Leyendo la yo del pasado

Me encuentro un lunes con toda la actitud (naaaa) trabajando y de nuevo arrastrando la melancolía de ayer. En serio desearía tanto no volverme a meter a una relación para no sufrir. Pero obvio eso es absurdo, habría que evitar todo para no sufrir. Habría que dejar de vivir.

Pero en mi momento de bajoneo, me pongo a leer lo que había escrito hace años y me surge un remolino de emociones. Me siento orgullosa de ver que me agrada lo que escribo y lo que he crecido. Me siento triste porque también noto cosas un poco desesperanzadoras y recurrentes. Y me siento de nuevo perdida. Y esto es lo que más me duele.

No sé en qué punto mis expectativas no son reales y cuánto más va a seguir molestando el tema de pareja. Qué no estoy viendo o aprendiendo? No tengo idea. Y es que pienso que algo estoy haciendo mal, aunque yo sé que es un pensamiento completamente erróneo.

Creo que es que nunca había amado tanto como esta última vez, a pesar que ni idea si fue recíproco o fue una pura ilusión o un rebote. Lo que sí sé es que yo anhelo una pareja, alguien que me acompañe en la vida. Y abandonar esa idea me duele. Entiendo que estoy completa por mí misma. pero he pasado tanto tiempo sola que quiero encontrar eso. 

No quiero volver a ser un salvavidas para nadie, ni mucho menos una válvula de escape donde solo se desahogan conmigo sobre cosas ajenas que duelen escuchar. Alguna vez un ex les ha dicho que su ex es el amor de su vida? Así en tiempo presente? A mí sí. Y es de las cosas más hirientes que he escuchado y que me hace cuestionarme todo y sentirme como una basura. 

También aprendí que no quiero volver a quedar en un fuego cruzado con la ex. Entiendan que eso les pasará si salen con alguien con hijos y con quien el ciclo con su ex no ha terminado. Las personas a veces creen que un duelo dura cuestión de meses cuando en realidad a veces puede tardar años. Más si estuvieron casados. Y bueno más si es el amor de su vida. Que imbécil yo, verdad? Pues más imbécil quien se mete en una relación sin estar listo, haciéndole daño a la otra persona. Y no tanto imbécil ahora que lo pienso, sino que mala persona. Si una persona les dice que merecen algo mejor, que es una mala persona, les aconsejo que le hagan caso. Se conocen mejor de los que uno cree que los conoce.

El amor por sí solo no sobrevive. Y quizás sí recibí amor, la verdad que ahora ni estoy segura de nada, pero una persona que de verdad te ama no te lastima. Y si no está listo para una relación, no se mete en eso. 

Soy fiel creyente de la psicología e invertir en terapia porque al final es salud. La salud emocional es igual o más importante que la física. Somos seres integrales. Y me causa gracia que hace 2 días fui a terapia y me sorprendió que la psicóloga me dijo que yo estaba haciendo las cosas muy bien para los 30 años que tengo. Santísima! Entonces porque tanto llanto, tanta tristeza y tanta desesperanza? Se puede dejar de sentir? De amar? Y ser egoísta? Que feo, pero a veces siento que la única salida actual es adoptar la “actitud hijueputa” y pensar solo en mí. 

Creo que no me queda de más y me va a tocar. Esperemos que funcione!

Domingo de lluvia y melancolía

No les pasa que están un domingo en su cama, comienza a llover, y de pronto comienzan a sentir una melancolía? Sí, el fin de semana se está acabando, pero más allá, comienzan justo a extrañar las cosas que se supone que no deberían extrañar porque estaban “superadas”? Algo habrá en la lluvia. Algo habrá en ese último respiro del fin de semana.

Antes pensaba que era una persona egoísta en términos de pareja. Una más de las mentiras que se encuentran en mi subconsciente que no tengo idea de dónde provienen. Pero me alegra al menos desmentir una más. Se siente bien.

Y es que al terminar mi última relación pensé que me iba a faltar lo que recibía. Me refiero a detalles, cosas que uno usualmente espera y recibe de su pareja. Sin embargo, en este último caso, lo curioso es que tuve que reducir mis expectativas al mínimo. A nada. Entonces a no disgustarme si no recibía nada, sintiendo que quizás no importaba lo suficiente. Porque claramente no tuve ni una invitación a cenar para celebrar mi cumple. Algo mínimo pensaría yo si alguien no es de dar regalos. En fin, recibir un baldazo de agua fría de que no era una de sus prioridades porque a eso se resume.

