quedamos quietos, yo sabía que así podría relajar mi ano, ya con menos dolor, los dos muchachos metían y sacaban sus vergas, uno entraba y otro salía, y cuando los dos coincidían adentro, mi placer aumentaba, mi ano estaba totalmente abierto y relajado, ahora era yo la que pedía con vehemencia ser penetrada y que se movieran más rápido, así lo hicieron hasta que mi vista se nubló y mi panocha dejó escapar un orgasmo, de los más deliciosos y duraderos que he tenido, orgasmo que humedeció el vientre de Iván, que era el que estaba debajo de mí.
Mientras mis dos hombres jadeaban y de igual manera eyacularon en mi recto, solo escuchaba el choque de sus vergas en mi culo, me dejé caer vencida mientras sus vergas iban bajando dentro de mí. Sandro la sacó primero, cuando Iván la sacó, sentí un gran vacío y salió de mis intestinos todo el aire que me empujaron, me dio un poco de pena y me tapé la cara, con un cojín de la sala, ellos como todo chico de su edad, se rieron de la situación.
Me quedé en la alfombra bien cogida y llena de leche juvenil, los miraba orgullosos de haberme hecho lo que hicieron, yo estaba agradecida, aunque si hubiera sabido que me iban a dar doble penetración, lo más seguro era que no aceptaría, Iván me levantó y me empinó en su cama, con mis nalgas hacia un espejo, quería enseñarme lo grande que había quedado mi culo, la imagen me sorprendió, pero me sentí orgullosa de haber probado dos vergas al mismo tiempo por mi ano.
Me acomodé el sostén, la tanga solo la guardé en mi bolso, junto con el lubricante, y mientras me ponía el vestido me dirigí a ellos;
--ESTO SOLO QUEDA ENTRE NOSOTROS TRES, SI EMPIEZAN A DECIR ALGO, LO SIENTO POR USTEDES, SE ACABARÍAN LAS MEJORES COGIDAS DE SU VIDA, ¿OK?.—Y respondieron como cuando una maestra pregunta a sus alumnos;
--SI MARLEN, ¿PERO CUANDO NOS VEMOS OTRA VEZ?— Estaba en la puerta con un pié afuera y les respondí;
--BUENO,COMO YA SON DOS, NO ME BUSQUEN, YO LO HARÉ, PERO TENGAN POR SEGURO SERÁ PRONTO, Y TU IVAN, YA NO TRAIGAS AMIGOS, CON USTEDES DOS ES SUFICIENTE, NO QUIERO PROBLEMAS, NI QUE ME CONOZCAN COMO LA PUTA DEL BARRIO.
Cerré la puerta y con una enorme sonrisa me dirigí a la casa, y ser cogida por los dos al mismo tiempo, se hizo casi un vicio y un deleite, cuando yo no lo pedía, alguno de ellos lo hacía. Pero Sandro tuvo que irse de la ciudad, y por un buen tiempo no tuve sexo anal doble.
Yo no sabía de la doble penetración, si alguien me hubiera dicho que se podía hacer, pensaría que trata de tomarme el pelo, ahora ya las he visto en películas donde mujeres se atreven a meterse dos vergas enormes, y créanme, sobre todo las mujeres, es delicioso y todas deben experimentarlo, de hecho logré hacerlo con mis dos mejores amantes; OSCAR e IVAN, dueños de las vergas más ricas, y grandes, confieso que la primera vez fue doloroso pero no perdimos la esperanza de lograrlo, y sucedió. Pero esa será otra historia que les cuente pronto.
© Marlén
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Marlén
Capítulo 6
Mi vecino Iván
Mi vida cambió completamente teniendo relaciones sexuales con, el esposo de mi cuñada, nadie se imaginaba de lo nuestro, ya que él me visitaba por las mañanas cuando regularmente estoy sola, o los viernes en la noche, cuando mis hijos se van con su abuela, y mi marido de pesca con sus amigos. Antes acompañaba a mis hijos, pero desde que tengo esas visitas, argumento trabajo en casa, y me quedo sola.
Una mañana que visité a mi suegra, aproveché para saludar a una amiga vecina, ya es grande de edad, y ella crió a Iván, desde muy niño, yo lo conocí desde que llegó a la colonia, incluso lo llegue a bañar, recuerdo que bromeábamos de lo feliz que iba a hacer a las mujeres, ya que su pene estaba muy desarrollado. La cosa es que me dirigí a la casa de la amiga, y como había confianza, entré sin tocar, ya que siempre esta la puerta abierta o sin seguro. Pensé en sorprenderla y pasé por la sala con sigilo, llegué hasta la cocina pero no había nadie, al regresar a la salida, empecé a escuchar unos gemidos muy leves, además del rechinido de la cama, imaginé que el Iván podía estar con una amiga, y me dio curiosidad por ver, sin hacer ruido me acerqué, sabía que la puerta estaba descompuesta y solo era de empujar un poco para observar, ahí estaba mi vecino, disfrutando de una puñeta muy placentera, sus ojos hacia arriba y en blanco, quizá imaginando a alguien y saboreando ya que su lengua la pasaba por la comisura de sus labios, ¡y su verga, ah!, qué rica verga, su mano apenas abarcaba la mitad, larga y gruesa, la comparé con la de Oscar mi concuño, igual de deliciosa, aunque un poco más larga, la de mi amante es grande pero un poco curvada haca la izquierda, y la de Iván, más perfecta, derecha por completo, sus huevos grandes y con muy poco vello, tuve que controlarme para no correr hacia Iván, mamársela y entregarme a él en ese momento. Mi vecino estaba tan extasiado que no se daba cuenta que lo observaba, entonces sus huevos se empezaron a contraer, aceleró su mano y un chorro de semen, de los chorros más abundantes y duraderos que he presenciado, caía al respaldo de su cama, a su pecho y su cara, como parecía no importarle donde cayeran, supuse que era aficionado a masturbarse, como todo joven de su edad. Apenas terminaba de venirse y se vio su cosa, en eso paso su mirada por la puerta y se asustó al verme, de manera cómica se tapó diciendo que me fuera en tono molesto. Yo con calma y excitada, le dije que no se preocupara, que lo que hacía era normal, se tapo todo para no mirarme, me senté en la orilla de la cama, quise destaparlo, pero debido a su reciente eyaculación, supe que debía esperar y no presionarlo, para esos momentos yo deseaba ser suya, ya lo deseaba, y se me ocurrió usar psicología; lo tranquilizaba mientras le mentía que yo también lo hacía, porque mi marido no me atendía y me abandonaba muy seguido, dejándome sola en la casa, como cuando se va de pesca, pensé que estaría muy pendejo si no captaba la idea de lo que quería decir. Me levanté y me fui, él siguió tapado en su cama.
El resto del día estuve caliente y ganosa, sabía que con mi marido no iba a haber nada, y anhelaba la presencia de Oscar, quería que amaneciera deseándome suerte de que me visitara. Y sucedió, me cogió como me gusta, pero esa vez, imaginaba a ratos que era Iván el que me poseía, y pasaba por mi mente, la fantasía de estar con los dos al mismo tiempo.
Desde la mañana en que sorprendí a Iván dándose placer, no lo quitaba de mi pensamiento, no sabía como hacer para que un jovencito alto, guapo y vergudo como él, se fije en una señora, aunque atractiva y caliente, era mayor para él. Pero la suerte se puso de mi lado cuando mi suegra se llevó a mis hijos a un rancho de ella, la amiga, "mamá" de Iván la acompañaría, y como éste andaba algo rebelde, no quiso ir al paseo, Sucedió que me pidió que viera por él, darle sus alimentos, y estar al pendiente de que no llegara muy noche a casa, se me ocurrió decirle que me diera a mí las llaves, así me las tenía que pedir y me daba cuenta de su llegada, y porqué no, le daba su llamada de atención. Entonces llegó el viernes, se fueron por la mañana, mi marido después del trabajo, no vi a Iván en todo el día, pero estaba segura de que tenía que llegar a mi casa para darle las llaves. Como niña enamorada lo esperaba, me asomaba con la ilusión de verlo llegar y nada. M e desesperaba que no llegara, pensaba desanimada que se quedaría, cuando me había resignado a no verlo, aparece en la puerta del porche, me vio y le hice señas de que entrara y que cerrara. Se quedó en la puerta principal y me pidió las llaves, le pedí que se quedara a cenar, no quería pero insistí advirtiéndole que su mamá, me lo había encargado y que si no aceptaba le diría la hora en que llegó dejándome preocupada. No es que haya aceptado de mala manera, pero estaba indeciso, quizá por lo sucedido con anterioridad, yo traía una blusa escotada con un short muy cortito del que salían mis nalgas, de donde estaba solo veía mis pechos, lo animé diciéndole que pasara para que me acompañara un rato al menos, ya que aunque no lo creyera, "me daba miedo estar sola", pero no lo decía. Cuando entraba lo noté nervioso, me dijo que cenaba y se iba.
