Febrero.15.1945

Mi querida Emma

Desde que me marche han sido días difíciles sin tener tu presencia, no sé cuántas veces he soñado contigo, con volver a estar a tu lado. Hoy en especial recordarte fue más doloroso, dirás ¿por qué?

Porque cuando estaba en mi turno de vigilar los alrededores me di cuenta de un lugar, ese lugar se me hacía conocido, era porque es muy similar al lugar donde nos conocimos por primera vez ese día nunca lo voy olvidar porque desde ahí empezó nuestra historia de amor, desde ese momento ese parque se volvió nuestro lugar secreto y especial, me acuerdo de la luna brillando tan fuerte, de las estrellas acompañándola, brillando juntas, nosotros admirándolas desde nuestro banco, aunque tu estuvieras viendo el hermoso paisaje yo prefería admirarte a ti.

Me encantaba compararnos con ellas porque para mí tú eras esa gran luna, brillando en todo su esplender con tu propia esencia y yo era esas estrellas siempre admirándote y acompañándote en todo, en tus malos momento y en los buenos porque nunca se me va pasar por la cabeza abandonarte mi querida flor. Aunque la distancia se interponga entre nosotros nunca voy a olvidarte a ti, a tus hermosos ojos a tu hermosa voz en especial a ese hermoso rostro que me encanta llenar de besos.

Siempre miro por las noches la luna y sus acompañantes las estrellas, para nunca olvidarme de ti y siempre pensar en nosotros juntos.

Con amor tu querido Aarón

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Mayo.5.1945

Mi querida Emma

Perdón por no poderte escribirte y dejar pasar estos meses, pero las cosas han estado complicadas últimamente, pero eso no quita que nunca dejo de pensar en nosotros mi querida flor, quiero que sepas que siempre voy a tenerte en mi mente, extraño ver ese hermoso rostro pasar tiempo de calidad junto a ti.

Aunque las cosas estén muy difíciles siempre voy a intentar mantenerme fuerte para volver a casa, volver junto a ti, porque no sabes cuanta falta me hace ver tu sonrisa, abrazarte es lo más me hace falta y lo que más me duele, no poder tenerte entre mis brazos, poder protegerte de todo el mal que habita en este mundo, por que por algo estoy aquí ¿no?

No quiero ni imaginar cómo debes estar, puede que lo estés tomando con calma o como puedes que no. Pero lo que más espero es que esas gotas de aguas no pasen por tu rostro, porque lo que siempre me va doler más es cuando tu estas sufriendo y más si yo puedo ser el causante de ese doler, el causante de tus lagrimas por favor te lo pido, te lo ruego no llores por mí, no sufras, por favor yo sé qué voy a volver a tu lado.

Con amor tu querido Aarón

Se que las cosas son difíciles, pero no imposibles mi cielo pronto volveré a compartir esas mañanas contigo, esos días completos con los que soy feliz simplemente viéndote por que tú, solo tú eres completa felicidad.

Nunca olvides de sonreír, nunca apagues esa esencia que te hace tan única y especial mi vida sigue feliz nunca te apagues.

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Agosto.30.1945

Mi querida Emma

Por lo que escuchado ya falta poco para volver contigo, con nuestra familia, no te imaginas lo emocionado de volver a mi hogar. Hoy de tanta emoción recorriéndome me acorde del segundo día más feliz tenido aparte del día que nos conocimos.

Ese día en especial fue lo más agradable que pudimos pasar juntos en familia, me acuerdo de cómo nos reunimos en ese lindo monte donde el solo pegaba en su máximo esplendor dándose a relucir, haciendo de una vista hermosa, no más que tu claro, me ponía tan feliz viéndote correr por el pasto con esa risa tan encantadora.

Me encanta verte feliz, porque cuando sonríes tu provocas mi sonrisa. También me acuerdo como te la estabas pasando tan bien con esos pequeños niños alrededor tuyo persiguiéndote jugando a las escondidas, hacías todo solo para verlos felices.

Me acuerdo que en una conversación nuestra mencionaste tu encanto con los niños que siempre has querido tener pequeños niños corriendo en nuestra casa y sabes que me alegre tanto de escucharte decir eso no solo por la alegría que demostrabas sino también porque yo también quiero ese futuro contigo solo contigo, tener esa familia contigo me hace una ilusión tan hermosa.

