Tumgik
ajab-alv · 1 year
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やりましたぞ( ;  ; )
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ajab-alv · 1 year
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Mex c:
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ajab-alv · 1 year
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Bruh c:
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ajab-alv · 1 year
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La primera muje' que hago, a
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ajab-alv · 1 year
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@AjabAlv - Twitter | Instagram | Fortnite
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ajab-alv · 1 year
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Oc "Olam" para twitter
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ajab-alv · 1 year
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Garabato 𖨆
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ajab-alv · 1 year
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Más garabatos 𖨆
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ajab-alv · 1 year
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Bielo y Ale
Garabatos viejos wn xd
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ajab-alv · 1 year
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Oc's
Julien e Atzin
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ajab-alv · 1 year
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Ihhh
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ajab-alv · 1 year
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Puro garabato xd
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ajab-alv · 1 year
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Las weas deforme
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ajab-alv · 1 year
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写経 相澤くん
ウィンクしてるみたいになっちゃった😅
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ajab-alv · 1 year
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🌺LAS DALIAS CRECEN EN EL TIEMPO🌺
By Ceci Gabay
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Es difícil explicar lo que pasa.
Me preguntó eso cada vez que me miro en el reflejo.
Miro mi rostro, miro mi piel blanca, miro mis ojos azul intenso, y veo ese tobillo, ese tobillo con mi marca, esa piel morena en mí.
UK solía decir que era un simple recuerdo de algo que nunca sucedió. Nunca entendí sus palabras, incluso ahora, sigo sin comprenderlas.
Nunca realmente me habló sobre que había en la tierra antes de que pisará dicho lugar, lo único que recuerdo es lo que dijo.
"Oh muchacho, era verde, basto y colorido. Entonces dios tocó la tierra, y tenía piel morena como la del barro en la tierra, ojos únicos, el color del sol, cabello negro como la noche estrellada, rostro digno de una obra de arte, cuerpo sacado de fantasías, y un corazón único. Fue la única vez que he visto a dios."
La única vez que he visto a Dios.
Solía repetirme eso por las mañanas, ahora, cuando me miro al espejo y puedo notar mi desnudez en su totalidad. Mis músculos, mi miembro, mis lunares, mi vello, mis cicatrices y esa marca en mi tobillo.
Francia al sostenerme en sus brazos, solía decir lo mismo que papá.
"Cuando vimos a dios, tocó tu tobillo, y también, tocó la muñeca de Canadá, como un regalo para ustedes al nacer..."
Un regalo de dios. ¿Cómo quieren que crea esa mierda? Incluso al ver mi reflejo ahora mismo, puedo ver qué eso es una simple mentira. Tal vez sea un defecto, tal vez sea muestra de mi lado obscuro. Tal vez allí se almacena mi corrupción.
Me pregunto eso diario, pero al final pasa lo mismo. Acabo por cubrir mi desnudez y salgo de casa. Solo hay una persona con la que puedo hablar de esto, y es Canadá. Él dice que, para evitarse caer en la locura, cree la historia de que Dios los tocó al nacer.
Estoy hartó.
Estoy...
— ¿Que pedo gordis? — dijo una voz, que me sacó del trance en el que me encontraba.
Lo miré rápido, sin pensarlo, y allí estaba. Ese tricolor, esa piel morena, esos ojos de galaxias, es él. De nuevo, siempre es él.
— ¿Qué? — dijo algo confundido de mi mirada.
— ¿Recuerdas cuando nos conocimos? — pregunté mirándolo.
— No olvidaría algo de ti nunca, claro que lo recuerdo. — contestó, sentándose a mi lado, soltando un suave suspiro. — eras... Único. Tu piel tan blanca, tu cabello tan rubio, tus ojos tan azules, tu rostro adorable. Creí que eras un dios. Después descubrí que pendejo estás, así que supe que me equivocaba.
— Asshole. — reí sin apartar mi mirada de él. — ¿Podrías mirar algo por mí?
— ¿Te hiciste un tatuaje o algo así?