Le dije que viera televisión mientras calentaba la cena y le servía, lo tomé de la mano y lo senté en la sala. Sabía que miraba mi trasero cuando me inclinaba en la mesa acomodando su cena. Mientras cenaba planeaba como animarlo para tener sexo conmigo, senté con él y charlamos de tonterías, noté que estaba apunto de terminar, y le dije que estaba cansada y me iba a bañar para acostarme, que con confianza cenara y si se le ofrecía algo, lo tomara, (y yo me estaba ofreciendo). Entré a mi recámara y me envolví en una toalla que apenas cubría mis nalgas por completo, sin nada abajo, entré a la regadera y dejé la puerta del baño un poco abierta, de manera que se diera cuenta. Mientras me bañaba, vi de reojo que se asomaba, la sensación de ser observada me excitó mucho más, provocativamente me enjabonaba y me agachaba para pasar el jabón por mis pies y piernas, enjabonaba y enjuagaba mis tetas, nalgas y panocha muy despacio, disfrutando el agua caliente en mi cuerpo. Cuando cerré la regadera, escuché unos pasos, era que regresó a la mesa, salí de nuevo envuelta en la toalla, y otra en el pelo, sostenía la toalla de mi pecho, como tratando de cubrirme, y entré a la recámara, igual dejé la puerta un poco abierta, me quité la toalla y me senté en la cama, para secarme bien, totalmente desnuda m puse crema en el cuerpo, femeninamente me puse perfume, luego me agaché al cajón del peinador, donde tenía mi ropa interior, sabía que miraba y le mostré mi trasero, sin pena me puse una tanga de hilo dental color celeste, me una bata trasparente del mismo color y tacones. Ya era demasiado mi atrevimiento, pero él no se animaba y me desesperaba que no aprovechara la situación. Recogí la mesa y ligera de ropas, lavé los trastes, desando que llegara por detrás y me violara si quería, pero que me hiciera algo. Parecía que nada iba a lograr, me dijo que se iba y le pedí de favor me acompañara un rato más viendo televisión mientras me daba sueño. Me senté a su lado, luego empecé a bostezar y le pregunté si podía acostarme y poner mi cabeza en sus piernas, nerviosamente aceptó y me recosté a modo que pudiera ver mi trasero, en mi nuca sentía su erección, no entendía porque no hacía nada por tocarme, hasta pensaba mal de él. Me levanté y le dije que me iba a acostar, que podía terminar de ver el programa de televisión y además si deseaba, podía quedarse a dormir en la sala, no decía nada y me fui a la cama, igual dejé la puerta un poco abierta, (esto ya se estaba haciendo costumbre). Como hacía calor, quité la sobrecama y me recosté boca abajo. Tenía una luz tenue, adecuada para que me vea sin ser visto. Se escuchaba la televisión todavía, y por si me veía o no, empecé a acariciar mi vulva y a mover mis nalgas, las acariciaba, me quité la bata y quedé en tanga, me puse boca arriba y seguí masturbándome, el idiota no entraba a "sorprenderme", volví a voltearme y me empiné, por debajo de mí, pasé mi mano y abrí mi panocha que ya estaba llena de jugos, fue en eso que al fin Iván entró rápidamente al cuarto, quise recibirlo bien pero no dejó que me volteara, me agarró de las nalgas como un loco ansioso de coger, ya estaba completamente desnudo, yo hacía como si me resistiera, cuando me volteó su verga quedaba en mi cara, tomó mi cabeza y la arrimó a su palo, yo seguía "resistiéndome", pero logró meter su verga en mi boca, me quité y me y se subió en mí.
--¿QUÉ HACES IVAN, NOOO SUELTAMEEEE!.—Le decía hipócritamente, rogando por que no hiciera caso. --¡DÉJAME EN PAZ Y VETE MEJOR A TU CASA!.—
--¡MIRA MARLEN, DESDE QUE LLEGUE ME ESTAS PROVOCANDO Y AHORA TE AGUANTAS, QUERÍAS VERGA, VERGA VAS A TENER CABRONA!.— Volvió a poner su verga en mi boca, ya no pude más y deje de actuar, empecé a mamar su deliciosa verga, larga, venosa, y sus huevos grandes me trastornaban, una verga deliciosa, digna de las películas pornográficas, envidiaba a su novia, pero en ese momento era mío, y me cogería rico. Nada importaba mas que disfrutar su juventud y, estaba gozando mi mamada, de repente me empujó a la cama casi con violencia, le dije que no había necesidad de eso, y tiernamente me abrazó para besarme, lo hacía como si me amara de verdad, diciéndome que nunca había estado con una mujer como yo, una mujer de verdad, nuestros besos se alargaron mientras sus manos exploraban mi cuerpo, y las mías el de él. Por un buen rato siguió besándome en la boca, hasta que bajé su cabeza, entendió y se dirigió a mi panocha, cuando sentí su lengua suspiré ansiosa de recibir una buena mamada, pero noté que no tenía experiencia, mientras trataba de darme gusto, lo miraba y acariciaba su pelo, le pedí se acostara boca abajo y formé el rico 69, restregaba mi panocha en su cara mientras me daba gusto mamando semejante verga, en esos momentos la admiré y la comparé con la de Oscar, se veía deliciosa, jugosa y más derecha, aunque la curva que tiene la verga de Oscar, me provoca excitación y orgasmos. Me refiero a que la verga de Iván, era perfecta para tomarla de modelo y hacer un rico consolador. Lamí sus huevos de manera suave, los llené de mi saliva, los mordí delicadamente, como a mi otro amante lo enloquece, y éste no fue la excepción, suspiraba y gemía, lo dejé en esa posición y me volteé para montarme en él, antes de que me penetrara, nos miramos fijamente, tomo mis tetas y las besó, puse su verga en la entrada de mi raja y poco a poco bajé mi cintura para que me penetrara, parecía que nunca iba a acabar de meterla, cuando sentí que su vientre chocó con mis nalgas, toqué mi panocha, se había tragado por completo su verga, suspiré y cerré mis ojos, empecé a mover mi cintura de arriba abajo y en forma circular, mientras sus manos apretaban y acariciaban mis nalgas, mis tetas rebotaban en su cara, veía su cara de sorprendido, le parecía un sueño cogerme, pues me dijo que desde hacía tiempo, yo era la reina de sus puñetas, --¡PUES YA NO TIENES NECESIDAD DE MASTURBARTE PAPI, VEN CUANDO QUIERAS A COGERME AMOR, ESTAS NALGAS VAN A SER TUYAS!.—
--¿SOLO MÍAS, Y TU MARIDO QUÉ?.— dijo reprochando.
--¡BUENO, A ÉL LE AGRADECEMOS QUE ME DEJE SOLA, Y PUES SI ME QUIERE COGER, TIENE QUE HACERLO PAPI, ES MI ESPOSO!,¿NO LO CREÉS ASÍ?.—
--¡NO MARLEN, TE QUIERO SOLO PARA MÍ!.—Pensé que podía enamorarse y decidí poner una barrera desde el principio.
--¡MIRA IVAN, YO SOY SU ESPOSA, QUE ESTOY NECESITADA DE ALGUIEN QUE ME CONSUELE ES CIERTO, PERO NO DESEO DIVORCIARME PARA TENER UN AMANTE, MEJOR DISFRUTA Y MÍRALO POR EL LADO BUENO, ME COGERÁS CUANDO QUIERAS, SIN COMPROMISOS!,¿NO ES MEJOR?.—
--¡NO LO SÉ, PERO DESDE HOY ME DAN CELOS DE PENSAR QUE TU ESPOSO TE TENGA COMO YO!.—
--¡NO TE PREOCUPES POR ESO, CASI NO ME TOCA!, ¡SIGUE PAPI, DIME QUE TE GUSTO, DIME LO QUE QUIERAS PERO NO ME HABLES DE MI ESPOSO, CÓGEME AMORRR!.—
Apretó más mis nalgas y aceleró sus movimientos, su fuerza hizo que mi clítoris explotara, froté mi panocha hacia abajo y me vine teniéndolo adentro. Apreté su pecho y lo besé agradecida. Sin sacármela, se puso arriba de mí, mis piernas en su pecho y luego en sus hombros penetraba su verga totalmente, sentía que me llegaba a la garganta. En esa posición usaba sus manos para acariciar mi ano, luego me volteó y me empinó, yo coquetamente movía mis nalgas para esperar la ensartada de su apreciable palo. Abrió mis nalgas, por un momento frotó su glande con mi ano, me estremecí toda pensando que me la metería;
--¡NO PAPI, POR AHÍ NO, ME VA A DOLER, NUNCA LO HE HECHO POR AHÍ!.—Le dije en forma de niña chiflada e ingenua, y como todo un hombre que me estremeció me dijo;
--¡NO TE PREOCUPES CHIQUITA, SI NO AGUANTAS LA SACO!.—
--¿ME LO PROMETES PAPI?.—
--¡SI MI REINA, NO TE HARÉ DAÑO!.—
--¿TE GUSTA COGER POR AHÍ?, ¿YA LO HAS HECHO ASÍ?.—
--¡NO, LO INTENTÉ UNA VEZ, PERO NO SE PUDO!.—
--¿Y DESEAS HACERLO CONMIGO DE ESA MANERA?.—
--¿MARLEN, TIENES UN CULO DIVINO, Y UNAS NALGAS DELICIOSAS, CUALQUIERA DESEARÍA COGERTE POR AHÍ?.—
--¡ENTONCES INTENTEMOS!, ¿PERO SI ME DUELE?.—
--¡YA TE DIJE, LA SACO!.— Saqué un lubricante que uso con Oscar, Puse mi cabeza en la almohada y me empiné más, simulé que untaba demasiado en mi ano, fue solo un poco, él puso en su verga, me empiné más y puse mi cara en la almohada, como si esperara un gran dolor, la verdad es que Oscar, ya me había cogido infinidad de veces por el culo, y si me iba a doler, no sería tanto. Pero fingí ser primeriza, a ver si me resultaba. La verga de Ivan entraba lentamente, yo gemía como si no soportara, él se detuvo y preguntó si la sacaba, respondí que siguiera, que me dolía pero quería complacerlo, y deseaba que "fuera el primero". Lo ayudé abriendo mis nalgas que poco a poco se amoldaron al tronco delicioso, cuando ya estaba toda adentro, fingí que me dolía, si había dolor, pero era más placer, solo fingía y le pedí que se quedara así.
--¡ASÍ QUÉDATE PAPI, NO LA SAQUES, AUNQUE ME DUELA NO LA SAQUES AMOR, QUIERO TENERLA ADENTRO!,¡AHH, AHORA MUÉVETE, SÁCALA Y MÉTELA DESPACIO PAPI!.--
--¡MAMITA, TIENES EL CULO BIEN APRETADO!.—Cuando escuché eso, me reí sin que me viera, el pobre creía que me desvirgaba el culo, que era el primero; --¡MAMI, ES UN CULAZO, APRETADO PERO YA ME ENCARGO DE AGRANDÁRTELO POR PRIMERA VEZ!.—Por un momento quise decirle la verdad, pero pensé que no tenía por que saber que no era el primero, si lo creía, era su problema.
Después de meterla y sacarla por un rato, deseaba dejar de fingir, y empecé a moverme hacia él, era de esperarse que su verga se amoldara muy pronto, y el inexperto siguió con la idea de que era el primero.
