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anatemalecter-blog · 7 years
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Haciendo memoria (I)
La mañana en que Anatema Lecter ingresó en la enfermería del colegio Hogwarts de Magia se montó cierto revuelo en el lugar, sobre todo en torno al departamento de pociones.
La joven de trece años permanecía inconsciente, sumida en un profundo sueño, con ciertos cortes de poca profundidad en las manos; pero todavía no sabían qué poción o sustancia la había sumido en tal estado. Al parecer, se había colado a hurtadillas en el almacén del laboratorio y, sin saber cómo, se debió desmayar al ingerir o exhalar algo que allí había.
La encontraron así: inconsciente, tirada sobre uno de los estantes que, al no soportar su peso, dedujeron, había caído desparramando así cofrecillos repletos de ingredientes para pociones, probetas y ciertos tarros con compuestos todavía en estado de preparación.
Bien pudiera haber ocurrido que, llevada por la curiosidad, la muchacha tomara una de las pociones y se la bebiera, causándole, inevitablemente, un desmayo que, al parecer, era permanente. O bien pudiera ser que, por accidente, volcara el susodicho estante y la confluencia de líquidos y demás sustancias le hiciera caer en un sueño demasiado profundo como para despertar, hiriendo así sus manos con el vidrio de los tarros y probetas.
No supieron qué remedio darle, puesto que, al no saber cómo había llegado a aquel estado, temían empeorar la situación. Primero, debían llevar a cabo pruebas, tratar de averiguar cuál de aquellas sustancias le había sumido en aquella inconsciencia permanente y, después, darle el remedio pertinente para que pudiera despertar.
Ya habían pasado días, sin embargo, y todavía no se conocía la razón que la mantenía así. Los expertos en el tema, esto es, los profesores de pociones y herbología, así como la enfermera, apostaban a la ingestión de una mezcla de sustancias que, de no ser tratada con precaución, podría desencadenar en desastre.
Así, la joven Ravenclaw permanecía sumida dentro, muy dentro de sí. No podía oír ni conocer lo que ocurría a su alrededor. Si le hablaban, como había hecho su tío día tras día al visitarla desde el mismo instante en el que le avisaron del accidente, ella no escuchaba nada en absoluto. Se encontraba lejos, demasiado lejos como para conocer, por el momento, lo que le había ocurrido.
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anatemalecter-blog · 7 years
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Fría y ruinosa Navidad
Aquella era una mañana especialmente fría. Cuando despertó, no pudo evitar encogerse bajo las mantas tratando de conservar el calor un rato más antes de levantarse para bajar a desayunar. Sin embargo, no tardó demasiado en abrir de un manotón las mantas y dar un salto fuera de la cama. Al hacerlo, un frío le subió desde las plantas de los pies hacia arriba, pero no le importó demasiado: Habían pasado ya dos días desde el día de Navidad y seguramente las lechuzas que había enviado a sus amigos con los regalos habrían llegado de vuelta.
Bajó con energía, como si no acabara de despertarse, con una gran sonrisa y los ojos animosos, pero cuando pasó por la puerta del salón principal, la voz de su tío la detuvo:
–        Anatema, ven. Tengo que hablarte sobre algo–.
Aquel tono serio no le medró el ánimo en absoluto. Conocía bien a su tío y sabía que, generalmente, empleaba esa misma seriedad en todos los casos.
–        ¿Sí, tío?– Entró en la estancia y se detuvo frente a él, todavía algo risueña.
El hombre le tendió, en silencio, un único sobre y un pequeño paquete, en cuya superficie pudo adivinar la letra de Lucy. Lo tomó algo confundida, había esperado alguna que otra carta más, pero enseguida le restó importancia: al fin y al cabo era Navidad y seguramente sus amigos estarían con sus familias, no debían perder el tiempo respondiendo cuando se iban a ver en unos días.
–        ¡Gracias!– Se dio la vuelta para salir del salón e ir a leer la carta de su amiga cuando Lloyd volvió a hablar:
–        Eso no es todo. Ven aquí. Siéntate– Fue entonces cuando supo que algo no estaba del todo bien. Sin proponérselo apretó un poco con ambas manos la carta de Lucy, nerviosa, antes de guardársela en el bolsillo del pijama. No tomó asiento. –Chiyoh todavía no ha vuelto, su entrega era a más distancia que la de Beetlejuice– Sí, era consciente. Había escogido a la lechuza de su tío, que era más mayor y más fuerte, para que fuera entregar el regalo de André, que vivía más lejos. El semblante, algo sombrío, de su tío, le alertaba de que algo iba mal, ¿pero qué? ¿Qué tendría que ver Chiyoh en todo eso? –¿Recuerdas que hace unos meses Beetlejuice cayó enfermo?– Bien, ahí estaba la mala noticia. De pronto sintió cómo la sangre abandonaba sus mejillas y cómo una garra, helada y fuerte, le oprimía las entrañas.
–        ¿Qué le pasa a Beetle…?– Murmuró, estática en el mismo sitio donde se había quedado de pie.
–        Ha entregado todos los paquetes que enviamos, y ha vuelto con la carta de tu amiga. Pero parece ser que ha recaído– Lloyd Lecter siempre había tratado a su sobrina como si de una adulta se tratara. No le gustaba maquillar las cosas, trataba de criarla del mismo modo que habían hecho con él para que después supiera enfrentarse al mundo, sin embargo… Dar una noticia así a Anatema, una noticia de enfermedad, o de posible muerte, no le hacía ni pizca de gracia, aunque se tratara de una lechuza. Sabía que la pequeña había conocido la muerte de primera mano, que la había incluso rozado hacía años atrás, y no quería hacerle revivir nada de aquello.
–        Se va a… ¿Se va a morir?– En ese momento se le rompió la voz, pero todavía tenía los ojos secos. Su cabeza no dejaba de dar vueltas: Aquello había pasado por su culpa. Si no hubiera enviado a Beetle a entregar los regalos ahora estaría bien. Ella tenía la culpa de todo.
–        No, claro que no. Me encargaré de que eso no ocurra– Desde luego, no estaba del todo seguro de que el ave pudiera sobrevivir. Siquiera sabía qué le pasaba, pero ver a Anatema así, tan frágil y a punto de romperse, lo empujó a mentir. Se levantó entonces y la abrazó, como tratando de protegerla de lo que estuviera por venir. –Me haré cargo personalmente de que se ponga bien, tú no te preocupes, ¿entendido?–.
La muchacha asintió levemente; a duras penas podía concentrarse en su voz. Con rapidez, se secó una lágrima que había escurrido por su mejilla sin que la viera su tío, y trató de aclararse la garganta para que no notara que estaba a punto de llorar. No quería que el hombre pudiera pensar que era una chiquilla todavía, como aquella que rescató de las ruinas y no dejaba, noche tras noche, de despertarse entre lágrimas. Quería mostrarle, mediante la falta de llanto, que esa Anatema no volvería jamás.
–        ¿Dónde está? Quiero verlo–.
–        No está en casa– Desde luego, no iba a dejar que viera a la lechuza en ese estado. –Lo he llevado a que lo curen. Mañana podremos ir a visitarlo–.
Sin mediar palabra, la joven asintió y volvió a aferrar con ambas manos el paquete que su amiga le había enviado. Era la única excusa que tenía para salir de ahí y encerrarse en su habitación.
           El hombre supo comprender su gesto y se apartó, mostrándole, mediante un gesto, que podía marcharse. Conocía de la sensibilidad de su sobrina, por mucho que ella tratara de ocultársela.
–        Ve a ver lo que te ha enviado tu amiga, anda. Luego baja a desayunar–.
