Recuerdo cómo me entusiasmaba escuchar tu voz por el otro lado del teléfono..
Recuerdo también cómo te buscaba con ansias y sin ganas de dejarte ir...
También recuerdo que había veces en las que no quería colgarte. Que pedía 5 minutos más, porque quería sentirte cerca...
Recuerdo salir todas las noches al balcón a ver la ciudad (ciudad que ahora odio) y las estrellas. Ver la luna, que sentía que era la única que me conectaba contigo...
Imaginar en mi cabeza todos los escenarios que me describías...
Recuerdo tus risas y tus tristezas, recuerdo tu enojo cuando te contaba algo que me hacia llorar...
Lo recuerdo todo perfectamente...
Ahora un recuerdo triste y melancólico de alguien a quien amo tanto y se fue de mi lado...
Negro pero no como el color negro como el espacio sin sonido sin tener un destino final. Así esto empieza pero irónicamente también termina. Pero ya se, ya vi cómo el universo se creo con una luz algo que no puedes desviar la mirada pero si, si te acerca mucho te puede quemar pero no la piel si tan solo fuera la piel. Me acuerdo mi primera vez que sentí su brillo, me pidió un deseo “ no es lo contrario” quería ver su reflejo ¿ será que un punto iluminiso no sabe cuanto brilla? Y sin yo percatarme solo mirándole a sus ojos, esos ojos que atraen como si fuera la gravedad me deje llevar y sin llevar un manual comencé este viaje. Solo con la esperanza que me guíe, es lo que ayudará pasar el día y la noche. Recuerdo la primera vez que vi el cartel, estaba borroso flotando pero su luz a los lejos cegaba su brillo era… como un destello, me dolía mirándole a ella me dolía. Pero el letrero nuevamente apareció pero esta vez quise quitarme esa duda y a no verlo enseguida encendí las luces la cual siempre la tenía el switch apagado. Fue cuando lo leí “ El universo no parece ni hostil ni amigable es simplemente indiferente “ era lo que decía. Pero yo sin entender seguí mi viaje, me acerqué tan cerca, que quise caminar en su espacio pero algo no se sentía bien, él área no era respirable, los pasos que daba no avanzaba. Y pasó podía oír el latir de mi corazón, podía escuchar el corazón de todos. No me moví, ni siquiera cuando la habitación se oscureció solo levante la mirada para verla aunque tenía varias constelaciones en mi alrededor era ella solo tenia mis ojos para ella. Ya si poder mover un paso, regrese a mi nave. Sentado escribí y comprendía “ cuando eres joven, solo crees que habrá muchas personas con las que te conectaras más tarde en la vida, te das cuenta de que solo sucede una pocas veces. Aunque dudo ver otro brillo igual no lamento este viaje. Aunque ahora me toca verla en un lente de un telescopio siempre la veré hasta en mi cerrar de ojos. Pero aun guardo una maleta para empezar un nuevo viaje.
De nuevo en un contexto en el que todo es superficial. En el que todo se me va con solo pestañar. Lo que permanece siempre es el cambio, pero el de afuera, no el de adentro. Sí, allá afuera sigue pasando la vida y yo intento seguir su paso. De nuevo me quedo atrás. O tal vez nunca deje de estar atrás.
Para mí, una de las peores cosas de la edad adulta es tener que recoger los pedazos de ti, tú mismo, tener que guardarlos en un bolsillo y salir a cumplir con tus responsabilidades del día, no importa si estás agotada o no.