Photographed by Harley Weir for Purple F/W 2016

No me comas la cabeza solo el papo,gracias

Hola, qué les pasa a los tíos? por qué creen que las tías para follar necesitamos que nos hagan creer que nos quieren? por qué no se les mete en la cabeza que nos gusta follar por follar como a ellos y que no empapamos las bragas con la palabra novio, alianza o compromiso?. Supongo que a algunas o muchas sí pero no todas, NO TODAS.

Mi primer novio, novio, me dejó bastante troneti con este tema. Yo tenía 18 años y me enamoré como una perra. Él era un guay de la noche o eso creía yo, porque luego resultó ser un fumeta maniaco depresivo que centró toda su energía en hacerme sentir como una mierda, cosa que consiguió. Pero al principio era muy magia todo.

Recuerdo que unas de las primeras veces me mandó un sms al móvil que decía:“sal a la puerta de tu casa” y cuando salí un coche arrancó y apoyado en la puerta había un ramo de orquídeas, flipé claro. Todos los días me mandaba sms de amor, me ponía canciones por el móvil, una vez me llevó a ver amanecer a Granada para follarme justo cuando salió el sol y nos volvimos porque lo vimos en una película.

A los cuatro meses me fui a vivir con él, una casa enorme sin muebles, solo su mesa de mezclas, sus discos, mis libros y un colchón en medio del salón. Con él conocí el m. Nos gustaba drogarnos mientras él pinchaba y yo bailaba desnuda en tacones para él en una habitación iluminada con una bola de colores que giraba de los chinos. También nos gustaban las estrellas, había estrellas por toda la casa, de cartulina, de papel albal, pintadas en la pared, de pegatinas en los techos que brillan en la oscuridad, incluso nos hicimos una en la piel, en realidad me la hizo él.

Una noche llegó muy colocado y me dijo:“mira lo que he hecho en el curro”, trabajaba en una fábrica de aluminio y con el aluminio había fabricado una pequeña estrella con un palo “me quieres?qué harías por mi?"no paraba de decirme mientras me besaba sin parar con mucha saliva y me bajaba los pantalones para follarme contra la pared de la cocina, creo que si me hubiera pedido que saltara por la ventana lo hubiera hecho, pero lo que hizo fue encender el fuego, meter la estrella dentro y marcarme el lateral de la rodilla izquierda, chillé de dolor y justo cuando lloré él se corrió, lamió mis lágrimas y me dijo "no te lo cures, tiene que infectarse para dejar marca, es una muestra de amor”. Mira, lo leo y me entran ganas de vomitar y alucino que no me diera cuenta que estaba loco, por supuesto culpo a Disney y a la hierba.

Como esa, mil, me tiré casi dos años viviendo en una especie de secta, adorándole y ya. El era dj y cuando salíamos por la noche se dedicaba a ignorarme y hablar con el resto de las tías, que para lo único que me hablaban era para decirme que qué suerte tenía de tener un novio tan encantador y atento, yo sonreía y enfermaba por dentro. Al llegar a casa me regañaba por no ser simpática y me montaba unos pollos exageradísimos si se me ocurría hablar con otros tíos y se ponía a llorar, sí,sí,sí, llo-rar, culpándome de no confiar en él y de ser una zorra calientapollas incapaz de estarme quietecita y/o bailando para él, tal cual. Llegué a salir y encerrarme en el baño de las salas sola a fumar hierba. Tan triste y tan verdad, en fin.

Consumíamos m y follábamos sin parar, follába increiblemente bien, suave, a dolor, no había ninguna pared de la casa que no tuviera corrida nuestras. A mi por el m me daban unas bajonas brutales que él no aguantaba y me obligaba a estar arreglada constantemente. Una mañana mientras preparaba el desayuno me dijo que no quería estar más conmigo que quería follar con otras tías, así, sin discusión ni esperar mi respuesta. Creí morir, en serious, me costó mucho tiempo y un cambio de ciudad superarlo.

Ahora con el tiempo me doy cuenta que no era amor, era enganche al sexo, a la hierba y al m. Pero a pesar de todo, y de haber tenido un par de novios después, cada vez que me han metido en un quirófano y me han dicho cuenta para atrás y piensa en algo bonito mientras me anestesiaban, he cerrado los ojos y me he imaginado follando con él, Disney, cuánto daño, cuánto daño.

Moraleja: tías, un mierders cualquiera hace que tú sientas celos de otras, quien te quiere de verdad, hace que las otras tengan celos de ti. Si un tío te llena de inseguridades en vez de semen busca otro.

Today a new sun rises for me; everything lives, everything is animated, everything seems to speak to me of my passion, everything invites me to cherish it.