Cuando abandonó el salón todas sus alarmas se activaron. Estaba a punto de derrumbarse, por lo que, cuando ya no estaba a la vista de nadie, apresuró el paso, subió las escaleras y se internó en su habitación. Allí, en la soledad de su cuarto, nadie la vería echarse a temblar sentada sobre el suelo. Así, pensaba, nunca nadie, jamás, llegaría a conocer su interior todavía en ruinas.
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anatemalecter-blog · 7 years
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anatemalecter-blog · 7 years
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Ficha
►   Datos básicos
Nombre completo: Anatema Lecter.
Origen del nombre:  Anatema proviene del latín anathema, y éste del griego ἀνάθεμα, «maldito, apartado». Significa etimológicamente ofrenda, pero su uso principal equivale al de maldición, en el sentido de condena a ser apartado o separado, cortado como se amputa un miembro, de una comunidad de creyentes.
Apodos: Anate, Ana, Mate.
Fecha de nacimiento: 20 de enero.
Lugar de nacimiento: Kioto, Japón.
Lugar de residencia actual: Mansión de los Lecter.
Linaje: Sangre pura.
►   Familia 
Padre: Robert Lecter (†)
Madre: Murasaki (Ozu) Lecter (†)
Abuelo paterno: Kakuro Ozu (†)
Tío paterno: Lloyd Lecter.
Gato: Agro.
Lechuza: Beetlejuice.
 ►   Carácter
[A completar]
►   Pasado
Robert y Murasaki Lecter, padres de Anatema, se conocieron cuando Kakuro Ozu, padre de Murasaki, hizo un viaje de negocios junto con su hija a Inglaterra. Murasaki, a pesar de que había nacido y crecido en Japón, conocía perfectamente la cultura y costumbres de los países europeos a los que su padre acostumbraba a viajar por razones de trabajo, y no le costó adaptarse al nuevo entorno. Pronto Murasaki y Robert Lecter, dueño de una gran riqueza y reciente socio del señor Ozu, se enamoraron. A pesar de haber crecido en culturas tan diferentes, el hecho de pertenecer a grandes familias del mundo mágico les unió irremediablemente y al poco decidieron casarse. Fue al poco tiempo de casados cuando el matrimonio decidió trasladarse a Japón y criar allí a su primogénita, que ya estaba en camino. Así pues, Anatema Lecter nació ocho meses después, el 20 de enero, durante una fría nevada, en Kioto, Japón. Creció felizmente junto a sus padres, los cuales, a pesar de sus atareados trabajos, se esforzaban por impartir educación y enseñanzas mágicas a la niña antes de su ingreso en Mahoutokoro, a los 7 años. Sin embargo, un año antes de su ingreso en la escuela japonesa de magia, una desgracia sacudió a la familia: un terremoto de magnitudes increíbles acabó con todos. La pequeña Anatema, sin embargo, se encontraba jugando en ese momento fuera de la casa, en el amplio jardín con decoración oriental, observando cómo el viento golpeaba y deshacía los dientes de león que estaban empezando a invadir parte del terreno de los Lecter. Se podría decir que esa planta, o hierba invasora, salvó a Anatema de la muerte. Así, huérfana y totalmente sola, se mudó entonces a Inglaterra, al amplio palacio de su único pariente vivo: su tío Lloyd Lecter. A él lo conocía de las reuniones familiares que daban sus padres varias veces al año. Su padre y su tío siempre se habían llevado estupendamente y por eso Anatema no tuvo problemas para encajar y convivir con él. El hombre, muy atento de su sobrina, dedicó todo su tiempo a que la niña recuperara el habla, pues esta, al sentir el temblor y correr hacia su casa, tan solo vio polvo y escombros donde deberían haber estado sus seres queridos, suceso que le creó un shock.
►   Presente
A día de hoy vive con su tío Lloyd en Inglaterra, en la mansión de los Lecter, si bien es cierto que al cumplir los 11 años entró a estudiar a Hogwarts y, por tanto, comenzó a vivir en el castillo durante el periodo escolar.
►   Vida en Hogwarts
–      Casa: Ravenclaw.
–      Varita: Madera de cerezo, núcleo de fibra de corazón de dragón, 25 centímetros.
–      Asignaturas favoritas: Pociones, herbología e historia de la magia..
–      Asignatura más odiada: Encantamientos.
►   Aficiones y habilidades
Tiene un don para las plantas.
Tiene mano para las pociones.
Tiene buena memoria.
 ►   Le gustan
El té indio con leche.
Tostadas con mermelada.
La vainilla.
El coco.
Música clásica.
Aprender cosas nuevas.
Hacer repostería.
Los felinos, especialmente su gato Agro.
El frío.
Las asignaturas de pociones, herbología e historia de la magia.
 ►   Odia
La mala educación.
La prepotencia.
El ruido.
Los movimientos bruscos.
La adivinación.
 ►   Lista de pertenencias
 Dominó de colores que le regaló Lucy durante su primer curso.
► Información adicional
Su signo solar es capricornio.
No sabe nadar.
Le gustan mucho las orquídeas, especialmente la Cypripedium dickinsonianum.
Cuando comenzó sus estudios en Hogwarts temía no ser capaz de hacer amigos, ya que antes de ingresar a la escuela nunca había tenido ni se había relacionado demasiado con niños de su edad.
Es pésima jugando al ajedrez.
Le gusta curiosear en la amplia biblioteca que su tío Lloyd tiene en la mansión. Gracias a eso, conoce las cuatro casas de Hogwarts y sabe que Ravenclaw sería óptima para ella, a pesar de que toda su familia paterna ha sido seleccionada para Slytherin.
Tiene especial cariño a su gato Agro, mascota que su tío Lloyd le regaló cuando se mudó con él a Inglaterra.
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anatemalecter-blog · 7 years
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Lope Félix de Vega y Carpio
–        Fecha de nacimiento: 25 de noviembre de 1562.
–        Fecha de muerte: 27 de agosto de 1635.
–        Nacionalidad: Española.
–        Linaje: Sangre pura.[1]
Lope Félix de Vega y Carpio es conocido dentro de la literatura universal por la extensión y calidad excelente de su obra. Fue uno de los poetas y dramaturgos más importantes durante el Siglo de Oro español. Sus principales obras son las que siguen:
–        La Arcadia (1598)
–        La Dorotea (1632)
–        La Filomena (1621)
–        Laurel de Apolo (1630)
–        La Égloga a Claudio (1632)
–        Fuenteovejuna (1613)
–        Arte nuevo de hacer comedias (1609)…
Tanto talento destilaba este magnífico hombre –además de demasiado tiempo libre– que su obra es extensísima. No obstante, por no ser la tarea que compete a este humilde libro recoger todos sus títulos, me ahorraré los demás para entrar en la materia que nos interesa.
Como se ha dicho, tal cantidad de material no pudo ser producido por una sola mano. Seguramente se ayudaba de una vuelapluma –o más de una– para escribir al ritmo que lo hacía. Este es el primer indicio que me lleva a afirmar que Félix Lope de Vega fue mago y no como se cree muggle.
Fue muy conocido, además, por los numerosos romances que tuvo y de los cuales nacieron quince hijos –que se sepa por ahora–. Pienso que no es posible que en una sociedad tan pudorosa y moral como la de los siglos XVI y XVII, tantas mujeres cayeran rendidas a sus pies. Mi teoría es que debía poseer grandes habilidades para con las pociones y que debió producir, así, muchos filtros de amor para atraer a las damas.
El último de mis argumentos viene a colación de un apodo que se le dio por la grandeza y la calidad de su obra: Se le llamaba el Fénix de los ingenios. Bien pudiera parecer que este es un mote un tanto mísero teniendo en cuenta que se llamaba Félix, pero, ¿acaso no existen en nuestro mundo los fénix? ¿No pudo tener una de esas aves como mascota este afamado escritor y pasar así a ser conocido, primero por los magos y brujas áureos, después por los muggles, por esa misma razón?