Uno tiende a asociar el final de algo como algo negativo. Sin embargo, muchas veces es más aprendizaje, más experiencia, y a la larga mejores decisiones en un futuro. Casi diría uno que es un momento de iluminación divina. Ja!

Y es que me di cuenta que duré tanto en esa relación porque algo me resultaba familiar. Bastó con cumplir años, y no cualquier número, sino el tercer piso! También requirió un viaje de mi papá al extranjero en estas fechas.

Les cuento y no quiero que se sientan tan mal como yo me sentí. Ya dijimos que es aprendizaje ;) Resulta que vuelve mi querido padre de su viaje a Europa, le da un perfume Dior a mi querida madre, seguro por hacerle el favor de cuidarle a mi hermoso quesito, alias Honey, la golden retriever más deliciosa del universo, y llegamos a mí y no recibo nada. Sí, nada.

Para dar un poco de contexto, están divorciados hace más de 5 años. Pero a su hija, su propia sangre, que acaba de cumplir años, nada.

Y esto me lleva al otro lado de la historia: mi mamá. Mi adorada madre, una mujer súper religiosa, que no tiene problemas para dar el diezmo y ofrendas a cuánto misionero lo “necesite”. Yo diría que si está joven y saludable, que no sea tan carebarro y bretee. Pero si es invitar a su familia a comer o lo que sea, le duele. Ahí sí le duele la plata. Debo admitir que ha mejorado mucho seguro de tanto que se lo hacemos ver. Aleluya!

La cosa es que le encanta que le planeen fiestas, que le den regalos, que le lleven cosas… en otras palabras, recibir. Ama recibir y no tanto dar (o bueno selectivamente).

Si comenzamos a unir los puntos y desciframos las esferas del dragón… Ding! Ding! Damos con aspectos que noté en mi ex pareja.

Ahora entienden porqué me costaba salir de ahí? Porqué lo veía tan familiar? Porque estaba literal saliendo con mis papás. Estaba en una relación, bastante ambigua por cierto, de mucha incertidumbre, con nada más y nada menos que con una combinación de mis papás!

Y no es que sean malas personas, simplemente que no los querría como pareja. No puedo evitar pensar en un episodio de How I met your mother sobre esto. Que buenísimo! Aunque para mí ha sido una de las experiencias más dolorosas y de mayor crecimiento.

Volviendo a hablar de mi creencia errónea de que era egoísta, a lo que voy es que no, no lo era, y me encantó descubrir eso de mí. Y tampoco es que todo era negativo, éramos unas pegas. La intimidad y contacto físico, esos abrazos y besos eternos, que no entiendo cómo no se cansaba de mí y de que lo cuchareara, son cosas que extraño y que viéndome en retrospectiva tampoco sabía que existían en mí.

Entonces hoy, un domingo de lluvia y melancolía, no puedo evitar extrañar no tanto lo que recibía, sino lo que daba. Extraño amar y demostrar amor. Extraño abrazar. Extraño besar. Extraño hasta pasar hecha una melcocha durante una maratón de pelis o series, e incluso durante la noche aunque tal vez significaba no dormir al 100%

Sin embargo, dicen que nunca es más oscuro que cuando va a amanecer. Ahorita tal vez la melancolía me esté arrastrando a lugares que no quisiera. Pero el duelo y el dolor de una ruptura no duran para siempre. Ya llegará un rayito de sol que ilumine esta grieta y le guste lo que ve. Que también soporte los millones de besos y abrazos! Que esté dispuesto a dar y construir.

Y si no llega, saldré a bailar con esta lluvia sonriéndole a la melancolía. Porque completa ya estoy. Y uno no puede extrañar lo que no tiene.

Agradecimientos del año

Siempre hay algo porqué agradecer. Y quería empezar este reto a partir del inicio del siguiente año, pero, ¿porqué no comenzar de una vez? 

Será uno por día como mínimo :) 26/11/19: Estoy agradecida por tener trabajo 26/11/19: Estoy agradecida por poder ver el sol salir

Volviéndome loca

Me estoy volviendo loca. Me siento fatal de llevar una carga que se llama “¿y la pareja pa’ cuándo?” Sigo sin entender porque para mí es tan importante ya tener una pareja en mi vida. ¿Será que al final todos somos iguales en eso? 

Me siento triste. No puedo ver películas o series culiolas porque entonces salta la pregunta ¿porqué a mí no me llega? Y uno tiende a pensar que algo está haciendo mal. ¿Será que me falta cambiar en algunos aspectos y crecer en otros? ¿Estaré haciendo las cosas que no debo o no frecuentando los lugares que debería? O lo contrario a eso, qué debería estar haciendo o a dónde debería ir? Demasiadas preguntas.