--¡MAMITA, MAMIII, YA ENTRA Y SALE COMO AGUA, YA VES QUE NO ERA DIFÍCIL, Y COMO LO AGUANTAS MAMACITA, TE DIJE EUE TE IBA AGUSTAR!.—
--¡SI AMOR, TENÍAS RAZÓN, ME ENCANTA Y MI CULO LO RECIBE CONTENTO, SIÉNTELO COMO SE TRAGA TU VERGA!.—
--¡MARLEN, ESTA IMAGEN DE VER TUS NALGAS TRAGANDO MI VERGA, NUNCA LA VOY A OLVIDAR, TIENES LAS NALGAS Y EL CULO MÁS DELICIOSO, PENDEJO DE TU ESPOSO POR NO DARTE POR ESTE SABROSO CULOOOO!.—
--¡SI PAPI, YA LO CONQUISTASTE, AHORA ES TUYO!.—De repente me vi gozando la cogida, y parecía no darse cuenta que era una experta en sexo anal, ya no me importaba si se daba cuenta, estaba gozando ser penetrada por la verga enorme y rica de un joven flaco y alto, lleno de leche y energía. Estaba loca por la sensación de ser cogida, mis nalgas parecía que exprimían el palo jugoso de mi vecino. El goce de Iván era tanto, no notaba la diferencia en un ano relajado y uno virgen. Bajé un poco y le indiqué que se sostuviera casi en el aire, alcé un poco mis nalgas y empecé a subirlas y bajarlas, como sé que Oscar se viene más fácil así, quise probar a Iván, y lo hizo, sus piernas se tensaron y aceleré mis nalgas girándolas y "tratando de apretar", yo sudaba mucho por el ejercicio, de repente un gemido extraño escuché a mis espaldas, Iván echaba su semen en mi culo, lo llenaba de su semen sabroso, su eyaculación era larga, y recordé la mañana aquella en que lo pesqué masturbándose y que se venía con un impresionante chorro, pero ahora ese chorro lo depositaba en mis intestinos, ya no pude más y la sensación continua de mete y saca, causó mi orgasmo que hacía que mis movimientos se descontrolaran.
-AHHH, ASÍII PAPIII, ASÍÍÍ VENTE EN MI CULO AMORR, LLÉNALO DE TU LECHE MI REY!.—
--¡AHH AHHH, SIIII, QUE CULAZO MAMI, EL MEJOR!.-- Sus meces lubricaban mi recto, el frote de su verga en mis paredes rectales, anestesiaron mi ano, al terminar me dejé caer y él sin sacarla cayó en mi espalda, me puse un poco de lado, y seguí moviendo mis nalgas con su verga ensartada, seguía parada, y cómo no iba a estarlo a sus 17 años.
La cogida anal era suficiente, terminamos cansados y nos quedan dormidos, dejando su verga en mi ano, cuando desperté era de madrugada, su verga seguía en mi recto, lo saqué lentamente y cuando estaba sin su verga, sentí un enorme vacío en mi trasero, me dolía, no por la cogida, sino por lo que duró en mi chulo. Adolorada me recosté a su lado, dormía profundamente, lo besé y despertó, su verga me impresionaba, seguía dura y parada, puso su mano en mi cabeza, quería que se la mamara, y empecé a saborear su palo, agradeciendo el placer que me había brindado, se enderezó y puso mis piernas en sus hombros, puso saliva en su palo y la metió en mi vagina, apretaba mis tetas que rebotaban hacia mi cara, acariciaba sus huevos que rebotaban en mi chulo abierto, y empecé a sentir que salía de mi ano su semen, trataba de impedirlo pero mi chulo estaba tan abierto que me fue casi imposible, solo retuve un poco. Me puso de lado y siguió cogiéndome mientras se embelesaba con mis nalgas, me volteó y me puso de perito, cogiéndome y acariciando mi ano, metía sus dedos en mi hoyito, el semen era su lubricante, yo abría mis nalgas para que sintiera mi culo tan amplio, esperaba que reconociera que no era el primero, pero nunca, jamás mencionó algo al respecto, me colocó de nuevo boca arriba y empezó a venirse, me preguntó que si se venía afuera, le respondí que no, que traía dispositivo, quería sentir su chorro en mi útero, y lo recibí, no sé que deseaba en esos momentos, parecía que deseaba que me embarazara, pero sabía que era imposible por los tiempos y el dispositivo. Su eyaculación me volvió loca de placer, recibir su leche me trastornó y me vine mientras mis caderas giraban usando como eje, la verga de Iván.
Platicamos mil cosas hasta que nos quedamos dormidos, amanecía cuando escuché que tocaban en el porche, me levanté asustada, podía ser Oscar, y no sabría que decir si veía a Ivan en mi cama, o que Iván se enterara de mi relación con el esposo de mi cuñada, la hermana de mi marido. Por primera vez me dio gusto que no fuera él, era un vendedor ambulante que a señas le dije que no deseaba nada, y se fue.
Cuando regresé a la cama, Iván había despertado, lo invité a bañarse conmigo le preparé de almorzar y como no tenía que hacer pues también estaba solo, se quedó conmigo, como sabía que no me llamarían, desconecté el teléfono, previniendo que Oscar no me llamara, pues sabía que estaba sola.
El resto del fin de semana, la pasamos fenomenal, parecíamos recién casados, cogíamos en todos lados, en la mesa, la sala, y a media noche en el jardín, tragué semen, en fin, fue un loco fin de semana, me hice su amante sin dejar de serlo de Oscar, así que era doblemente infiel, a mi marido y a Oscar, pero era feliz tener a un joven de su edad a mi disposición.
Ya que regresó la familia, nos veíamos cuando yo le llamaba, le prohibí que él lo hiciera, para que no se enterara mi familia, pero la realidad era que me preocupaba que Oscar se enterara. Pero se las ingenió ofreciéndole a mi marido encargarse del jardín o de cosas que haya que arreglar en la casa, según él, para ayudarse económicamente, mi marido encantado pues lo conocía de niño y le tenía confianza, así que procuraba ver a Oscar en otra parte y a Iván por las mañanas en mi casa, que era casi a diario.
Me acompañaba a las compras y a varias partes, parecía mi chofer, en la intimidad me descaré totalmente que le dije que me gustaba ser tratada como puta, y que fantaseaba estar con él y otro, entonces me propuso que lo hiciera con su mejor amigo, Sandro, con ellos dos, experimenté lo que toda mujer ardiente debe probar, algo sensacional que se volvió un vicio con ellos dos, pero les contaré en el próximo relato.
©Marlén
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intruzox69 · 11 months
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Marlén
Capítulo 5
Mi secreto infiel
A raíz de que se publicó mi relato, en el que cuento mi experiencia , he recibido varias felicitaciones y me animan a que siga escribiendo mis anécdotas sexuales.
Me dicen que mi temperamento es tal que sé disfrutar y me dejo llevar por el deseo. Déjenme decirles que yo no era así, alguien me convirtió en la mujer ardiente que me gusta ser, y fue un concuño, o sea, esposo de la hermana de mi marido, él sacó lo puta que escondía dentro de mí. Pero empecemos desde el principio;
Mi educación fue estricta, los novios que tuve, no pasaban de la manita sudada, aunque dentro de mí, deseaba algo más, si acaso con dos de ellos jugamos a masturbarnos, pero con ninguno tuve un orgasmo, pero ellos si eyaculaban.
Mi virginidad la perdí con mi esposo, siempre fue algo machista y celoso, y escuchaba comentarios de que él quería por esposa a alguien recatada, yo estaba enamorada y gustosa acepté casarme con él. En mi noche de bodas, me concreté a que me hiciera suya, no demostré mi gusto por el sexo, y él quedó satisfecho de haberse casado con alguien que de sexo no supiera tanto, según él, para enseñarme.
De recién casados vivimos con mis suegros, al igual que la hermana de mi marido y su esposo Oscar, éste siempre me cayó mal por presumido, es muy guapo pero me molestaba su presunción. Cierta ocasión en que sabíamos mi marido y yo que estaríamos solos, me dijo que lo esperara lista en la noche ya que íbamos a tener "relaciones", muy dentro de mí, estaba emocionada pues teníamos como tres semanas sin hacerlo por una u otra cosa.
Pero de repente llegaron todos, mis suegros, mis cuñados, y mi esposo nunca llegó, resulta que se encontró a Oscar y se fueron a beber, lo supe cuando llegaron y mi marido perdido de borracho, Oscar lo sentó en la sala, yo me quedé desilusionada ya que no iba a tener "relaciones".
Oscar supo que me molesté, y dejé a mi esposo en la sala mientras yo regresaba a mi recámara, tuve la idea de masturbarme pero me aguanté, pensando que mi marido podía levantarse y descubrirme, o bien, deseaba que se levantara y me poseyera, aunque solo fuera un mete y saca, con eso me conformaba.
Como estaba en mi recámara, me quité la bata y me quedé solo con un corpiño y un calzón de los pocos bonitos que tenía, no era una tanga ni nada, pero sí coqueto. Me cansé de esperar y me dormí sin cobijarme ni nada, esperando a mi esposo, esperando ser penetrada.
Mi recámara era toda oscura ya que las cortinas no permitían nada de luz, pues en ese tiempo, todavía me daba pena que aún mi marido me viera desnuda, y no quería que viera mi expresión de gusto cuando lo hacíamos.
De repente sentí unas manos acariciando mis nalgas, yo casi dormida creí que era mi esposo el que al fin se había acordado de mí, discretamente abrí mis piernas, fingía seguir dormida, las manos metían mi calzón a mis glúteos y lo volvían a acomodar, luego cerró mis piernas para quitarme el calzón, esas caricias eran extrañas para mí, supuse que mi marido como estaba borracho, me haría el amor como nunca, en ese momento pensé que si de eso se trataba, podía emborracharse lo que quisiera.
Cuando mi calzón quedó en las rodillas, las manos regresaron a mis nalgas, acariciaba también mi espalda y el nacimiento de mis tetas debajo del corpiño, pues estaba boca abajo.
Me quitó el calzón por completo, yo seguía fingiéndome dormida, creía que si cooperaba con "mi marido", perdería el encanto, y me cogería como siempre. Ya estando sin calzón, otra vez abrí un poco mis piernas, y esas manos me ayudaron para abrirlas más. De repente unos dedos entraban a mi vagina que estaba llena de jugos.
La manera de tocarme era diferente, la otra mano abría mis nalgas y tocaba mi culo, esa caricia era nueva para mí, imaginaba que el alcohol ayudaba a mi esposo a sacar su lujuria, el solo contacto de la mano masculina en mi ano me estaba volviendo loca y levanté un poco mis nalgas.
Las caricias cesaron y escuché que el intruso bajaba sus pantalones, se hincó en mis pantorrillas y siguió acariciando mi trasero, entre mis muslos sentí una verga, algo me decía que no era la de mi esposo, pero estaba ardiendo y no quería averiguar nada, solo deseaba ser poseída, escuchaba jadeos y luego sentí una respiración en mis nalgas que estaban muy sensibles, las manos abrieron de nuevo mis nalgas y una lengua recorrió la separación de ellas provocándome gemir, el que me hacía eso, se daba cuenta de mi disposición, siguió su trabajo sin hablar.