Su posible condición mágica, así pues, la dejo a su libre interpretación, querido lector, pero no tome mis argumentos a la ligera: cuando el río suena, agua lleva.
[1] El linaje, tanto de este autor como de los que seguirán, no es más que una deducción aproximada de lo que pudo haber sido. No se puede saber a ciencia cierta, excepto en algún caso en el que se concretará, la pureza de sangre de los artistas.
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anatemalecter-blog · 7 years
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Escritores mágicos según sus vidas y sus obras
Escritores mágicos según sus vidas y sus obras
Por A. S. Dulcis
Agradecimientos a M. Roxy
 En vista de la poca o nula atención que en los últimos años se le ha prestado al mundo de las humanidades, me he propuesto abrir de nuevo las puertas –o mejor dicho, recordar que existían– a esta bellísima disciplina de estudio prestando especial atención al campo de la literatura universal de un modo que, hasta ahora, al menos que yo humildemente sepa, no se ha hecho nunca.
Y es que, el objetivo primordial de este libro es recoger una lista de aquellos autores no calificados como magos o brujas anteriormente por los críticos habiéndome documentado minuciosamente sobre aquellos elementos biográficos que denoten la presencia de poderes mágicos.
Surgió, así pues, la obra que tiene en sus manos de un deseo formado en mis innumerables lecturas y de una grandísima e insana curiosidad –por qué no decirlo– por conocer las vidas de aquellos escritores y escritoras cuyas obras tantas horas de sueño me arrebataron.
He de advertirle, no obstante, querido lector, del gran peligro que corre si sigue leyendo mi pequeña obrita: no podrá despegarse usted de sus páginas. Si no es usted demasiado curioso, y sigue queriendo ser así felizmente ignorante, no prosiga la lectura.[1] Si, por el contrario, ya ha caído usted en las redes del fisgoneo y la indagación, que a tantos nos ha llevado por la calle de la amargura, adelante; deléitese y disculpe aquellos fallos que pueda cometer mi torpe y deshilachada pluma.
[1] No, no sea usted perezoso. Le insto a que continúe y, si se aburre a mitad, pues abandone y regale el libro a algún amigo. El saber no ocupa lugar y los regalos intempestivos acrecentan las amistades.
Índice de autores
☞ Lope Félix de Vega y Carpio
☞ [Próximamente...]
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anatemalecter-blog · 7 years
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No es una Cypripedium Dickinsonianum, pero... - Examen de Transformaciones
El examen de Transformaciones era el último de todos. Por suerte, este no sería únicamente práctico, también habría algo de teoría y aquello podía salvar su suerte. Así, todavía muy desanimada por su nota de pociones, salió de su dormitorio y se dirigió al aula con el libro bajo el brazo para repasar hasta el último momento.
Así se encontraba, repasando velozmente sin atender a sus compañeros cuando la profesora accedió al aula y repartió los exámenes:
1) Serie de factores que un mago debe de tener en cuenta al momento de realizar hechizos de transformación.
«Para que un mago o bruja logre realizar la transformación prevista, a la que se denomina T, debe lograr  atender a los siguientes actores: la energía que tiene la varita (w) que debe equilibrarse a la concentración (c), el peso corporal (a), y a la bravura (v) así como a la quinta variable, que es desconocida, llamada Z».
A continuación dibuja la fórmula que había logrado memoriza del libro de la materia:
«T= (W x C) / (V x A) x Z».
2) ¿Que hechizo utilizarías para pegar dos objetos?
«¡Ahá, esa se la sabía de sobra! Incluso sabía el origen etimológico, lo recordaba porque, al leerlo del libro de texto, le haba llamado la atención y se le había quedado grabado.
Usaría el hechizo Epoximise. Epoximise viene de la palabra inglesa epoxy, que se traduce como resina epoxi, un tipo de adhesivo».
3) En que ramas, por orden de dificultad se divide la transformación.
«De menor a mayor dificultad, serían así:
1-Transformación, que se refiere a cualquier tipo de transformación que deforma o altera un objetivo de alguna manera.
2-Desaparición que, supone la desaparición o desvanecimiento de los objetos, que pasan a la no existencia.
3-Invocación, la aparición o conjuración, que es el arte de aparecer cosas, es decir, traer cosas a la existencia. Es lo contrario a la desaparición.
4-Y por último la destransformación que es el arte de revertir una transformación anterior, sería como un contrahechizo».
4) Indica al menos dos tipos de subramas de la transformación.
«Una de las subramas de la transformación es la transformación humana, según la cual una parte del cuerpo humano o un ser humano completo se transforma.
Otra de las subramas es la permutación.  Durante la permutación una característica física de uno de los dos objetivos se cambia con el otro objetivo».
5) Nombra una forma de transformación en la que se deba usar magia compleja, oscura y peligrosa.
«La petrificación es una de las formas de transformación que usa magia más poderosa, oscura y compleja que las demás».
 1) Transforma una cerilla a una aguja.
Muy bien, aquello era sencillo. El mismo enunciado del ejercicio le daba el nombre del hechizo que debía realizar. Así pues, sacó su varita y apuntó a la cerilla para transformarlo a una aguja.
Primero trató de visualizar el cambio de la cerilla a la aguja, ¡no podía ser tan complicado! Va, respira hondo y lo hace…, ¡va!
Y nada. Al principio nada. El corazón se le disparó, ¿¡y si suspendía o sacaba otro aceptable como en pociones!? No, no podía permitirlo…
Pese a su estado de ánimo, su coraje pudo más y apuntó la varita una vez más y ¡zas! Ni a la primera ni a la tercera: ¡a la segunda va la vencida!
2) Crea una orquídea.
Cuando llegó a aquel ejercicio su angustia volvió. No lo había practicado ni una vez; estaba segura de que no le saldría, sin embargo… Las orquídeas eran sus favoritas, ¿era aquello una señal? Así, sacó su varita y apuntó a la mesa.
–     ¡Orchideous…!– Susurró en un hilillo de voz, aguardando a que aunque fuera un mísero pétalo se desplazara desde la punta de su varita, pero nada. Entonces tragó saliva, cerró los ojos con fuerza, y exclamó de nuevo:
–     ¡¡Orchideous!!– Y, de repente, allí estaba: una bella orquídea que, aunque no era una Cypripedium Dickinsonianum, era bastante bonita.  
Así pues, tomando con cuidado la aguja, la florecilla y la hoja del examen tras haber escrito su nombre, fue a dejarlo en la mesa de la profesora para salir del aula.
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anatemalecter-blog · 7 years
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¡Que Júpiter nos ayude...! - Examen de Astronomía
Ya eran las 18:30 de la tarde y Anatema ya estaba dirigiéndose, a paso rápido, a la Torre de Astronomía; en media hora empezaría el examen.
Al llegar arriba del todo se dejó caer sobre su silla, frente a su pupitre, una vez hubo entrado al aula. Estaba agotada, y no solo por el caminito hasta la clase, sino por los exámenes anteriores, ¡se había esforzado tanto...! ¿Y para qué, al final? ¿¡Para un aceptable en pociones!?
Estaba casi segura de que si en la materia que mejor se le daba sacaba esa nota en las demás estaba más que suspendida. Una larga noche llorando y reflexionando sobre aquello había provocado en ella que estuviera calma, sin miedos de suspender. En aquel mismo instante todo le daba igual, así que, cuando dio la vuelta al examen, comenzó a leer las preguntas y a responder sin ningún tipo de vacilación.
 —Teoría:
 1. Diga los movimientos sobre su eje de los planetas Júpiter, Urano y Saturno. [Puntos extra al que sepa la característica más conocida del planeta Júpiter]
 «Tomando como referencia la distancia al Sol, Júpiter es el quinto planeta y el de mayor masa del sistema solar. Forma parte de los denominados planetas exteriores o gaseosos porque está formado mayormente por hidrógeno y helio. Se caracteriza especialmente porque tiene una Gran Mancha Roja y eso es lo que más destaca de él, y además, tiene una estructura de nubes en bandas oscuras y zonas brillantes, y la dinámica atmosférica global determinada por intensos vientos zonales alternantes en latitud.
