“I don’t think I’ve even made a film about female friendship.”

Rachel Weisz photographed by Ben Hassett VIOLET GREY, 2015.

Rachel Weisz for Esquire UK, February 2010

Disobedience (2017) Dir. Sebastián Leilo

Disobedience (2017), dir. Sebastián Lelio

Disobedience (2018)

clairevans·:

Claire tenía una dulce sonrisa en su rostro y observaba el techo de la habitación mientras acariciaba la cabeza de su amada Ronit. los recuerdos se agolpaban una y otra vez, quería contarle tantas cosas, necesitaba escuchar también sus historias, especialmente una que aun rondaba su cabeza desde que había visto esa foto. 

“He visto tus fotos… algunas las he conservado, bueno en realidad he conservado las que encuentro.” comento orgullosa de Ronit, podría ser lo que quisiera y ella la apoyaría. “Supe que estas en New York por una revista donde salieron tus fotografías” dejo salir un suspiro y prosiguió. “por ello contaba las horas, imaginaba las cosas que podrías estar haciendo… si dormías o estabas despierta.” le dijo suavemente, disfrutando de la calma del momento junto a ella.

Después del tacto y del encuentro venía el amor. No era en el momento en que los cuerpos de ambas se encontraban, no, era justo después, entre el placer y el acomodo a la realidad. Así lo pensaba Ella, al menos, que había experimentado el placer en muchas ocasiones pero no así el amor. Por eso cuando su cabeza se vio apoyada entre sus piernas, justo en ese espacio donde habían estado sus dedos, donde había estado su lengua, reconoció la presencia del amor por vez primera en toda su vida y con quién más si no era con Claire. 

La escuchaba hablar con los ojos cerrados porque quería conservar para siempre el recuerdo de ese momento así, exacto, como lo estaba viviendo. Y abrazarse a ella, oh abrazarse a ella como si no hubiera tiempo ni espacio que las rodeara. Las horas, decía Claire, y Ella pensaba en la falsa que era su vida ahora que no había seguido la que debió haber sido su profesión. No tenía por qué hablar de eso con ella aún, no cuando todo se sentía perfecto justo como estaba. 

Quería detener el tiempo para que ambas perdurasen en ese encuentro que les había costado años y vidas, al menos en su caso, que sentía de repente que había estado viviendo como una extraña distintas realidades que no debían ser la de ella. 

Se acomodó sólo cuando el recuerdo fue lo suficientemente largo para que le quedara grabado en la piel y la memoria, para que contar hasta diez no lo borrase. Se movió para salir de donde estaba y alcanzar su camisa, ponérsela sobre el cuerpo y sobre la camiseta que ya reposaba en su cuerpo desde hace un rato. Se movió buscando cubrirse con algo, lo que fuera, para poder enfrentar la conversación que ya no podía seguir frenando, aunque fuera lo que deseaba. 

Le iba a dar el privilegio de la palabra a Claire porque entre las dos ya había habido un silencio demasiado grande, demasiado inmenso. Le iba a decir las cosas que no pudieron decirse, todos esos puentes de comunicación que se habían roto entre ambas y que ahora podría restituir. Le diría todo, le hablaría hasta que la lengua se le torciera. Claire merecía saberlo todo, merecía todo su lenguaje aunque se le fragmentara el cuerpo de paso. 

La observó durante unos segundos recostada en esa cama que olía tanto a ella y ahora también a ambas. ¿Qué decirle a la mujer por la que había roto su vida y ahora, de nuevo, la buscaba componer pero ahora con ella? “No estoy en New York ya” dijo como con un mal sabor de boca. Había estado en New York el tiempo necesario cuando fue más joven, y sí, había publicado en una revista una o dos veces pero no más, sus sueños no le dieron para tanto. “Me mudé a Cambridge he hice allá una vida” añadió como avergonzándose de decir algo más. 