— No, vamos a mi casa.
— Nel wey, así le dijeron a mi hermano y allí está, lleno de chamacos.
Y no pude evitarlo. Rei con él, con aquel que solía reír desde hace años. No puedo explicar tampoco nuestra relación. Es algo que no puedo ponerle nombre. Lo he odiado, como lo he amado. Le he gritado, como le he susurrado amor, lo he despreciado, como lo he necesitado. Hay veces dónde me encuentro a mí mismo odiándolo a morir, y esa misma noche derritiéndome en sus brazos. Quisiera que hubiera un nombre para esto. ¿Es amor? ¿Es amistad? ¿Qué es? ¿Que soy?
Después de esa risa casual, fuimos ambos a mi casa, como siempre, reímos juntos en el sofá mientras nos divertíamos de cualquier cosa. Acaricié su cabello largo mientras me contaba su día, viendo la belleza en ese negro intenso en cada simple cerda de su cabello.
Después, México hizo de comer para mí, como siempre lo hace, no poniendo tanto picante en mi comida, solo dándome mis cosas favoritas de su comida. Me quedé mirando su rostro, el amor que pone en todo lo que me da, en cómo sus manos crean magia en el plato, en como suele morder su labio cuando hace cosas con precisión, en como danza con la música que él mismo ha puesto, es único, eso puedo notar.
— Meztli. — dije de un momento a otro, captando la mirada de México, y viendo su rostro serio, cuando borro su sonrisa. Inmediatamente me arrepentí de decirlo, es algo de mal gusto llamar a un país por su nombre de origen. Ya que se considera un insulto a lo que representan, un país sin nombre country, se vuelve algo bajo, algo menos que lo demás, por eso, los nombres originarios no son usados comúnmente. — No quise ser grosero, quería...
— Adler. — respondió mirándome, y después soltando una tenue sonrisa traviesa. — Se que no querías ser grosero, pero casi te da el infarto al verme molesto.
— Dios no me hagas eso, de nuevo, sweetie casi me muero del susto. Fucking asshole.
Y reímos, porque eso solíamos hacer, eso era lo nuestro.
Entonces llegó la noche, y tomé su mano hacia mi habitación, a lo que él me siguió sin decir más, solo dos sujetos caminando hacia un mismo lugar. Ya allí, vi el espejo que me atormenta y volteé a ver a mi amigo, justo frente a mi.
— ¿Qué pasa?
— ¿Podrías mirar algo por mí?
— okey, si es tan importante lo miraré.
Y lo hice sin miedo, sin pudor o un gramo de duda, comencé a desnudarme, no erótico, o con temor, sino como un día común, antes de entrar a la ducha. Al estar ya desnudo lo miré, estaba justo frente de él, mientras esté me observaba de pies a cabeza. Uno podría pensar que miraría mis músculos, o mi miembro al aire, mis piernas o mi abdomen, pero no, su vista fue directa a mi tobillo, y quedó allí.
— Hemos dormido muchas veces juntos. Me has cogido como yo te he cogido, y creo que está es la primera vez que veo con detenimiento esa marca. Tu piel en esa parte parece como si fuera la mía. Un lunar en forma de mano, que único es eso.
— UK dice que cuando llegó a la tierra, Dios tocó mi tobillo al nacer. Dice que refleja la belleza de Dios, ya que tenía piel morena, como la tierra o el barro en el suelo.
— ¿Y tú crees eso?
— Me paso cada día preguntándome si creer o no.
— Creo que es hora de que dejes de usar tu cabeza y comiences a ver a ciegas, ¿Que no aprendiste nada del libro de Francia? ¿El principito? Lo esencial es invisible para los ojos, tienes que ver con el alma USA, si quieres una respuesta.
— ¿Ver con el alma?
— Simón. Dime, a ver... — dijo, cubriendo mis ojos con sus manos, dónde podía sentir la calidez y olor de él, tan cerca de mi persona, trayendo me paz inmensa. — ¿Qué es lo que desea tu alma en estos momentos?