Cuando la lengua se ocupo de mi esfínter, me sentía en el paraíso, ni siquiera sabía que existiera esa sensación, los dedos maestros se ocuparon de mi raja, me di cuenta que el extraño traía barba y bigote, en ese momento me vino la imagen de mi cuñado, ya que mi esposo siempre ha sido lampiño.
El placer me impidió protestar, no me importaba nada, solo ser acariciada de esa forma tan sexual.
En el silencio del cuarto solo escuchaba el chasquido de los dedos con los jugos de mi panocha. Levanté mas mis nalgas para sentir esa lengua en mi clítoris, el causante de mi placer sabía lo que quería, así que lamió mi vagina con tanta delicadeza y paciencia que me volvía loca, deseaba que me poseyera, quería pedírselo a gritos pero me contenía, sin importarme ya nada empecé a mover mis nalgas en forma circular, sabía que si no lo hacía, me arrepentiría, me dejé llevar por la locura, eso permitió que un orgasmo, el más intenso que había sentido hasta ese momento, inundara mis entrañas, mis piernas temblaban y para no gritar de gusto, mordía mi almohada, apenas terminaba mi explosión orgásmica cuando sentí que mi panocha se abría sin piedad, un enorme miembro atravesaba mi vagina, con mis manos trataba de detener la impetuosidad del hombre que me poseía, sentía dolor y placer.
Cuando mis manos tocaron el pecho de él, lo sentí cubierto de vellos, ya no había duda, era Oscar el que me había enseñado el cielo del placer, con mis movimientos le indicaba mi aprobación por ser poseída de esa manera, su verga es tan enorme que con solo ser cogida estaba a punto de hacerme venir otra vez.
Mientras me cogía, trataba de meter sus dedos en mi culo, en ese tiempo muy apretado pues nada había entrado por ahí, ni un dedo siquiera, quizá solo entró la punta de uno de sus dedos, porque mis movimientos exagerados no se lo permitieron, pero si provocó que se viniera dentro de mí, el chorro de semen era tanto que sentí que mi útero ardía, ya no me contuve y de nuevo un orgasmo, el segundo más rico chocaba con la eyaculación de Oscar.
Se quedo sentado en mi trasero, yo no me atreví a voltear ni a hablar, no quería que se perdiera la magia de haber sido cogida, y al mismo tiempo, no sabía que decir.
Cuando sacó su verga, sentí la sensación de vaciarme toda, mientras se levantaba me dio un par de nalgadas, sentí que me agradecía, y se fue. Por un buen rato me quedé boca abajo, repasando los momentos vividos, y satisfecha como nunca.
No sé cuanto tiempo estuve pensando, pero ya en la calma sin querer pensar en las consecuencias, quise levantarme para limpiarme el semen que depositó en mí, y en eso vi a mi marido, completamente borracho sentado en un sillón que amueblaba nuestra pequeña recámara.
Estoy segura de que si me hubiera dado cuenta de que ahí estuvo en todo momento, nada hubiera sucedido. Ahí lo dejé, al despertar seguía en el mismo sitio, me levanté para empezar con las labores de la casa.
Al terminar decidí darme una ducha, aún sentía las caricias y la verga de Oscar, ya en la regadera, entró mi marido, que según él, quería contentarme, pero solo quería deslecharse, y lo hizo me pidió disculpas por no haber tenido "relaciones" la noche anterior.
Observaba como me enjabonaba y cuando me agaché se arrimó a mis nalgas, estaba muy excitado, como pocas veces, yo solo me empiné un poco y lo dejé que terminara, como andaba muy caliente sabía que se vendría enseguida, y así fue, no pude evitar compararlo con su cuñado, cerraba los ojos para invocarlo, pero todo era diferente, el tamaño de la verga, la experiencia y el saber provocar verdadero placer. Terminé de bañarme y lo dejé en la regadera, no podía quitarme de la mente lo sucedido apenas unas horas.
Por la tarde hubo una reunión familiar, Oscar se comportaba como si nada hubiera pasado, y se lo agradecí, había momentos en que envidiaba a mi cuñada, y muy en el fondo sentía que empezaba odiarla, a ella y a mi marido, deseaba ser ella y tenerlo para mí. Pero reaccionaba y trataba de disimular mi incomodidad.
La reunión era para darnos la noticia de que él y su familia se iban a otra ciudad. El hecho de que partiera lejos, me tranquilizaba, pero muy en el fondo de mí, sentía tristeza de saber que una cogida como la de Oscar ya no experimentaría, y se fue. Ni cuando se despidió, me habló de lo sucedido.
En la despedida familiar, nos abrazamos y les deseamos buena suerte, cuando me tocó despedirlo, me dio un apretón de manos, le respondí igual, pero a la vez daba gracias de que se fuera, pues no sabía que decir o como reaccionar cuando estaba cerca.
El tiempo pasó, no volví a tener otra experiencia similar, solo mi matrimonio y ya, creí que lo sucedido se olvidaría y ya, que nunca volvería a estar con él, pues en sus cartas sólo me mandaba saludos y en sus llamadas, nunca habló conmigo, sabía que había sido yo una de sus tantas aventuras, pues tiene fama de mujeriego, y tiene con qué serlo, mi experiencia con él fue mi secreto por varios años.
Mi vida matrimonial siguió siendo la misma, ¿orgasmos?, ya los extrañaba. Pero me conformaba con ser una mujer de hogar, y lo vivido era sólo un bono placentero en mi existencia, una rica experiencia, pensaba que ahora sí, me podía contar entre las mujeres que habían experimentado un orgasmo al menos una vez, en la relación sexual, y de que manera.
Cuando regresó con su familia, se portaba muy natural, con su indiferencia asumí que ya no le interesaba yo, ya que se rumoraba que tenía amante, y yo me descartaba por completo por ser de la familia y por que me sentía mayor, por no decir vieja, tenía 33 años, y cuando sucedió lo que les relaté, tenía 20.
Pero todo cambió, y otra vez establecido aquí, empezó a buscarme. Lo que aconteció después, lo contaré en el siguiente relato.
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Marlén
Capítulo 4
De esposa a amante
La separación de mi matrimonio, fue a raíz de las discusiones que llegaban a veces a los golpes, porque mi marido supo por mí misma, de mi infidelidad, cuando le confesé que fantaseaba coger con mi vecino Ivan, Se excitó y me lo me permitió luego, pero se molestó cuando supo que no era la primera vez, que gozaba mi cuerpo y mis deseos sexuales.
Aunque él no sabe de su cuñado Oscar, ni de su hermano, creé que solo mi vecino que ya falleció en una riña, fue el único amante. Se da cuenta que mi separación es en serio, y que ya no me importa que se entere que tengo otros amantes, pero sigo ocultando mi relación íntima con su hermano menor que me busca todavía y mis encamadas con Oscar, el esposo de su hermana.
Ahora me pide que vuelva, y me busca para tener sexo, confieso que ahora lo hacemos más abiertos y sin tapujos, le pido que me coja como a una puta, y eso, le gusta.
Como empezaba a tener la costumbre de ir a la casa sin avisarme, le advertí que si continuaba así, no me tendría otra vez, así que cuando quiere verme, me llama y si puedo y tengo ganas, nos vemos.
Hace poco me invitó a donde yo quisiera ir, en esos días deseaba estar en un cine como una ocasión estuve con un amante, le dije que me llevara a un cine para adultos, nos trasladamos a Saltillo, Coahuila, una ciudad cercana a la nuestra, pero en otro estado, dónde nadie nos conoce.
Llegamos a un hotel y buscamos un cine para adultos.
Entramos y como muchos de ellos, todos eran hombres, yo la única mujer. Ya sentados sin perder un hombre se sentó a mi lado, habiendo tantos lugares vacíos.
Mi aún marido, me abrazaba y yo lo masturbaba, como me inclinaba un poco, el desconocido podía tocar mis nalgas, mi pareja lo notó, iba a reclamar pero se lo impedí, le dije al oído que para eso quería estar en ese lugar, aceptó de buena gana bajándose los pantalones y liberar su verga.
Me agaché más para mamar a gusto mientras el hombre sobaba mis nalgas con sus dos manos, bajó mi tanga y metía sus dedos en mi raja encharcada de excitación, otro se puso detrás de nosotros, sacó su verga y se la mamé, la cara de mi marido estaba cerca del tolete extraño, veía claramente mi gusto por mamar esa verga.
Luego llegaron otros dos, se empezaron a juntar más, y en eso mi marido me detuvo y me quitó de ahí.
Fuimos a la dulcería, quería irse pero me negué. Volvimos a entrar a la función, esta vez nos fuimos por una orilla hasta llegar a una esquina muy oscura, lo que menos veíamos era la película, fajábamos de pié, sacaba mis tetas de la blusa y levantaba la mini falda que llevé para la ocasión.
Traía una tanga verde limón, que en la oscuridad se hacía notar, y no tardaron en arrimarse otra vez los desconocidos. Me agaché para mamar su verga, mis nalgas quedaban expuestas para el que se atreviera a tocar, y no faltó quien se animara.
Mi marido les advirtió que nada de propasarse, solo tocar, en eso yo subí para decirle al oído que permitiera que me cogieran si traían condón, se los aclaró, regresé a mi trabajo oral, un hombre enorme y gordo se colocó detrás de mí, me tomó de la cabeza y puso su verga en mi boca, apenas mi marido iba a protestar pero lo detuvo en seco, pensé que si no se la mamaba nos meteríamos en problemas, tranquilicé a mi esposo y mamé la verga del gordo, era como él, muy gorda, y se me antojó de más, le di una mamada regia hasta que se vino, me tomó de la cabeza y tuve que tragarme su leche, era tanta que me ahogaba, apenas dejó de eyacular, me levantó con fuerza, me empinó y me la metió en mi concha tan violento que casi me tumbaba.
Nadie más se acercaba porque los quitaba, el hombre me estaba violando delante de los extraños y de mi esposo, pero estaba disfrutándolo.
Tomaba mi pelo y lo estiraba hacia él, como aún traía la tanga puesta, y su verga entrando por un lado, la arrancó de mí, el tirón de la prenda me provocó dolor, y dejó una marca en mi muslo, la arrojó y algunos intentaron atraparla, no supe quien la pescó, yo estaba siendo ricamente violada, por un hombre que toma lo que quiere y sin pedir permiso.