“Al principio fue difícil. ¿Puedes recordarlo?” inquirió como queriendo esconder una sonrisa que se le quería escapar ante la nostalgia de ambas en esa edad tan vigorosa y distinta a la de ahora. “Creí que no podría vivir sin ti” añadió como una verdad absoluta, y si no fuera porque era orgullosa, se habría puesto a llorar en ese instante. Jamás había admitido esas cosas, ni siquiera a ella misma. “Pero aquí estamos y tú, Claire, estás tan hermosa, tan...” ni siquiera podía terminar su frase porque el cuerpo la llevó a buscar en su pantalón que estaba al lado de la cama y prendió un cigarrillo, sin siquiera pedirle permiso; el amor, si tan sólo pudiera volver atrás y evadir toda esta nostalgia acumulada que la estaba haciendo trizas. 

clairevans·:

Claire observo con una dulce sonrisa a Ella, posiblemente aceptaría cualquier cosa que quisiera ser con tal de no alejarse nuevamente de su lado, apenas había podido salir viva de ello y no sabía si podría hacerlo de nuevo. “Estoy orgullosa de ti, siempre lo he estado y lo sabes…” dijo antes de sentir sus tibios labios en los propios, un beso que le devolvía la calidez y el amor que tanto había anhelado. 

Tardo un momento en abrir sus ojos pues saboreo aquel beso tierno y suave hasta el final, le arranco un suspiro y sonrió. “Solo por que eres tú.” susurró y respiro profundamente, por ese precioso momento había olvidado el motivo de su presencia allí hasta que Ella volvió a mencionarlo. “Pero si tengo en parte culpa.” llevo sus manos a su rostro cubriéndolo. “Debí reportarlo Ella pero nunca tuve las pruebas para hacerlo, debí insistir, debí…” dejo salir un llanto ahogado sintiendo una opresión en su pecho, cerro sus ojos y trato de calmarse aunque no sirvió de mucho hasta que no estuvo sentada. “¿Estas segura?” hizo el cuestionamiento en cuanto escucho la clase de doctores que estaban con Camille “Te das cuenta la clase de lesiones que tiene… ¡Dios!” dijo sintiéndose un poco mareada, últimamente su salud no era la mejor. “¿su corazón?” la miro con temor, “¿Porqué, qué tiene?” sus lagrimas no tardaron en aparecer. “Tienes que ayudarla Ella, por favor, te lo ruego.” le pidió levantándose y aferrándose a ella. “Confío en ti.” agrego sin dejarla ir. 

Después de un momento se alejo lo suficiente para verla a los ojos. “Haré lo que me digas.” dijo con seguridad. “Necesitaré un parte medico, ¿crees que lo podemos conseguir?” la observo aun con la preocupación reflejada en su rostro. Sabía que era un tema difícil también para Ella, pero estaría para ella siempre. 

Quizás no era buena idea que Ella le dijera a Claire las cosas como se las estaba diciendo. Quizás no era buena idea porque conocía a Claire y sabía, muy dentro suyo sabía, que estaba haciéndole daño de manera innecesaria al contarle tales cosas. Quizás no era buena idea pero Ella siempre fue honesta con Claire, o Ronit, daba igual a esta altura, porque a fin de cuentas era el nombre el que había cambiado, no su corazón. 

Abrazó a la pelirroja con las fuerzas que se abraza a quien se ama. No podía decir nada que fuera a ayudarla en esos momentos y a falta de palabras estaban las acciones. Se separó sólo un poco para buscar sus ojos una vez Claire lo permitió. Y entonces le dijo que haría lo que le dijera con esa potencia que siempre notó en ella y la hizo pensar en más de una ocasión que era Claire la roca entre ambas, no Ella, porque la pelirroja era mucho más fuerte, mucho más entregada a la experiencia y sus daños colaterales. 