—Tocarte.
— ¿De qué forma?
— Quiero tocar tu piel. Quiero sentir su calidez.
Y supongo que México siempre sabe más que yo en estas cosas, tal vez yo mismo reprimo ese lado de mí, porque realmente no soy espiritual, eso se me hace muy... Nativo, muy de culturas que viven en lugares sin civilización. Pero, a los pocos segundos, aún con mis ojos cerrados, sentí el cuerpo desnudo de México pegándose a mí, dónde tomaba mis manos y las ponía sobre su cuerpo.
— Tócame, siente mis cicatrices, visualiza mis lunares que brillan en tu mente, sigue mi aroma que te dan la vista a cada curva de mi cuerpo, siente como mi alma se une a la tuya.
— Meztli... — susurré inconscientemente, acariciando esa suave piel, sintiendo ese aroma, dónde no pude más, y mis mejillas comenzaron a empaparse, no porque estuviera triste, sino, que me sentía tan feliz y tranquilo, tan completo y sin dudas, que mi mente estaba aliviada.
— Adler... — dijo en un susurro, tal vez, con un poco de dolor en su voz, un poco de tristeza, un poco de angustia, solo eso pasó por mi mente.
Y pasó, como suele pasar siempre.
Abrí los ojos, mientras nos mirábamos sin parar, para acabar cargándolo y llevándolo a mi cama, los besos, las caricias, la bendita fiebre al deseo aumentó, dónde mis manos no se saciaban de querer tocar su cuerpo, de querer sentir sus adentros, de querer verlo gimotear debajo de mí, dónde sentía mi alma fundirse con la de él.
Es complicado, no se muchas cosas de mí, pero cuando estoy con él, no necesito conocerme, sé quién soy en el momento que estoy entre sus brazos.
Cogimos cómo se debe coger, ruidoso, rápido, sucio, escandaloso, salvaje y animal, dónde el deseo, la lujuria, la pasión, la falta de pudor abandonan la habitación y solo dos amantes se aman ante la luna presenciando el espectáculo.
Entonces, llega la mañana, y lo veo aún entre mis brazos. Quisiera que siempre fuera así, pero yo sé que esto no pasará. No podemos estar siempre juntos, llega un punto dónde tenemos que partir del otro, porque es necesario, porque así es nuestra naturaleza.
Es como si cargáramos pila al estar juntos, y de allí, diéramos tienda suelta a nuestra vida, y a veces, en nuestra vida, estar juntos no es una opción.
Lo sé, es más, lo sé ahora, 5 años después de aquella vez, mirando mi desnudez de nuevo al espejo, mirando la marca de dios, mirándome sin saber quién soy, y después, simplemente sonrió y coloco mi traje en mi cuerpo, saliendo de mi casa para celebrar genuinamente por mi amigo.
Hoy es su boda, y me siento genuinamente feliz, estuve en su matrimonio con Austria, estuve en el momento que ese lazo terminó, estuve en nuestra boda, pero igual presencié el final de nuestro lazo, y ahora, estoy en su nueva vida, viendo cómo mira con amor a Rusia y este le mira de vuelta, con un gran amor.
Se casan, y yo disfruto la fiesta, bailo con mi amigo, bailo con mi rival que ahora tengo que tratar bien o México se enojara. Bailo por mí, bailo para conquistar, bailo porque estoy feliz.
Y entre mi borrachera, acabo sentado viendo las luces, y viendo cómo México danza con sus hermanos. Para después, sentir una palma en mi hombro, y ver a Rusia mirándome, sentándose a un lado.
— ¿Qué haces aquí? Ve y baila con tu esposo.
— Eso estaba haciendo, pero vine por un trago que me pidió. También, vine porque te vi solo y creo que debemos hablar, ¿Hace cuánto no hablamos?
— Desde que era una colonia, y después tu fuiste un pequeño país a cargo de URSS, después nos volvimos rivales en todo, y se nos hizo muy difícil hablar, tú sabes, el amor por ganar obstruye la amistad.
