Look at me...

No, you'd better not.

Close your eyes, it's better this way.

Don't look at me...

You won't find anything in me that you haven't seen in others already, that's why...

Close your eyes... tight... and squeeze...

Let it hurt you not to see...

Let the darkness subdue you, maybe you'll forget what you've seen and remember what you are, because for that you don't need to see.

If you were to go through life with your eyes closed, out of conviction and not out of obligation or blindness, you would perceive what is essential in the subtle, in the intangible and, by its nature, ineffable.

Then, you could make sense of the substantial, of what lies present in the immanent of the flesh; in every cell, atom and particle.

Mírame…

No, mejor no lo hagas.

Cierra los ojos, será mejor así.

No me veas…

No hallarás nada en mí que no hayas visto en otros ya, por eso…

Cierra los ojos… fuerte… y aprieta…

Deja que te duela no ver…

Deja que la oscuridad te someta, quizás olvides lo que has visto y recuerdes lo que eres, porque para eso no necesitas ver.

Si fueses con los ojos cerrados por la vida, por convicción no por obligación ni por ceguera, percibirías lo esencial que hay en lo sutil, en lo intangible y, por su naturaleza, inefable.

Entonces, podrías darle sentido a lo sustancial, a lo que yace presente en lo inmanente de la carne; en cada célula, átomo y partícula.

No seas esclavo de tu dolor, mejor, conviértete en el guía de tu dolor y atraviésalo con amor y con arte. Sublima tus heridas, evapóralas en una pieza donde puedas admirar la grandeza de tu propio sufrimiento. No te vuelvas una rosa que odie sus espinas y emita una ráfaga de ellas aturdiendo a todo un jardín. No… Siéntelas allí, forman parte tuya. Sangra en el rol creador que se te ha dado, allá, en lo abstracto de tus pensamientos… en la utopía de tus bajos deseos y, mírales… conviértelos en tinta y letra, en viento que acaricie una cuerda, en la energía que se mueve a través de la danza, en el silencio que habla a través del verdor de las ramas. Vuélvete el artista de tu dolor y atraviésalo… Morirás, sí… Pero esa muerte rendirá un fruto eterno.

—PalomaZerimar.

No se trata de ser bueno, se trata de hacer la diferencia en un mundo donde el ser humano ha olvidado dar la mano para ayudar a otro a levantarse. La finalidad de la vida es servir, servir a nuestros semejantes sin esperar nada a cambio pues, al final, el pago es la tranquilidad del alma que tal acto promueve en un sistema donde pesa más ya la individualidad y así apuñalar y pasar por encima de los otros. Eso no es de humanos.

—PalomaZerimar.

“No mentí cuando dije que te quería cuidar, que quería construir un nuevo universo contigo, despertar a diario a tu lado y proveerte de amor.”

El amor no se trata de preguntarle al otro qué es lo que ofrece como si se tratara de un contrato monetario, el amor no cuestiona, el amor siente y es capaz de ver lo que quienes no aman auténticamente jamás podrán ver.

Si el mundo se ha enfermado como hasta ahora es precisamente por eso, se ha olvidado el ser humano de su humanidad, de darse al otro, de entregarse al otro sin condiciones… El amor se engrandece cuando da, cuando se concede, cuando se dispara sin limitaciones del ego, sin el miedo a salir herido, sin el temor a perder. Una vez que razonas el amor ya estás impidiéndole el paso. Una vez que buscas que te cuiden antes de trabajar tu vocación de cuidar, estás perdido, no estás amando.

Es lógico, una vez que has aprendido el significado de cuidar y lo has aplicado en ti, porque te cuidas puedes proveer de un cuidado genuino al otro. Si cuidas para no perder, estás actuando desde la codependencia, porque se debe ser conciente de que cuidar no implica que el otro se quede, aquél siempre elegirá lo que le haga sentir bien y si es ahí su lugar jamás se irá, pero se trata de un azar. Nadie estamos obligados a permanecer al lado de un otro, esa es la realidad, y tampoco enojarnos porque el otro no nos corresponda como queremos, eso es vanidad.