Mi marido seguía ahí, se masturbaba mientras veía a su mujer siendo cogida de esa manera.
De los que presenciaban el acto, unos se masturbaban, y alcancé a mirar a dos que se besaban cachondamente entre ellos.
Mi violador me agachó para que le mamara la verga a otro que se vino de inmediato, mi marido se puso a un lado, el que me cogía le tomó la mano y la puso entre mis nalgas, para que tocara lo que entraba en la panocha de su mujer. No sabía que acariciaba más, mis nalgas o la verga gorda.
Mi marido quitó su mano y se puso delante de mí, le mamé algo incomoda por la fuerza en que me cogían.
El que me cogía tenía el control, porque lo quitó para acercar a un jovencito, de unos 18 años, que sacó un fierro delicioso, apenas mamaba cuando mi cogedor dejó de moverse, pero aún no se venía, la sacó y colocó su verga en mi ano, sabía que me gustaría, tenía los huevos del joven en mi boca y su verga en mi cara cuando la verga gorda abrió camino en mi recto, me ardía mucho, pero me encantaba sentir un buen trozo de carne entre mis nalgas, pero eso fue su perdición apenas unas arremetidas y dejó escapar su leche en mis intestinos, el semen hizo que su verga entrara con mayor facilidad, cuando dejó de venirse su respiración denotaba su cansancio, se recargó en mi espalda dando las últimas cogidas, yo seguía mamando al joven, y de repente el otro sacó su verga de mí, y me empujó, casi caía al suelo pero unos me sostuvieron, mi violador se fue de inmediato sin dar siquiera las gracias.
Ya casi en el suelo aproveché para seguir mamando la verga del muchacho que se vino como manguera de bombero, el sabor y la cantidad de su semen me enloqueció y tragué con gusto.
De repente unas tres vergas eyaculaban en mi cara, otro me levantó, puso su verga en mis nalgas y se masturbó en ellas, me llenó el trasero de leche, de repente mi marido me tomó del brazo y me sacó de ahí. Salimos rápido y nos perdimos entre las calles mientras chorreaba semen que salía de mi culo.
Ya en el hotel, nos bañamos mi marido y yo, y en la cama disfrutamos de una buena cogida hablando de lo sucedido calentándonos como dos pervertidos;
--¡MARLEN, NO CABE DUDA QUE SIGUES DE PUTA MAMITA!.—
--¡TE GUSTA QUE SEA ASÍ PAPI!.—
--¡SI MAMI, ME ENCANTA, SIEMPRE QUISE VERTE COGER CON OTRO!.—Entonces se me ocurrió una idea.
--¿NO IMPORTA QIEN SEA EL QUE ME COJA?.—
--¡A ESTAS ALTURAS YA NO, LOS DEMÁS AUNQUE NO LO DIGAN, SABEN QUE NOS SEPARAMOS POR TU COMPORTAMIENTO, Y LO DE IVAN, CREO QUE TAMBIÉN LO SABEN!.—
--¿Y PORQUE CREÉS QUE LO SEPAN?.—
--NO TE HAGAS MARLEN, EL BEBÉ ES DE ÉL.—
--¡SI PAPI, ES DE ÉL!.—Dije sin remordimientos. –PERO TU ¿QUÉ PIENSAS, AUN ASÍ TE GUSTO?.—
--¡VUELVE CONMIGO MARLEN, NO ME IMPORTA SI TIENES OTROS AMANTES, ME EXCITA VERTE CON OTROS, O QUE ME CUENTES COMO LO HACES CON OTROS!.—
MI vagina aprisionaba su verga, pero necesitaba algo en el culo.
--¡CÓGEME POR EL CULO PAPI, LO NECESITO, NO ME COGIERON LO SUFICIENTE, POR AHÍ MI REY, HAZLO!.—
--¡MAMITA, ESTE CULO ES MÍO, LO COMPARTO SI QUIERES!.—
--¿CON QUIÉN SEA?.—Insistí.
--¡TU MANDAS MARLEN, MI HERMANO SI QUIERES, PERO REGRESA A CASA, TE QUIERO CONMIGO!.—
--¿DE VERDAD, HASTA CON TU HERMANO?.—
--SI, PERO SI LLEGAS A TENER ALGO CON ÉL, QUE CREA QUE NO SÉ NADA.— Entonces recordé momentos con Alberto su hermano menor, y me descaré por completo.
--¡SI PAPI, QUE ME COJA TU HERMANO AMOR, DEJA QUE ME COJA ÉL Y VUELVO CONTIGO!.—
--¡PINCHE PUTA, SI ASÍ QUIERES, CON TAL DE TENERTE A MI LADO MAMITA!.—
Mis nalgas apretaban lo que podían su verga para hacerlo explotar, acaricié mi clítoris para venirme con él, cuando sentí la leche de mi marido en el culo, mis dedos aceleraron la masturbación y me vine apretando mis nalgas como loca. Así me quedé, él detrás de mí y su verga descansando en mi recto, dormimos como cansados y satisfechos.
Regresamos a la ciudad, en el camino detallamos como iba a regresar a casa, la sorpresa que se llevarían muchos, entre ellos su hermanito y mi suegrita, ya que ella si sabe de mi relación con Oscar, su yerno. Pero me arriesgaba, pues estaría con mis hijos, y mi marido permitiría mis deslices, con tal de que esté a su lado, y estoy segura que le contaré y me aceptará todavía, cuando le diga la verdad sobre Oscar su cuñado y Alberto su hermano menor, pues tendrá lo que siempre quiso, una mujer cachonda y puta, yo tendré seguridad y mucho más sexo sin tener que cuidarme, al contrario, quién me cuidará la espalda será mi marido cornudo feliz.
No he regresado con mi familia, aún lo pienso, pero es seguro que vuelva con mi esposo, pero en otra casa, donde no sepan tanto de mí.
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Capítulo 3
Disfrazada de novia puta
Como algunos saben, Oscar el esposo de mi cuñada, me ha llevado con amigos para tener sexo. Hace casi un año en una despedida de soltero fui el atractivo y la comida, me hicieron de todo. Ahora la fiesta de halloween, se realizó en una casa de fiestas que usan los ejecutivos de la empresa dónde él trabaja, y ahí estaban algunos de los que participaron en la despedida de soltero que menciono.
Oscar me advirtió que sería una fiesta atrevida, y que si quería no me disfrazara, ya que con un vestido transparente era suficiente. Pero yo deseaba hacer algo diferente, me disfracé de novia. Como hacía un poco de frío, usé un abrigo que ocultaba mi disfraz, sólo Oscar sabía lo que traía. Podían adivinar por el velo y ramo de novia que traía, pero no imaginaban lo demás.
El organizador de la fiesta estaba con Oscar, me miraban y pensé que tramaban algo. No pasó mucho tiempo para saber su plan. Ésta persona se Paró en el centro, presentó a cada uno de los asistentes, mostrando sus disfraces. Había un hombre que iba de señora ama de casa; traía una bata de dormir, mandil, peluca con roles, y algo en la cara que parecía mascarilla de aguacate, todos aplaudían, pero se alborotaron más cuando se levantó el mandil y apareció una verga enorme de hule, parecía que se llevaría la noche. A mí me dejaron al final, algunos gritaban "mucha ropa", otros abucheaban, pero cuando en el momento que dejé caer el abrigo, di vueltas para que admiraran mi disfraz; iba de novia apunto de ser estrenada en la luna de miel, traía un baby doll blanco bordeado de encaje y liguero integrado que sostenía medias blancas, una pantaleta de seda pequeña sobre el liguero, como me gusta, pues así puedo coger con el liguero puesto, eso me excita, esa ocasión no quise usar tanga de hilo dental, modelé para los invitados que aplaudían y pedían que me quitara todo, me agaché para que admiraran en todo su esplendor mis nalgas, mis muslos resaltaban con el liguero blanco, sin soltar mi ramo y el velo cubriendo mi rostro pasé en círculo para que los presentes me admiraran de cerca, luego de una rato Oscar pasó, y me abrazó al mismo tiempo que me besaba cachondamente, y les dijo en tono de broma, se dijo mi representante, y que si alguien quería algo conmigo, se entendieran con él. Al pasar entre la gente para ir a nuestros lugares, sentía apretones y pasadas de mano en mis nalgas, yo no hacía nada por evitarlas.
En un rincón, estaba una mesa de billar, y unos muchachos me invitaron a jugar, los acompañé y me dieron lecciones, colocándose detrás de mí, al momento de dar el tiro, uno por uno me enseñaba su técnica de juego.
Cuando estaban detrás de mí, movía mis nalgas para calentarlos, noté que la mayoría estaba atento a lo que hacía. Los muchachos me sacaban a bailar, en varias ocasiones estaba entre dos bailando salsa, aunque no bailo muy bien, era lo de menos, hacía mis movimientos favoritos; como si me cogieran, mis nalgas se restregaban en el vientre del de atrás, y mi vagina en el de adelante, más que baile era un rito sexual. Estaba feliz, cachonda por estar así, algunas mujeres me miraban y murmuraban, no me importaba, sé que tengo buen cuerpo y soy bonita, muchas de ellas envidiaban mi lugar, por experiencia sé que muy en el fondo todas las mujeres somos unas putas, algunas lo sacamos a flote, y otras se quedan frustradas. Yo no disfrutaba ser envidiada, me excita mostrar mi cachondez, que miren como gozo ser deseada, enseñar mi desnudez.
Con las bebidas me dieron ganas de ir al baño, apenas iba y me detenían para fajarme. Al fin logré llegar al sanitario y apresurada me senté en la taza. El baño era amplio, constaba de tina, un bidé, taza y grande espejo con dos lavamanos. En uno de ellos estaba una chica, luego entró otra disfrazada de gatúbela; Patricia, ésta última se paró casi frente a mí mientras orinaba, lucía un traje de látex negro, con short muy cortito en el que se asomaban sus nalgas, una máscara que le cubría el rostro superior, su pelo salía por la parte de atrás, su boca sensual, labios gruesos y rojos, sus ojos parecían verdes, su presencia imponía.