— Lo sé... — contestó, para después sujetar mi rostro y hacer que lo mirara, viendo esos potentes ojos violeta combinarse con los míos. — ¿Recuerdas lo que hablamos? Cuando solíamos amarnos hace años.
— ¿Cómo olvidarlo? Creo que fue nuestra plática más sincera.
— Dije, que eras especial para mí, y que te amaba, dije que daría mi vida por ti, dije que no quería separarme nunca. Pero entonces, tu dijiste algo. "Se que nunca dejarás de amarme, pero, también sé que, si pusieran a Alemania y a mí en un risco, y ambos estuviéramos a punto de morir, tu estirarías tu mano primero hacia él que hacía mí"
— Siempre has amado a Alemania, en todas sus versiones. Es como yo y ...
— México. — interrumpió dando la respuesta. —Lo sé, porqué un día antes de la boda, después de reírnos y ser felices, mientras descansábamos de un excelente sexo, y él me miraba recargado en mi pecho, dijo. "¿Que ha dicho tu alma gemela de mí?" Al principio, créeme que no entendía. Entonces me sonrió, y dio un beso, diciendo. "Rusia, mi corazón es tuyo, siempre será tuyo, mi alma se unirá a la tuya, y seremos felices por una eternidad. Pero tú más que nadie sabe, que, en la vida de un country, hay más que solo una eternidad, son esos lazos lo que nos unen. Tu lazo conmigo es fuerte, es eterno, nunca en mi vida había amado a alguien como tú, nunca y jamás lo volveré a hacer, pero... "
— ¿pero...? — pregunté, impaciente de la continuación.
— "mi mitad de alma, mi mitad dispareja, mi pieza irregular, mi contrario, no eres tú" — concluyó soltando una sonrisa — Sabes, ni siquiera me dolió eso, porque entendía a qué se refería. Amo a México más que a nada en este mundo, es mi perfecta mitad, embona en mi corazón como una perfecta pieza, me hace mejor persona, me hace único y feliz, nunca en mi vida amaré a alguien más que a él, pero... Mi mitad de alma, mi mitad dispareja, mi pieza irregular, mi contrario, es Alemania, no él.
— No comprendo.
— USA, todo se remonta a los lazos de Panguea, debes recordarlo, el inicio de todo.
— No sé de qué me hablas.
Y Vi una sonrisa en él, para después acariciar mi cabello y levantarse con los tragos que había ordenado.
— Mi lazo predestinado es México, pero mi lazo de origen es Alemania. Hay una gran diferencia entre almas gemelas y tu alma predestinada. Mi alma gemela es Alemania, unidos desde la creación, predestinados a ser contrarios, a amarnos sin poder entenderlo, a apoyarnos sin poder comprender, a volvernos a unir después de siglos, así a lo largo de nuestra existencia. Dime, ¿No es acaso México tu alma gemela? Alguien que al tocarlo te hace llorar de la paz que te brinda, tu mitad contraria, tu unión origen. No pueden estar juntos siempre, pero, llegará un día en dónde los lazos exijan su recargue de baterías, y volvamos a comenzar el ciclo.
— ¿Ciclo?
— Volvernos a enamorar. Estuve casado en mis vidas pasadas muchas veces, como tú, como México, como Alemania, como todos. Cada cierto tiempo, todo se reinicia... USA, si quieres entenderlo, vuelve al origen.
— ¿Origen?
— Si, regresa y ve, lo que las marcas esconden en la tierra. Por ahora, tengo un hermoso esposo a quien amar. Con permiso.
Realmente nunca entendí a Rusia, como no entendí a nadie más, parece que todos comprendían lo que pasaba, menos yo. Pasaron los siglos, y México tuvo un hijo con Rusia, su nombre es Boris, es un gran chico. Al fin es un país hecho y derecho, no el desastre que era años atrás. Suele venir a visitarme mucho, ya que le gusta pasar tiempo con NASA.