Lo cierto es que todos corremos carreras separadas. Únicas. Y no debemos compararnos con los demás ni forzar a que pasen cosas. Dicen que ese tipo de cosas llegan cuando uno menos se lo espera. ¿Y si abandonamos cualquier expectativa y simplemente vivimos el momento? Yo diría que sí.

ONS

No amiga, no es de “Oncology Nursing Society” (ayyy alguien fue a Google, lol). Y sí amiga, tu sí estás en lo correcto (y de paso te echaste al agua). 

¿Alguien se imagina yendo al suave a una fiesta de la Asociación del brete, y regresar casi 24 horas horas después a su casa? Yo al menos jamás me lo imaginé. Virgen de las ONS. Peeero, siempre hay una primera vez para todo.

Me gusta que actualmente hay como una revolución femenina, harta de esta sociedad machista de tanto desbalance en cuanto a placer. ¡Ya era hora! Lo siento amigos, un mete y saca tal vez para ustedes sea todo lo que necesitan, pero para nosotras... What else you got? 

Sin embargo, creo que no fui la mejor representante. Y es que quedamos 3-0. Casi 2 veces quiso ser 1. Casi. Pero considero que en parte fue culpa mía, porque no me dejé llevar como debía. La razón se las menciono más adelante. Otros dirán que no supe demandar mi propio placer, como si eso fuera algo que uno debe pedir (rogar); o que quizás él simplemente fue (o es) egoísta en ese ámbito. ¿Le damos el beneficio de la duda? Yo le daría un segundo round ;)

Regresando al tema de la fiesta, resulta que una amiga me presenta a alguien de su departamento. Comenzamos a bailar los 3 y, como buena tapis, le digo a ellos que jale a buscar otro trago pero mi amiga no quiso. En eso que vamos y regresamos, mi amiga se desaparece y nos quedamos bailando solos. No sé en qué momento ni quién es el responsable (y no me importa), pero cuando me doy cuenta estamos en un puro aprete. Y diablos, ¡qué besos! Los necesitaba porque el anterior ya me estaba asustando que quizás yo no era tan buena dando besos. Por favor nunca piensen eso. 

A la 1:00 am paran la música y encienden las luces, y dos individuos siguen apretando al puro frente de la tarima donde estaba el DJ, cual carajillos de cole. ¿Recuerdan esa sensación? Yo me sentí INCREÍBLE. Y ahora sigue la pregunta que yo diría que es típica para este tipo de encuentros: “¿Y si seguimos la fiesta?” El resto es historia.

Otra cosa que extrañaba son los sonidos. Algo que yo pienso que es normal cuando alguien está disfrutando algo. ¿Se imaginan que aburrido que un chico sea como una tumba en el campo de batalla? Yo sí. El mismo anterior de los besos pésimos. Ah pero este, hasta con los besos se notaba que estaba disfrutando. Y yo también. Extrañaba un buen beso.

La parte de que mi equipo no logró meter ni un gol es debido a que siguen habiendo muchos tabúes en mi mente debido a tanta religión por tantos años. Parte de eso no propició el sacarle provecho a esta primera experiencia. Todavía es una lucha pero eso es todo otro tema. Sin embargo, no me puedo quejar porque sí la disfruté. 

Por dicha no me tocó un idiota, sino un mae muy atento. Me quedo con el trato y las caricias. El que pasara por horas su mano sobre mi espalda (y nalgas, porque pucha ellas sacan la cara por sí solas). Que se haya quedado todo el rato hasta que casi nos echaran, lo cual eso no lo entiendo mucho pero no importa. Sí, yo sé que todo esto que menciono no es lo usual, pero ¿quién define las reglas? Me cae mal que todo tiene que ser como Google dice que son los ONS. Al final, los dueños del momento son sólo las dos personas.

Nos quedamos viendo tele un rato. Aprendí mucho de Pablo Escobar y otros narcos, y de artefactos extraños y caros que gente llega a vender para que aficionados los compren. Sí, vimos History Channel mucho tiempo. Nunca voy a olvidad el kit cazavampiros.

¿Y qué le diría si lo vuelvo a ver? Que sería capaz de quemar Troya con esa sonrisa y esos ojos. 

Como el perro (Like the dog)

A veces recuerdo cuanto odio mi naturaleza. No es que esté criticando el diseño de Dios, porque a ningún diseñador nos gusta que nos critiquen nuestros diseños. Pero es que odio ser como el perro que vuelve al vómito. Odio estar siempre cansada, ser tan débil. Pero bueno, al final sólo soy humana.