Su rotación sobre el eje interno, es decir, sobre sí mismo, es la más rápida de los planetas del sistema solar: gira en poco menos de diez horas, tarda unas 9 horas y 56 minutos en dar una vuelta entera sobre sí mismo. Si se atiende a su eje externo, que vendría a ser, como el de los otros dos, el Sol, tardaría 11,9 años terrestres en dar una vuelta.
 El período rotacional del interior de Urano es de 17 horas y 14 minutos. Aun así, como es un planeta gigante, experimenta vientos muy fuertes en la parte superior de la atmósfera, en la dirección de la rotación, y esto provoca que una rotación entera pueda pasar solo en 14 horas en vez de en 17. Asimismo, tarda  84,3 años terrestres en dar una vuelta sobre su eje externo, es decir, el Sol.
 El período de rotación de Saturno sobre su eje interno es corto, de unas 10 horas y 14 minutos, con algunas variaciones. El eje externo es diferente, porque puede tardar desde 29,46 años a 29,7 en dar una vuelta completa al Sol».
 Muy bien, ya estaba hecho. Tan solo lo releyó una vez detenidamente y lo dejó a un lado en el pupitre para dirigirse al telescopio y realizar así la parte práctica.
 —Práctica:
 1. Mencione los nombres de cinco estrellas que pueda identificar a través del telescopio.
 «Polaris, también conocida como Estrella Polar o Estrella del Norte". Se detiene un momento para comprobar que efectivamente era esa la que había visto, y prosigue: "Yildun..., Ursae Minoris, Calvera". Vaciló un instante antes de seguir, y finalmente, tras dudar sobre cuál debía añadir, pues veía varias, se decanta por una de ellas: "Y Alifa al Farkadain».
 Decide no poner más de cinco. La última vez que se había pasado de lista en el examen de pociones había sido penalizada y casi suspendida, así que no lo haría más. Al final, pone su nombre en la hoja, se levanta para entregárselo a la profesora y se encamina de vuelta a su dormitorio.
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anatemalecter-blog · 7 years
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Los gatos egipcios no son peludos y otras formas de pifiarla.
Faltaban tan solo dos horas para que el examen de Pociones diera comienzo. Mientras el resto de sus compañeros trataba de repasar una y otra vez la lista de pociones dadas en clase, así como la de los ingredientes y modos de preparicación de cada una de ellas, la joven de los Lecter se encontraba un poco más apartada de los demás, repasando el ensayo que había preparado de la poción que le había hecho ganar el concurso.
Sí, según parecía todo estaba bien, no se le había olvidado ningún ingrediente ni ningún paso en la preparación. Ya podía quedarse tranquila, ¿pero y si…? Cuando ya creía que había terminado de repasar el ensayo, vuelta a empezar. ¡Hacía tanto que la había preparado para en concurso…!
No obstante, la profesora Rosier no se hizo esperar. Una vez todos se encontraron dentro del aula, la joven dejó su ensayo bajo el pupitre y aguardó para poder levantar la hoja del examen.
Estaba nerviosa, sí. Era un hecho que la asignatura que mejor se le daba era esa, por eso mismo debía tratar de sacar la máxima nota posible para compensar así las demás, ¿c��mo sino iba a convencer a su tío de que había estudiado duro?
En esas y otras cavilaciones se encontraba, medio temblando por los nervios al pensar que podía llegar a suspender aquella asignatura, cuando la profesora dio permiso para dar la vuelta al examen, que decía así:
Parte teórica:
Antídoto para contrarrestar venenos comunes. 
1. ¿Para qué sirve? 
Bien, esa al menos se la sabía. Era una poción básica y sencilla y se sabía paso a paso su preparación. Tomó la pluma y, con la mano temblorosa, la llevó a la tinta y empezó a escribir la respuesta:
«El antídoto para venenos comunes, tal y como dice su nombre, se utiliza para contrarrestar aquellos efectos que otras pociones venenosas básicas puedan ocasionar, así como mordeduras de animales venenosos, como las serpientes cascabel, por ejemplo».
Releyó la respuesta y, asintiendo para sí, todavía muy nerviosa, pasó a la segunda:
 2. Color que debe tomar la poción. 
Muy bien, otra fácil. Escribió rápidamente la respuesta y pasó a la tercera pregunta:
«La poción adquiere un color turquesa al final del proceso de preparación».
 3. Señale qué ingredientes debe llevar la poción de la siguiente lista:
Medio ala de murciélago, un bezoar, tres ancas de rana, esencia de frambuesa para darle sabor, dos medidas de ingrediente estándar, media salchicha, dos bayas de murciélago, cola de rata. 
Esta pregunta se la sabía bien, así que tomó la pluma y subrayó cada ingrediente correcto de la lista. Sin embargo… allí había gato encerrado. ¿Acaso la profesora se había equivocado? Escribió entonces, vacilante, la siguiente cuestión, si bien al final terminó tachando el apunte:
“¿No habrá querido decir muérda-”
¿¡Cómo era posible que la profesora se hubiera equivocado!? No era posible, seguramente, se trataba de una pregunta trampa. Pero, entonces, ¿qué debía hacer? No se le ocurrió nada más que tachar el ingrediente incorrecto, para mostrar, de algún modo, que no había caído en la trampa o al menos para indicarle su error, si lo fuera, a la profesora Lyra.
Se quedó dubitativa leyendo y releyendo las cuestiones que ya había respondido, angustiada y rezando por que la profesora no se molestara por haberle tachado el ingrediente trampa, y, al cabo de un largo rato, continuó con el examen.
 Según lo comentado en clase señale las afirmaciones que son verdaderas y cuales son falsas y JUSTIFIQUE SU RESPUESTA. 
A)Un efecto secundario de la poción pimentónica es que sale vapor por las orejas del bebedor durante unas cuantas horas --> Verdadero.
 B) El inventor de la primera poción del mundo fue Jesucristo --> «Falso. Antes que él otros magos ya habían utilizado diversas pociones. Un claro ejemplo de esto es Alejandro Magno, que, o bien preparaba sus propias pociones, o bien tenía un pocionista que se las preparaba para repartirla a sus tropas y ser así invencibles. Además, cuenta la leyenta que Alejando Magno consiguió ascender a los cielos y descender a los mares, por lo que debió tomarse alguna poción elevadora o para respirar bajo el agua».
 C) En la antigüedad la poción multijugos fue usada para transformarse en gato egipcio -->  «Falso. El gato egipcio, también conocido como el gato esfinge, carece de pelaje, por lo que no se podían usar sus pelos para realizar la poción multijugos».
Escribió la respuesta y sonrió orgullosa; sus amplios conocimientos felinos le impidieron ver más allá y poner la respuesta correcta.
 D) La poción pimentónica fue creada por Glover H. Y cura el resfriado común.  --> Verdadero.
 Practica:
Elabore la siguiente poción vista en clase: Poción Curadora de Forúnculos
 Cuando leyó la última parte del examen se levantó de su pupitre y se dirigió al fondo de la clase, donde le esperaba su caldero vacío y listo para usar. Recordaba perfectamente cómo se elaboraba esa poción… ¿o no? Poco a poco, los pasos para prepararla se le fueron mezclando en la cabeza y los nervios volvieron a atacarle en la boca del estómago.