Incluso ahora, lo veo caminar por mi sala mientras lleva un poco de soda para tomar, mientras ve la tele.
— ¿No tienes que regresar a tus tierras?
— No cuando Suecia viene mañana a visitarte a ti, no me moveré de aquí hasta verlo.
— Eres muy joven para el vikingo.
— Y tu muy viejo para tío Perú. — rio haciendo que riera, oh mi amado Perú, tan hermoso y único. — Además el motivo de mi visita también es para ver a Marco. ¿Está libre o le diste muchas cosas que hacer?
—Esta libre, pero, hoy está con Perú en sus tierras, volverá en 3 días. Oh My babys, me siento solo en esta casa sin ellos.
— ¿Los amas tanto?
— Con mi vida, los amo tanto, te recuerdo que, de la boda de tus padres, yo me casé 4 años después.
— Si si... Lindo tatuaje. — dijo mirando hacia mi tobillo. — ¿Una mano?
— Dios me ... — y de nuevo, la incertidumbre, todo, golpeaba en mi cabeza como no había golpeado en años. De nuevo, joder, de nuevo...
— ¿Tío USA?
— ... Mi padre decía que dios me tocó al momento de nacer.
— ¿Que dices? — comentó con una mueca de diversión. — es tu marca nativa, no te tocó dios, es lo que dejó tu madre antes de ser asesinada por UK. Todos lo saben, estaban tú y tío Canadá en sus brazos, muy diferentes a como lucen ahora, al llegar UK y comenzar el proceso de conquista, los nativos apenas pudieron sobrevivir, la marca de dios no es más que la marca de tu madre.
Y entonces golpeó todo en mi cabeza.
Cómo si recordara el origen de mi creación. Y tuve que regresar, con el único que presenció mi origen, al único que podría hablarme de ello. Llegué en una tormenta, golpeando a su puerta donde fui recibido por su mayordomo, dónde empapado me sentí grande en mojar su hogar, en mostrar mi ira hacia él, hasta verlo. Joder hasta verlo.
Allí, joven e imponente, realmente nunca se desgasta. Allí, con ese cabello negro, con sus ojos azules intenso, con su piel pálida, con esa voz gruesa y perfecta, allí. En esa ropa formal, en su chaleco negro y perfectamente adaptado a su medida, en ese pantalón perfectamente a su largo, en esos zapatos que cuestan más que mi televisor, en todo. Allí estaba.
— ¿Porque vienes mojado y molesto a mi casa? — dijo, mirándome de arriba abajo. — Sabes, soporto tus tonterías en cierto horario, y ha pasado de ese horario, así que, retírate.
— No fue dios, fue mi madre, mi marca en mi tobillo.
— Oh, así que lo recuerdas. — Y una sonrisa fue a parar a su rostro dándome el más sarcástico de los aplausos. — oh USA, cada cierto siglo que pasa, olvidas todo, y regresas a cuestionarte que eres. Pero supongo que es mi culpa, rasgué tu lazo de origen y eres un poco defectuoso en recordarlo. Te veo aquí en los años humanos 3500, volviendo me a gritar sobre que descubriste que la marca no era de dios.
— ¿Que?
— Olvidas todo porque rasgué tu historia casi en su totalidad.
— Fucking asshole. Si sabes que lo olvido, ¿Porque diablos no me lo aclaras?
— ¿Y perderme la diversión de verte sufrir? No, ni pensarlo. Es delicioso, disfruto mucho tu sufrimiento como el de Canadá. Es una divina comedia. Además, supongo que todos se están hartando de tu memoria, así que solo siguen el juego para evitar provocarte una embolia si no lo descubres por ti mismo.
— ¡Son of a Bitch! You ...