Sometimes I remember how much I hate my nature. It's not that I'm criticizing God's design, because we, designers, do not like anyone to criticize our designs. But it is that I hate being like the dog that returns to the vomit. I hate being always tired, so weak. But hey, at the end I'm only human.

Familia, amigos, conocidos

Creo que como seres humanos nos gusta compartir las cosas que más nos gusta hacer con las personas que más amamos.

Cuando hay intereses en común es más fácil decidir qué hacer; hay mayor sintonía a la hora de compartir; hay menos limitaciones. Pero cuando el interés más importante para una persona, no lo es para su ser querido, es cuando comienza a irse todo en picada. Es increíble como alguien muy cercano puede pasar a sentirse como un simple conocido. Y más increíble como poco a poco va desapareciendo la confianza. ¡Y la confianza sí que cuesta recuperarla! Y quizás ni se dan cuenta, o quizás ni les importa.

Gracias a un libro que estoy por terminar de leer, he llegado a entender que no hay nada mejor que aceptar la condición de uno. La Biblia dice en Gálatas 6:3:

“ Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña.”

Y qué cierto que es, y la naturaleza del ser humano es ser egoísta. Es siempre pensar en sí mismo y a los demás que les vaya bien. Pero a veces es algo que nos cuesta admitir; al igual que no nos gusta ver nuestras debilidades y menos admitirlas. He llegado a aceptar lo que soy, y es que soy una persona imperfecta en un mundo lleno de personas imperfectas, pero amada por un Dios perfecto.

He cometido errores, y unos de los que todavía me arrepiento. Pero ya no tengo control del pasado. He analizado mis debilidades, y las acepto. He dejado de estresarme por cosas que están fuera de mi control. Y he comenzado a darle prioridad a las cosas que realmente se lo merecen. La familia antes que el estudio; pero antes que todo, Dios.

Tal vez no entiendo las cosas que me han pasado, ni las que estoy pasando; pero cualquier cosa nunca debe ser vista como un evento aislado, siempre hay que ver todo el panorama. Hay cosas que no entiendo. Hay cosas que desearía que fueran de otra forma. Hay personas a las que desearía poder tener la confianza de pedir un consejo, o que tan siquiera estuvieran dispuestas a compartir conmigo mi mayor interés. Pero Dios sabe porqué no es así.

Siempre he deseado que mis familiares, amigos y conocidos compartan lo que he descubierto que es el propósito de la vida: darle la gloria y la honra a Dios. Desearía que supieran que esta vida es tan sólo pasajera, y una preparación para la vida siguiente. Que en realidad solo hay una decisión: decir sí creo. Pero de nuevo digo, se escapa de mi control y eso es lo que más me rompe el corazón... Sólo Dios es capaz de tocar corazones, de convencer. 

Sin embargo, nunca dejaré de decir gracias porque mi futuro está asegurado. Sé que mi eternidad está del lado que no merecía estar. Pero ese es el punto, no merecemos nada. Pero el amor es el que siempre cambia todo. Siempre seguiré pidiendo para que ellos lo entiendan, y si Dios lo quiere, sé que él se va a encargar de todo. Oré años por una amiga cristiana, y Dios me sorprendió al decidir tocar el corazón de mi mejor amiga que conozco desde primer grado de la escuela. Si hizo eso, ¿cuánto más no podrá hacer? Todo se resume a lo que ya mencionaba: confianza. Llegué al punto de entender que lo único que puedo hacer es confiar en Él, y verlo actuar.

¿Cuánto dura?

A veces pienso que hay cosas con las que uno tiene que aprender a convivir. Ansiedad, depresión, estrés. Tensión en la cabeza, gastritis, pensamientos autodestructivos. Y a veces pienso que debería tener tiempos de duración; y no aparecer y desaparecer, y luego volver a aparecer; algo así tan enfermizo como el cáncer, tan insistente.

Estuve en un momento que me importaba mucho todo, que le metía mucha mente a todo, y dicen que eso cansa el cerebro, que cómo no iba a sentir tensión en la cabeza. Me reí cuando me preguntaron si me gustaba mantener todo bajo control; pero siempre he pensado que eso se llama ser organizada.

Ahora estoy en un momento de mi vida en que ya en realidad no me quiero sentir deprimida. No me importa si me dicen si me aman o no. Es peor cuando una persona que sí debería decirlo, en vez de decir la palabrta clave “amor”, dice “te quiero mucho”. Ese es el balde de agua más fría e ilógico que he recibido. Pero igual no se puede dar lo que no se tiene. Ahora no me importa si no me lo dice quien debería decirlo. Aprendí que es dar sin esperar recibir. Así que lo seguiré diciendo a quien de verdad sienta la necesidad de decirlo.

