Se me hace increíble como he podido elegir con que ser fuerte y con que desmoronarme, con que ignorar y con que desgastarme y se podría decir que estoy agradecida por haber tomado esas decisiones. ¿Por qué dejo que me afecte demasiado algo tan pequeño? ¿Por qué parece que soy inhumana cuando se trata de mi vínculo sanguíneo? Varias veces llego a pensar que soy mala persona, que hago ciertas cosas dañando a quien se supone que no debería, a quien de supone que debería de protegerte y amarte como la familia que es, gracias a quién se dice llamar mi papá, no actúo, no apoyó, no escuchó y comprendió a su hija, la madurez llegó demasiado rápido a mi infancia, y ligando todo eso, la manera en que me vi protegida y amada verdaderamente fue y es con Él, aquel flaco de 1,78, con incontables chinos y esos cafeces que llegan a transmitir todo cuando me ven por más tiempo del debido, fijamente a los míos, aquel día nublado de enero, en el que decidió acercarse y entablar la primera conversación, aquel día que, sin vergüenza alguna, husmeó mi mochila, mientras ella, yo, me sentía protegida, cómoda y en paz, y Él no paraba de hablar, de curiosearme y preguntarme lo primero que se le pasaba por esa mente, esa mente que al año con ocho meses de conocerla, lo único que ha hecho es transmitirme y darme mas de lo que alguna vez imaginé, ¿Llegará a haber algún día en el que todo lo que recorrí con Él se vuelva un simple recuerdo? Todos me dicen que en algún momento todo se acaba, y que asuma que nosotros dos no somos un para siempre, pero, ¿Y si no?. Y no comprendo, no logro descifrar como es que la única manera en la que me siento realmente en mi hogar es con Él, ni siquiera conmigo misma, a excepción de mis escasos días buenos, esos días en los que puedo ponerme a bailar y cantar, mirándome al espejo orgullosa de todo lo que he superado, de como me he superado, pero en esos días también está en mi mente y agradezco por seguir teniéndolo presente en mi vida, porque Él decida seguir presente, ¿Soy fuerte o soy insensible? ¿Soy débil o yo decido serlo? No creo ser merecedora de lo que paso y estoy abstenida a seguir lamentándome y culpándome por acciones ajenas, y el tiempo se pasa tan lentamente cuando no estas agustito, agustito con el ambiente, con la compañía, con la vibra, con las responsabilidades impuestas, 354 días, tachándolos dia por día en mi cabeza, un día menos para dejar de abstenerme a mi situación. No tener que demostrarle nada a nadie, sanar eso que solo tu puedes sanar, lo que perfectamente sabes sufrir antes de rezar que a Él, que a Nosotros nos vaya bien, porque no puedo imaginarme sin Él, todavía no tengo mi plan b si mi plan a decide no compartir más de su vida conmigo, ¿Mal? está fatal, pero es tan sencillo dejarse llevar por esa paz, por la felicidad, por la sensación, por lo que provoca ese bebé, casi adulto según Él, me encanta que sea tan sencillo y tan complicado a la vez amarlo, amarnos, ¿Me amo? gracias a Él ya lo hago, la mejor versión de mi la creamos los dos día con día.