--TE FELICITO, ERES MUY VALIENTE PARA USAR ESE ATUENDO.— Iba a contestar cuando la otra dijo molesta;
--VALIENTE NO, ES UNA PIRUJA CALIENTE, UNA PUTA.—La otra chica y yo nos miramos sorprendidas, y Patricia me dijo;
--NO HAGAS CASO, ES UNA FRUSTRADA MOGIGATA.—
--PUES EN ALGO TIENE RAZÓN.—respondí, -- PARA HACER LO QUE HAGO, MAS QUE VALOR SE NECESITA SER UNA PERVERTIDA Y CACHONDA, SIN ESO NADA DE ESTO PASA.—
--PUES OTRA VEZ, TE FELICITO, HACES LO QUE MUCHAS DE NOSOTRAS QUISIERAMOS, PERO QUE NO NOS ATREVEMOS.—
--NO SÉ SI ESO SEA BUENO, PERO ME EXCITA QUE ME VEAN DESNUDA, Y SI ES POSIBLE TENIENDO SEXO.—Dije mientras me colocaba en el bidé para enjuagarme, iba a tomar una toalla cuando ella me mostró una diciendo;
--¿PUEDO SECARTE?.—No esperaba eso, pero me agradó la petición.
--¡CLARO!.—Respondí mientras levantaba mi pierna izquierda y abría mi raja, ella se agachó y con delicadeza secaba mi panocha, dejó la toalla a un lado para frotarla y estirarla, encontró mi clítoris y lo besó, succionó suave mientras su mano sostenía mis nalgas y la otra entraba en mi vagina. Movía mi pelvis en su cara, necesitaba al menos una mamada, y que mejor una mujer con experiencia que sabe tocar y explorar una vagina, mejor que un hombre. Se quitó y me volteó empinándome en el sanitario, abría, golpeaba mis nalgas antes de lamerlas y besarlas, cuando lo hizo su cara cambió, parecía transformada, una lujuriosa y pervertida, como yo, yo giraba mis nalgas para disfrutarla. Patricia concentraba su lengua en mi culo mientras sus dedos invadían mis paredes vaginales llevándome a la locura y a punto de venirme.
--¡MMMM, SE NOTA QUE HAS RECIBIDO KILOMETROS DE VERGA POR TU CULO!.—
--¿PORQUÉ LO DICES?.—
--¡SE VE DELICIOSO, TAN AMPLIO QUE ME DICE QUE LE ENCANTA TENER ALGO DENTRO!, ¿ME EQUIVOCO?.—
--¡NO, ME ENCANTA TENER ALGO EN MI CULO!.— Entonces metió sus dedos en mi ano, a pesar de sus uñas largas no lastimó mi recto, la excitación fue tanta que no soporté y tuve un largo orgasmo mientras con su cara pegada en mi raja tragaba mis jugos, desocupó sus manos para controlar mi trasero. Terminé de venirme, me quitaba apenas cuando ella me pidió que me quedara así, se retiró un poco, se recargó en la pared y empezó a masturbarse, le excitaba verme llena de jugos y empinada, no tardó en venirse, sus piernas temblaban, sus manos apretaban su raja, sus ojos en blanco y entre sus dedos colocados en su vagina, sus jugos, cuando con sus dedos amplió su vagina, un chorro como si orinara, brotaba mientras ella se dejaba caer lentamente recargada en la pared al llegar al suelo, me senté con ella, y nos besamos intensamente, me pidió discreción, le dije que no se preocupara y me dio las gracias.
Cuando salí del baño, busqué a Oscar, le pedí que nos fuéramos, pero él tenía otra idea. Me llevó al rincón de la mesa de billar, bromeaba con los que me rodeaban, dejaba que me abrazaran y fajaran mientras bailábamos, cuando el calzón se metía entre mis nalgas, algunos se molestaban en acomodarlo, y de paso tocar mi culo y raja, y yo sin ganas los quitaba. En eso el señor que fue disfrazado de señora, se acercó y me enseñó la verga de hule, yo juguetona la acaricié, le di la espalda y froté mis nalgas en ella, y el portador de la verga, me tomaba de la cintura simulando que me cogía. Los que veían me decían que no me atrevía a metérmela y les respondí que prefería una de verdad, como las de Oscar. Lo miré y sin más, se acercó mientras sacaba su verga enorme, algunos se sorprendieron, y más las mujeres que miraban tremendo palo, orgullosa me hinqué, desabroché su pantalón y se los bajé a las rodillas, su verga rebotaba en mi cara, la tomé y la mostré como un trofeo, me gustó ver la cara de las mujeres que seguro me envidiaban en esos momentos. Empecé a mamar y a chupar huevos como me gusta, casi me la tragaba toda, puse las manos de Oscar en mi cabeza, ya que me gusta sentirme sometida, él levantaba mi cabello para que los demás miraran bien. Luego Oscar me levantó y me acostó en la mesa de billar, puso mis piernas en sus hombros, su verga en mi raja y de un golpe me penetró llenando mis entrañas de él. Sacó mis tetas del baby doll, que rebotaban estando sueltas, luego me levantó sin sacar su verga, me sostuve de su fuerte cuello para rebotar mi vientre en él, me bajó y me agaché para mamarle su palo, empinada como estaba esperaba que alguien se atreviera a cogerme, quizá acomplejados por la verga de Oscar, no se animaban, solo me agarraban las nalgas. Me desesperaba por que alguien me cogiera, dejé de mamar y dije,
--¿NADIE ME VA A COGER?.—Entonces el señor de la verga de hule, se puso detrás de mí, colocó el consolador en mi vagina y me cogía como loco, pasé mi mano para sentir su verga real, estaba dura, muy gruesa y cabezona, saqué la de hule y puse la de verdad, el cabrón se quitó y a gritos pidió un condón, alguien se lo dio, se lo puso y me cogió como loco mientras la de hule rebotaba en mi espalda, intentó meter esa en mi culo, pero como no dejaba de cogerme no pudo. El señor no tardó en venirse, a pesar del condón lo sentí, simuló durar más pero ya su verga se había bajado, yo misma me quité y abracé a Oscar, él me volteó y puso su verga en mi ano, me empiné un poco, abrí mis nalgas para permitirle la entrada a esa verga que prácticamente vive en mi culo. Sin consideración la metió hasta el fondo, me levanté un poco para que me cogiera de pié, tomé su cabeza y lo besaba mientras movía mis nalgas ensartadas para atrás y adelante. Había un sofá y me colocó en la orilla, me tomó de la cintura para que los demás observaran a detalle, bajaba y aumentaba la velocidad metiendo y sacando su verga totalmente, yo cerré los ojos sin hacer nada para disfrutar la rica cogida anal, en ocasiones la sacaba toda para mostrarles el hoyo grande que dejaba su palo. Luego se detuvo, se quitó y dejó mi culo abierto a la vista de todos, el que me había cogido tocó mi ano como si midiera la anchura.
Oscar se sentó en el sillón, me acercó a él, me sentó frente a él, mamaba mis tetas y abría mis nalgas cogiéndome todavía por el ano, puse mis pies en el sillón y me sentaba violentamente al mismo tiempo que giraba mis nalgas como si quisiera triturar y castigar su rico palo, por darme tanto placer. Sin sacar su verga, me volteó, y dijo a su alrededor;
--¡AHORA VERAN COMO UNA REINA DISFRUTA DE SU TRONO, ESTE ES EL TRONO DE MARLEN, "LA REINA DE LAS PUTAS". —Yo estaba encantada, siendo cogida como me gusta, y observada por desconocidos, me masturbaba abriendo mi panocha, cuando un rico orgasmo se acercaba, aceleré mis movimientos tratando de ahorcar el palo de mi macho, era imposible, a pesar de su grosor y longitud, mi culo es tan amplio de tanta metida de verga, casi me desmayo en mi venida, Oscar tensó sus piernas y me quitó, nos conocemos tan bien, que sabía lo que quería, así que me agaché y mamé con fervor su verga, metí la mitad a mi boca, y mi mano masturbaba la otra mitad, la otra mano arañando sus huevos duros, explotó en mi boca, el primer chorro lo disfruté y tragué, porque sacó la verga de mi boca para que sus chorros cayeran en mi cara y tetas, yo estaba perdida recibiendo leche, me había olvidado de que éramos observados, cuando su verga dejó de eyacular, mi lengua se encargó de limpiarla, la sentía palpitante y sabrosa, con mis dedos recogí semen de mi cara y senos, para comérmelos, y es que soy una adicta al semen, y más si son de un verdadero macho como Oscar, que ha sabido llevarme a los límites de la locura. La sesión terminó y Patricia se acercó, ya no traía la máscara de gatúbela, y no me había equivocado, es hermosa y con mucha personalidad, me dio mis calzones que no supe cuando me los habían quitado. Le pidió el pañuelo a su pareja, se acercó y me limpió la cara, y me dio su tarjeta de presentación, le pedí a Oscar que me sacara de ahí, y entre aplausos y gritos salimos no sin antes manosearme los que podían. Antes de subir al coche, un hombre que estaba en la reunión, me dio una tarjeta, es dueño de un "table dance" y le gustó mi actuación, ofreciéndome buen sueldo, trabajo que acepté y en el que empecé tres días después.
Me sentía satisfecha y cansada, llegué casi dormida a la casa, me dejó y se marchó a la suya.
Patricia se contactó conmigo, estaré en su casa, y nos acompañará la pareja que estaba con ella en la fiesta, es su esposo, ya que ella desea hacer un trío con su marido, y él me escogió a mí por mi actuación en la fiesta. Lo disfrutaré mucho, pues Patricia es una mujer elegante y hermosa, su esposo parece de mundo, aunque es lo de menos, conque sepa coger bien si no, me desquito con Patricia.
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Capítulo 2
Mis dos amantes
No he tenido tiempo de escribir más relatos, últimamente mi vida es muy ajetreada con mi trabajo, además de que ocurrió algo terrible, pues Iván mi vecino, murió en una riña callejera, por defender a un amigo lo mataron a puñaladas, eso fue a principios de mayo. Y en este relato se trata de los dos mejores amantes que he tenido, Iván y Oscar.