Asintió entonces cuando se separó y volvió a acomodar sus cabellos. “Podemos conseguir lo que sea, my darling, lo que sea”. Volvió a dejar un suave beso en sus labios y entonces la observó como chequeando que estuviera todo en su lugar. Una leve sonrisa compartida y se movió tras su escritorio para buscar el parte médico y entregarle, además, una autorización firmada a su nombre para que hablara con quien tuviera que hablar como encargada de Camille. “Van a preguntar cosas” dijo de pronto. “Necesito que digan lo que digan te mantengas concentrada en lo que pasó. Camille estaba en medio de una manifestación cuando el supermercado estalló y la gente comenzó a golpearla” estaba mintiendo y lo sabía, pero necesitaba proteger a la chica y haría lo que fuera necesario. “Es todo lo que sabes, no sabes más. Y si tienen dudas los envías a hablar conmigo. Tienes que ser enfática en que cuando llegaste la niña ya estaba en el suelo y que te diste cuenta que era una de tus estudiantes en ese momento, ¿está bien?” inquirió esperando que Claire entendiera el plan, sus palabras, y no se impusiera. Lo hacía por la niña, sí, pero sobre todo lo estaba haciendo por ella. 

igxrk·:

Notó inmediatamente el dejo de incomodidad que había en su voz. Tal vez para cualquier otra persona parecería normal, pero Igor pudo descifrar de forma casi inmediata el por qué. La entendía. Esos grandes nombres, ese prestigio… Ese mundo tan vacío de emoción y sentimiento. Había parte del ruso que sentía lo mismo, que le repugnaba en lo que se había convertido. De ese joven combativo e inconforme no quedaba más que la esencia. Se había convencido a sí mismo de que formando parte de la élite del mundo del arte que podría cambiar las cosas, haciendo exposiciones como la que preparaba en el Grove, protestando en contra de las subastas de sus obras, creando piezas relacionadas con problemáticas sociales… Pero la verdad era que se había acostumbrado a ese privilegio, a ser el golden boy del arte moderno, a ir a desfiles, a trabajar con diseñadores de alta costura, a conocer a modelos y cantantes… Como Banksy, cuanto más intentaba rechazar el establishment del arte, éste más se interesaba por él y sus obras. Así que, desgraciadamente, la entendía. Vio como la joven dejaba el plato y se marchaba tras su susurro, y de repente silencio. Pero un silencio incómodo, lleno de vergüenza. — Una vez en San Petesburgo me detuvieron por intentar pintar una obra en un edificio del gobierno. — Rompió el silencio con una anécdota sobre si mismo, algo que no había contado a nadie en años, una historia sobre ese Igor destructivo y caótico. Su acento parecía haberse fortalecido al hablar, le pasaba cuando hablaba de su vida en Rusia por alguna razón. — Pasé un par de noches en una celda de una estación de policía. Pensé que seguiría usando el arte como protesta sin importar las repercusiones. — Bajó la mirada, una sonrisa en su rostro recordando esa inocencia que caracterizaba a los jóvenes. — Creo que a ese Igor le daría vergüenza saber dónde está ahora. — Frunció un poco el ceño, aún sin levantar la mirada. No sabía por qué se lo explicaba, por qué necesitaba recordar aquella anécdota y tan impropiamente para él compartir una parte de su vida sin que nadie se lo pidiera. 

Estaba tan encerrada en sí que cuando el ruso comenzó a desplegar las palabras por poco no las percibió. Aunque eso era imposible, se dijo de inmediato, pues no había nada de Igor que pasara desapercibido para Ella. 

“La vergüenza...” dijo de pronto. Escuchó la anécdota como quien escuchaba a una persona relatar la historia de su vida, entonces supo que Igor sabía muy bien lo que le había ocurrido antes de contar eso, justo cuando el silencio como incomodidad se fundó por vez primera entre ambos. Sí, era así, y sí, apuntaban ambas historias, la de Igor en palabras, la de Ella entre silencios, en la misma dirección. ¿Es que no se aburrían de coincidir en todo? Lo dudaba, así como dudaba alguna vez dejar de coincidir con él en cualquier cosa, pues ya estaba cerrado en su corazón que estaban en la vida del otro por una razón, un motivo, y aunque no alcanzara el significado aún, era paciente y podía esperar. 

“La vergüenza funda la miseria eterna” sonrió levemente buscando su mirada y también su mano. La frase no era así pero le iba tan bien que reemplazar la palabra esperanza por vergüenza no habría enojado a su autor, o al menos eso quería pensar al decirlo y decirle a la vez sí, Igor, te entiendo y me entiendes, y aunque estemos veinte horas aquí seguiremos coincidiendo como lo hacemos porque hemos sido bordados del mismo hilo. 