“Mi mente, mi corazón y mi alma están aquí, cariño mío, dispuestos a abrazarte, a arroparte, a hacerte sentir tan especial como yo misma soy consciente de que lo soy. No hay en este mundo una prioridad más grande que tu nombre a la que yo deba de abastecer de lo mejor de mí. Desde que te conocí supe que tú eras esa personita especial que la vida estaba preparando para brindármela como el mejor regalo… Sé que aún no se me ha otorgado la oportunidad de cuidar de ti como debería de ser, pero ten la seguridad que la disposición de mi voluntad entera seguirá ahí, presente, hoy que estás ausente y mañana, cuando por fin me encuentre entre tus brazos. Te amo.”

—Paloma.

Se trata de eso, de obsequiar la luz que somos a aquellos que se atraviesan en nuestro camino. Se trata de compartir el alma, ayudarle al otro a descubrir su chispa, atesorar al otro con la certeza de que ese encuentro no será eterno, pero, en la despedida, no abandonarnos con ésta, pues la luz sigue ahí, nuestra luz sigue ahí dispuesta a seguir alumbrando más caminos.

—Paloma.

Llega un momento de la vida adulta donde el niño herido —que se protege con la máscara del adulto— nos detiene en nuestro andar. “Basta ya de culpar a los demás de nuestro sufrimiento, basta ya de llorar por lo que no tiene remedio, basta ya de lastimar y de envenenar a quienes no son responsables de nuestras heridas”, ese niño habla. “No es mamá, no es papá, no es la sociedad, no es el mundo, no es la circunstancia… Es nuestra herida la que tenemos que voltear a ver. No es sacar una lupa y dirigirla a mis semejantes para señalar sus errores, es sacar el espejo y enfocarme en mí y saber que yo no tuve la culpa de haber sido herido inconsciente o conscientemente por mis padres, por mi entorno, por mi campo fenómenológico, pero sí soy responsable de mirarme con toda la humildad y el amor incondicional posibles para sanarme y abrir la puerta de la gratitud y el autodesarrollo. Somos lo que elegimos ser. Somos las heridas a las que les hemos dado tiempo para sanar. Somos nuestras pérdidas y duelos. Somos la aceptación de todo eso que ya pasó y que no podemos cambiar pero sí darle un nuevo sentido: ese que dirige a la vida y no a la destrucción.”

Sana tus heridas.

—PalomaZerimar.

Tú también serás recuerdo, memoria, pasado… eternidad. Reconócete efímero. Acepta tu naturaleza mortal. Trabaja en ti que esa es la finalidad a la que has venido. Permítete crecer a pesar del absurdo significado de la vida. Enséñale al mundo a avanzar. Haz la diferencia. Abrázate con gratitud al equivocarte y enjuga tus lágrimas en cada caída que te das, eres humano y eres tan grande como todos tus semejantes. La flor que es capaz de crecer si se ubica en los entornos adecuados y se abona con amor a sí mismo. Tú también serás memoria, háblale a las nuevas generaciones de lo que te ha hecho crecer y cómo has logrado salir de tus conflictos. Esa es la máxima del ser humano. Has venido a trabajar en ti.

—PalomaZerimar.

Un individuo libre no culpa a nadie de sus fracasos sino a sí mismo, los asume.

— Simone de Beauvoir, “El segundo sexo”.

Honremos a nuestros padres, sean como hayan sido, ayudemos a sanar sus heridas sanándolas en nosotros. Frente al espejo somos papá y mamá conjugados en un nuevo ser. Llevamos la esencia de ambos, sin embargo como nuevo ser tenemos la responsabilidad de engrandecer esa esencia con trabajo personal, perdón, aceptación y mucha humildad. Nadie estamos exentos de cometer las mismas faltas de la tribu, pero es precisamente que el verlas y hacerlas conscientes nos hace capaces de fortalecer las raíces de nuestro árbol genealógico para, así, hacer nacer nuevas ramas y hojas que se abran a recibir el viento, la luz del sol y la vida de una forma auténticamente hermosa.