— No mentí. — interrumpió de golpe antes de que acabara de insultarlo. Pude ver cómo se puso de pie, mirando el fuego de su chimenea moverse con la fría brisa del ambiente. — No mentí, tu tierra siempre fue verde, basta y colorida, además, si vi a Dios. Era una mujer, nunca había visto alguien tan hermoso, me arrodillé ante ella apenas mis ojos la miraron. Traía consigo dos niños, únicos, gemelos. Era ver a la vida a la cara, así que no mentí, vi a Dios. Era una mujer, y nunca había visto tal perfección en mi vida. Ojos intensos del color del sol, cabello negro como la noche, piel morena como en la tierra y el barro, belleza digna de la más bella pintura o escultura. Vi a Dios, mi bella alma predestinada.
— ¿La mataste?
— No quería, es la naturaleza de un Imperio. — contestó mirándome. — he asesinado mucha gente a lo largo de la historia y he reído en sus caras, he bebido su sangre, e saboreado la tortura y el bendito éxtasis que me causa ver sufrir a los demás, a mis pies, rogando por misericordia. Pero, solo me arrepiento de una vida que quité, y esa fue de mi Dios. Cuando me di cuenta, ya estaba muerta, entonces los tomé a ustedes. Y cuando cambiaron su apariencia por el lazo rasgado. Dónde ni siquiera los dejé absorber de su naturaleza, quedó en ustedes el último toque que su madre les dejó. Me duele pensar, que maté a mi predestinada, no he vuelto a amar como esa vez, nunca amare cómo esa vez. Pero no he muerto, porque mi tonta alma gemela sigue viva aún.
— ¿Francia?
— Exacto. Cargo con el dolor de no poder amar de nuevo como lo hice esa vez, pero no muero, ya que mi contrario sigue con vida. Verás, nuestros lazos son los que nos crean, existimos en alma por ello, el cuerpo solo es el reflejo de nuestros humanos. Si Francia muriera, yo, estaría incompleto. Y eso me mataría cada día.
— No entiendo. – contesté, ignorante a lo que me decía.
— Digamos que, cuando Pangea murió, y fuimos separados, se dividió el alma y el amor. Mi mitad contraria del alma se separó y me sentí incompleto, entonces cada tanto regreso a sus brazos, para no perderme. Y mi amor, se perdió hasta que la encontré, pero, nuestra naturaleza de Imperio me hizo asesinarla. Y ahora, solo puedo sentir mi amor, cada vez que te siento cerca a ti o a Canadá. Son lo mas cercano que me queda. —Rio como siempre, tomando un sorbo a su té. – Soy un monstruo, pero comprendo mis sentimientos, y ahora que te lo he dicho, ¿Comprendes los tuyos?
— No quiero volver a México.
— USA, no es de que quieras, es algo que va suceder, somos inmortales, tal vez en unos siglos le ames, otros no, así es esto. Es tu alma gemela.
— ¡Soy feliz con Perú! ¡Tengo un hijo! ¡México es feliz con Rusia! ¡Por dios tienen a Boris!
— Lo sé, son parejas predestinadas, y tú nunca amaras a alguien tanto como amas a Perú, pero, al fin y al cabo, la única manera en que te sientas completo es con tu contrario imperfecto. Todo tu amor puede ser de Perú, tu alma puede enlazarse y hacerse una con él, pero al final de cuentas, necesitarás volver con tu otra mitad contraria, para volver a tener paz. Esto lo saben todos, estoy seguro de que incluso Perú, así que, mi consejo es el mismo que te daré antes de que pierdas la memoria de nuevo. Vive USA, vive el hoy, vive el momento. Tu problema es que piensas mucho y sientes poco, es hora de que solo te guíes por lo que sientes, deja de pensar en tu existencia y solo se feliz con tu presente.
Desde esa vez, deje de ver detenidamente mi reflejo en el espejo.
Viví mi vida, mis mejores años, amando, riendo, creciendo, peleando, todo. Fue así durante un siglo más, hasta que me encontré a mi mismo sentado en esos estúpidos canales, ríos, lo que sea de San Petersburgo. Una junta en Rusia, eso era todo, pero me quede prendido de la belleza de sus paisajes. Hasta que volví a sentir una mano en mi hombro.
— No pienso decir que me gustan. – dije, en una risa burlona. – Mis paisajes son mejores.
