Empecé a meditar por curiosidad y a sostener el hábito por disciplina pues al inicio no entendía sus beneficios, y fui descubriendo que es un proceso similar al ir al gimnasio: te esfuerzas mucho, no ves resultados, continuas y un día, descubres que ¡si hay cambios! y que te van gustando más y más.
Junto a la meditación comencé a practicar ejercicios de respiración consciente, entendiendo que mediante la respiración podemos comunicar a nuestro cuerpo mensajes poderosos para que baje los niveles de cortisol, descanse y aprender a habitar el momento presente sin sufrimiento.
Nuevos pensamientos comenzaron a emerger que parecían venir de un lugar diferente a los conocidos, y bueno, recientemente me agradó escuchar a un científico explicar que el corazón tiene tejido neuronal propio e independiente del que está en nuestro cerebro.
Entonces ¿Y si meditar es un medio de conectar con esa forma más profunda de pensamiento, que viene de nuestro corazón y que tiene su propia inteligencia y sabiduría?
Me he enamorado de ese concepto, y cada día busco un poco más adentro de mi alma.
Estas dos prácticas combinadas han abierto delante mío nuevas perspectiva y claridad que he necesitado -no para cambiar mi realidad- pero si para cambiar radicalmente la actitud con que la afronto, y solo esto, es un cambio más profundo de lo que jamás había imaginado.
“Entonces conoces a alguien que te hace tomar un respiro, que le da luz a tu vida, que te hace sentir como nunca nadie lo hizo, que te demuestra con su amor que lo valés todo”
He estado en la oscuridad y he salido de ahí. En estos momentos he tropezado ahí dentro de nuevo, pero sé que saldré de ese lugar otra vez.
Encontrarme aquí es sentir frío, soledad, es separarme de todo y de todos pero también es un lugar donde puedo escucharme más y donde puedo apreciar mi luz por más escondida que esté; es más fácil verla, aunque más difícil alcanzarla. Cuando caigo en la oscuridad, se encuentra más lejos, más profundo, pero puedo verla para perseguirla y así tomar impulso par salir de ahí e iluminar mi camino. Estar en la oscuridad es como si el vacío te deborara desde dentro pero estar ahí hace que puedas verte y encontrarte más fácilmente porque en realidad, somos luz y sólo con oscuridad, hasta la luz más tenue se puede apreciar.
El nombre de Dios:"YHWH" tiene muchos significados y uno es "Yo Soy El Que Soy" Esas cuatro letras encierra un misterio tan grande y llegó a considerarse tan sagrado que los líderes religiosos prohibieron pronunciarlo, salvo en algunos rituales muy específicos realizados por los sacerdotes, hasta que con el paso del tiempo se olvidó exactamente cuál era su pronunciación. Distintos autores apuntan a una relación fascinante entre este nombre sagrado y el sonido de la respiración.
Esas letras se pronunciarían una a una de la siguiente manera: Yod – Heh – Vav – Heh. Ahora bien, la Heh es una letra que representa el ruah divino, que significa soplo, viento o espíritu. Esta consonante es la que se repite en el nombre dos veces, lo cual da la impresión de que la «respiración» es la idea principal del nombre divino. Por lo que muchos rabinos creen que el sonido del nombre de Dios es aquel que se produce en el interior del ser humano cuando respira profundamente.
Oímos que Dios que está con nosotros y eso es verdad pero la realidad es más asombrosa que esto. Dios, יהוה, está dentro de nosotros.
Mientras lees esto, estás respirando, pero además estás haciendo algo más importante, estás pronunciando el nombre de Dios. Aunque mantengas la boca cerrada, aunque seas ateo e incluso aunque te niegues a pronunciarlo, seguirás haciéndolo.
Inevitablemente. Porque comenzamos la vida pronunciando el nombre de Dios en nuestra primera inhalación y terminamos la vida pronunciando el nombre de Dios en nuestra última exhalación.
No podemos vivir sin respirar, como no podemos vivir sin Dios. Es una necesidad fundamental.
La respiración de todo lo que vive adora su nombre, porque la respiración de todo lo que vive es su nombre.
Que difícil es acostumbrarse a estar sin ti.
Estar sin ti, es como vivir sin respirar, pero el amor no se ata ni se domina. Sigues siendo el dueño de los suspiros que escapan de mis labios al gritar en silencio que te amo.
Y ahora solo quedan esos silencios en mis noches, donde las lagrimas no dejan de rodar por mis mejillas.
Ahora estoy sola, la soledad es mi única compañera.
Te amare siempre en mi mas profundo silencio.
Y por siempre en mis sueños recordare los mejores momentos."