—Paloma Zerimar.

A letter to you

You know, your letters have helped me breathe, making me feel light and noble of heart. This has happened since I read you. Thanks to that, today I perceive life more beautiful.

Please, I want to ask you something: keep writing.

You have dried my tears so many times with the warmth of your fingers that it is impossible for me not to look for your hands to fill me with peace. However, all that matters to me is that you are happy, even in your sadness… and you well know how your hands help your tears to shake with the melody of your deepest and most sincere voice; the one that is born when you undress and bathe with the ink of your heart; the one that, knowing you before the page, makes itself heard when you make love to the pen, taking you by the chest and opening the gates of your eternal being to bring it to your most sublime skin… and thus making you listen with care to what will bring you back to You.

Una carta para ti

¿Sabes? Tus letras me han ayudado a respirar, haciéndome sentir ligero y noble de corazón. Esto ha pasado desde que te leo. Gracias a eso, hoy percibo la vida más bonita.

Por favor, quiero pedirte algo: sigue escribiendo.

Y es que has secado tantas veces mis lágrimas con la calidez de tus dedos que ya me es imposible no buscar tus manos para colmarme de paz. Sin embargo, todo lo que me importa es que seas feliz, aun en tu tristeza… y bien sabes cómo tus manos ayudan a que tu llanto se estremezca con la melodía de tu voz más profunda y sincera; ésa que nace al desnudarte y bañarte con la tinta de tu corazón; la que, al saberte ante la hoja, se hace escuchar cuando a la pluma le haces el amor, tomándote por el pecho y abriéndote las compuertas de tu ser eterno para traerlo a tu piel más sublime… y así hacerte escuchar con esmero lo que te devolverá a Ti.

Por mucho que en el ahora se enfoque la vista a algo positivo, el tiempo que se fue vendrá de repente a instalarse por unos instantes dejando así entrar a la melancolía. No se pude borrar la historia, no, más aún si ha habido una que nos ha cercenado el alma al grado de desear jamás haber nacido. La mirada está puesta en el camino que se tiene en frente, pero en la memoria hay experiencias que son complicadas de dejar ir, así porque sí.

Somos nuestra historia.

—PalomaZerimar.

Plegaria

Que tus manos sean consuelo para el doliente y calor para el que muere de frío.

Que tus dedos alcancen, con su tibia tersura, los rincones más secretos de aquellos que tienen miedo a sentir y a ser vistos.

Que tu voz, en su silente viaje, haga vibrar los oídos de aquellos amantes de la melodía del alma y puedan escucharse a sí mismos.

Que tu corazón jamás se canse de verter su sangre en tinta que al desahuciado llene de fe y brío.

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Nadie ama tanto como el que entrega todo… y más de lo que puede dar.

No one loves as much as the one who gives everything... and more than he can give.

He intentado callar, pero me llama decirle al mundo lo que es amarte… y ser amado por un alma pura y viva como tú.

I have tried to be silent, but it calls me to tell the world what it is to love you... and to be loved by a pure and living soul like you.

Es algo más que tus ojos… Es tu corazón, el candor de tu alma y la bondad que habita en tu espíritu lo que te hacen ser el amor manifestado en carne viva.

It is more than just your eyes... It is your heart, the candor of your soul and the goodness that dwells in your spirit that make you love manifested in the flesh.

Me avergüenza cómo me desnudas y dejas ante tu osada vista mis heridas y miserias, pero no las repudias; al contrario, las acaricias y las besas, haciéndome sentir comprendido y, en lo más profundo, amado.

I am ashamed of how you undress me and leave before your daring sight my wounds and miseries, but you do not repudiate them; on the contrary, you caress and kiss them, making me feel understood and, in the deepest part, loved.

Recuerdate. No te olvides. Sigue el cauce de tu río hasta sus orígenes y contempla la razón de tu alma, el propósito de tu vida. Yo que bebo de ti cada día lo siento en los labios y latirme en mi esencia por eso sé lo que eres y te lo reafirmo cada día.

e.v.e.