— Siempre te gustaron mis paisajes de invierno. – comentó Rusia, ofreciéndome un cigarrillo, sentándose a mi lado. Lo tomé, para encenderlo con el de él, y dejar que el humo calentara mi ser. — ¿Cómo estás?
— Hmm… divorciado. – comenté, frunciendo el ceño. – Añorando a mi Perú de lejos, pero sé que volverá a mí. Volveré a él, así son las cosas. ¿Tú?
— Divorciado, deseando a México todo el bien de este mundo. Regresando con Alemania de nuevo, no lo sé, a veces quiero golpearlo, pero otras solo quiero ver su cabello crecer, sus ojos mirarme, sentir la calidez de su piel. Se que nunca lo amaré como amo a México, pero, sin Alemania pierdo todo… ¿Entiendes lo que quiero decir?
— Si.
— Y si lo entiendes, ¿Qué diablos haces sentado viendo mis paisajes, cuando deberías estar en su casa?
— ¿Qué?
— No te hagas el tonto conmigo, es tiempo que recargues baterías. Ve y ama a México, que, si te lo quito en unos años de nuevo, serás un tonto por no aprovechar su tiempo libre.
— No hablarás enserio.
Dije soltando una risa como mofa, pero Rusia solo soltó humo que poco a poco se fue disipando en la fría ventisca. Pude ver su rostro, no era un rostro triste, o uno feliz, era uno de paz. Uno que quería en él mío.
— ¿Amas a México?
— Lo amo. – contestó.
— ¿Por qué se divorciaron?
— Porque necesitábamos esto, él necesita regresar contigo, y yo con Alemania. Es nuestra naturaleza. Y realmente no es divorcio, no es que haya firmado un papel, solo estamos separados. Como tú. Mi energía se acababa, así que tenia que volver con mi otra mitad antes de que fuera tarde, y acabara sin un gramo de paz en el alma. No sé cuántos años pasarán para volver a estar con él, solo se que ocurrirá.
— ¿Cómo te diste cuenta de ello?
— México me hizo una pregunta, y lo supe. – respondió. – Dijo, “Rusky, ¿Qué piensas de mí, que es lo primero que piensas cuando piensas en mí?”
— ¿Qué dijiste?
— Nada. Me quede en blanco, no era que no lo amara, o que no pudiera elegir de entre las millones de cosas que amo de él, solo que, en ese momento, no quería ni pensarlo. Él sonrió, y dijo, “Creo que es tiempo.” México es mas grande que muchos, tiene mucha sabiduría en él, mas en estas cosas, así que, comprendí, le ame, y al siguiente día, fui recibido entre los brazos de Alemania, un enorme abrazo entre lágrimas, donde sabía que todo estaría bien.
Era raro, siempre es raro comprender todo esto. No es como si fuéramos Polígamos, solo que, necesitamos cosas en diferentes momentos, eso lo entiendo.
— Dime… — dijo de golpe, mirándome. — ¿Qué es lo primero que piensas cuando te dicen México?
— Que es el lugar donde las Dalias crecen en el tiempo. O como él las llama acocoxóchitl. Hermosos colores, hermosos pétalos, una tierra única de dios, en eso pienso.
Y una sonrisa se formó en Rusia, jalándome hacia él para besarme, besarme como lo hizo cuando era Imperio, como lo hizo cuando era Rusia Soviética, y ahora, como lo hace cuando es la Federación Rusa. Algo suave y tierno, dándome calidez con sus labios.
— Regresa a tu origen, vamos. No pierdas el tiempo aquí. – sonrió. – Y dile que lo amo, que lo veré en unos años para continuar nuestro ritual de amor, él lo entenderá.
Supongo que la vida era así.
De disfrutar el momento, de reír, de llorar, de gritar, porque ahora mismo me encontraba corriendo entre la fría brisa, corriendo sin parar hasta ese hotel, corriendo con dolor en los pulmones, donde el invierno de Rusia me quiere matar, donde amé y fui amado, donde reí y fui una burla, donde pasé grandes momentos y perdí grandes batallas.