Por eso mismo ese día se volvió el segundo más feliz he tenido en la vida, porque ese día me diste la noticia más linda de mi mundo íbamos a tener un pequeño de nuestro amor, nuestro bebé. Aunque después de eso tuve que irme y fue lo más doloroso que tuve que hacer dejarte a ti y a nuestro pequeño. No hay que no me lamente de estar a su lado cuidándolos estar es todas tus etapas, ver como el crece poco a poco.

Pero muy pronto voy estar a su lado, amándolos y protegiéndolos porque son lo más preciado de mi vida, de mi mundo, nunca olvides que los amo

Con amor tu querido Aarón

MICROCUENTO BOGOTÁ

En mi ciudad, salgo a la tienda donde el paisa, compro accesorio con el venezolano, subo al transporte público con el gringo, voy a una reunión de negocios con el europeo y es así cómo Bogotá, es la ciudad de todos, la capital de Latinoamérica, tierra fría con personas calurosas.

SUBJETIVA Y OBJETIVA

Este pequeño artefacto con más de 15 años conmigo, de bolsillo y desgastado, está siempre en mi gabinete donde coloco algunas reliquias de decoración, con su tamaño práctico de 8cm de largo, 5cm de ancho y apenas 2cm de grosor cabe perfectamente en cualquier parte de un morral o un pantalón, su color plateado brillante sea mantenido ya que su poco uso favorece a que esté intacta. Su botón de encendido ubicado en la parte trasera de esta aún suena y se esconde sin problema, lo mismo que el contador de fotos que aún queda ya que al no ser digital cuenta con una memoria interna de menos de una giga para guardar y recopilar al menos 30 fotos hasta que se puedan sacar digitalmente; cuenta con algunos raspones por la parte de abajo que denotan cuantas veces pudo haberse caído a lo largo del tiempo y la ha malgastado haciéndola color negro así como el visor por donde se puede ver que se está fotografiando pero no se puede enfocar ni agrandar, esta algo sucio y lleno de polvo igual de rayado de lo que se puede llamar el “objetivo” o mini lente que esta maneja. La apertura de sus pilas aún se desliza para poder encenderse, así como su apertura de goma de entrada usb para introducirla a un computador y poder “revelar” las fotografías, aún funciona tanto física como parte de la decoración de la colección de un fotógrafo en su gabinete.

Descripción Subjetiva

Esta pequeña camarita la tengo conmigo desde lo que puedo recordar de mi niñez, a pesar de ser un poco traumada; este tipo de objetos me recuerdan que no fue del todo malo; tenía al menos unos diez 6 u 7 años cuando la vi por primera vez y hasta alcancé a sorprenderme, parecía sacada de un paquete de margarita y viendo que no era de juguete me emocione al saber todo lo que podría llegar a explorar con ella. Con solo el sonido del botón de captura, puedo recordar las veces que fuimos a un parque o a un monte sólo a tomar fotos y jugar con ella, con un pequeño desespero por llegar a la casa y poder ver qué fue lo que fotografiamos ya que no era posible revisar que habíamos capturado y tampoco borrar algún tipo de contenido hasta que la vaciamos y volver a jugar con esta; si mal no recuerdo este fue un premio de algún concurso o  algún restaurante, pero fue una de mis primeras adquisidores para poder experimentar el arte de la fotografía, era tan pequeña que efectivamente era posible meterla en un bolsillo, pero yo lo era también pero lo único que podía hacer era colgarla en el cuello y jugar al turista cada que salía con toda mi familia o mis amigos. Verla me recuerda mucho a mi vida en Medellín y vivir con mis primos, con los cuales ahora no convivo ni hablo y tampoco me interesa, pero que mejor recuerdo de algo que simplemente puede estar toda la vida conmigo y cuando la veo me puede llevar a ese momento donde tal vez fui muy feliz y no lo sabré.

