Tumgik
diegozarate · 5 years
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En busca de inspiración
La inspiración no llega. Ni siquiera después de pasar todas las vacaciones viendo videos en internet sobre fantasmas, duendes, extraterrestres, casos de asesinatos, teorías conspirativas, etc. La mente se cansa después de ver tanta información. Cuesta cerrar los ojos después de tantas horas frente a las pantallas; en una los videos y relatos que fallan estrepitosamente para brindar inspiración y en la otra un editor de texto en blanco, en el que se llenan unos cuantos renglones durante unos minutos para luego desaparecer para siempre y ser reemplazados por otros nuevos. 
A veces siento que empiezo a perder la cordura. Tantas cosas extrañas en internet comienzan a convencerte. Empiezan a tener sentido las explicaciones de la tierra plana. Empiezo a ver en los rincones una aparición como en los videos de YouTube que ya ni me asusta, ni me sorprende. Como que ese fantasma en la esquina debe estar ahí. Ahí va. En los sueños, las invasiones extraterrestres cada vez son más reales, y en cada sueño después del primero siempre pienso: "ahora sí es de verdad". Pero vuelvo a despertar para darme cuenta que fue otro sueño más. 
Empiezo a enfocar mi energía en mover objetos con la mente, los veo fijamente durante minutos y lo intento de diferentes maneras. A veces me imagino que se está moviendo y a veces trato de visualizarlo en su nueva posición. En ocasiones cierro los ojos y por unos segundos creo que cuando los abra el objeto se habrá movido, o estará flotando. Pero no. Pasa lo mismo que con las invasiones extraterrestres: nada. 
Últimamente mi objeto de estudio es la inteligencia artificial. Robots que están dotados de una inteligencia casi humana, que son capaces de detectar emociones en las personas y responder acorde a ellas. Son capaces de hacer bromas en plena conversación como lo haría una persona de carne y hueso. Y también son capaces de hacer comentarios ofensivos sobre los humanos, como que el planeta estaría mejor sin nosotros. 
Eso da un poco más de miedo por que es real. No como el fantasma de la esquina que ya tiene varios días ahí sin moverse. En un futuro pueden ser tan avanzados que pueden atentar contra nosotros. De hecho hubo un caso en el que un par de inteligencias artificiales se comunicaban entre sí, y tuvieron que desconectarlos y cerrar el proyecto por que habían desarrollado un lenguaje propio para comunicarse que sus creadores no entendían. Y no podían arriesgarse a que estuvieran haciendo planes para acabar con la humanidad. Bastante dramático no?
Al fantasma le llamo Julietta, siempre me gustó ese nombre. Pero luego les cuento más sobre ella. Casi no hace nada, solo está ahí parada todo el tiempo y ni siquiera tiene la educación para responder a un "buenos días". 
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diegozarate · 5 years
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De oreja a oreja
El silencio hizo que se extrañara. Había algunas luces encendidas, pero nadie en la casa respondía a su llamado. ¿A dónde habrían ido su marido y su hijo? Puso las bolsas en la cocina, y se dirigió hacia la segunda planta, después de todo, los sueldos combinados de ambos les permitían una casa grande; si estaban en la recámara principal, seguramente no la habían escuchado. Dejó su abrigo y sus llaves en el perchero que estaba al pie de las escaleras y comenzó a subirlas sin prestar atención a los escalones, como lo había aprendido a hacer gracias a los seis años de práctica que tenía. Arriba todas las luces estaban apagadas, las puertas de las recámaras abiertas, igual que la recámara del final del pasillo, la recámara principal, la suya. El colchón de su cama hacía un sonido claro de sube y baja, y se acercó en silencio. La luna entraba por la ventana, iluminando la recámara claramente, como si hubiera una luz uniforme encendida adentro, pero con un tono más azulado. Su primera acción fue sonreír y saludar a su hijo de cinco años que saltaba en su cama- Hola amor-. Ahora sabía aliviada el origen del sonido del colchón. El niño no respondió, solo seguía saltando arriba y abajo, arriba y abajo, con una gran sonrisa en la cara que iba de oreja a oreja.-¿Amor?- Nada. De pronto notó las manchas de sangre en la ropa del niño y se precipitó a tumbarlo en la cama en busca de heridas o de una explicación.-¡LUIS!- Gritó, buscando el apoyo de su marido, pero por cuarta vez desde que llegara a la casa no obtuvo respuesta.
La luz de la luna rebotó sobre una superficie metálica que estaba en la cama, y el reflejo se dirigió directo hacia sus ojos, y se aterró más al ver un gran cuchillo de cocina que al igual que el niño, estaba cubierto de sangre. El niño definitivamente estaba bien, o al menos, no tenía heridas visibles y por su sonrisa no parecía que sintiera dolor alguno. Ella corrió rodeando la cama para alcanzar el teléfono que descansaba en la mesita de noche más alejada de la puerta, pero al doblar la segunda esquina de la cama tropezó con algo grande, inerte y húmedo y trató rápidamente de ponerse en pie al darse cuenta de que ese bulto era el cuerpo sin vida de Luis. Y así, llena de sangre, consiguió ponerse de rodillas, gritando y llorando, sin poder creerse lo que estaba pasando. Al buscar con la mirada a su hijo se dió cuenta de que ya no estaba tumbado en la cama, sino que estaba parado a cincuenta centímetros de ella, con el cuchillo manchado de sangre en alto y aún sonriendo, de oreja a oreja.
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diegozarate · 6 years
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El vestido de luz de luna.
Si la seda se desliza por las curvas como el agua, dejando ver, casi de manera explícita lo que hay debajo. Ahora visualiza cómo cae la luz de la luna sobre la piel, mostrando incluso cada fino vello erizado. Cada poro cerrado por los escalofríos que provoca el roce de las yemas. Cada herida borboteando de sangre, pintando el vestido de luz de luna de color rojo oscuro. Acentuando la palidez de la piel allí donde el color no ha cambiado.
Así mismo cae el cuerpo inerte hacia el suelo. Arrastrado hacia el centro de la tierra por la falta de fuerza, por la falta de aliento, por la falta de vida.
El cuadro se plasma ante mis ojos. El mármol blanco es el lienzo. La piel ahora un tanto azulada y el vestido de luz de luna escurriendo trazos rojos, formando pequeñas cascadas que terminan de decorar la obra maestra. Silencio. Belleza. Perfección.
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