Perder la confianza en alguien, y ser decepcionado, son las dos cosas que más me duelen. Pero tampoco ya no dejo que me afecte. He notado como relaciones cercanas se han deteriorado, pero ya tampoco dejo que me deprima. Así que ya no me pregunto “¿cuánto dura?”, siendo una víctima de la prueba. Ahora digo “¿qué es lo que me quieres enseñar?”, convirtiéndome en el amo de mi propia prueba. Al fin y al cabo está dirigida a mí, no a nadie más.

Ahora dejo todo en manos de Aquel que es dueño de absolutamente todo y de todos nosotros. El que hace y deshace; el que da vida y también es capaz de quitarla. A pesar de que mi confianza se ha reducido hacia personas, ha aumentado hacia Aquel que siempre me ha amado. Sé que el proceso quizás no sea fácil, pero al menos sé que es el único que no me va a decepcionar. 

¡Así o más imbécil!

Cuando la psicóloga me hizo una serie de cuestionario con preguntas inconclusas, en las cuales yo tenía que terminar todas las oraciones, en una respondí “...que me decepcionen”. 

Ya había intentado mil veces, y lo sigo haciendo, el no esperar nada de las personas. Cuando me piden que sea flexible, creo que igual debe ser con medida, siempre manteniéndome en lo que creo.

No creo en tener amigos (varones), o al menos no creo que sus intenciones siempre son puras. Tal vez sí los haya quienes quieran aportar una amistad genuina, y que simplemente, yo no he tenido suerte.

Me encanta conocer gente nueva, quizás no sea tan abierta, pero cuando lo hago, de verdad lo disfruto y me gusta porque me permite aprender de los demás. Con un “toque” de Facebook comencé una relación de amistad con un muchacho cerca de donde vivo. Sabía quién era y tal vez lo había visto muy de paso alguna vez, pero después de varios “toques” me comenzó a hablar.

He aprendido a ser honesta desde el principio, algo que a muchos les choca, pero que he aprendido que ayuda a prevenir dolores. En enero tomé la decisión de dejar de salir con hombres, a menos que tuvieran las mismas convicciones. Es increíble como muchas amistades han dejado de escribir porque reitero, claramente sus intenciones eran otras, no ser el buen samaritano o nuevo “bff”.

Le aclaré eso a él, que no estaba saliendo con nadie, pero que tenía intriga de conocerlo como amigos, porque hasta el momento me había caído muy bien y teníamos buena química para vacilar y a veces hasta para ponernos profundos ja ja ja. Siempre que intentábamos hacer planes alguno de los dos nunca podía. Ahora en semana santa ambos en Guápiles, un día me cancela y luego me llama y me dice”véngase”. Como tenía la intriga de saber quién era, me fui.

Cuando llegué y se montó al carro, vi que traía lentes y me dijo que eran ¡para ver mejor! De verdad noté que me veía de pies a cabeza, evaluándome. Me dio risa y aún más cuando me dice “jale a Nuevo Guápiles mientras pensamos qué hacer”. Me dio risa porque era un lugar donde si acaso sólo funcionaba un lugar de comida china y un Megasuper. 

Me dijo que parqueáramos un poco más allá y no vi nada malo; total, ya habíamos quedado que sólo íbamos a ser “compas”. Me decía que fuéramos a un mirador y me pareció chiva, pero como no sabíamos dónde quedaba y ya era de noche, pensé que eso sería más chiva de día, y le dije que mejor íbamos otro día, no sabiendo que eso no se iba a cumplir. Fuimos a Megasuper por la Bliss de coco que me faltaba probar y él por unas Smirnoff.

Comenzamos a tomar y a conocernos; bueno, a hablar paja y contar nuestras historias. Seguía diciéndome que tenía que aprender a confiar y se me acercaba demasiado y me decía que jamás me iba a dar un beso. Un rato después, me roba un beso, tiene el descaro de empezarme a tocar y, aún peor, obligándome a que yo lo toque a él. Era tanta la resistencia que me ponía que era realmente difícil, tenía que hacer mucha fuerza para soltarme.

Nunca me había pasado algo así, que alguien tuviera tanto descaro en hacer algo así recién conociendo a alguien y en “plan de amigos”. Que dicha que el carro era mío y pude arrancar, dejarlo donde fuera, y largarme a mi casa. Nunca me habían decepcionado tanto. Todavía tuvo el descaro de escribirme después como si nada.