“¡Vamos, vamos, tú puedes, Anatema!” Decía para sí, angustiada, mientras revisaba los ingredientes puestos al azar en la mesa que tenía al lado del caldero. Estaba claro, ¿no? Entre ellos estaban las púas de puercoespín, ¿verdad? Sí, estaba casi segura… Los dejó en un lado de la mesa y siguió mirando. ¿Piel de serpiente? No, no le sonaba… ¡Pero los colmillos de serpiente sí! Tomó 6 y los echó al mortero para seguir mirando los demás ingredientes. ¿Qué hacían allí esas alas de murciélago? No, eso sobraba. Las tomó y las dejó en el lado contrario a los ingredientes que había seleccionado. Después, siguió buscando y encontró lo que buscaba: efectivamente, cuatro cuernos de babosa era el último ingrediente.
Muy bien, ahora ya iba la preparación. Tomó el mortero y, haciendo fuerza, redujo los seis colmillos a un filo polvillo. Tomó cuatro medidas, y las echó al caldero, no sin antes encender el fuego con cuidado, para hervirlo a 250º durante… ¿cuánto era? ¿Un minuto? ¡NO! ¡Ya estaba! Eran solo 10 segundos antes de ondear la varita y dejarlo reposar durante casi una hora.
Así, esperó pacientemente, algo acalorada por el fuego de su caldero y el de sus compañeros, mientras repasaba mentalmente lo que debía hacer a continuación: echar los cuernos de babosa, retirar el caldero del fuego para poder echar las púas del puercoespín y que el caldero no se derritiera, y revolver, siempre hacia la derecha, hasta que el contenido se tornaba color turquesa.
Una vez estuvo todo listo, tomó con cuidado un frasquito, escribió su nombre y lo rellenó con el contenido de su caldero para entregarlo a la profesora junto con su hoja del examen y el ensayo que le había pedido días atrás.
Ensayo de la poción Impersus
La poción Impersus es una modificación de la poción Mopsus, la cual falicita la telekinesis.
En el caso de la poción Impersus, sus efectos serán los siguientes: Provoca en quien se la toma el poder de comunicarse telepáticamente con otra persona siempre y cuando haya podido conseguir previamente un mechón o, en su defecto, cualquier otra sustancia proveniente del susodicho. También podrá conocer dónde está en cada momento, siempre y cuando dicho sujeto esté relativamente cerca, e incluso controlar algunas de sus acciones.
 ·         Ingredientes:
–        Agua (1/2)
–        Corteza de azarollo (2)
–        Gotas de acónito (1)
–        Capullos de amapola (3)
–        Pluma de Jobberknoll (1)
–        Rama de coclearia (1/2)
–        Gotas de veneno de abejas rojas (1)
–        Mechón de cabello (1)
 ·         Preparación:
Se llena el caldero con un litro y medio de agua y se deja hervir el contenido durante 15 min. Después, se añaden dos pedazos de corteza de azarollo, una pluma Jobberknoll y un capullo de amapola, y se deja hervir otros 15 minutos. Cuando haya pasado el tiempo indicado, se añade entonces la gota de acónito, media rama de coclearia y una gota de veneno de abejas rojas junto con los dos capullos de amapola restantes. Pasados 20 minutos, se introduce en el caldero el mechón de cabello de la persona a la que se desea leer la mente y se remueve el contenido durante 20 minutos.
 ·         Efectos secundarios:
Dificulta levemente la respiración, salen llagas en la parte interior de las mejillas y ocasiona fiebres durante algunas horas desde la toma de la poción hasta que se pasan los efectos.
Asimismo, causa ciertas nauseas que pueden llegar a durar hasta tres días.
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anatemalecter-blog · 7 years
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Exámenes
– Exámenes de primer curso
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anatemalecter-blog · 7 years
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Exámenes de primer curso
– Encantamientos
– Defensa Contra las Artes Oscuras
– Historia de la Magia
– Pociones
– Astronomía
– Transformaciones
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anatemalecter-blog · 7 years
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Mandar mensajes por señales de humo - Examen de Historia de la Magia
La asignatura de Historia de la Magia, como teórica que era, se le daba bien y le gustaba bastante. Al fin y al cabo, tener un tío anticuario y amante de la materia debía servirle para algo, ¿no? Desde los cinco años, una vez se hubo mudado a Inglaterra, había acostumbrado primero a recibir charlas sobre historia, ya fuera sobre sucesos, personajes ilustres..., vamos, curiosidades varias que a Lloyd Lecter estuvieran rondándole la mente. Después, una vez hubo alcanzado la edad idónea para llegar a los tomos más gordos de la biblioteca de la mansión, ella misma se había empapado del conocimiento sobre esta. Podría decirse que su tío le había pegado la afición, si bien es cierto que la pequeña sentía más curiosidad que devoción por ella. Por eso mismo, aquella mañana, sentada ya en su pupitre mientras aguardaba a que la profesora les entregara la hoja del examen, no estaba nerviosa en absoluto. De hecho, era el examen para el que más tranquila había estado, incluso más que para el de pociones. «En vista de lo pgecipitada que ha sido mi llegada a la escuela, y mis pocos conocimientos sobge lo que habéis dado, voy a dejag que uséis el libgo, pego que no sigva de pgecedente para futugos exámenes». Cuando la profesora dijo aquello frunció el ceño. ¿Usar libro en el examen de historia? ¿Cómo podía ser aquello? No obstante, obedeció y sacó el libro de texto de su mochila, dejándolo después sobre la mesa, a un lado. «Tenéis tges hogas paga gealizag el examen, no quiego que habléis; no quiego movimientos extgaños, todo lo que necesitáis sabeg está en vuestgo manual. Si alguien no ha tgaido el libgo pog estag tgabajando con gesúmenes del mismo o apuntes del pgofesog, en esa estantegías tenéis ejemplages para todos. Cgeo que está todo. Buena suegte y no olvidéis poneg el nombge. Coged un examen y pasaglo hacia atrás». Cuando el montón de hojas llegó a ella, cogió uno y pasó los demás hacia atrás, mientras leía atentamente la primera pregunta: 1- ¿Cuál fue el objetivo de la Orden de Merlín? Muy bien, esa se la sabía de sobra, ¿¡cómo no saberlo, si era básico!?. Tomó la pluma y, sin necesidad de mirar el libro, comenzó a escribir: "En la Edad Media Merlín fundó La Orden de Merlín para proteger y favorecer mediante la ley, y siempre que fuera posible, a los muggles. Sin embargo, hubo un momento en la historia en la que la organización pasó a premiar a aquellos magos o brujas que realizaran hazañas. 2- Breve reseña del trabajo de Paracelso en la alquimia. ¿Por qué consideras que es importante? (5 centímetros máximo). Uhm, estaba segura de que había leído sobre aquello. Ese nombre le sonaba, quizás su tío le había hablado sobre él antes, pero... ¿¡por qué diablos no recordaba nada!? Por un momento su orgullo le impidió consultar el libro de texto; pensó en pasar a la siguiente pregunta y dejar esa para el final, pero, cuando levantó la vista, pensativa, comprobó que la mitad de la clase estaba, efectivamente, consultando el libro como si nada. ¿¡Qué debía hacer...!? Tras unos cuantos minutos de duda, finalmente, algo nerviosa, decidió abrir el libro de texto y consultar, como mínimo, las primeras líneas que hablaran sobre el tema. ¡Como su tío se enterara de aquello...! "Paracelso fue un alquimista secreto, que según se cuenta, logró transmutar el plomo en oro. Poco se sabe sobre su vida, mas que fue también un gran médico en su época. Otro dato importante sobre él es que descubrió la lengua pársel. 