Estaba separada de mi esposo, mis hijos estaban con mi suegra, Iván se la pasaba en mi casa sin que los demás supieran, parecía que estabamos casados pues se quedaba varios días conmigo. Una noche que estabamos viendo televisión, me sorprendió que alguien tocara, le pedí a Iván que se ocultara, me asomé y vi a Oscar en la puerta, le abrí y salí para no darle oportunidad de entrar, pero a él se le hizo extraño y empezó a preguntar si estaba con alguien, le decía que no, que estaba cansada, pero no me creyó y entró, empezó a fajarme para convencerme de que me cogiera, dentro de mí pensé que si se entera que alguien mas estaba ahí, no le importaba, pues ya casi no me visitaba. Entonces le dije que sí, que había alguien mas, pero quiso saber quién era, cuando le dije quien era, le llamó, Iván salió algo nervioso, entonces, tuve que decirle a Iván de Oscar, y viceversa. A Oscar no le importó la presencia del otro y me agarró de las nalgas bajándome el short y levantándome la blusa, en eso le dijo a Iván que si se quería unir lo hiciera si no, hiciera como si no estuviéramos ahí. De inmediato el deseo sexual invadió mi entrepierna, cuando ya traía solo la tanga y mis pechos al aire, me colgué de Oscar y le dije que me llevara a la cama, Iván nos siguió se desnudaba para entrar a la acción. Por mi mente pasaba la idea de que esa noche tendría a mi disposición las dos vergas más ricas, grandes y calientes que me han cogido, las dos al mismo tiempo dándome placer.
Les pedí que se acostaran boca arriba mientras yo les mamaba alternadamente la verga y lamía sus huevos, acercaba mis nalgas a alguno para que hiciera lo que quisiera, luego me acercaba al otro, así como estaban me senté en la verga de Oscar, dándole la espalda, mientras masturbaba la de Iván, lo mismo hice con el otro, y Oscar aprovechó para lamer mi vagina volviéndome loca, luego me senté de frente con Oscar, para que lamiera y mamara mis tetas como solo él sabe hacerlo, Iván se puso detrás de mí para acariciar mis nalgas, en eso le pedí que me cogiera por el culo, él mismo sacó lubricante del cajón me lo puso en el ano y se untó en su verga, Oscar abría mis nalgas para que el otro me cogiera, batalló un poco esta vez ya que la verga de Oscar es enorme, igual que la de él, yo gritaba como loca de placer al sentir un orgasmo que me perdió en el tiempo nublándome la vista. Luego Oscar pidió cambiar ya que me quería dar por el ano, así que Iván se puso boca arriba, me le monté y mi concuño empezó su labor anal, ya no necesité lubricante, fácilmente entró su vergota a mi culo ansioso de recibir falo.
Ellos no hablaban, se concentraban solo en cogerme gimiendo, yo gemía mas alto casi gritaba de gusto, de repente Oscar se quitó y se paró para que le mamara la verga, saqué de mi vagina la verga y la acomodé en mi culo que había quedado abandonado, entonces Oscar se volvió a poner detrás de mí, se detuvo y yo le di el lubricante;
--¡TU NO NECESITAS YA LUBRICANTE MARLEN!.— Me dijo con sarcasmo.
--¡SI LO NECESITO CON DOS VERGAS COMO LAS DE USTEDES!.—
--¡QUIERES LAS DOS!.—Contestó sorprendido, y escuché a Iván decir;
--NO SERA LA PRIMERA VEZ, ES EXPERTA CON DOS.—Miré a Oscar y asentí con la cabeza, y dije;
--¡PERO EN ESTA OCASIÓN LAS DOS SON ENORMES, Y QUIERO INTENTARLO, HAZLOOOO!.—
--¡PINCHE MARLEN, TÚ ESTAS LOCA!.—
--¡HAZLO CABRON, SI ME DUELE TE DETIENES!.—
Se embarró de lubricante, metió un dedo en mi ano mientras Iván seguía cogiéndome, luego otro para relajarme, colocó el glande en mi culo, Iván se detuvo, y sentí un dolor placentero en mi trasero, lo detenía poniendo mis manos en sus piernas, pasaba el dolor y lo empujaba lentamente, Iván decía que le dolía, le supliqué que aguantara, Oscar avanzó y cuando calculé que ya estaba casi toda, empujé mis nalgas hacia atrás, había calculado mal, pues no iba ni la mitad, un dolor lacerante casi me desmaya, me di cuenta que había lágrimas en mis ojos, ¡era dolor mezclado con placer como nunca!. Nos quedamos inmóviles, unos segundos después, empecé a mover mis nalgas, el momento difícil había pasado, y mis machos siguieron el ritmo de mis caderas entrando uno y sacándola el otro, un ritmo sexual que me llevó al éxtasis como pocas veces. Iván estaba tan excitado que mordía mis senos, Oscar estiraba mi pelo hacia él, mi clítoris se frotaba con el vientre duro de Iván, yo gritaba de placer, nada me importaba, cuando vi la cara de Iván sus ojos estaban en blanco, besé su boca y mordía mis labios, se estaba viniendo, Oscar le siguió casi inmediatamente y en ese momento me di cuenta de que el dolor había desaparecido, mi recto estaba tan amplio que las dos grandes vergas salían y entraban juntas. Imaginaba el hueco que dejaban cuando lentamente cada quien sacó su falo de mí.
Mis nalgas temblaban, los tres bañados en sudor nos quedamos en la cama. Yo no me levanté, Iván preparó unas bebidas para los tres, y pasamos un buen rato charlando de lo sucedido. Luego de un rato sentí que el semen de mis amantes se quería salir, y mi esfínter no lo podía detener, rápido me dirigí al baño tratando de detener el líquido seminal, me di un buen baño, cuando regresé seguimos en la plática, los tres desnudos, me sentía una perversa al dejar que los dos jugaran con mis nalgas y panocha, abrían mi culo exageradamente. Oscar miraba su reloj, tenía que irse pero otra vez la tenía parada, me echó un sabroso rapidín colocando mis piernas en sus hombros y con fuerza penetraba su verga en mi panocha, estaba apunto de venirse y puso su verga en mi cara, la metió a mi boca y empezó a masturbarse, tragaba la mitad de su verga y la otra la frotaba su mano hasta que un chorro caliente lleno mi cavidad bucal, me tomó de la nuca e hice lo que le gusta, succionar su palo y tragarme hasta la última gota de leche. Me recosté, él tomó su vaso de vino, y como un triunfados se lo bebió todo, me excitó ver su cuerpo desnudo y sudoroso, con su verga todavía erguida. Se vistió saludó a Iván como si fuera su mejor amigo, lo despedí en la puerta, me dio un beso largo y una nalgada para irse. Al regresar a la cama Iván estaba dormido, me acosté a su lado agradecida, satisfecha y como me gusta estar; "bien cogida".
Al siguiente día no podía ni sentarme, pero pasó rápido la molestia, luego me acostumbre a tener dos enormes vergas, confieso que padecía de estreñimiento antes de ser infiel, pues con mi marido no lo hacía, pero le agarré un gustazo al sexo anal, tanto que me es más fácil tener un orgasmo de esa manera, así que el estreñimiento desapareció. Me gusta que me llenen de semen el recto aunque ahora ya casi no puedo sostenerlo, y es por lo abierto de mi ano. Por cierto este año me hice un examen papa-nicolao, el doctor me observó y tocó ahí y me preguntó que si acostumbraba a tener sexo anal, sorprendida y apenada le respondí que sí. Y me recomendó moderarme o no meterme objetos grandes. No he hecho mucho caso de eso.
La experiencia doble anal con mis amores la repetimos varias veces, hasta que sucedió lo de Iván, mi vecinito, Me entristeció su muerte porque me hizo feliz, además de que mi bebé el más pequeño es su hijo, lo sé porque saqué cuentas de mi embarazo, y su parecido es impresionante, hasta en lo dotado, y sé que mi esposo se hace pendejo pero no dice nada ni me echa en cara que haya tenido sexo con Iván.
Oscar se fue de la ciudad, pero antes de irse pasé toda una noche con él en un hotel, pero esa es otra historia. Así que nunca volveré a disfrutar a mis dos amantes favoritos, las dos vergas más ricas y grandes que me han cogido, mi concuño Oscar y mi vecinito Iván.
©Marlén
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intruzox69 · 1 year
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Marlén
Capítulo 1
El hermano menor de mi esposo
Las discusiones con mi marido seguían y yo optaba por ignorarlo cosa que le molestaba y se iba con su mamá, con la que duraba varios días. Un día de esos hicieron una reunión familiar, y mis hijos estaban con ellos, yo me quedé sola en casa, no quería salir pues sentía que me vigilaban.
Me di un buen baño, y mientras me relajaba en la tina con agua tibia escuché que tocaban muy insistentemente la puerta, pensé que algo había ocurrido y fui a abrir poniéndome solo una bata, me fijé por la mirilla y vi que era EMILIO, el hermano menor de mi esposo de 27 años. En esos días, próximo a casarse ya que su novia estaba embarazada y estaba en los preparativos de su unión matrimonial.
Abrí la puerta y entró casi de inmediato, en eso noté que había tomado, olía a alcohol. Me dijo que quería hablar conmigo, le pedí que me esperara para secarme bien y cambiarme. Yo estaba sentada en la orilla de la cama sentada secándome el pelo, empecé a untarme crema en mis piernas cuando escuchó que abre la puerta de mi cuarto, de inmediato me cubrí con la toalla que traía, mi cuñado Emilio estaba con la boca abierta y se me acercaba indeciso, le pedí que se fuera pero me ignoró sin dejar de ver mi espalda que estaba descubierta, se sentó a mi lado y empezó a tocar mi espalda de arriba hacia abajo, hasta legar a mis nalgas, sus manos presionaban mis muslos que salían de la toalla que me cubría.
--¡VETE EMILIO, PUEDE LLEGAR TU HERMANO Y NOS MATA SI SE ENTERA DE LO QUE TRATAS DE HACER!.—Le dije con voz temblando.
--¡SOLO TRATO DE SENTIRTE UN POCO, DE VERTE AUNQUE SEA UN RATO DESNUDA, DÉJAME VERTE!.— Me dijo con voz quebrada que me conmovió.
--¡NO CUÑADO, ESO ERES, MI CUÑADO EL HERMANO DE MI ESPOSO!.—
--¡SOY UN HOMBRE, Y TU UNA MUJER!.— Mientras esto decía descubría mis senos bajando la toalla al mismo tiempo se acercaba para besarme el cuello y mis pechos, su mano bajó a mi raja, al sentir sus dedos en mi intimidad le dije:
--¡VETE EMILIO ENRIQUE ES VIOLENTO Y SI SABE NOS VA MAL!.--
--¡NO TIENE POR QUE ENTERARSE, A MENOS QUE SE LO DIGAS TU!.—
--¿Y PORQUÉ NO HÉ DE DECIRLE?.— contesté mirándolo a los ojos.