Al día siguiente mejor me encargué de bloquearlo en todo lado, porque una persona así no puedo tenerla cerca, no puedo darle ese lujo. No creo haber exagerado, creo haber hecho lo necesario. Ya no estoy para estresarme, lo que me traiga estrés, tiene que irse; chao. Pero de algo estoy segura, la forma en que atravesé esta prueba, me enseñó que he crecido espiritualmente, y de eso sí estoy orgullosa.

"A dieta" en Starbucks

Vendedor: buenas noches, ¿qué le puedo ofrecer?

Yo: me da un frapuccino de dulce de leche por favor

Vendedor: ¿qué tamaño?

Yo: tall

Vendedor: ¿leche normal, descremada o sin lactosa?

Yo: descremada. Ah y por favor con ¡extra dulce de leche! :D

Vendedor: ¿está segura? ¿Algo más?

Yo: (¿será que pido doble shot de café?)

Yo: mmm no nada más, ¡gracias!

Ironía y Karma

Tanto tiempo de no escribir y tantas cosas que han cambiado desde la última vez que lo hice. Mi último mes en Alemania dio un giro. Como ya me había insistido a no esperar nada, llegó a pasar algo que ni me pasaba por la mente. Todo un semestre en una clase con él, y luego mi amiga se fue a Italia y yo me decidí quedar. Llegó el fin de semana y estaba Kirmes de nuevo pero esta vez era la feria más grande. Decidí ir el viernes con mi roomie rusa y luego el sábado quería volver a salir y le dije a él, en plan de amigos, que saliéramos e invitáramos más personas. Al final sólo nosotros dos pudimos y entonces él planeo dónde ir. Justo que llega y se viene un aguacero como nunca, lo cual noté luego que casi siempre llovía cuando decidíamos salir. ¿Señal o coincidencia? Hasta la fecha ni idea. Me cambió el plan, quiso llevarme a conocer Düsseldorf y luego me dijo que fuéramos a una fiesta de uno de sus mejores amigos. Manejamos allá y luego comenzamos a caminar; bueno, yo corría de lo rápido que caminaba, pero claro quién no con 1.93m de altura y una personalidad acelerada. Conocimos la ciudad y de una forma muy dulce me iba explicando y enseñando cosas y lugares. Luego comimos un dönner kebab y nos fuimos a la fiesta. Temía no adaptarme o que no me quisieran hablar en inglés, y luego caí en cuenta que sería ¡la única no alemana de la fiesta! Para mi sorpresa, muchos habían viajado y estado en contacto con otras culturas y me encontré con personas tan lindas y amables que era inevitable no pasarla bien. Jugué, comí, tomé, hablé, me divertí y hasta vacilé a Tobias, el cumpleañero. Aprendí la forma fácil de decir “buenos deseos” porque feliz cumpleaños en alemán me era muy difícil, más ya con un poco de guaro por haber perdido en los juegos algunas veces. Desearía haber sido más inteligente y haber recordado que comí y tomé algo muy pesado y que estaba en una “cita” por primera vez en Alemania. Me enfermé y el viaje de vuelta era tan largo que no lo pude contener. Ojalá no hubiera sido en el carro pero a lo hecho pecho. Me impactó su reacción tan madura y lo caballeroso que se portó hasta el final. Basta decir que a pesar de ese terrible y vergonzoso incidente, durante el siguiente mes ¡seguimos saliendo! No esperaba nada y menos eso, pero se convirtió en lo que no quería, en alguien que se me iba a ser difícil decirle adiós al regresarme. ¿La realidad? Estamos en dos continentes distintos. ¿La incertidumbre? Saber si debería esforzarme por volver a verlo; al final de cuentas, fue solo un mes. Pero, ¿cuánto tiempo basta para estar seguro de algo? Creo que eso nunca lo sabré…

Olor a cigarro y expirado

Hay personas que llaman demasiado la atención. Hay sonrisas que son inevitables de disfrutar. Hay hombres con los cuales es imposible no sentirse atraída. Y está él, que es una combinación de las tres.

Imposible no notar cuando alguien está “pasadito”, porque no puedo decir como Sebas “pasado de Europeo” porque no lo es. Estuvimos hablando un buen rato, me invitó a una actividad pero siempre agregaba al final el “deberían ir...”. El plural puede cambiar todo a como también puede ser un simple disfraz.

Estuvimos conversando y hablando de fotografía, jugando con una silla super extraña que no sé qué hacía en esa clase pero aún así nos sentamos para probarla. No se veía muy confiable (porque parecía un prototipo) y cuando me senté claramente se notaba mi inseguridad de poder caerme, y claro, él se rió. Me sentí un poco apenada por cobarde, pero es que esa silla era un poco de tiras finas  de metal, pero no importa, todo fue natural y eso es lo que vale. 