3- Explica brevemente el episodio de Ilfracombre. ¿Qué bruja fue conocida por su participación? ¿Y qué mago tiene un libro escrito sobre el incidente? ¡Ahá! Aquella se la sabía de sobra, sí señor. ¿¡Cómo alguien no podía saber aquello!? Cerró el libro de golpe, haciendo que media clase se sobresaltara, y tomó la pluma para escribir velozmente: “En Muggles que se dan cuenta Blenheim Stalk contó detalladamente el suceso de Ilfracombe. Y es que, este episodio pudo suponer un gran golpe para el mundo mágico si no llega a ser por la bruja Tilly Toke que, junto a su familia, actuó rápido y salvó la situación. Lo que ocurrió fue que en 1932 un dragón atacó a unos veraneantes en una playa en Devon entre los que se encontraba un gran número de muggles que presenció todo lo ocurrido. Por suerte, Toke estaba allí mismo junto a su familia y entre todos lograron aplacar al dragón y desmemorizar a los muggles.” 4- ¿Quién fue la primera mujer en ser Ministro de la Magia? Esa era fácil también. Demasiado. ¿Querría la profesora Leigniel que tan solo respondieran poniendo el nombre o debería acaso contarle algo más? Por un momento hizo impulso de levantar la mano para preguntar, pero finalmente se encogió de hombros. Unas cuantas líneas explicativas nunca estaban de más... “La primera mujer Ministro fue Artemisa Lufkin. Accedió a su puesto 1798 y 13 años después, en 1811, fue sustituida por Grogan Stump”. 5- Elige una figura contemporánea de la historia mágica (que haya vivido en un tiempo posterior al 1900) y explica el porqué te parece interesante. (10 centímetros máximo). Esta era buena... ¡había tantas figuras históricas que le llamaban la atención! ¿¡Cómo elegir solo una!? Quedó dubitativa unos minutos y, cuando quiso darse cuenta, apenas quedaban ya 15 minutos para entregar el examen. Apresurada y con miedo de que no le diera tiempo a explayarse como quisiera, comenzó a redactar: “Lorcan McLaird accedió al puesto Ministro de Magia de Gran Bretaña en 1970 o 1980 aproximadamente. Lo he escogido porque, pese a que se conoce realmente poco sobre él y su tarea como ministro, sí que se le recuerda por ser un hombre muy sabio y un tanto excéntrico. Se dice que se comunicaba soplando humo a través de su varita, por lo que yo deduzco que sabía el modo de realizar mensajes codificados para que solo aquellos que él deseara pudieran entenderlo”. Justo cuando se proponía seguir la redacción de la última pregunta, la profesora dio un toque de atención para que todos dejaran las plumas a un lado y entregaran el examen, por lo que se apresuró a poner punto y final y a releerlo mientras los demás se acercaban a entregarlo.
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anatemalecter-blog · 7 years
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El imp que se abalanza - Examen de DCAO
Ya había llegado el día del examen de DCAO y, como no podía ser de otro modo, era práctico. De nuevo sus pies la conducían a aquella aula, amplia, con los pupitres echados a los lados contra la pared, y un gran espacio en el centro para practicar los hechizos. Todavía recordaba cómo había practicado el Tarantallegra junto con Lili hacía tan solo unos días atrás y cómo aquello la había salvado, en parte, en el examen de Encantamientos. Así pues, allí estaba junto con el resto de sus compañeros, nerviosa y expectante al mismo tiempo. ¿Cuál sería el hechizo que les haría realizar el profesor Mcarty? No habían dado demasiados, a decir verdad, por lo que, sin prestar atención a sus amigos, comenzó a repasar los hechizos mentalmente mientras aguardaban a que el profesor diera las instrucciones. "Por orden alfabético, vais a tener que pasar y enfrentaros a un imp del modo correcto visto en clase". Cuando el profesor habló, el mundo se derrumbó bajos sus pies. ¿¡Enfrentarse a un imp!? Aquello era mucho más que hacer bailar a una silla o a un soldadito de plomo. Aquello suponía tener que enfrentarse a un ser vivo que, como mínimo, se defendería y tendría vida propia e intenciones de atacarla o molestarla. ¿¡Qué haría si no era capaz de defenderse!? Sabía que el señor Mcarty no dejaría que nada les ocurriera pero... si no era capaz de valerse por sí sola, suspendería la prueba estrepitosamente. Sin embargo, no tuvo mucho tiempo para pensar. Todos comenzaron a ponerse por orden de lista y, aunque habría deseado repasar la lista de hechizos en voz baja con Lucy esta se fue al final de la fila, tal y como su apellido dictaba. Los nervios nuevamente le pesaron, las manos le temblaban ligeramente y apenas tenía ojos mas que para mirar a sus pies. Siquiera pensó que, quizás, observar lo que hacían sus compañeros al enfrentarse al imp podría ayudarla. De ese modo, cuando llegó su turno, ya con la varita preparada aguardó a que Jerry liberara a la criatura. Ya tenía el hechizo en mente. De hecho, recordaba perfectamente las instrucciones dadas en clase pero, sin embargo, sus nervios la traicionaron una vez más: Cuando el pequeño diablillo se detuvo frente a ella, siquiera pensó en que debía ponerse en situación; se quedó allí plantada, sin más, aguardando a que el pequeño ser se aproximara. En el momento en el que el diminuto imp, con aquella risilla cantarina y chirriante que les caracterizaba a los de su especie se aproximó dando saltitos a la niña hasta tirarle de la túnica, a Anatema tan solo se le ocurrió gritar: —¡Vermillious!— Pese a sus nervios, la tensión del momento hizo que se concentrara de tal modo que el hechizo funcionó y comenzaron a salir chispas rojas de su varita. Por suerte, no logró herir al imp pero sí que le hizo retroceder considerablemente. Sí, se había librado de que aquel diablillo le jugara una de las suyas, ¡pero aquel no era el hechizo indicado! Tuvo la tentación de mirar de refilón al profesor, que se encontraba junto a los pupitres, tratando de descubrir, por la expresión de su rostro, si acaso ya le había suspendido, pero algo en su mente le dijo que no debía hacerlo; debía estar atenta a aquella criatura que, según su naturaleza, era traviesa y algo traicionera. "Vamos, vamos... ¡si antes lo tenía!" Pensó la niña, colocándose entonces en posición de defensa. Fue entonces cuando, sin apartar la vista del imp, vio tras él, situada un poco a la derecha, una pequeña jaula abierta. "Vale... vamos allá". Comenzó entonces a mover los pies lentamente, tratando de desplazarse hacia la izquierda para rodear al duendecillo: primero el pie derecho, luego el izquierdo, derecho, izquierdo... Siempre con cuidado, con movimientos lentos pero firmes; la pequeña criatura no debía notar ni un atisbo de duda en ella. Al final, habiendo logrado situarse en la posición idónea para empujar el pequeño y precipitarlo dentro de la jaula, se inclinó ligeramente hacia delante, con la varita lista para atacar, y trazó un ágil movimiento en forma de uve: —¡Flipendo!— Para su sorpresa al primer intento un ligero chorro azulado golpeó al imp, pero no con la suficiente fuerza para hacerlo retroceder al interior de la jaula. El diminuto duendecillo emitió entonces una agudísima risa que le heló los huesos a la muchacha. ¿¡Qué debía hacer ahora...!? Los nervios como antes habían vuelto, la mano le temblaba y la varita con ella se tambaleaba levemente. De pronto, el pequeñajo diablillo se abalanzó hacia ella y solo entonces, cuando notó peligro, logró hacer que funcionara: —¡FLIPENDO!— Una luz entre azul y anaranjada golpeó a la criatura en el pecho y la lanzó de espaldas a la jaula, que se cerró de golpe.
