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Ok antes que nada, este fic esta inspirado en "Throw it all away", fic creado por @guardian-of-da-gay, y deben leerlo antes para que puedan entender esto, esta increíble no se arrepentirán.
Advertencia: Ligera descripción de violencia.
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Los dolores físicos no son nada comparados con el dolor emocional y la culpa que cargan.
Pensaron que estaban haciendo lo correcto, pensaron que claro, Knuckles se enojaría, pero lo entendería después de que escuchara sus razones, jamas imaginaron que reaccionaria de una manera tan brutal.
Era obvio que la esmeralda había comenzado a alterar su mente, Knuckles nunca los habría atacado, no habría lanzado a Tom hasta dejarlo inconsciente, no habría golpeado a Tails, ni habría lastimado a Sonic al grado de romperle huesos.
El los protegía, siempre cuidando que sus hermanos menores no se metieran en problemas, quedándose despierto a altas horas de la noche esperando a que Tom regresara de su patrulla y asegurarse de que no estaba herido, ayudando a Maddie a calmar a los animales más nerviosos de la veterinaria, siempre siendo un niño dulce y amable.
El jamás habría actuado así, ¿verdad?
"Nunca lo conocimos realmente"
Había dicho Tails días después de "su error" como llamaron a ese día.
Nunca lo conocieron realmente, Sonic se enojó por eso, pero Tails tenia razón, solo fueron unos cuantos meses que convivieron, no sabían casi nada sobre Knuckles más allá del pasado compartido con Sonic y su amor por la uvas. Si, vivieron bajo el mismo techo, lo amaron como a un hijo y como a un hermano y era obvio que él también les tenia cariño, pero eso no era suficiente, ¿sus aficiones, ideales, pensamientos o posturas? no conocían nada de eso.
Aun así, querían recuperarlo, pedirle su perdón, saber que estaba bien, a salvo y, aunque el no quisiera regresar, hacerle saber que este siempre sería su hogar. Tails se encargó de intentar rastrear la firma de energía de knuckles desde su miles electric, pero dos semanas después aun no lograba dar con el.
Fue casi un mes cuando tuvieron noticias de él, pero no las noticias que esperaban. Durante su búsqueda, Tails accedió a muchos sitios de internet de mobius, ilegales en su mayoría, explicando que, desgraciadamente, si algún lugar pudiera tener información sobre el paradero de Knuckles, serian las casas de apuestas, recordando menciones de arenas y peleas en jaula que había soltado Knuckles en algunas conversaciones.
Y, tal como lo intuyo, una cadena de apuestas de repente se disparó en una arena, Knuckles tendría una pelea con el campeón del lugar. Irían al lugar, hablarían con Knuckles, resolverían las cosas; pero antes de siquiera lanzar un anillo la pelea comenzó.
Pelea fue una palabra pequeña para lo que presenciaron, el Knuckles en la pantalla no podía ser su Knuckles, el equidna destrozó a su contrincante, literalmente. Knuckles no le dio tiempo a su enemigo de actuar, golpe tras golpe, sangre salpicando por todas partes, la lucha duro menos de cinco minutos, el otro mobiano se desplomo en el suelo con el cuello en un angulo antinatural. Los vítores que se escuchaban al principio se esfumaron, dejando la arena en un sepulcral silencio, la trasmisión se corto dejando como ultimo recuerdo a su hijo y hermano saliendo de la arena segundos después de su victoria, en ningún momento le dirigió una mirada al cuerpo de su enemigo.
Maddie no pudo evitar vomitar, Tails y Sonic no se movían, demasiado asustados para siquiera intentarlo, Tom los abrazó, sintiendo que su presión descendía y el aire no llegaba a sus pulmones.
Ese no era su hijo, ese no era Knuckles, el niño gruñón pero amable que se asustaba con la aspiradora, el niño que devoró una cantidad impresionante de uvas al punto de sufrir indigestion y dolor estomacal por días, el niño que le encantaba que rascaran su cabeza y movía la cola cuando algo lo emocionaba o lo hacia feliz.
Es culpa de la esmeralda, fueron muy lentos en actuar...
o, quizás.
Esto es su culpa...