Nunca noté que estaba expirado como según dijo Andre y me pareció extraño no notarlo. Es increíble como en los últimos meses he desarrollado más el olfato al andar con Andre porque siempre le anda huyendo a los indúes, y ya me dí cuenta del porqué, y es que ¡de verdad apestan esos maes!

Lo volví a ver ayer y de verdad me pareció nada bonito. Iba con 2 alemanas (porque el bendito Miss Universo es super social). No se porqué mi reacción fue volverlo a ver e inmediatamente ver a las viejas. Hasta sentí como él se decepcionó por no dedicarle una sonrisa genuina; porque yo me sentí como una persona celosa; y no hay cosa peor que algo sin fundamento.

El amor parece estar huyendo de mí. El tiempo parece estar en mi contra. Al parecer lo único que está de mi lado son estos benditos chocolates que sigo comiendo. Y lo peor es que este fin de semana voy para la playa y nunca había tenido tanto miedo de ponerme un vestido de baño. ¡No sé qué me pasa, pero bueno, allá vamos Barcelona!

Cambio de actitud

Que terrible cuando uno llega a un punto que se harta de todo. Hay un momento en el que simplemente uno no tiene nada que decir, nada que pensar, ganas de no hacer nada, y así podría continuar por un buen rato.

A este punto de recién haber cumplido los 3 meses en Alemania, me he dado cuenta que este país es muy bonito pero la gente no tanto. Pero también depende de las personas que tengamos a la par. La persona equivocada puede hacer de una experiencia un infierno.

La falta de carácter puede aún más hacer que ni siquiera podamos expresarnos como quisiéramos. “Dime con quién andas y te diré quién eres” y “el que anda con lobos a aullar aprende” son dichos bien conocidos. Pero creo que es muy fácil dejarse influenciar por alguien y comenzar a intentar satisfacerlo. Es más difícil resistirse ya que crear un ambiente poco propicio con la única persona que se está al otro lado del mundo, no creo que sea buena idea.

Pero es que qué difícil es convivir con una persona controladora, o celosa, o egoísta. Pero ahora, ¿convivir con una persona que incluye este combo? Qué difícil. La compañía incorrecta definitivamente puede traerse abajo lo que podría ser una buena experiencia. 

¿Cómo es que pueden haber días buenos y días re malos? ¿Cómo es que un día tiene buena vibra y otro puede lograr traerme el ánimo abajo en un segundo? Que cansado pasar tanto tiempo con alguien, sobre todo con la persona más opuesta del mundo en todo. Y cuando digo todo, es en serio.

Sigo con la tentación de hacer los últimos viajes sola. Pero sigo teniendo miedo. Tengo miedo de ir a Amsterdam y otros lugares de Holanda sola. Ya ni siquiera me siento muy segura en Alemania a veces. Los hombres son iguales en cada rincón del mundo. 

Estoy harta de escuchar siempre lo mismo de Spotify, de comerme un chocolate de 555 caloríaa por día y de ver How I met your mother mientras como. Pero sobre todo estoy harta de mi falta de carácter, de no poder mandar a comer caca a alguien cuando se pone a juzgarme o intentar controlarme. Estoy cansada de tener que hacer tanto esfuerzo por mantener la situación tranquila. Me da miedo que esto comience a llamarse como una palabra que odio: hipocrecía. 

Estoy harta de luchar con un proyecto que me está costando, de tener que estar horas frente a la computadora todo el día y al final todavía no tener bien orientado el proyecto. ¿Será que no es lo mío? A veces es inevitable pensar que quizás esta carrera no sea muy buena, que no haya sido una decisión correcta. Pero es lo que me gusta, bueno no tanto como el diseño de modas, pero en la vida hay que renunciar a ciertas cosas.

Odio ver mis piernas como una bendita gelatina, ver mi panza más grande desde todo ángulo, porque uno echa llantas por todo lado. Pero bueno, han sido bastantes chocolates y gelatos y nada de ejercicio, ni siquiera el que decía en Pinterest de 9 minutos diarios. ¡Ni siquiera soy capaz de sacar 9 minutos!

Dirían que es depresión pero yo ya no sé cómo llamar mi actitud. No quiero ser esta persona. Quiero ser diferente; ser capaz de seguir haciendo ejercicio donde quiera que esté, de comer sano y si salgo a comer entonces elegir la opción más sana; de manejar mi tiempo de forma eficiente, de creer que soy buena en lo que me gradué y tener seguridad y hacer buenos proyectos; de entender que la plata sigue proveniendo de mis papás y saber administrarla de forma inteligente y no comprar todos los souvenirs al primer país que vaya. 