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anatemalecter-blog · 7 years
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Hagamos bailar al soldadito - Examen de Encantamientos
No era ningún secreto que la joven de los Lecter era una negada para Encantamientos. Había tenido que practicar mucho, muchísimo, para que un simple hechizo como era el Wingardium Leviosa pudiera llegar a funcionarle. No obstante, el profesor Pilchard había tenido paciencia, demasiada paciencia con ella en sus clases y por eso mismo se había granjeado la confianza de la pequeña Ravenclaw. Quizá por esa razón en aquel momento, sentada en su pupitre aguardando la orden para darle la vuelta a la hoja del examen, no estaba tan nerviosa como debería. Y es que, pese a que había logrado que le salieran todos los hechizos dados en clase, algunos de ellos se habían resistido mucho; muchos otros tan solo había conseguido llevarlos a cabo una sola vez. ¿¡Y si acaso en la parte practica el examen les haría reproducir uno así! ¿¡Qué haría entonces si no le salía!? Poco a poco los nervios fueron consumiéndola hasta el punto de quedarse clavada en su asiento, pálida y casi sin aliento. No podía permitirse suspender ninguna materia, simplemente no podía. Pasados unos minutos, cuando por fin todos sus compañeros estaban listos en sus respectivos lugares, el profesor dio la orden y dio la vuelta a la hoja: "El examen será practico" Vale, ya estaba. Podía perfectamente coger sus cosas y marcharse del aula, estaba suspendida. ¿¡Cómo podía ser que no hubiera una maldita parte teórica!? ¿¡Qué había hecho ella para merecer aquello!? Pese a que los nervios se la comían, haciendo que casi se le cayera la varita al intentar sacarla de donde la tenía guardada, siguió leyendo, esperando encontrar algo que le diera esperanzas de aprobar. "En el pupitre de cada alumno habrá un objeto que habré elegido yo previamente y deberán hacer que ese objeto baile sobre la mesa utilizando un hechizo ya aprendido en clase." Ahá, así era. Le había sorprendido un tanto ver, al llegar a su sitio, un pequeño soldatito de juguete en su pupitre. Lo observó con atención, intentando desentrañar su posible significado. ¿Por qué a ella le había tocado el soldadito? ¿Tendría algún significado oculto? En vez de concentrarse en el hechizo que debía realizar, empezó a tergiversar sobre el posible simbolismo del objeto que le había tocado, sin pensar siquiera que el profesor Pilchard podía simplemente haberlos elegido al azar. Al final, cuando su mente se despejó un tanto y su respiración se regularizó, volvió a leer el examen. ¿Un hechizo para hacer bailar? Sí, recordaba perfectamente de cuál se trataba. ¡Se había leído tantas y tantas veces el libro de aquella asignatura...! ¡Diablos!, ¿¡por qué el examen no podía ser solo teórico...!? En fin. Tenía que reconocer que el hecho de que el examen de Encantamientos fuera práctico tenía toda la lógica del mundo, así que, sin más, levantó la varita y en silencio trazó en el aire el movimiento que tan bien el profesor Mcarty les había hecho practicar días atrás a ella y a Lili: el pie, la rodilla, paso a la otra pierna, rodilla y pie. Sí, ya lo tenía. Al menos aquel hechizo lo había practicado hacía días atrás, una pequeña luz al final del túnel parecía parpadear para ella... —Tarantallegra— Murmuró apenas, vacilante, apuntando con su varita al pequeño soldadito que parecía mirarla expectante. Sin embargo, nada ocurrió. Recordaba cuán emocionada se había sentido cuando, al ir a Ollivanders, aquella preciosa varita la había elegido. Bien le había advertido el dueño de la tienda de que aquellas varitas, las formadas con madera de cerezo y núcleo de corazón de dragón, necesitaban dueños seguros de sí mismos, con autocontrol, pero ella no le había escuchado, ¡ah, ojalá la hubiera elegido otra y ahora no tendría aquellos problemas! ¿Autocontrol, eh? ¡Muy bien, pues si eso necesitaba...! Respiró hondo, controló su angustia y, cuando pensó que ya estaba lo suficientemente calmada, dictó en su mente la siguiente orden: ¡Quiero que este maldito soldadito baile, quiero que este maldito soldadito baile...! —¡Tarantallegra!— Exclamó de nuevo firmemente. Para su sorpresa, el pequeño juguete empezó a bambolearse de un lado a otro, como si estuviera mareado. Una gran ilusión entonces hizo que se desconcentrara y el hechizo perdió fuerza, provocando que el pequeño soldatito diera un traspié y cayera de lado sobre la mesa. Bueno, al menos lo había logrado, ¿no? Aunque en la clase práctica de DCAO el resultado había sido mucho mejor, aquello era un examen y sus nervios le habían jugado una mala pasada, o al menos pensado aquello se consolaba. Bien, ahora falta la segunda parte, por lo que volvió a prestar atención a la hoja del examen y leyó: "Para saber su nota, los alumnos deberán utilizar el hechizo Aparecium sobre el pergamino que les entregue una vez hayan terminado el examen" (Este ejercicio servirá para subir nota, saber dibujar el hechizo contará medio punto, y conseguir que la nota aparezca otro medio punto, llegando a poder sumar 1 punto entero a su nota final.)" ¿¡Otro hechizo!? ¡No podía ser...! Con un nudo en el estómago avanzó hacia el profesor para recoger el pergamino y volver a su lugar. Colocó entonces la punta de su varita sobre el papel y esperó unos minutos, tratando de recordar cómo se realizaba aquel hechizo. Si mal no recordaba... El movimiento era algo parecido a una serpiente enrollándose en un palo. Sí, debía ser ese. Realizó el dibujo sobre el papel en blanco, vacilante, y al final murmuró, angustiada y con los ojos húmedos al pensar que, o nunca lograría saber su nota, o cuando la viera comprobaría cómo efectivamente estaba suspendida: —Aparecium— Pareciera que su varita se hubiera apiadado de ella al tercer intento, puesto que, pese a su pésimo estado de ánimo, una cifra empezó a dibujarse sobre el pergamino...