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Knuckles vagó por varios planetas, sin rumbo alguno. Su misión es encontrar -nuevamente, pensó amargamente- la esmeralda maestra, pero no podía iniciar su tarea, se sentía vacío, perdido. Caminaba sin motivación, dejando que sus pies lo guiaran a donde quisiera, deteniéndose solo a dormir.
Fue difícil volver a esta rutina, volver a tener que dormir en el piso, en madrigueras y tener que esconderse. Extrañaba su cama, sus peluches, sus mantas calientitas y las risas de Tails y Sonic a mitad de la noche cuando debían estar dormidos.
Tenía mucha hambre, pero no lograba dar mas de dos mordidas a las comidas que cazaba o robaba, su estomago se revolvía, quería una cena caliente, se moría de ganas de comer la lasagna que Maddie preparaba; de escuchar los chistes de Tom en los momentos más oportunos y escuchar sus historias mientras comen rosquillas en la patrulla al tiempo que vigilan que ningún auto exceda el limite de velocidad.
Pero eso no volvería, él, nuevamente perdió a su familia, la diferencia es, que su tribu nunca lo traicionó, nunca lo engañaron como lo hicieron los Wachowski, que lo llenaron de amor y cariño para después apuñalarlo por la espalda.
Ellos sabían lo que significaba la esmeralda para el, no solo simbólicamente, él es el guardián, la esmeralda y él deben de estar juntos. Que la esmeralda puede generar cambios en su mortalidad, él lo sabia y esta dispuesto a aceptarlo. Es un precio a pagar que esta dispuesto a aceptar. De igual forma no puede hacer nada para evitarlo.
No sabe cuanto tiempo estuvo vagando, burlando a los carroñeros y evitando cazadores. ¿Por que no pueden dejarlo en paz? ¡¿Por que siempre debe ser cazado, usado y traicionado?! ¡ESTÁ HARTO!
Pero lamentarse no ayudara a recuperar la esmeralda maestra. Viajó hasta casino-polis, si había un lugar donde pudiera encontrar a quien tuviera un contacto que lo ayudará a buscar la esmeralda seria aquí y por lo tanto, también necesitara dinero.
Cuando se acerco al area de las apuestas los organizadores se sorprendieron de verlo, y le dieron la pela con mayor apuesta. Él nuevo guerrero más fuerte de la galaxia seria su contrincante, por que, claro, al no saber nada de él en casi un año todos lo dieron por muerto, Knuckles es reemplazable, no indispensable para el mundo, solo una ganancia, no más.
En el momento que se anunció la pelea las apuestas se elevaron y la multitud se aglomero en la arena, extasiados de ver a los dos seres más fuertes en una pelea a muerte. Olvidando que uno de ellos aun era un niño.
Su contrincante, un tejón melero, se presentó ante él minutos antes de iniciar la pelea, tratando de intimidarlo, regocijándose de como lo haría trizas. Era joven, apenas unos años mayor que Knuckles, pero llenó de egocentrismo y confianza excesiva.
La ira, el dolor y muchos otros sentimientos que no podía nombrar se agolparon en su pecho en todo este tiempo, el dolor de saber que las personas en que confío y amó lo traicionaron, la desesperación de tener que volver a esta vida de locura, de ser cazado y visto como un objeto, la ira de tener que iniciar de cero en su búsqueda de la esmeralda, la tristeza y el vacío de que jamás encontrara un lugar seguro, la rabia que ese tejón despertó.
No permitió que su contrincante actuara, se dejo llevar por todos eso sentimientos, los dejo salir mientras peleaba, sintió que algo se quebraba bajo sus puño y el tejón cayó, sus oídos zumbaban por la adrenalina, su contrincante no hizo movimiento alguno por levantarse, la pelea termino, el silencio en las gradas fue ensordecedor, no quiso mirar el cuerpo del tejón sabiendo que se horrorizaría por lo que había hecho. Así que se fue, tenía un premio que reclamar, una esmeralda que recuperar y una isla a la que volver.
Isla Angel volverá a su gloria en el cielo.
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HAAAAAAAA, ¡¡¡¡NO PUDE EVITARLO!!!!, Me llegó la inspiración en cuanto termine de leer el fic, así que este es un regalo para @guardian-of-da-gay 🥰🥰🥰🥰
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