Toca hacer un cambio de actitud, y no creo que vaya a ser nada fácil...

Alemania para los alemanes

Hoy de nuevo experimenté un ataque de ansiedad. Se están volviendo de nuevo constantes y me estoy comenzando a hartar. Pero creo que más de estos benditos alemanes. Mañana voy a Leipzig y espero que esto cambie, que sea una cuestión de estar muy al sur como me dijeron.

Llevo dos meses aquí y sigo pidiendo ayuda para contratar la empresa de electricidad pero nadie parece querer ayudar. Recién llego de buscar a la encargada de lidiar con ese tipo de asuntos en la residencia, y a pesar de ver una sombrilla en la puerta y ruido en el cuarto, no se digna en abrir.

Me vale si me expulsan de Alemania, si en un futuro no me dejan volver, porque sinceramente, no volvería a poner un pie aquí. Siempre he tenido luz y no me ha llegado un recibo entonces todo bien. El Hausmeister ni siquiera está en su oficina como debería según el horario pegado en su puerta. 

No es necesario estar en una situación de peligro para sentir esta adrenalina, es tan sólo necesario el estar bien enojado o asustado, como cuando hoy se acercó un turco un poco mayor e insistió en que le diera el número. Decía no conocer a nadie aquí y parecía desesperado por conocer gente, cuestión irónica ya que lleva casi 1 año aquí y andaba con otros 2 “rocos”.

Cada vez estoy más decepcionada de la universidad... Recuerdo que decidí no esperar nada. Pero es que si se supone que está catalogada como una universidad internacional, debería al menos preocuparse porque los profesores nos mantengan en contexto, o sino, que pidan un C1 en alemán. 

No estoy pidiendo que me digan todo en Inglés, que no es mi lengua materna igual que para ellos, lo cual requiere un esfuerzo compartido. El día de la exposición ya no me sentía nerviosa, me sentía enojada; y ahora por lo de la electricidad ya de verdad más enojada y decepcionada.

Pero bueno, sólo son 6 meses así que conservo la calma; me devolveré en septiembre sin saber nada de esa clase que ya retiré, y probablemente sin la capacidad de hablar un buen alemán. Pero me devolveré satisfecha con estas experiencias, con el haber conocido otros países y personas, y con un posible nuevo hobby.

“Ese alguien”

Definitivamente me estoy preocupando demasiado por él. Ya ni siquiera Dios ocupa tanto tiempo en mi mente como él... No quería escribir esto porque me parece absurdo, pero si ya se está convirtiendo en algo no saludable alguien me lo hará saber. Además, será un recuerdo más de mi experiencia.

Ayer lo vi. De verdad no entiendo esta obsesión. Pienso demasiado en él. No sé porqué es tan importante para mí su aprobación si ni siquiera lo conozco. ¿Tan desesperada estoy por encontrar a “ese alguien”?

No lo entiendo. No me reconozco. Nunca me había sentido tan ignorada. Doy vergüenza. Se supone que estoy en un conocimiento de mí misma pero a la vez me estoy denigrando. ¡Espero de verdad sea la regla!

¿Porqué es tan importante el físico? Algunas veces nos engañamos diciendo que no lo es, pero en el fondo queremos poder admirar a “ese alguien”, poder sentirse atraída, y viceversa. Habrá alguien que dice que no, pero habrá otro que seguirá diciendo “la comida entra por la vista”.

Me cansé de esperar. Me cansé de pensar. Hoy es un día gris. Mañana me espera mi primera exposición en un país extranjero. Tengo miedo. Otra vez comienzo a preocuparme demasiado por lo que los demás perciban de mí. Pero sobre todo, tengo miedo porque mañana lo vuelvo a ver a él, y no se que va a pasar.

No tengo paciencia

Me gusta chepiar algunas veces las fotos de perfil de mis contactos en Whatsapp porque siempre me llevo sorpresas. Hoy la de una amiga me encantó y voy a citarla como tal:

“Ya no tengo paciencia para algunas cosas, no porque me haya vuelto arrogante, sino simplemente porque llegué a un punto de mi vida en que no me apetece perder más tiempo con aquello que me desagrada o hiere.

No tengo paciencia para el cinismo, críticas en exceso y exigencias de cualquier naturaleza. Perdí la voluntad de agradar a quien no agrado, de amar a quien no me ama, y de sonreír a quien no quiere sonreírme.”