Corrí, porque tenía que llegar, tenía que hacerlo, tenia que ir a la habitación 201.
Y allí lo vi, cuando abrí de golpe y lo vi haciendo su maleta para regresar a sus tierras. Lo miré, mientras él lo hacía, y después vi lagrimas comenzar a caer de su rostro, mientras abría sus brazos, y yo corría a envolverme en ellos. Fue un subidón de felicidad, de adrenalina, de paz. Mi alma gemela, mi única alma gemela, al fin, de nuevo en mis brazos.
— Pensé que nunca regresarías a mis brazos. – dijo entre sollozos. – Te necesitaba desde que Rusia regresó a Alemania, y tú aun no te divorciabas, pendejo.
— Perdón, aun quería disfrutar de el “amor”, antes de necesitar “paz”.
— Lo sé, pero ahora, disfruta paz conmigo, solo nosotros dos. Solo nosotros dos para siempre. – susurró, sintiendo mi calidez.
No tuve que decir más, en esa fría noche en San Petersburgo, donde la ropa sobró de nuestros cuerpos, donde nuestra piel desnuda rozaba en cada subidón de lujuria, donde los gemidos y gritos de placer se extendían por toda esa habitación, allí, solo allí, uniéndonos en busca de paz de nuevo, en busca de nuestra otra mitad, una danza que nunca se acabará, un sentimiento inmortal, una necesidad maldita.
Vi sus ojos en la noche, porque me gusta verlos. Allí donde San Petersburgo nos alumbra con su corta noche, allí, donde México me mira feliz.
— Es bueno verte Meztli. – dije, besándole la frente. Allí lo había entendido todo, solo las almas gemelas pueden llamarse por su verdadero nombre, solo ellas, sin que acabes ofendiendo a alguien.
— Y a mí que regresarás al fin, Tayen.
Meztli significa Luna, y Tayen significa Luna Nueva, iguales y contrarios a la vez. Uno en náhuatl y otro en nativo americano. Uno conociendo sus raíces y otro roto y perdido en su pasado, así era la vida de las Lunas, así, amándose y reuniéndose cada cierto tiempo, donde las estrellas murmuran su amor de lejos.
Ojalá durara más, ojalá no nos perdiéramos entre la paz.
Ojalá recordara todo, ojalá no tuviera que repetirlo una y otra vez. Ojalá pudiera capturar este momento siempre.
Ojalá, no fuéramos Dalias que crecen en el tiempo.
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Aclaraciones.
— El verdadero nombre de USA es Tayen, que significa “Luna Nueva. El nombre de “Adler” que significa águila, fue dado por UK. Usa solo recuerda su nombre origen cuando inicia de nuevo el ciclo de reencontrarse con México. Con su Meztli “Luna” o “Luna negra”.
— Esto NO es POLIGAMIA. Si me salen con que USA o México son bien putas, nos damos en la madre. >:v ¡A mis bebés me los respetan!
— La Dalia es la flor nacional de México, USA hace referencia a su vida con México como la flor, ya que crece en cada cierto tiempo, es delicado y colorido, pero no importa cuanto la cuides, llegará un punto donde morirá esperando renacer en otro ciclo. Así es la relación de las almas gemelas, no es que dejen de amar a sus parejas de ese momento, es que necesitan volver a sentir paz.
Almas gemelas: va más allá del amor, es la paz lo mas cercano a lo que se puede describir que sienten.
Almas Predestinadas: Eso si es amor, en su mas pura esencia.
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Una amiga mía escribió esto, me pidió de favor que lo publicará todos los créditos a ella. Tal vez la conozcan es la autora de LAZOS.
Es hermoso llore mientras lo leía e hice un dibujillo del fic. Por qué pues el UsaMex me puede me puede 😔💜
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ajab-alv · 2 years
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aaaajshshhdhs
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ajab-alv · 3 years
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Iconic Nagron Hallway Makeout Scene
(but make it crack)
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