“Si no hubieras estado en un museo nunca, entonces dudo haberte conocido” dijo de pronto. “La cosa es qué hacemos con eso ahora...” añadió buscando sus ojos, buscando su mano, buscando su tacto y esa complicidad entre ambos que sólo crecía y crecía. 

“No me gustan los quirófanos” dijo de pronto. Creía que era justo contarle algo más así como él lo había hecho. “Mi padre murió de un ataque al corazón cuando yo era muy pequeña para hacer algo y no tanto para recordarlo” explicó volviendo a su lugar, soltándolo, dejándolo ir para poder seguir. “Entonces... cuando me dijeron que mis fotografías no eran demasiado buenas...” sonrió con la amargura de quien aún sentía el dolor de las palabras que pronunciaba. “Dije... ¡al diablo la fotografía! Voy a ser cardióloga” tomó el vaso en sus manos y volvió a ver ahora mirándolo de frente. “Se sintió correcto... aunque no por eso bien”. 

xdarrensmith·:

En cuanto escucho su apellido salir de la boca de aquella mujer un enorme escalofrío llego a su cuerpo. Hace tiempo desde que estaba en Texas que no sentia el escalofrío al momento de escuchar su apellido y ciertamente todos los dias lo escuchaba pero aquella voz le hizo recordar un mil de cosas de cierta mafia. Aclaro la garganta y suspiro levemente para poder concentrarse y evitar esos pensamientos absurdos, su rostro se ladeo un poco para poder ver a la dueña de aquella voz. “Si, lo soy” contesto firmemente mientras fruncía un poco el cejo “Disculpa ¿Y usted es?” alzo una de sus cejas esperando la respuesta de la contraria, seguramente al fin tendria respuesta sobre aquel paciente el cual estaba esperando horas y horas por algo de informacion.

Lo observó por unos segundos sintiendo que no estaba esperando su presencia. ¿Se conocían? Había cierto aire de incomodidad en la atmósfera que lo rodeaba pero lo iba a obviar, sobre todo porque la situación que la llevaba a hablar con él debía ser la que le ocupara la mente, no sus vibraciones. “Doctora Ella Brown” respondió de inmediato extendiendo su mano para darle un saludo rápido. “Soy la cirujana a cargo de Camille, la chica que entró con un trauma severo y que me dijeron que está esperando para cuestion-interrogar, quiero decir” explicó corrigiéndose, no estaba acostumbrada a ser la cirujana titular de ningún caso, por eso la torpeza que quería ocultar. “También soy la persona que la encontró cuando ocurrió lo del supermercado” agregó. 

dennyduquette-jr·:

Soltó una risita por aquellos comentarios, sin dejar de mirar a su doctora con ojos brillantes y llenos de felicidad ya que, una vez más, le había salvado la vida en aquella situación. Suspirando, se acomodó en la cama cuando vio que se sentaba, pero el tono serio de ella y su mirada profesional hicieron que Denny se pusiera nervioso de nuevo, notándose en el electrocardiograma que pitaba a cada latido.  “Un… Un… ¿Y tú crees que funcionará…?” preguntó él, en su tono serio mientras se ponía algo más erguido en la camilla y le miraba a los ojos. “¿Mi condición está tan mala para eso…? Pensaba que podría irme en unos días.”

“Un marcapasos no es algo tan terrible, Denny, es lo normal en tu caso” explicó con un tono tranquilo, no quería preocuparlo más de la cuenta, menos cuando no era necesario. Era difícil porque conocía a Denny, se había involucrado, y aunque no cedía emocionalmente ante sus pacientes, pues eran contadas las veces que se vio preocupándose demás de sus casos médicos, se había saltado sus propias reglas en esta oportunidad y lo había dejado ingresar a su vida como si no fuera lo que era: su doctora. 