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anatemalecter-blog · 7 years
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Vuelta a casa por Navidad
Ya había preparado una de las maletas para volver a Londres. Con Agro en un brazo y la maleta en otro, bajó a duras penas a la Sala Común desde su dormitorio y la encontró abarrotada de gente. Unos iban y otros venían de aquí para allá, salían y entraban con maletas y mascotas para volver a casa por Navidad. Pronto salió de la sala común de los Ravenclaw acompañada de su amiga, Gillian, y ambas cargadas con sus pesadas maletas siguieron a un reguero de gente que se dirigía hacia el tren. La vuelta, como siempre, se hizo muchísimo más corta que la ida, y pronto las dos Ravenclaw se vieron separadas por los demás compañeros que deseaban ser los primeros en salir del expreso para ver a sus familias. Anatema avanzó como pudo hasta la salida y respiró hondo, ¡por fin podía volver a moverse sin chocar con nadie! Echó un vistazo a su alrededor para ver si localizaba a su tío, pero lo primero que vio al fondo, a la izquierda, fue un grupo de pelirrojos que hablaban alegremente entre sí. La pequeña Ravenclaw sonrió y saludó a sus dos amigas, Lucy y Rosie, que la llamaban desde allí mientras sus primos hablaban con los adultos que habían ido a recogerles. – ¡Rosie, Lucy! – Las saludó, alzando como pudo la mano donde llevaba la maleta. De pronto notó que alguien, desde atrás, tomaba la maleta, que ya estaba empezando a entumecerle el brazo de tanto peso. Giró sobre sí, sorprendida, y vio justo enfrente a su tío, sosteniendo su equipaje. – ¡Tío! – Se lanzó a abrazarlo tras dejar el trasportín de Agro en el suelo. –¡Te he echado mucho de menos…!– Exclamó, sin soltarlo todavía. – Y yo a ti, pequeña– Murmuró, agachándose junto a ella. –Vamos, volvamos a casa–. ***** Los primeros días de vacaciones Anatema se sorprendió al descubrir cuánto había echado de menos su día a día en el palacio Lecter: los cálidos suelos de la gran biblioteca donde solía tenderse a leer, la gran chimenea de su habitación, su misma cama, los grandes jardines donde solía cuidas las plantas, y, cómo no, el té con leche que todas las mañanas le servía su tío en el desayuno. No obstante, el mejor día para la pequeña tras su regreso a casa comenzó cuando despertó el día de Navidad y descubrió todos sus regalos bajo el árbol del salón. Empezó, sin ni siquiera esperar a Lloyd, a desempaquetarlos uno a uno: El primero, un tintero cuya tinta, descubriría más tarde, cambiaba de color conforme iba escribiendo. El segundo, un collar para Agro con su nombre gravado. El tercero, una agenda con alarma para que no descuidara sus quehaceres. Y el cuarto, un gran paquete con seis libros. Salió casi volando, con su bata roja revoloteando tras de sí, hacia el cuarto de su tío, que aún estaba en penumbra. – ¡Ya es Navidad, despierta, despierta!– Río a carcajadas al ver la expresión de su tío, aún grogui. – Anatema, son las seis de la mañana…–. – Ya he abierto los regalos, ¡son preciosos, tío! ¡muchas gracias!– Saltó dentro de la cama y lo abrazó. – ¿Los has abierto sin mí?– Preguntó, serio. – En fin…– Añadió, borrando el tinte de seriedad de su rostro. – Me alegro de que te hayan gustado, pequeña–. – Yo también tengo algo para ti– Contestó, ignorando el momentáneo enfado de Lloyd. –Ten–. Su tío, aún sorprendido, tomó el paquete, dudoso, y lo desenvolvió poco a poco. Cuando por fin lo tuvo desprovisto del papel verde que lo ocultaba, vio entre sus manos un álbum de fotos de ambos, con todas aquellas fotografías que se había hecho durante sus viajes por Europa. – ¿T-te gusta…?– Preguntó, impaciente, al ver la pálida cara de su tío, que pasaba las páginas sin decir palabra. – Me encanta, Anatema. ¿Cómo has…? – Le pedí a Vladimir* que me las enviara– Lo interrumpió, sonriendo. – Vladimir, ¿eh…?–. Aquella mañana, tras desayunar como siempre té con leche, comenzaron la lectura en voz alta por turnos de los libros que había recibido Anatema y se prepararon para otro gran día juntos antes de la vuelta a Hogwarts. *Vladimir Graham, institutor de Anatema y hombre de confianza de Lloyd Lecter
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anatemalecter-blog · 7 years
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La respuesta del tío Lloyd
Anatema: Siento contestarte con tanto retraso. He estado de viaje de negocios por América y no quería responder hasta que volviera a casa para contártelo todo. Pese a que al final todo el asunto de la empresa se ha hecho algo pesado, todo fue bien por aquellas tierras lejanas, creo que te agradaría mucho conocer los lugares que he visitado; quién sabe, quizás este verano vayamos de visita durante tus vacaciones, ¿te gustaría? Le he estado dando muchas vueltas a lo que me preguntaste. Nunca pretendí con mi silencio enterrar tu pasado, Anatema, tan solo quería protegerte y que, tal y como estás haciendo, fueras tú misma quien reclamara información cuando fuera pertinente y estuvieras preparada. Como bien sabes, conocí a tu madre al mismo tiempo que mi hermano, tu padre, la conoció. Era una mujer agradable, aunque reservada, y creo que solo tu padre logró conocerla del todo bien. No obstante, bien podría decirte por lo que la llegué a conocer que era una mujer muy inteligente, más de lo que crees. No sé si esa será la razón o no por la que fuiste elegida para Ravenclaw, Anatema, pero de lo que sí que estoy seguro es de que encajas a la perfección en esa casa. No debes sentirte excluida –aunque sé que no es el caso–, y no tampoco debes sentir añorancia por no haber quedado en Slytherin, piensa que, al fin y al cabo, eres especial: la única de los Lecter que ha superado la tradición. Y sí, por supuesto que recuerdo la conversación que tuvimos tras tu lectura de Historia de Hogwarts; fue de las primeras que tuve contigo, cuando empezaste a hablar nuevamente. Con respecto a tu última pregunta… Sí, sé bastantes cosas de nuestros antepasados, sobrina. Lo único que puedo decirte por ahora es que sí que hubo uno, un tío abuelo de tu padre y mío, pero no es necesario que te hable más sobre esto, no al menos de momento. Tú ahora debes centrarte en tus estudios: mejorarás en Encantamientos, tienes el temperamento óptimo para hacerte con el dominio de tu varita. Sigue esforzándote, Anatema, confía en ti y lograrás todo lo que te propongas. Ahora debo dejarte. Enviaré esta carta con Chiyoh de inmediato para que te llegue por la mañana. Espero tu respuesta muy pronto. Te quiere: Lloyd L. P.D.: Por cierto, me alegro mucho de que te gustara la pluma que te envié. Espero que te esté siendo de utilidad.
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anatemalecter-blog · 7 years
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Carta al tío Lloyd
Querido tío: Esta misma mañana recibí la pluma que me enviaste con los colores de Ravenclaw. Me ha gustado mucho, tanto, que decidí escribirte ya mismo con ella una carta para agradecértelo y contarte, tal y como te prometí que haría, todo lo que ha acontecido en los últimos días. He conocido ya a muchos compañeros, tanto de mi casa como de las otras tres, y he de confesarte que de un modo u otro casi todos terminan preguntándome por qué soy Ravenclaw cuando toda mi familia fue seleccionada para Slytherin en un pasado. Bien sabes que ambos sospechábamos que pasaría eso, que el Sombrero me enviaría a la casa de Rowena pero, sin embargo, siempre nos quedó la duda: también tengo muchas cualidades de la casa de las serpientes tal y como me dijiste tú. ¿Por qué, entonces, estoy en Ravenclaw? Yo estoy realmente feliz de estar en ella, ya te dije que deseaba ser seleccionada en esta casa pero, sin embargo, no puedo evitar preguntarme si acaso mi madre habría sido una Ravenclaw también de haber estudiado en Hogwarts… Dime, tío, ¿me parezco mucho a ella? Sé que tú la conociste bien, y yo apenas he conservado unos pocos recuerdos. Quisiera, como siempre te conté, conocer más cosas de mis antepasados, tanto de mis padres como de los demás, y tú eres el único puente que me queda para llegar hasta ellos. ¿Me contarás más cosas en tu próxima carta? Espero que sí, ¡ya la espero con ansia! ¡Por cierto, hablando de antepasados…! ¿Recuerdas cuando leí La Historia de Hogwarts? Por aquel entonces te pregunté si acaso la historia de Salazar Slytherin así como sus erradas decisiones habían sido la causa de que los Slytherin fueran considerados casi en su mayoría magos oscuros. Bien, pues, estos días he estado pensando, a raíz de una conversación que tuve con un nuevo amigo, si en nuestra familia ha habido alguno de esos magos, algún Lecter que sucumbiera a la magia oscura. Si tal cosa ha sucedido, estoy segura de que tú debes saber algo. Y bueno, dejando de lado las preguntas, poco más he de contar. Las clases van muy bien, la única que me supone un reto mayor es Encantamientos. Tal y como nos dijo Ollivander la combinación que conforma mi varita haría que fuera difícil de dominar, pero creo que, poco a poco, podré cogerle el tranquillo; los encantamientos ya no me salen tan mal como al principio del curso, por suerte para todos –si hubieras visto los imprevistos que formaba en clase cuando intentaba ejecutar alguno creo que te habrías escandalizado y reído de mí un tanto–. Espero noticias tuyas muy pronto. ¿Cómo va todo por casa? ¡Quiero que me cuentes, como yo, todo lo que has estado haciendo estos últimos días! En cuanto Chiyoh llegue con tu respuesta te escribo otra carta; espero haber podido, para entonces, haber explorado las plantas tres y cuatro del castillo para ponerte al día de mis descubrimientos. Te quiere, Anatema.
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