Ninon de Lenclos (via itsquoted)

Alexandra Valenti

On the Edge, oil on canvas, 90x90cm, 2012

http://www.saatchionline.com/art/Painting-Oil-Passing-Through/175726/212434/view

John Lennon and Yoko Ono, London, 1969

© Linda McCartney

Ph. Boris Ovini

Audrey Hepburn

Lloro demasiadas veces y me siento miserable otras cuantas más. Es difícil andar por la calle o sacar fuerzas de dentro para intentar cambiar de vida cuando lo único que deseas es no haber nacido nunca. Lo intento, intento buscar actividades que no me hagan pensar demasiado, conocer gente, hacer lo que todo el mundo hace para disfrutar de la vida, pero no puedo. No quiero fingir más, no quiero tener que levantarme cada día de la cama con este sentimiento que me va destrozando por dentro. A veces me hago fuerte, pienso que tal vez todo cambie dentro de poco, que haciendo esto seré feliz como lo era antes, que conociendo gente lo pasaré bien y nunca más volveré a sentirme desgraciada, pero nunca ocurre. ¿Y a quién podría contarle esto? ¿Sobre quién podría deshacerme en lágrimas y ser libre? Sobre nadie. Nadie quiere oír la mierda que pasa por la cabeza de otros, todos tenemos bastante con lo nuestro. ¿Qué puedo hacer? Ya no me quedan esperanzas ni ímpetu para salir del pozo. Esta soy yo, no soy feliz a solas ni creo que pueda simularlo muchas más veces en público. No tengo nada bueno que contar, no siento pasión por nada, ni siquiera siento algo, mis lágrimas son de indiferencia, de rabia por no ser capaz de sentir ni odio ni alegría, de no poder estar en paz conmigo misma. Sólo quiero desaparecer, yo no elegí existir, no elegí estar viva. Nada me ha traído cosas buenas desde hace años, y la culpa sólo es mía, que soy incapaz de aceptar a la naturaleza tal y como es, soy incapaz de someterme a las leyes de la vida. No puedo ver como la gente que quiero muere, como el tiempo pasa y todo se vuelve más difícil, como tienes que separarte de los tuyos y empezar a vivir de manera independiente porque es “ley de vida”. ¿Qué puedo hacerle si es superior a mí? ¿Qué puedo hacer?

Unfortunate Sweater Pairing by magicpony on Flickr.

Henry Schwartz, Orient Heights, 1991

El ser hechizado en mi interior y el que está presente en el mundo se pueden dar la mano en cualquier momento, en cualquier lugar, de cualquier manera: cuando contemplo la copa de un árbol o cuando miro los ojos de otra persona, cuando consigo escribir una carta bonita, cuando me emociona una canción o cuando el fragmento de una lectura pone mis pensamientos en efervescencia, cuando ayudo a alguien o alguien me ayuda a mí, cuando ocurre algo importante o cuando no ocurre nada especial. Esa necesidad nuestra, irreprimible, de trascender los horizontes situacionales, de cuestionar, conocer, explorar, entender, buscar la esencia de las cosas, ¿qué otra cosa es esa necesidad sino otra de las formas de aquel anhelo interminable por recobrar la integridad perdida del ser, aquel anhelo del yo de regresar al ser? ¿Qué otra cosa es sino ese anhelo intrínseco de despertar al propio ser oculto, adormilado, olvidado tantas veces, y a través de él alcanzar aquella plenitud e integridad de la existencia que nuestra intuición nos permite vislumbrar?

El que haya querido los otros días, los malos, los de los ataques de gota o los del maligno dolor de cabeza clavado detrás de los globos de los ojos, y convirtiendo, por arte del diablo, toda actividad de la vista y del oído de una satisfacción en un tormento, o aquellos días de la agonía del espíritu, aquellos días terribles del vacío interior y de la desesperanza, en los cuales, en medio de la tierra destruida y esquilmada por las sociedades anónimas, nos salen al paso, con sus muecas como un vomitivo, la humanidad y la llamada cultura con su fementido brillo de feria, ordinario y de hojalata, concentrado todo y llevado al colmo de lo insoportable dentro del propio yo enfermo; el que haya querido aquellos días infernales, ése ha de estar muy contento con estos días normales y mediocres como el de hoy; lleno de agradecimiento se sentará junto a la amable chimenea y con agradecimiento comprobará, al leer el periódico de la mañana, que no se ha declarado ninguna nueva guerra ni se ha erigido en ninguna parte ninguna nueva dictadura, ni se ha descubierto en política ni en el mundo de los negocios ningún chanchullo de importancia especial; con agradecimiento habrá de templar las cuerdas de su lira enmohecida para entonar un salmo de gratitud mesurado, regularmente alegre y casi placentero, con el que aburrir a su callado y tranquilo dios contentadizo y mediocre, como anestesiado con un poco de bromuro; y en el ambiente de tibia pesadez de este aburrimiento medio satisfecho, de esta carencia de dolor tan de agradecer, se parecen los dos como hermanos gemelos, el monótono y adormilado dios de la mediocridad y el hombre mediocre algo encanecido que entona el salmo amortiguado.

Space Junkie by ratkiss on Flickr.