Se movió de donde estaba para pararse cerca de una ventana. “Si te ponemos un marcapasos sí, es probable que puedas irte y sí, tu condición... no es la mejor, si podemos decir eso” añadió con un mal sabor en la boca. 

una noche movidita.

badasstock·:

Illeana hizo un puchero “Lo siento pero vivir en ruinas no es lo mio, lo fue, pero ya no.” comento frunciendo sus hombros. Sonrió con el cumplido de Ella, era maravillosa, era una mujer que fácilmente podría colarse bajo su piel sin que ella misma lo pudiera evitar. “Es la razón por la que te traje, de lo contrario te habría invitado a un Hotel.” bromeo robandole un beso. “Anda pasa.” una vez dentro dejo las llaves en la mesita de noche, quito su chaqueta de cuero y la colgó en el perchero para luego dirigir sus pasos a la cocina. 

“¿Deseas tomar algo?” dijo después de lavar sus manos. Se inclino sobre la encimera de la cocina y la vio con una sonrisa. “¿Qué sucede?” pregunto al notar su mirada primero a su al rededor y luego en ella.

Sonrió ante sus palabras. Era fácil perderse entre sonrisas cuando estaba cerca de Illeana. “¿Ya estás pensando en un hotel? ¡Vaya! Y yo que pensaba que llevabas una vida honrada” comentó fingiendo de más su acento y su tono de sorpresa. 

Ingresó siguiéndola en completo silencio aunque sin poder fingir la sorpresa ahora que era real. La casa era enorme, estaba muy limpia y muy ordenada. No era eso lo que la sorprendía, en todo caso, Illeana podía vivir donde fuera y no sería impactante, era lo primero que había dicho lo que quedó en su mente. 

Sonrió observándola aún en la entrada de la cocina, se sentía una invasora de repente. “Más allá de que esta casa sea enorme, hermosa, y no parezca adecuada para una mujer que tiene un bar... o no lo sé, en realidad, nunca he tenido uno. ¿Qué quieres decir con vivir en ruinas?” preguntó develando lo que realmente ocupaba su mente, aunque sabía que Illeana podía estar pensando que estaba sorprendida sólo por la casa. 

debbiexmiller·:

—¿Tu crees? Yo pienso que los humanos hacen parte del problema y no de la solución.— 

“Eso es seguro. Pero también es descubrir América en un vaso de agua” soltó con amargura antes de tomar un poco más de su trago. 

Complete Unknown (2016)

Complete Unknown (2016)

Directed by Joshua Marston

Cinematography by Christos Voudouris

dennyduquette-jr·:

Denny chistó poniendo los ojos en blanco mientras se acomodaba en la camilla. Sabía que piropear a su doctora no era una cosa que tomarse a la ligera ya que sabía que ella era bastante profesional, pero era inevitable para él no sonrojarse cuando aparecía por su habitación. “Las enfermeras confunden mis palabras bonitas por piropos y tú confundes mis piropos por palabras bonitas… Por eso lo que te digo es sincero.” dijo él con aquella sonrisa adorable que siempre utilizaba con todas las personas que le hablaban, pero era imposible que el brillo en los ojos de Denny no se hiciera presente cuando ella le hablaba. “Has tocado muy hondo en mi corazón.” se atrevió a hacer el chiste.

Negó ocultando una sonrisa cuando Denny emitió aquel comentario respecto a los piropos. “Tus piropos bien podrían ser confundidos con acoso” respondió con un tono serio aunque sabiéndose bromeando. “Claro que lo he hecho” soltó acercándose. “Y no he llegado tan hondo como podría, créeme” lo molestó siguiéndole la broma.

En el momento en que la revisión ya estaba completa y Denny se encontraba otra vez estable dejó de llenar papeleo y aprovechó de tomar asiento junto a él, justo como hace unos minutos. “Denny necesito hablar contigo de algo más serio” cambió el tono de la conversación para ponerse la capa de doctora, esa que la recubría a veces y le daba un semblante de seriedad y profesionalismo reconocible. “Tu condición... es cada vez más crítica y... creo que es momento de hablar de un marcapasos”. 

una noche movidita.