Yucatán

A veces, no puedo descifrar si recordar la sensación de la arena sobre mis pies esperando que llegue un atardecer en una ciudad desconocida me lleve a uno de los mejores momentos de mi vida o me haga recordar que no la estaba pasando del todo bien; en ese momento tuve mi lado a una persona maravillosa acompañándome que conocí hacía más de una semana en ese entonces en un bar de mala muerte, rodeados de extranjeros borrachos, comida tóxica y lo único que no se me borrará jamás de mi cabeza fue nuestro primer lenguaje de amor diciéndonos con la cara arrugada: “¿y si nos escapamos de aquí?”

No podía describir al mal llamado amor a primera vista, definitivamente no te puedes enamorar de algo que no conoces y menos si aún no te ha hecho sentir algo diferente en tu interior, puede que yo lo haya vivido en ese momento, pero mi cabeza estaba tan ocupada para poder entender lo que decía mi corazón que simplemente lo ignore. El clima en diciembre de Mérida – Yucatán, México (La ciudad más húmeda y caliente de este país) era invernal e infernal al tiempo, a pesar de que su temperatura baja para entonces aún después de las seis de la tarde pueden haber más de 30º, toda la ciudad tiene sudor en la cara, la playa está llena de personas acostadas esperando algo de brisa del mar, muchas otras saliendo de trabajar sin zapatos para enterrar sus pies en la arena con su último aliento de fuerza y poder “flojear” en lo que queda de la tarde.

Antes de llegar a este destino hubo un viaje corto a lugares mágicos que cierto personaje nombrado anteriormente quería que yo conociera, ese día me puse una camisa que días antes le había robado para poder llegar a mi casa, una azul que es dos tallas más grandes que las que suelo usar, bastante suave y de hecho muy cómoda para la ocasión, el aroma de su loción aún no se iba así que disfrutaba mucho ponérmela y él vérmela puesta. Desayunamos antes de salir de la ciudad en el carro y para mi sorpresa ese día precisamente pude abrir mis sentimientos después de mucho tiempo a una persona totalmente desconocida con la cuál iba a empezar un rumbo aún más desconocido, suelo ser muy precavido con las situaciones pero qué más podía importar cuando lo único que pasaba por mi cabeza era la muerte así que no había nada que perder; horas después recuerdo estar viendo flamencos caminar a mi lado por la carretera en la que íbamos, una de las visuales que no he podido sacar de mi cabeza hasta el día de hoy, lloré, grité, corrí al mar cercano me sumergí y pude gritar mucho más ¿Es esto lo que estoy sintiendo felicidad?

Al finalizar la tarde le pedí que me llevará a un lugar que a él le gustará mucho y fuimos a la playa de progreso así llamada, hay mucha tranquilidad y no encontrábamos donde dejar el auto, lo parqueamos en el primer lugar que vimos, nos quitamos los zapatos y caminamos cerca de unos botes que parecían abandonados, a las afueras de unas casas playeras gigantes donde ya se veía empezaban a encender las luces y otros a abrir una botella de vino, cinco minutos más tarde el sol se estaba despidiendo de nosotros dejándonos un cielo bastante despejado y muchas razones para poder hacer que tus sentimientos salgan a flote, el mar estaba muy picado y nos traía a los pies todo el musgo del mar intentando decirnos que no puede más por hoy y también desea descansar. La arena estaba fresca y el muelle al fondo por el cuál no se puede desplazar hace que la fotografía tenga una atmósfera romántica y poderosa al mismo tiempo, el agua como siempre tan imponente y la arena tan sumisa, el cielo recién secando su acuarela con la que el sol con la ayuda de la luna pintaron lentamente horas antes donde yo no tenía alguna idea de que iba a estar de pie allí con el viento soplando mi cabello, sin escuchar mucho, sacando mi teléfono y dando un clic, sin ver lo que había fotografiado en el momento, tengo esta imagen en mi mente, con una persona que podía ser el amor de mi vida al lado, con pensamientos intrusivos tratando de descifrar que era lo que había pasado y con una sensación de calma, paz y melancolía que es imposible de describir. No fue hasta el día siguiente que revisé lo que había capturado el día anterior y con solo verla me trae uno de los mejores recuerdos que tengo hasta el momento, porque supe que estuve con la persona correcta en el momento indicado por el destino.