--¡PORQUE TE ESTÁ GUSTANDO, ESTAS MOJADA MARLEN!.—
--¡SI ESOY MOJADA ES PORQUE YA ESTABA EXCITADA NO ES POR TI!.—
--¡CUÑADA, QUE BUENA ERES PARA LAS RESPUESTAS, PERO ESA NO TE LA CREO!, ¡TE ESTA GUSTANDO QUE TE TOQUE!.—En eso cerré mis ojos y abrí un poco mis piernas para darle libertad de movimiento a su mano, pero por mala suerte escuchamos que abrían la puerta del porche, me asomé y me dio miedo ver que era mi marido, le avisé y rápido se escondió debajo de mi cama, mi marido no pasó de la sala, bajé y sin saludarlo le dije que iba a comprar la despensa, pero por conveniencia le pedí que me llevara, para darle tiempo a su hermano de que saliera de mi casa.
Días después, mi suegra haría una reunión, mi marido como quería reconciliarse conmigo, me pidió que fuera, y que le ayudara a su mamá, decidí llegar temprano para empezar a preparar las cosas, así que cuando llegué estaba Emilio haciendo ejercicio, ejercicio que le ha dado un cuerpo hermoso y atlético.
Sin pensarlo abrí mi boca para recibirla, empecé a mamar rico, mi bebé ya dormía, lo acomodé sin cubrir mis senos, él se agachó para mamar mis tetas y desabotonó más mi blusa, levantó su verga para que también le atendiera sus huevos enormes que se contraían al contacto de m labios y lengua, mordía lentamente sus bolas, que me parecían deliciosas sin un vello que estorbara, Emilio suspiraba con mis mamadas, luego me golpeaba suavemente la cara con su verga, la seguí mamando cuando me tomó de la nuca y muy lento empujaba su cintura como si me cogiera por la boca. Yo empecé a masturbarme sobre mi calzón, estaba dispuesta a que me cogiera en la casa de mi suegra, cuando de pronto escuchamos que alguien llegaba, Emilio en vez de irse se masturbó apresuradamente hasta venirse en mi cara, abrí mi boca para tragarlo y saborear su leche, que a chorros caía en mis senos desnudos, terminó y se encerró en su cuarto. Mi suegra llegó y me saludó hipócritamente, tomó al bebé y cuando vio mi blusa mojada, penso que mi bebé me había llenado de leche, pero como lo saben ustedes, no fue mi bebé, fue el de ella.
Las fricciones con mi suegra siguieron, y no era para menos pues se enteró de mi relación con su yerno Oscar, pero no hizo ningún comentario con alguien, aunque nunca supe porqué a él lo trataba como si nada hubiera pasado, al contrario, lo consentía.
En la noche buena, como de costumbre mi suegra nos reunió en su casa, yo estaba incómoda, quería irme, para ese tiempo mi cu��ado Emilio ya se había casado, pero su mujer no estaba presente en la fiesta porque es aeromoza y trabajaba esa noche. Todos brindaban y reían, yo decidí irme a casa con mi hijo menor, mi esposo no me quiso llevar, así que Emilio se ofreció, cuando llegamos a casa le di las llaves para que abriera, entramos acomodé al bebé en su cuna creyendo que mi cuñado se acostaría conmigo, pero se fue. Prendí la calefacción, me puse una bata de seda y acosté al niño conmigo, dormí como una hora y desperté cuando escuché que alguien llegaba, no me levanté pensando en que era mi esposo con los niños, pero me equivoqué, Emilio fue con su mamá, se despidió diciéndoles que iba a su casa, pero en vez de eso vino a regresarme las llaves.
--¡AL FIN MAMITA, ALFIN ESTOY DENTRO DE TI!.—
--¡SI PAPI, AL FIN ME ESTÁS COGIÉNDO!.—Se retiró un poco tomándome la cintura sin dejar de cogerme;
--¡AY MAMI, QUE LINDO TRASERO TE CARGAS, QUE RICA ESTÁS!.—
--¿TE GUSTA EMILIO, TE GUSTA LO QUE VES?.—
--¡DESDE HACE UN BUEN ME GUSTA Y SE ME ANTOJA, PERO NO ME ATREVÍA A NADA!.—
--¿Y PORQUÉ AHORA SI TE ATREVISTE?.—
--¡PORQUE SUPE POR AHÍ QUE LE PONÍAS EL CUERNO A MI HERMANO!.—
--¿QUIÉN TE DIJO ESO?.—
--¡PUES SE DICE POR AHÍ QUE YA NO ERES LA SERIA DE ANTES!—
--¿QUÉ SOY AHORA?.—
--¡SEGÚN MI HERMANO, BORRACHO ME DIJO QUE TE ACOSTASTE CON IVAN, QUE POR ESO TE GOLPEÓ!.—
--¡Y NO TE DIJO QUE ÉL ESTABA DE ACUERDO?.—
--¡NO, ESO NO ME DIJO!.—
--¡PUES ASÍ FUE, ME DIJO QUE LE EXCITARÍA VERME CON OTRO Y FUE IVÁN, CREO QUE SE ARREPINTIÓ DESPUES, Y YA VES QUE VIVIMOS PELEANDO, PERO EL CABRON NO DEBE ANDAR DE HOCICÓN!.—
--¡BUENO MARLEN, SI NO ME HUBIERA DICHO, NO ME HUBIERA A ANIMADO A COGERTE Y DESEARTE TANTO!.—
--¡PAPI, TARDASTE TANTO EN ANIMARTE!.—
--¡SI MAMITA, SI HUBIERA SABIDO QUE ERES TAN CALIENTE DESDE CUANDO TE HUBIERA COGIDO CHIQUITA!.—
--¡SI PAPI, SOY BIEN CALIENTE PERO TU HERMANO ME ABANDONA, RARA VEZ ME COGE, POR ESO CAÍ FACIL CONTIGO!.—
--¡NO CHIQUITA, CAÍSTE PORQUE TE ENCANTA LA VERGA!.—
--¡SI, PAPI, ME ENCANTA CÓGEME ASÍ MI AMOR, CÓGEME!.—
Movía mis nalgas hacia él para que acelerara el ritmo, apretó mis nalgas, se levantó y se puso hincado, yo seguía de lado pues mi bebé estaba dormido mamando mi seno. Siguió cogiéndome con calma, se agachó para morder mis tetas, me dijo que se venía, que ya no aguantaba;
--¡MAMITA ME VENGO, YA NO AGUANTO!.—Quiso sacar la verga, pero no se lo permití, le pedí que se viniera adentro.
--¡AY PAPI, VENTE ADENTRO!.—
--¿ESTAS SEGURA?.—
--¡SI AMOR VENTE NO TE PREOCUPES, QUIERO SENTIR TU LECHE DENTRO!.—Apretó mis nalgas y sus gemidos aumentaron, me gustó ver su expresión de placer, terminó y se acostó sobre mí con su respiración agitada, luego se puso detrás sin sacar su verga, descansamos unos minutos.
Me levanté para poner al niño en su cuna, sabía que me miraba, regresé con él a gatas sobre la cama para llegar a su verga y empezar a mamársela como a mí me gusta, sin prisas y disfrutando el sexo oral, trataba de meterla toda a mi garganta, su verga pasaba mi campanilla sacándome lágrimas, lamía sus testículos grandes, los mordía suave, mientras escuchaba sus gemidos de placer, puso sus manos en su nuca como rey recibiendo placer, me subí en él, tocaba mis nalgas y tetas como niño con juguete nuevo, metí su verga en mi raja, nos mirábamos a los ojos y en silencio empecé a darme sentones en su palo, movía mi cintura tan rápido porque deseaba venirme, me detuvo y me sacó para guiar mi raja a su cara, empezó a mamar ya lamer mi clítoris, sentía que su propia leche salía, no le importaba, me volteé para mamar yo también haciendo un 69, deseaba que su lengua atendiera mi ano, pero no lo hacía, entonces levanté sus piernas y pasé mi lengua por su ano, trató de impedirlo pero insistí inmovilizándolo, comprendió e hizo lo mismo haciéndome ver estrellas, después me senté en él dándole la espalda, coloqué su verga en mi culo, entró su cabeza y con sus manos en mi cintura me sujetaba, me agaché un poco y con mis manos abría mi nalgas, su verga entró enseguida y me volteé para mirar su expresión, su mirada estaba fija en mis nalgas que devoraban su verga por completo, me miró y dijo;
--¡PRECIOSA, ESTO LO DESEABA NO SABES CUANTO!.—
--¿TE GUSTA ASÍ?.—
--¡ME FASCINA MARLEN, TIENES UN CULO DE ORO!.—
--¿DE ORO?.—
--¡SI MAMI, CUALQUIERA PAGARÍA POR COGERTE POR EL CULO!.—
--¿Y TU ME PAGARÍAS?.—
--¡SI QUIERES SI, PUTITA, ESO TE GUSTA SER VERDAD, UNA PUTA. TE GUSTA QUE TE PAGUEN!.—
--¡NO PAPI, NO ES TANTO ESO, ME GUSTA SER COMO UNA PUTA, QUE ME LO DIGAN, QUE ME TRATEN ASÍ COMO PUTA, Y SI ME PAGAN MEJOR!.—
--¡LO QUE TU DIGAS PUTITA, LO QUE HAGAS NO ME IMPORTA MIENTRAS PERMITAS QUE VENGA A COGERTE COMO AHORA!.—
--¡SI PAPI, CUANDO TU QUIERAS CÓGEME AMORRRR!!.—
En eso aceleré el movimiento pero me detuvo, sin sacarla me empinó para colocarse detrás de mí, casi estaba levantado en mis nalgas, sentía que la metía toda, yo golosa gozaba la cogida, me acostó y quedó sentado en mis nalgas sin sacarla, me cogía con fuerza haciéndome venir en ese momento.
Se detuvo, le pedí que se levantara un poco, se sostuvo con sus brazos, y en eso empecé a mover mis nalgas hacia arriba y abajo, sentía su verga más gruesa, me pedía que me detuviera pero yo ya estaba loca de placer, aumenté el ritmo y en eso pasó sus brazos por mi pecho apretándome en su pecho, gimió escandalosamente, se estaba viniendo.
Ese momento es de los más ricos para mí, relaja todos mis músculos, sintiendo una verga en mi culo llenándome de semen, es un momento maravilloso.
©Marlén
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